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literatura tema 10

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LA LITERATURA ACTUAL
LA POESIA DESDE 1975
PANORAMA DE LA POESIA ESPAÑOLA DE LOS ULTIMOS 25 AÑOS
Hay tal pluralidad de forma y tendencias que es dificil delimitar las que son representativas de las 
que van a ser pasajeras a la hora de ofrecer una clasificación. Los críticos manifestaron en los años 
80 que era más apropiado hablar de personalidades y no de tendencias. Se han detectado ciertos 
rasgos sintomáticos que podrían caracterizar las tendencias dominantes de las últimas décadas del 
siglo XX.
1.1 El declive de la estética novísima
Como consecuencia de los cambios que se producen en el contexto histórico y social, se percibe un 
agotamiento de las propuestas estéticas de los novísimos y junto a los menos novísimos de la misma 
generación van a suavizar sus posturas. Van a ser estos poetas no novísimos los que van a dar un 
giro a los paradigmas poéticos. Nuevas corrientes se hacen evidentes. La fusión entre esteticismo y 
experiencia social la llevan a cabo entre otros, Luis Antonio de Villena y José María Alvarez. 
Surge una tendencia neorromántica que encabeza Antonio Colinas. Estos poetas darán un giro a la 
estética de los novísimos y adelantarán el estilo por donde, en los años 80, discurrirá la nueva 
poesía.
1.2 La poesia de los ochenta. Diversidad de tendencias y corrientes
A lo largo de los años 80 fueron surgiendo un sinfín de poetas que no tenían más que una 
característica en común: creaban una poesía menos centrada en la creatividad lingüística. Estos 
poetas fueron agrupados balo el rótulo de generación de los ochenta o generación posnovísima.
Son tantos los poetas que se adscriben que nadie se atrevería a dar una nómina cerrada de autores. 
Entre las nuevas voces de la generación de los ochenta se pueden distinguir varias corrientes:
• Los poetas que expresan significados subjetivos con formas tradicionales entre los que 
distinguimos a Trapiello y Alvaro Valverde, entre otros.
• Los poetas que crean una poesía subjetiva en la que los sentimientos adquieren tintes 
irónicos, destacamos a Almudena Guzmán, Gallego o Luis García Montero.
• Los poetas cuyas obras utilizan técnicas propias del surrealismo para expresar emociones del
subconsciente, como Llamazares, Castro o Blanca Andreu.
El grupo mas numerosos de estos poetas de los 80 va a volver a la tradición de la poesía como 
expresión de los sentimientos. Habrá muchos sonetos, liras, romances...el lector encontrará temas 
urbanos y muchos componentes de la cotidianeidad. Temas que fueron olvidados por los novísimos, 
como los problemas diarios, el amor, el desencanto...es decir, el mundo íntimo y cotidiano serán 
motivo de muchas composiciones. Es relevante el uso de jergas, argots. Muchos de estos poetas 
usaban el humor, el sarcasmo, parodia y pastiche. Expresan los sentimientos mediante efectos 
irónicos .
Los modelos de la generación de los ochenta están en los poetas de los Siglos de Oro, simbolistas. 
Reivindican a Unamuno, Machado y a algunos poetas del 27. Mantienen viva la admiración que 
los novísimos tuvieron por el grupo Cántico.
1.3 Corrientes y grupos en la lírica de los noventa
A finales de los 80 empiezan a discernirse determinadas corrientes y grupos. Los podemos englobar 
en tres grandes corrientes, por un lado, un nutrido grupo de poetas autodenominado poetas de la 
experiencia ( llamados también poesía figurativa o poesía realista), un segundo grupo que elabora 
una poesía metafísica ( o minimalista) y una tercera corriente llamada neopurismo.
1.3.1 La poesía de la experiencia
Entre todas las corrientes, la que alcanza mayor éxito se denominó poesía de la experiencia. A ella 
se adscriben los poetas fundamentales del momento, alcanzando su forma más pura en dos de ellos: 
Luis García Montero y Felipe Reyes.
Esta poesía refleja las preocupaciones de la vida real en el mundo urbano posfranquista. Tiende a la 
narratividad, es una poesía reflexiva e intimista. Los sentimientos se vierten sin dramatismos y 
adquieren tintes humorísticos.
Por lo general, renuncian a interpretar el mundo, a criticarlo. La poesía de la experiencia trasciende 
las ideologías y las generaciones. Ha alcanzado sus mejores momentos en obras de Luis García 
Montero: Las flores del frío, Habitaciones separadas, Los vanos mundos y La mala compañía.
1.3.2 Otras corrientes poéticas de los noventa
Un grupo menos numeroso y popular, lo forman los poetas de la poesía del silencio y que surgió del
deseo de una expresión concisa. Sus máximos representantes aportaron una poesía intelectual, 
abstracta. La nueva corriente ( metafísica o minimalista) se aleja de del significado lógico y literal 
del idioma cotidiano.
En Siles se combinan y se apoyan las experiencias de la vida y los descubrimientos verbales. 
Característica esencial es la presencia de un intimismo que se expresa al margen de todo realismo. 
A estos poetas se les denominaron culturalistas. Buen ejemplo en el libro de; Semáforos, semáforos.
Esta corriente se combina con otras como la neopurista que trata de reproducir el planteamiento 
básico de la poesía pura. Los poetas que la representan enlazan con Góngora los poetas del grupo 
del 27. Es un rebrote de vanguardia en nuestra poesía. 
En lo últimos años han ido surgiendo otras corrientes minoritarias. Una de las que ha conseguido 
mayor eco es la denominada por la crítica como realismo sucio. El realismo sucio parte de la poesía
de la cotidianeidad y esta vinculada a los elementos de la realidad más inmediata, mas grosera y 
dura. Su más genuino representante, Roger Wolfe, con Días perdidos en los transportes públicos.

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