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Nociones sobre la antropología dialógica Dra. Adriana Porcelli 1. Crítica a dos concepciones antropológicas desde la dialógica Las más importantes corrientes filosóficas, sociales y políticas que han tenido mayor impacto en el mundo, que han dominado gran parte del siglo XX hasta el presente y que han tenido consecuencias en las actitudes humanas son dos: el individualismo y el colectivismo que equivalen al liberalismo y al comunismo. Estas ideologías no lograron nunca solucionar los problemas del hombre, aunque las dos tomaron características mesiánicas. Martin Buber consideró que cada una de ellas sólo agudizó más el problema de la existencia humana. Ninguna de las dos logró la liberación de la condición humana servil y miserable. Sólo aumentaron las cadenas y la servidumbre de los hombres por otros hombres y de pueblos por otros pueblos, sirvieron para aumentar el dominio de los grupos de poder, que se entronizaron sobre la mayoría de seres humanos sometidos con terrible violencia o domesticados por los medios de comunicación, pasando por alto la dignidad de cada uno de los seres humanos. Buber en sus libros: Caminos de utopía y ¿Qué es el hombre?, analiza y crítica las dos corrientes en pugna, él estima proféticamente en 1947 la caída del comunismo real con el colapso soviético, también pronostica la crisis que el capitalismo enfrentara en todo el mundo, pero muy pocos tomaron en cuenta los señalamientos de Buber. A pesar de los grandes cambios políticos y desarrollo científico-tecnológico en el mundo contemporáneo, estos no han mejorado las condiciones de vida espiritual y material en el mundo, por el contrario, han llevado al hombre a una deshumanización, lo ha convertido en una mercancía más, algo que se compra y se vende, pero también en "'cosa desechable"'. Parece que el hombre ha perdido el camino que lo conducirá a un mundo mejor y más justo. 2. Principios de la antropología dialógica La frustración de la auténtica relación en estos dos modelos de pensamiento exigía, para ser superada, un nuevo planteamiento, que surgió, en forma simultánea, en varios autores que podemos considerar como los clásicos de la filosofía dialógica: Martin Buber, Ferdinand Ebner y Franz Rosenzweig. La antropología dialógica está indisolublemente unida –y desde luego con toda justicia- a la filosofía de Martin Buber: ciertamente, las palabras claves en la obra de Buber son diálogo y relación, ambas constituyen al ser humano como tal. Tanto Ebner como Buber se interesan en proponer un dialogo que permita superar los conflictos entre los hombres, un "diálogo" que permita la supresión de todos los conflictos armados entre los pueblos. Los llamados filósofos dialógicos, tienen otro principio capital, que los llega a caracterizar, "La Autorrealización del hombre'". El hombre no es un ser terminado, es un ser que está en vías de ser. El hombre se humaniza, y cuando el hombre se humaniza a sí mismo a la vez humaniza al mundo. El hombre sólo llega a humanizarse en el diálogo. Estudio de la Constitución Nacional y de los Derechos Humanos Modalidad Semipresencial 1 Dra. Adriana Porcelli Buber ve que el hombre es un ser de "relaciones", él se relaciona de dos maneras con los otros seres, tanto humanos como no humanos. Esta forma de abordar la realidad humana supone una novedad en la tradición filosófica occidental, una novedad consistente en desplazar el acento desde el ser, considerado como un objeto sobre el que se discurre y se habla, al ser, considerado como otro que se hace presente ante mí, que me habla y al que hablo El hombre particular para sí no tiene la esencia del hombre ni en sí como ser moral, ni en sí como ser pensante. La esencia del hombre reside únicamente en la comunidad, en la unidad del hombre con el hombre, una unidad que empero no reposa sino en la realidad de la diferencia entre el Yo y el Tú. La soledad es finitud y limitación; la comunidad es libertad e infinitud1 Uno de los rasgos decisivos de la Filosofía del Diálogo constituye el reconocimiento del carácter proyectivo de la existencia del hombre La idea es la de que el hombre no ha llegado aún a ser completo; que, tanto a nivel personal como histórico, todavía está por realizarse; que todo ser humano tiene que llegar a hombre, ir creciendo en humanidad, acercarse cada vez más a las posibilidades humanas que están prefiguradas