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La degustación del vino a través de los textos. Aproximación a la terminología de la cata de vinos en los manuales decimonónicos divulgativos sobre enología manuela álvarez jurado Universidad de Córdoba 1 . IntroduccIón Le vin est la liqueur spiritueuse la plus généralement et la plus anciennement en usage; c’est un des meilleurs restaurans, un des plus prompts excitans, et la boisson stimulante qui convient le mieux à notre économie; il est le meilleur ami de l’homme, le compagnon de sa vie, le soutien de sa vieillesse, le consolateur de ses infortunes, le véhicule digestif des aliments dont il se nourrit et dont il peut seul tenir lieu; enfin la joie de ses repas et l’ornement de sa prospérité. Un repas sans vin, dit un de nos plus spirituels écrivains, comme un bal sans orchestre, un comédien sans rouge, un confi- seur sans sucre, et un apothicaire sans quinquina (Mardelin, 1836: 141). Esta presentación del vino como bebida restauradora, excitante, estimulante, económica y digestiva contempla asimismo otros aspectos que reflejan la visión que en el siglo XIX se tenía de la que se ha considerado «la bebida de los dioses». Íntimamente ligado a la comunicación, a la conversación, a las relaciones humanas, el vino ha dado lugar a la gestación de un discurso que ha experimentado a lo largo de los años una continua evolución. Es precisamente este discurso en torno al vino el que ha llamado nuestra atención y en él nos centraremos en el presente trabajo. Se trata de un discurso muy heterogéneo que abarca diferentes ámbitos: el cultivo de la vid, la elaboración del vino, el embotellado, la distribución al consumidor y por último la degustación. Nos centraremos precisamente en la degustación. Nuestro objetivo principal es presentar el incipiente discurso sobre la degustación del vino que surge en el siglo XIX, auténtico germen del discurso de la cata tal y como lo conocemos hoy día. A pesar de que ya en el siglo XVII, había tenido lugar la llamada «revolución científica» sin embargo esta no tiene lugar en Francia hasta finales del siglo XVIII. En ello tuvo una influencia decisiva la Académie des Sciences francesa por su apoyo MANUELA ÁLVAREZ JURADO 46 a la investigación científica y en particular a la química. Mientras esto ocurría en Francia, en España los avances científicos se producían a un ritmo mucho más lento. La mayoría de las obras sobre química que se publicaron en la España del momento eran traducciones procedentes de obras francesas lo que explican José Ramón Ber- tomeu y Rosa Muñoz (2012: 406) por la cercanía entre los dos idiomas así como por la importancia que alcanzó la química en Francia en esta época. En efecto, la cien- cia española en general y la química en particular no tuvo tanta relevancia como la francesa fuera de las fronteras españolas. 1 La terminología de la elaboración de los vinos experimentó en el siglo XIX una importante revolución léxica y gracias a la incorporación de la ciencia, especial- mente de la química a la vinificación aparecieron nuevos términos lo que motivó una importante reestructuración del sistema terminológico de la enología (Bajo San- tiago, 2003: 159). Así pues, la llegada del siglo XIX supuso una verdadera revolución en la profundización en el estudio y el análisis de los componentes del vino debido, como hemos indicado anteriormente, al enorme avance químico que se produjo en Europa y que proporcionó a los investigadores nuevos y valiosos conocimientos que facilitaron su labor. Los grandes avances de la química en países europeos como es el caso de Francia, así como la incorporación de la nueva terminología proveniente de aquélla, repercutieron positivamente en el indiscutible desarrollo de ciencias como la enología que comienza a dar sus primeros pasos de la mano de Jean Antoi- neChaptal que relaciona «los descubrimientos de Lavoisier, Berthollet, Fourcroy, Vauquelin, Guyton de Morveau y Fabroni entre otros con los trabajos agronómicos de Le Gentil, Maupain, Rozier y Parmentier» (Ibáñez, 2015: 280). Las nuevas teorías químicas son aplicadas a los procedimientos de elaboración del vino, ámbito en el que Francia tuvo mucho que decir llegándose a convertir en el primer productor y exportador ya no sólo de los magníficos caldos sino también de las nuevas propuestas tanto científicas como técnicas a través de la publicación de un elevado número de manuales y tratados con la finalidad de mejorar los métodos de cultivo y la elaboración de vinos de calidad. El interés de los estudiosos se centró sobre todo en el cultivo de la vid, en la puesta en marcha de nuevas técnicas y méto- dos para la mejora de los cultivos así como en la elaboración y perfeccionamiento del vino. Sin embargo y a pesar del gran interés que el vino ha despertado a lo largo de la historia y la preocupación ancestral por mejorar su calidad, por definir sus componentes e incluso por indicar sus posibles usos, escasas e incluso en ocasiones inexistentes son las referencias que podemos encontrar sobre sus cualidades orga- 1 Para Ibáñez Rodríguez (2015) España no estaba tan atrasada en agronomía «ya que contaba con tratados propios que gracias a la traducción se difundieron por Europa». Ibáñez cita el Tratado de Agricultura de Alonso de Herrera publicado en su primera edición en 1513 y cuya edición corregida y ampliada de 1818 conoció una enorme difusión en el siglo XIX. LA DEGUSTACIÓN DEL VINO A TRAVÉS DE LOS TEXTOS. APROXIMACIÓN A LA TERMINOLOGÍA... 47 nolépticas en las numerosas publicaciones sobre vinicultura anteriores al siglo XIX. El análisis organoléptico, análisis sensorial o degustación es hoy día considerado imprescindible para el control de la calidad del vino (Peynaud, 2012: 17). Por este motivo calidad y degustación han de ser inseparables e inician su andadura en el siglo XIX, justo en el momento más controvertido para la elaboración y producción de vino debido a las plagas que asolaron las plantaciones vinícolas europeas así como a los numerosos fraudes y falsificaciones. 