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Sólo a Dios la gloria Himnario Evangélico Presbiteriano RESEÑA DE LA IGLESIA NACIONAL PRESBITERIANA DE MÉXICO PASAJE BASE: Daniel 2.20-22 Dios es el Señor de la Historia, ya que él, por ser SOBERANO (despota), go- bierna todo, como dice el texto: «Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes…» EN CUANTO AL NOMBRE Sabemos que somos: IGLESIA, porque el término procede de dos vocablos griegos, de Ek y KALEO (los llamados fuera). Somos NACIONAL, porque nos sostenemos, propagamos y dirigimos con elementos nacionales. Somos PRESBITERIANA, por nuestro Sistema de Gobierno de Presbíteros (ancianos) y REFORMADA, por nuestro Sistema Doctrinal. Nuestra Iglesia fue registrada en Gobernación el 9 de octubre de 1956 y como Asociación Religiosa tenemos el Registro Constitutivo SGAR/126/93, DEL 24 DE MAYO DE 1993. Como fecha oficial de la iniciación de los trabajos en nuestra patria se ha fijado el 1º de octubre del año 1872. «SINOPSIS HISTÓRICA» Conviene considerar el origen y desarrollo de nuestra iglesia, desde 6 RU- BROS: 1. PRECURSORES DEL PRESBITERIANISMO Y PRIMEROS MISIONE- ROS PRESBITERIANOS, que comprende de los años 1857 a 1872. La his- toria de nuestra Iglesia es gloriosa y principia a raíz de la Promulgación de la Constitución de 1857, después de la Guerra de los Tres Años, entre el Partido Liberal y el Reaccionario, que culminó con las Leyes de Reforma, las cuales garantizaban la Libertad de cultos en el país y la separación entre iglesia y el estado, además de la nacionalización de los bienes eclesiásticos. Fue una época gloriosa para el protestantismo, ya que podemos recordar la frase del Presi- dente de México, que en aquel entonces era Don Benito Juárez, quien dijo: «Del desarrollo del protestantismo depende la futura felicidad del país.» Se pueden considerar como precursores del presbiterianismo al Dr. Julio Mallet Prevost, Sr. W. G. Allen, la Srta. Melinda Rankin, Rev. A. J. Park y al Pbro. Arcadio Morales. LOS PRIMEROS MISIONEROS PRESBITERIANOS que llegaron a México en 1872 fueron los Reverendos: Maxwell Phillips, H. C. Thomson, P. E. Pilkin, M. N. Hutchinson, Tomás F. Wallace y Antonio T. Graybill. Posteriormente se unieron los Reverendos J. Milton Greene, Hubert W. Brown, Guillermo Wallace, Samuel T. Wilson y Guillermo A. Ross. Pero no podemos pasar desa- percibidos a GRANDES MUJERES, en su mayoría, esposas de Pastores que tra- bajaron hombro con hombro en la evangelización en México, tal es el caso de: Ana Virginia Greene, Wilma J. Brawn, Elizabeth M. Wallace, Anita R. Boyce, Tabitha Petran, Z.V. Myers, Juana Lorena Ross, J. O. Shelby e Isabella B. Brown. Tampoco podemos olvidar que nuestra Iglesia ha tenido sus mártires. 2. INICIO DE LA IGLESIA PRESBITERIANA EN MÉXICO Y PRIMEROS PRESBITERIOS DE MÉXICO, de 1872 a 1901. Debemos tomar en cuenta que estaban trabajando dos Misiones Presbiterianas: la del norte, cuyos pri- meros misioneros desembarcaron en Veracruz el 1º de octubre de 1872, y la Misión del Sur, que llegó por el norte de nuestra República, Brownsville y Matamoros, por el año 1873. El primer Presbiterio que se organizó fue el de Zacatecas el 31 de mayo de 1883, en la Ciudad de Zacatecas. Este Presbiterio abarcaba los estados de Za- catecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Coahuila y parte de Nuevo León. El segundo Presbiterio fue el de Tamaulipas, bajo los auspicios de la Misión del Sur, el 21 de abril de 1884, y comprendió parte del estado de Nuevo León y Tamaulipas. Este Presbiterio alcanzó pronto su autonomía, por lo cual ya no recibieron ayuda de la Misión del Sur. El tercer Presbiterio fue el de la Ciudad de México, organizado el 1º de mayo de 1885. Su radio de acción fueron los estados de México, Guerrero, Michoa- cán, Morelos, Veracruz y Distrito Federal. El cuarto Presbiterio fue el de «El Golfo de México», el 8 de mayo de 1886, y su campo abarcó los estados de Yucatán, Campeche y Chiapas. 3. ORGANIZACIÓN DEL PRIMER SÍNODO HASTA EL PLAN DE CIN- CINNATI, de 1901 a 1919. ¿Cómo surgió la idea? El Rev. Hubert W. Brown predicó el sermón de apertura en el Presbiterio Nacional de la Ciudad de México, ocupándose del mismo asunto que trató en una editorial; elaboró un plan y pidió al Presbiterio que hiciera algo si creía que era el tiempo oportuno. Debido a esa iniciativa, el nuevo Presidente, Rev. Arcadio Morales, publicó el 15 de mayo de 1899 la iniciativa para organizar el Sínodo General, creyendo que era tiempo de tal acción, por lo cual formuló e indicó los pasos a seguir: La Organización se llevó a efecto en la Iglesia «El Divino Salvador» de la Ciudad de México, iniciando las actividades de la reunión el 6 de julio de 1901, donde predicó el Rev. Charles C. Millar. Se nombró un presidente interino, recayendo tal cargo en el Rev. Leandro Garza Mora, pidiendo a los 32 ministros y a los Ancianos representantes, que ratificaran su deseo de or- ganizar el Sínodo, y acto seguido, el 8 de julio de 1901, a las 10:15 horas, el Sínodo quedó conformado. La Primera Mesa Directiva del Sínodo quedó integrada de la siguiente ma- nera: Presidente Rev. Arcadio Morales; Vicepresidente H. W. Brown; Secre- tario permanente Rev. Leandro Garza Mora y Secretario temporal Rev. Alfonso Herrera. Por fin, el 9 de julio de 1901, después de aprobar el acta de Organización, el Presidente declaró: «En nombre de las Iglesias, de los Consistorios, de los Presbiterios y con autorización de las Asambleas Presbiterianas, declaro insta- lado para siempre el Sínodo de la Iglesia Presbiteriana en México.» 4. DEL PLAN DE CINCINNATI A LA ORGANIZACIÓN DE LA R. ASAM- BLEA GENERAL, 1919 a 1947. Pasaron escasamente 7 años de la Orga- nización del Sínodo General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, cuando en los Estados Unidos de Norteamérica, las misiones de ese país, con la intención de organizar el trabajo misionero de sus diferentes denominaciones evangélicas, integró en 1908 el Concilio Nacional de Misiones, el cual, entre otros planes se propuso dividir la República Mexicana en 8 regiones, a través del Comité de Cooperación en América Latina, con el objeto, decían, de hacer eficiente la labor evangelística en México, cada región quedaría bajo la influen- cia de una de las Misiones Norteamericanas involucradas, de tal forma que en la región que correspondiera a alguna denominación, todos los de otras, tenían que aceptar y convertirse en creyentes de esa nueva denominación, tal como en parte sucedió, y tenían que aceptar OTRA FORMA DE GOBIERNO (DE REPRESENTATIVO A EPISCOPAL); OTRA FORMA DOCTRINAL (DE UN CALVINISMO A UN ARMINIANISMO O PELAGIANISMO); CAMBIAR DE LITURGIA. Eso era imposible para muchos, por eso, desde un principio los Presbiterianos se rebelaron. Sólo unos cuantos aceptaron y esto por razones económicas. La división en REGIONES debía quedar así: LA MISIÓN DE LA IGLESIA PRESBITERIANA DEL SUR (E.U.) se respon- sabilizaría de lo estados: Michoacán, Guerrero, parte del Edo. de México, parte de Morelos y el D.F. LA MISIÓN DE LA IGLESIA PRESBITERIANA DEL NORTE (E.U.) se res- ponsabilizaría de los estados de: Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, Sur de Veracruz y Quintana Roo. LA MISIÓN DE LA IGLESIA PRESBITERIANA ASOCIADA Y REFORMADA se responsabilizaría de los estados: parte de San Luis Potosí y Norte de Veracruz. LA MISIÓN DE LA IGLESIA EPISCOPAL DEL NORTE se responsabilizaría de los estados de: Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, parte del Edo. de México y parte de Morelos. LA MISIÓN DE LA IGLESIA DE LOS DISCÍPULOS se responsabilizaría de los estados de: Zacatecas y parte de San Luis Potosí. LA MISIÓN DE LOS «AMIGOS» (CUÁQUEROS) sería responsable de Tamaulipas. LA MISIÓN DE LA IGLESIA METODISTA DEL SUR se responsabilizaría de los estados de: Chihuahua, Durango, Coahuila y Nuevo León. LA MISIÓN DE LA IGLESIA CONGREGACIONAL se responsabilizaría de los estados de: Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco y las Bajas Californias. Hubieron sus consecuencias. Debido a las dos posturasque había ya entre los Presbiterianos, unos nacionalistas y otros cooperativistas, en la Reunión Sinódica del 6 de julio de 1944, en Saltillo Coahuila, acordó formar otro Síno- do, surgiendo así el Sínodo del Golfo, el cual se organizó en la Iglesia Bethania de Minantitlán, Ver., el 28 de octubre de 1944. A su vez, ese Sínodo organizó el Presbiterio Peninsular, con personal del Presbiterio del Golfo de México, el 6 de mayo de 1945, en la Iglesia «El Divino Salvador» de Mérida, Yuc. Ese Sínodo abarcaría los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo. En el Presbiterio del Sur, también hubieron problemas, porque fue organizado con algunos Pastores del Presbiterio de la Ciudad de México y otros de la Iglesia Metodista. Con miras a la Organización de la Asamblea General, se organizaron el 24 de enero de 1947 los Presbiterios: Nacional Veracruzano y el del Estado de Oaxaca, con personal del Presbiterio Nacional de la Ciudad de México. También con miras a esa Organización del Sínodo del Golfo, hizo que surgiera el tercer Sínodo, de- nominado: «Sínodo Nacional del Centro», compuesto por los Presbiterios: Nacio- nal de la Ciudad de México, Nacional Fronterizo y el del Estado de Oaxaca, todos con ideas nacionalistas. Ese Sínodo fue organizado a principios de noviembre de 1947, en la Iglesia Betlehem de Tacubaya, D.F. En tanto, el Sínodo del Golfo de México se quedó con los Presbiterios: del golfo de México, Peninsular y Nacional veracruzano; y el Sínodo general, llamado ya, Primer Sínodo, quedó integrado por los Presbiterios: del Sur, del Pacífico y del Norte. Por fin, EL 28 DE NOVIEMBRE DE 1947 SE ORGANIZÓ LA R. ASAM- BLEA GENERAL DE LA IGLESIA NACIONAL PRESBITERIANA EN MÉXI- CO, esto sucedió en la Iglesia «El Divino Salvador» de las calles de Argen- tina y Venezuela, en el Centro de la Ciudad de México. 