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EXISTENCIA DE DIOS Y VOCACIÓN DEL HOMBRE Merveil Kadiata Ilunga PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE TEOLOGÍA BACHILLERATO ECLESIASTICO - TEOLOGÍA BOGOTÁ D.C. 2022 1 EXISTENCIA DE DIOS Y VOCACIÓN DEL HOMBRE Merveil Kadiata Ilunga Trabajo de grado para optar al título de Teólogo Tutor: Alberto Munera Duque PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE TEOLOGÍA BACHILLERATO ECLESIASTICO - TEOLOGÍA BOGOTÁ D.C. 2022 2 DEDICATORIA A Dios Misterio Infinito e inabarcable. A mis Padres Ilunga a Binene Zacharie y Kabwe Manionga Marie Françoise. A mi tío, Kadiata Binene Sébastien. A mis hermanos: Tshibanda Irsil, Kabwe Patricia, Katambwe Cristina, Tshilobo Claris, Thierry Binene, Mbuyi Litgarde, Orelis Kabwe, Gracia Manionga, Miradieu Ilunga. A mis primos: Deborah Katambwe y Joel Tshilobo. A mi sobrina Sephora Kalenda. A todos mis hermanos M.S.A A todos mis amigos y amigas. A todas las personas sin ánimo de vivir. A todas las personas con crisis de sentido. A todos los que les resulte importante este escrito. 3 AGRADECIMIENTOS Agradezco de manera general a todas las personas que contribuyeron implícita o explícitamente en la elaboración de este trabajo. A mis Padres Ilunga a Binene Zacharie y Kabwe Manionga Marie Françoise, mi familia, mi país y la época en el que nací que me permitieron tener contacto con las religiones. Agradecimiento especial a mi director de trabajo de Grado el Padre Alberto Múnera Duque, de quien provino mi inquietud teológica por Dios a partir del curso de Misterio de Dios. Agradecimiento especial a un compañero del mismo curso de Misterio de Dios de quien, no pudiendo aceptar el empate argumentativo, provino la primera formulación de la pregunta de investigación: ¿Si Dios no existe, entonces quien nos llamó? Agradezco a mis amigos Ben Sirac y Emmanuel Lola, dos grandes filósofos y teólogos de mi historia. Con quienes he podido aprender, desaprender para aprender de nuevo. Con quienes he podido discutir muchos aspectos de la vida y de las ciencias especulativas. Con quienes he compartido severamente mis últimos 7 años de vida. Agradecimiento especial a mi filósofa y teóloga preferida Blaydi Zuleta con quien sentipensando aprendí que el “universo es un experimento de Dios”. Es decir “Estamos en su laboratorio y él aprende de nosotros”. Agradezco a la Sociedad de los Misioneros de los Apóstoles por su confianza y el apoyo en pro de mi formación. Agradezco a todos mis formadores, a todos mis compañeros de formación en el Tiempo de Integración Internacional. Mis agradecimientos a todos los profesores de la facultad de filosofía y de teología que me acompañaron en este proceso de aprendizaje. 4 Contenido INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................5 A. Preámbulo .............................................................................................................................5 B. Prolegómenos ........................................................................................................................8 1. DE LA EXISTENCIA DE DIOS ......................................................................................................12 1.1. ¿Quién es Dios? ................................................................................................................14 1.2. Origen de la idea de Dios ..................................................................................................22 1.3. ¿Puede probarse la existencia Dios? ................................................................................25 1.3.1. ¿Qué se entiende por probar la existencia de Dios?.................................................26 1.3.2. Las pruebas clásicas de la existencia de Dios. ...........................................................26 1.3.3. El fracaso de las pruebas de la existencia de Dios. ...................................................26 1.3.4. El fracaso de la racionalidad científica y del ateísmo positivo. .................................28 1.4. ¿Síntomas de un Retorno? ...............................................................................................31 2. COMUNICACIÓN DE DIOS CON EL HOMBRE: REVELACIÓN Y VOCACIÓN ...............................35 2.1. Vocación: ¿Qué es? ..........................................................................................................35 2.2. Fundamentos para una teología vocacional desde la revelación categorial. ....................41 2.2.1. Fundamentos antropológicos de una revelación. .....................................................43 2.2.2. Fundamentos antropológicos de un Dios libre de una posible revelación................47 2.2.3. Los diversos tipos de revelación. ..............................................................................51 2.2.4. El lugar de la revelación. ...........................................................................................52 2.2.5. Revelación e historicidad del hombre. .....................................................................54 2.3. Algunas consecuencias. ....................................................................................................55 3. REVELACIÓN DE DIOS COMO VOCACIÓN. ...............................................................................57 3.1. Vocaciones Específicas. ....................................................................................................59 3.2. Vocaciones específicas y los apóstoles. ............................................................................62 Un ejemplo de vida: Simón Pedro el oyente de la palabra .....................................................63 4. CONCLUSIONES: Existencia de Dios y vocación del hombre. .................................................76 5. BIBLIOGRAFÍA ..........................................................................................................................80 5 INTRODUCCIÓN A. Preámbulo Planteamiento del Problema La historiografía bíblica como post-bíblica (historia de la Iglesia hasta hoy) está repleta de personajes que afirman hablar en nombre de Dios o recibir misiones especiales de él. Esto es lo que identificamos religiosamente con la palabra vocación: hablar, vivir, actuar en nombre de la voluntad de Dios. Sin embargo, la teología sistemática actual ha demostrado la imposibilidad de lanzar una demostración incontrovertible de la existencia de Dios1. Como puede intuirse, esto significa un vacío epistemológico, teórico e incoherencia lógica: Dícese recibir una vocación de un Dios cuya existencia no puede demostrar. ¿Cuál es la legitimidad de tal vocación?, ¿Cómo entender el hecho de que tantos Profetas, Sacerdotes, Religiosos, laicos, Papas dijeran recibir su vocación de Dios? En palabras más sencillas de un estudiante de teología: “Si Dios no existe, entonces ¿Quién me llamó, quien me dio la vocación?” El presente trabajo surge de la inquietud de ese estudiante y analiza desde aportes filosóficos como teológicos, la posible comprensión de un discurso vocacional fundado en Dios como autor principal. Para ello, se desarrollarán a lo largo del trabajo, preguntas respecto al concepto de Dios y su existencia. Y en el caso de que existiera: ¿Cómo se comunica al hombre para llamarlo? Se tratará aquí de un análisis minucioso aspirando entender la afirmación religiosa básica sobre la vocación del hombre en relación con su autor que es Dios. Justificación La realización de esta tarea es pertinente no solamente para el campo de la teología vocacional, sino de toda la teología. Etimológicamente, Teología significa un discurso sobre Dios. Y en cuantoal estatus epistemológico, conforma una disciplina científica que tiene por objeto de estudio a Dios. En el contexto cultural actual, sería pues absurdo, fundar una ciencia como la teológica sobre un Dios cuya existencia no se tenga ideas distintivas. El presente 1 pero también la imposibilidad de una demostración incontrovertible de la no-existencia de Dios. 6 trabajo trata de articular el discurso vocacional de un lado y algunos planteamientos de la teología sistemática fundamental del otro lado. En cuanto a la pertinencia inmediata del problema, hay que decir que vivimos en un mundo secular en el que conviven discursos teístas, ateas y discursos post-teistas; todos en constante relacionamiento positiva como negativa. Quien desea pues sostener uno de los tipos de discursos, ha de estar listo para dar suficientes razones de él. Tal vez el presente trabajo sea un aporte para quien desea entender o dar explicación de su discurso teísta sobre el origen de la propia vocación, o quien quiera encontrar un sentido profundo a los acontecimientos de su vida. Objetivo principal y objetivos específicos Dicho en otras palabras, el objetivo principal del presente escrito es hallar la manera de entender el concepto de la vocación como llamada de Dios al hombre en la historia de éste. Para ello, los siguientes serán los objetivos específicos que se irán obteniendo a lo largo del trabajo: primeramente, se tratará de responder a la pregunta sobre la existencia de Dios a la luz de los recientes aportes filosóficos como teológicos. En segundo lugar, se intentará dar una respuesta a la pregunta por la acción de Dios en el mundo y precisamente en la vocación del hombre. Suponiendo con el Vaticano II que Dios actúa en el mundo, en la historia del hombre, el tercer objetivo a alcanzar será analizar las condiciones de posibilidad para dicha acción que se concreta en la llamada del hombre hasta un horizonte de sentido. Teniendo las condiciones de posibilidades claras el último capítulo se dedicará al análisis de la aplicabilidad de dichos principios en algunas