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Himnario-Solo-a-Dios-la-Gloria-2011

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Sólo a Dios
la gloria
Himnario Evangélico Presbiteriano
RESEÑA DE LA IGLESIA NACIONAL PRESBITERIANA DE MÉXICO
PASAJE BASE: Daniel 2.20-22
Dios es el Señor de la Historia, ya que él, por ser SOBERANO (despota), go-
bierna todo, como dice el texto: «Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y 
pone reyes…»
EN CUANTO AL NOMBRE
Sabemos que somos: IGLESIA, porque el término procede de dos vocablos 
griegos, de Ek y KALEO (los llamados fuera).
Somos NACIONAL, porque nos sostenemos, propagamos y dirigimos con 
elementos nacionales.
Somos PRESBITERIANA, por nuestro Sistema de Gobierno de Presbíteros 
(ancianos) y REFORMADA, por nuestro Sistema Doctrinal.
Nuestra Iglesia fue registrada en Gobernación el 9 de octubre de 1956 y 
como Asociación Religiosa tenemos el Registro Constitutivo SGAR/126/93, 
DEL 24 DE MAYO DE 1993.
Como fecha oficial de la iniciación de los trabajos en nuestra patria se ha 
fijado el 1º de octubre del año 1872.
«SINOPSIS HISTÓRICA»
Conviene considerar el origen y desarrollo de nuestra iglesia, desde 6 RU-
BROS:
1. PRECURSORES DEL PRESBITERIANISMO Y PRIMEROS MISIONE-
ROS PRESBITERIANOS, que comprende de los años 1857 a 1872. La his-
toria de nuestra Iglesia es gloriosa y principia a raíz de la Promulgación de la 
Constitución de 1857, después de la Guerra de los Tres Años, entre el Partido 
Liberal y el Reaccionario, que culminó con las Leyes de Reforma, las cuales 
garantizaban la Libertad de cultos en el país y la separación entre iglesia y el 
estado, además de la nacionalización de los bienes eclesiásticos. Fue una época 
gloriosa para el protestantismo, ya que podemos recordar la frase del Presi-
dente de México, que en aquel entonces era Don Benito Juárez, quien dijo: 
«Del desarrollo del protestantismo depende la futura felicidad del país.»
Se pueden considerar como precursores del presbiterianismo al Dr. Julio 
Mallet Prevost, Sr. W. G. Allen, la Srta. Melinda Rankin, Rev. A. J. Park 
y al Pbro. Arcadio Morales.
LOS PRIMEROS MISIONEROS PRESBITERIANOS que llegaron a México 
en 1872 fueron los Reverendos: Maxwell Phillips, H. C. Thomson, P. E. Pilkin, 
M. N. Hutchinson, Tomás F. Wallace y Antonio T. Graybill. Posteriormente 
se unieron los Reverendos J. Milton Greene, Hubert W. Brown, Guillermo 
Wallace, Samuel T. Wilson y Guillermo A. Ross. Pero no podemos pasar desa-
percibidos a GRANDES MUJERES, en su mayoría, esposas de Pastores que tra-
bajaron hombro con hombro en la evangelización en México, tal es el caso de: 
Ana Virginia Greene, Wilma J. Brawn, Elizabeth M. Wallace, Anita R. Boyce, 
Tabitha Petran, Z.V. Myers, Juana Lorena Ross, J. O. Shelby e Isabella B. Brown. 
Tampoco podemos olvidar que nuestra Iglesia ha tenido sus mártires.
2. INICIO DE LA IGLESIA PRESBITERIANA EN MÉXICO Y PRIMEROS 
PRESBITERIOS DE MÉXICO, de 1872 a 1901. Debemos tomar en cuenta 
que estaban trabajando dos Misiones Presbiterianas: la del norte, cuyos pri-
meros misioneros desembarcaron en Veracruz el 1º de octubre de 1872, y 
la Misión del Sur, que llegó por el norte de nuestra República, Brownsville y 
Matamoros, por el año 1873.
El primer Presbiterio que se organizó fue el de Zacatecas el 31 de mayo de 
1883, en la Ciudad de Zacatecas. Este Presbiterio abarcaba los estados de Za-
catecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Coahuila y parte de Nuevo León.
El segundo Presbiterio fue el de Tamaulipas, bajo los auspicios de la Misión 
del Sur, el 21 de abril de 1884, y comprendió parte del estado de Nuevo León 
y Tamaulipas. Este Presbiterio alcanzó pronto su autonomía, por lo cual ya no 
recibieron ayuda de la Misión del Sur.
El tercer Presbiterio fue el de la Ciudad de México, organizado el 1º de mayo 
de 1885. Su radio de acción fueron los estados de México, Guerrero, Michoa-
cán, Morelos, Veracruz y Distrito Federal.
El cuarto Presbiterio fue el de «El Golfo de México», el 8 de mayo de 1886, 
y su campo abarcó los estados de Yucatán, Campeche y Chiapas.
3. ORGANIZACIÓN DEL PRIMER SÍNODO HASTA EL PLAN DE CIN-
CINNATI, de 1901 a 1919. ¿Cómo surgió la idea? El Rev. Hubert W. Brown 
predicó el sermón de apertura en el Presbiterio Nacional de la Ciudad de 
México, ocupándose del mismo asunto que trató en una editorial; elaboró un 
plan y pidió al Presbiterio que hiciera algo si creía que era el tiempo oportuno. 
Debido a esa iniciativa, el nuevo Presidente, Rev. Arcadio Morales, publicó el 
15 de mayo de 1899 la iniciativa para organizar el Sínodo General, creyendo 
que era tiempo de tal acción, por lo cual formuló e indicó los pasos a seguir:
La Organización se llevó a efecto en la Iglesia «El Divino Salvador» de 
la Ciudad de México, iniciando las actividades de la reunión el 6 de julio 
de 1901, donde predicó el Rev. Charles C. Millar. Se nombró un presidente 
interino, recayendo tal cargo en el Rev. Leandro Garza Mora, pidiendo a los 
32 ministros y a los Ancianos representantes, que ratificaran su deseo de or-
ganizar el Sínodo, y acto seguido, el 8 de julio de 1901, a las 10:15 horas, el 
Sínodo quedó conformado.
La Primera Mesa Directiva del Sínodo quedó integrada de la siguiente ma- 
nera: Presidente Rev. Arcadio Morales; Vicepresidente H. W. Brown; Secre-
tario permanente Rev. Leandro Garza Mora y Secretario temporal Rev. Alfonso 
Herrera.
Por fin, el 9 de julio de 1901, después de aprobar el acta de Organización, 
el Presidente declaró: «En nombre de las Iglesias, de los Consistorios, de los 
Presbiterios y con autorización de las Asambleas Presbiterianas, declaro insta-
lado para siempre el Sínodo de la Iglesia Presbiteriana en México.»
4. DEL PLAN DE CINCINNATI A LA ORGANIZACIÓN DE LA R. ASAM-
BLEA GENERAL, 1919 a 1947. Pasaron escasamente 7 años de la Orga-
nización del Sínodo General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, 
cuando en los Estados Unidos de Norteamérica, las misiones de ese país, con la 
intención de organizar el trabajo misionero de sus diferentes denominaciones 
evangélicas, integró en 1908 el Concilio Nacional de Misiones, el cual, entre 
otros planes se propuso dividir la República Mexicana en 8 regiones, a través 
del Comité de Cooperación en América Latina, con el objeto, decían, de hacer 
eficiente la labor evangelística en México, cada región quedaría bajo la influen-
cia de una de las Misiones Norteamericanas involucradas, de tal forma que 
en la región que correspondiera a alguna denominación, todos los de otras, 
tenían que aceptar y convertirse en creyentes de esa nueva denominación, tal 
como en parte sucedió, y tenían que aceptar OTRA FORMA DE GOBIERNO 
(DE REPRESENTATIVO A EPISCOPAL); OTRA FORMA DOCTRINAL (DE UN 
CALVINISMO A UN ARMINIANISMO O PELAGIANISMO); CAMBIAR DE 
LITURGIA. Eso era imposible para muchos, por eso, desde un principio los 
Presbiterianos se rebelaron. Sólo unos cuantos aceptaron y esto por razones 
económicas. La división en REGIONES debía quedar así:
LA MISIÓN DE LA IGLESIA PRESBITERIANA DEL SUR (E.U.) se respon- 
sabilizaría de lo estados: Michoacán, Guerrero, parte del Edo. de México, parte 
de Morelos y el D.F.
LA MISIÓN DE LA IGLESIA PRESBITERIANA DEL NORTE (E.U.) se res- 
ponsabilizaría de los estados de: Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, Sur de 
Veracruz y Quintana Roo.
LA MISIÓN DE LA IGLESIA PRESBITERIANA ASOCIADA Y REFORMADA 
se responsabilizaría de los estados: parte de San Luis Potosí y Norte de Veracruz.
LA MISIÓN DE LA IGLESIA EPISCOPAL DEL NORTE se responsabilizaría 
de los estados de: Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, parte del 
Edo. de México y parte de Morelos.
LA MISIÓN DE LA IGLESIA DE LOS DISCÍPULOS se responsabilizaría de 
los estados de: Zacatecas y parte de San Luis Potosí.
LA MISIÓN DE LOS «AMIGOS» (CUÁQUEROS) sería responsable de 
Tamaulipas.
LA MISIÓN DE LA IGLESIA METODISTA DEL SUR se responsabilizaría de 
los estados de: Chihuahua, Durango, Coahuila y Nuevo León.
LA MISIÓN DE LA IGLESIA CONGREGACIONAL se responsabilizaría de 
los estados de: Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco y las Bajas Californias.
Hubieron sus consecuencias. Debido a las dos posturasque había ya entre 
los Presbiterianos, unos nacionalistas y otros cooperativistas, en la Reunión 
Sinódica del 6 de julio de 1944, en Saltillo Coahuila, acordó formar otro Síno-
do, surgiendo así el Sínodo del Golfo, el cual se organizó en la Iglesia Bethania 
de Minantitlán, Ver., el 28 de octubre de 1944. A su vez, ese Sínodo organizó 
el Presbiterio Peninsular, con personal del Presbiterio del Golfo de México, 
el 6 de mayo de 1945, en la Iglesia «El Divino Salvador» de Mérida, Yuc. Ese 
Sínodo abarcaría los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
En el Presbiterio del Sur, también hubieron problemas, porque fue organizado 
con algunos Pastores del Presbiterio de la Ciudad de México y otros de la Iglesia 
Metodista.
Con miras a la Organización de la Asamblea General, se organizaron el 24 de 
enero de 1947 los Presbiterios: Nacional Veracruzano y el del Estado de Oaxaca, 
con personal del Presbiterio Nacional de la Ciudad de México. También con miras 
a esa Organización del Sínodo del Golfo, hizo que surgiera el tercer Sínodo, de-
nominado: «Sínodo Nacional del Centro», compuesto por los Presbiterios: Nacio-
nal de la Ciudad de México, Nacional Fronterizo y el del Estado de Oaxaca, todos 
con ideas nacionalistas. Ese Sínodo fue organizado a principios de noviembre de 
1947, en la Iglesia Betlehem de Tacubaya, D.F. En tanto, el Sínodo del Golfo de 
México se quedó con los Presbiterios: del golfo de México, Peninsular y Nacional 
veracruzano; y el Sínodo general, llamado ya, Primer Sínodo, quedó integrado por 
los Presbiterios: del Sur, del Pacífico y del Norte.
