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Tesis Secuelas Psicológicas

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SECUELAS PSICOLOGICAS DEL COVID-19 EN UN GRUPO DE NIÑOS DE 8 A 12 
AÑOS 1 
 
 
 
 
 
SECUELAS PSICOLOGICAS DEL COVID-19 EN UN GRUPO DE NIÑOS DE 8 A 12 
AÑOS. 
 
 
 
 
 
 
CAMILA ALEJANDRA GIRALDO GUTIERREZ 
LAURA JULIANA MADRIGAL MOLINA 
 
 
 
 
 
 
UNIVERSIDAD PILOTO DE COLOMBIA 
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 
PROGRAMA DE PSICOLOGÍA 
BOGOTÁ D, C. 2022 – 2 
2 
 
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SECUELAS PSICOLOGICAS DEL COVID-19 EN UN GRUPO DE NIÑOS DE 8 A 12 
AÑOS 
 
Camila Alejandra Giraldo Gutiérrez 
Laura Juliana Madrigal Molina 
 
 
Trabajo de grado para obtener el título de psicóloga 
 
 
Docente Asesor 
Yaneth Urrego Betancourt 
Psicóloga 
 
 
UNIVERSIDAD PILOTO DE COLOMBIA 
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 
PROGRAMA DE PSICOLOGÍA 
 
Bogotá D.C. 
 
2022 
 
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AGRADECIMIENTOS 
En primer lugar, quiero darles las gracias a mi mamá y a mi abuela que siempre me han brindado 
ese apoyo incondicional para poder cumplir con todos mis objetivos personales y académicos, 
quienes me inculcaron que siempre se debe perseguir las metas y que uno nunca debe rendirse ante 
las adversidades que se presenten, darle gracias a mi papi Fredy que desde el cielo me ha guiado a 
seguir adelante y a mi pareja Juan Camilo Sánchez por su apoyo, su comprensión, amor, cariño y 
su conocimiento para que todo esto sea posible. 
Le agradezco profundamente a Yaneth Urrego por su paciencia, su dedicación, sin sus palabras y 
correcciones precisas no hubiese podido lograr llegar a esta instancia tan anhelada, gracias por su 
guía, sus consejos y que siempre los llevare grabados en mi mente para mi crecimiento profesional. 
A mi compañera Juliana Madrigal por haber confiado en mí y darme la oportunidad de trabajar 
con ella. 
Le doy las gracias a la Universidad Piloto de Colombia por haberme brindado la oportunidad de 
ser parte de esta institución educativa, de permitirme continuar con mi proceso educativo y 
permitirme crecer, quiero agradecerles a mis profesores Liliana Rueda, Carlos Garavito, German 
Barragán, Jhon Castro, Carolina Urbina y Gabriel Bernal que han sido parten de mi camino 
universitario, y a todos ellos les quiero agradecer por transmitirme los conocimientos necesarios 
para mi crecimiento profesional y hoy poder estar aquí. Finalmente, un agradecimiento a mi 
colegio San Felipe Neri y todas las personas que participaron de manera activa en el desarrollo de 
este trabajo de grado. Camila Alejandra Giraldo G. 
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Yo Laura Juliana Madrigal Molina inicio agradeciéndole a Dios por siempre estar conmigo en 
todo este proceso y nunca abandonarme, además le agradezco a mi mama por ser el motor para 
que yo pudiera estudiar, gracias a su esfuerzo salí becada y próxima a culminar mis estudios, puedo 
decir que sin ella no hubiera podido ser así. Pero también les agradezco a mis padrinos por siempre 
apoyarme y ser ese otro pilar para que este sueño fuera posible, gracias por confiar en mí, también 
le doy mi reconocimiento a la secretaria de educación por darme este apoyo tan importante, 
permitiéndome hacer parte del grupo de mejores bachilleres, el cual me ha abierto esta enorme 
puerta de ser una gran profesional. 
Por otra parte, le agradezco a mi pareja el cual durante todo este proceso me ha ayudado 
con su amor, esfuerzo y apoyo, desde el primer instante de forma física, monetaria y emocional. 
Para finalizar con los agradecimientos personales le doy agracias a todas las personas que en su 
momento me dieron un consejo o me ayudaron para nunca desvanecer. 
A la profesora Yaneth Urrego le doy las gracias por todo lo enseñado, porque, aunque no 
fue fácil y durante este proceso hubo altibajos ella siempre estuvo ahí para ayudarnos a corregir y 
a mejorar, con amor y profesionalismo. Solo me quedan palabras de admiración para la docente 
Yanet, que con cada acto nos mostraba su amor por la profesión de Psicología. Además, le 
agradezco a mi compañera Camila Giraldo por su dedicación, amor y esfuerzo, al estar en las horas 
más difíciles, por compartir horas de estudio. Gracias por estar siempre allí. 
A la universidad Piloto de Colombia le agradezco por permitirme ingresar en su institución, 
aunque ustedes no lo crean este era un sueño muy pronto si Dios me lo permite diré que soy 
egresada de esta gran universidad. Además, gracias a todos los docentes que estuvieron en estés 
hermoso camino siendo una guía de aprendizaje. Laura Juliana Madrigal Moli 
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CONTENIDO 
 
Palabras claves ............................................................................................................................................. 8 
INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................................... 10 
1.1. Planteamiento del problema ........................................................................................................ 10 
1.2. Objetivos ..................................................................................................................................... 13 
1.2.1. Objetivo General ....................................................................................................... 13 
1.2.2. Objetivos Específicos ................................................................................................ 13 
1.3. Justificación ................................................................................................................................ 14 
MARCO TEORICO ..................................................................................................................................... 16 
2.1. Sars-cov-2 ....................................................................................................................................... 16 
2.2. Características Niñez Intermedia ..................................................................................................... 21 
2.3. Niñez y prevalencia al trauma ..................................................................................................... 24 
2.3.1. Trauma Tipo I. .......................................................................................................... 26 
2.3.2. Trauma Tipo II .......................................................................................................... 34 
METODOLOGÍA ....................................................................................................................................... 52 
3.1. Fuentes de información ............................................................................................................... 52 
3.2. Diseño Metodológico .................................................................................................................. 52 
3.2.1. Instrumento ............................................................................................................... 53 
3.3. Fases ............................................................................................................................................ 53 
RESULTADOS ............................................................................................................................................ 56 
4.1. Sexo y edad de los participantes ................................................................................................. 56 
4.1.1. Composición familiar ...................................................................................................... 57 
4.2 Análisis de contenido ........................................................................................................................ 58 
4.2.1. Categoría 1. Cognitiva ....................................................................................................60 
4.2.2. Categoría 2. Estado psicológico del confinamiento. ....................................................... 61 
4.2.3. Categoría 3. Fallecimiento de un familiar ....................................................................... 61 
4.2.4. Categoría 4. Estado de ánimo del primer confinamiento ................................................ 62 
4.2.5. Categoría 5. Afrontamiento durante el aislamiento ........................................................ 63 
4.2.6. Categoría 6. Impacto psicológico del uso frecuente de las TICS. ................................... 64 
4.2.7. Categoría 7. Efectos en la dinámica familiar. ................................................................. 64 
4.2.8. Categoría 8. Efectos emocionales de la pandemia .......................................................... 65 
4.2.9. Categoría 9. La virtualización de la educación ............................................................... 66 
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4.3. Análisis Red Semántica ................................................................................................................... 66 
4.3.1. Red semántica categoría 1. Cognitiva ............................................................................. 67 
4.3.2. Red semántica categoría 2. Estado psicológico del confinamiento. ............................... 68 
4.3.3. Red semántica categoría 3. Fallecimiento de un familiar ............................................... 70 
4.3.4. Red semántica categoría 4. Estado de ánimo del primer confinamiento ........................ 71 
4.3.5. Red semántica categoría 5. Afrontamiento durante el aislamiento ................................. 73 
4.3.6. Red semántica categoría 6. Impacto psicológico del uso frecuente de las TICS. ........... 75 
4.3.7. Red semántica categoría 7. Efectos en la dinámica familiar. .......................................... 77 
4.3.8. Red semántica categoría 8. Efectos emocionales de la pandemia ................................... 78 
4.3.9. Red semántica categoría 9. La virtualización de la educación ........................................ 80 
DISCUSIÓN ............................................................................................................................................... 83 
CONCLUSIONES ....................................................................................................................................... 89 
REFERENCIAS .......................................................................................................................................... 92 
Anexos ...................................................................................................................................................... 105 
Anexo 1 Consentimiento Informado. ........................................................................................................ 105 
Anexo 2. Formato de asentimiento informado. ......................................................................................... 108 
Anexo 3. Transcripción entrevistas grupales. ........................................................................................... 109 
Anexo 4. Evidencia actividad grupal ........................................................................................................ 132 
 
