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Cátedra de BIOÉTICA - Ficha temática 3: TEORÍAS BIOÉTICAS 1 La siguiente ficha NO REEMPLAZA la lectura del material bibliográfico. Tiene el objetivo pedagógico de reforzar los puntos que se consideran centrales y ayudarán a la mejor comprensión del material teórico propuesto, sin embargo, NO PUEDEN citarse extractos de la ficha como respuesta en los exámenes o ejercicios. La ficha retoma, repasa, transcribe y organiza fragmentos del material propuesto, tanto teórico como audiovisual. INTRODUCCIÓN Como hemos ido viendo en las primeras clases la bioética surge como una nueva área de conocimiento que ha ido definiendo su campo de estudio, su objeto y su método. Para esto, diversos autores han aportado a la construcción de su estructura disciplinar, siendo probablemente los más difundidos Tom Beauchamp y James Childress (Beauchamp y Childress, 1998, 1993), aunque muchos otros autores norteamericanos, especialmente en los comienzos, han aportado desde distintos campos de fundamentación a la construcción del paradigma disciplinario de la bioética. En esta ficha vamos a presentar tres teorías y/o modelos de análisis en bioética: la teoría de los principios; la ética del cuidado y la bioética basada en Derechos Humanos, que es el modelo sobre el que nos interesa profundizar y practicar. Beachamp (Filósofo) y Childress (Teólogo) son conocidos por la publicación del libro “Principios de la ética biomédica” en 1979, ese libro tuvo amplia difusión y, de alguna manera, se estableció como el paradigma desde donde pensar y tomar decisiones en el campo de la salud. Para esa fecha habían tenido lugar varios eventos considerados hitos en el campo de la bioética: En 1961 aparece el primer comité de bioética en Seattle (USA) que incorpora a una persona de la comunidad; en 1966 Beecher describe y denuncia 20 investigaciones “no éticas” que se habían realizado en EE.UU; en 1964 tiene lugar la Declaración de Helsinki que establece pautas que deben cumplir la investigaciones en salud, esta declaración fue reformulada con posterioridad en Tokio 1975, en Washington D.C en 2002 y en Brasil en 2013, y sigue recibiendo presión para flexibilizar algunas de sus pautas; en 1967 tiene lugar el primer trasplante de corazón; en 1972 aparece el Informe Meadow que da visibilidad al movimiento ambientalista y su planteo de poner límites al crecimiento y su impacto en el medioambiente; en 1974 aparece el Informe Belmont, como resultado de la denuncia sobre los experimentos que se habían llevado adelante con población afroamericana para observar la evolución de la sífilis entre 1932 y 1972. Incluso después de la aparición de penicilina como tratamiento, los servicios públicos de EE.UU. siguieron investigando la progresión de la enfermedad. En 1978 nace el primer bebé concebido in vitro; en 1976 tiene lugar el conocido caso Karen Ann Quinlan, quien queda en estado de coma persistente, con respiración artificial, se solicita retirarle la asistencia para permitir su muerte digna y se recomienda la constitución de los comités hospitalarios de ética o, como veremos luego Comités de Bioética Asistencial (CBA). La enumeración de estos casos paradigmáticos nos sitúa ante la pregunta sobre: ¿Cómo tomamos decisiones en situaciones sanitarias complejas? ¿Cuál es el modo correcto de dar respuestas a conflictos entre valores, principios y derechos de las personas, las poblaciones y sus lugares de residencia? Además de las distintas teorías éticas ya vistas como la aristotélica, la kantiana o utilitarista, que aparecen como necesarias y a la vez como insuficientes, en la medida que las situaciones dilemáticas van incorporando aspectos más amplios para considerar, como por ejemplo: el carácter de los agentes, las historias de vida de las personas, las relaciones interpersonales, los sentimientos y emociones, la inscripción en una determinada tradición, el género, las distintas edades de las personas, etc., se vuelve necesario expandir el horizonte de reflexión. Esquemáticamente, podríamos decir que estas son algunas de las razones del surgimiento de diferentes Teorías Bioéticas que intentan abordar los dilemas morales Cátedra de BIOÉTICA - Ficha temática 3: TEORÍAS BIOÉTICAS 2 Fuentes bibliográficas utilizadas para realizar la ficha: Bibliografía