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589 La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio CAPÍTULO 20 En el Capítulo 19 hemos analizado el tipo de cambio como si fuera uno de los instrumentos de que disponen los gobiernos, pero no lo es, ya que se deter- mina en el mercado de divisas, que es un mercado en el que, como vimos en el Capítulo 18, se registra un enorme volumen de transacciones. Este hecho suscita dos preguntas evidentes: ¿de qué depende el tipo de cambio? ¿Cómo puede in- fluir en él un gobierno? Éstas son las preguntas que motivan el presente capítulo. En términos más gene- rales, examinamos las implicaciones del equilibrio tanto del mercado de bienes como de los mercados financieros, incluido el de divisas, lo cual nos permite describir las variaciones conjuntas de la producción, el tipo de interés y el tipo de cambio en una economía abierta. El modelo que presentamos es una extensión a la economía abierta del modelo IS-LM que vimos en el Capítulo 5 y se conoce con el nombre de modelo Mundell-Fleming, en honor a los dos economistas, Robert Mundell y Marcus Fleming, que fueron los primeros que lo formularon en la década de 1960 (el modelo que presentamos aquí mantiene la esencia del modelo Mundell-Fleming original, pero difiere en sus detalles). En el apartado 20.1 examinamos el equilibrio del mercado de bienes. En el 20.2 analizamos el equilibrio de los mercados financieros, incluido el mercado de divisas. En el 20.3 reunimos las dos condiciones de equilibrio y analizamos la deter- minación de la producción, el tipo de interés y el tipo de cambio. En el 20.4 examinamos el papel de la política macroeconómica en un sistema de tipos de cambio flexibles. En el 20.5 analizamos el papel de la política macroeconómica en un sistema de tipos de cambio fijos. 590 Macroeconomía. Aplicaciones para Latinoamérica / Olivier Blanchard • Daniel Pérez Enrri 20.1 El equilibrio del mercado de bienes El equilibrio del mercado de bienes era el tema del Capítulo 19, en el que formulamos la condición de equilibrio [ecuación (19.4)]: Y = C(Y-T) + I(Y, r) + G - εIM(Y, ε) + X(Y*, ε) (+) (+, -) (+, -) (+, +) Para que el mercado de bienes esté en equilibrio, la producción (el primer miembro de la ecuación) debe ser igual a la demanda de bienes interiores (el segundo miembro de la ecuación). Esta demanda es igual al consumo, C, más la inversión, I, más el gasto público, G, menos el valor de las importaciones, IM/ε, más las exportaciones, X: El consumo, C, depende positivamente de la renta disponible, Y – T. La inversión, I, depende positivamente de la producción, Y, y negativamen- te del tipo de interés real, r. El gasto público, G, se considera dado. El volumen de importaciones, IM, depende positivamente de la produc- ción, y negativamente del tipo de cambio real, ε. El valor de las importa- ciones expresado en bienes interiores es igual a la cantidad de importacio- nes multiplicado por el tipo de cambio real. Las exportaciones, X, dependen positivamente de la producción extranjera, Y*, y positivamente del tipo de cambio real, ε. Resultará útil en el análisis siguiente reagrupar los dos últimos términos en las “exportaciones netas” que son las exportaciones menos el valor de las importaciones: De nuestros supuestos sobre las importaciones y las exportaciones se de- duce que las exportaciones netas, NX, dependen de la producción interior, Y, de la producción extranjera, Y*, y del tipo de cambio real, ε. Un incremento de la producción interior eleva las importaciones y, por lo tanto, reduce las exportaciones netas. Un aumento de la producción extranjera eleva las expor- taciones y, por lo tanto, las exportaciones netas. Un aumento del tipo de cam- bio real provoca un aumento de las exportaciones netas. Utilizando esta definición de las exportaciones netas, podemos volver a formular la condición de equilibrio de la forma siguiente: (20.1) La principal implicación de la Ecuación (20.1) para nuestros objetivos es que tanto el tipo de interés real como el tipo de cambio real afectan a la demanda y, por lo tanto, a la producción de equilibrio: Una subida del tipo de interés real provoca una reducción del gasto de inversión y, por lo tanto, de la demanda de bienes interiores, lo cual reduce la producción a través del multiplicador. Una baja del tipo de cambio real provoca un desplazamiento de la deman- da hacia los bienes extranjeros y, por lo tanto, una disminución de las exportaciones netas. Esta disminución de las exportaciones netas reduce la Equilibrio del mercado de bienes (IS): Producción = demanda de bienes interiores En este Capítulo supondre- mos que se cumple la condi- ción Marshall-Lerner, según la cual una subida del tipo de cambio real –una apre- ciación real– provoca una disminución de las exporta- ciones netas (véase el Capítulo 19). 591Capítulo 20 • La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio demanda de bienes interiores, lo cual provoca, a través del multiplicador, una disminución de la producción. En el resto de este capítulo simplificaremos la Ecuación (20.1) de dos formas: Dado que estamos centrando la atención en el corto plazo, hemos supues- to en nuestro análisis anterior del modelo IS-LM que el nivel (interior) de pre- cios estaba dado. Postularemos aquí el mismo supuesto y lo extenderemos al nivel extranjero de precios, por lo que el tipo de cambio real es ε ≡ EP*/P. Dado que P*/P = 1, el tipo de cambio real ε y el nominal E, varian al uníso- no y el tipo de cambio nominal, E, varían al unísono. Un aumento del tipo de cambio nominal –una depreciación nominal– provoca un aumento del tipo de cambio real –una depreciación real– de la misma magnitud. Y a la inversa, una disminución del tipo de cambio nominal –una apreciación no- minal– provoca un aumento del tipo de cambio real –una apreciación real– de la misma magnitud. Si para simplificar la notación, elegimos P y P* de tal forma que P*/P = 1 (y podemos hacerlo porque ambos son números-índice), entonces ε = E y podemos sustituir ε por E en la Ecuación (20.1). Como consideramos dado el nivel interior de precios, no existe inflación, ni efectiva ni esperada. Por lo tanto, el tipo de interés nominal y el real son iguales y podemos sustituir el tipo de interés real, r, en la Ecuación (20.1) por el nominal, i. Con estas dos simplificaciones, la Ecuación (20.1) se convierte en (20.2) En palabras, la producción depende tanto del tipo de interés nominal como del tipo de cambio nominal. 20.2 El equilibrio de los mercados financieros Cuando analizamos los mercados financieros en el modelo IS-LM, partimos del supuesto de que los individuos elegían únicamente entre dos activos finan- cieros: dinero y bonos. Ahora que estamos examinando una economía finan- cieramente abierta, también debemos tener en cuenta el hecho de que los individuos pueden elegir entre los bonos nacionales y los extranjeros. Consi- deremos cada una de estas elecciones por separado. Dinero frente a bonos Cuando examinamos la determinación del tipo de interés en el modelo IS-LM del Capítulo 5, formulamos de la manera siguiente la condición según la cual la oferta de dinero debe ser igual a la demanda de dinero: (20.3) Consideramos dada la oferta real de dinero del primer miembro de la Ecuación (20.3) y supusimos que la demanda real de dinero [el segundo miem- bro de la Eecuación (20.3)] dependía del nivel de transacciones existente en la economía, que se medía por medio de la producción real, Y, y del costo de oportunidad de tener dinero en lugar de bonos, es decir, del tipo de interés nominal de los bonos, i. Primera simplificación: P = P* = 1, por lo que ε = E. Segunda simplificación: πe = 0, por lo que r = i. Dejamos de lado las demás elecciones –entre los bonos a corto y largo plazo y entre los bonos a corto plazo y las acciones– que estudiamos en el Capítulo 15. 592 Macroeconomía. Aplicaciones para Latinoamérica / Olivier Blanchard• Daniel Pérez Enrri ¿Qué modificaciones debemos introducir en esta caracterización al consi- derar una economía abierta? Le gustará la respuesta: no muchas, por no decir ninguna. En una economía abierta, la demanda de dinero interior sigue procediendo principalmente de los residentes interiores. Por ejemplo, no existen muchas razones para que los residentes de Japón tengan dinero o depósitos a la vista estadouniden- ses. Para realizar transacciones en Japón se necesitan yenes, no dólares. Si los resi- dentes de Japón quieren tener activos denominados en dólares, es mejor que ten- gan bonos estadounidenses, que pagan, al menos, un tipo de interés positivo. Y en cualquier país la demanda de dinero por parte de los residentes interiores sigue dependiendo de los mismos factores que antes: de su nivel de transacciones, que medimos por medio de la producción real interior, y del coste de oportunidad de tener dinero, que equivale al tipo de interés nominal de los bonos. Por lo tanto, podemos seguir utilizando la Ecuación (20.3) para analizar la determinación del tipo de interés nominal en una economía abierta. Éste debe ser tal que la oferta y la demanda de dinero sean iguales. Un aumento de la oferta monetaria provoca una reducción del tipo de interés. Un aumento de la demanda de dinero debido, por ejemplo, a un incremento de la producción provoca una subida