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La Ilustración

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La Ilustración
Introducción
La Ilustración, también conocida como el
Siglo de las Luces, fue un movimiento
cultural e intelectual que floreció en Europa
durante los siglos XVII y XVIII.
La Ilustración fue un período crucial en la
historia de la humanidad.
Durante este tiempo, se produjeron
cambios significativos en la forma en que la
gente pensaba, se organizaba y se
relacionaba con el mundo.
En este ensayo, exploraremos los
principales aspectos de la Ilustración y su
impacto en la sociedad.
¿Qué fue la Ilustración?
En la historia de Europa, la Ilustración fue
un movimiento cultural e intelectual surgido
en Francia, Inglaterra y Alemania a
mediados del siglo XVIII.
Hasta el siglo XIX trajo consigo profundos
cambios en la cultura y sociedad de la
época, razón por la cual al siglo XVIII se le
conoce como el “Siglo de las Luces”.
Su principal objetivo era combatir la
ignorancia y el fanatismo religioso
“mediante las luces del conocimiento y de
la razón”.
Los pensadores ilustrados sostenían que,
mediante el uso de la racionalidad y la
acumulación de saberes, la humanidad
podría combatir la superstición, el
oscurantismo y la tiranía.
Así, la Ilustración se proponía avanzar
hacia un mundo más próspero y más justo.
De esta manera se asentó la fe en el
progreso en el seno de la cultura
Occidental, lo cual puede comprenderse
como consecuencia de la creciente
celebración de la razón humana, iniciada
con el Renacimiento.
El pensamiento ilustrado se extendió por
toda Europa, especialmente entre la
burguesía y parte de la aristocracia, a
través de los medios impresos y de las
reuniones sociales. También fue difundida
por intelectuales y divulgadores que
escribían sobre ciencia, filosofía, política y
literatura.
Características de la Ilustración
La Ilustración confiaba en la razón y la
ciencia.
En líneas generales, la Ilustración se
caracterizó por:
Apostar abierta y totalmente por la razón
humana y el progreso como las vías para
construir una sociedad mejor, más justa y
más feliz.
Ello significaba valorar los saberes
humanos y divulgarlos a la sociedad
entera, así como el combate contra la
ignorancia, la superstición y el fanatismo
religioso.
Tener una mirada antropocéntrica del
mundo (o sea, centrada en el ser humano,
sus capacidades y necesidades), lo cual
desemboca en una actitud pragmática ante
la vida: sólo lo útil es digno de esfuerzo.
Asumir la tradición de manera hipercrítica,
lo cual condujo a una posición reformista,
es decir: los pensadores ilustrados
asumían la herencia del pasado de manera
crítica y escéptica, por lo que eran
propensos a corregirla, enmendarla o
modificarla, en lugar de ser reverentes y
respetuosos.
Sostener una postura optimista frente a la
vida (en franco contraste con la tradición
culposa medieval), que partía de asumir al
ser humano como una criatura
naturalmente bondadosa, aunque
posteriormente corrompida por la sociedad.
Un enfoque laico y secular de la sociedad,
que relegaba a la religiosidad y a la Iglesia
de la conducción de la sociedad y de la
administración de los saberes: educación
laica, fe en la ciencia, y la consideración de
cualquier saber no proveniente de la razón
como meras supersticiones.
Oponerse a la tiranía y al absolutismo
monárquico, a favor del republicanismo y
del establecimiento de una sociedad más
libre e igualitaria, propia de las sociedades
burguesas que surgirían más adelante.
Esto implicó también oponerse a la
sociedad de castas heredada del
Medioevo.
En su seno tuvieron origen distintos
movimientos filosóficos y culturales, como
fueron el Racionalismo, el Empirismo, el
Materialismo, el Idealismo, el
Enciclopedismo y el Universalismo.
Contexto histórico de la Ilustración
La Ilustración se halla conectada y
emparentada con el siglo XVI y XVII,
específicamente con el período conocido
como la Era de la Razón, dado que en él se
dieron todos sus antecedentes filosóficos.
Dicho período presenció las guerras
religiosas europeas que enfrentaron a
católicos y protestantes, que culminaron
con la Paz de Westfalia en 1648. Europa
quedó sumida en un clima de inestabilidad,
en el que se tenía a las revelaciones
religiosas individuales como la fuente
genuina y principal de conocimientos. En
ese entonces, alrededor de un 70% de la
población europea era analfabeta.
Sin embargo, ese panorama no tardó en
cambiar, a medida que tuvo lugar la
Revolución Científica, gracias a la obra de
científicos como Galileo Galilei
(1564-1642), Blaise Pascal (1623-1662),
Gottfried Leibniz (1646-1716), e Isaac
Newton (1643-1727), cuyo aporte en la
sustitución de un mundo religioso por uno
científico sembró las semillas que luego
recogería la Ilustración.
El siglo XVIII marcó el inicio de las
Revoluciones Burguesas, esto es, el inicio
de la caída del Antiguo Régimen y de la
Monarquía Absolutista, que culminaron en
la década de 1770.
Posteriormente se dio una transformación
profunda de los modelos económicos,
políticos y sociales de Europa y Occidente,
con el advenimiento de la Revolución
francesa, la Revolución estadounidense, y
la Revolución industrial en Inglaterra.
Representantes de la Ilustración
René Descartes es considerado el padre
de la filosofía moderna.
Entre los principales representantes del
pensamiento de la Ilustración destacan:
René Descartes (1596-1650). Filósofo,
físico y matemático de origen francés,
considerado el padre de la filosofía
moderna, y uno de los pensadores
fundadores del Racionalismo, cuyo rol en la
Revolución Científica fue central y que
inspiró a generaciones venideras de
filósofos ilustrados, como Baruch Spinoza o
David Hume.