obligatoria # BEAUCHAMP, Tom y CHILDRESS, James (1999). “Principios de Ética Biomédica”; Masson, Madrid, pp. 134 – 173. # CASADO, María y LÓPEZ BARONI, Manuel (2018). “Manual de Bioética Laica”; Ed. Universitat de Barcelona; Barcelona, pp. 46-54, 59-64. # LAMM, Eleonora (2012). “El desarrollo de la Bioética en Latinoamérica. Una visión desde Argentina”, en CASADO, María y LUNA, Florencia (coords.), Cuestiones de Bioética en y desde Latinoamérica, pp. 111-118. # LÓPEZ DE LA VIEJA DE LA TORRE, María Teresa (2000). “Ética de la diferencia”; Nómadas 1, enero– junio. # LUNA, Florencia y SALLES, Arleen (2008). “Bioética: nuevas reflexiones sobre debates clásicos”, CFE, Buenos Aires, pp. 49-75 y 113-122. # TEALDI, Juan Carlos (dir.) (2008). “Diccionario de Bioética Latinoamericana”, Red Latinoamericana y del Caribe de Bioética: Universidad Nacional de Colombia, pp. 3-5, 153-158, 177-180 que se nos presentan centrándose cada una de ellas en aspectos relevantes diferentes. Siempre en el marco de esta propuesta introductoria, por razones pedagógicas y limitaciones del tiempo que disponemos, presentaremos las tres bioéticas, sus principales aportes y límites. EL PRINCIPIALISMO: LA TEORÍA DE LOS PRINCIPIOS DE BEAUCHAMP Y CHILDRESS O ÉTICA DE LA MORAL COMÚN BASADA EN PRINCIPIOS. La primera teoría que abordaremos, acorde al tiempo de su inicio y desarrollo desde Estados Unidos, es la Ética de la Moral Común Basada en Principios, conocida también como teoría Principialista de Beauchamp y Childress. Esta propuesta se centra en cuatro principios ampliamente difundidos, a tal punto que para algunos son sinónimo de Bioética. Estos autores realizaron una adaptación de 4 principios universales que son propios de la ética y anteriores a su propuesta. Estos principios son: Autonomía, Beneficencia, No maleficencia y Justicia. Su aporte fue instalar el tema de la bioética en la práctica asistencial a través de un modelo que parecía simple y suficientemente universal. Dado el contexto de la sociedad liberal norteamericana donde esta teoría surge, puede observarse que la misma conlleva concepciones individualistas de las personas, es decir, que las personas son concebidas como radicalmente autónomas y racionales dotadas de una mirada imparcial y centradas en lo cognitivo y racional. A la vez, el individualismo liberal considera que, en sociedades democráticas, el individuo está protegido y tiene la posibilidad de luchar por su proyecto personal de vida. Si bien desde lo estrictamente formal podríamos decir que esto es cierto, lo que en realidad sucede, especialmente en América Latina, es que enormes sectores de la sociedad no tienen las necesidades básicas satisfechas (vivienda, trabajo, educación, acceso a la salud), de modo que no es posibles considerar que están en condiciones de igualdad a la hora de elegir sus proyectos de vida. Esta realidad social profundamente desigual, hace que los 4 principios propuestos por Beachamp y Childress no sean suficientes para analizar situaciones dilemáticas en esta parte del mundo, en especial porque la versión que se ha popularizado ha sido simplista e inadecuada. Estos 4 principios deberían cumplirse prima facie siempre, es decir, son obligatorios y deben respetarse salvo que entren en conflicto entre sí. En tal caso, se debe seguir el que tenga más peso de acuerdo a la circunstancia, pero es aquí donde aparece la crítica de que: “Que resultan demasiado generales y no están propuestos con algún orden o jerarquía”. Porejemplo: en el caso propuesto del placebo para dormir, la consideración sería que es incorrecto porque falta el respeto por la autonomía de la persona, pero ¿no está en tensión con la beneficencia? De esta manera, los principios por sí solos no funcionan ni como sustitutos adecuados para las teorías morales, ni como directrices orientadoras o guías de acción moral. Si bien los defensores elogian la simplicidad de la propuesta, sus críticos objetan precisamente que los principios son demasiado generales y dejan de lado sutilezas que pueden ser importantes para la resolución del dilema. Sin negar la importancia de los principios como herramientas para analizar situaciones, cabe destacar que muchos casos quedan fuera de la posibilidad de ser resueltos a la luz de dichos principios únicamente: Cátedra de BIOÉTICA - Ficha temática 3: TEORÍAS BIOÉTICAS 3 • Principio de respeto por la autonomía: debemos respetar a las personas en si mismas, cada individuo es un ser autónomo, por lo tanto, es dueño de sus propias decisiones. Siempre que sus decisiones no perjudiquen a terceros, debe ser respetadas. Deben considerarse, al menos, 3 requisitos: estar libre de presión, elegir entre opciones reales y con información suficiente y adecuada. • Principio de no maleficencia y de beneficencia: es necesario actuar en el mejor beneficio de la persona, así la acción debe ser: 1) médicamente beneficiosa, ofrecer una mejoría basada en evidencia y buen criterio médico; 2) el paciente debe considerarla beneficiosa para sí; 3) debe ser beneficioso para los seres humanos como seres humanos; 4) debe ser beneficioso para los seres humanos como seres espirituales y simbólicos. • Principio de justicia distributiva: se refiere a la distribución adecuada de cargas y beneficios sociales, y no únicamente a la igualdad meramente formal o declarativa. Se requiere que todas las personas tengan las mismas oportunidades de obtener la atención médica que necesite. El problema de base es que los recursos médicos son siempre escasos. Aquí el principio de equidad entre recursos, derechos y responsabilidades es central. RECONOCIMIENTO DE APORTES Y LÍMITES. Este modelo fue útil en tanto introdujo un lenguaje común y accesible en el mundo médico y científico. Los 4 principios colaboraron en dar claridad conceptual en los debates sobre el mejor curso a seguir y, en apariencia, ofrecía un método simple. Sin embargo, el modelo buscó ser traducido en lista de chequeos que oscurecían la apreciación real de las circunstancias; no estaba clara la jerarquía o la relación entre los principios a la hora del análisis; falta una justificación teórica de base, como ya dijimos parece primar el principio de autonomía, otros autores dirán que el que debe primar es el de justicia en su comprensión distributiva; no provee una directiva sustentada moralmente que oriente la decisión que guíe la acción. ÉTICA DEL CUIDADO O ÉTICA DE LA DIFERENCIA Surge a partir de las investigaciones desarrolladas por Caroll Guilligan (en su libro “In a different voice”) que era discípula de Lawrence Kohlberg. Este investigador, discípulo a su vez de Piaget, analizó el desarrollo moral en la niñez desde una perspectiva psicogenética. Sintéticamente, desplegó un método clínico de observación y entrevistas a infantes de 6 a 12- 13 años, sobre las bases de una situación dilemática conocida como el Dilema de Heins (que reproducimos en el caso de Alfredo Palacios). Kohlberg sostenía que esta evolución del desarrollo moral cumplía 3 etapas: nivel preconvencional, nivel convencional y postconvencional. Es decir, los niños en su desarrollo van reconociendo la autoridad y los límites hasta poder incorporarlos sin la necesidad de que vengan impuestos desde afuera. Había una suerte de secuenciación de niveles, a partir de los cuales una persona pasaba desde el egoísmo infantil, hasta el nivel de razonamiento superior caracterizado por la posibilidad de efectuar razonamientos morales imparciales, racionales y basados en principios. En base a ello, Kohlberg concluyó que el razonamiento moral de las mujeres era deficiente cuando se lo comparaba con el de los varones, dado que aquellas tendían a Cátedra de BIOÉTICA - Ficha temática 3: TEORÍAS BIOÉTICAS 4 quedarse en lo que el definía como “etapa intermedia”, en la cual moralidad es asociada a la amabilidad y hay escasa utilización de principios abstractos. Frente a ello, lo que Carol Guilligan va a cuestionar es, fundamentalmente, la construcción de la escala que se delimita observando únicamente a varones (el paradigma utilizado como punto de partida). Sostuvo que el modelo de Kohlberg descalificaba la participación de las mujeres que parecían no encajar con el razonamiento esperado, ya que hacían otras preguntas al dilema propuesto antes de responder cuál sería el curso de acción más correcto. En efecto, en lugar de opinar que robar para salvar la vida es una posibilidad, las mujeres se preguntaban: si el hombre había ido a hablar antes con el farmacéutico para explicar su situación; o si la policía al conocer la causa del robo podía omitir la infracción, y así a partir de formular una serie de preguntas remitían a las