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Delfín

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Los delfines
Los Delfines (Delphinidae), habitualmente llamados Delfines marinos, son una familia de cetáceos odontocetos (que tienen dientes), que abarcan casi 34 especies. Como otros cetáceos, utilizan la ecolocalización, la danza y el salto para comunicarse y orientarse.
La mayoria de las especies de delfines tienen un aleta dorsal en su espalda. -Los delfines tienen dientes conicos. -Los delfines no mastican su pescado, se lo tragan entero o en trozos grandes. -Los delfines respiran por un orificio que se encuentra en la parte de arriba de su cabeza.
La mayoría de las especies de delfines cazan y se alimentan de peces pequeños como el arenque, el bacalao o la macarela – algunos otros comen calamares u otros cefalópodos. Las orcas a menudo cazan y comen focas.
Los delfines son mamíferos cetáceos de vida acuática, habitantes de mares y de ríos dependiendo de la especie, que figuran entre las especies animales más inteligentes del planeta.
En general, cuando pensamos en delfines nos referimos a las 37 especies que componen la variante oceánica (de la familia delphinidae), que habitan la superficie marítima y sostienen frecuentes y amistosas relaciones con el ser humano, a pesar de que a menudo sean víctimas accidentales de sus actividades comerciales y pesqueras.
Los delfines son, desde un punto de vista zoológico, poco más que ballenas dentadas, es decir, mamíferos marinos que regresaron de la tierra firme a la vida marina, en algún momento del Mioceno, hace 23 millones de años, cuando presentaron las necesarias adaptaciones evolutivas para ello. Se piensa que el ancestro común entre los delfines y los animales de tierra firme fue una especie de artiodáctilos, o sea, hipopótamos prehistóricos.
En la mayoría de las culturas los delfines se consideran amigables e inteligentes. De hecho, son animales sociables, perfectamente adiestrables, que hoy en día forman parte habitual de espectáculos y parques acuáticos.
Su presencia en relatos mitológicos antiguos es común en las culturas marítimas, como la griega, en la que se decía que habían sido piratas, transformados en peces por el dios Dionisos luego de que intentaran venderlo como esclavo. En sus representaciones de Poseidón, dios de los mares, éste aparece a menudo rodeado de hipocampos y delfines.
Características de los delfines
A grandes rasgos, los delfines se caracterizan por lo siguiente:
· Son mamíferos de vida acuática, es decir, poseen un cuerpo adaptado al agua (con aletas en lugar de patas), pero a la vez respiran el aire y tienen sangre caliente. No son peces.
· Poseen un cuerpo en forma de torpedo, ideal para nadar a altas velocidades, que empieza con un hocico delgado y dentado, y culmina con una cola potente que posee una aleta caudal, con la que se propulsa.
· Su piel es gris-azulada, más oscura en el lomo y más clara en el vientre, libre de cualquier forma de pelaje. Las distintas especies pueden tener manchas y líneas de color características.
· Poseen un cerebro de gran tamaño, con una corteza cerebral muy desarrollada, en comparación con la media de los mamíferos, lo cual les permite una interacción social compleja: jugar, comunicarse, enseñar a sus crías, cooperar, planificar y sufrir.
· Dado que son capaces de establecer fuertes vínculos sociales, se los puede encontrar en grandes grupos de hasta 1000 individuos, en los que se cuida y atiende a los enfermos.
· Administran un sistema complejo de ecolocalización, emitiendo sonidos en una ráfaga para percibir los ecos que se devuelven, como un radar. De esta manera pueden percibir presas potenciales y vigilar el entorno a su alrededor. Para ello poseen en la cabeza un órgano llamado “melón”.
· Los delfines son capaces de vocalizar una gama muy amplia de sonidos, como silbidos y clics.
Los delfines comúnmente habitan las regiones superficiales de mares, ríos y lagos, dependiendo de la familia y de la especie. Hacen su vida entera en el agua, sin necesidad de incursionar en tierra firme, y prefieren siempre las aguas cálidas del trópico y regiones aledañas.
Los delfines son carnívoros, y su dieta se compone de peces pequeños y calamares. Son inteligentes cazadores, que disponen de estrategias muy variadas para aislar a sus presas del cardumen o para tenderles emboscadas.
Como ocurre con los mamíferos en general, la reproducción de los delfines es sexual y de tipo vivípara, con fecundación interna de la hembra por parte del macho.
El coito se produce de frente, dura poco y se repite varias veces, después de un cortejo en el que el macho reproduce sonidos llamativos para la hembra, nadando a su alrededor. La gestación de los delfines dura alrededor de un año, aunque en algunas especies puede durar año y medio, y al final se tiene una sola cría por parto.
La esperanza de vida de los delfines puede rondar los 20 y 30 años, y extenderse más en condiciones ideales de cautiverio. En libertad, esta especie no posee grandes depredadores ni amenazas.
Sin embargo, sí se ven amenazados por el ser humano, debido la contaminación ambiental por pesticidas, metales pesados y plásticos, o la pesca accidental en medio de cardúmenes de peces comerciales (como el atún). Existen, además, algunos países en los que el delfín forma parte de la gastronomía tradicional, como en Japón y las Islas Feroe.
Tipos de delfines
Existen dos “tipos” de delfines, de distinto hábitat y distintas características, ya que se trata de dos superfamilias diferentes, cada una abarcando un conjunto diferente de especies:
· Delfines oceánicos o delfínidos, típicos delfines de mar, habitantes de las costas que interactúan mucho con el ser humano, como el delfín común de las películas.
· Delfines de río o platanistoideos, habitantes de estuarios y ríos, de trompa larga (casi 60 cm) y menor tamaño corporal, tales como la tonina o delfín del Amazonas.

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