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ORIGEN Y DESARROLLO DE LA FISOLOFIA La vida de los seres humanos se construye y se realiza en sus múltiples relaciones con la naturaleza y el entorno socio - cultural. La naturaleza en sus diversos ámbitos, el contexto histórico, social y cultural, constituyen los fundamentos primarios sobre los cuales los seres humanos dan sostenibilidad y viabilidad a su existencia concreta y material. La actividad humana o práctica social, que se explicita en el trabajo, en el conocimiento, en los saberes, es el mecanismo o recurso básico que garantiza la sobre vivencia en las relaciones de los seres humanos con su entorno. En esa lucha por la sobrevivencia el hombre advierte peligros, amenazas, identifica lugares que le garantizan alimentos, protección y seguridad. Esta práctica genera informaciones, conocimientos como mecanismos de garantía y sobre vivencias en su medio. Es de esta relación que surgen el mito, las creencias, religión, la ciencia, la tecnología, las artes, etc. Con estos saberes se procura comprender, explicar y dar sentido al mundo y a la realidad objetiva. En el caso de la filosofía se trata de una comprensión y explicación que se hace de manera racional, lógica, objetiva, sistemática, etc. De ahí que la filosofía trasciende al mito, toda vez que éste se acerca al mundo de manera irracional, desproporcionada, subjetiva y mágica. El acercamiento filosófico al mundo se realiza a través de dos recursos técnicos metodológicos fundamentales: las categorías filosóficas y las leyes y dinámicas internas de los procesos de la realidad objetiva. Las categorías se refieren a conceptos muy generales que recogen aspectos y caracteres esenciales de los fenómenos y de los procesos del mundo objetivo. Aristóteles propone diez categorías para pensar lo real: la “sustancia”1, cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, condición, acción, pasión y situación. La filosofía contemporánea da fuerza y enriquece propuesta de Aristóteles a partir del siguiente grupo: la materia, lo singular, lo particular, lo universal, fenómeno, esencia, el contenido, la forma, la causa, el efecto, la necesidad, causalidad, casualidad, lo lógico y lo histórico. Por otro lado, las leyes universales, que son propias del ámbito de la filosofía, constituyen un instrumento excelente para dar cuenta de la dinámica interna de la realidad y comprenderla, no sólo en su existencia objetiva, sino en su procesual. Así las leyes del desarrollo y la dinámica del mundo objetivo son recogidas por las leyes “la unidad y lucha de lo contrario; del cambio cuantitativo a cualitativo y la negación de la negación”. ¿Qué es la filosofía? Por tradición, la filosofía es definida por su etimología. Proviene del griego antiguo philosophia, vocablo que se traducen al castellano como amor por la sabiduría. Platón plantea en “El banquete”, que al ser la filosofía amor o aspiración a la sabiduría, implícitamente se reconoce que no posee la sabiduría y es por ello que quien aspira a alcanzarla de alguna manera ha de llamarse filósofo y no sabio, pues la sabiduría es atributo de los dioses”2 El hecho de que la filosofía se haya presentado desde sus comienzos como una síntesis lograda por la cultura helénica para interrogar en torno al ser del mundo y a su posible planimetría, al sentido del ser y de nuestra condición, a la esencia de las cosas, de las obras y actuaciones, y de los utensilios elaborados por los seres humanos – constituye un acontecimiento fundamental que está en la base del desarrollo de la cultura occidental. La filosofía abre un histórico espacio de intercambio racional donde se mueven y definen las fuerzas predominantes de esta compleja constelación cultural. Este ámbito se ha 1 Es la categoría básica y está referida a un principio único y fundamental que da unidad a la diversidad de procesos objetos, fenómenos y hechos de la realidad objetiva. 2 caracterizado por privilegiar la vía racional que se cumple mediante el diálogo en un encuentro público y sosegado, como el medio ideal para descubrir la verdad del ser, orientarnos en el mundo y asegurar, en este, nuestra posición. El diccionario oficial de la lengua castellana, en su primera acepción, indica: es “conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como, el sentido del obrar humano”. Esta definición abarca lo que caracteriza a la filosofía, si es considerada en sentido histórico3. Los pensadores contemporáneos Gilles Deleuze y Felix Guattari, en su texto “¿Qué es la filosofía?” definen, no la filosofía sino el ejercicio del pensar, y el filosofar, como (completar aquí) ¿A qué ámbito se refieren con semejante metaforización sobre los elementos que concurren en el filosofar? A que en el pensar filosófico, tal como se concibe hoy, no se puede contar con encontrar alguna posibilidad primigenia. Se puede considerar como el fundamento originario del mundo. Es decir, que no es posible arraigar alguna perspectiva del cosmos y del ser sobre algún punto firme, definido y consistente en sí mismo. El filósofo del tiempo presente, no lo mueve analizar sutilmente, por ejemplo, la quintaesencia del sujeto o el objeto, como lo hacía la vieja metafísica que se origina con Platón y Aristóteles hasta finales del siglo XIX4 . El punto de partida del filosofar moderno es la constatación de que el principio (lo que es originario, primero, principal y predominante en algo) lo constituye la red de sentido que se teje desde la propia dinámica de lo real. Esto vendría a significar que se tiene conciencia de que nos encontramos en el mundo, en un universo determinado, histórico, que no podemos salir de ninguna manera de este orden, salvo por vía de la muerte y cuando esto último acontece, ya no hay ni sujeto, ni mundo, no existe el problema de la relación del ser en el mundo. 3 En otros espacios como la Web (Enciclopedia Wikipedia), se define la filosofía como “el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, en conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje” , explicación que de cierta manera compagina con la definición de la Real Academia, aunque resalta el universo de los problemas antes que enfatizar en la codificación de sus descubrimientos o principios. 4 Por el contrario, el análisis del filósofo actual aleja del fenómeno de los términos extremos, que casi siempre son abstracciones creadas por el análisis del filósofo). Se trataría de considerar el hilo tensado que es la relación y no sólo los posibles términos extremos, que indican más bien el límite de la correlación. Esto quiere decir que lo que verdaderamente importante, para el pensamiento filosófico contemporáneo, es determinar los rangos de las relaciones de sentido, y no anclar el pensamiento en términos abstractos. Es por esta razón que el pensador francés Jena Baudrillard (1929-2007) explica, en uno de sus escritos5, por qué la situación en que nos encontramos podría denominarse “el intercambio imposible”6. En síntesis, la filosofía es un saber que se sostiene desde sus propias raíces. Por tanto, se constituye como un saber arraigado en la historia, en su propia historia7, sin que pierda validez el concepto de GeorgWilhelm Friedrich Hegel (1770-1831): “La filosofía no tiene la ventaja de la que gozan las otras ciencias, de poder presuponer sus objetos como inmediatamente donados en la representación y como ya admitidos en el punto de partida, y en el proceder sucesivo, el método de su conocer”8. El fundamental arraigo histórico de la filosofía, en su tradición y terminología, es considerarla en sentido diacrónico, no impide que, al mismo tiempo, se pueda destacar su indefinición originaria, sincrónico. Esto quiere decir, que la filosofía está siempre abierta a toda eventual posibilidad de desterritorialización y de reterritorialización, lo que revela que pertenece al ámbito de la libre actualización de la esencia de la libertad9. En el filosofar predomina la apertura que otorga la preeminencia del espíritu creativo, abierto a todas las posibles dimensiones del ser, frente a la posibilidad reglamentada de toda ciencia concentrada en lo meramente factual. El filósofo es “un ser humano que constantemente vive, ve, oye, sospecha, espera y sueña… cosas extraordinarias”10. Para Nietzsche este es el momento del despliegue del análisis filosófico, en que predomina: la frialdad, la lejanía y la sociedad: “El hielo está cerca, la soledad es inmensa 5 6 7 Desde el terreno de la filosofía occidental, a través de una determinada terminología que ha venido elaborándose y renovándose durante los últimos 25 siglos. 