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LA DISTANCIA DEL DINERO - LUIS RUIZ

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Luis Francisco Ruiz
Un libro de análisis técnico que te permitirá convertir los riesgos en oportunidades
2 
© ESTRATEGIAS DE INVERSIÓN, 2014
Edita: PUBLICACIONES 
TÉCNICAS PROFESIONALES S.L.
Plaza Canalejas 6, 3ª planta - 28014 Madrid
Tel.: 91 574 72 22 – Fax: 91 409 59 38 
www.estrategiasdeinversion.com
Texto: Luis Francisco Ruiz
Diseño y maquetación: Pablo Carrasco L.
Imagenes: 123RF.com
Imprime: Impresos y Revistas S.A.
(Grupo IMPRESA)
Depósito Legal: M.7.669-2012
 3
En estos tiempos difíciles para el sector financie-
ro, la economía española y el formato impreso resul-
ta obligatorio agradecer a todos aquellos que con la 
adquisición de este libro están brindando un respal-
do a la continuidad de esta pequeña empresa. 
Escribir “La distancia del dinero” ha sido un tra-
bajo de fondo donde buscar ejemplos, realizar estu-
dios, leer investigaciones y ordenar el material me 
ha ocupado una gran cantidad de tiempo, horas que 
he robado a mis seres queridos. No podía dejar pasar 
esta ocasión para agradecerles su apoyo incondicio-
nal y las oportunidades que me han brindado. 
Sería imperdonable no mostrar también mi 
agradecimiento a todos los que han colaborado en 
las diferentes facetas del libro (financiación, revi-
sión, maquetación…). Un guiño especial a aquellos 
usuarios del foro de estrategiasdeinversion.com 
que participaron en los posts que fueron el germen 
de la actual obra. 
Luis Francisco Ruiz
 5
Índice
I 
II 
III 
IV 
V 
VI 
VII
VIII
XIX
X 
XI 
XII 
XIII
XIV 
XV 
XVI 
XVII 
XVIII 
XIX 
XX
XXI
XXII
XXIII 
XXIV
XXV 
XXVI
XXVII
 
7
13
19
25
33
47
55
61
69
77
83
91
99
105
113
121
129
139
149
155
165
173
181
189
199
209
219
La distancia del dinero
Manos a la obra
En busca de la verdad
Encaramado a hombros de gigantes
La prueba del siglo
Todo es relativo
Cara o cruz
Profesión o afición
Homenaje a Dow parte II
Acertar o no perder
Ni temerario ni con temor
Paciencia, no muerda el anzuelo
Tortugas
La pela es la pela
Ley Campoamor
Fractales y ruido
La muñeca rusa
Despacito y con buena letra
Avanzar y consolidar
Sopa de letras: MTT y LTT
Todo tiene su tiempo
Fin de la trilogía
Riesgo y volatilidad
El efecto mariposa
Al borde del precipicio
Calma y tormenta
El hombre máquina
Oct-14
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IBEX 35
Oct-13Oct-12Ago-11
80
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 7
Capítulo I
La distancia 
del dinero 
8 
 9
Algunas de las obligaciones de un escritor que aspira a que su libro sea leído son: motivar, enseñar y entrete-ner a su lector. Con ese afán busqué una similitud que consiguiese despertar su curiosidad hacia el mundo de la inversión y que, de una forma amena, fuese un buen 
gancho que le invitase a ir avanzando en el resto de páginas. Varios días de bús-
queda sin éxito que siempre me llevaban a titulares que poco tienen que ver con 
la realidad que he vivido y con un grandísimo componente comercial. Por un lado 
encontré una gran cantidad de libros contando los secretos necesarios para hacer-
se millonario y convertirse en un operador de éxito. Por otro lado, me topé con 
multitud de referencias que apuntaban a una gran conspiración donde el pequeño 
inversor es presa de un animal carnívoro o títere de un ser oscuro y trajeado al 
estilo de la película “El Padrino”. 
Ni una cosa ni la otra. Será complicado que usted se convierta en millonario 
gracias a los mercados (si llega a serlo con la ayuda de este libro por favor, contácte 
conmigo y cuénteme su historia), aunque si se lo toma en serio podrá sacarles par-
tido. También será difícil que comience a operar en los mercados y estos le reciban 
con una pistola robándole su dinero y dejándole en la ruina. Aunque pienso que 
existen imperfecciones en su funcionamiento, descarto una manipulación cons-
tante de los mismos. ¿Cómo podría motivarles para que se aventuren en un mundo 
donde van a ser vapuleados de forma irremediable por un ser amorfo llamado mer-
10 
cado? Sería amoral invitarles a adentrarse en esa selva llena de leones o a pegarse 
un baño en un mar repleto de tiburones si así lo creyese. 
No sabía cómo titular mi libro. 
No es que sea un gran aficionado al tema del boxeo, pero si hago zapping y el 
resto del auditorio del salón se encuentra dormido, soy capaz de aguantar varios 
asaltos sin cambiar de canal. En una de las retransmisiones se iluminó la bombilla 
cuando escuché la expresión “la distancia del dinero”, aquel espacio exacto donde 
los dos púgiles pueden infligir un mayor castigo a su rival y, de la misma manera, 
pueden recibir un mayor correctivo. Una distancia donde no existen los golpes cor-
tos sin recorrido y tampoco los golpes largos que no alcanzan al rival perdiéndose 
en el aire. El brazo alcanza la extensión justa para que al impactar el grado de po-
tencia sea máximo con el resultado final de convertirse en un espectáculo que atrae 
aficionados y que llena los bolsillos de los boxeadores dispuestos a enfrentarse en 
esos términos.
Las similitudes entre este deporte y el mundo del 
trading / inversión / especulación / mercados fi-
nancieros son asombrosas. La preparación previa al 
combate es vital, a nadie se le ocurre subir a pelear 
a un ring sin haberse entrenado antes. Tendrás que 
seleccionar un rival acorde con tu peso y tu expe-
riencia, ni se te ocurra enfrentarte a un peso pesado 
con un historial de victorias intachable pesando 60 
kilos y sin experiencia. Tendrás que saber que si intentas noquear al rival descubres 
tus defensas y asumes un mayor riesgo. También sabrás que si no entras en la dis-
tancia no saldrás herido pero tus golpes se perderán en el aire. Sin duda, conocerte 
en profundidad, saber tus debilidades y fortalezas, es más importante que conocer 
al rival. Generar automatismos, conocer al oponente, respetarlo y enfrentarse a él 
con humildad es una cuestión de supervivencia. 
En el boxeo y en
los mercados, la 
preparación previa 
al combate es vital
 11
Este libro no es el Santo Grial ni esconde ninguna fórmula mágica que te permiti-
rá alcanzar la fortuna en un abrir y cerrar de ojos, pero sí te puede ayudar a que no 
termines KO en el primer asalto. En él estudiaremos a nuestro rival como si de un 
deporte de élite se tratase; analizaremos si falla más de revés o con el drive, los goles 
que marcan en los saques de esquina, la fiabilidad desde la línea de tres puntos… La 
otra pata del aprendizaje queda de su parte; si consigue aprender tanto de las victo-
rias como de las derrotas, si no se convierte en un resultadista y se centra en realizar 
las cosas bien, si no le echa la culpa al árbitro, si no se deja llevar por el calor de los 
éxitos y no se deprime al primer varapalo, irá por el camino correcto. 
 13
Capítulo II
Manos a 
la obra 
14 
 15
U na de mis canciones favoritas es cantada por el incombusti-ble Mick Jagger de los Rolling Stones; Let´s Work. La canción comienza de esta manera “No sitting down on your butt the world don’t owe you. No sitting down in a rut I wanna show you. Don’t waste your energy on making enemies. Just take a 
deep breath and work your way up. Let’s work, be proud stand tall, touch the clouds.Man 
and woman, be free. Let’s work, kill poverty”. Mi traducción: “Mueve el culo, el mundo no 
te debe nada. Te quiero enseñar a no caer en la rutina. No malgastes la energía en hacer 
enemigos. Respira hondo, te voy a enseñar el camino hacia arriba. Vamos a trabajar, siente 
orgullo, mantente erguido, toca las nubes. Hombres y mujeres sed libres. Vamos a trabajar, 
acabemos con la pobreza”. Una introducción para ponernos manos a la obra con energía, si 
pueden disfrutar de la canción háganlo.
Mi forma de trabajar podría definirse como lógica experimental. Les explico, en 
este mundo encontrarán artículos, análisis y libros por doquier, gran parte de ellos 
se apoyan en lógicas no contrastadas y gran parte de los restantes en estudios con-
trastados con una lógica “escasa”. Dos ejemplos:
1. Invertir en bolsa cuando el ratio entre precio y beneficios estimados o a futuro 
(PER Forward, en inglés) se encuentra por debajo de su media histórica. Tiene su 
lógica. Compras las compañías o índices bursátiles más baratos. La experiencia dice 
que este comportamiento en la última década nos habría dejado unos rendimientos 
negativos. La causa es muy sencilla: el consenso siempre realiza previsiones favora-
16 
bles de crecimiento en ventas y beneficios. La realidad, es muy diferente. Los bene-
ficios empresariales se mueven en ciclos al igual que la economía y, aunque tienden 
a revertir a la media, los movimientos pueden ser muy bruscos. Ver figura 2.1.
2. Invertir en bolsa porque gana la super bowl un determinado equipo o en base 
al ciclo lunar o cuando gobierna un determinado partido en EE.UU. Por regla ge-
neral son relaciones que, contrastadas históricamente, podrían darnos unos resul-
tados espectaculares pero son solo fruto de la casualidad y carecen de toda lógica 
económica.
Es obligatorio y esencial que nuestra forma de trabajar y los avances que vayamos 
realizando cumplen estos dos requisitos: tengan sentido común y sean contrastados 
o empíricamente válidos. Trabajaremos de forma sistemática y partiremos de la si-
guiente definición; conjunto de reglas lógicas que, de forma racionalmente enlazadas, 
buscan obtener un binomio rentabilidad / riesgo que supere a un benchmark.
2.1. Evolución de los beneficios del S&P 500 y su media de 10 años (1.910 – 2.011)
Fuente: Irrational Exhuberance Robert J. Shiller
 17
¿Para qué sirven las reglas? Las reglas bus-
can un orden, una forma de trabajar, un método 
para obtener conocimiento, el ensayo y el error. 
