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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DEPARTAMENTO DE FISIOLOGÍA Elaboración: Claudia González García Edición:Samuel Bravo Hurtado EL GUSTO Los botones gustativos en la boca y el olfato se encargan de percibir gusto, Sin embargo, la experiencia gustativa es influenciada por muchos más factores como la textura de los alimentos y las sustancias que estimulan los receptores para el dolor o el entorno social en donde se consumen. I. Sensaciones gustativas primarias En las células gustativas existen más de 13 receptores químicos: ● 2 para el sodio ● 2 para el potasio ● 1 para el cloruro ● 1 para la adenosina ● 1 para la inosina ● 2 para lo dulce ● 2 para lo amargo ● 1 para el glutamato ● 1 para el ion hidrógeno Asimismo, las capacidades de los receptores se pueden dividir en cinco categorías que se denominan sensaciones gustativas primarias (tabla 1). Cada botón gustativo identifica una sensación primaria en específico cuando la concentración de la sustancia es muy poca, e identifica a más de dos sensaciones cuando la concentración es más alta. SABOR O SENSACIÓN SUSTANCIA PERCIBIDA UMBRAL DE ESTIMULACIÓN Agrio Sustancias ácidas (concentración de iones de hidrógeno). 0.009 M de ácido clorhídrico Salado Sales ionizadas (concentración de sodio), aniones y cationes. 0.01 M de cloruro de sodio Dulce Azúcares, glicoles, alcoholes, aldehídos, cuerpos cetónicos, amidas, ésteres, aminoácidos, proteínas pequeñas, ácidos sulfónicos, ácidos halogenados y sales inorgánicas de plomo y berilio (compuestos orgánicos en general). 0.01 M de sacarosa Amargo Sustancias orgánicas de cadena larga con nitrógeno y alcaloides (quinina, cafeína y nicotina). La sacarina se detecta primero salado y luego amargo. 0.000008 M de quinina Umami Alimentos con L-glutamato como extractos cárnicos y queso curado. Tabla 1. Sustancias que se perciben como uno de los 5 sabores o sensaciones y su respectivo umbral gustativo En la tabla 1 se observa que la sensación amarga tiene el umbral de estimulación más bajo, eso quiere decir que las personas son capaces de detectar los sabores amargos incluso cuando hay poca concentración de esta sustancia. La gente normalmente rechaza un sabor amargo porque muchas toxinas mortales son alcaloides y es una manera de protegerse del envenenamiento. El sabor umami es un tanto especial. La palabra en sí significa “delicioso”, por ende, describe una sensación o sabor agradable que es distinto a los demás. Se dice que está relacionado con receptores glutamatérgicos en las sinapsis neuronales del cerebro. II. Los botones gustativos Cada botón gustativo está compuesto por aproximadamente 50 células epiteliales modificadas, algunas son células de sostén y otras células gustativas. Las células gustativas se sustituyen cada 10 días por otras nuevas, de manera que en los botones gustativos, algunas células gustativas son jóvenes y otras viejas. En la figura 1 se observa que los extremos apicales (externos) de las células gustativas están dispuestos de tal manera que forman un poro gustativo. Desde el poro gustativo sobresalen los cilios gustativos, las cuales funcionan como una superficie receptora para el gusto, codificando la información química en eléctrica, para que pueda ser transmitido por los axones del nervio gustativo. “este nervio transmite una señal potente inmediata, y una señal continua más débil” (1). Asimismo, entre las células gustativas hay numerosas fibras nerviosas gustativas que reciben los estímulos de los cilios gustativos. Existen muchas vesículas con neurotransmisores debajo de la membrana celular, cerca de las fibras que excitan a las terminaciones de las fibras nerviosas. Tipos de botones gustativos y su localización: ● Papilas caliciformes: superficie posterior de la lengua en forma de “V” ● Papilas fungiformes: superficie anterior de la lengua ● Papilas foliáceas: pliegues de las superficies laterales de la lengua La membrana de la célula gustativa tiene una porción externa predominantemente positiva y una porción interna predominantemente negativa. Cuando llega una sustancia a los cilios gustativos, se pierde el potencial negativo y la célula se despolariza. El cambio del potencial eléctrico (potencial de receptor) consiste en un descenso del potencial que es proporcional al logaritmo de la concentración de la sustancia que estimula a los cilios gustativos. Hay un receptor proteico en la parte externa de la célula gustativa que cuando se une algún producto químico de sabor, este receptor abre canales iónicos para que los iones de sodio y de hidrógeno entren y despolarizan a la célula. La saliva retira al compuesto con sabor y el estímulo cesa. El tipo de receptor proteico en el botón gustativo determina la sensación que se perciba. Es importante saber que los sabores dulces y amargos activan segundos mensajeros dentro de la célula, mientras que las otras sensaciones solo abren los canales iónicos. III. Transmisión de las señales gustativas en el sistema nervioso central Observa la vía gustativa en la figura 2. Las señales de los dos tercios anteriores de la lengua se transmiten a través del nervio lingual rama del VII Nervio Craneal (Facial), mientras que las que vienen del tercio posterior se transmiten por el nervio glosofaríngeo (IX Nervio Craneal). El nervio lingual se convierte en cuerda del tímpano antes de llegar al nervio facial, posteriormente el nervio facial hace sinapsis en el núcleo solitario, por otro lado, el nervio glosofaríngeo se va directo hacia una parte más inferior del mismo núcleo. Asimismo, algunas señales gustativas que vienen desde la región faríngea llegan al núcleo solitario a través del nervio vago. Todas las fibras nerviosas gustativas hacen sinapsis en los núcleos del tracto solitario en el tronco del encéfalo posterior. Después, la neurona de segundo orden hace sinapsis en el núcleo ventral posteromedial del tálamo. Finalmente, las neuronas de tercer orden llegan a la corteza gustativa, en la ínsula anterior y el opérculo frontal. Muchas señales gustativas se transmiten a los núcleos salivales superior e inferior en el tronco del encéfalo. Posteriormente estas zonas envían estímulos a las glándulas submandibulares, sublinguales y parótidas para controlar la cantidad de saliva secretada al momento de ingerir y digerir la comida. IV. Referencias 1. Hall, John E. Los sentidos químicos: gusto y olfato. 13era edic. Barcelona: Elsevier España; 2016. p. 685-688.
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