1- Gramuglio resumen

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La construcción de la imagen
Punto de partida: los escritores construyen en sus textos figuras de escritor
↪en torno a esas construcciones se arremolina un conjunto variado y variable de cuestiones:
· Su lugar en la literatura: su relación con sus pares contemporáneos y con la tradición literaria; con los temas y los lenguajes de esa trad; la relacion de amor/odio con sus modelos y precursores; su actitud respecto a los lectores, las instituciones y el mercado.
· Su lugar en la sociedad: las luchas culturales, la vinculación con los sectores sociales, con las instituciones políticas y los dispositivos del poder
Podría decirse que la construcción de la imagen conjuga una ideología literaria y una ética de la escritura
En la construcción de estas figuras se hacen ver algunos tópicos: por ej. la figura del escritor malogrado, prisionero de sus circunstancias, que termina fracasando; y la del genio solitario e incomprendido
↪ estas construcciones igualmente estan en constante reformulación y resemantización según el contexto. Por un lado remiten a la constitución de una subjetividad fechada y por el otro al estado del campo literario a que pertenece el escritor
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estas figuras pueden ser concebidas como ideologemas → unidades discursivas complejas, ideológicas y formales
Gramuglio sintetiza todo esto citando a Alain Viala: “El imaginario de un escritor es, tambien, la construcción de una imagen de sí en el espacio literario, y su estética, la forma que da a esa imagen”
II
Acá sigue con la construcción de la imagen del escritor y dice que se convierte en un motivo relevante a partir de la autonomización de los campos literarios en las literaturas nacionales
Ejemplifica con la literatura argentina del siglo XIX, en donde la escritura en sentido amplio es instrumental con respecto a la función política
Habla del surgimiento de nuevos actores y la ampliación del público lector que contribuyeron no solo a la modificación de la relación entre campo intelectual y campo del poder sino tmb a las redefiniciones de la imagen del escritor
III Manuel Gálvez
En toda esta sección habla del escritor Manuel Gálvez y cómo constituyó su imagen de escritor a partir de temas relacionados al nacionalismo.
 El diario… de Galvez es un ensayo desviado: en el texto hablan dos voces. Un autor real, Manuel Galvez, que en realidad se proclama sólo como editor; y Gabriel Quiroga, un personaje ficticio que tiene claros datos biográficos del propio Galvez.
En el segundo prólogo de El diario… Galvez plantea dos cuestiones: la idea de que publicar es perder algo del yo y el reconocimiento de que ese libro es un homenaje a la patria en su centenario (en modo negativo, como nota discordante en medio de los festejos)
Vemos que encontramos:
-estrategias dignas de Borges: un ensayo enmascarado que tiene como punto de partida una ficción
-un pacto de lectura desviado que nos instala en el apócrifo
-un relevo de voces que torna dudoso el estatuto del sujeto de enunciación
Pero el escritor de Galvez no llega a constituirse como autor, porque no publica
↪visto como amateur y no como un profesional, permanece en algunos casos sometido a actitudes y estrategias pre-modernas
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Con esta figura de Gabriel Quiroga, Galvez intenta distanciarse de un tipo de escritor y procede a liquidarlo: revela la ambigüedad del primer campo literario
Gabriel Quiroga es el primero de varios personajes escritores de Galvez, esto demuestra que el escritor es el punto focal que orienta la perspectiva desde la cual son percibidos los temas en torno de los cuales se organizan sus ficciones
Un juego de tres factores triangula la colocación de los escritores:
· La retribución material (deseada, pero no aparece revestida de valores positivos)
· La retribución simbólica (aca se juegan todas las aspiraciones visibles que se juzgan como #nobles: el reclamo de que las clases dominantes otorguen un reconocimiento que legitime el estatuto del escritor y la demanda de que la sociedad devuelva al escritor una imagen positiva de sí mismo)
· La trayectoria elegida: es la elección de un género lo que termina por definir las estrategias de escritor cuyo resultado organiza a los personajes en una escala de méritos:
-el dramaturgo es el menos calificado de los escritores
-el poeta está en una cumbre tan temible como el submundo del dramaturgo (soledad extrema que consiste en el no reconocimiento y el fracaso)
-el ensayista tampoco alcanza el reconocimiento
-el novelista condensa todas las positividades. Será un padre, un confesor, un guía moral para multitud de lectores ganados por su obra, quienes le otorgan su reconocimiento en circuitos anónimos
IV Roberto Arlt ahre le robé el chiste a la comi
La figura de escritor que propone Arlt acumula una profusión de motivos negativos que exhiben los fantasmas a exorcizar⇒ estos textos funcionan a modo de conjuro de aquello que se rechaza y se teme. 
↳El escritor fracasado para Arlt es el que se convierte en crítico, que hace política con la literatura. Es la eterna promesa generada por el éxito fácil, es el que no produce, el que no escribe. Es, en definitiva, un anónimo.
El nombre y los títulos en la construcción de la autoimagen de escritor de Arlt
Arlt se pregunta ¿cómo es posible, en el mundo de las letras, hacerse un nombre?
-Produce un desvío de la postulación de cualquier función pública que legitime el trabajo del escritor por apelación a otra esfera.
-Inscribe una figura desacralizada y laica que elude la apelación a cualquier pasado (nacional y familiar), a cualquier tradición, a cualquier linaje. El escritor Arlt es hijo de sus obras
*acá G nombra unos juegos que hace Arlt en el texto “Yo no tengo la culpa”, en donde responde cartas que los lectores le dirigen a modo de cuestionamiento sobre su nombre→ponen al nombre bajo el estatuto de la sospecha y lo convierten en una figura dudosa
¿Quién es Arlt? Aca va a nombrar las cuatro pequeñas autobiografías que Arlt escribe
Tmb va a afirmar en el prólogo de El lanzallamas que el libro va a ser el único capital con que ingresa el escrito al mundo literario
“Se dice de mi que escribo mal”↴ 
Los ruidos y el vértigo de la urgencia de la producción minan al mismo tiempo las tradicionales imágenes sacralizadas de la literatura y del escritor.
Introduce la figura del escritor como un operario que escribe para ganarse el puchero y reescribe la tensión entre ritmo de producción y belleza. La práctica de la escritura se convierte en una lucha contra el tiempo y el espacio reales
El recorrido por Galvez y Arlt muestra cómo la construcción de la imagen termina por ficcionalizar dos figuras de escritor diferentes y opuestas. Remiten a conflictos individuales, posiciones y estrategias diferentes que generan estructuras simbólicas e ideológicas también diferentes donde se ponen en juego instancias de legitimación y reconocimiento y maneras distintas de concebir la relación entre la escritura y los sistemas de valor.