Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
DERECHO DE LA SEGURIDAD SOCIAL La seguridad social es un derecho fundamental que garantiza a todos los ciudadanos el acceso a servicios básicos de salud, pensiones, prestaciones por desempleo y otros beneficios sociales. Es un sistema de protección diseñado para cubrir las necesidades de las personas en situaciones de vulnerabilidad, como la enfermedad, el desempleo, la vejez o la discapacidad. La seguridad social se considera un pilar fundamental del Estado de bienestar, ya que contribuye a reducir la desigualdad, promover la cohesión social y garantizar la dignidad y el bienestar de todos los individuos. En un sentido amplio, la seguridad social se define como el conjunto de medidas y políticas públicas que tienen como objetivo proteger a los ciudadanos frente a los riesgos sociales. Entre los principales pilares de la seguridad social se encuentran la seguridad social contributiva y la seguridad social no contributiva. La seguridad social contributiva se basa en la cotización de los trabajadores y empleadores al sistema de seguridad social, que les garantiza el acceso a una serie de prestaciones y servicios en función de sus contribuciones. Por otro lado, la seguridad social no contributiva se orienta a garantizar la protección social de aquellas personas que no pueden acceder a la protección contributiva, como los desempleados, los discapacitados, los menores de edad o los ancianos. El derecho a la seguridad social está reconocido en numerosos tratados internacionales, como la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la Carta Social Europea. Estos instrumentos establecen que toda persona tiene derecho a la seguridad social, que debe ser garantizada por los Estados a través de sistemas de seguridad social adecuados y eficaces. Además, se reconoce que la seguridad social es un derecho humano fundamental que forma parte del derecho a un nivel de vida adecuado, a la salud, al trabajo y a la protección social. En la actualidad, la seguridad social se enfrenta a numerosos desafíos, como el envejecimiento de la población, la precariedad laboral, la desigualdad de género, la crisis económica y la globalización. Estos desafíos plantean la necesidad de reformar los sistemas de seguridad social para hacerlos más eficientes, sostenibles y equitativos. En este sentido, es fundamental promover la universalización de la seguridad social, garantizando que todos los ciudadanos tengan acceso a una protección social adecuada, independientemente de su situación laboral, económica, social o familiar. Una de las principales funciones de la seguridad social es garantizar el acceso a servicios básicos de salud para todos los ciudadanos. La salud es un derecho fundamental que debe ser protegido y promovido por los Estados, a través de sistemas de salud públicos y universales. La seguridad social juega un papel clave en la prevención de enfermedades, la promoción de estilos de vida saludables, la atención médica y el tratamiento de enfermedades, la rehabilitación y la atención a personas con discapacidad. Además, la seguridad social contribuye a reducir las desigualdades en salud, garantizando que todas las personas tengan acceso a los mismos servicios de salud, independientemente de su situación socioeconómica. Otro aspecto importante de la seguridad social es la protección de las personas en situación de desempleo. El desempleo es uno de los principales riesgos sociales a los que se enfrentan los trabajadores, ya que les priva de una fuente de ingresos y de seguridad económica.
Compartir