Por fin, EL 28 DE NOVIEMBRE DE 1947 SE ORGANIZÓ LA R. ASAM-
BLEA GENERAL DE LA IGLESIA NACIONAL PRESBITERIANA EN MÉXI-
CO, esto sucedió en la Iglesia «El Divino Salvador» de las calles de Argen-
tina y Venezuela, en el Centro de la Ciudad de México.
5. DE LA ORGANIZACIÓN DE LA R. ASAMBLEA GENERAL AL CEN-
TENARIO DE NUESTRA IGLESIA (Retiro de las Misiones) 1947 a 1972. La 
Primera Mesa Directiva de la R. Asamblea General quedó integrada así: Presi-
dente Pbro. José Coffin; Vicepresidente, Pbro. Asunción Blanco R.; Secretario, 
Pbro. Ezequiel Lango y Tesorero Anciano Gobernante Fernando R. Rodríguez.
Apenas iniciados los trabajos como Asamblea General, el Diablo no des-
cansó, y debido a que el Plan de Cincinnati había dejado una estela de in-
conformidades, los problemas resurgieron, por lo cual hubo CONFLICTO DE 
DIVISIONES:
La fundación del CONCILIO MUNDIAL DE IGLESIAS (C.M.I.) y del CON-
SEJO INTERNACIONAL DE IGLESIAS CRISTIANAS (C.I.I.C.) en 1948, en 
Europa, vino a ocasionar problemas también en México. EL PRIMERO fue el 
surgido entre el Presbiterio Nacional de la Ciudad de México y la Asamblea 
General:
La Asamblea General no tomó postura ni a favor ni en contra de ambos 
organismos, sin embargo, muchos pastores estaban de acuerdo en cooperar 
con todas las iglesias cristianas y otros no. El C.M.I. en principio sólo aceptaba 
a puras iglesias cristianas evangélicas, pero con el transcurso del tiempo aceptó 
a Ortodoxos, Musulmanes y a Católicos Romanos.
Dos líderes surgieron en ambos organismos: Por el C.M.I. estuvo el Dr. 
Juan A. Mac Kay, quien era prominente teólogo del Seminario de Princeton e 
invitaba a las iglesias a unirse al C.M.I. Por otra parte estaba Carl McIntire del 
C.I.I.C.
Hubo un rompimiento, ya que el Pbro. Eleazar Z. Pérez era presidente de 
la R. Asamblea General y, a la vez, era miembro del Presbiterio Nacional de la 
Ciudad de México, y no acató la orden de la Asamblea General, que le indicó 
que no tuviera relaciones con McIntire mientras fuera funcionario de la Asam-
blea General. Hubo otra consecuencia, porque varios ministros se separaron 
del Presbiterio Nacional de la Ciudad de México y formaron el Presbiterio 
del Distrito Federal, que fue reconocido, lo mismo que la Iglesia «Príncipe 
de Paz», por la Asamblea General. Siendo que los Pastores que formaron el 
nuevo Presbiterio formaban parte del de la Ciudad de México, éste presentó 
su PROTESTA ante el Sínodo Nacional del Centro, sin embargo, ese Sínodo en 
su reunión del 6 al 11 de julio de 1954, en Tuxtepec, Oaxaca, tomó el acuerdo 
de disolver al Presbiterio Nacional de la Ciudad de México. Este cuerpo siguió 
trabajando fuera de la Asamblea General, y siguieron así, hasta llegar a formar 
lo que hoy es la Iglesia Presbiteriana Conservadora A.R.
La Iglesia Nacional Presbiteriana siguió adelante, en algunas regiones formán-
dose otros Presbiterios, como los del Estado de Chiapas que, debido al idioma, se 
fueron conformando de la mejor manera y así fue cómo llegamos al CENTENARIO 
DE LA IGLESIA NACIONAL PRESBITERIANA EN 1972.
6. DEL CENTENARIO DE NUESTRA IGLESIA, A LA FECHA (1972 a 2011).
Al llegar al Centenario, de común acuerdo con las Misiones y la Asamblea Gene- 
ral tomaron la decisión de que las Misiones se retirarían dejando en manos 
de los mexicanos las propiedades y la responsabilidad de sostén, con recursos 
nacionales, para ello se fijaron 10 años de latencia, donde las misiones estarían 
colaborando de una u otra forma, pero ya sin ingerencia directa.
Era urgente crecer sin depender de las ayudas del extranjero y para ello la 
Asamblea General ideó el PLAN llamado: «MOVIMIENTO DE AVANCE PRESBI-
TERIANO» de 1991 a 1997, con miras a la celebración de las BODAS DE ORO de 
la Asamblea General. Así como el Movimiento Progresivo que llevó a la formación 
de la Asamblea General, este otro MOVIMIENTO fue muy ambicioso y en la Reunión 
de Tapachula, Chis. tuvimos un concurso para buscar un Lema, quedando así: «SI-
GUIENDO LA VERDAD EN AMOR, CREZCAMOS EN TODO». Se fijaron metas, 
objetivos, etc. teniendo como OBJETIVO GENERAL: «Crecimiento integral para 
1997 con la meta de triplicar membresía, oficiales, pastores, misioneros, 
obreros y estudiantes del campo nacional.»
 Seguimos creciendo y actualmente contamos con 13 Sínodos y 68 
Presbiterios distribuidos en toda nuestra República Mexicana, pero resta mu-
cho camino por andar.
 Finalizo diciendo «HASTA AQUÍ NOS AYUDÓ JEHOVÁ».
ATENTAMENTE,
Pbro. Bernabé V. Bautista R.
Ministro de Educación de la R. Asamblea General
Miembros de la directiva de la Respetable Asamblea General (R.A.G.) 
de la Iglesia Nacional Presbiteriana (I.N.P.) en México.
PRESIDENTE: Pbro. Danny Ramírez Celis
VICE PRESIDENTE: Pbro. Miqueas Jacob Hernández H.
SECRETARIO: A.I. Amador López Hernández 
TESORERO: A.I. Juan J. Manuel Maldonado Ch.
Director del proyecto: A.I. Ramón Agustín Parra Rojo
Sólo a Dios
la gloria
Himnario Evangélico Presbiteriano
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correspondientes a su dueño. También, Publicaciones El Faro S.A. de C.V. se sentirá honrada al poder 
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de himno, por lo que suplicamos, en tal caso, que se comunique a Publicaciones El Faro, empresa 
designada por la Iglesia Nacional Presbiteriana de México para administrar este himnario, con el fin de 
obtener el debido reconocimiento de acuerdo a las leyes nacionales e internacionales de derechos de 
autor y propiedad intelectual.
Himnario Evangélico Presbiteriano “Sólo a Dios la gloria” © Iglesia Nacional Presbiteriana de 
México, 2002
Preparado por la R. Asamblea General
de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México
Todos los versículos bíblicos utilizados en el Himnario fuerontomados de la revisión Reina-Valera 1960 ®
© Sociedades Bíblicas en América Latina,1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas. 
Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Otras revi-
siones: 1862, 1909 y 2011.
Publicaciones El Faro, S.A. de C.V.
 Abasolo Nº 93
 Col. del Carmen, Coyoacán
 C.P. 04100, México, D.F.
 Tel. 55 54 97 95, fax 55 54 46 34
1ª Edición, abril 2002
2ª Edición, julio 2003
1ª Reimpresión, junio 2009
2ª Reimpresión, marzo 2010
3ª Reimpresión, junio de 2010
3ª Edición, julio de 2011
© Impreso en Corea, 2011.
Sólo a Dios la gloria
¿Cuál es el fin principal del nombre?
El fin principal del hombre es el de glorificar a Dios y gozar de él para siempre.
CONTENIDO
 Pág.
Presentación 13
Introducción 15
Ayudas litúrgicas 21
 Sección Himnos
1.- GLORIFICAR A DIOS
1.1.- Glorificar a Dios 1-8
1.2.- La Biblia… nuestra regla 9-21
1.3.- Dios, su majestad y gloria
- La Trinidad 22-32
- El Padre, sus perfecciones: sabiduría, poder, santidad, bondad,
justicia y verdad 33-59
- Sus decretos: soberanía 60-73
- Sus obras: creación y providencia 74-88
1.4.- El hombre, su condición: pecado, confesión, perdón 89-105
1.5.- Jesucristo
- Su venida: adviento, nacimiento 106-140
- Su ministerio mediatorial
Profeta: enseñanza 141-152
Sacerdote: sacrificio 153-173
Rey: entrada triunfal, resurrección, ascensión, segunda venida,
reinado 174-236
- Su gracia y redención 237-260
2.- GOZAR DE ÉL PARA SIEMPRE
2.1.- El Espíritu Santo 261-276
2.2.- La vida en Cristo
- Nacer en Cristo
Conversión y adopción 277-296
Bautismo y profesión de fe 297-312
- Crecer en Cristo
En fe y en amor 313-332
En santidad 333-345
En sabiduría: conocimiento de Dios 346-362
En poder: pruebas, vida cristiana 363-382
En gozo: gratitud 383-398
2.3.- La comunión con Cristo
- La iglesia 
Su unidad 399-407
Su culto: apertura, bienvenida, doxologías, ofrendas y diezmos,
 clausura y bendición 408-455
Su eucaristía: Santa Cena 456-465
Su renovación: avivamiento 466-474
Sus organizaciones y celebraciones: dedicación de templo y aniversario,
 reuniones, jóvenes, femeniles, día del pastor, año nuevo 475-509
- La oración 510-525
- La consagración 526-545
2.4.- El servicio para Cristo
- En el hogar
Su formación: matrimonio 546-552
Sus bendiciones: día de las madres y de los padres, bautismo 
y presentación de niños, cumpleaños 553-574
Sus actividades: culto familiar, alimentos 575-583
- En la sociedad
Evangelismo 584-599
Misiones 600-621
Patriotismo y responsabilidad social 622-638
- En gloria: patria celestial 639-655
3.- SALMOS 656-706
4.- ÍNDICES Pág.
Índice general 384
Índice de autores y compositores 391
Directorio de dueños 400
Índice de versículos lema 402
Índice de textos de apoyo 405
Índice temático 413
Índice de títulos y primeras líneas 418
PRESENTACIÓN
La Iglesia Nacional Presbiteriana de México, como parte de la Iglesia Uni-
versal, se inserta en la historia de nuestro país desde hace más de un siglo 
y cuarto, y hoy está presente en casi todo el territorio nacional. Nuestra 
iglesia siempre ha observado fidelidad a las Sagradas Escrituras, conside-
rándolas como su única regla infalible de fe y práctica de la vida cristiana, 
así como también a la rica tradición heredada de la reforma religiosa del 
siglo XVI, misma en la que se reincorporó al culto público, la alabanza del 
pueblo al Dios vivo y verdadero.
Los presbiterianos de México hemos aprendido desde temprana edad 
que la alabanza se tributa a Dios quien merece toda honra, toda gloria y 
todo honor. Himnos como «Con cánticos, Señor», «Hoy te alabamos Dios 
de bondad», «Sólo a ti, Dios y Señor» y «Santo, santo, santo» son algu-
nas de las joyas musicales de mayor arraigo entre el pueblo presbiteriano, 
mismas con las que se ha dado gloria a Dios y edificado a su Iglesia por 
más de cuatro décadas. La Biblia dice que: «Dios habita en medio de las 
alabanzas de su pueblo», Salmo 22.3. Es por eso que su iglesia siempre 
ha gozado de su presencia, toda vez que le canta y le exalta. En el pasado 
se usó música de origen sajón, consagrada para el canto congregacional, 
y la himnología protestante se enriqueció con las traducciones y com-
posiciones originales de himnólogos mexicanos como Juan B. Cabrera, 
Eleazar Z. Pérez y Vicente Mendoza, por mencionar sólo algunos.