Si desconocemos las razones que nos llevan a to-
mar una decisión, no las apuntamos y hacemos 
un seguimiento posterior, no podremos aprender 
de nuestros errores o aciertos. 
El adjetivo de lógicas que añado se explica por sí mismo, no sirve cualquier tipo 
de regla, tiene que tener una coherencia, tiene que tener un sentido. Aunque se 
explica por sí mismo también es cierto que hay que remarcarlo, ya que en el mun-
do de la inversión existen multitud de aproximaciones y algunas de ellas con una 
lógica más que cuestionable.
¿Por qué racionalmente enlazadas? Podemos encontrar reglas lógicas que sean 
válidas pero debemos enlazarlas con el fin de conseguir nuestro objetivo. No nos 
sirve de nada tener infinidad de indicadores / criterios válidos si desconocemos sus 
ventajas e inconvenientes y no conseguimos unificarlos. 
Nuestro objetivo será superar al mercado o a un benchmark. De qué nos serviría 
dedicar multitud de tiempo a una actividad si al final el no hacer nada era la deci-
sión acertada. Si resulta que si ese tiempo lo hubiera invertido en salud o en otra 
actividad profesional me hubiera sido bastante más rentable. Definimos benchmark 
como un índice o una referencia con la que comparamos el resultado de una estra-
tegia o una gestión. 
Los avances tienen que 
tener sentido común 
y estar históricamente 
contrastados
 19
Capítulo III
En busca de 
la verdad
20 
 21
E l cineasta Orson Welles que rodó Ciudadano Kane, una de las obras maestras del cine, saltó a la fama por realizar una adapta-ción radiofónica de la novela de extraterrestres “La guerra de los mundos”. Welles incorporó tal realismo a su versión que oyentes de ciudades como Nueva York y Nueva Jersey se vieron realmente 
amenazados por un ataque alienígena contagiando a parte de la población que entró en 
modo pánico. La histeria colectiva acababa de nacer y demostró el inmenso poder que tie-
nen los medios de comunicación. 
Vivimos en una sociedad donde acceder a la información es tan sencillo como 
encender el ordenador o la televisión y el problema real reside en controlar un flujo 
de noticias en muchas ocasiones contradictorias que solo nos llevan a la confusión. 
La rapidez con la que se extienden los bulos / fakes por la red de redes realmente 
es asombrosa y en los mercados financieros los rumores infundados se extienden 
como la pólvora. Tener criterio para separar el grano de la paja es esencial si que-
remos adoptar las decisiones adecuadas. 
Este proceso es complejo y requiere de tiempo y de esfuerzo. La mejor forma de 
comenzar es acudir siempre a la fuente original reduciendo malentendidos, aná-
lisis erróneos, opiniones sesgadas y manipulaciones. Muy sencillo; si se publica 
determinado indicador macroeconómico que usted considera importante para una 
determinada inversión, acuda directamente al organismo que lo publica. Obvia-
mente este es el camino más arduo y que requiere más tiempo pero aprenderá a 
22 
interpretar los indicadores y su utilidad. A partir de esta fuente original surgen 
multitud de nuevas noticas que han sido manipuladas por segundas personas con 
un mayor o menor grado de acierto en base a su capacidad analítica, conocimientos 
técnicos e independencia. Encontrará miles de blogs, foros, opiniones, periódicos 
financieros, etcétera. Quédese con aquellos que con el tiempo le inspiren más con-
fianza y fiabilidad. 
En los mercados financieros existen dos gran-
des corrientes analíticas y / o de inversión. Por 
un lado, nos encontraríamos a aquellos inversores 
“value” o buscadores de valor en los activos. En 
este lado el máximo exponente es Warren Buffet 
que con Berkshire Hathaway lleva varias décadas 
superando la rentabilidad obtenida por su ben-
chmark, el S&P 500. En España el comparable lo 
encontraríamos en Francisco García Paramés con Bestinver que también lleva un 
buen periodo de tiempo superando a su benchmark e incorporando valor al partíci-
pe en sus fondos. Su esquema de trabajo general reside en buscar información de 
diferentes fuentes, analizarla y determinar el valor de un activo. Si este valor es 
inferior a su precio de mercado entonces podría pasar a ser una posible compra. 
Ver figura 3.1.
La otra gran categoría es el análisis técnico. El inversor con criterios técnicos 
considera que los diferentes participantes de mercado al realizar operaciones de 
compra y venta incorporan toda esa información en el precio. De esta manera el 
tiempo mejor empleado es aquel que se destina a la creación de modelos o búsque-
da de patrones de comportamiento basados en el precio con el fin de obtener un 
rendimiento de los mismos. Busquen la diferencia entre los dos esquemas, no es 
una errata. Ver figura 3.2.
Desde mi punto de vista ninguna de las dos formas de entender el mercado es 
excluyente y utilizo las dos aproximaciones siempre que el tiempo lo permite. En lo 
que se refiere a este libro nos aproximaremos al mercado con el análisis técnico, mi 
Tener criterio 
para poder separar 
el grano de la 
paja es esencial
 23
3.2. Esquema de trabajo de un inversor que utiliza el análisis técnico
3.1. Esquema de trabajo de un inversor value
Organismos
oficiales
Bancos de
inversión/
análisis
OtrosSISTEMAMECADO
Prensa
especializada
Empresas
Organismos
oficiales
Bancos de
inversión/
análisis
OtrosSISTEMA MERCADO
Prensa
especializada
Empresas
24 
especialidad, y cuya principal ventajadesde mi punto de vista, reside en que utiliza 
la información menos manoseada y más independiente, que es la que suministra el 
propio mercado, precios, volúmenes, interés abierto…
Antes de terminar este capítulo sobre la información y las diferentes aproxima-
ciones de inversión que existen en base a la utilización de la misma, me gustaría 
que reflexionasen sobre las siguientes expresiones anglosajonas:
1. Does the markets makes the news or do the markets make the news? ¿Es el merca-
do el que crea las noticias o son las noticias las que hacen el mercado?
2. Buy the rumor sell the news. Compra con el rumor y vende con la noticia. 
Intenten no comprar o vender por una noticia o 
por un análisis determinado o por un consejo de un 
broker… No quiero decir que no lean, que no se formen 
una opinión, un escenario… lo que les quiero decir es 
que si realizan este tipo de operaciones estarán co-
menzando a dejar de utilizar criterios bien definidos 
y no actuarán de una forma controlada o sistemática. 
Es obligatorio acostumbrarse a decir, “yo compro esta 
compañía porque cumple mis requisitos de valoración o vendo mis acciones porque 
el precio ha perdido determinado nivel de soporte activando mi señal de salida”. 
¿Es el propio
mercado el que 
crea las 
noticias?
 25
Capítulo IV
Encaramado 
a hombros
de gigantes
26 
 27
“I f I have seen a little further it is by standing on the shoul-ders of Giants”, Isaac Newton con humildad viene a decir-nos con esta frase que sus aportaciones se han construído en base a conocimientos previos de grandes pensadores, “Si yo he podido ver un poco más lejos es porque me he enca-
ramado a las hombros de gigantes”. Al final todo proceso de creación parte de una base o 
una investigación. En el caso de “La distancia del dinero”, la columna vertebral en la que 
se apoya es la Teoría de Dow. Comenzamos una serie de artículos que son un homenaje a 
Charles Henry Dow, el gigante del análisis técnico.
Charles Henry Dow (1851-1902) fue el fundador junto, con Edward David Jones 
del diario económico Wall Street Journal (WSJ). Creadores a su vez de los prime-
ros índices bursátiles: Dow Jones Industrial Average y Dow Jones Transportation 
Average. A lo largo de su vida, Charles Henry Dow escribió una serie de editoriales 
en el WSJ que dieron lugar a la llamada Teoría de Dow. 
Pasado poco tiempo del fallecimiento de Dow, William Peter Hamilton (1867-
1929) asume el relevo a cargo del WSJ. Durante 27 años escribe el editorial del WSJ 
donde realiza una serie de análisis y recomendaciones de mercado apoyándose en 
las de su predecesor, aproximación analítica a los mercados financieros que plasmó 
en el libro “The Stock Market Barometer”. En este momento del escrito les reco-
miendo la lectura de “The Dow Theory: William Peter Hamilton’s Track Record Re-
Considered” realizada por Stephen J. Brown, William N. Goetzmann y Alok Kumar, 
28 
los dos últimos pertenecientes a Yale School of Managment y el primero a la New 
York University. 
Más adelante, en 1932, Robert Rhea escribe en “The Dow Theory” una serie de 
principios que intentan sintetizar los conocimientos aportados por Charles Henry 
Dow y William Peter Hamilton. Estas afirmaciones son las que pasaremos a anali-
zar con detalle con el fin último de sacar unos criterios claros y sencillos que nos 
permitirán tomar posiciones en activos financieros.
 
1. Los índices bursátiles reflejan / descuentan en 
su precio de cierre todos los sentimientos y conoci-
mientos en materia financiera.
2. Los índices bursátiles se mueven por tenden-
cias que, en cierta forma, se pueden ligar al com-
portamiento humano. Estas tendencias se pueden 
clasificar en:
• Tendencia primaria de mercado, tendencia de largo plazo con una duración 
que puede estar entre 1 ó varios años. Esta tendencia marca el ciclo, alcista o ba-
jista.
• Tendencia secundaria de mercado, tendencia de medio plazo. Movimiento 
correctivo en contra de la tendencia de largo plazo que puede durar desde varias 
semanas a meses.
• Tendencia terciaria, tendencia de corto plazo. Tendencia que suele durar va-
rios días y puede pasar de la semana. 
3. Principio de confirmación. Para que la tendencia primaria sea válida, los dos 
índices (Dow Jones Industrial Average y Dow Jones Transportion Average) tienen 
que presentar la misma dirección.
Dow reconocía
los excesos que
se producían
en los mercados
 29
4. El volumen (transacciones) es más elevado cuando el mercado alcista toca a 
su fin y es más bajo cuando el mercado bajista toca a su fin y comienza un nuevo 
mercado alcista. 