2 . cAlIdAd y degustAcIón Diversos son los factores que propiciaron la creciente preocupación decimo- nónica por la calidad del vino y por ende de su sabor, de su olor y su aspecto. Por una parte la terrible crisis vinícola producida por la plaga de la filoxera que azotó el continente europeo en el siglo XIX. Por otra parte el auge del discurso gastronó- mico que vino de la mano del ascenso de la burguesía, una nueva clase social que pretendía alcanzar algunos de los privilegios de la alta sociedad como era el disfrute de los placeres de la buena mesa. Esto dio lugar a la eclosión de los restaurantes en los que se no sólo se comía sino que además se degustaban manjares e incluso se organizaban catas gastronómicas en las que se intercambiaban opiniones sobre las novedades culinarias. La filoxera fue una plaga procedente de América que afectó a la vid europea a lo largo del siglo XIX y cuyo efecto devastador tuvo nefastas consecuencias para la producción europea de vino como fue el consiguiente descenso de la producción vitivinícola no sólo en Francia sino en toda Europa 2. Esta demoledora plaga favore- ció la práctica de la adulteración y el fraude en la elaboración no sólo de vino sino de otras muchas bebidas y alimentos. Para Gilbert Garrier (1989) «le thème de la fraude sur les vins apparaît dans le Midi comme une des conséquences de la crise phyloxérique qui touche l’ensemble du vignoble français dans la seconde moitié du XIX siècle». La escasez de la producción de vino en el mercado francés dio lugar a un considerable aumento de los llamados «vinos artificiales»: 2 Numerosos manuales decimonónicos incluyeron un capítulo dedicado a la descripción de las enfermedades de la vid y su posible tratamiento así como la manera de combatirlas y evitarlas. Así por ejemplo podemos destacar el Manuel théorique et pratique du vigneron français oul’art de cultiver la vig- nede Thiébaut de Berneaud publicado en 1838quien dedica el segundo libro a una completa exposición de las enfermedades de la vid. Asimismo en 1858 E.J. Maumené consagra el tercer capítulo de Indica- tions théoriques et pratiques sur le travail des vins en particulier des vins musseux a las enfermedades de los vinos espumosos. Por otra parte,también se llevan a cabo publicaciones dedicadas por entero a las enfermedades de la vid y de los vinos como es el caso de L’Histoire des insectes nuisibles à la vigne et particulièrement de la Pyrale qui dévaste les vignobles(avec indications des moyens qu’on doit employer pour la combattre) de Victor Andouin, publicada en 1842. MANUELA ÁLVAREZ JURADO 48 Qu’entend-on par «vins artificiels». Ce sont d’abord les vins de marc appelés éga- lement piquettes c’est-à dire des vins résultant du langage par l’eau des marcs issus de la vendange fraîche ou de la vendange fermentée. Ce sont aussi les vins de sucre, également appelés vins de la deuxième cuvée ou encore piquettes. Ils résultent de la fermentation des marcs de raisins avec de l’eau et du sucre. Dans la catégorie des vins artificiels, il y a également les vins de raisins secs qui sont le produit de la fermentation de raisins déssechés (venus pour la plupart de Grèce et de Turquie) avec de l’eau. Enfin une quatrième catégorie de vins artificiels est constituée para la fermentation de moûts concentrés et stérilisés, des moûts de raisins mûtés ou encore de fruits secs autres que les raisins (Sagnes, 2007: 4-5). De este modo, la falsificación de vinos y licores se vio igualmente favorecida por los avances químicos y por consiguiente por la adquisición de nuevos conoci- mientos en este ámbito. Numerosas fueron las publicaciones en las que se propor- cionaban recetas donde se explicaba con detalle cómo llevar a cabo la falsificación de bebidas o por el contrario cómo detectar estos fraudes. Como es lógico esto dio lugar a un mayor control por parte de las autoridades sanitarias pero al mismo tiempo a un aumento del interés y la preocupación por la calidad y a un análisis de los componentes del vino mucho más exhaustivo y minucioso. Aunque “el arte de la falsificación” de los alimentos y medicamentos haya existido en todas las épocas y países, nunca había estado tan generalizado como en el siglo XIX (Soubeiran, 1874) llegando a una perfección tan escandalosa como punible (Monlau, 1847). Los manuales se llenaron de recetas destinadas a la mejora de la calidad de vinos, licores y demás bebidas 3: Qui oserait se plaindre de voir remplacer par un parfum agréable ces détestables goûts de terroir, d’herbe pourrie, de fumier, de gadoue, etc. ? Quel est celui qui préfé- rera l’odeur du fumier à ces bouquets délicieux, à ce goût de noisette, de mille fleurs qui font l’agrément des vins renommés de la Bourgogne ? S’il existe quelqu’un capable de le faire, qu’on laisse cet être sans palais et sans goût savourer ces ordures à son aise !... N’est-ce pas une bonne fortune, un bienfait que de pouvoir rendre agréable un vin qui a un goût de terroir désagréable. N’est-ce pas une chose précieuse de rendre à un vin vieux et fin le bouquet qu’il a perdu ? (Lebeuf, 1862:253). Por otra parte, y como ya hemos indicado más arriba, en este siglo se produjo también el nacimiento de la ciencia gastronómica que vino acompañado de un elevado número de publicaciones especializadas en las que se pretendía instruir al lector en la elaboración de nuevos y a veces sofisticados manjares que hasta el 3 Citaremos algunos de los numerosos libros publicados que incluían en su título el término “amélioration”: Nouveau manuel complet de l’ amélioration des liquides tels que vins, vins mousseux, vins de liqueur, alcools... : contenant l’art d’imiter les vins de tous les crus.(M. F.-V. Lebeuf,1862), L’art d’améliorer les vins et de les guérir des diverses maladies qui peuvent les affecter(J.-P. Risler, 1851), De l’amélioration des vins (J.-B.-N Rémond Tréboul, 1848). LA DEGUSTACIÓN DEL VINO A TRAVÉS DE LOS TEXTOS. APROXIMACIÓN A LA TERMINOLOGÍA... 