Hace ya más de cuatro décadas, nuestra Iglesia adoptó una colección de 
himnos que editó en el volumen denominado «Himnario Evangélico Pres-
biteriano», mismo que ha cumplido su ciclo al finalizar la década pasada, y 
es precisamente en el ocaso del siglo XX, que la Respetable Asamblea Ge-
neral de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, decidió que se iniciara 
el proyecto nacional de un nuevo himnario evangélico. Es así como se nom-
bró una comisión para que trabajara en la edición de este nuevo himnario 
que hoy, por la gracia de Dios, usted tiene en sus manos.
Con este himnario del siglo XXI, la Iglesia Nacional Presbiteriana de-
sea, en primer lugar, declarar que el Dios que adoramos y servimos merece 
toda la honra y la gloria; motivados por lo que enseña la Biblia y se resume 
en el catecismo como el fin principal del hombre: «Glorificar a Dios y gozar 
de él para siempre.»
El Dios trino y uno, en quien depositamos nuestra fe y esperanza, se 
ha manifestado en su palabra, y en ella se ha sustentado cada verso y cada 
estrofa de esta nueva producción de himnos evangélicos.
Es, pues, para nosotros una enorme satisfacción poner al alcance de 
todo el pueblo presbiteriano de México, y de otras iglesias de habla his-
pana, esta colección de más de 700 himnos que componen este recurso de 
alabanza, denominado Sólo a Dios la gloria.
Lo presentamos como un tributo de acción de gracias a Dios y a todo el 
pueblo presbiteriano de México, el día cinco de abril del año 2002, en la 
Iglesia Nacional Presbiteriana «El Divino Redentor» de la ciudad de Toluca, 
Estado de México, «para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos 
hizo aceptos en el Amado», Efesios 1.6.
En el amor del Resucitado.
«La luz en las tinieblas resplandece.» Jn.1.5
Pbro. Francisco Magaña Castellano
Presidente de la Respetable Asamblea General
de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México
INTRODUCCIÓN
El canto es tan antiguo como la creación, «cuando alababan todas las estre-
llas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios».1 A través de toda la 
historia el pueblo de Dios ha querido expresarle sus más profundos sen-
timientos, y nada mejor que por el medio del canto. Dios lo ordena: «Can-
tad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra».2 Están los ejemplos en la 
Biblia donde el canto es parte integral de la adoración; es en sí un acto de 
adoración. Con él respondemos a la gracia divina, comunicamos a Dios 
nuestra alabanza y amor, afirmamos unos a otros nuestra fe y proclamamos 
ante el mundo las verdades del evangelio.
El nuevo Himnario Evangélico Presbiteriano Sólo a Dios la gloria ha 
sido preparado precisamente con el fin de proveer a las iglesias cristianas, y 
en especial a aquellas que están dentro de la tradición reformada, el mejor 
recurso posible para su uso en el canto congregacional. Los himnos y can-
tos del himnario respiran un evidente celo por el evangelio y por la pureza 
doctrinal. El himnario es teocéntrico en su orientación, de contenido emi-
nentemente bíblico, y enfocado para guiar a los adoradores hacia el tipo de 
adoración que a Dios más le agrada.
Sólo a Dios la gloria es el título del nuevo himnario, pues es lema 
de nuestro diario quehacer, y en especial de nuestro culto a Dios, tanto en 
privado comoen público. En consecuencia, el himnario sigue las pautas del 
Catecismo Menor de Westminster que por respuesta a la primera pregunta, 
¿Cuál es el fin principal del hombre? afirma: «El fin principal del hombre 
es el de glorificar a Dios y gozar de él para siempre.» Aun siendo dos los 
enunciados, con himnos y cantos en cada rubro: primero, glorificamos a 
Dios por todo lo que él es, y por lo que en su gracia ha hecho por nuestra 
redención en Cristo su amado Hijo; y segundo, habiendo el Santo Espíritu 
aplicado a nuestros corazones la redención comprada por Cristo, gozamos 
de la vida en Cristo, de la comunión con Cristo y del servicio por la causa 
de Cristo, así en el hogar, en la sociedad y hasta en la gloria; con todo, re-
conocemos que no son dos fines, sino que en conjunto expresan el único y 
solo fin principal del ser humano: Soli Deo Gloria. 
Sólo a Dios la gloria es una colección de más de 700 himnos reuni-
dos, algunos de la historia antigua, otros del rico acervo de la himnología 
tradicional evangélica, y los más de ese vasto y nuevo mundo que hoy 
por hoy nos ofrece la música religiosa contemporánea. Se ha dado cierta 
preferencia a obras de autores latinoamericanos –incluso a los de nuestra 
propia Iglesia Nacional Presbiteriana de México– a fin de ofrecer cantos en 
un lenguaje musical que mejor exprese la cultura e idiosincrasia propias de 
nuestra iglesia nacional. No olvidamos tampoco que nuestros antepasados 
en la fe cantaron del salterio, por lo que por primera vez incluimos en esta 
edición, una colección de 50 cantos basados en los Salmos.
En lo musical, hemos bajado los tonos de muchos himnos para facilitar 
el canto congregacional. Se han hecho arreglos más sencillos para muchos 
de los himnos. En la edición de música se dan los acordes para guitarra. 
En algunos casos también se da la indicación de cuáles himnos y cantos se 
pueden entonar en forma seguida. 
Para quienes tengan el gusto de usar este nuevo himnario, ofrecemos 
algunas recomendaciones* de orden práctico:
A ti, pastor: • Dios te ha llamado a ser líder del culto. Eres predicador, 
administrador, educador y consejero. Pero todo se conjuga en el mo-
mento en que te presentas al frente de tu rebaño para llevarlo ante la 
presencia de Dios. Recuerda que el culto a Dios es nuestra más alta vo-
cación, y uno de tus mayores privilegios es el de guiar a la congregación 
en una adoración sincera y verdadera. ¡Todo lo que sucede en el culto 
anticipa y prepara la eternidad, cuando unidos con los santos alrededor 
del trono del Cordero, estaremos entonando sus alabanzas!
Hallarás en Sólo a Dios la gloria una magnífica ayuda que equipa 
a la iglesia para adorar. Harías bien en familiarizarte con el presente 
volumen, de modo que puedas aprovechar al máximo la riqueza de 
sus letras y tonadas. Fíjate en el orden temático de los himnos, y cómo 
sigue el orden de doctrinas de nuestros catecismos y Confesión de Fe. 
Date cuenta que, además del texto lema para cada himno, ofrecemos 
para cada estrofa (y coro) un texto de referencia como apoyo bíblico. 
Haz uso juicioso de los varios índices, pues te serán de mucha ayuda.
__________________
*Estas recomendaciones se tomaron del Trinity Hymnal, edición revisada, 1990. Great Commission 
Publication, pp. 9-10.
A ti, instrumentista: • Dios te ha dado el privilegio de ser un apoyo 
del culto. Cuando tocas el órgano, el piano, la guitarra o cualquier otro 
instrumento, estás ayudando al pueblo a adorar a Dios. Tienes la ca-
pacidad de hacer que los cantos cobren vida en los labios y corazones 
de la gente. Por la forma en la que tocas, tú interpretas la verdad con-
tenida en el texto, de modo que los pensamientos y sentimientos de 
los congregantes se unan de manera más perfecta. Para cumplir bien 
tu misión, debes saber con suficiente anticipación, cuáles himnos han 
sido seleccionados, a fin de prepararte mejor para el culto. Analiza en 
un espíritu de oración cada estrofa (así la melodía como el texto) de 
modo que puedas tocarla con la sensibilidad adecuada. Practica, a fin 
de evitar los errores que tanta distracción ocasionan.
Nota los nombres de las tonadas, y su metro. Consulta el índice de los 
metros para cuando quieras variar la tonada de un himno. Ayuda al 
pastor para enseñar al pueblo nuevos cantos, con el ritmo y tempo ade-
cuados, de modo que se enriquezca cada vez más su alabanza al Señor.
A ti, hermano(a) miembro de la iglesia:• Dios te ha llamado a adorar-
lo «en espíritu y en verdad».3 Glorificar a Dios de esta manera es tu fin 
principal, así en esta vida como en la del porvenir. Es muy frecuente 
ver que las bancas del templo se convierten en butacas para espectado-
res que contemplan obras de culto coreografiadas y puestas en escena 
por otros. La Biblia desconoce semejante actitud pasiva en el culto. 
Adorar a Dios involucra a toda la congregación actuando en conjunto, 
en busca del placer y regocijo del divino espectador. Los pastores y 
demás líderes del culto sólo están para guiarte. La adoración es algo 
que tú y yo debemos hacer, y de la mejor manera posible. Uno de los 
lugares del culto donde es más activa nuestra participación es precisa-
mente en el canto de los himnos.
Como parte de tu preparación para el culto, piensa en Sólo 
a Dios la gloria como tu guión. Te ayuda a entender lo que debes 
pensar y decir en diferentes partes del culto. Medita en cada himno 
que se va a cantar. Nota el tema a la cabeza de la página, así como 
el texto lema del himno, y los textos de referencia para cada estrofa. 
Abajo del himno están los nombres del autor y del compositor de la 
música, o del arreglista. Hazte el propósito de cantar con el espíri-
tu y cantar también con el entendimiento.4 Con todo el pueblo de 
Dios, tú y yo somos adoradores… ¡cuán grande nuestro privilegio!
El objetivo central de quienes hemos trabajado en las varias comisiones 
para que este nuevo Himnario Evangélico Presbiteriano Sólo a Dios la 
gloria pueda ver la luz del día, ha sido siempre el de ofrecer al pueblo 
evangélico, en este nuevo milenio, una colección actualizada de «salmos, 
himnos y cantos espirituales» con los que podamos glorificar a Dios «can-
tando con gracia al Señor en nuestros corazones».5
Soli Deo Gloria
Comisión de preparación:
Prof. Javier Arjona Gutiérrez, música, presidente
Pbro. Jorge Alvarado Reyes, teología
Prof. Miriam Álvarez Hernández, música
Prof. Ana Lilia Contreras de Sánchez, música
Pbro. Joaquín García Guzmán, liturgia
Prof. Rubén Hernández Díaz, poesía
Pbro. Juan M. Isáis, poesía
Pbro. David Legters M., teología
Prof. Elia Ruth Maldonado de Castellanos, música, secretaria
Prof. Eunice Palomino de Moreno, música
Prof. Samuel Pascoe Aguilar, música
Pbro. Neri Rivera Gómez, liturgia
Prof. Hazael Sánchez Juárez, música
Comisión editorial:
Pbro. David Legters M., presidente
Prof. Javier Arjona Gutiérrez, coordinador de música
A.I. Carlos Rodríguez López, tesorero
Pbro. Juan M. Isáis
A.I. Eleazar Mendoza Ramírez
A.I. Abel Plata Orozco, editor
___________________________________
1 Job 38.7
2 Sal. 100.1
3 Jn. 4.24
4 1 Co. 14.15 
5 Ef. 5.19; Col. 3.16 
RECONOCIMIENTO
La honra y la gloria es para Dios, pero el reconocimiento del trabajo es para 
todos los que hicieron posible que saliera a la luz este nuevo himnario que 
no fue uno solo, sino un equipo de más de treinta personas que han partici-
pado en las diferentes etapas de su elaboración.
