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Aguilar Piñal_ La ilustración española

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Aguilar Piñal. La ilustración española
Contexto 
El siglo XVIII europeo fue una etapa crucial: crisis ideológica, emancipación de las colonias/Revolución Francesa, economía cada vez más interdependiente, ideas y costumbres que anuncian la modernidad (para algunos fue el sometimiento de normas universales, para otros el triunfo definitivo de la libertad), Norte de Europa protegía el comercio, progreso económico+desarrollo cultural y científico, filósofos escriben la enciclopedia (secularización de la cultura).
España, por su parte, estaba debilitada: las novedades tardaron en llegar, hubo un cambio de dinastía (recuperación de su vocación europea que dio origen a la Ilustración), ideas importadas que chocaban con las nacionales (mayor resistencia por la ferviente religiosidad). 
De la moda a la modernidad
Consecuencia de su apertura a Europa: moda extranjera (francesa más que nada) se impone en todos los órdenes de vida. Afectó a las costumbres más que a los textos.
Nacimiento de España como nación unitaria y centralizada: corona de España (10 de mayo de 1715).
Hay varias novedades que anuncian el nuevo mundo. La moda como novedad pasajera (ejemplo: cortejo).
Ilustración: vida cultural elitista y secularizada
Concepto de moda: satirizado (Moratín)
Lo nuevo: ¿lo moderno? a veces no
Para que haya modernidad, primero debían haber modas. La modernidad es diferente en cada generación.
La respuesta de la sociedad
· Instituciones culturales: estímulo de incalculable valor promoviendo la enseñanza e investigación de materias específicas, ajenas al mundo universitario.
· Protagonistas: hombres cultos pero también escritores. Todo cuanto se proponía, discutía y censuraba, quedaba por escrito en los archivos y en las memorias impresas de cada institución. Carácter ilustrado y utilitario de investigación colectiva. Unión de voluntades de progreso (características fundamentales del siglo de las luces).
Las instituciones académicas y sociedades económicas eran un refugio de actividades altruistas y desinteresadas para los ilustrados. No puede decirse lo mismo de docentes o profesionales, en los que muchos escritores encontraban un modo de vida. Las instituciones docentes más tradicionales (universidades) no se sumaron a este movimiento de progreso científico y prefirieron seguir manteniendo sus inveterados defectos pedagógicos y posturas ideológicas, con alergia institucional a todo lo nuevo. Su retraso era evidente en comparación con las europeas. 
Literatura controlada (censura)
La libertad de imprenta no se introdujo en la legislación española hasta la constitución de 1812. Durante todo el siglo XVIII el pensamiento, lejos de ser libre, debía de ser expresado con múltiples precauciones para no incidir en culpabilidad legal por insinuar la más leve crítica a los poderes establecidos (Iglesia Católica y Monarquía o el Altar y el Trono). Había censura oficial pero actuaba con mayor eficacia la autocensura temerosa.
Doble censura que debía soportar el escritor español: 2 la gubernativa y 1 la inquisitorial. Si en el escrito no se hallaba nada opuesto a la ideología dominante eclesiástica, se concedía la licencia de impresión (censura civil). La censura previa, civil y gubernamental, fue mucho más eficaz que la propiamente inquisitorial, exclusivamente dedicada a los libros ya impresos o importados con resultado más ruidosos que efectivos. 
Santo Oficio: castigaban y condenaban, con la anuencia del poder político, a personalidades de la vida pública y escritores de sospecha trayectoria ideológica. De esta vigilancia tampoco se libraron las empresas anónimas o colectivas.
El cambio axiológico (cambio de valores)
Las sucesivas culturas se van solapando unas con otras, resistiéndose a morir en manos de la más joven, con nuevas ideas y proyectos.
El cambio axiológico, de una mentalidad contrarreformista y escolástica a otra tímidamente secularizada, es el fenómeno intelectual más relevante en el devenir de los españoles.
La Ilustración está lejos de ser una transformación uniforme en la totalidad de la población culta a lo largo de varias generaciones. No es un movimiento cultural unitario y representativo de todo un siglo.
La Ilustración es una axiología, es decir, una ordenación de los valores que presiden la conducta del ser humano, individual y colectivamente hablando. La cultura sería efecto de una axiología determinada (entre otros factores) por los cambios producidos en la interpretación filosófica de la vida. 
La educación sólo es escuetamente necesaria para cumplir mejor las obligaciones. Solo lo justo necesario, y se aplica en otros ámbitos: dignificación del trabajo, mejores salarios, libertad (pero controlada).
Si la política ilustrada tiene poco de liberal es porque el monarca que la encabeza es todavía rey absoluto, con un equipo de gobierno autoritario.
Se alza la razón como diosa rectora de los destinos del hombre, independizandose la filosofía de la teología pero sin mayores consecuencias sociales. 
El sujeto del cambio
Lo que interesa son los escritores: el acceso a la cultura escrita como un privilegio. Se quiere descubrir las señas de identidad de su pensamiento, la jerarquía de valores que determina su axiología, nivel intelectual, adscripción a movimientos culturales de la época, estilo literario, influencia social y política. 
Necesidad de dejar constancia por escrito las inquietudes para hacer frente a la decadencia nacional. 
Sujeto del cambio: un intelectual perteneciente a la minoría culta, no necesariamente universitario. En el aspecto social, es elitista y refinado, postula bienestar y la felicidad para todos (todo esto está presidido por el beneficio público y por la utilidad). Persona que participa en los intentos de europeización del país. Fomenta el trabajo y la modernización de las técnicas mecánicas. Se estaba dispuesto a sustituir la “espada por la pluma”, lo que significaría un cambio sustancial en la mentalidad del caballero español. El resultado es la aparición de un nuevo tipo de hombre, amante de la paz, progreso y las ciencias. 
La filosofía pasa a todos los aspectos de la vida. 
Sujeto del cambio: persona “razonadora”, “sensible” a las emociones, al heroísmo de las virtudes sociales y avances de la ciencia. 
La monarquía hispana se consolidó como nación, multiplicando y racionalizando las instituciones, protegiendo las artes como nunca antes, las ciencias y la cultura. 
Mujer ilustrada: noble o aburguesada, aparece por primera vez como miembro social, como sujeto del cambio, quizás no totalmente consciente de su importancia. 
El siglo ‘Ilustrado’
La secuencia ideológica varía.
Miedo supersticioso a la libertad
En España se rechaza la noción de ‘iluminar’ y se sustituye por la de ‘ilustrar’, más didáctica y menos filosófica, más científica y menos teológica. España no necesita más que la luz de la fe. 
El juicio de la historia
3 líneas de investigación: 
-Despotismo ilustrado.
-Ilustración cristiana.
-Ilustración liberal.
Opina que no debe hablarse de ninguna de las tres, sino de Ilustración a secas, ya que la ilustración española rechaza los extremos. El objetivo era superar la decadencia económica y cultural de España.

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