del tipo de interés. Bonos nacionales frente a bonos extranjeros Dado que ahora los residentes interiores pueden tener tanto bonos nacionales como extranjeros, la demanda de dinero debe depender de las tasas esperadas de rendimiento tanto de los bonos nacionales como de los bonos extranjeros. Pero nuestro siguiente supuesto –la paridad de los tipos de interés– implica que estas dos tasas esperadas de rendimiento son iguales, por lo que podemos formular la demanda de dinero directamente como en la Ecuación (20.3). Para analizar la elección entre los bonos nacionales y los bonos extranje- ros, nos basaremos en el supuesto que introdujimos en el Capítulo 18. Los inversores financieros, nacionales o extranjeros, apuestan por la tasa esperada de rendimiento que sea más alta. En condiciones de equilibrio, hay que tener tanto bonos nacionales como bonos extranjeros. Por consiguiente, ambos de- ben tener la misma tasa esperada de rendimiento; de lo contrario, los inverso- res sólo estarían dispuestos a tener uno u otro, pero no los dos por lo que no podría ser un equilibrio. Como vimos en el Capítulo 18, esta conclusión implica que debe cumplir- se la siguiente relación de arbitraje: Esta Ecuación (18.4), que se conoce con el nombre de condición de la paridad de los tipos de interés, establece que el tipo de interés nacional, it , debe ser igual al extranjero, it*, más la tasa esperada de depreciación* de la moneda nacional . Para simplificar la notación, sustituiremos el símbolo anterior de la aproximación (≈) por el signo de la igualdad (=). Recuerde la condición de la paridad de los tipos de interés formulada en el Capítulo 18 para economías emergentes que califican: *dado que lleva el signo “+”, esto implica que . Por ende se espera una depreciación de la moneda local. En caso contrario, si el término llevaría el signo “-”, con lo cual se espera una apreciación de la moneda local. Dos mat izaciones del Capítulo 18: (1) los dólares utilizados para realizar tran- sacciones ilegales en el extranjero, y (2) los dólares utilizados para realizar tran- sacciones interiores en los países que tienen una eleva- dísima inflación. Aquí pres- cindiremos de las dos mati- zaciones. Equilibrio de los mercados financieros. Condición 1 (LM): Oferta monetaria = demanda de dinero. 593Capítulo 20 • La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio i = i* + (E e-Et)/Et +RP donde RP representa el riesgo país. De momento consideraremos dado el tipo de cambio futuro esperado y lo representaremos por medio de Ēe (en el Capítulo 21 abandonaremos este su- puesto). Lo único que necesitamos para nuestros fines es que el tipo de cambio futuro esperado responda menos que proporcionalmente a las variaciones del tipo de cambio actual. Verifique el lector, por ejemplo, cómo se modifican los resultados de este capítulo si suponemos que el tipo de cambio futuro espera- do viene dado por Ēe = λ E + (1 - λ) Ē, donde el valor de λ está comprendido entre 0 y 1. EL supuesto en el que nos basamos en el texto corresponde al caso en que λ es igual a 0. Pero todos los resultados cualitativos que obtenemos siguen cumpliéndose cuando el valor de λ está comprendido entre 0 y 1. Dado este supuesto y eliminando los índices temporales, la condición de la paridad de los tipos de interés se convierte en: Ē e - E i = i* + –––––––- (20.4) E Pasando los términos en el tipo de cambio actual, E, al primer miembro y dividiendo los dos por (1 + i - i*), obtenemos una expresión del tipo de cambio actual en función del tipo de cambio futuro esperado y los tipos de interés nacional y extranjero. Ēe E = –––––––- (20.5) 1 + i - i* La Ecuación (20.5) implica la existencia de una relación negativa entre el tipo de interés nacional y el tipo de cambio. Dados el futuro tipo de cambio esperado y el tipo de interés extranjero, una subida del tipo de interés nacional provoca una reducción del tipo de cambio y, por lo tanto, una apreciación. Simétricamente, una reducción del tipo de interés nacional provoca una subida del tipo de cambio y, por lo tanto, una depreciación. Esta relación entre el tipo de cambio y el tipo de interés nacional desem- peñará un papel fundamental en el resto de este capítulo. La mejor manera de comprenderlo es examinar la secuencia de acontecimientos que tiene lugar en los mercados financieros y de divisas tras una subida del tipo de interés de Estados Unidos, por ejemplo, por encima del alemán. Partamos de una situa- ción en la que el tipo de interés de Estados Unidos y el de Alemania son igua- les, por lo que i = i*. Eso implica, de acuerdo con la Ecuación (20.5), que el tipo de cambio actual entre el dólar y el marco es igual al tipo de cambio fu- turo esperado. Supongamos que el tipo de interés sube en Estados Unidos como conse- cuencia de una contracción monetaria. Si el tipo de cambio no varía, los bonos norteamericanos se vuelven más atractivos, por lo que los inversores financieros quieren deshacerse de los bonos alemanes y comprar bonos nor- teamericanos. Para ello, deben vender los bonos alemanes a cambio de euros y vender los euros a cambio de dólares, y utilizar los ingresos para comprar bonos norteamericanos. Pero cuando los inversores venden euros a cambio de dólares, el dólar se aprecia. La razón intuitiva por la que una subida del tipo de interés de Estados Uni- dos provoca una apreciación del dólar es sencilla: un aumento de la demanda La presencia de Et se debe a que para comprar el bono extranjero, debemos cambiar primero la moneda nacional por moneda extranjera. La presencia de Et+1 e se debe a que para recuperar los fon- dos en el siguiente periodo, tenemos que cambiar moneda extranjera por moneda nacional. 594 Macroeconomía. Aplicaciones para Latinoamérica / Olivier Blanchard • Daniel Pérez Enrri de dólares provoca una subida de su precio. Lo que no está tan claro es cuán- to debe apreciarse el dólar. Lo importante aquí es lo siguiente: si los inversores financieros no modifican sus expectativas sobre el futuro tipo de cambio, en- tonces cuanto más se aprecie hoy el dólar, más esperarán los inversores que se deprecie en el futuro. Manteniéndose todo lo demás constante, esta expecta- tiva hace que los bonos alemanes sean más atractivos: cuando se espera que el dólar se deprecie, una determinada tasa de rendimiento en euros significa una tasa de rendimiento más alta en dólares. Por lo tanto, la depreciación inicial del dólar debeser tal que la futura depreciación esperada compense la subida del tipo de interés nacional. Cuando ocurre así, los inversores se mues- tran de nuevo indiferentes y prevalece el equilibrio. Resultará útil un ejemplo numérico. Supongamos que los tipos de interés de Estados Unidos y Alemania a un año son ambos iguales al 4% y que ahora sube el de Estados Unidos al 10%. En ese caso, el dólar se apreciará un 6% hoy. Para ver por qué, obsérvese que si el dólar se aprecia un 6% hoy y los inversores no alteran sus expectativas sobre el tipo de cambio a un año vista, ahora se espera que el dólar se deprecie un 6% durante el próximo año. En otras palabras, se espera que el euro se aprecie un 6% con respecto al dólar durante el próximo año, por lo que los bonos alemanes tienen una tasa espe- rada de rendimiento del 4%, que es la tasa de rendimiento en euros, más un 6%, que es la apreciación esperada del euro. Los bonos norteamericanos y los bonos alemanes tienen ambos una tasa esperada de rendimiento del 10% en dólares. Los inversores financieros están dispuestos a tener cualquiera de los dos, por lo que hay equilibrio en el mercado de divisas. De acuerdo con la Ecuación (20.4), Ē e - E i = i* + –––––––- E 10% = 4% + 6% La tasa de rendimiento de los bonos norteamericanos (primer miembro) es igual al 10% y la de los bonos alemanes, expresada en dólares (el segundo miembro), es igual al tipo de interés alemán, que es del 4%, más la deprecia- ción esperada del dólar, que es del 6%. La Figura 20.1 representa la relación entre el tipo de interés y el tipo de cambio que implica la Ecuación (20.5): la relación de paridad de los tipos de interés. Corresponde a un tipo de cambio futuro esperado dado, Ē e, y un tipo de interés extranjero dado, i*. Cuanto más bajo sea el tipo de interés, más alto será el tipo de cambio: por lo tanto, representamos la relación con una curva de pendiente negativa. La Ecuación (20.5) también implica que cuando el tipo de interés nacional es igual al extranjero, el tipo de cambio es igual al tipo de cambio futuro esperado. Cuando i=i*, entonces E=Ē e. Este punto está repre- sentado por A en la Figura 20.1. ¿Qué ocurre con la curva de la figura 20.1 (1) si i* sube? (2) Si Ee aumenta? 