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Enfermedades caninas transmitidas por vectores CVBD 18 • CVBD en la detección de la mórula (dependiente también de la experiencia del analista y de la duración y fase de la enfermedad) además de que las especies implicadas no pueden ser especificadas. El culti- vo es el método más definitivo para confirmar el diagnóstico durante la fase aguda; este método no suele utilizarse en el diagnóstico animal aunque sí se considera en humanos. La detección por PCR, tanto convencional como de tiempo real, es una herramienta de diagnóstico sensible y rápida, útil para la detección, identificación y análisis de filogé- nesis de las bacterias en sangre, muestras de piel o garrapatas (Carrade et al., 2009). Las coinfecciones de A. platys y otros patógenos transmitidos por garrapatas hacen necesario un test diagnóstico con buena sensibilidad y especifici- dad. El análisis de inmunofluorescencia (IFA) para detectar anticuerpos séricos frente a A. platys es el que se considera en la actualidad el test de elección en centros veterinarios para el diagnóstico clínico de perros infectados. Los antígenos de A. platys no reaccionan con anticuerpos séricos de perros infectados por E. canis en el test IFA, pero sí tienen reacción cruzada con anticuerpos anti-A. phago- cytophilum (Eddlestone et al., 2007). Prevención En cuanto a la prevención de estas infecciones resulta básico el control de los artrópodos con pro- ductos repelentes para evitar la transmisión. Para el tratamiento específico de la anaplasmosis se sue- len emplear las tetraciclinas. La más utilizada es la oxitetraciclina, a la dosis de 3 mg/kg de peso, y se puede repetir su aplicación a las 24 y 48 horas. Huevos de Dermacentor marginatus. Enfermedad de Lyme Sólo un reducido número de especies de garrapatas son capaces de actuar como vectores competentes de Borrelia burgdorferi, la bacteria causante de esta enfermedad. Francisco Ruiz Fons Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos IREC (CSIC-UCLM-JCCM) Unidad de Sanidad Animal (Ciudad Real) Imágenes F. Ruiz Capítulo 6 Generalidades y etiología La enfermedad de Lyme fue por primera vez diagnosticada en la ciudad de Lyme, en el estado de Connecticut, Estados Unidos, en la década de 1970, aunque estudios retrospectivos en Europa señalan que estaba presente mucho antes. Esta enfermedad está ocasionada por diferentes ge- notipos de la bacteria de la clase Spirochaetes, Borrelia burgdorferi. En la actualidad se cono- cen ocho genoespecies diferentes de B. burgdor- feri sensu lato (sl): B. burgdorferi sensu stricto (ss), B. garinii, B. afzelii, B. valaisiana, B. lusi- taniae, B. spielmanii, B. bisettii y B. andersonii. La diversidad de genoespecies en Europa es ma- yor que en Norteamérica, donde solamente se ha descrito la presencia de B. burgdorferi ss, B. bisettii y B. andersonii. La única genoespecie no descrita en Europa es B. andersonii. Epidemiología Borrelia burgdorferi sl es una bacteria trans- mitida exclusivamente por garrapatas. Sólo un reducido número de especies de garrapatas son capaces de actuar como vectores competentes de esta espiroqueta, y son fundamentalmente cuatro las especies involucradas: Ixodes scapularis e I. pacificus en Norteamérica, I. ricinus en Europa e I. persulcatus en Asia. Algunas otras especies del género Ixodes pueden ser vectores y mantener un ciclo endófilo en pequeños mamíferos, caso de I. hexagonus y erizos en Europa, I. uriae y aves marinas, I. dentatus y conejo de cola blanca en la CVBD • 19 Enfermedades caninas transmitidas por vectores CVBD costa oeste norteamericana o I. spinipalpis y mi- cromamíferos en la costa este norteamericana. El papel de especies de otros géneros, como Haema- physalis o Hyalomma no es bien conocido aunque se han detectado ejemplares positivos. En Europa los reservorios competentes para esta espiroqueta establecen bacteriemias de larga duración que proporcionan una buena oportuni- dad a ejemplares de I. ricinus para infectarse. La transmisión entre garrapatas es principalmente transestadial, ya que la transmisión transovárica es poco frecuente y la transmisión por coalimen- tación es posible pero se desconoce cuál es su rele- vancia. Erizos, liebres, micromamíferos, algunas aves y algunos reptiles son reservorios de dife- rentes genotipos de B. burgdorferi sl en Europa (Piesman & Gern, 2008), mientras que los ungu- lados silvestres actúan como reproductores de las garrapatas vectoras. Los micromamíferos son los principales reservorios de B. afzelii y B. burgdor- feri ss; las aves son reservorios de B. garinii y B. valaisiana y algunos reptiles son reservorios de B. lusitaniae. Estas particularidades determinan que la epidemiología de este patógeno sea altamente compleja y la distribución geográfica de las dife- rentes genoespecies no sea homogénea. Estudios en el norte de España han detectado la presen- cia de B. burgdorferi ss, B. afzelii, B. garinii, B. valaisiana y B. lusitaniae, pero la distribución de genoespecies en el área principal de distribución de I. ricinus no es conocida. dolorosas. Infecciones experimentales muestran la aparición de cojeras de 2 a 5 meses tras la infección por Borrelia burgdorferi. De forma menos frecuente se pueden observar signos nerviosos, bloqueo cardia- co, lesiones renales y uveítis. Cuadro lesional El cuadro histopatológico descrito en infecciones experimentales señala la aparición de dermatitis inflamatoria en la zona de picadura de la garrapa- ta, hiperplasia de nódulos linfáticos que drenan la zona y sinovitis en articulaciones de los miembros torácicos. La sinovitis presenta básicamente pre- dominio de neutrófilos con deposición de fibrina intraarticular o bien puede observarse una reacción crónica linfoplasmocitaria con