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El corazón y las coronarias
El corazón se compone de endocardio (la capa de células 
que recubre por dentro las cavidades cardíacas), miocar-
dio (el músculo que permite ejercer la función de bomba), 
y pericardio (la capa celular que envuelve el corazón por 
fuera).
Como el corazón también necesita oxígeno para 
poder contraerse unas cien mil veces por día, existen 
unas arterias que se encargan de llevar la sangre recién 
oxigenada hasta el miocardio. Son las arterias coronarias 
y, al igual que las cavidades cardíacas, existen dos: una 
derecha y otra izquierda. A su vez, la arteria coronaria 
izquierda se divide en dos ramas: la arteria descendente 
anterior y la arteria circunfleja. Estas arterias principales 
van por la superficie del corazón y, progresivamente, se 
van ramificando en otras más pequeñas que penetran 
en el músculo cardíaco para llevar la sangre a todas las 
células.
Cuando las arterias coronarias no son capaces de 
aportar la sangre recién oxigenada que necesita el corazón 
para realizar correctamente su función, se habla de enfer-
medad coronaria o cardiopatía isquémica. Por tanto, la car-
diopatía isquémica es la dolencia que provoca la falta de 
aporte de sangre al corazón. 
La causa más frecuente de enfermedad corona-
ria es el depósito de placas de colesterol en las arterias 
coronarias, un proceso conocido como arteriosclerosis. La 
Capítulo 32
Enfermedad de las arterias coronarias. 
La coronariografía
Dr. Lorenzo Hernando Marrupe
Médico especialista en Cardiología. Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos, Madrid
arteriosclerosis coronaria provoca un acúmulo de coles-
terol, calcio y otras sustancias en las paredes de los vasos 
que nutren el corazón. Este engrosamiento de las arterias 
coronarias causa estrechamientos que afectan, en mayor o 
menor grado, al flujo de sangre al corazón, con efectos que 
varían desde una angina de pecho hasta un infarto agudo 
de miocardio.
El cateterismo cardíaco
El cateterismo cardíaco es una técnica diagnóstica que 
consiste en la introducción a través de la arteria femoral 
(ingle) o humeral (muñeca) de una serie de tubos muy finos 
denominados catéteres, con los que se accede al corazón. 
Este procedimiento mínimamente invasivo permite cono-
cer la presión que existe en las cavidades del corazón, su 
tamaño y el movimiento de sus paredes. Dentro de esta 
técnica realizada en los laboratorios de hemodinámica de 
un servicio de cardiología se encuadran diferentes proce-
dimientos, entre los que se incluyen:
• Coronariografía diagnóstica: técnica que per-
mite estudiar la luz de las arterias coronarias en 
cuyo interior se ha inyectado previamente un 
contraste.
• Ventriculografía: procedimiento que posibilita el 
análisis de la contractilidad y de la función de las cavi-
dades cardíacas (análisis de la función ventricular).
LIBro DE LA SALuD CArDIoVASCuLAr
300
• Aortografía: método que permite el estudio de la 
patología de la válvula aórtica y la aorta torácica.
• Estudio hemodinámico: entre las posibilidades de 
este estudio se encuentran el cálculo de las pre-
siones dentro de las cavidades del corazón, de 
los gradientes de presión entre cavidades y de las 
áreas valvulares. todos estos parámetros permi-
ten conocer el funcionamiento de las cavidades y 
válvulas cardíacas.
• Angioplastia coronaria trasluminal percutánea: 
procedimiento terapéutico por el que se dilatan 
aquellas zonas de las arterias coronarias que pre-
sentan lesiones obstructivas graves.
La coronariografía, por tanto, es la parte del cate-
terismo cardíaco cuyo objetivo es estudiar las arterias 
coronarias; ésta es una de las pruebas más eficaces para 
el diagnóstico de la arteriosclerosis coronaria. Por tanto, la 
coronariografía es una prueba diagnóstica imprescindible 
para conocer el estado real de las arterias coronarias. En 
algunos casos también se puede proceder terapéutica-
mente, por ejemplo, para desobstruir una arteria.
