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Psicología	—	Condicionamientos	clásico	y	operante	 1
	 	
Resumen	realizado	a	partir		del	capítulo	5	de	MORRIS,	C.G.	&	MAISTO,	A.A.:	Psicología,		2009,	Ed.	
Pearson,	13ª	edición.	
Condicionamiento	clásico	
Fue	descubierto	por	Iván	Pavlov	alrededor	de	1927	tras	un	estudio	de	los	procesos	
digestivos	en	animales	no	humanos.	
! Elementos	del	condicionamiento	clásico	
Siempre	implica	el	pareamiento	de	una	respuesta	involuntaria,	que	suele	ser	
provocada	por	un	cierto	estímulo,	con	un	estímulo	diferente,	previamente	neutral.	
	
Estímulo	Incondicionado	(EI)	 Provoca	la	RI	
Respuesta	Incondicionada	(RI)	 Reacción	involuntaria	provocada	por	el	EI	
Estímulo	Condicionado	(EC)	 No	provoca	reacción	previa	al	pareamiento	con	el	EI	
Respuesta	Condicionada	(RC)	 Provoca	la	RI	tras	el	pareamiento	con	el	EI	
	
! El	condicionamiento	clásico	en	los	seres	humanos	
Los	seres	humanos	aprendemos	por	medio	del	condicionamiento	clásico,	
adquiriendo	así	conductas	no	innatas,	como	el	caso	de	las	fobias	o	el	caso	de	
asociar	determinados	colores,	olores,	sabores	a	sentimientos	agradables.	
! Caso	de	aprendizaje	de	fobia:	el	pequeño	Albert	
En	este	estudio	realizado	por	John	Watson	y	Rosalie	Rayner	(1920)	se	enseñó	a	un	
niño	de	11	meses,	conocido	como	el	“pequeño	Albert”,	a	temer	a	una	rata	de	
laboratorio.	Los	experimentadores	comenzaron	mostrándole	a	Albert	una	rata	
blanca,	no	mostrando	el	niño	signos	de	temor	en	absoluto.	Cada	vez	que	Albert	
gateaba	hasta	la	rata,	los	experimentadores	hacían	un	ruido	fuerte	golpeando	una	
barra	de	acero.	Dado	que	casi	todos	los	niños	temen	a	los	ruidos	fuertes,	la	
reacción	natural	de	Albert	fue	de	temor.	Después	de	unas	cuantas	experiencias,	
Albert	lloraba	cada	vez	que	veía	a	la	rata	y	rápidamente	se	alejaba	temeroso.	Un	EI	
(el	ruido	fuerte)	causaba	la	RI	de	temor.	Después,	el	ruido	fuerte	fue	asociado	
varias	veces	con	la	rata	(EC).	Pronto,	la	rata	por	sí	sola	provocaba	que	Albert	
mostrara	miedo	(RC).	
En	1924,	Mary	Cover	Jones	demostró	que	el	condicionamiento	clásico	podía	usarse	
para	quitar	temores	aprendidos	a	niños	asociando	el	EC	con	otro	EC	placentero.	Su	
sujeto	fue	un	niño	de	tres	años	llamado	Peter	quien,	como	Albert,	tenía	temor	por	
Condicionamiento	clásico	y	condicionamiento	operante.	
Características	y	estrategias.	
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las	ratas	blancas.	Jones	asoció	la	visión	de	una	rata	con	una	experiencia	placentera:	
comer	dulces.	Mientras	Peter	estaba	sentado	solo	en	una	habitación,	la	terapeuta	
colocaba	en	la	misma,	suficientemente	lejos	del	niño,	una	rata	blanca	en	una	
pequeña	jaula.	En	ese	momento,	a	Peter	se	le	daban	muchos	dulces	para	comer.	
Cada	día	sucesivo	del	experimento,	la	jaula	se	acercaba	un	poco	más	y	a	
continuación	se	presentaban	los	dulces	hasta	que	Peter	terminó	por	no	mostrar	
miedo	con	la	presencia	de	la	rata.	En	este	caso,	comer	dulces	(EI)	provocaba	una	
respuesta	placentera	(RI).	Al	asociar	los	dulces	con	la	visión	de	la	rata	(EC),	Jones	
pudo	enseñar	a	Peter	a	responder	con	placer	(RC)	cuando	la	rata	reaparecía.	
Muchos	años	después	el	psiquiatra	Joseph	Wolpe	adaptó	el	método	de	Jones	para	
el	tratamiento	de	ciertos	tipos	de	ansiedad.	Razonó	que,	puesto	que	los	temores	
irracionales	y	las	ansiedades	son	aprendidos	o	condicionados,	también	pueden	
desaprenderse	mediante	condicionamiento.	Advirtió	que	es	imposible	que	la	gente	
se	muestre	temerosa	y	relajada	al	mismo	tiempo;	por	ende,	si	podía	enseñarse	a	la	
gente	a	relajarse	en	situaciones	atemorizantes	o	angustiantes,	su	ansiedad	debería	
desaparecer.	Su	terapia	de	desensibilización	opera	al	enseñar	a	una	persona	a	
asociar	la	relajación	con	un	estímulo	que	está	provocando	un	temor	o	ansiedad	
innecesaria	o	irracional.	
