Logo Studenta

La_lectura_en_la_era_del_conocimiento_2

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

La lectura en la era del conocimiento
La era del conocimiento (llamada era de la información, era de la globalización)
Peter Drucker (filosofo de gestión empresarial) explica que antes de nuestra era el conocimiento sólo se aplicaba al “ser” tanto en occidente con Platón y Sócrates Y en oriente con el taoísmo y el Zen.
La primera revolución del conocimiento se produce alrededor de 1700 cuando el cono-
cimiento se aplicaba al” hacer” y se inicia la revolución industrial.
La segunda revolución del conocimiento se observa a partir de 1881 con la revolución de la productividad cuando Taylor aplica el conocimiento para mejorar el método de trabajo. Se produce la revolución de la productividad.
Actualmente estamos en medio de la tercera revolución del conocimiento. Peter Drucker la llama “La revolución de la dirección de empresa.
1-El conocimiento se ha convertido en un nuevo factor de producción, es el factor impulsor de todas las nacientes tecnologías.
2-Introducción de productos innovadores y la movilización de las competencias de los empleados.
El conocimiento es el activo más importante en una organización, el aprendizaje continuo es la única forma de obtener ventajas potenciales sobre cualquier competidor, es el c
 La lectura y la sociedad del conocimiento 
Si recordamos la pirámide de Maslow, el ejercicio lector no quedaría encuadrado en la base de la pirámide, entre las necesidades básicas, sino más bien en la zona más alta de la misma. Este hecho objetivo provoca que muchas personas vivan su día a día sin la necesidad de acercarse a un libro, prefiriendo otro tipo de entretenimientos para ocupar su tiempo libre.
De todas formas esta posición hacia la lectura no es algo nuevo o característico de nuestra sociedad porque, si a las estadísticas nos remitimos, nunca antes ha habido tantos lectores. En otras épocas los escritores eran unos pocos eruditos y los lectores unos pocos nobles o burgueses que disponían de tiempo porque no realizaban ningún trabajo, en muchos casos, y tenían medios económicos para adquirir los libros. La lectura se convertía más en un acto de exclusión que de inclusión.
Sabiendo esto es importante partir de esta premisa para analizar la realidad de una manera menos pesimista, aunque si bien se deben analizar los datos y ser conscientes de que la lectura ha de ser una actividad fomentada y promocionada, puesto que supone la base del conocimiento, elemento fundamental para el desarrollo de las personas.
Analizando la situación actual vemos que España es el quinto país del mundo en producción editorial, con más de 60.000 novedades anuales; es decir, somos una gran potencia editorial, aunque no tanto lectora, comparándolo con el nivel de ventas y aún menos en el nivel de lectura. Esto se debe en su mayoría a las exigencias que propone el mercado: como ya hemos mencionado, en la actualidad, el ocio suele relacionarse con actividades grupales donde las nuevas tecnologías (televisión, cine, internet, videojuegos) desempeñan un papel protagonista.
La mayoría de las veces se suele fijar la vista en la escuela y se olvida el entorno social y familiar del escolar para el desarrollo y fomento de la lectura, elemento de suma importancia si tenemos en cuenta que el hábito de la lectura voluntaria suele adquirirse en casa, no en la escuela, puesto que se ha demostrado que muchas de las conductas son aprendidas por los niños en el medio familiar. Deberemos tener en cuenta, de esta manera, tres elementos de gran importancia para el desarrollo de las cualidades lectoras en el escolar:
· La familia: debe ser la base desde la que se asienten los hábitos lectores. El niño/a debe ver en casa un ambiente propicio para la lectura. Es más fácil que el niño adopte este hábito si ve que los padres leen.
· La escuela: es la encargada de llevar a cabo lo que se ha venido asentando y propiciando desde casa, la encargada de la competencia lectora. Debe continuarse el ambiente lector con estrategias que impulsen este hábito.
· La biblioteca: es un complemento del aula y debe estar al servicio del desarrollo curricular.
Se habla de una desnaturalización lectora que afecta a lo que se lee, aunque no a la cantidad de lecturas (Gil Calvo, 2001). Como acabamos de mencionar hoy hay más lectores que nunca en la historia; pero la pregunta que surge es: ¿qué se lee? Las funciones de la literatura son muchas, según las distintas maneras de acercarnos a los textos: desde ampliar nuestro conocimiento del mundo hasta el mero entretenimiento, siendo todas las alternativas igual de respetables.