8 Esta valoración la emitió en filósofo en 1816, a través de su texto “Enciclopedia de las ciencias filosóficas” 9 La tierra y el territorio, en la caracterización de Deleuze y Guattari, son componentes que apuntan a zonas de indiscernibilidad, zonas que deberían ser asumidas como comarcas límites de sentido, en el contexto de procesos continuos de resignificación en el interior de un proceso semiótico abierto. Los elementos límites fungirán como términos de referencia de un específico proceso semiótico: La desterritorización (el movimiento del territorio en la tierra) y la reterritorización (de la tierra al territorio). Como muestra de estos procesos en lo que se refiere a la filosofía, los autores establecen que: “Grecia es el territorio del filósofo o la tierra de la filosofía”. Sin embargo, quizás algún lector pudiera cuestionar ¿A qué viene tanta insistencia por ideas que más o menos están presentes como nociones corrientes sobre la filosofía en nuestra vida cotidiana? El asunto es destacar que la filosofía no es un saber que nace como una planta trepadora, como hiedra rastrera o como un parásito que necesita de otro cuerpo u organismo para ser, sostenerse y prevalecer 10 Así lo define Nietzsche ¿en qué texto? ¡más que tranquilas yacen todas las cosas en la luz! ¡Con qué libertad se respira! ¡Cuántas cosas sentimos por debajo de nosotros! La filosofía, tal como yo la he entendido y vivido hasta ahora, es vida voluntaria en el hielo y en las altas montañas: búsqueda de todo lo problemático y extraño en el existir, de todo lo proscrito hasta ahora por la moral”11. Martín Heidegger, uno de los más profundos filósofos del siglo XX, comenta la aserción de Nietzsche al decir, que el filósofo está, se mueve, actúa fuera de lo ordinario. “Se coloca sobre el secreto fundamentado de la libertad, de un modo por completo autónomo, pleno y apropiado. Filosofar consiste en el extraordinario preguntar, por lo que está más allá de todo orden, sobre algo que, además, está separado, fuera del orden, en cuanto rige por ser superior o fundamental sobre todo lo ordinario”12. Origen de la Filosofía Las condiciones históricas en las que se desarrolló la sociedad antigua, en lo económico, social y cultural, explica las fundaciones de las ciudades griegas, la expansión comercial y otros hechos que propiciaron un amplio campo de experimentaciones, creaciones, ejercicios intelectuales, descubrimientos e intercambio de múltiples ideas, propiciando un importante proceso de profundización del pensamiento, en un momento en que predominaban las más diversas formas mitológicas y religiosas acerca de cómo interpretar el mundo13. El término filosofía entre los griegos tuvo diferentes acepciones. Se aplicaba a cualquier tipo de saber sobre los objetos de la realidad, afirmándose que filósofo era el físico, el matemático, el químico, el astrónomo, el geómetra. A todo aquel que tenía conocimiento. Era cierto tipo de sabio que quería saberlo todo o tener una visión general y profunda de las cosas14. El asombro o la curiosidad frente al misterio de lo desconocido, la incertidumbre, duda, etc., constituyen los fundamentos psicológicos del origen del saber filosófico. De igual manera, el enfrentamiento del hombre a situaciones límites como la muerte conduce, de manera existencial, a la reflexión filosófica. 11 Idem: Nietzsche 12 Martín Heidegger ¿en qué texto? 13 Antes del escenario griego/occidental, en el lejano oriente (Chica e India) se produjeron profundas reflexiones filosóficas, muy vinculadas a un complejo sistema religiosos 14 Otra concepción del término filosofía está referida no a la posesión de la verdad y el conocimiento; sino a la aspiración, a la sabiduría, a la búsqueda del saber o de la verdad. De aquí que la filosofía signifique: Filo= Amor - Sofía= Saber. El saber de la filosofía y su tradición histórica registran un conjunto de características que les son propias: saber critico, es un saber radical, es fundamentadora, totalizadora, es un saber que busca la sabiduría, incluye la praxis: a) Como Conocimiento Crítico La filosofía se postula como un saber “crítico”, porque pone en “crisis”, en duda, ciertas cosas que no le parecen suficientemente claras o bien explicadas. La filosofía sometió a la crítica el saber mitológico religioso predominante en la cultura griega, de aquí que sea desmificadora en la medida en que propone liberarnos de perjuicios o de mitos que aparecieron con los seres humanos. Cassirer15 observa que aún en épocas recientes, existe una serie de mitos que es necesario combatir, como por ejemplo, el mito del derecho divino de los reyes o el mito de la superioridad de ciertas razas, que ha traído consigo la discriminación y justificación de tantas guerras y atropellos a los derechos humanos16. De la misma forma, en nuestra vida cotidiana, hemos oído hablar de mitos como la virginidad, la democracia, el machismo y otros tantos. b) Como Certidumbre Radical La historia de la filosofía demuestra cómo los filósofos no se conforman con cualquier clase de respuesta. Sócrates es el mejor ejemplo de esto, buscó intensamente la verdad con una certidumbre a toda prueba. Clavó el aguijón de la duda en la conciencia de sus conciudadanos. En esta perspectiva queda claro, que no basta con discutir la filosofía, sino que hay que llegar hasta las últimas consecuencias, vivir de ello, pues la vida sin filosofar no vale la pena. c) Como Fundamentadora Este carácter fundamentador señala que el filósofo desea saber en qué se basan las cosas objetos de estudio. En qué descansan todos nuestros conocimientos. La filosofía conduce a pensar sobre los fundamentos acerca de los que descansan los conceptos, conocimientos y creencias, y para esto, hace una exhaustiva revisión de los “principios” o “primeros principios”17. Para Aristóteles la filosofía es la “ciencia de los primeros principios y causas últimas a la luz natural de la razón”. d) ComoTotalizadora 15 16 17 Son independientes de otros principios para tener validez, son principios autosuficientes, que salen por sí y para sí. Wilheim Dilthey (1833-19119) sostiene que la filosofía tiene una tendencia a la “universalidad”. Esto significa que la filosofía no se conforma con explorar fragmentos de la realidad, ni con dar visiones parciales del mundo. La filosofía pretende darnos una “visión total”, universal o integral de las cosas. Implicando la aspiración de desentrañar el sentido último, total de la vida y del Mundo. Dentro de este sentido, tratar de ubicar y explicar el ser en todas sus manifestaciones. El avance y sus profundidades, cada día más, provoca que el campo filosófico sea cada vez más complejo con una evidente tendencia a su atomización, alejando al filósofo de su visión de ser héroe y la filosofía aventura heroica. d) Como Sabiduría Si se da como válido que la filosofía es un saber o un conocimiento que se preocupa por encontrar el sentido, meta y valor último de la vida humana, con el fin de proyectar una vida mejor; se puede concluir en que “la filosofía como sabiduría”. La sabiduría se construye en el tiempo de “larga vida y práctica constante de valores, actitudes y otras”. Esta está plenamente adherida a la vida humana, amparada en las verdades que corresponden al corazón, pero que la razón ignora. La filosofía, que es una forma de vivir, permite la adquisición de la sabiduría con la que se puede vivir bien, con excelencia, dentro de una idea o norma de vida plenamente humana. e) Como Praxis Se trata de problemas y soluciones que tienen profundas repercusiones en la sociedad, al grado de transformarla y causar estragos, revoluciones sin precedentes, por tanto, la filosofía se constituye en una vigorosa fuerza histórica; un arma poderosa y terrible para demoler perjuicios y falsas concepciones, para despejar el camino y construir nuevas alternativas y mejores mundos. El filósofo constantemente destruye el mundo y lo reconstruye en condiciones mejores, por ejemplo: el “pensamiento marxista”, porque la filosofía no puede ser un instrumento solamente teórico, de conservación o justificación de la realidad, sino el de ser capaz de propiciar su propia transformación18. 