historias de vida concreta como puede ser la historia vocacional de Pedro, del Señor Héctor Durand… por citar algunos. Método utilizado Se entiende aquí que un método teológico no es un conjunto de unas fórmulas mágicas para la producción teológica. “El método no es un conjunto de reglas que cualquiera, incluso un tonto, ha de seguir meticulosamente; más bien un marco destinado a favorecer la creatividad 7 y la colaboración”2. Por eso mismo, En este trabajo se asiste a una síntesis del método antropológico trascendental del teólogo alemán Karl Rahner, el método de la Teología de la acción y el de la teología de liberación que favorecen la creatividad y la elaboración del trabajo. El método utilizado en el clímax del escrito, donde se analizan las condiciones de posibilidad para una interpretación de la acción de Dios en la historia del hombre es el llamado antropológico trascendental del teólogo alemán Karl Rahner, (tal como lo aplica en su libro “Oyente de la palabra”). Sin embargo, las otras partes del escrito no se desconectan de esta parte, ni se puede entender sin el trasfondo de las otras partes. En una vista macro de todo el documento, se trata de un ver (análisis de la cuestión), juzgar (antropológico trascendentalmente), admirar, actuar y admirar (en el área de la praxis). En efecto, la primera parte tratará de analizar el estado actual de la pregunta sobre la existencia de Dios. Una pregunta difícil de contestar con un sí o un no, sin pasar por un análisis de lo que se entiende por Dios mientras que nadie lo ha visto. Del mismo modo, lo difícil que puede resultar demostrar su existencia. En la primera parte se lleva a cabo un análisis del estado actual de la cuestión entorno al concepto de Dios y su existencia. Por eso en cuanto vista general del método del documento lo podríamos llamar un ver. La segunda parte es un juzgar que se articula sobre dos hipótesis: La primera es que Dios sí existe y la segunda que ese Dios que existe actúa continuamente en la historia del hombre general y particular dándole un sentido a su existencia: esto es vocación dicha en otras palabras. El punto de referencia de esta actuación o revelación se encuentran en las afirmaciones del Vaticano II (Gaudium et Spes principalmente) sobre la vocación del hombre a base de una posible revelación histórica y categorial de Dios. La segunda hipótesis es el mismo concepto de vocación cuyo origen es Dios, con la que se empieza el planteamiento del presente trabajo, solo que articulado de otra manera. En efecto, decir: “Dios me llamó hasta un sentido…” implica afirmar que Dios actúa en la propia vida. El juicio que se lleva a cabo en esta segunda parte culmina con un análisis de las condiciones 2 Lonergan, Método en teología, P.9 8 de posibilidad para sostener dicha afirmación a partir de los aportes del método antropológico trascendental del teólogo Karl Rahner que se halla en su libro: “Oyente de la palabra” Y finalmente el admirar, actuar y admirar explicita la dinámica de la tercera parte del presente escrito. En efecto, después de analizar las condiciones de posibilidad, se lleva a cabo una contemplación o admiración de tales condiciones de posibilidad en los diversos elementos de la teología pastoral, en la vida de diversos personajes que con un convencimiento admirable escucharon la voz de Dios, llamándolos hasta un horizonte. Actuar significa encontrar pistas de cambio de vida como de acción pastoral a partir de estas condiciones de posibilidad que son tres: Dios que llama es un ser libre, el oyente de la llamada es libre y la llamada acontece en líneas de posibilidad de libertad también. Y finalmente toca seguir admirando este actuar de Dios en la historia. Estado de arte El presente trabajo no pretende ser el primer texto respecto a la fundamentación de la teología vocacional. Ni los métodos aplicados aquí como los únicos medios para llevar a cabo dicha tarea. Tampoco el análisis desde la revelación de Dios como el único medio para fundamentar el discurso vocacional. Es más, desde aportes de la teología de la gracia se podría hacer una muy buena fundamentación del lenguaje vocacional. La naturaleza y la extensión del presente trabajo no permite articular desde todos estos aspectos. Dicho eso, se retomará el planteamiento del problema. B. Prolegómenos La teología ha recurrido a lo largo de la historia a diversos conceptos con el fin de expresar la riqueza del hecho de que el Dios «a quien nadie ha visto jamás» (Jn 1,18), se haya dado a conocer a los hombres3. Destacan, por su uso frecuente, «Revelación» y «palabra», aunque existen otros como «testimonio», «comunicación», «historia», «experiencia» o «encuentro»4, «Auto-donación», «Auto-comunicación». «Podemos decir –señalaba el Beato Juan Pablo II– que, en cierto sentido, la revelación es, sobre todo, vocación, llamada; no es sólo una teoría; 3 Conesa, La revelación como vocación. 13. En … 4 Ibid., 9 es ciertamente una praxis, pero sobre todo una llamada vocacional se encuentra entre la teoría y la praxis y está, en cierta manera, inscrita en la revelación»5. Si la revelación trae implícita o explícitamente una vocación, implicaría siempre un encuentro. Humanamente hablando, nadie puede darse a conocer en el vacío o ante nadie, darse a conocer exige un destinatario que le podría acoger como vocación. Habrá de repensarse si el hecho de darse a conocer ha de incluir necesariamente una misión. En caso de que no, será una comunicación inefectiva, al estilo de una pregunta abierta que no influye en su oyente. Más allá de todo análisis, la experiencia de Dios consignada en las Sagradas escrituras, en la historia de la Iglesia y las diversas historias de nuestros días muestra que la comunicación es siemprevocacional, esto es, por una palabra comunicativa llama al oyente hacia una acción de absoluta libertad. Si tal es el caso, la vocación en su sentido auténticamente religiosa exige la relación de dos componentes: uno de orden sobrenatural, Dios, autor de la llamada, sujeto activo; y otro de orden natural, el hombre, sujeto pasivo y término de la misma6. Así pues, Un análisis riguroso de la vocación ha de contemplar ambos elementos inseparables y el modo en que interactúan7. Esto es lo que quiere reflejar el presente escrito. En el contexto actual de crisis de lo sobrenatural causado por la razón científica y el ateísmo, parece absurdo mantener un discurso vocacional: “Dios me llamó” mientras la existencia y el accionar de Dios no es una evidencia. Entonces saltan a la vista preguntas como: ¿Quién es ese Dios que te ha llamado? Por desgracia, el religioso contemporáneo no tiene cómo dar a entender su discurso vocacional más allá de su círculo de fe. Pues el concepto Dios que usa para referir su acontecer vocacional, ha sido ampliamente usado hasta carecer de sentido. ¿Habrá de dar un paso al post-diosismo?, ¿Habrá de crear ontología como Heidegger? Sí, el religioso contemporáneo que mantiene un discurso vocacional tiene dificultad de decir que Dios lo ha llamado. Las ciencias humanas le reclaman de decir en palabras poco entendible lo que ellos llaman en la práctica, el otro hombre, lo que ellos identifican con el propio deseo de realizarse, de liberarse, de infinitud… parece que pronto volvería a surgir la 5 Ibid., 15 6 Sacerdotes Operarios Diocesanos, Curso básico de Pastoral vocacional, 103. 7 Ibid., 10 navaja de Ockham en su contra. ¿Por qué añadirle una causa sobrenatural a lo que ya es explicable desde las causas naturales?... Habrá de decir entonces ¿me llamó la causa de la historia del Dios de Abraham? ¿Me llamó la causa de la continuidad de la historia de la víctima Cristo? … para que fuera más entendible el discurso vocacional. El cristiano puede decir que le llamó la causa de Cristo: la víctima de Nazareth. Sin embargo, su tradición de fe le propone no ver en Cristo una persona cualquiera, sino verdadero Dios y verdadero hombre. Le propone ver en Jesucristo al mismo Dios encarnado que da a entender a la verdadera vocación del hombre como la divinidad y éste como verdadera humanización del hombre. Al cristiano así entendido, le toca dar cuenta también de la palabra Dios inscrita en su doctrina. Le toca dar cuenta de ¿Cómo es posible que en este verdadero Dios y verdadero hombre se diese una trinidad y unidad de personas? Muchas de estas preguntas tal vez no hayan sus respuestas correspondientes en el presente escrito, sin embargo, quedan abiertas para una futura reflexión teológica y vocacional en el contexto del increencia. En el presente escrito se abordará en un primer momento el problema de la existencia de Dios desembocando en el empate argumentativo entre teístas y ateos, fruto de la labor teológica del teólogo Alberto Múnera. De ahí, a partir de un sentimiento contemporáneo de retorno al lenguaje religioso y a la realidad de las religiones, se cree que reflexionando sobre la posibilidad de la existencia del que nadie ha visto jamás se pueda obtener bases para un análisis de lo que será el segundo momento aquí: la realidad vocacional fruto de su posible revelación, entendido como “palabra” que pueda oír y entender el hombre. Los aportes antropológicos de Karl Rahner aclaran que esta palabra acontece en la historia personal y universal del hombre lo que hace que se evite todo tipo de misticismo en la vocación como acontecimiento de la revelación de Dios. Del segundo momento se desprenden tres principios: Dios libre, libre revelación y hombre (oyente) libre que se analizan en el tercer momento en los 4 relatos bíblicos que conforman según el análisis de Santiago Guijarro el proceso vocacional de Pedro. En este análisis se introducen relatos vocacionales de la historia reciente de la Iglesia. El relato del Padre Juvenal