 
Índice de Figuras 
Figura 1 Línea del tiempo del Covid-19. .................................................................................................... 17 
Figura 2 Línea del tiempo del Covid 19 ..................................................................................................... 18 
Figura 3 Sexo y edad de los participantes de los grupos focales. ........................................................ 57 
Figura 4 Nube de palabras categoría cognitiva ......................................................................................... 60 
Figura 5 Nube de palabras categoría estado psicológico del confinamiento ................................... 61 
Figura 6 Nube de palabras categoría fallecimiento de un familiar. .................................................... 62 
Figura 7 Nube de palabras categoría estado de ánimo del primer confinamiento .......................... 62 
Figura8 Nube de palabras categoría influencia del distanciamiento social ...................................... 63 
Figura9 Nube de palabras categoría impacto psicológico del uso frecuente de las TICS. .......... 64 
Figura10 Nube de palabras categoría Efectos en la dinámica familiar .............................................. 65 
Figura11 Nube de palabras categoría efectos emocionales de la pandemia..................................... 65 
Figura 12 Nube de palabras categoría la virtualización de la educación .......................................... 66 
Figura 13 Red semántica categoría 1. Cognitiva ...................................................................................... 67 
Figura 14 Red semántica categoría 2. Estado psicológico del confinamiento ................................. 69 
Figura 15 Red semántica categoría 3. Fallecimiento de un familiar ................................................... 71 
7 
 
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Figura 16 Red semántica categoría 4. Estado de ánimo del primer confinamiento ........................ 72 
Figura 17 Red semántica categoría 5. Afrontamiento durante el aislamiento .................................. 74 
Figura 18 Red semántica categoría 6. Impacto psicológico del uso frecuente de las TICS ........ 76 
Figura 19 Red semántica categoría 7. Efectos en la dinámica familiar ............................................. 78 
Figura 20 Red semántica categoría 8. Efectos emocionales de la pandemia .................................... 80 
Figura 21 Red semántica categoría 9. La virtualización de la educación .......................................... 82 
 
 
Índice de Tablas 
 
Tabla 1 Preguntas sociodemográficas y preguntas orientadoras. ......................................................... 53 
Tabla 2 Sexo y edad de los participantes .................................................................................................... 56 
Tabla 3 Composición familiar de los participantes. ................................................................................ 57 
Tabla 4 Número de personas que conviven en el hogar ......................................................................... 58 
Tabla 5 Categorías de Análisis ........................................................... ¡Error! Marcador no definido. 
 
 
 
 
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Resumen: La Pandemia originada por el COVID-19, trajo graves consecuencias en la salud 
mental, especialmente en la población infantil, aspecto que impacta en el desarrollo de cualquier 
país. La implementación de medidas de emergencia como el confinamiento, el distanciamiento 
social y el cierre de colegios tanto públicos como privados, origino cambios en el estilo de vida 
familiar y social de los niños. Por lo anterior, el objetivo de la presente investigación fue describir 
cuáles fueron sus efectos psicológicos en niñas y niños entre 8 a 12 años. El estudio es una 
investigación de corte cualitativa, que se ubica en el paradigma hermenéutico- interpretativa bajo 
la base epistemológica Participantes: 26 niños de un colegio privado. Metodología: se realizaron 
las entrevistas en los 5 grupos focales basándonos en 9 categorías que salen de la teoría 
mencionada. El análisis de datos se realizó a través del software Atlas Ti. Resultados: al inicio del 
confinamiento los niños tuvieron sentimientos de felicidad debido a la cercanía con sus padres, sin 
embargo, en el trascurso de esta medida se encontró sentimientos de tristeza, angustia, ansiedad y 
temor asociados con las dinámicas y preocupaciones familiares y la perdida de seres queridos, 
adicionalmente se incrementó el uso de dispositivos, tuvo como consecuencia alteraciones en los 
patrones de sueño, la alimentación,la actividad física, el rendimiento académico y las desmejoras 
en las habilidades sociales. Se incrementó también la ansiedad cuando se retornó al proceso 
educativo presencial. 
 
Palabras claves: Infancia intermedia, Confinamiento, Covid-19, efectos psicológicos y 
Salud mental. 
 
 
 
9 
 
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Abstract: The Pandemic caused by COVID-19 brought serious consequences for mental 
health, especially in the child population, an aspect that has an impact on the development of any 
country. The implementation of emergency measures such as confinement, social distancing, and 
the closure of both public and private schools, led to changes in the family and social lifestyle of 
children. Therefore, the objective of this research was to describe its psychological effects on girls 
and boys between 8 and 12 years of age. The study is qualitative research, which is located in the 
hermeneutic-interpretive paradigm under the epistemological basis. Participants: 26 children from 
a private school. Methodology: the interviews were carried out in the 5 focus groups based on 9 
categories that come from the aforementioned theory. Data analysis was performed using the Atlas 
Ti software. Results: at the beginning of the confinement, the children had feelings of happiness 
due to the closeness with their parents, however, in the course of this measure, feelings of sadness, 
anguish, anxiety and fear were found associated with family dynamics and concerns and the loss 
of loved ones, additionally, the use of devices increased, resulting in alterations in sleep patterns, 
eating, physical activity, academic performance, and impairments in social skills. Anxiety also 
increased when they returned to the face-to-face educational process. 
 
Keywords: Middle childhood, Confinement, Covid-19, psychological effects, and Mental 
health. 
 
 
 
 
10 
 
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INTRODUCCIÓN 
 
1.1. Planteamiento del problema 
2. Desde diciembre de 2019 el mundo ha tenido que afrontar desde diferentes puntos la emergencia 
global por el COVID-19 y sus consecuencias en la salud pública, incluyendo la salud mental. Esto 
ha permitido que se realicen nuevos estudios sobre los efectos psicológicos causados por las 
medidas asociadas al Covid-19 en niñas y niños en edades entre los 8 y 12 años, permitiendo el 
entendimiento actual de cómo los seres humanos viven y experimentan su salud mental, teniendo 
en cuenta que durante este período se ha alterado de manera sustancial sus contextos habituales. A 
pesar de que han transcurrido dos años desde la emergencia, en el que habría que considerar los 
diferentes cambios realizados para afrontarla, es claro que ha dejado secuelas en la salud mental a 
nivel mundial. 
3. Las investigaciones que han abordado el tema de la salud mental y las vivencias experimentadas a 
raíz de la pandemia han señalado algunas de las variables asociadas a los efectos psicológicos del 
COVID-19, como lo hallado por Sanabria, Aldana. Ochoa, Rojas, Cañedo, Carmona, Crespo, 
Selva, Muro, Méndez, Feliu, Sanz (2021), con el objetivo de identificar los determinantes 
personales y sociales del impacto de las medidas de confinamiento por COVID-19 en la salud 
mental mediante un estudio transversal con una muestra poblacional de 18.061 participantes de la 
población colombiana, durante la primera ola del brote por COVID-19 (del 20 de mayo al 20 de 
junio de 2020),donde se aplicó el Cuestionario de Salud del Paciente (PHQ-2), la Escala de 
Trastorno de Ansiedad Generalizada (GAD-2) y el Cuestionario de Síntomas Somáticos (SSQ-5), 
11 
 
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respectivamente. En general, se encontró que el 35 % de los participantes mostraron riesgo de 
depresión, el 29 % de ansiedad y el 31 % de somatización. De acuerdo con el análisis de los 
determinantes sociales de la salud, los grupos más afectados fueron las personas de bajos ingresos, 
los estudiantes y los adultos jóvenes (18 a 29 años). Específicamente, teniendo a resaltar que este 
estudio fue abordado a mayores de edad. Lo cual manifiesta la escasez de información sobre las 
pautas de acción y la presencia de problemas de salud mental en los niños. 
Desde el campo de la psicología de la salud se ha mencionado que, en medio de este escenario 
de cambios recurrentes, así como las diferentes situaciones amenazantes presentadas, resulta 
crucial enfocar la atención desde la salud mental en niños y adolescentes conociendo sus 
vivencias y experiencias, dado que en dichas etapas se pueden presentar temores y dificultades 
de adaptación, reflejando estos cambios a sus cuidadores, quienes, a su vez deben dar 
organización o respuestas oportunas. (Palacio, et al., 2020). 
Frente a esto, se resaltan los altos niveles de vulnerabilidad, donde la asimilación frente al 
cambio debe considerarse como una cualidad a desarrollar a lo largo de la transición de situaciones 
adversas al diario vivir. A lo que se puede agregar las dificultades con respecto a la adaptación de 
los niños en esta situación, presentando reacciones adversas ante la posibilidad de contraer el virus 
o la posible pérdida de un ser querido, convirtiéndose así, en manifestaciones ligadas que pueden 
repercutir en la etapa de desarrollo del menor (Sánchez, 2021). 
Desde esta perspectiva, Rutter (2021), ha trabajado el papel de la adversidad psicosocial en la 
etiología de los trastornos mentales, mostrando que el desarrollo psicopatológico de un niño tiende 
a asociarse con los factores de adversidad que se le presentan. Por otra parte, este mismo autor 
indica que, dentro de estos indicadores de adversidad, se pueden considerar seis características 
ambientales y familiares de suma importancia: 1) clase social baja; 2) discordia matrimonial grave; 
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3) familias con más de cuatro hijos; 4) criminalidad paterna; 5) trastorno mental paterno; y 6) 
estancia en un hogar de cuidado. Es de resaltar que la presencia de dos de estos factores aumenta 
hasta cuatro veces la probabilidad de trastornos mentales, y con cuatro factores hasta diez veces. 
En la misma línea, se han revisado los resultados del Fondo de las Naciones Unidas para la 
infancia (UNICEF), con relación a las afectaciones del confinamiento en los niños de todo el 
mundo y los cuales fueron asociados al sufrimiento de alguna perdida en temas educativos, 
como también los cambios en la rutina diaria y en los espacios y tiempos de diversión y 
esparcimiento. También se ha evidenciado que, debido a problemas económicos en las 
familias, los niños pueden crecer con sentimientos de miedo, rabia, frustración y preocupación 
por el futuro que se avecina (UNICEF, 2021). 
Es por esto, que la pandemia de Covid-19 ha representado un reto para los profesionales de la 
salud de todos los campos, no solo por las demoras para encontrar una cura definitiva ante el 
virus, sino también por los efectos a gran escala que ha tenido en la salud de los seres humanos 
y las sociedades, en el que cabe tener en cuenta las medidas tomadas en un principio para 
reducir el número de casos de contagio , las cuales fueron efectivas pero a su vez implicaban 
el aislamiento social y el establecimiento de cuarentenas. En este sentido, los “profesionales 
de salud deben realizar un seguimiento oportuno de los niños que han presentado alguna 
patología mental durante la pandemia y en especial en aquellos niños que ya tenían un trastorno 
mental diagnosticado” (Garzón, 2022: 11). 
En un contexto caracterizado por la pandemia y sus impactos en la sociedad, 
particularmente en lo que refiere a la salud pública, reflejado en un creciente número de 
investigaciones sobre el tema, se hace pertinente desde esta investigación de tipo cualitativa, 
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comprender la experiencia de los niños en el proceso de adaptación frente a las medidas 
preventivas del Covid-19 durante el periodo de emergencia sanitaria. 
Por consiguiente, la pregunta a desarrollar enesta investigación será: ¿Cuáles son las 
secuelas psicológicas de los niños y niñas entre 8 a 12 años de edad derivadas de las medidas 
preventivas del Covid-19 durante el periodo de emergencia sanitaria? Entendidas a partir de 
las categorías de análisis emergentes desde la base teórica y la interpretación hermenéutica de 
las subjetividades de los niños y las niñas participantes en los grupos focales. 
1.2.Objetivos 
1.2.1. Objetivo General 
Identificar las secuelas psicológicas derivadas de las experiencias de las medidas asociadas al 
Covid-19 en niñas y niños entre 8 a 12 años de edad. 
 
