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LA CONSULTORJA DE EMPRESAS 
40748 
LA CONSULTORIA 
DE EMPRESAS 
G U I A P A R A L A P R O F E S I Ó N 
(Tercera edición (revisada) 
Publicada con la di rección d e 
MILÁN KUBR 
OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO GINEBRA 
Copyright © Organización Internacional del Trabajo 1997 
Primera edición 1980 
Tercera edición 1997 
Las publicaciones de la Oficina Internacional del Trabajo gozan de la protección de los derechos de propiedad 
intelectual en virtud del protocolo 2 anexo a la Convención Universal sobre Derecho de Autor. No obstante, 
ciertos extractos breves de estas publicaciones pueden reproducirse sin autorización, con la condición de que se 
mencione la fuente. Para obtener los derechos de reproducción o de traducción, deben formularse las 
correspondientes solicitudes a la Oficina de Publicaciones (Derechos de autor y licencias), Oficina Internacional 
del Trabajo, CH-1211 Ginebra 22, Suiza, solicitudes que serán bien acogidas. 
Kubr, M„ (dir.) 
La consultorio de empresas: guía para la profesión 
Ginebra, Oficina Internacional del Trabajo, tercera edición (revisada), 1997 
/Guía/, /Servicios consultivos en materia de gestión/, /Consultor de empresas/. 12.04.1 
ISBN 92-2-309449-6 
Título de la edición original en inglés: Management consulting: A guide to the profession 
(ISBN 92-2-109449-9), Ginebra, 1996 
Datos de catalogación de la OIT 
Las denominaciones empleadas, en concordancia con la práctica seguida en las Naciones Unidas, y la forma en 
que aparecen presentados los datos en las publicaciones de la OIT no implican juicio alguno por parte de la 
Oficina Internacional del Trabajo sobre la condición jurídica de ninguno de los países, zonas o territorios citados 
o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras. 
La responsabilidad de las opiniones expresadas en los artículos, estudios y otras colaboraciones firmados 
incumbe exclusivamente a sus autores, y su publicación no significa que la OIT las sancione. 
Las referencias a firmas o a procesos o productos comerciales no implican aprobación alguna por la Oficina 
Internacional del Trabajo, y el hecho de que no se mencionen firmas o procesos o productos comerciales no 
implica desaprobación alguna. 
Las publicaciones de la OIT pueden obtenerse en las principales librerías o en oficinas locales de la OIT en 
muchos países o pidiéndolas a: Publicaciones de la OIT, Oficina Internacional del Trabajo, CH-1211 Ginebra 22, 
Suiza, que también puede enviar a quienes lo soliciten un catálogo o una lista de nuevas publicaciones. 
Impreso en Bélgica FER/VAN 
ÍNDICE 
Autores y colaboradores XVII 
Prólogo XIX 
Parte I: La consultoría de empresas en perspectiva 
1. Naturaleza y objeto de la consultoría de empresas 3 
1.1 Definición de consultoría 3 
1.2 Cinco razones genéricas para recurrir a los consultores 9 
1.3 Diez maneras principales de utilizar a los consultores 14 
1.4 Elementos fundamentales del método de la consultoría 20 
2. Amplitud y alcance de los servicios de consultoría 31 
2.1 Breve descripción histórica 31 
2.2 Campo de los servicios prestados 36 
2.3 Generalistas y especialistas 40 
2.4 Principales tipos de organizaciones de consultoría 42 
2.5 Consultores internos 46 
2.6 La consultoría de empresas y otras profesiones 49 
2.7 La consultoría de empresas, la capacitación y la investigación . . 54 
3. La relación consultor-cliente 57 
3.1 Determinación de las expectativas y los papeles 58 
3.2 Relación de colaboración 60 
3.3 La organización cliente 62 
3.4 Papeles del consultor 64 
3.5 Afinamiento del concepto de papel 67 
3.6 Métodos de influir en el sistema del cliente 71 
3.7 El asesoramiento como un instrumento de la consultoría 75 
4. La consultoría y el cambio 79 
4.1 índole del cambio 79 
4.2 ¿Cómo enfocan las organizaciones el cambio? 87 
4.3 La necesidad de obtener apoyo para el cambio 95 
V 
La consultoría de empresas 
4.4 Control de los conflictos 99 
4.5 Dispositivos estructurales e intervenciones para facilitar el cam-
bio 99 
5. La consultoría y la cultura 115 
5.1 La comprensión y el respeto de la cultura 115 
5.2 Niveles de cultura 118 
5.3 La cultura en relación con las tareas de consultoría 124 
6. El profesionalismo y la ética en la consultoría 131 
6.1 Definición de una profesión 131 
6.2 El enfoque profesional 134 
6.3 Asociaciones profesionales y códigos de conducta 141 
6.4 Certificación y concesión de licencias 145 
6.5 Responsabilidad jurídica y responsabilidad profesional de los 
consultores 149 
Parte II: El proceso de consultoría 
7. Preparativos 157 
7.1 Contactos iniciales 158 
7.2 Diagnóstico preliminar de los problemas 164 
7.3 Mandato 173 
7.4 Estrategia y planificación de la tarea 174 
7.5 Propuesta presentada al cliente 178 
7.6 Contrato de consultoría 182 
8. Diagnóstico 187 
8.1 Marco conceptual del diagnóstico 187 
8.2 Objetivos y problemas del diagnóstico 191 
8.3 Definición de los hechos.necesarios 196 
8.4 Fuentes y formas de obtener los datos 202 
8.5 Análisis de los hechos 213 
8.6 Información al cliente 224 
9. Planificación de la acción 229 
9.1 La búsqueda de ideas sobre posibles soluciones 230 
9.2 Establecimiento y evaluación de diversas ideas 239 
9.3 Presentación de propuestas de medidas al cliente 242 
10. Aplicación 247 
10.1 Papel del consultor en la aplicación 248 
10.2 Planificación y supervisión de la aplicación 249 
10.3 Capacitación y perfeccionamiento del personal del cliente 252 
VI 
índice 
10.4 Algunas directrices tácticas para la introducción de cambios en 
los métodos de trabajo 254 
10.5 Mantenimiento y control de la nueva práctica 261 
11. Terminación 265 
11.1 Momento oportuno para la retirada 266 
11.2 Evaluación 268 
11.3 Seguimiento 274 
11.4 Presentación del informe final 275 
Parte III: La consultoría en diversas esferas de la gestión 
12. La consultoría en la gestión general y estratégica 281 
12.1 índole y alcance de la consultoría en la gestión general y estraté-
gica 281 
12.2 Estrategia empresarial 286 
12.3 Procedimientos, estructuras y sistemas 296 
12.4 Cultura de la empresa y estilo de dirección 299 
12.5 Innovación 302 
13. La consultoría en la gestión financiera 305 
13.1 Evaluación financiera 307 
13.2 Gestión del capital circulante y de la liquidez 309 
13.3 La estructura del capital y los mercados financieros 311 
13.4 Fusiones y adquisiciones 313 
13.5 La financiación y la explotación: análisis de las inversiones de ca-
pital 316 
13.6 Sistemas de contabilidad y control presupuestario 318 
13.7 La gestión financiera en condiciones de inflación 321 
13.8 Las operaciones transfronterizas y la utilización de los mercados 
financieros externos 323 
14. La consultoría en la gestión de la comercialización y la distribución . . . 331 
14.1 El nivel de la estrategia de comercialización 332 
14.2 Actividades de comercialización 338 
14.3 La consultoría en las empresas comerciales 342 
14.4 Comercialización internacional 343 
14.5 Distribución física 344 
14.6 Relaciones públicas 345 
15. La consultoría en la dirección de la producción 347 
15.1 Opciones básicas en el ámbito de la producción 347 
15.2 El producto 353 
15.3 Métodos y organización de la producción 359 
15.4 Los aspectos humanos de la producción 370 
Vil 
La consultoría de empresas 
16. La consultoría en la esfera de la administración de los recursos hu-
manos 373 
16.1 La naturaleza cambiante de la función del personal 373 
16.2 Verificación de las políticas y prácticas relativas a los recursos hu-
manos 377 
16.3 Planificación de los recursos humanos 380 
16.4 Contratación y selección 381 
16.5 Motivación y remuneración 383 
16.6 Desarrollo de los recursos humanos 387 
16.7 Relaciones obrero-patronales 394 
16.8 Nuevas áreas y cuestiones 403 
17. La consultoría sobre la tecnología de la información 409 
17.1 La nueva función de la tecnología de la información 409 
17.2 La repercusión en la teoría empresarial 412 
17.3 Las necesidades de consultoría 413 
17.4 La gama de los servicios proporcionados 41417.5 Los proveedores de servicios de consultoría 419 
17.6 Elección de un consultor especializado en tecnología de la infor-
mación 422 
17.7 Eficacia del empleo de consultores en el sector de la tecnología de 
la información 423 
18. La consultoría en la dirección de la pequeña empresa 425 
18.1 Características de la pequeña empresa 426 
18.2 Papel y características del consultor 429 
18.3 Las tareas de consultoría en el ciclo vital de una empresa 432 
18.4 Esferas de especial interés 438 
18.5 La consultoría en la elaboración de las políticas generales 441 
18.6 Innovaciones en la consultoría de la pequeña empresa 446 
19. La consultoría en el sector no estructurado 451 
19.1 ¿En qué son diferentes las microempresas? 452 
19.2 Problemas de gestión de los empresarios del sector no estructu-
rado 455 
19.3 Los conocimientos especiales de los consultores de microempresas 456 
19.4 Servicios de extensión a las microempresas en el sector informal 
o no estructurado 458 
20. La consultoría en el sector público 465 
20.1 Tendencias y retos actuales 467 
20.2 Medidas relacionadas con el programa 471 
20.3 El entorno del sector público 474 
20.4 Factores positivos para la consultoría en el sector público 480 
20.5 Áreas especiales de la consultoría 484 
20.6 Perspectivas futuras 488 
VIII 
índice 
21. La consultoría sobre la privatización 491 
