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F I ( R a b H R A O P S R E R C K S M E V N I c f e 0 h Enferm Infecc Microbiol Clin. 2013;31(8):543–551 www.elsev ier .es /e imc ormación médica continuada: Infección nosocomial. Fundamentos y actuación clínica nfecciones causadas por bacterias grampositivas multirresistentes Staphylococcus aureus y Enterococcus spp.)� afael Cantóna,b,∗ y Patricia Ruiz-Garbajosaa Servicio de Microbiología, Hospital Universitario Ramón y Cajal, Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (IRYCIS), Madrid, España Unidad de Resistencia a Antibióticos y Virulencia Bacteriana asociada al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, España información del artículo istoria del artículo: ecibido el 5 de agosto de 2013 ceptado el 5 de agosto de 2013 n-line el 14 de septiembre de 2013 alabras clave: taphylococcus aureus esistencia a la meticilina nterococcus spp. esistencia a la vancomicina ontrol de infección nosocomial r e s u m e n Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) y enterococo multirresistente continúan siendo un problema en la infección nosocomial y han surgido nuevos retos en su control. SARM ha aumentado su perfil multirresistente; se han descrito aislados resistentes a vancomicina y linezolid, y con menor sensibilidad a daptomicina. Asimismo, han surgido nuevos clones (ST398), inicialmente asociados a explo- taciones ganaderas de cerdos, y variantes mec (mecC) con origen en animales de granja que escapan a la detección en sistemas moleculares basados en el gen mecA. En enterococo, se han descrito aislados con resistencia al linezolid y menor sensibilidad a daptomicina, y se ha comunicado en Europa el aislamiento de Enterococcus faecium resistente a ampicilina por producción de �-lactamasa. El control de SARM y enterococo multirresistente debe combinar una mejor utilización de los antimicrobianos y medidas epi- demiológicas, incluyendo la detección de portadores, que reduzca la presión de colonización y, por tanto, su transmisión. © 2013 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. Infections caused by multi-resistant Gram-positive bacteria (Staphylococcus aureus and Enterococcus spp.) eywords: taphylococcus aureus ethicillin resistance nterococcus spp. ancomycin resistance osocomial infection control a b s t r a c t Methicillin -resistant Staphylocccus aureus (MRSA) and multirresistant entorococci are still problematic in nosocomial infections and new challenges have emerged for their containment. MRSA has increased the multiresistant profile; it has been described vancomycin and linezolid resistant isolates and isolates with decreased daptomycin susceptibility. Moreover, new clones (ST398) have emerged, initially asso- ciated with piggeries, and new mec variants (mecC) with livestock origin that escape to the detection with current molecular methods based on mecA gene have been detected. In enterococci, linzeolid resistant iso- lates and isolates with deceased susceptibility to daptomycin have been described. Moreover, ampicillin resistant Enterococcus faecium due to �-lactamase production has been recently found in Europe. Con- trol of MRSA isolates and multiresistant enteroccocci should combined antibiotic stewardship strategies and epidemiological measures, including detection of colonized patients in order to reduce colonization issio pressure and their transm ntroducción A pesar de la mayor proporción de infecciones nosocomiales ausadas por microorganismos gramnegativos (aproximadamente � Nota: sección acreditada por el Consell Català de Formació Continuada de les Pro- essions Sanitàries. Consultar preguntas de cada artículo en: http://www.eslevier. s/eimc/formacion ∗ Autor para correspondencia. Correo electrónico: rafael.canton@salud.madrid.org (R. Cantón). 213-005X/$ – see front matter © 2013 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservado ttp://dx.doi.org/10.1016/j.eimc.2013.08.001 n. © 2013 Elsevier España, S.L. All rights reserved. un 55% en España) cuando se comparan con las producidas por los microorganismos grampositivos (35%), estas últimas continúan siendo un problema importante en el manejo de los pacientes hospitalizados. Según el estudio de prevalencia publicado recien- temente por el European Center for Diseases Control and Prevention (ECDC)1, Escherichia coli (E. coli) (15,9%) es el patógeno más impor- tante en la infección nosocomial, siendo el segundo y tercero Staphylococcus aureus (S. aureus) (15,9%) y Enterococcus spp. (9,6%), respectivamente. Estos últimos destacan también por su perfil mul- tirresistente; globalmente en toda Europa, el 41,2% de los aislados de S. aureus fueron resistentes a la meticilina (SARM) y el 10,2% s. dx.doi.org/10.1016/j.eimc.2013.08.001 www.elsevier.es/eimc http://www.eslevier.es/eimc/formacion http://www.eslevier.es/eimc/formacion mailto:rafael.canton@salud.madrid.org dx.doi.org/10.1016/j.eimc.2013.08.001 544 R. Cantón, P. Ruiz-Garbajosa / Enferm Infecc Microbiol Clin. 2013;31(8):543–551 22 19 18 25 25 29 40 36 37 45 41 45 42 44 48 48 51 43 43 43,1 19 93 19 94 19 95 19 96 19 97 19 98 19 99 20 00 20 01 20 02 20 03 20 04 20 05 20 06 20 07 20 08 20 09 20 10 20 11 20 12 0 10 20 30 40 50 60 T as a de r es is te nc ia ( % ) EPINE 1999-2012 (http://hws.vhebron.net/epine/) F m d q t a c E m r d p a g v n d i r p d g c E e s e U e ( t p f e c c ( m t p t c t d m 0 10 20 30 40 50 Bacteriemia 1.a 2.a catéter NAV Urinaria SC N En te ro co co S. au re us SA RM Ot ro s G ra m (+ ) Ot ro s G ra m (- ) C. alb ica ns Ca nd ida sp p. Ot ro s h on go s En te ro ba cte ria s BG NN F locales, la emergencia y la dispersión de los diferentes clones más allá de un único centro o compartimento (p. ej., hospitalario, extra- hospitalario o veterinario) y explicar los cambios epidemiológicos observados. En la tabla 1 se recogen los métodos más comúnmente Tabla 1 Características de los métodos más comúnmente utilizados en la tipificación de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina Método Fundamento Características PFGE Análisis de fragmentos generados por enzimas de restricción en el ADN total bacteriano Elevado poder de discriminación, útil en la investigación de brotes Tiempo prolongado de desarrollo Ausencia de criterios de nomenclatura interlaboratorio MLST Amplificación de secuencias de siete genes conservados (housekeeping) Útil en estudios poblacionales y de comparación de aislados entre diferentes centros Elevado coste Spa-typing Secuenciación de la región variable del gen spa (codifica la proteína A de superficie de S. aureus) Secuenciación de la región variable del gen spa que codifica la proteína A de superficie de S. aureus Tiempo corto de desarrollo Nomenclatura homogénea con posibilidad de comparación entre centros Tipificación del elemento SCCmec Secuenciación del elemento SCCmec Nomenclatura variable Elevado costo MLVA Análisis de las