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LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL USO DEL TIEMPO 
 Por María-Angeles Durán 
Consejo Superior de Investigaciones Científicas 
España 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DÉCIMA REUNIÓN INTERNACIONAL DE EXPERTAS Y EXPERTOS EN 
ENCUESTAS DE USO DEL TIEMPO Y TRABAJO NO REMUNERADO 
 
“La economía del cuidado y el trabajo no remunerado en el centro de las 
políticas públicas y las evidencias empíricas para sustentarlas” 
 
11 y 12 de octubre de 2012 
Ciudad de México 
 
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La investigación sobre el uso del tiempo 
 
 
Por María-Angeles Durán1 
 
1.- Las tres raíces de la investigación sobre uso del tiempo: 
sociopolítica, humanística, empírica 
 
La reflexión sobre el tiempo y los intentos de medirlo son tan antiguos como la 
propia humanidad; la huella de estos intentos se encuentra en los relatos 
míticos, en los calendarios y en la estructura gramatical de los idiomas. Muchos 
conceptos que actualmente parecen naturales esconden en realidad siglos de 
debate ideológico y conflicto político; algo tan aparentemente neutral e 
inofensivo como el concepto de año, lleva reelaborándose desde que los 
sacerdotes egipcios iniciaron su definición por consenso hace más de 
cincuenta siglos, y todavía coexisten sistemas de cómputo diferentes para regir 
el calendario entre quienes usan el año gregoriano u occidental, el año islámico 
o el año chino2. Los filósofos, historiadores, lingüistas, antropólogos y 
escritores han hecho del tiempo un objeto continuado de su atención. No lo ha 
sido menos para los músicos y los artistas plásticos. La música es una 
crononomía, una buena organización de los sonidos en el tiempo. En cuanto a 
las artes plásticas, el tiempo ha generado su propia iconografía (chronos, el 
reloj, el sol y la luna, la flecha, la escalera, el círculo zodiacal, la primavera y el 
invierno) y está presente como trasfondo en muchas grandes obras pictóricas3. 
                                                            
1 María-Angeles Durán es profesora de investigación en el Consejo Superior de Investigaciones 
Científicas de España (angeles.duran@cchs.csic.es) y autora del libro de metodología “La 
investigación sobre el uso del tiempo” escrito en colaboración con Jesús Rogero García, 
(Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid, 2010). 
 2 Durán, M.A., El valor del tiempo, (Madrid, Espasa 2007), especialmente el capítulo “El Sol 
contra la Luna: la negociación de las unidades de medida”, pp. 29-48. 
3 Una muestra de la aspiración del arte por representar las categorías temporales fue la Bienal 
de Arte Contemporáneo de Lyon (2005), que llevó por título “Expérience de la durée”. Las 
obras seleccionadas trataron de reflejar el rastro de la temporalidad. 
 
3 
 
Desde el último tercio del siglo XX han comenzado a formarse en todo el 
mundo pequeños grupos especializados en la investigación sobre el tiempo, 
que paulatinamente están construyendo una comunidad científica. El rasgo que 
mejor diferencia internamente esta comunidad es el objetivo perseguido en las 
investigaciones. Aunque casi ningún investigador responda en exclusiva y 
durante toda su vida a uno sólo de estos criterios, pueden clasificarse por su 
orientación en tres grandes categorías: 
a) La orientación sociopolítica, principalmente interesada en conseguir 
cambios sociales. La investigación sirve como herramienta para 
conocer, generar consciencia, aportar argumentos, denunciar 
situaciones problemáticas o injustas y proponer medidas. 
b) La orientación humanística, principalmente interesada en la comprensión 
filosófica y antropológica de la temporalidad. 
c) La orientación empírica, especialmente interesada en las técnicas de 
medición de la distribución del tiempo y en la organización profesional de 
este conocimiento. 
 
De las dos primeras orientaciones hay precedentes muy antiguos y numerosos. 
De modo similar a otros países europeos, en España la sociología estuvo en 
sus orígenes muy vinculada con los movimientos sociales y reformistas y con 
las entidades que trataron de regularlos. La propuesta de Pascual Madoz de 
crear una Comisión para investigar el estado actual de las clases obreras e 
industriales (1855), llamaba la atención –entre otros temas- sobre la duración 
de las jornadas de trabajo. El Instituto de Reformas Sociales (1904-1924), 
antecesor tanto del actual Ministerio de Trabajo como de los Consejos 
Económicos y Sociales, utilizó en la preparación de sus informes encuestas y 
observación directa de varios tipos. Además de las condiciones de vivienda, 
higiene y remuneración, se ocupó también de conocer y regular las jornadas de 
trabajo infantil, el descanso dominical, el trabajo nocturno, el descanso y 
pausas en el trabajo de las mujeres lactantes, la jornada mercantil y, sobre 
todo, el mantenimiento de la jornada de ocho horas. Más recientemente, los 
tiempos de educación obligatoria, las licencias por causas familiares, los 
horarios y los tiempos de enfermedad y dependencia han recibido la atención 
de los sociólogos y de los políticos y legisladores, que buscan instrumentos 
para promover y ordenar el cambio social. 
En cuanto al conocimiento humanístico, tiene un estatuto relativamente 
precario en las sociedades tecnológicamente avanzadas, por su carácter no 
acumulativo y su escasa capacidad predictiva. Sin embargo, es un 
conocimiento riguroso, que frecuentemente aventaja en profundidad, capacidad 
de comprensión y expresividad a otras formas de conocimiento. La sociología 
se ha nutrido en sus orígenes de investigadores y docentes procedentes de la 
filosofía y antropología social, y sigue haciéndolo. 
La tercera orientación, que hemos llamado empírica, ha tenido un auge 
espectacular en las décadas recientes. Para su implantación fue decisiva la 
aparición de una nueva demanda de investigación social y sociológica, 
ocasionada por estos factores: 
4 
 