5. Un ciclo alcista se divide en las siguientes etapas: (1) acumulación, volumen 
bajo y valoraciones históricamente atractivas, (2) gran subida, incrementos de vo-
lumen, de beneficios, de confianza y caída de valoraciones y (3) exceso, confianza 
extrema, valoraciones elevadas, volumen elevado y aparición de inflación.
6. Un ciclo bajista se divide en las siguientes (4) distribución, aparecen caídas en 
precio que se califican de tramo correctivo y el volumen continúa siendo elevado, 
(5) gran caída, las condiciones empeoran, los beneficios disminuyen y aparecen los 
sell offs y (6) desesperación, valoraciones bajas pero continúan las ventas hasta que 
se descuenta el peor escenario posible. Ver figura 4.1.
4.1. Ciclo de precios y volumen según los principios de Dow
Tendencia alcista primaria
Volum
en crec
iente
Volumen decreciente
Tendencia bajista primaria
30 
Dow en su teoría de ciclo bursátil reconocía los excesos que se producían en los 
mercados, tanto al alza como a la baja. De esta forma se reconoce que las decisiones 
económicas no son siempre racionales, circunstancia que también reflejan Robert 
Shiller y George Akerlof es su libro “Animal Spirits”. La realidad también es abruma-
dora, pongamos como ejemplo las burbujas más recientes; las puntocom que estalló 
en el año 2000, la burbuja inmobiliaria cuasi-global que comenzó a estallar en 2007 
y la posible burbuja en las materias primas que se comienza a observar en la actua-
lidad, 2011. De esta forma un analista técnico cuando se adentra en una tendencia 
alcista debería pensar en una escalera que lo puede conducir al infinito mientras el 
precio no diga lo contrario. 
Este comportamiento se puede resumir en la famosa frase acuñada por el econo-
mista John Maynard Keynes (1883 - 1946), “The market can stay irrational longer than 
you can stay solvent”, el mercado puede comportarse de forma irracional más tiempo 
del que puedes permanecer solvente. Otro ejemplo que nos encontramos fueron las 
palabras que pronunció Alan Greenspan en 1996 “But how do we know when irratio-
nal exhuberance has unduly escalated asset values, wich…”, “como sabemos cuando la 
 31
exuberancia irracional ha aumentado indebidamente el valor de los activos...” En 
esta conferencia, el gobernador de la Reserva Federal reconocía la incapacidad de 
determinar cuándo los precios de un activo se habían desmarcado de su valoración 
de forma racional.
Bien, al final lo que la historia nos dice es que los excesos son impredecibles 
tanto en cuantía como en duración. Charles H. Dow era conocedor de esta circuns-
tancia y le otorgaba un lugar preferencial al comportamiento del precio a la hora 
de escribir sus editoriales. Ver figura 4.2. 
Tendencia alcista primaria Tendencia bajista primaria
Gran 
subida
Exceso Distribución
Gran 
caída
Desesperación Acumulación
Precio de los
activos*
Infl ación
Empleo
Ratios de
valoración
Velocidad de
circulación del 
dinero**
4.2. Ciclo económico y ciclo de activos
(*) Dentro de los activos se incluyen acciones, materias primas, inmuebles...
(**) Una elevada circulación del dinero implica un elevado número de transacciones en los activos
Capítulo V
La prueba 
del siglo 
“Y es for all its warts the Dow Theory has passed the most important test of all- the test of time. If you are a seriousstudent of investing, you owe it to yourself to “go back to the future” and read the book”. “A todos los efectos la Teoría de Dow 
ha pasado la más importante de todas las pruebas, la prueba del tiempo. Si eres un estudio-
so serio de la inversión te lo debes, regresa al futuro y lee el libro.” (Prefacio que Charles 
B. Carlson, presidente de Dow Jones & Co para una edición publicada en 1998 del libro de 
The Stock Market Barometer escrito por William Peter Hamilton en 1922). ¿Cuándo pasa 
una teoría a convertirse en una realidad? Supongo que si pasa la prueba más importante de 
todas que, es el tiempo, podríamos darle esa calificación. Es como la estatua de los relojes 
que hay cerca de la estación de tren de Saint Lazare que ve pasar el tiempo y, a miles de 
viajeros y siempre está ahí. 
Con el fin de contrastar una teoría, una hipótesis o un dogma construimos unos 
modelos que nos permiten realizar pruebas que indiquen que tal hubiera funcio-
nado en el pasado. Este tipo de pruebas permitirán que tengamos un conocimiento 
más elevado del mercado que analizamos, el sistema de inversión o reglas que que-
remos implementar, condiciones en las que obtiene un mejor rendimiento, cuándo 
falla… son como los test de prueba de un coche de carreras. La importancia de estos 
test es elevada porque te dirán si el sistema que quieres utilizar pasa las pruebas 
estadísticas y, a la vez, te permitirá conocer las condiciones más aptas para obtener 
 35
un mejor rendimiento, al igual que las peores condiciones a las que te puedes en-
frentar utilizando una determinada teoría de inversión o hipótesis de partida. 
Una vez explicadas algunas de las razones por las que 
se realizan estas pruebas pasemos a realizar el trabajo. 
Lo primero es seleccionar una serie de datos o precios 
que nos permitirán realizar las pruebas. Cuanto más 
amplia sea esta serie, más condiciones límites o excep-
cionales recogerá y mayor validez tendrá la prueba. En 
el caso actual hemos escogido las series de precios del 
Dow Jones Industriales (DJI en adelante) y Dow Jones 
Transportes (DJT en adelante), entre el año 1900 y 2011. Más de un siglo de precios 
bursátiles que se han movido de forma paralela a acontecimientos de gran impacto 
económico: Gran Depresión, guerras mundiales, fin del patrón oro...
A lo largo de todo este tiempo pondremos a prueba el principio más importante 
de la Teoría de Dow, los índices bursátiles se mueven por tendencias. Para ello lo 
primero que tenemos que hacer es identificar la tendencia primaria o principal. 
Construiremos reglas sencillas que no requieren una gran dosis de programación y 
que sean fácilmente comprensibles por el lector. 
Cualquier manual de análisis gráfico o chartista lo primero que le dice es que 
para identificar una tendencia alcista solo es necesario unir los mínimos crecientes 
de una serie de precios. Si lo que queremos identificar es una tendencia primaria 
o de largo plazo la línea trazada que une esos mínimos deberá respetarse duran-
te un periodo prolongado de tiempo, meses / años. Por el contrario, si queremos 
identificar una tendencia bajista de largo plazo o primaria, tendríamos que unir 
los máximos decrecientes de una serie de precios con una línea que debería respe-
tarse durante un periodo largo de tiempo. En las figuras 5.1 y 5.2 podemos ver un 
ejemplo de tendencia alcista y otro de tendencia bajista primaria identificadas con 
el análisis gráfico.
¿Cuándo pasa
una teoría
a convertirse en
una realidad?
36 
5.2. Ejemplo de identificación de tendencia bajista primaria con análisis chartista 
o gráfico (DJI JUN07-AGO09)
5.1. Ejemplo de identificación de tendencia alcista primaria con análisis chartista o gráfico
(DJI MAR09 –ABR11)
 37
En base a esta descripción, la primera condición que tienen que cumplir las reglas 
que utilicemos para identificar una tendencia primaria es la de duración. Es decir, 
una tendencia alcista primaria tiene que tener de media una duración cercana al año. 
Si analizamos un periodo de 111 años tendremos que tener alrededor de 111 señales 
que identifiquen tendencias alcistas o bajistas de largo plazo. La siguiente condición 
que pedimos para identificar una tendencia es que el DJI y el DJT se encuentren en 
la misma dirección, los dos alcistas o los dos bajistas, en definitiva que se cumpla el 
principio de confirmación que enumeramos en el capítulo anterior.
El análisis gráfico o chartista es ampliamente utilizado por muchos operadores y, 
desde un punto de vista didáctico, es muy útil para explicar conceptos. Sin embargo 
tiene una elevada dosis de subjetividad. Para el ejemplo que estamos utilizando, 
dos personas diferentes podrían trazar varías líneas de tendencia que no tendrían 
por qué coincidir y que podrían calificar de tendencia primaria. Esta circunstancia 
hace poco útil este análisis para lo que nosotros necesitamos, unos criterios claros 
que definan una tendencia. 
Una forma de crear estos criterios claros o reglas que permitan construir un sis-
tema de trading es con el uso de indicadores técnicos. Los indicadores técnicos son 
fórmulas matemáticas construidas a partir de variables como el precio y el volumen 
que dan lugar a un resultado numérico que se puede presentar gráficamente. El 
indicador técnico más sencillo y que nos sirve perfectamente para el propósito de 
este capítulo es la media móvil simple (MMS en adelante).
Su expresión matemática es la inferior y solo consta de un parámetro, que es el 
número de veces que utilizamos la variable para construir la media. Por ejemplo, 
una MMS (40, precio de cierre de sesión) significa que sumamos las últimas 40 
lecturas del precio de cierre de sesión y las dividimos por 40. 
 n + (n - 1) + (n - 2) + (n - x)
MMS (x) = ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
 x 
38 
Bien, para identificar una tendencia con una MMS podríamos utilizar el siguien-
te criterio:
• Si precio es > ó = a MMS, entonces tendencia alcista
• Si precio es < a MMS, entonces tendencia bajista
De una forma visual, en la figura 5.3 podemos apreciar cómo identificamos una 
tendencia con estos criterios. A la vez detectamos cuál es el principal inconvenien-
te de esta programación, el excesivo número de operaciones en las que incurrimos 
cuando nos adentramos en un movimiento lateral o de consolidación.
Con el fin de evitar un exceso de operaciones cuando nos adentremos en un 
movimiento lateral vamos a utilizar un cruce de medias. De esta forma los criterios 
para identificar una tendencia serían:
5.3. Ejemplo de identificación de tendencia con MMS (40) sobre DJI
 39
• Si MMS (con menos datos) > ó = a MMS (con más datos), entonces tendencia alcista
• Si MMS (con menos datos) < a MMS (con más datos), entonces tendencia bajista
En la figura 5.4 podemos apreciar cómo identificamos las tendencias con estos 
criterios y que cuando nos adentramos en un movimiento lateral, el número de 
operaciones disminuye notablemente. 