1.2.2. Objetivos Específicos 
 
➢ Identificar las percepciones de cómo ha sido la experiencia de adaptación a las 
medidas asociadas al Covid-19 de acuerdo al nivel educativo y la edad de los participantes. 
➢ Señalar la existencia de factores y conductas protectoras asociadas a las medidas 
adoptadas por el Covid-19, desde la experiencia de los niños. 
➢ Exponer cuáles han sido las conductas que han generado dificultades en la salud mental de 
los niños a causa de las medidas adoptadas por la pandemia Covid-19. 
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1.3. Justificación 
La salud mental de los niños y las niñas es un aspecto importante para el desarrollo 
económico, social y la calidad de vida de los habitantes de cualquier país. No obstante, a partir del 
fenómeno desencadenado por la pandemia del Covid-19, se han visto afectados varios procesos en 
los niños, los cuales, eventualmente han tenido consecuencias en el corto plazo y se esperan otras 
en el mediano y largo plazo (UNICEF, 2021). 
 
De acuerdo con un estudio por un grupo de investigadores liderados por Prateek Kumar 
Panda en la universidad de Oxford (2021), reveló que los problemas a nivel psicológico en niños 
y niñas, se acentuaron debido a los cambios ejercidos para contener y controlar la pandemia, y en 
el que comenzaron a aparecer síntomas en menores como el desarrollo de ansiedad, depresión, 
irritabilidad, aburrimiento, falta de atención y miedo al Covid-19, como los problemas 
predominantes y de aparición reciente en los infantes aislados en los primeros meses de la 
pandemia. A lo anterior se suma que los niños con problemas de comportamiento preexistentes 
como el autismo y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tenían una alta 
probabilidad de empeoramiento de sus síntomas de comportamiento (Prateek, et al., 2021). 
De otra parte, también se ha sostenido la existencia de una relación positiva entre el tiempo 
de duración de la cuarentena y los niveles de angustia psicológica, caracterizada por pesadillas, 
terrores nocturnos o miedo a salir a la calle (Portinari, 2020). Además, otro hecho que pudo afectar 
el estado emocional de los menores se asocia al regreso de sus padres a la vida laboral, lo cual 
generó irritabilidad, apatía, nerviosismos e incluso un leve retraso en el desarrollo cognitivo de los 
niños. Realizando una comparativa con respecto al año 2021, se evidenció que la pandemia por 
Covid-19 dejó una sensación de miedo e incertidumbre en todo el mundo, generando un malestar 
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emocional que podría incrementar la aparición de enfermedades mentales. La infancia supuso el 
grupo más vulnerable en función de su edad, estudios, enfermedad mental preexistente, economía, 
familiar o allegado afecto por Covid-19 (Santos, et al., 2021). 
Por consiguiente, se han reconocido los cambios a corto plazo en los comportamientos de 
los niños a causa del aislamiento por Covid-19, sin entrar a considerar los efectos en el mediano y 
largo plazo. Frente a lo anterior, se debe tener en cuenta la limitación del contacto social y a la 
asistencia a los centros educativos, así como la exposición a niveles altos de estrés. La percepción 
de los niveles de bienestar de los NNA es un tema que parece preocuparle a muchos, puesto que, 
en investigaciones consultadas, se ha mostrado que las niñas presentan más emociones negativas 
frente a los acontecimientos ocurridos por la pandemia, revelando esto, la importancia de enfoque 
que consideren variables como el género, sin perder de vista la generalidad (Armenta, López y 
Gómez, 2022). 
Otro de los aspectos a evaluar es el impacto que ha tenido sobre la población el uso de 
mascarillas o tapabocas, debido a que este cambio implica aprender y reconocer todo el tiempo la 
respiración. Según las investigaciones del Ministerio de salud (2022), el uso del tapabocas en 
menores de edad retrasa el desarrollo emocional y su aprendizaje, puesto que la sensación para 
ellos es incomoda y les genera altos niveles de ansiedad, causando muchísimos trastornos ansiosos. 
Es importante resaltar que algunos de estos niños piden ayuda, sin embargo, se ha evidenciado que 
otros menores perciben que su respiración es distinta y después de muchas horas con la mascarilla 
se agobian. Por lo que es importante reconocer como ha venido afectando el uso de estos elementos 
a nivel psicológico a los niños, niñas y adolescentes (NNA). 
Por último, según el Instituto de Investigaciones Psicológicas en una investigación sobre los 
hábitos del sueño en el confinamiento por Covid-19 en una muestra de niños colombianos, se 
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evidenció que las dificultades del sueño emergieron con el inicio del confinamiento. Los resultados 
indicaron que, si bien la cantidad de sueño es suficiente, se observó que el 45.5 % de los casos al 
inicio de la pandemia reportaron dificultades del sueño, mayormente relacionadas con 
parasomnias, somnolencia diurna y resistencia para ir a la cama, las cuales están asociadas 
directamente con los cambios de rutina y el aumento en los niveles de ansiedad (Rosero y Ortega, 
2022). 
Marco Teórico. 
Para entender el fenómeno de estudio al cual se dirige la presente investigación, es 
necesario, abordar desde el concepto y el estado del arte las principales variables teóricas de 
estudio las cuales son Covid-19- trauma tipo 1 y tipo 2. 
2.1. Sars-cov-2 
El Covid-19 inició en China en diciembre de 2019, específicamente en la ciudad de Wuhan 
en la cual fueron reportados 27 casos de neumonía desconocida, 7 de ellos graves. Desde entonces, 
se conoce que el virus SARS-CoV-2, nombre otorgado por la comunidad científica, es viralmente 
contagioso y se transmite por contacto directo con un paciente positivo. Pero no fue sino hasta el 
mes de marzo de 2020, que se reportaron las primeras muertes por COVID-19 en niños y niñas 
entre los 9 y 11 años, así mismo implicando dificultades para los sistemas de salud en todo el 
mundo (Vargas, et al., 2020). 
Así pues, Peña y Orozco (2020) elaboran una línea del tiempo con respecto a los casos 
reportados a nivel mundial de Covid-19 entre diciembre de 2019 y marzo de 2020 (Figura 1). 
 
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Figura 1 
Línea del tiempo del Covid-19. 
 
 
Fuente: Línea de tiempo de la propagación mundial del COVID-19, por salud UIS. (2020) 
https://revistas.uis.edu.co/index.php/revistasaluduis/article/view/10639/10446 
 
El contagio exponencial del virus y sus consecuencias mortales exigió la implementación 
de medidas extraordinarias en Salud Pública, tanto a nivel global y para cada uno de los países, 
siendo algunas de estas: 
 
➢ Estrategias de contención de grandes extensiones de territorio; 
➢ Aislamiento social severo; 
➢ Pruebas moleculares para mejorar la eficiencia de detección; 
➢ Clínicas de atención primaria especializadas; 
➢ Creación de centros nacionales y locales para el control y la prevención de la enfermedad; 
https://revistas.uis.edu.co/index.php/revistasaluduis/article/view/10639/10446
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➢ Distanciamiento de 2 metros; 
➢ Uso de tapabocas; 
➢ Lavado de manos; 
Sumada a las anteriores, la medida más extrema consistió en el confinamiento estricto en 
casi todo el mundo y que se extendió por cerca de 4 meses. La principal explicación se debe a que 
los gobiernos buscaron que las personasevitaran lo más posible estar en aglomeraciones, ya que 
podían desencadenar una ola de contagios debido a la cercanía y al contacto (López y Orozco, 
2020; OMS, 2020). 
Como consecuencias del aislamiento estricto y prolongado se encuentran pérdidas 
económicas; bajo acceso a la justicia familiar; cambio en las relaciones familiares, entre otras 
(Vargas, 2020; Molina, 2020). 
Bajo lo mencionado la siguiente imagen, se puede observar una línea del tiempo construida 
a partir de las bases de datos de los Ministerios de Salud y Educación, en el que se presenta la 
afectación e impacto del Covid-19, su expansión y complejidad en el país. 
Figura 2 
Línea del tiempo del Covid 19 
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Fuente: Ministerio de salud y de educación. (2020-2021). 
https://wwwcoronaviruscolombia.gov.co/covid19/index 
 
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A partir de la línea del tiempo, se evidencian primordialmente las medidas implementadas 
las cuales contaron del cierre de los centros de enseñanza públicos y privados, obligando a que 
niños y jóvenes permanecieran en sus hogares y continuaran actividades escolares en una 
modalidad virtual con el acompañamiento directo de sus padres o familiares. 
 