5. DE LA ORGANIZACIÓN DE LA R. ASAMBLEA GENERAL AL CEN- TENARIO DE NUESTRA IGLESIA (Retiro de las Misiones) 1947 a 1972. La Primera Mesa Directiva de la R. Asamblea General quedó integrada así: Presi- dente Pbro. José Coffin; Vicepresidente, Pbro. Asunción Blanco R.; Secretario, Pbro. Ezequiel Lango y Tesorero Anciano Gobernante Fernando R. Rodríguez. Apenas iniciados los trabajos como Asamblea General, el Diablo no des- cansó, y debido a que el Plan de Cincinnati había dejado una estela de in- conformidades, los problemas resurgieron, por lo cual hubo CONFLICTO DE DIVISIONES: La fundación del CONCILIO MUNDIAL DE IGLESIAS (C.M.I.) y del CON- SEJO INTERNACIONAL DE IGLESIAS CRISTIANAS (C.I.I.C.) en 1948, en Europa, vino a ocasionar problemas también en México. EL PRIMERO fue el surgido entre el Presbiterio Nacional de la Ciudad de México y la Asamblea General: La Asamblea General no tomó postura ni a favor ni en contra de ambos organismos, sin embargo, muchos pastores estaban de acuerdo en cooperar con todas las iglesias cristianas y otros no. El C.M.I. en principio sólo aceptaba a puras iglesias cristianas evangélicas, pero con el transcurso del tiempo aceptó a Ortodoxos, Musulmanes y a Católicos Romanos. Dos líderes surgieron en ambos organismos: Por el C.M.I. estuvo el Dr. Juan A. Mac Kay, quien era prominente teólogo del Seminario de Princeton e invitaba a las iglesias a unirse al C.M.I. Por otra parte estaba Carl McIntire del C.I.I.C. Hubo un rompimiento, ya que el Pbro. Eleazar Z. Pérez era presidente de la R. Asamblea General y, a la vez, era miembro del Presbiterio Nacional de la Ciudad de México, y no acató la orden de la Asamblea General, que le indicó que no tuviera relaciones con McIntire mientras fuera funcionario de la Asam- blea General. Hubo otra consecuencia, porque varios ministros se separaron del Presbiterio Nacional de la Ciudad de México y formaron el Presbiterio del Distrito Federal, que fue reconocido, lo mismo que la Iglesia «Príncipe de Paz», por la Asamblea General. Siendo que los Pastores que formaron el nuevo Presbiterio formaban parte del de la Ciudad de México, éste presentó su PROTESTA ante el Sínodo Nacional del Centro, sin embargo, ese Sínodo en su reunión del 6 al 11 de julio de 1954, en Tuxtepec, Oaxaca, tomó el acuerdo de disolver al Presbiterio Nacional de la Ciudad de México. Este cuerpo siguió trabajando fuera de la Asamblea General, y siguieron así, hasta llegar a formar lo que hoy es la Iglesia Presbiteriana Conservadora A.R. La Iglesia Nacional Presbiteriana siguió adelante, en algunas regiones formán- dose otros Presbiterios, como los del Estado de Chiapas que, debido al idioma, se fueron conformando de la mejor manera y así fue cómo llegamos al CENTENARIO DE LA IGLESIA NACIONAL PRESBITERIANA EN 1972. 6. DEL CENTENARIO DE NUESTRA IGLESIA, A LA FECHA (1972 a 2011). Al llegar al Centenario, de común acuerdo con las Misiones y la Asamblea Gene- ral tomaron la decisión de que las Misiones se retirarían dejando en manos de los mexicanos las propiedades y la responsabilidad de sostén, con recursos nacionales, para ello se fijaron 10 años de latencia, donde las misiones estarían colaborando de una u otra forma, pero ya sin ingerencia directa. Era urgente crecer sin depender de las ayudas del extranjero y para ello la Asamblea General ideó el PLAN llamado: «MOVIMIENTO DE AVANCE PRESBI- TERIANO» de 1991 a 1997, con miras a la celebración de las BODAS DE ORO de la Asamblea General. Así como el Movimiento Progresivo que llevó a la formación de la Asamblea General, este otro MOVIMIENTO fue muy ambicioso y en la Reunión de Tapachula, Chis. tuvimos un concurso para buscar un Lema, quedando así: «SI- GUIENDO LA VERDAD EN AMOR, CREZCAMOS EN TODO». Se fijaron metas, objetivos, etc. teniendo como OBJETIVO GENERAL: «Crecimiento integral para 1997 con la meta de triplicar membresía, oficiales, pastores, misioneros, obreros y estudiantes del campo nacional.» Seguimos creciendo y actualmente contamos con 13 Sínodos y 68 Presbiterios distribuidos en toda nuestra República Mexicana, pero resta mu- cho camino por andar. Finalizo diciendo «HASTA AQUÍ NOS AYUDÓ JEHOVÁ». ATENTAMENTE, Pbro. Bernabé V. Bautista R. Ministro de Educación de la R. Asamblea General Miembros de la directiva de la Respetable Asamblea General (R.A.G.) de la Iglesia Nacional Presbiteriana (I.N.P.) en México. PRESIDENTE: Pbro. Danny Ramírez Celis VICE PRESIDENTE: Pbro. Miqueas Jacob Hernández H. SECRETARIO: A.I. Amador López Hernández TESORERO: A.I. Juan J. Manuel Maldonado Ch. Director del proyecto: A.I. Ramón Agustín Parra Rojo Sólo a Dios la gloria Himnario Evangélico Presbiteriano Advertencia para los usuarios del himnario de letra Todos los himnos que integran este himnario Sólo a Dios la gloria están sujetos a las leyes de Derechos de Autor, por lo que en caso de querer utilizar alguno de ellos, al final de este himnario se encuentra la relación de dueños de los derechos respectivos para proceder a solicitar los permisos correspondientes a su dueño. También, Publicaciones El Faro S.A. de C.V. se sentirá honrada al poder servirle en caso de duda o que solicite información adicional, por favor, comuníquese con nosotros. En virtud de que en parte ha sido una recopilación de himnos de diversos himnarios editados y no editados formalmente, nos hemos cuidado de obtener los permisos necesarios de sus autores, compositores y administradores de derechos de autor. Sin embargo, quizá hemos omitido algún dueño de himno, por lo que suplicamos, en tal caso, que se comunique a Publicaciones El Faro, empresa designada por la Iglesia Nacional Presbiteriana de México para administrar este himnario, con el fin de obtener el debido reconocimiento de acuerdo a las leyes nacionales e internacionales de derechos de autor y propiedad intelectual. Himnario Evangélico Presbiteriano “Sólo a Dios la gloria” © Iglesia Nacional Presbiteriana de México, 2002 Preparado por la R. Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México Todos los versículos bíblicos utilizados en el Himnario fuerontomados de la revisión Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina,1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas. Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Otras revi- siones: 1862, 1909 y 2011. Publicaciones El Faro, S.A. de C.V. Abasolo Nº 93 Col. del Carmen, Coyoacán C.P. 04100, México, D.F. Tel. 55 54 97 95, fax 55 54 46 34 1ª Edición, abril 2002 2ª Edición, julio 2003 1ª Reimpresión, junio 2009 2ª Reimpresión, marzo 2010 3ª Reimpresión, junio de 2010 3ª Edición, julio de 2011 © Impreso en Corea, 2011. Sólo a Dios la gloria ¿Cuál es el fin principal del nombre? El fin principal del hombre es el de glorificar a Dios y gozar de él para siempre. CONTENIDO Pág. Presentación 13 Introducción 15 Ayudas litúrgicas 21 Sección Himnos 1.- GLORIFICAR A DIOS 1.1.- Glorificar a Dios 1-8 1.2.- La Biblia… nuestra regla 9-21 1.3.- Dios, su majestad y gloria - La Trinidad 22-32 - El Padre, sus perfecciones: sabiduría, poder, santidad, bondad, justicia y verdad 33-59 - Sus decretos: soberanía 60-73 - Sus obras: creación y providencia 74-88 1.4.- El hombre, su condición: pecado, confesión, perdón 89-105 1.5.- Jesucristo - Su venida: adviento, nacimiento 106-140 - Su ministerio mediatorial Profeta: enseñanza 141-152 Sacerdote: sacrificio 153-173 Rey: entrada triunfal, resurrección, ascensión, segunda venida, reinado 174-236 - Su gracia y redención 237-260 2.- GOZAR DE ÉL PARA SIEMPRE 2.1.- El Espíritu Santo 261-276 2.2.- La vida en Cristo - Nacer en Cristo Conversión y adopción 277-296 Bautismo y profesión de fe 297-312 - Crecer en Cristo En fe y en amor 313-332 En santidad 333-345 En sabiduría: conocimiento de Dios 346-362 En poder: pruebas, vida cristiana 363-382 En gozo: gratitud 383-398 2.3.- La comunión con Cristo - La iglesia Su unidad 399-407 Su culto: apertura, bienvenida, doxologías, ofrendas y diezmos, clausura y bendición 408-455 Su eucaristía: Santa Cena 456-465 Su renovación: avivamiento 466-474 Sus organizaciones y celebraciones: dedicación de templo y aniversario, reuniones, jóvenes, femeniles, día del pastor, año nuevo 475-509 - La oración 510-525 - La consagración 526-545 2.4.- El servicio para Cristo - En el hogar Su formación: matrimonio 546-552 Sus bendiciones: día de las madres y de los padres, bautismo y presentación de niños, cumpleaños 553-574 Sus actividades: culto familiar, alimentos 575-583 - En la sociedad Evangelismo 584-599 Misiones 600-621 Patriotismo y responsabilidad social 622-638 - En gloria: patria celestial 639-655 3.- SALMOS 656-706 4.