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REVISTA MEDICA DE CANARIAS 407 
observaciones y sin lesión cardiaca demostrable, el pulso era casi 
imperceptible, y continuó siéndolo hasta la curación) la respira-
ción anhelante, la emisión de orina ha desaparecido, o es aiuy esca-
sa conteniendo constantemente gran cantidad de albúmina, la ten-
sión arterial sécele va; ihay a veces ictericia. 
íLa hipocalcemia es constante; en general hay hipogiucemia y 
con frecuencia acidosis, no obstante, la alcalosis no es excepcional. 
Si los síntomas no ceden, la respiración va haciéndose frecuente, 
ti pulso se acelera y se ,hace pequeño, y, poco a poco, sobreviene un 
estertor traqueal y la muerte, con fenómenos, según Bumm, de Jii-
postasia y edema pulmonar. 
Es la eclampsia anas frecuente en las primíparas .que en las mul-
típaras, y más en enfermas afectas ,de nefropatías gravídicas (8 por 
•JOO), pero es interesante hacer notar que fuera de estos casos jio 
se observan secuelas renales, a pesar de lo graves que son los sín-
tomas clínicos por parte, del aparato /urinario. 
Bumm dice que "en'proporción de los síntomas tempestuosos 
que se observan durante la vida en la eclampsia gravídica, son muy 
escasas las lesiones anatómicas,que hallamos en el cadáver". 
:E1 cerebro está anémico o hiperémico, a veces con un punteado 
hemorrágico, el riñon y el hígado están alterados, pero más que le-
siones inflamatorias son asiento de procesos degenerativos^—^dege-
neración grasa, tumefacción turbia y necrosis de los tubos contor-
neados y de los acini. El corazón presenta, .a veces, degeneración y 
necrosis de las fibras musculares. Todo ello corresponde al cuadro 
de una muerte por intoxicación. 
íEn cuanto a las causas inmediatas de la eiclampsia, sabemos 
que ella es más frecuente en mujeres jóvenes, particularmente en 
las alimentadas con im régimen rico en proteínas (En estas islas 
donde la base de la alimentación y sobre todo en los campos es a 
base de patatas y "gofio" la eclampsia es una afección relativa-
mente rara) y que ciertas perturbaciones atmosféricas parecen in-
fluir en su desarrollo, aunque esto viltimo sea rotundamente nega-
do por Hammerschlagy no puede colegiarse fácilmente a que se de-
ba tan influencia. Gomo dato interesante debemos observar que 
durante la Gran Guerra, en los países beligerantes y ,parti'cular-
mente en Alemania, al someterse el pueblo a una dieta pobre en 
albúminas y grasas disminuyó notablemente la .frecuencia de la 
eclampsia. 
Veamos ahora cuál es el cuadro que presenta el animal para-
tiroidectomizado o el niño o el adulto afectos de tetania para tiro-
priva. 
iNo es igual la sensibilidad de los diversos animales a la parati-
roidectomia. El perro es muy sensible a esta mutilación como asi-
mismo el gato. El conejo, el conejillo y el ratón tardan más en pre-
sentar los síntomas papatiróp'rivos; la oveja operada adulta no sue-
le acusar trastorno alguno. Siempre son más susceptibles los ani-
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Digitalización realizada por la Biblioteca de la Universidad de La Laguna — Revista Médica de Canarias, 1/11/1932, página 33