Colaboraron en esta tarea, además de los teólogos, músicos, poetas y 
pastores mencionados en las comisiones: los tipógrafos, tanto músicos como 
secretarias, quienes trasladaron las ideas y la música en archivos digitales, 
para posteriormente pasarlos a papel; los revisores tanto de música como de 
letra que no permitieron que cometiéramos tantos errores, aunque sabemos 
muy bien que toda obra humana es perfectible y no está exenta de errores, 
por más que se ha procurado al máximo eliminarlos; los arreglistas y poetas 
que nos pusieron en mejor forma la música y la letra, para que pudiéramosinterpretarla; los recopiladores de índices trabajaron para que nos fuera fácil 
la utilización de este himnario; los gestores de los derechos de autor, cuya 
labor fue procurar que estuviéramos en regla con los dueños que tienen him-
nos registrados; y los diseñadores, que permitieron una mejor presentación, 
y todo esto, sólo para la gloria de Dios.
Aun cuando corremos el riesgo de omitir a alguna persona que colaboró 
con su «granito de arena», de antemano le rogamos una disculpa, pero que-
remos enunciar a las personas de quienes sí tenemos registrada su partici-
pación entusiasta y desinteresada: Obed Vázquez Trujillo, Obed Valencia 
Lozada, Pablo Jiménez, Daniel Vázquez V., Israel Ramírez S., Angélica María 
Rocha Pérez, Oscar Enrique Hernández Juárez, Rubén Hernández Díaz, Elia 
Ruth Castellanos Maldonado, Fernando Rodríguez B,. Víctor Aguilar V., Jona-
tán Aguilar V., Yazmín Bautista Lazcano y Joel Cruz Martínez.
En virtud de que en parte ha sido una recopilación de himnos de diver-
sos himnarios editados y no editados formalmente, nos hemos cuidado de 
obtener los permisos necesarios de sus autores, compositores y administra-
dores de derechos de autor. A quienes también agradecemos su disponibili-
dad y amor a la Iglesia de Cristo para autorizarnos el uso de los himnos que 
tienen en custodia.
Es importante reconocer a quienes aportaron los recursos financieros 
para lograr poner en sus manos este himnario, consideramos que Dios en su 
infinita misericordia movió los corazones para que aportaran lo necesario, 
entre otros mencionaremos a: la R. Asamblea General, a la Sociedad Adminis-
tradora de Servicios de Salud y a todas las iglesias que, sin ver el nuevo 
himnario, aportaron como ofrendas o como preventas para la impresión del 
mismo.
La Comisión Editorial
AYUDAS LITÚRGICAS
LA ORACIÓN DEL PADRENUESTRO (Mateo 6.9-13)
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga 
tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, 
como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas 
en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la 
gloria, por todos los siglos. Amén.
LOS DIEZ MANDAMIENTOS (Éxodo 20.2-17)
Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de 
servidumbre. 
1- No tendrás dioses ajenos delante de mí. 
2- No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el
cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te 
inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, 
celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera 
y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a mi-
llares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
3- No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por 
inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. 
4- Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás 
toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas 
en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni 
tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis 
días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en 
ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de 
reposo y lo santificó.
5- Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra 
que Jehová tu Dios te da.
6- No matarás.
7- No cometerás adulterio.
8- No hurtarás.
9- No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. 
10-No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu próji-
mo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de 
tu prójimo. 
EL GRAN MANDAMIENTO (Marcos 12.29-31)
El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el 
Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda 
tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Éste es el principal 
mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti 
mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
CREDO DE LOS APÓSTOLES
Creo en Dios padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y en 
Jesucristo, su único Hijo, y Señor nuestro, que fue concebido del Espíritu 
Santo, nació de la Virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato; 
fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día 
resucitó de entre los muertos; subió al cielo, y está sentado a la diestra de 
Dios Padre Todopoderoso; y desde allí vendrá al fin del mundo a juzgar a los 
vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Universal, 
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la 
carne y la vida perdurable. Amén.
CREDO NICENO
Creemos en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la 
tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creemos en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre 
antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios 
verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre, 
por quien todo fue hecho, que por nosotros los hombres y por nuestra 
salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, 
Virgen, y se hizo hombre, y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de 
Poncio Pilato: padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Es-
crituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre, y de nuevo 
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creemos en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre 
y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, 
y que habló por los profetas.
Creemos en la Iglesia, que es una, santa, universal y apostólica.
Reconocemos un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. 
Amén.
LAS BIENAVENTURANZAS (Mateo 5.3-12)
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los 
cielos. 
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. 
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. 
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos 
serán saciados. 
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericor-
dia. 
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. 
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de 
Dios. 
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, 
porque de ellos es el reino de los cielos. 
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y 
digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, 
porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a 
los profetas que fueron antes de vosotros.
Glorificar a Dios
Sólo a Dios la gloria
1. Glorificar a Dios
¿Cuál es el fin principal del hombre?
El fin principal del hombre es el de glorificar a Dios
y gozar de él para siempre.
 
 Catecismo Menor
Glorificar a Dios
1 Sólo a Dios la gloria
A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Ro. 11.36
1- Ef. 1.3
2- Ef. 1.6
3- Ef. 1.12-14
C- 1 Cr. 16.24
1. Bendito tú seas
en sitios celestes,
recibe los cantos
de gloria y loor;
bendito tú seas,
te cantan las huestes 
que tú redimiste,
¡oh, gran Salvador!
Coro
Sólo a Dios la gloria,
el Padre perfecto;
sólo a Dios la gloria,
Jesús, nuestro bien;
sólo a Dios la gloria,
el gran Paracleto;
sólo a Dios la gloria,
por siempre. Amén.
2. Por Cristo, el amado,
tu pueblo escogido,
de antaño apartado,
le das un lugar;
tú le haces acepto
y le has bendecido
en riqueza y gracia,
por tu voluntad.
3. Por eso la gloria
a tu nombre bendito
rendimos fervientes
¡oh, Dios eternal!
A ti seala gloria,
¡oh, Dios infinito!
A ti sea la gloria
Por siempre jamás
LETRA: Rubén Hernández Díaz, 2001
MÚSICA: Obed Valencia L., 2001
2 A Dios sea la gloria
A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús. Ef. 3.21
1- Lc. 7.42-43
2- 1 Co. 10.31
C- Ro. 11.36
1. ¿Cómo agradecer 
lo que hizo el Señor por mí?
Que, sin merecer,
derramó su sangre carmesí;
un coro de un millón de ángeles
no expresará mi gratitud,
pues lo que soy y un día anhelo ser,
lo debo todo a él.
Coro
A Dios sea la gloria,
a Dios sea la gloria,
a Dios sea la gloria
por lo que hizo por mí.
Con su sangre me ha salvado,
su poder me ha sanado, 
a Dios sea la gloria
por lo que hizo por mí.
2. Quiero vivir una vida
que sea agradable sólo a él,
y si ganare alguna fama,
toda al Calvario la llevaré.
Coro para la segunda estrofa
Con su sangre me ha salvado
su poder me ha sanado,
a Dios sea la gloria
por lo que hizo por mí.
LETRA Y MÚSICA: Andraé Crouch, es traduc-
ción
Glorificar a Dios
3 Eres digno
Señor, digno eres, porque tú creaste todas las cosas. 
Ap. 4.11
Eres digno, eres digno,
eres digno, Señor,
de alabanza, honra y gloria,
gloria y todo poder.
Pues todas las cosas
por ti fueron hechas
y existen por tu voluntad;
todo has creado para tu gloria;
eres digno, Señor.
LETRA Y MÚSICA: Pauline M. Mills, arr. Jack 
Schrader
Este canto se puede enlazar con el siguiente.
4 Digno es el Cordero
que murió
El Cordero que fue inmolado es digno. Ap. 5.12
Digno es el Cordero que murió, 
digno es el Cordero que murió,
digno es el Cordero que murió 
de recibir
fuerza, riqueza, saber y poder,
honra y gloria y bendición.
Digno es el Cordero,
digno es el Cordero,
digno es el Cordero que murió;
digno es el Cordero.
LETRA Y MÚSICA: Don Wyrtzen, es trad., 
basado en Ap 5.12, adapt. Eunice Palomino L.
5 ¡Gloria, gloria, aleluya!
No es vuestra la guerra, sino de Dios. 2 Cr. 20.15
1- Sal. 46.7
2- Zac. 4.6
3- 1 Co. 15.3-4
4- Ap. 14.1
C- Is. 42.12
1. Es el Dios de los ejércitos
en quien yo confiaré,
y con címbalos de gozo
al Señor ensalzaré;
él despide los relámpagos,
mas nunca temeré,
él es mi protector.
Coro
¡Gloria, gloria, aleluya!
¡Gloria, gloria, aleluya!
¡Gloria, gloria, aleluya
a nuestro Salvador!
2. Con ejército no gana
sus victorias el Señor,
ni con fuerza lucha en contra
de Satán, el tentador;
la potencia del Espíritu,
ha dicho el Dios de amor,
es la que vencerá.
3. En Belén de Palestina
el Señor Jesús nació,
y después de treinta años
en la cruenta cruz murió;
pero vive para siempre,
pues la tumba ya venció;
su nombre alabaré.
4. El Señor de los señores
ya muy pronto volverá,
y a su pueblo con gran gozo
a las nubes llevará;
y por siempre moraremos
todos en la eternidad
con nuestro Salvador.
LETRA: Julia Ward Howe, trad. y adapt. 
Roberto C. Savage
MÚSICA: Melodía americana, s. XIX
Glorificar a Dios
6 A ti cantamos la gloria,
Señor
Cantarán gozosos por la grandeza de Jehová. Is. 24.14
1- Ap. 5.13
2- Mt. 26.28
3- Sal. 98.7-8
C- Heb. 2.10
1. A ti cantamos la gloria, Señor,
por tu bondad y por tu grande amor.
Eres tú digno de todo honor;
fuente de vida, he aquí el clamor.
Coro
Oh, Rey del cielo,
gran Salvador,
a ti te damos
nuestro loor.
Ser supremo,
Dios sin igual,
con humildad
te alabamos, Señor.
2. Al Salvador quien murió en la cruz,
a quien con sacrificio nos dio la luz,
a quien con sangre preciosa de amor,
a Jesucristo, he aquí el clamor.
3. Cantan las aves tu gloria, Señor;
brillan las flores, expresando loor,
y los que en deuda están a tu amor,
cantan con gratitud ahora, Señor.
LETRA Y MÚSICA: Brus del Monte, arr. Obed 
Valencia L.
Este canto se puede enlazar con el siguiente.
7 Gloria al nombre de
Cristo
Vemos a Jesús, coronado de gloria y de honra. Heb. 2.9
Gloria al nombre de Cristo,
gloria al nombre de Cristo,
es mi Dios, es mi fuerza,
es mi libertador en quien confiaré.
Gloria al nombre de Cristo.
LETRA Y MÚSICA: Roy Hicks Jr.
Este canto se puede enlazar con el siguiente.
8 En mi vida gloria te doy
Para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo.
1 P. 4.11
1- Jn. 9.24
2- 1 Cr. 16.9-10
3- Is. 60.21
4- Jn. 15.8
1. En mi vida gloria te doy,
gloria te doy,
en mi vida gloria te doy, Señor.
2. En mi canto…
3. En tu iglesia…
4. En tu mundo…
LETRA Y MÚSICA: Bob Kilpatrick
La Biblia... nuestra regla
La Biblia… nuestra regla
La Palabra de Dios que se contiene en las Escrituras del 
Antiguo y del Nuevo Testamento, es la única regla que ha 
dado Dios para enseñarnos cómo hemos
de glorificarle y gozar de él.