1) El cambio en la estructura demográfica y productiva de los países 
desarrollados. Con proporciones crecientes de jubilados, estudiantes y 
parados, hacen falta nuevos tipos de análisis y de indicadores sociales. El 
tiempo aparece como una opción relativamente sencilla de medir, con 
buena capacidad descriptiva y explicativa para estos grupos. 
2) La insatisfacción de amplios colectivos, especialmente de mujeres, con la 
invisibilidad ante las ciencias sociales a que les condena el uso 
preponderante de las variables relativas al trabajo remunerado y los 
ingresos. 
3) La expansión de un gran sector económico de actividades de ocio y medios 
de comunicación, que necesita y puede pagar una considerable información 
sobre sus clientes y sobre el tiempo consumido en sus actividades. Los 
análisis de audiencia según franjas horarias han dado un gran impulso a los 
estudios generales de actividades. 
4) El aumento del tiempo invertido en actividades no directamente productivas, 
como transporte y gestiones burocráticas. 
5) La necesidad de cooperación internacional. 
6) La generalización de nuevas tecnologías de hardware y software, que han 
afianzado la investigación por encuesta, facilitando la recogida y tratamiento 
de los datos. 
 
El tiempo se ha interpretado principalmente como un recurso escaso, y se ha 
tratado de medir el uso que distintos sujetos hacen de él; individuos, hogares, 
grupos sociales, sociedades complejas. Los instrumentos de observación 
extensiva del uso del tiempo, especialmente las encuestas, son cada vez 
mejores, más abundantes, más coordinadas internacionalmente y más fáciles 
de acceder. 
 
2.- Investigadores, proyectos de investigación y publicaciones sobre el 
uso del tiempo. 
La investigación sobre el uso del tiempo se produce dentro de una comunidad 
científica abierta, heterogénea, poco formalizada, dinámica y en expansión. 
Estas características, que podrían considerarse una debilidad, son también la 
base de su atractivo y de lo mucho que todavía cabe esperar de ella. Que la 
comunidad sea abierta y dinámica significa que seencuentra en el proceso de 
creación de un campo de investigación nuevo, en el que tanto el objeto de 
análisis como los métodos para hacerlo se están construyendo. 
A la formación del campo contribuyen elementos sociales y políticos 
emergentes, y la investigación no puede entenderse fuera del contexto 
sociopolítico e ideológico que la enmarca. Es un producto social, igual que las 
leyes o la tecnología, que recibe influencias desde, y las devuelve hacia, la 
sociedad en que se inserta. En las ciencias sociales, y consecuentemente en la 
investigación sobre uso del tiempo, el riesgo de etnocentrismo derivado del uso 
5 
 
de un único idioma es incomparablemente mayor que en los campos 
experimentales. Sin embargo, gran parte –probablemente, la mayoría- de los 
investigadores de todo el mundo potencialmente capaces de aportar su 
contribución a las ciencias sociales no pueden expresarse con fluidez más que 
en su propio idioma. La búsqueda de soluciones y alternativas es necesaria 
aunque resulte arriesgada y costosa. 
La creciente institucionalización de los estudios sobre uso del tiempo puede 
apreciarse a través de los rasgos siguientes: 
1) La pertenencia de investigadores y los proyectos de investigación 
realizados. 
2) La programas docentes y de investigación que incorporan, al menos 
subsidiariamente, temas temporales. 
3) Las publicaciones, tanto periódicas (revistas) como no periódicas (libros 
y otras). 
4) Las asociaciones 
5) Los congresos, reuniones, conferencias, talleres y seminarios. 
6) La literatura gris 
7) Los archivos y bancos de datos 
8) Los proyectos de actuación de las agencias locales, nacionales e 
internacionales, públicas y privadas, que se ocupan de temas 
temporales. Para ello, requieren información previa y/o posterior a su 
intervención (legislativa y de otros tipos), así como dotación 
presupuestaria. 
9) Los grandes proyectos de investigación institucional. 
10) Las transferencias de investigación hacia usuarios y beneficiarios. 
 