Con la programación hemos conseguido de forma matemática reducir la sub-
jetividad que nos proporcionaba el análisis chartista o puramente gráfico. Ahora 
tenemos unas reglas bien definidas que identifican con un gran paralelismo las 
tendencias alcistas / bajistas en los precios de los productos financieros, como pue-
den apreciar en la figura 5.5. Encontrarán que la mayor parte del tiempo, cuando 
el precio respeta la directriz alcista chartista, la media móvil de 40 sesiones (la de 
menor duración) se encuentra por encima de la media móvil de 200 sesiones (la de 
mayor duración). De la misma manera, cuando el precio se encuentra en tendencia 
5.4. Ejemplo de identificación de tendencia con cruces de MMS (40) y MMS (200) sobre DJI
40 
bajista chartista, la mayor parte del tiempo la MMS de 40 sesiones se encuentra por 
debajo de la MMS de 200 sesiones.Uno de los requisitos que necesitamos para identificar una tendencia primaria 
es que su duración en el tiempo sea próxima a un año. Para que este se cumpla es 
necesario utilizar unas MMS largas o con muchos datos. Si utilizamos el ejemplo 
anterior de cruce entre MMS (40) y MMS (200) encontramos que la duración me-
dia de la señales sería de 0,94 años para el DJT y 0,91 años para el DJI, niveles 
similares a los que estamos buscando (ver tabla 5.6), ya que tenemos que tener en 
cuenta los movimientos laterales o de consolidación, donde no asistimos a un cam-
bio de tendencia pero sí se activan las señales.
Haremos el ejercicio más completo y, para descartar que los resultados que ob-
tengamos son fruto de la casualidad, cogeremos tres combinaciones de cruces de 
más; MMS (50) y MMS (200); MMS (40) y MMS (210); MMS (50) y MMS (210). 
En los mercados financieros es habitual optimizar los parámetros de las reglas, es 
5.5. Ejemplo de identificación de tendencia alcista primaria con análisis chartista o gráfico 
y cruces de medias (DJI MAR09 –ABR11)
 41
decir, probar todas las combinaciones posibles con el fin de encontrar la que mejor 
rendimiento proporciona. No buscamos el máximo rendimiento con este ejercicio, 
sólo comprobamos que no llegamos a un buen resultado solo por suerte. 
Seguimos adelante. Una vez elegidos unos cruces de medias que generan seña-
les con una duración en media similar al año, tenemos que definir la otra variable, 
es decir, que el DJI y DJT se encuentren en la misma dirección. De esta manera 
definiremos una tendencia alcista primaria cuando se cumpla el principio de con-
firmación:
• MMS (menor duración, DJI) >= MMS (mayor duración, DJI) y MMS (menor 
duración, DJT) >= MMS (mayor duración, DJT).
Estos requisitos también los pondremos a prueba con las combinaciones de me-
dias móviles citadas más arriba. 
Como toda prueba en esto de los mercados financieros tiene que realizarse en 
términos relativos, creamos un índice de referencia o benchmark que nos dirá si el 
esfuerzo empleado en el ejercicio ha merecido la pena o no. Es decir, si la opción 
de comprar y mantener el benchmark proporciona en términos de rentabilidad vs 
DJT DJI
Días analizados 27.583 27.583
Días de tendencia alcista 16.738 17.506
Señales activadas 71 77
Días hábiles por señal 235,75 227,35
Años por señal 0,94 0,91
5.6. Número de señales y duración generales por un cruce de MMS (40) y MMS (200)
42 
riesgo un mejor comportamiento que los criterios que utilizaba la Teoría del Dow 
para describir una tendencia, entonces el tiempo destinado habrá sido en balde y 
ganará la teoría del mercado eficiente. No se puede batir al mercado. Nuestro ben-
chmark, como no podría ser de otra forma, será una composición a partes iguales 
del DJI y el DJT.
Sin más preámbulos y como una imagen vale más que mil palabras ponemos 
el gráfico de cómo se habría comportado una inversión de 100 unidades desde 
19/10/1900 hasta 26/01/2011 utilizando los criterios expuestos por un lado y, por 
otro, comprando y manteniendo el benchmark o buy & hold (B&H en adelante). Ver 
figura 5.7.
A simple vista la Teoría del Dow (línea roja) tiene una pendiente positiva más 
constante, evitando parte de las grandes caídas y finalizando con una mayor revalo-
rización que el benchmark (línea azul). De esta forma intuitivamente podemos obser-
5.7. Evolución de 100 unidades con los criterios establecidos para identificar una tendencia alcista 
primaria (Teoría de Dow) y evolución de 100 unidades del Benchmark en escala logarítmica
 43
var que los criterios utilizados por Dow para detectar tendencias continúan vigentes 
a largo plazo, permitiendo obtener una mayor rentabilidad con un menor riesgo. 
¿Qué habría ocurrido con el resto de combinaciones de medias móviles simples? 
La respuesta la tenemos en la figura 5.8. donde presentamos los principales ratios 
comparativos. 
Analizando los resultados obtenidos para más de 110 años de historia obtenemos 
las siguientes conclusiones.
Benchmark PC (40,200) PC (50,200) PC (40,210) PC (50,210)
Rentabilidad 
anualizada
4,59% 5,12% 5,05% 5,10% 4,83%
Desviación típica 20% 12% 13% 12% 13%
Rentabilidad
 vs Riesgo
0,23 0,42 0,40 0,42 0,38
Años de cesiones 40 37 38 35 40
Desviación típica 
en las cesiones
11,90% 3,90% 4,60% 3,70% 5,30%
Ratio sortino 0,39 1,31 1,09 1,36 0,92
5.8. Principales ratios de perfomance de la Teoría de Dow vs B&H
CONCLUSIONES
 La rentabilidad anualizada de la propuesta de la Teoría de Dow con las di-
ferentes combinaciones de medias móviles es superior a la obtenida por el B&H. 
En este apartado tenemos que tener en cuenta que no hemos incorporado (1) los 
dividendos, (2) costes de entrada y salida al mercado y (3) la remuneración de 
la liquidez cuando la estrategia no estaba dentro de mercado.
44 
Podríamos decir que la Teoría de Dow ha pasado la prueba de la realidad. Obvia-
mente los resultados serán cambiantes en base al punto de partida que utilicemos. 
 El riesgo entendido como dispersión frente a la media o desviación típica de 
los resultados obtenidos por la estrategia que intenta replicar la Teoría de Dow es 
inferior al obtenido por el benchmark.
 Mayor rentabilidad y menor riesgo de la estrategia tendencial respecto 
benchmark.
 La estrategia también permite disminuir el número de años bajistas y las pér-
didas en estos años, como podemos observar en la desviación típica de las cesio-
nes, lo que, en última instancia, permite obtener un ratio de Sortino más elevado. 
 45
 47Capítulo VI
Todo es 
relativo 
48 
 49
L a teoría de la relatividad se atribuye a Einstein. Sin embargo, Galileo la planteó con anterioridad y, hasta que Eddington no la plasmó, pasó desapercibida. Resulta que todo en la vida es relativo, hasta incluso el descubrimiento de la misma relativi-dad. La verdad absoluta no existe. Los mercados financieros 
no se escapan y a lo máximo que se puede aspirar es a una realidad relativa. Todo puede 
subir o bajar en base al punto de partida y en algunas ocasiones no sabes si sube o baja.
Existen diferentes grados de relatividad. Las posturas más radicales alcanzan el 
escepticismo, es imposible alcanzar la verdad y todo es cuestionable, de las que deci-
dimos desmarcarnos y quedarnos con medias verdades. Los hechos o los resultados 
siempre pueden presentarse de diferentes formas y pueden manipularse para adap-
tarse a un determinado mensaje que, por regla general, justifica al que lo escribe.
 
Seguro que alguno se habrá realizado alguna de las siguientes preguntas; ¿Qué 
resultados habría obtenido la estrategia que analizamos en el capítulo anterior en 
los últimos 30, 20 ó 10 años? ¿Cómo es posible que el mercado mantenga unos 
determinados comportamientos a lo largo de tantos años? ¿Es que el mercado no 
ha evolucionado? El mercado actual está repleto de máquinas de alta frecuencia, 
las órdenes electrónicas han sustituido a los corros. Ahora todo es más rápido. De-
beríamos pensar que el mercado ha cambiado notablemente y que las teorías no 
pueden sostenerse durante un periodo tan amplio de tiempo. 
50 
Una reflexión interesante pero que no comparto y más en los tiempos en los que 
vivimos. Comprendo que la tecnología ha cambiado la forma de acceder al merca-
do, haciéndolo más universal. Sin embargo, la tecnología no impide que los parti-
cipantes tomen decisiones de forma ilógica o irracional. Son los “animal spirits” o 
“espíritus animales” que utilizaba Keynes para agrupar aquellos actos económicos 
que no encontraban justificación racional, los comportamientos que no desapare-
cen y que nos hacen repetir o caer en los mismos errores. 
Exagerar las tendencias alcistas en una gran 
gama de diferentes activos (desde los tulipanes, 
hasta los inmuebles y pasando por las acciones) 
hasta despegar los precios de sus fundamenta-
les y convertirlos en irracionales es un compor-
tamiento común en la historia del ser humano.Greenspan acudió a este concepto con la frase 
irrational exhuberance / exuberancia irracional 
para referirse a la burbuja bursátil que a finales de los años 90 se infló en torno a 
las empresas relacionadas con internet, las famosas puntocom. Puede que Greens-
pan, presidente de la Reserva Federal en aquel entonces, no se diese cuenta de que 
su política de tipos de interés bajos estaba ayudando a inflar otra burbuja mayor, la 
inmobiliaria, que estalló unos años más tarde. 
De esta forma el ser humano de forma individual o agregada en ocasiones actúa 
de forma racional y, en otras ocasiones, de forma instintiva o irracional. Se deja do-
minar por las emociones tomando decisiones que contribuyen a ampliar los ciclos 
expansivos y contractivos de los mercados y la economía. Una circunstancia que se 
repite a lo largo de la historia y que nos hace considerar que, mientras el hombre se 
comporte de forma humana, no dejarán de existir los excesos y las tendencias. Una 
razón de peso que permitirá que la Teoría de Dow se valide con el tiempo y que una 
estrategia basada en tendencias obtenga un buen resultado.