595Capítulo 20 • La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio 20.3 Análisis conjunto de los mercados de bienes y los mercados financieros Ahora ya tenemos todos los elementos necesarios para comprender las varia- ciones de la producción, el tipo de interés y el tipo de cambio. El equilibrio del mercado de bienes implica que la producción depende, entre otros factores, del tipo de interés y del tipo de cambio: Y = C(Y – T) + I(Y, i) + G + NX(Y, Y*, E) Figura 20.1 � La relación entre el tipo de interés y el tipo de cambio que se deriva de la paridad de los tipos de interés T ip o d e in te ré s n ac io n al , i Tipo de cambio, E A Relación de paridad de los tipos de interés (dados i*, E e) E i* Una subida del tipo de interés interior provoca una disminución del tipo de cambio, es decir, una apreciación de la moneda doméstica. El tipo de interés depende, a su vez, de la igualdad de la oferta y la deman- da de dinero: Y la condición de la paridad de los tipos de interés implica la existencia de una relación negativa entre el tipo de interés nacional y el tipo de cambio: Estas tres relaciones determinan conjuntamente la producción, el tipo de interés y el tipo de cambio. No es muy fácil trabajar con las tres. Pero podemos reducirlas fácilmente a dos utilizando la condición de la paridad de los tipos de interés para eliminar el tipo de cambio de la relación de equilibrio del mer- cado de bienes. De esa manera, tenemos las dos ecuaciones siguientes, que son las versiones de las ya conocidas relaciones IS y LM correspondientes a una economía abierta: e 596 Macroeconomía. Aplicaciones para Latinoamérica / Olivier Blanchard • Daniel Pérez Enrri Tomemos primero la relación IS y examinemos los efectos de una subida del tipo de interés a la producción. Ahora una subida del tipo de interés pro- voca dos efectos: El primero, que ya estaba presente en una economía cerrada, es el efecto directo producido sobre la inversión. Una subida del tipo de interés provo- ca una reducción de la inversión y, por lo tanto, una reducción de la de- manda de bienes interiores. El segundo, que es nuevo, es el efecto que tiene a través del tipo de cambio. Como hemos visto antes, una subida del tipo de interés nacional provoca una apreciación. Ésta, que encarece relativamente los bienes interiores, provoca, a su vez, una reducción de las exportaciones netas y, por lo tanto, un descenso de la demanda de bienes interiores. Ambos efectos actúan en el mismo sentido: una subida del tipo de interés provoca una reducción de la demanda y –a través del multiplicador– una re- ducción de la producción. El multiplicador es más pequeño que en la econo- mía cerrada, debido a que una parte de la demanda es demanda de bienes extranjeros y no de bienes interiores. La Figura 20.2(a) muestra la relación IS entre el tipo de interés y la produc- ción correspondiente a determinados valores de todas las demás variables de la relación, a saber, T, G, Y*, i* y Ēe. La curva IS tiene pendiente negativa, ya que una subida del tipo de interés provoca una reducción de la producción. Se parece mucho a la de una economía cerrada, pero oculta una relación más compleja que antes: el tipo de interés afecta a la producción no sólo directa- mente sino también indirectamente a través del tipo de cambio. Por el contrario, la relación LM es exactamente igual que en la economía cerrada. La curva LM tiene pendiente positiva. Dado el valor de la cantidad real de dinero (M/P), un aumento de la producción provoca un aumento de la de- manda de dinero y, por lo tanto, una subida del tipo de interés de equilibrio. En la Figura 20.2(a), el equilibrio del mercado de bienes y de los mercados fi- nancieros se alcanza en el punto A con un nivel de producción Y y un tipo de interés i. El valor de equilibrio del tipo de cambio no puede hallarse directamente en el gráfico, pero se obtiene fácilmente en la figura 20.2(b), que reproduce la 20.1 e indica el tipo de cambio correspondiente a un tipo de interés dado. El tipo de cambio correspondiente al tipo de interés de equilibrio i es igual a E. Una subida del tipo de interés provoca, tanto directa como indirectamente (a través del tipo de cambio) una disminu- ción de la producción. e 597Capítulo 20 • La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio Figura 20.2 � El modelo IS-LM en la economía abierta T ip o d e in te ré s, i Paridad de los tipos de interés E i Tipo de cambio, E i (b) T ip o d e in te ré s, i A IS LM Y Producción, Y (a) B Una subida del tipo de interés interior provoca una disminución del tipo de cambio, es decir, una apreciación de la moneda doméstica. La curva IS tiene pendiente negativa. Dada la cantidad real de dinero, un aumento de la renta eleva el tipo de interés. La curva LM tiene pendiente positiva. 20.4 Los efectos de la política económica en una economía abierta Una vez obtenido el modelo IS-LM de la economía abierta, ahora podemos utilizarlo para analizar los efectos de la política económica. Los efectos de la política fiscal en una economía abierta Examinemos una vez más una variación del gasto público. Supongamos, que partiendo de un equilibrio presupuestario, el gobierno decide elevar el gasto en defensa y, por lo tanto, incurrir en un déficit presupuestario. ¿Qué ocurre con el nivel de producción y con su composición, con el tipo de interés y con el tipo de cambio? La Figura 20.3(a) nos da la respuesta. La economía se encuentra inicialmente en el punto A. Un incremento del gasto público de G a G’ eleva la producción, dado el tipo de interés y, por lo tanto, desplazala curva IS hacia la derecha, de IS a IS’. Dado que el gasto público no entra en la relación LM, la curva LM no se desplaza. El nuevo equilibrio se encuentra en el punto A’, en el cual el nivel de producción es mayor y el tipo de interés es más alto. Como muestra la Figura 20.3b, la subida del tipo de interés provoca una reducción del tipo de cambio, es decir, una apreciación. Por lo tanto, un incremento del gasto público provoca un aumento de la producción, una subida del tipo de interés y una apreciación. ¿Cómo podemos expresarlo verbalmente? Un incremento del gasto públi- co provoca un aumento de la demanda y, por lo tanto, un aumento de la pro- ducción. Al aumentar la producción, también aumenta la demanda de dinero, presionando al alza sobre el tipo de interés. La subida del tipo de interés, que aumenta el atractivo de los bonos nacionales, también provoca una aprecia- Un aumento del gasto público desplaza la curva IS hacia la derecha. No des- plaza ni la curva LM ni la curva de la paridad de los tipos de interés. 598 Macroeconomía. Aplicaciones para Latinoamérica / Olivier Blanchard • Daniel Pérez Enrri ción de la moneda nacional. La subida del tipo de interés y la apreciación reducen ambas la demanda interior de bienes, contrarrestando en parte la in- fluencia del gasto público en la demanda y en la producción. Figura 20.3 � Los efectos de un incremento del gasto público T ip o d e in te ré s, i Paridad de los tipos de interés E i Tipo de cambio, E E i i i T ip o d e in te ré s, i A IS IS LM A Y Producción, Y Y )b()a( A A G > 0 Un incremento del gasto público eleva la producción y el tipo de interés y provoca una apreciación ¿Podemos saber qué ocurre con los diversos componentes de la demanda? El consumo y el gasto público aumentan claramente, el consumo debido al aumento de la renta y el gasto público por hipótesis. Pero lo que ocurre con la inversión es ambiguo. Recuérdese que ésta depende tanto de la producción como del tipo de interés: I = I(Y, i). Por una parte, la producción aumenta, lo que eleva la inversión. Pero por otra, el tipo de interés también sube, lo que provoca una reducción de la inversión. Según cuál de estos dos efectos predo- mine, la inversión puede aumentar o disminuir. La influencia del gasto público en la inversión era ambigua en la economía cerrada y sigue siéndolo en la economía abierta. Pasemos ahora a analizar las exportaciones netas. Recuérdese que estas dependen de la producción extranjera, de la producción interior y del tipo de cambio: NX = NX(Y, Y*, E). Por consiguiente, tanto la apreciación como el au- mento de la producción reducen conjuntamente las exportaciones netas: la apre- ciación reduce las exportaciones y eleva las importaciones y el aumento de la producción eleva aun más las importaciones. El déficit presupuestario provoca un empeoramiento de la balanza comercial. Si el comercio estaba equilibrado inicialmente, el déficit presupuestario provoca un déficit comercial. 599Capítulo 20 • La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio Los efectos de la política monetaria en una economía abierta La Figura 20.4 muestra los efectos de nuestro otro experimento favorito, a sa- ber, una contracción monetaria. Dado el nivel de producción, una reducción de la cantidad de dinero, de M/P a M’/P provoca una subida del tipo de inte- rés: por lo tanto, la curva LM se desplaza hacia arriba, de LM a LM’. Como el dinero no entra directamente en la relación IS, la curva IS no se desplaza. El equilibrio se traslada del punto A al A’ en la Figura 13.4ª. Como muestra la 20.4(b), la subida del tipo de interés provoca una apreciación de la moneda nacional. Por lo tanto, una contracción monetaria provoca una reducción de la produc- ción, una subida del tipo de interés y una apreciación. Es fácil explicar el proceso. Una contracción monetaria provoca una subida del tipo de interés, lo que aumenta el atractivo de los bonos nacionales y desencadena una apre- ciación. La subida del tipo de interés y la apreciación reducen ambas la de- manda y la producción. Al disminuir la producción, el descenso inducido de la demanda de dinero reduce el tipo de interés, contrarrestando parte de la subida inicial y parte de la apreciación inicial. Figura 20.4 � Los efectos de una contracción monetaria Ti p o d e in te ré s, i Paridad de los tipos de interés E i Tipo de cambio, E E i i i Ti p o d e in te ré s, i A IS LM LM A Y Producción, Y Y )b()a( A A M < 0 Una contracción monetaria provoca una reducción de la producción, una subida del tipo de interés y una apreciación. Una contracción monetaria desplaza la curva LM en sen- tido ascendente. No des- plaza ni la curva IS ni la curva de la paridad de los tipos de interés. Eʹ Aʹiʹ E A E i i Paridad de los tipos de interés T ip o d e in te ré s, i Tipo de cambio, E 600 Macroeconomía. Aplicaciones para Latinoamérica / Olivier Blanchard • Daniel Pérez Enrri ¿En qué medida concuerdan las implicaciones de este modelo con los hechos? Para responder, difícilmente podríamos concebir experimentos mejores que los bruscos cambios de las políticas monetaria y fiscal que se realizaron en la economía de Estados Unidos a fines de los años 70 y principios de los 80, así como a nivel global durante gran parte del 2008 y 2009. El hecho de que estos experimentos fueran instructivos para los economistas no implica que fueran necesariamente buenos para la economía de Estados Unidos. Este es el tema que se aborda a continuación. El modelo Mundell-Fleming y sus predicciones superan la prueba con enorme éxito. 