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Enfermedad renal poliquística La enfermedad renal poliquística (ERP) es un trastorno genético hereditario caracterizado por la formación y crecimiento progresivo de quistes renales en los riñones. Esta condición puede afectar a personas de todas las edades, y se clasifica en dos formas principales: la enfermedad renal poliquística autosómica dominante (ERPAD) y la enfermedad renal poliquística autosómica recesiva (ERPAR). La ERPAD, que es mucho más común que la ERPAR, se manifiesta en adultos y es causada por mutaciones en los genes PKD1 o PKD2, que codifican para proteínas que regulan la función de los cilios primarios en las células renales. Estas mutaciones conducen al desarrollo de múltiples quistes renales en ambos riñones, lo que eventualmente puede resultar en la disminución de la función renal, hipertensión arterial, dolor en el costado o la espalda, infecciones urinarias recurrentes, cálculos renales y, en casos avanzados, insuficiencia renal crónica o enfermedad renal terminal. Por otro lado, la ERPAR es menos común y suele diagnosticarse en la infancia o la niñez temprana. Se hereda de manera autosómica recesiva y es causada por mutaciones en los genes PKHD1, que codifica para la proteína fibrocistina, que juega un papel en el desarrollo y la función de los túbulos renales y los conductos biliares. Los pacientes con ERPAR pueden presentar riñones poliquísticos, fibrosis hepática, anomalías del sistema biliar, hipertensión arterial y disfunción renal progresiva, que pueden requerir tratamiento médico y, en algunos casos, trasplante renal. El diagnóstico de la enfermedad renal poliquística generalmente se basa en la presencia de los síntomas y hallazgos clínicos característicos, así como en pruebas de imagen como ecografía abdominal, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM) para evaluar la presencia y extensión de los quistes renales. Además, pueden ser necesarios análisis de sangre para evaluar la función renal y la presencia de marcadores genéticos asociados con la enfermedad renal poliquística. El tratamiento de la enfermedad renal poliquística se centra en controlar los síntomas y complicaciones asociadas con la enfermedad, así como en ralentizar la progresión de la enfermedad renal. Esto puede implicar el uso de medicamentos para controlar la presión arterial, tratar infecciones urinarias, aliviar el dolor y prevenir la formación de cálculos renales. Además, pueden ser necesarios cambios en el estilo de vida, como mantener una dieta baja en sal y proteínas, mantenerse bien hidratado y evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. En casos avanzados de enfermedad renal poliquística con insuficiencia renal crónica, puede ser necesaria la diálisis o el trasplante renal. En resumen, la enfermedad renal poliquística es un trastorno genético hereditario caracterizado por la formación y crecimiento progresivo de quistes renales en los riñones, que puede tener consecuencias significativas para la función renal y la salud general del paciente. El diagnóstico y tratamiento oportunos son fundamentales para prevenir complicaciones y mejorar los resultados clínicos en los pacientes con enfermedad renal poliquística. Una comprensión profunda de las causas subyacentes, el diagnóstico y las opciones de tratamiento de esta afección es esencial para los médicos que tratan pacientes con enfermedad renal poliquística.
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