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Actas de didáctica de la lengua y la literatura [LITERATURA INFANTIL Y JUVENI I Jornadas Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz Edición a cargo de Carmen García Surrallésn Antonio Moreno Verdulla DE LAS l.as JORNADAS DE DIDÁCTICA DE LA LENGIÍA Y LA LITERATURA: LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL celebradas en la Facultad de Ciencias de la Educación del 9 al 11 de junio de 1996 Edición a cargo de Carmen García Surrallés y Antonio Moreno Verdulla Colaboradores en la edición: Carlos Barrio Reyes Lucía P. Cancelas y Ouviña Lourdes Sánchez Vera Departamenteo de Didáctica de la Lengua y la Literatura Servicio de Publicaciones Universidad de Cádiz 1997 JORNADAS DE DIDÁCTICA DELA LENGUA Y LA LITERATURA (las, 1996. CMiz) Acias •185 las. Jornadas de didáctica de la lengua 12 لو literatura : Literatura infantil y juvenil / celebradas en la Facultad de Ciencias de la Educación del 9 al 11 de Junio de 1996 : edición a cargo de Carmen García Surrall¿« y Antonio Moreno Vcrdulla : colaboradores en la edición Carlos Barrio Reyes, Lucia p. Cancelas y Ouviñá, Lourdes Sánchez Vera. — Cádiz : Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura : Servicio de Publicaciones عط la Universidad, 1997, -- 463 p. ما *4-7756-245-1 !,Literatura infantil - Congresos, I- García Surrallés, Carmen ,ed. n. Moreno Verdulla, Antonio, ed. III. Barrio Reyes, Carlos, col. Cancelas y0uviña٠ Lucia p., coi. V. Sánchez Vera, Lourdes, col. VI.Universidad de Cádiz. Departamento de Didáctica de 12 Lengua y la Literatura, VIL Universidad de Cádiz. Servicio de Publicaciones, اث. vni. Titulo. 82:061.3 © de la presente edición: Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura y Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz. © de los textos: los autores. ISBN 84-7786-245-1 DL: CA-174/98 Imprime: JIMÉNEZ-MENA (Cádiz) Presentación Presentación Presentación El Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura creyó interesante la celebración de unas "Jomadas de Didáctica de la Lengua y la Literatura" con la intención de que se repitieran en años altemos. Estas Jomadas se dedicarían en cada ocasión a distintos aspectos de la Didáctica de la lengua en general, del español como lengua materna, del español como lengua extranjera, del inglés y del francés como lenguas extranjeras y de la Didáctica de sus literaturas. Por este motivo, y dada la importancia creciente de la literatura infantil y juvenil (tanto en la investigación como en la producción de las obras) en las distintas lenguas en las que este Departamento tiene competen cias, decidió que éste podría ser el primero de los temas elegidos. Presenta la ventaja de ser un campo de interés creciente en el último año en Congresos y Jomadas, además de ser interdisciplinar. Se plantearon como objetivos el enriquecimiento y perfeccionamien to en el campo de la literatura infantil y juvenil, o de sus relaciones interdisci plinares, de los asistentes; el debate sobre los beneficios y los inconvenientes de las actuales estrategias de animación a la lectura; así como el debate sobre los beneficios e inconvenientes de la literatura infantil en la enseñanza de las lenguas. Los campos de trabajo de las jomadas, sin perder de vista su condición de interdisciplinar, fueron: Historia de la literatura infantil y juvenil. Teoría y crítica. Literatura infantil de tradición oral. Animación a la lectura. Aplicaciones didácticas en otros campos: lenguas, música, plástica... Además de las ponencias y comunicaciones, se incluyó la presenta ción de "posters" y se ofreció a los participantes una interesante representación del Auto de Navidad por la Compañía Municipal de Títeres "La Tía Norica", la más antigua de España en activo, cuya posible origen es anterior al siglo XVHI. Se eligió el texto más antiguo de entre los conservados y más represen tativo de la personalidad propia de los títeres gaditanos, para los cuales trabajó Picasso como escenógrafo y diseñador.. 7 Presentación Comité científico y organizador Presidencia de honor: Excmo. Sr. D. Guillermo Martínez Massanet, Rector Magnífico. Presidenta: Carmen García Surrallés Secretario: Antonio Moreno Verdulla Vocales: Campoy Bonachera, Rosa Isabel Cancelas y Ouvifla, Lucía Pilar De Gracia Mainé, Antonio Fernández Arias, José Fortún Sanz, María del Dulce Nombre Jiménez Fernández, Rafael Rodrigo Delgado, María José Romero Alfaro, María Elena Salvador Rosa, Aurora Sánchez Vera, Lourdes Alumnos colaboradores con el comité organizador: Barrio Reyes, Carlos Benítez Pérez-Luna, Verónica Cantero Montiel, Daniel Jiménez Maroto, Concepción María Pérez García, María de la Trinidad Reyes Ponce, Rafael Diego Rodríguez Bey, Carmen María Rodríguez Ruso, Fátima María Valenzuela Heredia, María del Carmen Zamorano López, Raquel Pilar 9 Actas de las I“1 Jomadas de Literatura Infantil y Juvenil Entidades colaboradoras: ALHAMBRA LONGMAN ANAYA BAYARD REVISTAS CLIJ, Editorial Torre de Papel. DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE CÁDIZ EDUCACIÓN Y BIBLIOTECA EVEREST FUNDACIÓN MUNICIPAL DE CULTURA, Ayuntamiento de Cádiz HEINEMANN LAROUSSE-PLANETA OXFORD UNIVERSITY PRESS PEONZA PLATERO S ANTILLANA SM VICERRECTORADO DE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA 10 Presentación Participantes: Profesores de Centros universitarios: Alcalá Arévalo, Purificación Alcalá Caldera, Javier Aller García, Carlos Azcuna Pesquera, María Blanca Barcia Mendo, Enrique Borda Crespo, Isabel Carrillo López, María José de la Fuente González, Miguel Ángel de la Maya Retamar, Guadalupe del Reguero Oxinalde, Manuel Antonio Díaz Gil, María-Gracia Diez González, Abilia Durán Fernández, Antonio Echevarría Arce, Elena Fernández Guerrero, Josefa Fernández Martín, Carmen Galera Noguera, Francisco Giner Alcañiz, M٠ de los Desamparados Gómez Gómez, Rosario Gómez-Villalba Ballesteros, Elena Labajo González, M٠ de la Trinidad López Téllez, Gloria Luenzo González, María Rosa Luy Perera, Esther Medina Arjona, Encamación Molina Moreno, María Isabel Morote Magán, Pascuala Navarro Rincón, Antonia Perera Santana, Ángeles Piera Alberola, Salud Porras Castro, Soledad Ramón Molina, Elisa Rasero Machacón, José Ruano León, Juan Santos Maldonado, María Jesús Sevilla Cáceres Sevilla Vizcaya Cáceres Málaga Málaga Palencia Badajoz Vizcaya Melilla Cádiz Madrid Cantabria Melilla Cádiz Almería Valencia Granada Granada. Madrid Asturias Badajoz Valencia Jaén Málaga Valencia Melilla Las Palmas Valencia Valladolid Las Palmas Cáceres Córdoba Palencia il Actas de las I“3 Jomadas de Literatura Infantil y Juvenil Profesores de Centros no-universitarios: Arroyo Rosillo, José camacho Álvarez, Amparo Carrasco Fernández, Francisco Cordeiro Castro, José Antonio Cordeiro Makoon-Singh, Mana Checa Fajardo, Plácido Dugo González, Isidro Javier Estébanez Gil, Juan Carlos Garda Diez, José Alberto García Franco, Ana Milagrosa García Lucero M٠ del Rosario Herrera Lara, José Antonio Jaén Márquez, M* del Rosario Jiménez Hurtado, Natividad Lucia López González, Manuel Francisco López Martínez, María Isabel Loro Carranza, Catalina Luengo Almena, Juan Luis Merino Díaz, Luisa María del Carmen Morales Losa, Pilar Moreno García, Ana M٠ de la Luz Moreno Torrejón, Diego Ojeda Garda, José Antonio Pérez Palomares, Juan Ignacio Piedra González, Eugenia Rojas Ruiz, Diego Román Torrealba, Mercedes Rueda Parra, Carmen Ruiz Más, José Sandubete Marín, Juan José Tornero Tfscar, Antonio Vázquez Astorga, M* Jesús Cádiz Cádiz Cádiz Cádiz EE.UU. Las Palmas Córdoba Burgos Madrid Cádiz Cádiz Cádiz Cádiz Cádiz Cádiz Cádiz Madrid Córdoba Las Palmas Madrid Cádiz Cádiz Jaén Cádiz Cádiz Melilla Córdoba Jaén Jaén Cádiz Cádiz Cádiz Editores, bibliotecarios, otros participantes: Benítez Rosso, Inmaculada Cádiz Borgens, Mattew Todd León 12 Presentación Campiña Álvarez, Concha Madrid Díaz Martín, María Francisca Las Palmas Gamarra Díaz, PilarMadrid García Olasolo, Isabel Madrid Hernández Martínez, Rosa María Cádiz Hidalgo Jiménez, Manuela Granada Lobo Martínez, Jesús Cádiz Maestro Sarrión, José Luis Cádiz Ortega Ruiz, Beatriz Cádiz Rodríguez Ordóñez, Virginia Cádiz Rodríguez Pérez, Trinidad Esther Huelva Serrán Romo, Μ’ Luisa Sevilla Temblador García, Paulina Sevilla Alumnos de los distintos niveles universitarios: Acosta Bustamante, Leonor Cádiz Alfaro Vázquez, Fátima Cádiz Alonso Blasi, Natividad Cádiz Ardila Núñez, M٠ Carmen Cádiz Caro Contreras, Esther Virtudes Cádiz Cortés García, Marina Cádiz De Gracia Rodrigo, Antonio Cádiz Fuentes Martínez, Raquel Jaén García Pozo, Inmaculada Cádiz García Salvador, Carolina Sevilla Iglesias Escamilla, Inmaculada Málaga Larios Aguilar, Ursula Cádiz Laso y León, Esther Burdeos López Besonías, M٠ Angeles Sevilla Llera Ramajo, Begofla Asturias Melgar León, Soledad Cádiz Menacho Sánchez, Isabel María Cádiz Menéndez Bango, Yolanda Asturias Molina Gea, Zocueca Dolores Jaén Ortega Rivas, María del Pilar Málaga Pérez Arenas, Rocío Cádiz Reina Alfaro, Ana Isabel Cádiz Ríos Rojas, Eva María Cádiz 13 Actas de las Ia1 Jomadas de Literatura Injantil y Juvenil Rodríguez Carretero, Yolanda Romera Elvira, Ménica Salas Loaiza, Montserrat Solano Rincón, Francisca María Soriano Molina, Inmaculada Tocino Carrasco, Yolanda Tocón Ortiz, María Valenzuela Sánchez, Antonia Vargas Escalante, Yolanda Velázquez Henri, Josefa Vidal Muñoz de Arenillas, Rosario Villaverde Muñoz, M٠ Carmen Cádiz Málaga Cádiz Málaga Jaén Cádiz Cádiz Cádiz Cádiz Cádiz Cádiz Cádiz 14 Salutación del Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Universidad de Cádiz a los participantes Aurora Salvador Rosa Directora En nombre del Departamento de Didáctica de la Lengua y la Litera tura de la Universidad de Cádiz y en el mío propio les doy la bienvenida. Hace unos meses algunos profesores entusiastas de mi departamento tuvieron la idea de organizar estas Jomadas. A los demás nos pareció una buena