En la creación de una comunidad científica centrada en la investigación sobre 
el tiempo juegan un papel decisivo tres tipos de actores: a) los propios 
investigadores, tanto individuales como institucionales; b) los promotores y 
financiadores de la investigación; c) los usuarios y beneficiarios4. Entre los tres 
tipos de actores caben múltiples formas de relación, incluida la sucesiva 
ocupación de los distintos papeles por los mismos sujetos. Las formas de 
contribuir a la formación de la comunidad científica son muy variadas. Tan 
importante es la suma de pequeñas iniciativas u obras individuales, como los 
grandes proyectos o actividades de las instituciones. 
Las contribuciones individuales a la investigación son las aportaciones más 
numerosas y la base en que se asientan las restantes; pero su carácter 
disperso, discontinuo, heterogéneo, expresado en múltiples idiomas y con 
frecuencia no publicado, dificulta extraordinariamente su visibilización aunque 
no presuponga falta de calidad. Este es el nivel en que se mueven la mayoría 
de los investigadores jóvenes y/o con pocos recursos: su potencial innovador 
                                                            
4 La duración de la jornada de trabajo y el descanso ha sido un tema tradicional de negociación 
en los movimientos sindicales, pero hay nuevos temas de reivindicación temporal en la 
agenda social; como ilustración, una manifestación de la CGT (Confederación General de 
Trabajadores (León, 2002) contra la falta de tiempo y el stress laboral. Vid (Pinto, 2004). 
6 
 
es elevado y poseen un buen conocimiento de las necesidades del propio 
entorno. 
La condición de pertenencia a la condición de especialista en el uso del tiempo 
(autopercibida o externamente reconocida) no puede por ahora acreditarse 
fácilmente, ya que el núcleo de investigadores que trabaja en este campo de 
modo estable, prolongado y con resultados palpables, es pequeño. Si la 
definición de los investigadores que se ocupan del uso del tiempo es laxa, 
podría estimarse en unos cuantos centenares en todo el mundo; y si es muy 
estricta, probablemente se reduciría a unas pocas decenas. La mayoría de los 
investigadores tienen otras dedicaciones simultáneas, y la conexión a través de 
la lengua inglesa, aún siendo la más extendida y la que actúa como lingua 
franca, no basta para salvar la barrera de comunicación para gran parte de los 
investigadores de otras procedencias lingüísticas5. 
Las publicaciones constituyen un factor fundamental en la creación de una 
comunidad científica, al mismo tiempo que son resultado de la existencia y 
vitalidad de esa misma comunidad. Entre las principales publicaciones 
periódicas destacan Time and Society y el International Journal of Time Use 
Research. A continuación la tabla 1 resume los temas más tratados en Time 
and Society entre 1992-2008. 
Tabla 1.- Clasificación de temas tratados en Time and Society, 1992-2008 
1.- Teorías del tiempo 
2.- Categorías temporales 
3.- Tiempo e Historia 
4.- El tiempo en el discurso 
5.- Memoria e identidad 
6.- Características temporales de la 
modernidad 
7.- Los tiempos del trabajo 
8.- Tiempo y género 
9.- Tiempo y tecnología 
10.- Los tiempos de la naturaleza 
11.- Relaciones tiempo-espacio 
12.- El tiempo en la política y en las políticas 
13.- La perspectiva antropológica y 
etnográfica 
14.- Las organizaciones: marco temporal y 
gestión del tiempo 
15.- Otros temas 
 
 
En cuanto al International Journal of Time Use Research, el rasgo más 
característico de la revista es su orientación empírica y su vinculación con 
grandes encuestas de uso del tiempo. Además de empírica, su perspectiva 
metodológica es de orientación marcadamente estadística y descriptiva. 
Muchos artículos se sitúan en la frontera disciplinar entre la sociología y la 
economía. Entre otros, se han tratado estos temas: los diarios; los 
cuestionarios; la representación gráfica en el uso del tiempo a gran escala; la 
no-respuesta; el calibrado. 
Aparte de la bibliografía y las publicaciones periódicas, existe una amplia 
literatura gris sobre el uso del tiempo, que no está registrada con su propio 
ISBN y que es no obstante muy importante en relación con la adopción de 
decisiones políticas. La literatura gris es el principal producto de los seminarios, 
                                                            
5 Joachim Merz ha tratado de crear un directorio de investigadores en este campo, el Research 
Network on Time Use (RNTU). 
7 
 
encuentros, simposiums, conferencias, congresos e investigaciones 
promovidas para uso interno por las empresas y administraciones públicas. La 
gran debilidad de la literatura gris es su escasa accesibilidad y, en segundo 
término, la heterogeneidad y carencia de filtros de calidad previos. Sólo una 
pequeña parte de esta literatura se reconvierte en publicaciones 
convencionales, pero no por eso puede pasarse por alto. El proceso de 
producción y publicación de un artículo de revista tiene una duración media de 
un año y el de un libro, cinco años, por lo que las versiones exploratorias o 
avances provisionales pueden ser muy útiles a quien las da a conocer, ya que 
mejoran su calidad futura para quien las lee o escucha; son anticipos, y a 
menudo la única noticia de investigaciones en curso o ya realizadas. 
Muchas entidades producen este tipo de literatura, que no gana su definición 
por criterios de calidad (tanto pueden ser de calidad elevada como escasa) sino 
de formalización editorial. Entre las publicaciones de este tipo, hay tres de 
especial interés. 
a) Las contribuciones a congresos (papers, ponencias, conferencias) 
b) Los informes internos de instituciones. 
c) Las memorias finales de proyectos de investigación que resumen o 
avanzan resultados. 
 