2.2. Características Niñez Intermedia 
La niñez intermedia se ha convertido en las últimas décadas en un asunto de debate desde 
la investigación evolutiva y social, tanto en psicología, como en otras disciplinas relacionadas. 
Este reciente interés se justifica en la tendencia contemporánea de las sociedades occidentales 
industrializadas a la prolongación de la adolescencia y del comienzo de roles enfocados con la 
educación y la etapa escolar (Arnett, 2000 citado por Marzana, Pérez, Marta & González, 2010). 
En general, el período de niñez intermedia fue definida por Feldman (2008), como la etapa 
escolar, la cual empieza alrededor de los seis hasta aproximadamente los trece años cuando inician 
la etapa de adolescencia. Durante este periodo los niños presentan cambios notorios en el 
desarrollo anatómico, cognitivo y social. 
 La infancia es una de las etapas de la vida que se encuentra desde el nacimiento del ser 
humano hasta la pubertad, aproximadamente hasta los 13 años. Esta etapa suele dividirse de 
diversas maneras. Encontrando la primera infancia que va desde los 0 a los 3 años, luego se 
presenta la niñez temprana que va desde los 3 hasta los 6 años y por último está la niñez intermedia 
que va desde los 6 hasta los 13 años. En esta última y mencionando las características que se 
presentan durante la etapa, desde la parte biológica, los niños crecen una media de 3 a 6 centímetros 
y en cuanto a peso ganan de 2 a 3 kilos como media global cada año, lo que incrementa el tamaño 
tanto de los sistemas muscular y óseo como de algunos órganos internos. (Santrock, 2003). 
22 
 
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En la etapa de niñez intermedia desde el apartado cognitivo, se desarrolla el pensamiento 
operacional concreto, considerado como las acciones mentales que permite a los niños representar 
los objetos en categorías o subcategorías. Durante esta etapa desde el procesamiento de la 
información, se encuentran el fortalecimiento de la memoria, el pensamiento crítico y la 
metacognición. (Piaget, 1952 citado en Santrock, 2003). 
De igual manera, Flores et al.,(2014) y bajo la revisión de la literatura más relevante a nivel 
internacional, que abarca los procesos de desarrollo cognitivo desde la niñez intermedia hasta la 
juventud, destacan bajo el campo del desarrollo semántico, la capacidad de clasificación por 
analogías (semejanzas) presente especialmente entre los 8 a 13 años, debido al desarrollo 
progresivo de un mayor control atencional para discriminar y analizar perceptualmente los rasgos 
y características de los objetos. A la vez incrementa la capacidad de implicar estrategias cognitivas 
y secuenciar acciones, que permiten generar respuestas alternativas, donde se posibilita y refuerza 
la aptitud de enfrentarse de forma eficiente y flexible a la solución de problemas o a la presentación 
de distintas contingencias. 
En cuanto a habilidades cognitivas Catrambonel & Cervino (2019), expuso que durante 
esta etapa aparecen cambios significativos, especialmente la adquisición de las nociones 
matemáticas y numéricas compartiendo muchas habilidades lingüísticas no verbales, distintos 
tipos de memorias y poniendo en marcha habilidades cognitivas específicas, en las que se incluye 
la interpretación de la naturaleza del código. Tal y como lo expusieron demostrando la relación 
entre el desarrollo del esquema corporal (EC) en niños y su repercusión en el aprendizaje de logros 
matemáticos (ALM), mediante una investigación con participación de 46 alumnos (niños) entre 
los 6 a 12 años. 
23 
 
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En cada uno se evaluó la capacidad matemática mediante pruebas de numeración, 
operaciones simbólicas y solución de problemas, así mismo se les aplicó instrumentos para la 
evaluación del esquema corporal entre los cuales se consideraron el dibujo de la figura humana, 
lateralidad y ejercicios de la noción espacial. La relación entre ambas variables se analizó a partir 
del coeficiente de correlación y del análisis de regresión. Entre los resultados más significativos 
se encontró (r= 0,54) que, a mayor desarrollo en cuanto al esquema corporal, mayor posibilidad a 
la apropiación de las nociones matemáticas, por otro lado, el coeficiente de determinación (R2= 
0,29) indico que el 29% de la variabilidad en el logro de habilidades matemáticas se explica por el 
desarrollo de los esquemas corporales del niño. 
Ya desde la parte social en la etapa de niñez intermedia, los padres siguen supervisando y 
ejerciendo el control, al tiempo que se permite que los niños lleven a cabo una autorregulación 
ocasional de su comportamiento. La cognición social de los niños sobre sus compañeros adquiere 
cada vez más importancia al entender las relaciones entre pares. Por lo general, los niños 
comienzan este período con gran optimismo y entusiasmo por comprender su lugar en la sociedad 
y en la cultura. En ese sentido suele ser un momento de la vida con relaciones placenteras y 
productivas entre los niños y los adultos. Ya que los niños han ido adquiriendo habilidades y 
conocimientos trasmitidos por los mayores, además de ser la etapa donde los adultos ven este 
período como “la calma” antes del inicio de la adolescencia y sociales ya sea la escuela, la familia 
o los grupos de compañeros; a los cuales se deben ajustar. Sin embargo, problemas como la 
ansiedad, baja autoestima pueden comenzar a emerger ante los nuevos desafíos que son implícitos 
durante este período y resulta crucial como los niños logran responder a las nuevas demandas que 
se les imponen por las complejas instituciones. (Eccles, 2019) 
24 
 
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En relación, y bajo la comprensión de generar vínculos con los demás, un estudio realizado 
por Holder y Coleman (2017) con el objetivo de identificar la asociación entre la felicidad y las 
relaciones sociales de 432 niños canadienses de 9 a 12 años. Evaluando la felicidad de los niños 
mediante las escalas de autoevaluación y la subescala de felicidad y satisfacción infantil de Piers-
Harris, donde los ítems se agruparon en dos categorías positivas (es decir, familia y amigos) y dos 
negativas (es decir, relaciones negativas con los compañeros y comportarse mal con los demás). 
Entre los resultados destacados la variación en la felicidad de los niños que se explica en parte por 
las interacciones sociales positivas que involucraron a la familia y amigos (p >0.1), Así mismo 
las interacciones sociales negativas también explicaron la variación en la felicidad de los niños, 
incluidas las relaciones negativas con sus compañeros siendo explícitos en la exclusión como 
factor relevante a estados de menor felicidad ( p< 0.5; .47) así mismo, los niños aceptaron que a 
menudo son malos conotras personas y causan problemas para su familia y con relación frente a 
menores estados positivos (p<.001). Por otro lado, las variables demográficas relacionadas con el 
círculo familia no se asociaron significativamente con la felicidad de los niños. 
2.3. Niñez y prevalencia al trauma 
 
Tras identificar las características principales de los niños pertenecientes a la etapa 
intermedia, resulta fundamental en prevención de la enfermedad mental crear ambientes en el cual 
los niños, incluso los genéticamente vulnerables no sean expuestos a factores de riesgo o sean 
protegidos de sus efectos (Barra, 2009). 
 
25 
 
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Sin embargo y bajo la dificultad de prevención en especial en países en vía de desarrollo. 
Pérez (2019), tomo en consideración las fuentes de estrés infantil prevalentes al trauma que pueden 
tener su origen en algunas características de la personalidad del niño, en la estructura familiar, en 
el estilo educativo que brindan los padres, en la competitividad escolar, en problemas de salud o 
en la exposición a amenazas desde el entorno social. Desde esta última, la alteración de los factores 
ambientales como la aparición del COVID 19 y los cambios en el estilo de vida de los menores se 
puede tomar como una variable influyente a los cuadros manifiestos de estrés y como punto de 
partida a posibles secuelas psicológicas frente a un acontecimiento traumático; definido por 
Figueroa et al., (2016) “como cualquier exposición a una situación estresante de naturaleza 
excepcionalmente amenazante u horrorizarte que probablemente producirá un malestar profundo 
en la mayoría de los individuos (p. 643)”. 
Sin embargo, no todos los que experimentan un evento estresante desarrollarán trauma. 
Reconociendo así mismo la existencia de diferentes tipos, para lo cual, y bajo la presente 
investigación se recolectaron los aportes y avances que ha realizado la psicología durante la 
pandemia de COVID 19, relacionados con eventos que entrarían dentro de la clasificación de 
trauma de tipo 1 y 2 que pudo afectar en alguna media a la población de niñez intermedia. 
Para contextualizar un poco el trauma tipo I, por lo general remite solo, mientras que el 
tipo II, se vuelve crónico y crea una disociación en el individuo, porque no puede organizar la 
información entorno al evento. Esta disociación activa de manera permanente el sistema simpático 
y genera diferentes trastornos en la conducta, entre ellos, ansiedad, depresión, duelo congelado, 
trastornos psicosomáticos y personalidad limítrofe. (Urrego, 2011). 
 