 
 Catecismo Menor
La Biblia... nuestra regla
9 Santa Biblia
En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar 
contra ti. Sal. 119.11
1- Pr. 2.4-5
2- Pr. 6.23
3- Sal. 119.50
4- Is. 33.6
1. Santa Biblia, para mí
eres un tesoro aquí;
tú contienes con verdad
la divina voluntad;
tú me dices lo que soy,
de quién vine y a quién voy.
2. Tú reprendes mi dudar,
tú me exhortas sin cesar;
eres faro que a mi pie
va guiando por la fe
a las fuentes del amor
del bendito Salvador.
3. Eres infalible voz
del Espíritu de Dios,
que vigor al alma da
cuando en aflicción está;
tú me enseñas a triunfar
de la muerte y el pecar.
4. Por tu santa letra sé
que con Cristo reinaré;
yo, que tan indigno soy,
por tu luz al cielo voy;
Santa Biblia, para mí
eres un tesoro aquí.
LETRA: John Burton, trad. Pedro Castro
MÚSICA: Melodía española, atrib. a Henry R. 
Bishop
10 Tu palabra es mi 
cántico
Cánticos fueron para mí tus estatutos. Sal. 119.54
1- Ef. 6.7
2- Sal. 119.72
3- Sal. 119.99
4- Jer. 23.29
5- 1 P. 2.2
C- Jer. 15.16
1. Tu palabra es mi cántico,
esperanza y gozo da;
es espada, arma divinal
y escudo contra el mal.
Coro:
Por la santa Biblia te alabo,
Padre amante, mi Señor.
Te adoro Cristo, Rey eterno;
gracias, oh Consolador.
2. Tu palabra es mi lámpara,
luz divina y guía fiel;
más deseable que oro y plata es,
y más dulce que la miel.
3. Tu palabra es mi gran mentor,
es semilla, eterno don;
quiero siempre en ella meditar,
hallo allí la salvación.
4. Tu palabra trae libertad,
me consuela la aflicción;
cual martillo y espejo es,
fuego en el corazón.
5. Tu palabra es mi agua y pan,
limpia el ser y fuerza da;
leche y carne encuentro yo allí
que a mi alma sostendrá.
LETRA: Basada en los símbolos bíblicos de la 
palabra de Dios, Felipe Blycker J., 1980
MÚSICA: Felipe Blycker J., 1980
Este canto se puede enlazar con el 
siguiente.
La Biblia... nuestra regla
11 Tu palabra santa llama
Tu ley está en medio de mi corazón. Is. 40.8
1- Dt. 11.18
2- Sal. 119.93
3- Jn. 6.63
C- Sal. 119.89
1. Tu palabra santa llama
a todo hombre pecador,
para darle siempre calma
y llenarlo de tu amor; 
si la acepta
con el alma
sentirá su corazón
que de veras tú le amas,
¡oh, divino Salvador!
Coro
Cielo, estrellas, mar y tierra,
todo, todo pasará;
sólo tu palabra eterna
por los siglos durará.
2. Tu palabra salvadora
es verdad, es vida, es luz
que ilumina a toda hora
hasta donde te hallas tú.
Haz que tenga yo la honra
de llevar siempre tu cruz
y alcanzar así la gloria,
donde moras, mi Jesús.
3. Tu palabra es pan de vida,
es sustento espiritual;
cuando llega al alma herida
le da alivio, le da paz.
Todo aquel que la recibe,
nunca, nunca morirá,
porque tú quieres que viva
por toda la eternidad.
LETRA Y MÚSICA: Alberto G. Martínez, en 
Rayos de Esperanza, arr. L. Domínguez.
12 La ley de Dios perfecta es
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil. 2 Ti. 3.16
1- Sal. 19.7
2- Sal. 19.8
3- Sal. 19.9
4- Sal. 19.10
5- Sal. 19.11
C- Sal. 119.97
1. La ley de Dios perfecta es,
del mal convierte al alma;
sus testimonios fieles son,
pues brindan dulce calma.
Coro
¡Cuánto amo tu ley!
¡Cuánto amo tu ley!
Es para mi alma
grata meditación.
¡Cuánto amo tu ley!
¡Cuánto amo tu ley!
Es para mí sin par meditación.
2. Los estatutos del Señor
su rectitud proclaman,
sus mandamientos puros son,
pues gracia y luz derraman.
3. Muy limpio y puro es el temor 
de Dios, por siempre dura:
los juicios de Jehová, verdad,
y su justicia pura.
4. Es más preciosa que el metal
y que el oro afinado,
lo que destila delpanal
tu ley lo ha superado.
5. En ellos hallan corrección
los siervos del Señor
y en observarlos con amor
hay grande galardón.
LETRA: Basada en Sal. 19, es. 1-3 Eleazar Z. 
Pérez, est. 4 Rubén Hernández D., est. 5 Nicolás 
Martínez
MÚSICA: James McGranahan
La Biblia... nuestra regla
13 Bellas palabras de vida
Moisés recibió palabras de vida que darnos. Hch. 7.38
1- Hch. 5.20
2- Jn. 6.68
3- Jn. 5.24
C- Sal. 139.17
1. Oh, cantádmelas otra vez,
bellas palabras de vida;
hallo en ellas mi gozo y luz,
bellas palabras de vida.
Sí, de luz y vida,
son sostén y guía.
Coro
¡Qué bellas son, qué bellas son!
Bellas palabras de vida.
¡Qué bellas son, qué bellas son!
Bellas palabras de vida.
2. Jesucristo a todos da
bellas palabras de vida;
oye su dulce voz, mortal,
bellas palabras de vida.
Bondadoso te salva,
y al cielo te llama.
3. Grato el cántico sonará,
bellas palabras de vida;
tus pecados perdonará,
bellas palabras de vida.
Sí, de luz y vida
son sostén y guía.
LETRA: Philip P. Bliss, trad. Julia Butler
MÚSICA: P.P. Bliss (1874)
14 Libro santo,
por Dios inspirado
La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Ro. 10.17
1- 2 Ti. 3.16
2- Sal. 19.7
3- 2 Ts. 3.1
1. Libro santo, por Dios inspirado,
manantial de verdades eternas,
has venido a romper las cadenas
del pecado, ignorancia y temor.
Tú nos hablas de regias mansiones,
de un destino feliz más allá;
manifiesto a la vista nos pones
lo que al santo su Dios le dará.
2. Es perfecto el mandato divino,
rectamente encamina a las almas,
al pequeño a quien tú tanto amas,
tus preceptos lo hacen crecer.
Paz y gozo perfecto le has dado
al mortal que en tus aguas bebió;
galardón inmortal ha logrado,
el que fiel tu mandato guardó.
3. Sigue siempre brillando en el mundo, 
que aún millones tu luz desconocen, 
y a fin que tu influencia ellos gocen,
en el mundo te haré circular.
Dios bendito, despeja mi mente
para ver tu perfecta verdad,
haz la guarde por siempre obediente
alabando tu excelsa bondad.
LETRA Y MÚSICA: Rev. Plutarco D. Arellano, 
arr. Javier Arjona G.
La Biblia... nuestra regla
15 Lámpara es a mis pies
tu palabra
El mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz. 
Pr. 6.23
1- Sal. 119.105
2- Sal. 119.130
3- Sal. 33.11
1. Lámpara es a mis pies
tu palabra,
lámpara es a mis pies
tu palabra, 
lámpara es a mis pies
tu palabra
y lumbrera a mi camino.
2. La exposición de tus dichos
alumbra,
la exposición de tus dichos
alumbra,
la exposición de tus dichos
alumbra
y hace entender a los simples.
3. Y para siempre, oh Señor,
permanece,
y para siempre, oh Señor,
permanece,
y para siempre, oh Señor,
permanece
tu palabra en los cielos.
LETRA: Basada en Sal. 119.105, 130, 89
MÚSICA: Felipe Blycker J., 1972
16 De tus mandatos
tengo sed
Mi boca abrí y suspiré, porque deseaba tus man-
damientos. Sal. 119.131
1- Sal. 63.1
2- Sal. 84.2
3- Sal. 119.97
4- Sal. 119.176
C- Sal. 19.10
1. De tus mandatos tengo sed,
reclamo yo tu amor,
mi alma ve y ten merced
de mí, buen Salvador;
tu luz divina hazme ver
y tus mandatos conocer.
Coro
Tu ley es deliciosa
y tus promesas son
más ricas, sí, que todo don,
y tu palabra hermosa,
que oro más preciosa.
2. Anhela mi alma conocer
ardiente tu verdad,
y tus palabras entender
con celo y claridad;
delicia tu palabra es
y luz gloriosa de mi ser.
3. Tu ley yo amo, oh Jesús,
pues ella goces da;
constante sigo yo su luz
y mi alma vencerá;
más gratas tus palabras son
que todo bien y posesión.
4. Tu siervo cual oveja es,
sus sendas al errar;
espero yo que a mi alma des
la senda del hogar;
tus estatutos hazme ver,
te quiero obedecer.
LETRA: Juan N. de los Santos, 1925, basada en Sal. 
119
MÚSICA: William A. Ogden, 1891
La Biblia... nuestra regla
17 Los cielos cantan tu loor
Lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios 
se lo manifestó. Ro. 1.19
1- Lc. 24.27
2- Sal. 19.5-7
3- Sal. 103.20-22
4- Hch. 3.25-26
1. Los cielos cantan tu loor,
los astros muestran tu poder,
mas en tu libro es, oh Señor,
donde tu nombre es dado ver.
2. Tu sabia mano guía al sol
y a noche y día da lugar;
aún más fiel revelación
en tu palabra se hallará.
3. En alabanzas sin cesar
prorrumpe a una la creación,
y tu justicia y tu verdad
fulgura en limpio corazón.
4. Hasta que pueda el mundo ver,
bajo la gloria de tu faz, 
a Cristo dando por doquier
su bendición, su amor, su paz.
LETRA: Isaac Watts, trad. Nicolás Martínez
MÚSICA: Lowell Mason
18 Viene a nosotros la vida
Anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida. 
Hch. 5.20
C- Jn. 6.63
1- Sal. 19.7
2- Stg. 1.25
Coro
¡Aleluya, aleluya!
Viene a nosotros la vida.
¡Aleluya, aleluya!
Viene a nosotros la paz.
1. Aleluya a ti, oh Cristo,
por tu palabra de amor,
tu ley, Señor, es perfecta,
que a mi alma convirtió.
Es la Biblia, libro santo,
fiel mandamiento de Dios, 
más que el oro tu precepto
es el tan preciado don.
2. Aleluya en el trabajo,
aleluya en la unidad;
tu palabra nos da vida
y nos hace caminar, 
luchar por un mundo nuevo,
lleno de amor y verdad,
tu palabra nos impulsa. 
¡Aleluya, aleluya!
LETRA: De la Misa cubana, Clara Luz Ajo, est. 1 
Rubén Hernández Díaz
MÚSICA: Clara Luz Ajo, arr. Obed Valencia L.
19 Con alma 
 y voz te alabaré
Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la 
guardan. Lc. 11.28
1- Is. 25.1
2- Sal. 107.19-20
1. Con alma y voz te alabaré
y yo tus glorias cantaré;
adoro yo tu majestad, 
te alabaré por tu verdad;
verdad y gracia sólo son
en tu palabra bendición,
en tu palabra bendición.
2. Clamé a ti por mi salud,
me dio tu ley poder, virtud;
los reyes prez a ti darán,
pues tu palabra escucharán,
y cantarán con dulce son
las glorias de tu salvación,
las glorias de tu salvación.
