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Parapsicologia_y_Psicoanalisis_La_Telepa

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Parapsicología y Psicoanálisis: La "Telepatía" en la obra de Freud1 
 
Juan Manuel Corbetta 
 
 
"Se considera que hay dos categorías de sueños imputables 
a los fenómenos ocultos: los proféticos y los telepáticos. 
A favor de ambos aboga una masa inconmensurable 
de testimonios; y en contra, la obstinada antipatía 
-el prejuicio, si se quiere- de la ciencia". 
 
Sigmund Freud, Obras Completas (1986) 
 
Lo inconsciente como nexo 
Cuando planteamos la relación que existe entre la parapsicología ó psicología paranormal y el 
Psicoanálisis, se nos viene a la mente la descripción que muchos investigadores (incluso quienes 
no adhieren al psicoanálisis) asignan al fenómeno psi: "inconsciente", incontrolable, 
involuntario. Sigmund Freud representa para muchos, una ruptura con el resto de las corrientes 
psicológicas, una verdadera revolución en el sentido de poner en duda al racionalismo 
cartesiano, el cual sostenía el principio cogito, ergo sum (pienso, luego existo), esto es la 
conciencia pues "somos donde pensamos" y establecer a través de la introducción del concepto 
de lo inconsciente "existimos ó somos donde no pensamos". Y es tomando el concepto de 
inconsciente como descripción de lo paranormal, que resulta inevitable establecer un 
paralelismo entre la forma en la que irrumpe a la conciencia la información psi en la faceta de 
percepción extrasensorial en sus diversas formas y las "formaciones del inconsciente": sueños, 
síntomas psíquicos y físicos, olvidos, fallidos, equívocos, etc. Sin embargo, la relación no es tan 
sencilla: no toda percepción extrasensorial se presenta como formación del inconsciente, ni toda 
formación del inconsciente se relaciona con un fenómeno psi. Lo inconsciente y psi se reservan 
fenómenos particularmente propios, pero se dificulta en muchos casos establecer a cuál terreno 
pertenecen algunas experiencias. 
Si abordamos ahora la otra cara del fenómeno paranormal, la psicokinesis, nuevamente la 
relación se torna evidente. De la psicokinesis la parapsicología afirma que se trataría de un 
fenómeno producido "inconscientemente" por algún sujeto denominado "agente". Cuando la 
parapsicología clínica describe la personalidad del sujeto, nos habla de agresividad "reprimida" 
(una de las características del inconsciente freudiano es la de contener representaciones 
reprimidas), que se expresa mediante psi moviendo objetos, quemándolos, produciendo 
sonidos, luces. El psicoanálisis nos dirá que allí donde el sujeto no puede poner palabras, se 
expresará en el "acto", movido por impulsos incontrolables y desconocidos, pero como acción 
concreta y mecánica sobre el mundo, a diferencia de la psicokinesis donde no hay contacto físico 
real demostrable. 
 
1 Publicado originalmente en E-Boletín PSI. Vol.1, No.1, enero 2006 
 
Por último, lo inconsciente no se rige por las leyes de la lógica, ni del espacio y tiempo físicos, 
pues el inconsciente es atemporal, y el espacio y las leyes lógicas no rigen como en la conciencia. 
La característica fundamental del fenómeno psi es precisamente prescindir del espacio y del 
tiempo, por lo que lo inconsciente se comportaría en lo intrasubjetivo e intrapsíquico como psi 
en lo intersubjetivo y extrapsíquico. 
 