En las ciencias sociales, y más concretamente en la investigación sobre uso 
del tiempo, la literatura gris no puede descartarse aunque cueste trabajo 
acceder a ella y evaluarla. La literatura gris escon frecuencia una vanguardia, 
una anticipación de lo que con el transcurso de los meses o de los años pasará 
a convertirse en un texto convencional. No obstante, no toda la literatura gris 
acaba “normalizándose”; en unas ocasiones, porque los autores no tienen 
interés en seguir trabajando el tema hasta darle un formato más convencional o 
ajustado a las exigencias de la entidad que pudiera publicarlo; en otros, porque 
no supera las barreras y controles establecidos por las publicaciones formales, 
tanto debido a falta de calidad como por otras causas; y en otros casos, menos 
frecuentes, porque su carácter es reservado o dirigido a un reducido círculo de 
lectores u oyentes, y no se pretende ni se permite que el gran público acceda a 
su conocimiento. 
La literatura gris más frecuente en la investigación sobre el tiempo es la que 
circula en torno a congresos, conferencias, cursos y seminarios. Puede 
rastrearse a través de libros de actas, resúmenes, posters, e, incluso, de 
simples programas. No siempre los resúmenes son garantía de la existencia de 
textos, pero al menos son buenos indicios de que su autor o autores han 
reflexionado en algún momento sobre un tema y han tenido intención de 
exponer sus ideas ante un auditorio cualificado. En ese sentido, los programas 
de los congresos de la International Association for Time Use Research ofrecen 
una panorámica del desarrollo de la investigación en este campo. Si, como 
sucede habitualmente en los congresos en que el gran número de inscripciones 
obliga al uso de sesiones paralelas y de distintos edificios, los participantes no 
pueden escuchar todas las presentaciones, al menos tienen la posibilidad de 
localizar a investigadores que trabajan en campos afines para obtener las 
intervenciones que más le interesan, o recibir información posterior más 
8 
 
detallada. Para quienes no acuden personalmente, la consulta vía Internet de 
los programas y libros de resúmenes es un sucedáneo que orienta hacia el tipo 
de preocupaciones dominantes en cada momento en la comunidad científica. 
La contribución más importante de literatura gris en el campo de la 
investigación sobre uso del tiempo es la que se acumula en forma de papers en 
las conferencias anuales de la IATUR y en las cuatrienales de la ISA. En 
lengua española, la institución que ha promovido más publicaciones accesibles 
vía internet es la CEPAL6. 
El análisis de las presentaciones de las IATUR Conferences, realizado 
expresamente para esta obra, permite agruparlas en una relación de grandes 
temas. En total, entre 1999-2008 se han presentado 399 ponencias7. 
Clasificación temática de las ponencias presentadas en los congresos de la 
Internacional Association for Time Use Research, 1999-2008. 
1) Metodología y procesamiento de datos sobre uso del tiempo 
2) Estudios comparativos entre períodos. 
3) Estudios comparativos entre países. 
4) Estudios monográficos sobre un solo país. 
5) El tiempo en el trabajo remunerado. 
6) El tiempo en el trabajo no remunerado y en el hogar. 
7) La perspectiva macro: grandes agregados temporales y producción 
doméstica. 
8) Conciliación empleo-familia y tiempo de la vida cotidiana. 
9) El tiempo de las relaciones padres-hijos. 
10) Tiempo y género 
11) Tiempo, niños y jóvenes 
12) El tiempo de las personas mayores 
13) El tiempo de la población rural-urbana 
14) El tiempo de transporte, viajes 
15) La simultaneidad de actividades 
16) El tiempo en la política y las políticas. 
17) Economía del tiempo y el tiempo en la economía 
18) Otros temas 
 
La mayoría de quienes se inician a la investigación carecen de ayudas que den 
cobertura económica a sus trabajos. Así sucede con multitud de tesinas y tesis 
que raramente llegan a ser conocidas por el resto de la comunidad científica. 
Internet ha traído consigo la posibilidad de hacer públicos a muy bajo coste los 
trabajos que de otro modo no podrían conocerse, y con ello, una avalancha de 
                                                            
6 Vid, entre otros, Durán y Milosavljevic “El trabajo no remunerado y las encuestas de uso del 
tiempo en América Latina”, Fundación BBVA, Colección Documentos de Trabajo, 2012. 
7 Inicialmente estaba prevista la publicación de la relación completa de ponencias clasificadas 
por temas, pero finalmente no ha sido posible por razones de espacio. 
 