49 momento habían estado reservados a las mesas más selectas. Así pues se comienza a configurar un nuevo discurso sensorial aplicado a la gastronomía y que surge de esta profunda reflexión sobre el placer producido tanto por la comida como por la bebida. El término “gastronomía” (gastronomie) hace referencia a todo lo que se refiere al “comer” y al “beber” y no comienza a ser usado hasta el siglo XIX tanto en Fran- cia como en España. Hasta ese momento en Francia se hablaba de gourmandise para hacer referencia a una actitud reprobable de quien encontraba placer en el acto de comer pero no en saborear la comida. El gourmand solo piensa en comer, en satisfacer su apetito (sentido del gusto) haciendo por supuesto caso omiso a la presentación o estética y al color de los alimentos preparados (sentido de la vista) o al olor de los mismos (sentido del olfato). La palabra gastronomie aparece por vez primera en el diccionario de la Academia Francesa en 1835 aunque se considera que este término ya fue utilizado por Joseph Berchoux, un poeta prácticamente desconocido, quien en 1801 compuso el poema “La gastronomie ou l’homme des champs à la table” traducido al español en 1820 por José Urcullu con el nombre de “La gastronomía o los placeres de la mesa”. De este modo el siglo XIX se convierte en un punto de inflexión necesario para comprender el nacimiento del nuevo discurso de la gastronomía que supone una ruptura radical con la concepción que se tenía hasta ese momento de la alimen- tación. Este discurso vino de la mano de tres nombres emblemáticos: Alexandre Grimod de la Reynière, Anthelme Brillat Savarin y Antonin Carême. La obra de estos autores estuvo vinculada estrechamente al mundo de los fogones a través de una vasta producción de obras relacionadas con los placeres de la mesa. A Grimod de la Reynière debemos la invención de la “crítica gastronómica” que se encargaba de la valoración de restaurantes, proveedores de alimentos, comer- ciantes de vinos, etc. Su obra más relevante, l’Almanach des gourmands publicada en 1803 también conocida como la “guía Grimod” se convirtió en un referente en su época. Periódicamente reunía a un jurado de cata que degustaba recetas y ali- mentos que le eran ofrecidos por diferentes establecimientos y cocineros de París, que se sometían a su juicio y crítica siendo sus opiniones esperadas con verdadera expectación pues de ello dependía en gran medida el futuro éxito de la receta ela- borada. A partir de este momento se multiplicaron las publicaciones sobre temas gastronómicos y en la prensa se reservó un espacio privilegiado a las publicaciones sobre gastronomía. Entre la abundante literatura gastronómica publicada en el siglo XIX, la prensa culinaria ocupa sin lugar a dudas un papel primordial. Podemos distinguir tres tipos de publicaciones: a) las revistas destinadas a profesionales como Le Journal des confiseurs, pâtis- siers. MANUELA ÁLVAREZ JURADO 50 b) las publicaciones destinadas a un público femenino como L’ Almanach de la bonne cuisine et de la maitresse de maison o La Gazette de ménages cuya temática no se ceñía en exclusiva a la gastronomía sino a todo aquello relacionado con la vida doméstica. c) Y por último las revistas gastronómicas dedicadas a un público de gour- mets, cuya finalidad era presentar la actualidad de la gastronomía parisina como era el caso del l’Almanach de gourmands. Esta revista publicó asi- mismo en 1814 la Guide du dîneur, considerada como el antecedente de las guías gastronómicas más prestigiosas, como la Guía Michelin, que vio la luz en 1900. En 1825, un magistrado “gourmet”, Jean Anthelme Brillat-Savarin publica su obra Physiologie du goût, auténtico tratado de gastronomía que confiere a esta el estatus de ciencia. Su obra se ganó la admiración del público por el desconocido lenguaje técnico en el que estaba redactada. Para Brillat-Savarin la gastronomía consiste en: «(…) la connaissanceraisonnée de tout ce qui se rapporte à l’ homme en tant qu’ il se nourrit. Son but est de veiller à la conservation des hommes au moyen de la meil- leure nourriture possible. Elle y parvient en dirigeant par des principes certains tous ceux qui recherchent, fournissent, en préparant les choses qui peuvent se convertir en aliments. Ainsi c’ est elle qui, à vrai dire, fait mouvoir les cultivateurs, les vignerons, les pêcheurs, les chasseurs et la nombreuse famille des cuisiniers, quel que soit le titre ou la qualification sous laquelle ils déguisent leur emploi à la préparation des aliments (Brillat-Savarin, 1825:27)». Es imposible hablar de la historia de la cocina francesa y no mencionar a Marie- Antoine o Antonin Carême 4, más conocido como “Le Dieu Carême”. Considerado “el padre de la estética culinaria”, su intención era ofrecer platos exquisitos pero al mismo tiempo muy atractivos. En sus mesas no faltaban las piezas decorativas, total- mente comestibles con forma de ruinas, pabellones, torres, molinos, fuentes, liras o arpas. En cuanto a las denominaciones de los platos, Carême rechaza las de siglos anteriores formadas a base de expresiones de mal gusto y malsonantes e inaugura 4 Abandonado por su padre a la edad de diez años para que se forjara un futuro, Antonin Carême tuvo suerte ya que el dueño de la taberna “La Fricassée de Lapin” se compadeció de él, y le ofreció que trabajara como aprendiz en la cocina de la taberna. A los dieciséis años entra a trabajar de aprendiz en Chez Bailly, el pastelero más conocido de París. La destreza y soltura de Carême no pasan inadvertidas para su patrón, que le alienta y autoriza para que, cuando no haya demasiado trabajo, visite la sección de grabados de la Biblioteca Nacional. Carême que no sabía leer ni escribir tenía un indudable talento para el dibujo y la arquitectura, y los conocimientos que alcanza en este ámbito los traslada a su trabajo de pastelero, elaborando espectaculares montajes y reproduciendo en azúcar las grandes obras arquitectónicas. LA DEGUSTACIÓN DEL VINO A TRAVÉS DE LOS TEXTOS. APROXIMACIÓN A LA TERMINOLOGÍA... 