En los últimos años se han producido avances 
espectaculares en las técnicas de imagen empleadas en 
el diagnóstico de la cardiopatía isquémica. La tomogra-
fía axial computarizada es un procedimiento de diag-
nóstico por imagen que utiliza una combinación de 
rayos x y tecnología computarizada para obtener imá-
genes del organismo humano. Mediante esta técnica es 
posible detectar la presencia de calcio en la pared de las 
arterias coronarias, signo inequívoco de arteriosclerosis. 
Muy recientemente se ha comenzado a utilizar en nues-
tro país la tomografía computarizada por detectores 
múltiples, que permite la reconstrucción tridimensional 
del árbol arterial coronario; se obtienen imágenes con 
suficiente resolución como para poder estudiarlo. Este 
procedimiento, conocido también como coronariografía 
no invasiva, facilita documentar la existencia de lesiones 
coronarias. Por el momento, la coronariografía no inva-
siva tiene escasa utilidad en pacientes inestables con 
cardiopatía isquémica, pero puede ser útil para valorar 
el árbol arterial coronario en pacientes con dolor torá-
cico no aclarado.
Dados la elevada prevalencia de la cardiopatía 
isquémica en los países industrializados y los avances 
realizados en su tratamiento, el uso de la coronariografía 
ha ido aumentando en las últimas décadas. Actualmente, 
más de dos millones de procedimientos coronariográficos 
se realizan en el mundo cada año. Aunque pueda pare-
cer complicado y difícil, no lo es en manos expertas. Este 
procedimiento es, hoy por hoy, prácticamente de rutina 
y se lleva a cabo con suma frecuencia en las unidades de 
hemodinámica.
Preparación del paciente
El estudio debe llevarse a cabo en ayunas, ya que la inyec-
ción de contraste puede provocar náuseas y vómitos. El 
paciente tiene que tomar la medicación habitual, inclu-
yendo el ácido acetilsalicílico. En caso de que esté tomando 
anticoagulantes orales, como el Sintrom®, su administra-
ción debe retirarse dos días antes de realizar el estudio. 
Si no fuese posible suspender la anticoagulación, como 
sucede en pacientes con prótesis mecánicas o con alto 
riesgo de tromboembolias, debe suministrarse heparina.
Previo al cateterismo, se realiza al paciente una 
historia clínica para averiguar los antecedentes y detalles 
más importantes de la enfermedad. Además, se revisa-
rán todos los exámenes efectuados hasta el momento. 
Es primordial informar al equipo médico de la presencia 
de trastornos de la coagulación o posibles alergias, fun-
damentalmente al yodo. El día del estudio la enfermera 
y, sobre todo, el médico explicarán al paciente todos los 
detalles del procedimiento y le animarán a exponer las 
dudas que tenga. Es preciso obtener el consentimiento 
informado por escrito para la realización de esta prueba 
en todos los casos.
FIGURA 1. Arterias coronarias del corazón
Arteria coronaria
izquierda
Circunfleja
Marginal oblicua
Diagonales
Descendente
anterior
izquierdaDescendente posterior
Marginal 
aguda
Arteria
coronaria
derecha
301
ENFErMEDAD DE LAS ArtErIAS CoroNArIAS. LA CoroNArIogrAFÍA
Realización de una coronariografía
En primer lugar, se procede a colocar un suero en el brazo 
del paciente para administrar medicaciones que puedan 
ser necesarias durante el procedimiento. también se le 
ponen electrodos en el cuerpo para controlar con un elec-
trocardiograma permanente el ritmo cardíaco del corazón 
durante la coronariografía.
El médico utiliza habitualmente la zona de la 
ingle, el brazo o la muñeca para introducir por una arte-
ria unos catéteres a través del torrente circulatorio hasta 
el corazón. Si el catéter se mete desde la pierna, la ingle 
se afeita para disminuir el riesgo de infección. Además, 
previamente a la introducción del catéter, la zona se lim-
pia con antisépticos, se cubre con sábanas estériles y 
se administra anestesia local. Si el paciente se muestra 
muy ansioso y con miedo se pueden administrar fárma-
cos sedantes. tras anestesiar la zona de acceso, se rea-
liza una punción arterial y se coloca un introductora 
través del cual se meten los catéteres. El procedimiento, 
una vez puncionada la arteria, es usualmente indoloro. 