9 
 
textos sobre uso del tiempo de calidad desigual que aparecen y desaparecen 
en la red, entre los que resulta difícil orientarse porque carecen del filtro previo 
que acompaña a las publicaciones convencionales. No falta la picaresca, como 
ese invento de enorme éxito titulado “El rincón del vago”, que hace las delicias 
de estudiantes y trae de cabeza a profesores y evaluadores. La fortaleza de 
Internet es su prodigiosa capacidad de expansión, que está convirtiendo en 
realidad lo que inicialmente parecía una boutade; “lo que no está en Internet, 
no existe”. Su debilidad es la falta de control sobre los contenidos, y la facilidad 
con que, al reproducirse fuera de contexto o fragmentariamente, van perdiendo 
su sentido original. Los materiales reproducidos en red están influyendo ya en 
el modo de citas, porque frecuentemente se desdibuja la fecha de publicación y 
se sustituye por la de acceso. También afecta a la ubicación de las páginas, 
que pierde sentido en la nueva dimensión virtual. Para los próximos años, es 
previsible que la red continúe robando protagonismo a los medios de difusión 
tradicionales y cambie los modos de hacer investigación en ciencias sociales. 
Las revistas impresas tradicionales han iniciado la adaptación ofreciendo 
versiones accesibles simultáneamente por Internet (por ejemplo, la REIS), o 
suprimiendo definitivamente el soporte papel. Así lo han hecho ya varias 
publicaciones periódicas del INE y otras entidades españolas e internacionales. 
Por la diferencia de coste, la publicación electrónica es la única alternativa 
posible a muchos proyectos editoriales nuevos vinculados con universidades 
de reciente creación o con entidades culturales de presupuestos modestos. 
Entre los textos que circulan por Internet fuera de la relativa garantía que 
ofrecen las colecciones o series, llaman la atención algunos estudios sobre uso 
del tiempo muy modestos, que tienen interés por su originalidad o porque 
exploran fenómenos emergentes. Aunque con frecuencia desaparecen poco 
después de haberse colgado y no es posible localizarlos de nuevo, generan 
opinión pública y cambio social. Probablemente poca gente repara en esas 
publicaciones, que se realizan con muy escasos medios materiales. Desde el 
punto de vista de la representatividad de las encuestas a las que se refieren, su 
calidad expositiva, o la claridad en la identificación de las fuentes utilizadas, 
estos estudios exploratorios no merecerían una mención; sin embargo, ilustran 
un tipo de aportaciones semiespontáneas a la investigación sobre uso del 
tiempo, caracterizadas por la originalidad de sus objetivos y su empeño en 
ponerlas a disposición de un público anónimo y amplísimo. Quizá no sean 
modelos metodológicos, pero este tipo de contribuciones tienen altas 
probabilidades de convertirse en agentes sociales de cambio y, como tales, 
resultan interesantes para la investigación sociológica. 
 
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3.- Redes, grupos, asociaciones y bancos de datos para la investigación 
sobre uso del tiempo. 
En la investigación en ciencias sociales, lo que predomina son las redes y lo 
que permanece, las asociaciones. Este panorama asociativo de las ciencias 
sociales, mucho más disperso y laxo que el de las ciencias naturales, es 
también característico de la investigación sobre uso del tiempo, donde 
funcionan gran número de redes pero sólo una asociación internacional puede 
realmente demostrar la continuidad prolongada y la constancia en sus 
actividades. 
Las redes informales de investigadores son con frecuencia un anticipo de 
futuras institucionalizaciones o un residuo vivo de organizaciones previasya 
desaparecidas. Carentes de estructura, con bajos costes de gestión, apoyadas 
en los nuevos medios de comunicación vía Internet, son un modo excelente de 
mantenimiento del interés por la investigación. Suelen apoyarse en afinidades 
temáticas, metodológicas y/o lingüísticas. Las redes son activas, flexibles y a 
menudo vanguardistas, pero se disuelven o estancan con la misma facilidad 
que se generan. Las asociaciones, una vez que consiguen establecerse y a 
pesar de las muchas precariedades que atraviesan y del esfuerzo que 
requieren de sus directivos, sobreviven con las aportaciones de los usuarios y 
de las redes. 
En lengua inglesa son de destacar la International Association for Time Use 
Research (IATUR) y la International Society for the Study of Time. En lengua 
española, hay que mencionar la Asociación Científica “Tiempo, Economía y 
Sociedad”, creada en 1994 en el Consejo Superior de Investigaciones 
Científicas de España, cuyo objetivo era producir y difundir investigación en 
este campo. Creó un grupo temático de Sociología del Tiempo dentro de la 
Federación Española de Sociología (FES), que tuvo sesiones propias en tres 
congresos sucesivos de la Federación (en las ciudades de Granada, 
Salamanca y Alicante), con una media de más de veinte comunicaciones cada 
uno. Las dificultades administrativas y económicas para su puesta en marcha 
(discontinuidad en los recursos), la hicieron declinar. En 2007 se relanzó la idea 
de una asociación de lengua española durante un encuentro en la Universidad 
Internacional Menéndez Pelayo, que se llamaría ACTEYS (Asociación 
Científica Tiempo, Economía y Sociedad), con una clara vocación 
iberoamericana. Se mantiene de hecho como red, pero todavía no ha 
formalizado el estatuto legal de asociación8. En México se radica la Asociación 
Interamericana de Estudios sobre el Tiempo, de orientación interdisciplinar y 
predominantemente humanística. 
En cuanto a archivos y bancos de datos, los mayores depositarios son los 
institutos nacionales de estadística de cada país. A través de su página Web, la 
División de Estadística de Naciones Unidas ofrece acceso electrónico al listado 
de países que han realizado encuestas de uso del tiempo, y la ficha 
metodológica con las características de la encuesta; entre otras, las variables 
de contexto, el sistema de recogida de datos y el objetivo de la encuesta. La 
                                                            