secuencias en tándem repetidas Elevado poder discriminatorio, fácil realización Ausencia de un protocolo estándar Datos no siempre igura 1. Evolución del porcentaje de aislados de Staphylococcus resistentes a la eticilina en España (estudio EPINE, 1991-2012). e los enterococos fueron resistentes a la vancomicina (ERV). Aun- ue España está por debajo de estas cifras, ambos microorganismos ienen gran relevancia en nuestro país. El presente artículo revisa y ctualiza diferentes aspectos relacionados con las infecciones noso- omiales producidas por estos microorganismos. pidemiología de Staphylococcus aureus resistente a la eticilina S. aureus es paradigma de la adquisición de mecanismos de esistencia y el desarrollo de antimicrobianos hasido parejo a su escripción. La resistencia a la meticilina fue comunicada en 1961 ero no fue hasta los años ochenta en los que las cifras de SARM lcanzaron cantidades alarmantes, siendo en la actualidad un pató- eno relevante en la infección nosocomial. No obstante, existen ariaciones importantes entre distintas áreas geográficas y en algu- os países, gracias a la implantación de medidas epidemiológicas e control y mejora de pruebas de detección, se ha producido un mportante descenso. En Asia, la prevalencia de SARM en los hospitales es en gene- al muy elevada, con cifras que superan el 60% de los aislados en aíses como Corea del Sur, Vietnam o Taiwán2. En Europa, el estu- io EARS-Net, que recoge aislados de S. aureus invasivos, ilustra las randes variaciones entre distintos países, incluso geográficamente ercanos. Mientras que las cifras son muy bajas (< 1%) en el norte de uropa (Noruega, Suecia, Dinamarca y Holanda), en otros se supera l 45% de los aislados (Malta, Portugal o Rumanía)3. En algunos paí- es, su incidencia ha disminuido de forma importante, resaltando l descenso en Irlanda, España, Francia, Bélgica, Alemania y Reino nido. En estos países las cifras alcanzaron en 2011 el 23,7, el 22,5, l 17,4, el 16,1 y el 13,6%, respectivamente. El Estudio de Prevalencia de la Infección Nosocomial en España EPINE) del año 2012 confirma la importancia de SARM en nues- ro país4. S. aureus fue el segundo patógeno en frecuencia (7,6%) or detrás de E. coli (28,1%). Un 43,1% de los aislados de S. aureus ueron resistentes a la meticilina, observándose un ligero descenso n relación con el porcentaje en años previos (fig. 1). Estos datos ontrastan con los obtenidos en el Estudio Nacional de Vigilan- ia de Infección Nosocomial en los Servicios de Medicina Intensiva ENVIN)5, que recoge los datos de incidencia de la infección nosoco- ial en las unidades de cuidados intensivos (UCI) en España y que endría valores más cercanos al estudio EARS-Net; tan solo la cuarta arte de los aislados de S. aureus se corresponde con cepas resis- entes a la meticilina. En la figura 2 se indica comparativamente on otros microorganismos la frecuencia de S. aureus y el porcen- aje de aislados resistentes a la meticilina en los diferentes tipos e infección nosocomial obtenidos en el estudio ENVIN. SARM es ás frecuente en la bacteriemia primaria (2,3%) y en la neumonía Figura 2. Porcentaje de diferentes microorganismos en los diferentes tipos de infec- ciones nosocomiales obtenidos en el estudio ENVIN, 2011. BGNNF: bacilos Gram negativos no fermentadores. asociada a ventilación mecánica (2,2%) que en la bacteriemia aso- ciada a catéter (0,9%) o en la infección urinaria (< 0,1%). Es de resaltar que estas cifras son más bajas que las recogidas en años anteriores en el estudio ENVIN. Este hecho sería debido a la implantación en España de los protocolos de «paquetes» de medidas (bundles) y pro- gramas de control de la infección nosocomial como Neumonía Zero o Bacteriemia Zero (http://hws.vhebron.net/formacion-Nzero/, http://hws.vhebron.net/formacion-BZero/). Técnicas de tipificación, estructura clonal y nomenclatura de los clones Un aspecto relevante en el análisis del SARM es el estudio de su estructura poblacional, ya que permite documentar las epidemias comparables entre diferentes laboratorios Secuenciación genómica Secuenciación completa del microorganismo Elevado número de datos Elevado coste http://hws.vhebron.net/formacion-Nzero/ http://hws.vhebron.net/formacion-BZero/ Infecc Microbiol Clin. 2013;31(8):543–551 545 u c l P u h t c y M m n c c m d fi b c n fi d c c s e p e c e s l e r c t t g l d t e d P c d u a p i C s h v C g i i l Tabla 2 Características tradicionalmente asociadas a los clones hospitalarios y comunitarios Característica SARM comunitario (CA-MRSA) SARM hospitalario (HA-MRSA) Infecciones más frecuentes Piel y tejidos blandos y neumonía de adquisición comunitaria Respiratoria, bacteriemia primaria y asociada a catéter Epidemiología Multiclonal Epidemias en poblaciones cerradas (deportistas, etc.) Escasos clones Epidemias asociadas a hospitales Factores de riesgo Alteración de piel, heridas Ingreso previo en hospitales Factores de multirresistencia (tratamiento previo con antimicrobianos, estancia hospitalaria previa) Edad Jóvenes Mayores Patrón de sensibilidad Variado Homogéneo Genotipo SCCmec tipo iv (mayoría) SCCmec tipo i, ii y iii R. Cantón, P. Ruiz-Garbajosa / Enferm tilizados en la tipificación de SARM y se indican sus característi- as esenciales y utilidad. Estos métodos han permitido confirmar a introducción del gen mecA (responsable de la producción de la BP2a) en diferentes clones de S. aureus sensibles a la meticilina en nas pocas ocasiones y su posterior dispersión mundial. También an facilitado conocer las diferencias entre los clones eminen- emente hospitalarios (hospital-associated-MRSA [HA-MRSA]), los omunitarios (community acquired/associated-MRSA [CA-MRSA]) los relacionados con animales (livestock-associated-MRSA [LA- RSA]). La electroforesis en campo pulsante (PFGE) continúa siendo el étodo de referencia a nivel local. No obstante, se están impo- iendo otras técnicas con el objetivo de detectar nuevos clones, omparar aislados de más de un centro y realizar análisis filogenéti- os, sobre todo en los centros de referencia6. Una de las técnicas de ayor éxito es el spa-typing; se fundamenta en la secuenciación e la región variable del gen spa que codifica la proteína A de super- cie de S. aureus. Al igual que el multilocus sequence typing (MLST), asado en la secuenciación de regiones de ADN definidas de 7 genes onservados (arc, aro, glp, gmk, pta, tpi e yqi), el spa-typing utiliza una omenclatura estandarizada a través de una base de datos especí- ca que controla los datos generados (www.SeqNet.org). El MLST etermina secuencias tipo (sequence type [ST]), que se agrupan en omplejos clonales (clonal complex [CC]) y en el spa-typing, en fun- ión de la secuencia de la región variable del gen spa, se genera un pa-type. El poder discriminatorio de ambas técnicas es elevado y stán recomendadas por el ECDC. También, aunque con menos entusiasmo por su mayor com- lejidad, se