26 
 
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2.3.1. Trauma Tipo I. 
El trauma tipo 1, es aquel producido por un evento único, repentino y externo, 
generalmente este trauma no es acompañado de algún dolor masivo, ni de adormecimiento 
psíquico, no se presenta baja autoestima ni problemas de personalidad. Terr citada por Rojas 
(2001), Señala que “se caracteriza esencialmente por tener memorias completas del evento 
traumático con un detalle significativo sobre lo acontecido”, dado principalmente por eventos 
conocidos y clasificados como: la agresión sexual, accidentes de tránsito, catástrofes naturales y 
eventos personales. (Williams & Poijula 2015). Este tipo de trauma puede generar secuelas 
psicológicas importantes y siendo encausada así misma por los cambios que se presentan del 
propio acontecimiento. 
Así pues, para tener una mayor comprensión acerca del trauma tipo 1 como fenómeno de 
estudio al cual se dirige la presente investigación, es necesario, abordar desde los estudios, las 
principales variables que por definición harían parte de este tipo de trauma. Así los temas en los 
que se profundizarán serán: muerte o fallecimiento de un familiar, secuelas psicológicas del primer 
confinamiento y el impacto del contagio por coronavirus como los eventos sorpresivos encausados 
a una mayor influencia negativa y significativa sobre la salud mental para la población de niñez 
intermedia. 
De acuerdo a la definición de trauma tipo 1, entraría entre los posibles causantes, el 
fallecimiento de un familiar; especialmente el cuidador principal como el evento único que puede 
derivar en secuelas de tipo mental para la población de niños y adolescentes, resultando 
especialmente determinante desde el inicio de la pandemia. ya que con base a lo expuesto por 
Beltrán (2021) y en colaboración con la revista médica The Lancet, donde documentaron que 
entre marzo del 2020 y abril del 2021, el número de huérfanos a esa fecha era de 1,5 millones en 
27 
 
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el mundo con causante principal de mortalidad por COVID 19, cabe aclarar que este estudio tuvo 
en cuenta el concepto de orfandad aportado por la Unicef, que es referido “a la muerte de uno o de 
ambos padres, o al fallecimiento del cuidador que ejerce la custodia del menor de edad”. Así mismo 
la situación en Colombia es preocupante ya que de acuerdo con el informe, en el país por cada 
1.000 niños, 2,3 han perdido al menos a uno de sus cuidadores a causa del brote por coronavirus. 
Teniendo en cuenta que en la etapa de duelo desde la fase escolar los niños comienzan a 
comprender las diferencias entre vivir y no vivir y a concebir la muerte como una etapa de la vida 
de carácter irreversible, interesándose en los aspectos biológicos de la enfermedad y 
comprendiendo su propia muerte, lo cual puede derivarse en estados de angustia, tras el inicio de 
un estado de duelo y en específico si la pérdida ha sido traumática, complicada, el niño puede 
mostrar síntomas de un trastorno de estrés postraumático como una situación repentinamente 
vivida, recuerdos psicofisiológicos persistentes, evitación del recuerdo, malestar clínico y 
deterioro social. 
Por lo cual los niños en fase intermedia tras la pérdida o desaparición real de un objeto 
externo muy significativo y de lazos afectivos provocará importantes modificaciones en su mundo 
interno donde el niño puede reaccionar desde los estados de ansiedad e insomnio persistentes, 
dados por el temor a que se produzcan otras pérdidas, o incluso la suya propia. Puede pasar también 
horas rumiando, y tener fantasías de reunirse con el fallecido lo que puede conllevar a deseos a 
cerca de su propia muerte. (Guillén et al., 2013) 
Por lo anteriormente mencionando, Ordoñez & Reverte (2022), estudiaron las 
manifestaciones del duelo en niños tras la pérdida de un familiar o ser querido por COVID 19. Los 
autores definieron el duelo como “el conjunto de fenómenos que los seres humanos manifiestan 
en los ámbitos psicológico, biológico y social tras una pérdida afectiva (p.121)”, sin embargo 
28 
 
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cuando no se tienen los recursos suficientes para afrontar la pérdida se entra en el terreno del “duelo 
complicado”, en ese sentido y en base a los artículos recopilados por los autores, se encontró que 
las manifestaciones más frecuentes en los estados de duelo complicados en niños fueron; llanto 
frecuente, rabietas o signos de agresividad, apatía, pérdida de interés por las actividades que antes 
resultaban agradables, alteraciones del sueño con pesadillas en relación a la perdida, miedo a 
quedarse solo y revivir el momento de la perdida, comportamiento infantil, cefaleas u otras 
dolencias físicas, imitación del fallecido, disminución del rendimiento y ausentismo escolar. 
 Por otra parte, la pandemia SARS-Cov-2 ha tenido un impacto negativo en múltiples 
aspectos de la vida humana, tanto en lo físico, psicológico, económico, social y cultural. Las 
principales afecciones de la calidad de vida se vieron asociadas al primer confinamiento, 
considerado como una medida gubernamental de contención de la enfermedad basada en el cierre 
de las escuelas, el distanciamiento social y distintas medidas restrictivas. Teniendo un impacto 
significativo sobre la salud mental en los niños, especialmente por tener que lidiar con medidas 
tales como; estar permanentemente en casa, insatisfacción por el cambio delas rutinas diarias y 
por no tener suficiente espacio para desarrollar sus actividades sociales. (Ballena et al., 2021). 
Por ello mismo, el confinamiento posterior a la aparición del brote por coronavirus ha 
impactado profundamente la vida diaria de las familias, desafiando aspectos psicológicos 
protectores como la resiliencia. Por lo cual, Crescentini et al., (2020), investigaron las 
consecuencias psicológicas inmediatas de la pandemia en niños italianos calificados por 721 
padres, centrándose en los síntomas ansioso, depresivo y somático mediante el modelo de 
regresión sobre el cuestionario CBCL_Cov Anxiety. Donde los padres manifestaron que un alto 
porcentaje de los niños mostraba niveles elevados de ansiedad (191, 26,4 %; puntaje T de 
ansiedad/depresión del CBCL ≥ 65) y depresión (175, 24,2 %; puntaje T de retraimiento/depresión 
29 
 
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del CBCL ≥ 65), con menor incidencia frente a las quejas somáticas (65, 9,0%; CBCL Quejas 
somáticas T score ≥ 65),así mismo desde el bagaje cualitativo, los padres calificaron a sus hijos 
como más ansiosos ya que consideraban que tenían menos amigos cercanos tras el primer 
aislamiento. 
De igual manera, el brote del nuevo coronavirus (COVID-19) obligo a padres e hijos a 
adoptar cambios significativos en su rutina diaria, lo que fue un gran desafío para las familias, con 
importantes implicaciones desde los estados de estrés. En este estudio realizado por Cusinato et 
al. (2020), con el objetivo de analizar los posibles factores de riesgo durante un evento 
potencialmente traumático como el confinamiento de COVID-19. Específicamente, se investigó 
el estrés de los padres y la resiliencia de los niños. Dicho estudio involucró a 463 padres italianos 
con niños de edad promedio 9.72 (SD = 3.29). Todos los participantes completaron una encuesta 
en línea que constaba de la Escala de Estrés de los Padres (PSS), y la Medida de Resiliencia de 
Niños y Jóvenes (CYRM-R). 
Los resultados mostraron que las medidas de confinamiento y los cambios en la rutina 
diaria incidieron negativamente en las dimensiones psicológicas de los padres, exponiendo así a 
los niños a un riesgo importante para su bienestar, así mismo se detectaron algunos factores de 
riesgo desde el desajuste psicológico, como el estrés de los padres, y menores niveles de resiliencia 
en los niños tras el confinamiento (valores que van desde r = −0,40 hasta r = −0,63). 
Dicho lo anterior, el confinamiento como medida preventiva fue a su vez una amenaza que 
produjo un impacto social generando una crisis multimodal inédita con efectos sobres las áreas 
laboral, económica y psicosocial, que repercutió especialmente sobre los países en vía de 
desarrollo. Pandemia y confinamiento se han convertido en un factor de adversidad que afecto a 
los niños y sus círculos de apoyo, así como lo muestra la búsqueda realizada por Palacios et al. 
30 
 
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(2020), con el objetivo de revisar los datos disponibles en la literatura actual sobre el efecto de la 
pandemia en niños utilizando los buscadores de PubMed, Scielo. Entre los resultados de la 
búsqueda, se compararon los síntomas de trastorno de estrés postraumático (TETP) en niños 
confinados frente al grupo control que no estuvo en estado de confinamiento, encontrando que las 
puntuaciones de estrés postraumático fueron 4 veces mayores en los niños que estuvieron en 
lugares de confinamiento restrictivo en comparación con el grupo control (68% frente al 17%). 
Diversos estudios se centraron en la identificación del impacto del COVID-19 sobre la 
salud mental de los niños a través de enfoques estadísticos tradicionales, sin embargo, se han 
desarrollado diferentes metodologías de aprendizaje automático para explicar los principales 
factores que contribuyeron a los cambios en el estado de ánimo de los niños durante el primer 
confinamiento. 
Por lo tanto, Ntakolia et al. (2022), desarrollaron un modelo de aprendizaje acerca del 
estado del ánimo para el primer confinamiento; para lo cual recolectaron los datos de 744 niños 
griegos cuyos padres contestaron una encuesta online. El cuestionario incluía preguntas 
relacionadas con la información demográfica, la evaluación de los padres sobre la condición del 
niño 3 meses (3 m) antes del cierre y 2 semanas (2s) después del primer confinamiento. Entre los 
resultados significativos se encontró que las características más importantes que contribuyeron a 
clasificar a un individuo en el grupo con cambio de estado de ánimo negativos que incluían 
(preocupación, tristeza, ansiedad, inquietud, soledad, irritabilidad, cansancio y rumiación) que se 
relacionó con la falta de cambios positivos en la vida, el aumento a ver televisión, el estrés derivado 
de las restricciones, y el estrés que le causaron al niño los cambios desde el contacto familiar. 
 