De lo que no cabe la menor duda es de que en la sociedad del conocimiento la competencia lectora debe ser una exigencia para todos los ciudadanos. La lectura es el hábito desde el que debe construirse la sociedad del conocimiento como elemento que integra a todas las personas. La alfabetización es un derecho universal de todas las sociedades, porque el valor instrumental de la lectura permitirá a los ciudadanos participar, autónoma y libremente, en la sociedad del conocimiento. La sociedad del conocimiento está, por tanto, íntimamente relacionada con la lectura; o a la inversa, si se quiere.
 La Importancia de la Lectura
Es indiscutible que se puede acceder al conocimiento de varias maneras, pero sustancialmente el acceso a la mayor parte del conocimiento humano, se ha hecho a través de la lectura; ello queda demostrado en ejemplos de la historia: en la traducción de múltiples y diversos pergaminos en la edad media y luego con la invención de la imprenta hecha por Gutenberg en 1450, o cuando el rey Alfonso X, el sabio, emprendió su empresa por la educación. Más cerca, en la contemporaneidad y posmodernidad, con la aparición de nuevas tecnologías, que hacen el acceso a la lectura, la información y el conocimiento; de una manera inmediata.
La lectura es una habilidad que desarrolla el intelecto, debido a que es la suma de varias habilidades psicológicas que se adquieren y se ejercitan desde temprana edad; es una facultad humana, que permanece con el sujeto desde la infancia y que este usa permanentemente, habituándose a ella de tal manera que no se percata cabalmente de su complejidad.
La lectura comprende, en un principio, la capacidad de discernir entre una imagen y otra para develar su significado, llámese imagen a la lectura del clima, de los rostros, del entorno, las letras, las palabras y las oraciones.
Todos los lectores cuentan con la habilidad para leer bloques completos de letras, los cuales se denominan palabras; no obstante, no se lee letra por letra, sino que se reconocen las formas típicas, globales, de cada palabra; lo que se conoce como “la forma de Bouma” y de esta manera se interpretan en conjunto. Adicional a ello no sólo se decodifica la palabra en la cual se fija la vista, sino que además se decodifican las que se encuentran a sus costados.
Los lectores que no llegan al estadio de lectura por bloques no han alcanzado el pleno desarrollo de la habilidad; aunque las letras convocan sonidos en la mente, los lectores avanzados leen en silencio. Esta capacidad de lectura silenciosa es relativamente nueva en la historia, durante varios siglos la lectura fue siempre en voz audible, incluso la lectura solitaria, esto se puede constatar en un pasaje de las Confesiones de San Agustín (s. IV d.C.) en donde este relata el gran asombro que sintió, cuando sorprendió a San Ambrosio leyendo en soledad... ¡en completo silencio! Los lectores de antiguos manuscritos leían en voz alta, entre otras cosas, debido a que los textos se escribían sin separar las palabras.
Observe el siguiente ejemplo:
Intenteustedsihaceelfavorleerestaspalabrassinpronunciarlas.
Las personas con escasas habilidades lectoras murmuran cuando leen; otras no emiten ningún sonido, pero practican lo que se conoce como subvocalización, fenómeno lingüístico que ocurre cuando la glotis se mueve imperceptiblemente; este modo de lectura indica que no se ha interiorizado la conversión directa de texto en significado, y por lo tanto esto va en detrimento de lacomprensión que realiza el lector.
Evidentemente, la forma de leer, ha evolucionado con el devenir histórico del tiempo, en la actualidad se puede afirmar que existen personas capaces de realizar una lectura rápida, silenciosa y eficiente, gracias al desarrollo de tecnologías editoriales, las cuales crearon tipos de letra claras y legibles; desarrollaron diseños de página adecuados a las capacidades de lectura; instauraron los primeros dispositivos de interactividad textual; crearon márgenes amplios para acomodar los comentarios manuscritos del lector y propusieron páginas en blanco para sus adiciones y comentarios, entre otros.