51 un discurso basado en la terminología arquitectónica y artística con proliferación de términos especializados como zócalos, columnas, frontones, rampas, cornisas o capiteles todo ello referido lógicamente a platos de complicada elaboración 5. Así pues y según lo que acabamos de exponer, el siglo XIX se comienza a con- figurar como el siglo de la degustación, del análisis sensorial, del placer proveniente de los sentidos. Brillat-Savarin publica en 1825 Physiologie du goût muy en la línea de multitud de obras que bajo el “paraguas” de la Fisiología pretendían dar una aire más científico a sus publicaciones como es el caso de las obras de Balzac Physio- logie du mariage, Physiologie du cigare, Histoire et Physiologie des boulevards de Paris. El autor analizaba y exponía el mecanismo fisiológico del gusto con la finali- dad de que el lector-degustador adquiriera los conocimientos necesarios para poder disfrutar de los placeres proporcionados por los sentidos, en este caso el placer de la gastronomía. La descripción de las cualidades organolépticas del vino (grandes descono- cidas hasta el momento), comienzan a adquirir cierto protagonismo gracias a la aportación de la nueva terminología química y se comienza de este modo a gestar un discurso nuevo, de términos sugerentes que si bien es más reducido en su origen y presenta importantes lagunas terminológicas, se va ampliando y enriqueciendo a través de una serie de procedimientos como la prefijación y sufijación o el empleo de figuras retóricas entre otros. 3 . lA termInologíA de lA degustAcIón en los textos dIvulgAtIvos decImonónIcos Partimos de la hipótesis de que hasta el siglo XIX no existió un verdadero interés por la descripción de las cualidades del vino desde la percepción sensorial. Nues- tro objetivo es demostrar cómo en algunas obras decimonónicas sobre vinicultura se empieza a esbozar una incipiente terminología referida a la degustación y a la valoración sensorial del vino. Esta terminología configura un discurso que viene motivado por la necesidad de transformar el vino en palabras, de verbalizar lo que se experimenta al degustarlo. Este discurso es el germen de lo que hoy conocemos como cata del vino o degustación, todo un ritual en el que el catador lleva a cabo una pormenorizada descripción del vino. Para Negro Alousque (2013:153-154) “catar no es simplemente una aventura sensorial en la que intervienen tanto el gusto como la vista, el olfato e incluso el tacto sino que es esencialmente hablar del vino” y citando a Delgado (2004:114), Negro Alouque afirma que hablar del vino exige disponer de un lenguaje que permita expresar la inmensa riqueza que encierra su degustación. 5 Si bien Carême ha sido considerado “el arquitecto de la pastelería” igualmente se habla de él como “el químico de las salsas”. MANUELA ÁLVAREZ JURADO 52 Si bien en los últimos tiempos hemos asistido a una eclosión de estudios que desde un punto de vista diacrónico han analizado las numerosas y variadas obras que se han publicado sobre el vino (tanto obras especializadas como otras de índole más divulgativa), sin embargo estos estudios se han centrado en su mayor parte en el cultivo de la vid (agronomía) y en la elaboración del vino (enología). Sin embargo nos interesa la etapa posterior a la elaboración del vino, la degustación o cata, y más concretamente la divulgación de la terminología correspondiente a esta etapa. Hemos basado nuestro trabajo en el análisis del discurso de la degustación en un corpus textual compuesto por dos manuales divulgativos sobre la elaboración y degustación del vino publicados por la editorial enciclopédica Roret: Nouveau manuel complet de l’amélioration des liquides, publicado en 1862 por V.-F. Lebeuf debido a la enorme repercusión que tuvo en su época. Esta obra fue tradu- cida al castellano por J. Calva y De Grassot en 1883. —Manuel du sommelier ou instruction pratique sur la manière de soigner le vin, publicado en 1836 por M. A. Jullien. Hemos elegido estos dos tratados 6 debido a su carácter divulgativo y porque ambos fueron publicados en el siglo XIX por una célebre editorial enciclopédica de la época. Aunque la divulgación del conocimiento científico se inicia ya en el siglo XVIII sin embargo ésta adquiere mayor relevancia a partir del siglo XIX debido a la gran eclosión de los avances tanto científicos como tecnológicos. El término divulgación hace normalmente referencia al hecho de comunicar la ciencia al gran público, a un público que en oposición a los científicos presenta unas carencias “la vulgarisation s’impose comme une mission nécessaire à un public en manque de science” (Bensaude-Vincent, 2010:19). Se trataba de poner al alcance de todos esa incipiente ciencia que se estaba aplicando a diferentes ámbitos como la ebanistería, la caza, la higiene, la horticultura, la agricultura, la tonelería o la enología, ámbitos que al fin y al cabo respondían a los intereses de los lectores. Este afán de divulga- ción dio lugar en Francia al nacimiento de un gran número de periódicos, revistas, libros y colecciones de libros que pretendían hacer llegar la nueva ciencia a todo el 6 Los textos que hemos analizado se situarían en la tercera etapa de la historia de la evolución de la enología establecida por Peynaud (2012:90): Peynaud señala cinco etapas en la historia de la eno- logía: la era primitiva, el empirismo afinado, la era de las ciencias aplicadas, la microbiología aplicada y la enología moderna. La era primitiva comprende desde los orígenes hasta la publicación del Théâtre d’agriculture et mesnage des champs d’Olivier des Serres en 1600. La segunda era corresponde al empi- rismo afinado que se extiende desde Olivier de Serres hasta el Art de faire le vin de Chaptal publicado en 1807. La tercera etapa va desde Chaptal hasta los Études sur le vin dePasteur (1866).Esta etapa corres- ponde al desarrollo de las ciencias aplicadas, de la química y de los primeros análisis de la composición de los vinos. La cuarta etapa se extiende desde Pasteur a la primera edición del Traité d’oenologie de Jean Ribéreau-Gayon publicado en 1947 y a partir de este momento comienza el desarrollo de la era de la enología moderna. LA DEGUSTACIÓN DEL VINO A TRAVÉS DE LOS TEXTOS. APROXIMACIÓN A LA TERMINOLOGÍA... 