idea. Una excelente idea enteramente de acuerdo con el talante abierto y comunicativo que soñamos y reclamamos para la Universidad española en general y para la de Cádiz en particular: ese talante que llamábamos hasta hace poco espíritu universitario, aunque actualmente haya quien se resista a la utilización de términos, como este de "espíritu", de tan subido tono idealista: el idealismo no resulta ya, al parecer, políticamente correcto. Yo digo, sí, "espíritu", sin el menor empacho, porque hace tiempo que dejé de preocuparme del calor sintomático que los que inclinan su pensa miento ante ciertas ideologías, atribuyen a determinadas voces de larga tradición en nuestra Lengua. Digo, pues, “espíritu" y no sólo lo digo. Reivin dico la palabra, porque la propiedad idiomàtica exige que llamemos a las cosas por su nombre. Por su buen nombre. Y no me cabe duda de que la cosa a la que me refiero cuando esto digo, no necesita reivindicación alguna por mi parte: como cosa, como objeto de deseo, está en el ánimo de todos nosotros. Estaba, desde luego, en el de los profesores de mi departamento en el momento en que acometimos esta empresa que ahora se convierte, se está convirtiendo, en realidad. Muchos de ellos han dedicado a la organización de las Jomadas todo su esfuerzo y gran parte de su tiempo. Pero de nada habría servido tan generosa disposición si no hubiéramos encontrado eco en ustedes. El deseo, según nos dejó escrito Cemuda, es una pregunta cuya respuesta no existe. Un mundo cuyo cielo no existe. Del deseo no voy a hablarles, desde luego, porque eso sería irse por 75 Juvenil '١ Jomad،« de Literatura Injantll قعا م Actas de las ramas de la divagación y esas sf que existen ¡qué peligro! No voy a hablar- les del deseo. De lo que si quiero hablar, o más bien dejar constancia, es de la respuesta inmediata, de la calida respuesta que ustedes han dispensado a nuestra iniciativa. Les estamos muy agradecidos, y no es el protocolo de este tipo de actos inaugurales lo que me mueve a decirlo: es el sentir que comparto con todos mis compañeros. Reconforta bastante descubrir que el principio de acción y reacción sigue vigente, más 2114 de la Física, también en las filas de las Humanidades. Porque la Física sigue siendo la Física, eso lo sabemos todos, pero las Humanidades ¿ quién sabe lo que son, ahora que han pasado a llamarse "Ciencias de la Cultura"? No es momento de entrar en esa difícil cuestión, en esa ardua cuestión. Pero quizá si sea oportuno explicar por qué hemos centrado nuestras primeras Jomadas de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Literatura Infantil y Juvenil. Entre los profesores del departamento hubo acuerdo sobre este punto desde el principio. Absoluto acuerdo. Y no todos nos dedicamos por igual a ese concreto campo dentro del más amplio terreno de la Didáctica de la Lengua y la Literatura, asi que no deja de resultar sorprendente que coincidié- ramos. Pero coincidimos, eso es un hecho. A lo mejor porque todos vimos lo mismo: que la Literatura Infantil y Juvenil atraviesa actualmente, en nuestro pais y fuera del 61, por un buen momento, que es simultáneamente una reali dad en barbecho, proporciona materia de investigación a la Ciencia Literaria en cualquiera de sus vertientes, la Historia, la Teoría o la Critica. Por su propia naturaleza, interesa muy especialmente a la Estética de la Recepción, y, por supuesto a la Didáctica de la Literatura en general; y, consecuentemente, también a la de la Lengua. La consideración de Coseriu sobre el lenguaje como actividad, como técnica y como producto es perfectamente aplicable, además, a la Literatura Infantil, y, en su caso, no sólo es aplicable, sino que hace falta tenerla muy en cuenta. Como también hay que tener en cuenta ese otro planteamiento coseriano sobre la lengua como entidad universal, histórica e individual, cuando de Literatura Infantil se trata. De la relación de nuestra disciplina con el estudio de la adquisición del lenguaje se podrían decir muchas cosas. Es este un aspecto especialmente interesante, porque el sentido puramente lúdico informa muchas de las pro- ducciones que se encuadran dentro del conjunto de las de la Literatura Infan- til, y no es tampoco rara su presencia en esas otras que tienen además sentidos distintos, amen de significado. No olvidemos que el juego es una de las funciones más claras del lenguaje infantil, y, antes de que este exista propia 16 Presentación mente, del balbuceo presemiótico. La Literatura Infantil es con frecuencia, también, balbuceo preliterario. Piensen, si no, en sus jitanjáforas. De las conexiones extraliterarias de la Literatura Infantil, empezando por las que guarda con la Psicología y terminando por las que sostiene con la Ética, es innecesario decir nada, como tampoco hace falta señalar su implicación con las distintas manifestaciones de las Artes, -Teatro, Música, Danza, Artes Plásticas- y su expansión hacia los dominios de la Imagen, con la consiguiente hibridación entre ésta y la Literatura Infantil strictu sensu. Nos estamos ya mareando, pero aún queda lo más importante, porque atañe a la finalidad esencial de la Literatura Infantil que no puede ser otra, esto es evidente, que la de ser leída por los niños, que la de hacer de sus destinatarios verdaderos receptores. Me refiero a la Estimulación de la Lectura -Animación a la Lectura, si ustedes lo prefieren-. Eso tiene mucho misterio y, desde luego, una vertiente claramente sociológica. Si nos situamos en el comienzo mismo del proceso estimulador, debemos, también, zambullimos en el mundo del libro y hablar de la Bibliotecas, del Mercado Editorial y hasta de la Sociedad de Consumo. Es mucho tema para tan poco rato, y yo quiero ser prudente. Que lo consiga o no, eso ya es otra cosa. En fin. Dado el filón temático que proporciona la Literatura Infantil (perdonen que me salte lo de Juvenil de vez en cuando, pero es un poco largo), creo que nuestra elecciónno sólo se explica, sino que se justifica sobradamente. A no ser que no sea cierto cuanto he dicho. Y yo creo que si, que es cierto. Pero hay hoy aquí voces más autorizadas que la mía que podrán corroborar, o al menos precisar, hasta qué punto son justas mis afirmaciones. Justas o exageradas, supongo que todos me concederán que algo de eso hay, que algo se mueve en el ambiente. Como me concederán también, no lo dudo, que esta consideración social de que gozan nuestro objeto de estudio y nuestra disciplina es ciertamente nueva, o al menos bastante reciente. Hasta hace muy poco ni el oficio de escribir para los niños, ni el dominio de لها arte, ni mucho menos los estudios y trabajos en tomo a estas cuestiones suscitaban demasiado interés. La Literatura Infantil era tenida por algo muy poco digno de atención: una Literatura, si lo era, sin importancia. Y quienes a ella nos dedicábamos, desde cualquiera de los ángulos posibles, éramos, evidentemente, hijos de un dios menor, inspirados, cuando creadores, por una musa artísticamente limitada. Las cosas han cambiado, empieza a notarse, y siguen cambiando asi que no voy a aprovechar la ocasión. Dios me libre, para una proclama sobre el 17 Actas de las 1" Jomadas de Literatura ¡njantil ٠١ Juvenil orgullo-literario-infanto-juvenil, por más que se esté llevando mucho lo de los orgullos de las diversas condiciones digamos "periféricas". Las cosas han cambiado, repito, o, mejor, van cambiando. Y si cambian es porque procura mos que cambien de acuerdo con nuestras aspiraciones, no por obra de inalterables leyes de evolución. Con estas Jomadas hemos querido contribuir a ese proceso de cambio revalorizador. Porque a pesar de cuanto he dicho acerca de la pujanza de la Literatura Infantil y Juvenil, ésta no ha sido tema excesivamente frecuen tado en reuniones de carácter semejante al de la que iniciamos hoy. Hemos querido ser oportunos, eso está claro, y así lo hemos manifestado desde el primer momento, desde nuestra primera circular anunciadora. Oportunos sí, atención, pero no oportunistas. No nos estamos apuntando al éxito de una moda en auge. Porque nos importa demasiado la Literatura Infantil. Somos de los que piensan que la enseñanza de la lengua no se puede disociar de la enseñan za de la literatura, ya que, en definitiva, llegamos a hacemos con la lengua a través de sus productos, los efímeros y los que quedan atesorados en nuestra memoria. En nuestra memoria y en nuestro corazón guardamos esos textos que fueron paso primero para nosotros en esta andadura. Esos textos, benditos sean, que nos brindaron la posibilidad de descubrir un día el fervor de la palabra. ¿Qué podemos ofrecer a los niños en este tiempo que se nos viene, que se les viene a ellos más que a nosotros según inexorable ley? Quizá no podamos ofrecerles un mundo libre de pesadumbres y conflictos. Quizá ningún lugar hermoso y verde. Quizá no un huerto claro donde florezca el limonero. Pero podemos ofrecerles la palabra. A esos niños que heredarán la tierra que nosotros pisamos, podemos ofrecerles la palabra. Y algunos, unos pocos como en cada época, acabarán por descubrir la. Y verán que es buena. Caerán en la tentación de decir. De escribir. No les valdrán advertencias. No importa de qué generación de ordenador se sirvan para la tarea. Porque crearán algo nuevo bajo el sol en este mundo cuyo cielo entonces quizá ya -de veras- no exista. Algo nuevo. Nuevas formas. Nuevos textos. Nuevas claves históricas. Las mismas claves universales. El mismo dolorido sentir. Ofrezcamos, pues, lo que nosotros hemos tenido el privilegio de gozar. No dejemos que sea la suerte la que decida lo que ha de poner delante 18 Presentación de la mirada inquisitiva de la infancia. ¿Podemos hacerlo? Podemos y debe mos. Queremos además. Por eso, seguramente, estamos aquí. De nuestro intercambio, que espero que sea fructífero, surgirán ideas que podrán servirnos en el futuro para elegir los mejores caminos y acercar a nuestros menores al quehacer literario y a su creaciones más logradas. Todo lo demás corre por cuenta de los propios niños, de cada uno de ellos. Nosotros les daremos la palabra. Pero únicamente ellos podrán escucharla. O decirla. O cantarla. Al fin y al cabo, canta mejor el pájaro que canta solo, sin que se sepa para qué. ¿Será que está amaneciendo? 