relaciones de las personas entre sí. La solución que pensaban las mujeres era más narrativa, ampliaba la consideración para incluir aspectos relacionales y empáticos entre los sujetos involucrados. La ética del cuidado, entonces, lo que hace es discutir la noción abstracta de justicia o, podríamos decir, la noción androcéntrica de justicia, ya que, según la herencia del pensamiento occidental, la justicia es racional, universal, abstracta y objetiva, todas características que se le han negado al género femenino. Para no reproducir lo que ya tienen para leer en el texto de Ma. Teresa López De la Vieja de la Torre, vamos a exponer un cuadro que pretende sintetizar cuáles serían las principales diferencias entre la interpretación que hacía Kolberg y la lectura que hace Guilligan y que le lleva a proponer esta ética del cuidado, en la clase vamos a exponer el contexto en el que se da esta discusión. El siguiente cuadro busca sintetizar esquemáticamente las diferencias centrales entre una noción de justicia abstracta y la perspectiva más narrativa, contextual y relacional que propone la ética del cuidado: Ética de la Justicia Ética del cuidado Se basa en la aplicación de principios morales abstractos (formalismo). Es importante la imparcialidad, mirar al otro como otro genérico prescindiendo de sus particularidades como individuo (imparcialismo). Por estas características, todas las personas racionales deben coincidir en la solución de un problema moral. Se caracteriza por un juicio más contextual. Hay una tendencia a adoptar el punto de vista del "otro particular", con sus peculiaridades, a la intervención de los sentimientos, la preocupación por los detalles concretos de la situación a juzgar. Como se tiene en cuenta el contexto, no todos han de coincidir en la solución del problema moral. Se basa en el respeto de los derechos formales de los demás. Sería el derecho de un ser humano a hacer lo que desee sin afectar los derechos de los demás, por lo que supone poner reglas que reduzcan la invasión de otros derechos y así limiten el daño al mínimo. La responsabilidad hacia los demás se entiende como una limitación de la acción, un freno a la agresión. Se basa en la responsabilidad por los demás. Eso supone una preocupación por la posibilidad de omisión, de no ayudar cuando podríamos hacerlo. No se trata solo de contener la agresión, la falta de respuesta, no actuar cuando habría que hacerlo, es también un problema. Cátedra de BIOÉTICA - Ficha temática 3: TEORÍAS BIOÉTICAS 5 Para esta ética es necesario partir de las personas como separadas, independientes. Supone una concepción del individuo comoprevio a las relaciones sociales. Se basa en la comprensión del mundo como una red de relaciones en las que se inserta el Yo. De ahí surge un reconocimiento de las responsabilidades hacia los demás. Se ocupa de cómo llegar a unas reglas mínimas de convivencia, o mejor aún, de marcar los procedimientos que se deben seguir para llegar a resultados justos, pero sin pronunciarse sobre los resultados mismos. Por tanto, no se puede decir que algo es bueno en general, sólo si la decisión se ha tomado siguiendo las normas. (procedimentalismo). Se ocupa no sólo de las reglas, sino de cualquier cosa que se valore como moral. (Fuente: Gloria Marín 1993: Ética de la justicia, ética del cuidado) RECONOCIMIENTOS Y LÍMITES DEL MODELO. Fue importante para dar lugar a un cambio de paradigma y cuestionar la “voz y el razonamiento patriarcal”; amplió la noción de moralidad entendida desde la responsabilidad hacia el otro como persona particular y en determinadas circunstancias, podríamos decir que se recupera e incorpora el principio de reciprocidad y equidad en el trato con otras personas según cuál sea el contexto en el que se encuentren; de este modo se integra la noción de compromiso para lograr un bienestar que no es meramente individual sino siempre relacional. El modelo reconoce el valor de la justicia y la razonabilidad a la vez que incorpora la consideración específica del contexto, el cuidado y el respeto por la otra persona concreta y situada, la justicia debe ser situada o queda en un mero gesto declarativo. Las críticas al modelo se orientaron a señalar, desde el feminismo de la igualdad, se discutía que el modelo valorizaba rasgos del rol de género impuesto a la mujer, lo