18 Marx y Engels se percataron de que para que la filosofía tuviera sentido, para que cumpliera una función realmente práctica, debía ocuparse de las necesidades de las grandes masas humanas, de los desprotegidos, así como, del conocimiento científico, de la naturaleza y de la sociedad. Las Disciplinas Filosóficas La historia de la filosofía19 registra tres asuntos básicos, abordados por los filósofos, sin importar la época o la ideología: la ontológica – metafísica, la epistemológica y la axiológica La problemática ontotológico-matafísica: procura dar respuesta a la constitución de lo real y sus formas de existencia; la epistemológica: reflexiona, investiga y estudia el conocimiento humano, su naturaleza, origen, condiciones, posibilidades, sus límites, etc., y la axiológica: concentra su estudio y reflexión en torno a los valores (su naturaleza, forma de realización, su objetividad o subjetividad). La Filosofía y Religión La religión sostiene su reflexión en el ámbito de las revelaciones divinas, contrario a la filosofía que lo hace amparada en las experiencias y razonamientos. En las grandes teologías religiosas, como las cristianas, se entre mezclan muchos elementos filosóficos; pero la filosofía es independiente y autónoma respecto a la religión. Aunque una y otra pretenden ser saberes universales, la filosofía reclama la autonomía del pensamiento humano y la religión no. La filosofía es racional y crítica; la religión es dogmática y hermenéutica. La Filosofía y Ciencia En los inicios, ciencia y filosofía eran lo mismo. Surgieron de las mismas inquietudes: hallar respuestas soportadas solo en la capacidad de la razón. Con el tiempo y en la lógica del desarrollo de una y de otra, se fueron separando cada vez más, lo que no ha significado que la filosofía haya descontinuado buscar explicación a todas aquellas preguntas que la ciencia no pueden contestar por estar fuera del campo de su conocimiento. 19 Incluye un conjunto de disciplina: Ontología, metafísica, epistemología, lógica, ética, estética, axiología y hermenéutica, las cuales discuten cuestiones esenciales, como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente, el lenguaje, entre otras. De ahí que las problemáticas fundamentales de la Filosofía sean el ser, el conocimiento y los valores. CAPÍTULO II EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO EN GRECIA La historia de la Filosofía comprueba las diversas respuestas construidas por los distintos filósofos sobre los problemas fundamentales de la disciplina. Los primeros filósofos griegos, conocidos como presocráticos, respondieron adecuadamente a la problemática filosófica acerca de la realidad objetiva, el conocimiento y los valores. Se plantearon la búsqueda de principios básicos de cada una de ellas. Para ellos, estos principios debían estar por encima de todo cambio, referidos a una sustancia primitiva o primera de origen material y de carácter objetivo. Es en este contexto que Tales de Mileto identifica el agua, como el origen de todo; Anaxímenes sostiene que es el aire; Anaximandro el (apeiron); Heráclito el fuego, Demócrito el átomo y así sucesivamente. El mundo griego, anterior a la aparición de la filosofía, vivía instalado en la actitud mítica. Por esta vía mitológica el hombre procuraba dar una explicación de los fenómenos naturales y de las instituciones sociales. El gran acontecimiento intelectual que iniciaron los filósofos griegos citados, entre los siglos VII y VI a. C., consistió en el establecimiento de los primeros instrumentos del conocimiento y el dominio de la realidad. Poner en el centro de una y otra, la razón.20 Este gran salto de la mitología a la explicación racionalista se conoce como "paso del mito al logos"21. Esta nueva forma de pensar, le permitió a los griegos proponer que las cosas del mundo están ordenadas siguiendo leyes. El mundo es un cosmos, no un caos, por lo que la naturaleza no se comporta primero de una manera y luego de otra completamente distinta. En su comportamiento hay cierto orden que sigue leyes, las cuales pueden ser descubiertas por la razón. Sin embargo, es importante hacer notar que lo que se sabe sobre la filosofía antigua, proviene de diferentes puntos geográficos, fragmentarios y diversos, por lo que los investigadores se han puesto de acuerdo para clasificarlas, como obras doctrinales, biográficas, por problemas, autores , escuelas, recopilaciones, enciclopedias, bibliotecas o los libros de los propios filósofos. 20 Cabe señalar que no debe entenderse este paso como algo brusco sino paulatino. Las influencias míticas son todavíaapreciables en muchos pensadores. Su vigencia está presente en el siglo XXI. 21 Aunque fueron unas pocas personas las que se iniciaron en esa perspectiva nueva y revolucionaria del pensar (aquellos que habrían de llamarse filósofos), poco a poco creció, haciendo más universal, en particular en Occidente. La filosofía griega Pre-socrática Con los griegos aparecen, por primera vez, algunos de los asuntos filosóficos fundamentales y sus posibles soluciones. Diversos estudios sobre la historia de la filosofía ponen de manifiesto que el filosofar occidental se construyó a partir de estas aportaciones desde las ciudades del Asia Menor (Jonia)22, a cargo de Tales de Mileto (585 a. C.) y sus discípulos: Anaximandro y Anaxímenes de Mileto23. Heráclito, que hizo hincapié en la naturaleza transitoria y caótica de todas las cosas, acompañado de las categóricas hipótesis: “todo fluye”; “todo es fuego”; “no podemos entrar en el mismo río dos veces”, y Anaxágoras, para quien “la realidad está tan ordenada que debía ser gobernada en todos los aspectos por la mente”. Estos aportes son importantes evidencias de lo señalado. Posteriormente aparecieron las reflexiones de los filósofos pluralistas y atomistas (Empédocles, Demócrito) que se dedicaron a comprender al mundo como una composición de innumerables partes interactivas. Contrario a esa concepción se presentaron los eleáticos (Parménides y Zenón de Elea) quienes insistieron: “todo es uno y el cambio es imposible”. Parménides y su escuela, retomando algunos planteamientos y rechazando otros, afirmarían la existencia del carácter absoluto, permanente y durable del mundo de la verdad: “ser es, no ser no es”. En iguales dimensiones se situaron los sofistas. Esos profesores viajantes que no respondían a directrices uniformes, que se movían en torno a las más variadas conceptualizaciones, proclamaron: “la verdad no era más que una opinión”. Su mayor aporte fue ensañar el juego del debate de las ideas como ejercicio para conocer la verdad o el fondo de las consideraciones filosóficas. Importancia de las primeras reflexiones filosóficas: . El gran mérito, con el inicio de la filosofía occidental, se localiza en tratar de dar una explicación racional a distintos fenómenos del mundo, rompiendo con las explicaciones 22 Todo este movimiento se concentró cada vez más en Atenas, que finalmente terminó siendo la ciudad-estado dominante de Grecia. 23 Estos tres filósofos se le ubica como pertenecientes a la Escuela Jónica, por ser pensadores que se desarrollaron en el período en que Jonia en Turquía, era una colonia griega. Además, se caracterizaron por la tenaz búsqueda del principio de la naturaleza y el hombre, sus elementos fundamentales de origen, como parte de sus explicaciones acerca de la naturaleza y todos sus fenómenos. dominantes que se sustentaban en las tradiciones míticas, la fantasía, en el más de los casos incoherentes. El filósofo, ha partido de esta subjetividad concreta, se apoyó en lo racional y universal, conocido como "el paso del mito al logos". Con Tales se dio el salto de la fantasía a la razón. Este hecho explica porque no fue posible, que siendo el primero en ese importante tránsito, sus producciones filosóficas adquirieran profundidad y marcado interés, sino más de valor histórico y anecdótico. Tales de Mileto Nació en la ciudad de Mileto, en la Grecia Jónica del Asia Menor, durante los años 620 a. C. Fue filósofo, matemático y astrónomo, además, legislador de Mileto. Se le conoce como uno de los Siete Sabios de Grecia, por la manera como produjo sus reflexiones, impartió sus enseñanzas e intervino de las actividades políticas. Es considerado por la tradición historiográfica occidental, como el iniciador de la indagación filosófico-científica acerca del cosmos (como un todo y sus particularidades).24 Ofertó las primeras explicaciones registradas respecto de eventos naturales que no apelan a entidades divinas sino que se sustentan en observaciones e inferencias pasibles de ser constatadas y discutidas. Es señalado como el primer gran impulsor, en Grecia, de la investigación científica, en disciplinas como las matemáticas y la astronomía. El primer filósofo de la historia de la filosofía occidental, seguido de su discípulo: Anaximandro y de Anaxímenes25. A estos tres se le conoce la "Escuela Jónica" o "de Mileto". Contenido de su Pensamiento: La explicación universal y racional que sostuvo Tales, tenía el agua como elemento principal. Es para él “el agua”, origen de todas las cosas que existen, el elemento primero. Aristóteles, cuando se refiere a esta concepción en la “metafísica” afirma: “La mayoría de los primeros filósofos consideró que los principios de todas las cosas eran sólo, los que tienen aspecto material [...] En cuanto al número y a la 24 Esta valoración va, desde Aristóteles, en el siglo IV a. C. hasta historiadores como W. K. C. Guthrie o pensadores como B. Russell, en el XX) 25 La notoriedad de Tales, por encima de los discípulos mencionados, se registró en sus habilidades y conocimientos teóricos, su marcado interés y aportes, en las cuestiones matemáticas, astronómicas, geográficas, físicas, metafísicas y de ingeniería, además, por sus exitosos consejos acerca de varias decisiones políticas no poco relevantes forma de tal principio, no todos dicen lo mismo, si no que Tales, el iniciador de este tipo de filosofía, afirma que es el agua, por lo que también declaró que la tierra está sobre el agua. Concibió tal vez esta suposición por ver que el alimento de todas las cosas es húmedo y porque de lo húmedo nace del propio calor y por él vive. Y es que aquello de lo que nacen es el principio de todas las cosas. Por eso concibió tal suposición, además de porque las semillas de todas las cosas tienen naturaleza húmeda y el agua es el principio de la naturaleza para las cosas húmedas”26 Heráclito de Éfeso Filósofo griego, llamado también “El Oscuro de Éfeso”, natural de Éfeso, ciudad de la Jonia, en la costa occidental del Asia Menor (actual Turquía), nació el año 535 a. C. y falleció hacia el 484 a. C. Como sus contemporáneos filósofos presocráticos, quedan más que fragmentos de sus obras. Sus aportes se conocen por los testimonios ofrecidos posteriormente. La obra de filósofo es netamente aforística, con un estilo que remite a las sentencias del Oráculo de Delfos, reproduciendo una realidad ambigua y confusa, usando el oxímoron y la antítesis para dar idea de la misma27. A Heráclito se le atribuye el libro: “Sobre la naturaleza” (περὶ φύσεως), dividido en tres secciones: «Cosmológica», «Política» y «Teológica». No se posee mayor certeza sobre este libro. El primer estudioso en proponer un ordenamiento de los fragmentos del filósofo fue P. Schuster (1873),3 poniendo a la cabeza de todos el que posteriormente fue dispuesto como B56 (Diels-Kranz) y que refiere la adivinanza que unos niños plantearon a Homero, y que éste, "el más sabio de todos los griegos", como pintan Heráclito , no supo resolver. I. Bywater en 1877 hizo un reacomodo de los fragmentos conforme a la indicación de Laercio, traducido al español por José Gaos. Es curioso que Bywater no consideró importante el fragmento que Schuster pone a la cabeza de todos, y no lo incluye en su propia ordenación.26 27 Diógenes Laercio (en Vidas..., IX 1–3, 6–7, 16) Agustín García Calvo reconstruye la posible estructura del libro, en su edición de los fragmentos del mismo, titulada “Razón común”. Distingue tres apartados: «Razón general», «Razón política» y «Razón teológica». Heráclito afirmó: “el fundamento de todo está en el cambio incesante: el ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa”28. Incluir a Heráclito entre los primeros filósofos físicos (φυσικοί: el principio de todas las cosas es el fuego, lo cual no debe leerse en un sentido literal, pues es una metáfora como, a su vez, lo eran para Tales y Anaxímenes. Este planteamiento refiere al movimiento y cambio constante en el que se encuentra el mundo. Esta permanente movilidad se fundamenta en una estructura de contrarios. La contradicción está en el origen de todo. Parménides de Elea Nació entre el 530 y el 515 a. C., en la ciudad de Elea, colonia griega del sur de Magna Grecia (Italia). Escribió una sola obra: un poema filosófico en verso épico del cual se conservaron algunos fragmentos citas de otros autores. Los especialistas consideran que la integridad de lo que se conoce, es notablemente mayor en comparación con lo que ha llegado de las obras de casi todos los restantes filósofos presocráticos, y por ello su doctrina puede ser reconstruida con mayor precisión. Por lo que se deduce, a partir de los testimonios conservados, que el poema de Parménides representa una revelación divina dividida en dos partes: • La vía de la verdad, donde se ocupa de «lo que es» o «ente», y expone varios argumentos que demuestran sus atributos: es ajeno a la generación y la corrupción y, por lo tanto, es inengendrado e indestructible, es lo único que verdaderamente existe — con lo que niega la existencia de la nada— es homogéneo, inmóvil y perfecto. • La vía de las opiniones de los mortales, donde trata de asuntos como la constitución y ubicación de los astros, diversos fenómenos meteorológicos y geográficos, y el origen del hombre, construyendo una doctrina cosmológica completa. 28 Mientras que el contenido de la vía de la opinión se asemeja a las especulaciones físicas de los pensadores anteriores, como los jonios y los pitagóricos, la vía de la verdad contiene una reflexión completamente nueva que modifica radicalmente el curso de la filosofía antigua. Se considera que Zenón de Elea y Meliso de Samos aceptaron sus premisas y continuaron su pensamiento. Los físicos posteriores, como Empédocles, Anaxágoras y los atomistas, buscaron alternativas para superar la crisis en la que había sido arrojado el conocimiento de lo sensible. Incluso la sofística de Gorgias acusa una enorme influencia de Parménides en su forma argumentativa. Problemas textuales e interpretativos La doctrina de Parménides, como la de todos los pensadores de su época, confrontó dificultad en su comprensión por las condiciones apócales, tales como: la transmisión de su pensamiento, la Paleografía, que se encuentra con problemas tales como el estado fragmentario del texto y la corrupción de los manuscritos29. Tampoco es sencillo ofrecer una interpretación general del poema que lo ubique dentro de la producción literaria de su época y que lo vincule con las manifestaciones anteriores y posteriores de la filosofía griega. Todo ello hace que la labor de los especialistas sea fundamental para una lectura y comprensión lúcida del texto. La filología y los historiadores de la filosofía griega han dado pasos valiosos en la reconstrucción del texto y su interpretación en los últimos dos siglos30. La visión cosmológica de Parménides, la expone Simplicio31, quien señaló que en citado pasaje, “Parménides transita de los objetos de la razón a los objetos sensibles”. La diosa llama al contenido de esta segunda parte (brotôn dóxas, “opiniones de los mortales”32 29 Lo que ha ocasionado que algunas segmentos del texto o pasajes presentes dificultades para su lectura. Los especialistas intentan suplir esto con conjeturas basadas en lo que se conserva en buen estado. Pero incluso estos pasajes son difíciles de interpretar debido a las dificultades para determinar significados precisos de los vocablos y las frases, tarea de la filología clásica. 30 Se han apoyado, además, en comentarios de la antigüedad clásica y tardía, y en el conocimiento de las obras antiguas con las que han podido establecer comparaciones y paralelos. 31 En su Comentario a la Física 30, 14,….. 32 Hay que tener en cuenta que significa lo que parece real o se presenta a los sentidos; lo que parece verdadero constituyendo las creencias de todos los hombres; y lo que parece correcto para el hombre. El discurso no pretende ser «cierto», puesto que ya se ha dicho todo lo que se podía decir de manera fidedigna. Por el contrario, lo que presentará será un “orden engañoso”, puesto que presenta creencias como si estuvieran presididas por un orden. No cabe duda de que, con esto, la diosa va a dar cumplimiento al programa que figura en el fragmento 1, versos 28–32. Los mortales, prosigue el crítico, han distinguido dos formas, “fuego” y “noche”. En relación con estos opuestos, la diosa dice que ”los mortales han errado”, sin embargo, el verso 54, que contiene el porqué del error, presenta tres posibilidades de traducción33. .Filosofía griega clásica Existe una discusión interesante acerca de por qué la cultura ateniense promovió la filosofía. Una teoría popular indica que ocurrió porque Atenas poseía una democracia directa. Es bien conocido, gracias a los escritos de Platón34, que muchos sofistas mantenían escuelas de debate, que eran miembros respetados de la sociedad y que eran bien pagados por sus estudiantes. Se sabe, además, que los oradores tenían una tremenda influencia sobre la historia ateniense, hasta posiblemente causando su falla35. Otra teoría referida al uso de la esclavitud en el lugar, lo que permitió que la fuerza de trabajo (labores en los campos, actividades productivas y otras) para sostener la sociedad no recayera en la población, sino, en su mayoría, en los esclavos, de ahí, que se dispusiera de tiempo y libertad para organizar asambleas en Atenas, y pasar largas horas discutiendo preguntas populares filosóficas36. Sócrates de Atenas Nació en Atenas, en el demos de Alopece –barrio industrial de la ciudad– entre los años 470 y 469 a.C.37. Se formó como filósofo entre los sofistas hasta que sus reflexiones 33 Estas tres interpretaciones agotan las posibilidades del texto, y todas han sido apoyadas por especialistas 34 35 La Batalla de Mileto ilustra sobre este particular. 