Dho y del Señor Héctor Durand cofundador de la sociedad de los Misioneros de los 11 Santos Apóstoles, para una mejor comprensión del acontecer vocacional como revelación de Dios. 12 1. DE LA EXISTENCIA DE DIOS Una reflexión sobre la existencia de Dios y su acción en el mundo y en el hombre con fines de una teología vocacional sigue siendo una tarea pendiente para la teología. El discurso vocacional que se maneja actualmente - “Nadie se llama a sí mismo”, “Es Dios quien llama a una amistad con él, a la vida, a la santidad…”8- de un lado, y el contexto actual del hombre quien con frecuencia discute las ideas recibidas9 sin importar su índole del otro lado, urge la realización de esta labor. El hombre actual quizás con más énfasis que aquel de antaño10, lo discute todo, hasta la idea y la existencia de Dios que puede recibir desde la temprana edad de la familia o de su entorno escolar o religioso…. Pues se ve a menudo angustiado al encontrarse con los “diversos altares de la modernidad”11 algunos construidos para mantener a los dioses en la sociedad, otros para eliminarlos y algunos otros integrando los dos extremos. El hecho de que se diera “una coexistencia de religiones diferentes y la coexistencia de los discursos secular y religioso; […] tanto en la mente del individuo como en el espacio social”12 hace que se discutan con frecuencia los fundamentos de la postura de cada uno o que alguno influencie a otro. Las bases discutidas incluyen el tema de la verdadera religión que desembocó en una tendencia a reconocer la validez de todas las religiones. De ahí la propuesta de la teología del pluralismo religioso de un mismo Dios operando o manifestándose en las diversas religiones sin que ninguna sea central13. Lo discutido incluye también el tema de la existencia de Dios. 8 Francisco. “Exhortación Apostólica Postsinodal Cristus Vivit a los jóvenes y todo el pueblo de Dios”. 248. 9 Concilio Vaticano II, “Constitución dogmática Gaudium et Spes sobre la Iglesia en el mundo” 7. 10 Los aportes de estudiosos como Karl Jaspers nos permitieron ver posturas de lectura de la realidad como autonomía que actuaciones externas de dioses, desde el tiempo axial. 11 Se hace aquí alusión directa de la obra de Peter, L Berger, Los números altares de la modernidad. En busca de un paradigma en una época pluralista. En él el autor defiende la idea de que la modernidad no es sinónimo del declive religioso, la experiencia práctica lleva a la convicción de que se trató más bien de una pluralidad de ofertas religiosas: “La teoría de la secularización, basada en la idea de que la modernidad conlleva necesariamente un declive de la religión, ha servido durante cierto tiempo como paradigma para el estudio de la religión. Pero, a la luz de la evidencia empírica, ya no puede sostenerse. Es preciso un nuevo paradigma. Creo que este debe basarse en las muchas implicaciones del fenómeno del pluralismo. La coexistencia de religiones diferentes y la coexistencia de los discursos secular y religioso; ambas se dan tanto en la mente del individuo como en el espacio social.” 12 Ibid., 9 13 Sardiñas Iglesias en su artículo “complejidades y potencialidades del desafío ecuménico, interreligioso e intercultural”, hace un buen desarrollo del tema. La teología del pluralismo religioso viene justo después de que las propuestas inclusivista de cristianos anónimos de K. Rahner fueran criticadas. Sus principales defensores son: John Hick y Paul Knitter. 13 Y al respecto, no hace falta leerlo en un libro, sino que la experiencia de presentarse como religioso o teólogo en algunos sectores de la sociedad -ya sea círculos de amigos en la universidad- y de ahí la desencadenación de preguntas entorno a la existencia de Dios lo hace más que evidente. Al ladodel pluralismo religioso, entorno al tema de la existencia de Dios, se convive también con el ateísmo que en su forma más estricta es la negación de la existencia de Dios14. Con el agnosticismo que supone que el tema de la existencia de Dios está más allá de sus posibilidades, el teísmo que afirma la existencia de Dios15. Y los indiferentes al tema de la existencia de Dios y de la religión. Enfatizando en los últimos y citando a Javier Sábada, Juan Ruiz de Peña dice lo siguiente: …ni siquiera el agnosticismo descuella en las hodiernas aproximaciones al tema teológico; lo que ahora prima es el desinterés por su suerte. […] el dictum de J. Sádaba acerca de «la irrelevancia cultural del viejo debate sobre Dios» y, por ende, sobre el hecho de declararse ateo o teísta; a su juicio, «un hombre adulto y razonablemente instruido... se despreocupa de tales cuestiones». Al menos en nuestro país, las estadísticas están de parte de Sádaba: la actitud predominante entre los increyentes no es el ateísmo, sino el «posteísmo». Así pues, entre las respuestas afirmativa (teísmo), negativa (ateísmo) y suspensiva (agnosticismo), la mentalidad dominante pugna por poner en órbita una cuarta posibilidad, consistente en «negar que exista un verdadero problema de Dios»16. En el presente texto se asume la existencia de un problema de Dios ya que la cuarta posibilidad no es un hecho que cubra toda la sociedad. A pesar de que haya increyentes según la cita anterior y creyentes que supriman el problema yendo hacia un posteísmo17. No se analizará en profundidad el posteísmo creyente aquí, quizás en otros artículos. En el presente Consultado en línea: https://es.scribd.com/document/494222633/9-Complejidades-y-Potencialidad-Del- Ecumenismo-2c-El-Dialogo-Interreligioso-e-Intercultural-LSardinas-1 14 Múnera, Apuntes de teología para no teólogos. 42 15 Ibid. 16 De la Peña, Crisis y apología de la fe. Evangelio y nuevo milenio. 292-293. 17 Al respecto, aquí una obra reciente escrita por varios autores creyentes: Después de Dios otro modelo es posible (2021). Escrito por Jacques Musset, Mary Judith Ress, Santiago villamayor, José Arregi, Carmen Magallón, José maría vigil. https://es.scribd.com/document/494222633/9-Complejidades-y-Potencialidad-Del-Ecumenismo-2c-El-Dialogo-Interreligioso-e-Intercultural-LSardinas-1 https://es.scribd.com/document/494222633/9-Complejidades-y-Potencialidad-Del-Ecumenismo-2c-El-Dialogo-Interreligioso-e-Intercultural-LSardinas-1 14 capítulo se tratará de responder a la pregunta por la existencia de Dios buscando presupuestos para entender la acción de Dios en un discurso vocacional: “Dios te llama”. Presente tanto en la literatura bíblica desde Adán, Abraham hasta los primeros cristianos, como posterior del cristianismo. Respecto a la existencia de Dios, las discusiones públicas tanto las académicas desde tiempos modernos incluso antes, se ha enfatizado entorno a las siguientes preguntas según parece: ¿Quién es Dios?, ¿Dónde está?, ¿Puede probarse su existencia?, ¿En qué es importante para la vida presente?, ¿Es el hombre capaz de él? Dependiendo de cómo se haya respondido cada pregunta tanto por los ateos como por los teístas, se ha determinado la praxis social como la eclesial. Se abordarán en las siguientes líneas algunas preguntas de manera implícita y otras de manera explícita. Primero, ante todo, a base de la pregunta quién es Dios, se tratará de hacer un análisis vasto de las diversas concepciones de Dios, en los ámbitos de nuestra sociedad, en la religión cristiana, entre filósofos e imagen de Dios en las pruebas de su existencia, luego la concepción del teólogo Karl Rahner. Después se analizarán algunas teorías entorno al origen de la idea de Dios en el hombre. Luego la pregunta: ¿Puede probarse la existencia de Dios? A base de lo anterior, se analizará lo que puede llamarse síntomas de un retorno a las religiones, al teísmo y al lenguaje simbólico, después de la crisis moderna de la filosofía científica y de las pruebas de la existencia de Dios. 1.1.¿Quién es Dios? Igual que la pregunta por el hombre, la pregunta ¿Quién es Dios? puede traducirse también por ¿Qué es Dios? En la primera se destaca el carácter personal de Dios y la segunda se indaga su esencia, su naturaleza18. Tanto en filosofía, como en teología, en las religiones y en experiencias prácticas se aborda el tema de la identidad de Dios y la del hombre desde estas dos preguntas, a veces explícitamente otras veces no. Sin embargo, se trata de las preguntas más difíciles de responder. Por la simple razón de la sinceridad intelectual del Evangelista Juan: “A Dios nadie le ha visto jamás”19. 18 Zizioulas. Persona e Iglesia. 143-144 19 Juan 1,18. 