31 
 
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En un estudio similar Orgilés et al. (2021), buscaron describir y comparar los síntomas 
psicológicos y conductuales inmediatos asociados con el primer confinamiento por COVID-19 en 
niños de tres países del sur de Europa con diferentes niveles de restricciones (Italia, España y 
Portugal). La muestra fue de 1.480 niños (52,8% varones) (M = 9,15, DT = 4,27). Los resultados 
mostraron un aumento en los síntomas psicológicos y conductuales de los niños (U = 244.057, z 
= −2,85, p < 0,01, r = 0,07), mayores niveles de ansiedad (U = 97.292,50, z = −3,82, p < 0,001, r 
= 0,09) y más horas de sueño por la noche (U = 99.242, z = −4,02, p < 0,001, r = 0,10) en tiempos 
de confinamiento. 
Otro aspecto para comprender los efectos psicológicos a causa del primer estado de 
confinamiento por COVID-19 en niños y familias, fue la implementación de medidas para 
contener la propagación del COVID-19 por parte de los gobiernos. Por lo cual Morgul et al. (2020), 
recolectaron la información de 927 padres y madres de niños de 5 a 11 años completando una 
batería online compuesta por un conjunto de cuestionarios para evaluar su propio comportamiento 
y su estado emocional, así como el de sus hijos, durante el primer confinamiento. Los padres 
informaron de cambios en el estado emocional y en el comportamiento de sus hijos. El síntoma 
infantil más frecuente fue el aburrimiento (73.8%), seguido del sentimiento de soledad (64.5%) y 
la frustración (61.4%). Los niños pasaban significativamente más tiempo usando pantallas y menos 
tiempo realizando actividad física. Más de la mitad de los padres informaron de niveles moderados 
o graves de estrés durante el confinamiento, que se relacionó significativamente con los síntomas 
del niño. 
Por otra parte, la American Academy of Pediatrics (2022) (Academia Estadounidense de 
Pediatría) y la Children's Hospital Association (Asociación de Hospitales para Niños de los 
Estados Unidos), mostraron que los niños aproximadamente representaron el 16 % de todos los 
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casos de COVID-19 en el mundo, sin embargo, las observaciones también señalaron que este 
número ha crecido significativamente llegando a representan el 24 % de poco más de 100 000 
casos semanales informados de contagio. 
La pandemia provocada por el virus SARS-coV-2, que origina la enfermedad COVID-19, 
ha causado cientos de miles de muertes en todo mundo, lo que, a su vez, ha tenido un impacto no 
solo en la salud física, sino en la salud mental de las personas esencialmente por la percepción de 
riesgo y los miedos a enfermar o morir por COVID-19. (Uribe et al., 2020). 
En base a ello, diversos estudios buscaron reconocer la prevalencia de los problemas 
psicológicos en los niños durante la pandemia de COVID-19 y la asociación frente al contagio 
único del virus. Como el de Ahmed et al. (2021), quienes realizaron un estudio transversal y la 
recolección de datos de 148 niños de 6 a 12 años clasificados en 2 grupos según el historial de 
infección por COVID-19. Los participantes fueron evaluados por la Escala Socioeconómica y la 
Lista deComportamiento Infantil (CBCL) donde entre los resultados se encontró que los niños 
con presencia de COVID-19 tuvieron un alto porcentaje de problemas familiares, dificultades 
escolares y sociales, respecto a los no contagiados (+20%) Con respecto a CBCL, los niños que 
tenían la infección por COVID-19 tenían un mayor porcentaje de calificación clínica que el grupo 
no contagiado en cuanto al miedo de contraer el virus ya que manifestaron esencialmente las 
consecuencias fisiológicas del contagio (11,1% vs. 8,9%), y mayores estados ansioso/deprimido 
(33,3% vs. 25%). 
Así mismo, la investigación realizada por Liang et al. (2020), en el cual evaluaron la salud 
mental en niños mediante un estudio transversal dos semanas después de la aparición de COVID-
19 en China. Para ello un total de 584 jóvenes se inscribieron en este estudio y completaron una 
serie de preguntas sobre el estado cognitivo tras la presencia del COVID-19 y la aplicación del 
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Cuestionario de salud general (GHQ-12), entre los resultados de este estudio transversal se sugiere 
que casi el 40,4% de los niños de la muestra eran propensos a secuelas psicológicos y el 14,4% de 
los jóvenes de la muestra presentaban síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT). La 
regresión logística invariada reveló que la salud mental de los niños estaba significativamente 
relacionada con tener menos educación (OR = 8.71, 95% IC: 1.97–38.43) y padecer síntomas de 
TEPT (OR = 1,05, IC 95%: 1,03–1,07). 
De igual manera, Khan et al. (2021). determinaron las tasas de síntomas de estrés en niños 
con infección por COVID-19. Mediante un estudio transversal basado en cuestionarios aplicados 
a 88 participantes niños de 7 a 13 años, 54,5 % hombres, 45,5 % mujeres de dos centros de 
cuarentena institucionales, utilizando la escala infantil de Spencer y su versión árabe validada de 
cuestionarios auto informados para medir la sintomatología. Entre los hallazgos se determinó que 
el 36,3% de los niños reportaron síntomas de estrés elevados notificando una tasa inferior del 32,8 
% en los niños más pequeños (7-11 años) en comparación con el 45,8 % en los niños entre los 12 
y 13 años. Así mismo el 70,4% y el 57,9% de los niños informaron miedo a las secuelas físicas del 
contagio y estados de ansiedad por separación, respectivamente. 
En relación, también se encontró malestar psicológico en los niños expuestos a eventos 
adversos como el padecimiento de la infección por parte de un familiar, a lo cual Jiao et al. (2020), 
realizaron un estudio en la provincia de Shaanxi durante la epidemia de COVID-19 por el grupo 
de trabajo colaborativo China-EPA-UNEPSA, mostrando que los niños en el grupo de edad más 
joven (5-6 años) tenían más probabilidades que los niños mayores de manifestar síntomas, como 
apego y miedo a que los miembros de la familia pudiesen contraer y padecer la infección (p = 
0,002),así mismo los niños de 6 a 11 años tenían más probabilidades de mostrar falta de atención 
(P = 0,049) e indagar persistentemente acerca de la enfermedad (P = 0,003). El apego, la falta de 
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atención y la irritabilidad fueron las condiciones psicológicas más severas demostradas por los 
niños en todos los grupos de edad. Las tasas de miedo, ansiedad y otras emociones fueron más 
altas en los niños que residían en áreas altamente epidémicas. 
Por otro lado, Spinelli et al. (2020), exploraron el efecto de los factores de riesgo asociados 
con la experiencia del brote de COVID-19 sobre el bienestar de 271 padres y 427 niños residentes 
del norte de Italia, donde se registró la mayor letalidad en casos asociados al COVID-19, es 
decir, Lombardía y Véneta .Determinado el impacto psicológico del brote en dicha población, 
midiendo la percepción de estrés de los padres en la interacción padre-hijo con el dominio de 
interacción de 15 ítems Parenting-Stress Index Short Form (PSI) y para determinar los problemas 
de comportamiento en los niños se requirió del Cuestionario de Fortalezas y Dificultades (SDQ). 
Entre los resultados significativos se encontró que el mayor factor de riesgo asociado con el estrés 
individual y diádico de los padres y los problemas psicológicos de los niños fue el índice de riesgo 
de contagio de los padres en tiempos de confinamiento (0.87, **p < 0.01). 
En conclusión, los estudios pertenecientes al trauma tipo 1 tenían como propósito, 
identificar las secuelas psicológicas de los niños pertenecientes a la etapa intermedia, desde un 
evento único adverso, enfocado a partir de diferentes aspectos de la vida diaria tras el inicio de la 
pandemia por COVID 19. Por otra parte, también resulto crucial tener un panorama del impacto 
psicológico desde los eventos considerados como trauma tipo 2 que, de igual manera, consiguieron 
alterar de manera negativa los estilos de vida y por lo tanto influir en la salud mental de la población 
en estudio. 
2.3.2. Trauma Tipo II 
Se considera trauma tipo 2 como “la manifestación a la exposición repetitiva a eventos 
traumáticos externos, en la cual los primeros eventos son sorpresivos, pero los subsecuentes crean 
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un horror a la anticipación de la ocurrencia, donde prevalecen mecanismos de defensa como la 
negación, represión, y la disociación” Terr citada por Rojas (2001). 
Para comprender en mayor profundidad el trauma tipo 2 como el segundo fenómeno de 
estudio al cual se dirige la presente investigación, fue necesario, abordar desde los estudios, las 
principales variables que por definición harían parte de este tipo de trauma. Así los temas en los 
que se profundizarán serán; la cuarentena como evento repetitivo, el impacto psicológico del uso 
frecuente de las TICS, la virtualización de la educación, la influencia del distanciamiento social y 
las secuelas en general de la pandemia sobre la población de niñez intermedia. 
De acuerdo con la definición de trauma tipo 2, entraría entre los posibles causantes el estado 
completo de cuarentena, entendido como “la separación y restricción del movimiento de personas 
que potencialmente han estado expuestas a una enfermedad contagiosa, con el objetivo de reducir 
el riesgo de infección de la población no contagiada mitigando la propagación exponencial del 
virus” (Brooks et al., 2020). 
Aunque por definición dicho estado de cuarentena tiene como objetivo prevalecer la salud 
físico-biológica de cada persona perteneciente a una comunidad, trae consigo un impacto sobre la 
salud mental y en especial en la población más joven como un evento repetitivo especialmente 
durante el año 2020 e inicios de año 2021 a causa del virus SARS-CoV-2,así como lo señalaron 
Erades y Morales (2020), midiendo el impacto de la cuarentena por la COVID-19 y el estrés 
asociado que pudo afectar a la población de niñez intermedia. 
Debido a lo reciente de esta situación, son limitados los estudios relacionados. Por ello este 
artículo tuvo como objetivo principal describir en qué medida la situación de cuarentena afectó a 
los niños en su conducta, problemas de sueño y bienestar emocional. Con una muestra compuesta 
por 113 participantes españoles (70.5% mujeres) con hijos entre 3 y 12 años (51.8% niños). Donde 
36 
 