La producción de las obras reforzó estas características facilitadoras de la lectura utilizando papeles de un color claro y uniforme, impresiones claras, nítidas y encuadernaciones que permiten el manejo cómodo de la obra. Adicional a ello los recursos tipográficos ayudan a que el lector comprenda la jerarquía de los contenidos, dada la división en capítulos con sus títulos, notas al pie, permitiendo diferenciar al texto principal, las entradas de los capítulos, los cuadros sinópticos y los esquemas los cuales resumen la información.
Ésta nos rodea desde hace décadas, creciendo exponencialmente, por esta razón el acceso al conocimiento se realiza a través de la lectura; a menudo se prioriza la magnitud y de los adelantos tecnológicos, y al tiempo se deben reaprender las potencialidades de la lectura, ya que, pese a los adelantos, no existe ningún aparato que lea por nosotros y nos deposite el conocimiento en el cerebro.
La lectura es la capacidad de los humanos alfabetizados para extraer la información textual, aunque también existe la lectura de las imágenes para quienes no están alfabetizados en el código lingüístico, pero en esencia la idea principal es que a través la lectura se accede al conocimiento en una sociedad como la nuestra con sobresaturación de la información.
La acumulación de datos que existen en la sociedad digital no garantiza el conocimiento sin personas que los recorran, integren y asimilen; para ello se deben tener habilidades avanzadas de lectura. Los nuevos conocimientos y en general el desarrollo humano habitualmente se construye a partir de utilizar y comprender nuevas tecnologías digitales, las cuales exigen desarrollar diversas capacidades, al mismo tiempo que presuponen unas ya existentes, la más importante de ellas: la lectura.
La enseñanza debe garantizar, desde sus primeros niveles, el contacto con materiales de lectura contemporáneos, diferentes del libro, tales como: la revista, el periódico, el catálogo, el artículo, el libro álbum, el gráfico, la publicidad, etc.; de esta manera los estudiantes crecen en su proceso intelectual, conociendo la multiplicidad de soportes y modalidades de información en un medio digital, el cual es variado y flexible.
La educación escolar, a través de los libros de texto y otros materiales, debe dar herramientas para la interpretación de gráficos, esquemas e imágenes; como respuesta a la eclosión de imágenes, que debe leer cualquier persona cotidianamente. Es necesario saber interpretar la contigüidad de imágenes y textos, debido a la relación entre el lenguaje de las imágenes, y las relaciones de éstas con el texto.
Las complejas habilidades que son desarrolladas por la lectura exigen no sólo que la persona que aprende se encuentre en un determinado nivel de maduración neurológica ni que se inicie en los rudimentos del descifrado de textos; sino que estas disposiciones se activen y ejerciten durante largo tiempo. De esta manera se puede llamar lector avanzado, a aquella persona que puede enfrentarse con un texto en condiciones óptimas de aprovechamiento y velocidad.
Comprensión lectora
La comprensión lectora es una de las denominadas destrezas lingüísticas, la que se refiere a la interpretación del discurso escrito En ella intervienen, además del componente estrictamente lingüístico, factores cognitivos, perceptivos, de actitud y sociológicos. En consecuencia, se entiende como una capacidad comunicativa que rebasa el plano estrictamente lingüístico y abarca el proceso completo de interpretación del texto, desde la mera descodificación y comprensión lingüística hasta la interpretación y la valoración personal. En la lectura el lector no sólo extrae información, opinión, deleite, etc. del texto, sino que, para su interpretación, también aporta su propia actitud, experiencia, conocimientos previos, etc. Es, ciertamente, una destreza tan activa como laexpresión escrita. Tal como elucida Grellet (1981), «la lectura es un proceso de adivinación constante y lo que el lector aporta al texto es, a menudo, más importante que lo que encuentra en él».
El Marco europeo de referencia incluye la comprensión lectora entre las actividades comunicativas de la lengua. El documento trata las actividades y estrategias de comprensión lectora y ofrece pautas para la fijación de objetivos y evaluación de esta destreza.