predominio de célu- las plasmáticas. También se ha observado la pre- sencia de perineuritis y periarteritis en el tejido pe- riarticular en infecciones experimentales (Summers et al., 2005). Posibles lesiones renales asociadas a borreliosis de Lyme consisten en glomerulonefritis, nefritis intersticial y necrosis tubular. Algún estu- dio experimental define la presencia de meningitis linfoplasmocitaria en un 15% de los perros infec- tados (Chang et al., 2001). Diagnóstico El método de elección en perros y humanos se basa en un análisis doble mediante ELISA y Wes- tern blotting para confirmación. La presencia de anticuerpos contra B. burgdorferi en perros infec- tados experimentalmente puede ser detectada por ELISA a las 4-6 semanas post-infección y durante al menos 17 meses. Algunas casas comerciales han desarrollado snap tests como método rápido y sen- sible de diagnóstico serológico. Recientemente, se ha desarrollado un nuevo método basado en mi- croesferas fluorescentes adsorbidas con múltiples antígenos de B. burgdorferi que proporciona bue- na sensibilidad y especificidad y permite paralela- mente la diferenciación de anticuerpos vacunales y naturales (Wagner et al., 2011). Ejemplar de I. ricinus parasitando a un perro. La transmisión entre garrapatas es principalmente transestadial, ya que la transmisión transovárica es poco frecuente. Aspectos clínicos En la actualidad desconocemos muchos aspectos clínicos de la infección por las diferentes genoespe- cies y aquí sólo se muestran aspectos generales de la infección por B. burgdorferi sl. En las zonas en las que B. burgdorferi es endémica, tan sólo el 5-10% de los perros que están expuestos a garrapatas in- fectadas desarrollan síntomas clínicos de borreliosis. Los casos de borreliosis en gatos son escasos y muy poco frecuentes, pero cuando ocurren presentan una sintomatología similar a la de los perros. La borrelio- sis de Lyme cursa principalmente con fiebre, artritis aguda, artralgia y cojera. En muchos animales la co- jera es recurrente, mientras en otros aparece una co- jera aguda que permanece durante unos pocos días para volver a aparecer una o varias semanas después enel mismo o en otro miembro. En estos miembros algunas articulaciones están inflamadas, calientes y Enfermedades caninas transmitidas por vectores CVBD 20 • CVBD Prevención, tratamiento y control Prevenir las picaduras por garrapatas es la mejor forma de prevenir la infección por B. burgdorferi (ver capítulo 10). Además, la inspección minuciosa y la retirada de garrapatas tras periodos de expo- sición a las mismas son recomendables. La retira- da debe ser inmediata ya que la transmisión de B. burgdorferi por las garrapatas se produce en 24-48 horas tras la picadura. De nuevo, el uso de repelen- tes es de gran ayuda para evitar llegar a este punto. En el caso de confirmación clínica y serológica de borreliosis de Lyme el tratamiento de elección es la aplicación de antibióticos para frenar la replicación de B. burgdorferi y de antiinflamatorios para me- jorar la cojera. Son diversos los antibióticos efec- tivos para el tratamiento, como la doxiciclina, las penicilinas (amoxicilina o ceftriaxona) o los ma- crólidos (azitromicina). Se recomienda mantener el tratamiento durante al menos 4 semanas a pesar de que se observe remisión de los síntomas tras los primeros días. En caso de observar disfunción re- nal se recomienda mantener la antibioterapia, pero instaurando alimentación con piensos formulados para minimizar problemas renales. En casos de borreliosis crónica el tratamiento con antibióticos debe prolongarse. Existen vacunas comerciales tanto en Norteamé- rica como en Europa basadas en lisados celulares completos o en proteínas de superficie (OspA) re- combinantes. La mayoría de las vacunas de lisados celulares están basadas en B. burgdorferi ss, pero alguna vacuna europea utiliza B. garinii y B. afze- lii. Los anticuerpos contra OspA son bactericidas y previenen la reinfección matando las espiroquetas en el intestino de la garrapata alimentada, aunque la protección falla en el 20-40% de los perros. Re- cientemente se ha desarrollado una vacuna biva- lente con OspA y OspC con buenas perspectivas para prevenir la infección (LeFleur et al., 2009). La vacunación sólo se recomienda en perros de zonas endémicas o en aquellos casos en que los animales vayan a viajar a zonas endémicas. La pauta reco- mendada en el caso de vacunas de lisados celulares completos de B. burgdorferi es vacunar a animales mayores de 12 semanas de edad y revacunar 2-4 semanas después, con una dosis de recuerdo anual. Figura 2. Garrapatas preparadas para su identificación. Enfermedades causadas por Bartonella y Hemobartonella Aunque tienen nombres muy similares, se trata de dos infecciones distintas, causadas por diferentes agentes patógenos con distintos patrones de la enfermedad. Xeider Gerrikagoitia Sagarna Neiker-Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario Departamento de Sanidad Animal Capítulo 7 Bartonelosis Etiología La bartonelosis es un grupo de enfermedades in- fecciosas causadas por bacterias pertenecientes al género Bartonella dentro de la familia Bartonella- ceae. Algunas de ellas son patógenas para el ser hu- mano y se ha visto que los animales de compañía pueden actuar como reservorios de diversas espe- cies (Guptill et al., 2010). Estas bacterias presentan tropismo por los hematíes y por las células endote- liales, a las que infectan. Epidemiología Las diferentes especies de Bartonella son con- sideradas bacterias reemergentes con una amplia distribución mundial. Hasta el momento, en España se ha descrito la presencia de siete especies diferentes de Bartonella de carácter zoonótico o potencialmente zoonótico
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