Logo Studenta

DEFINICIONES DE MARCO LEGAL

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Celeste Alehlí Arenas Martínez
Control de lectura Grupo: 3-02
CONTROL DE LECTURA
“La corrupción azul”
El despilfarro en las transiciones presidenciales.
“La Corrupción Azul” es un libro del periodista y comunicólogo graduado de La Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la UNAM, Daniel Lizárraga, donde nos muestra con datos reales de fuentes confiables como el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) en ese entonces y actualmente modificado como el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI); la verdad detrás de lo que nuestros presidentes y otros políticos de los últimos tres sexenios han prometido o han dicho acerca del destino de nuestros impuestos. Habla también de todo lo que tuvo que esperar Daniel Lizárraga para recibir esta información y de todas las trabas y sobre todo la negación de la existencia de estos documentos.
Si bien, las elecciones del 2000’s fueron un presagio para el inicio del renacer en México según la población, quitando del poder del que permaneció 70 años el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tras una serie de eventos el cual terminaron con su dictadura gracias a varias reformas constitucionales que dieron paso a la creación y apoyo de parte del gobierno para los demás partidos de oposición ya que bien, el gobierno era constantemente juzgado por el hecho que en sí, no existía una democracia limpia y transparente. Fue que el país para el comienzo del siglo, buscaba nuevos aires y alguien que fuera parte del cambio, por lo cual en ese entonces y que sigue perdurando la rivalidad en nuestros días, es el PAN (Partido Acción Nacional), quienes se mostraban como el cambio que necesitaba el país ante el control del PRI y aunque este, ante las elecciones se mostraba como “el bueno”, no era suficiente para el pueblo mexicano; dando paso al candidato a la presidencia y posteriormente el presidente del cambio, Vicente Fox Quesada.
Hay que reconocer que a pesar de la transición política que experimentó México en el año 2000, el sistema político corrupto y podrido que se había gestado durante décadas ya era demasiado fuerte y se había apoderado de las más altas cúpulas de poder en el gobierno mexicano como para desaparecer con el simple cambió de partido político a la cabeza del poder ejecutivo, que si bien sabemos, ni uno ni otro partido político se convertiría en ningún cambio y todo aumentaba en peor medida
Dentro del 1er capítulo, algo que destaco de este es la mención de que México es el ÚNICO país donde se paga el sueldo de 2 presidentes durante 6 meses, siendo que en cualquier otro país el periodo de transición no es tan largo y además no se paga. Fox, al haber sido electo, prometió y aseguró que ni él ni su gabinete iban a cobrar ni un solo peso de dicho sueldo, lo que ahora en este libro nuestro periodista desmiente, asegurando que el expresidente exigió a Zedillo y recibió mediante un fideicomiso privado la cantidad de 24 millones de pesos, y aún no se sabe el destino del dinero. Otro de los pequeños lujos que Fox permitió darse fue pedir la protección de aviones de la fuerza aérea mexicana, ya que desconfiaba de la efectividad de la guardia presidencial.
Un hecho bastante irónico a mi parecer es el recibimiento que se tuvo a Fox y el cómo se depositó las esperanzas en una persona que era considerado “el presidente del cambio”, la forma en la que estábamos extasiados de haber derrotado al imperio del PRI y que este hombre de botas y sombrero, que se dirigía a la población, prometiendo muchos empleos, ayudar a su gente; nos sentíamos tan identificados porque prometía ser uno de nosotros y le creímos porque gritaba “el cambio…hoy, hoy, hoy”; sin embargo su sexenio fue un objeto de burla para muchos medios de comunicación ya que sus cambios iban con corrupción detrás de esto, como las creaciones de varias organizaciones, la elaboración de un nuevo aeropuerto y además de las múltiples señalaciones de gastos millonarios en su familia. Lamentablemente, después del sexenio y hasta la fecha, se siguen destapando cada una de los desvíos de fondos que contaban las organizaciones, pasando a cuentas extranjeras o creando empresas fantasmas; a mi parecer, el grito unánime del pueblo ante su victoria fue en vano, el “no nos falles” fue la puerta a que fallara en su labor presidencial y que para los mexicanos sólo era un presidente más que no había cumplido y un ignorante ranchero que nos había robado, así pensábamos de nuestro honorable presidente sin saber que era un hombre con conocimientos suficientes para exigir y sustraer grandes cantidades de dinero de nuestro país sin que nos diéramos cuenta y sin saber el destino de lo que se gastó, pero este, no estaba solo, contaba también con las grandes maniobras de su esposa, Martha Sahagún, quien fue partidaria de esta estafa nacional.
