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ANA NOGUERA Página 1 ESCUELA DE FRANKFURT Y SUS TEÓRICOS La Escuela de Frankfurt fue una escuela de teoría social y filosofía crítica. La llamada Escuela de Frankfurt surge con la fundación, en 1923, del Instituto para la Investigación Social. Se trataba de reunir, fundamentalmente, a autores interesados en el marxismo. ¿De dónde surge la Teoría Crítica? Es una corriente del marxismo que surge en Frankfurt, Alemania, en torno al proyecto del Instituto de Investigación Social de dicha ciudad. Sus fundadores fueron Max Horkheimer y Theodor W Adorno. Otros pensadores de diferentes disciplinas adscritos a la Escuela de Frankfurt, además de los fundadores: Walter Benjamín, Herbert Marcuse, Jürgen Habermas, Oskan Negt, Hermann Schweppenhäuser, Erich Fromm, Albrecht Wellmer y Axel Honneth entre otros. Herbert Marcuse (1898-1979) Nació en Berlín en 1898 y falleció en Starnberg, Alemania Occidental, en 1979. Al igual que sus demás colegas, fue testigo de las tragedias y transformaciones que azotaron a Europa y especialmente a Alemania. Marcuse se vería obligado a dejar su país tras el ascenso del nacionalsocialismo en Alemania y residió temporalmente en Estados Unidos. Marcuse estuvo influenciado por Karl Marx. Pretende poner al día las ideas de Marx y rescatar al pensador alemán de sus aquellos que distorsionaron e, incluso, traicionaron sus ideas como fue el caso del socialismo soviético. Para Marcuse, la negatividad de la sociedad capitalista es el trabajo enajenado y la negación de esta negatividad sólo puede alcanzarse mediante la superación del trabajo enajenado. El capitalismo básicamente genera desigualdad; además, el progreso de la técnica disminuye el trabajo y se produce un cambio en la composición orgánica del capital. La tecnología transforma al proletariado y lo “aburguesa” mediante mejoras salariales y lo integra de forma gradual al sistema. La tesis central del libro de Marcuse titulado “El hombre unidimensional” es que la tecnología permite la institución de formas de control y de cohesión social que son a su vez nuevas, eficaces y más agradables. La simple nacionalización de los medios de producción no es la condición final para poner fin al trabajo enajenado. ANA NOGUERA Página 2 Marcuse no se basa solo en Marx, sino también en el psicoanálisis de Sigmund Freud (1856- 1939). La historia de la humanidad no es sólo la historia de la lucha de clases no es solamente la lucha por alcanzar la libertad, sino que es también la historia de la lucha de los seres humanos contra sus represiones. Para Marcuse, el problema del siglo XX es el consumismo, que crea una falsa conciencia de felicidad. La época histórica de Marcuse no es el inicio de la Revolución Industrial, sino el capitalismo del siglo XX, la llegada de la tecnología, y un movimiento revolucionario cultural esencial: Mayo de 1968. JÜRGEN HABERMAS Es un autor contemporáneo nacido en 1929 en Düsseldorf (Alemania). Representa la segunda etapa de la Escuela de Frankfurt. La ética de Habermas se llama “Ética del discurso” o “Ética discursiva”. Su base es el discurso, el diálogo entre todos los afectados por una situación o acción. Recupera los valores de Kant, y quiere que sea una ética con validez universal, es decir, que sirva para todo el mundo. El lenguaje es esencial porque expresa una IDEA en un CONTEXTO y expresa una INTENCIÓN de un sujeto que INTERACCIONA (se comunica) con otros. El lenguaje expresa una vida dinámica, por eso, Habermas crea con el lenguaje su ética comunicativa, donde el diálogo es, como ya se ha dicho, la base. El fin de la sociedad es garantizar el bienestar y la paz. Para ello es necesario llegar a acuerdos, y eso se produce mediante el diálogo y la deliberación. El verdadero discurso tiene reglas: reconocer a los demás como sujetos autónomos; respetarse mutuamente; y decir la verdad. Con estas reglas se produce “la situación ideal de diálogo”. Mediante esta ética del diálogo, Habermas pretende revisar la democracia representativa y hacerla más participativa. Los ciudadanos deben participar, no solo en la jornada electoral, sino mediante el diálogo con las instituciones; para ello, deben procurarse los medios que garanticen la participación y las mismas oportunidades. La democracia discursiva tiene dos niveles: deliberativo y participativo. Se trata de acercarse más a una democracia directa.
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