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Dioses Mayas

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Dioses Mayas
Contenido
Dioses Mayas	3
1. Gukumatz: la serpiente creadora de la humanidad	3
2. Tepeu: el soberano del cielo	4
3. Huracán: dios de las tormentas	4
4. Vucub Caquix: personificación de la soberbia	5
5. Camazotz: rey de los murciélagos	5
6. Ixmucané: la dueña del maíz	6
7. Chaac: dios de la lluvia	6
8. Itzamná: dios de la sabiduría y de la medicina	7
9. Ixchel: diosa del amor y el arcoíris	7
Dioses Mayas
Los mayas desarrollaron una de las culturas más complejas y fascinantes de la historia mesoamericana. Entre sus expresiones culturales estuvo la construcción de templos piramidales en honor a sus dioses.
El panteón maya estaba repleto de deidades que explicaban la creación del mundo y la humanidad. Como la religión era central en su sociedad, los dioses mayas se vinculaban tanto a la naturaleza como a la comprensión de la vida cotidiana.
Un aspecto relevante a destacar de la religión maya es que sus distintas ciudades compartían tradiciones comunes. Sin embargo, los dioses podían tener nombres distintos en unos y otros lugares.
La información de muchas deidades se perdió con la destrucción de los códices escritos antes de la conquista española del siglo XVI. No obstante, podemos conocer los principales dioses de la cultura maya gracias a los relatos orales de pueblos como los Cachiquel, Kekchí y los yucatecos.
Además, están las narraciones del Popol Vuh, libro que recoge los relatos de la tradición Maya Quiché. A los que se suman las reconstrucciones narrativas hechas por los estudiosos del pasado maya. Conozcamos ahora a estos enigmáticos dioses.
1. Gukumatz: la serpiente creadora de la humanidad
Gukumatzs es la representación de la serpiente emplumada en el Popol Vuh. Es el dios del viento, también llamado Kukulcán por los mayas itzáes, quienes construyeron la pirámide de Chichen Itzá para su adoración.
La figura de Gukumatz entró tardíamente en el panteón maya, pero fue adoptada rápidamente por la élite social. Los arqueólogos creen que la veneración a la serpiente emplumada en tierras mayas fue traída por pueblos de cultura tolteca en el período posclásico (siglo XI-XV).
En el Popol Vuh, Gukumatz participa en la creación del universo y de los hombres. En conjunto con Tepeu, Gukumatz emerge del océano primordial y pronuncia palabras sagradas para crear la tierra, los animales y al hombre. Los primeros hombres fueron de barro, pero se deshicieron. Luego, hicieron hombres de madera, pero estos no tenían memoria, y fueron destruidos.
Finalmente, Tepu y Gukumatz dan lugar a los hombres de maíz. Estos son más sensatos, inteligentes y son capaces de agradecer a los dioses. Luego, Gukumatz dota a los hombres de muchas más habilidades y, en el relato, ambos dioses son inspiración y guía de los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué en su viaje por el Xibalbá (El inframundo).
2. Tepeu: el soberano del cielo
Al igual que Gukutmatz, Tepeu intervino en la creación del mundo y en los repetidos intentos de producir una humanidad capaz de adorar a los dioses. Por tal razón, Tepeu es una figura trascendental en el mito de la creación del pueblo Maya Quiché.
Aunque las advocaciones de Tepeu son menores en otras tradiciones, en el Popol Vuh se cuenta cómo este dios tuvo la idea de crear a los hombres de maíz cuando caminaba entre los maizales de Paxil. Los hombres hechos de maíz entonces recibieron destrezas para hacer arte (tallar piedras y gemas), curarse con hierbas, conocer el tiempo y cultivar la tierra.
3. Huracán: dios de las tormentas
Huracán es el nombre del dios que controla las tempestades. Por eso se le consideraba el "corazón del cielo". Su nombre proviene de los vocablos quichés Jun Raqan, que significan "una sola pierna". Y tal como podemos imaginar, este es el dios por el que llamamos huracán a los fenómenos atmosféricos como ciclones y tifones en tiempos modernos.
El culto a Huracán entre los mayas es muy antiguo, ya que los poderes atribuidos a esta deidad se manifestaban con cada tormenta que azotaba las costas del Golfo de México.
Las representaciones de la deidad que gobernaba sobre la lluvia se extendieron por toda Mesoamérica y el Caribe. De ahí que a Huracán se le asocie con Chaac (dios de la lluvia) de los mayas yucatecos, Tláloc para los mexicas y Cocijo para los zapotecas.
En el Popol Vuh, Huracán fue uno de los 13 dioses que participó en algunos ciclos de la creación del hombre. Cuando los dioses hicieron a los hombres de madera, estos carecieron de inteligencia y tenían corazones vacíos. Ante tal frustración, Huracán produjo el diluvio, tormentas y fuego que causó su destrucción. Este fue un paso necesario para luego regenerar a la humanidad creando los hombres de maíz.
4. Vucub Caquix: personificación de la soberbia
Vucub Caquix es la representación de la arrogancia en la mitología del Popol Vuh. A esta deidad se la representa como un ave de plumas verdes y rojas, y cuyo nombre sería Siete Guacamayos.