recomienda la secuenciación del elemento SCCmec, structura que integra el gen mec. Ofrece información precisa en uanto a tipos y subtipos de los aislados SARM pero carece, por l momento, de una nomenclatura unificada. Hasta el momento e han establecido 11 tipos de SCCmec en función del alotipo de os complejos genéticos ccr y mec que lo integran. Los subtipos se stablecen en función de los polimorfismos o las variaciones en las egiones J (joining-region, J1, J2 y J3) del SSCmec7. A pesar de su omplejidad, se ha asociado el tipo del SSCmec con su origen; los ipos i, ii y iii tendrían un origen nosocomial, el iv tanto comuni- ario como nosocomial, el v se asocia al ganado porcino y el xi al anado vacuno. En igual situación se encontraría la técnica multi- ocus variable-number tandem repeat analysis (MLVA) que, a pesar e su rapidez, elevado poder discriminatorio y fácil realización, no iene un protocolo estándar y los datos pueden no ser comparables ntre diferentes laboratorios. En la definición de los clones suele añadirse la posible pro- ucción de marcadores de virulencia, como es la leucocidina de anton-Valentine (PVL), presente inicialmente en la mayoría de las epas de origen comunitario (CA-MRSA)8. Recientemente, con el abaratamiento de los costes de los méto- os moleculares, se ha propuesto la secuenciación masiva como na técnica útil en la investigación y control de brotes por SARM, unque su implantación rutinaria es, por el momento, escasa y recisa de herramientas de análisis bioinformático que ayuden a nterpretar la ingente cantidad de datos obtenidos9. lones hospitalarios, comunitarios y asociados a animales Los clones hospitalarios (HA-MRSA) fueron los primeros que urgieron y los responsables del gran aumento de SARM en los ospitales durante los años ochenta y noventa.Los CC más pre- alentes desde 1961 hasta nuestros días han sido CC5, CC8, CC22, C30 y CC456. Cada CC incluye diferentes ST, con una epidemiolo- ía y localización geográfica variable. Los más prevalentes serían los ntegrados en los CC5 y CC8. Este último alberga al denominado clon bérico (UK-EMRSA-5) o ST247-HA-MRSA-I, responsable durante os años noventa del fuerte incremento en España de aislados de PVL-positiva PVL-negativa PVL: leucocidina de Panton-Valentine. SARM resistente a todos los aminoglucósidos y las fluoroquino- lonas. Con posterioridad, este clon ha sido desplazado por otros clones sensibles a la gentamicina pero resistentes a la amikacina10. El CC30 integra al ST36 (o UK-EMRSA-16), inicialmente descrito en Inglaterra y que dio lugar, superpuesto con el ST22 (UK-EMRSA- 15), al incremento de SARM en el Reino Unido en los años ochenta y noventa. En algunos países asiáticos, como Corea del Sur, Taiwán o Vietnam, se ha observado la dispersión de clones HA-MRSA en la comunidad, comportándose como los catalogados como CA-MRSA. Durante la década de los 2000 se observó en EE. UU. un rápido aumento de cepas de SARM en la comunidad, demostrándose que la práctica totalidad de los aislados pertenecían al clon USA300 SCCmec de tipo iv productor de PVL y sensible a rifampicina, cotri- moxazol, clindamicina y tetraciclina. Se asociaba esencialmente a infecciones de piel y tejidos blandos pero también causaba neumo- nías necrosantes severas con mal pronóstico. En Europa, este clon ha sido infrecuente y las cepas de SARM productoras de PVL encon- tradas en la comunidad tienen una estructura policlonal, siendo el ST80 el mayoritario6. En estudios recientes se ha demostrado la invasión de clones con SSCmec de tipo iv, típico de los CA-MRSA, en el compartimento hospitalario, desdibujando la separación tra- dicional entre clones comunitarios y hospitalarios (tabla 2). Este hecho podría estar en relación con la mayor competencia o fitness de los aislados comunitarios con respecto a los hospitalarios11. Más recientemente, en 2003, se describieron aislados de SARM que pertenecían al ST398 en cuidadores de granjas de cerdos en Holanda, comprobándose su origen animal. Estos aislados repre- sentan los denominados LA-MRSA. La mayoría se han encontrado en países con baja incidencia de SARM (Holanda, Bélgica, Dina- marca y Austria), demostrándose, a pesar de su rápida y amplia difusión, una baja incidencia en hospitales12. No obstante, estu- dios posteriores, incluyendo los realizados en España, han mostrado la penetración y la circulación de clones LA-MRSA tanto en el ambiente hospitalario como extrahospitalario, y que podrían cam- biar la epidemiología actual13. Emergencia de nuevas variantes mec En 2011 se describió por primera vez un análogo de mecA, inicial- mente denominado mecALGA251 y en la actualidad mecC, asociado a una nueva estructura de SCCmec (tipo xi) en aislados procedentes de humanos y de ganado bovino en Dinamarca y Reino Unido14,15. Su caracterización indicó transmisión entre el hombre y el ganado bovino, aunque también se han aislado en animales domésticos y http://www.seqnet.org/ 5 Infecc s c I y e a l m P r n E s l b d n l c m e d r u t a c q c s a d c o g d fi c t c s G m a l a h h t c v t p d a ( i g e V 46 R. Cantón, P. Ruiz-Garbajosa / Enferm alvajes. La secuenciación genómica demostró su relación, eviden- iándose un origen común. En Europa, se ha descrito en Dinamarca, rlanda, Francia, Noruega, Alemania, Suiza, Holanda, Suecia, Bélgica España. A pesar de su aparente dispersión, su epidemiología no s bien conocida, ya que las pruebas de laboratorio basadas en la mplificación del gen mecA o en la aglutinación relacionada con a PBP2a dan resultados negativos, por lo que es necesario imple- entar nuevas técnicas para su detección16. erfil de multirresistencia de Staphylococcus aureus esistente a la meticilina SARM suele ser resistente a los macrólidos y las fluoroquinolo- as, con un patrón de sensibilidad variable a los aminoglucósidos. ste perfil se adquirió a partir de la década de los años setenta, iendo más reciente la descripción de aislados con resistencia al inezolid y los glucopéptidos (vancomicina y teicoplanina). Tam- ién se han descrito aislados con sensibilidad disminuida a la aptomicina e incluso a la ceftarolina, cefalosporina con alta afi- idad por la PBP2a. La resistencia al linezolid en el SARM se describió primeramente igada mutaciones ribosomales y más recientemente a la adquisi- ión del gen cfr17. Este gen, responsable de la producción de una etilasa que interactúa con el 23sRNA, se encontró inicialmente n estafilococos coagulasa negativa de origen animal. En España se escribió por primera vez a nivel mundial una epidemia por SARM esistente al linezolid, asociándose su aparición al incremento del so del linezolid18. El gen cfr suele estar localizado en plásmidos ransferibles y confiere un perfil de resistencia que también afecta las pleuromutilinas, las lincosamidas, las estreptogramina A y el loranfenicol. Aunque los valores de CMI al linezolid en las cepas ue presentan el gen cfr