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AMOR Y FIDELIDAD SALVÍFICOS 66 TEMA 3. ÉXODO 1. Introducción El libro del Éxodo es una parte del Pentateuco, porque la liberación, la institución de la ley y de la estancia sobre el monte Sinaí (el contenido del Éxodo) son sólo una parte de una narración que inicia con la creación del mundo en el Génesis y termina en el Deuteronomio con Moisés que se dirige a Israel listo para conquistar Canaán. Las mismas fuentes antiguas que constituyen los otros libros del Pentateuco aparecen también en el libro del Éxodo: J, E y P. Recibe es- pecial relieve P, porque P es el redactor final de la narración. 1. Título Éxodo es el segundo libro del Pentateuco. El título Éxodo deriva de la traducción griega de la LXX (éxodos [Aigyptou]) y significa literal- mente «Salida (de Egipto)», uno de los elementos principales narrados en este libro. 2. Marco redaccional En la introducción general al Pentateuco hemos podido constatar cómo cada generación ha revivido en la fe la gran experiencia del Éxodo y de la alianza. Aquí consideramos el marco y el sentido ulteriores que las vivencias de Israel han adquirido en la redacción final, a partir de la «historia» sacerdotal que, muy probablemente, sirvió como falsilla para la redacción final del libro del Éxodo. Con la «historia» sacerdotal tene- mos una relectura del pasado en clave sobre todo litúrgico-sacramental, que prefiere subrayar los aspectos típicos, recurrentes y salvadores. Más todavía, la «historia» sacerdotal quiere reconducir al Sinaí y a la revela- ción sinaítica todo el aparato de realidades y de normas que regulan la existencia del Israel post-exílico, sea en la esfera del culto como en la vida cotidiana. a) Marco genealógico, cronológico y geográfico Ante todo la «historia» sacerdotal está atenta a suministrar el marco genealógico de los protagonistas del grande acontecimiento del Éxodo. En 1,15 se da un sumario de las personas que bajaron a Egipto. En 1,7 se indica que «los hijos de Israel proliferaron y crecieron, llegaron a ser numerosos y muy potentes y el país estaba lleno de ellos». Posteriormen- UNIDAD 2: EL PENTATEUCO 67 te se da la genealogía de la descendencia de Rubén, Simeón y Leví, con la de este último se llega a Moisés y a Aarón. Con estas alusiones genea- lógicas es evidente que la perspectiva cultual es el mayor centro de inte- rés de la «historia» sacerdotal y de la redacción última dada al libro del Éxodo. La «historia» sacerdotal está atenta también a los datos cronológi- cos. Además de dar los de las personas, da los datos cronológicos de los acontecimientos. Dato significativo de esta presentación cronológica: Israel ha marchado por etapas regulares para encontrarse con la «Gloria» de Yahveh. Siguiendo la tradición sacerdotal se tiene un cuadro discretamente completo de las localidades recorridas en la larga marcha por el Israel en formación. Todas las etapas del viaje hasta el Sinaí han sido alcanzadas por iniciativa de Israel o bajo orden divina; desde el Sinaí en adelante será la nube –signo de la presencia de Dios– que dará la señal de partida levantándose sobre la Morada (Ex 40,36-38). Del Sinaí parte la comuni- dad cultual de Israel con su estandarte al frente, el de la Gloria de Yahveh que se ha revelado a él en todo el acontecimiento del Éxodo pero que en el Sinaí se ha instalado en medio de Israel con su presencia, bajo forma de nube, en la Morada o en el tabernáculo. b) Marco teológico La fórmula preferida de la tradición sacerdotal, con la que Dios se autopresenta, es «Yo soy Yahveh» (así en la vocación de Moisés: Ex 6,2- 8). Si Dios se había revelado a los patriarcas como «Dios omnipotente» (’el Saday), a Moisés y a Israel se revela con el nombre propio, Yahveh. Desde esta introducción el Éxodo es presentado como el momento del lugar de la teofanía del Nombre de Israel. Todo el acontecimiento de las plagas desencadenadas sobre Egipto es visto por la «historia» sacerdotal como arquitectada por Dios con el fin de autoexaltarse delante de Israel y de Egipto. Esta autoexaltación se realiza en tres etapas: [1] Dios «vuelve obstinado» el corazón del faraón de modo que este rechace acceder a la petición de Moisés y Aarón; (2) Dios supera la obstinación a través de signos que multiplica y en los cuales revela su Gloria; (3) Dios se hace reconocer y confesar como el autor de la historia. La Gloria de Yahveh, esa luminosa manifestación extraordinaria de Dios presente en los acontecimientos de los momentos más importantes de la historia de Israel, constituye el gran orgullo de Israel entre los pue- AMOR Y FIDELIDAD SALVÍFICOS 68 blos. Él ha nacido porque un día en su destino se asomó y resplandeció luminosa más que el sol la majestad gloriosa de Yahveh. Según la «historia» sacerdotal, el Éxodo es el progresivo acercarse de Israel a Yahveh hasta llegar a ser su pueblo empeñado en la realiza- ción de la voluntad del Dios de la alianza a través de la vida; es también el progresivo acercarse de Yahveh a Israel hasta llegar a ser el defensor y la fortaleza en el corazón mismo del pueblo liberado. 