19 Ponencias La Literatura Infantil en relación con la evolu- ción psicológica del niño Concha López Narváez Autora, Grupo Anaya Es cierto que el escritor escribe para sí mismo, lo que en primer término pretende es crear una historia que le satisfaga, dar vida a unos perso najes que pueda asumir, reconocer como suyos. Cuando un escritor de Literatura Infantil o Juvenil se pone a crear nunca piensa: "Ahora voy a escribir para niños", y mucho menos se preocupa de la edad de éstos. Por supuesto, cuando le llega la inspiración, sobre todo si la recibe como caída del cielo, por susurros de musas, esos maravillosos seres alados y transparentes que no existen, no clasifica ni encasilla, simplemente siente la necesidad de escribir, y es lo que hace. Pero es un hecho que los receptores de su historia son los niños, y el escritor lo sabe. Naturalmente se siente condicionado; sin embargo el suyo es un condicionamiento asumido, que se parece mucho más a un reto que a una frustración. Por lo que a mí me toca, es eso lo que quiero hacer, escribir para niños, y a ello se dirigen todos mis esfuerzos profesionales, a la hora de buscar o recibir inspiración, a la hora de desarrollar un tema y a la hora de darle fin. Cuando creo, el niño y yo estamos íntimamente unidos, instintiva mente unidos, sin que esa comunicación me produzca violencia alguna. Quizás, como decía Ende y como tantos otros dicen, yo escribo para lo que aún queda de la niña que antes fui. Sin embargo, tal cosa no deja de producir me una cierta preocupación, porque no puede ser del todo cierta, ya que si Ende y tantos otros escritores, incluida yo, escribiéramos únicamente para nosotros mismos, no nos preocuparíamos de publicar, nos bastaría con crear. En el autor subyace el deseo de comunicar, por tanto mis historias han de estar dirigidas a mí misma y a otro: el niño que no soy yo. Me asusta confundir a ese niño, real, que vive en un determinado momento y sujeto a determinadas influencias, con la niña ¿vieja? que quizás sea yo, o llegar a creer que él no es otra cosa que un pequeño adulto. Ya sé que los niños no son, nunca lo han sido, completamente inocentes, sólo son inexpertos. Y no lo son porque no pueden serlo, porque llevan dentro una serie de instintos y capacidades que no son, ni más ni 23 Actas de las I" Jomadas de Literatura Infantil ١ Juvenil menos, que aquéllos, ancestrales, de la conservación de la vida y de la especie. Pero hoy cualquier aprendizaje es mucho más complejo que en épocas anterio res, y hasta adquirir una formación completa, intelectual y humana, el niño recibe tal cantidad de conocimientos que le es muy difícil asimilarlos de una manera sosegada y madura. Su mente es bombardeada por un número inmenso de mensajes, muchos de ellos inadecuados, brutales incluso, y él tiene que clasificarlos, aceptando unos y rechazando otros, lo que no siempre resulta fácil. Sin embargo, la niña que fui, la que quizás aún sea, vivió en otro mundo muy distinto y recibió otra clase de estímulos. Seguramente hizo sus clasificaciones, acertadas o no, de manera mucho más sencilla. Por eso no sé si realmente me sirve el recuerdo de aquella niñez mía. Claro que puede decírseme que me limite a escribir, y si a los niños les gusta lo que hago, lo leerán, y si no, no se molestarán en pasar de la primera página. Pero da la casualidad de que yo quiero que les guste lo que escribo, o al menos la mayor parte, porque lo que yo soy, o pretendo ser, es precisamente una comunicado- ¿Entonces?... ¿Qué puedo hacer, o qué hago para, sin dejar de ser yo misma, intentar llegar a los niños,a mis lectores? Ésa es la gran pregunta: ¿cómo llegar al niño sin adoctrinamientos ni manipulaciones, cómo hacerles vivir entre páginas, cómo estimular sus imaginaciones...? ¿Preguntándoles, quizás, qué es lo que les gusta, para así tratar de complementar nuestros deseos e inquietudes con los suyos? Me temo que no, porque así también se corre el peligro de equivocarse, ya que, si no existió nunca una mente infantil absolutamente virgen, hay muchos niños que hoy la tienen por completo adulterada. ¿Cómo pueden saber entonces si lo que desean es en realidad lo que les gusta? Los niños piden con frecuencia violen cia, emociones fuertes... porque eso es lo que ven, lo que se les presenta; pero ¿y si se les enseñara a emocionarse con la ternura, con la delicadeza, con...? ¿Y si simplemente rieran con un libro...? Así pues, ¿qué camino seguir a la hora de escribir para niños? Me parece que la respuesta puede estar en la Psicología, en tener muy presente su momento cognitivo, sin olvidar los condicionamientos del mundo que los rodea. Yo estoy empeñada en la investigación de la psicología del niño, en sus etapas evolutivas; pero apenas he comenzado a adentrarme en su estudio. De todas maneras, la Psicología no es una ciencia exacta, sus cimientos se basan en la observación de la conducta humana, por esto, aun sin saber en exceso, la lógica parece ser el secreto para no equivocarse demasiado a la hora de 24 Ponencias escribir para niños con el sano deseo de comunicarse con ellos. A pesar de eso, yo no puedo olvidar, a la manera de Mafalda, que los niños son nuestros lectorcitos de Indias, de ahí mi interés en seguir ahondando en los estudios de la Psicología Cognitiva. Según Piaget, las etapas de la evolución del niño son cuatro. La primera, sensomotora, abarca desde el nacimiento hasta, más o menos, los dos años. Durante ella avanza desde un ser que responde primordialmente a reflejos hasta otro que puede organizar actividades en relación con el medio ambiente. La segunda, preoperacional, va desde los dos hasta los siete años. Durante ella el niño desarrolla un sistema de representaciones y utiliza símbo los, como la palabra, para representar personas, lugares y sucesos. La tercera, operaciones concretas, desde los siete a los doce años. El niño ya puede solucionar problemas de manera lógica si éstos se encuentran en el aquí y en el ahora. Es el momento de unir la observación física al sentimiento. La cuarta etapa, la de las operaciones formales, comienza a partir de los doce años, y el niño - joven ya puede pensar en términos abstractos y enfrentarse con situaciones hipotéticas. Es el momento de la reflexión personal. Por supuesto que, durante estas etapas, en el desarrollo de las potencialidades del niño intervendrán una serie de factores que no pueden ser olvidados. Es evidente que los socioculturales son determinantes; no puede tener la misma capacidad lectora alguien que recibe continuos estímulos culturales en su familia que quien jamás ve un libro en su hogar. El escritor no puede olvidar las distintas realidades de estas etapas, ni que el niño tiene su propia representación del mundo y sus propios esque mas de actuación, ya que la mente de un niño no corresponde a la de un adulto en miniatura; el niño piensa de manera diferente, de acuerdo con su nivel de madurez cognitivo. De todo lo anterior se deduce que, como la lectura es la confirma ción escrita de lo que el niño aprende y el aprendizaje está ligado a la madurez y a sus distintas etapas, es importante que los niños lean aquello que están capacitados para entender, en una palabra, que puedan vivir la lectura. Así, durante la primera etapa de la evolución cognitiva, la sensomotora, el libro no será para el niño otra cosa que un objeto, lo mirará y lo tocará, como hace con todo, pero lo conocerá, y éste es el momento de conocer el libro, el libro físicamente. Claro que tal cosa entraña el riesgo de que sea destruido o, al menos, estropeado, de ahí que algunas editoriales hayan puesto a la venta libros de plástico o tela, agradables al tacto, que pueden ser chupados y manipulados a placer. Precisamente este placer es fund٠ental, porque si el 25 Actas de las I" Jomadas de Literatura Infantil y Juvenil primer encuentro con el libro es placentero, el niño no lo olvidará. Quizás alguien piense que entregar libros especiales durante esta primera etapa no deja de ser algo superfluo; no lo creo yo así porque, al fin y al cabo, el libro es el lugar, la casa donde viven las historias, y es conveniente que el niño los vaya conociendo como conoce otras realidades físicas. Durante la segunda etapa, la preoperacional, el niño está descu briendo el mundo que le rodea y su relación con él. Mira y reconoce lo que ve. Por tanto, el libro debe ayudarle gozosamente en sus percepciones. Este es el momento de las muchas ilustraciones, ilustraciones de la vida cotidiana, claras, brillantes, concretas... Al principio, hasta los cinco o seis años, sin texto, después con un texto muy pequeño, que haga referencia a la ilustración; más bien como si fueran notas a pie de página, de manera que el niño leyera primero la imagen y luego comprobara que la palabra escrita se corresponde con el dibujo que la sustenta, Es muy importante que los temas estén relacionados con el mismo niño: él, su familia, su casa, su colegio... Como también es importante cómo se expresan dichos temas, repeticiones sencillas, ritmo y musicalidad, imáge nes... Al final de esta etapa el niño está aprendiendo a leer, y todo aprendi zaje entraña dificultad, de ahí la importancia de que el "libro" no sea asociado con una actividad meramente escolar. Es interesante leer en alta voz para el niño, así la historia le entusiasmará y captará su interés, de forma que luego también él querrá leerla. Cuando el niño lee, codifica y descodifica, cuando escucha una narración, sencillamente se emociona, vive la historia. Durante la tercera etapa, la de las operaciones concretas, el