Tradicionalmente, en didáctica de la LE (igual que en la lingüística teórica) se emplea un enfoque sintético (bottom up), lo que en la actividad de la lectura implica comenzar el proceso de comprensión por las palabras —su pronunciación, valor semántico, morfología, etc.—, para después ir accediendo a unidades más extensas —sintagmas, oraciones, frases, párrafos— y finalmente llegar a interpretar el texto; luego, el mensaje global del texto se considera la suma de la información contenida en cada párrafo; la interpretación de éste viene determinada por la interpretación previa de cada frase; y así sucesivamente. Como alternativa diametralmente opuesta a este modelo, se plantea un enfoque analítico (top down) que sostiene la conveniencia de comenzar el proceso de comprensión, precisamente, por los aspectos más generales del texto —el título, la idea básica de cada párrafo, etc.— y sólo posteriormente (incluso en una segunda lectura) adentrarse en los pormenores y matices de las unidades lingüísticas menores. Por último, cabe mencionar un tercer modelo, el modelo interactivo, que reconcilia los dos modelos lineales anteriores, al considerar que uno y otro no son mutuamente excluyentes, sino perfectamente compatibles, y que actúan de forma coordinada y simultánea.
Como punto de partida para la didáctica de la comprensión lectora se plantean estas tres cuestiones: ¿qué leemos?, ¿para qué leemos? y ¿cómo leemos? Existe una clara interrelación entre las tres preguntas: lo que leemos viene determinado por el para qué de la lectura, y ambos condicionan también el cómo. Veámoslo con un par de ejemplos. Leemos literatura para cultivarnos y deleitar el intelecto; empezamos por la primera página y vamos leyendo página por página, la lectura de una obra completa suele durar horas; si, p. ej., se trata de una novela, a medida que leemos, vamos reflexionando sobre la posible evolución de los personajes. Leemos un manual de instrucciones de un aparato de DVD para informarnos de sus características y actuar en consecuencia; del índice seleccionamos los apartados que nos interesan y al tiempo que leemos vamos manipulando el aparato y comprobando las funciones básicas, dejamos para otra ocasión las secciones reservadas a usuarios avanzados.
En realidad, antes de empezar a leer, el lector ya ha empezado a formarse una idea sobre el texto, sirviéndose, por una parte, de las características del mismo (tipografía, formato, lugar en que se halla el texto, etc.) y, por otra, de sus conocimientos del mundo, muy en especial, del tema que aborda el texto. Así, por una parte, los esquemas mentales de conocimiento condicionan la percepción y procesamiento de la información contenida en el texto (conceptos, actitudes, valores éticos, etc.) y, por otra, el contenido del texto va remodelando y actualizando dichos esquemas.
Éstos son algunos tipos de lectura:
1. Lectura globalizada (skimming): pasar la vista por un texto, conformándose con captar la esencia; generalmente, es así como uno lee el diario.
2. Lectura focalizada (scanning): buscar unoo varios datos incluidos en un texto, sin atender a la totalidad de la información, p. ej., cuando alguien busca en su agenda el teléfono de un amigo.
3. Lectura extensiva: leer textos largos, buscando una comprensión global, p. ej., cuando se lee una novela en la L1. Este tipo se suele emplear en la LM para desarrollar la fluidez.
4. Lectura intensiva: leer textos para extraer información específica, p. ej., cuando se lee el libro de texto. Este tipo se suele emplear en la LM para aumentar la corrección.
5. Lectura crítica: leer con el propósito de evaluar el texto, analizando la calidad literaria, la actitud del autor, etc. Un ejemplo sería cuando el profesor lee un ejercicio escrito por los alumnos.
Éstos son algunos de los principios que proponen F. Grellet (1981) y R. Williams (1986) para el desarrollo de la comprensión lectora en el aula:
1. Tomar el párrafo o el texto (no la frase) como unidad de trabajo.
2. Usar textos auténticos, en la medida de lo posible.
3. El texto debe ser interesante para el aprendiente y, a ser posible, también para el profesor, ya que así se aumenta la motivación.
4. Partir de la comprensión global e ir avanzando hacia los pormenores, lo que ayuda a desarrollar la comprensión de la organización del texto así como la capacidad de anticipar, inferir, etc.
5. La labor en el aula debe ser un reflejo de la naturaleza de la lectura real: con un propósito determinado e interactiva, es decir, reconstruyendo el mensaje del autor.