15 Sigue el Evangelista: “Lo ha contado el Hijo Unigénito, que está en el seno del Padre”20. Se puede añadir: Lo han contado autores del libro del Génesis que Dios es el creador del mundo21. Lo han contado los Israelitas desde su experiencia que el verdadero Dios es su libertador. Que Dios es Padre de Jesús cuentan los cristianos y que éste es verdaderamente Dios y hombre, que da su Espíritu y del Padre a sus seguidores22 y a los que hacen la voluntad de Dios23… “Para algunos es ser infinito, trascendente, absoluto, inaccesible, otros lo presentan como una fuerza cósmica, como un papá bondadoso, como un amigo, como un vigilante de lo que ocurre en este mundo […] Pareciera que todos afirman que Dios existe, pero cada uno lo percibe a su manera”24. En el día a día se aprehenden percepciones fatalistas de Dios25. El mundo y lo que ocurre en él, un “teatro”26 de la acción de Dios o de las divinidades, por encima de la libertad de la criatura que no puede evitar el destino que aquellos le imponen. Entonces se escucha aquí y allá: “Tal u otra situación en tu vida es voluntad de Dios”, hay que someterse. Entre los obreros, por ejemplo, suele captarse la imagen de un Dios que manda, castiga y premia, que controla la asistencia a Misa, o un Dios que siempre gana, omnisciente, omnipotente, no tratable como persona. Separado de la vida familiar y de la conducta moral27. En el campesinado la imagen de Dios puede diferir según el medio rural. En la mayoría es visto según la percepción del cura y de la parroquia y con el lente cósmico propio de quien vive en permanente contacto con la naturaleza. Entonces Dios es todopoderoso, maneja las fuerzas de la naturaleza y se puede obtener favores de él por medios de oración y sacrificios…por lo tanto es bondadoso. Dios es también sufriente en su humanidad y enseña el camino que es el del sufrimiento para llegar al cielo28. En los sectores marginados suburbanos, suele rechazarse lo religioso ya que se identifica a Dios con el protector de los ricos y culpable de la injusticia29. En el clero suele encontrarse con un 20 Ibid., 21 Ibid., 22 Juan 14,26 23 Juan 14,23 24 Múnera, Apuntes de teología para no teólogos, P.29 25 Apuntes de la clase de misterio de Dios con Padre Alberto Múnera 2020-3 26 Lenears, Aunque no haya un Dios arriba. Vivir en Dios sin Dios. 116 27 Apuntes de la clase de Misterio de Dios con Padre Alberto Múnera 2020-3 28 Ibid., 29 Ibid., 16 Dios producto del seminario. Es propiedad exclusiva de sus elegidos. Su imagen es también abstracta y teórica30. Finalmente, en la juventud suele toparse con la imagen de un Dios como Ser infinito. A veces se le rechaza también por ser incómoda su imagen tradicional: un mito en vez del Big Bang de su cultura, un tabú respecto a la sexualidad, normativo, un ser irreal, una fantasía... 31 “A lo largo de la historia del pensamiento filosófico, Dios se ha presentado a la reflexión humana como una realidad, cuya existencia clarifica el misterio de su origen, de su destino y de la marcha del mundo y de la historia”32. Es decir, la existencia de una realidad “Dios” ayuda a entender el misterio del origende la humanidad y del universo, de su destino y de la marcha del mundo y de la historia. Aunque no todas las perspectivas filosóficas lo ven así: el nihilismo es un ejemplo de ello. Algunos otros ven en Dios un enigma más. La pregunta maestra en el desarrollo de la búsqueda filosófica de Dios desde la India y la Grecia antigua es: ¿Por qué hay entes en vez de nada?33 “Se trata de una pregunta dirigida al ser mismo […] considerado como punto último de referencia del pensamiento y de la conducta”34. De las respuestas a esa pregunta, se distinguen dos formas completamente distintas de percibir a Dios: Realidad inmanente al mundo (naturalismo, panteísmo: Spinoza) o como entidad ontológicamente superior (trascendentalismo y teísmo: Anselmo, Hegel, Santo Tomas…)35. A estas dos puede añadirse una tercera: Dios a la vez como realidad inmanente y trascendente (Panenteísmo, panpsiquismo renacentista,)36. El Concepto de Dios desde las pruebas clásicas de su existencia San Anselmo es quizás el primero en lanzarse de manera explícita para demostrar la existencia de Dios desde la razón en ayuda a la fe (Fides quaerens intellectum,). En su reflexión, Anselmo llega a la conclusión de que Dios es el ser más grande que se pueda imaginar y eso todos lo entienden. Correlativamente tiene que existir también fuera de la imaginación. Ya que, si 30 Ibid., 31 Ibid., 32 De Sahagún, Dios, horizonte del hombre.63 33 Ibid., 64 34 Ibid., 35 Ibid., 36 Desarrollado últimamente en Teologías cristianas. Aunque ya aparece una forma de panenteísmo en la religión budista. Esta perceptiva concibe a Dios como lo más cercano y lo más lejano. Dios es inmanente a la realidad en cuanto que es su origen y lo vivifica, pero al mismo tiempo lo transciende. 17 existiese solamente en la mente humana, ya no sería el ser más grande que se pueda imaginar porque estaría limitado por la imaginación y la mente humana. Este Ser tiene que desbordar todos los límites; por eso es lo más grande que se pueda concebir. Este ser es Dios y alguien que lo entienda así, no puede negar su existencia como el insensato del salmo 14(13). Creemos que eres tal, que nada mayor puede ser concebido […] Y, ciertamente, el ser tal que no puede concebirse otro mayor no puede existir sólo en la inteligencia. En efecto, si existiera sólo en el espíritu, podría pensarse en otro que existiera también en la realidad: y en este caso sería mayor. Por tanto, no hay duda de que existe en la inteligencia y en la realidad un ser tal que no puede concebirse otro mayor37. Santo Tomás de Aquino y las cinco vías. En las llamadas cinco vías de Santo Tomas para acceder a Dios, se retoman algunos planteamientos de Aristóteles y así concibe a Dios de cinco maneras parecidas y distintas. En la primera prueba Tomás identifica a Dios con el motor inmóvil a partir de la analogía de los movimientos. Dice lo siguiente: La primera y más clara es la que se deduce del movimiento. Pues es cierto, y lo perciben los sentidos, que en este mundo hay movimiento. Y todo lo que se mueve es movido por otro. De hecho, nada se mueve a no ser que en, cuanta potencia, esté orientado a aquello por lo que se mueve. Por su parte, quien mueve está en acto. Pues mover no es más que pasar de la potencia al acto. La potencia no puede pasar al acto más que por quien está en acto. […] Ejemplo: Un bastón no mueve nada si no es movido por la mano. Por lo tanto, es necesario llegar a aquel primer motor al que nadie mueve. En éste, todos reconocen a Dios38. En cuanto a la segunda prueba o vía, Tomas identifica a Dios con la causa sin causa. Es decir, si todas las cosas tienen sus causas, la cadena será perpetua y sin fin lo que en la lógica de Tomás y de Aristóteles es totalmente absurdo. Por lo tanto, habrá de llegar a una primera causa que no tenga causa. Según esta lógica Dios es la causa primera de todas las causas en el mundo. ¿Será la causa del bien y del mal? 37 De Canterbury, Proslogion II. 38 De Aquino, summa teológica. Q2, a.3 18 En la tercera prueba Tomás parte del análisis de la contingencia de los seres finitos para llegar la necesidad de un ser necesario, origen de todos los seres contingentes. Así, Dios es este ser necesario. En la cuarta vía, analizando los grados de perfección de las cosas, llega a la necesidad de un ser perfecto del que hayan salido todas las cosas en sus grados menores de perfección a ejemplo del fuego que hace a otras cosas calientes a partir de la perfecta calentura que es el mismo. Las siguientes palabras describen el análisis de Tomas: La cuarta se deduce de la jerarquía de valores que encontramos en las cosas. Pues nos encontramos que la bondad, la veracidad, la nobleza y otros valores se dan en las cosas. En unas más y en otras menos. Pero este más y este menos se dice de las cosas en cuanto que se aproximan más o menos a lo máximo. Así, caliente se dice de aquello que se aproxima más al máximo calor. Hay algo, por tanto, que es muy veraz, muy bueno, muy noble; y, en consecuencia, es el máximo ser; pues las cosas que son sumamente verdaderas son seres máximos, como se dice en II Metaphys. 7 como quiera que, en cualquier género, lo máximo se convierte en causa de lo que pertenece a tal género — así el fuego, que es el máximo calor, es causa de todos los calores, como se explica en el mismo libro 8—, del mismo modo hay algo que en todos los seres es causa de su existir, de su bondad, de cualquier otra perfección. Le llamamos Dios39. Finalmente, en la quinta vía Tomas concibe a Dios como un ser sumamente inteligente que ordena todas las cosas hacia su fin. Según explica Alberto Múnera: Observamos que los seres inorgánicos actúan con un fin; pero, al carecer de conocimiento e inteligencia, solo pueden tender a un fin si son dirigidos por un ser inteligente. Luego debe haber un ser sumamente inteligente que ordena todas las cosas naturales dirigiéndolas a su fin. Y ese ser inteligente sería Dios40. Los últimos en aparecer en la línea de pruebas clásicas de la existencia de Dios es el filósofo Emmanuel Kant quien critica a sus antecesores en la reflexión, y su crítico Newmann. La proposición de Kant es la llamada prueba de la existencia de Dios a partir de la conciencia moral o prueba antropológica. ¿De la conciencia moral en el hombre puede concluirse 39 Ibid., 40 Múnera, Apuntes de teología para no teólogos. 37 19 válidamente la existencia de Dios como supremo legislador?41 Para Kant, puede resumirse su postura en un “no necesariamente”. Dios solo es mera idea que todo hombre ético piensa necesaria para fundamentar unos valores objetivos. Dios en Kant es pues, una idea ética garante de la moral. Más allá de Kant, Newman propone el concepto de un Dios personal que se da en la conciencia de cada individuo en situaciones éticas. Dios no es una obligación moral pensada necesaria. Para Newman Dios existe realmente y se encuentra en su donación personal en la conciencia de cada individuo. Así escribe Newmann: Si, pues, el conocimiento de mi existencia me es dado por la conciencia (psicológica) que tengo de mi propio pensamiento y si este pensamiento implica, como uno de sus modos, la conciencia (moral) o el sentido de una ley coercitiva que manda en mí, y si un tal sentido, una vez analizado, es decir, tomado como objetivo de reflexión, demuestra implicar una captación incoativa de un Ser Divino, se sigue que el objeto de esta captación no es solamente tan claro como mi propia existencia, sino que los dos conocimientos, el mío y el de Dios, se encuentran íntimamente relacionados entre sí42. De las posturas increyentes históricas, algunas consideran a Dios como el invento de un ciudadano ingenioso para la paz y el bien de los hombres, infundiendo terror en su corazón. Así lo expresó Critias en el polémico fragmento de Sísifo. Aunque se discute mucho sobre laobra, el contenido del fragmento sigue siendo un reto para la imagen de Dios o dioses y su verdadera existencia. Feurbach lo presenta como pura proyección o deseo de infinitud del hombre43. Karl Marx lo presenta como un consuelo interesado del hombre alienado44. Desde un análisis psicoanalítica Sigmund Freud presenta a Dios como una ilusión infantil,45 garante de protección y de felicidad. “…No es otra cosa que la idealización del padre que cada persona ha creído ver o hubiera deseado tener”46. En la misma línea Carl Gustav Jung 41 De Sahagún, Dios, horizonte del hombre. 