8 La legislación española sobre registro oficial de asociaciones exige algunas condiciones 
burocráticas y económicas difíciles de cumplir, especialmente si son de ámbito internacional. 
11 
 
encuesta realizada en España por el INE en 2002-2003 está incluida en la 
relación. La Web también ofrece el programa, los documentos presentados y 
los informes finales de las reuniones de expertos (1997-2000), así como 
manuales de instrucciones para el trabajo de campo, codificación, 
procesamiento, cuestionarios, índices de clasificación y otros materiales útiles. 
Por ejemplo, puede consultarse en PDF el manual de instrucciones para la 
encuesta de uso del tiempo de Nueva Zelanda (1999). Las oficinas estadísticas 
de Finlandia y Suecia han creado el Banco de Datos Armonizado (Harmonized 
Time Use Database) y la herramienta para utilizarlo, gracias al apoyo financiero 
de Eurostat. El banco de datos, mantenido desde Estocolmo, incluye 
información sobre actividad principal y secundaria, lugar y “con quién”, en 
intervalos de diez minutos. Los microdatos provienen de Alemania, Bélgica, 
Bulgaria, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Italia, Letonia, 
Lituania, Noruega, Polonia, Reino Unido, Suecia. El acceso a los datos está 
abierto a investigadores y usuarios interesados9. En la University of Oxford, el 
Centre for Time Use Research posee una base de datos, compilada por K. 
Fisher, de encuestas sobre uso del tiempo (Multinational Time Use Study 
Website). La Web del centro informa sobre cuáles de estas encuestas (hay 
167) poseen documentación consultable on line. 
En España existen dos grandes bancos de datos que contienen encuestas de 
uso del tiempo: el del INE y el del CIS. El del INE permite acceder por Internet 
a un resumen de resultados de las Encuestas de Empleo del Tiempo 2002-
2003 y 2009-2010. El acceso a los microdatos de la encuesta es gratuito en la 
actualidad, aunque su base de datos requiere de un proceso de tratamiento 
previo antes de poder ser analizada. Otras encuestas no monográficas que 
contienen información sobre uso del tiempo, como la EPA (Encuesta de 
Población Activa, trimestral) y el PHOGUE (Panel de Hogares Europeo), 
pueden consultarse a través de la página Web. 
El archivo de datos del CIS, titulado ARCES (Archivo de Estudios Sociales) 
ofrece ficheros para la investigación secundaria, procedentes de estudios por 
encuesta hechos por el CIS y por otras entidades. Lo integran ficheros del CIS 
almacenados (archivo real) y no almacenados (archivo virtual), del que se 
facilitan los datos o el modo de acceder a ellos. ARCES mantiene convenios de 
colaboración con numerosas entidades para el intercambio de información 
(INJUVE, latinobarómetros, Roper Center, CESSDA (Council of European 
Social Sciencie Data Archives), CIRES, etc.). 
Un ejemplo de la posible utilización de registros para la investigación sobre uso 
del tiempo es la recientemente puesta en España a disposición de los 
ciudadanos “Muestra continua de vidas laborales”, que utiliza tres fuentes de 
información de la Administración Pública, entre ellas los registros de la 
Seguridad Social. Es una base datos riquísima y novedosa, y sus datos 
corresponden a activos y pensionistas. Ofrece información anonimizada sobre 
las entradas y salidas en el mercado de trabajo, los motivos de las 
                                                            
9 Contacto: klas.rydenstam@scb.se 
 
12 
 
incapacidades laborales, tipo de prestaciones recibidas y otros muchos tipos de 
información. Evidentemente, no está diseñada para obtener información sobre 
el uso del tiempo, pero contiene tanta información situada en el tiempo, que 
puede inaugurar una nueva corriente de investigaciones dentro de los estudios 
sobre tiempo y trabajo, así como sobre uso del tiempo por parte de los 
pensionistas. 
La labor de difusión y relación con los medios de comunicación es importante 
para la eficacia social de la investigación, pero no es un objetivo al que los 
investigadores suelan aplicarse a fondo. Incluso, frecuentemente, los 
investigadores son reacios a exponer el resultado de sus trabajos ante 
audiencias no especializadas, por temor a no ser comprendidos y por el 
esfuerzo de “traducción” que requiere adaptarse a otro tipo de público. En 
cambio, la difusión es un objetivo muy eficazmente perseguido por los políticos 
y las entidades privadas. 
Hay que destacar la utilidad que tienen en la difusión algunos instrumentos, 
como los resúmenes ejecutivos y resúmenes de prensa. No son lo mismo que 
los resúmenes o abstracts que requieren las publicaciones científicas y el 
acento no se pone en aspectos teóricos o metodológicos, sino en los 
resultados que conectan y despiertan interés en el lector no especialista. Si los 
investigadores tienen interés en tender un puente hacia los posibles 
financiadores y usuarios, resulta imprescindible que garanticen que estos 
resúmenes se realizan y distribuyen adecuadamente. 
 