- ÍNDICES Pág. Índice general 384 Índice de autores y compositores 391 Directorio de dueños 400 Índice de versículos lema 402 Índice de textos de apoyo 405 Índice temático 413 Índice de títulos y primeras líneas 418 PRESENTACIÓN La Iglesia Nacional Presbiteriana de México, como parte de la Iglesia Uni- versal, se inserta en la historia de nuestro país desde hace más de un siglo y cuarto, y hoy está presente en casi todo el territorio nacional. Nuestra iglesia siempre ha observado fidelidad a las Sagradas Escrituras, conside- rándolas como su única regla infalible de fe y práctica de la vida cristiana, así como también a la rica tradición heredada de la reforma religiosa del siglo XVI, misma en la que se reincorporó al culto público, la alabanza del pueblo al Dios vivo y verdadero. Los presbiterianos de México hemos aprendido desde temprana edad que la alabanza se tributa a Dios quien merece toda honra, toda gloria y todo honor. Himnos como «Con cánticos, Señor», «Hoy te alabamos Dios de bondad», «Sólo a ti, Dios y Señor» y «Santo, santo, santo» son algu- nas de las joyas musicales de mayor arraigo entre el pueblo presbiteriano, mismas con las que se ha dado gloria a Dios y edificado a su Iglesia por más de cuatro décadas. La Biblia dice que: «Dios habita en medio de las alabanzas de su pueblo», Salmo 22.3. Es por eso que su iglesia siempre ha gozado de su presencia, toda vez que le canta y le exalta. En el pasado se usó música de origen sajón, consagrada para el canto congregacional, y la himnología protestante se enriqueció con las traducciones y com- posiciones originales de himnólogos mexicanos como Juan B. Cabrera, Eleazar Z. Pérez y Vicente Mendoza, por mencionar sólo algunos. Hace ya más de cuatro décadas, nuestra Iglesia adoptó una colección de himnos que editó en el volumen denominado «Himnario Evangélico Pres- biteriano», mismo que ha cumplido su ciclo al finalizar la década pasada, y es precisamente en el ocaso del siglo XX, que la Respetable Asamblea Ge- neral de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, decidió que se iniciara el proyecto nacional de un nuevo himnario evangélico. Es así como se nom- bró una comisión para que trabajara en la edición de este nuevo himnario que hoy, por la gracia de Dios, usted tiene en sus manos. Con este himnario del siglo XXI, la Iglesia Nacional Presbiteriana de- sea, en primer lugar, declarar que el Dios que adoramos y servimos merece toda la honra y la gloria; motivados por lo que enseña la Biblia y se resume en el catecismo como el fin principal del hombre: «Glorificar a Dios y gozar de él para siempre.» El Dios trino y uno, en quien depositamos nuestra fe y esperanza, se ha manifestado en su palabra, y en ella se ha sustentado cada verso y cada estrofa de esta nueva producción de himnos evangélicos. Es, pues, para nosotros una enorme satisfacción poner al alcance de todo el pueblo presbiteriano de México, y de otras iglesias de habla his- pana, esta colección de más de 700 himnos que componen este recurso de alabanza, denominado Sólo a Dios la gloria. Lo presentamos como un tributo de acción de gracias a Dios y a todo el pueblo presbiteriano de México, el día cinco de abril del año 2002, en la Iglesia Nacional Presbiteriana «El Divino Redentor» de la ciudad de Toluca, Estado de México, «para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado», Efesios 1.6. En el amor del Resucitado. «La luz en las tinieblas resplandece.» Jn.1.5 Pbro. Francisco Magaña Castellano Presidente de la Respetable Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México INTRODUCCIÓN El canto es tan antiguo como la creación, «cuando alababan todas las estre- llas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios».1 A través de toda la historia el pueblo de Dios ha querido expresarle sus más profundos sen- timientos, y nada mejor que por el medio del canto. Dios lo ordena: «Can- tad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra».2 Están los ejemplos en la Biblia donde el canto es parte integral de la adoración; es en sí un acto de adoración. Con él respondemos a la gracia divina, comunicamos a Dios nuestra alabanza y amor, afirmamos unos a otros nuestra fe y proclamamos ante el mundo las verdades del evangelio. El nuevo Himnario Evangélico Presbiteriano Sólo a Dios la gloria ha sido preparado precisamente con el fin de proveer a las iglesias cristianas, y en especial a aquellas que están dentro de la tradición reformada, el mejor recurso posible para su uso en el canto congregacional. Los himnos y can- tos del himnario respiran un evidente celo por el evangelio y por la pureza doctrinal. El himnario es teocéntrico en su orientación, de contenido emi- nentemente bíblico, y enfocado para guiar a los adoradores hacia el tipo de adoración que a Dios más le agrada. Sólo a Dios la gloria es el título del nuevo himnario, pues es lema de nuestro diario quehacer, y en especial de nuestro culto a Dios, tanto en privado comoen público. En consecuencia, el himnario sigue las pautas del Catecismo Menor de Westminster que por respuesta a la primera pregunta, ¿Cuál es el fin principal del hombre? afirma: «El fin principal del hombre es el de glorificar a Dios y gozar de él para siempre.» Aun siendo dos los enunciados, con himnos y cantos en cada rubro: primero, glorificamos a Dios por todo lo que él es, y por lo que en su gracia ha hecho por nuestra redención en Cristo su amado Hijo; y segundo, habiendo el Santo Espíritu aplicado a nuestros corazones la redención comprada por Cristo, gozamos de la vida en Cristo, de la comunión con Cristo y del servicio por la causa de Cristo, así en el hogar, en la sociedad y hasta en la gloria; con todo, re- conocemos que no son dos fines, sino que en conjunto expresan el único y solo fin principal del ser humano: Soli Deo Gloria. Sólo a Dios la gloria es una colección de más de 700 himnos reuni- dos, algunos de la historia antigua, otros del rico acervo de la himnología tradicional evangélica, y los más de ese vasto y nuevo mundo que hoy por hoy nos ofrece la música religiosa contemporánea. Se ha dado cierta preferencia a obras de autores latinoamericanos –incluso a los de nuestra propia Iglesia Nacional Presbiteriana de México– a fin de ofrecer cantos en un lenguaje musical que mejor exprese la cultura e idiosincrasia propias de nuestra iglesia nacional. No olvidamos tampoco que nuestros antepasados en la fe cantaron del salterio, por lo que por primera vez incluimos en esta edición, una colección de 50 cantos basados en los Salmos. En lo musical, hemos bajado los tonos de muchos himnos para facilitar el canto congregacional. Se han hecho arreglos más sencillos para muchos de los himnos. En la edición de música se dan los acordes para guitarra. En algunos casos también se da la indicación de cuáles himnos y cantos se pueden entonar en forma seguida. Para quienes tengan el gusto de usar este nuevo himnario, ofrecemos algunas recomendaciones* de orden práctico: A ti, pastor: • Dios te ha llamado a ser líder del culto. Eres predicador, administrador, educador y consejero. Pero todo se conjuga en el mo- mento en que te presentas al frente de tu rebaño para llevarlo ante la presencia de Dios. Recuerda que el culto a Dios es nuestra más alta vo- cación, y uno de tus mayores privilegios es el de guiar a la congregación en una adoración sincera y verdadera. ¡Todo lo que sucede en el culto anticipa y prepara la eternidad, cuando unidos con los santos alrededor del trono del Cordero, estaremos entonando sus alabanzas! Hallarás en Sólo a Dios la gloria una magnífica ayuda que equipa a la iglesia para adorar. Harías bien en familiarizarte con el presente volumen, de modo que puedas aprovechar al máximo la riqueza de sus letras y tonadas. Fíjate en el orden temático de los himnos, y cómo sigue el orden de doctrinas de nuestros catecismos y Confesión de Fe. Date cuenta que, además del texto lema para cada himno, ofrecemos para cada estrofa (y coro) un texto de referencia como apoyo bíblico. Haz uso juicioso de los varios índices, pues te serán de mucha ayuda. __________________ *Estas recomendaciones se tomaron del Trinity Hymnal, edición revisada, 1990. Great Commission Publication, pp. 9-10. A ti, instrumentista: • Dios te ha dado el privilegio de ser un apoyo del culto. Cuando tocas el órgano, el piano, la guitarra o cualquier otro instrumento, estás ayudando al pueblo a adorar a Dios. Tienes la ca- pacidad de hacer que los cantos cobren vida en los labios y corazones de la gente. Por la forma en la que tocas, tú interpretas la verdad con- tenida en el texto, de modo que los pensamientos y sentimientos de los congregantes se unan de manera más perfecta. Para cumplir bien tu misión, debes saber con suficiente anticipación, cuáles himnos han sido seleccionados, a fin de prepararte mejor para el culto. Analiza en un espíritu de oración cada estrofa (así la melodía como el texto) de modo que puedas tocarla con la sensibilidad adecuada. Practica, a fin de evitar los errores que tanta distracción ocasionan. Nota los nombres de las tonadas, y su metro. Consulta el índice de los metros para cuando quieras variar la tonada de un himno. Ayuda al pastor para enseñar al pueblo nuevos cantos, con el ritmo y tempo ade- cuados, de modo que se enriquezca cada vez más su alabanza al Señor. A ti, hermano(a) miembro de la iglesia:• Dios te ha llamado a adorar- lo «en espíritu y en verdad».3 Glorificar a Dios de esta manera es tu fin principal, así en esta vida como en la del porvenir. Es muy frecuente ver que las bancas del templo se convierten en butacas para espectado- res que contemplan obras de culto coreografiadas y puestas en escena por otros. La Biblia desconoce semejante actitud pasiva en el culto. Adorar a Dios involucra a toda la congregación actuando en conjunto, en busca del placer y regocijo del divino espectador. Los pastores y demás líderes del culto sólo están para guiarte. La adoración es algo que tú y yo debemos hacer, y de la mejor