21.1 Los clientes principales 491 
21.2 Características de los asesores sobre privatización 493 
21.3 Elección de los consultores y contratos 495 
21.4 Las tareas del consultor en un proceso de privatización normal 496 
21.5 Problemas y riesgos 506 
21.6 La consultoría con posterioridad a la privatización 510 
22. La consultoría relativa al mejoramiento de la productividad y el rendi-
miento 513 
22.1 Breve historia de la consultoría relativa a la productividad 513 
22.2 Medición y análisis de la productividad y el rendimiento 516 
22.3 Concepción y realización de programas de mejora de la produc-
tividad y el rendimiento 528 
Parte IV: Dirección de una organización de consultoría 
23. Planteamiento conceptual de la gestión de la consultoría 545 
23.1 La dificultad de la gestión de las profesiones 546 
23.2 La consultoría como un servicio profesional 547 
23.3 La consultoría como una actividad empresarial 552 
23.4 La matriz de la gestión 559 
24. La estrategia de la organización de consultoría 563 
24.1 El concepto de estrategia 563 
24.2 Servicios y productos 567 
24.3 La base del cliente 574 
24.4 Crecimiento y expansión 576 
\ 24.5 Internacionalización 579 
24.6 Características e imagen de la empresa 580 
24.7 La gestión estratégica en la práctica 582 
25. Comercialización de los servicios de consultoría 591 
25.1 Enfoque de la comercialización en la consultoría 592 
25.2 El punto de vista del cliente 594 
25.3 Técnicas de comercialización de una empresa de consultoría . . . 597 
25.4 Técnicas de comercialización de los servicios de consultoría . . . 611 
25.5 La comercialización con los clientes existentes 615 
25.6 Administración del proceso de comercialización 618 
26. Costos y honorarios 625 
26.1 Actividades generadoras de ingresos 625 
26.2 Cálculo del costo de los servicios facturables 628 
26.3 Consideraciones de política comercial 629 
26.4 Métodos principales de determinación de los honorarios 631 
IX 
La consultoría de empresas 
26.5 Equidad en la fijación de los honorarios y la presentación de fac-
turas 637 
26.6 Hacia la facturación en función del valor 639 
26.7 Cálculo de costos y precios de un cometido asignado 640 
26.8 Facturación a los clientes y cobro de los honorarios 645 
27. Administración del cometido asignado 649 
27.1 Estructuración y programación de un cometido 649 
27.2 Preparación de un cometido 655 
27.3 Gestión de la ejecución del cometido 658 
27.4 Control de los costos y presupuestos 665 
27.5 Registros e informes del cometido 666 
27.6 Terminación del cometido 669 
28. Gestión y garantía de la calidad 673 
28.1 ¿Qué es la gestión de la calidad? 674 
28.2 Elementos fundamentales de un programa de garantía de la cali-
dad 678 
28.3 Certificado de calidad 686 
28.4 Mantenimiento de la calidad 691 
29. Control operacional y financiero 693 
29.1 Plan de trabajo y presupuesto 693 
29.2 Vigilancia del rendimiento 697 
29.3 Teneduría de libros y contabilidad 703 
30. Estructura de las empresas consultivas 709 
30.1 Formas jurídicas de la empresa 709 
30.2 Estructuración del personal esencial operativo 713 
30.3 Organización de la comercialización 718 
30.4 Organización de otros servicios a los clientes 720 
30.5 Organización de las actividades internacionales 721 
30.6 Servicios de apoyo administrativo 722 
30.7 Biblioteca y documentación 724 
30.8 Instalaciones de oficina 726 
30.9 Organización y coordinación de la gestión general 728 
31. La tecnología de la información en las empresas de consultoría 731 
31.1 Tendencias actuales 731 
31.2 Apoyo a la administración de la empresa 733 
31.3 Apoyo a la productividad y calidad de los servicios profesionales . . 736 
31.4 Información para la comercialización de servicios 742 
31.5 Obtención de beneficios 743 
31.6 La tecnología de la información en las pequeñas empresas de 
consultoría 746 
X 
índice 
Parte V: Perfeccionamiento de los consultores de empresas y la profesión 
de consultaría 
32. Las carreras y la remuneración en la consultoria 753 
32.1 Características personales de los consultores 753 
32.2 Contratación y selección 757 
32.3 Fomento de las posibilidades de carrera 761 
32.4 Políticas y prácticas de remuneración 766 
33. Capacitación y perfeccionamiento de los consultores 773 
33.1 ¿Qué deben aprender los consultores? 774 
33.2 Capacitación de los nuevos consultores 780 
33.3 Métodos de capacitación 792 
33.4 Capacitación complementaria y perfeccionamiento de la forma-
ción de los consultores 794 
33.5 Opciones de que disponen los consultores independientes 799 
34. Preparación para el futuro 803 
34.1 La transformación de la demanda 803 • 
34.2 El cambio de la perspectiva geográfica 804 
34.3 Aumento del profesionalismo en la consultoria de empresas . . . 810 
Apéndices 
Apéndice 1. Los diez mandamientos del cliente 817 
Apéndice 2. Asociaciones de consultores de empresas en varios países . . . 825 
Apéndice 3. Códigos profesionales (ejemplos) 831 
Apéndice 4. Esbozo de un estudio de gestión 841 
Apéndice 5. Cláusulas del contrato de consultoria 855 
Apéndice 6. Estudio de un caso de asesoramiento de una pequeña em-
presa en expansión (Island Paradise Sportwear) 861 
Apéndice 7. Caso práctico de consultoria de impulsión del proceso (Apex 
Manufacturing Company) 875 
Apéndice 8. Estudio de un caso de creación de un equipo de directores de 
categoría superior 893 
Apéndice 9. La comunicación de persona a persona en la consultoria . . . 901 
Apéndice 10. Redacción del informe del consultor 909 
Apéndice 11. Bibliografía de obras relativas a la consultoria de empresas . . 917 
índice alfabético 949 
Figuras 
1.1 Objetivos generales de la consultoria 10 
1.2 Fases del proceso de consultoria 25 
2.1 Infraestructura de los servicios profesionales 50 
XI 
La consultoría de empresas 
3.1 Descripción del papel del consultor en un campo continuo que va del 
directivo al no directivo 68 
4.1 Grado de dificultad y duración de los diversos niveles de cambio . . . . 83 
7.1 Sistema utilizado por el consultor para el estudio de una empresa . . . 166 
8.1 Análisis del campo de fuerzas 221 
8.2 Diversas bases de comparación 222 
10.1 Comparación de dos casos que ilustran los efectos sobre el rendi-
miento final cuando se utilizan métodos individualizados frente a mé-
todos iniciales acatados 256 
10.2 Comparación del método de la práctica separada con el método de la 
práctica continua o concentrada en función del rendimiento 257 
10.3 Ilustración generalizada de los puntos altos del nivel de atención de un 
público interesado 260 
16.1 Examen de los recursos humanos (datos correspondientes a los 12 úl-
timos meses) 379 
17.1El cambio estructurado de los sistemas de computadora 410 
20.1 El proceso de adopción de decisiones en el sector público 475 
22.1 Respuestas al reto de un cambio en gran escala 515 
. 22.2 Marco fundamental de la medición de la productividad en la dirección 
de empresas 518 
22.3 Estructura del valor de la producción y variantes del valor añadido . . 519 
22.4 El marco del análisis de la productividad 522 
22.5 El proceso de planificación del mejoramiento del rendimiento 530 
22.6 Sectores posibles para realizar un programa de mejoramiento de la ca-
lidad 531 
22.7 Tres métodos para mejorar la productividad 532 
22.8 El «camino real» del mejoramiento de la productividad 534 
22.9 Fases I y II del «camino real» 535 
22.10 Fase III (realización) del «camino real» de un PMP 536 
22.11 El ciclo de desarrollo de los recursos humanos orientado a los resulta-
dos 538 
23.1 La matriz de la gestión de una organización de consultoría 560 
27.1 Notificación del cometido 667 
29.1 Modelo ampliado de beneficios para las empresas consultivas 704 
30.1 Organización típica de las compañías consultivas 716 
30.2 Personal profesional esencial de una unidad de consultoría 718 
31.1 La funcionalidad depende de la potencia y la estructura 734 
33.1 Matriz de perfeccionamiento del consultor 781 
33.2 Formulario de informe sobre la capacitación 789 
A1 Esferas de estudio de gestión general 842 
A2 Elementos esenciales de la recepción y transmisión de comunicación 
interpersonales 904 
Cuadros 
26.1 Tiempo facturable 627 
29.1 Presupuesto operativo de una empresa consultiva 696 
XII 
índice 
29.2 Estructura común de gastos e ingresos 697 
A1 Precauciones para facilitar el proceso de escucha 906 
Recuadros 
1.1 La facilitación y recepción de asesoramiento 6 
1.2 ¿Qué se entiende por problemas? 12 
1.3 ¿Deben justificar los consultores las decisiones de la dirección de la 
empresa? 19 
1.4 Determinación del objetivo y no del problema 23 
2.1 Factores que diferencian a la investigación de la consultoría 55 
3.1 ¿Qué siente probablemente un comprador? 58 
3.2 Diversas categorías de clientes dentro de un sistema cliente 63 
3.3 Consultoría de impulsión del proceso participativa, flexible y dura . . . 66 
4.1 ¿Qué cambio se produce primero? 84 
4.2 Razones de la resistencia al cambio 86 
4.3 ¿En qué consiste la planificación del cambio? 88 
4.4 Diez estilos de dirección que se superponen, desde la no participación 
hasta la participación completa 90 
4.5 Cómo controlar los conflictos 100 
4.6 Establecimiento de puntos de referencia 110 
4.7 Remodelación de los procedimientos empresariales 112 
5.1 ¿Qué queremos decir cuando hablamos de cultura? 116 
5.2 Factores culturales que afectan a las empresas 119 
5.3 La cultura japonesa y la consultoría de empresas 121 