53 público 7. Entre las colecciones que más aceptación tuvieron entre el público lector destaca la «Librairie Encyclopédique Roret». En la noticia que sobre esta colección enciclopédica aparece en el Grand Dictionnaire universel du XIXe siècle de Pierre Larousse, se presenta por vez primera la finalidad divulgadora de la obra: Le but de l’oeuvre était excellente, et l’éditeur Roret, qui en conçut l’idée et le plan, et ceux qui depuis ont continué sa tâche, sont assurément dignes d’éloge (…). Ce que l’on désire, lorsqu’on a recours à ces sortes de guides, c’est moins une dissertation qu’un exposé purement pratique de la matière et la vulgarisation des procédés: la plu- part des Manuels Roretsatisfiront pleinement à cette condition. La colección enciclopédica editada por Nicolas Roretintegró numerosos manuales consagrados a la ciencia y a la industria. Se llegaron a publicar más de 300 títulos en formato de bolsillo y a un precio muy asequible (entre 2 y 6 francos), cada uno de ellos estuvo dedicado a un tema y redactados por conocidos especia- listas de la época. Teniendo en cuenta que los temas tratados respondían al interés del público, el éxito estaba asegurado y así lo demuestran las numerosas reediciones (algunos títulos fueron reeditados hasta en cuatro y cinco ocasiones) así como un gran número de traducciones a diferentes lenguas. (Álvarez: 2015). A pesar de que iban acompañados de numerosas ilustraciones y planchas explicativas que les otor- gaba un aire mucho más técnico, estas publicaciones atraían a todo tipo de público ya que incluían detalladas explicaciones que facilitaban su comprensión. La edición de estos pequeños manuales tuvo lugar a lo largo de todo el siglo XIX y en 1900 la editorial fue adquirida por el editor parisino L. Mulo y posteriormente por Edgar Malfère que continuaron con la publicación de estas obritas hasta 1939. El número de manuales publicados aumentó progresivamente cada año (sirva de ejemplo el paso de los 10 volúmenes publicados entre 1821 y 1824 a los 170 entre 1830 y 1839) lo que demuestra el enorme interés que despertó su publicación. La editorial Roret publicó otros muchos volúmenes dedicados al cultivo de la vid y a la elaboración del vino: — Manuel théorique et pratique du vigneron français ou l’art de cultiver la vigne, publicado por M. Arsène Thiébaut de Berneaud en 1836. — Nouveau manuel du distillateur et du liquoriste, publicado por M. Lebeaud et M. Julia de Fontenelle en 1838. — Nouveau manuel complet du tonnelier et du boisselier, publicado por M. Paulin Désormeaux en 1838. 7 En el ámbito de la prensa el Journal des connaissance sutiles fundado en 1831 puede ser con- siderado el pionero en la divulgación de los nuevos avances científicos. Siguiendo esta línea de difusión científica diferentes periódicos van a publicar con regularidad un reportaje científico como es el caso de Le Globe, el Journal du commerce o el Journal des débats. MANUELA ÁLVAREZ JURADO 54 — Nouveau manuel complet des marchands de vins des débitants de boissons et de jaugeage, publicado por M. Laudier en 1852. — Calendrier des vins ou Instructions sur les travaux à exécuter mois par mois pour conserver, améliorer les vins vieux ou nouveaux et guérir ceux qui sont maladies à l’usage des propriétaires des vignes, les négociants den vins, gourmets, tonneliers, des garçons de caves et de celliers et des maîtres de chais, publicado por M. F.V. Lebeuf en 1862. — Nouveau manuel complet du tonnelier et du jaugeage contenant la fabrication des tonneaux de toute dimension, des cuves, des foudres, des barils, des seaux et de tous les vaisseaux en bois cerclés, publicado por MM. Paulin-Désormeaux et H. OTT. Nueva edición por M. W. Maigne en 1875. La divulgación de la nueva ciencia enológica no sólo supuso la adquisición de nuevas técnicas y procedimientos para el cultivo de la vid, la elaboración y mejora del vino así como para la fabricación de recipientes y utensilios destinados a la con- servación de los vinos sino que además la lectura de estos manuales divulgativos significó la puesta al alcance de todos los públicos de la terminología especializada que comenzaba a gestarse. Los científicos y enólogos españoles imbuidos por la nueva ciencia, se apresura- ron a traducir los tratados de enología que llegaban de otros países, principalmente de Francia. Todo esto dio lugar al desarrollo de una intensa actividad traductora de manuales y de todo tipo de textos vitivinícolas que sirvieron para subsanar la escasa producción de obras redactadas en español en este ámbito. Así por ejemplo obras como Opuscule sur la vinification de Jean-Antoine Gervais publicado en 1820 fue traducido al español tan solo un año después por Antonio Camps o la obra de Cadet- de-Vaux, Instruction sur l’art de faire les vins, d’après la doctrine de Chaptal cuya primera edición data de 1800 fue traducida al español por Manuel Pedro Sánchez Salvador tan solo tres años después de su publicación. Sánchez Salvador manifiesta que le ha parecido una obra tan útil que “no he podido resistir el deseo de comuni- car sus luces a mis compatriotas”. No se limitó a traducir la obra sino que además la amplió con algunos capítulos que él consideró de interés así como con numerosas anotaciones. 4 . lAs fAses de lA degustAcIón del vIno A trAvés de los mAnuAles El indiscutible interés surgido en el siglo XIX por describir de manera minuciosa las cualidades del vino, queda patente en un incipiente discurso de la degustación del vino que incorpora nuevos términos que, como hemos señalado anteriormente son el germen de la nutrida terminología actual de la cata vinícola. En los tratados decimonónicos sobre el vino los autores incluyen diferentes reflexiones sobre el proceso de la degustación como son las diferentes fases, el mecanismo fisiológico, etc. Todo esto sin lugar a dudas refleja la gran preocupación decimonónica por la LA DEGUSTACIÓN DEL VINO A TRAVÉS DE LOS TEXTOS. APROXIMACIÓN A LA TERMINOLOGÍA... 