LETRA: Juan N. de los Santos, 1925
MÚSICA: William B. Bradbury, 1863
La Biblia... nuestra regla
20 Grato es contar 
 la historia
Venid, y contaré lo que ha hecho a mi alma. 
Sal. 66.16
1- Sal. 71.15
2- Hch. 4.20
3- Hch. 13.42-43
4- Ap. 15.3
C- Mal. 1.5
1. Grato es contar la historia
del celestial favor,
de Cristo y de su gloria,
de Cristo y de su amor.
Me agrada referirla,
pues sé que es la verdad;
y nada satisface
cual ella mi ansiedad.
Coro
¡Cuán bella es esta historia!
Mi tema allá en la gloria
será ensalzar la historia
de Cristo y de su amor.
2. Grato es contar la historia
más bella que escuché,
más áurea, más hermosa
que cuanto yo soñé.
Contarla siempre anhelo,
pues hay quien nunca oyó
que, para hacerle salvo,
Cristo en la cruz murió.
3. Grato es contar la historia
que placentera es,
y es más al repetirla,
preciosa cada vez.
La historia, pues, que canto,
oíd con atención,
porque es mensaje santo
de eterna salvación.
4. Grato es contar la historia,
de todas la mejor,
que cuanto más se escucha,
infunde más amor.
Y cuando allá en la gloria
entone mi cantar,
será la misma historia
que tanto supe amar.
LETRA: A. Catherine Hankey, trad. Juan N. Cabrera 
MÚSICA: William G. Fischer
21 Yo anhelo, Jesús, 
 tu palabra guardar
Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos. 
Sal. 119.112
1- Sal. 119.105
2- Sal. 119.133
C- Sal. 119.9
1. Yo anhelo, Jesús,
tu palabra guardar,
pues lámpara es
que ilumina mi pie,
lumbrera que alumbra
en la vía terrenal;
más fina que el oro,
más dulce que miel.
Coro
Ayúdame, oh Cristo,
por siempre a guardar
tus santos mandatos
con fidelidad;
así mi camino
más limpio será,
pues tus testimonios
dichoso me harán.
2. Si ordeno mis pasos
conforme a tu ley,
Satán a mis plantas
vencido será;
si tú me iluminas,
podré comprender
las mil maravillas
que encierra tu ley.
LETRA: Guillermina Morales F.
MÚSICA: Desconocido
La Biblia... nuestra regla
La Trinidad
Dios, su majestad y gloria
La Trinidad
Hay tres personas en la Divinidad: el Padre, 
el Hijo y el Espíritu Santo; y estas tres personas 
son un solo Dios, las mismas en sustancia, 
iguales en poder y gloria. 
 
 Catecismo Menor
La Trinidad
22 A nuestro Padre Dios
Se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive 
por los siglos. Ap. 5.14
1- Jn. 3.16
2- Ap. 1.5-6
3- Jn. 15.26
4- Is. 57.15
1. A nuestro Padre Dios
alcemos nuestravoz,
¡gloria a él!
Tal fue su amor que dio
al Hijo que murió,
en quien confío yo,
¡gloria a él!
2. A nuestro Salvador
demos con fe loor,
¡gloria a él!
Su sangre derramó;
con ella me lavó
y el cielo me abrió,
¡gloria a él!
3. Espíritu de Dios,
elevo a ti mi voz,
¡gloria a ti!
Con celestial fulgor
me muestras el amor
de Cristo, mi Señor,
¡gloria a ti!
4. Con gozo y amor
cantemos con fervor
al trino Dios.
En la eternidad
mora la Trinidad;
¡por siempre alabad
al trino Dios!
LETRA: Del libro Estrella de Belén, 1867
MÚSICA: En Thesaurus Musicus, 1745
23 Te loamos, oh Dios
Dad a Jehová la gloria debida a su nombre. Sal. 29.2
1- Ef. 4.32
2- Jn 3.14-15
3- 2 Ti. 1.7
4- Ef. 4.4-6
C- Sal. 108.3-4
1. Te loamos, oh Dios,
nuestro Padre de amor,
pues en Cristo, tu Hijo,
nos diste perdón.
Coro
Aleluya, te alabamos,
oh, cuán grande es tu amor.
Aleluya, te adoramos, 
bendito Señor.
2. Te loamos, Jesús,
pues tu trono de luz
tú dejaste por darnos
salud en la cruz.
3. Te damos loor,
Santo Consolador,
que nos llenas de gozo
y santo valor.
4. Unidos load
a la gran Trinidad,
que es la fuente de gracia,
poder y verdad.
LETRA: William P. Mackay, trad. Howard W. Cragin
MÚSICA: John J. Husband, 1815
La Trinidad
24 Al Rey de los reyes
Y Jehová será rey sobre toda la tierra. Zac. 14.9
1- Sal. 45.1
2- 1 Ts. 3.13
3- 1 P. 4.14
4- 1 Ti. 1.17
C- Ro. 15.13
1. Al rey de los reyes,
Jehová, el glorioso,
cantemos con gozo
en santa comunión;
con gran reverencia 
a él nos lleguemos,
su nombre ensalcemos
de todo corazón.
Coro
Gozo y paz 
hay en mi corazón,
su gracia me salvó
y aseguró mi salvación.
Es mi anhelo
a mi Señor servir,
su voluntad cumplir
y para él siempre vivir.
Oh, tan dulce esperanza
nos alienta para seguir
la senda que el Maestro
nos marcó con su ejemplo aquí.
Allá en lontananza,
al fin de la labor,
daremos alabanza
a nuestro Salvador.
2. Al Rey de los reyes,
Jesús, el amante,
sublime y triunfante
al mundo volverá;
con todos sus santos,
con alegres cantos,
su iglesia anhelante
a él se unirá.
3. Espíritu eterno
de Dios, guía santa,
a nuestra plegaria
atiende, oh Señor;
tu pueblo te adora,
también hoy te canta, 
enjuga tu llanto,
oh gran Consolador.
4. Al Dios solo sabio
y omnipotente,
den todos reverentes,
honor y majestad;
por tus beneficios,
recibe propicio
mi humilde servicio,
divina Trinidad.
LETRA Y MÚSICA: En Rayos de Esperanza; est. 3 
Rubén Hernández D., arr. Nahum Aquino C.
25 Santo, santo
Levantemos nuestros corazones y manos a Dios en los 
cielos. Lm. 3.41
1- Sal. 22.3
2- Jn. 1.12
3- Tit. 2.14
4- Ef. 5.18
5- Ap. 19.3
1. Santo, santo, santo, santo,
santo, santo Dios poderoso;
levantemos nuestras manos
en señal de gratitud.
Santo, santo, santo, santo.
2. Santo Padre, santo Padre,
te damos gracias por ser tus hijos;
levantemos nuestras manos
en señal de gratitud.
Santo Padre, santo Padre.
La Trinidad
3. Santo Hijo, Jesucristo,
te damos gracias por redimirnos;
levantemos nuestras manos 
en señal de gratitud.
Santo Hijo, Jesucristo.
4. Santo Espíritu, Santo Espíritu,
limpia y llénanos de tu presencia;
levantemos nuestras manos 
en señal de gratitud.
Santo Espíritu, Santo Espíritu.
5. Aleluya, aleluya,
aleluya, oh aleluya;
levantemos nuestras manos 
en señal de gratitud.
Aleluya, aleluya.
LETRA Y MÚSICA: Jimmy Owens
26 Cantad al Señor
Cantad a Jehová cántico nuevo. Sal. 96.1
1- Is. 12.4
2- 1 Jn. 4.9
3- Ap. 5.9
4- Jn. 16.13
5- Ap. 19.4
1. Cantad al Señor
un cántico nuevo,
cantad al Señor
en toda la tierra;
cantad al Señor,
bendito su nombre.
Cantad al Señor,
cantad al Señor.
2. Cantad al Creador,
el dueño de todo,
al Padre de amor
que es santo y eterno;
al mundo él amó,
ha dado a su Hijo.
Cantad al Señor,
cantad al Señor.
3. Cantad a Jesús,
el digno Cordero,
él nos redimió,
Pastor amoroso;
es Cristo, el Rey,
por siempre glorioso.
Cantad al Señor,
cantad al Señor.
4. Cantad al Señor,
Espíritu Santo,
es nuestro guiador,
él nos justifica,
es Consolador,
él nos santifica.
Cantad al Señor,
cantad al Señor.
5. Cantad al Señor:
¡Amén, aleluya!
Cantad al Señor:
¡Amén, aleluya!
Cantad al Señor:
¡Amén, aleluya!
Cantad al Señor,
cantad al Señor.
LETRA: Autor desconocido, Brasil, adapt. Rubén 
Hernández Díaz
MÚSICA: Melodía brasileña, autor desconocido, arr. 
Javier Arjona G.
La Trinidad
27 Glorifícate en todo ser
Todos glorificaban a Dios. Hch. 4.21
1- Ro. 15.16
2- 2 Ts. 1.12
3- 1 P. 4.14
1. Padre, te amamos
y unidos te adoramos,
glorifícate en todo ser.
Glorifícate, glorifícate,
glorifícate en todo ser.
2. Cristo, te amamos
y unidos te adoramos,
glorifícate en todo ser.
Glorifícate, glorifícate,
glorifícate en todo ser.
3. Santo Espíritu,
unidos te adoramos,
glorifícate en todo ser.
Glorifícate, glorifícate,
glorifícate en todo ser.
LETRA Y MÚSICA: Donna Adkins
28 ¡Santa, bendita Trinidad!
A mi Dios cantaré salmos mientras viva. Sal. 104.33
1- Is. 63.16
2- Ap. 19.13
3- 1 Co. 3.16
4- Ap. 7.12
1. Canto a mi Padre celestial,
a ti, mi Dios y Redentor,
doy alabanzas; tú mi esperanza,
gloria al eterno Creador.
2. Canto a Jesús, mi Salvador,
al verbo eterno, Emanuel;
él con su muerte cambió mi suerte,
gloria al excelso Redentor.
3. ¡Oh, Santo Espíritu de Dios!
tú eres el guía en mi vivir;
me santificas, me purificas,
vives en mí, Consolador.
4. ¡Santa, bendita Trinidad!
A ti mi vida quiero dar;
gloria cantemos y proclamemos
glorias eternas al Señor.
Este texto se canta con la música del himno 
Nº 185
LETRA: Rubén Hernández Díaz
29 Ven, oh Todopoderoso
¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso 
reina! Ap. 19.6
1- Is. 43.15
2- 1 Jn. 4.14-15
3- Ro. 8.6
1. Ven, oh Todopoderoso,
adorable Creador;
Padre santo, cariñoso,
manifiesta tu amor.
A tu trono de clemencia
levantamos nuestra voz,
tu presencia te pedimos,
nuestro Padre, nuestro Dios.
2. Ven, oh Salvador divino,
Dios de nuestra salvación;
en nosotros haz morada,
vive en nuestro corazón.
Eres tú, Jesús, benigno,
eres infinito amor,
óyenos, te suplicamos
y bendícenos, Señor.
3. Ven, Espíritu divino,
danos tu precioso don;
La Trinidad
Dios Consolador, inspira
paz en todo corazón.
De los santos la herencia, 
déjanos hallar en ti
y la vida de los cielos
gozaremos ya aquí.
LETRA: Henry G. Jackson
MÚSICA: Thomas J. Williams
30 Sólo a ti, Dios y Señor
Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. 