Obviamente, como explicamos al comenzar este capítulo, los resultados son rela-
tivos y pasamos a analizarlos con un poco más de detenimiento. La primera conclu-
Exagerar tendencias 
es un comportamiento 
común a lo largo
del tiempo
 51
sión que sacarán es que cuando un mercado presenta una fuerte tendencia alcista es 
muy complicado superarlo sin estar invertido al 100% o apalancado. En el caso en el 
que estamos, donde las condiciones nos permitían estar dentro o fuera de mercado 
en función de la tendencia primaria, encontramos que cuando nos adentramos en 
épocas de fuerte tendencia alcista la estrategia pierde posiciones respecto al ben-
chmark o la referencia. Si nos fijamos en el gráfico superior vemos cómo comprar 
y mantener durante la década de los 90 nos habría dado una rentabilidad media 
anualizada a 10 años promedio del 12,7%, frente al 7,9% que habríamos conseguido 
aplicando la estrategia tendencial descrita en el capítulo anterior. Ver figura 6.1.
Un exceso de rentabilidad a favor del benchmark en la tendencia alcista que se ve 
compensando cuando nos adentramos en una tendencia bajista como la que ocurrió 
durante la Gran Depresión de los años 30. Durante esa década el Dow Composite 
obtuvo una rentabilidad media anualizada a 10 años promedio negativa del 2,6% 
frente a la ganancia acumulada del 3,3% que nos permitió obtener la estrategia ten-
dencial propuesta. Ver figura 6.2.
6.1. Rentabilidad media anualizada a 10 años de la estrategia desarrollada con la Teoría de Dow 
y del benchmark o Dow Composite durante la década de los 90
52 
6.2. Rentabilidad media anualizada a 10 años de la estrategia desarrollada con la Teoría de Dow 
y del benchmark o Dow Composite durante la década de los 30
6.3. Rentabilidad media anualizada a 10 años de la estrategia desarrollada con la Teoría de Dow 
y del benchmark o Dow Composite década de los 70
 53
De la misma manera, cuando el precio se adentra en un gran proceso lateral, 
como en la década de los años 70 con la crisis de la OPEP, la estrategia obtiene un 
diferencial positivo respecto al benchmark. A modo de conclusión y relativizando, 
podríamos decir que una estrategia basada en el principio de confirmación de la 
Teoría de Dow protegería mejor el capital si nos adentramos en un periodo de 
indefinición o tendencia bajista. Sin embargo, si la tendencia futura va a resultar 
claramente alcista la mejor opción será comprar y mantener. Ver figura 6.3. 
 55Capítulo VII
Cara 
o cruz 
56 
 57
E l juego de cara o cruz consiste en seleccionar un lado de la mo-neda, anverso o reverso, lanzar la misma al aire y dejarla caer sobre una superficie lisa. Si el lado seleccionado es el que queda visible entonces resultas ganador y, de forma inversa, perderás si tu elección no queda a la vista. Un juego utilizado para realizar 
sorteos deportivos y que a lo largo de la historia ha recibido diferentes nombres acordes con 
los dibujos o motivos que decoran las monedas. Por ejemplo, en México el juego se conoce 
como águila o sol y los romanos lo conocían como ‘capita aut navim’, cabeza o nave. 
Un primer párrafo que me sirve para introducirles en el mundo del azar o la alea-
toriedad. Un capítulo que junto con el próximo, “Profesión o afición”, se aleja de 
la columna vertebral del libro pero que sirve a modo de desconexión. A la hora de 
aproximarse a los mercados existen dos grandes vertientes: los que apuntan a que 
los mercados son eficientes y que mejorar su comportamiento es cosa del azar y la 
otra, en la que obviamente me encuentro, que apunta a que el rendimiento de los 
mercados es mejorable si se actúa de una forma ordenada, planificada y lógica. 
La hipótesis del mercado eficiente en su grado más fuerte nos dice que el precio 
refleja todo y que es impredecible, resultando imbatible a largo plazo. Con estas 
premisas, la mejor aproximación al mercado sería comprar y mantener una posi-
ción en el broker que menores comisiones nos genere. Sin embargo, la realidad no es 
así. Es cierto que la inmensa mayoría de gestores que intenta superar a sus índices 
de referencia no lo consiguen pero eso no implica que el mercado sea eficiente, 
58 
sino que el gestor no lo ha realizado bien porque no le han dejado el tiempo sufi-
ciente o la suerte no ha acompañado… Sin embargo, también existen una multitud 
de gestores que superan sistemáticamente a los mercados. En esta ocasión y por 
no centrarnos siempre en la gestión orientada al precio, tomemos como ejemplo a 
Warren Buffet, estandarte de la gestión value o búsqueda de valor. Desde 1981 hasta 
1999 batió todo los años seguidos a su benchmark, durante 18 años consecutivos. Si 
lanzásemos una moneda al aire y buscásemos 18 caras consecutivas tendríamos que 
intentarlo alrededor de 3,8 millones de veces. 
Los precios son impredecibles y se comportan 
de forma aleatoria. Comparto parte de esta pos-
tura pero no pienso que los mercados se muevan 
de forma aleatoria si no que lo hacen por tenden-
cias. Pongamos que mi posición quedaría de esta 
forma: los precios recogen toda la información 
disponible en un momento determinado por los 
participantes del mercado en ese momento y su 
evolución futura es impredecible aunque sabemos que los precios se mueven por 
tendencias igual que la economía tiene ciclos o que existen diferentes estaciones 
climatológicas en el año. 
Nadie sabe lo que ocurrirá con seguridad en el futuro y eso es una certeza. Con 
los precios ocurre igual pero existen determinados momentos donde la probabili-
dad decanta la balanza para un lado o para el otro. Lo que sí presenta para mí una 
certeza es que invertir con criterios aleatorios puede acabar en ruina. Voy a refres-
car un ejercicio que realicé en una comunidad financiera ante un sistema aleatorio 
de inversión que proponía un broker on-line que, en lugar de intentar enseñar al 
cliente a invertir le invita a operar para generar comisiones. 
El punto de partida era el siguiente: lanzo una moneda al aire todas la sesiones, si 
sale cara compro o me quedo alcista y si sale cruz vendo o me quedo bajista, así in-
definidamente. Si lanzas la moneda al aire un número suficiente de veces la proba-
bilidad rondará el 50% en cada dirección. Si la tendencia del mercado es alcista las 
Existe una multitud 
de gestores que baten 
sistemáticamente
al mercado
 59
subidas serán mayores y el 50% de las compras realizadas gracias a la moneda com-
pensará el 50% de las ventas o las posiciones bajistas. Por el contrario, si el mercado 
es bajista el 50% de las posiciones bajistas compensará las pérdidas por el 50% de 
las posiciones alcistas tomadas dejando un beneficio. Si el mercado se desplaza en 
lateral la cuenta debería quedar en tablas y el coste sería el de las comisiones. 
La figura 7.1 muestra los resultadosobtenidos por esta estrategia aleatoria. He-
mos aplicado la estrategia al Dow Jones Industriales desde junio de 1990 hasta ene-
ro de 2011 y la línea superior azul es la evolución del índice bursátil mientras que 
el resto de líneas son simulaciones de cómo habrían evolucionado las diferentes 
estrategias con diferentes secuencias de caras y cruces. No obtenemos unos resul-
tados demasiado esperanzadores, todas las líneas no superan al benchmark, y en tres 
ocasiones la estrategia de “cara o cruz” habría presentado fuertes pérdidas. 
7.1. Evolución del Dow Jones Industriales y las diferentes simulaciones de la 
estrategia de “cara o cruz” en base 100
60 
Podríamos decir que aquel que se enfrenta a los mercados con un modelo alea-
torio deja sus resultados en manos de la Diosa Fortuna. Es más, sería incluso peor 
jugar a cara o cruz pues en la prueba no hemos incorporado los costes / comisiones 
que la estrategia habría generado haciendo los resultados más pobres aún. Hay 
que tener en cuenta que este periodo de prueba ha encontrado grandes tendencias 
alcistas, tendencias bajistas y movimientos laterales, por lo que consideramos es 
suficientemente amplio para darlo por válido. 
 61Capítulo VIII
Profesión
o afición
62 
 63
“P arece, Sancho, que no hay refrán que no sea verdade-ro, porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas”, frase de Miguel de Cervantes Saavedra en Don Quijote de la Mancha. En muchas ocasiones visionamos al inver-
sor o trader de éxito como una especie de artista talentoso inalcanzable. Sin embargo, nada 
más lejos de la realidad. No hay que encontrarse dotado de una gran capacidad intelectual 
para llegar a convertirse en un inversor con éxito. No existen los caminos cortos y, la cons-
tancia en el trabajo y en el estudio junto con la experiencia que, como bien dice Cervantes 
es la madre de todas las ciencias, son las mejores garantías de éxito. 
En los próximos párrafos voy a decir muchas perogrulladas o simplezas pero 
creo que nunca está de más repetirlas porque pueden ahorrar tiempo, frustraciones 
y dinero. El mundo de los mercados financieros atrae a multitud de gente, dicen 
que a los mejores cerebros. ¿El anzuelo? Dinero fácil y rápido. Muchos de los que 
se encuentren leyendo este libro también estarán escuchando los cantos de sirena. 
Con el fin de que no naufraguen me marco como objetivo en este capítulo devolver-
les a la realidad. Para ello voy a enfocar este artículo con números, como si fueran 
ustedes a montar una empresa de trading.
Antes de dedicarnos a algo tendremos que aprender. Para aprender, una de dos, o 
lo hacemos de forma didáctica –requiere más tiempo– o bien realizamos un curso 
de formación. Si usted es licenciado, podrá realizar un máster y con posterioridad 
64 
desarrollar una vida profesional en una empresa del sector financiero. Con esta 
opción ligará en gran medida su futuro al futuro de la industria financiera. Bien 
esta sería la salida lógica para una persona que quiera dedicarse profesionalmente 
a este mundo, habrá dedicado una gran cantidad de tiempo y dinero con la idea de 
recuperarlo con posterioridad. Ver figura 7.1.
Otra opción es la de, sin titulación, realizar un curso especializado o autofor-
marse y dedicarse al mundo del trading o de la inversión. En este caso, la normativa 
MIFID le pondría las cosas difíciles para gestionar carteras ajenas. La salida que le 
queda es gestionar su propio capital.