manera posible. Uno de los lugares del culto donde es más activa nuestra participación es precisa- mente en el canto de los himnos. Como parte de tu preparación para el culto, piensa en Sólo a Dios la gloria como tu guión. Te ayuda a entender lo que debes pensar y decir en diferentes partes del culto. Medita en cada himno que se va a cantar. Nota el tema a la cabeza de la página, así como el texto lema del himno, y los textos de referencia para cada estrofa. Abajo del himno están los nombres del autor y del compositor de la música, o del arreglista. Hazte el propósito de cantar con el espíri- tu y cantar también con el entendimiento.4 Con todo el pueblo de Dios, tú y yo somos adoradores… ¡cuán grande nuestro privilegio! El objetivo central de quienes hemos trabajado en las varias comisiones para que este nuevo Himnario Evangélico Presbiteriano Sólo a Dios la gloria pueda ver la luz del día, ha sido siempre el de ofrecer al pueblo evangélico, en este nuevo milenio, una colección actualizada de «salmos, himnos y cantos espirituales» con los que podamos glorificar a Dios «can- tando con gracia al Señor en nuestros corazones».5 Soli Deo Gloria Comisión de preparación: Prof. Javier Arjona Gutiérrez, música, presidente Pbro. Jorge Alvarado Reyes, teología Prof. Miriam Álvarez Hernández, música Prof. Ana Lilia Contreras de Sánchez, música Pbro. Joaquín García Guzmán, liturgia Prof. Rubén Hernández Díaz, poesía Pbro. Juan M. Isáis, poesía Pbro. David Legters M., teología Prof. Elia Ruth Maldonado de Castellanos, música, secretaria Prof. Eunice Palomino de Moreno, música Prof. Samuel Pascoe Aguilar, música Pbro. Neri Rivera Gómez, liturgia Prof. Hazael Sánchez Juárez, música Comisión editorial: Pbro. David Legters M., presidente Prof. Javier Arjona Gutiérrez, coordinador de música A.I. Carlos Rodríguez López, tesorero Pbro. Juan M. Isáis A.I. Eleazar Mendoza Ramírez A.I. Abel Plata Orozco, editor ___________________________________ 1 Job 38.7 2 Sal. 100.1 3 Jn. 4.24 4 1 Co. 14.15 5 Ef. 5.19; Col. 3.16 RECONOCIMIENTO La honra y la gloria es para Dios, pero el reconocimiento del trabajo es para todos los que hicieron posible que saliera a la luz este nuevo himnario que no fue uno solo, sino un equipo de más de treinta personas que han partici- pado en las diferentes etapas de su elaboración. Colaboraron en esta tarea, además de los teólogos, músicos, poetas y pastores mencionados en las comisiones: los tipógrafos, tanto músicos como secretarias, quienes trasladaron las ideas y la música en archivos digitales, para posteriormente pasarlos a papel; los revisores tanto de música como de letra que no permitieron que cometiéramos tantos errores, aunque sabemos muy bien que toda obra humana es perfectible y no está exenta de errores, por más que se ha procurado al máximo eliminarlos; los arreglistas y poetas que nos pusieron en mejor forma la música y la letra, para que pudiéramosinterpretarla; los recopiladores de índices trabajaron para que nos fuera fácil la utilización de este himnario; los gestores de los derechos de autor, cuya labor fue procurar que estuviéramos en regla con los dueños que tienen him- nos registrados; y los diseñadores, que permitieron una mejor presentación, y todo esto, sólo para la gloria de Dios. Aun cuando corremos el riesgo de omitir a alguna persona que colaboró con su «granito de arena», de antemano le rogamos una disculpa, pero que- remos enunciar a las personas de quienes sí tenemos registrada su partici- pación entusiasta y desinteresada: Obed Vázquez Trujillo, Obed Valencia Lozada, Pablo Jiménez, Daniel Vázquez V., Israel Ramírez S., Angélica María Rocha Pérez, Oscar Enrique Hernández Juárez, Rubén Hernández Díaz, Elia Ruth Castellanos Maldonado, Fernando Rodríguez B,. Víctor Aguilar V., Jona- tán Aguilar V., Yazmín Bautista Lazcano y Joel Cruz Martínez. En virtud de que en parte ha sido una recopilación de himnos de diver- sos himnarios editados y no editados formalmente, nos hemos cuidado de obtener los permisos necesarios de sus autores, compositores y administra- dores de derechos de autor. A quienes también agradecemos su disponibili- dad y amor a la Iglesia de Cristo para autorizarnos el uso de los himnos que tienen en custodia. Es importante reconocer a quienes aportaron los recursos financieros para lograr poner en sus manos este himnario, consideramos que Dios en su infinita misericordia movió los corazones para que aportaran lo necesario, entre otros mencionaremos a: la R. Asamblea General, a la Sociedad Adminis- tradora de Servicios de Salud y a todas las iglesias que, sin ver el nuevo himnario, aportaron como ofrendas o como preventas para la impresión del mismo. La Comisión Editorial AYUDAS LITÚRGICAS LA ORACIÓN DEL PADRENUESTRO (Mateo 6.9-13) Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. LOS DIEZ MANDAMIENTOS (Éxodo 20.2-17) Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. 1- No tendrás dioses ajenos delante de mí. 2- No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a mi- llares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. 3- No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. 4- Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. 5- Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. 6- No matarás. 7- No cometerás adulterio. 8- No hurtarás. 9- No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. 10-No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu próji- mo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. EL GRAN MANDAMIENTO (Marcos 12.29-31) El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Éste es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. CREDO DE LOS APÓSTOLES Creo en Dios padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y en Jesucristo, su único Hijo, y Señor nuestro, que fue concebido del Espíritu Santo, nació de la Virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió al cielo, y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; y desde allí vendrá al fin del mundo a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Universal, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable. Amén. CREDO NICENO Creemos en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creemos en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho, que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, Virgen, y se hizo hombre, y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Es- crituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre, y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creemos en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creemos en la Iglesia, que es una, santa, universal y apostólica. Reconocemos un solo bautismo para el perdón de los pecados. Esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén. LAS BIENAVENTURANZAS (Mateo 5.3-12) Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericor- dia. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. Glorificar a Dios Sólo a Dios la gloria 1. Glorificar a Dios ¿Cuál es el fin principal del hombre? El fin principal del hombre es el de glorificar a Dios y gozar de él para siempre. Catecismo Menor Glorificar a Dios 1 Sólo a Dios la gloria A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Ro. 11.36 1- Ef. 1.3 2- Ef. 1.6 3- Ef. 1.12-14 C- 1 Cr. 16.24 1. Bendito tú seas en sitios celestes, recibe los cantos de gloria y loor; bendito tú seas, te cantan las huestes que tú redimiste, ¡oh, gran Salvador! Coro Sólo a Dios la gloria, el Padre perfecto; sólo a Dios la gloria, Jesús, nuestro bien; sólo a Dios la gloria, el gran Paracleto; sólo a Dios la gloria, por siempre. Amén. 2. Por Cristo, el amado, tu pueblo escogido, de antaño apartado, le das un lugar; tú le haces acepto y le has bendecido en riqueza y gracia, por tu voluntad. 3. Por eso la gloria a tu nombre bendito rendimos fervientes ¡oh, Dios eternal! A ti seala gloria, ¡oh, Dios infinito! A ti sea la gloria Por siempre jamás LETRA: Rubén Hernández Díaz, 2001 MÚSICA: Obed Valencia L., 2001 2 A Dios sea la gloria A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús. Ef. 3.21 1- Lc. 7.42-43 2- 1 Co. 10.31 C- Ro. 11.36 1. ¿Cómo agradecer lo que hizo el Señor por mí? Que, sin merecer, derramó su sangre carmesí; un coro de un millón de ángeles no expresará mi gratitud, pues lo que soy y un día anhelo ser, lo debo todo a él. Coro A Dios sea la gloria, a Dios sea la gloria, a Dios sea la gloria por lo que hizo por mí. Con su sangre me ha salvado, su poder me ha sanado, a Dios sea la gloria por lo que hizo por mí. 2. Quiero vivir una vida que sea agradable sólo a él, y si ganare alguna fama, toda al Calvario la llevaré. Coro para la segunda estrofa Con su sangre me ha salvado su poder me ha sanado, a Dios sea la gloria por lo que hizo por mí. LETRA Y MÚSICA: Andraé Crouch, es traduc- ción Glorificar a Dios 3 Eres digno Señor, digno eres, porque tú creaste todas las cosas. Ap. 4.11 Eres digno, eres digno, eres digno, Señor, de alabanza, honra y gloria, gloria y todo poder. Pues todas las cosas por ti fueron hechas y existen por tu voluntad; todo has creado para tu gloria; eres digno, Señor. LETRA Y MÚSICA: Pauline M. Mills, arr. Jack Schrader Este canto se puede enlazar con el siguiente. 