! El	condicionamiento	clásico	es	selectivo	
Desarrollamos	fobias		cuando	los	objetos	se	vinculan	con	estímulos	atemorizantes	
o	causantes	de	ansiedad.	Pero	no	desarrollamos	fobias	acerca	de	casi	todo	porque,	
según	M.	E.	P.	Seligman	(1971),	algunos	estímulos	desempeñan	fácilmente	como	
EC	para	ciertos	tipos	de	respuestas	(preparación)	mientras	que	otros	no	
(contrapreparación).	Comúnmente,	todos	los	objetos	de	fobias	(alturas,	serpientes,	
gatos,	la	oscuridad…)	están	relacionados	con	la	supervivencia	de	la	especie	
humana	a	lo	largo	de	su	curso	evolutivo.	Por	esa	razón	los	seres	humanos	pueden	
estar	preparados	para	desarrollar	respuestas	de	temor	y	fobias	acerca	de	esas	
cosas	pero	es	muy	improbable	que	adquiramos	fobias	hacia	las	flores,	por	ejemplo	
(salvo	en	el	Super	Mario,	claro).	
La	preparación	también	subyace	a	la	aversión	condicionada	a	la	comida	(o	al	
sabor),	una	asociación	aprendida	entre	el	sabor	de	cierto	alimento	y	la	sensación	
de	náuseas	y	repugnancia.	Los	animales	rara	vez	requieren	envenenarse	más	de	
una	vez	para	aprender	a	no	comer	un	alimento	particular.	John	García	descubrió	
este	fenómeno	por	accidente	en	medio	de	una	serie	de	experimentos	sobre	los	
efectos	de	la	exposición	a	la	radiación.	Al	exponer	a	ratas	en	una	cámara	especial	a	
altas	dosis	de	radiación	que	las	enfermaba,	García	se	percató	de	que	las	ratas	
bebían	cada	vez	menos	agua	cuando	estaban	en	la	cámara	de	radiación,	aunque	
bebían	normalmente	en	sus	jaulas	“hogar”.	García	se	dio	cuenta	de	que	las	botellas	
de	agua	en	la	cámara	de	radiación	eran	de	plástico,	lo	que	quizá	daba	al	agua	un	
sabor	diferente	al	agua	contenida	en	botellas	de	vidrio	en	las	jaulas	hogar.	
Hipotetizó	que	el	sabor	el	agua	de	las	botellas	de	plástico	había	funcionando	como	
un	estímulo	condicionado	(EC)	que	las	ratas	asociaron	con	la	radiación	(EI).	Como	
resultado	de	este	condicionamiento,	el	agua	con	sabor	a	plástico	hacía	que	las	ratas	
se	sintieran	enfermas	(RC).	
El	condicionamiento	clásico	por	lo	general	requiere	muchas	presentaciones	del	EC	
y	el	EI	con	un	intervalo	corto	entre	la	aparición	de	ambos.	Pero,	en	ocasiones,	la	
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aversión	condicionada	a	la	comida	ocurre	después	de	sólo	una	mala	experiencia.	Es	
más,	el	intervalo	entre	el	consumo	de	la	comida	(EI)	y	el	caer	enfermo	(RI)	puede	
ser	bastante	largo	(por	encima	de	12	horas	en	ratas).	Se	ha	comprobado	en	
laboratorio	que	esta	aversión	a	la	comida	se	puede	despertar	en	base	a	diversas	
señales,	incluyendo	el	sabor,	la	apariencia	y	el	olor.		
Condicionamiento	operante	
El	condicionamiento	clásico	se	interesa	en	la	conducta	involuntaria	que	de	manera	
invariable	sigue	a	un	evento	particular,	pero	la	mayor	parte	de	nuestra	conducta	
no	es	desencadenada	por	eventos	externos	sino	voluntaria.	Los	perros	aprenden	a	
sentarse	o	a	seguir	de	cerca	al	amo	cuando	se	les	ordena.	Los	niños	aprenden	a	
levantar	sus	juguetes	para	evitar	el	castigo	o	para	obtener	alguna	recompensa	por	
parte	de	sus	padres.	Aprendemos	a	poner	dinero	en	máquinas	y	a	jalar	palancas	o	
presionar	botones	para	obtener	refrescos,	comida,	entretenimiento	o	la	
oportunidad	de	ganar	dinero.	Esas	y	otras	acciones	similares	se	clasifican	como	
conducta	operante.	Son	conductas	aprendidas	diseñadas	para	operar	en	el	
ambiente	a	fin	de	obtener	una	recompensa	o	evitar	un	castigo;	no	son	reflejos	
automáticos	causados	por	estímulos	biológicamente	importantes.	Esta	clase	de	
aprendizaje	se	denomina	condicionamiento	operante	o	instrumental.		
! Elementos	del	condicionamiento	operante	
Respuesta	operante	
El	condicionamiento	ocurre	cuando	una	respuesta	opera	
en	el	ambiente	para	producir	una	consecuencias	
específicas.	
Consecuencia	
Reforzadores	 Incrementan	la	probabilidad	de	que	la	conducta	operante	se	repita.	