Encontramos que es capaz de diseñar un sistema que le proporciona una renta-
bilidad del 30% en el 60% de los años y que en el resto de años, en el 40%, tiene una 
pérdida del 10%. De primeras puede parecerle algo no excesivo pero esto supone 
una rentabilidad anualizada promedio del 12,47% (en base a las simulaciones reali-
7.1. Posibilidades para vivir de los mercados financieros
Master en mercados
financieros
Formación
Autoformación
Curso especializado
en trading
Trabajo por 
cuenta propia
Gestión de
capital propio
Trabajo por 
cuenta propia
Trabajo por 
cuenta ajena
 65
zadas a 20 años vista) y es notablemente superior a la obtenida históricamente por 
los índices bursátiles contando con la reinversión de los dividendos. 
En esas condiciones a 20 años vista su probabilidad de supervivencia (no dejar 
la cuenta en números rojos) dependerá de dos variables (1) el capital inicial de 
partida y (2) el sueldo que quiera usted ponerse por su trabajo. En la tabla 7.2 de 
doble entrada encontrará los resultados de la simulación. Tenga en cuenta que las 
condiciones de la simulación son favorables debido a que no hemos incluido el 
pago de impuestos por ganancias patrimoniales ni la pérdida del poder adquisitivo 
originada por la inflación.
Con estos datos lo que quiero reflejar es que vivir del trading es muy difícil si no 
tiene un capital acorde con los objetivos de sueldo estimados. Si su objetivo es de-
masiado abultado descapitalizará su cuenta pese a disponer de un buen sistema. Si 
su cuenta es demasiado reducida no podrá vivir del trading al menos inicialmente o 
tendrá que buscar otras soluciones como el apalancamiento que dispararán su pro-
babilidad de ruina. En la figura 7.3 encontrarán otras relaciones que les resultarán 
también de Perogrullo. 
 
Más adelante les pongo el esquema de trabajo que yo considero el más adecua-
do. En un inicio no arriesguen el capital, acumulen y mientras tanto adquieran 
conocimientos, busquen una formación específica que sea de calidad (pocas veces 
la van a encontrar gratis). Una vez adquieran un nivel apto, sepan lo que arriesgan 
Sueldo deseado 
Capital inicial 15.000 20.000 25.000
100.000 20% 0% 0%
150.000 85% 45% 30%
200.000 95% 90% 45%
7.2. Probabilidad de superviviencia a 20 años
66 
y tengan desarrollado un sistema con esperanza matemática positiva, comiencen 
a realizar sus inversiones incrementando gradualmente su rentabilidad objetivo a 
medida que van acumulando experiencia y se van conociendo. 
Consulten con un asesor financiero, hagan sus cuentas, tómense sus inversiones 
como una afición seria y no las aparquen o las dejen al azar, aprendan de forma 
paulatina y se alegrarán dentro de unos cuantos años. Lo bueno de adentrarse en 
este mundo es que los objetivos y el tempo de aprendizaje se lo puede marcar uno 
mismo sin requerir una dedicación full-time.
Para finalizar con este capítulo y con el énfasis que he puesto en la adquisición 
de conocimiento se habrán dado cuenta que pienso que no existen atajos y que el 
trabajo es la mejor garantía. De esta forma, aunque pueda recibir más de una críti-
ca por lo que les estoy diciendo, no confío en las black box o cajas negras. Sistemas 
automáticos que se puedan vender a granel y de los que su creador no nos quiere 
desvelar su fórmula mágica. De la misma manera, los intereses de muchas entida-
7.3. Probabilidad de éxito f (capital disponible, rentabilidad exigida,
nivel de apalancamiento y conocimientos)
Probabilidad de éxito
Probabilidad de éxito
Capital
Rentabilidad
Objetivo
Conocimientos Apalancamiento
Probabilidad de éxito
Probabilidad de éxito
 67
des financieras chocan frontalmente con los intereses del cliente debido a que los 
productos más rentables para uno no tienen por qué ser necesariamente los más 
rentables para el otro. Merece la pena adquirir unos conocimientos financieros, 
aunque sean básicos, que le permitan defenderse en este mundo. 
7.4. Esquema de trabajo
Capital
Conocimientos
Rentabilidad
Objetivo
Tiempo
 69Capítulo IX
Homenaje 
a Dow 
parte II 
70 
 71
E n la cuarta parte del segundo capítulo del libro “Don Quijote de la Mancha”, Cervantes conocedor del éxito que había tenido la primera parte de la obra deja caer la siguiente frase: “nunca se-gundas partes fueron buenas”. De esta forma, Cervantes era co-nocedor de la dificultad de mantener el nivel literario y la capaci-
dad de sorpresa que tuvola primera edición. De la misma manera, poco sorprenderá este 
capítulo que es una extensión de “La prueba del siglo” pero que considero necesario para ir 
profundizando en el estudio de los mercados de renta variable. 
Después de dos capítulos de desconexión: “Cara o cruz” y “Profesión o afición”, 
retomamos la senda descrita por la Teoría de Dow en el capítulo “Encaramado a 
hombros de gigantes” y pasaremos a analizar la tendencia secundaria. Comproba-
remos si, en esta ocasión, el dicho no tiene a lugar y segundas partes o tendencias 
secundarias fueron buenas. En el capítulo “La prueba del siglo” comprobamos que 
invertir a favor de la tendencia primaria o de largo plazo tiene su recompensa en 
términos de una mayor rentabilidad y un menor riesgo. ¿Ocurrirá lo mismo cuando 
pongamos a prueba la tendencia secundaria o tendencia de medio plazo?
La tendencia secundaria por definición puede abarcar desde varias semanas has-
ta, en algunas ocasiones, varios meses. De esta forma y para el ejercicio que tene-
mos entre manos, vamos a considerar que, de media, la duración de un movimiento 
secundario se encontrará entre uno y dos meses. Al igual que en “La prueba del 
siglo” identificaremos la tendencia con un cruce de medias y como en esta ocasión 
72 
queremos que las operaciones duren menos tiempo, utilizaremos unos parámetros 
más cortos. Para no complicarnos la vida, al igual que en el anterior ejercicio, esco-
geremos los parámetros que utilizan la mayoría de operadores, las medias simples 
de 14 y 40 sesiones. Ver figura 9.1.
Una tendencia primaria está compuesta por un número indeterminado de ten-
dencias de medio plazo o secundarias. Cuando una tendencia de medio plazo se 
pone en marcha no sabremos si ésta dará lugar a una tendencia primaria o de ma-
yor plazo (1) un rebote que acaba terminando por formar un suelo de años ó (2) una 
corrección que termina por convertirse en una tendencia bajista que perdure una 
década. Utilizamos los siguientes criterios para identificar tendencias secundarias:
• Si MMS (14) > ó = a MMS (40), entonces tendencia secundaria alcista.
• Si MMS (14) < a MMS (40), entonces tendencia secundaria bajista. 
9.1. Ejemplo de identificación de tendencias de medio plazo con análisis chartista
y medias móviles (DJI JUN07 –JUN11)
 73
En la figura 9.2 podemos observar que durante todo el periodo analizado (desde 
1900 hasta 2011) encontramos que las medias seleccionadas se han cruzado al alza 
366 veces en el DJT y 396 en el DJI, con una duración media que ronda los dos 
meses. De esta forma consideramos que este cruce nos podría servir. También se-
leccionaremos otros parámetros en las medias para descartar un posible casualidad 
o eliminar las dudas sobre una optimización; MMS (14) vs MMS (50); MMS (20) vs 
MMS (50), MMS (20) vs MMS (40). 
Podríamos definir una tendencia alcista secundaria de la misma forma que con 
una tendencia primaria:
• MMS (menor duración, DJI) > ó = MMS (mayor duración, DJI) y MMS (menor 
duración, DJT) > ó = MMS (mayor duración, DJT)
Nuevamente volvemos a encontrar un gráfico donde la equity line o línea de re-
sultados obtenida por la Teoría de Dow cuando el mercado tiene una tendencia 
alcista secundaria presenta un perfil mucho más suave que el B&H o, lo que es lo 
mismo, comprar el índice de referencia o benchmark Dow Jones Composite. Cir-
cunstancia que intuitivamente nos hace considerar que habríamos obtenido un 
mejor binomio rentabilidad vs riesgo aplicando unas simples reglas de análisis téc-
nico. Ver figura 9.3. 
DJT DJI
Días analizados 27.743 27.743
Días de tendencia alcista 15.612 16.123
Señales activadas 366 396
Días hábiles por señal 42,66 40,71
Meses 2,13 2,04
9.2. Cuadro de duración media y número de señales con un cruce entre MMS (14) y MMS (40)
74 
¿Qué habría ocurrido con el resto de combina-
ciones de medias móviles simples? La respuesta 
la tenemos la figura 9.4 donde presentamos los 
principales ratios comparativos. La estadística 
que apreciamos en el cuadro corrobora lo que a 
simple vista hemos remarcado. Es decir, mejo-
res ratios rentabilidad vs riesgo en las diferentes 
combinaciones de medias que simplemente com-
prando y manteniendo el activo o benchmark en cartera.
Con los criterios establecidos para detectar una tendencia alcista secundaria y 
/ o primaria podríamos decir que a largo plazo ha resultado atractivo permanecer 
fuera de mercado cuando las combinaciones de medias utilizadas se encontraban 
cruzadas a la baja. Nuevamente señalo que estos resultados no incorporan gastos 
9.3. Evolución de 100 unidades con los criterios establecidos para identificar una tendencia alcista 
secundaria (Teoría de Dow) y evolución de 100 unidades del benchmark en escala logarítmica
Invertir a favor de la
tendencia secundaria 
mejora la 
rentabilidad/riesgo
 75
de transacción, excluyen los dividendos y la remuneración de la liquidez cuando se 
está fuera de mercado. 