Con sus dientes dorados y pico plateado se sentía poderoso y señor del sol. Ante tal soberbia, los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué decidieron desafiarlo. Hunahpú usó una cerbatana para derribarlo de un árbol, pero Vucub Caquix sobrevivió y como castigo le quitó un brazo.
Para recuperarlo, su hermano Ixbalanqué solicitó la ayuda de Zaqui Nim Ak, quien entró al palacio de Vucub Caquix, pretendió atenderlo y, en realidad, le quitó los dientes y le tapó los ojos. Ixabalanqué tomó el brazo y escapó.
La fealdad hizo que Vucub Caquix pereciera. Los gemelos salieron victoriosos y Zaqui Nim Ak cosió de nuevo el brazo a Hunapúh para que continuara luchando con su hermano en contra del mal en el mundo.
5. Camazotz: rey de los murciélagos
El nombre de Camazotz se deriva de las palabras quiché 'kama' que significa muerte, y 'zotz', murciélago. Es decir, que el nombre de esta deidad es "Murciélago de la muerte". En el Popol Vuh, Camazotz gobernaba en la cueva de los murciélagos de Xibalbá (el inframundo).
Habitaba en ese lugar desde que bajara del cielo a decapitar hombres de madera que eran insensatos y no sabían adorar a los dioses. Luego, en la travesía de los gemelos Hunapúh e Ixbalanqué, estos debieron pasar una noche en la cueva de los murciélagos. Allí enfrentaron graves problemas.
El dios con cabeza de murciélago decapitó a Hunapúh cuando este pretendía observar la llegada de la luz del amanecer. Su hermano Ixbalanqué y otros animales reconstruyeron su rostro y, finalmente, los hermanos derrotaron a Camazotz. Así pudieron continuar su camino para asistir al juego de pelota y derrotar a los señores de Xibalbá.
Los antropólogos creen que el origen al culto del dios murciélago comenzó en territorios zapotecas en el periodo preclásico (100 a.C.). Luego esta adoración se propagó por el resto de Mesoamérica.
6. Ixmucané: la dueña del maíz
En el Popol Vuh, Ixmucané era la abuela de los gemelos Hunahúh e Ixbalanqué. Por eso ha sido conocida como la "abuela del maíz", ya que ella tuvo la sabiduría de conocer la mezcla de granos blancos y amarillos necesaria para la creación de los hombres con alma y memoria.
A Ixmucané se la relaciona con la sabiduría, ya que recibió la iluminación del sol para poder resolver cualquier asunto que pudiera causar problemas a los humanos. Esta anciana sabia y consejera es asociada con la fertilidad y el crecimiento del maíz, tan esencial en la cosmología y cultura mayas.
7. Chaac: dios de la lluvia
Chaac es el dios de la lluvia y quien es capaz de generar cosechas abundantes. Este dios fue ampliamente adorado en la Península de Yucatán y sus representaciones se hallan tanto en el códice de Dresde como en murales de templos y en esculturas halladas en sitios arqueológicos como Chichén Itzá, Uxmal y Sayil.
Se lo dibuja con una nariz grande y alargada. En muchas de sus figuras, Chaac tiene rasgos de reptil, con escamas y colmillos afilados. También aparece con un hacha en la mano que representa a los truenos. A veces incluso se divide su figura en cuatros Chaacs, cada uno representando a los puntos cardinales.
· Chac Xib Chaac (Este), de color rojo.
· Sac Xib Chaac (Norte),de color blanco.
· Ek Xib Chaac (Oeste), de color negro.
· Kan Xib Chaac (Sur), de color amarillo.
El dios Chaac mol iba acompañado por ranas. En general, se le tenía por dios benévolo, pues era quien daba fertilidad a la tierra.
8. Itzamná: dios de la sabiduría y de la medicina
Itzamná era una de las deidades principales de los mayas que habitaban en la selva Lacandona y sus alrededores durante los periodos clásico y posclásico (siglos X- XV). Algunos traductores dicen que su nombre significa "Casa de la iguana", mientras otros lo identifican con la "Casa del rocío".
Lo cierto es que Itzamná está vinculado a diversas manifestaciones de la sabiduría y de la enseñanza a los seres humanos. Los mayas habrían aprendido de este dios técnicas del cultivo de maíz, modos de estudiar el calendario, así como nuevas formas de escribir y de curar a los enfermos.
Por ello, Itzamná es comúnmente representado como un sabio anciano, aunque en ocasiones se muestra con cuerpo de reptil. Algunos arqueólogos creen que es la deificación de Zamná, un personaje histórico que llegó al sur de México en el siglo VI a.C. Al principio venerado por su sabiduría y luego descrito como dios en estelas y monumentos.
9. Ixchel: diosa del amor y el arcoíris
Ixchel es el nombre que se le da en el Chilam Balam y el maya yucateco a la diosa arcoíris Chak Chel. Esta deidad se vincula a la fecundidad, los trabajos textiles y es quien atiende los partos. En algunas narraciones se la menciona como consorte de Itzamná.
Aunque por lo general sus advocaciones ayudan a la humanidad, en ocasiones Ixchel se molesta y causa calamidades, como inundaciones. A veces viste una falda cubierta de huesos y lleva una serpiente en la cabeza. Se la suele representar como una anciana, del mismo modo que su marido Itzamná.

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