55 calidad de los caldos, como hemos señalado anteriormente. La calidad de las bebi-La calidad de las bebi- das era controlada por los comités de degustación: «Ils appartiennent à une classe d’hommes qui remplissent, sous l’autorité du ministère de la police, la fonction de dégustateurs sur les ports et dans les halles aux vins; leur mission finit où commence celle du physicien-chimiste (Dubief, 1824: 375)». Lebeuf (1862: 92) considera que “la dégustation a pour but de distinguer, recon- naître et apprécier les qualités du vin” y establece las diferentes fases de la degus- tación del vino: Pour bien déguster il faut: 1. Humer un peu de vin, en tenant la tête penchée en avant, et le tenir sur la pointe de la langue, qu’on rapproche du palais en aspirant très légèrement; on perçoit alors les divers saveurs sucrées, acides, astringentes ou styptiques. 2. On relève la tête et on chasse le vin à l’arrière bouche où on le retient par une sorte de mouvement de gargarisme insensible; on perçoit dans cette position, les goûts de fûts, de terroir, de bouchon, l’amertume et la fadeur constitutionnelle ou acciden- telles du vin; sa force ou sa faiblesse alcoholique. 3. On avale le vin en descendant dans l’oesophague, subit une vaporisation qui porte aux voûtes du palais, aux fosses nasales, des odeurs nouvelles, et produit la sen- sation qu’on désigne sous le nom de déboir, si ce vin a un arrière-goût désagréable. Pour bien percevoir les arômes, les bouquets et sèves, il ne faut pas laisser séjournerle vin trop longtemps dans la bouche; car on fatigue les papilles de la langue et les sensations s’émoussent. El manual publicado en 1860 por Jules Guyot, Culture de la vigne et vinification, incluye un extenso apartado dedicado a la degustación («De la dégustation et de l’appréciation des vins»). El autor expone el proceso de la degustación que él deno- mina «appréciation sensuelle»: Le vin, dans son appréciation, est sujet à deux juridictions, l’une toute sensuelle, l’autre toute physiologique. L’appréciation sensuelle du vin se rapporte à trois organes sensoriaux: l’œil, les fosses nasales à l’avant et à l’arrière, la bouche également à sa partie anterieure et à sa partie postérieure (Guyot, 1861: 411). Para Guyot aunque el vino ha de ser valorado tanto por el sentido de la vista como por el del olfato «le vinjugé par la vue», «le vinjugé par l’odorat», el sentido que está verdaderamente capacitado para juzgar la calidad del vino, es el gusto: Le véritable amateur, le gourmet sait très-bien regarder et odorer le vin, mais il sait aussi que ces deux temps doivent être immédiatement suivis de l’introduction du liquide dans l’avant-bouche. La couleur et l’oedeur sont deux notes introductives d’un thème gastronomique: si elles sont seules, elles n’ont plus de valeur relative et le thème n’est pas bien compris (Guyot, 1860: 413). MANUELA ÁLVAREZ JURADO 56 Otro teórico de la vitivinicultura, L. F. Dubief, en su obra Traitéthéorique et pratique de vinification expone de manera detallada el proceso de la degustación (al que llama “examen du vin”) a través de los sentidos: Ainsi, dans l’examen d’un vin, trois de nos sens sont à consulter. Par l’organe de la vue, on perçoit si la couleur du vin est haute ou foncée, moyenne ou légère, paillée ou pâle. L’œil habitué à voir du vin, distingue assez bien si la couleur en est homogène, naturelle ou empruntée. Par l’odorat on distingue l’arôme du vin. L’organe du goût, bien exercé, est celui des trois sens qui trompe le moins. Lorsque le vin est naturel, les principes qui le constituent forment un tout parfaitement homogène qui imprime une sensation unique sur la langue et sur la voûte du palais; tandis que lorsqu’il est le produit d’un mélange, il n’y a qu’une simple union entre les diverses molécules, et non une combinaison intime. En maintenant le vin entre la langue et le palais, pendant un certain temps, la chaleur de la bouche raréfie les corps les plus légers ou les plus vola- tils, et les rend sensibles par la voûte du palais, tandis que la partie extractive empâte la partie inférieure de la bouche; et si le vin est aqueux, elle éprouve une sensation fade, qui annonce la présence de beaucoup d’eau. Ces premiers essais de l’analyse natu- relle ne peuvent convenir que très imparfaitement lorsque l’on a quelques motifs para suspecter la qualité des vins. Ils appartiennent à une classe d’hommes qui remplissent, sous l’autorité du ministère de la police, la fonction de dégustateurs sur les ports et dans les halles aux vins; leur mission finit où commence celle du physicien-chimiste (Dubief, 1824: 375). Las diferentes etapas de la degustación («dégustation proprement dite») son igualmente descritas minuciosamente por Guyot: Le vin introduit dans l’avant-bouche, la tête et le visage inclinés vers la terre, fait sentir aux bords antérieurs et à la pointe de la langue toutes les saveurs acides, sucrées, stiptiques. Toutes ces nuances réunies ensemble doivent plaire à l’organe en ne laissant dominer ni l’acide ni le sucre, ni l’astrigence; la tête étant rélevée et portée en arrière, le visage en haut, le vin passe à l’arrière-bouche où on le retient par un léger mouve- ment de gargarisme; c’est là où la faiblesse ou bien la force alcoolique se font sentir, c’est là que le goût du terroir, la fadeur des sels, l’amer, les goûts de fût ou de bouchon, sont appreciées. Si l’ensemble des saveurs plaît à l’arrière-bouche par l’absence de toute impression désagréable, il faut pour achever la dégustation du vin non pas rejeter le vin en crachant, mais l’avaler, aussitôt que le vin a franchi la base de la langue, la voile du palais et ses piliers, une odeur très prononcée remont du pharynx dans les fosses nasales et y porte des révélations nouvelles et plus puissantes que par le flair extérieur sur les qualités ou les défauts du bouquet du vin; de plus le dernier contact du vin avec la muqueuse du pharynx, et de la base de la langue laisse une longue impression de saveurs dont la sensation désagréable a été désignée sous le nom col- lectif de déboir (Guyot, 1860: 414). Otro de los aspectos de la cata que preocupa y ocupa a los autores de manuales sobre el vino en el siglo XIX es presentar las cualidades que debe poseer todo buen catador o degustador, ya se trate de un catador profesional o bien de un amante del vino: LA DEGUSTACIÓN DEL VINO A TRAVÉS DE LOS TEXTOS. APROXIMACIÓN A LA TERMINOLOGÍA... 