5.4 Valores culturales y normas en las organizaciones 122 
6.1 ¿Es la consultoría de empresas una profesión? 133 
6.2 El poder del asesor profesional 135 
6.3 ¿Existe conflicto de intereses? ¡Ponga a prueba su sistema de valores! 136 
6.4 Modelo internacional de certificación de consultor 147 
6.5 Ejemplos de concesión de licencias 148 
7.1 Qué busca un comprador 161 
7.2 Materiales de información para los estudios preliminares 170 
7.3 Mandato-Lista de verificación 173 
7.4 Información confidencial sobre la organización cliente 181 
7.5 Aspectos incluidos en un contrato. Lista de verificación 183 
8.1 El objetivo prioritario 192 
8.2 ¿Cambios menores o mejoras radicales? 193 
8.3 Dificultades de la determinación del problema 197 
8.4 Principios aplicables para que una entrevista sea eficaz 209 
8.5 Factores culturales en la recopilación de datos 213 
8.6 Ejemplo simplificado de análisis de los hechos 215 
8.7 Dificultades y trampas del análisis causal 220 
9.1 Lista de verificación de las consideraciones preliminares 232 
La consultona de empresas 
9.2 Variables para crear nuevas formas de transporte 236 
9.3 Búsqueda de una solución ideal: tres listas de verificación 240 
14.1 Diferentes imágenes de la empresa 336 
15.1 Criterios del rendimiento de la producción 349 
15.2 Principales tipos de opciones en el sector manufacturero 351 
15.3 Cuestiones actuales de los sistemas de producción japoneses 354 
15.4 Temas centrales de los proyectos de desarrollo ineficaces y eficaces . . 358 
15.5 Características esenciales de los sistemas de trabajo de alto rendi-
miento 361 
16.1 Gestión de los recursos humanos en compañías de «alta tecnología» . 376 
16.2 Cuestiones comunes en la gestión de los recursos humanos en el Ja-
pón 405 
16.3 Cuestiones actuales en la gestión de los recursos humanos en Europa 406 
19.1 Caso simplificado de consultona en el sector no estructurado 453 
19.2 Servicios privados de consultona para las microempresas 463 
20.1 Retos que afrontan los decisores del sector público 468 
20.2 Reinvención del gobierno estatal 473 
20.3 La relación entre el consultor y el cliente en apoyo de la adopción de 
decisiones 478 
20.4 Minicaso: La reglamentación de la seguridad de los ferrocarriles en el 
Canadá 479 
20.5 Qué se debe y qué no se debe hacer al asesorar a las administraciones 
públicas 485 
21.1 Taxonomía de las estrategias de privatización 499 
21.2 Václav Klaus, sobre la experiencia checa de privatización 508 
22.1 Ejemplo de un «conjunto de mediciones» 524 
22.2 Problemas que se han de vigilar y principios que se han de respetar en 
la medición y el análisis de la productividad 526 
23.1 Apalancamiento y rentabilidad 556 
23.2 Cazadores y agricultores 558 
24.1 ¿Podrían los consultores vivir sin novedades? 572 
24.2 Cinco prototipos de empresas de consultona 582 
24.3 Auditoría estratégica de una empresa consultiva: lista de preguntas de 
verificación 584 
24.4 ¿Qué queremos saber de los competidores? 586 
24.5 Factores ambientales que influyen en la estrategia 587 
25.1 Comercialización de la consultoría: siete principios fundamentales . . 595 
25.2 Criterios para la selección del consultor 598 
25.3 Datos válidos sobre el coste de los esfuerzos de comercialización . . . . 615 
25.4 Información sobre los clientes 623 
26.1 Información facilitada en una factura 646 
27.1 Lista de los aspectos que se han de tener en cuenta en las sesiones de 
información 657 
27.2 Informe de referencia del cometido: lista de verificación 670 
índice 
28.1 Principales necesidades de los interesados 676 
28.2 Responsabilidad por la calidad 679 
28.3 Introducción de un programa de garantía de la calidad 680 
28.4 Garantía de la calidad durante los cometidos 681 
28.5 Esquema de un manual sobre la calidad 688 
28.6 Ocho pasos para obtener una certificación de garantía de la calidad . . 690 
29.1 Métodos de lograr eficiencia y mayores beneficios 695 
29.2 Controles mensuales: lista de verificación 700 
29.3 Estudios de la información gerencial esencial de la ACMÉ 705 
32.1 Cualidades de un consultor 758 
32.2 Niveles de carrera en una empresa consultiva 762 
32.3 Minicaso: Carrera y remuneración de los consultores en INTRA . . . . 768 
32.4 Criterios para la remuneración de los asociados 770 
33.1 Áreas de conocimientos teóricos y prácticos de los consultores 778 
33.2 Capacitación en consultoría de impulsión del proceso 791 
34.1 Tendencias importantes que conformarán la profesión de consultor . 805 
34.2 Supresión de los obstáculos al comercio de servicios 807 
Al Principios de una redacción clara 914 
XV 
AUTORES Y COLABORADORES 
La presente obra es el resultado de un esfuerzo colectivo y refleja una 
experiencia colectiva de la profesión de la consultoría internacional. 
La primera edición (1980) estuvo a cargo del siguiente equipo: James 
Dey, George Kanawaty, Milan Kubr, Frederic Latham, Philip Neck y J. 
Geoffrey Rawlinson, con contribuciones de Derek Bowland, Gerry Y. Elliot, 
W. J. C. McEwan, Alan Gladstone, Colin Guthrie, Alan C. Popham, Edgar 
H. Schein, P.W. Shay y W. Trevor Utting. 
La segunda edición (1994) contó con los coautores siguientes: Alan 
Gladstone, Colin Guthrie, John Heptonstall, George Kanawaty, Milan Kubr,Gordon Lippitt, Leonard Nadler, Philip Neck y John Wallace. Aportaron in-
formación, ideas o comentarios valiosos Maurice C. Ashill, Daniel Bas, Bengt 
Björklund, Kenneth L. Block, George Boulden, Joseph J. Brady, Praxy Fer-
nandes, Stelan Friberg, S.R. Ganesh, John F. Hartshorne, James H. Ken-
nedy, Emile Laboureau, Lauri K. Leppänen, Hans-Ake Lilja, William 
J. McGinnis, Klaus Molenaar, Lewis S. Moore, Alex Morley-Smith, M. S. S. 
El Namaki, Robert Nelson, Graham Perkins, Edgar H. Schein, Howard 
L. Shenson, Cari S. Sloane, Sten Söderman, Fritz Steele, Arthur B. Toan 
y Arthur N. Turner. 
La lista de autores encargados de la actual edición revisada y ampliada 
(1996) incluye varios nuevos nombres junto con los de los coautores que ya 
participaron en la edición anterior: Michael Bauer, Roland Berger, George 
Boulden, Chris Brewster, Chris Cooper, George Cox, Alan Gladstone, Colin 
Guthrie, Malcolm Harper, John Heptonstall, Hari Johri, George Kanawaty, 
James H. Kennedy, Milan Kubr, David Maister, Rebecca Morgan, Philip 
Neck, Klaus North, Joseph Prokopenko, Edward A. Stone, John Syme y 
Denis Tindley. 
Además, aportaron breves contribuciones (presentadas principalmente 
en forma de recuadro) y otros materiales informativos y observaciones valio-
sos utilizados en el libro Moïse Allai, William J. Altier, Ole Bovin, Ken Daw-
son, Takeyuki Furuhashi, Ed Hendricks, Michael Henriques, Shozo Hibino, 
Pierre Hidalgo, Geert Hofstede, Kate Hook, Jean-Marie van Houwe, Osamu 
Ida, Václav Klaus, Eiji Mizutani, Gerald Nadler, Jean-François Poncet, John 
XVII 
La consultoría de empresas 
Roethle, Steven E. Sacks, Emmanuel S. Savas, Edgar H. Schein, Karl Scholz, 
E. Michael Shays, Marko Simoneti y Hedley Thomas. 
Milán Kubr actuó como jefe del equipo y como redactor técnico de las 
tres ediciones del libro. 
Son numerosos los colegas de empresas consultoras y sus asociaciones, 
institutos de formación de personal de dirección y empresas mercantiles, así 
como de la OIT, cuyas experiencias, ideas y sugerencias constructivas han 
hecho posible la publicación de este libro. La OIT expresa su sincero agra-
decimiento a todos los coautores y colaboradores, incluidos aquellos a los que 
no ha sido posible mencionar por su nombre. 
XVIII 
PROLOGO 
Hace tiempo que se ha reconocido que la consultaría de empresas es un 
servicio profesional útil que ayuda a los directores de empresa a analizar y 
resolver los problemas prácticos que afrontan sus organizaciones, a mejorar 
su rendimiento y a aprender de la experiencia de otros gerentes y organiza-
ciones. Cientos de miles de entidades comerciales privadas y de organizacio-
nes públicas de países industrializados y de países menos desarrollados re-
curren a los servicios de consultoría de empresas, independiente o 
conjuntamente con actividades de capacitación, dirección de proyectos, con-
sultoría sobre tecnología de la información, asesoramiento financiero, 
contabilidad, consultoría técnica y otros servicios profesionales. 
Como consecuencia de ello, desde comienzos del decenio de 1950, el 
Programa de Actividad Empresarial y Perfeccionamiento del Personal de Di-
rección de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) ha prestado conside-
rable atención al fomento de la consultoría de empresas y a la promoción de 
prácticas de consultoría eficaces en los Estados Miembros. Por medio de sus 
proyectos de cooperación técnica, la OIT ha asistido a muchos de sus Esta-
dos Miembros en el establecimiento de servicios de consultoría nacionales 
para los diversos sectores de la economía y al perfeccionamiento profesional 
de los consultores de empresas y los capacitadores. 
Para responder a la insistente demanda de una guía completa de la con-
sultoría de empresas orientada hacia la práctica, en 1976 y 1986 se publica-
ron dos ediciones en inglés de este libro. La guía se convirtió rápidamente en 
una obra de consulta básica y en un manual sobre consultoría de empresas, 
que se publicó en doce idiomas además de la versión original inglesa y que 
pasó a ser utilizada en todo el mundo por los consultores de empresas y los 
capacitadores, así como por muchos clientes. 