Francis Bacon (1561-1626). Conocido
filósofo, político, abogado y escritor inglés,
considerado el padre fundador del
Empirismo filosófico y científico, así como
el autor de las reglas del Método científico
experimental. Además, fue el primer
ensayista de su país.
Immanuel Kant (1724-1804). Uno de los
filósofos más importantes de la tradición
occidental, fue el fundador del criticismo y
su máximo exponente, y precursor del
idealismo alemán. Su Crítica de la razón
pura es considerado un texto que cambió
para siempre la historia del pensamiento
filosófico occidental, y que aún goza de
vigencia.
John Locke (1632-1704). Médico y filósofo
inglés, padre del Liberalismo clásico y uno
de los filósofos más influyentes de la
escuela empirista británica. Es destacada
su contribución a la teoría del Contrato
social, influenciado por la obra de Bacon, y
asimismo su propio pensamiento fue
influyente tanto en Voltaire como en
Rousseau.
Voltaire (1694-1778). De nombre completo
François-Marie Arouet, fue un escritor,
filósofo, historiador y abogado francés,
perteneciente a la francmasonería y uno de
los más representativos autores de la
Ilustración francesa. Miembro de la
academia francesa, publicó su obra bajo el
seudónimo “Voltaire”, cultivando la literatura
y la filosofía bajo un punto de vista
hipercrítico y un finísimo sentido del humor.
Jean-Jacques Rousseau (1712-1778). De
origen suizo, este escritor, filósofo,
abogado, músico, botánico y naturalista fue
una de las mentes más brillantes de la
Ilustración, a pesar de que sus obras le
ganaron la enemistad de Voltaire y de otros
filósofos de la época. Es considerado un
precursor del prerromanticismo y un
ensayista lúcido, siendo El contrato social
(1762) una de sus obras más celebradas.
David Hume (1711-1776). Filósofo,
economista e historiador de origen
escocés, se le considera uno de los
pensadores más importantes de la filosofía
occidental, cuya obra estuvo fuertemente
influenciada tanto por empiristas (Locke,
Berkeley) y racionalistas (Descartes,
Malebranche), y sentó las bases para el
positivismo lógico y la filosofía de la
ciencia.
El Barón de Montesquieu (1689-1755). O
simplemente Montesquieu, fue como se
conoció a Charles Louis de Secondat,
filósofo y jurista de origen francés, a quien
se atribuye la articulación de la Teoría de
separación de los poderes, fundamental en
toda constitución republicana. Su obra es
muycercana al pensamiento de Locke,
aunque también se lo vincula con
Saint-Simon y el socialismo, aunque se
admite que su pensamiento es muy
complejo y dotado de una personalidad
propia.
Consecuencias de la Ilustración
Monarquías como la de Catalina II se
guiaron por los valores de la Ilustración.
Entre las consecuencias de la Ilustración
figuran las siguientes:
La difusión del pensamiento cientificista y
racional a lo largo y ancho de la sociedad
europea, influenciando estilos artísticos e
inaugurando doctrinas filosóficas, y
marcando para siempre la idea del
progreso en el curso de las ideas en
Occidente.
Esto permitió que las instituciones
religiosas perdieran aún más su poder
sobre la sociedad.
Su cuestionamiento de la tradición y las
estructuras heredadas del pasado inspiró a
las revoluciones que entre los siglos XVIII y
XIX barrieron con el Antiguo Régimen,
independizaría las colonias americanas de
Europa (Estados Unidos y las repúblicas
hispanoamericanas) y fundaría el mundo
industrial en detrimento del agrario (la
Revolución industrial).
Las ideas de la Ilustración propiciaron la
Revolución Francesa de 1789, y, para
evitar un estallido semejante, las demás
monarquías de Europa intentaron el
Despotismo Ilustrado: un régimen
absolutista que intentaba guiarse por los
preceptos políticos y filosóficos de la
Ilustración, sin ceder en el camino su
control del poder.
La Ilustración y la Enciclopedia
La idea de reunir en una misma obra
impresa todo el conocimiento racional
sistemáticamente organizado se le
presentó a los pensadores de la Ilustración
como una herramienta fundamental para
combatir la superstición y la ignorancia.
Así nació el proyecto enciclopedista, cuya
gran obra fue la Enciclopedia o Diccionario
razonado de las ciencias, las artes y los
oficios, conocida popularmente como La
Enciclopedia.
Esta obra divulgativa se publicó en 17
tomos, entre 1751 y 1772. Fue obra de los
franceses Denis Diderot y Jean Le Rond
d’Alembert, pero contó con la colaboración
de numerosos pensadores ilustrados, como
Voltaire o Rousseau, quienes redactaron
numerosos de sus artículos. Esta fue la
primera de una larga historia de
enciclopedias por venir.
Conclusión:
La Ilustración dejó un legado duradero en
la historia de la humanidad.
Sus ideas siguen siendo relevantes en la
actualidad, y su énfasis en la razón y la
libertad continúa inspirando a las
generaciones venideras.
Bibliografía:
Bertomeu Sánchez, José R.; Antonio
García Belmar. La Revolución Química:
Entre la historia y la memoria. Valencia:
PUV; 2006.
Kant, Immanuel. ‘¿Qué es la Ilustración?’
(1784).
Voltaire. ‘Cartas filosóficas’ (1734).
Rousseau, Jean-Jacques. ‘El contrato
social’ (1762).

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