177. 42 Newman. El asentimiento religioso. Ensayo sobre los motivos racionales de la fe (Barcelona 1960), 341-357. Citado por De Sahagún. Dios, horizonte del hombre. 187 43 Küng, ¿Existe Dios? 269-305. 44 Ibid., 305ss 45 Ibid., 46 De Sahagún, Dios horizonte del hombre. 28-29 20 considera que la idea de Dios «es una función irracional, en cuanto tal, es absolutamente necesaria, pero independiente de la existencia objetiva de Dios»47. Desde la cultura científica o del positivismo científico, Dios es una hipótesis innecesaria para la explicación de la realidad y el funcionamiento del mundo. Para Unamuno, Dios “es una gran equis en la barrera de nuestros conocimientos, de forma que, a medida que la ciencia avanza, la barrera se retira48. Para algunos otros, la ciencia solo puede completarse con la hipótesis Dios ahí donde no puede decir nada. Desde las ciencias humanas, en psicología científica ya se mencionó anteriormente la imagen de Dios resultante de la psicoanálisis de Freud y de Jung. En la sociología del conocimiento, se considera la idea de Dios, y en general toda la vida religiosa, como una invención del hombre para solucionar el problema de sentido y evitar la amenaza de colapso total, tanto del individuo como de la sociedad.49 Algo parecido a la invención del ciudadano ingenioso del fragmento de Sísifo, o la religión del imperio romano. Desde las religiones también captamos imágenes diferentes de Dios hasta algunos sin imagen específica de Dios como es el caso del budismo. De la religión judeocristiana podemos hablar de Dios uno y trino. Creador del mundo y de todo lo que hay en él. El uno y trino es inmanente y trascendente al mismo tiempo. Actúa en la historia de su pueblo, camina con el pueblo. Es el Padre de Dios-Hijo Jesucristo, quien vive con él en la unidad del Espíritu común de ambos. A diferencia de las ciencias mencionadas anteriormente, la imagen de Dios que se tiene en el cristianismo se considera revelada por él mismo. El problema de los múltiples nombres de Dios se soluciona desde la teología del pluralismo religioso a partir de la consideración de que todas las religiones son como manifestación del mismo Dios. No obstante, los múltiples nombres de Dios entrañan otros problemas tales como dudar de la existencia de Dios, al repensar su origen, su originalidad50. Como dice Karl Rahner: “muchas veces, fulano de tal piensa con esta palabra algo que él con razón niega”51 ¿Quién es el Dios verdadero? ¿Todos? Si no se puede identificar, ¿cómo probar su existencia? 47 Ibid., 31 48 Ibid., 52 49 Ibid., 59 50 Küng, ¿Existe Dios? … 51 Rahner, La gracia como libertad, 21. 21 ¿A fin de cuentas quién es Dios después de todo este recorrido? Quizás las siguientes palabras de Karl Rahner resumen los diversos conceptos de Dios analizados anteriormente: Dios no es "algo" que, junto con otras cosas, pueda ser incluido en un "sistema" homogéneo y conjunto. Decimos "Dios" y pensamos la totalidad, pero no como la suma ulterior de los fenómenos que investigamos, sino como la totalidad en su origen y fundamento absolutos, el ser al que no se puede abarcar ni comprender, el inefable que está detrás, delante y por encima de la totalidad a la que pertenecemos nosotros, con nuestro conocimiento experimental. La palabra Dios apunta a este primer fundamento, que no es la suma de elementos que sostiene y frente a la cual se encuentra, por eso mismo, creadoramente libre, sin formar con ella una "totalidad superior". Dios significa el misterio silencioso, absoluto, incondicionado e incomprensible. Dios significa el horizonte infinitamente lejano hacia el que están orientadas desde siempre, y de un modo trascendente e inmutable, la comprensión de las realidades parciales, sus relaciones intermedias y su interacción. Este horizonte sigue silencioso en su lejanía cuando todo pensamiento y acción orientados hacia él han sucumbido a la muerte. Dios significa el fundamento incondicionado y condicionante que es precisamente el misterio santo en su eterna inabarcabilidad. Cuando decimos "Dios", no debemos pensar que todos comprenden esa palabra y que el único problema sea el de saber si realmente existe aquello que todos piensan cuando dicen "Dios". Muchas veces, Fulano de Tal piensa con esta palabra algo que él con razón niega, porque lo pensado no existe en realidad. Imagina, en efecto, una hipótesis de trabajo para explicar un fenómeno particular hasta que la ciencia viene a dar la explicación correcta: o imagina un cuco (coco) hasta que los propios niños caen en la cuenta de que no pasa nada si se comen las golosinas. El verdadero Dios es el misterio absoluto, santo, al que sólo cabe referirse, en adoración callada, como al fundamento silenciosamente abismal que lo fundamenta todo el mundo y nuestro conocimiento de la realidad. Dios es aquel más allá al cual, en principio, no se puede llegar. porque, aun en el caso de haber descubierto una "fórmula universal" -con la que, de hecho, ya no habría nada más que explicar-, no se habría llegado con toda seguridad más allá de nosotros 22 mismos, la propia fórmula universal quedaría flotando en la infinitud del misterio precisamente en cuanto comprendida.52 A mí, en cambio, me domina y perfora el Misterio eterno, el Misterio infinito, que es algo "totalmente distinto" de una especie de conglomerado donde se vinculan todas aquellas cosas que aún no conocemos ni experimentamos; el Misterio, que en su infinitud y densidad se encuentra, al mismo tiempo, en lo más exterior y en lo más interno de las realidades separadas que componen eso que nosotros llamamos el mundo de nuestra experiencia. Este Misterio se encuentra ahí y se expresa en la medida en que se mantiene silencioso; ese Misterio-Secreto deja que queden serenas a un lado las palabras y las explicaciones, porque hablar sobre el Misterio, sin más, se convierte en palabrería sin sentido. Cuando yo me sitúo en mi interior y callo, cuando permito que las muchas realidades concretas de mi vida se asienten en un Fundamento, cuando dejo que todas las preguntas se vengan a centrar en la pregunta a la que no se puede responder con las respuestas que se dan a las preguntas concretas, sino que dejo que el Misterio infinito se exprese a sí mismo, entonces el Misterio está presente ahí: y entonces, en último término, ya no me preocupa el hecho de que la ciencia racionalista se crea capacitada para hablar sobre Dios de un modo escéptico. En ese momento, estoy convencido de que no me he perdido en un "sentimiento" irracional, sino que he llegado a situarme en el punto focal del espíritu, de la razón y de la comprensión, punto del que brota, en último término, toda racionalidad (Schriften zur Theologie XIV 1, 1)53. 1.2.Origen de la idea de Dios Respecto al origen de la idea de Dios en el hombre citando a Henri de Lubac, Juan de Sahagún afirma: No es lo mismo indagar las razones que inducen al hombre a plantearse el problema de Dios que bucear en los orígenes de su idea en la humanidad. Aquí nos referimos a este último aspecto, en torno al cual han proliferado interpretaciones muy diversas, 52 Rahner, La gracia como libertad, 20-21, en Múnera, Apuntes de teología para no teólogos, 32. 53 Rahner, Dios, amor que desciende. En Múnera, Apuntes deteología para no teólogos. 32. 23 que oscilan entre las que, basadas en un apriorismo ateo, optan por la ilusión y falacia primitivas, y las que propugnan una revelación originaria de Dios en los albores mismos de la humanidad54. Origen de la idea de Dios desde el apriorismo ateo. En cuanto a los que optan por la ilusión y la falacia, primitiva pueden resonar con más énfasis la teoría del positivismo sociológico de Compte y Durkheim, la interpretación marxista y la teoría psicoanalítica. Compte, explica el proceso del desarrollo de la sociedad humana con su célebre teoría de los tres estadios (teológico, filosófico y científico)55. El primer estadio corresponde al teológico y ficticio: en él, el hombre primordial buscando explicación sobre los fenómenos de la naturaleza, los atribuye a seres externos o a un mundo divino. De ahí surge la idea de Dios en el hombre, primero como un tipo de fetichismo, luego como politeísmo y finalmente adquiere la forma monoteísta56. En La triada proporcionada por el teólogo protestante Paul Tillcih (heteronomía, autonomía y teonomía), este estadio puede compararse con la fe premoderna caracterizada por un pensamiento heterónomo57. En el segundo estadio, la teología se vuelve metafísica y se remplaza lo heterónomo por lo autónomo de la naturaleza. El religioso se vuelve filósofo. Finalmente, en el tercer estadio de la teoría de Compte, el sujeto elimina a Dios cuando adquiere suficientemente las explicaciones de todos los fenómenos de la naturaleza. La filosofía se vuelve ciencia positiva. Según esta teoría, Dios no es nada más que una hipótesis de trabajo que aparece en el hombre cuando no tiene explicaciones de lo que le ocurre. En este caso, la pregunta por la existencia de Dios queda entre la ilusión y la falacia primitiva. Incluso se puede afirmar que Dios es mera invención del hombre. En la actualidad esta teoría es fuertemente criticada tanto por las ciencias positivas etológicas que hacen énfasis en su parcialidad y no universalidad en cuanto al origen de lo religioso en el hombre, como por la filosofía actual que no se limita a observar los fenómenos de la naturaleza, sino que se pregunta por su sentido, y de ahí la idea de Dios. 54 De Sahagún, Dios horizonte del hombre. 