57 Le dégustateur expert a bien vite fait d’apprécier les qualités du vin qu’il déguste; c’est sur l’ensemble de toutes ces sensations qu’il asseoit son jugement. Avec un peu d’habitude on acquiert assez rapidement la science de la dégustation; mais il faut être doué d’une grande sensibilité dans les organes qui concourent à cette œuvre (…) (Lebeuf, 1862:94). (…) nous pensons qu’une personne complètement étrangère à la dégustation arri- vera rapidement à reconnaître et à classer les vins en suivant nos données, surtout si elle possède un palais sensible et juste; car de même qu’il faut avoir l’oreille juste pour être musicien, de même il faut avoir le goût droit et juste pour être dégustateur (Lebeuf, 1862:97). Les gourmets de chaque vignoble sont réellement seuls capables de bien choisir les vins deleur canton mais il n’appartient qu’à l’hommehabitué à en goûter de toute espèce, sans prévention, de juger du mérite de ceux de tous lespays.Toutefois, ce talent de dégustateur universelest excessivement difficile à acquérir, tellementmême que per- sonne ne l’a peut-être possédé, ensorte, que ceux qui se l’attribuent, ou trompentles autres, ou se trompent eux-mêmes (Jullien, 1836:11). 5 . lA nuevA termInologíA de lA cAtA vInícolA Esta profunda reflexión sobre la percepción sensorial del vino dejó patente la existencia de algunas carencias como era la falta de un léxico propio capaz de transmitir todas las sensaciones. Esto llevó a algunos autores de manuales en el siglo XIX a reflexionar sobre la necesidad de una terminología especializada que les permitiera describir las cualidades del vino con exactitud. Antes del siglo XIX tanto los catadores como los autores de manuales (que al fin y al cabo eran especialistas en la materia) 8, no se habían preocupado por sistematizar la terminología empleada para la descripción del vino. Hasta ese momento se había utilizado un lenguaje pobre, repetitivo y poco creativo que poco a poco se enriquece con la creación e incorporación de los nuevos términos, algunos especializados y otros procedentes de la lengua común: Pour exprimer les impressions produites sur les organes dégustateurs on emploie un langage spécial, des termes techniques dont la signification peut être interprétée de plusieurs manières; il est donc indispensable de s’étendre, avant tout, sur la valeur des mots les plus en usage et surtout sur les plus appropriés et les plus expressifs (Lebeuf, 1862: 94). «Ce serait une collection curieuse que celle qui réunirait toutes les expressions dont les gourmets, les marchands de vin, les commis voyageurs, les amateurs et les gens à la 8 La mayor parte de los autores de estos manuales eran químicos, comerciantes de vinos, desti- ladores, profesores de la universidad, miembros relevantes de asociaciones relacionadas con la produc- ción de vino, etc. MANUELA ÁLVAREZ JURADO 58 suite, gens les plus nombreux, se servent pour exprimer les sensations qu’ils éprouvent en dégustant les vins. J’ai connu un voyageur anglais quin’aimait un vinque quand il faisait la queue de paondans la bouche; chacun connaît l’expression de l’Auvergnatbu- vant un verre de vin vieux et généreux: c’estune aune de velours qui descend dans le gosier (Gouyot, 1860:416). Lebeuf va más allá e incluye una breve relación de términos referidos a la cata de vinos, algunos de los cuales reproducimos a continuación. Cada término va acom- pañado de una sucinta definición en la que el término aparece relacionado con la palabra «vin»: vinâpre, vinamer, vin corsé, vincharnu, vinchaud, etc. Teniendo en cuenta que este manual fue traducido al español en 1883 por J. Calva y de Grassot, hemos relacionado cada término francés con la traducción propuesta por J. Calva: Acerbe. — Le vin acerbe provient des mauvais cépages, de raisins mal mûris ; il produit une sensation désagréable, contracte les lèvres, les parois de la bouche et les papilles de la langue. Acerbo Amer. — Ce vin a une saveur rude et désagréable à la langue et au palais; il affecte notamment la partie postérieure de la bouche et de la langue, et cette impression dure longtemps après que le vin est passé. Amargo Apre. — Vin dur qui contracte les lèvres et la bouche à l’imitation du suc des fruits verts. Áspero Arôme. — Goût de terroir plus ou moins désagréable qui persiste après que la liqueur est bue ; il estdû au mauvais cépage, aux mauvaises expositions;à la mauvaise manière de faire et de gouverner levin, à l’abondance des engrais et au mode de culture. Aroma Astringent. — Qui resserre la bouche et contracteles lèvres (Voir âpre). Astrin- gente Bouquet. — Odeur agréable qui s’exhale du vinquand on le met en contact avec l’air : c’est le contraire d’arôme. Le bouquet a beaucoup d’analogiea- vec la sève. Perfume Corsé. — Le vin corsé est celui qui se sent à labouche, qui a une certaine consistance, de la forcealcoolique, qui est vineux, charnu, chaud plutôt quefroid, liquoreux plutôt que sec. Vino de cuerpo Charnu. — Vin qui a de la consistance, pâteux et épais. Chaud. — Vin alcoolique qui communique de lachaleur aux organes de la dégustation et même à l’estomac quand il est ba. Il produit en petit l’ef- fetque l’on ressent quand on vient de boire de l’eau-devie. Caliente Partiendo de los términos de su breve glosario, Lebeuf describe los vinos france- ses más representativos. Reproducimos a continuación algunas de estas descripcio- nes añadiendo al mismo tiempo la traducción al castellano realizada por J. Calva: LA DEGUSTACIÓN DEL VINO A TRAVÉS DE LOS TEXTOS. APROXIMACIÓN A LA TERMINOLOGÍA... 