Estímulos	
aversivos	
Disminuyen	la	probabilidad	de	que	la	
conducta	operante	se	repita.	
	
Ley	de	efecto	(principio	de	reforzamiento)	de	Thorndike	—	La	conducta	que	
es	consistentemente	recompensada	se	estampará	como	conducta	aprendida,	
mientras	que	la	conducta	que	produce	incomodidad	será	eliminada.	
! Tipos	de	reforzamiento	
Los	reforzadorespositivos,	como	la	comida	o	la	música	agradable,	agregan	algo	
gratificante	a	la	situación.	En	contraste,	los	reforzadores	negativos	sustraen	algo	
desagradable	de	una	situación	removiendo	un	estímulo	nocivo	o	desagradable.	Los	
animales	aprenderán	a	presionar	palancas	y	abrir	puertas	no	sólo	para	obtener	
comida	(reforzamiento	positivo)	sino	también	para	escapar	de	descargas	eléctricas	
(juro	que	no	tengo	obsesión	por	las	descargas	eléctricas)	o	ruidos	fuertes	
(reforzamiento	negativo).	
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! Castigo	
Reforzamiento	negativo	y	castigo	son	diferentes:	el	reforzamiento	de	cualquier	
tipo	fortalece	(refuerza)	la	conducta;	el	reforzamiento	negativo	fortalece	la	
conducta	al	eliminar	algo	desagradable	del	ambiente.	En	contraste,	el	castigo	
agrega	algo	desagradable	al	ambiente,	por	lo	que	tiende	a	debilitar	la	conducta.	
Para	que	el	castigo	sea	efectivo,	debe	ser	impuesto	de	manera	apropiada.	Primero,	
el	castigo	debería	ser	rápido.	Los	niños	que	se	portan	mal	deberían	ser	castigados	
enseguida	de	modo	que	sepan	que	lo	que	han	hecho	está	mal.	El	castigo	también	
debería	ser	suficiente	sin	ser	cruel.	Si	un	padre	simplemente	advierte	a	un	niño	que	
no	intimide	a	otros	niños,	el	efecto	puede	ser	menos	pronunciado	que	si	la	
advertencia	fuera	acompañada	por	la	amenaza	de	ser	“castigado”	por	un	día.	El	
castigo	efectivo	debería	ser	seguro:	los	padres	deberían	tratar	de	castigar	a	los	
niños	todas	y	cada	una	de	las	veces	que	se	comportan	mal.	Y	el	castigo	debería	ser	
consistente:	la	práctica	común	de	hacer	al	castigo	de	cada	fechoría	sucesiva	más	
severo	que	el	anterior	no	es	tan	efectiva	como	mantener	un	nivel	constante	de	
castigo.	
La	aplicación	apropiada	del	castigo	puede	cambiar	la	conducta	con	rapidez,	lo	que	
es	crucial	en	ciertos	casos.	Un	niño	al	que	le	gusta	jugar	en	la	calle	o	que	disfruta	
metiendo	cosas	en	el	enchufe	de	la	pared	debe	ser	detenido	con	rapidez	y,	en	esos	
casos,	el	castigo	puede	ser	el	mejor	curso	de	acción.	Pero	incluso	en	situaciones	
como	ésas,	el	castigo	tiene	desventajas	significativas.	Primero,	el	castigo	sólo	
suprime	la	conducta:	no	enseña	una	conducta	más	deseable.	Si	se	elimina	el	
estímulo	aversivo	o	la	amenaza	de	castigo,	es	probable	que	vuelva	a	presentarse	la	
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conducta	negativa.		
En	segundo	lugar,	el	castigo	a	menudo	provoca	emociones	desagradables	que	
pueden	obstaculizar	el	aprendizaje.	Por	ejemplo,	cuando	los	niños	están	
aprendiendo	a	leer	y	el	maestro	o	el	padre	los	regaña	cada	vez	que	pronuncian	mal	
una	palabra,	es	probable	que	se	asusten	y	se	confundan.	Como	resultado	quizá	
pronuncien	mal	más	palabras	y	sean	regañados	más	a	menudo.	Con	el	tiempo,	se	
verán	tan	abrumados	con	el	temor	que	no	desean	leer	en	absoluto.	Además,	
algunos	estudios	han	demostrado	que	los	niños	que	experimentan	con	frecuencia	
el	castigo	corporal	tienen	mayor	incidencia	de	depresión,	conducta	antisocial	y	
mayor	dificultar	para	relacionarse	con	sus	pares.		
En	tercer	lugar,	el	castigo	puede	transmitir	la	idea	de	que	está	justificado	causar	
dolor	a	los	demás,	enseñando	así	inadvertidamente	una	conducta	agresiva	
indeseable.	En	estudios	de	laboratorio,	los	monos	que	son	castigados	tienden	a	
atacar	a	otros	monos;	de	igual	manera,	las	palomas	atacan	a	otras	palomas,	
etcétera.	Por	último,	el	castigo	a	menudo	provoca	el	enojo	de	la	gente,	y	es	
frecuente	que	la	gente	enojada	se	vuelva	más	agresiva	y	hostil.		