21 55 Ibid., 24 56 Profundizar en Comte. Cours de philosophie positive, 57 Profundizar en Tillich, Teología de la cultura y otros ensayos. 24 En la interpretación marxista, el origen de la idea de Dios se sitúa en el deseo del hombre alienado de liberarse. Desde ahí el hombre se proyecta a un ser completo, fuerte, todopoderoso que le puede liberar. Aunque no exista realmente, el alienado lo hipostasía. “Las pruebas de la existencia de Dios no son más que las pruebas de la autoconciencia del hombre, explicaciones lógicas de ésta”58 A Marx se le critica de desconocer la presencia de la idea Dios en todas las culturas y en todas las clases sociales para explicar su origen en el hombre. Para la teoría psicoanalítica iniciada con Freud, basándose en las confesiones de los enfermos que pretendía sanar59, se llega a concebir la idea de Dios común a los pacientes: “Dios como Padre”. Y sitúa el origen o la explicación de esta idea en que se encuentra en una neurosis colectiva que tiene por fundamento el sentido de culpabilidad y el instinto de protección60. En efecto, el hombre, amenazado en su debilidad psicológica, proyecta sobre sí mismo una realidad todopoderosa que ejerce las mismas funciones que el padre terreno. Presta seguridad y perdona las culpas, remedia necesidades, pero también marca la rectitud y exige responsabilidades61. A la doctrina psicoanalítica se le puede hacer la crítica de un cierto provincialismo, Dios como Padre protector en los pacientes europeos quizás no se identifique con las diversas concepciones de Dios en el mundo62. Además, que olvida totalmente la base cultural de esta idea de Dios. Razones que inducen al hombre a plantearse el problema de Dios. Según parece dentro de las razones que inducen al hombre a plantearse el problema de Dios, puede aparecer el interrogante clásico de la metafísica - ¿Por qué existe algo en vez de nada?, ¿Por qué existe, pudiendo no existir? -que se traduce en la actualidad en ¿por qué se produjo el big-bang y no permaneció más bien el eterno vacío de la nada?63 Una de las consecuencias de este interrogante ha sido el argumento cosmológico de la existencia de Dios. Otras razones 58 Marx, Engels. Sobre la religión. Citado por De Sahagun, Dios horizonte del hombre. 27 59 De Sahagún, Dios horizonte del hombre. 29 60 Ibid., 28 61 Ibid., 28 62 Crítica tomada análogamente de las críticas que para Hans Kung, la historia de las religiones puede hacerle al cristianismo. Kung. ¿Existe Dios? 799. 63 Queiruga. Fin del cristianismo premoderno. Retos hacia un nuevo horizonte. 202 25 que se derivan de la primera pueden ser el sentido de la existencia contingente de las creaturas finita. Una reflexión sobre la teleología. De estas razones, parecidas a los tres argumentos clásicos en pro de la existencia de Dios (cosmológico, ontológico y teleológico) resulta la idea de Dios como un ser infinito. El más allá al que nadie puede llegar como bien aparecía en la citación hecha anteriormente sobre la percepción de Karl Rahner. Otra razón que puede llevar al hombre a plantearse el problema de Dios es el sentido de la vida, el enigma del mal moral en la historia, y el mal gratuito en la naturaleza. Las interpretaciones pueden ser diversas, dependiendo del ámbito del planteamiento. Para Karl Rahner, si se parte de la antropología trascendental del hombre como ser espiritual, se puede llegar a la conclusión de que el hombre se plantea el problema de Dios por su modo de conocer que implica siempre una apertura del infinito en cada conocimiento particular del finito. 1.3.¿Puede probarse la existencia Dios? Después de los planteamientos anteriores, hablar de una prueba de la existencia de Dios obliga precisar de qué Dios se quiere probar la existencia. ¿El Dios de Karl Marx que es proyección del deseo del hombre alienado?, ¿El Dios de Feuerbach? ¿De qué Dios probar la existencia? Quizás la anotación de Manuel Guerra explique mejor los planteamientos. “No es difícil saber que Dios existe, pero es difícil saber cómo es Dios”64. Cualquier lector con afán, querrá saber si al menos el Dios cristiano existe. Sin embargo, tampoco el cristianismo se libra del uso de la palabra Dios. Así pues, el planteamiento de Dios es importante para el cristianismo. De ahora en adelante, se asumirá aquí el concepto de Rahner mencionado anteriormente: Dios como el fundamento incondicionado y condicionante, misterio santo en su eterna inabarcabilidad. El Misterio eterno, el Misterio infinito, distinto de una especie de conglomerado donde se vinculan todas aquellas cosas que aún no conocemos ni experimentamos; el Misterio, que en su infinitud y densidad se encuentra, al mismo tiempo, en lo más exterior y en lo más interno de las realidades separadas que componen eso que 64 Guerra, Historia de las religiones. 41-46 26 nosotros llamamos el mundo de nuestra experiencia. Este Misterio se encuentra ahí y se expresa en la medida en que se mantiene silencioso65. Se expondrá a continuación lo que está en juego cuando se habla probar la existencia de Dios. Luego se analizará el estado actual de la cuestión sobre las pruebas de la existencia o la no- existencia de Dios, y se terminará con algunas reflexiones de Alberto Múnera sobre el empate argumentativo y sus implicaciones para el planteamiento teísta de un discurso vocacional a partir de la existencia de Dios. 1.3.1. ¿Qué se entiende por probar la existencia de Dios? De acuerdo con el análisis de Hans Küng, “las pruebas de la existencia de Dios pretenden demostrar a Dios: su objeto no es -como el de la confianzafundamental- solamente la realidad del mundo y del hombre, la realidad en general, sino un posible fundamento primero, soporte primordial y sentido originario de la realidad a la que llamamos Dios”66. Pretende hacer inteligible, básica, accesible y evidente la existencia de Dios por medio de una analogía lógica. 1.3.2. Las pruebas clásicas de la existencia de Dios. Desde Platón a Hegel, por delimitación de Kant, se suelen distinguir cuatro pruebas clásicas de la existencia de Dios67. El argumento cosmológico que parte del fenómeno del movimiento, de cambio, de causalidad en el mundo empírico y plasma la necesidad de un primer principio que será Dios68. Las cuatro primeras pruebas de Tomás de Aquino obedecen al principio anterior. El segundo argumento es el teleológico. Parte del orden, de la finalidad y de la teleología para llegar a dar un sentido a la creación a partir de un ser inteligente. El tercer argumento es el ontológico. Parte de la idea de Dios innata en cada hombre como ser perfecto, infinito… y asume su existencia por ser más grande que la mente finita que la concibe69. Finalmente, el argumento antropológico o moral que se expuso anteriormente. 1.3.3. El fracaso de las pruebas de la existencia de Dios. 65 Rahner, Dios, amor que desciende. En Múnera, Apuntes de teología para no teólogos. 32. 66 Küng, ¿Existe Dios? 723. 67 Ibid., 724 68 Ibid., 69 Ibid., 25 27 En los tiempos actuales se afirma, tanto en filosofía como en teología, que es imposible demostrar la existencia de Dios70. “Es posible que las pruebas de la existencia de Dios hayan fracasado y fenecido como tales pruebas”71 por diversas razones. Primero si su pretensión era de demostrar universalmente la existencia de Dios, no se entiende porqué ninguno de las pruebas es aceptado universalmente72. Desde un punto de vista práctico, ninguna de las pruebas afecta la experiencia religiosa fundamental: “la autodonación de Dios”73 Segundo, el Dios infinito como lo definimos con Rahner, no puede caber en la mente del finito, lo que sí pretenden hacer las pruebas74. Tercero, el concepto que tenemos de Dios no corresponde a un contenido positivo, sino que es negativo. Quinto: si de la reflexión filosófica, por las "vías" o pruebas tradicionales, se llegara a la afirmación de un ser trascendente o principio de todo ser, ¿sería ese el Dios de nuestra religión cristiana? Sexto: los cristianos tenemos que preguntarnos entonces: si se demostrara la existencia de Dios de manera incontrovertible, ¿qué sería la fe?75 Hans Küng termina su exposición al respecto refiriéndose al vaticano I y dice lo siguiente: “Como quiera que se piense sobre la «posibilidad» del conocimiento de Dios en el sentido del Vaticano I, las pruebas de la existencia de Dios no resultan en la práctica convincentes para todos. Ni uno solo de tales argumentos es aceptado universalmente”76. ¿Entonces de qué se trata la posibilidad natural del conocimiento de Dios?, ¿Cuál es el sentido de estas pruebas o qué se puede aprender de ellas? Tampoco No hay que tomarse a la ligera estas pruebas. Cualquiera de los tres, aparte de la prueba moral de Kant, nos pone en serio límite con las preguntas últimas de la razón humana. Preguntas que no parecen tener respuestas plausibles por todos. ¿Por qué hay algo pudiendo no existir? ¿Para qué existe algo pudiendo no existir? ¿Cuál es el sentido de la historia? Frente a estas preguntas que no tienen respuestas, se abren dos caminos totalmente iguales en cuanto racionalidad, pero diferentes en cuanto practicidad. Desde la racionalidad se advierte que tanto el optar por el nihilismo o la nada como optar por una causa sin causa, un sentido último 70 Múnera. Apuntes de teología para no teólogos. 71 Küng, ¿Existe Dios? 722. 72 Ibid., 725 73 Ibid., 74 Múnera. Apuntes de teología para no teólogos. 75 Ibid., 76 Küng, ¿Existe Dios? 728. 28 de todo, son las opciones que quedan77. Desde lo práctico, parece que para Hans Kung, el sí a la realidad no es igual al no78. Este último es totalmente sostenible en sí79. 