suelen estar entre 16 y 32 mg/L, su detec- ión con técnicas de difusión (discos o tiras en gradiente) no es encilla, ya que se producen halos dobles que impiden una lectura decuada de las pruebas de sensibilidad. En la actualidad, se han escrito también aislados que presentan simultáneamente muta- iones ribosomales y el gen cfr. La resistencia o pérdida de sensibilidad a los glucopéptidos ha riginado grandes debates acerca de su importancia epidemioló- ica y clínica. Los comités EUCAST y CLSI establecen como punto e corte de sensibilidad para vancomicina ≤ 2 mg/L. El CLSI clasi- ca las cepas con valores de CMI para vancomicina de 4 y 8 mg/L omo intermedias (cepas VISA o GISA) y ≥ 16 mg/L como resis- entes. EUCAST no reconoce desde un punto de vista clínico la ategoría intermedia y considera clínicamente resistentes cuando e obtienen valores de CMI > 2 mg/L para vancomicina. Los aislados ISA o VISA se asocian con fracaso terapéutico y deben esencial- ente estos valores a un engrosamiento de la pared que impide la ctuación adecuada de la vancomicina. Esta misma característica a tendrían algunas de las cepas que presentan valores de CMI la vancomicina de 2 mg/L pero que expresarían de forma eterogénea esta particularidad (fenómeno denominado como eterorresistencia). También se han asociado con mayor fracaso erapéutico y con una pérdida de la actividad bactericida (toleran- ia) de los glucopéptidos19. Las cepas altamente resistentes a la ancomicina (CMI ≥ 32 mg/L), denominadas SARV, deben estar par- icularidad a la adquisición del gen vanA de enterococo a través de lásmidos que portan el transposón Tn154620. Hasta hace poco, su escripción se ha limitado a EE. UU. y algunos países de la península rábiga, pero se también se han descrito en Sudamérica y Europa Portugal)21. La pérdida de sensibilidad a la daptomicina (CMI ≥ 1 mg/L) es nfrecuente y los aislados que la presentan tiene mutaciones en enes relacionados con la membrana celular (mprF, yycFG, . . .) y ngrosamiento de la pared celular, siendo más frecuente en aislados ISA (o GISA) con menor sensibilidad a los glucopéptidos. También Microbiol Clin. 2013;31(8):543–551 se afecta la daptomicina en aislados con alteraciones en procesos de polarización de membrana22. Un tema que preocupa en el control de la infección por SARM es la resistencia a la mupirocina, antimicrobiano empleado en la decolonización del estado de portador nasal de SARM. Su frecuen- cia varía de unos centros a otros y se relaciona con el uso de este antimicrobiano. La resistencia de alto nivel, asociada al fracaso tera- péutico de la decolonización nasal, está mediada por el gen mupA ligado a plásmidos conjugativos que también presentan genes de resistencia a otros antimicrobianos. La resistencia de bajo nivel se asocia a mutaciones en el gen ileS, siendo incierta su repercusión clínica23. Impacto clínico de la infecciónnosocomial por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina y diagnóstico de laboratorio SARM se aísla en una gran variedad de infecciones nosocomiales, entre ellas las de localización quirúrgica, la respiratoria, la bacte- riemia y, de manera testimonial, la infección urinaria (fig. 2). Los factores de riesgo para desarrollar infecciones por SARM varían según el tipo de aislado, HA-MRSA o CA-MRSA, aunque coinciden en el tratamiento previo con antimicrobianos, la colonización por SARM y el contacto sociosanitario o con individuos colonizados o infectados por este microorganismo. Por ello, se han establecido programas para detectar a los individuos colonizados tratando de reducir el riesgo de adquisición de una infección por SARM. En algu- nos países se han introducido programas de cribado universal de los pacientes que ingresan en los hospitales con el fin de establecer medidas de barrera que impidan su transmisión. Esta actuación ha permitido una disminución drástica de la infección por SARM. Los métodos de detección en el laboratorio a partir de mues- tras clínicas incluyen la utilización de medios cromogénicos en el cultivo y métodos moleculares basados en la amplificación del gen mecA por técnicas de reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real24. Estos últimos incluyen sistemas cada vez más rápidos y sencillos de utilizar. Su sensibilidad y especificidad son elevadas y hacen innecesario recurrir a cultivos con enriquecimiento pre- vio. No obstante, la aparición de nuevas variantes mec obligará a desarrollar nuevas estrategias de detección. El diagnóstico de laboratorio debe completarse con el análisis epidemiológico de los aislados, que permite definir situaciones de brote. La importancia de SARM se ha hecho evidente no solo por las implicaciones en el pronóstico, sino también por la mayor demanda de recursos sanitarios. Los pacientes infectados por SARM requieren mayor número de pruebas diagnósticas y antimicrobianos, y se aso- cian a estancias hospitalarias prolongadas. Se han publicado varias revisiones y metaanálisis que relacionan SARM con una mayor mortalidad25,26. Tratamiento de las infecciones producidas por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina y control epidemiológico El tratamiento de las infecciones producidas por SARM tiene grandes limitaciones por el perfil multirresistente que suele pre- sentar. Los glucopéptidos, esencialmente vancomicina, han sido considerados tradicionalmente tratamiento de elección. No obs- tante, en los últimos años, se ha abierto un gran debate al comprobar cifras elevadas de fracasos terapéuticos en situaciones en las que los aislados de SARM presentaban valores de CMI ≥ 1,5 mg/L, sobre todo cuando se comparan con los que se producen con aislados con valores de CMI de vancomicina ≤ 1 mg/L27. En el primer caso, aun ajustando el tratamiento con vancomicina a valores valle de 15 a 20 mg/L, se produce un porcentaje elevado de fracasos tras el tratamiento con vancomicina28. Infecc Microbiol Clin. 2013;31(8):543–551 547 c d t d c u e e l l b b p c m b g M S e r c l h m t p y e c t i d n t E t e n i d e s y t p v t m d m E d l e e m e r Tabla 3 Medidas habitualmente empleadas en el control de SARM y ERV Medidas generales Medidas específicas Detección-identificación de casos Implantación de indicadores de infección Establecimiento de sistemas de alerta a equipos de infección Implementación de métodos de detección de pacientes colonizados (cultivos de vigilancia con medios cromogénicos y técnicas moleculares) Implementación de métodos de tipificación en la caracterización de brotes Detección del personal sanitario colonizado Medidas de prevención y control de la transmisión Lavado de manos con soluciones alcohólicas Uso racional de guantes y mascarillas Aislamiento de pacientes colonizados o infectados Higiene de pacientes (baño/ducha o uso de esponjas desechables con clorhexidina) Desinfección de aparatos de exploración de pacientes Descolonización de pacientes Decolonización nasal