20.5 Los tipos de cambio fijos Hasta ahora hemos supuesto que el banco central elegía la oferta monetaria y dejaba que el tipo de cambio se ajustara libremente de la manera que impli- cara el equilibrio del mercado de divisas. En muchos países, este supuesto no refleja la realidad. Los bancos centrales se fijan, implícita o explícitamente, unos determinados tipos de cambio como objetivo y utilizan la política mone- taria para alcanzarlos. Estos objetivos a veces son implícitos y a veces explíci- tos; unas veces son valores específicos y otras bandas o intervalos. Los sistemas de tipos de cambio tienen muchos nombres. Veamos primero qué significan. Los tipos de cambio fijos, los reptantes, las bandas, el SME y el euro En un extremo del espectro se encuentran los países que tienen tipos de cam- bio flexibles, como Estados Unidos y Japón, que no se plantean como objetivo mantener un tipo de cambio explícito. Aunque sus bancos centrales no pasan por alto, desde luego, sus variaciones, se han mostrado bastante dispuestos a dejar que sus tipos de cambio fluctúen considerablemente. En el otro extremo se encuentran los países que tienen un sistema de tipos de cambio fijos. Éstos mantienen un tipo de cambio fijo expresado en una moneda extranjera. Algunos fijan su moneda al dólar. Por ejemplo, desde 1991 hasta 2001 Argentina fijó su moneda, el peso, al tipo de cambio sumamente simbólico de 1 dólar por peso (para más información véase el Capítulo 21). Otros países solían fijar su moneda al franco francés (la mayoría son antiguas colonias francesas situadas en África); como el franco francés ha sido sustitui- do por el euro, actualmente esos países fijan su moneda al euro. Otros la fijan a una cesta de monedas, en la que las ponderaciones reflejan la composición de su comercio. El término “fijo” es algo engañoso. No es que el tipo de cambio de los países que tienen un sistema de tipos fijos no varíe nunca, pero es raro que varíe. Un caso extremo es el de los países africanos que fijaron su moneda al franco francés. Cuando sus tipos de cambio se reajustaron en enero de 1994, este ajuste fue el primero realizado después de 45 años. Dado que es raro que se realicen ajustes, los economistas utilizan términos específicos para distin- guirlos de las variaciones diarias que experimentanlos tipos de cambio flexi- bles. Un aumento del tipo de cambio en un sistema de tipos fijos se denomina devaluación, en lugar de depreciación, y una baja del tipo de cambio se llama revaluación en lugar de apreciación. Entre estos dos extremos se encuentran los países que están comprometidos en distintos grados a mantener un determinado tipo de cambio. Por ejemplo, algunos tienen un sistema de tipos de cambio de fijación reptante. El nombre Al igual que hubo una “danza del dólar” en la década de 1980 (Capítulo 18), también hubo una “danza del yen” en la década de 1990. El yen se apreció vertiginosamente en la primera mitad de la década de 1990 y después se depreció bruscamente en la segunda mitad. 601Capítulo 20 • La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio A principios de los años 80 tanto la política monetaria de Estados Unidos como su fiscal experimentaron gran- des cambios. Ya analizamos los orígenes del cambio de la política monetaria en el Capítulo 9 del núcleo. A finales de los años 70, el presidente del FED, Paul Volcker, llegó a la conclu- sión de que la inflación era demasiado alta en Estados Unidos y de que había que reducirla. A partir de 1979, se embarcó en una senda de brusca contracción monetaria, dándose cuenta de que podía provocar una recesión a corto plazo, pero reducir la inflación a medio plazo. El cambio de la política fiscal fue desencadenado por la elección de Ronald Reagan en 1980. Reagan fue elegido con la promesa de que tomaría medidas más conservadoras, a saber, una reducción gradual de los impuestos y del papel del Estado en la actividad econó- mica. Este compromiso fue lo que inspiró la Economic Recovery Act (ley de recuperación económica) de agos- to de 1981. Los impuestos sobre la renta de las perso- nas se bajaron un total del 23 por ciento en tres plazos durante el periodo 1981–1983. Los impuestos de socie- dades también se redujeron. Sin embargo, estas reduc- ciones de los impuestos no fueron acompañadas de la correspondiente disminución del gasto público, por lo que los déficits presupuestarios aumentaron continuamen- te y alcanzaron un máximo en 1983 con un 5,6 por ciento del PIB. La Tabla 1 contiene datos del gasto y de los ingresos del periodo 1980-1984. ¿Qué llevó a la administración Reagan a bajar los impuestos sin recortar el gasto? Esta cuestión aún sigue debatiéndose hoy, pero existe unanimidad en que fueron dos los motivos principales. Uno de los motivos tiene su origen en las ideas de un grupo de economistas marginal, pero influyente, lla- mado economistas del lado de la oferta, que sostenía que una reducción de los tipos impositivos lleva- ría a los individuos y a las empresas a trabajar mucho más y de una manera más productiva y que el aumento resultante de la actividad económica no reduciría los ingresos fiscales sino que los aumentaría. Cualesquiera que parecieran entonces los méritos del argumento, los hechos demostraron que era falso. Aunque algunas per- sonas sí trabajaran más tras las reducciones de los im- puestos, los ingresos fiscales disminuyeron y el déficit fiscal aumentó. Tabla 1 La aparición de grandes déficit presupuestarios en Estados Unidos, 1980–1984 1980 1981 1982 1983 1984 Gasto 22,0 22,8 24,0 25,0 23,7 Ingresos 20,2 20,8 20,5 19,4 19,2 Impuestos sobre las personas 9,4 9,6 9,9 8,8 8,2 Impuestos de sociedades 2,6 2,3 1,6 1,6 2,0 Superávit comercial (–: déficit) 1,8 2,0 3,5 5,6 4,5 Las cifras se refieren a los ejercicios fiscales, que comienzan en octubre del año natural anterior. Se han expresado en porcentaje del PIB. Fuente: tablas históricas, Office of Management and Budget. El otro motivo era la esperanza de que la reducción de los impuestos y el aumento resultante de los déficit atemorizarían al Congreso y lo llevarían a recortar el gasto o, al menos, a no aumentarlo más. Este motivo resultó correcto en parte; el Congreso se encontró some- tido a enormes presiones para no aumentar el gasto y el crecimiento que experimentó éste en la década de 1980 fue, sin duda, menor de lo que habría sido en caso contrario. No obstante, este ajuste del gasto no fue sufi- ciente para contrarrestar la reducción de los impuestos y evitar el rápido aumento de los déficit. Cualquiera que fuese la causa de los déficit, los efectos de la contracción monetaria y de la expansión fiscal fueron muy parecidos a los que predice el modelo Mundell-Fleming. La Tabla 2 indica la evolución de las principales variables macroeconómicas desde 1980 hasta 1984. Desde 1980 hasta 1982, la evolución de la econo- mía estuvo dominada por los efectos de la contracción monetaria. Los tipos de interés, tanto nominales como rea- les, subieron bruscamente, lo cual provocó tanto una gran apreciación del dólar como una recesión. Se consiguió el objetivo de reducir la inflación, aunque no de inmediato; ésta, que en 1980 era del 12,5%, se había reducido a menos del 4% en 1982. La disminución de la producción Una contracción monetaria y una expansión fiscal: Estados Unidos a principios de los años 80 TEMA CONCRETO 601Capítulo 20 • La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio 602 Macroeconomía. Aplicaciones para Latinoamérica / Olivier Blanchard • Daniel Pérez Enrri TEMA CONCRETOTEMA CONCRETO y la apreciación del dólar produjeron efectos contrarios en la balanza comercial (la disminución de la producción redujo las importaciones y mejoró la balanza comercial y la apreciación la empeoró), por lo que el déficit comercial apenas varió hasta 1982. A partir de ese año, la evolución de la economía estuvo dominada por los efectos de la expansión fiscal. Como predice nuestro modelo, estos efectos fueron un podero- so crecimiento de la producción, unos elevados tipos de interés y una nueva apreciación del dólar. Los efectos del elevado crecimiento de la producción y de la aprecia- ción