Benchmark PC (14,40) PC (14,50) PC (20,50) PC (20,40)
Rentabilidad 
anualizada
4,52% 5,19% 5,43% 4,93% 4,57%
Desviación típica 21% 17% 15% 15% 17%
Rentabilidad
 vs Riesgo
0,22 0,31 0,36 0,32 0,28
Años de cesiones 40 41 39 43 47
Desviación típica 
en las cesiones
12,9% 6,8% 6,5% 7,5% 7,3%
Ratio sortino 0,35 0,76 0,83 0,66 0,62
9.4. Principales ratios de perfomance de la Teoría de Dow vs B&H
 77Capítulo X
Acertar o 
no perder 
78 
 79
“O nly buy something that you’d be perfectly happy to hold if the market shut down for ten years”, “Solamente compra algo con lo que puedas estar a gusto si el mercado cierra durante 10 años”. “Unless you can watch your stock holding decline 
by 50% without becoming panic-stricken, you should not be in the stock market”, “Si no 
puede ver caer sus acciones un 50% sin ser presa del pánico, no debería invertir en el mer-
cado de valores”. Son dos citas que se atribuyen a Warren Buffet, el oráculo de Omaha, una 
de las mayores fortunas del mundo y uno de los inversores más venerados. Lo tiene claro: es 
capaz de no entrar en modo pánico si sus acciones pierden más de un 50% en precio y se en-
contraría a gusto con las acciones compradas si el mercado cierra 10 años. No todo el mun-
do tiene unas convicciones tan firmes y para aprender es necesario saber cuándo uno se ha 
equivocado o hasta dónde se encuentra dispuesto a llegar cuando toma una posición. 
En ocasiones habrán escuchado que un buen operador / gestor / director… es 
aquel que acierta más veces que se equivoca. Bueno, pues la realidad no es así. Lo 
importante en el mundo de la gestión, y muchas veces en la vida, es no meter la 
pata o no cometer un gran fallo. Seguro que alguna vez les ha ocurrido en situa-
ciones cotidianas, una entrevista de trabajo, un examen de conducir, una venta… 
que pensaban que tenían todo encarrilado y en un momento determinado realizan 
un mal comentario o toman una decisión equivocada y dan al traste con el trabajo 
realizado.
80 
La expresión matemática de la esperanza matemática centrará los próximos ca-
pítulos y nos servirá para comprender algunas relaciones básicas. 
Esperanza matemática = fi abilidad x ganancia media – ((1-fi abilidad) x perdida media)
donde: Fiabilidad = aciertos / total operaciones x 100
En la figura 10.1 buscamos, sin contar los costes de transacción, una tabla de 
triple entrada con los resultados obtenidos en base a (1) la pérdida media, (2) la 
ganancia media y (3) la fiabilidad o porcentaje de aciertos. 
Al final el inversor espera ganar dinero, busca una esperanza positiva, un rendi-
miento a su dinero. Este objetivo se puede alcanzar de diferentes formas. Pongamos 
Pérdida media
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
F
ia
b
il
id
a
d
 (
%
)
100 10000 9000 8000 7000 6000 5000 4000 3000 2000 1000 0
90 9000 8000 7000 6000 5000 4000 3000 2000 1000 0 -1000
80 8000 7000 6000 5000 4000 3000 2000 1000 0 -1000 -2000
70 7000 6000 5000 4000 3000 2000 1000 0 -1000 -2000 -300060 6000 5000 4000 3000 2000 1000 0 -1000 -2000 -3000 -4000
50 5000 4000 3000 2000 1000 0 -1000 -2000 -3000 -4000 -5000
40 4000 3000 2000 1000 0 -1000 -2000 -3000 -4000 -5000 -6000
30 3000 2000 1000 0 -1000 -2000 -3000 -4000 -5000 -6000 -7000
20 2000 1000 0 -1000 -2000 -3000 -4000 -5000 -6000 -7000 -8000
10 1000 0 -1000 -2000 -3000 -4000 -5000 -6000 -7000 -8000 -9000
0 0 -1000 -2000 -3000 -4000 -5000 -6000 -7000 -8000 -9000 -10000
100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0
Ganancia media
10.1. Cuadro de combinaciones de esperanza matemática
 81
un par de ejemplos sencillos. Un equipo de baloncesto busca ganar un partido, si 
para ello decide centrar el juego en el tiro exterior y lanza muchos triples sabrá que 
su porcentaje de aciertos será inferior, a cambio, espera puntuar de tres en tres y te-
ner menos pérdidas de balón. De la misma manera un jugador de tenis que busque 
muchos puntos directos de saque tendrá un porcentaje de aciertos inferior. 
Nuestro objetivo es desarrollar un sistema que, una vez pagados los costes, tenga 
una esperanza positiva que supere el coste de oportunidad o el rendimiento obte-
nido por la alternativa de inversión.
Para afianzar esta relación con los datos reales de la tabla 10.3 encontramos que 
en nuestro benchmark, un índice compuesto entre el DJI y el DJT, de los 27.779 días 
analizados, el 52,4% son alcistas ganando en media un 0,75%. Sin embargo, en el 
resto de días, el 48,6%, nuestro benchmark ha terminado en terreno negativo con 
una caída promedio del 0,77%. Con esta relación y para un capital de 100.000 EUR 
esperamos obtener al día una ganancia de 24,41 EUR.
10.2. Relaciones entre fiabilidad, ganancia media y pérdida media
Pérdida media
Fiabilidad Fiabilidad
Ganancia media
82 
También podemos apreciar lo que hemos conseguido al incorporar los criterios 
de tendencia primaria del capítulo V, “La prueba del siglo”. En este caso vemos 
cómo invertir a favor de la tendencia alcista permite aumentar la fiabilidad, au-
mentas el número de días alcistas. Por otro lado, aunque reduces la ganancia media 
en los días alcistas también reduces la pérdida media en los días bajistas en una 
proporción similar. Una combinación que disminuye la volatilidad, si la entende-
mos como el rango de variación diaria, y que permite incrementar la esperanza 
matemática. 
Estrategia
Días 
analizados/
Señal activa
Días 
alcistas
Días 
bajistas
Fiabilidad
Ganancia 
media días 
alcistas
Pérdida 
media días 
bajistas
Esperanza 
matemática
x100.000
Benchmark 27.779 14.555 13.224 52,4% 0,75% -0,77% 24,41
Teoría Dow 
(40,200)
14.700 7.920 6.780 53,9% 0,66% -0,68% 42,69
Teoría Dow 
(50,200)
14.692 7.921 6.771 53,9% 0,66% -0,68% 42,22
Teoría Dow 
(40,210)
14.700 7.920 6.780 53,9% 0,66% -0,68% 42,69
Teoría Dow
(50,210)
14.731 7.925 6.806 53,8% 0,66% -0,68% 40,52
10.3. Estadísticas obtenidas por el benchmark y las diferentes combinaciones de MMS utilizadas 
para identificar la tendencia alcista primaria en el capítulo V
Días donde los criterios exigidos para detectar 
una tendencia alcista primaria se han activado
Se incrementa
la fi abilidad
Se reduce el
rango de los días
Aumenta la
esperanza matemática
 83
Capítulo XI
Ni temerario 
ni con temor
84 
 85
“S i conoces a los demás y te conoces a tí mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a tí mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a tí mis-mo, correrás peligro en cada batalla”. Frase atribuida al 
general chino Sun Tzu que pudo escribir el libro “El arte de la guerra” en el siglo IV a.c. 
En el primer capítulo del libro comentábamos lo importante de conocer a tu oponente en 
un combate, no todos los golpes deben ir con la misma intensidad y no siempre hay que 
golpear. Esperar al momento oportuno para descargar el golpe es vital, aunque no sea 
garantía de tumbar al oponente.
Uno de los errores más comunes en el mundo de la inversión es invertir siem-
pre la misma cantidad de dinero, lo que en una batalla sería como utilizar siempre 
las mismas armas independientemente del enemigo o el entorno. Si encontramos 
la forma de identificar una tendencia y pensamos que los precios se mueven por 
tendencias, entonces el peligro disminuye cuando invertimos a su favor. Utilizando 
como símil la conducción; una carretera bien asfaltada con buena visibilidad y un 
coche bien revisado permiten incrementar la velocidad teniendo una probabilidad 
de accidente menor que si vamos por una carretera repleta de curvas, comienza a 
llover y aparece la señal de peligro por obras. 
Hasta ahora hemos visto cómo los criterios utilizados para detectar una tenden-
cia alcista primaria y secundaria han permitido mejorar el binomio rentabilidad / 
86 
riesgo o la esperanza matemática obtenida por el benchmark. Si consideramos que 
estos patrones que hemos detectado proporcionan valor por separado, también de-
berían hacerlo de forma conjunta. De esta forma podremos detectar momentos más 
favorables que otros para tomar una mayor exposición o pisar más el acelerador.
A lo largo de este capítulo presentaremos diferentes combinaciones de criterios 
para ver el resultado que habríamos obtenido. Primero probaremos si una combi-
nación de medias de largo plazo y de medio plazo, sin contar con el principio de 
confirmación de Dow, incorpora valor por separado para el DJI y el DJT. En las 
estadísticas que recogen las figuras 11.1 y 11.2 volvemos a encontrar que comprar 
Estrategia
Días 
analizados/
Señal activa
Días 
alcistas
Días 
bajistas
Fiabilidad
Ganancia 
media días 
alcistas
Pérdida 
media días 
bajistas
Esperanza 
matemática
x100.000
DJT 27.591 14.037 13.554 50,9% 0,86% -0,85% 23,67
DJT
(40,200)
16.630 8.712 7.918 52,4% 0,79% -0,78% 44,71
DJT
(50,200)
16.645 8.721 7.924 52,4% 0,79% -0,78% 43,85
DJT
(40,210)
16.630 8.712 7.918 52,4% 0,79% -0,78% 44,71
DJT
(50,210)
16.727 8.757 7.970 52,4% 0,79% -0,78% 45,43
DJT
(14,40)
15.430 7.982 7.448 51,7% 0,78% -0,75% 43,25
DJT
(14,50)
15.597 8.096 7.501 51,9% 0,79% -0,76% 44,76
DJT
(20,50)
15.588 8.086 7.502 51,9% 0,79% -0,76% 41,75
DJT
(20,40)
15.390 7.950 7.440 51,7% 0,79% -0,76% 39,22
11.1. Resultados obtenidos por las diferentes combinaciones de cruces de MMS sobre el DJT
 87
con las MMS cruzadas al alza incrementa la fiabilidad y reduce la pérdida media 
en mayor cuantía que la ganancia media, combinación que permite incrementar la 
esperanza matemática. 