Mt. 4.10
1- Dt. 6.13
2- Ez. 37.9, 26
3- Is. 9.6
4- Dn. 3.26-28
1. Sólo a ti, Dios y Señor,
adoramos, adoramos,
y la gloria y el honor
tributamos, tributamos;
sólo a Cristo, nuestra luz,
acudimos, acudimos,
por su muerte en la cruz
revivimos, revivimos.
2. Un Espíritu, no más,
nos gobierna, nos gobierna,
y con él, Señor, nos das
paz eterna, paz eterna;
él es fuego celestial,
cuya llama, cuya llama
en amor angelical
nos inflama, nos inflama.
3. Disfrutamos tu favor
solamente, solamente
por Jesús, fuente de amor
permanente, permanente;
sólo él nos libertó
de la muerte, de la muerte,
sólo él se declaró
nuestro fuerte, nuestro fuerte.
4. Sólo tú, oh Creador,
Dios eterno, Dios eterno,
nos libraste del furor
del infierno, del infierno
y por esto con placer
proclamamos, proclamamos
que sólo en tu gran poder
confiamos, confiamos.
LETRA: Pedro Castro
MÚSICA: En Lyra Davídica, Londres, 1708
31 Padre eterno
Adoremos y postrémonos delante de Jehová. 
Sal 95.6
1- Jn. 4.23
2- Mt. 28.9
3- Jn. 14.17
1. Padre eterno, me postro ante ti,
Padre eterno, me postro ante ti;
te amo, te adoro, te rindo loor;
Padre eterno, me postro ante ti.
2. Jesucristo, te alabaré,
Jesucristo, te alabaré;
te amo, te adoro, te rindo loor;
Jesucristo, te alabaré.
3. Santo Espíritu Consolador,
Santo Espíritu Consolador;
me guías, me ayudas y vives en mí;
Santo Espíritu Consolador.
LETRA: Autor desconocido, trad. Pancho Martel, alt.
MÚSICA: Autor desconocido, arr. Daniel Vázquez V.
La Trinidad
32. Oh Padre, eterno Dios
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu 
Santo. Mt. 28.19
1- Ro. 1.7
2- Sal. 57.7
3- Ez. 36.27
1. ¡Oh Padre, eterno Dios!
Alzamos nuestra voz
en gratitud
de cuanto tú nos das
con sin igual amor,hallando nuestra paz
en ti, Señor.
2. ¡Bendito Salvador!
Te damos con amor
el corazón,
y aquí nos puedes ver
que humildes a tu altar
venimos a ofrecer
precioso don.
3. ¡Espíritu de Dios!
Escucha nuestra voz,
y tu bondad
derrame en nuestro ser
divina claridad,
para poder vivir
en santidad.
Amén.
LETRA: Vicente Mendoza
MÚSICA: Felipe de Giardini
La Trinidad
Sabiduría
Dios, su majestad y gloria
El Padre, sus perfecciones
sabiduría, poder, santidad, bondad, justicia y verdad 
Dios es espíritu, infinito, eterno e inmutable en su ser, 
sabiduría, poder, santidad, bondad, justicia y verdad.
 
 Catecismo Menor
El Padre, sus perfecciones
33 Himno al Padre
Bendito sea el Dios Altísimo. Gn. 14.20
1- Ex. 3.15
2- Sal. 92.1
3- Gn. 22.14
4- Dt. 32.3
1. Cantadle a una voz,
omnipotente Dios,
su nombre es Elohim,
el trino Creador;
Jehová es el gran “Yo Soy”,
y eterno es El Olam,
postraos todos a sus pies,
es nuestro Redentor.
2. Cantadle con amor,
Altísimo Señor,
su nombre es Adonai,
del mundo Dueño y Rey;
el Dios de bendición
nos cuida, El Shaddai;
oh, alabadle sin temor,
ovejas de su grey.
3. Cantadle con fervor,
supremo y fiel Pastor,
su nombre es El Elyón,
el Gran Gobernador;
el Sempiterno Ser
nos guía con amor;
load a Jehová Jireh,
de Sion Sustentador.
4. Con cánticos a Dios,
el Padre, en alta voz,
y al Hijo, el Salvador,
mil salmos entonad;
con himnos ensalzad
al Santo Espíritu;
tres veces santo, el trino Dios,
servidle con lealtad.
LETRA: Basada en los nombres bíblicos de Dios en 
Génesis, Felipe Blycker J.
MÚSICA: Felipe Blycker J.
34 De Jehová cantaré
¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová. Sal. 89.8
1- Sal. 89.1
2- Sal. 89.5, 8
1. De Jehová cantaré yo
las misericordias, cantaré, (cantaré),
cantaré, (cantaré);
de Jehová cantaré yo
las misericordias,
grandes misericordias cantaré.
Con mi boca anunciaré
tu gran verdad y fidelidad;
con mi boca anunciaré
tu gran verdad por todos los siglos.
2. Con tu pueblo celebraré
tus maravillas, cantaré, (cantaré),
cantaré, (cantaré);
con tu pueblo celebraré
tus maravillas,
sí, de tus maravillas cantaré.
Tu verdad proclamaré,
pues eres Dios poderoso y fiel;
tu verdad proclamaré,
pues eres nuestro Rey y escudo.
De Jehová cantaré yo
las misericordias, cantaré, (cantaré),
cantaré, (cantaré);
de Jehová cantaré yo
las misericordias,
grandes misericordias cantaré.
LETRA: Est. 1 J. Arturo Savage, est.2 Comité de 
Celebremos su Gloria
MÚSICA: James H. Fillmore
Sabiduría
35 Grande es Jehová
Grande es Jehová y digno de suprema alabanza. 
Sal. 145.3
Grande es Jehová y le damos loor
por su grande poder y su amor.
Grande es Jehová y su fidelidad,
y su amor para siempre será.
¡Grande es él y digno de gloria!
¡Grande es y digno de adoración!
¡Grande es él! Alcemos la voz
y así proclamar:
¡Grande es Jehová!
¡Grande es Jehová!
Grande es Jehová y le damos loor
por su grande poder y su amor.
Grande es Jehová y su fidelidad,
y su amor para siempre será.
¡Grande eres tú y digno de gloria!
¡Grande eres tú y digno de honor!
¡Grande es él! Levanto mi voz,
elevo mi voz:
¡Grande es Jehová!
¡Grande es Jehová!
LETRA Y MÚSICA: Michael W. Smith, Deborah D. 
Smith, trad. Salomón E. Mussiet
36 Maravillado estoy
Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no 
comprendía. Job 42.3
Tu belleza es indescriptible,
difícil de expresar;
tus obras son incomprensibles,
no hay nadie como tú, Señor.
¿Quién podrá entender
tu sabiduría?
¿Quién podrá medir
tu profundo amor?
Tu belleza es indescriptible,
Majestad, en tu trono estás.
Maravillado estoy de ti,
maravillado estoy de ti,
santo Dios, 
de quien la gloria es;
maravillado estoy.
LETRA Y MÚSICA: Mark Altrogge, arr. Obed 
Valencia L.
Este canto se puede enlazar con el 
siguiente.
37 Al estar aquí
Que esté yo en la casa de Jehová, para contemplar la 
hermosura de Jehová. Sal. 27.4
Al estar en la presencia
de tu divinidad,
y al contemplar la hermosura
de tu santidad,
mi espíritu se alegra
en tu majestad; 
te adoro a ti, te adoro a ti.
Cuando veo la grandeza
de tu dulce amor
y compruebo la pureza 
de tu corazón,
mi espíritu se alegra
en tu majestad;
te adoro a ti, te adoro a ti.
Y al estar aquí, delante de ti,
te adoraré;
postrado ante ti, mi corazón
te adora, oh Dios;
y siempre quiero
estar para adorar
y contemplar tu santidad;
te adoro a ti, Señor, te adoro a ti.
LETRA Y MÚSICA: Marcos Witt, arr. Obed Valencia
El Padre, sus perfecciones
38 Cuanto soy 
y cuanto encierro
Pero tú, oh Jehová, me conoces; me viste, y probaste 
mi corazón. Jer. 12.3
1- Sal. 139.1-2
2- Sal. 139.4
3- Heb. 4.13
1. Cuanto soy y cuanto encierro
manifiesto es para ti,
pues tu vista escrutadora,
¡oh, Señor! penetra en mí
Si se agita mi conciencia
tú percibes su emoción;
razonar ves a la mente,
meditar al corazón.
2. Y hasta el íntimo deseo
que en mi pecho se abrigó,
sin que el labio lo expresara,
en tu oído resonó;
ya despierto, ya dormido,
me circunda tu poder,
y es tu aliento que da vida,
el que aspiro por doquier.
3. ¡Oh, gran Dios!
cuando contemplo
tu infinita perfección,
el asombro llena mi alma,
se confunde mi razón
y oigo un eco en mi conciencia
que me dice: “Puro sé
en deseos, lengua y obras
porque Dios siempre te ve.”
LETRA: Juan B. Cabrera
MÚSICA: Ch. Gounod
39 ¡Santo, santo, grande,
eterno Dios!
Lo alabaré; Jehová es varón de guerra; Jehová es su 
nombre. Ex. 15.2-3
1- Ap. 16.7
2- Sal. 148.14
3- Dn. 7.13-14
C- Is. 6.3
1. ¡Santo, santo,
grande, eterno Dios!
Con alegría hoy te alabamos,
Rey de reyes, grande capitán,
todopoderoso guerrero.
Honor y gloria, luz y dominio
tributaremos todos a ti.
Coro
¡Santo, santo eres tú, Señor!
¡Dios de las batallas, glorioso!
2. Alabadle, cielos, tierra y mar,
toda su iglesia, sus mensajeros;
alabanzas, cantos de loor
hoy unidos elevaremos.
Juez majestuoso y reverendo,
fuego y vida eres, Señor.
3. Rey de siglos, solo eterno Dios,
veraz y justo, incomprensible,
inmortal, autor de todo bien,
eres tú el Anciano de días.
Y para siempre entonaremos
el canto eterno de redención.
LETRA: Fanny J. Crosby, 1869, trad. H. C. Ball
MÚSICA: William B. Bradbury, arr. Bentley D. 
Ackley
Poder
40 ¡Qué majestuoso 
es tu nombre!
Sea alabado el nombre de Jehová, excelso sobre todas 
las naciones. Sal. 113.3-4
/¡Oh Dios, mi Dios,
qué majestuoso es tu nombre
en la tierra!/
/Aleluya, te alabo, Señor;
aleluya, te alabo, Señor;
Príncipe de paz,
¡oh, Dios poderoso!/
LETRA Y MÚSICA: Michael W. Smith, 1981
41 Oh Señor, 
tú has hecho los cielos
Porque nada hay imposible para Dios. Lc. 1.37
Oh Señor, tú has hecho los cielos
y la tierra y su gloria.
Oh Señor, tú has hecho los cielos
y la tierra con tu poder.
Nada es imposible para ti,
nada es imposible para ti.
Supremo Dios,
tú eres grande y sabio, Señor.
Nada, nada, absolutamente
nada es imposible para ti.
LETRA Y MÚSICA: Kay Chance
42 Castillo fuerte
Dios es nuestro amparo y fortaleza. Sal. 46.1
1- Sal. 18.2-3
2- Col. 2.15
3- 1 P. 5.8-10
4- Abd. 17-21
1. Castillo fuerte es nuestro Dios,
defensa y buen escudo;
con su poder nos librará
en todo trance agudo.
Con furia y con afán
acósanos Satán,
por armas deja ver
astucia y gran poder;
cual él no hay en la tierra.
2. Nuestro valor es nada aquí,
con él todo es perdido;
mas con nosotros luchará,
de Dios, el escogido.