con mupirocina con o sin la utilización de higiene con clorhexidina (en particular para SARM) Limpieza/desinfección medioambiental Limpieza de superficies, equipos y habitaciones Control del uso de antimicrobianos Restricción del uso de antimicrobianos (cefalosporinas y fluoroquinolonas) Formación e implicación de los directivos Formación del personal sanitario Creación de equipos de seguimiento, incluyendo directivos en la institución R. Cantón, P. Ruiz-Garbajosa / Enferm En España, se han publicado diferentes guías y documentos de onsenso que recogen la experiencia publicada y las opiniones e experto. La elección del tratamiento está estratificada según el ipo de infección, los valores de CMI de la vancomicina y, en el caso el tratamiento empírico, en la epidemiología local de los aislados on CMI ≥ 1,5 mg/L29-31. En una de estas guías se recomienda no tilizar vancomicina de forma empírica cuando la prevalencia de ste tipo de aislados supere el 10%29. El linezolid sería de elección n la infección respiratoria, mientras que la daptomicina y el linezo- id en la infección de piel y tejidos blandos, la infección quirúrgica y a bacteriemia, incluyendo la asociada a catéter. La tigeciclina tam- ién se ha utilizado como alternativa en infecciones de piel y tejidos landos e intraabdominales, sobre todo en las que tengan un com- onente polimicrobiano, Recientemente, se ha aprobado el uso de eftarolina, cefalosporina con actividad frente a SARM, en la neu- onía adquirida en la comunidad y en la infección de piel y tejidos landos. Presenta una buena actividad frente a SARM debido su ran afinidad por la PBP2a. edias de prevención de la infección nosocomial por taphylococcus aureus resistente a la meticilina SARM coloniza con facilidad la mucosa nasal y la epidermis, sencialmente en los pliegues, así como las úlceras y heridas qui- úrgicas. Por esta razón, los programas de cribado de pacientes olonizados incluyen generalmente estas localizaciones, ajustando a estrategia a las peculiaridades de cada centro32. La transmisión ospitalaria de SARM se suele producir con facilidad a través de las anos contaminadas del personal sanitario, de superficies o el ins- rumental médico contaminado o del contacto entre los pacientes, or lo que es importante la instauración de programas de cribado aplicación de medidas de aislamiento. El ambiente hospitalario s un nicho proclive a la persistencia de SARM debido a la gran antidad de antimicrobianos que se utilizan, el perfil multirresis- ente de SARM y los procesos de coselección que se produce. Al gual que para otros microorganismos multirresistentes, el riesgo e que un paciente se colonice por SARM es mayor al aumentar el úmero de pacientes colonizados en una determinada área hospi- alaria (presión de colonización) y el tiempo de ingreso hospitalario. ste último favorece el contacto con el resto de los pacientes y los rabajadores sanitarios. El laboratorio de microbiología desempeña un papel importante n la prevención de la infección por SARM con la detección de los uevos casos, incluyendo la de los pacientes no hospitalizados, la mplantación de técnicas de detección de este tipo de aislados y el análisis de la clonalidad para definir situaciones de brote o pidemia. El aislamiento de los pacientes colonizados por SARM sigue iendo objeto de debate, aunque está generalizada su realización se recoge en la totalidad de las guías de actuación en el con- rol de la infección-colonización por SARM32. El aislamiento suele rolongarse todo el ingreso o hasta que al menos 3 muestras de igilancia consecutivas sean negativas. No existe un consenso del iempo que debe transcurrir entre la recogida de las muestras. Con ayor acuerdo está la utilización de guantes, mascarillas y batas esechables en el manejo de los pacientes y siempre el lavado de anos del personal sanitario tras la manipulación de los pacientes. n la tabla 3 se esquematizan las medidas habitualmente emplea- as en el control de SARM. Todasestas medidas deben adaptarse a as particularidades y posibilidades de cada centro, y a su situación pidemiológica. La concienciación de que los centros sociosanitarios y atención xtrahospitalaria desempeñan un papel esencial en el manteni- iento y la transmisión de SARM hace también necesario establecer strategias de control en estas áreas. El número de estudios ealizados es menor y las medias deben partir de la experiencia ERV: enterococo resistente a la vancomicina; SARM: Staphylococcus aureus resis- tente a la meticilina. obtenida en los hospitales. En el caso de los aislados relacionados con animales (LA-MRSA), el control debe centrarse en las granjas o instalaciones de producción y en sus trabajadores. No obstante, no existe un consenso de cuáles deben ser las medidas establecidas. Infección nosocomial por Enterococcus spp. Los enterococos forman parte de la microbiota de humanos y animales, siendo Enterococcus faecalis (E. faecalis) y Enterococ- cus faecium (E. faecium) las especies más abundantes en el tracto intestinal de los humanos. Aunque desde el siglo xix se conoce el papel de los enterococos como agentes causales de endocardi- tis, tradicionalmente se les ha considerado microorganismos con bajo potencial patógeno. No obstante, en la epidemiología de la infección enterocócica se han producido importantes cambios y desde la década de los ochenta se consideran importantes pató- genos nosocomiales33. Estos cambios son consecuencia de factores relacionados con la propia biología de la bacteria y con el hués- ped. Los enterococos son bacterias intrínsecamente resistentes a diferentes antibióticos como las cefalosporinas o los aminoglucósi- dos, pero también poseen una especial capacidad para desarrollar resistencias a otros antibióticos, bien por adquisición de genes de resistencia localizados en plásmidos o en transposones (p. ej., resistencia a los glucopéptidos) o por mutaciones espontáneas que aumentan el nivel de resistencia a algunos antibióticos (p. ej., resis- tencia a las fluoroquinolonas). Además, los enterococos son capaces de sobrevivir en el ambiente en condiciones adversas, facilitando su diseminación y transmisión entre pacientes. Por otra parte, como consecuencia de los avances en la medicina, y al igual que lo acon- tecido con S. aureus, se ha producido un aumento en el número de pacientes con factores de riesgo para desarrollar una infección nosocomial por enterococo (ingreso en UCI, inmunosupresión, uso previo de antibióticos, uso de catéteres, etc.). 