Nietzsche

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Nietzsche 
Vida y obra
Filósofo alemán, también fue poeta, músico y filólogo. Considerado uno de los filósofos más importantes de la filosofía occidental. Escribió sobre temas tan diversos como el arte, la filología, la historia, la religión, la ciencia o la tragedia. Su gran maestro e influencia fue el filósofo también alemán Arthur Schopenhauer. Proviene de una familia de pastores protestantes, por lo que se educó en un ambiente muy religioso. Tras estudiar filología clásica, a los veinticuatro años obtuvo la cátedra extraordinaria de la Universidad de Basilea, pero pocos años después abandonó la docencia, decepcionado por el academicismo universitario. En su juventud fue amigo de Richard Wagner, por quien sentía una profunda admiración, aunque más tarde rompería su relación con él. Para Nietzsche, el arte es esencial. Opinaba que la vida es cruel y dolorosa, pero el arte nos ayuda a superarla. La vida del filósofo fue volviéndose cada vez más retirada y amarga, por los problemas de salud que sufrió desde joven: migrañas, sífilis, con épocas de carencia visual, problemas estomacales, y una grave caída a caballo. Finalmente, terminó loco, aunque se desconoce el origen de su locura. Nietzsche recibió amplio reconocimiento durante la segunda mitad del siglo XX, considerado como un filósofo de gran influencia, y considerado como uno de los tres «maestros de la sospecha», junto a Karl Marx y Sigmund Freud. Aunque, en su momento, tuvo problemas para publicar sus obras, que tenía que financiarse él mismo, ya que fue muy controvertido y polémico, sobre todo, por su estilo y forma de ser.
El nihilismo en Nietzsche 
Lo primero que hace es cuestionar el proyecto ilustrado (proyecto de la sociedad occidental, Descartes, Kant...) porque dice que lo que hacemos es creer de forma ciega en el progreso, en la razón...
Para él los europeos estamos inmersos en una enfermedad porque nos hemos desconectado de nuestro cuerpo, es decir, dice que hemos matado los impulsos del propio cuerpo y que encima los hemos convertido en negativos, por ejemplo, tener placer sexual es un pecado. Todo está limitado, pero dice que son nuestros instintos biológicos naturales. 
 Nietzsche tiene mucha influencia de Schopenhauer y por eso hace esa crítica tan dura de la sociedad occidental. 
Él tenía un estilo muy combativo e incisivo, por lo que perdía muchas veces la razón por las formas en las que se manifestaba. 
Él critica mucho el historicismo, es decir, que todo se base en la historia porque lo que hace es recordarnos lo que es útil e inútil, como vamos progresando, pero él dice que hay algo mucho más importante, que la historia que nos encorseta, que pertenece al ser humano y es el arte, es decir, frente a la historia pone el arte porque en el arte es donde podemos crear, fantasear, ser nosotros y, por lo tanto, ser la parte más importante del ser humano. 
En la pérdida de la fe de Dios, cuando habla de que, efectivamente hay que soltar a Dios y dejar esa fe, aquí el problema está, fundamentalmente en la pérdida de los valores. Si nos desprendemos de los valores nos vamos a sentir huérfanos y vamos a pasar mucho frío en ese aspecto. 
Ahí es donde aparece el nihilismo que viene de la palabra nihil que significa nada. Cortar toda la cultura que nos sujeta. No sujetemos nuestra libertad en otras creencias que no seamos nosotros mismos. 
Él aquí centra esa muerte de Dios. 
Cuando matas a Dios estás eliminando toda la fe de las religiones. Y cuando muere Dios perdemos los puntos de referencia y quizás esto sea a lo más duro que nos enfrentemos ya que todos en algún momento, aunque creamos o no, nos invocamos para buscar alivio. 
La irrupción del nihilismo tiene tres aspectos: el primer lugar, un aspecto negativo y es que ese ser humano al destruirlo todo toma conciencia de forma muy angustiante de su soledad al no tener a nadie a quien invocar ni rezar con lo cual estás solo. En segundo lugar, también tiene un aspecto positivo que es el ejercicio de la libertad porque es la más pura que tenemos, para Nietzsche la libertad no es cumplir los mandatos religiosos, sino que es un cumplir con uno mismo, el saber las cosas que están bien y las que están mal por ti mismo y no hacerlas porque alguien te lo diga. En tercer lugar, el último aspecto del nihilismo dice que lo que ha hecho el sujeto moderno es sustituir las creencias que teníamos en la religión, por nuevas verdades tomadas como absolutas e indiscutibles como, por ejemplo, la ciencia o el derecho, es decir, nosotros mismos nos aferramos a creer que si algo pasa la ciencia lo arreglará y sino el Estado. Por tanto, solo hemos trasladado nuestra libertad a otro y nos seguimos comportando como hombres religiosos. 
El método genealógico 
Si con la muerte de Dios (nihilismo) ya no tenemos referencias es muy difícil distinguir lo que es verdadero de lo falso, de lo bueno o malo. Entonces, ¿Cómo modificar esa actitud surgida del nihilismo?