niño comienza a sentirse social; pero como entre los siete y los doce años hay un constante proceso de evolución, sería interesante distinguir dos subetapas: la que va de los siete a los nueve años, y la que va de los nueve a los once. Primera subetapa: de los siete a los nueve años. El niño se sitúa en el espacio y en el tiempo. Distingue el presente del pasado y del futuro, y se relaciona con su medio social. Fundamentalmente le preocupa no ser aceptado en el grupo al que pertenece. Ahora no utiliza a los compañeros, que era lo que hacía en la etapa anterior, los necesita para sentirse seguro. Pero si surgen problemas, el niño no puede autoayudarse porque aún carece de introspección, por eso solicita el auxilio del adulto. Ésta es la etapa de los primeros comple jos y sufrimientos a causa de sentirse distinto. En la Literatura, el niño gustará de temas consoladores, que le ayuden a comprender qué es lo que le sucede en relación con el grupo. Si al 26 Ponencias protagonista de una historia le sucede lo que a él mismo, se sentirá consolado. Por otra parte, cualquier lector tiende 4 identificarse con los principales personajes de una historia, de forma que, entendiéndolos, quizás entienda también a aquéllos de sus compañeros que se encuentren en parecidas circuns- tancias. Pero el escritor ha de tener un especial cuidado con la forma de terminar las narraciones a las que puede llamárseles "consoladoras" . Atención a los finales muy felices, porque en la vida real no suelen serlo tanto. Es mejor dar una solución abierta, en la que el protagonista no venza, por completo, sus dificultades, sino que se quede en el intento de resolverlas. El triunfo consistí- rá en procurar más que en conseguir. Por ejemplo: un niño miedoso, que es rechazado por el grupo precisamente por serlo... El final más consolador será aquél en el que quede claro que el niño está afanándose en superar sus temo- res; pero, aunque está en vías de conseguirlo,no se sabe exactamente cuándo lo logrará. Hay que tener muy presente que en estas edades el gran protagonista continúa siendo el propio niño, mientras que el grupo, a pesar de su creciente importancia, es un mero receptor. Según las encuestas, alrededor de los ocho o nueve años es cuando el niño lee más, entre otros factores porque, mediante la lectura, se siente unido a un grupo, el de la historia, que no puede rechazar- Además de ese gran tema, el aprendizaje de la convivencia, hay otros muchos que también pueden interesar al niño desde los siete a los nueve anos, son aquéllos que le ayudan a comprender el mundo: relaciones familia- res, diferencias con los hermanos, alegrías cotidianas y tristezas (la muerte de un ser querido, por ejemplo)... Cualquiera de ellos debe ser tratado con sumo tacto, de manera que el niño entienda que en la vida hay buenos y malos momentos; pero que siempre merece la pena vivirla. En esta etapa los anima- les, que en la anterior podían ser personalizados con frecuencia, van a desem- penar un papel distinto aunque también importante, el de compañeros fieles, sobre todo para el niño inadaptado. Si se les sigue personalizando será, a la manera de las fábulas, para que asuman la responsabilidad de hacer una critica o un elogio de alguna situación importante: la guerra, la injusticia social, la vanidad... Pero nunca serán simples protagonistas de asuntos sencillos o cotidianos. Por otra parte, el niño todavía es muy receptivo, aún en esta etapa pueden fijarse conductas, positivas o negativas, que después serán abandona- das con dificultad. Qué distinto llegará a ser, seguramente, un adulto, depen 27 Actas de las I" Jomadas de Literatura Infantil ر٠ Juvenil diendo de que en su infancia crea o no que la falta de poder o riqueza condu cen indefectiblemente a la frustración. También es posible combatir, con sencillez, ciertos tópicos muy arraigados en la sociedad, como puede ser, que haya cosas de "hombres" y cosas de "mujeres". Más o menos, alrededor de los nueve años el niño descubre que él es miembro de una sociedad de gente pareja, que son sus iguales. Ahora es consciente de que tiene intereses comunes a otros niños, y el grupo se afianza. Es ésta la etapa del "nosotros" y del comienzo de la independencia del adulto. Se comparten secretos y se progresa colaborando. En resumen, el grupo es poderoso y se convierte en el gran protagonista. Generalmente los grupos son del mismo sexo. Los chicos ignoran a las niñas y éstas los desprecian. Si existe alguna relación intensa entre miem bros de uno y otro grupo, suele guardarse en secreto. Segunda subetapa: durante el período de tiempo que comienza a los nueve años y termina hacia los doce, se inician los conflictos entre los deseos de independencia de los hijos y los de supervisión de los padres. De todas formas, el niño todavía es algo egocéntrico, por eso aún utiliza a los mayores para que resuelvan alguno de sus conflictos y satisfagan muchos de sus deseos. Pero, sea como sea, tiene conciencia de que existe un mundo exterior que los adultos no conocen, y que pertenece sólo a él y a sus amigos. Es un mundo de emociones y descubrimientos. Pero en estas edades los niños no controlan del todo sus sentimien tos, y un incidente menor puede ser para ellos de extrema importancia, de forma que su conciencia social quizás se vea modificada y, ante lo que él considera un rechazo, puede retraerse del grupo, automarginarse. A la par que toma conciencia de ser social, el niño también toma conciencia de lo justo y de lo injusto, es decir, se convierte en crítico, de los otros y de sí mismo. Además es consciente del ambiente que le rodea, descu bre la Naturaleza y, si se le potencia, se vuelve "ecologista"... Por todo lo anteriormente expuesto, el escritor ha de saber que los temas que más interesan al niño serán aquéllos que le afiancen como ser social, que confirmen sus deseos de independencia, o que sirvan para anudar los lazos que le unen a la Naturaleza. A partir de los doce años comienza la cuarta etapa, la de las opera ciones formales, según Piaget. Es el momento de la reflexión personal, de la inquietudes y de la autocrítica excesiva. Ahora los rasgos sexuales se modifican, y hay grandes diferencias 28 Ponencias individuales en todos los aspectos. El chico sabe que ya no es un niño; pero tampoco un adulto. Se siente "él mismo", y sus deseos de independencia se intensifican, por lo que suele tener lugar una crisis de identidad. El preadolescente se preocupa por su aspecto y, sobre todo, por cómo lo verán los demás. Es el gran momento de la independencia, del rechazo a toda atadura o autoridad. La atracción por el otro sexo se intensifica; pero no todos los chicos y chicas la proyectan en sus compañeros. El sexo es algo en sí, fasci nante, secreto, ¿terrible?... El "niño-joven" está lleno de proyectos, ilusiones y miedos, y, desgraciadamente, "tiene que estudiar". A partir de los doce años los chicos están capacitados para entender cualquier tema si se les presenta de forma adecuada, de todas maneras, se sentirán especialmente sensibilizados hacia aquéllos que tengan relación con emociones y frustraciones, justicia e injusticia... que les posibiliten tomar partido, o también con aquellos otros que les permitan olvidar sus verdaderos temores, como, por ejemplo, puedan ser los de terror o policíacos. Desde los catorce a los diecisiete años comienza otra etapa, en la que la niñez queda definitivamente abandonada y el adolescente se acerca rápidamente a la juventud; muy pronto va a ser adulto, y a prepararse para ello se canalizan, en último término, todos sus esfuerzos. Sus preocupaciones se centran en acceder a la sociedad de la forma menos traumática posible. Por eso demandan, cada vez más, literatura para adultos. De todo lo expuesto en esta ponencia puede deducirse que, en líneas generales, la Literatura Infantil ha de adaptarse al momento psicológico del lector, si se quiere que éste vibre con ella. De todas maneras, como se ha dicho al principio, el autor que escribe para niños raramente piensa en el receptor de su obra cuando la planea o realiza, lo que de verdad hace es vivirla a la manera de "sus” seis, siete, nueve o doce años; pero, si no tiene un sexto sentido que le haga escuchar, gozosamente, los pasos inquietos de los "otros" niños a su alrededor, es muy probable que, una vez terminada, su historia, aunque técnicamente correcta, no consiga transmitir "vida", que, en definitiva, es lo que importa. 29 Que mon conte soit beau et se déroule comme un long fil... Literatura infantil y aprendizaje de la lengua extranjera. Margando Cambra Gine, Universidad de Barcelona. Introducción Mi contribución a estas Jornadas de Didáctica de la Lengua y la Literatura dedicadas a la Literatura Infantil y Juvenil va a ser desde la perspec tiva de la enseñanza de la lengua extranjera, sobre todo en la enseñanza primaria y voy a partir de la siguiente pregunta: ¿Cómo utilizamos la literatura infantil?, cuestión que me preocupa desde que ha quedado establecido, con la aplicación de la Reforma Educativa, que el aprendizaje de una lengua extran jera (LE) empieza a partir del segundo ciclo de primaria, y también porque me consta que se desarrollan numerosas experiencias de introducción de la LE antes de la edad de ocho años, y algunos profesores han comenzado a utilizar materiales de literatura infantil. Y me preocupa porque el patrimonio de la cultura tradicional, y especialmente la literatura infantil, que es la que nos ha reunido aquí, no puede ser solamente un simple recurso para hacer las clases más amenas o satisfacer los eslóganes que prometen un aprendizaje "lúdico" y de este modo atraer la clientela en este mercado que son los centros extraescolares de aprendizaje de idiomas. Bajo el término de cultura tradicional popular se cuentan unos materiales de una increíble diversidad. Centrándonos en el campo de lasartes y de la literatura y solamente en el que está relacionado con el mundo de la infancia, es obvio que disponemos de una cantidad enorme de materiales que no sólo seducen por su variedad y riqueza, sino también por su indudable atractivo. Voy a referirme tanto a los elementos qué nos han llegado de otras épocas primero por tradición oral y luego gracias a la escritura y a los compi ladores que desde el siglo XIX se han dedicado a recogerlos, como aquellos textos actuales transmitidos por los libros infantiles, las revistas para niños: canciones, poesías, cuentos, compuestos por cantantes, poetas, escritores actuales para un público infantil, con perspectivas nuevas y originales pero también enraizados en la tradición. 