3. Valor histórico El Éxodo es por definición y género Torá: instrucción y enseñanza, y juntamente canon de vida, directiva y norma divina comunicada a tra- vés de Moisés. Esto explica el desinterés casi total en referencias históri- cas precisas, en informaciones geográficas y cronológicas. En el texto del Éxodo no existe una preocupación de establecer los nexos entre el esce- nario en que Israel coloca el evento del Éxodo y la grande historia, la historia humana en general y la de Egipto en particular. Los faraones mencionados no tienen nombre, son personajes estereotipos. Se habla de la construcción de la ciudad-almacén de Pitom y Ramsés (Ex 1,11) y es ésta la única información histórica, por lo mismo muy valiosa. Este dato histórico nos permite colocar en su contexto las otras refe- rencias históricas referidas en el libro del Éxodo. Los israelitas habían transcurrido un período de 430 años en Egipto al este del delta del Nilo (Ex 12,40 ss), al final de los cuales, en el curso de las dinastías XVIII y XIX, habían sido obligados a un trabajo servil. Entonces Moisés, con Aarón en calidad de portavoz, recibió de Dios la misión de conducir fue- ra de Egipto a los hebreos esclavizados –descendientes de Abraham, Isaac y Jacob– para que se convirtieran en una nación (Ex 3-4) en Pales- tina, la tierra prometida. Esto se verificó no obstante la obstinación y el poder del faraón y la infidelidad del mismo Israel (Ex 14). 2. Libro 1. Contenido El libro del Éxodo narra, además del Éxodo de Egipto, los aconte- cimientos que pretenden fundar el Israel sucesivo: la celebración de la Pascua, la peregrinación en el desierto, la travesía milagrosa del mar, la revelación en el Sinaí con las tablas de la alianza, y también otros episo- dios que forman parte de nuestro imaginario religioso: el maná, las plagas de Egipto. UNIDAD 2: EL PENTATEUCO 69 2. Estructura El libro del Éxodo puede estructurarse de la siguiente manera: 1ª parte: liberación de Egipto (1,1-15,21) 1,1-22 Prosperidad y opresión de los hebreos en Egipto 2,1-7,7 Moisés: historia personal, vocación y misión por parte de Dios para la liberación de Israel 7,8-10,29 Las «diez plagas» obradas por Moisés y Aarón en la corte del faraón o sobre el territorio egipcio 11,1-13,16 La Pascua del Éxodo 13,17-15,21 Salida de Egipto y paso del mar de los Juncos 2ª parte: el viaje en el desierto (15,22-18,27) 15,22-17,7 Travesía en el desierto 17,8-16 Combate y victoria sobre Amalec 18,1-27 Encuentro de Moisés con su suegro Jetró; institución de los 70 ancianos 3ª parte: Alianza en el Sinaí (cap. 19-40) 19,1-24,11 Llegada al Sinaí y estipulación de la alianza. 24,12-31,18 Moisés sobre el monte recibe las prescripciones escritas sobre 2 tablas de piedra 32,1-34,35 El cordero de oro, ruptura de la alianza por parte del pueblo de Israelcon el pecado de idolatría. Renovación de la alianza. 35,1-40,38 Moisés sigue las prescripciones recibidas sobre el mon- te: construcción de la Morada y descenso de la Gloria de Yahveh 3. Mensaje El Éxodo [1] constituye un momento central en la historia del pue- blo de Israel; [2] gracias a él Israel se convierte [3] en el pueblo de la alianza y [4] en un ejemplar de la obra de salvación obrada por Dios. En la realización del éxodo [5] Moisés se convierte en el intermediario privilegiado y en modelo de respuesta a Dios. [6] El cristiano en el bau- tismo revive la experiencia del éxodo entrando a formar parte del nuevo pueblo de Dios que es la Iglesia. 1. Centralidad e importancia del Éxodo. Los acontecimientos narra- dos en el libro del Éxodo (liberación de Egipto, camino en el desierto, alianza en el Sinaí) constituyen el eje entorno al cual giran las otras partes del Pentateuco: la historia primitiva y patriarcal como premisa y justifica- ción, la restante permanencia en el desierto y el incipiente ingreso en Canaán como continuación y cumplimiento. AMOR Y FIDELIDAD SALVÍFICOS 70 2. Éxodo, momento salvador. Por la ejemplaridad de la salvación que contiene, el Éxodo se convierte en la estructura imprescindible y la categoría conceptual para encerrar y comprender toda salvación que vie- ne de Dios: el retorno del exilio en el AT y el misterio pascual en el NT son comprendidos a partir del Éxodo. 