Colocado el introductor dentro de la arteria, los catéteres 
se deslizan sobre una guía metálica de curva punta (en 
forma de J) y van avanzando de manera no traumática 
por las arterias. La última porción de estos catéteres está 
preformada con diferentes curvas, permitiendo así un fácil 
acceso al nacimiento de las arterias coronarias en la raíz 
aórtica. Los catéteres están conectados a una jeringa de 
contraste y a un sistema de presión con el que se puede 
inyectar contraste dentro de las arterias y medir presiones 
desde la punta del catéter. Cuando el catéter alcanza la 
aorta torácica ascendente y el nacimiento de las arterias 
coronarias, el médico inyecta la sustancia de contraste 
yodada y opaca a los rayos x dentro de las coronarias, con 
el fin de visualizar su luz y diagnosticar si existen obstruc-
ciones y su grado de severidad. De este modo, se obtienen 
imágenes de ambas coronarias, izquierda y derecha. 
Como parte del protocolo habitual, también se 
suele realizar en el mismo procedimiento una ventriculo-
grafía izquierda, con objeto de evaluar la función ventricu-
lar y las alteraciones de la contractilidad.
Sala de hemodinámica del Hospital Clínico San Carlos.
LIBro DE LA SALuD CArDIoVASCuLAr
302
Actualmente, las imágenes obtenidas se almacenan 
utilizando diversos soportes informáticos para posterior-
mente evaluarlas con mayor detenimiento y archivarlas. 
Efectuado el estudio, se retiran los introductores y se com-
prime la zona de punción para obtener el cierre por coagu-
lación del pequeño orificio creado en la arteria. Se realiza 
un vendaje compresivo de la zona y el paciente debe per-
manecer en reposo durante varias horas; si no se presentan 
complicaciones puede ser dado de alta.
Riesgos del procedimiento
La coronariografía es un procedimiento mínimamente 
invasivo y presenta una baja incidencia de complicaciones. 
Los riesgos se incrementan con la edad y fundamental-
mente con la gravedad de la patología de base. La edad 
por encima de los 75 años, la diabetes, la insuficiencia renal 
y la enfermedad coronaria o valvular grave incrementan 
los riesgos.
No obstante, como en cualquier intervención, se 
puede producir una serie de efectos adversos:
• La complicación más grave es la muerte durante 
el procedimiento, cuya probabilidad es de 1-2 por 
cada 1.000 procedimientos, asociada a pacientes 
con enfermedad coronaria grave o con múltiples 
patologías.
• Alergia a algunas de las sustancias empleadas. Las 
reacciones alérgicas, generalmente secundarias 
al contraste radiológico utilizado, son infrecuen-
tes y, la mayor parte de las veces, imprevisibles, 
salvo si se ha presentado reacción previa a la 
misma sustancia. En general, se trata de reaccio-
nes leves y de fácil manejo. Las reacciones graves 
son muy raras.
• Hipotensión y enlentecimiento del ritmo cardíaco 
(habitualmente pasajeros).
• Complicaciones vasculares locales, consistentes 
en hematoma o sangrado excesivo en el lugar 
de la punción. En esta zona puede quedar una 
leve molestia dolorosa, pero nunca dolor al 
caminar o en reposo, o algún bulto pulsátil dolo-
roso. En esos casos es aconsejable consultarlo 
inmediatamente con el médico que realizó el 
procedimiento.
• Otras complicaciones más raras son: arritmias gra-
ves (que requieren choque eléctrico o marcapasos), 
accidentes cerebrovasculares (embolia cerebral), 
infarto agudo de miocardio o alteración del funcio-
namiento de los riñones.
A pesar de las complicaciones comentadas, hoy en 
día la coronariografía es una exploración de rutina, con muy 
baja incidencia de complicaciones y muy rentable desde el 
punto de vista médico por la información que aporta y los 
beneficios que va a suponer para el paciente.