La opinión de Sigmund Freud 
Freud no aborda el tema de la psicokinesis, por lo menos en sus escritos teóricos. Dejaremos de 
lado el material epistolar ya que excedería la intención del presente trabajo. 
El padre del psicoanálisis menciona a lo largo de su obra la cuestión de la telepatía, no sólo por 
ser un tema traído a las sesiones por algunos de sus pacientes, sino porque además, conocía las 
investigaciones de la Sociedad de Estudios Psíquicos de Londres y Estados Unidos, mediante las 
publicaciones que recibía de ambas y a las que según sus palabras era "afiliado". 
En "El motivo de la elección del cofre" (1913) (2), Freud deja de lado la cuestión telepática del 
sueño de su paciente, para abocarse al significado del silencio como sinónimo de muerte. En 
"Tótem y Tabú" (1912-13) (3) y en "Lo ominoso" (1919) (4), sostiene que la creencia en la 
telepatía se relaciona directamente con la cuestión de la omnipotencia del pensamiento y la 
sobreestimación de las ideas, sintomatología psíquica característica que presentan en general 
los pacientes neuróticos obsesivos. Es decir, la creencia en que el pensamiento puede ejercer 
una influencia sobre el mundo: así como el sujeto puede manejar sus ideas, por "proyección" 
sostiene la creencia de que puede dominar a los otros y que sus ideas pueden causar daño o 
modificar el destino. 
Freud sin embargo no elude la cuestión y en 1921 escribe "Psicoanálisis y telepatía" (5), obra 
póstuma en la que establece la relación entre psicoanálisis y lo que él llama "ocultismo" por el 
"trato despreciativo y altanero de parte de la ciencia oficial". Si bien no niega la existencia del 
fenómeno telepático o de transmisión del pensamiento, es renuente a tomar una posición y se 
limita a decir que probablemente se obtenga en el futuro una teoría que los explique. Da como 
ejemplo los casos de adivinos, y sostiene que, si bien sus profecías no se cumplieron, la 
información que obtuvieron tenía relación con cuestiones afectivas profundas del consultante, 
deseos extraordinariamente poderosos y sofocados, que de alguna manera fueron captados por 
el psíquico. La genialidad de Freud ya vislumbraba la diferencia entre un fenómeno de 
transmisión del pensamiento, que desde la parapsicología llamaríamos un fenómeno "extra-
normal", por la presencia de indicios sensoriales, de la "telepatía" como fenómeno paranormal, 
caracterizándolo por la presencia del factor distancia. 
En 1922 en "Sueño y telepatía" (6) se propone "indagar la relación de los sucesos telepáticos, 
cualquiera que sea el origen de éstos, con el sueño", y sostiene que la esencia del sueño consiste 
en la realización de un deseo inconsciente, con lo cual la información aportada vía telepática, no 
hace más que plegarse a otros restos diurnos para componer el contenido manifiesto del sueño, 
es decir, lo que recordamos al despertar. Para él, un sueño telepático "puro", sería un "suceso 
telepático dentro del estado del dormir", una percepción externa hacia la cual el sujeto se 
comporta de manera pasiva, distinguiendo ya un probable fenómeno psi "puro" de una 
formación del inconsciente. Agrega también que en muchos casos los sucesos telepáticos se 
relacionan con episodios de muertes. Concluye que el lazo íntimo entre telepatía y sueño se 
relaciona al favorecimiento de la primera durante el estado del dormir, y que en realidad 
lamentaría que el lector creyese en que ha querido tomar partido por los fenómenos del 
ocultismo, ya que finaliza diciendo "no me he formado juicio alguno, y no sé nada sobre eso". 
Siguiendo el recorrido de su obra nos encontramos con "Algunas notas adicionales a la 
interpretación de los sueños en su conjunto. El significado ocultista del sueño", de 1925 (1) en el 
que vuelve a resaltar la falta de relación directa entre fenómeno telepático y sueño. Pero deja 
una sombra de duda al sostener que quedan informes sobre sucesos que podrían contener algún 
núcleo de verdad sobre el tema, que no deben descuidarse. Confiesa que ciertos hechos dentro 
de círculos íntimos le han permitido obtener "repetidamente la impresión de que no es difícil 
que se produzca transferencia de recuerdos de fuerte intensidad afectiva". 
Por último, en las "Nuevas Conferencias de Introducción al Psicoanálisis. 30ª conferencia. Sueño 
y ocultismo" (7), retoma la temática abordada en los artículos anteriores, ampliando algunos 
ejemplos, y de los cuales afirma que "resta un fuerte superavit de probabilidades a favor de una 
efectiva transferencia del pensamiento". Si bien cree que el psicoanálisis no puede dar una 
respuesta acerca de la objetividad de tales fenómenos, se permanece en un estado de "no 
probado", opinando que la balanza se inclina a favor de la "transferencia del pensamiento" y por 
quéno también, de la "telepatía". Finaliza este artículo dando el ejemplo de otra analista, Helene 
Deutsch, quien describe sucesos telepáticos entre madres e hijos. 
Para concluir, Freud mismo toma la palabra, dejándonos la puerta abierta a la cuestión del origen 
del fenómeno paranormal cuando escribe en referencia a la telepatía "Uno se ve llevado a la 
conjetura de que esta sería la vía originaria, arcaica, del entendimiento entre los individuos, 
relegada en el curso del desarrollo filogenético por los métodos mejores de la comunicación con 
ayuda de signos que se recibe mediante los órganos de los sentidos, pero acaso el método más 
antiguo permaneció en el trasfondo, y podría imponerse aún bajo ciertas condiciones; por 
ejemplo, en masas excitadas hasta la pasión. Todo esto es todavía inseguro y rebosa de enigmas 
irresueltos, pero no hay fundamento alguno para asustarse" (7). 
 
 
REFERENCIAS 
1. FREUD, S. (1986). Algunas notas adicionales a la interpretación de los sueños en su conjunto. 
En Obras Completas, Vol. XIX. Amorrortu: Buenos Aires. 
2. FREUD, S. (1986) "El motivo de la elección del cofre". En Obras Completas, Vol. XII. 
Amorrortu: Buenos Aires. 
3. FREUD, S. (1986) "Tótem y Tabú -Algunas concordancias en la vida anímica de los salvajes y 
de los neuróticos. Animismo, magia y omnipotencia de los pensamientos". En Obras 
Completas, Vol. XIII. Amorrortu: Buenos Aires. 
4. FREUD, S. (1986). "Lo ominoso" En Obras Completas, Vol. XVII. Amorrortu: Buenos Aires. 
5. FREUD, S. (1986) "Psicoanálisis y telepatía". En Obras Completas, Vol. XVIII, Amorrortu: 
Buenos Aires. 
 
6. FREUD, S. (1986) "Sueño y telepatía". En Obras Completas, Vol. XVIII. Amorrortu: Buenos 
Aires. 
7. FREUD, S. (1986) "Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis. En Obras Completas, 
Vol. XXII. Amorrortu: Buenos Aires.

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