Sin embargo, la consultoría de empresas es un sector dinámico y rápi-
damente cambiante de servicios profesionales. Si desean ser competentes y 
útiles para los clientes, los consultores han de mantenerse al tanto de las ten-
dencias económicas y sociales, prever cambios que pueden afectar a las em-
presas de sus clientes y ofrecer asesoramiento que ayude al cuente a lograr y 
mantener un alto rendimiento en un entorno cada vez más complejo, com-
petitivo y difícil. 
XIX 
La consultoría de empresas 
Un libro de consulta básico sobre la consultoría debe tener el mismo en-
foque. En consecuencia, la tercera edición de esta guía tiene por finalidad 
describir las prácticas de consultoría más modernas, las cuestiones que más 
preocupan e interesan a los consultores y a los clientes, las tendencias actua-
les e incipientes y los métodos que podrían mejorar el valor de los servicios 
prestados por los consultores. El texto de la segunda edición fue objeto de 
una revisión a fondo. Se incorporaron varios temas nuevos que presentan un 
interés creciente para los consultores. Se invitó a unirse al equipo de autores 
a varias autoridades reconocidas en la materia, entre ellas a consultores en 
ejercicio experimentados. Se mantuvo un enfoque internacional coherente. 
Como en las anteriores, la tercera edición de la guía trata de presentar un 
cuadro equilibrado de la consultoría tal como se conoce y practica en varias 
partes del mundo, incluso en los países en desarrollo, y en las economías en 
fase de reforma de Europa central y oriental. 
El concepto de consultoría 
En el presente libro la consultoría de empresas se considera ante todo 
como un método para mejorar las prácticas de gestión. Este método puede 
ser empleado por una empresa privada independiente, una dependencia in-
terna de consultoría (o algo análogo) en una organización privada o pública, 
un instituto de perfeccionamiento del personal de dirección, de productivi-
dad o de fomento de la pequeña empresa, un servicio de extensión o un par-
ticular (por ejemplo, un consultor independiente o un catedrático universi-
tario). Incluso un gerente o director puede actuar como consultor, si 
proporciona asesoramiento a sus colegas o subordinados. 
Sin embargo, paralelamente la consultoría de empresas se ha transfor-
mado en una profesión. Miles de personas y organizaciones hacen de la con-
sultoría su ocupación a tiempo completo y tratan de imponer normas pro-
fesionales con respecto a la calidad del asesoramiento que proporcionan, 
métodos de intervención y principios éticos. Hasta las personas que aportan 
cierto asesoramiento sin ser miembros a tiempo completo de la profesión 
pueden cumplir las normas y los principios profesionales y deben contar con 
ayuda para hacerlo. 
No existe conflicto alguno entre estas dos maneras de considerar la con-
sultoría. La consultoría como método y la consultoría como profesión cons-
tituyen las dos caras de la misma moneda, y una guía como la nuestra ha de 
ocuparse de ambos aspectos. 
La consultoría de empresas se practica de muchas formas diferentes. Esas 
formas reflejan la diversidad de las empresa y los contextos en los que actúan 
los consultores, las distintas personalidades de los clientes y de los asesores y 
los diversos enfoques conceptuales y métodos de intervención elaborados por 
los consultores. Por este motivo, generalizar acerca de la consultoría y reco-
mendar como óptimo un modo de abordar la consultoría es difícil y peli-
XX 
Prólogo 
groso. En este libro se ha optado por un método ecléctico, facilitando al lec-
tor una descripción global y equilibrada del escenario de la consultoría, 
incluidos los diversos métodos, estilos, modos o técnicas aplicados y seña-
lando sus ventajas y deficiencias. De esta manera, el lector puede hacer su 
propia elección, de acuerdo con el contextotécnico, organizativo y humano 
de la organización de que se trate. 
No obstante, sería incorrecto afirmar que los autores del presenté libro 
no tienen preferencia ninguna por ningún método de consultoría. Tenemos 
una preferencia, muy marcada, por una forma de consultoría en que: a) el 
consultor comparta sus conocimientos técnicos con el cliente, en lugar de 
tratar de ocultarlos; b) el cliente participe lo más estrecha e intensamente po-
sible en el cometido, y c) ambas partes no escatimen esfuerzo alguno para 
que la tarea resulte una experiencia de aprendizaje valiosa. Dentro de este 
amplio concepto se pueden utilizar múltiples métodos y técnicas, y el lector 
tendrá amplias oportunidades de elegir. 
Objeto del libro 
El principal objeto del presente libro es contribuir al mejoramiento de 
las normas y prácticas profesionales en la consultoría de empresas y propor-
cionar información y orientación a las personas y organizaciones que desean 
empezar a mejorar las actividades de asesoramiento. El libro es una intro-
ducción a la profesión de consultor, su naturaleza, métodos, principios de or-
ganización, normas de conducta y prácticas de capacitación y perfecciona-
miento profesional. Sugiere también pautas a los consultores con respecto a 
diversas esferas en la dirección o gestión de empresas. En cambio, no es su 
intención sustituir a los manuales que se ocupan a fondo y en detalle de di-
versas funciones y técnicas de gestión empresarial: para esto, remitimos al 
lector a fuentes especiales, algunas de las cuales se indican en nuestra bi-
bliografía. Lo mismo cabe decir de ciertas esferas de consultoría, como la 
búsqueda de personal de dirección, los estudios de mercado, la tecnología 
de la publicidad o la información, que se mencionan brevemente en el libro, 
pero que se pueden estudiar de manera pormenorizada en publicaciones 
especializadas. 
En resumen, el libro está destinado a: 
— las personas que se incorporan a la profesión de consultor; 
— consultores de empresa independientes y empresas, compañías y servi-
cios de asesoramiento o consultoría; 
— los departamentos de consultoría de instituciones interesadas en la pro-
ductividad nacional y sectorial, la gestión y el fomento de la pequeña 
empresa; 
— los departamentos y divisiones que desempeñan funciones internas de 
consultoría y asesoramiento de empresas en grandes organizaciones 
XXI 
La consultoría de empresas 
públicas y privadas, con inclusión de los servicios de gestión, los ser-
vicios relativos a organización y métodos, etc., en las administraciones 
públicas; 
— los profesores, capacitadores e investigadores en materia de gestión que 
puedan ser consultores a tiempo parcial y cuya labor esté estrechamente 
relacionada con la de los consultores; 
— los estudiantes de administración de empresas que siguen cursos en con-
sultoría de empresas o que participan en proyectos internos de empresas 
en los que pueden utilizar algunas técnicas de consultoría; 
— los directores, gerentes, hombres de negocios y administradores que de-
sean utilizar servicio de consultores con mayor eficacia o aplicar algunas 
técnicas de consultoría a la solución de problemas y al mejoramiento de 
la productividad, la calidad y el rendimiento. 
Por último, muchos principios y técnicas que se describen en el libro se 
aplican a la consultoría en general; de ahí que los consultores que actúan 
en esferas distintas de la gestión de empresas y los negocios podrán hallar 
también en él ideas útiles y estimulantes. 
Terminología 
Los términos y las expresiones más comunes utilizados en la consultoría 
de empresas en diversos países se explican en el texto del libro. No obstante, 
es conveniente definir ya aquí el significado y el uso de una expresión y una 
palabra básicas: 
— la expresión consultor de empresas se emplea en el presente libro con 
carácter genérico y se aplica a las personas que desempeñan todas o al-
gunas de las funciones consultivas habituales en la esfera de la dirección 
de empresas a tiempo completo o a tiempo parcial; 
— el término cliente se emplea también con carácter genérico y se aplica a 
todo director, gerente, administrador u organización que utiliza los ser-
vicios de consultores en una empresa privada o pública, un organismo 
del Estado o cualquier otra organización. 
Los dos términos se refieren a los consultores y a los clientes en gene-
ral, independientemente de su sexo, sector, grupo étnico, país u otras carac-
terísticas. Ambos términos se utilizan a menudo en masculino por razones 
de estilo, aunque se reconoce plenamente que en la práctica hay una ten-
dencia al aumento del número de mujeres entre los empresarios, gerentes y 
consultores. 
A menos que se indique otra cosa en el texto, la expresión empresa de 
consultoría se aplica a cualquier tipo de dependencia orgánica cuya función 
consista en proporcionar servicios de asesoramiento. Como formas equiva-
lentes de esta expresión se utilizan a menudo dependencia de consultoría u 
XXII 
Prólogo 
organización de consultoria. La labor realizada por un consultor particular 
para un cliente particular se designa normalmente como tarea consultiva 
(proyecto, cometido, contrato individual, etc.). 
Plan del libro 
La presente edición revisada de la guía se divide en 34 capítulos, agru-
pados en cinco partes, que están seguidas de 11 apéndices. 
En la parte I (capítulos 1 a 6) se presenta una visión general del método 
y la profesión de consultor de empresas. Se hace hincapié en la relación con-
sultor-cliente, en el papel de los consultores de empresa en el proceso de 
cambio y en los principios de la ética profesional. 
En la parte II (capítulos 7 a 11) se hace un examen sistemático del pro-
cedimiento de consultoria, dividido en cinco fases principales: preparativos 
o iniciación de la tarea, diagnóstico, planificación de la acción, aplicación y 
terminación. 
La parte III (capítulos 12 a 22) constituye una introducción a la consul-
toria en las diversas esferas de la dirección o gestión de empresas. Las esferas 
abarcadas son la dirección general y la estrategia de la empresa, la financia-
ción, la comercialización, la producción, los recursos humanos, la tecnología 
de la información, la pequeña empresa, las empresas del sector no estructu-
rado, la privatización, las administraciones y empresas públicas y el mejora-
miento de la productividad y el rendimiento. 