4.- Condicionantes del diseño en la investigación sobre uso del tiempo 
Aunque siempre hay que aspirar a la máxima calidad en la investigación, el 
principio de realismo exige iniciar cada proyecto con algo que frecuentemente 
se olvida, la consideración de los recursos disponibles de todo tipo: humanos, 
financieros, de instalaciones y equipo, plazos de ejecución. 
El contexto institucional condiciona los fines y recursos que se ponen a 
disposición de los investigadores para diseñar los instrumentos de 
investigación. En general, los presupuestos que manejan los grandescentros 
de producción de datos (institutos de estadística) son muy superiores a los de 
los grupos académicos de investigación y a los de otras entidades. La finalidad 
de los primeros es crear y difundir información estadística para toda la 
población y para los expertos en diferentes áreas, por lo que disponen de los 
medios materiales y humanos necesarios. Los esfuerzos de los núcleos 
académicos de investigación y de las instituciones científicas suelen ir 
encaminados a explorar áreas no contempladas por otros productores de datos 
y a probar instrumentos metodológicos innovadores, que pueden (o no) ser 
desarrollados posteriormente a gran escala por los institutos estadísticos. 
13 
 
En el contexto organizativo de la investigación hay que resaltar estas 
condiciones: 
a) El grado de libertad para obtención y difusión de la información 
b) La cualificación de los investigadores. 
c) La tecnología disponible para procesar la información (por ejemplo, hard 
y software). 
d) El tiempo disponible para ofrecer resultados 
e) Periodicidad y comparabilidad 
f) La capacidad de financiación 
 
En condiciones democráticas se presupone la plena libertad para obtención y 
difusión de información, pero ni todas las sociedades son siempre 
democráticas ni todos los temas son igualmente transparentes al observador 
externo. Existen actividades sobre las que resulta muy difícil obtener 
información, así como grupos sociales especialmente inaccesibles. Estas 
limitaciones hay que tenerlas en cuenta antes de decidir el diseño de la 
investigación. 
La cualificación de los investigadores puede considerarse en general, o en una 
materia o técnica específica. Frecuentemente los investigadores senior están 
muy cualificados en general, pero los junior conocen mejor las técnicas 
recientes e innovadoras, aprenden más rápidamente y tienen posibilidad de 
desplazarse a otros lugares para especializarse. En este sentido, la 
composición de los equipos y el equilibrio entre distintos tipos de capacidad son 
más importantes de lo que habitualmente se reconoce. Habilidades como las 
lingüísticas o de relación social, o elementos psicológicos como la vocación, el 
compromiso y el sentido del equipo, pueden aportar tanto a algunos proyectos 
como la formación técnica o la experiencia profesional. Evidentemente, esto no 
es específico de la investigación sobre el uso del tiempo, pero es muy digno de 
tenerse en cuenta. Según cuál sea el objetivo final de la investigación, resulta 
imprescindible que los miembros del equipo dispongan de algunas cualidades o 
de otras. 
La tecnología disponible es un elemento importante en los proyectos de 
investigación que manejan gran número de datos, como son las encuestas de 
uso del tiempo, tanto por la capacidad de almacenamiento como por la 
capacitación para procesarlos. En la actualidad, las tecnologías de la 
comunicación permiten el trabajo en red desde diferentes puntos geográficos 
sin un coste excesivamente elevado: Internet hace posible transferir 
información de manera inmediata, el trabajo simultáneo de varias personas en 
un mismo documento, o mantener encuentros “cara a cara” entre los miembros 
de investigación a través de vídeo-conferencias. En las investigaciones sobre 
uso del tiempo llevadas a cabo por equipos que trabajan en regiones o países 
diferentes, es esencial asegurar la utilización de datos empíricos unificados y 
comparables. Como el procesamiento de los datos suelen requerir una 
capacidad (infraestructuras y software) y cualificación técnica de la que no 
todos los equipos disponen, es útil la división de funciones, asignando a parte 
del equipo la producción y difusión de información. Además, conviene 
14 
 
establecer un protocolo común de actuación que asegure la comparabilidad de 
los análisis realizados por los diferentes miembros. 
Otros aspectos de gran interés son los plazos de ejecución, la periodicidad, la 
comparabilidad con otros estudios y las limitaciones presupuestarias, aunque 
no podemos exponerlos aquí con detalle10. 
El tiempo disponible para ofrecer resultados es un gran condicionante del 
diseño de las investigaciones sobre uso del tiempo. Los plazos de ejecución 
son decisivos si los promotores, tanto en las empresas privadas como en la 
Administración Pública, esperan que los resultados de la investigación les 
ayuden a resolver problemas concretos. La Administración pública funciona con 
unos horizontes temporales muy poco flexibles, marcados por el año 
presupuestario y por las legislaturas (el tiempo para el que son elegidos los 
cargos públicos), y la investigación tiene que ajustarse a ellos. 
La comparabilidad es una cualidad altamente valorada, pero difícil de cumplir. 
Si las sociedades, épocas o grupos sociales que se comparan son muy 
diferentes entre sí, los métodos para observarlos han de ser diferentes y 
ajustados a las peculiaridades de cada uno. De lo contrario, distorsionan la 
realidad observada. En las investigaciones comparativas llevadas a cabo por 
distintas entidades o equipos de investigación, se plantea siempre el problema 
de la homogeneización de protocolos y técnicas. Eurostat ha introducido un 
término muy eficaz, el de armonización11, para denominar el complicado 
proceso de homologación de las encuestas de empleo del tiempo. Es un 
proceso de consensuación en el que los participantes exponen sus opciones y 
se comprometen a seguir las directrices comúnmente decididas. Como en toda 
negociación, se realizan transacciones de poder entre las partes que se basan 
en el conocimiento y la cualificación, pero también en otros recursos políticos y 
económicos. La comparabilidad se refiere a los datos obtenidos, pero también 
al significado de los datos y a las actuaciones sociales y legales que van a 
derivarse de ellos, y para las que se espera que los datos sirvan como 
indicadores. O lo que es lo mismo, la comparabilidad no sólo interesa en la 
investigación sobre uso del tiempo de tipo empírico sino en la humanística y en 
la sociopolítica. 
En la investigación empírica, el esfuerzo por alcanzar la comparabilidad se ha 
centrado en el diseño de las encuestas nacionales, especialmente para fijar los 
límites de edad del universo, tamaño de las muestras, cuestionarios, 
codificación, procesamiento y presentación de los datos12. Los condicionantes 
                                                            