31 Actas de las I““ Jomadas de Literatura Infantil y Juvenil Cualquier profesor de lenguas se sentirá atraído por los cuentos, las rimas, las canciones, etc., y esa atracción tiene seguramente relación con el gusto de revivir experiencias placenteras y de compartir momentos felices con los alumnos. Y también atracción por los libros, los álbumes ilustrados, las revistas infantiles, objetos maravillosos que nos tientan desde las librerías y bibliotecas. Estos materiales, actuales y tradicionales, no sólo tienen un gran poder de atracción por las razones mencionadas, sino que poseen además unas características específicas que los convierten en unos documentos de un alto grado de calidad al que no suelen llegar los manuales más usuales de inglés o francés como LE. Aparecen como más adecuados para los niños y niñas de la enseñanza primaria porque, aunque a veces incorporen elementos lingüísticos que puedan parecer contenidos de aprendizaje demasiado difíciles para los aprendices de LE, presentan sin embargo, a todos los niveles (verbal, icónico, imaginativo, cultural), una riqueza tal que los materiales didácticos no resisten la comparación, en la mayoría de los casos. Y es que han sido elaborados para los niños y las niñas, en una situación de producción no escolar. Son creacio nes culturales genuinas, con unas finalidades y funciones propias: función mágica e imaginativa, función de integración en una cultura, función lúdica y estética, función educativa, que comprende el aprendizaje del lenguaje. De ahí que el profesor de LE se convierta en usuario de tales manifestaciones culturales, y acuda a abastecerse en una especie de cueva de Alí Baba de una abundancia inusitada dentro de la cual puede seleccionar a su gusto, por poco que la curiosidad y el afán por conocer este ámbito empuje al profesor en busca de tesoros. No pretendo, hoy aquí, establecer una especie de manual del usuario, pero sí introducir algunos elementos de reflexión sobre las condiciones en las que se puede utilizar la cultura popular y la literatura infantil en clase de LE. He empleado la palabra utilizar y no aprovechar. algunos profesores de LE, con toda la buena fe, reducen sus finalidades educativas a objetivos estrictamente limitados al aprendizaje de la lengua y olvidan que el profesor de primaria, por muy especialista de LE que sea, es ante todo un educador, en segundo lugar un formador en el área del lenguaje, y en tercer lugar, un profesor de LE, con todas las consecuencias que ello supone. Quiero invitar a los docentes de LE a adoptar una perspectiva de más alto vuelo, salir de la concreción de cómo preparar una actividad de aprendizaje a partir de un texto determinado, para pensar en qué consiste aprender una LE, cómo el aprendizaje de una LE contribuye a la formación 32 Ponencias lingüística del alumno, al descubrimiento del lenguaje, como lo dice tan bien J.M* Castellá en su libro De la frase al text: "El llenguatge és un fenómen essencialment enlla؟at amb la vida. A través de la !lengua ens fem, creixem, actuem, negociem, jurem, ens odiem i ens estimem. Amb la !lengua ens amaguem o ens mostrem. Per la llengua ens identifiquem i compartirá una cultura i un món: Aprenem a jugar amb les paraules i a entendre la beilesa de dir i de fer un poema”.1 Desde la enseñanza de la LI, la L2 y la LE por igual, se contribuye a descubrir un instrumento que sirve para expresar, para comu nicar, para jugar, para gozar. El lenguaje -su aprendizaje y su uso- puede ser una fuente inagotable de placer. 1 Caste la, 1992, p.14. 2 Poème de Jean-Luc Moreau extrait de L'arbre perché, collection “Enfance Hereuse”, Les Editions Ouvrières, 1980. Musique de James Olivier: Poésies et chansons douces pour petits mousses", Arc-en-ciel, 301273. 1. Uso de la literatura infantil en clase y en los manuales 1.1. Me preocupa, en definitiva, que, con la mejor de las intenciones, el profesor de LE se precipite sobre un material de este tipo y caiga en uno u otro de los extremos siguientes: - Incorporar de cuando en cuando una canción, un cuento, un juego para relajar, para distraer. - O bien todo lo contrario: planear un trabajo intensivo a partir de un texto del cual se pretende sacar todo el jugo: comprensión, gramática, vocabulario, etc. - O bien aportar el texto en clase sin haber trabajado sobre él ni programado actividad alguna e ir improvisando sobre la marcha. Para ilustrar el tercero de estos ejemplos de usos, veamos la trans cripción de una secuencia de clase (cf. anexo) en la cual la maestra utiliza la canción Le rat musqué del canadiense francófono James Olliver, a partir de un poema de Jean-Luc Moreau:2 Observamos cómo la profesora no ha preparado la actividad, en el sentido de que no ha realizado un análisis pre-didáctico del texto, ni se ha preguntado qué pretendía exactamente hacer con él: ¿comprensión oral? ¿entrenamiento auditivo? Opta por hacer escuchar y, dado el placer que siente no sólo por la música sino por el significado de las palabras, intenta facilitar el acceso a este significado. Sin embargo, la dificultad 33 Actas de las I“’ Jomadas de Literatura Infantil y Juvenil aparece enseguida: hacer percibir la situación y el personaje que, viviendo en el bosque, se aloja en una cabaña prefabricada y tiene comportamientos que rompen con los propios de este animal roedor. Entonces la maestra improvisa un cuento en catalán, donde va explicando la situación en Ll, incorporando cuando puede, palabras conocidas por los alumnos: "les oiseaux. la rivière". Luego intenta hacer cantar la parte explicada, pero se da progresivamente cuenta que presenta dificultades, y lo verbaliza para que los niños no se desmoralicen: "que és difícil, aixó", "ja l'aprendrem, ja!", "es quedaran parats", etc. De hecho, la idea de presentarlo como un cuento, y de recurrir a un texto "doble" en Ll, es interesante y, si hubiera dedicado un poco de tiempo en la preparación, podría constituir una actividad de pre-audición para presentar la situación preparando la escucha posterior en francés. Pero se olvida de dar la clave para entender este poema: el personaje es extravagante y a medida que avanzamos en el texto este animalito se presenta como un "amigo de las artes". Como no se ha hecho este trabajo previo por parte del docente, el problema aparece demasiado tarde: cuando había que explicar que vive en una casita prefabricada convenía situarse en este mundo de ficción, donde los animales se comportan como humanos, llevan gafas, fuman en pipa, cultivan flores, se cuidan los pies, tocan la flauta... Porque lo importante, para gozar de este poema-canción es comprender esta extravagancia del personaje, su parecido con un hombre viejo y la incongruencia con su entomo natural (el bosque, el río, los pájaros), y divertirse con sus actuaciones. Nada más. 1.2. Vamos a ver ahora qué uso hacen de la literatura infantil los manuales de LE más usuales. 1.2.1. Dos ejemplos de manuales para la enseñanza del francés: a. Les petits lascars Les petits lascars se dirige a un público de niños muy jóvenes que aprenden el francés como L2 en un contexto francófono: incorpora un libro de comptines que se presenta como un material a medio camino entre lautiliza ción clásica en la Educación Infantil en Ll, y un material de LE. Es decir, se insiste en los valores educativos de la compiine tales como la coordinación de los sistemas centrales del pensamiento, la palabra y el gesto, o bien lo que implica como estructuración verbal y espacial simultáneas la memorización de las palabras y los movimientos, o también cómo provocan una excitación cognitiva y motriz. Las comptines son, pues, propuestas para hacer un uso próximo al que se hace en clase de Ll (repetir, cantar, escandir, jugar), pero además, se presentan con una ilustración para facilitar el acceso al significado 34 ٢ Ponencias y unas propuestas de explotación tanto lingüística como cultural para hacer hablar, narrar, aprender estructuras morfosintácticas y léxico. En una palabra, se usan como textos que permitan unas actividades completas con el objetivo de aprender lengua. b. Kangourou (LE) En Kangourou 1, cada unidad o lección incluye una página con una comptine o poema ilustrados: son o bien fabricados para la ocasión, es decir con fines de didáctica de la lengua, o bien documentos "auténticos " o "socia les" . En Kangourou 2, se presentan como objeto de lectura unos cuentos ilustrados especialmente para el manual, pero extraídos de libros de cuentos publicados por las editoriales Istra y Hachette, así como una leyenda (La Légende de la Vivre). Las actividades propuestas son las clásicas: contestar a preguntas de verdadero / falso, completar o asociar palabras, como control de la comprensión. c. También existen iniciativas editoriales que proponen materiales complementarios, publicaciones de formato más flexible que los manuales, con sugerencias para utilizar los cuentos, etc. También en didáctica de la L1 se encuentran recursos de este estilo. Más interesantes son experiencias como las de L'Ecole des Loisirs (una editorial conocida por la extraordinaria calidad de los libros infantiles y también materiales para la escuela) propone Activités à partir de l'album de fiction de Rémy Stoecklé, para utilizar en clase de L1 libros de literatura infantil ya publicados. Las declaraciones de Jean Fabre, director de la mencionada editorial, sobre su propósito son muy claras: "tenter de compenser et de rééquilibrer, avant qu'il ne soit trop tard, une pratique trop privilégiée de la lecture à finalité didactique, de la lecture de savoir, à l'âge de l'école, par une lecture de bien-être et de mieux-vivre qui préfigure celle à laquelle les lecteurs adultes se complisent par plaisir et pour leur accomplisse ment personnel" . Y lo que se dice aquí sobre la lectura de ٠umes ilustrados sirve también para la audición, comprensión, repetición, escansión de: cuen tos, trabalenguas, estribillos, onomatopeyas, abecedarios, disparates, juegos de dedos, juegos de movimiento, coplas, letrillas, adivinanzas, refranes, relatos encadenados, juegos de palabras, y un larguísimo etcétera. 