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1-La-experimentacion-en-ciencias-sociales

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Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1 
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KLIMOVSKY, Gregorio; HIDALGO, Cecilia (1998). La inexplicable sociedad. Cuestiones 
epistemológicas de las ciencias sociales. A – Z 
Editora. Bs. As. (Pág. 165-192) 
 
 
 
La experimentación en ciencias sociales 
 
 
La primera objeción al uso de los métodos de las ciencias naturales en las ciencias 
sociales concierne al tipo de intervención que tiene la experiencia en estas disciplinas y, en 
particular, a la posibilidad y conveniencia de aplicar métodos experimentales. La objeción se 
centra en la dificultad de diseñar y realizar experimentos en el campo de lo social. En tanto 
que en las ciencias fácticas ortodoxas la experimentación constituye el terreno más propicio 
para la formulación y testeo de hipótesis, en las ciencias sociales tal cosa no siempre sería 
posible fácticamente o admisible desde el punto de vista ético y, entonces, los métodos 
usuales no podrían aplicarse. 
Este argumento suele contestarse desde distintos ángulos. Ante todo, no es verdad 
que en las ciencias “duras” no haya nada más que método experimental: ciencias como la 
astronomía se han desarrollado con gran rigor científico sin posibilidad alguna de 
experimentación, y en el caso de la geología podría decirse que experimentar es algo 
excepcional. En segundo término, es totalmente equivocado pensar que es la 
experimentación, y no la investigación controlada y sistemática, la que dicta el canon del 
método científico. En realidad, las ciencias naturales giran alrededor del concepto central de 
observación y no del de experimentación, siendo ésta última nada más que una de las 
formas en que la observación puede obtenerse. 
Sin embargo, es preciso entrar en el detalle de por qué no es correcto afirmar que, si 
no hubiera experimentación, ciertos valores de las variables no podrían ser conocidos y, por 
consiguiente, ciertas hipótesis acerca de esos valores no podrían contrastarse. 
Ahora bien, respecto de las ciencias sociales surgen dos preguntas: 1) ¿podemos hacer lo 
mismo que los astrónomos? Es perfectamente posible reunir datos aptos para ser 
consignados y tabulados de manera de sugerir generalizaciones empíricas y aun hipótesis 
teóricas. No cabe duda de que, si bien no se dispone de observaciones de todo tipo y estado 
–y no se pueden provocar revoluciones políticas para observar si evoluciona o no la 
economía-, es tan grande la cantidad de datos acerca de comunidades y de la acción 
humana en ciudades, zonas de emergencia, rurales, etc., que reunir información mediante 
observación sistemática es tan factible como en cualquier ciencia empírica ordinaria. 2) ¿es 
tan claro y evidente que no pueden realizarse experimentos respecto de lo social? El primer 
problema que se plantea es el de si los experimentos abarcan todas las variables que entran 
en juego en las situaciones naturales o espontáneas, o sólo un conjunto determinado de 
ellas. Aunque esta dificultad se presenta en todas las disciplinas científicas, se torna crucial 
en las disciplinas sociales. Cuando los físicos hablan de objetos en reposo, deben recurrir a 
ciertas analogías que permitan pasar del experimento mecánico en la superficie terrestre al 
verdadero modelo que se aplica en el espacio vacío. Pero las analogías que permiten pasar 
de un experimento social a conclusiones sobre sociedades o culturas completas encierran un 
peligro: ¿qué derecho hay de pasar de una encuesta a la población? ¿Es posible hacer una 
inferencia analógica de un experimento sobre un pequeño grupo o muestra a lo que sucede 
en la sociedad en su conjunto? Muchos creen que sí. De esta forma, por ejemplo, hay 
muchas investigaciones sobre prejuicios raciales diseñadas experimentalmente y centradas 
en estudio de pequeños grupos. En el campo de la ciencia de la educación este tipo de 
diseño experimental es muy común. Nagel refiere incluso un experimento de sociología 
laboral: en una fábrica que tenía dos plantas, se permitió en una de ellas la autogestión y 
en la otra no, pues imperaba el autoritarismo. Según una creencia habitual, la hipótesis de 
trabajo suponía una mayor productividad de la última respecto de la primera, pero en la 
práctica ello no sucedió. Por suerte, una vez más triunfó la democracia. 
Introducción al Conocimiento Científico Unidad Nº 1 
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No obstante, aunque estrictamente no se necesita el experimento para añadir 
conocimiento a lo que se está tratando, una cierta dosis de éste nunca está de más. En el 
caso de las ciencias sociales, sin embargo, se presenta una dificultad adicional: las variables 
no pueden aislarse fácilmente, si no que se presentan como conjuntos de variables. De allí 
que sean tan comunes y estén tan desarrollados los métodos multivariables empleados 
también por los meteorólogos, quienes tampoco pueden hacer experimentos (salvo 
mediante la inyección de yoduro de plata en las nubes), ni aislar las variables que han de 
controlar. Por ejemplo, existen casos de le “psicología del rumor”, temática donde pueden 
hacerse experimentos de transmisión de rumores; un tipo de ejercicio accesible donde lo 
que debe intentarse es formar una cadena inevitable por la cual el rumor se transmitirá, 
para comprobar cómo circula en cierto medio. En algunos experimentos se ha llegado a la 
conclusión de que, si una cadena de transmisión de rumores es suficientemente extensa, el 
rumor llegará a un punto desde donde iniciará su retorno. Por lo menos, algunos sociólogos 
autores de modelos matemáticos han sostenido que es probable que ello ocurra. Pero 
también puede ser que el rumor inicie el retorno intencionalmente, lo que no es lo mismo. 
De todos modos, puede admitirse que, a veces, el hacer un experimento limitado a 
una pequeña comunidad o grupo humano, al que se considera análogo o representativo de 
una unidad social mayor, permite la contrastación de hipótesis o, al menos, incita a la 
formulación de hipótesis. No cabe duda de que lo que se observa en el modelo puede 
autorizadamente permitir que se formulen hipótesis para una gran comunidad y, en todo 
caso, habrá que comprobar después, en la contrastación, si el resultado es positivo o no. 
En otras palabras, en ciencia, fundamentalmente, de acuerdo con el método 
hipotético deductivo, lo que interesa es cómo pueden formularse y contrastarse las 
hipótesis. Esto algo que la observación, no provocada sino “naturalista” del comportamiento 
social, permite realizar. Ello puede suponer dificultades de índole metodológica, pero de 
ningún modo concierne a la cientificidad de las investigaciones sociales.

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