59 Bordeaux fin. — Vin nerveux, froid, sec, astringent, coloré, vineux, ferme quand il est nouveau moelleux, velouté, délicat, parfumé, d’un bouquet agréable, d’une bonne sève quand il est vieux. (Burdeos fino. Nervoso, frio, seco, astringente, colorado, vinoso, firme cuando es nuevo; blando, aterciopelado, delicado, perfumado y de buen gusto cuando es viejo). Bordeaux ordinaire. — Vin sec, acerbe, astringent, coloré, violet, ferme, vineux, sans parfum et sans arôme, sève nulle. Ce vin est d’une maturité lente et reste toujours peu délicat et peu agréable à boire. (Burdeos ordinario. Seco, acerbo, astringente, de color violeta, firme, vinoso, sin perfume, sin aroma y sin gusto: su madurez es lenta v siempre, queda poco delicado y poco agradable al paladar). Bourgogne fin. — Vin corsé, vineux, fin, délicat, moelleux, savoureux, géné- reux. Il possède un bouquet très-riche et très-agréable ; vermeil, d’une sève vigoureuse et persistante; spiritueux, coloré, exquis. (Borgoña fino. De cuerpo, vinoso, fino, delicado, blando, generoso y de sabor: posee un perfume muy rico y agradable, es encarnado, de gusto fuerte y persistente; exquisito, espirituoso y de color). Bourgogne ordinaire. — Vin très-ferme, un peu âpre, peu aromatique, coloré, corsé; passablement vineux, bouquet léger, sève faible. Les vins de la Basse-Bourgogne sont froids, secs, vifs, peu corsés, peu spiritueux, de sève et de bouquet nuls. (Borgoña ordinario. Muy firme, un poco áspero, poco aromático, colorado y de cuerpo; regularmente vinoso, perfume ligero y gusto débil. Los de la Baja-Borgoña son fríos, secos, vivos, de poco cuerpo, poco espirituosos, sin gusto ni perfume). Champagne rouge. — Vin léger, peu coloré, un peu ferme ; délicat, d’un bouquet agréable, mais peu prononcé, d’une sève délicate; mais peu persistante. Peu vineux et peu astringent; il est d’une garde difficile. Il se conserve cinq ou six ans au pays; mais si on le transporte à quelque distance il s’altère et dure très-peu. (Champagne tinto. Ligero, poco colorado y un poco fi rme, deli- Ligero, poco colorado y un poco firme, deli- cado, de agradable perfume, pero poco pronunciado, y de gusto exquisito, pero poco persistente: no muy vinoso ni astringente y de difícil guarda: en el país se conserva cinco o seis años, pero se altera y no dura mucho si se trasporta a cierta distancia). Llama nuestra atención concretamente la traducción de algunos términos como «coloré» cuyo significado es «cargado de color, con mucho color» y sin embargo es traducido como «colorado» que en castellano hace referencia a un color determi- nado. La traducción esperada y más acertada hubiera sido «coloreado». Otro de los términos «nerveux» es traducido como «nervoso» cuando la traducción esperada sería «nervioso» ya que el término «nervoso no existe en castellano. MANUELA ÁLVAREZ JURADO 60 En el Nouveau Manuel du sommelier contenant l’Art de soigner et de conserver les vins et les préserver et de les guérir des diverses maladies, M. Mardelin incluye igualmente un «Vocabulaire raisonné à l’usage du sommelier» pero hemos de seña- lar que en este caso no se trata de un vocabulario construido de términos corres- pondientes al discurso sensorial sino que se trata de términos relacionados con la elaboración del vino (amertume, collage, fleur, foret, futaille, goudron, jauge, etc.). Se trata de un léxico especializado quel el propio autor a través de las definiciones que proporciona de cada término lleva a cabo una interesante labor de destermino- logización. 6 . conclusIón Una vez analizados algunos de los manuales decimonónicos sobre la elabo- ración, mejora y conservación del vino, podemos afirmar (como adelantábamos al principio de este trabajo) que enel siglo XIX se comienza a configurar un discurso sobre la degustación del vino, todavía muy rudimentario pero que se nutre poco a poco con términos que configurarán el discurso sensorial actual, es decir, el dis- curso de la cata del vino. En efecto, Coutier, citando a Henry (1991), considera que el arte de la degustación es muy antiguo y que ya incluso en la Edad Media se empleaban algunos términos referidos a la percepción sensorial del vino como bon, bonté, douceur, force, franco puissant. Para Peynaud y Blouin (2013:155) este len-Para Peynaud y Blouin (2013:155) este len- guaje «empleado por los «goûteurs, (ou essayeurs) c’est-à-dire ceux qui exerçaient la profession de courtiers-gourmets des XVe et XVIe était limité à un petit nombre de termes de base qui a peu évolué jusqu’au XVIII siècle. C’est seulement à cette période que le vocabulaire s’est développé et diversifié». Hemos de admitir que esta incorporación de términos se ha llevado a cabo de manera muy lenta ya que hasta mediados del siglo XX aún muchos manuales de enología no incluían la degusta- ción o bien hacían una breve alusión a ella (Peynaud et Blouin, 2013: 5). Martine Coutier hace hincapié en esta dificultad que supone la escasez léxica del discurso de la cata «Les nombreuses recherches menées actuellement sur le goût par des spécialistes de disciplines diverses –neurophysiologistes, neurologistes, psychophy- siologistes, agronomes, sociologues, etc., mettent l’accent sur l’obstacle réprensenté par les lacunes du vocabulaire gustatif» (1994: 664). Difícil ha sido conseguir que la degustación sea considerada como una rama de la enología lo que no deja de resultar sorprendente si tenemos en cuentaque la finalidad de la enología es la mejora de la calidad del vino y la degustación es un proceso necesario e ineludible para poder valorar si un vino reúne o no los requisi- tos de calidad. El presente estudio se ha limitado al análisis de algunos de los manuales de vini- cultura divulgativos publicados por la editorial Roret en el siglo XIX. Sin embargo nuestra intención es ampliar el corpus de trabajo a otros manuales con la intención de rastrear igualmente la presencia en ellos de un discurso sobre la degustación y LA DEGUSTACIÓN DEL VINO A TRAVÉS DE LOS TEXTOS. APROXIMACIÓN A LA TERMINOLOGÍA... 61 detectar si la terminología empleada sigue en uso hoy día en el discurso de la cata o bien estos términos han sido sustituidos por otros más actualizados y precisos. 7 bIblIogrAfíA álvarez jurado, Manuela (2015). «La enología al alcance de todos: divul- gación científica y traducción de man- uales en el siglo XIX». Cuadernos de Filología Francesa, núm. 26, págs. 149- 161. Bajo santiago, Francisca (2003). «La temi- nología enológica del español en el siglo XIX». Asclepio, vol. 55, núm. 2, págs. 159-172. Bensaude-vincent, Bernadette (2010). «Splendeur et décadence de la vulgari- sation scientifique». Questions de com- munication, núm. 17, págs. 19-32. 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