4 Digno es el Cordero que murió El Cordero que fue inmolado es digno. Ap. 5.12 Digno es el Cordero que murió, digno es el Cordero que murió, digno es el Cordero que murió de recibir fuerza, riqueza, saber y poder, honra y gloria y bendición. Digno es el Cordero, digno es el Cordero, digno es el Cordero que murió; digno es el Cordero. LETRA Y MÚSICA: Don Wyrtzen, es trad., basado en Ap 5.12, adapt. Eunice Palomino L. 5 ¡Gloria, gloria, aleluya! No es vuestra la guerra, sino de Dios. 2 Cr. 20.15 1- Sal. 46.7 2- Zac. 4.6 3- 1 Co. 15.3-4 4- Ap. 14.1 C- Is. 42.12 1. Es el Dios de los ejércitos en quien yo confiaré, y con címbalos de gozo al Señor ensalzaré; él despide los relámpagos, mas nunca temeré, él es mi protector. Coro ¡Gloria, gloria, aleluya! ¡Gloria, gloria, aleluya! ¡Gloria, gloria, aleluya a nuestro Salvador! 2. Con ejército no gana sus victorias el Señor, ni con fuerza lucha en contra de Satán, el tentador; la potencia del Espíritu, ha dicho el Dios de amor, es la que vencerá. 3. En Belén de Palestina el Señor Jesús nació, y después de treinta años en la cruenta cruz murió; pero vive para siempre, pues la tumba ya venció; su nombre alabaré. 4. El Señor de los señores ya muy pronto volverá, y a su pueblo con gran gozo a las nubes llevará; y por siempre moraremos todos en la eternidad con nuestro Salvador. LETRA: Julia Ward Howe, trad. y adapt. Roberto C. Savage MÚSICA: Melodía americana, s. XIX Glorificar a Dios 6 A ti cantamos la gloria, Señor Cantarán gozosos por la grandeza de Jehová. Is. 24.14 1- Ap. 5.13 2- Mt. 26.28 3- Sal. 98.7-8 C- Heb. 2.10 1. A ti cantamos la gloria, Señor, por tu bondad y por tu grande amor. Eres tú digno de todo honor; fuente de vida, he aquí el clamor. Coro Oh, Rey del cielo, gran Salvador, a ti te damos nuestro loor. Ser supremo, Dios sin igual, con humildad te alabamos, Señor. 2. Al Salvador quien murió en la cruz, a quien con sacrificio nos dio la luz, a quien con sangre preciosa de amor, a Jesucristo, he aquí el clamor. 3. Cantan las aves tu gloria, Señor; brillan las flores, expresando loor, y los que en deuda están a tu amor, cantan con gratitud ahora, Señor. LETRA Y MÚSICA: Brus del Monte, arr. Obed Valencia L. Este canto se puede enlazar con el siguiente. 7 Gloria al nombre de Cristo Vemos a Jesús, coronado de gloria y de honra. Heb. 2.9 Gloria al nombre de Cristo, gloria al nombre de Cristo, es mi Dios, es mi fuerza, es mi libertador en quien confiaré. Gloria al nombre de Cristo. LETRA Y MÚSICA: Roy Hicks Jr. Este canto se puede enlazar con el siguiente. 8 En mi vida gloria te doy Para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo. 1 P. 4.11 1- Jn. 9.24 2- 1 Cr. 16.9-10 3- Is. 60.21 4- Jn. 15.8 1. En mi vida gloria te doy, gloria te doy, en mi vida gloria te doy, Señor. 2. En mi canto… 3. En tu iglesia… 4. En tu mundo… LETRA Y MÚSICA: Bob Kilpatrick La Biblia... nuestra regla La Biblia… nuestra regla La Palabra de Dios que se contiene en las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento, es la única regla que ha dado Dios para enseñarnos cómo hemos de glorificarle y gozar de él. Catecismo Menor La Biblia... nuestra regla 9 Santa Biblia En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti. Sal. 119.11 1- Pr. 2.4-5 2- Pr. 6.23 3- Sal. 119.50 4- Is. 33.6 1. Santa Biblia, para mí eres un tesoro aquí; tú contienes con verdad la divina voluntad; tú me dices lo que soy, de quién vine y a quién voy. 2. Tú reprendes mi dudar, tú me exhortas sin cesar; eres faro que a mi pie va guiando por la fe a las fuentes del amor del bendito Salvador. 3. Eres infalible voz del Espíritu de Dios, que vigor al alma da cuando en aflicción está; tú me enseñas a triunfar de la muerte y el pecar. 4. Por tu santa letra sé que con Cristo reinaré; yo, que tan indigno soy, por tu luz al cielo voy; Santa Biblia, para mí eres un tesoro aquí. LETRA: John Burton, trad. Pedro Castro MÚSICA: Melodía española, atrib. a Henry R. Bishop 10 Tu palabra es mi cántico Cánticos fueron para mí tus estatutos. Sal. 119.54 1- Ef. 6.7 2- Sal. 119.72 3- Sal. 119.99 4- Jer. 23.29 5- 1 P. 2.2 C- Jer. 15.16 1. Tu palabra es mi cántico, esperanza y gozo da; es espada, arma divinal y escudo contra el mal. Coro: Por la santa Biblia te alabo, Padre amante, mi Señor. Te adoro Cristo, Rey eterno; gracias, oh Consolador. 2. Tu palabra es mi lámpara, luz divina y guía fiel; más deseable que oro y plata es, y más dulce que la miel. 3. Tu palabra es mi gran mentor, es semilla, eterno don; quiero siempre en ella meditar, hallo allí la salvación. 4. Tu palabra trae libertad, me consuela la aflicción; cual martillo y espejo es, fuego en el corazón. 5. Tu palabra es mi agua y pan, limpia el ser y fuerza da; leche y carne encuentro yo allí que a mi alma sostendrá. LETRA: Basada en los símbolos bíblicos de la palabra de Dios, Felipe Blycker J., 1980 MÚSICA: Felipe Blycker J., 1980 Este canto se puede enlazar con el siguiente. La Biblia... nuestra regla 11 Tu palabra santa llama Tu ley está en medio de mi corazón. Is. 40.8 1- Dt. 11.18 2- Sal. 119.93 3- Jn. 6.63 C- Sal. 119.89 1. Tu palabra santa llama a todo hombre pecador, para darle siempre calma y llenarlo de tu amor; si la acepta con el alma sentirá su corazón que de veras tú le amas, ¡oh, divino Salvador! Coro Cielo, estrellas, mar y tierra, todo, todo pasará; sólo tu palabra eterna por los siglos durará. 2. Tu palabra salvadora es verdad, es vida, es luz que ilumina a toda hora hasta donde te hallas tú. Haz que tenga yo la honra de llevar siempre tu cruz y alcanzar así la gloria, donde moras, mi Jesús. 3. Tu palabra es pan de vida, es sustento espiritual; cuando llega al alma herida le da alivio, le da paz. Todo aquel que la recibe, nunca, nunca morirá, porque tú quieres que viva por toda la eternidad. LETRA Y MÚSICA: Alberto G. Martínez, en Rayos de Esperanza, arr. L. Domínguez. 12 La ley de Dios perfecta es Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil. 2 Ti. 3.16 1- Sal. 19.7 2- Sal. 19.8 3- Sal. 19.9 4- Sal. 19.10 5- Sal. 19.11 C- Sal. 119.97 1. La ley de Dios perfecta es, del mal convierte al alma; sus testimonios fieles son, pues brindan dulce calma. Coro ¡Cuánto amo tu ley! ¡Cuánto amo tu ley! Es para mi alma grata meditación. ¡Cuánto amo tu ley! ¡Cuánto amo tu ley! Es para mí sin par meditación. 2. Los estatutos del Señor su rectitud proclaman, sus mandamientos puros son, pues gracia y luz derraman. 3. Muy limpio y puro es el temor de Dios, por siempre dura: los juicios de Jehová, verdad, y su justicia pura. 4. Es más preciosa que el metal y que el oro afinado, lo que destila delpanal tu ley lo ha superado. 5. En ellos hallan corrección los siervos del Señor y en observarlos con amor hay grande galardón. LETRA: Basada en Sal. 19, es. 1-3 Eleazar Z. Pérez, est. 4 Rubén Hernández D., est. 5 Nicolás Martínez MÚSICA: James McGranahan La Biblia... nuestra regla 13 Bellas palabras de vida Moisés recibió palabras de vida que darnos. Hch. 7.38 1- Hch. 5.20 2- Jn. 6.68 3- Jn. 5.24 C- Sal. 139.17 1. Oh, cantádmelas otra vez, bellas palabras de vida; hallo en ellas mi gozo y luz, bellas palabras de vida. Sí, de luz y vida, son sostén y guía. Coro ¡Qué bellas son, qué bellas son! Bellas palabras de vida. ¡Qué bellas son, qué bellas son! Bellas palabras de vida. 2. Jesucristo a todos da bellas palabras de vida; oye su dulce voz, mortal, bellas palabras de vida. Bondadoso te salva, y al cielo te llama. 3. Grato el cántico sonará, bellas palabras de vida; tus pecados perdonará, bellas palabras de vida. Sí, de luz y vida son sostén y guía. LETRA: Philip P. Bliss, trad. Julia Butler MÚSICA: P.P. Bliss (1874) 14 Libro santo, por Dios inspirado La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Ro. 10.17 1- 2 Ti. 3.16 2- Sal. 19.7 3- 2 Ts. 3.1 1. Libro santo, por Dios inspirado, manantial de verdades eternas, has venido a romper las cadenas del pecado, ignorancia y temor. Tú nos hablas de regias mansiones, de un destino feliz más allá; manifiesto a la vista nos pones lo que al santo su Dios le dará. 2. Es perfecto el mandato divino, rectamente encamina a las almas, al pequeño a quien tú tanto amas, tus preceptos lo hacen crecer. Paz y gozo perfecto le has dado al mortal que en tus aguas bebió; galardón inmortal ha logrado, el que fiel tu mandato guardó. 3. Sigue siempre brillando en el mundo, que aún millones tu luz desconocen, y a fin que tu influencia ellos gocen, en el mundo te haré circular. Dios bendito, despeja mi mente para ver tu perfecta verdad, haz la guarde por siempre obediente alabando tu excelsa bondad. LETRA Y MÚSICA: Rev. Plutarco D. Arellano, arr. Javier Arjona G. La Biblia... nuestra regla 15 Lámpara es a mis pies tu palabra El mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz. Pr. 6.23 1- Sal. 119.105 2- Sal. 119.130 3- Sal. 33.11 1. Lámpara es a mis pies tu palabra, lámpara es a mis pies tu palabra, lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. 2. La exposición de tus dichos alumbra, la exposición de tus dichos alumbra, la exposición de tus dichos alumbra y hace entender a los simples. 3. Y para siempre, oh Señor, permanece, y para siempre, oh Señor, permanece, y para siempre, oh Señor, permanece tu palabra en los cielos. LETRA: Basada en Sal. 119.105, 130, 89 MÚSICA: Felipe Blycker J., 1972 16 De tus mandatos tengo sed Mi boca abrí y suspiré, porque deseaba tus man- damientos. Sal. 119.131 1- Sal. 63.1 2- Sal. 84.2 3- Sal. 119.97 4- Sal. 119.176 C- Sal. 19.10 1. De tus mandatos tengo sed, reclamo yo tu amor, mi alma ve y ten merced de mí, buen Salvador; tu luz divina hazme ver y tus mandatos conocer. Coro Tu ley es deliciosa y tus promesas son más ricas, sí, que todo don, y tu palabra hermosa, que oro más preciosa. 