5 Infecc E C r u a l d ( t i t i u m d d l i ( f ( c a n r n p r n e u v o d r E t d e N � r E n i i E o u r e f q m d a d S y 48 R. Cantón, P. Ruiz-Garbajosa / Enferm pidemiología de la infección nosocomial por enterococo. ambio epidemiológico de diferentes especies Los enterococos son responsables del casi el 10% de infecciones elacionadas con la asistencia sanitaria según los datos recogidos en n estudio de prevalencia realizado por el ECDC en hospitales de gudos en Europa (2011-2012)1. En función del tipo de infección, os enterococos principalmente se relacionaron con infecciones e localización quirúrgica (14,5%), infecciones del tracto urinario 12,5%) y bacteriemias (8,2%). En España, el estudio EPINE mos- ró que los enterococos también causaron alrededor del 10% de las nfecciones de origen nosocomial en el año 20124. Atendiendo al ipo de infección, los enterococos se aislaron mayoritariamente en nfecciones de localización quirúrgica, urinaria y bacteriemia en n 14, un 13 y un 8,2% de los episodios, respectivamente, cifras uy similares a las descritas en otros países europeos. El estu- io ENVIN también reflejó unos porcentajes infección enterocócica e más del 10% en pacientes críticos5 (fig. 2). En función de la ocalización de la infección, de nuevo se asociaron principalmente a nfección del tracto urinario relacionada con el uso de sonda uretral 18%) y bacteriemias (13%). De todas las especies de enterococo, E. faecalis es la especie más recuente (80-90% de las muestras clínicas) seguida de E. faecium 5-10%)33. Antes de la década de los noventa, la ratio de infecciones ausadas por E. faecalis y E. faecium era de 10:1, pero a finales de los ños noventa comenzó a describirse un importante aumento en el úmero de infecciones originadas por E. faecium, alcanzando una atio de 3:134,35. En nuestro país, el 6,6 y el 3,7% de las infeccio- es de adquisición nosocomial en el año 2012 estuvieron causadas or E. faecalis y E. faecium, respectivamente4, representando ya una atio de 2:1. No obstante, esta ratio puede estar sujeta a variacio- es geográficas, lugar de adquisición y tipo de infección5,34. Así, por jemplo, en pacientes críticos en la infección urinaria asociada al so de sonda urinaria, E. faecalis predomina sobre E. faecium (14% s. 4%), mientras que en bacteriemias secundarias a infección de tros focos, el aislamiento de E. faecium es ligeramente superior al e E. faecalis (6,5% vs. 5,8%)5. Otras especies de enterococo, como Enterococcus durans, Ente- ococcus avium, Enterococcus raffinosus, Enterococcus gallinarum y nterococcus casselifalvus, solo representan un pequeño porcen- aje de los aislados clínicos33. Las bacteriemias por estas especies e enterococos se han asociado a pacientes inmunodeprimidos y stancias hospitalarias prolongadas36. uevos retos de resistencia: cepas productoras de -lactamasa, resistencia al linezolid y nuevas variantes esistentes a la vancomicina E. faecium presenta mayores problemas de multirresistencia que . faecalis, por lo que su aumento como agente causal de infeccio- es relacionadas con la asistencia sanitaria presenta importantes mplicaciones clínicas. En E. faecium, se ha producido un importante ncremento de las tasas de resistencia de alto nivel a la ampicilina. ste tipo de aislados se describió en EE. UU. a finales de los años chenta, mientras que Europa este aumento se comenzó a observar na década después33. En la actualidad, el porcentaje de E. faecium esistente a la ampicilina supera el 80% en muchos países europeos, ntre ellos España3. La resistencia de alto nivel a las penicilinas en E. aecium es debida principalmente a la hiperproducción de la PBP5, ue tiene una baja afinidad natural por las penicilinas, o también a utaciones en el gen pbp5, que confieren incluso una menor afini- ad por las penicilinas37. Por el contrario, en E. faecalis, la resistencia la ampicilina es poco común, habiéndose descrito casos esporá- icos de cepas productoras de una �-lactamasa idéntica a la de . aureus en EE. UU., Canadá, Argentina, Líbano e India. Igualmente, de forma excepcional, se ha descrito la presencia de cepas de Microbiol Clin. 2013;31(8):543–551 E. faecium productoras de �-lactamasa en EE. UU. y más reciente- mente en Italia37,38. En la década de los ochenta, se describieron en Francia y en el Reino Unido las primeras cepas de E. faecium resistentes a la vancomicina. En la prevalencia de resistencia a glucopépti- dos en enterococo existen variaciones temporales y geográficas importantes. En los EE. UU., en la década de los noventa se ori- ginó un importante aumento de la resistencia a vancomicina, llegando a alcanzar desde entonces niveles endémicos en muchos hospitales33. En Europa, por el contrario, los ERV se asociaron a animales de granja y voluntarios sanos de la comunidad como con- secuencia del uso de la avoparcina como promotor del crecimiento en animales. Aunque el consumo de avoparcina en animales fue prohibido en 1996, disminuyendo así la prevalencia de ERV en la comunidad, paralelamente en los hospitales europeos se ha produ- cido un importante incremento de estas cepas33. En Europa existen grandes variaciones en la prevalencia de ERV en los distintos países. Según datos del EARS-Net de 2011, hay países como Grecia, Irlanda o Portugal que presentan una prevalencia de ERV superior al 20%, mientras que otros países, entre los que se encuentra España, la prevalencia es inferior al 5%3. En América del Sur y Asia, la preva- lenciade ERV es baja, aunque se han descrito brotes nosocomiales en diferentes países33. La resistencia a los glucopéptidos se asocia mayoritariamente a cepas de E. faecium resistentes a ampicilina. En E. faecalis esta resistencia es menos frecuente, no superando una prevalencia del 5% incluso en países altamente endémicos. La resistencia adquirida a glucopéptidos en enterococo esta mediada por 8 operones diferentes denominados van (vanA, vanB, vanD, vanE, vanG, vanL, vanM y van), siendo vanA y vanB los genes detectados con más frecuencia37. El gen vanA confiere resistencia inducible de alto nivel a vancomicina y teicoplanina, y se adquiere generalmente a través del transposón Tn1546 o de transposones relacionados de la familia Tn3. Por el contrario, el gen vanB con- fiere resistencia inducible de alto o moderado nivel a vancomicina y permanece sensible a teicoplanina, y con frecuencia se encuen- tra presente en el transposón Tn5382 junto con la resistencia a ampicilina. En la actualidad, preocupa la emergencia de resistencias a anti- bióticos que pueden ser empleados como alternativas terapéuticas a la vancomicina, como son el linezolid y la daptomicina. Así, se han descrito casos aislados y brotes hospitalarios causados por ente- rococo resistente al linezolid39. El mecanismo de resistencia más frecuente es la mutación G2576T en la subunidad 23S del ARN ribo- sómico. Esta resistencia por mutaciones ribosomales se ha descrito sobre todo en pacientes que habían recibido tratamiento previo con linezolid. Más recientemente, se ha descrito en enterococo la resis- tencia transferible a linezolid mediado por el gen cfr que codifica una metilasa ribosómica y descrito previamente en estafilococo37. La daptomicina es un antibiótico bactericida que también pre- senta actividad frente a ERV. No obstante, se han descrito cepas de