del dólar fueron un aumento del déficit comercial a un 2,7% del PIB en 1984. A mediados de los años 80, la principal cuestión macroeconómica era la de los dé- ficit gemelos, el presupuestario y el comercial. Esta iba a ser una de las principales cuestiones macroeconó- micas durante toda la década de 1980 y una gran parte de la de 1990. Tabla 2 Principales variables macroeconómicas de Estados Unidos, 1980–1984 1980 1981 1982 1983 1984 Crecimiento del PIB (%) 0,5 1,8 2,2 3,9 6,2 Tasa de desempleo (%) 7,1 7,6 9,7 9,6 7,5 Tasa de inflación (IPC) (%) 12,5 8,9 3,8 3,8 3,9 Tipo de interés (nominal) (%) 11,5 14,0 10,6 8,6 9,6 (real) (%) 2,5 4,9 6,0 5,1 5,9 Tipo de cambio real 85 101 111 117 129 Déficit comercial (% del PIB) 0,5 0,4 0,6 1,5 2,7 Inflación: tasa de variación del IPC. El tipo de interés nominal es el tipo de las letras del Tesoro a tres meses. El tipo de interés real es igual al nominal menos la predicción de la inflación realizada por DRI, empresa privada dedicada a la realización de predicciones. El tipo de cambio real es el tipo de cambio real ponderado por el comercio, normalizado de forma que su valor en 1973 es igual a 100. lo describe perfectamente. Estos países normalmente tienen tasas de inflación superiores a la de Estados Unidos. Si fijaran su tipo de cambio nominal con respecto al dólar, la subida más rápida de su nivel de precios en comparación con el de Estados Unidos provocaría una continua depreciación real y haría que sus bienes dejaran de ser rápidamente competitivos. Para evitar esta consecuen- cia, estos países eligen una tasa de depreciación frente al dólar determinada de antemano. Deciden “reptar” (más lentamente) frente al dólar. Existe otro sistema en un grupo de países que consiste en mantener sus tipos de cambio bilaterales (el tipo de cambio entre cada par de países) dentro de unas bandas. Quizá el ejemplo más destacado sea el Sistema Monetario Euro- peo (SME), que determinó las variaciones de los tipos de cambio dentro de la Unión Europea desde 1978 hasta 1998. De acuerdo con las reglas del SME, los paísesmiembros acordaron mantener sus tipos de cambio frente a las demás monedas del sistema dentro de reducidos límites o bandas en torno a una pari- dad central, es decir, un valor dado del tipo de cambio. La paridad central po- día variar y podía haber devaluaciones o revaluaciones, pero sólo si estaban de Recuérdese la definición del tipo de cambio real, ε = EP*/P. Si la inflación interior es mayor que la extranjera: • P aumenta más deprisa que P*. • Si E es fijo, EP*/P dismi- nuye continuamente. En otras palabras, hay una continua depreciación real. Los bienes interiores son cada vez más caros en relación con los bienes extranjeros. En el Capítulo 21 analiza- remos la crisis de 1992. 603Capítulo 20 • La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio En un sistema de tipos de cambio fijos como el Sistema Monetario Europeo (SME) (prescindamos aquí del grado de flexibilidad que permiten las bandas), ningún país puede alterar su tipo de interés si los demás no alteran también el suyo. ¿Cómo cambian, pues, en realidad los tipos de interés? Existen dos mecanismos posibles. Uno consiste en que todos los países miembros coordinen las variaciones de sus tipos de interés. Otro es que uno de ellos sea el líder y los demás le sigan: eso es lo que ocurrió, de hecho, en el SME, en el que Alemania asu- mió el papel del líder. Durante la década de 1980, la mayoría de los bancos centrales europeos tuvieron unos objetivos si- milares y no les importó que el Bundesbank (el banco central alemán) marcara la pauta. Pero en 1990 la unificación alemana provocó una enorme divergencia entre los objetivos del Bundesbank y los de los bancos centrales de los demás países del SME. Los grandes déficit presupuestarios, desencadenados por las trans- ferencias a las personas y las empresas de Alemania oriental, y el auge de la inversión provocaron ambos un enorme incremento de la demanda en Alemania. El temor del Bundesbank a que la actividad económica aumentara excesivamente como consecuencia de este incremento, lo llevó a adoptar una política monetaria restrictiva. La consecuencia fue un elevado crecimien- to en Alemania junto con una gran subida de los tipos de interés. Es posible que esa fuera la combinación correcta de medidas para Alemania. Pero para los otros países eran mucho menos atractiva. La demanda no estaba experimentando el mismo aumento en los demás paí- ses, pero para permanecer en el SME tuvieron que se- guir el ejemplo de los tipos de interés alemanes. La consecuencia neta fue un enorme descenso de la de- manda y de la producción en los demás países. Estos resultados se muestran en la Tabla 1, que indica los ti- pos de interés nominales y reales, las tasas de inflación y el crecimiento del PIB de Alemania y de tres de sus socios del SME, Francia, España y Bélgica, desde 1990 hasta 1992. Obsérvese, en primer lugar, que los elevados tipos de interés nominales alemanes fueron correspondidos por Francia, España y Bélgica. Los tipos de interés no- minales fueron, en realidad, más altos en Francia que en Alemania durante esos tres años, debido a que Fran- cia necesitaba tener unos tipos más altos que Alemania para mantener la paridad entre el marco y el franco. La razón se halla en que los mercados financieros no es- taban seguros de que Francia fuera a mantener real- mente la paridad del franco frente al marco. Temiendo que se devaluara el franco, exigieron que el tipo de interés de los bonos franceses fuera más alto que el de los bonos alemanes. Aunque Francia y Bélgica tenían que seguir la pauta de los tipos nominales alemanes –o incluso superarla, como acabamos de ver– tenían menos inflación que Alemania. La consecuencia fue unos elevadísimos tipos de interés reales, de hecho, mucho más altos que en Alemania. Tanto en Francia y en Bélgica como en Espa- ña, los tipos de interés reales medios fueron de casi un 7 por ciento desde 1990 hasta 1992, aun cuando en España la tasa de inflación era superior a la alemana. Y en los tres países el periodo 1990–1992 se caracterizó por un bajo crecimiento y un aumento del desempleo. En Francia, el desempleo pasó del 8,9% en 1990 al 10,4% en 1992, en Bélgica de 8,7% al 12,1% y en España del 16,2% al 18,5%. La historia fue similar en los demás países del SME. El desempleo medio de la Unión Europea, que era del 8,7% en 1990, había aumentado a 10,3 en 1992. Los efectos que produjeron los elevados tipos de interés rea- les en el gasto no fueron la única causa de la desacele- ración, aunque sí la principal. En 1992, un creciente número de países se pre- guntaba si debía continuar defendiendo su paridad en el seno del SME o renunciar y bajar sus tipos de interés. Preocupados por la posibilidad de que se devaluaran las monedas, los mercados financieros comenzaron a exigir unos tipos de interés más altos en los países en los que pensaban que la devaluación era más proba- ble. La consecuencia fueron dos grandes crisis de los tipos de cambio, una en el otoño de 1992 y la otra en el verano de 1993. Al final de estas dos crisis, dos países, Italia y el Reino Unido, habían abandonado el SME. En el Capítulo 21 analizaremos estas crisis, sus orígenes y sus implicaciones. La unificación alemana, los tipos de interés y el SME TEMA CONCRETO 603Capítulo 20 • La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio 604 Macroeconomía. Aplicaciones para Latinoamérica / Olivier Blanchard • Daniel Pérez Enrri acuerdo todos los países. Tras producirse una importante crisis en 1992, que obligó a varios países a abandonar el sistema, los tipos de cambio se ajustaron cada vez menos, lo que llevó a varios países a dar un paso más y a adoptar una moneda común, el euro. La transición de las monedas nacionales al euro co- menzó el 1 de enero de 1999 y concluyó a principios de 2002. En el Capítulo 21 volveremos a analizar las implicaciones de la adopción del euro. En el capítulo siguiente examinaremos los pros y los contras de los diferen- tes sistemas de tipos de cambio. Pero primero debemos comprender cómo afecta la fijación del tipo de cambio a la política monetaria y la política fiscal. Es lo que haremos en el resto de este apartado. La fijación del tipo de cambio y el control monetario Supongamos que un país decide fijar su tipo de cambio en un valor elegido; llamémoslo E. ¿Cómo lo consigue? El gobierno no puede limitarse a anunciar el valor del tipo de cambio y mantenerlo, sino que debe tomar medidas a fin de que el tipo elegido sea el que rija en el mercado de divisas. Examinemos las implicaciones y la mecánica de la fijación. 