Si	tiene	que	usarse	el	castigo	para	suprimir	una	conducta	indeseable,	debería	
descontinuarse	cuando	se	presenten	conductas	más	deseables	(para	reforzar	
negativamente	esa	conducta).	También	debería	emplearse	el	reforzamiento	
positivo	(elogios,	recompensas)	para	fortalecer	la	conducta	deseada.	Este	enfoque	
es	más	productivo	que	el	castigo	por	sí	solo,	ya	que	enseña	una	conducta	
alternativa	para	reemplazar	las	acciones	que	dieron	lugar	al	castigo.	El	
reforzamiento	positivo	también	hace	que,	en	general,	el	ambiente	de	aprendizaje	
sea	menos	amenazante.	
Como	método	para	controlar	la	conducta,	el	castigo	es	una	de	las	opciones	menos	
agradables,	ya	que	a	menudo	es	ineficaz	y	tiene	efectos	colaterales	negativos.	La	
mayoría	de	nosotros	preferiría	evitar	por	completo	el	uso	del	castigo,	confiando	en	
lugar	de	ello	en	la	amenaza	del	castigo	cuando	la	conducta	se	sale	de	control.	Si	la	
amenaza	de	castigo	induce	un	cambio	hacia	la	conducta	más	deseable,	no	es	
necesario	imponer	el	castigo.	Los	psicólogos	llaman	a	esto	entrenamiento	de	
evitación.		
Un	problema	del	uso	del	castigo	es	que	no	podemos	saber	si	una	entidad	particular	
es	reforzante	o	aversiva	sino	hasta	que	vemos	si	incrementa	o	disminuye	la	
ocurrencia	de	la	respuesta:	lo	gratificante	o	punitivo	puede	cambiar	de	un	sujeto	a	
otro,	de	una	cultura	a	otra	o	incluso	con	el	paso	del	tiempo.	
! Conducta	supersticiosa	
Siempre	que	hacemos	algo	que	es	seguido	de	cerca	por	un	reforzador,	tendemos	a	
repetir	la	acción,	incluso	si	el	reforzamiento	no	fue	producido	directamente	por	lo	
que	hicimos.	Por	ejemplo,	si	la	primera	vez	que	mete	una	moneda	en	una	máquina	
tragaperras	es	recompensado	con	un	premio,	será	más	probable	que	siga	
alimentando	la	máquina.	En	un	experimento	del	psicólogo	estadounidense	B.	F.	
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Skinner	(1948),	se	colocó	a	una	paloma	en	una	jaula	que	sólo	contenía	un	
comedero.	No	había	nada	que	el	ave	pudiera	hacer	directamente	para	obtener	
comida,	pero	a	intervalos	aleatorios	Skinner	dejaba	caer	unos	cuantos	granos	de	
comida	en	el	comedero.	Encontró	que	la	paloma	comenzó	a	repetir	cualquier	cosa	
que	hubiera	estado	haciendo	justo	antes	de	recibir	la	comida:	apoyarse	sólo	en	una	
pata,	saltar	o	pavonearse	alrededor	con	el	pescuezo	estirado.	Ninguna	de	esas	
acciones	tenía	algo	que	ver	con	la	obtención	de	la	comida	sino	que	era	pura	
coincidencia	que	la	comida	apareciera	cuando	el	ave	estaba	de	pie	sobre	una	pata,	
pero	la	paloma	comúnmente	repetía	esa	acción.	Skinner	llamó	supersticiosa	a	la	
conducta	del	ave.		
Los	seres	humanos	aprenden	supersticiones	de	la	misma	manera.	Si	llevamos	una	
joya	particular	o	cierto	par	de	calcetines	cuando	nos	sucede	algo	bueno,	podemos	
llegar	a	creer	que	esos	factores	fortuitos	ocasionaron	el	incidente	positivo	o	
reforzamiento.	Podemos	incluso	desarrollar	explicaciones	elaboradas	para	la	
ocurrencia	accidental	o	aleatoria	del	reforzamiento.		
! Desamparo	aprendido	
¿Qué	sucede	si	un	animal	experimenta	la	exposición	aleatoria	a	estímulos	
dolorosos	o	aversivos	sobre	los	que	no	tiene	control?	En	un	experimento	clásico	
realizado	en	dos	partes	por	Seligman	y	Maier	(1967),	dos	grupos	de	perros	fueron	
colocados	en	una	cámara	experimental	que	aplicaba	una	serie	idéntica	de	
descargas	eléctricas	en	las	patas	a	intervalos	aleatorios.	Los	perros	del	grupo	
control	podían	desactivar	(o	escapar	de)	la	descarga	presionando	un	panel	con	la	
nariz	(vosotros	también	podéis	hacerlo	pero	cuidado	si	lleváis	piercings).	Sin	
embargo,	los	perros	del	grupo	experimental	no	podían	desactivar	la	descarga.	
Estaban,	en	efecto,	desamparados.		