El siguiente paso que vamos a realizar es comprobar que cuando los dos criterios 
se cumplen a la vez, la esperanza matemática se incrementa. Es decir, seleccionare-
mos aquellos días que presentan una tendencia secundaria y una tendencia alcista 
primaria de forma simultanea y veremos qué ocurre. Ver figuras 11.3 y 11.4.
Estrategia
Días 
analizados/
Señal activa
Días 
alcistas
Días 
bajistas
Fiabilidad
Ganancia 
media días 
alcistas
Pérdida 
media días 
bajistas
Esperanza 
matemática
x100.000
DJT 27.606 14.497 13.109 52,5% 0,75% -0,77% 25,48
DJT
(40,200)
17.393 9.352 8.041 53,8% 0,65% -0,68% 36,54
DJT
(50,200)
17.389 9.352 8.037 53,8% 0,65% -0,68% 35,18
DJT
(40,210)
17.393 9.352 8.041 53,8% 0,65% -0,68% 36,54
DJT
(50,210)
17.349 9.325 8.024 53,7% 0,65% -0,68% 34,86
DJT
(14,40)
16.168 8.571 7.597 53,0% 0,65% -0,67% 30,57
DJT
(14,50)
16.200 8.602 7.598 53,1% 0,65% -0,67% 30,28
DJT
(20,50)
16.326 8.666 7.660 53,1% 0,65% -0,68% 27,24
DJT
(20,40)
16.165 8.535 7.630 52,8% 0,66% -0,68% 25,52
11.2. Resultados obtenidos por las diferentes combinaciones de cruces de MMS sobre el DJT
88 
11.3. A mejores condiciones mayor exposición sin incrementar riesgo
11.4. Ejemplo de identificación de zonas donde coincide la tendencia alcista primaria y la 
secundaria con MMS (14), MMS (40) y MMS (200)
Días con tendencia
primaria alcista
Días totales
Días con tendencia
secundaria alcista
Días con tendenciaalcista
primaria y secundaria
 89
Con las medias empleadas hasta ahora, encontramos 32 combinaciones diferen-
tes que sirven para identificar zonas donde la tendencia alcista primaria y secun-
daria coincide, 16 en DJI y otras 16 en el DJT. En 17 de estas 32 combinaciones, la 
esperanza matemática mejora respecto al mejor dato obtenido de forma individual. 
30,57 30,28 27,24 25,52
DJT (14,40) DJT (14,50) DJT (20,50) DJT (20,40)
36,54 DJT (40,200) 35,62 36,15 32,51 31,26
35,18 DJT (50,200) 36,04 37,67 33,58 31,80
36,54 DJT (40,210) 35,59 36,15 32,08 31,66
34,86 DJT (50,210) 36,12 37,95 34,43 31,85
43,25 44,76 41,75 39,22
DJI (14,40) DJI (14,50) DJI (20,50) DJI (20,40)
44,71 DJI (40,200) 49,11 44,36 45,79 45,44
43,85 DJI (50,200) 48,61 44,47 45,43 45,51
46,83 DJI (40,210) 49,45 44,66 46,00 46,17
45,43 DJI (50,210) 48,22 43,88 45,17 45,28
11.5. Esperanzas matemáticas obtenidas por las diferentes combinaciones de medias
Esperanza matemática obtenida de forma individual por una 
tendencia alcista secundaria o de medio plazo
Esperanza matemática obtenida de forma individual por
 una tendencia alcista primaria o de largo plazo
Esperanza matemática obtenida en los días que
 presentan tendencia alcista primaria y secundaria
Combinaciones de tendencia alcista primaria y secundaria que 
mejoran el mejor dato de esperanza matemática de forma individual
Combinaciones de tendencia alcista primaria y secundaria que 
empeoran el peor dato de esperanza matemática de forma individual
Combinaciones de tendencia alcista primaria y secundaria que mejoran
la media simple de las esperanzas matemáticas de forma individual
90 
En 29 de las 32 combinaciones posibles, la esperanza supera a la media simple de 
las esperanzas obtenidas utilizando solamente un criterio, el de tendencia prima-
ria o el de secundaria. Solamente en 3 ocasiones de las 32, la esperanza obtenida 
cuando nos encontramos en tendencia alcista primaria y secundaria empeora la 
esperanza obtenida de forma individual.
Con estos datos podríamos decir que cuando coinciden históricamente los cri-
terios establecidos para una tendencia alcista primaria y una tendencia alcista se-
cundaria se mejora la esperanza matemática respecto a los momentos donde sólo 
coincide uno de los dos criterios. De esta manera, existen unos mejores resultados 
en esas zonas que permiten incrementar la exposición alcista con el fin de obtener 
un mejor resultado. Ver figura 11.5.
Retomando el símil realizado con el coche, 
cuando la tendencia alcista primaria y secundaria 
es alcista, nos encontramos ante una gran recta y 
cuando una de las dos tendencias desaparece es 
que comienzan a aproximarse curvas. En estos 
momentos donde el peligro percibido es menor, 
tendencia alcista simultánea, podríamos pisar el 
acelerador sin llegar a ser temerario con el fin de 
obtener una mayor rentabilidad. Sin embargo, si comenzamos a perder visibilidad, 
uno de los filtros falla, deberemos levantar el pie del acelerador para conducir sin 
temor con el fin de llegar a destino a salvo. 
Con tendencia alcista
simultánea podemos
pisar el acelerador sin
que el riesgo aumente
 91Capítulo XII
Paciencia, 
no muerda 
el anzuelo
92 
 93
M uchos habrán escuchado la expresión “La paciencia es la madre de todas las ciencias”. La palabra paciencia tiene muchas acepciones y la que mejor casa en esta frase es la capacidad para hacer cosas pesadas o minu-ciosas, que tiene mucho que ver con la perseverancia, la 
constancia y el trabajo duro. Sin embargo, en esta ocasión, el significado que quiero utilizar 
de la palabra paciencia es el de facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho. En 
este mundo muchas veces la mejor opción es no hacer nada, dejar las cosas tal y como es-
tán. Esperar con tranquilidad a que el precio cumpla los requisitos que exigimos en nuestra 
estrategia es una gran virtud. Le aconsejo que no muerda el anzuelo, operar con demasiada 
frecuencia es uno de los errores más habituales. 
No podría enumerar la cantidad de veces que he escuchado que la mejor forma 
de ganar en bolsa es comprar barato y vender caro. No creo que exista una sola for-
ma o estrategia de ganar en bolsa, ni tampoco confundo precios y valor pero, por 
regla general, las cosas están más baratas cuando los precios han bajado que cuando 
han subido en un periodo de tiempo determinado. Después de los capítulos ante-
riores se habrán dado cuenta de que el inversor tendencial espera a que el precio 
confirme una dirección y luego se posiciona, de esta forma es un inversor paciente. 
En esta ocasión vamos a analizar lo que es la operativa a favor de momentum que 
comparte esta filosofía, esperar al movimiento para luego apuntarse y que choca 
frontalmente con el mensaje de comprar barato para vender caro. 
94 
Cuando hablamos de momentum o momento en los mercados financieros nos 
referimos a si alguna variable ha aumentado o incrementado respecto a hace un 
periodo de tiempo. Si los beneficios del segundo trimestre mejoran a los del pri-
mero decimos que tienen momentum positivo. De forma inversa, el momentum será 
negativo cuando los beneficios han sido inferiores en el último trimestre respecto 
al anterior. En el caso del precio, el indicador de momentum recoge la variación del 
precio en t respecto a hace x sesiones anteriores. 
En la figura 12.1 podemos observar en la ventana central la representación del 
indicador de momentum. Una línea que oscila en torno a una banda que califica-
mos de neutral. Cuando el indicador supera esta banda decimos que el momentum 
es positivo o lo que es lo mismo, que el cierre diario es superior al cierre diario de 
hace X sesiones. En la ventana inferior graficamos el indicador ROC, rate of change 
en inglés, que lo podríamos traducir por ritmo de cambio. Se darán cuenta que se 
mueven al unísono. No lo hacemos por error, es un pequeño ejemplo que les po-
12.1. Ejemplo de indicador de momentum, rate of change (ROC) en DJI
 95
nemos de indicadores técnicos que proporcionan la misma información porque se 
calculan de forma similar. 
Al igual que realizamos con la teoría de Dow, 
probaremos como hubiera funcionado el indica-
dor de momento a lo largo de un periodo amplio 
de tiempo. Utilizamos la serie de precios que 
proporciona el índice norteamericano S&P500 
dando un respiro a los índices Dow Jones que he-
mos utilizado en nuestras pruebas hasta ahora. 
Hemos seleccionado la serie de precios que pro-
porciona el profesor Robert J. Shiller en su página web irrationalexhuberance.com 
con datos desde enero de 1900. La prueba es sencilla, vamos a considerar que si el 
mes actual es alcista, el momento es alcista y mantendremos posiciones alcistas o 
largas abiertas el mes siguiente. Sin embargo, si el mes actual termina por ser bajis-
ta, cerramos posiciones largas si están abiertas y nos quedamos fuera de mercado. 
Esta sencilla regla cumple dos requisitos básicos de la gestión del dinero con 
análisis técnico: (1) operar a favor del precio, es imprescindible que el mes suba, y 
(2) dejamos correr beneficios, consideramos que el precio puede encadenar infini-
tos meses consecutivos alcistas, es decir no cerramos las posiciones alcistas / com-
pradoras o largas mientras no asistamos a un mes bajista. De esta forma compramos 
alto, que no barato, vamos detrás del precio, no hace falta cogerlo en el mismo 
suelo, esperamos a que suba y luego nos apuntamos al carro, al igual que hacemos 
con las medias móviles en los ejercicios realizados para demostrar la existencia de 
tendencia. 
En la tabla 12.2 vemos cómo esta estrategia, sencilla, hubiera duplicado la espe-
ranza matemática respecto a la estrategia de B&H. Leemos la primera línea, desde 
1900 hasta febrero de 2011 hemos tenido 1.333 meses de los cuales han subido el 
S&P500 en el 59% de las ocasiones con una ganancia media del 3,01% mientras que, 
en los meses de caídas, la pérdida

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