Es nuestro Rey Jesús,
el que venció en la cruz,
Señor y Salvador,
y siendo él solo Dios,
él triunfa en la batalla.
3. Y si demonios mil están
prontos a devorarnos
no temeremos, porque Dios
sabrá cómo ampararnos.
¡Que muestre su vigor
Satán, y su furor!
Dañarnos no podrá,
pues condenado es ya
por la Palabra Santa.
4. Esa palabra del Señor,
que el mundo no apetece,
por el Espíritu de Dios
muy firme permanece.
Nos pueden despojar
de bienes, nombre, hogar,
el cuerpo destruir,
mas siempre ha de existir
de Dios el reino eterno.
LETRA Y MÚSICA: Martín Lutero, trad. Juan B. 
Cabrera
El Padre, sus perfecciones
43 ¡Santo, santo, santo!
Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso. 
Ap. 4.8
1- Is. 6.3
2- Ap. 4.10
3- Ap. 1.8
4- Ex. 34.33-35
5- Sal. 66.2-4
1. ¡Santo,santo, santo!
Señor omnipotente,
siempre el labio mío
loores te dará.
¡Santo, santo, santo!
Te adoro reverente,
Dios en tres personas,
bendita Trinidad.
2. ¡Santo, santo, santo!
En numeroso coro,
santos escogidos
te adoran sin cesar.
De alegría llenos
y sus coronas de oro
rinden ante el trono
y el cristalino mar.
3. ¡Santo, santo, santo!
La inmensa muchedumbre
de ángeles que cumplen
tu santa voluntad,
ante ti se postra,
bañada de tu lumbre,
ante ti que has sido,
que eres y serás.
4. ¡Santo, santo, santo!
Por más que estés velado,
e imposible sea
tu gloria contemplar.
Santo tú eres solo
y nada hay a tu lado
en poder perfecto,
pureza y caridad.
5. ¡Santo, santo, santo!
La gloria de tu nombre
vemos en tus obras
en cielo, tierra y mar.
¡Santo, santo, santo!
Te adorará todo hombre,
Dios en tres personas,
bendita Trinidad. Amén.
LETRA: Reginald Heber, 1826, trad. Juan B. 
Cabrera
MÚSICA: John B. Dykes, 1861
44 Te loamos, 
te glorificamos
Toda la tierra te adorará. Sal. 66.4
1- Sal. 148.2
C- Hab. 3.3
1. Te loamos, te glorificamos,
te confesamos eterno Dios y Padre.
Toda la tierra, con temor sagrado,
siempre te adora.
Y los cielos y los querubines,
todos te ensalzan
con voces interminables.
Rey de los cielos,
las eternas huestes
siempre te dicen:
Coro
Santo, santo, santo
Señor ensalzado,
Dios fortísimo,
tu majestad y gloria
llenan los cielos,
y te muestras adorado
sobre la tierra. Amén.
LETRA: Texto litúrgico
MÚSICA: Germán Lüders
Santidad
45 Cuando pienso 
en tu santidad
Sólo tú eres santo; todas las naciones vendrán y te 
adorarán. Jer. 15.4
1- Sal. 34.5
2- Dt. 33.23
1. Cuando pienso en tu santidad,
tu belleza puedo contemplar,
este mundo no es más
que una sombra ante tu gran luz.
2. Cuando encuentro 
el gozo de tu favor
y mi voluntad descansa
en tu amor,
este mundo no es más
que una sombra ante tu gran luz.
Te adoro a ti, te adoro a ti,
yo quiero vivir adorándote.
Te adoro a ti, te adoro a ti,
yo quiero vivir adorándote.
LETRA: Basada en el Salmo 34.5
MÚSICA: Wayne & Cathy Perrin
46 Gloriosa santidad
Postraos delante de Jehová en la hermosura de su 
santidad. 1 Cr. 16.29
1- Hch. 10.33
2- Ex. 40.34
1. Estar aquí,
en tu presencia,
es el momento
que tanto esperé.
Estar aquí, y adorarte,
es el momento
que tanto esperé.
2. Gloriosa santidad
que llena este lugar,
llenas mi corazón,
llenas todo mi ser.
Gloriosa santidad
que llena este lugar,
llenas mi corazón,
llenas todo mi ser.
Estar aquí.
LETRA Y MÚSICA: Luis Enrique Espinoza, arr. 
Obed Valencia L.
Este canto se puede enlazar con el 
siguiente.
47 Santo es
Yo soy el Alfa y la Omega, el Todopoderoso. Ap. 1.8
/Santo, santo, santo es
el Señor, Dios todopoderoso./
/El que era, el que es
y el que ha de venir./
LETRA: Basada en Ap. 4.8
MÚSICA: Obed Valencia L.
Este canto se puede enlazar con el 
siguiente.
48 Santo, santo, santo
cantan serafines
Toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y amén. 
Sal. 72.19
Santo, santo, santo,
cantan serafines.
Santo, santo, santo,
Dios es el Señor.
Santo, santo, santo,
es fuerte nuestro Dios.
Tu gloria llena los cielos,
la tierra llena está.
Hosanna en las alturas,
hosanna, la canción.
LETRA: Basada en Is. 6.3
MÚSICA: Autor desconocido, arr. Daniel Vázquez
El Padre, sus perfecciones
49 ¡Santo, santo, santo,
 Señor Dios!
Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la 
tierra está llena de su gloria. Is. 6.3
¡Santo, santo, santo,
Señor Dios de los ejércitos!
Llenos están los cielos
y la tierra de tu gloria.
¡Gloria a ti, Señor altísimo!
Amén.
LETRA: Isaías 6.3
MÚSICA: Alexander S. Cooper, 1835-1900
50 Grande es tu fidelidad
Sus misericordias nuevas son cada mañana; grande es 
tu fidelidad. Lm. 3.22-23
1- Esd. 3.11
2- Sal. 92.2
3- Miq. 7.18
C- Os. 2.20
1. Oh, Dios eterno,
tu misericordia
ni una sombra
de duda tendrá;
tu compasión
y bondad nunca fallan
y por los siglos
el mismo serás
Coro:
¡Oh, tu fidelidad!
¡Oh, tu fidelidad!
Cada momento 
la veo en mí;
nada me falta,
pues todo provees.
¡Grande, Señor,
es tu fidelidad!
2. La noche oscura,
el sol y la luna,
las estaciones
del año también,
unen su canto,
cual fieles criaturas,
porque eres bueno,
por siempre eres fiel.
3. Tú me perdonas,
me impartes el gozo,
tierno me guías
por sendas de paz;
eres mi fuerza,
mi fe, mi reposo,
y por los siglos
mi Padre serás.
LETRA: Thomas O. Chisholm, 1923, trad. 
Honorato Reza
MÚSICA: William M. Runyan, 1923
51 Porque tú eres bueno
Jehová es bueno, porque para siempre es su miseri-
cordia. Sal. 107.1
Porque tú eres bueno,
porque para siempre
tu misericordia es;
cada mañana al despertar, 
sé que en ti puedo confiar;
me sostienes por tu gran fidelidad.
Porque tú eres bueno,
porque tu justicia,
justicia eterna es,
y en ella yo me deleitaré,
en tu verdad caminaré;
por tu senda de justicia
guíame.
LETRA Y MÚSICA: Gustavo E. Ordóñez, Pablo 
Bravo y Daniel Hernández, arr. Obed Valencia L.
Este canto se puede enlazar con el 
siguiente.
Bondad, justicia y verdad
52 Tu fidelidad
Tu fidelidad alcanza hasta las nubes. Sal. 36.5
Tu fidelidad es grande,
tu fidelidad incomparable es;
nadie como tú, bendito Dios,
grande es tu fidelidad.
(Se canta tres veces)
LETRA Y MÚSICA: Miguel Cassina, arr. Obed 
Valencia L.
53 Dios es amor, amor, amor
Dios es amor. 1 Jn. 4.8
C- 1 Jn. 4.16
1- Sal. 136.5, 11
2- 1 Jn. 4.17
Coro
Dios es amor, amor, amor.
¡Aleluya, aleluya!
Dios es amor, amor, amor.
¡Aleluya, aleluya!
Dios es amor, amor, amor.
¡Aleluya, aleluya!
1. La creación es una obra de amor.
¡Aleluya!
La redención, una alianza de amor.
¡Aleluya!
Todo su reino es un reino de amor.
¡Aleluya!
2. Todos unidos a Dios en amor
¡aleluya!,
anunciaremos su Reino de amor,
¡aleluya!,
hasta cantar en el cielo su amor.
¡Aleluya!
LETRA Y MÚSICA: J. Baylach, arr. Roberto Milano
54 Buscad el reino de Dios
Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia. 
Mt. 6.33
Buscad primeramente
el reino de Dios
y su justicia, y su justicia;
buscad primeramente
el reino de Dios,
y todas estas cosas
os serán añadidas.
LETRA: Mateo 6.33
MÚSICA: Felipe W. Blycker
Este canto se puede enlazar con el 
siguiente.
55 Tu reino es vida
El reino de Dios es justicia, paz y gozo en el Espíritu 
Santo. Ro. 14.17
Tu reino es vida,
tu reino es verdad, 
tu reino es justicia,
tu reino es paz,
tu reino es gracia,
tu reino es amor.
¡Venga a nosotros
tu reino, Señor!
¡Venga a nosotros
tu reino, Señor!
LETRA Y MÚSICA: Miguel Manzano, arr. Alvin 
Schutmaat
El Padre, sus perfecciones
56 Dios, grande es tu amor
Ni lo alto, ni lo profundo, nos podrá separar del amor 
de Dios. Ro. 8.39
Dios, grande es tu amor,
tu gran amor por mí;
admirable amor,
que durará sin fin.
Es divino y santo,
amplio cual es el mar,
alto, más que los cielos,
es tu amor por mí.
LETRA: Erwin D. Dresch
MÚSICA: Seth Sykes
57 Ser infinito,
Dios bondadoso
Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, y 
cantarán tu justicia. Sal. 145.7
1- 1 Ti. 6.16
2- Hch. 17.25-26
3- Sal. 104.24
4- Sal. 145.3
C- Ro. 8.16
1. Ser infinito, Dios bondadoso,
quieras gustoso oír la canción
que te elevamos en este día,
con alegría, de corazón.
Coro
Somos tus hijos,
te adoramos
y a la par te amamos,
¡oh, Redentor!
2. Dámoste gracias por la existencia,
tu providencia y la salud,
y por habernos ya rescatado
del vil pecado, tu Hijo en la cruz.
3. Dámoste gloria por la grandeza
y por la belleza de tu creación,
por la conciencia que nos ha dado
tu más preciado, sublime don.
4. ¡Cuán grande eres, oh Dios bendito!
¡Cuán infinito! ¡Cuán bueno tú!
¡Cuánto amor tienes por tu criatura!
¡Tú eres la pura, pura virtud!
LETRA: Juan B. Cabrera
MÚSICA: R. Harkness
58 ¡Dios es amor!
Hemos conocido el amor que Dios tiene para con 
nosotros. Dios es amor. 1 Jn. 4.16
¡Dios es amor! ¡Dios es amor!
La Biblia nos dice
el mensaje sublime
que Dios es amor, ¡oh, sí!
¡Dios es amor!
¡Dios es amor!
Los ángeles cantan,
los hombres proclaman que:
¡Dios es amor!
LETRA Y MÚSICA: Brus del Monte, 1970
Bondad, justicia y verdad
59 Dios, nuestro apoyo
Señor, tú nos has sido refugio de generación

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