En	la	segunda	parte	del	experimento,	tanto	los	animales	del	grupo	experimental	
como	los	del	grupo	control	fueron	colocados	en	una	situación	diferente:	ambos	
grupos	podían	escapar	de	la	descarga	saltando	sobre	una	valla.	Los	perros	del	
grupo	control	aprendieron	con	rapidez	a	evitar	la	descarga	saltando	la	valla	al	
encenderse	una	luz	de	advertencia.	Sin	embargo,	los	perros	que	previamente	
habían	experimentado	las	descargas	inevitables	no	lograron	aprender	a	evitar	la	
descarga	(saltando	en	respuesta	a	la	luz	de	advertencia)	o	a	escapar	de	ella	
(saltando	después	de	que	se	hubiera	iniciado	la	descarga).	De	hecho,	muchos	de	los	
animales	que	previamente	habían	experimentado	las	descargas	de	las	que	no	
podían	escapar	también	se	volvieron	menos	activos,experimentaron	pérdida	de	
apetito	y	mostraron	muchos	de	los	síntomas	asociados	con	la	depresión	en	los	
seres	humanos.	Esta	incapacidad	para	evitar	o	escapar	de	estímulos	desagradables	
o	aversivos,	que	ocurre	como	resultado	de	la	exposición	previa	a	estímulos	
dolorosos	inevitables,	se	conoce	como	desamparo	aprendido.	
Por	ejemplo,	cuando	se	enfrentan	con	una	serie	de	problemas	sin	solución,	la	
mayoría	de	los	estudiantes	no	sólo	se	dan	por	vencidos	sino	que	muchos	de	ellos	
sólo	hacen	intentos	desganados	por	resolver	nuevos	problemas,	incluso	si	éstos	
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son	fáciles	de	solucionar.	De	hecho,	aun	en	el	caso	de	tener	éxito	en	la	solución	de	
los	nuevos	problemas,	tienen	dificultades	para	reconocer	que	su	conducta	tuvo	
algo	que	ver	con	su	éxito.	De	igual	manera,	los	niños	criados	en	una	familia	
abusiva,	donde	el	castigo	no	se	relaciona	con	la	conducta	del	niño,	a	menudo	
desarrollan	sentimientos	de	impotencia.	Dichos	niños,	incluso	cuando	son	
colocados	en	ambientes	relativamente	normales	fuera	de	su	hogar,	a	menudo	
parecen	apáticos,	pasivos	e	indiferentes.	Hacen	poco	esfuerzo	por	buscar	
recompensas	o	evitar	la	incomodidad.		
! Moldeamiento	del	cambio	conductual	por	medio	de	la	
biorretroalimentación	
Cuando	el	condicionamiento	operante	se	utiliza	para	controlar	ciertas	funciones	
biológicas,	como	la	presión	sanguínea,	la	temperatura	de	la	piel	o	el	ritmo	cardiaco,	
se	le	llama	biorretroalimentación.	Se	utilizan	instrumentos	para	medir	respuestas	
biológicas	particulares,	como	las	contracciones	musculares,	presión	sanguínea,	
ritmo	cardiaco	u	ondas	encefálicas.	Las	variaciones	en	la	fuerza	de	la	respuesta	se	
reflejan	en	la	forma	de	una	luz,	un	tono	o	alguna	otra	señal.	Al	usar	la	señal	(ya	sea	
el	tono	o	la	luz),	la	persona	puede	aprender	a	controlar	la	respuesta	mediante	
moldeamiento.	Cuando	la	biorretroalimentación	se	utiliza	para	monitorear	y	
controlar	las	ondas	encefálicas,	se	conoce	como	neurorretroalimentación.	
Comparación	entre	los	condicionamientos	clásico	y	operante	
! Adquisición	de	la	respuesta	
! Condicionamiento	clásico	
El	condicionamiento	clásico	requiere	el	pareamiento	repetido	del	EC	y	el	EI.	Cara	
pareamiento	se	apoya	en	la	experiencia	previa	del	aprendiz.	Esta	fase	de	
construcción	del	aprendizaje	se	denomina	adquisición	de	la	respuesta	y	cada	
pareamiento	del	EI	y	el	EC	se	demonima	ensayo.	Los	primeros	ensayos	aumentan	
más	la	probalidad	de	que	dicha	adquisición	de	la	respuesta	ocurra	que	los	últimos	
en	la	serie	de	ensayos.	
En	cuanto	al	tiempo	entre	ensayos,	éstos	han	de	ser	espaciados	de	forma	regular,	
de	tal	manera	que	no	haya	ensayos	muy	juntos	unos	a	otros	ni	muy	separados	de	
los	siguientes.	Además,	si	se	presentan	solos	o	el	EC	o	el	EI,	tenemos	pareamiento	
intermitente,	procedimiento	que	reduce	la	tasa	del	aprendizaje	y	el	nivel	final	del	
aprendizaje	obtenido.	