604 Tabla 1 La unificación alemana, los tipos de interés y el crecimiento de la producción: Alemania, Francia, Bélgica y España, 1990–1992 Tipos de interés nominales (%) Inflación (%) 1990 1991 1992 1990 1991 1992 Alemania 8,5 9,2 9,5 2,7 3,7 4,7 Francia 10,3 9,6 10,3 2,9 3,0 2,4 Bélgica 9,6 9,4 9,4 2,9 2,7 2,4 España 15,2 13,2 13,3 6,7 5,9 5,9 Tipos de interés reales (%) Crecimiento del PIB (%) 1990 1991 1992 1990 1991 1992 Alemania 5,7 5,5 4,8 5,7 4,5 2,1 Francia 7,4 6,6 7,9 2,5 0,7 1,4 Bélgica 6,7 6,7 7,0 3,3 2,1 0,8 España 8,5 7,3 7,4 3,7 2,3 0,7 El tipo de interés nominal es el tipo de interés nominal a corto plazo. El tipo de interés real es el tipo de interés real obtenido a lo largo del año, es decir, el tipo de interés nominal menos la inflación efectiva registrada a lo largo del año. Todas las tasas son anuales. Fuente: OCDE, Economic Outlook. Podemos imaginar que los países que adoptan una moneda común adoptan una forma extrema de tipos de cambio fijos. Su “tipo de cambio” entre cualquier par de monedas es fijo e igual a uno. 605Capítulo 20 • La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio Se fije o no el tipo de cambio, el tipo de cambio y el tipo de interés nominal deben satisfacer la condición de la paridad de los tipos de interés. Para simpli- ficar el análisis a lo largo de este capítulo hemos utilizado una aproximaciónde la condición de paridad, volveremos ahora a la vista en el Capítulo 18. Supongamos ahora que el país fija el tipo de cambio en ,= 1$/US$ por lo que el tipo de cambio actual es Et 1= Si los mercados financieros y los de divi- sas creen que el tipo de cambio se mantendrá fijo en este valor, sus expectativas sobre el futuro tipo de cambio, E et+1, también son iguales a Ē y la relación de paridad de los tipos de interés se convierte en (1 + it) = (1 + it*) ⇒ it = it * En palabras, si los inversores financieros esperan que el tipo de cambio no varíe, exigirán el mismo tipo de interés nominal en ambos países. Con un tipo de cambio fijo y movilidad perfecta del capital, el tipo de interés nacional debe ser igual al extranjero. Esta condición tiene otra importante implicación. Volvamos a la condición de equilibrio según la cual la oferta y la demanda de dinero son iguales. Aho- ra que i = i*, esta condición se convierte en (20.6) Supongamos que un aumento de la producción interior eleva la demanda de dinero. En una economía cerrada, el banco central podría no alterar la can- tidad de dinero, provocando una subida del tipo de interés de equilibrio. En una economía abierta con un sistema de tipos de cambio flexibles, el banco central también puede hacer lo mismo. El resultado es tanto una subida del tipo de interés como una depreciación. Pero en un sistema de tipos de cambio fijos, el banco central no puede mantener constante la cantidad de dinero. Si la man- tuviera constante, el tipo de interés interior subiría y sería más alto que el ex- tranjero, lo que provocaría una disminución del tipo de cambio. Para mantener el tipo de cambio, el banco central debe elevar la oferta monetaria de acuerdo con el aumento de la demanda de dinero, con el fin de que el tipo de interés de equilibrio no varíe. Dado el nivel de precios, P, el dinero nominal M debe ajustarse de tal manera que se cumpla la Ecuación (20.6). Recapitulando, en un sistema de tipos de cambio fijos, el banco central re- nuncia a la política monetaria como instrumento de la política económica. Con un tipo de cambio fijo, el tipo de interés nacional debe ser igual al tipo extranje- ro. Y la oferta monetaria debe ajustarse para mantener ese tipo de interés. La política fiscal en un sistema de tipos de cambio fijos Si la política monetaria ya no puede utilizarse en un sistema de tipos de cam- bio fijos, ¿qué ocurre con la política fiscal? Para responder a esta pregunta, utilizamos la Figura 20.5. Estos resultados dependen mucho de la condición de la paridad de los tipos de inte- rés, la cual depende, a su vez, del supuesto de la movi- lidad perfecta del capital, es decir, del supuesto según el cual los inversores financieros pueden invertir allí donde la tasa esperada de rendi- miento sea más alta. El caso de los tipos de cambio fijos con movilidad imperfecta del capital, que es más relevante en los países de renta media como los de Latinoamérica o Asia, se analiza en el apén- dice de este Capítulo. 606 Macroeconomía. Aplicaciones para Latinoamérica / Olivier Blanchard • Daniel Pérez Enrri Figura 20.5 � Efectos de una expansión fiscal en un sistema de tipos de cambio fijos i*Ti p o d e in te ré s, i B IS IS LM LM CA YB Producción, Y YCYA M > 0 Acomodación monetaria G > 0 Expansión fiscal En un sistema de tipos de cambio flexibles, una expansión fiscal provoca un aumento de la producción de YA a YB. En un sistema de tipos fijos, la producción aumenta de YA a YC. Esta figura comienza reproduciendo la Figura 20.3a, que hemos utilizado antes para analizar los efectos de la política fiscal en un sistema de tipos flexi- bles. En ese caso, hemos visto que una expansión fiscal (ΔG > 0) desplazaba la curva IS hacia la derecha. En un sistema de tipos de cambio flexibles, la cantidad de dinero no variaría, provocando un movimiento del equilibrio del punto A al B, con un aumento de la producción de Y B a YB, una subida del tipo de interés y una disminución del tipo de cambio. Sin embargo, en un sistema de tipos de cambio fijos, el banco central no puede dejar que la moneda se aprecie. Como el aumento de la producción eleva la demanda de dinero, el banco central debe acomodar esta mayor de- manda de dinero incrementando la oferta monetaria. En la Figura 20.5, el banco central debe desplazar la curva LM hacia abajo a medida que la curva IS se desplaza hacia la derecha, con el fin de mantener el mismo tipo de inte- rés y, por lo tanto, el mismo tipo de cambio. Así pues, el equilibrio se desplaza del punto A al C, en el que hay un nivel de producción más alto, YC, y el tipo de interés y el tipo de cambio no varían. Por lo tanto, en un sistema de tipos de cambio fijos, la política fiscal es más eficaz , ya que logra variar el nivel de renta de equilibrio. La política monetaria acompaña dicha medida “acomodan- do” la cantidad de dinero para mantener la igualdad entre la tasa de interés doméstica y la extranjera. Estando ya cerca del final de este capítulo, hay una cuestión que debería haber comenzado a tomar forma en la mente del lector. ¿Por qué opta un país por mantener fijo su tipo de cambio? Hemos visto varias razones por las que parece una mala idea: Fijando el tipo de cambio, un país renuncia a un eficaz instrumento para corregir los desequilibrios comerciales o alterar el nivel de actividad económica. 606 Macroeconomía. Aplicaciones a Latino América / Olivier Blanchard • Daniel Pérez Enrry ¿Es el efecto de la política fiscal mayor en una econo- mía cerrada o en una econo- mía abierta con tipos de cambio fijos? Pista: la res- puesta es ambigua. 607Capítulo 20 • La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio 607Capítulo 20 • La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio Comprometiéndose a mantener un determinado tipo de cambio, un país también renuncia a controlar su tipo de interés. Y no sólo eso; también debe responder a las variaciones del tipo de interés extranjero, arriesgándose a que eso afecte negativamente a su propia actividad económica. Es lo que ocurrió a principios de los años 90 en Europa. Como consecuencia del aumento que experimentó la demanda debido a la reunificación de Alema- nia occidental y oriental, Alemania pensó que tenía que subir su tipo de interés. Para mantener su paridad con el marco alemán, otros países del Sistema Monetario Europeo también se vieron obligados a subir su tipo de interés, algo que preferían haber evitado (este es el tema del recuadro titu- lado “La unificación alemana, los tipos de interés y el SME”). Aunque el país conserva el control de la política fiscal, no basta con un único instrumento. Como vimos en el Capítulo 19, por ejemplo, una expan- sión fiscal puede ayudar a la economía a salir de una recesión, pero sólo a costa de aumentar el déficit comercial. Y un país que quiera, por ejemplo, reducir su déficit presupuestario no puede utilizar en un sistema de tipos de cambio fijos la política monetaria para contrarrestar el efecto contractivo que ejerce su política fiscal en la producción. Entonces, ¿por qué fijan algunos países su tipo de cambio? ¿Por qué han adoptado 25 países europeos una moneda única? Para responder a estas pre- guntas, debemos profundizar algo más. Debemos ver qué ocurre no sólo a corto plazo –que es lo que hemos hecho en este capítulo- sino también a me- dio plazo, en que es posible ajustar el nivel de precios. Debemos analizar la naturaleza de las crisis cambiarias. Una vez que hayamos hecho eso, podre- mos evaluar los pros y los contras de los sistemas de tipos de cambio. Éstos son los temas que abordaremos en el Capítulo 21. 