36 La teoría llena los espacios en blanco afirmando que los estudiantes de los sofistas querían adquirir habilidades oratorias para poder influir sobre la asamblea ateniense, y por tanto ser ricos y respetados. Como los debates ganados conducían a la riqueza, los sujetos y métodos de debate fueron extremadamente desarrollados 37 Su padre fue el escultor Sofronisco, quien se casó por segunda vez, con la partera Fenarita. Se afirma que su formación académica fue la tradicionalde los niños atenienses. Cuando adquirió la mayoría de edad, se casó con Jantipa, con quien tuvo 3 hijos. Se afirma, además, que gran parte de su vida la dedicó a generar discusiones con los pensadores atenienses, en un importante esfuerzo sus hipótesis, las argumentaciones contrarias y en demostrar donde está la verdad y la importancia de que el hombre se conociera a sí mismo. lo condujeron al establecimiento del inicio formal de la filosofía clásica occidental, superando a sus anteriores pensadores38. No dejó textos escritos, pero la extensa enseñanza impartida, orientaciones e inspiraciones dejadas entre sus discípulos y diversos pensadores, fueron suficientes para consagración con el rol que se conoce en la historia de la filosofía. El método elaborado, su incisiva implementación y persistentes busque de la verdad lo llegó a convertirse en el foco de la hostilidad de pensadores y sectores que percibían a filósofos y sofistas: personas destructores de la piedad y moral de la ciudad. Lo que transcendió de la vida y obra de Sócrates, fueron recopilaciones de sus discípulos: Platón (Los Diálogos), Aristófanes (en sus libros) y Jenofonte (Los Diálogos). Se carece de evidencia de que el maestro haya ´publicado algún texto39. Sin lugar a dudas, su mayor contribución fue ensañar a pensar, reflexionar, auto valorar el conocimiento de cada persona y su capacidad de saber, por la vía del método de "elencos", el cual aplicaba para el examen de conceptos morales clave, tales como el bien y la justicia La mayéutica y la ironía socrática La mayéutica40 es una técnica que consiste en interrogar a una persona para hacer que llegue al conocimiento a través de sus propias conclusiones y no a través de un conocimiento aprendido y concepto pre conceptualizado. Se basa en la capacidad intrínseca de cada individuo, la cual supone la idea de que la verdad está oculta en el interior de uno mismo. La técnica de interrogatorio al interlocutor acerca de algo (un problema, por ejemplo), para luego proceder a debatir la respuesta dada por medio del establecimiento de conceptos generales. El debate lleva al interlocutor a un concepto nuevo, desarrollado a partir del anterior. La invención de este método del conocimiento se remonta al siglo IV a.C. y se atribuye, por lo general, en referencia a la obra del Teeteto de Platón. Los especialistas 38 Junto a Platón, su discípulo y Aristóteles, discípulo de Platón, son considerados los representantes fundamentales de la filosofía de la Antigua Grecia. 39 A pesar de este hecho, se registra con el padre de la filosofía política y de la ética, o filosofía moral; la principal fuente de todos los temas importantes de la filosofía occidental en general. 40 Del griego µαιευτικη, por analogía a Maya, una de las pléyades de la mitología griega. Por lo general la mayéutica suele confundirse con la ironía o método socrático y se atribuye a Sócrates. aseguran que no corresponde a éste, que se caracterizó por el uso de la “ironia”, para hacer comprender al interlocutor que lo que se cree saber no está en lo que se pensaba como creencia y que su conocimiento estaba basado en prejuicios. La mayéutica, contrariamente a la ironía socrática, se apoya sobre una teoría de la reminiscencia. Es decir, si la ironía parte de la idea que el conocimiento del interlocutor se basa en prejuicios, la mayéutica cree que el conocimiento se encuentra latente de manera natural en el alma y que es necesario descubrirlo. Este proceso de descubrimiento del propio conocimiento se conoce como dialéctica y es de carácter inductivo. Sócrates y la encarnación de los valores de verdad, bien y trascendencia Ser sabio, de acuerdo con la Sabiduría griega, más que un saber de muchos datos e informaciones, implica un saber orientarse en el mundo, un saber práctico para discernir lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto. Y es por el uso de ese discernimiento práctico que el sabio se constituye en modelo de vida, en fuente viva de enseñanza para los hombres de su época. La sabiduría, de acuerdo con Max Scheler41, no es otra cosa que el conocimiento directo de los valores en cada caso concreto. Si a ello se le suma que el sabio griego ha recibido misteriosamente su saber de un poder sobrehumano que lo ha privilegiado, sea llamado Dios, Naturaleza, logos, se encontraría exactamente con la figura de Sócrates. Por esta razón y por su actividad, Sócrates es considerado a menudo como el más grande sabio de su época y uno de los más grandes pensadores de todos los tiempos. El peso de sus ideas fue tan grande, que a todos los filósofos griegos que le precedieron se les denomina presocrático. A Sócrates no se le conoce actividad remunerada y se calcula que tenía una fortuna modesta que, como todos en Atenas, perdió en la Guerra del Peloponeso42. Era un hombre recio, feo, burlón y profundo. Con sus amigos, era considerado amable y sencillo, de desordenado aspecto y entregado sin descanso a la reflexión filosófica y moral. Enemigo de los discursos escritos. De hecho no escribió nada y llamó a sus seguidores a no leer lo escrito por otros ya que allí sólo encontrarían opiniones de esos otros, pero no necesariamente la verdad. 41 42 Participó en tres campañas militares en calidad de hoplita, esto es, soldado de infantería con armadura pesada que debió costearse él mismo, ya que el Estado no proveía de armas a sus soldados. Se sabe de su vida y de su muerte por los escritos de Platón, Jenofonte y Aristóteles. El primero de ellos, discípulo durante 9 años de su juventud, estuvo a su lado en el juicio donde le condenaron a muerte. Jenofonte, fue su seguidor durante dos años. Se separaron por su enrolamiento con los espartanos en la subida hacia Mesopotamia contra Artejerjes, a su regreso Sócrates había muerto. Aristóteles, aunque no lo conoció personalmente, lo cita en sus escritos de manera ocasional, motivado por el recuerdo de alguna definición o pensamiento atribuido a Sócrates. Lo presenta como el descubridor del concepto, del razonamiento inductivo y de las definiciones universales. La intensa actividad filosófica de Sócrates se amparó en el diálogo que provoca réplica y da origen a nuevas ideas. Su método43, de constante búsqueda del motivo de la acción humana y de los valores fundamentales como el bien, la justicia, la santidad o virtud, la verdad, le dio notoriedad. Aceptó, como fundamento válido de la acción, únicamente aquellos principios que pueden justificarse racionalmente, sin necesidad de recurrir a una autoridad. Estuvo convencido de que partiendo del examen de los individuos y del análisis de sus convicciones se podía llegar a conocer objetivamente aquellos valores que aparecen como fundamento de cada acción. Los casos individuales, aislados y subjetivos, requerían remontarse al concepto y a la definición universal. Al respecto, Gianini44 señala: “Sócrates hizo del diálogo, la más importante actividad de su existencia, y al detener a sus conciudadanos día a día para interrogarlos sobre sus propias actividades y sobre el sentido de sus actos, hizo del diálogo la actividad más importante de Atenas: De tal