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los padres respondieron a un cuestionario online sobre las rutinas de los hijos durante la cuarentena, 
su bienestar emocional, problemas de sueño y su conducta. El 69.6% de los padres informaron 
que, durante la cuarentena sus hijos presentaron reacciones emocionales negativas, el 31.3% 
problemas en el sueño y el 24.1% problemas de conducta. Los niños que invertían menos tiempo 
en el ejercicio físico y hacían mayor uso de pantallas presentaron un mayor número de reacciones 
negativas, entre las cuales se encontró incertidumbre sobre normalizar la cuarentena como estilo 
de vida 43% así mismo los niños con padres que hacían mayor uso de medidas de seguridad 
presentaron menos reacciones negativas.La cuarentena por los picos de COVID-19 ha afectado a más de 860 millones de niños y 
adolescentes en todo el mundo, pero hasta la fecha, pocos estudios se ha desarrollado dentro de los 
países occidentales para examinar el impacto psicológico en sus vidas. En ese sentido Orgilés et 
al. (2020), examinaron el impacto emocional de la cuarentena prolongada en los niños y 
adolescentes de Italia y España, dos de los países más afectados por COVID-19. 
Los participantes fueron de 1,143 padres de niños italianos y españoles de 3 a 18 años que 
completaron una encuesta que brindaba información sobre cómo la cuarentena afecta a sus hijos y 
ellos mismos, en comparación con antes del confinamiento del hogar. Los resultados muestran que 
el 85.7% de los padres perciben cambios en el estado emocional y los comportamientos de sus 
hijos durante la cuarentena. Los síntomas más frecuentes fueron la dificultad para concentrarse 
(76.6%), aburrimiento (52%), irritabilidad (39%), inquietud (38.8%), nerviosismo (38%), 
sentimientos de soledad (31,3%), inquietud pre-inicio de cuarentena tras ya haber vivido un 
confinamiento (30.4%), y preocupación por la vida de un ser querido (30.1%). 
 
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Así mismo se ha buscado evidencia disponible sobre el impacto negativo de la cuarentena 
y el aislamiento social en la salud mental de los niños y preadolescentes, para ello Broche et al. 
(2020), realizaron una revisión bibliográfica y documental sobre el tema bajo las siguientes fuentes 
de datos: Scopus, EBSCO Health, PubMed (buscador), SciELO y PsycINFO. Entre los resultados 
significativos del estudio, se encontró durante la aplicación de pruebas para comprobar la presencia 
de síntomas de estrés postraumático, que los niños y preadolescentes en cuarentena y aislamiento 
social mostraron puntuaciones tres veces mayor en comparación con niños que no han 
experimentado la reclusión social. Los estudios en este campo sugieren que los niños son más 
propensos a desarrollar trastorno de estrés agudo, trastornos de adaptación, así mismo 
aproximadamente el 30 % de ellos desarrollaran postpandemia un trastorno de estrés 
postraumático el cual suele agravarse cuando conllevo a la separación del niño con sus respectivos 
cuidadores. 
En un estudio similar Cifuentes & Navas (2021), identificaron el efecto de la cuarentena 
domiciliario por la COVID-19 sobre la salud mental en niños ecuatorianos, con una media de edad 
de 8.74 años, desde marzo a junio del año 2020 mediante una encuesta online validada por la 
Pediatric Symtom Check List (PSC). Entre los resultados significativos se encontraron relaciones 
entre el confinamiento con los cambios en las horas de realizar alguna tarea, (RP 1.121 IC95% 
1.066-1.895 p <0.05), no hacer actividades en el hogar (RP 1.360 IC95% 1.089-1.699 p<0.05), no 
hacer tareas escolares frecuentemente (RP 1.431 IC95% 1.149-1.664 p<0.05); descuidar su aseo 
personal (RP 2.816 IC95% 2.015-3.937 p<0.01), así mismo desde el cuestionario cualitativo se 
encontró una relación de la cuarentena domiciliaria con emociones tales como tristeza, miedo, 
ansiedad e ira. 
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Por otra parte, varios estudios advirtieron sobre posibles consecuencias a largo plazo en la 
salud mental de los niños, como el realizado por López et al (2021), en el cual exploraron el 
impacto psicológico de la cuarentena por COVID-19 en pacientes ambulatorios del Centro de 
Salud Mental Infanto-Juvenil (CAMHS), con sede en Barcelona. Para ello fue requerido un total 
de 441 cuidadores los cuales respondieron una encuesta ad-hoc on line sobre la situación 
sociodemográfica, estrés percibido, cambios clínicos y estrategias de afrontamiento observados en 
sus hijos durante el encierro y post-confinamiento, utilizando la prueba de Chi-cuadrado, así como 
la correlación de Pearson. 
Entre los resultados significativos, se encontró que en los rangos de edad de 8 a 12 años, 
los niños mostraron mayores porcentajes de conductas negativitas desafiantes incrementadas 
(chi2=24.4; p=.02), una pérdida gradual del contacto social con los pares (mayor en los niños más 
pequeños) (chi2=47.7; p<.001), aumento de la irritabilidad (chi2=28,8; p=0,004), aumento de la 
dependencia de las conductas de los adultos (chi2=31,2; p=0,002) y aumento de los movimientos 
corporales repetitivos (chi2=32,5; p=0,001).. Finalmente, los preadolescentes mostraron un mayor 
uso de dispositivos electrónicos (chi2=31,1; p=,002), mayores conductas regresivas (chi2=27,7; 
p=,006) y mayores problemas de atención en comparación con los otros grupos de edad 
(chi2=26,4; p =.008). 
De igual manera, diversos estudios capturaron los efectos psicológicos relacionados con la 
cuarentena a gran escala, en ese sentido Christner et al. (2021), utilizaron un cuestionario en línea 
completado por los padres de niños de 6 a 10 años durante el período de cuarentena más restrictivo 
en Alemania (N = 2672). En el cual los padres informaron su nivel de estrés, el bienestar de sus 
hijos y los comportamientos problemáticos de sus hijos, entre otros. Encontrando que la mayoría 
de los niños experimentaron estrés relacionado con el encierro;( niños más pequeños (M = 2,64, 
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SD = 0,85) y mayores (M = 2,64, SD = 0,85)). Con respecto a los niños, el principal desafío surgió 
al no poder reunirse con amigos y familiares fuera del hogar, lo cual fue más fuerte en los niños 
mayores (M = 4,15, SD = 0,92) en comparación con los niños más pequeños (M = 3,98, SD = 
1,01), t (2670) = -4,07, p < 0,001. 
Los niños mayores (7-10 años) evidenciaron más síntomas emocionales, así como menos 
problemas de conducta e hiperactividad que los niños más pequeños (N<6 años). El nivel de estrés 
de los niños y de sus padres, el grado en que los niños echaban de menos a otros niños y la edad 
de los niños mostró una relación negativa con la satisfacción general de vida en los infantes. 
Finalmente ser hijo único se asoció con los niveles más altos de problemas asociados al 
comportamiento problemático. 
En relación, también se buscó evaluar el impacto del estado de la salud mental desde la 
composición familiar evaluando las secuelas psicológicas en hijos únicos y no únicos durante la 
cuarentena por brote de COVID-19. En base a ello Cao et al (2021), realizaron una encuesta 
transversal en 11 681 jóvenes de 11 años en escuelas secundarias (grados 5 a 6) en cinco provincias 
de China. Utilizando el cuestionario en línea auto informado para recopilar datos de información 
demográfica, el Cuestionario de Salud del Paciente de 9 ítems, la Escala de Trastorno de Ansiedad 
Generalizada de 7 ítems, la forma corta del Cuestionario de Trauma Infantil, la Escala de 
Resiliencia de Connor-Davidson y la exposición al riesgo de contraer COVID-19. Encontrando 
que el 35,2% de los hijos únicos y el 38,8% de los hijos no únicos informaron síntomas de 
depresión, mientras que el 20,5% de los hijos únicos y el 24,7% de los hijos no únicos informaron 
síntomas de ansiedad. Fue significativo que los hijos no únicos tenían más probabilidades de tener 
síntomas de ansiedad y depresión que los hijos únicos (OR = 1,164, IC 95%: 1,064-1,273, p = 
0,001). El riesgo de exposición al COVID-19 fue factor de riesgo de depresión (OR = 2,284, IC 
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95%: 1,640-3,180, p < 0,001) y síntomas de ansiedad (OR = 1,959, IC 95%: 1,402-2,737, p < 
0,001) en hijos no únicos, pero no en hijos únicos. 
Es claro que la pandemia de COVID-19 planteo una importante amenaza para la salud 
mental entre los niños de todo el mundo, dicho esto autores como Yeasmin et al. (2020), exploraron 
el impacto de COVID-19 en la salud mental de los niños durante el encierro en Bangladesh. 
Realizando un estudio transversal en línea entre 384 padres que tenían al menos un hijo de 5 a 12 
años. El agrupamiento de K-medias se usó para agrupar a los niños de acuerdo con la puntuación 
de salud mental y el análisis factorialconfirmatorio (CFA), realizado para identificar la relación 
entre el comportamiento de los padres y la salud mental del niño. Los niños se clasificaron en 
cuatro grupos de los cuales el 43 % de los niños tenía trastornos mentales por debajo del umbral 
(trastorno depresivo mayor medio (MDD)-10; 2,8), el 30,5 % tenía un porcentaje leve (MDD 
medio-10; 8,9), el 19,3 % lo sufría de forma moderada (MDD medio-10; 10; 15,9), y el 7,2% de 
los niños padecía un trastorno depresivo grave (media MDD-10; 25,2). 
A su vez, autores como Schnaiderman et al (2021), realizaron un estudio para conocer el 
impacto de la cuarentena por COVID-19 en la salud emocional de jóvenes con escolaridad 
primaria. Para lo cual recolectaron una muestra de 267 padres de jóvenes de San Carlos de 
Bariloche. Evaluando la percepción del adulto sobre el impacto emocional y de comportamiento 
del aislamiento sobre el joven. En los resultados obtenidos se encontró que el 96,3% observó 
cambios emocionales y de comportamiento. Los más frecuentes fueron que estaban más aburridos 
(76,8 %), irritables (59,2 %), desganados (el 56,9 %) y enojados (54,7 %). Además, el uso de 
pantallas por esparcimiento aumentó 3 horas durante los días hábiles. 
 