608 Macroeconomía. Aplicaciones para Latinoamérica / Olivier Blanchard • Daniel Pérez Enrri En una economía abierta, la demanda de bienes de- pende tanto del tipo de interés como del tipo de cambio. Una subida del tipo de interés reduce la demanda de bienes interiores. Una subida del tipo de cambio –una depreciación–también reduce la demanda de bienes interiores. El tipo de interés es determinado por la igualdad de la demanda de dinero y la oferta monetaria. El tipo de cambio es determinado por la condición de la paridad de los tipos de interés, que establece que los bonos nacionales y los extranjeros deben tener la misma tasa esperada de rendimiento expresada en la moneda nacional. Dado el tipo de cambio futuro esperado y el tipo de interés extranjero, las subidas del tipo de interés nacional provocan una disminución del tipo de cam- bio (una depreciación) y las reducciones del tipo de interés nacional provocan un aumento del tipo de cambio (una apreciación). En el sistema de tipos de cambio flexibles, una política fiscal expansiva provoca un aumento de la producción, una subida del tipo de interés y un aumento del tipo de cambio. Una política monetaria contractiva provoca una reducción de la producción, una subida del tipo de inte- rés y una depreciación. Existen muchas clases de sistema de tipos de cambio. Van desde los tipos totalmente flexibles hasta los tipos de fijación reptante, los tipos fijos y la adopción de una moneda común. En un sistema de tipos de cambio fijos, un país mantiene un tipo fijo expresado en una moneda extranjera o en una cesta de monedas. Cuando hay un sistema de tipos de cambio fijos y se cumple la condición de la paridad de los ti- pos de interés, un país debe mantener un tipo de interés igual al extranjero. El banco central no puede utilizar la política monetaria. Sin embargo, la política fiscal se convier te en un instrumento más eficaz que en un sistema de tipos de cambio flexibles, porque desencadena una acomodación monetaria y, por lo tanto, no provoca variaciones compensatorias del tipo de interés y del tipo de cambio. Términos clave Preguntas y problemas bandas déficit gemelos economistas del lado de la oferta euro fijan modelo Mundell-Fleming paridad central tipos de cambios de fijación reptante Sistema Monetario Europeo (SME) Resumen 1. Indique si son verdaderas, falsas o inciertas cada una de las siguientes afirmaciones utilizando la información de este capítulo. Explique brevemente su respuesta. a) Dado que el multiplicador es menor en una economía abierta que en una cerrada, la política fiscal es más eficaz (para estimular la producción) en una economía abierta con tipos de cambio flexibles que en una economía cerrada. b) Una expansión fiscal tiende a aumentar las exporta- ciones netas. c) Manteniéndose todo lo demás constante, la condi- ción de la paridad de los tipos de interés implica que la moneda nacional se apreciará en respuesta a una subida del tipo de cambio esperado. d) Si los inversores financieros esperan que el dólar se deprecie frente al yen el año que viene, los tipos de interés a un año serán más altos en Estados Unidos que en Japón. e) Si el tipo de interés japonés es igual a cero, los ex- tranjeros no querrán tener bonos japoneses. f) En un sistema de tipos de cambio fijos, la cantidad de dinero debe ser constante. 2. Considere una economía abierta que tiene tipos de cambio flexibles. Suponga que la producción se encuentra en su nivel natural, pero hay un déficit comercial. ¿Cuál es la combinación correcta de política fiscal y política monetaria? 609Capítulo 20 • La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio 3. En este capítulo hemos mostrado que una expansión mone- taria en una economía que tiene tipos de cambio flexibles provoca un aumento de la producción y una depreciación de la moneda nacional. a) ¿Cómo afecta una expansión monetaria (en una economía que tiene tipos de cambio flexibles) al consumo y a la inversión? b) ¿Cómo afecta a las exportaciones netas? 4. Tipos de cambio flexibles y política macroeconómica ex- tranjera Considere una economía abierta que tiene tipos de cambio flexibles. Sea UIP la condición de la paridad descubierta de los tipos de interés. a) Muestre en un diagrama IS-LM-UIP cómo afecta un aumento de la producción extranjera, Y*, a la pro- ducción interior, Y. Explíquelo verbalmente. b) Muestre en un diagrama IS-LM-UIP cómo afecta una subida del tipo de interés extranjero, i*, a la produc- ción interior, Y. Explíquelo verbalmente. c) Dado el análisis de los efectos de la política fiscal de este capítulo, ¿cómo es probable que afecte una ex- pansión fiscal extranjera a la producción extranjera, Y*, y al tipo de interés extranjero, i*? Dado el análisis de los efectos de la política monetaria de este capítu- lo, ¿cómo es probable que afecte una expansión mo- netaria extranjera a Y* y a i*? d) Dadas sus respuestas a las partes (a), (b) y (c), ¿cómo afecta una expansión fiscal extranjera a la producción interior? ¿Y una expansión monetaria extranjera? Pista: una de estas políticas afecta de una manera ambigua a la producción. Profundice 5. Tipos de cambio fijos y política macroeconómica extranje- ra Considere un sistema de tipos de cambio fijos, en el que un grupo de países (llamados seguidores) fijan su moneda a la de un país (llamado líder). Como la moneda del líder no está fija frente a las monedas de los países que se encuentran fuera del sistema de tipos de cambio fijos, el líder puede gestionar la política monetaria como desee. Para este pro- blema considere que nuestro país es un seguidor y que el país extranjero es el líder. a) Rehaga el problema 4(a). b) Rehaga el problema 4(b). c) Basándose en sus respuestas a las partes (a) y (b) y al problema 4(c), ¿cómo afecta una expansión mo- netaria extranjera (del país líder) a la producción interior? ¿Cómo afecta una expansión fiscal extran- jera (del país líder) a la producción interior? Puede suponer que el efecto de Y* en la producción inte- rior es pequeño. ¿En qué se diferencian sus respues- tas de las del problema 4(d)? 6. El tipo de cambio como estabilizador automático Considere una economía en la que hay una pérdida de confianza empresarial (que tiende a reducir la inversión). Sea UIP la condición de la paridad descubierta de los tipos de interés. a) Suponga que la economía tiene un tipo de cambio flexible. Muestre en un diagrama IS-LM-UIP cómo afec- ta a corto plazo la pérdida de confianza empresarial a la producción, al tipo de interés y al tipo de cambio. ¿Cómo tiende a afectar la variación del tipo de cambio por sí sola a la producción? ¿Reduce la variación del tipo de cambio el efecto de la pérdida de confianza empre- sarial en la producción o lo amplifica? b) Suponga ahora que la economía tiene un tipo de cambio fijo. Muestre en un diagrama IS-LM-UIP cómo responde la economía a la pérdida de confianza em- presarial. ¿Qué debe ocurrir con la oferta monetaria para mantener el tipo de cambio fijo? ¿Qué diferen- cia hay entre el efecto producido en la producción en esta economía con tipos de cambio fijos y el efec- to producido en la economía de la parte (a), que tenía tipos de cambio flexibles? c) Explique cómo actúa el tipo de cambio como esta- bilizador automático en una economía que tiene ti- pos de cambio flexibles. Amplíe 7. El Reino Unido y el mecanismo de tipos de cambio Desde octubre de 1990 hasta septiembre de 1992, el Reino Unido participó en el sistema europeo de tipos de cambio fijos (anterior al euro), conocido con el nombre de Mecanis- mo de Tipos de Cambio o MTC para abreviar. Durante ese periodo, la libra británica estuvo fijada al marco alemán. El tipo de cambio sólo podía fluctuar dentro de una reducida banda. a) Entre en la página web del Pacific Exchange Rate Ser- vice (fx.sauder.ubc.ca) y represente la relación entre el tipo de cambio de la libra y el marco alemán desde 1980 hasta 1998. ¿Cuál fue la tendencia del valor de la libra durante este periodo? ¿Se apreció o se depre- ció la libra frente al marco? ¿Se mantuvo relativamen- te estable el tipo de cambio durante el periodo en el que el Reino Unido participó en el MTC? ¿Cómo varió el valor de la libra inmediatamente despuésde que el Reino Unido abandonara el MTC? b) Si la fijación de la libra al marco es creíble, ¿qué pre- dice la condición de la paridad descubierta de los tipos de interés sobre la relación entre los tipos de interés en Alemania y el Reino Unido? c) Entre en la página web de EconStats (www.econstats. com) y descargue los datos mensuales de los tipos de interés a un año del Reino Unido y de Alemania desde 1985 hasta la actualidad. Reste el tipo de interés alemán 610 Macroeconomía. Aplicaciones para Latinoamérica / Olivier Blanchard • Daniel Pérez Enrri610 de cada mes del tipo de interés británico para hallar la diferencia de tipos de interés. Ahora calcule el valor absoluto de la diferencia de tipos de interés en cada mes. Calcule el valor absoluto medio de la diferencia de tipos de interés de tres periodos: desde enero de 1985 hasta septiembre de 1990; desde octubre de 1990 has- ta septiembre de 1992; y desde octubre de 1992 hasta la actualidad. ¿Qué diferencia hay entre las diferencias medias de tipos de interés de los tres periodos? d) Ahora observe atentamente la diferencia de tipos de interés existente en el periodo en el que el Reino Unido participó en el MTC. ¿Qué ocurrió con la diferencia durante los primeros meses de este periodo? En los primeros meses de la participación del Reino Unido en el MTC, ¿cree usted que los mercados finan- cieros estaban convencidos de que el Reino Unido permanecería en el MTC? Explique su respuesta. e) Observe las cifras brutas (antes de tomar valores absolutos) de las diferencias de tipos de interés que ha obtenido en la parte (c) ¿Cómo cambió la rela- ción entre el tipo de interés británico y el alemán después de septiembre de 1992? ¿Cree que este cambio fue beneficioso para la economía del Reino Unido? Explique su respuesta. Lecturas complementarias www Invitamos al lector a visitar la página del libro en la web de Prentice Hall cuya dirección es www.pearsoneducacion.net/blanchard para los ejercicios de este capítulo. Para una fascinante explicación de la política subya- cente a la política fiscal de la administración Reagan véase el libro de David Stockman (que