3. Israel, pueblo de la alianza. El Éxodo es el momento inicial y constitutivo de Israel como pueblo de la alianza; a su vez el Éxodo es el objeto de la fe de Israel porque en la experiencia del Éxodo Israel ha conocido y experimentado a Yahveh como Dios liberador y aliado. Por consiguiente, la religión de Israel nace de la historia del Éxodo, de ella y en particular de la alianza toma cuerpo toda la ética del pueblo elegido, la cultual y la social. 4. Alianza del Sinaí, comunión con Dios. Sobre el modelo de la alianza del Sinaí será configurada y expresada toda relación religiosa de comunión entre Dios y los hombres precedentes (Adán, Noé, Abraham- Isaac-Jacob) o siguientes (David-nuevo Israel) a ella. 5. Moisés, intermediario y modelo de respuesta a Dios. El Éxodo es un retrato indeleble de la comunidad de Dios, llamada de una condición de esclavitud falsa y humillante en un país extranjero a ponerse en cami- no hacia la tierra prometida. En esta tarea Moisés se convierte en el gran siervo de Dios y su figura sirve de modelo a las descripciones bíblicas de Josué, Jeremías, el Déutero-Isaías y Jesús. Inevitablemente copartícipe de la condición de su pueblo, él está también cercano a Dios; con su media- ción, suscita entre el pueblo y Dios una relación de fidelidad. 6. Paso del mar, nacimiento a una vida nueva. La travesía del mar fue para Israel la fuente bautismal del pueblo naciente, las aguas del paso de la vida y de la muerte. Según la perspectiva neotestamentaria, el que pertenece al nuevo pueblo de Dios, puede «nacer», o sea «renacer», sólo a través del agua del bautismo, en el cual muere la vieja creatura, esto se verifica como el paso a una vida nueva, que es fruto de la voluntad salva- dora de Dios (Mc 10,38-40). Mediante el bautismo el cristiano participa a la muerte y resurrección de Cristo. Cristo ha realizado el definitivo, últi- mo «Éxodo», y la completa redención (Ef 13,13). Actividades 1. Lee Ex 1-2 y refiere cuáles enseñanzas se pueden sacar de la esclavitud en Egipto. 2. Después de leer los cap. 3 y 4 de Éxodo, describe la personalidad de Moisés y sus cualidades. 3. Indica las enseñanzas comunicadas en el episodio de las plagas de Egipto (Ex 7-11). UNIDAD 2: EL PENTATEUCO 71 4. Reflexiona y escribe cuáles semejanzas hay entre el pueblo hebreo peregrino en el desierto y nosotros (Ex 12,37-18,27). 5. Reflexiona e indica qué enseñanzas y qué mensaje espiritual nos da Dios en el hecho de la Alianza del Sinaí (Ex 14,1-24-18). Autoevaluación 1. ¿Cuál es el marco redaccional del libro del Éxodo? 2. ¿Con base en qué dato histórico comprobado podemos reconocer como válidas las otras referencias históricas que encontramos en el libro del Éxodo y cuáles son és- tas? 3. ¿Cuál es el contenido del Éxodo? 4. ¿De dónde viene la centralidad e importancia del Éxodo? 5. ¿De qué manera el Éxodo y la alianza fundan la religión del pueblo de Israel? TEMA 4. LEVÍTICO 1. Introducción El Levítico, con sus prescripciones cultuales y con la teología que está en su base, es una preciosa e indispensable clave de lectura del culto cristiano y de su simbolismo. La liturgia cristiana ha tomado en préstamo del culto hebreo la estructura de las grandes fiestas hebraicas transfor- mando los contenidos teológicos y otros ritos particulares. Si Cristo es el cumplimiento de las expectativas del AT, la Eucaristía que conmemora el misterio de Cristo, sintetiza también todos los elementos de los varios sacrificios levíticos: es agradecimiento y reconocimiento como holocaus- to, es participación en la vida de Cristo como el sacrificio de comunión, es purificación del pecado del mundo entero como el sacrificio de expia- ción, es ofrecimiento de la víctima acontecido una vez por siempre pero actualizado continuamente en las asambleas cristianas. 1. Título El título del Levítico proviene de la versión griega de la LXX (Leyi- tikon). El nombre del libro, «Levítico», es apropiado porque este libro servía de manual litúrgico para los sacerdotes pertenecientes a la tribu de Leví y contemporáneamente enseñaba a los israelitas la necesidad de observar las normas de pureza, concernientes a todos los aspectos de la vida, para conseguir la santidad.