La parte IV (capítulos 23 a 31) trata de la administración de las organi-
zaciones de consultoria. Los principales aspectos examinados son la estrate-
gia de una organización de consultoria, la comercialización de los servicios 
consultivos, los costos y los honorarios, la dirección de una actividad de con-
sultoria, el control financiero, el funcionamiento y la estructuración de las 
dependencias de consultoria, y el uso de la tecnología de la información en 
la consultoria. 
La parte V (capítulos 32 a 34) se concentra en las carreras y la remune-
ración en la consultoria, la capacitación inicial y el perfeccionamiento de la 
formación de los consultores, y las perspectivas futuras de la profesión de 
consultor internacional. 
Los aprendices aportan información que complementa el cuerpo prin-
cipal del libro, así como materiales para un estudio más a fondo de los mé-
todos de consultoria y de las técnicas de comunicación examinadas en diver-
sas partes del texto. Incluyen asimismo una bibliografía selecta, destinada a 
facilitar un estudio a fondo de los aspectos de la consultoria tratados en la 
presente guía. 
El apéndice 1 es un breve resumen destinado a clientes que desean 
adquirir más conocimientos para elegir y utilizar consultores con eficacia. 
XXIII 
PARTE I 
LA CONSULTORIA DE EMPRESAS 
EN PERSPECTIVA 
NATURALEZA Y OBJETO 
DE LA CONSULTORIA DE EMPRESAS 
1.1 Definición de consultoría 
Existen numerosas definiciones del término «consultoría» y de su apli-
cación a situaciones y problemas empresariales, es decir, de la consultoría de 
empresas '. Sise dejan a un lado pequeñas diferencias estilísticas y semánti-
cas, se llega a dos enfoques básicos de la consultoría. 
Con el primer enfoque se adopta una visión funcional amplia de la con-
sultoría. Fritz Steele define la consultoría como sigue: «Por proceso de 
consultoría entiendo cualquier forma de proporcionar ayuda sobre el conte-
nido, proceso o estructura de una tarea o de un conjunto de tareas, en que el 
consultor no es efectivamente responsable de la ejecución de la tarea misma, 
sino que ayuda a los que lo son» 2. Peter Block sugiere incluso que «se actúa 
como consultor siempre que se trata de modificar o mejorar una situación, 
pero sin tener un control directo de la ejecución... La mayor parte de los fun-
cionarios de una organización son realmente consultores aunque ellos no se 
designen así oficialmente» 3. En estas y otras definiciones análogas se insiste 
en la idea de que los consultores proporcionan ayuda o aportan capacidad y 
se parte del supuesto de que esa ayuda la pueden prestar personas que reali-
zan trabajos diferentes. Un director o gerente de una empresa puede también 
actuar como consultor, si decide asesorar y ayudar a un colega o incluso a 
sus subordinados, en lugar de darles instrucciones y órdenes. 
En el segundo enfoque se considera la consultoría como un servicio pro-
fesional especial y se destacan varias características que debe poseer ese ser-
vicio. Según Larry Greiner y Robert Metzger, «la consultoría de empresas es 
un servicio de asesoramiento contratado por y proporcionado a organizacio-
nes por personas especialmente capacitadas y calificadas que prestan asisten-
cia, de manera objetiva e independiente, a la organización cliente para poner 
al descubierto los problemas de gestión, analizarlos, recomendar soluciones 
a esos problemas y coadyuvar, si se les solicita, en la aplicación de solucio-
nes» 4. Las asociaciones profesionales y los institutos de consultores de em-
presas utilizan definiciones análogas más o menos detalladas. 
3 
1 
La consultoría de empresas 
Consideramos los dos enfoques como complementarios y no como 
opuestos. La consultoría de empresas puede enfocarse como un servicio pro-
fesional o como un método de prestar asesoramiento y ayuda prácticos. Es 
indudable que se ha transformado en un sector específico de actividad pro-
fesional y debe tratarse como tal. Simultáneamente, es también un método 
de coadyuvar con las organizaciones y el personal de dirección en el mejo-
ramiento de la gestión y las prácticas empresariales, así como del desempeño 
individual y colectivo. El método lo pueden aplicar, y lo aplican, muchas 
personas técnicamente competentes cuya principal ocupación no es la con-
sultoría, sino la enseñanza, la capacitación, la investigación, la elaboración 
de sistemas, la realización y evaluación de proyectos, la prestación de asisten-
cia técnica a los países en desarrollo en misiones de breve duración, etc. Para 
ser eficaces, esas personas tienen que dominar los instrumentos y las técnicas 
de consultoría y respetar las normas de conducta fundamentales de la pro-
fesión de consultor. 
En nuestro libro hemos optado por abordar las necesidades de los dos 
grupos de personas a que está destinado. Aunque se ha redactado pensando 
primordialmente en los consultores profesionales de empresas, también se han 
tenido presentes las necesidades de cualquier otra persona que intervenga a 
título consultivo, aunque no sea un consultor a tiempo completo. 
Para comenzar, conviene señalar algunas características fundamentales 
de la consultoría de empresas. 
Servicio profesional 
Ya se practique como una ocupación de dedicación completa o como 
un servicio prestado en casos concretos, la consultoría de empresas propor-
ciona conocimientos teóricos y técnicas profesionales que sirven para resol-
ver problemas prácticos de gestión. Una persona se convierte en un consul-
tor de empresas después de haber acumulado, gracias al estudio y a la 
experiencia práctica, un considerable acervo de conocimientos sobre diversas 
situaciones empresariales y después de haber adquirido las técnicas necesa-
rias para resolver los problemas, mejorar el rendimiento de la organización 
y compartir la experiencia con otros con respecto al conocimiento de la ín-
dole y metas de la organización, el hallazgo, análisis y síntesis de la infor-
mación pertinente, la presentación de propuestas de mejoras, la comunica-
ción con los demás, la planificación de los cambios, la superación de la 
resistencia al cambio, la motivación del personal, la ayuda a los clientes para 
que aprendan de la experiencia, etc. 
Podría objetarse que los directores de empresa tienen también que do-
minar todos estos conocimientos y técnicas y que la situación de cada em-
presa es única. En consecuencia, ¿qué se puede ganar con la participación de 
un recién llegado que no tiene ninguna responsabilidad de dirección y no está 
familiarizado con una situación dada? 
A lo largo de los años, los consultores de empresas pasan por muchas 
4 
Naturaleza y objeto de la consultoría 
organizaciones y aprenden a utilizar la experiencia adquirida en las tareas 
anteriormente desempeñadas para ayudar a sus nuevos clientes, o a sus vie-
jos clientes, a hacer frente a nuevas situaciones. Como han de trabajar en cir-
cunstancias muy diferentes, los consultores aprenden a discernir las tenden-
cias generales y las causas comunes de los problemas y tienen grandes 
posibilidades de hallar una solución apropiada; aprenden a afrontar nuevos 
retos y a tener en cuenta nuevas oportunidades. Los profesionales empleados 
por las empresas de consultoría pueden aprovechar la experiencia de sus co-
legas que han trabajado con otros clientes y utilizar los conocimientos prác-
ticos acumulados de toda la empresa. Además, los consultores profesionales 
se mantienen constantemente al día de todo lo que se publica sobre la evo-
lución de las teorías, los conceptos, los métodos y los sistemas relacionados 
con la gestión empresarial. 
Por tanto, la consultoría se puede basar en la experiencia, en la investi-
gación, o en ambas. La consultoría basada en las investigaciones ha adqui-
rido importancia con la extensión de la investigación operativa, las teorías de 
sistemas, la ciencia de la informática y la tecnología de la información, las 
ciencias del comportamiento y otras investigaciones científicas relativas al 
funcionamiento y conducta de las organizaciones y los sistemas humanos en 
los sectores empresarial y social. Esa evolución ha inducido a varios profe-
sores e investigadores relacionados con la gestión empresarial a pasar a la 
consultoría y ha estimulado asimismo a varias empresas consultoras a iniciar 
sus propios programas de investigación para crear nuevos servicios a los 
clientes basándose en las investigaciones. 
Otra característica esencial de un enfoque profesional es la ética profesio-
nal (que se examinará de manera pormenorizada en el capítulo 6). Al prestar 
servicios a los clientes, los consultores de empresa respetan varios principios 
adoptados por la profesión para proteger los intereses de los clientes y demos-
trar a éstos que pueden confiar en la integridad de los consultores. 
Servicio consultivo 
La consultoría es en lo esencial un servicio de asesoramiento. Esto sig-
nifica que los consultores no se contratan (con algunas excepciones) para que 
dirijan organizaciones o adopten decisiones delicadas en nombre de la direc-
ción. No tienen ninguna facultad directa para decidir cambios y aplicarlos. 
De lo único que responden es de la calidad e integridad de su asesoramiento; 
los clientes asumen toda la responsabilidad que se derive de la aplicación de 
sus consejos. 
Por supuesto, en la práctica de la consultoría existen múltiples variantes 
y grados de «asesoramiento». La pericia básica y el arte del consultor estri-
ban no sólo en dar el consejo correcto, sino en darlo de manera adecuada, a 
la persona debida y en el momento oportuno. El arte del consultorconsiste 
principalmente en «que se hagan las cosas cuando no se está a cargo» 5. El 
chente, a su vez, ha de aprender a solicitar y utilizar hábilmente los consejos 
5 
La consultaría de empresas 
Recuadro 1.1 La facilitación y recepción de asesoramiento 
«Todo hombre, por sabio que sea, necesita el consejo de algún amigo sagaz 
sobre los asuntos de la vida.» „ , „ 
Plauto 
«Aceptar un buen consejo no es sino aumentar la propia capacidad.» Goethe 
«Muchos reciben consejos, pero pocos se aprovechan de ellos.» 
Publilius Syrus 
«Hace falta más sabiduría para aprovecharse de un buen consejo que para 
darlo.» , , _ _ ... 
John C. Collins 
«De nada es tan pródigo el hombre como de sus consejos.» 