E. faecalis y E. faecium con sensibilidad disminuida a la daptomi- cina, alcanzando valores de CMI de hasta 16 mg/L40. En estas cepas existen alteraciones estructurales en la membrana celular como consecuencia de mutaciones en los genes que codifican las proteí- nas LiaF y GdpD implicadas en el metabolismo de los fosfolípidos y que afectarían al mecanismo de actuación de la daptomicina41. Análisis de clonalidad y dispersión de clones resistentes y multirresistentes de enterococo Al igual que en SARM, la PFGE continúa siendo la técnica de referencia en el análisis de los brotes originados por enteroco- cos multirresistentes y son otras técnicas las empleadas en los estudios a mayor escala y de análisis filogenético. Los cambios observados en la epidemiología de las resistencias en enterococo están íntimamente relacionados con las dinámicas poblacionales Infecc d E a c a M u ( h c p v p g c r z m f M g d l n M b C d h I m c q d i n t t g e p m L o p m n d A d m o n N l o n p m h R. Cantón, P. Ruiz-Garbajosa / Enferm e estas bacterias. Los estudios de estructura poblacional, tanto en . faecalis como E. faecium, han puesto de manifiesto la existencia en mbas especies de los denominados clones de alto riesgo (CAR) aso- iados, entre otras características, con perfiles de multirresistencia ntibiótica y presencia de diferentes genes de virulencia42. El análisis de la estructura poblacional de E. faecium mediante LST con los genes gdh, gyd, pstS, gki, aroE, xpt e yiq identificó na subpoblación policlonal designada como complejo clonal-17 CC17) en la que se agrupaban la mayor parte de las cepas de origen ospitalario42. Estas cepas se caracterizan por presentar resisten- ia a la vancomicina, ampicilina y quinolonas, aunque en la mayor arte de los países europeos E. faecium-CC17 es todavía sensible a la ancomicina. Asimismo, la secuenciación de los genomas de cepas ertenecientes a esta subpoblación hospitalaria ha identificado una ran variedad de genes que codifican factores de virulencia, secuen- ias de inserción e islas de patogenicidad que codifican nuevas utas metabólicas que no están presentes en cepas que coloni- an a individuos sanos de la comunidad y animales42. Todo este aterial genético presente exclusivamente en CC17 podría haber acilitado la adaptación de esta población al medio hospitalario. ás recientemente, el análisis mediante Bayesian-based population enetic modelling (BAPS) ha reclasificado a CC17 en 2 subgrupos enominados BAPS 2-1 y BAPS 3-3, confirmando la existencia de 3 inajes genéticos (ST17, ST18 y ST78) que podrían haber evolucio- ado de forma independiente43. En E. faecalis el análisis de la estructura poblacional mediante LST con los genes adk, atpA, ddl, gyd, gdh, purK y pstS tam- ién demostró la existencia de CAR representados por diferentes C (CC2, CC9, CC28 y CC40)44. Estos CC agrupan la mayor parte e E. faecalis resistentes a vancomicina y causantes de brotes ospitalarios42,44. mpacto clínico de la infección nosocomial por enterococo ultirresistente y opciones terapéuticas Los enterococos pueden originar una gran variedad de infec- iones nosocomiales, entre ellas las urinarias, de localización uirúrgica, bacteriemias, infecciones intraabdominales y endocar- itis. Los pacientes con mayores factores de riesgo para desarrollar nfecciones por enterococos multirresistentes son los pacientes eutropénicos, especialmente aquellos con mucositis, trasplan- ados de médula ósea o precursores hematopoyéticos, así como rasplantados de órgano sólido, pacientes en hemodiálisis, con ciru- ías previas, con catéteres urinarios o vasculares o pacientes con stancia hospitalaria prolongada y que han recibido antibiotera- ia previa39. En estos pacientes, la colonización por enterococos ultirresistentes es un paso previo al desarrollo de la infección. a colonización de sondas urinarias o catéteres vasculares puede riginar infecciones urinarias o bacteriemias, mientras que en acientes neutropénicos con mucositis puede originar bacterie- ias por translocación desde el tracto gastrointestinal. Ahora bien, o todos los pacientes colonizados presentan el mismo riesgo de esarrollar infección, ya que depende de la población estudiada. sí, por ejemplo, más de un 11% de los pacientes con un trasplante e órgano sólido colonizados por ERV desarrollan una infección, ientras que esta cifra asciende al 24% si se trata de pacientes ncohematológicos39. Por el contrario, en los individuos sanos colo- izados por ERV el riesgo de desarrollar una infección es mínimo. o obstante, es importante recordar que la significación clínica de os enterococos en muchas ocasiones es incierta, ya que en muchas casiones se aíslan en el contexto de infecciones polimicrobia- as como las intraabdominales o en heridas o úlceras donde su apel como microorganismo patógeno todavía no ha sido clara- ente establecido. Las infecciones invasivas por enterococos multirresistentes se an asociado a una peor respuesta clínica. En pacientes con Microbiol Clin. 2013;31(8):543–551 549 bacteriemia por ERV se ha descrito una mortalidad cruda que puede alcanzar hasta el 60%, aunque estas tasas dependen en gran medida del grupo de población estudiada39. Estas elevadas tasas de morta- lidad pueden ser debidas a que estas infecciones se desarrollan en pacientes con serios problemas de inmunidad y múltiples comor- bilidades. Uno de los aspectos más evaluados de la infección enterocó- cica nosocomial ha sido el impacto de la resistencia a vancomicina en la respuesta clínica de las bacteriemias. En un metaanálisis en el que se incluyeron 1.614 episodios de bacteriemia enterocócica (638 por ERV y 931 por enterococos sensibles a vancomicina [ESV]), los pacientes con bacteriemia por ERV presentaron una mayor morta- lidad en comparación con los pacientes con bacteriemias por ESV (OR = 2,52; IC del 95%, 1,9-3,4)45. La peor respuesta del grupo de pacientes con bacteriemia por ERV podría ser debida al retraso en el tratamiento antibiótico adecuado, una peor actividad de los antibióticos empleados para el tratamiento de ERV o bien diferen- cias en la virulencia de las poblaciones ERV y ESV. No obstante, la mayor mortalidadatribuida a las bacteriemias por ERV es un tema aún controvertido, ya que otros estudios no han confirmado estos hallazgos39. Por el contrario, lo que sí se ha demostrado es que las infecciones por ERV se asocian a una mayor estancia hospitalaria y un mayor consumo de recursos sanitarios en comparación con las producidas por ESV. La mayor trascendencia clínica de las infecciones producidas por ERV son las limitadas opciones terapéuticas que existen frente a estas infecciones. El linezolid y la daptomicina son los antibióti- cos que principalmente se han usado como alternativa46. Linezolid ha demostrado ser efectivo en el tratamiento de las infecciones por ERV, aunque en infecciones como la endocarditis su uso es controvertido por su acción