10 Pueden verse con mucha mayor extensión en el libro Durán, M.A. y Rogero, J. La 
investigación sobre el uso del tiempo, (CIS, 2010). 
11 Armonía es, según la RAE, la unión y combinación de sonidos simultáneos y diferentes, 
pero acordes. Fuera de metáforas musicales, en la investigación sobre uso del tiempo 
armonizar es conseguir un marco mínimo de datos comparables. 
12 Eurostat working paper “Comparable Time Use Statistics. Main results for Spain, Italy, 
Latvia, Lithuania and Poland”, February 2006, (el autor es Antonio Baigorri, Head of Unit, 
Eurostat, Labour Market Statistics). 
15 
 
económicos y la propia heterogeneidad de las sociedades comparadas 
dificultan la consecución de un objetivo que, en cualquier caso, sigue siendo 
ineludible13. 
Los proyectos multinacionales de uso del tiempo, como los promovidos por 
Eurostat, representan grandes avances en la comparabilidad de las encuestas, 
pero aun cuando la metodología fuese completamente idéntica, que no lo es, 
las mismas cifras no significan lo mismo en distintos contextos sociales. Las 
clasificaciones y escalas comunes favorecen la comparabilidad de los estudios, 
pero la condición previa e imprescindible es que se ajusten bien a la realidad 
que han de medir. Por ello no basta con realizar el esfuerzo de preparación 
para la comparabilidad en la temática específica del estudio, en este caso el 
uso del tiempo, sino en las variables independientes, principalmente las de tipo 
sociodemográfico. La preparación de las clasificaciones en árboles de menor a 
mayor desagregación, facilita “salvar” para lacomparación un número mayor 
de categorías comunes. 
En cuanto a las limitaciones presupuestarias, son el talón de Aquiles de la 
investigación empírica. La estimación del presupuesto no es tarea sencilla, se 
corre el riesgo de infraestimar el presupuesto real, confundiéndolo con el 
presupuesto extraordinario del trabajo de campo. En los presupuestos no 
suelen imputarse los costes del personal más cualificado porque forman parte 
estable de la entidad promotora o de las universidades y centros de 
investigación asociados. Tampoco suelen incluirse los costes indirectos (local, 
dotación de infraestructuras, consumo de bienes no inventariables, servicios de 
documentación y biblioteca, impuesto sobre el valor añadido, etc.). Igual 
sucede si parte del trabajo se hace por voluntarios que colaboran en la 
investigación gratuitamente, o si la entidad promotora privada renuncia 
voluntariamente al beneficio empresarial. 
 
Otro aspecto que dificulta la estimación de costes aunque debe tenerse muy 
en cuenta si el proyecto dura varios años, es el cálculo de la inflación. Junto a 
los costes estrictos, hay que tener presente que existen gastos elegibles y otros 
que no lo son. No es un problema de cantidad de dinero, sino de concepto. Un 
buen asesoramiento previo respecto a los no elegibles evita importantes 
problemas en el desarrollo de la investigación. En el diseño de la investigación 
juegan también un importante papel económico los plazos, los créditos, los 
requerimientos exigidos por la Administración Pública, los costes procesales 
derivados de la propia intervención de la Administración Pública y la fiscalidad 
que afecte a los investigadores que participan en los proyectos en condición de 
no asalariados14. 
                                                                                                                                                                              
 
13  Niemi,  I.  (1993).  “Systematic  error  in  behavioural measurement:  comparing  results  from 
interview and time budget studies”, Social Indicators Research, 30 (2/3). 
14 Por ejemplo, en España en 2012 la tributación sobre rendimientos de trabajo personal 
afecta a gran parte de los profesionales con un 47%. 
16 
 
Si el presupuesto es alto, sólo pueden acometerlo las economías potentes, y 
sólo en algunas ocasiones. La dependencia económica dificulta la 
independencia en la elección de temas y en la presentación y difusión de 
resultados. También reduce la capacidad de asumir riesgos, que a menudo 
acompaña a la investigación más innovadora. ¿Deben renunciar por ello a la 
investigación sobre el uso del tiempo los investigadores/instituciones/países 
que no dispongan de presupuestos millonarios? 
La respuesta a la pregunta, obviamente, es negativa. Una de las primeras 
obligaciones de un científico, de un investigador, es buscar vías al 
conocimiento que estén al alcance de sus posibilidades. Por tanto, tiene que 
conocer el coste real de los tipos de investigación que se le proponen, y decidir 
la mejor opción entre ellos. La mejor investigación es la que efectivamente se 
hace, aunque siempre cabe la posibilidad de soñar con una investigación 
posterior que dé respuesta a todas las preguntas que de momento no pueden 
ser respondidas con los recursos disponibles.

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