Mediante la coronariografía se puede estudiar la anatomía de las 
arterias coronarias. En estas imágenes aparecen opacas las arterias 
coronarias derecha e izquierda.
303
ENFErMEDAD DE LAS ArtErIAS CoroNArIAS. LA CoroNArIogrAFÍA
Información aportada por la coronariografía
La coronariografía muestra la anatomía del árbol corona-
rio. Esta información es fundamental para establecer la 
presencia o ausencia de enfermedad coronaria, así como 
para tomar decisiones prácticas sobre qué tratamiento es 
el indicado y determinar el pronóstico de los pacientes con 
lesiones coronarias.
La coronariografía aporta la siguiente información:
• Anatomía coronaria: permite conocer la distribu-
ción de las dos arterias coronarias, derecha e 
izquierda, y sus ramas principales. Asimismo, el 
médico puede valorar el estado de los baipases 
en pacientes tratados previamente con cirugía de 
revascularización coronaria.
• Presencia de lesiones coronarias: indica cuáles 
son las arterias afectadas y dónde se encuentran 
las lesiones. La importancia de una lesión no 
depende sólo de su gravedad, sino también del 
tamaño de la arteria coronaria afectada.
• Gravedad de las lesiones.
• Extensión de las lesiones.
• Valoración del tamaño y morfología del vaso dis-
tal con vistas a la revascularización quirúrgica o 
percutánea.
una vez realizada la coronariografía, el cardiólogo 
proporciona al paciente un informe con el resumen de los 
hallazgos detectados. En este informe se especifican el 
número y la gravedad de las lesiones coronarias encontra-
das. De esta forma, se habla de enfermedad de tres vasos, 
cuando las tres principales ramas arteriales están afecta-
das —la coronaria derecha y las dos ramas principales de la 
coronaria izquierda (circunfleja y descendente anterior)—; 
de enfermedad de dos vasos, cuando se ven afectadas dos 
de estas tres ramas; o de enfermedad de un vaso, si es sólo 
una la arteria afectada. Cuando se encuentra afectado el 
tronco común de la coronaria izquierda, la lesión se deno-
mina enfermedad del tronco. Además, en este documento 
se suele especificar el resultado de la ventriculografía, que 
informa sobre el funcionamiento de las cavidades cardíacas.
Posibilidades terapéuticas tras 
la coronariografía
A partir de las conclusiones del estudio se abren diversas 
opciones:
• Si existen lesiones múltiples o en localizaciones 
difícilmente abordables para los catéteres, puede 
ser necesaria una cirugía de revascularización 
coronaria (baipás).
• En determinadas lesiones coronarias puede estar 
indicada la realización de una angioplastia coro-
naria (véase el siguiente capítulo de este libro).
• En otros casos se descartará la intervención ins-
trumental, prefiriéndose el tratamiento con 
medicamentos.
Si el cardiólogo pide una coronariografía, se debe a 
que necesita conocer con precisión el alcance de la enfer-
medad coronaria del paciente para tomar las medidas 
adecuadas. A modo de resumen, debe comentarse que la 
información aportada por la coronariografía es puramente 
anatómica, nunca funcional. Así, un paciente puede presen-
tar lesiones coronarias que no sean la causa de los síntomas. 
Por ello, en la valoración del paciente con cardiopatía isqué-
mica, los hallazgos de la coronariografía deben completarse 
con su clínica o con otros estudios diagnósticos funcionales 
(como la ergometría o los estudios isotópicos).