! Condicionamiento	operante	
La	adquisición	de	la	respuesta	en	el	condicionamiento	operante	es	algo	más	difícil	
que	en	el	clásico.	En	éste,	el	EI	invariablemente	provoca	la	RI,	que	es	la	conducta	
que	deseamos	vincular	al	EC.	Pero	en	el	operante,	la	conducta	que	deseamos	
enseñar	por	lo	general	es	voluntaria	y	no	es	desencadenada	de	manera	inevitable	
por	eventos	externos.	A	veces	basta	con	esperar	a	que	la	conducta	requerida	se	
produzca:	la	mayoría	de	los	bebés	dicen	aleatoriamente	sílabas	sencillas.	Si	los	
Psicología	—	Condicionamientos	clásico	y	operante	 8
	 	
		
padres	suelen	reforzar	con	sonrisas	y	abrazos	aquellos	sonidos	que	se	parecen	a	
las	palabras	“mamá”	o	“papá”,	con	lo	que	el	bebé	tenderá	a	repetirlos	cada	vez	más.	
Una	forma	de	acelerar	el	proceso	de	condicionamiento	es	aislar	la	respuesta	que	
nos	interesa	de	tal	manera	que	no	se	disminuya	la	probabilidad	de	que	se	
produzcan	conductas	irrelevantes.	La	caja	de	Skinner	es	un	dispositivo	dedicado	a	
tal	tarea.	
Otra	forma	de	acelerar	la	adquisición	de	la	respuesta	durante	el	condicionamiento	
operante	es	reforzar	aproximaciones	sucesivas	a	la	respuesta	deseada.	Esta	
estrategia	se	denomina	moldeamiento.	Por	ejemplo,	en	una	caja	de	Skinner	
podemos	recompensar	primero	a	la	rata	por	girar	hacia	la	barra	de	respuestas.	
Una	vez	que	la	rata	ha	aprendido	esta	conducta,	podemos	retener	el	reforzamiento	
hasta	que	se	acerque	a	la	barra.	Luego,	podemos	recompensarla	sólo	si	olfatea	la	
barra	o	la	toca	con	la	nariz	o	la	pata,	y	así	sucesivamente.	De	esta	forma,	al	reforzar	
aproximaciones	sucesivas	a	la	conducta	deseada	gradualmente	moldeamos	la	
respuesta	de	presionar	la	barra	sin	esperar	pasivamente	a	que	la	respuesta	ocurra	
por	sí	misma.		
! Extinción	y	recuperación	espontánea	
Hemos	visto	la	forma	en	que	el	condicionamiento	clásico	y	el	operante	dan	como	
resultado	la	adquisición	de	nuevas	conductas.	¿Pero	cuánto	dura	ese	aprendizaje?	
¿Puede	recuperarse	una	vez	que	se	pierde?	
! Concidionamiento	clásico	
Extinción.	Si	el	sujeto	condicionado	deja	de	tener	el	EC	sin	que	aparezca	el	EI,	la	
RC	disminuirá	gradualmente	con	el	tiempo	hasta	que	a	la	larga	cesará	del	todo.	Sin	
embargo,	la	RC	volverá	a	aparecer	en	cuanto	se	le	dé	el	EC.	Traduciendo:	el	perro	
dejará	de	salivar	al	escuchar	la	campana	si	no	se	le	da	comida.		
Recuperación	espontánea.	La	RC	volverá	a	aparecer	en	cuanto	vuelvan	a	
asociarse	EI	y	EC	sin	tener	que	pasar	por	todo	el	proceso	de	aprendizaje.	
Interferencia.	La	extinción	no	borra	las	RC	sino	que	ocurre	porque	el	nuevo	
aprendizaje	(básicamente,	que	no	me	dan	comida	cuando	suena	la	campana)	
interfiere	con	la	previamente	aprendida.	La	recuperación	espontánea	va	a	consistir	
en	superar	esta	interferencia.	Uno	de	los	mecanismos	de	superación	de	la	
interferencia	es	el	conocido	efecto	de	renovación:	si	al	perro	se	le	condicionó	en	
una	sala	de	color	rojo,	la	RC	volverá	en	cuanto	se	le	lleve	a	una	sala	similar.	
! Condicionamiento	operante	
Extinción.	Ocurre	como	resultado	de	retener	el	reforzamiento	(se	deja	de	reforzar	
la	conducta).	Un	efecto	paradójico	de	esto	es	que	la	conducta	se	vuelve	más	
enérgica	al	inicio	de	la	extinción:	el	jugador	de	tragaperras	golpeará	los	botones	de	
la	máquina	con	más	fuerza,	llegando	a	ser	incluso	violento,	cuando	vea	que	la	
máquina	lleva	un	tiempo	demasiado	largo	sin	darle	ninguna	recompensa.	Si	pese	a	
ello	ésta	no	aparece,	la	frecuencia	y	violencia	de	los	intentos	disminuirán	hasta	que	
el	sujeto,	al	final,	deje	de	intentarlo.	
Psicología	—	Condicionamientos	clásico	y	operante	 9
	 	
Resumen	realizado	a	partir		del	capítulo	5	de	MORRIS,	C.G.	&	MAISTO,	A.A.:	Psicología,		2009,	Ed.	
Pearson,	13ª	edición.	
Interferencia.	La	respuesta	condicionada	no	desaparece	sino	que	es	sustituida	por	
otra	que	reporte	el	mismo	placer	o	evite	el	mismo	dolor.	Si	echar	monedas	en	la	
máquina	deja	de	ser	productivo,	puede	que	aparezcan	respuestas	nuevas	tales	
como	golpear	el	costado	de	la	misma,	darle	patadas	o	incluso	subirse	encima	(sólo	
apto	para	atletas	y	otras	gentes	de	buen	porte,	claro	—no	lo	hagáis	en	vuestras	
casas;	o,	si	lo	hacéis,	grabadlo).	