La Rochefoucauld 
«No dar nunca un consejo a una muchedumbre.» Proverbio árabe 
«Damos consejos a granel, pero aceptamos pocos.» William Alger 
«No tengas la presunción de dar consejos a personas que son mejores que tú 
en todos los sentidos.» « « _ • _ , . _ , . 
Rabindranath Tagore 
«Los consejos duros no producen efecto alguno; son como los martillos, a los 
que siempre rechaza el yunque.» 
«Los buenos asesores no carecen de clientes.» Shakespeare 
«Los consejos son como las setas. Los malos pueden resultar fatales.» 
Autor desconocido 
«El asesoramiento gratuito resulta a menudo demasiado caro.» 
Autor desconocido 
Selección de James H. Kennedy. 
del consultor y evitar cualquier malentendido sobre la distribución de res-
ponsabilidades. Estos elementos son tan importantes que se repetirán con 
frecuencia a lo largo de la presente obra. 
Servicio independiente 
La consultoría es un servicio independiente. Un consultor debe estar en 
condiciones de hacer su propia evaluación de cualquier situación, decir la 
verdad y recomendar con franqueza y objetividad las medidas que ha de 
6 
Naturaleza y objeto de la consultoría 
adoptar la organización cliente sin pensar en sus propios intereses. Esta in-
dependencia del consultor tiene múltiples facetas y en algunos casos puede 
ser un asunto muy delicado. 
La independencia técnica implica que el consultor está en condiciones 
de dar una opinión técnica y de proporcionar asesoramiento independiente-
mente de lo que cree, pretende o desea escuchar el cliente. Incluso si su co-
laboración es muy estrecha, el consultor puede sacar y presentar sus propias 
conclusiones y recomendaciones. 
La independencia financiera significa que el consultor no obtiene nin-
gún beneficio de la medida adoptada por el cliente, por ejemplo la decisión 
de invertir en otra empresa o de comprar un sistema determinado. El deseo 
de obtener en el futuro otros contratos con el mismo cliente no debe influir 
en la objetividad del asesoramiento prestado en la tarea presente. 
La independencia administrativa implica que el consultor no es un su-
bordinado del cliente y no se ve afectado por sus decisiones administrativas. 
Aunque esto no plantea ningún problema a las organizaciones de consultoría 
autónomas, es en cambio un problema bastante complejo, aunque no insu-
perable, en la consultoría interna, como se explicará en la sección 2.5. 
La independencia política significa que ni los directores ni los empleados 
de la organización cliente pueden influir en el consultor oficiosamente, re-
curriendo a autoridades o conexiones políticas, a su pertenencia a algún par-
tido político o a otras influencias semejantes. 
La independencia emocional significa que el consultor mantiene su de-
sapego independientemente de la amistad y otras afinidades de tipo emotivo 
que puedan existir al comienzo o que se creen durante la realización del 
cometido. 
Servicio temporal 
La consultoría es un servicio temporal. Los clientes recurren a los con-
sultores para que les presten ayuda durante un período limitado, en esferas 
en las que carecen de conocimientos técnicos o cuando necesitan temporal-
mente un personal profesional adicional. Esta colaboración puede darse in-
cluso en esferas en las que los conocimientos técnicos necesarios existen en 
la organización, pero no se puede destacar a un director o a un especialista 
del personal para que se consagre plenamente a ocuparse de un problema o 
un proyecto importante. Los consultores no sólo aportan el tiempo y los co-
nocimientos necesarios y consagran el 100 por ciento de su atención al pro-
blema de que se trata, sino que dejarán la organización una vez que haya 
quedado completada su tarea. 
Servicio comercial 
Un profesional que se dedica a la consultoría como medio de vida tiene 
que cobrar unos honorarios por todo el trabajo que realiza por cuenta de sus 
7 
La consultoría de empresas 
clientes. Las empresas de consultoría venden servicios profesionales y los 
clientes los compran. Además de ser organizaciones de servicios profesiona-
les, las empresas de consultoría son también simplemente empresas. 
Por consiguiente, una tarea de consultoría no debe ser sólo una activi-
dad técnicamente justificada, sino asimismo una empresa comercial finan-
cieramente factible y rentable según los criterios del cliente y del consultor. 
Desde el punto de vista del cliente, los beneficios obtenidos deben superar a 
los costos en que se incurre, con inclusión de los honorarios pagados al con-
sultor y otros gastos para el cliente, como el tiempo del personal o la compra 
de nuevos programas de ordenador. Desde el punto de vista del consultor, la 
consultoría debe ser una actividad rentable medida por los criterios normal-
mente aplicados por las empresas de servicios profesionales. Este aspecto se 
examinará de manera pormenorizada en la parte IV. 
En algunos casos, los honorarios pagados por el cliente no cubrirán ín-
tegramente el costo del servicio de consultoría proporcionado. Como se verá 
más adelante, la consultoría puede estar subvencionada por causa de la po-
lítica económica estatal o por algún otro motivo, que puede ser económico, 
político o social. Una institución puede aportar asesoramiento conjunta-
mente con capacitación y subvencionarlo con cargo a los ingresos obtenidos 
de la capacitación. Una organización social no lucrativa puede proporcionar 
asesoramiento como un servicio total o parcialmente subvencionado a em-
presarios de grupos sociales desfavorecidos o a regiones desatendidas. 
Límites de la consultoría 
Existen numerosos casos de misiones exitosas realizadas por algunos 
consultores de empresas del mundo que han evitado la quiebra de compa-
ñías o han dado nueva vida a empresas que envejecían. Se ha ido formando 
así la idea de que las oficinas de consultoría pueden resolver prácticamente 
cualquier dificultad de gestión. Sin embargo, esa idea no siempre corres-
ponde a la realidad. Hay situaciones en que nadie puede servir de ayuda. Y 
aunque la ayuda sea posible, sería poco realista e injusto esperar que los con-
sultores hagan milagros. 
Por otro lado, no se ha de esperar nunca que el consultor alivie al cliente 
de la carga del problema. La presencia e intervención del consultor puede 
aportar considerable ayuda a un cliente en dificultad, pero no lo liberará de 
la responsabilidad inherente a la dirección de la adopción de decisiones y sus 
consecuencias. 
Para ser reconocida como tal, la consultoría no tiene que ser una ocu-
pación de tiempo completo. Si se cumplen otros criterios profesionales y el 
asesoramiento proporcionado ayuda al cliente a lograr mejoras reales, es in-
trascendente que el consultor sea primordialmente (y durante la mayor parte 
de su tiempo) profesor de una escuela empresarial, un investigador, un direc-
tivo jubilado o cualquier otro trabajador profesional. Por otro lado, si se ga-
rantizan la calidad y la independencia, la consultoría no tiene por qué ser un 
8 
Naturaleza y objeto de la consultaría 
servicio externo. Los consultores internos son igualmente consultores. Algu-
nas asociaciones de consultores pueden no compartir esta opinión en lo que 
respecta a la determinación de los criterios para ser miembros. No obstante, 
esto es otra cuestión.Nuestra definición 
Tras estas breves reflexiones sobre las características básicas de la con-
sultoría de empresas, vamos a dar nuestra definición: 
La consultaría de empresas es un servicio de asesoramiento profesional 
independiente que ayuda a los gerentes y a las organizaciones a alcanzar 
los objetivos y fines de la organización mediante la solución de proble-
mas gerenciales y empresariales, el descubrimiento y la evaluación de 
nuevas oportunidades, el mejoramiento del aprendizaje y la puesta en 
práctica de cambios. 
Hemos optado por una definición que omite ciertas características que 
no son comunes a todos los servicios de consultoría, como los «externos», o 
los servicios a cargo de personas «especialmente capacitadas». A la inversa, 
nuestra definición incluye las finalidades fundamentales, o genéricas, de la 
consultoría que se examinan en la sección siguiente. 
1.2 Cinco razones genéricas para recurrir 
a los consultores 
Un gerente o director de empresa puede recurrir a un consultor si per-
cibe una necesidad de ayuda de un profesional independiente y considera que 
el consultor será la persona adecuada para prestarle esa ayuda. Sin embargo, 
¿de qué tipo de ayuda estamos hablando? ¿Cuál puede ser el objetivo de uti-
lizar a un consultor? 
Las razones de la consultoría se pueden considerar desde diversos án-
gulos y describirse de diversas formas. Examinemos, primeramente, cinco 
razones amplias o genéricas que motivan a los clientes cuando recurren a 
consultores, independientemente de las diferencias del campo técnico de in-
tervención y del método concreto de intervención utilizado (figura 1.1): 
— alcanzar los fines y objetivos de la organización; 
— resolver los problemas gerenciales y empresariales; 
— descubrir y evaluar nuevas oportunidades; 
— mejorar el aprendizaje; 
— poner en práctica los cambios. 
9 
La consultaría de empresas 
Figura 1.1 Objetivos generales de la consultoría 
Alcanzar los objetivos y fines de la organización 
Toda consultoría en materia gerencial y empresarial apunta a un obje-
tivo general y principal, que consiste en ayudar a los clientes a alcanzar sus 
metas empresariales, sociales o de otra índole. Esas metas pueden definirse 
de diversas formas: papel de dirección del sector, ventajas competitivas, sa-
tisfacción de los clientes, calidad total o productividad total, excelencia de la 
empresa, rendimiento elevado, rentabilidad, mejora de los resultados de la 
empresa, eficacia, crecimiento y otros análogos. Diferentes conceptos y tér-
minos reflejan las ideas y las prioridades de los clientes y los consultores, el 
estado actual de los conocimientos gerenciales y de consultoría e incluso la 
moda. Las empresas comerciales, los servicios públicos y las organizaciones 
sociales destacarán diferentes finalidades. El horizonte temporal de una con-
sultoría diferirá de un caso a otro. Con todo, el denominador común sigue 
10 
Naturaleza y objeto de la consultoría 
siendo el mismo: la consultoría tiene por finalidad aumentar el valor de la 
organización cliente, y este valor debería ser una aportación tangible y men-
surable al logro de los objetivos principales del cliente. 