en su esencia y que solo a él le toca descubrir y realizar. La dialógica revela al hombre de este modo, como al ser que está fundamentalmente orientado hacia el futuro: es un ser de esperanza, aun en aquellos momentos en los que la esperanza pareciera desvanecerse.2 La filosofía dialógica o imparativa (del latín medieval imparare ‘aprender’, la actitud de aprendizaje) pretende estar permanentemente abierta en un esfuerzo de aprender constantemente de los otros y sus diferentes culturas, permitiendo que nuestras visiones sean fecundadas por las de ellos. Se trata de un sistema de pensamiento dispuesto a aprender de cualquier rincón filosófico del mundo, no pretende vencer ni siquiera convencer, sino buscar la verdad desde diferentes posiciones para ir llegando a un entendimiento mutuo Tanto Buber, Levinas, Rosenzweig, Marcel, Mounier, aunque con notables diferencias, llegan a una visión muy parecida: la verdad más profinda del hombre es su relación con los otros “El hecho fundamental de la existencia humana es el hombre con el hombre”3 (Buber, 1960:147) “El hombre es un ser en el encuentro”, es un ser que vive con otros en el mundo para realizarse. Yo necesito de los otros para ser yo mismo y no puedo realizarme como persona si no recibo de los demás su respeto, su estima, su admiración, su amor, su reconocimiento, su compañía. El hombre no descubre lo que tiene de más profundo en sí mismo sino en los ojos del otro El hecho fundamental de la existencia es que todo hombre es interpelado como persona por otro ser humano, en la palabra, en el amor y en la obra y debe dar su respuesta: aceptación o rechazo4 Por su parte, Negri enseña que la filosofía del diálogo consiste brevemente –aun a riesgo de caer en simplificaciones excesivas- en aquella filosofía de la existencia en la cual la presencia del otro está constitutivamente incorporada. O, si se quiere, la filosofía en la que sólo puede hablarse de la existencia como encuentro. 1 Chocón Tun, José (1996) Fundamentos de Filosofía Dialógica en Martín M. Buber. Universidad de San Carlos de Guatemala, Guatemala 2 Negri, Héctor “La existencia como proyecto compartido” Derecho y Diálogo N° 7 Disponible en: http://www.derechoydialogo.com/2012/11/la-existencia-como-proyecto-compartido.html (10/2/2016) 3 Buber, Martin (1960) ¿Qué es el Hombre? México p.147 4 Gastaldi, Ítalo (1983) El hombre, un misterio Ediciones Don Bosco, Argentina Estudio de la Constitución Nacional y de los Derechos Humanos Modalidad Semipresencial 2 Dra. Adriana Porcelli Encontrar es descubrir al otro, su existencia, que no es fruto de un razonamiento ni puede medianamente compararse con ninguna otra forma de correlato de conciencia. El otro no es una verdad que surja tras la pregunta de mis reducciones objetivantes, no es un ser pensado por mí, sino una verdad que se anuncia por sí misma, es un rostro que se dirige desnudamente hacia mí, desconcertando mis esquemas racionales, exigiéndome atención y acogida. Su presencia es ya reclamo de reconocimiento a la vez que es portador de una visión del mundo y de las cosas que no es la mía, me llama, me ubica en el mundo verdaderamente humano de la instancia y de la respuesta. En ese punto empieza el existir, da inicio al diálogo.5 De los seres de la creación visible, sólo el hombre existe. Las cosas están, los animales y las plantas viven: pero la palabra existencia refiere una dimensión exclusivamente humana. Esta dimensión viene configurada por el encuentro con el otro. El hombre es un ser encontrándose con los demás, un ser en el diálogo.Esto solo puede decirse de los seres humanos. En el encuentro con el otro es donde nace la posibilidad de conocerme y comprenderme. No tengo, radicalmente, entrada a mí mismo, si no es junto al otro, con el otro, desde el lugar del otro.6 El encuentro con el otro no es un episodio posterior al hecho de existir, sino constitutivo de la propia existencia, no es que existamos y luego, como en un segundo paso nos encontremos con el otro: sino que existimos desde que nos encontramos con el otro, en el encuentro mismo, cuya presencia es constitutiva del existir. Cada hombre, cada mujer –que como seres personales son únicos, irrepetibles, nacen a la existencia en el amor, el amor que llama y sustenta, que convoca a ser y que permite ser.7 Yo-Tú. Ámbitos El punto de vista de Buber, frente a la tradición filosófica objetivista, considera que el Yo es