6. En la clase de lectura la actividad fundamental debe ser la lectura de unos textos determinados, no escuchar al profesor, ni hablar sobre el texto.
7. Las actividades deben ser flexibles y variadas; la variedad fomenta la motivación.
8. La lectura intensiva debe compaginarse con la lectura extensiva, adaptada al nivel del aprendiente.
9. La función del profesor no es tanto explicar el texto y dar información, como organizar y asesorar.
10. Explicarles a unos alumnos  el significado de un texto no equivale a desarrollar su comprensión lectora; para esto es preciso ayudarles a desarrollar las estrategias cognitivas que les permitan reconstruir el mensaje original del autor, interpretarlo y valorarlo. Por ejemplo, antes de leer una factura, un lector competente identifica el tipo detexto y activa unos esquemas de conocimiento relativos a la organización e información que caracteriza el texto en cuestión: NIF de la empresa y del cliente, lista de artículos, precios, importe total, fecha, sello de la empresa, etc.
11. Integrar la comprensión lectora con las demás destrezas.
Como ejercicios típicos para el desarrollo de la comprensión lectora, se pueden citar: contestar preguntas sobre el 
Tipos de lectura importantes.
Tipos de lectura mecánica:
Es la habilidad para únicamente leer determinado contenido que resulte interesante o importante para el lector, ignorando todo lo demás, usualmente los lectores lo realizamos de manera involuntaria cuando leemos un periódico, una revista, un anuncio o cartel.
Tipos de lectura fonológica:
Es aquella  en la cual se lee un libro, texto o párrafo en voz alta, conservando las reglas de lectura que son; voz modulada, pronunciación correcta de vocales, consonantes, acentos y el respeto de comas y puntos y aparte. Ejemplo de lectura fonética es cuando se lee un poema, un cuento, trabalenguas, ensayos, etc.
Tipos de lectura literal:
Como bien sabes que literal significa leer al pie de la letra, es decir, tal cual está escrito. No se agrega a la lectura en voz alta ninguna explicación u opinión, solo se lee el contenido para compartir a los oyentes.  Por ejemplo un artículo científico.
Lectura oral: Es aquella se manifiesta en voz alta, siendo agradable para quien lee y quien escucha, y respetando las reglas de lectura.
Lectura silenciosa: Este tipo de lectura es aquella que conocemos leer con la mente, usualmente la utilizamos cuando leemos libros para estudio personal, mensajes del email o teléfono, revistas, periódicos, etc.
Lectura reflexiva: Es aquella lectura en la cual buscamos aprender algo nuevo, tratando de complementar con nuestra experiencia o bien investigando. Por ejemplo cuando estudias para un examen, no siempre es importante memorizar, también es necesario reflexionar el contenido del texto para comprender mejor el porqué de su existencia.
Lectura rápida: En este caso, es cuando se lee entre líneas o párrafos, tratando de entresacar lo más relevante para el lector, puede hacerse en silencio o en voz alta. Usualmente es de tipo informativo y personal. Es muy usado cuando se lee alguna noticia.
Lectura diagonal: Se realiza cuando se lee entre líneas pero de forma descendente y de derecha a izquierda, únicamente buscando ciertas palabras, ya que el contenido en general no importa. Ejemplo de ello, es cuando se requiere de recortar determinadas palabras para ejercicios de estudiantes de primaria o preescolar.
Lectura de escaneo: Aquí está lectura no obedece a ninguna regla, únicamente con el uso de los ojos se revisa el contenido de arriba abajo y solo dura escasos segundos. Es muy típico cuando se busca cierta lectura o información en especial.
 
 
LOS DERECHOS DEL LECTOR (El decálogo de Pennac)
 1) El derecho a no leer. 
2) El derecho a saltarnos páginas.
 3) El derecho a no terminar un libro. 
4) El derecho a releer.
 5) El derecho a leer cualquier cosa. 
6) El derecho al bovarismo. 1
 7) El derecho a leer en cualquier sitio.
 8)El derecho a hojear.
 9) El derecho a leer en voz alta.
 10) El derecho a callarnos
(Término alusivo a Madame Bovary, la protagonista de la novela homónima de Flaubert, lectora compulsiva y apasionada de novelas románticas.)

Continuar navegando