La primera dama fue el personaje más conspicuo de la familia presidencial. Su mejor pretexto para tener contacto con los empresarios más poderosos del país fue ese fundación Vamos México, creada el 21 de septiembre de 2001 y en cuyo consejo directivo incluyó como asociados honorarios a 10 de los empresarios más prominentes del país, como Carlos Slim, entre otros más; sin perder tiempo, la primera dama se dedicó con éxito a la caza de donativos en un tiempo récord, comparado con cualquier fundación nueva tuvo entradas millonarias en todo tipo de empresarios y políticos, la lista de donadores de la fundación dejó a muy pocas empresas mexicanas a salvo de la seducción de aportar recursos a la esposa del presidente. Los donantes fueron conocidos públicamente en febrero de 2004 a raíz del escándalo provocado por el rotativo londinense Financial Times, que reveló un manejo poco transparente de los recursos recaudados para los más necesitados. De manera paralela al nacimiento de Vamos México, en 2001 la Lotería Nacional creó el controvertido fideicomiso Transforma México, desde el cual presuntamente se triangularon recursos a la fundación de la primera dama con donativos a empresarios, que luego los regresaron a Vamos México de Martha Sahagún en forma de aportaciones para la filantropía.
La verdad es que si algo tenemos que agradecerle a nuestro presidente del cambio es la “Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública” ya que sin ella, Daniel Lizárraga no hubiera podido conseguir esta información y nosotros no hubiéramos leído este libro. Así que esta ley es lo equivalente a los millones de pesos gastados sin justificación por nuestro querido ex presidente. También es importante mencionar que gracias a esta Ley de Transparencia sabemos que seis años después Calderón dispuso de 130 millones de pesos donados por Fox, para alguna cosita que pudiera necesitar nuestro presidente, como su cambio de imagen en el cual desperdició otra suma fuerte de dinero, porque igual sigue pareciendo una burla.
Dejando un poco a un lado el tema del fideicomiso privado de Fox y la transición presidencial en México, quiero decir que en el libro se mencionan otros fraudes a los mexicanos por parte de nuestros expresidentes panistas y sus amigos, como son llamados, algunos absurdos y otros injustificados, pero no podría mencionarlos todos, así que sólo voy a dar mi punto de vista.
Para empezar me pregunto, ¿de verdad les es imprescindible a nuestros políticos gastar millones y millones de pesos en su seguridad, en su diversión, en sus lujos y en sus tranzas? Porque siendo políticos muy cercanos al presidente o siendo presidentes de la república, ganan muy bien, además de que el estado los provee de lujos y comodidades sin necesidad de robar, entonces mi siguiente pregunta es ¿dónde está el dinero que roban y exigen? ¿En qué lo ocupan? ¿Quién está dirigiendo a nuestro país? Y sobre todo, con esta organización bastante patética y estas tranzas ¿Qué demonios dirigen del país? Para mí es un sueldo innecesario.
Siendo que el país se gasta millones de pesos o hasta de dólares en mantener los vicios, comodidades y estafas de nuestros políticos, ¿Cómo es qué seguimos siendo un país tercermundista, donde todavíaexiste el analfabetismo, donde hay escases de empleo, donde la única producción agrícola bien remunerada es el narcotráfico? Mi respuesta es que es nuestra culpa. ¿Porqué? Por permitir que nuestro querido México siga siendo “dirigido” por este tipo de arrogantes y ladrones políticos que sólo piensan en su bien personal. ¿Cómo lo hemos permitido? Creyéndonos sus promesas de cambio, estando mal informados y siendo conformistas, por que más vale votar por el “menos peor” que no votar, porque “si no votas, cállate”, y este es el punto dónde nos manipulan nuestros gobernantes.
Me pareció un buen libro, con un poco de grilla pero bastante efectivo informando la realidad de los primeros sexenios del siglo XXI, que no es que no la sepamos pero da una concepción diferente al hablar de cifras y personajes en específico. Además que no hay que extrañarse: este es el gobierno del cambio, en el cual se enredan las relaciones personales con los ilimitados negocios que ofrece el acceso al poder, en un presunto tráfico de influencias. Tampoco hay que preocuparse mientras sigamos siendo pacientes, comprensivos y tolerantes con el pomposamente llamado gobierno del cambio, en el cual lo único que ha cambiado son las finanzas personales de todos aquellos que son protegidos con el benigno manto de la familia presidencial.
Podemos finalizar diciendo que acabar con la corrupción es la clave para que el país deje de tener problemas económicos y ayudar así a las familias más necesitadas y sacarlos de aquella pobreza extrema en la que se encuentran. Cada 6 años, los mexicanos tenemos la esperanza que alguno de los candidatos que se vuelva presidente del país haga algo para combatir la corrupción política.

Continuar navegando