Dificultad	de	la	extinción.	La	conducta	condicionada	será	más	difícil	de	extinguir	
cuando	se	cumpla	uno	o	más	de	los	siguientes	ítems:	
• El	aprendizaje	original	fue	muy	fuerte	(por	ejemplo,	duró	meses,	se	sometió	
a	pasar	hambre	al	sujeto,	se	le	provocó	dolor	o	placer	en	exceso,	etc).	
• El	aprendizaje	ocurrió	en	una	variedad	de	escenarios.	
• La	conducta	adquirida	es	compleja	(compuesta	de	varias	conductas	más	
simples	encadenadas).	
• La	respuesta	es	reforzada	ocasionalmente	durante	la	adquisición	
(programa	de	razón	variable).	
• La	conducta	es	aprendida	mediante	castigos,	no	mediante	refuerzos.	
! Generalización	y	discriminación	
Hemos	visto	los	tipos	de	circunstancias	que	hacen	más	probable	adquirir	o	
extinguir	las	respuestas	condicionadas.	¿Qué	tipos	de	situaciones	hacen	más	
probable	que	una	respuesta	se	generalice	a	una	nueva	situación?	
!Condicionamiento	clásico	
Generalización	de	estímulo.	Consiste	en	la	reacción	a	un	estímulo	que	es	similar	
a	aquel	ante	el	que	se	ha	aprendido	la	respuesta.	Por	ejemplo,	si	el	pequeño	Albert	
ha	aprendido	a	temer	a	las	ratas	blancas,	ahora	también	le	darán	miedo	los	jerséis	
blancos	de	pelo	largo.	
Discriminación	de	estímulo.	Si	presentamos	estímulos	similares	y	
condicionamos	al	sujeto	con	uno	y	sólo	uno	de	ellos,	éste	no	quedará	condicionado	
por	los	demás.	Este	proceso	es	útil	en	la	vida	cotidiana:	puede	darnos	miedo	un	
tigre	de	300	kilos	que	nos	ruge	delante	de	la	cara	con	sus	largos	colmillos	pero	no	
el	perro	de	nuestra	amiga	pese	a	que	también	tiene	una	poderosa	dentición	de	
carnívoro.	Importante:	no	hagáis	experimentos	con	tigres.	
! Condicionamiento	operante	
Generalización	de	estímulo.	Un	bebé	al	que	se	besa	y	abraza	por	decir	“mamá”	
cuando	ve	a	la	madre	tal	vez	empiece	a	decir	“mamá”	a	todo	el	mundo	esperando	
obtener	la	misma	gratificación.	
Generalización	de	respuesta.	El	bebé	que	ha	aprendido	que	decir	“mamá”	le	hace	
ser	gratificado,	quizá	empiece	a	llamar	a	su	madre	“gagá”	o	“babá”;	es	decir,	se	
generaliza	el	aprendizaje	a	otros	sonidos	que	son	similares	a	la	respuesta	que	es	
reforzada.	En	el	condicionamiento	clásico,	por	cierto,	no	ocurre	esta	generalización	
de	respuesta.	
Discriminación.	El	bebé	aprende	a	decir	“mamá”	sólo	en	presencia	de	su	madre.	
Es	decir,	el	condicionamiento	operante	se	obtiene	reforzando	sólo	la	respuesta	
específica	deseada	y	luego	sólo	en	la	presencia	de	estímulos	específicos.	
Psicología	—	Condicionamientos	clásico	y	operante	 10
	 	
		
! Nuevo	aprendizaje	basado	en	el	aprendizaje	original	
! Condicionamiento	de	orden	superior	en	el	condicionamiento	clásico	
Éste	ocurre	cuando	un	EC	ya	existente	se	aparea	con	otro	nuevo	EC	para	producir	
la	RC.	Pavlov	demostró	el	condicionamiento	de	orden	superior	en	sus	perros.	
Después	de	que	éstos	habían	aprenido	a	salivar	al	escuchar	una	campana,	Pavlov	
utilizó	la	campana	(sin	comida)	para	enseñarles	a	salivar	ante	la	vista	de	un	
cuadrado	negro.	En	lugar	de	mostrarles	el	cuadrado	y	presentar	luego	la	comida,	
les	mostró	el	cuadrado	y	después	hizo	sonar	la	campana	hasta	que	los	perros	
aprendieron	a	salivar	al	ver	el	cuadrado	sin	que	se	les	presentara	comida.	Para	que	
el	condicionamiento	de	orden	superior	tenga	éxito	y	no	ocurra	la	extinción,	el	EI	
tiene	que	reintroducirse	ocasionalmente:	lso	perros	deben	recibir	comida	de	
cuando	en	cuando	ante	el	sonido	de	la	campana,	de	moo	que	continúen	salivando	
al	escucharla.	