entonces era director de la Office of Managament and Budget, OMB), The Triumph of Politics: Why the Reagan Revo- lution Failed, Nueva York, Harper & Row, 1986. Un buen libro sobre la evolución de los sistemas de tipos de cambio en Europa es el de Daniel Gros y Niels Thygesen, European Monetary System to Economic and Monetary Union, Nueva York, Addison-Wesley-Longman, 1998, 2ª ed. Macroeconomía. Aplicaciones para Latinoamérica / Olivier Blanchard • Daniel Pérez Enrri 611Capítulo 20 • La producción, el tipo de interés y el tipo de cambio El supuesto de la movilidad perfecta del capital recoge de una manera bastante aproximada lo que ocurre en los países que tienen mercados financie- ros muy desarrollados y pocos controles de capita- les, como Estados Unidos, el Reino Unido y Japón. Pero el supuesto es más discutible en los países que tienen mercados financieros menos desarrolla- dos o controles de capitales. En esos países, los inversores financieros interiores pueden no tener el sentido común ni el derecho legal a comprar bonos extranjeros cuando los tipos de interés inte- riores son bajos. El Banco Central puede ser capaz de bajar los tipos de interés y de mantener al mis- mo tiempo un determinado tipo de cambio. Para analizar estas cuestiones, es necesario exami- nar de nuevo el balance del Banco Central. En el Ca- pítulo 4 supusimos que el único activo que tenía el Banco Central eran bonos interiores. En una economía abierta, tiene, en realidad, dos tipos de activos: (1) bo- nos interiores y (2) reservas de divisas, que supondre- mos que están formadas por moneda extranjera, aun- que también pueden estar formadas por bonos extranjeros y activos extranjeros que rinden intereses. Imaginemos que el balance del Banco Central es como el que se representa en la Figura 20.11. En el lado del activo se encuentran los bonos y las reservas de divisas y en el del pasivo la base monetaria. Ahora el Banco Central puede alterar la base monetaria de dos formas: comprando o ven- diendo bonos en el mercado de bonos o compran- do o vendiendo divisas en el mercado de divisas (si el lector no leyó el Apartado 4.3 del núcleo, susti- tuya “base monetaria” por “oferta monetaria” y comprenderá el razonamiento básico). Movilidad perfecta del capital y tipos de cambio fijos Consideremos primero los efectos de una operación de mercado abierto suponiendo que la movilidad del capital es perfecta y que hay un sistema de tipos de cambio fijos (que son los supuestos que hemos postulado en el último apartado de este capítulo). Figura 20.A1 Balance del Banco Central Bonos Reserva de divisas Activo Base monetaria Pasivo Supongamos que el tipo de interés interior y el extranjero son iguales inicialmente, de tal ma- nera que i = i*. Imaginemos ahora que el Banco Central se embarca en una operación expansiva de mercado abierto, comprando la cantidad de bonos ∆B en el mercado de bonos y creando dinero a cambio (elevando la base monetaria). Esta compra de bonos provoca una reducción del tipo de interés interior, i. Éste no es, sin em- bargo, más que el comienzo de la historia. Ahora que el tipo de interés interior es más bajo que el extranjero, los inversores financieros pre- fieren tener bonos extranjeros. Para comprarlos, deben comprar primero divisas. Acuden al mer- cado de divisas y venden moneda nacional a cambio de moneda extranjera. Si el Banco Central no interviniera, el precio de la moneda nacional bajaría y el resultado sería una depreciación. Como el Banco Central se ha comprometido a mantener un tipo de cambio fijo, no puede dejar que la moneda se deprecie. Por lo tanto, debe intervenir en el mercado de divisas y vender moneda extranjera a cambio de moneda nacional. Al vender moneda extran- jera y comprar moneda nacional, la base mone- taria disminuye. ¿Cuántas divisas debe vender el Banco Central? Debe seguir vendiendo hasta que la base mone- taria retorne al nivel en el que se encontraba antes de realizar la operación de mercado abier- to, a fin de que el tipo de interés nacional vuel- va a ser igual al extranjero. Sólo entonces esta- rán dispuestos los inversores financieros a tener bonos nacionales. ¿Cuánto durarán todos estos pasos? Cuando la movilidad del capital es perfecta, todos pueden ocurrir en unos minutos una vez realizada la ope- ración inicial de mercado abierto. La Figura 20.A2 muestra cómo es el balance del Banco Central una vez realizados todos estos pasos. Las tenencias de bonos han aumentado en ∆B, las reservas de divisas se han reducido en ∆B y la base monetaria no ha variado, después de ha- ber aumentado en ∆B en la operación de mercado abierto y haber disminuido en ∆B como conse- cuencia de la venta de moneda extranjera en el mercado de divisas. Apéndice: los tipos de cambio fijos, los tipos de interés y la movilidad del capital 612 Macroeconomía. Aplicaciones para Latinoamérica / Olivier Blanchard • Daniel Pérez Enrri Figura 20.A2 Balance del Banco Central después de una operación de mercado abierto y la intervención inducida en el mercado de divisas Bonos Reserva de divisas Activo Base monetaria Pasivo En suma, cuando hay un sistema de tipos de cambio fijos y movilidad perfecta del capital, lo úni- co que hace la operación de mercado abierto es alte- rar la composición del balance del Banco Central, pero no la base monetaria (no el tipo de interés). Movilidad imperfecta del capital y tipos de cam- bio fijos Abandonemos ahora el supuesto de la movilidad perfecta del capital y supongamos que los inverso- res financieros tardan en pasar de los bonos interio- res a los extranjeros y viceversa. Ahora una operación expansiva de mercado abierto puede reducir inicialmente el tipo de interés interior por debajo del extranjero. Pero con el paso del tiempo losinversores optan por los bonos ex- tranjeros, provocando un aumento de la demanda de moneda extranjera en el mercado de divisas. Para evitar una depreciación de la moneda nacio- nal, el banco debe estar dispuesto de nuevo a ven- der divisas y comprar moneda nacional. Finalmen- te, compra suficiente moneda nacional para contrarrestar los efectos de la operación inicial de mercado abierto. La base monetaria retorna al nivel en el que se encontraba antes de la operación de mercado abierto. El Banco Central tiene más bonos interiores y menos reservas de divisas. La diferencia entre este caso y el de la movili- dad perfecta del capital se halla en que aceptando una pérdida de reservas de divisas, el Banco Central ahora es capaz de reducir los tipos de interés duran- te un tiempo. Si los inversores financieros tardan solamente unos días en ajustarse, el intercambio puede resultar bastante poco atractivo, como han descubierto muchos países, que han experimenta- do grandes pérdidas de reservas sin afectar mucho al tipo de interés. Pero si el Banco Central puede influir en el tipo de interés interior durante unas semanas o meses, es posible que esté dispuesto a hacerlo en algunas circunstancias. Alejémonos ahora aún más de la movilidad perfecta del capital. Supongamos que en respuesta a un descenso del tipo de interés interior, los inver- sores financieros no quieren o no pueden transfor- mar una gran parte de su cartera en bonos extranje- ros. Por ejemplo, las transacciones financieras están sujetas a controles administrativos y legales que ha- cen que sea ilegal o muy caro para los residentes de un país invertir en otro. Éste es el caso relevante en muchos países de renta media, desde Latinoaméri- ca hasta Europa Oriental o Asia. Tras una operación expansiva de mercado abier- to, el tipo de interés interior baja, reduciendo el atractivo de los bonos interiores. Algunos inversores interiores optan por los bonos extranjeros, vendien- do moneda nacional a cambio de divisas. Para man- tener el tipo de cambio, el Banco Central debe com- prar moneda nacional y ofrecer divisas. Sin embargo, ahora la intervención del Banco Central en el mer- cado de divisas puede ser pequeña en comparación con la operación inicial de mercado abierto. Y si los controles de capitales impiden realmente a los in- versores pasarse a los bonos extranjeros, es posible que no sea necesaria la intervención. Aun dejando de lado este caso extremo, es pro- bable que el efecto neto de la operación inicial de mercado abierto y de las siguientes intervenciones en el mercado de divisas sea un aumento de la base monetaria, una reducción del tipo de interés inte- rior, un aumento de las tenencias de bonos del Ban- co Central y una pérdida –pero limitada– de reser- vas de divisas. Si la movilidad del capital es imperfecta, un país tiene una cierta libertad para alterar el tipo de interés interior y mantener al mis- mo tiempo su tipo de cambio. Su libertad depende principalmente de tres factores: El grado de desarrollo de sus mercados financie- ros y la disposición de los inversores nacionales y extranjeros a pasarse a los activos interiores o extranjeros. El grado de control del capital que es capaz de imponer tanto a los inversores interiores como a los extranjeros. La cantidad de reservas de divisas que tenga. Cuanto mayor sea, más podrá permitirse la pér- dida de reservas que es probable que dure si re- duce el tipo de interés, dado el tipo de cambio. reservas de divisas Término clave
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