Cuándo es necesaria una coronariografía
Es lógico que si la afectación patológica más frecuente 
de las arterias coronarias es la cardiopatía isquémica, la 
indicación más habitual de la coronariografía sea la de 
conocer la existencia o ausencia de lesiones coronarias 
en pacientes con clínica de isquemia miocárdica (angina 
o infarto). también se puede indicar la realización de una 
coronariografía cuando los resultados de otros estudios 
TABLA 1. Información proporcionada por 
la coronariografía
origen de las arterias coronarias
tamaño de las arterias coronarias
trayectoria de las arterias coronarias
ramas que tienen su origen en las arterias coronarias grandes 
y medianas
Presencia de placas arterioscleróticas: ubicación, grado de 
estenosis, afectaciónde ramas laterales y longitud
Presencia de fístulas
Presencia de vasos colaterales
Estado de los baipases en pacientes tratados previamente 
con cirugía coronaria
Presencia de trombos y aneurismas (dilataciones anormales)
Presencia de espasmo coronario
LIBro DE LA SALuD CArDIoVASCuLAr
304
cardiológicos no invasivos son anormales (electrocardio-
grama, ergometría, ecocardiograma…). En pacientes que 
van a ser sometidos a cirugía valvular se recomienda la 
realización de una coronariografía si existe sospecha de 
enfermedad coronaria o a partir de una determinada 
edad. otras indicaciones para efectuar esta técnica son 
la presencia de insuficiencia cardíaca izquierda de etio-
logía u origen desconocido y tras la recuperación de una 
parada cardíaca.
Contraindicaciones
La única contraindicación absoluta de la coronariografía 
es la falta de consentimiento del paciente. No obstante, 
existen una serie de situaciones en las que el riesgo del 
procedimiento puede ser muy elevado y representar, por 
tanto, una contraindicación relativa. El riesgo de la coro-
nariografía tiene que considerarse siempre en el contexto 
de los beneficios que se obtienen. En la tabla 2 se recogen 
algunas contraindicaciones relativas, por lo que deben 
resolverse siempre que sea posible antes de practicarla.
Limitaciones
El cateterismo cardíaco sólo permite detectar la presencia 
de obstrucciones coronarias, pero no visualizar la pared de 
los vasos donde se acumulan las placas de ateroma. Estas 
limitaciones han llevado al diseño de tecnologías para 
complementar la coronariografía, entre ellas la ecografía 
intravascular y la guía de presión.
Las técnicas de diagnóstico intracoronario (ecogra-
fía intravascular) consisten en la introducción en la arteria 
coronaria de un catéter muy fino que permite analizar las 
características de las placas de ateroma que se acumulan 
en la pared arterial. La utilización de estas técnicas no es 
excepcional y en muchas ocasiones es necesaria para mejo-
rar los resultados de la angioplastia coronaria o detectar 
complicaciones.
Consultas más frecuentes
¿Es la coronariografía un procedimiento doloroso?
La coronariografía es un procedimiento mínimamente invasivo 
que precisa de la punción de una arteria a la altura de la ingle o 
la muñeca. Antes de dicha punción se utiliza anestesia local para 
evitar el dolor. una vez puncionada la arteria, el método es habi-
tualmente indoloro.
¿Existen riesgos?
Actualmente la coronariografía es una exploración de rutina, con 
una incidencia de complicaciones muy baja. Por tanto, la mejor 
actitud del paciente ante esta prueba es estar tranquilo y confiar 
en el equipo que le atiende.
¿Qué síntomas llevan a solicitar esta prueba?
La coronariografía se indica habitualmente ante la sospecha de 
obstrucciones en las arterias coronarias en pacientes con síntomas 
como los siguientes: dolor u opresión en el pecho con los esfuer-
zos o en reposo, y fatiga o sensación de falta de aire. también se 
puede indicar cuando los resultados de los estudios cardiológi-
cos no invasivos son anormales (electrocardiograma, ergometría, 
ecocardiograma…). En cualquier caso, si el cardiólogo solicita una 
coronariografía se debe a que necesita conocer con precisión el 
estado de las arterias coronarias.
¿Qué información aporta la coronariografía?
La coronariografía muestra la anatomía del árbol coronario. Por 
tanto, es una prueba imprescindible para conocer el estado real de 
las arterias coronarias. Esta información es fundamental para esta-
blecer la presencia o ausencia de obstrucciones en estas arterias, así 
como para tomar decisiones prácticas sobre cuál es el tratamiento 
más conveniente en los pacientes con lesiones coronarias.
¿Qué tratamiento podría seguir a una coronariografía?