modo que Sócrates no sólo fue el tábano de los43 Consistía en dialogar preguntando a los hombres más representativos de la ciudad acerca de lo que éstos estimaban como la verdad más sólida. Y a sus respuestas oponía preguntas cada vez más implacables, haciendo caer los prejuicios y las falsas seguridades hasta el punto en que el interrogado quedaba reducido a la vergüenza de tener que confesar que su actividad, de la cual había estado seguro y daba sentido a su quehacer, se revelaba como un error, prejuicio o meras impresiones o contradicciones. Para lograr que este proceso ocurriera con poca resistencia, Sócrates utilizaba el halago de la ignorancia hasta que ésta se hace visible a todos y en especial a los ojos de su “víctima”. Al final de la sesión, se propone un ejemplo interesante de este proceso, relatado por Platón en uno de sus Diálogos: Menón. Cocluía con el reconocimiento de no saber lo que se creía saber. En la época, nadie sabía mucho de nada, pero él era más inteligente que los demás porque sabía que era ignorante. El resto, en cambio, a pesar de ser tan ignorantes como él, pensaban que eran muy sabios. Se pasaba luego, a un segundo paso, la Mayéutica, proceso de alumbramiento de la verdad, que surgirá del interior de los interrogados como una especie de alumbramiento espiritual. 44 atenienses, como él mismo se apodara. En Sócrates tuvieron su conciencia y encontraron su propia lucidez. […] Con Sócrates, la filosofía se estaba volviendo una verdadera provocación pública.” Platón Nació en Atenas en el 427 aC, hasta el 347, año de su muerte. Fue hijo de una familia aristocrática, por lo que gozó de todas las facilidades de su formación académica filosófica. Se inició con la asistencia a las clases de Sócrates, a partir de los 18 años de edad45. Llegó a ser el estudiante más importante del maestro46. Estas primeras reflexiones fueron orientadas por el camino de la metafísica y los asuntos éticos, como vía para resolver los problemas planteados, que tuvo como centro: el Mundo de las ideas, una teoría que afirma que la mente es imbuida por una capacidad innata para comprender y aplicar conceptos en el mundo; estos conceptos son, de alguna manera, más reales, o más básicamente reales, que las cosas del mundo alrededor nuestro. Planteó la inmortalidad del alma, que es mucho más importante que el cuerpo; la maldad es una forma de ignorancia, que solo el conocimiento puede dirigir hacia la virtud. El arte debería ser subordinado a propósitos morales y la sociedad debería ser gobernada por una clase de reyes filósofos. En los diálogos posteriores, la presencia del método socrático fue menor. Pasó a poner en duda “la teoría del Mundo de las ideas”. El cuestionamiento pasó a ser más en el campo de la ética. Todavía es sorpresa para los estudiosos, la crítica de Platón en su libro “La República”, al sistema político de la democracia griega. Culpa de la derrota de Atenas en las Guerras del Peloponeso, a las masas por su indecisión. El sistema de votación incluía decisiones sobre las estrategias militares, y él entendió, que lo decisivo fue “la razón de la derrota militar”. Por lo que propuso, una sociedad jerarquizada en tres niveles, con trabajadores, guardianes y filósofos, en orden 45 El nombre de Platón es un apodo, que significa en griego “el de anchas espaldas”, du verdadero nombre fue “Aristóteles”. Durante su vida, mantuvo dos inclinaciones culturales: la poesía y la política. Concentrados en las reflexiones filosóficas, abandono la poesía, aunque mantuvo el interés político. Con la muerte de Sócrates, se trasladó a Megara y al sur de Italia, luego retornó a Atenas y fundó su Escuela de Filosofía: la Academia. 46 En los múltiples diálogos filosóficos, utilizó el método socrático de la indagación y exámenes de problemas, eso evito originalidad a sus producciones. ascendiente de importancia. Para él, era básico tomar en consideración el gran conocimiento de los filósofos acerca de las ideas, como la razón. Eso los hacía ser las personas "apropiados" para gobernar la sociedad. Platón se opuso a las reflexiones filosóficas de Heráclito y de Parménides, aunque admitió su teoría sobre las ideas. Para él, la realidad está fragmentada en dos mundos: suprasensible o de las ideas que corresponde al mundo de la razón, donde impera la verdad y está constituido por ideas eternas, inmutables, intangibles, imperecederas; y el sensible o de los fenómenos y objetos. El primer mundo, suprasensible o de las ideas, funciona como un modelo o referencia para el sensible. Este debe orientarse y dirigirse hacia el mundo perfecto de las ideas. El segundo mundo, sensible, es de las apariencias, de los fenómenos, de los objetos concretos. Es el mundo imperfecto, cambiante y efímero, el cual es captado por los sentidos. Entre ambos mundos existe una fuerza de atracción a través de la cual lo sensible y cambiante es atraído hacia lo suprasensible y duradero mediante una fuerza que él llama: “la fuerza del amor o de eros platónico” La teoría del conocimiento El análisis del conocimiento en Platón no es objeto de un estudio sistemático, abordado en una obra específica dedicada al tema, sino que, como ocurre con otros aspectos de su pensamiento, se plantea en varios de sus diálogos, por lo general en el curso de la discusión de otras cuestiones no estrictamente epistemológicas, si exceptuamos el “Teeteto”, diálogo en el que el objeto de la discusión es el conocimiento. El análisis del conocimiento en Platón A los planteamientos iniciales de la teoría de la reminiscencia, expuesta en el “Menón” y “Fedón”, para demostrar la inmortalidad del alma, seguirán la explicación ofrecida en “La República” (libro VI) donde encontramos la exposición de una nueva teoría -la dialéctica- que será mantenida como la explicación definitiva del conocimiento. En el “Teeteto”, obra posterior a “La República”, no se encontrara ninguna ampliación de lo dicho en ésta respecto al conocimiento, sino una crítica a la explicación del conocimiento dada por los sofistas, basada en la percepción sensible, con objeto de definir cuáles son las condiciones que debe cumplir el verdadero conocimiento, condiciones que se habían planteado ya en su libro “La República” al abordar la teoría dialéctica. Diferencia de Platón con la filosofía presocrática: El problema del conocimiento había sido tratado ya por los filósofos presocráticos, en especial, Parménides con sus trabajos: entre la vía de la opinión y la vía de la verdad47. Para los sofistas, el conocimiento sensible es, simplemente, el conocimiento. La verdad o falsedad no pueden existir como absolutos, estando sometidas a la relatividad de la sensación. Si prescindimos de la sensación, prescindimos del conocimiento. Lo que me parece frío, es frío, según Protágoras, aunque a otro le pueda parecer caliente: y para él será caliente. La razón debe partir de los datos sensibles para realizar sus operaciones, por lo que depende absolutamente de ellos. No tiene sentido hablar de un conocimiento racional como si fuera algo distinto y aún opuesto al conocimiento sensible. Platón, por su parte, dijo que existen dos formas de conocimiento: una basada en los datos de los sentidos y la otra en la razón. La vía de la opinión, en la medida en que remite a los datos sensibles, procedentes de un mundo aparentemente en devenir, no constituye un verdadero conocimiento: su falsedad le vendría de la aceptación del no ser, fuente de todas las contradicciones; en efecto, si el no ser no es ¿cómo confiar en el conocimiento que derive de su aceptación? El verdadero conocimiento, afirmaba, nos lo ofrece la vía de larazón, al estar basada en el ser y rechazar, por lo tanto, toda contradicción. Por lo demás, el ser es inmutable, por lo que el verdadero conocimiento ha de ser también inmutable. La verdad no puede estar sometida a la relatividad de lo sensible. La crítica de Platón a los presocráticos 47 En el “Teeteto”, Platón hace una crítica a las ideas de Protágoras, acerca del conocimiento, y afirmó: 1) El conocimiento se pueda identificar con la percepción sensible, ya que la verdad se expresa en el juicio y no en la sensación; 2) Ni siquiera se puede identificar el conocimiento con el "juicio verdadero" ya que podría formularse un juicio que resultara verdadero y estuviera basado en datos falsos; 3) Tampoco se puede identificar el conocimiento con el "juicio verdadero" más una razón, pues ¿qué podría añadirse, mediante el análisis, a un "juicio verdadero" que no contuviera ya, y que le convirtiera en verdadero conocimiento? Platón