podía llevar a un sacrificio injustificado y someter a la mujer a las tareas del cuidado. Las otras cuestiones a considerar fueron, que era un modelo limitado para evaluar relaciones entre extraños y que la excesiva atención al contexto no permitía la formulación de principio universales. BIOÉTICA LAICA Y BASADA EN LOS DDHH. Posterior al modelo de la tradición angloamericana, pragmático y liberal (modelo de los principios o principialismo), y también posterior a la Ética del Cuidado recién referida, se desarrolló otro modelo heredero de la tradición europea y latina, fundado en los Derechos Humanos y cuyo origen está íntimamente ligado a la Declaración Universal de los DDHH. Este modelo que utiliza como marco ético mínimo los DDHH, lo que permite realizar un análisis teniendo en cuenta las preocupaciones sobre la vida, la salud y cultura en el planeta, en un mundo diverso, plural y complejo. Respondiendo a los principios de respeto por la dignidad humana, la libertad y la justicia en términos no abstractos sino a partir de las necesidades básicas establecidas por los derechos humanos. Cátedra de BIOÉTICA - Ficha temática 3: TEORÍAS BIOÉTICAS 6 ¿QUÉ SON LOS DERECHOS HUMANOS? Como ya dijimos en la primera ficha, cuando hablamos de “derechos” estamos haciendo referencia a aquellas prerrogativas reconocidas por el ordenamiento jurídico a las personas. Nos interesa aquí recordar que los Derechos Humanos (DDHH) son aquellos que se reconocen a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Fundamento de los DDHH: Dignidad. La dignidad aparece en un escalón superior al de los DDHH, es lo que les da sustento y sentido. ¿Por qué? Tal como lo explica López Baroni, para comprender qué representa este valor en la historia reciente de la bioética, debemos tener en cuenta que los famosos experimentos que se hicieron en Estados Unidos con los afroamericanos (Tuskegee1, Alabama) durante casi cuarenta años, no afectaron solo a la falta de consentimiento de las personas sino a su dignidad como seres humanos, ya que se los empleó como conejitos de indias. El problema con la dignidad es que pese a presentarse como un valor fundamental, su contenido dista de estar suficientemente consensuado. Precisamente, el mismo concepto se ha utilizado como instrumento al servicio del dogmatismo religioso2, o bien, como herramienta para defender el neoliberalismo y el darwinismo3. Por tal motivo, algunos autores como Ruth Macklin han criticado su utilización, señalando que se trata de un concepto de naturaleza metafísica, de ahí q́ue estimen que debería sustituirse por el principio de autonomía, más cuantificable, aprehensible ́ o verificable. Pese a lo expuesto, para nosotros -siguiendo la tradición Kantiana- la dignidad es un pilar insoslayable para la protección y defensa de los seres humanos, por ser aquello que nos distingue y es inherente. Caracteres de los DDHH: 1. Se asientan en la sola condición de “humanidad” de quien lo goza, y por ende, en su dignidad; 2. Son irrenunciables e inalienables; 3. Son universales, indivisibles e interdependientes, es decir, están interrelacionados, de modo que si se afecta uno de esos derechos se ven afectados otros; 4. Son fruto del consenso social históricamente construido; 1 Este es el experimento mencionado en la introducción, en el cual a los participantes no se les informó que los tratamientos contra la sífilis que les aplicaban eran placebos y no servían para nada. Esto sucedió incluso a pesar de que, en el transcurso de los años desde el comienzo del experimento hasta el final, se descubrió la penicilina. 2 La dignidad se emplea como eufemismo para abogar por el conservadurismo moral propio de las religiones monoteístas, ej. la Iglesia católica enarbola la dignidad humana para oponerse a la fecundación in vitro, a la clonación terapéutica, a la investigación con células madre embrionarias, a los anticonceptivos y, en general, a cualquier avance científico en biomedicina que contrarié sus postulados. 