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Con respecto a lo anteriormente mencionado, las repercusiones de la implementación de la 
cuarentena como método preventivo al contagio por COVID 19 y la imposición de los bloqueos 
frente a la socialización, fueron los causantes y la razón del aumento del uso de la tecnología en la 
vida diaria, tanto para el trabajo profesional, así como para propósitos de estudio y entretenimiento. 
Es por ello por lo que hubo una mayor prevalencia del uso de la TICS en los adolescentes y 
especialmente en los niños durante el encierro, dejando su impacto positivo y negativo en la vida 
de las personas. 
En cuanto a ello Limone & Toto (2021), con el objetivo de determinar los efectos 
psicológicos y emocionales del uso de la tecnología digital en los niños durante la Pandemia de 
COVID 19 y mediante la recolección de información en bases de datos incluidas Google Scholar 
,PubMed ,CochraneLibrary, Science Direct y Research Gate, encontraron un aumento porcentual 
general documentado del uso de la tecnología en los niños, la cual fue de alrededor del 15 %, de 
cuyo uso el celular tiene un 61,7% de prevalencia, así mismo hallando relación entre el mayor 
uso de las TICS con posibles efectos en el funcionamiento del cerebro que comprometían la 
higiene del sueño y la habilidades cognitivas. También relacionándose con enfermedades mentales 
que incluyeron el desarrollo frente a un mayor riesgo de padecer depresión, ansiedad y el trastorno 
por déficit de atención/hiperactividad (TDAH). A pesar de ser una amenaza para el desarrollo de 
las enfermedades mentales, también se encontró por ejemplo que el uso moderado de los 
videojuegos aumentaba la creatividad en los niños. 
A su vez, se realizaron estudios con el objetivo de demostrar el aumento del consumo de 
información en población infantil tras el inicio de la pandemia. Donde autores como Cevallos et 
al. (2021), realizaron una búsqueda de la epidemiologia sobre el patrón de consumo de medios de 
comunicación durante la crisis sanitaria. Encontrando que países como Estados Unidos reportaron 
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aumentos de consumo de noticias especificas en relación a la pandemia en un 62%, llamando 
particularmente la atención el notable aumento de consumo en población joven, del 32 al 86% (10) 
así mismo en países Latinoamericanos se reportan ingresos a sitios web de noticias de hasta un 
80% y de manera específica los estudios realizados en población infantil e inicio de la 
adolescencia afirmaron que la exposición constante a noticias acerca de la pandemia, sus impactos, 
y riesgos, vulneraron aún más a la población, incrementando sus sensaciones de victimización 35 
%, incertidumbre78% y dolor 7%, alterando el proceso normal de recepción de información. 
De tal manera, con base a la información recopilada y el análisis realizado, se concluye que 
la población infantil ha sido afectada en diversas dimensiones que amenazan su desarrollo integral, 
en específico desde distintas esferas del desarrollo como la falta de sensación de protección en el 
futuro, la educación, la salud física y mental, las condiciones de vida, entre otros. 
Por otra parte, se buscó comprender el comportamiento de los niños y el uso de los medios 
durante el cierre de las escuelas relacionado con el COVID-19, para lo cual Lee et al. (2019), 
convocaron 217 padres que residían en Suwon, Corea del Sur, que tenían hijos en la escuela 
primaria, respondiendo un cuestionario basado en la web sobre las preocupaciones a causa del 
cierre de las escuelas debido al COVID-19; determinando el estrés subjetivo del niño a causa de 
la adaptación a las nuevas tecnologías , la depresión auto percibida como padre, las características 
familiares ,los patrones de sueño de los niños, los comportamientos problemáticos, el uso de los 
medios durante el período de clase solo en línea y los cambios en el nivel de actividad después de 
la pandemia. 
Entre los resultados significativos encontraron que, durante el cierre de las escuelas, los 
niños aumentaron de peso corporal debido específicamente a que pasaron menos tiempo realizando 
actividades físicas (97,2%). Además el índice de estrés subjetivo de los niños se asoció en gran 
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medida con la depresión de los padres (correlación de Pearson 0,439, P < 0,001), los problemas de 
sueño de los niños (0,283, P < 0,001), el consumo de tabletas (0,171, P = 0,012) y los problemas 
de conducta (0,413, P < 0,001).Por otro lado algunos rasgos de depresión en los padres se 
asociaron con problemas de sueño en los niños (0,355, P < 0,001), tiempo con tabletas (0,159, P = 
0,019) y problemas de comportamiento (0,524, P < 0,001). Los padres que anteriormente 
recibieron servicios de ayuda mentales parecían estar más preocupados por los problemas de sus 
hijos que afirman que fueron empeorando debido a la cuarentena por COVID-19. Finalmente, los 
problemas del sueño de los niños se asociaron con el uso de la tableta (0,172, P = 0,011) y el 
tiempo que pasaban con el teléfono inteligente (0,298, P <0,001). 
 El aumento del consumo de las TICS en la población de niñez intermedia tuvo su causa 
especialmente por el cierre de las escuelas debido al brote de COVID-19, lo cual ha afectado física, 
social y psicológicamente al 87 % de los estudiantes del mundo, pero aún faltan investigación 
rigurosa sobre la salud mental durante este período y en la etapa de la niñez. Es ese sentido Tang 
et al. (2021), realizaron una encuesta transversal en línea de 4 a 342 estudiantes de primaria en 
China. 
Además de la información demográfica, identificaron la angustia psicológica (que incluye 
depresión, ansiedad y estrés), la satisfacción con la vida y el impacto percibido durante el cierre 
de las escuelas. Entre los resultados significativos encontraron que los tres síntomas más 
prevalentes fueron: ansiedad (24,9%), depresión (19,7%) y estrés (15,2%). Así mismo el 21.4% 
de los participantes manifestaron menos satisfacción con la vida durante el cierre de las escuelas. 
Las calificaciones superiores tanto en ansiedad como depresión y estrés se correlacionaron 
positivamente con los síntomas psicopatológicos y se asociaron negativamente con la satisfacción 
con la vida, así mismo entre los participantes que manifestaron una relación cercana con sus padres 
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y que hablaron con ellos sobre el COVID-19 experimentaron menores estados de depresión (OR 
= 0,812, IC 95%: 0,756~0,873, p < 0,001; B = -0.913, IC 95%: -1.154~-0.673, p < .001), ansiedad 
(OR = 0,846, IC 95 %: 0,791~0,905, p < 0,001; B = -695, IC 95 %: -0,928~-0,462, p < 0,001) y 
estrés (OR = 0,817, IC 95%: 0,755-0,884, p < 0,001; B = -0,672, IC 95 %: -0,937~-0,408,

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