Este objetivo global de la consultoría de empresas constituye el funda-
mento y da sentido a toda la labor de asesoramiento. ¿Qué sentido tendría el 
aprendizaje de la organización o unos cambios organizativos costosos y pe-
ligrosos si la organización cliente no pudiera acercarse a sus metas principa-
les? ¿Qué sentido tendría resolver con éxito unos pocos problemas de gestión 
aparentemente apremiantes si, «como la hidra mitológica que recupera dos 
cabezas por cada una que se corta, las soluciones que establecemos a 
menudo se ven superadas rápidamente por una plétora de nuevos proble-
mas» 6? 
El objetivo de alcanzar las metas de la organización cliente parte del su-
puesto de que el cliente ha definido esas metas. En algunas organizaciones 
esto no sucede y la dirección actúa sin ninguna perspectiva, meta o sentido 
de su misión. La principal aportación del consultor podría muy bien consis-
tir en ayudar al cliente a adoptar una visión del futuro, fijar metas ambicio-
sas pero realistas, elaborar una estrategia, concentrarse en los resultados y 
empezar a considerar los problemas y las oportunidades actuales a la luz 
de unas metas a más largo plazo y más fundamentales para la organización. 
Los consultores deben estar conscientes de que las organizaciones clien-
tes pueden perseguir metas de diferentes clases. Algunas veces, el objetivo de 
una consultoría puede ser asesorar al cliente sobre cómo mantener el status 
quo o incluso cómo abandonar la actividad empresarial. 
Solución de problemas gerenciales y empresariales 
Ayudar a los directores, gerentes y otros decisores a resolver problemas 
es quizá el objetivo mencionado con más frecuencia en la consultoría. La ta-
rea del consultor se describe como una ayuda profesional para poner al des-
cubierto, diagnosticar y resolver problemas relacionados con diversas esferas 
y aspectos de la gestión y de la empresa. Se utiliza el término «problema» 
para describir una situación en la que existe una diferencia o discrepancia 
entre lo que sucede realmente o sucedería y lo que debería o podría suceder. 
Consecuentemente, un problema sólo se puede describir en términos relati-
vos, como una diferencia entre dos situaciones. Además, alguien tiene que 
ocuparse de esta diferencia y tratar de superarla, o de atenuarla. Una situa-
ción en sino es un problema (recuadro 1.2). 
Con frecuencia, una situación actual de la organización cliente se com-
para con una situación que existía en el pasado. Si ha habido un deterioro 
como la caída vertical de las ventas o los beneficios, el problema se define 
como la necesidad de restablecer la situación original. Por eso, a los consul-
tores se los llama a veces «médicos de la compañía» o «curanderos de la em-
presa» o «remediadores de problemas». 
Por otro lado, la situación actual se compara con cierta norma (punto 
11 
La consultoría de empresas 
Recuadro 1.2 ¿Qué se entiende por problemas? 
El término «problema» es uno de los más empleados y peor utilizados en la 
bibliografía especializada en gestión y consultoría. Puede significar práctica-
mente cualquier cosa. Tendemos a utilizarlo, para facilitar las cosas, si no que-
remos o no podemos ser más precisos. El peligro de equívocos es considera-
ble. ¿Se refieren dos personas a la misma cosa si hablan de problemas? 
Por ejemplo, en una empresa mercantil, un «problema» que justifica el em-
pleo de un consultor puede estar causado por cualquiera de las siguientes ra-
zones (y cabe pensar en muchas otras): 
Quejas de los clientes 
Malos resultados 
de la empresa 
Pérdidas imprevistas 
Desastre natural 
Falta de competencia 
Falta de perspectiva 
Sistema anticuado de control 
Decisiones erróneas 
Oportunidades perdidas 
Aparición de nuevas 
oportunidades 
Entorno rápidamente 
cambiante 
Resistencia al cambio 
Sensación de inseguridad 
Sensación de frustración 
Expectativas poco realistas 
Imagen propia poco realista 
Falta de recursos 
Recursos inmovilizados 
Presión de la competencia 
Imposibilidad dé alcanzar las 
metas 
Falta de confianza en sí mismo 
Exceso de confianza en sí 
mismo 
Lentitud de acción . 
Desacuerdo con respecto a la 
acción 
Falta de información 
Exceso de información 
Conflictos internos 
Metas ambiciosas de la empresa 
El lector debe ser consciente de los diversos significados del término «pro-
blema» y de sus repercusiones prácticas. 
Si por «problema» se entiende sólo un error, fracaso, deficiencia u oportu-
nidad perdida, la perspectiva del cliente y del consultor suele ser retrógrada y 
estrecha. La atención se debería concentrar en medidas correctivas (que impli-
can críticas y la determinación de responsabilidades). Lamentablemente, en 
la práctica gerencial y de la consultoría impera este significado del término 
«problema». 
Asimismo, el término «problemas» se utilizacomo un concepto más general 
y global para describir la diferencia entre situaciones comparables (pasado, pre-
sente o futuro) acerca de lo que nos interesa. En este sentido, incluso una em-
presa exitosa y orientada hacia el futuro que ha establecido y logrado objetivos 
ambiciosos tiene «problemas»: el deseo de mejorar su ventaja competitiva, ser 
una empresa líder del sector, no perder una nueva oportunidad de comerciali-
zación, descubrir un nuevo asociado comercial o explorar una nueva tecnolo-
gía, etc. Obviamente, éste será un problema de categoría diferente... 
En nuestra guía, la palabra «problema» se utilizará en este segundo sentido: 
como un término genérico que describe la insatisfacción del cliente, por la di-
ferencia entre cualesquiera situaciones comparables en su organización. Por 
consiguiente, algunos de estos problemas serán errores y deficiencias anterio-
res que hará falta enmendar y muchos otros guardarán relación con las pers-
pectivas, oportunidades y estrategias para mejorar la empresa en el futuro. 
1 2 
Naturaleza y objeto de la consultaría 
de referencia) y esta comparación revela que la situación presente no es sa-
tisfactoria. El problema se define a continuación como la necesidad de satis-
facer o superar la norma, por ejemplo, la calidad del producto, el conjunto 
de modelos ofrecidos o el servicio postventa de un competidor. 
La consultaría cuyo objetivo se limita a medidas correctivas destinadas 
a restablecer una situación anterior o a alcanzar una norma ya alcanzada por 
otras organizaciones puede producir importantes ventajas urgentemente re-
queridas. Se evitará una crisis, se frenará la evolución negativa y la empresa 
del cliente sobrevivirá. Habrá una satisfacción general y una sensación de ali-
vio. Con todo, regresar a una situación ya existente o ponerse a la altura de 
la competencia no garantiza al cliente una ventaja competitiva ni una com-
petencia y energía adicionales para hacer frente a nuevas situaciones y lograr 
un rendimiento superior en el futuro. 
Descubrimiento y evaluación de nuevas oportunidades 
Por las razones más arriba indicadas, los consultores no se sienten es-
pecialmente satisfechos de que se los considere remediadores de problemas. 
Después de todo, si una empresa no tiene dificultades, no tiene motivos para 
recurrir a una persona con el fin de que se las resuelva. No obstante, los con-
sultores consideran que pueden ofrecer mucho más que una ayuda a las or-
ganizaciones para sacarlas de dificultades. Muchas sociedades mercantiles y 
otras organizaciones bien administradas, exitosas y ambiciosas así lo han 
comprendido. A veces pueden recurrir también a un consultor para descu-
brir las desviaciones que se han producido y hallar y rectificar sus motivos. 
Sin embargo, prefieren utilizar a los consultores para descubrir y aprovechar 
nuevas oportunidades. Consideran a las empresas de consultoría como una 
fuente de información y de ideas valiosas que pueden dar lugar a un amplio 
conjunto de iniciativas, innovaciones y mejoras en cualquier sector o fun-
ción de la empresa: en la promoción de nuevos mercados y productos; en la 
evaluación y utilización de tecnologías de avanzada; en el mejoramiento de 
la calidad; la prestación de servicios más útiles a los clientes, la promoción y 
motivación del personal; la utilización óptima de los recursos financieros y 
el descubrimiento de nuevos contactos comerciales (y contratos), entre otras. 
La experiencia demuestra que incluso las grandes empresas han promovido 
muchas ideas para transformarlas en actos y han aprovechado oportunidades 
empresariales importantes con ayuda de sus consultores. 
Promoción del aprendizaje 
Lyndon Urwick, cuya contribución al fomento de la consultoría profe-
sional de empresas es una de las más importantes, ha señalado que «el único 
trabajo que vale realmente la pena hacer como consultor es el que instruye, 
el que enseña a los clientes y a su personal a administrar mejor sus nego-
cios». En la concepción moderna de la consultoría, esta dimensión es tras-
13 
La consultoría de empresas 
cendental. Muchos clientes recurren a consultores no sólo para hallar una so-
lución a un problema preciso, sino también para adquirir los conocimientos 
técnicos especiales del consultor (por ejemplo, sobre el análisis del medio 
ambiente, la reestructuración empresarial o la gestión de la calidad) y los mé-
todos utilizados para evaluar a las organizaciones, poner al descubierto los 
problemas y las oportunidades, promover las mejoras y aplicar los cambios 
(entrevistas, diagnósticos, comunicación, persuasión, retroalimentación de la 
información, evaluación y técnicas análogas). 
El asesoramiento asume un cometido de enseñanza. Su finalidad es fa-
cultar al cliente aportando nuevas competencias a la organización y ayu-
dando a los directores o gerentes y al personal a aprender de su propia ex-
periencia y de la experiencia del consultor. A menudo se destaca que de esta 
manera «se ayuda a las organizaciones a ayudarse a sí mismas». Se trata de 
un intercambio de doble dirección, puesto que al ayudar a sus clientes a 
aprender de la experiencia el consultor de empresas acrecienta sus propios 
conocimientos y competencia. 
El efecto de aprendizaje de la consultoría es probablemente el más im-
portante y duradero. La elección de los métodos de consultoría y el grado de 
participación del cliente pueden intensificar o atenuar ese efecto. Por consi-
guiente, prestaremos considerable atención a estas cuestiones en la presente 
guía. 