2. Anhela mi alma conocer ardiente tu verdad, y tus palabras entender con celo y claridad; delicia tu palabra es y luz gloriosa de mi ser. 3. Tu ley yo amo, oh Jesús, pues ella goces da; constante sigo yo su luz y mi alma vencerá; más gratas tus palabras son que todo bien y posesión. 4. Tu siervo cual oveja es, sus sendas al errar; espero yo que a mi alma des la senda del hogar; tus estatutos hazme ver, te quiero obedecer. LETRA: Juan N. de los Santos, 1925, basada en Sal. 119 MÚSICA: William A. Ogden, 1891 La Biblia... nuestra regla 17 Los cielos cantan tu loor Lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Ro. 1.19 1- Lc. 24.27 2- Sal. 19.5-7 3- Sal. 103.20-22 4- Hch. 3.25-26 1. Los cielos cantan tu loor, los astros muestran tu poder, mas en tu libro es, oh Señor, donde tu nombre es dado ver. 2. Tu sabia mano guía al sol y a noche y día da lugar; aún más fiel revelación en tu palabra se hallará. 3. En alabanzas sin cesar prorrumpe a una la creación, y tu justicia y tu verdad fulgura en limpio corazón. 4. Hasta que pueda el mundo ver, bajo la gloria de tu faz, a Cristo dando por doquier su bendición, su amor, su paz. LETRA: Isaac Watts, trad. Nicolás Martínez MÚSICA: Lowell Mason 18 Viene a nosotros la vida Anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida. Hch. 5.20 C- Jn. 6.63 1- Sal. 19.7 2- Stg. 1.25 Coro ¡Aleluya, aleluya! Viene a nosotros la vida. ¡Aleluya, aleluya! Viene a nosotros la paz. 1. Aleluya a ti, oh Cristo, por tu palabra de amor, tu ley, Señor, es perfecta, que a mi alma convirtió. Es la Biblia, libro santo, fiel mandamiento de Dios, más que el oro tu precepto es el tan preciado don. 2. Aleluya en el trabajo, aleluya en la unidad; tu palabra nos da vida y nos hace caminar, luchar por un mundo nuevo, lleno de amor y verdad, tu palabra nos impulsa. ¡Aleluya, aleluya! LETRA: De la Misa cubana, Clara Luz Ajo, est. 1 Rubén Hernández Díaz MÚSICA: Clara Luz Ajo, arr. Obed Valencia L. 19 Con alma y voz te alabaré Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan. Lc. 11.28 1- Is. 25.1 2- Sal. 107.19-20 1. Con alma y voz te alabaré y yo tus glorias cantaré; adoro yo tu majestad, te alabaré por tu verdad; verdad y gracia sólo son en tu palabra bendición, en tu palabra bendición. 2. Clamé a ti por mi salud, me dio tu ley poder, virtud; los reyes prez a ti darán, pues tu palabra escucharán, y cantarán con dulce son las glorias de tu salvación, las glorias de tu salvación. LETRA: Juan N. de los Santos, 1925 MÚSICA: William B. Bradbury, 1863 La Biblia... nuestra regla 20 Grato es contar la historia Venid, y contaré lo que ha hecho a mi alma. Sal. 66.16 1- Sal. 71.15 2- Hch. 4.20 3- Hch. 13.42-43 4- Ap. 15.3 C- Mal. 1.5 1. Grato es contar la historia del celestial favor, de Cristo y de su gloria, de Cristo y de su amor. Me agrada referirla, pues sé que es la verdad; y nada satisface cual ella mi ansiedad. Coro ¡Cuán bella es esta historia! Mi tema allá en la gloria será ensalzar la historia de Cristo y de su amor. 2. Grato es contar la historia más bella que escuché, más áurea, más hermosa que cuanto yo soñé. Contarla siempre anhelo, pues hay quien nunca oyó que, para hacerle salvo, Cristo en la cruz murió. 3. Grato es contar la historia que placentera es, y es más al repetirla, preciosa cada vez. La historia, pues, que canto, oíd con atención, porque es mensaje santo de eterna salvación. 4. Grato es contar la historia, de todas la mejor, que cuanto más se escucha, infunde más amor. Y cuando allá en la gloria entone mi cantar, será la misma historia que tanto supe amar. LETRA: A. Catherine Hankey, trad. Juan N. Cabrera MÚSICA: William G. Fischer 21 Yo anhelo, Jesús, tu palabra guardar Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos. Sal. 119.112 1- Sal. 119.105 2- Sal. 119.133 C- Sal. 119.9 1. Yo anhelo, Jesús, tu palabra guardar, pues lámpara es que ilumina mi pie, lumbrera que alumbra en la vía terrenal; más fina que el oro, más dulce que miel. Coro Ayúdame, oh Cristo, por siempre a guardar tus santos mandatos con fidelidad; así mi camino más limpio será, pues tus testimonios dichoso me harán. 2. Si ordeno mis pasos conforme a tu ley, Satán a mis plantas vencido será; si tú me iluminas, podré comprender las mil maravillas que encierra tu ley. LETRA: Guillermina Morales F. MÚSICA: Desconocido La Biblia... nuestra regla La Trinidad Dios, su majestad y gloria La Trinidad Hay tres personas en la Divinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; y estas tres personas son un solo Dios, las mismas en sustancia, iguales en poder y gloria. Catecismo Menor La Trinidad 22 A nuestro Padre Dios Se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos. Ap. 5.14 1- Jn. 3.16 2- Ap. 1.5-6 3- Jn. 15.26 4- Is. 57.15 1. A nuestro Padre Dios alcemos nuestravoz, ¡gloria a él! Tal fue su amor que dio al Hijo que murió, en quien confío yo, ¡gloria a él! 2. A nuestro Salvador demos con fe loor, ¡gloria a él! Su sangre derramó; con ella me lavó y el cielo me abrió, ¡gloria a él! 3. Espíritu de Dios, elevo a ti mi voz, ¡gloria a ti! Con celestial fulgor me muestras el amor de Cristo, mi Señor, ¡gloria a ti! 4. Con gozo y amor cantemos con fervor al trino Dios. En la eternidad mora la Trinidad; ¡por siempre alabad al trino Dios! LETRA: Del libro Estrella de Belén, 1867 MÚSICA: En Thesaurus Musicus, 1745 23 Te loamos, oh Dios Dad a Jehová la gloria debida a su nombre. Sal. 29.2 1- Ef. 4.32 2- Jn 3.14-15 3- 2 Ti. 1.7 4- Ef. 4.4-6 C- Sal. 108.3-4 1. Te loamos, oh Dios, nuestro Padre de amor, pues en Cristo, tu Hijo, nos diste perdón. Coro Aleluya, te alabamos, oh, cuán grande es tu amor. Aleluya, te adoramos, bendito Señor. 2. Te loamos, Jesús, pues tu trono de luz tú dejaste por darnos salud en la cruz. 3. Te damos loor, Santo Consolador, que nos llenas de gozo y santo valor. 4. Unidos load a la gran Trinidad, que es la fuente de gracia, poder y verdad. LETRA: William P. Mackay, trad. Howard W. Cragin MÚSICA: John J. Husband, 1815 La Trinidad 24 Al Rey de los reyes Y Jehová será rey sobre toda la tierra. Zac. 14.9 1- Sal. 45.1 2- 1 Ts. 3.13 3- 1 P. 4.14 4- 1 Ti. 1.17 C- Ro. 15.13 1. Al rey de los reyes, Jehová, el glorioso, cantemos con gozo en santa comunión; con gran reverencia a él nos lleguemos, su nombre ensalcemos de todo corazón. Coro Gozo y paz hay en mi corazón, su gracia me salvó y aseguró mi salvación. Es mi anhelo a mi Señor servir, su voluntad cumplir y para él siempre vivir. Oh, tan dulce esperanza nos alienta para seguir la senda que el Maestro nos marcó con su ejemplo aquí. Allá en lontananza, al fin de la labor, daremos alabanza a nuestro Salvador. 2. Al Rey de los reyes, Jesús, el amante, sublime y triunfante al mundo volverá; con todos sus santos, con alegres cantos, su iglesia anhelante a él se unirá. 3. Espíritu eterno de Dios, guía santa, a nuestra plegaria atiende, oh Señor; tu pueblo te adora, también hoy te canta, enjuga tu llanto, oh gran Consolador. 4. Al Dios solo sabio y omnipotente, den todos reverentes, honor y majestad; por tus beneficios, recibe propicio mi humilde servicio, divina Trinidad. LETRA Y MÚSICA: En Rayos de Esperanza; est. 3 Rubén Hernández D., arr. Nahum Aquino C. 25 Santo, santo Levantemos nuestros corazones y manos a Dios en los cielos. Lm. 3.41 1- Sal. 22.3 2- Jn. 1.12 3- Tit. 2.14 4- Ef. 5.18 5- Ap. 19.3 1. Santo, santo, santo, santo, santo, santo Dios poderoso; levantemos nuestras manos en señal de gratitud. Santo, santo, santo, santo. 2. Santo Padre, santo Padre, te damos gracias por ser tus hijos; levantemos nuestras manos en señal de gratitud. Santo Padre, santo Padre. La Trinidad 3. Santo Hijo, Jesucristo, te damos gracias por redimirnos; levantemos nuestras manos en señal de gratitud. Santo Hijo, Jesucristo. 4. Santo Espíritu, Santo Espíritu, limpia y llénanos de tu presencia; levantemos nuestras manos en señal de gratitud. Santo Espíritu, Santo Espíritu. 5. Aleluya, aleluya, aleluya, oh aleluya; levantemos nuestras manos en señal de gratitud. Aleluya, aleluya. LETRA Y MÚSICA: Jimmy Owens 26 Cantad al Señor Cantad a Jehová cántico nuevo. Sal. 96.1 1- Is. 12.4 2- 1 Jn. 4.9 3- Ap. 5.9 4- Jn. 16.13 5- Ap. 19.4 1. Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor en toda la tierra; cantad al Señor, bendito su nombre. Cantad al Señor, cantad al Señor. 2. Cantad al Creador, el dueño de todo, al Padre de amor que es santo y eterno; al mundo él amó, ha dado a su Hijo. Cantad al Señor, cantad al Señor. 3. Cantad a Jesús, el digno Cordero, él nos redimió, Pastor amoroso; es Cristo, el Rey, por siempre glorioso. Cantad al Señor, cantad al Señor. 4. Cantad al Señor, Espíritu Santo, es nuestro guiador, él nos justifica, es Consolador, él nos santifica. Cantad al Señor, cantad al Señor. 5. Cantad al Señor: ¡Amén, aleluya! Cantad al Señor: ¡Amén, aleluya! Cantad al Señor: ¡Amén, aleluya! Cantad al Señor, cantad al Señor. LETRA: Autor desconocido, Brasil, adapt. Rubén Hernández Díaz MÚSICA: Melodía brasileña, autor desconocido, arr. Javier Arjona G. La Trinidad 27 Glorifícate en todo ser Todos glorificaban a Dios. Hch. 4.21 1- Ro. 15.16 2- 2 Ts. 1.12 3- 1 P. 4.14 1. Padre, te amamos y unidos te adoramos, glorifícate en todo ser. Glorifícate, glorifícate, glorifícate en todo ser. 2. Cristo, te amamos y unidos te adoramos, glorifícate en todo ser. Glorifícate, glorifícate, glorifícate en todo ser. 3. Santo Espíritu, unidos te adoramos, glorifícate en todo ser. Glorifícate, glorifícate, glorifícate en todo ser. LETRA Y MÚSICA: Donna Adkins 28 ¡Santa, bendita Trinidad! A mi Dios cantaré salmos mientras viva. Sal. 104.33 1- Is. 63.16 2- Ap. 19.13 3- 1 Co. 3.16 4- Ap. 7.12 1. Canto a mi Padre celestial, a ti, mi Dios y Redentor, doy alabanzas; tú mi esperanza, gloria al eterno Creador. 