3 Estas posturas defienden la clonación reproductiva humana, alegando que lo que hace único e irrepetible a un ser humano (y por ende el origen de la dignidad) son sus experiencias, no su dotación genética. Cátedra de BIOÉTICA - Ficha temática 3: TEORÍAS BIOÉTICAS 7 5. Son exigibles ante el Estado que debe garantizarlos; 6. Su efectivización implica el ejercicio pleno de la libertad en condiciones de igualdad y justicia. En otras palabras, son la condición mínima para la vida digna. Clasificación de los DDHH. La evolución y progresiva ampliación del espectro de derechos humanos reconocidos ha provocado que se los clasifique en distintas generaciones: Generación Contenido Ejemplos PRIMERA GENERACION Derechos civiles y políticos. Siglos XVII y XVIII Abordan al ser humano en tanto sujeto político e individuo en la sociedad civil. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) Libertad religiosa, de expresión, de asociación, de circulación, sufragio, derecho a un debido proceso, etc. SEGUNDA GENERACION Derechos económicos, sociales y culturales. Siglo XX Abordan al ser humano en tanto miembro de una comunidad. Se vinculan a la idea de igualdad y justicia. Refieren a cómo la gente vive y trabaja junta, a las necesidades básicas de la vida, al acceso a bienes, servicios y oportunidades. Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC). Derecho a la educación, a la salud, a fundar y mantener una familia, al trabajo en condiciones satisfactorias, a la seguridad social, a la vivienda, a la participación en la vida cultural, etc. TERCERA GENERACION Derechos colectivos o de solidaridad. Siglo XX y XXI Abordan al ser humano en tanto miembro de un colectivo mayor (la humanidad), teniendo en cuenta que existen situaciones que ponen en riesgo la vida de todos a escala universal. Velan porque se den las condiciones adecuadas para que se puedan garantizar los derechosya reconocidos de primera y segunda generación. Derechos al desarrollo, a la paz, a un medio ambiente sano, a participar en la explotación del patrimonio común de la humanidad, a la comunicación y a la asistencia humanitaria, derechos del consumo. CUARTA GENERACION4 Derechos TICs Siglo XXI Abordan al ser humano en su interacción con las nuevas Derecho al acceso a la informática, a la seguridad de los datos, a formarse en 4 Esta categorización esta todavía discutida y no es universal en la actualidad. Cátedra de BIOÉTICA - Ficha temática 3: TEORÍAS BIOÉTICAS 8 tecnologías de la comunicación y la información (internet, IA, Big Data, etc.). nuevas tecnologías, a la autodeterminación informativa. En resumen, los distintos instrumentos de DDHH consideran a todos los seres humanos como merecedores de igual consideración y respeto por sus necesidades e intereses: dignidad en el marco de la justicia. Señalan el reconocimiento de que existen particularidades culturales que deben ser respetadas entre otros derechos. En el ámbito sanitario podemos recalcar el derecho a una atención de calidad, a la toma de decisiones autónomas, a la información, a la confidencialidad y respeto a la intimidad, a decidir según sus propios intereses, deseos y condiciones sin ser juzgado, en condiciones de igualdad, entre otros no menos importantes. FACTORES QUE INCIDIERON EN EL SURGIMIENTO DE LA BIOÉTICA BASADA EN DDHH. Los orígenes de la bioética, en el contexto norteamericano (Georgetown), se vieron profundamente influenciados, por un lado, por el sesgo religioso incompatible con la pluralidad y la diversidad, tanto cultural como ideológica, existente en el mundo; y por otro, por la tradición liberal de Estados Unidos, entendida como énfasis en la economía de libre mercado y acento en el individualismo, lo que restringió la noción de bienestar social y satisfacción de las necesidades. La negación de la salud como derecho humano básico, que la Declaración de Alma-Ata (1978) de la Organización Mundial de la Salud procuró proteger, puede verse como una de las mayores expresiones de ese reduccionismo. Así, la bioética dominante durante los años ’70 y ‘80 fue de tipo clínico antes que social o enfocado a la salud pública; se orientó a los problemas tecnológicos de “curar” antes que a las cuestiones interhumanas de “cuidar”; y promovió una mezcla pragmática entre valores éticos e intereses económicos antes que un verdadero entendimiento moral comunitario. No obstante, tres grandes corrientes de pensamiento/reflexión confluyeron en nuestra disciplina marcando el avance hacia el paradigma indicado de los DDHH: Las corrientes feministas. Las teorizaciones sobre el feminismo son previas a la creación del neologismo «bioética». Hablamos de corrientes