1.3.4. El fracaso de la racionalidad científica y del ateísmo positivo. El saber científico-positivo surgido en el Renacimiento y acentuado en los últimos siglos, es de carácter positivo-experimental y se ocupa solamente de los datos comprobables empíricamente80. Sus fuentes de conocimiento son exclusivamente la inducción y el análisis. Su tesis principal es: En el plano científico y filosófico no hay problema de Dios, ya que las proposiciones tienen que ser analíticas (predicado contenido en el sujeto) o sintéticas (verdad verificable en la experiencia) 81. Ahora bien, en el caso de la existencia de Dios, ninguna de las alternativas es posible. Por tanto, la proposición «Dios existe» carece de sentido82. No tardaron las críticas a esta manera de proceder. El intento fue esforzarse en hacer ver que hay diversos usos de la razón; que la irracionalidad consiste en no admitir más uso de la razón que el de la razón científica83. Todo lo que escapa a la verificación o falsificación de la razón no necesariamente es irracional, sino que puede ser transracional, metalógico, … La razón más razonable es la abierta a los otros tipos de discursos. Karl Popper le propone a la ciencia no reducir todo a la verificación empírica sino también por medio de la falsificación. Es decir, buscar constataciones cruciales que sometan a prueba la solidez de los enunciados científicos. Nunca se puede llegar a demostrar la verdad de un enunciado, pero su falsedad sí84. Thomas Kunh explicitó que las decisiones entre paradigmas en la historia científica a veces se han hecho dependiendo del clima del ambiente científico85. Esto es un principio de la fe, que no se puede averiguar por verificación empírica. Hans Gadamer explicitó que la verdad y la certeza se dan sin método y existe una verdad precientífica como presupuesto de toda ciencia86. 77 Ibid., 729-731 78 Ibid., 607 79 Ibid., 80 De Sahagún, Dios horizonte del hombre 104 81 Ibid., 82 Ibid., 83 De La Peña, crisis y apología de la fe. 276 84 Ibid., 277 85 Ibid., 86 Gádamer. Verdad y método. En De Sahagún Lucas, Dios horizonte del hombre. 106 29 El fracaso de la razón científica reduccionista implica el fracaso de todos los postulados sobre Dios como contra él. Nada más queda que admirar la inseguridad del hombre frente a las preguntas que le atañen. Como decía Wittgenstein “incluso cuando todas las posibles cuestiones científicas han sido respondidas, nuestros problemas vitales no han sido siquiera tocados” Dice José Mardones que “una de las paradojas de la modernidad es que, buscando certeza, produjo incertidumbre; tratando de encontrar la fundamentación (Descartes, Kant, Lock, Hume, Kant…), alcanzó la desfundamentación; y la sed de verdad inconcusa trajo el relativismo”87. Conocemos por medio de unos contenidos apriorísticos cuya razón científica no podemos demostrar. Por esta razón y otras prácticas, tampoco es posible demostrar incontrovertiblemente, que Dios no existe88. Según puntualiza Alberto Múnera Duque, podemos destacar las siguientes dos razones que impiden la demostración universal de la no existencia de Dios: 1. Demostrar que Dios no existe, implica hacer caber a Dios como existente en la mente humana, para poder decir que no existe. Lo que es imposible si tomamos en consideración la definición Ranheriana de Dios. Si alguien quisiera demostrar que Dios no existe, para poder negar su existencia tendría que hacer caber a Dios en su pobre y limitado entendimiento y afirmar: ese Dios no existe realmente. Y si lo hizo caber en su pobre y limitado entendimiento para negar que existe, no se trataba de Dios. Porque Dios, infinito por hipótesis, no puede caber en una mente finita. Por eso tampoco habrá podido negar la existencia de Dios, pues, por hipótesis, es un ser trascendentee infinito. 2. Si fuera posible, ya no habrá teístas en el mundo. El hecho de que los hay es por libertad pura, y por las pruebas insuficientes y controvertibles de la no existencia de Dios89. Fracaso total, tanto de las pruebas teístas como ateas. El filósofo Gianni Vattimo decía que ya no ve razones para ser ateo90. En esta misma lógica tampoco las hay -que no sea opción libre sino demostración incontrovertible- para ser agnóstico, ni teísta si se toma en serio el 87 Mardones. Síntomas de un retorno. 119 88 Múnera, Apuntes de teología para no teólogos 39. 89 Ibid., 39 90 Ibid., 121 30 fracaso de las pruebas de la existencia de Dios que se explicitó. Las pruebas de la existencia de Dios nos han explicitados preguntas a las que no habrá quizás nunca, respuestas incontrovertibles. Quizás eso sea la razón del silencio de Heidegger frente a la trascendencia91, la conciencia y la vocación92. Las dos apuestas valen racionalmente. Se puede traer la hipótesis Dios, aunque no sabremos igual que Manuel Guerra, qué Dios es. ¿Tapagujeros?... Por más sospecha que haga Marx o Freud del concepto de Dios, no podrá demostrar la no experiencia de Dios. Aunque no por eso, se quiere decir que hay que admitir cualquier Dios93. Y Entonces, la única prueba de la existencia y de la no existencia de Dios Será el descubrimiento y el reconocimiento de la propia finitud. Será el reconocimiento de que se juzga a partir de unos prejuicios. Será aceptar que a Dios no se demuestra positivamente. Será aceptar que hay libertad absoluta para aceptar o rechazar a Dios. Libertad para interpretar de una o otra manera la propia existencia. Libertad total, total libertad, Libertad es el código de los a priori de la propia estructura transcendental. Después de este fracaso de la filosofía de la ciencia, La ciencia pasó de las tentaciones antiteístas del siglo pasado al «ateísmo metodológico»94, ya que no quiere incluir heteronomías en su análisis de fenómenos intramundanos que interfiere con su investigación95, se puede decir que acepta los a priori y los fantasmas fiduciales de sus decisiones, pero no admite heteronomías. La ciencia tiene ahora una actitud más distanciada y respetuosa frente a los interrogantes del sentido, sobre los que no se siente capaz de no decir nada96. La filosofía y el pensamiento inician una retirada frente a las pretensiones 91 De Sahagún, Dios horizonte del hombre. 97; Hans Kung, ¿Existe Dios? 667-678 92 Ferrater Mora, vocación en Diccionario de filosofía. 93 De la Peña, crisis y apología de la fe. 94 Mardones, Síntomas de un retorno. 121 95 Lenears, aunque no haya Dios haya arriba… 96 La frase final del libro de Stephen Hawking breve historia del tiempo puede ser un muy buen ejemplo de ello: Si descubrimos una teoría completa, esta sería con el tiempo en un principio amplio entendible por todos, no sólo por unos poco científicos. Luego todos, filósofos, científicos, y gente común, seríamos capaces de tomar parte de la discusión de porqué nosotros y el universo existimos. Si hallásemos la respuesta a esto, sería el último triunfo de la razón humana – para entonces conoceríamos realmente la mente de Dios. 31 tajantes, contundentes -metafísicas- de negar la existencia de Dios97. Dios se ha vuelto una hipótesis posible. De la imposibilidad de demostrar la existencia o no existencia de Dios resultó un empate entre los teístas (los que afirman que Dios existe) y los ateos (los que niegan que Dios existe)98, con validez racional para adoptar cualquier de las dos posturas. 1.4. ¿Síntomas de un Retorno? Después de la descripción de estos detalles, la gran pregunta que suele seguir es: ¿Y ahora qué? ¿Existe o no existe Dios? Habrá que admitir, que la existencia o la no existencia de Dios llega a ser una hipótesis racional independientemente de la postura que se tome. Dios existe es racional, no existe también: ya que ningún extremo puede demostrar la invalidez del otro extremo. Cada postura asume las consecuencias, incluso la neutralidad tiene sus consecuencias. En el presente texto se asume a Dios como una hipótesis posible de existir en su categoría de misterio infinito y transcendente. Ahora bien, se reconoce también que la mayoría de las religiones a lo largo de la historia han enseñado que el ser humano puede establecer una relación con el hipotético Dios cuya existencia afirma99. Dios no es solamente un tapahuecos de los vacíos de la humanidad, una fundamentación necesaria para el mundo. Juan Estrada invita a renunciar a este Dios ya que se trata de una afirmación inverificable100. Ser o no ser, Dios es capaz de relacionarse con el hombre y éste con él101. Al menos esto es el contenido fundamental de la mayoría de las religiones. Ahora bien, tampoco se trata de volver a una fe ciega por si se desea responder las preguntas de Hans Küng: ¿cómo va uno a encontrar realmente a este Dios, del que está claro que es indemostrable? ¿Hay que renunciar por principio a todo acceso a Dios por la razón y arrojarse en sus brazos ciegamente, para venir a caer precisamente así, quizá, en brazos de la nada? ¿Creer? ¿Pero es que el creer no tiene nada que ver con el pensar? 97 Mardones, Síntomas de un retorno. 121 98 Múnera, Apuntes de teología para no teólogos. 39 99 Ibid., 46 100 Estrada, La pregunta por Dios entre la metafísica, el nihilismo y la religión, 377. 101 Múnera, Apuntes de teología para no teólogos, 46. 