2. Canto a Jesús, mi Salvador, al verbo eterno, Emanuel; él con su muerte cambió mi suerte, gloria al excelso Redentor. 3. ¡Oh, Santo Espíritu de Dios! tú eres el guía en mi vivir; me santificas, me purificas, vives en mí, Consolador. 4. ¡Santa, bendita Trinidad! A ti mi vida quiero dar; gloria cantemos y proclamemos glorias eternas al Señor. Este texto se canta con la música del himno Nº 185 LETRA: Rubén Hernández Díaz 29 Ven, oh Todopoderoso ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Ap. 19.6 1- Is. 43.15 2- 1 Jn. 4.14-15 3- Ro. 8.6 1. Ven, oh Todopoderoso, adorable Creador; Padre santo, cariñoso, manifiesta tu amor. A tu trono de clemencia levantamos nuestra voz, tu presencia te pedimos, nuestro Padre, nuestro Dios. 2. Ven, oh Salvador divino, Dios de nuestra salvación; en nosotros haz morada, vive en nuestro corazón. Eres tú, Jesús, benigno, eres infinito amor, óyenos, te suplicamos y bendícenos, Señor. 3. Ven, Espíritu divino, danos tu precioso don; La Trinidad Dios Consolador, inspira paz en todo corazón. De los santos la herencia, déjanos hallar en ti y la vida de los cielos gozaremos ya aquí. LETRA: Henry G. Jackson MÚSICA: Thomas J. Williams 30 Sólo a ti, Dios y Señor Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. Mt. 4.10 1- Dt. 6.13 2- Ez. 37.9, 26 3- Is. 9.6 4- Dn. 3.26-28 1. Sólo a ti, Dios y Señor, adoramos, adoramos, y la gloria y el honor tributamos, tributamos; sólo a Cristo, nuestra luz, acudimos, acudimos, por su muerte en la cruz revivimos, revivimos. 2. Un Espíritu, no más, nos gobierna, nos gobierna, y con él, Señor, nos das paz eterna, paz eterna; él es fuego celestial, cuya llama, cuya llama en amor angelical nos inflama, nos inflama. 3. Disfrutamos tu favor solamente, solamente por Jesús, fuente de amor permanente, permanente; sólo él nos libertó de la muerte, de la muerte, sólo él se declaró nuestro fuerte, nuestro fuerte. 4. Sólo tú, oh Creador, Dios eterno, Dios eterno, nos libraste del furor del infierno, del infierno y por esto con placer proclamamos, proclamamos que sólo en tu gran poder confiamos, confiamos. LETRA: Pedro Castro MÚSICA: En Lyra Davídica, Londres, 1708 31 Padre eterno Adoremos y postrémonos delante de Jehová. Sal 95.6 1- Jn. 4.23 2- Mt. 28.9 3- Jn. 14.17 1. Padre eterno, me postro ante ti, Padre eterno, me postro ante ti; te amo, te adoro, te rindo loor; Padre eterno, me postro ante ti. 2. Jesucristo, te alabaré, Jesucristo, te alabaré; te amo, te adoro, te rindo loor; Jesucristo, te alabaré. 3. Santo Espíritu Consolador, Santo Espíritu Consolador; me guías, me ayudas y vives en mí; Santo Espíritu Consolador. LETRA: Autor desconocido, trad. Pancho Martel, alt. MÚSICA: Autor desconocido, arr. Daniel Vázquez V. La Trinidad 32. Oh Padre, eterno Dios En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Mt. 28.19 1- Ro. 1.7 2- Sal. 57.7 3- Ez. 36.27 1. ¡Oh Padre, eterno Dios! Alzamos nuestra voz en gratitud de cuanto tú nos das con sin igual amor,hallando nuestra paz en ti, Señor. 2. ¡Bendito Salvador! Te damos con amor el corazón, y aquí nos puedes ver que humildes a tu altar venimos a ofrecer precioso don. 3. ¡Espíritu de Dios! Escucha nuestra voz, y tu bondad derrame en nuestro ser divina claridad, para poder vivir en santidad. Amén. LETRA: Vicente Mendoza MÚSICA: Felipe de Giardini La Trinidad Sabiduría Dios, su majestad y gloria El Padre, sus perfecciones sabiduría, poder, santidad, bondad, justicia y verdad Dios es espíritu, infinito, eterno e inmutable en su ser, sabiduría, poder, santidad, bondad, justicia y verdad. Catecismo Menor El Padre, sus perfecciones 33 Himno al Padre Bendito sea el Dios Altísimo. Gn. 14.20 1- Ex. 3.15 2- Sal. 92.1 3- Gn. 22.14 4- Dt. 32.3 1. Cantadle a una voz, omnipotente Dios, su nombre es Elohim, el trino Creador; Jehová es el gran “Yo Soy”, y eterno es El Olam, postraos todos a sus pies, es nuestro Redentor. 2. Cantadle con amor, Altísimo Señor, su nombre es Adonai, del mundo Dueño y Rey; el Dios de bendición nos cuida, El Shaddai; oh, alabadle sin temor, ovejas de su grey. 3. Cantadle con fervor, supremo y fiel Pastor, su nombre es El Elyón, el Gran Gobernador; el Sempiterno Ser nos guía con amor; load a Jehová Jireh, de Sion Sustentador. 4. Con cánticos a Dios, el Padre, en alta voz, y al Hijo, el Salvador, mil salmos entonad; con himnos ensalzad al Santo Espíritu; tres veces santo, el trino Dios, servidle con lealtad. LETRA: Basada en los nombres bíblicos de Dios en Génesis, Felipe Blycker J. MÚSICA: Felipe Blycker J. 34 De Jehová cantaré ¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová. Sal. 89.8 1- Sal. 89.1 2- Sal. 89.5, 8 1. De Jehová cantaré yo las misericordias, cantaré, (cantaré), cantaré, (cantaré); de Jehová cantaré yo las misericordias, grandes misericordias cantaré. Con mi boca anunciaré tu gran verdad y fidelidad; con mi boca anunciaré tu gran verdad por todos los siglos. 2. Con tu pueblo celebraré tus maravillas, cantaré, (cantaré), cantaré, (cantaré); con tu pueblo celebraré tus maravillas, sí, de tus maravillas cantaré. Tu verdad proclamaré, pues eres Dios poderoso y fiel; tu verdad proclamaré, pues eres nuestro Rey y escudo. De Jehová cantaré yo las misericordias, cantaré, (cantaré), cantaré, (cantaré); de Jehová cantaré yo las misericordias, grandes misericordias cantaré. LETRA: Est. 1 J. Arturo Savage, est.2 Comité de Celebremos su Gloria MÚSICA: James H. Fillmore Sabiduría 35 Grande es Jehová Grande es Jehová y digno de suprema alabanza. Sal. 145.3 Grande es Jehová y le damos loor por su grande poder y su amor. Grande es Jehová y su fidelidad, y su amor para siempre será. ¡Grande es él y digno de gloria! ¡Grande es y digno de adoración! ¡Grande es él! Alcemos la voz y así proclamar: ¡Grande es Jehová! ¡Grande es Jehová! Grande es Jehová y le damos loor por su grande poder y su amor. Grande es Jehová y su fidelidad, y su amor para siempre será. ¡Grande eres tú y digno de gloria! ¡Grande eres tú y digno de honor! ¡Grande es él! Levanto mi voz, elevo mi voz: ¡Grande es Jehová! ¡Grande es Jehová! LETRA Y MÚSICA: Michael W. Smith, Deborah D. Smith, trad. Salomón E. Mussiet 36 Maravillado estoy Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. Job 42.3 Tu belleza es indescriptible, difícil de expresar; tus obras son incomprensibles, no hay nadie como tú, Señor. ¿Quién podrá entender tu sabiduría? ¿Quién podrá medir tu profundo amor? Tu belleza es indescriptible, Majestad, en tu trono estás. Maravillado estoy de ti, maravillado estoy de ti, santo Dios, de quien la gloria es; maravillado estoy. LETRA Y MÚSICA: Mark Altrogge, arr. Obed Valencia L. Este canto se puede enlazar con el siguiente. 37 Al estar aquí Que esté yo en la casa de Jehová, para contemplar la hermosura de Jehová. Sal. 27.4 Al estar en la presencia de tu divinidad, y al contemplar la hermosura de tu santidad, mi espíritu se alegra en tu majestad; te adoro a ti, te adoro a ti. Cuando veo la grandeza de tu dulce amor y compruebo la pureza de tu corazón, mi espíritu se alegra en tu majestad; te adoro a ti, te adoro a ti. Y al estar aquí, delante de ti, te adoraré; postrado ante ti, mi corazón te adora, oh Dios; y siempre quiero estar para adorar y contemplar tu santidad; te adoro a ti, Señor, te adoro a ti. LETRA Y MÚSICA: Marcos Witt, arr. Obed Valencia El Padre, sus perfecciones 38 Cuanto soy y cuanto encierro Pero tú, oh Jehová, me conoces; me viste, y probaste mi corazón. Jer. 12.3 1- Sal. 139.1-2 2- Sal. 139.4 3- Heb. 4.13 1. Cuanto soy y cuanto encierro manifiesto es para ti, pues tu vista escrutadora, ¡oh, Señor! penetra en mí Si se agita mi conciencia tú percibes su emoción; razonar ves a la mente, meditar al corazón. 2. Y hasta el íntimo deseo que en mi pecho se abrigó, sin que el labio lo expresara, en tu oído resonó; ya despierto, ya dormido, me circunda tu poder, y es tu aliento que da vida, el que aspiro por doquier. 3. ¡Oh, gran Dios! cuando contemplo tu infinita perfección, el asombro llena mi alma, se confunde mi razón y oigo un eco en mi conciencia que me dice: “Puro sé en deseos, lengua y obras porque Dios siempre te ve.” LETRA: Juan B. Cabrera MÚSICA: Ch. Gounod 39 ¡Santo, santo, grande, eterno Dios! Lo alabaré; Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre. Ex. 15.2-3 1- Ap. 16.7 2- Sal. 148.14 3- Dn. 7.13-14 C- Is. 6.3 1. ¡Santo, santo, grande, eterno Dios! Con alegría hoy te alabamos, Rey de reyes, grande capitán, todopoderoso guerrero. Honor y gloria, luz y dominio tributaremos todos a ti. Coro ¡Santo, santo eres tú, Señor! ¡Dios de las batallas, glorioso! 2. Alabadle, cielos, tierra y mar, toda su iglesia, sus mensajeros; alabanzas, cantos de loor hoy unidos elevaremos. Juez majestuoso y reverendo, fuego y vida eres, Señor. 3. Rey de siglos, solo eterno Dios, veraz y justo, incomprensible, inmortal, autor de todo bien, eres tú el Anciano de días. Y para siempre entonaremos el canto eterno de redención. LETRA: Fanny J. Crosby, 1869, trad. H. C. Ball MÚSICA: William B. Bradbury, arr. Bentley D. Ackley Poder 40 ¡Qué majestuoso es tu nombre! Sea alabado el nombre de Jehová, excelso sobre todas las naciones. Sal. 113.3-4 /¡Oh Dios, mi Dios, qué majestuoso es tu nombre en la tierra!/ /Aleluya, te alabo, Señor; aleluya, te alabo, Señor; Príncipe de paz, ¡oh, Dios poderoso!