3 3 Stoecklé 1994, p.13. 35 Actas de las I" Jornadas de Literatura Intantil ٦ Juvenil 2. ¿Para qué sirve y servía la literatura y la cultura infantil? 2.1. Los profesores de LE deberían observar cómo funcionan y funciona ban los materiales de cultura infantil en su contexto comunicativo genuino, es decir, antes de recuperarlos para introducirlos en clase, analizarlos como un acto de comunicación, generado en un contexto y con unas intenciones. Debemos situamos en el contexto de la infancia, en las funciones que tenía y tiene el acto de contar y escuchar cuentos, jugar con los sonidos cabalgando sobre el regazo de un adulto o reírse juntos diciendo disparates. Y una vez situados, los profesores de LE podremos introducirlos en clase no sólo con la finalidad de desatar la lengua, desarrollar la memoria auditiva, trabajar la comprensión oral y escrita, etc. (que son objetivos específicos de nuestra área), sino también, y sobre todo, contribuir a desarrollar la capacidad de imaginar, de captar, mediante los símbolos, aspectos importantes, e incluso graves, de la vida. Los cuentos, toda la literatura infantil, contribuyen al desarrollo global de los niños y las niñas, tanto el componente de racionalidad como el de la imaginación, que son complementarios. Constituyen una iniciación extraordinaria a la imaginación simbólica, a la capacidad fundamental de inventarse y de inventar el mundo que nos rodea, de soñar, de representar, de imaginar. Los poemas, los cuentos, las rimas cuentan "otra cosa", en palabras de G. Jean, "les mots tissent en dehors de leur sens immédiat des tapisseries imaginaires"4. 4 Jean, 1976, p. 124. La imaginación debe ser "alimentada", estimulada, orientada. A partir de los materiales de ficción de la cultura infantil se construye una "memoria cultural": situaciones, personajes, esquemas narrativos, peripecias son interiorizados, asimilados y luego rememorados. Los niños que frecuentan la literatura infantil desarrollan el gusto por la palabra, el sentido del ritmo, de las entonaciones, de las aliteraciones y las rimas, la sensibilidad al uso poético del lenguaje. 2.2. Ejemplo: funciones de las comptines Vamos a tomar un ejemplo: las fórmulas o rimas, que los franceses llaman comptines porque las más abundantes han sido siempre las rimas para jugar, contar, o sortear, y que se caracterizan por no tener demasiado sentido (absurdas, humorísticas, mentiras, disparates), tener versificación y rima, una 36 Ponencias estructura sintáctica repetitiva con un determinado ritmo, añadiendo regular mente nuevos elementos, y de ser dichas, escandidas o cantadas con ritmo melódico, expresadas con la máxima concisión melódica y a menudo asocia das a juegos y otras actividades motrices. ¿Qué funciones tenían y siguen teniendo, fuera del aula, dichas composiciones? - En primer lugar, una función derivada de la función mágica que los folcloristas y los etnólogos atribuyen a la palabra versificada, las encanta ciones para ciertas prácticas mágicas primitivas: para formular encantamien tos, maldiciones, obtener algún don, o marcar un momento dramático. Quedan huellas de ello en los cuentos mismos, con las formulitas de apertura y de clausura del relato y con las fórmulas mágicas que pronuncian algunos perso najes. Permanece el poder de la fórmula mágica, de la repetición , de las sonoridades y el poder de evocación: "Toe! Toe! Toe! Qui est lá? ....", "Passe ton chemin, vilain coquin galopín". - En segundo lugar, una función educativa indudable: las abuelas, las nodrizas las han utilizado desde tiempos inmemoriales no sólo para entretener a los niños, sino para enseñarles a explorar el espacio, a mantener el equilibrio, vestirse, a jugar, y sobre todo a designar las partes del cuerpo, contar, decir los días de la semana, aprender las notas musicales, designar a los miembros de la familia, es decir, a manejar el lenguaje. - En tercer lugar, servían y sirven para crear relaciones afectivas con los adultos (acompañándolas de caricias, balanceos, saltos, cosquillas, gestos a imitar) y para integrar a los niños a una comunidad cultural que se expresa por medio de una determinada lengua. Hay además un valor añadido: las fórmulas (frases hechas, expresiones fijas, trozos de lengua) se convierten en código secreto, santo y seña, lengua tribal del grupo. - En cuarto lugar, tenían y tienen una función lúdica y poética, no sólo porque servían de soporte rítmico para realizar tareas y sobre todo juegos motrices, sino porque permitían complementar el uso del lenguaje en su función referencial con el placer de jugar con las palabras, dejarse acunar por la cadencia de los versos, las repeticiones, las rimas, y maravillarse con la fuerza poética de imágenes insólitas. Es lo que Charpentreau llama "la musi- quilla de la infancia". La percepción de los sonidos y las palabras coincide con un choque emocional fuerte: placer, alegría, sorpresa ante la fuerza de unas imágenes que, sin ser inteligibles, golpean la memoria y se quedan allíde forma muy persistente. Combinaciones extravagantes de sonidos que engen dran imágenes visuales muy fuertes. Las comptines han persistido y tienen una 37 Actas de las ¡as Jornadas de Literatura Infantil y Juvenil vitalidad muy grande. En Francia, los poetas contemporáneos siguen compo niendo comptines, y el fondo disponible es inmenso. Todo ello debe enmarcarse en unos contextos históricos y sociales que se han ido transformando. Los destinatarios de muchos de estos materiales no siempre fueron los niños y las niñas. Como lo analiza Ph. Aries en una obra muy interesante (L'enfant et la viefamiliale sous VAnden Régime), el concep to de infancia y de actividad educativa dirigida específicamente a la infancia es un hecho de la edad moderna. Los cuentos y demás materiales que hoy consideramos pertenecientes a la cultura infantil funcionaban en un medio familiar y social que no distinguía la edad de la infancia de manera distinta a la edad adulta: los niños aprendían inmersos dentro de las actividades del grupo social; los cuentos formaban parte de las actividades colectivas de todos, mayores y pequeños, reunidos en las largas noches de invierno, o durante los acontecimientos que ritmaban los trabajos y los días. Así es cómo los niños, en estas actividades lúdicas, aprendían a hablar interactuando con los adultos y demás niños, y aprendían no sólo a comunicar sino a jugar con el lenguaje. La función de enseñanza de la lengua es obvia, pero se ejercía a través del lenguaje simbólico, de la transgresión de las propias normas de la lengua, de la función poética misma del lenguaje, expresada en la poesía popular, los juegos verbales, los cuentos. 3. ¿El lenguaje literario es adecuado para unos principiantes en LE y para aprender una LE? El niño de hoy que escucha rimas y juega con ellas está en un proceso de adquisición y aprendizaje de su lengua propia (dentro y fuera de la escuela) y en fase inicial de adquisición de una competencia literaria. El aprendiz de una LE está también en una fase inicial de una competencia en esta lengua. Dejando aparte el encanto indudable de los textos literarios para niños, su calidad y adecuación, hemos de considerar con sensatez qué implica la percepción del discurso peculiar de la literatura para unos niños que están aprendiendo una LE, y, por tanto, en proceso de adquisición de una competen cia comunicativa en esta lengua. Se han mencionado repetidamente varios obstáculos para la ense ñanza del lenguaje literario en clase de LE, ligados a la noción misma de lengua literaria, separada por una frontera arbitraria de la lengua corriente, como si fuera un "suplemento" inaceptable para los aprendices de la LE. Sin embargo, muchos textos literarios, y especialmente los infantiles, están muy cerca de la comunicación oral de cada día. 38 ٢ Ponencias Un ejemplo sencillo: la canción La petite Charlotte de Henri Dès,5 un cantautor suizo actual, en la que pone en escena una situación muy cotidia na: la pequeña Charlotte quiere hacer un pastel y para ello necesita un rodillo para hacerlo, un homo para cocerlo y una bandeja para ponerlo; se instaura un diálogo entre Charlotte y un vecino que se niega a prestarle estos utensilios. El texto tiene parcialmente la estructura de un texto conversacional e instruccio- nal, como las instrucciones para realizar trabajos manuales. Los enunciados son, desde el punto de vista comunicativo, muy habituales y útiles, y desde el punto de vista lingüístico, de una gran sencillez: "Qui est là? C'est ...", "J'aurais besoin d'un rouleau pour faire mon gâteau", "Je n'en ai pas, débrouille-toi comme ça", " Tu n'en auras pas". Además, hay la ventaja que en el mismo texto se repiten las situaciones y los enunciados, con alguna variación, como si fuera un ejercicio estructural "natural": rouleau - faire ; fourneau - cuire; plateau - mettre. El "plus" literario no se manifiesta por medio de una mayor comple jidad lingüística, sino a nivel de la interpretación que debe hacer el que escucha. En este texto hay diversas resonancias debidas a la gran intertextuali- dad de los textos de literatura infantil: Este “Pan! Pan! Pan! J'aurais besoin d'un.... pour... ” evoca “Au clair de la lune" donde la vecina va a pedir fuego y se le niega. También recuerda la canción popular "J'ai du bon tabac dans ma tabatière" que termina con un "tu n'en auras pas!”