32 ¿No es la fe sin pensamiento una fe irreflexiva, irresponsable? ¿O es que la fe en Dios debe ser algo exclusivo de fanáticos creyentes y no de hombres capaces de pensar?102 El mismo Küng da dos indicaciones a los dos extremos. De un lado la teología dialéctica ha de saber que la fe en Dios no debe ser solamente afirmada sino confirmada. Y del otro lado, la teología natural ha de saber que la fe en Dios ha de confirmarse y no demostrarse103. Lo que fue de alguna otra manera la propuesta de la “fides et ratio”104 y todos los comentarios o propuestas teológicas surgidas de ella. Se trata de una propuesta que no le quita validez racional a ninguna religión. Como ya se afirmó en las distintas citas a Múnera, la validez racional está primero en la libre decisión de suponer a Dios hipótesis posible de existencia, y de ahí es posible de relacionarse con el hombre. Aunque es insoportable la impaciencia respecto a las características del Dios con quien haya que relacionarse, “parece que tendemos a validar de respetuoso cualquier relato de Dios. Las condiciones epistemológicas están dadas para que prolifere -como ya está sucediendo- un politeísmo de dioses y demonios” 105. Parece que tendemos a validar de respetuoso cualquier relato vocacional en el ámbito privado, mientras no afecte la vida social, la vida eclesial, familiar. En sí el problema, después del retorno al lenguaje simbólico, a las religiones106 al teísmo a partir de las bases racionales, está en la actuación de Dios: ¿Puede comunicarse al hombre? ¿Está el hombre en condiciones para esta comunicación con Dios? ¿Cómo ocurre? Desde las preguntas de la modernidad: ¿su actuación interfiere o no con las leyes de la naturaleza? ¿Es Dios creador del mundo? ¿Cómo es que actúa Dios? ¿Juega a los dados? 107, Desde la crisis del mal en el mundo, ¿actúa Dios? ¿Dónde estaba cuando sucedía la primera y segunda guerra mundial? Desde la oración en las religiones: ¿Hace Dios milagros?, ¿Tiene oídos para escuchar oraciones? Desde las teologías bíblicas: ¿Qué significa que la Biblia sea palabra de Dios?108 ¿Qué significa palabra revelada?... Desde y para el discurso vocacional: ¿Cómo es 102 Küng, ¿Existe Dios? 730-731. 103 Ibid., 104 Juan Pablo II. “Carta Encíclica Fides et Ratio a los Obispos de la Iglesia Católica sobre las relaciones entre fe y razón”. 105 Mardones. Síntomas de un retorno. 121 106 Ibid., 107 Küng, ¿Existe Dios? 855. 108 Se recomiendael siguiente articulo: Juan Casas, la contingencia de la palabra de Dios. 33 posible el llamado de Dios? ¿Solo llama a algunos o a todos? ¿Llama a una vida especifica? ¿En el caso de Jonás, respeta la libertad cuando llama el hombre para una misión? ¿Se nace con la vocación de Dios o se descubre en la historia? Otra vez desde y para la teología dogmática: ¿Cómo es Dios en sí? Abundan respuestas y propuestas para estas preguntas. Desde las teologías del pluralismo religioso, por ejemplo, se tiende a respetar todas las religiones como se dijo anteriormente. La libertad de culto común a los estados modernos ha disparado esa cantidad de dioses y demonios. Entre teólogos cristianos abundan propuestas para articular la fe en lenguaje modernos. La mayoría protestante en unos inicios109 trataba de sacralizar lo profano y profanar lo sagrado110. Bonhoeffer, Tillich,… Entre católicos Teilhard de Chardin fue una propuesta clásica, Andrés Torres Queiruga hizo otro intento en su fin del cristianismo premoderno, Recientemente, Roger Lenears… No abordaremos todas estas propuestas en este documento. El silencio de Dios es otro asunto muy debatido que ya es una premisa común y muy compartida entre filósofos y teólogos en la actualidad. Y sus interpretaciones han ido en parte desde la presencia del mal en el mundo hasta el cuestionamiento de los milagros, la importancia de las oraciones de petición… Propuestas de solución han sido el deísmo que planteaba a un Dios creador del mundo, pero al mismo tiempo indiferente a lo que pasa en el mundo. Él está ahí sentado en el cielo y no le importa nada de lo que pasa en el mundo. Otra solución, el deísmo intervencionista que planteaba a Dios sentado en las alturas pero que interviene en algunos asuntos del mundo gracias a las oraciones y peticiones de sus seguidores111. Existen muchos partidarios de cualquiera de las propuestas anteriores, y otros que lo cuestionan totalmente y proponen alternativas, como la propuesta actual de algunos teólogos católicos112. La propuesta de Henri de Lubac y de Rahner de identificar la gracia de Dios actuando en la libertad del hombre ha sido bien recibido hasta los últimos siglos. Sin embargo, una reflexión sobre la oración de petición y los milagros no corresponde a la intencionalidad del presente texto. 109 Múnera, Misterio de Dios… 110 Ibid., 111 Queiruga, Fin del cristianismo premoderno. 26-28. 112 Queiruga, Roger Lenears, documentos de la congregación por la fe,… 34 Existencia de Dios y vocación del hombre es quizás lo que se quiere resolver aquí. Como es bien sabido, la vocación es, en su sentido amplio una llamada de Dios113 al hombre. “…depende a un nivel profundo de la acción de Dios en el mundo, de su voluntad salvífica sobre todos los hombres que se realiza contando con la respuesta libre de las personas a la llamada divina”114. Para ello, se intentará dar respuestas a las preguntas de índole acción de Dios en el mundo, a su vez de índole comunicación de Dios con el hombre. Para ello, en medio del pluralismo religioso, se opta aquí por la propuesta cristiana católica. No se trata de una propuesta de fe desde el hombre, sino desde la revelación del mismo Dios sucedida en Cristo. Se trata de admitir que el hipotético Dios puede relacionarse con el hombre115. Éste puede captarlo por medio de la razón a través de las criaturas, que el hombre es capaz de Dios116 y que solo puede conocer su ser y su voluntad por medio de la auto donación de Dios mismo117 que es don gratuito al hombre. Se trata de admitir que Dios se ha revelado desde siempre a los hombres de todos los tiempos y que lo ha hecho también de manera categorial y sobrenatural en la Persona de Jesucristo el nazareno. Se trata admitir con la comunidad católica que Dios se da en la vida de todos los hombres de buena voluntad, de la manera que él mismo sabe. Se trata de admitir que Dios llama a todos los hombres a la santidad, pero también de manera personal e histórica concreta en la vida de cada hombre en su contexto social, en los más pequeños, en los pobres y en los ricos, en los agobiados y en los agobiadores, en las prostitutas, en los marginados, en las situaciones sociales, ... Pero ¿Cómo ocurre todo ello? 113 Francisco. “Exhortación Apostólica Postsinodal Cristus Vivit a los jóvenes y todo el pueblo de Dios”. 248. 114 Marti, Vocación historia y discernimiento. 1. 115 Múnera, Apuntes de teología para no teólogos, 46. 116 Rahner, oyente de la palabra. 117 Concilio Vaticano II, “Constitución dogmática Dei verbum sobre la divina revelación”. 35 2. COMUNICACIÓN DE DIOS CON EL HOMBRE: REVELACIÓN Y VOCACIÓN Para que Dios llamara al hombre para con él en su historia de vida concreta es necesario que pueda darse una comunicación entre ambos. Se analizará más adelante, los aportes antropológicos del teólogo Karl Rahner sobre la posibilidad de esta comunicación o revelación. En lo que sigue, si se admite la efectividad de toda comunicación en su destinatario, la revelación ha de entenderse en términos vocacionales, por la simple razón de que desafía al hombre hasta un horizonte de la praxis. Ahora bien, La vocación no puede ser una llamada general y sinsentido de Dios al hombre, se trata de una llamada precisa que le da “sentido a su vida”118. Éste no puede ser otro que la unión con Dios mismo119 que se da en él y en el otro, en su vida concreta y depende de la decisión de ellos a acceder o no. Para ello, parece necesario iniciarse en el concepto de la vocación, revisar los fundamentos teológicos para hablar de ella como acción mediada de Dios y un análisis de la revelación como acontecer vocacional y finalmente a ejemplo de Cristo considerar al otro como fuente de la propia vocación. 2.1. Vocación: ¿Qué es? A veces se vive la crisis agustiniana a la hora de definir un concepto al que se le atribuye diversos sentidos. Entonces se exclama: ¿La vocación? “Si nadie me plantea la cuestión, lo sé. Si quisiera explicarla a quien la plantea, no lo sé”.120 Etimológicamente, La palabra vocación refiere a la acción de llamar. Proviene del verbo latín vocare que se traduce por llamar. Comúnmente se suele entender como acción de llamar hacia un devenir. Tanto en el ámbito secular como en el religioso, se relaciona la vocación a la realización del hombre. Tiene mucho que ver con la pregunta del “cómo vivir”. En efecto, el hombre puede hacer muchas cosas con su vida sin conexión alguna igual que lo que se puede hacer con un bolígrafo121, Pero a fin de cuenta, se enfrenta con la pregunta de sentido que es 118 Sacerdotes Operarios, Curso básico de pastoral vocacional. Manual para una iniciación en la pastoral vocacional. 13 119 Concilio Vaticano II, “Constitución dogmática gaudium et spes sobre la Iglesia en el mundo actual”. 18; 21; 24. 120 De Hiponna, Confesiones libro XI. 121 https://www.youtube.com/watch?time_continue=94&v=DpQeG96CS9o&feature=emb_logo https://www.youtube.com/watch?time_continue=94&v=DpQeG96CS9o&feature=emb_logo 36 fundamentalmente pregunta religiosa122 que ninguna ciencia positiva le puede contestar. Dice pues el Santo concilio: En nuestros días, el género humano, admirado de sus propios descubrimientos y de su propio poder, se formula con frecuencia preguntas angustiosas sobre la evolución presente del mundo, sobre el puesto y la misión del hombre en el universo, sobre el sentido de sus esfuerzos individuales y colectivos, sobre el destino último de las cosas y de la humanidad123. Creyentes y no creyentes están generalmente de acuerdo en este punto: todos los bienes de la tierra deben ordenarse en función del hombre, centro y cima de todos ellos. Pero ¿qué es el hombre? Muchas son las opiniones que el hombre se ha dado y se da sobre sí mismo. Diversas e incluso contradictorias. Exaltándose a sí mismo como regla absoluta
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