bacteriostática y aún existe poca expe- riencia clínica. Por su parte, la experiencia de la utilización de la daptomicina en las infecciones por ERV tampoco es muy extensa y los datos actuales parecen indicar que deberían emplearse altas dosis47. La emergencia de resistencias o sensibilidad disminuida a estos antibióticos en cepas de ERV es un tema preocupante, ya que compromete seriamente el tratamiento de estas infecciones al no existir alternativas adecuadas comercializadas. Medias de prevención de la infección nosocomial por enterococo El tracto gastrointestinal de los pacientes ingresados constituye el principal reservorio de ERV en el hospital. Su transmisión se produce a través de las manos contaminadas del personal sanita- rio, a través de superficies o instrumental médico contaminado. En los pacientes portadores de ERV, también es frecuente la colo- nización de la zona perianal, inguinal y otras partes del cuerpo, hecho que facilita la contaminación del ambiente y de las manos del personal sanitario39. Además, los enterococos pueden persistir en el ambiente durante largos periodos debido a su capacidad de sobrevivir en condiciones adversas, aumentando la probabilidad de diseminación. El riesgo de que un paciente se colonice por ERV es mayor al aumentar el número de pacientes colonizados en una determi- nada área hospitalaria (presión de colonización), por la proximidad de otros pacientes colonizados, estancias hospitalarias prolonga- das, el número de contactos con los trabajadores sanitarios y el grado de contaminación ambiental48. Los pacientes hospitalizados están sometidos a múltiples factores (uso de dispositivos médicos, tratamientos antibióticos, antiácidos, etc.) que inducen alteracio- nes en su microbiota intestinal, perdiendo así el efecto protector que esta ejerce para evitar la colonización por bacterias patógenas (resistencia de colonización)39. Se ha visto que los antibióticos con potente efecto anaerobicida promueven la colonización por ERV49. Una vez que se ha establecido la colonización, los tratamientos 5 Infecc a E y t t p h h p d q r i n c t ( p a n c s T i m E p p a e a h n p c c q t p h p a t m s s l p e c E l d d d n d a F R 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2 2 50 R. Cantón, P. Ruiz-Garbajosa / Enferm ntibióticos también favorecen el sobrecrecimiento intestinal de RV, lo que incrementa la probabilidad de contaminación de la piel ambiente próximo al paciente, incrementando a su vez el riesgo de ransmisión. Así, por ejemplo, se ha demostrado que la piperacilina- azobactam o el metronidazol son antibióticos que promueven la ersistencia de un alto nivel de colonización por ERV49. La mayor parte de los estudios sobre la dinámica de transmisión ospitalaria de enterococo se han centrado en ERV, aunque podría acerse extensible a otros enterococos multirresistentes. Existen ocos datos sobre la colonización y la dinámica de transmisión e E. faecium resistente a ampicilina. Se ha descrito que, al igual ue sucede con ERV, en los pacientes portadores de E. faecium esistente a ampicilina se produce un importante sobrecrecimiento ntestinal de estos microorganismos y hay altas tasas de contami- ación ambiental50. En un estudio realizado en nuestro hospital on baja prevalencia de ERV, más del 30% de los pacientes hospi- alizados están colonizados por E. faecium resistente a ampicilina Pedrosa et al., datos no publicados). Este dato indica que los hos- itales son un importante reservorio de E. faecium resistente a mpicilina que, junto con un potencial elevado grado de contami- ación ambiental, podrían explicar el aumento de las infecciones ausadas por estos microorganismos. Las medidas de control de infección de los enterococos multirre- istentes deben ir encaminadas a reducir las tasas de transmisión. odas estas medidas se han focalizado en el control de ERV y, al gual que en el SARM, se recomienda la aplicación de paquetes de edidas (bundles) encaminadas a controlar la dispersión de ERV. ntre estas medidas, se encuentran la correcta higiene de manos del ersonal sanitario, aplicación de precauciones de contacto, el uso rudente de los antibióticos, establecer un programa de vigilancia ctiva y la correcta limpieza ambiental (tabla 3). Además, un punto sencial es la educación del personal sanitario para garantizar la dherencia a estas medidas. De todas las medidas propuestas, se a demostrado que algunas tienen un elevado impacto en la dismi- ución de las tasas de transmisión, como es la higiene de manos del ersonal sanitario y el aislamiento de pacientes48. Otras medidas, omo la implantación de una vigilancia activa universal o la restric- ión del uso de vancomicina, han sido más debatidas. Es indiscutible ue la realización de cultivos de vigilancia es pieza clave para iden- ificar pacientes portadores de ERV. Las muestras más habituales ara el cultivo son los frotis rectales o perianal y las muestras de eces, y en situaciones especiales, como por ejemplo un brote hos- italario, se puede realizar un estudio ambiental. Ahora bien, la plicación de sistemas de vigilancia activa ha sido un tema con- rovertido, ya que su instauración de forma universal no es una edida coste-efectiva. No obstante, se ha demostrado que pueden er de gran utilidad en pacientes de riesgo, como aquellos con ingre- os hospitalarios previos, procedentes de centros de crónicos o con arga estancia, pacientes que han recibido antibióticos en los 30 días revios al ingreso o pacientes en hemodiálisis51. Por otra parte, los studios que tratan de evaluar el impacto de la restricción de van- omicina en la reducción de las tasas de infección/colonización por RV muestran resultados muy contradictorios52. Por el contrario, as restricciones en el uso de cefalosporinas de amplio espectro han emostrado tener un mayor impacto en la reducción de de las tasas e infección/colonización por ERV49. En resumen, y al igual que con SARM, para garantizar el éxito e las medidas de control de los enterococos multirresistentes es ecesario un enfoque multidisciplinar, la aplicación de paquetes e medidas y la educación del personal sanitario para garantizar la dherencia a las mismas. inanciación Rafael Cantón y Patricia Ruiz Garbajosa son integrantes de la ed Española de Patología Infecciosa (REIPI) (financiado por el Plan 2 Microbiol Clin. 2013;31(8):543–551 Nacional de I+D+i 2008-2011 y el Instituto de Salud Carlos III, Sub- dirección General de Redes y Centros de Investigación Cooperativa, Ministerio de Economía y Competitividad, Red Española de Investi- gación en Patología Infecciosa [REIPI RD12/0015], cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional «Una manera de hacer Europa» FEDER). Conflicto de intereses Los autores declaran que no existe ningún conflicto de intereses. Bibliografía 1. European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC). 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