Nietzsche dice que la vara de medir donde hemos de conseguirlo es en la vida misma, es decir, las cosas se deben plantear en función de cómo favorezca, desarrolle y perfeccione la vida, en la manera en que fortalezca nuestra salud. 
Y eso es lo que él llamará el método genealógico, que será la herramienta de trabajo para determinar la actitud ante la vida. Esa actitud superará todo lo que él entiende que es esa filosofía, esa moral, esa religión, es decir, todo eso se va a superar porque será una renaturalización, es decir, ir a la naturaleza misma del ser humano. 
Texto página 281
Volver a traducir al hombre dentro de la naturaleza, es decir, cortar con lo que la sociedad y la cultura nos impone para volver a lo sentimos como seres naturales, a disfrutar de los placeres, a amar nuestro cuerpo tal y como es sin rechazarlo, es decir a la naturalización. El aquí crítica a la concepción dualista y moral de la dualidad platónica y cristiana, porque él dice que por culpa de esa dualidad que surge de dividir el cuerpo y el alma es cuando hemos empezado a rechazar nuestro cuerpo ya que creemos que donde está lo bueno es en el espíritu. 
Texto página 282
En su obra Crepúsculo de los ídolos, resume en cuatro proposiciones su posición respecto a ese dualismo metafísico moral:
La primera proposición, todo eso del dualismo es indemostrable. La segunda proposición dice que es óptico-moral ya que es una ilusión que nos hacemos sobre la eternidad del alma. La tercera, nos vengamos de la vida con la fantasmagoría de una vida distinta y eso lo hacemos mucho los cristianos pensando que la vida eterna será mejor que esta. La cuarta proposición dice que es un síntoma de vida decadente porque caemos en unos valores que hacen que no disfrutemos la vida. 
Nietzsche crítica que lo que tiene valor en la historia de Occidente es el ideal inalcanzable, cuando aquí tenemos la vida. 
Esto sería un Nietzsche frente a Descartes ya que el desprecio al cuerpo se ha dado en nombre de la razón y debería ser al revés, la razón debería defender al cuerpo ya que somos lo que somos: cuerpo y mente.
Esto no quiere decir que él sea un defensor del biologismo, sino que él está diciendo que en el cuerpo está integrada la sabiduría también, que el cuerpo sabe detectar si estás mal o si te pasa algo. El cuerpo es el síntoma que recoge esa sabiduría tanto del consciente como del inconsciente. 
De Grecia a nosotros 
Para Nietzsche hay una etapa del contraejemplo y esta es la época de los griegos, anteriores a Sócrates y Platón, en los que había una cultura de la salud. Una sociedad como aquella se basaba en un tipo de hombre fuerte, que gozaba la vida y que, sobre todo, se basaba en el arte. 
¡Texto ha dicho muy importante!
Los griegos son modélicos por la nobleza con la aceptan su propia finitud, es decir, no piensan en el más allá ya que, lo griegos, antes de llegar Platón y Sócrates aceptaban la finitud, la belleza, la heroicidad con que plasman la crudeza inherente de la existencia humana, que, aunque sea dura también tiene partes bellas, la valentía y la honestidad con la enfrentan la vida.Él dice que eso es lo que es vivir, asumir y vivir plenamente, tanto las alegrías como las catástrofes. Aquí es donde aparece la duplicidad de lo apolíneo y lo dionisíaco. 
Esa duplicidad de todos esos procesos de creación nos muestra el origen de lo que es importante para él en el ser humano y es en el arte y no en la moral. La moral y la ética lo que ha hecho es constreñir, someter a un montón de normas que, encima, dicen que lo malo está en lo que sentimos, por ejemplo, en los placeres sexuales y parece que por ello había que sentir pudor o culpa. 
Nietzsche dice que donde de verdad la libertad y la creación es en el arte ya que para él es donde está la verdadera actividad metafísica en el mundo. Cambia la moral por el arte y con el arte se justifica la vida tal y como es, porque mediante el arte podemos expresar el sufrimiento y convertir el dolor en belleza y transmitir toda la fuerza que tenemos. 
Para él dolor y sufrimiento son integrantes de la existencia y no hay que desalojarlos, hay que asumirlos y así superarlos. 
Por lo tanto, hay que cambiar el Dios moral por el Dios artista. 
A diferencia de toda esa filosofía moderna que hemos heredado, Nietzsche considera que la <<edad dorada>> es el punto de inflexión donde se origina la decadencia, que tiene consecuencias espirituales graves. Él defiende ahí que se desplace todo lo aprendido con Sócrates y Platón, que ese conflicto entre razón e instintos es el que nos ha llevado a la decadencia y él, por lo tanto, va a postular otra forma distinta de ver la razón. 
Habla sobre que Sócrates consideraba la figura del ser humano como un hombre teórico, pero que este hombre no era de verdad ya que un hombre de verdad es el que tiene un cuerpo y sufre. Nietzsche dice aquí que se produce un desplazamiento en la educación de los jóvenes griegos y que ya no va a ser la educación que se vincula al cuerpo, sino que se va a ser, sobre todo, intelectual basada en la razón. Un aprendizaje sobre todo regulado por normas. 
Todo eso es lo que quiere, de alguna manera, rechazar.