.'{ también está una particular manera de agenciar las palabras, de crear ritmos y cadencias, de contar una historia con unas imágenes sugestivas, un determinado guiño del autor cuando ha escogido "Charlotte" para el nombre de la muchacha, tenien do en cuenta que la charlotte es un pastel... Como lo afirma Sánchez Corral (95), el lenguaje literario es porta dor de un "plus excepcional'1, es la palabra intensificada de la expresión poética por encima de la palabra neutralizada de la expresión cotidiana, lo cual implica el dominio de una segunda competencia comunicativa. Siguiendo a este autor, en la expresión artística hay una ruptura porque "al producir o interpretar el texto literario se suspenden las reglas de adecuación que rigen la comunicación no literaria"; también se produce una ruptura cognitiva comple ja de los esquemas de la experiencia cotidiana. En efecto, se participa en la invención de una nueva realidad en la que las gallinas hablan, los niños 5 Cassette Musidisc DEK 37385 MU443: Henri DÈS, Cache-cache, vol.2 (Disques Marie-Josef). 39 Actas de las I“" Jomadas de Literatura Infantil y Juvenil vuelan, los seres se transforman. Hay el gozo de la experiencia estética del lenguaje llevado a la realización de las virtualidades expresivas que posee y a la vez una recreación de la realidad por la vía de la imaginación. Algunos profesores de LE se asustarán porque creen que la trans gresión en el lenguaje y la transgresión en lo cognitivo presentan unas dificul tades tales para un principiante en LE que más vale no hacer entrar en clase el lenguaje literario. Sin embargo, la literatura infantil viene funcionando (en Ll) con un público, el de la infancia, que es capaz de gozar con la subversión de las reglas del lenguaje y las del conocimiento que tienen del mundo, aún cuando están en proceso de adquisición de su propia lengua y en proceso de desarrollo cognitivo. Y además, estamos de acuerdo con Sánchez Corral y otros autores en creer que los niños son los seres mejor predispuestos para percibir insólitamente la realidad (porque la realidad ofrece constantemente aspectos nuevos para descubrir, extraños hasta que son asimilados), que es lo que en definitiva propugna el extrañamiento estético. "Tous les enfants sont des poètes" decía Jacques Brel en una de sus canciones. El aprendizaje de una LE, por otra parte, también es una experiencia de extrañamiento. Los niños oyen y repiten los sonidos y las palabras nuevas con gozo y son capaces de jugar con ellas para apropiárselas mejor. El lengua je literario también juega con las palabras: sin embargo, el juego se percibe si se parte de la expresión neutra. El punto de partida debe ser el lenguaje de cada día, aquel que se transgrede. Es evidente que las metáforas de la compti ne "Le jardin, les fenêtres..."6 deben ser experimentadas a partir del lenguaje no literario: la cabeza, los ojos, etc. para gozar del placer estético de las metáforas. 6 Comptine “Le Jardin”, 60 poésies, 60 comptines choisies par Pomme d’Api, Paris: Centurion Jeunesse (1975). El juego de construir "des mots-valises" es gratificante si se hace a partir de palabras usadas en la función referencial más simple: crocodile + éléphant, que son términos que se refieren a unos animales reales, que cono cen porque los han visto en el zoo, en la televisión y en los libros, permiten construir una nueva palabra, y ello concede el poder de crear un nuevo ser: un monstruo híbrido , un “crocophant” que tiene todos los atributos fascinantes de los monstruos por composición de elementos disparatados.Si volvemos al ejemplo anterior del Rat musqué, podemos ver los mecanismos de extrañamiento, de humor y de fantasía habituales en los 40 Ponencias materiales infantiles: si, normalmente, las ratas de América, como los castores, suelen construir sus madrigueras formando diques en ríos y lagos, este perso naje vive en un espacio humano y "moderno", lleva gafas, gorro para dormir, etc. Con su mujer hacen cruceros por este mismo río a bordo de un zueco. Tiene, por tanto, una dimensión animal-humana y una dimensión antigua- modema, y estas asociaciones insólitas, llevadas a cabo por medio del lengua je (el "bonnet de nuit", el "vieux sabot", la "pipe", "comme un vieux troupier") son la clave del poema, y lo que conviene comprender para poder disfrutar con él. Naturalmente, la opción para el profesor puede formularse en los términos siguientes: ¿vamos a escuchar, comprender y tararear esta canción en clase de LE para disfrutar -y para ello, en esa canción concreta, pero no en todas, debe facilitarse el acceso al significado-? O bien: ¿voy a utilizar un texto divertido para facilitar el aprendizaje de unas estructuras morfo-sintácti- cas, unos sonidos, un vocabulario determinado con la convicción de que una mayor motivación hará el aprendizaje más significativo? Mi respuesta es muy clara. Escojo la primera opción: desarrollar el sentido estético y la imagina ción, captar la función poética del lenguaje, familiarizarse con la lengua con un trato transgresor, lúdico e irreverente, es decir, jugando con este instrumen to tan fundamental en proceso de adquisición y aprendizaje, me parecen objetivos básicos, también para el área de lengua extranjera. Lo que me parece obvio es que la utilización de esta canción no puede ser improvisada: conviene analizarla, descubrir los puntos clave, preguntarse qué conviene que comprendan, ni más ni menos, y concebir actividades de pre-escucha, escucha y repetición progresivas, doblando el texto con una versión previa no poética, neutra, (una descripción de la vida real de estos roedores, por ejemplo) y previendo las dificultades para no tener que solucionarlas sobre la marcha y de cualquier manera como hemos visto en la observación de clase. 4. El cuento en clase de LE 4.1. Algunas características No podemos comentar aquí, ni es mi propósito, las características más esenciales de los cuentos, específicamente los cuentos maravillosos, cuya estructura ha sido sobradamente estudiada, entre otras cosas porque son muy conocidas. Sólo voy a señalar aquellos rasgos que me parecen tener una relevancia específica en su posible utilización en clase de LE. - A nivel estructural, responde a un esquema canónico, con unos 41 Actas de las ر٠" Jomadas de Literatura Infantil y Juvenil elementos constantes, las funciones y unos elementos variables (tal como lo pusieron de relieve Propp y otros que lo han estudiado después). - Funciona con una gran economía de recursos, es impreciso, pero se basa en la fuerza de las palabras-clave. - Usa estructuras simbólicas universales. - Se basa en la repetición, en el ritmo, que suele ser temario: repetición de acontecimientos, reiteración de un número limitado de elementos simbólicos y de estructuras míticas; y también repetición de palabras, fórmu las, enunciados, párrafos enteros. - Basa su fuerza narrativa en diferir, con obstáculos que parece que no terminan nunca, un desenlace feliz esperado con ansia pero con la certeza de que se producirá. M. Robert comenta la importancia de este placer de demorar la realización del deseo. La formulita de apertura Que mon conte soit beau et se déroule comme un long fil... del título de esta ponencia expresa también lo mismo. - Hace intervenir distintos tipos de textos, es una superestructura textual con alguna función dominante: texto narrativo, sin duda, pero también explicativo, conversacional, descriptivo, argumentativo, predictivo, retórico. - No es nunca un monólogo, porque los oyentes intervienen de manera activa. - El cuento es de gran relevancia para el desarrollo verbal, mental y social. Escuchando cuentos, los niños y niñas están adquiriendo una compe tencia narrativa, que pondrá las bases de la lectura y la expresión escrita, en Ll, L2, LE. El niño que escucha un cuento va captando la organización del relato, asimila y memoriza las distintas etapas, los tiempos fuertes, las relacio nes de temporalidad, causalidad, el desarrollo de la acción, el encadenamiento de los acontecimientos. También capta la cohesión, la fluidez, los conectores textuales, es decir la gramática del texto, las reglas textuales y ello constituye un modelo para el perfeccionamiento del lenguaje. - Presenta un alto grado de intertextualidad: las distintas versiones de los cuentos populares, las distintas versiones de un mismo narrador contan do un mismo cuento (siempre el mismo y siempre distinto), así como las versiones orales y escritas de un mismo tipo de cuento. Entre los cuentos, la reiteración de situaciones, personajes, peripecias, objetos, hace que los cuentos sean diferentes pero siempre con elementos comunes, y tengan un cierto "aire de familia". Intertextualidad también entre los cuentos populares anónimos y los cuentos modernos de autor. Y finalmente, fuerte intertextuali dad entre los cuentos, las canciones, las rimas, los poemas. 42 ٢ Ponencias La audición, las lecturas en L1 y LE de cuentos permiten por un lado, marcar el proceso de comprensión e interpretación del receptor, ponien do elementos conocidos como hitos en el camino, y por otro, motivarle fuertemente para seguir escuchando y leyendo porque el recuerdo del placer experimentado lo mueve para intentar revivir este placer. 