Según la extensión y gravedad de las lesiones encontradas en las 
arterias coronarias, el cardiólogo puede sugerir al paciente tres 
posibilidades: a) realización de una angioplastia coronaria, es 
decir, dilatar las estenosis de las arterias coronarias mediante un 
balón que se infla en la zona de la lesión; b) si las lesiones son múl-
tiples o en localizaciones difícilmente abordables para el catéter, 
puede ser necesaria cirugía de baipás; c) en otros casos se descar-
tará la intervención instrumental y se preferirá el tratamiento con 
medicamentos.
Además, el enfermo debe tener en cuenta que para evitar nuevas 
obstrucciones en las arterias coronarias es fundamental cuidar los 
hábitos de vida y reducir los factores de riesgo cardiovascular. En 
todos los casos el paciente debe asumir un nuevo estilo de vida, 
con una dieta equilibrada, ejercicio habitual, sin fumar y con un 
buen control de las cifras de la tensión arterial y el colesterol.
TABLA 2. Contraindicaciones relativas para realizar 
una coronariografía 
Fiebre de origen no identificado
Infección activa no tratada
Anemia grave
Alteraciones electrolíticas o metabólicas significativas
Hipertensión sistémica no controlada
Antecedente de alergia al contraste (estos pacientes pueden 
ser pretratados para evitar la reacción alérgica)
Sangrado activo
Insuficiencia renal progresiva
Anticoagulación con Sintrom®
305
ENFErMEDAD DE LAS ArtErIAS CoroNArIAS. LA CoroNArIogrAFÍA
• La causa más frecuente de enfermedad coronaria es el 
depósito de placas de colesterol en las arterias corona-
rias, un proceso conocido como arteriosclerosis. 
• La coronariografía es la parte del cateterismo cardíaco que 
tiene como objetivo el estudio de las arterias coronarias. Es 
una de las pruebas más eficaces para el diagnóstico de 
la arteriosclerosis coronaria. Consiste en la introducción 
a través de la arteria femoral (ingle) o radial (muñeca) de 
una serie de tubos muy finos denominados catéteres, con 
los que se accede al corazón. Cuando se llega a las arterias 
coronarias, se inyecta contraste en su interior, identificán-
dose de esta forma las zonas de posible obstrucción. 
• La coronariografía es la prueba más eficaz y precisa para 
conocer el estado real de las arterias coronarias. Hoy en 
día, es una exploración de rutina, con muy baja inciden-
cia de complicaciones y muy rentable desde el punto de 
vista médico por la información que aporta para tratar 
adecuadamente al enfermo. 
Resumen
Glosario
Angioplastia coronaria: forma de tratamiento intervencionista 
para determinados tipos de enfermedad coronaria. Consiste en 
dilatar las estenosis, o estrechamientos de las arterias coronarias 
producidas por la aterosclerosis, que impiden el normal flujo de 
sangre por la arteria. una vez identificada la zona de la obstruc-
ción mediante una coronariografía, se introduce un catéter que 
tiene un balón en su extremo y que se infla en el lugar de la lesión. 
Por la acción mecánica del balón, la obstrucción se aplasta contra 
la pared de la arteria y se restablece el flujo sanguíneo. Para com-
pletar con éxito el procedimiento, a menudo se precisa colocar 
una malla metálica, denominada stent, que soporta las paredes 
del vaso y garantiza un buen resultado. 
Baipás: técnica quirúrgica dirigida a restablecer la perfusión de 
las arterias coronarias que presentan una lesión grave. Esta cirugía 
consiste en crear con un conducto arterial o venoso del paciente, 
un puente, sorteando la obstrucción coronaria y asegurando la cir-
culación más distal (a distancia). 
Catéter: tubo delgado y flexible que se introduce dentro de 
los vasos sanguíneos para realizar pruebas diagnósticas y tera-
péu ticas . Para que su introducción en la corriente sanguínea no 
sea dolorosa se aplica anestesia local. 
Isquemia: falta de aporte de riego sanguíneo y, por tanto, de oxí-
geno a un determinado tejido u órgano. 
Bibliografía
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