/ LETRA Y MÚSICA: Michael W. Smith, 1981 41 Oh Señor, tú has hecho los cielos Porque nada hay imposible para Dios. Lc. 1.37 Oh Señor, tú has hecho los cielos y la tierra y su gloria. Oh Señor, tú has hecho los cielos y la tierra con tu poder. Nada es imposible para ti, nada es imposible para ti. Supremo Dios, tú eres grande y sabio, Señor. Nada, nada, absolutamente nada es imposible para ti. LETRA Y MÚSICA: Kay Chance 42 Castillo fuerte Dios es nuestro amparo y fortaleza. Sal. 46.1 1- Sal. 18.2-3 2- Col. 2.15 3- 1 P. 5.8-10 4- Abd. 17-21 1. Castillo fuerte es nuestro Dios, defensa y buen escudo; con su poder nos librará en todo trance agudo. Con furia y con afán acósanos Satán, por armas deja ver astucia y gran poder; cual él no hay en la tierra. 2. Nuestro valor es nada aquí, con él todo es perdido; mas con nosotros luchará, de Dios, el escogido. Es nuestro Rey Jesús, el que venció en la cruz, Señor y Salvador, y siendo él solo Dios, él triunfa en la batalla. 3. Y si demonios mil están prontos a devorarnos no temeremos, porque Dios sabrá cómo ampararnos. ¡Que muestre su vigor Satán, y su furor! Dañarnos no podrá, pues condenado es ya por la Palabra Santa. 4. Esa palabra del Señor, que el mundo no apetece, por el Espíritu de Dios muy firme permanece. Nos pueden despojar de bienes, nombre, hogar, el cuerpo destruir, mas siempre ha de existir de Dios el reino eterno. LETRA Y MÚSICA: Martín Lutero, trad. Juan B. Cabrera El Padre, sus perfecciones 43 ¡Santo, santo, santo! Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso. Ap. 4.8 1- Is. 6.3 2- Ap. 4.10 3- Ap. 1.8 4- Ex. 34.33-35 5- Sal. 66.2-4 1. ¡Santo,santo, santo! Señor omnipotente, siempre el labio mío loores te dará. ¡Santo, santo, santo! Te adoro reverente, Dios en tres personas, bendita Trinidad. 2. ¡Santo, santo, santo! En numeroso coro, santos escogidos te adoran sin cesar. De alegría llenos y sus coronas de oro rinden ante el trono y el cristalino mar. 3. ¡Santo, santo, santo! La inmensa muchedumbre de ángeles que cumplen tu santa voluntad, ante ti se postra, bañada de tu lumbre, ante ti que has sido, que eres y serás. 4. ¡Santo, santo, santo! Por más que estés velado, e imposible sea tu gloria contemplar. Santo tú eres solo y nada hay a tu lado en poder perfecto, pureza y caridad. 5. ¡Santo, santo, santo! La gloria de tu nombre vemos en tus obras en cielo, tierra y mar. ¡Santo, santo, santo! Te adorará todo hombre, Dios en tres personas, bendita Trinidad. Amén. LETRA: Reginald Heber, 1826, trad. Juan B. Cabrera MÚSICA: John B. Dykes, 1861 44 Te loamos, te glorificamos Toda la tierra te adorará. Sal. 66.4 1- Sal. 148.2 C- Hab. 3.3 1. Te loamos, te glorificamos, te confesamos eterno Dios y Padre. Toda la tierra, con temor sagrado, siempre te adora. Y los cielos y los querubines, todos te ensalzan con voces interminables. Rey de los cielos, las eternas huestes siempre te dicen: Coro Santo, santo, santo Señor ensalzado, Dios fortísimo, tu majestad y gloria llenan los cielos, y te muestras adorado sobre la tierra. Amén. LETRA: Texto litúrgico MÚSICA: Germán Lüders Santidad 45 Cuando pienso en tu santidad Sólo tú eres santo; todas las naciones vendrán y te adorarán. Jer. 15.4 1- Sal. 34.5 2- Dt. 33.23 1. Cuando pienso en tu santidad, tu belleza puedo contemplar, este mundo no es más que una sombra ante tu gran luz. 2. Cuando encuentro el gozo de tu favor y mi voluntad descansa en tu amor, este mundo no es más que una sombra ante tu gran luz. Te adoro a ti, te adoro a ti, yo quiero vivir adorándote. Te adoro a ti, te adoro a ti, yo quiero vivir adorándote. LETRA: Basada en el Salmo 34.5 MÚSICA: Wayne & Cathy Perrin 46 Gloriosa santidad Postraos delante de Jehová en la hermosura de su santidad. 1 Cr. 16.29 1- Hch. 10.33 2- Ex. 40.34 1. Estar aquí, en tu presencia, es el momento que tanto esperé. Estar aquí, y adorarte, es el momento que tanto esperé. 2. Gloriosa santidad que llena este lugar, llenas mi corazón, llenas todo mi ser. Gloriosa santidad que llena este lugar, llenas mi corazón, llenas todo mi ser. Estar aquí. LETRA Y MÚSICA: Luis Enrique Espinoza, arr. Obed Valencia L. Este canto se puede enlazar con el siguiente. 47 Santo es Yo soy el Alfa y la Omega, el Todopoderoso. Ap. 1.8 /Santo, santo, santo es el Señor, Dios todopoderoso./ /El que era, el que es y el que ha de venir./ LETRA: Basada en Ap. 4.8 MÚSICA: Obed Valencia L. Este canto se puede enlazar con el siguiente. 48 Santo, santo, santo cantan serafines Toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y amén. Sal. 72.19 Santo, santo, santo, cantan serafines. Santo, santo, santo, Dios es el Señor. Santo, santo, santo, es fuerte nuestro Dios. Tu gloria llena los cielos, la tierra llena está. Hosanna en las alturas, hosanna, la canción. LETRA: Basada en Is. 6.3 MÚSICA: Autor desconocido, arr. Daniel Vázquez El Padre, sus perfecciones 49 ¡Santo, santo, santo, Señor Dios! Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Is. 6.3 ¡Santo, santo, santo, Señor Dios de los ejércitos! Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria. ¡Gloria a ti, Señor altísimo! Amén. LETRA: Isaías 6.3 MÚSICA: Alexander S. Cooper, 1835-1900 50 Grande es tu fidelidad Sus misericordias nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Lm. 3.22-23 1- Esd. 3.11 2- Sal. 92.2 3- Miq. 7.18 C- Os. 2.20 1. Oh, Dios eterno, tu misericordia ni una sombra de duda tendrá; tu compasión y bondad nunca fallan y por los siglos el mismo serás Coro: ¡Oh, tu fidelidad! ¡Oh, tu fidelidad! Cada momento la veo en mí; nada me falta, pues todo provees. ¡Grande, Señor, es tu fidelidad! 2. La noche oscura, el sol y la luna, las estaciones del año también, unen su canto, cual fieles criaturas, porque eres bueno, por siempre eres fiel. 3. Tú me perdonas, me impartes el gozo, tierno me guías por sendas de paz; eres mi fuerza, mi fe, mi reposo, y por los siglos mi Padre serás. LETRA: Thomas O. Chisholm, 1923, trad. Honorato Reza MÚSICA: William M. Runyan, 1923 51 Porque tú eres bueno Jehová es bueno, porque para siempre es su miseri- cordia. Sal. 107.1 Porque tú eres bueno, porque para siempre tu misericordia es; cada mañana al despertar, sé que en ti puedo confiar; me sostienes por tu gran fidelidad. Porque tú eres bueno, porque tu justicia, justicia eterna es, y en ella yo me deleitaré, en tu verdad caminaré; por tu senda de justicia guíame. LETRA Y MÚSICA: Gustavo E. Ordóñez, Pablo Bravo y Daniel Hernández, arr. Obed Valencia L. Este canto se puede enlazar con el siguiente. Bondad, justicia y verdad 52 Tu fidelidad Tu fidelidad alcanza hasta las nubes. Sal. 36.5 Tu fidelidad es grande, tu fidelidad incomparable es; nadie como tú, bendito Dios, grande es tu fidelidad. (Se canta tres veces) LETRA Y MÚSICA: Miguel Cassina, arr. Obed Valencia L. 53 Dios es amor, amor, amor Dios es amor. 1 Jn. 4.8 C- 1 Jn. 4.16 1- Sal. 136.5, 11 2- 1 Jn. 4.17 Coro Dios es amor, amor, amor. ¡Aleluya, aleluya! Dios es amor, amor, amor. ¡Aleluya, aleluya! Dios es amor, amor, amor. ¡Aleluya, aleluya! 1. La creación es una obra de amor. ¡Aleluya! La redención, una alianza de amor. ¡Aleluya! Todo su reino es un reino de amor. ¡Aleluya! 2. Todos unidos a Dios en amor ¡aleluya!, anunciaremos su Reino de amor, ¡aleluya!, hasta cantar en el cielo su amor. ¡Aleluya! LETRA Y MÚSICA: J. Baylach, arr. Roberto Milano 54 Buscad el reino de Dios Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia. Mt. 6.33 Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y su justicia; buscad primeramente el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. LETRA: Mateo 6.33 MÚSICA: Felipe W. Blycker Este canto se puede enlazar con el siguiente. 55 Tu reino es vida El reino de Dios es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Ro. 14.17 Tu reino es vida, tu reino es verdad, tu reino es justicia, tu reino es paz, tu reino es gracia, tu reino es amor. ¡Venga a nosotros tu reino, Señor! ¡Venga a nosotros tu reino, Señor! LETRA Y MÚSICA: Miguel Manzano, arr. Alvin Schutmaat El Padre, sus perfecciones 56 Dios, grande es tu amor Ni lo alto, ni lo profundo, nos podrá separar del amor de Dios. Ro. 8.39 Dios, grande es tu amor, tu gran amor por mí; admirable amor, que durará sin fin. Es divino y santo, amplio cual es el mar, alto, más que los cielos, es tu amor por mí. LETRA: Erwin D. Dresch MÚSICA: Seth Sykes 57 Ser infinito, Dios bondadoso Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, y cantarán tu justicia. Sal. 145.7 1- 1 Ti. 6.16 2- Hch. 17.25-26 3- Sal. 104.24 4- Sal. 145.3 C- Ro. 8.16 1. Ser infinito, Dios bondadoso, quieras gustoso oír la canción que te elevamos en este día, con alegría, de corazón. Coro Somos tus hijos, te adoramos y a la par te amamos, ¡oh, Redentor! 2. Dámoste gracias por la existencia, tu providencia y la salud, y por habernos ya rescatado del vil pecado, tu Hijo en la cruz. 3. Dámoste gloria por la grandeza y por la belleza de tu creación, por la conciencia que nos ha dado tu más preciado, sublime don. 4. ¡Cuán grande eres, oh Dios bendito! ¡Cuán infinito! ¡Cuán bueno tú! ¡Cuánto amor tienes por tu criatura! ¡Tú eres la pura, pura virtud! LETRA: Juan B. Cabrera MÚSICA: R. Harkness 58 ¡Dios es amor! Hemos conocido el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor. 1 Jn. 4.16 ¡Dios es amor! ¡Dios es amor! La Biblia nos dice el mensaje sublime que Dios es amor, ¡oh, sí! ¡Dios es amor! ¡Dios es amor! Los ángeles cantan, los hombres proclaman que: ¡Dios es amor! LETRA Y MÚSICA: Brus del Monte, 1970 Bondad, justicia y verdad 59 Dios, nuestro apoyo Señor, tú nos has sido refugio de generación
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