4.2. El arte de contar cuentos Quisiera insistir sobre los rasgos propios de la comunicación oral que poseen los cuentos para invitar a los profesores de LE, y a los demás también, a contar cuentos y no a limitarse a leer en voz alta versiones escritas, o a poner un casete en el radiocasete, por muy bueno que sea. Porque contar un cuento es un acto comunicativo cara a cara genui no, rico y complejo, completo y muy gratificante. Es un acto dinámico, dialéctico, un proceso activo e interactivo, porque se construye el significado entre todos. El que cuenta puede captar cómo el público responde, cómo comprende, porque el público infantil, mejor que otro, sabe expresar mediante la mímica y el lenguaje el proceso mismo de comprensión: reacciones emoti vas, gestos, preguntas, repeticiones, reacciones motrices. El narrador puede, y debe, observar directamente a los niños que le escuchan, insistir sobre tal aspecto, dar pistas de posibles interpretaciones, ayudarles a hacer hipótesis de significado, crear expectativas, dejar implícitos, etc. ¿Cuáles son los instrumentos y recursos del que cuenta cuentos? Ante todo, se trata de procedimientos escénicos, técnicas dramáticas: la voz y el rostro, y algunos gestos con las manos: la coreografía del narrador está concentrada en la cara. El narrador no reproduce un texto: si contar es un acto de representación, también es un acto de creación, porque cada vez que cuenta un mismo cuento, lo que hace no es repetir, sino interpretar. La voz creadora del contador de cuentos va modificando un núcleo narrativo estable según las reacciones del público, sus gustos, sus necesidades. El narrador asocia los gestos escasos y sobrios de las manos a la mímica facial (los ojos, las cejas, los labios), a la mirada, y al trabajo del "decir": la variación en la intensidad, la entonación, el ritmo, la rapidez o lentitud del caudal, los efectos fonéticos, las onomatopeyas, los ecos permiten expresar comicidad, dramatismo, sorpresa, gravedad. El que cuenta se pone de pie en un momento crucial, cuando un caballo se lanza al galope por ejemplo, interpreta los diálogos con las voces distintas de los personajes, lo cual confiere un carácter polifónico al acto de contar. 43 Actas délas 1“ Jomadas de LiteraturaInfantil) Juvenil El buen narrador juega a fondo con estos recursos, y sabe interactuar con el auditorio de manera verbal y no verbal, solicitando repeticiones, respuestas, reacciones, gestos emblemáticos, haciendo como si no conociera la historia o la ftiera recordando sobre la marcha, creando una emoción colectiva y estableciendo vínculos entre adultos y niños, entre los miembros del grupo, en un acto de compartir emociones, miedo, alegrías y gozos. Por eso, cuando el acto se ha producido con éxito, el niño pide una y mil veces que le cuenten el mismo cuento, y con las mismas palabras, para volver a vivir las mismas sensaciones placenteras, volver a encontrar los personajes, vivir las peripecias, despertar las imágenes o representaciones imaginarias que se ha forjado y se va forjando a medida que escucha cuentos. A diferencia de la lectura, individual y silenciosa, la escucha de un cuento es un acontecimiento colectivo, compartido, en el que el grupo avanza al mismo tiempo, y vive, como en el teatro, las emociones al unísono. El acto de contar y de escuchar es extremadamente gratificante y constituye una base sólida para el establecimiento de relaciones sociales. Puesto que el cuento va creando, con la palabra, un universo propio, maravilloso, mágico, en una re creación o re-invención del mundo, lo que está en juego es tanto la creatividad del que cuenta como el quehacer interpretativo del que escucha. 4.3. ¿ Para qué y cómo usar los cuentos en clase de LE? He visto numerosas experiencias en LE basadas en los cuentos. Por ejemplo, una unidad de programación para niños de 10 años basada en el cuento El flautista de Hamelín y que daba pie a un trabajo de comprensión escrita y expresión oral, además de actividades de aprendizaje del léxico y de las estructuras morfo-sintácticas. Los cuentos, por su diversidad y riqueza, pueden ser utilizados en clase de LE con distintos propósitos y de muy diferentes maneras. Aunque no niego el mérito y el interés indudable de tales proyectos, quisiera presentar aquí un punto de vista diferente, no subordinado al aprendizaje de las formas gramaticales. - Me limitaré a dos objetivos mayores: a. Los cuentos se cuentan y se escuchan para gozar (y no para aprender el pretérito imperfecto, por ejemplo). Vamos a contar cuentos en clase de LE por las mismas razones por las que lo vamos a hacer en casa, en la biblioteca, en la escuela o en la clase de Ll. Porque es un hecho profundamente educativo, porque se ponen las bases del pensamiento simbólico, porque se desarrolla el imaginario, porque se comparten emociones con el grupo, porque permite 44 ٢ Ponencias comunicar de manera interactiva, porque se educan valores cultura les y sociales. ¿Les parece poco? b. Desde el punto de vista estricto de didáctica de la lengua, pode mos usar los cuentos con objetivos de desarrollar la comprensión oral o escrita, la expresión oral, la capacidad narrativa. Porque los alumnos pueden escuchar o contar, pueden leer o escribir cuentos. Yo me limitaré aquí al objetivo de desarrollar la capacidad de comprensión oral pues me parece una de las más importantes, sobre todo con los alumnos de primaria, jóvenes y principiantes, y tam bién porque los cuentos son ante todo textos que fueron orales durante siglos y transmitidos por la tradición oral hasta que se empezaron a recoger por escrito. Las versiones escritas son numero sísimas y los escritores de hoy contribuyen a enriquecer un panora ma inmenso de textos escritos, los cuales pueden ser a la vez fuente de inspiración del maestro que se dispone a contar cuentos en clase así como materiales de lectura que complementarán la audición. Vamos a ver cómo se producen los procesos de comprensión y cómo, a la luz de las consecuencias didácticas que ello implica, los cuentos aparecen como discursos muy adecuados para alcanzar los objetivos mencio nados. 4.3.1. ¿Cómo funciona la comprensión de textos? Las aportaciones de la psicología cognitiva así como los estudios en pragmática y en gramática textual permiten comprender algo más sobre esa "caja negra" :gún el término acuñado por M. Long) que es el proceso mismo de comprensión del que escucha o lee. Ahora sabemos cómo funcionan los procesos de comprensión y cómo podemos facilitar el aprendizaje de esta habilidad por parte de los que aprenden una LE. De los diferentes modelos teóricos que dan cuenta de estos procesos, el modelo interactivo explica cómo la comprensión no procede de niveles inferiores a superiores (del análisis de los sonidos a la interpretación semánti ca) sino que, para comprender un texto oral o escrito, se utilizan informacio nes sensoriales, sintácticas, fonéticas y semánticas que interactúan en procesos simultáneos. El que escucha se sitúa ante un texto con una serie de expectati vas despertadas por las características mismas del texto y por la situación, a distintos niveles: los rasgos de los sonidos hacen esperar los sonidos que seguirán, y activan hipótesis de esquemas de palabras. La información tratada 45 Actas délas Ia3 Jomadas de Literatura Infantil ر٠ Juvenil a cada nivel funciona como hipótesis que intentan verificarse en los niveles inferiores. Hay, por lo tanto, un proceso de formulación y confirmación (o no) de hipótesis predictivas e interpretativas a partir de informaciones que vienen del texto mismo y de informaciones que proceden del conocimiento del mundo que tiene el sujeto. Este "conocimiento del mundo" es el que constituye la experiencia que cada uno tiene almacenada en su memoria a largo plazo. Centrándonos en la competencia comunicativa, las distintas subcompetencias que la constituyen nos permiten distinguir una competencia lingüística propiamente dicha de otras competencias que no van supeditadas a la lengua: las competencias situacional, relacional, referencial y textual. Para un aprendiz de LE que tiene una competencia en esa lengua muy débil, lógico es que saque el máximo partido de las demás competencias que ya posee en su L1 (y L2): si sabe en qué situación se produce el texto, si sabe por qué uno habla y otro escucha, con qué intenciones y con qué relaciones, si conoce y está acostumbrado a interpretar textos similares, del mismo tipo y con unas características discursi vas parecidas, y si el texto está hablando no de algo totalmente desconocido y ajeno, sino de unos referentes familiares, todo ello debe compensar la escasa competencia lingüística. Alguien puede dudar de la capacidad de los alumnos de captar el tiempo del pasado en la experiencia del cuento El flautista de Hamelín, ya mencionada. Si se pretende trabajar todos los matices y la conjugación de verbos regulares e irregulares en los tiempos del pasado, naturalmente que no hay nivel lingüístico para ello. Pero si sólo se pretende que los alumnos comprendan, el hecho mismo de empezar con un “once upon a time" basta para que ellos mismos esperen un texto en pasado, aunque no sean conscientes de ello. El papel del profesor de LE para desarrollar la capacidad de com prensión de sus alumnos deberá ser el de activar las expectativas mediante una explicitación de la situación, de trabajar con textos de estructuras textuales parecidas, de concebir actividades interdisciplinarias con el profesor de L1 a fin de asegurar el conocimiento de los objetos a los que se refiere el texto. No vamos a trabajar en LE sobre la vida de los erizos de mar si no se ha trabajado en L1 y si no constituyen un referente conocido. Al contrario, vamos a explo tar al máximo estas distintas competencias de manera que faciliten la formula ción de hipótesis de significado. 46 ٢ Ponencias 4.3.2. Los cuentos, materiales idóneos Ciñéndonos ahora a los objetivos propios del aprendizaje de la LE, una vez dejado bien claro el hecho de que los cuentos nos interesan ante todo por otras razones, y si repasamos los distintos aspectos que caracterizan los cuentos, especialmente los que son narrados oralmente,
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