insuficiente para abordar los problemas del conocimiento y de la verdad y, por tanto, es insuficiente para abordar el verdadero conocimiento de la realidad. Para acceder a la realidad humana es necesario ir más allá de la relación sujeto-objeto y acceder al acontecimiento del encuentro y del diálogo entre el Yo y el Tú. El hombre existe originariamente en situación de apertura al mundo, en relación con el mundo y los otros Allí afirma Buber que, esencialmente hablando, el ser humano mantiene ante la realidad dos actitudes básicas, la actitud de relación intersubjetiva y la actitud de experiencia objetiva. A esas actitudes corresponden, en el plano del lenguaje, dos pares de palabras básicas u originarias: una palabra básica es el par Yo-Tú; la otra palabra básica es el par Yo-Ello. Puesto que el elemento común es el Yo, hay que decir que el Yo de la palabra básica Yo-Tú es distinto del de la palabra básica Yo-Ello. En esa diferencia radica precisamente la diferencia de actitudes ante la realidad. 5 Negri, Héctor “Acerca de la filosofía del diálogo” Derecho y Diálogo N° 11 Disponible en: http://www.derechoydialogo.com/2013/08/normal-0-21-false-false-false_907.html (12/2/2016) 6 Negri, Héctor “Redescubrir al hombre” Derecho y Diálogo N° 5 Disponible en: http://www.derechoydialogo.com/2012/08/redescubrir-al-hombre-de-los-seres-de.html (12/2/2016) 7 Negri, Héctor “Ser junto a los otros” Derecho y Diálogo N° 9 http://www.derechoydialogo.com/2013/04/normal-0-21-false-false-false-es-ar-ja_4663.html (12/2/2016) Estudio de la Constitución Nacional y de los Derechos Humanos Modalidad Semipresencial 3 Dra. Adriana Porcelli Con la palabra básica Yo-Ello el hombre se refiere a los objetos del mundo, pero quien dice Tú no tiene algo por objeto. En cuanto experiencia, el mundo pertenece a la palabra básica Yo-Ello. La palabra básica Yo-Tú funda el mundo de la relación8 El Tú se revela como un ser, personalmente único e irrepetible, no canjeable, no fungible, irremplazable, indispensable, el otro como alguien, no como algo, reconocer a otro como “suyo”. Ese es el inicio del diálogo Finalmente, conforme las palabras de Negri, el término ámbito se ha convertido en un componente cotidiano y en cierto sentido insustituible en las descripciones de la filosofía del diálogo. Ebner, Buber, Marcel, Picard, Levinas, entre muchos otros, han remarcado con intensidad las posibilidades que la tradición filosófica y la reflexión antropológica han depositado en ella, como ambiente en el que la existencia del hombre se hace consciente de sí y de su apertura comunitaria. Ámbito significa espacio de encuentro: no un espacio exclusivamente físico (un lugar) sino de relación, al que integran componentes psicológicos, materiales, culturales, históricos, afectivos, de memoria y de palabra. Un espacio impreciso, oscilante, sujeto a una transformación permanente. Un espacio relacional de vínculos que se comunican y comparten y nacen en el misterio del diálogo. Comprende todos los componentes corpóreos, situacionales, de identidad y de entrega amorosa que se contienen en el diálogo, y todas las aperturas y dimensiones de verdad, de esperanza, de libertad, de fidelidad, de arraigo que en él se despliegan. En el ámbito participan las cosas con las que y entre las que, como ser encarnado, el hombre proyecta su existencia: cosas que, por incorporarse precisamente al encuentro interpersonal, adquieren una significación humana, se hogarizan Cada ámbito es, de ese modo, una creación, irrepetible e inconfundible, en la que se proyecta el carácter originario, único de cada ser humano, la inefable novedad de cada existencia. Morada, refugio, cercanía, familiaridad, hogar, patria, amparo, arraigo, hábitat, son palabras que refieren momentos del ámbito. Por eso ninguna de ellas remite a extensiones o medidas, sino a significados vividos en el encuentro interpersonal, a hechos, recuerdos y cosas reunidas y fundadas en el espacio del diálogo.9 8 Arroyo Arrayás, Luis Miguel (2007) “La Antropología Dialógica en la Historia de la Filosofía” Thémata. Revista de Filosofía N° 39, España pp. 301-307 9 Negri, Héctor “Ámbito” Derecho y Diálogo N° 1 http://www.derechoydialogo.com/p/ambito- cuidadosamente-redescubierta-por.html (14/2/2016) Estudio de la Constitución Nacional y de los Derechos Humanos Modalidad Semipresencial 4 Dra. Adriana Porcelli
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