coincidió con Protágoras, que el conocimiento sensible es relativo, pero no admitió, que sea la única forma de conocimiento. Reiteró, contrario a Parménides, que hay otra forma de conocimiento propia de la razón, y que se dirige a un objeto distinto del objeto que nos presenta la sensibilidad: las Ideas. El verdadero conocimiento ha de versar sobre el ser, no sobre el devenir, y no puede estar sometido a error, ha de ser infalible. El conocimiento sensible, pues, no puede ser el verdadero conocimiento ya que no cumple ninguna de esas características. Ética platónica: Como ocurre con los otros aspectos de la filosofía platónica, la ética no es objeto de un tratado específico en el que se aborde el tema sistemáticamente. El hecho de que muchos de los diálogos comiencen con algunas interrogantes acerca de la virtud en general, o de determinadas virtudes en particular, evidencia que el interés por el análisis del comportamiento humano no es algo central en Platón. Como se ha visto en su concepción de la ciudad ideal, el objetivo de la vida del hombre no puede reducirse a la satisfacción de sus necesidades materiales; más allá de éstas, el hombre debe ser objeto de un desarrollo completo de su personalidad, de acuerdo con las partes más elevadas de su alma, la irascible y la racional, con el fin de alcanzar una felicidad identificada con la armonía de su vida48. 48 Esta idea, defendida en el Fedón, no será mantenida en los diálogos posteriores, en los que el alma deja de ser considerada como una entidad simple y enfrentada al cuerpo, y pasa a ser considerada como una entidad en la que podemos distinguir tres partes diferenciadas que permiten explicar, entre otras cosas, los conflictos psicológicos de la vida del hombre, las distintas tendencias que configuran su naturaleza. Justicia y ética Si la justicia en la ciudad reside en que cada clase social haga lo que debe hacer, la justicia en el hombre residirá también en que cada parte del alma haga lo que debe. Ello implica que la vida buena para el hombre es una vida en la que se atiendan las necesidades "materiales" y "espirituales". El conocimiento y la satisfacción de las necesidades intelectuales deben ir acompañados de salud, moderación en el disfrute de los bienes materiales, etc., lo que pone de manifiesto hasta qué punto la idea de que Platón rechaza de un modo absoluto lo corporal e injustificada. En el “Banquete”, por ejemplo, se puede observar cómo, a través del Eros, Platón concibe el ascenso hacia las Ideas, partiendo del amor a la belleza que se observa en las cosas sensibles, luego a la belleza en el ser humano, hasta alcanzar la contemplación de la Belleza en sí, que se identifica con el Bien, del que habla en “La República” que representa el grado superior de conocimiento. Filosofía política: el Estado ideal Las ideas filosóficas de Platón tuvieron muchas implicaciones sociales, particularmente en cuanto al Estado o gobierno ideal. Hay discrepancias entre sus ideas iniciales y las que expuso posteriormente. Algunas de sus más famosas doctrinas están expuestas en “La República”. Sin embargo, con los estudios filológicos modernos se ha llegado a implicar que sus diálogos tardíos (Político y Las Leyes) presentan una fuerte crítica a sus consideraciones previas, esta crítica surgió a raíz de la enorme decepción de Platón con sus ideas y la depresión mostrada en la Carta VII. Para Platón lo más importante en la ciudad y en el hombre sería la Justicia. Por tanto, su planteamiento de Estado estará basado en una necesidad ética, de justicia. Esta última se conseguirá a partir de la armonía entre las clases sociales y, para los individuos, en las partes del alma de cada uno. Platón decía que las sociedades debieran tener una estructura tripartita de clases la cual respondía a una estructura, según el apetito, espíritu y razón del alma de cada individuo: • Artesanos o labradores: Los trabajadores correspondían a la parte de “apetito” del alma. • Guerreros o guardianes: aventureros, fuertes, valientes y que formaban el “espíritu” del alma. • Gobernantes o filósofos: inteligentes, racionales, apropiados para tomar decisiones para la comunidad. Estos formaban la “razón” del alma. De acuerdo con este modelo, los principios de la democracia ateniense, como existía en aquella época, eran rechazados en esta idea y muy pocos estaban en capacidad de gobernar. Este desprecio a la democracia podría deberse a su rechazo frente al juicio a Sócrates. En lugar de retórica y persuasión, Platón señaló “la razón y la sabiduría (episteme) son las que deben gobernar”. Esto no equivale a tiranía, despotismo u oligarquía. El maestro afirmaba: hasta que los filósofos gobiernen como reyes o, aquellos que ahora son llamados reyes y los dirigentes o líderes, puedan filosofar debidamente (es decir, hasta tanto el poder político y el filosófico concuerden), mientras que las diferentes naturalezas busquen solo uno solo de estos poderes exclusivamente, las ciudades no tendrán paz, ni tampoco la raza humana en general49. Platón describe a estos “reyes filósofos”50 como aquellos que “aman ver la verdad esté donde esté con los medios que se disponen” y soportó su idea con la analogía de un capitán y su navío o un médico y su medicina: Navegar y curar no son prácticas que todo el mundo esté calificado para hacerlas por naturaleza. Se debe mencionar, sin embargo, que la idea de la ciudad que se describe en La República, es de una ciudad ideal, la cual se examina para determinar la forma como la injusticia y la justicia se desarrollan en una ciudad51.49 50 Gran parte de su obra “La República” está dedicada a indicar el proceso educacional necesario para producir estos “filósofos reyes”, de hecho el Estado ideal platónico será en gran medida un ente dedicado a la educación. 51 La ciudad “verdadera” y “sana” se describe en el libro II de La República, donde figuran trabajadores, pero no tiene los reyes-filósofos, ni poetas ni guerreros. El mito de la caverna En el libro VII de La República, el maestro hace un importante esfuerzo por demostrar la situación del hombre respeto al conocimiento, acudiendo, para esto, al “Mito de la caverna”. A continuación la manera como se manejó el asunto: 52 Primero: “Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas. - Ya lo veo-dijo. - Pues bien, ve ahora, a lo largo de esa paredilla, unos hombres que transportan toda clase de objetos, cuya altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombres o animales hechas de piedra y de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es natural, unos que vayan hablando y otros que estén callados. - ¡Qué extraña escena describes -dijo- y qué extraños prisioneros! - Iguales que nosotros-dije-, porque en primer lugar, ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos? - ¿Cómo--dijo-, si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas? - ¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo mismo? - ¿Qué otra cosa van a ver? - Y si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose a aquellas sombras que veían pasar ante ellos? - Forzosamente. 52 J.M. Pabón y M. Fernández Galiano: “nombre de la obra”, Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1981 (3ª edición) - ¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez que hablara alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la sombra que veían pasar? - No, ¡por Zeus!