! Reforzadores	secundarios	en	el	condicionamiento	operante	
Reforzadores	primarios.	Comida,	agua	y	sexo	son	intrínsecamente	gratificantes	
en	y	por	sí	mismos.	No	se	requiere	aprendizaje	previo	para	hacerlos	reforzantes.	
Reforzadores	secundarios.	Otros	reforzadores	no	tienen	valor	intrínseco,	pero	
adquieren	valor	o	un	sentido	de	recompensa	mediante	su	asociación	con	
reforzadores	primarios.	Se	les	denomina	reforzadores	secundarios	porque	se	
requiere	del	aprendizaje	o	condicionamiento	previo.	Un	ejemplo	de	este	tipo	de	
reforzadores	sería	el	dinero.	Mediante	los	principios	del	condicionamiento	de	
orden	superior,	los	estímulos	asociados	con	un	reforzador	secundario	adquieren	
propiedades	reforzantes.	
! Contingencias	
! Condicionamiento	clásico	
Contingencia.	EC	y	EI	no	sólo	deben	ocurrir	cercanos	en	el	tiempo	sino	que	
también	el	EC	debe	preceder	y	proporcionar	información	predictiva	acerca	del	EI.	
Esta	relación	informativa	es	la	contingencia.		
Imaginemos	una	descarga	que	produce	dolor.	Si	hacemos	sonar	un	pitido	justo	
antes	de	la	descarga,	condicionaremos	al	sujeto	a	temer	al	pitido.	Sin	embargo,	si	lo	
hacemos	sonar	justo	después	de	la	descarga,	el	aprendizaje	será	que	el	pitido	es	
relajante	ya	que	avisa	de	que	ha	terminado	el	dolor.	
Volvamos	a	imaginar	que	un	ruido	dado	(EC)	precede	siempre	a	una	descarga	
eléctrica	dolorosa	(EI).	Si	añadimos	un	segundo	EC	(por	ejemplo,	una	luz)	junto	
con	el	primer	EC,	el	sujeto	no	aprenderá	que	ese	segundo	EC	tiene	que	ver	con	la	
descarga	dolorosa.	Leon	Kamin	llamó	a	esto	efecto	de	bloqueo	en	1969.	El	
condicionamiento	clásico	sólo	ocurre	cuando	el	EC	le	dice	al	sujeto	algo	nuevo	o	
adicional	acerca	de	la	probabilidad	de	que	el	EI	esté	próximo.	
! Condicionamiento	operante	
El	reforzamiento	parcial	o	intermitente,	donde	el	sujeto	sólo	recibe	reforzamiento	
ocasional,	persiste	más	tiempo	que	el	aprendizaje	mediante	reforzamiento	
continuo.	Los	programas	de	reforzamiento	determinan	cuándo	y	con	cuánta	
frecuencia	se	entregarán	los	reforzadores.	
Psicología	—	Condicionamientos	clásico	y	operante	 11
	 	
Resumen	realizado	a	partir		del	capítulo	5	de	MORRIS,	C.G.	&	MAISTO,	A.A.:	Psicología,		2009,	Ed.	
Pearson,	13ª	edición.	
Programa	de	intervalo	fijo.	El	sujeto	es	reforzado	por	la	primera	respuesta	
correcta	sólo	después	de	que	ha	pasado	cierto	tiempo	desde	la	respuesta	correcta	
previa.	Ejemplo:	cuando	los	exámenes	se	establecen	a	intervalos	fijos,	los	
estudiantes	tienden	a	incrementar	la	intesidad	de	su	estudio	justo	antes	de	un	
examen	y	luego	lo	disminuyen	bruscamente	justo	después	del	examen	y	hasta	poco	
antes	del	siguiente.	
Programa	de	intervalo	variable.	Refuerza	las	respuestas	correctas	después	de	
periodos	variables	de	tiempo	que	siguen	al	último	reforzamiento.	Seguimos	con	el	
ejemplo	de	los	exámenes	(y	ya	me	perdonaréis,	que	esto	es	como	mentar	la	soga	en	
la	casa	del	ahorcado):	si	los	exámenes	van	haciéndose	según	intervalos	de	tiempo	
impredecibles,	los	estudiantes	se	mantendrán	estudiando	a	una	tasa	constante	
todo	el	tiempo,	porque	cualquier	día	podría	haber	un	examen	(y	no	quieren	dejar	
pasar	la	recompensa).	
Programa	de	razón	fija.	Debe	ocurrir	un	cierto	número	de	respuestas	correctas	
antes	de	que	se	proporcione	el	reforzamiento.	Se	da	entre	quienes	trabajan	a	
destajo:	hay	una	pequeña	pausa	en	la	respuesta	justo	después	de	recibir	el	
reforzamiento,	seguida	por	una	tasa	rápida	y	constante	de	respuestas	hasta	que	
vuelve	a	darse	el	reforzamiento.	
Programa	de	razón	variable.	El	número	de	respuestas	correctas	necesarias	para	
obtener	el	refuerzo	no	es	constante.	El	mejor	ejemplo	de	esto	es	la	máquina	
tragaperras,	donde	el	jugador	nunca	deja	de	realizar	la	respuesta	porque	nunca	
sabe	cuándo	llegará	el	premio	que	anhela.

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