Introducción de cambios 
«Agente del cambio» es otro título frecuentemente aplicado a los con-
sultores. Y están orgullosos de él, puesto que refleja otro objetivo general de 
la consultoría: ayudar a las organizaciones clientes a entender el cambio, 
adaptarse a él e introducir las innovaciones necesarias para sobrevivir y tener 
éxito en un entorno en donde el cambio continuo es la única constante. La 
importancia de este objetivo de la consultoría ha aumentado de modo con-
siderable en la actualidad debido a la complejidad y al ritmo de las modifi-
caciones ambientales, la necesidad de mantenerse informado acerca de los 
cambios que puede efectuar la organización y reflexionar constantemente so-
bre las repercusiones posibles, la rapidez con que las organizaciones tienen 
que adaptarse y las exigencias cada vez mayores de flexibilidad y capacidad 
del personal para hacer frente al cambio. 
1.3 Diez maneras principales de utilizar 
a los consultores 
Al aplicar los objetivos genéricos esbozados en la sección anterior, los 
consultores pueden intervenir de muchas formas distintas. Tanto los clientes 
como los consultores pueden optar entre tantas alternativas, que intentar tra-
14 
Naturaleza y objeto de la consultaría 
zar un cuadro exhaustivo y completo sería una tarea imposible. No obstante, 
la mayoría de la asistencia de los consultores a la dirección de una empresa 
adoptará una o más de las diez formas siguientes: 
• facilitación de información; 
• facilitación de especialistas; 
• establecimiento de contactos y vínculos comerciales; 
• facilitación de dictámenes de expertos; 
• realización de un diagnóstico; 
• elaboración de propuestas de medidas; 
• mejoramiento de sistemas y métodos; 
• planificación y gestión de los cambios de la organización; 
• capacitación y perfeccionamiento de los directivos y del personal en 
general; 
• prestación de asesoramiento personal. 
Facilitación de información 
Una información mejor, más completa y más pertinente es a menudo lo 
único o lo más importante que necesita un cliente para adoptar la decisión 
correcta. Puede tratarse de información sobre los mercados, clientes, tenden-
cias del sector, materias primas, abastecedores, competidores, socios poten-
ciales, fuentes de conocimientos técnicos, políticas y reglamentaciones esta-
tales, u otro tipo de información. La empresa consultora puede disponer de 
esta información en sus archivos o saber dónde y cómo encontrarla.La in-
formación reunida y analizada puede ser el único o el principal objetivo del 
cometido. Por último, todo contrato de consultoría tendrá una dimensión y 
una función de información. No existe asesoramiento sin empleo de infor-
mación y sin la facilitación de una información mejor. 
Al proporcionar información, se puede plantear una cuestión delicada 
en relación con su carácter confidencial. Los consultores deberán hacer la 
distinción entre una información que se puede facilitar a un cliente porque 
es de dominio público o se ha reunido y elaborado concretamente para ese 
cliente y la información acopiada para clientes anteriores u obtenida de fuen-
tes privadas, que es preciso tratar como confidencial. 
Facilitación de recursos de especialistas 
Se puede utilizar un consultor para complementar al personal de la or-
ganización cliente. Normalmente, esos consultores serán especialistas en es-
feras en las que el cliente necesita la colaboración de un experto por un breve 
período o quiere evitar la contratación de un nuevo empleado. Algunos 
clientes, principalmente en el sector público, recurren a los consultores de 
esta manera para eludir normas reglamentarias restrictivas que les impiden 
15 
La consultoría de empresas 
contratar nuevo personal y/o pagar remuneraciones adecuadas a los especia-
listas. Otros clientes se han visto obligados a reducir sus departamentos téc-
nicos y consideran conveniente contratar a especialistas de empresas de con-
sultoría por breves períodos. 
Un caso especial es «la gestión provisional». Recientemente esta forma 
de utilizar a los consultores se ha generalizado y algunas empresas clientes 
pueden «tomar prestados» a miembros del personal de las empresas de con-
sultoría para que ocupen un puesto en su jerarquía de dirección con carácter 
temporal. 
Establecimiento de contactos y vinculaciones comerciales 
Muchos clientes recurren a los consultores en su búsqueda de contactos 
comerciales, agentes, representantes, abastecedores, subcontratistas, asocia-
dos para empresas mixtas y fusiones, empresas que es posible adquirir, fuen-
tes de financiación, inversores adicionales, etc. La tarea del consultor podrá 
consistir en señalar a uno o más candidatos adecuados (personas u organi-
zaciones), presentar sus nombres al cliente, evaluar su idoneidad, recomen-
dar una elección, definir y negociar las condiciones de una alianza o un 
acuerdo comercial y actuar como intermediario en la aplicación. A menudo 
esos contactos se efectuarán en sectores o países de los que el cliente no tiene 
un conocimiento suficiente. 
Facilitación de dictámenes de expertos 
Varias tareas corresponden a este encabezamiento. Se puede entrar en 
contacto con el consultor para que dé un dictamen pericial en casos en los 
que el cliente puede elegir entre diversas posibilidades y prefiere disponer de 
un asesoramiento imparcial e independiente de un tercero antes de adoptar 
una decisión importante. Se puede pedir a los consultores que actúen a título 
de experto para testificar en casos judiciales o en arbitrajes que requieren un 
conocimiento especializado. 
A la inversa, se puede comunicar la opinión de un experto de una ma-
nera totalmente informal. Así sucede con los decisores que quieren recurrir 
a consultores como una tabla de salvación sin pedirles que presenten un in-
forme oficial o pericial. Conviene insistir en que cualquier consultoría que 
entrañe una evaluación y una elección requerirá la opinión experta del con-
sultor, en particular si las decisiones de la dirección pueden verse afectadas 
por escasez de información, miopía de la empresa, falta de conocimientos es-
pecializados, emociones o intereses creados. 
Establecimiento de un diagnóstico 
La capacidad y los instrumentos para establecer un diagnóstico figuran 
entre las principales aportaciones de los consultores. En consecuencia, los 
16 
Naturaleza y objeto de la consultaría 
clientes utilizan a los consultores para un amplio conjunto de tareas de diag-
nóstico relacionadas con las virtudes y los defectos de la organización, las 
tendencias positivas y negativas, la capacidad potencial de mejorar, las barre-
ras que se oponen al cambio, la situación frente a la competencia, la insufi-
ciente utilización de los recursos, los problemas técnicos humanos que re-
quieren la atención de la dirección, etc. El diagnóstico se puede referir a toda 
la empresa o a parte de ella: un departamento, sector, función, línea de pro-
ductos, sistema de información, estructura orgánica u otra. 
Elaboración de propuestas de medidas 
Una vez completada la labor de diagnóstico, se puede proceder al esta-
blecimiento de propuestas concretas de medidas en alguno de los sectores 
objeto del diagnóstico. Se puede pedir al consultor que realice todo el tra-
bajo, que comparta la tarea con el cliente o que actúe como un asesor del 
cliente que ha optado por elaborar nuevas propuestas con sus propios recur-
sos. Las medidas propuestas pueden implicar una o más opciones. Por otro 
lado, se puede pedir al consultor que presente diversas opciones con o sin 
recomendaciones sobre la línea de acción que ha de adoptar el cuente. 
Mejora de los sistemas y los métodos 
Una proporción considerable de todos los servicios de consultoría guarda 
relación con los sistemas y métodos en esferas como información de la direc-
ción, planificación de la empresa, programación y control de las actividades, 
integración y dirección de procesos, control de inventarios, tramitación de 
pedidos de clientes, gestión de ventas, registros del personal, indemnizacio-
nes, prestaciones sociales y otros sistemas. Tradicionalmente, muchas em-
presas de consultoría han desarrollado líneas de conocimientos especializa-
dos en uno o más de estos sectores. Los sistemas pueden ser uniformes o 
ajustados al cliente. El consultor puede asumir la plena responsabilidad del 
establecimiento de la viabilidad del sistema, elegir el sistema adecuado, 
adaptarlo a las condiciones del cliente y ponerlo en práctica en colaboración 
con el personal del cliente. Los clientes pueden también desempeñar un pa-
pel más activo en el establecimiento y la adaptación del sistema con el apoyo 
del consultor. 
Algunos sistemas están registrados y la empresa de consultoría posee el 
derecho de autor o está autorizada por el titular del derecho de autor a ven-
der el sistema como parte de sus servicios. 
Muchas organizaciones prefieren retener al consultor hasta que el sis-
tema «se ponga a punto», sea operacional y alcance los parámetros prome-
tidos. En la consultoría actual, la mayoría de los sistemas proporcionados es-
tán computarizados y su concepción, diseño y aplicación exigen una 
combinación de consultoría de gestión y de tecnología de la información. 
17 
La consultoría de empresas 
Planificación y gestión de los cambios de la organización 
Un caso bastante común es el de un cliente que posee los conocimientos 
técnicos y gerenciales necesarios para dirigir la organización, pero tiene difi-
cultades y se siente inseguro cuando se prevén cambios inevitables en la or-
ganización. A menudo esos cambios impondrán una gran tensión al perso-
nal, puesto que se verán afectados relaciones, hábitos de trabajo e intereses 
individuales o de grupo profundamente arraigados. En esas situaciones, los 
conocimientos especializados que se recaban de un consultor guardarían re-
lación con la gestión del cambio, en la identificación de la necesidad del 
cambio, el establecimiento de una estrategia y un plan para el cambio, la 
elección y aplicación de los métodos correctos para garantizar el cambio y 
superar las barreras al cambio, la supervisión del proceso, la evaluación de 
los progresos logrados y los resultados obtenidos y el ajuste del enfoque 
adoptado por la dirección en todas las etapas del ciclo del cambio. 
El consultor podrá aportar conocimientos periciales y asesoramiento 
tanto con respecto a métodos y técnicas concretos que se están modificando, 
como a la

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