- dijo. - Entonces no hay duda-dije yo-de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos fabricados. - Es enteramente forzoso-dijo. - Examina, pues -dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia, y si, conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera de alguien que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba? - Mucho más-dijo. Segundo: “Y si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía, volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría qué éstos, son realmente más claros que los que le muestra .? - Así es -dijo. - Y si se lo llevaran de allí a la fuerza--dije-, obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado, y que, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas? - No, no sería capaz -dijo-, al menos por el momento. - Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería más fácilmente serían, ante todo, las sombras; luego, las imágenes de hombres y de otros objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos mismos. Y después de esto le sería más fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su vista en la luz de las estrellas y la luna, que el ver de día el sol y lo que le es propio. - ¿Cómo no? - Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que. él estaría en condiciones de mirar y contemplar. - Necesariamente -dijo. - Y después de esto, colegiría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible, y que es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos veían. - Es evidente -dijo- que después de aquello vendría a pensar en eso otro. - ¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les compadecería a ellos? - Efectivamente. - Y si hubiese habido entre ellos algunos honores o alabanzas o recompensas que concedieran los unos a aquellos otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás o junto con otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder, ¿crees que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de honores y poderes entre aquellos, o bien que le ocurriría lo de Homero, es decir, que preferiría decididamente "trabajar la tierra al servicio de otro hombre sin patrimonio" o sufrir cualquier otro destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable? - Eso es lo que creo yo -dijo -: que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida. - Ahora fíjate en esto -dije-: si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas, como a quien deja súbitamente la luz del sol? - Ciertamente -dijo. - Y si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado todavía los ojos, ve con dificultad -y no sería muy corto el tiempo que necesitara para acostumbrarse-, ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante ascensión? ¿Y no matarían; si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien intentara desatarles y hacerles subir?. - Claro que sí -dijo. -Pues bien -dije-, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh amigo Glaucón!, a lo que se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la vivienda-prisión, y la luz del fuego que hay en ella, con el poderdel. sol. En cuanto a la subida al mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas conocer, y que sólo la divinidad sabe si por acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas; que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública. - También yo estoy de acuerdo -dijo-, en el grado en que puedo estarlo”. Aristóteles Nació en Estagira (Macedonia), donde vivió los años 384 a 322 a.C53. Los estudiosos del filósofo aseguran que a la edad de 18 años, ingresó a la Academia de Platón, por más de 15 años, hasta la muerte del maestro. 53 Su padre fue médico y muy amigo del rey de Macedonía Amintas. Ese hecho, facilitó que fuera llamado por la corona para que se ocupara de la educación de Alejandro, el hijo del rey, conocido como “Alejandro el Grande”. Diez años después, retorno a Atena y fundo, en el año 334 aC, su Escuela o Liceo de Filosofía. La muerte de Alejandro provoco un rechazo a Macedónia que incluyó a Aristóteles, por lo que este decidió irse de Atena para evitar que se repitiera con él, la historia de Anaxágoras y Sócrates: condenado a muerte por la misma acusación de “impiedad”. Se exilió en Calcis, isla de Eubea, donde murió. Este filósofo se caracterizó en concentrar su preocupación en resolver el problema metafísico de la separación entre el mundo de las ideas y el mundo de las apariencias. Entendió que estos dos mundos constituyen una sola unidad. Estableció un principio único que une lo múltiple y diverso del Ser. Este principio lo llamó la Sustancia: “El Ser es único y múltiple a la vez”. El refirió dos tipos de sustancias: a) la que se refiere al mundo de los objetos concretos e individuales, y b) la de las ideas, los universales, el género y la especie. El movimiento, según Aristóteles: Concibió el movimiento54 como el paso de la potencia al acto. De un modo más técnico precisó: es "el acto de lo que está en potencia, en tanto que está en potencia". Con esta definición, Aristóteles quiso indicar, al menos, las siguientes cuestiones importantes: • el movimiento es un acto, una realidad que le puede sobrevenir a una cosa. Con esto se quiere señalar que dicha cosa puede no tener el movimiento en acto, como cuando está en reposo: si no muevo la tiza y la tengo en mi mano, la tiza está en reposo en acto (está quieta) y tiene el movimiento en potencia (puesto que la puedo desplazar en cualquier momento); esa peculiar realidad o acto en que consiste el movimiento la tiene un objeto en la medida en que aún no ha actualizado totalmente aquello que puede llegar a ser, puesto que en cuanto lo ha actualizado ya no está en movimiento sino quieta: el acto del movimiento de la tiza hacia la mesa, donde se quiere dejar, lo tiene la tiza en la medida en que aún no está en la mesa, es potencia de estar en la mesa. Cuando la tiza ya está en la mesa, entonces ya está en acto y no en potencia, por lo que el movimiento deja de darse, ha finalizado con relación a ese hecho. Aristóteles distinguió diversos tipos de cambio o movimiento: • Cambio sustancial: cuando desaparece una sustancia y da lugar a otra (como cuando quemamos un papel y lo convertimos en cenizas); • Cambio accidental: cuando una sustancia se modifica en alguno de sus atributos o características pero permanece siendo la misma. Esto se divide, a su vez en: 54 Mientras para nosotros el movimiento es fundamentalmente el desplazamiento de una cosa en el espacio, para los griegos es: “toda modificación de un objeto o cosa”, modificación que, naturalmente, también puede ser la de su posición en el espacio; por ello el término actual más próximo a la comprensión griega del movimiento es el término cambio. o según la cualidad: como cuando pasamos de jóvenes a adultos, o cuando una hoja cambia de color en otoño; o según la cantidad: la tiza que se desgasta con el uso, el niño que crece; o y el lugar: como cuando nos trasladamos en autobus de un lugar a otro. Según la ontología aristotélica, todas las cosas que podemos percibir, que son sensibles (tanto las naturales como las artificiales) están compuestas por la estructura: acto y potencia y, dado que el movimiento es el paso de la potencia al acto, todas las cosas sensibles tienen el movimiento, como uno de sus rasgos más característicos y definitorios. Por ello se puede entender: si existiese un ser que fuese acto puro, que no tuviese ninguna potencialidad, dicho ser no le podría corresponder el movimiento. Según Aristóteles, esto es lo que ocurre con Dios, es acto puro y, por tanto, inmutable. La metafísica aristotélica: la crítica de la Teoría de las Ideas Se parte de la afirmación: "Todos los hombres tienen por naturaleza el deseo de saber"55. Ese deseo de saber culmina en la adquisición de la sabiduría, que para Aristóteles es el conocimiento56 de las causas y los principios del ser. La metafísica aristotélica se construye, en gran parte, como resultado del planteamiento de Platón en torno a las ideas57. Las primeras críticas del filósofo a la “teoría de las Ideas”58 se conocen después de abandonar de la Academia, como parte del encasamiento hacia su propia demarcación filosófica metafísica. Como precedente, el maestro Platón sustentó los ejes principales de su teoría en la crítica hecha a la teoría de las Ideas del antecesor filósofo, Parménides. Es probable que ese hecho, en el seno de la academia, generara numerosos e interesantes debates, que se convirtieran en posibles insumos para la diferencia entre el maestro y Aristóteles, sin tocar 55 Con estas palabras se inicia el libro primero de la Metafísica de Aristóteles 56 Es el objeto de la metafísica, de la ciencia de las primeras causas y principios del ser, el conocimiento del ser "en cuanto ser", el conocimiento de la causa última de la naturaleza y de la realidad. 57 No evidencia de que Aristóteles haya manifestado contrario a la “teoría de las Ideas” del maestro durante su permanencia en la Academia 58 La teoría de las Ideas de Aristóteles, al dotar de realidad subsistente al universal, las Ideas, duplicó, sin motivo, el mundo de las cosas visibles y estableció un mundo paralelo que necesitaría explicación. La teoría aristotélica no fue capaz de explicar el movimiento de las cosas, una de las razones de su formulación, de ahí, que no haya ofrecido ningún elemento de análisis referido al movimiento, el cambio. Se persistió en las Ideas inmóviles e inmutables, y si las cosas eran una imitación de las ideas, se concluye que las cosas eran también inmóviles e inmutables; pero si cambian. Entonces, de ¿de dónde procede ese cambio?. ("Metafísica", libro 1,7). Ya
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