feministas, plurales, diversas, y aun enfrentadas entre si ,́ y no de “feminismo” porque no estamos ante una única versión. No obstante, en esencia, los axiomas del feminismo en cualquiera de sus vertientes, han cuestionado al arquetipo tradicional del modelo eurocristiano liberal, esto es, el varón, blanco, burgués, ilustrado, etc., centro, núcleo y objeto de la bioética en sus inicios. La principal consecuencia de la aproximación del pensamiento feminista a la bioética fue, sin duda, el progresivo proceso de igualación de las mujeres a los hombres, cuestionando para ello los conceptos tradicionales de matrimonio, familia, sexualidad, etc. Las corrientes laicistas. La excesiva influencia de la Iglesia Católica en los países de raigambre latina provocó que, en el plano sociocultural, se hayan desarrollado los Cátedra de BIOÉTICA - Ficha temática 3: TEORÍAS BIOÉTICAS 9 mayores intentos por revindicar una versión laica de la bioética. Justamente, la apuesta por una bioética laicista formo parte de un esfuerzo histórico por separar al Estado de la Iglesia la esfera pública de la privada y resolver definitivamente el problema de la criptoconfesionalidad. El multiculturalismo. El surgimiento de la Globalización, tras el hundimiento del comunismo y la dicotomía capitalismo vs. marxismo, sirvió –paradójicamente- para comenzar a observar un mundo multicultural y sirvió para reivindicar el valor del pluralismo moral en un planeta complejo y diverso. Los cuestionamientos al modelo principialista vinieron primordialmente de la preeminencia del principio de autonomía, emblema del paradigma anglosajón protestante. El resultado de la convergencia de esas corrientes sumado a la necesidad de respuestas que permitieran superar las críticas formuladas al modelo anglosajón, hizo que los DDHH se consolidaran como nuevo modelo bioético, dado que representaban una serie de valores compartidos, transculturales, consensuados, etc.5. NOTAS TIPIFICANTES DE UNA BIOÉTICA BASADA EN DE LOS DDHH. La postulación de una bioética de los Derechos Humanos fue realizada por primera vez el 5 de octubre de 2001 en Buenos Aires, como apertura del Encuentro Regional Bioética y Derechos Humanos. Este paradigma rescata la construcción del derecho internacional de los Derechos Humanos como el mayor consenso político internacional entre los dos grandes bloques de países liberales y socialistas; y en términos religiosos y culturales, como el mayor acuerdo entre las grandes religiones (cristianismo, islamismo, budismo, entre otras) y las culturas más diversas de Oriente y Occidente. Hay dos tesis básicas presentes en esta formulación: * La primera postula que desde su origen la bioética es un campo plural de reflexión ético-normativa que admite distintas singularidades de pensamiento y, por tanto, diversas bioéticas, pero a partir y en modo indisociable al respeto de la moral universal de los Derechos Humanos que incluye el respeto de la diversidad cultural y lingüística. La reflexión bioética es indisociable del respeto de los Derechos Humanos. *La segunda tesis sostiene que toda concepción teórica de la bioética debe dar cuenta del lugar que ocupan la moral del sentido común, los valores, los principios y las virtudes; y al mismo tiempo, de la conexión existente con otros tipos de pensamiento racional como el jurídica, científica y tecnológica, y el estético. En suma, lo que este modelo de análisis bioético afirma es que los Derechos Humanos son el mínimo moral o la frontera demarcatoria entre los mundos de la moral y la inmoralidad, resaltando el carácter fundamental de la dignidad humana como valor incondicionado y de la justicia como deber absoluto (y no prima facie). La justicia es un deber absoluto para la bioética de los Derechos Humanos porque ella constituye el respeto mismo del valor incondicionado de la dignidad humana. En palabras de María 5 Una parte de los autores, sin embargo, ha marcado que la utilización de este modelo implica un reenvío –nuevamente- al problema del etnocentrismo occidental/liberal/eurocristiano/laicista, ya que sostiene que las reglas que deben regir la biotecnología a escala planetaria son las nuestras. Cátedra de BIOÉTICA - Ficha temática 3: TEORÍAS BIOÉTICAS 10 Casado los DDHH son el piso mínimo de acuerdo moral, son producto de consensos previos, de una historia compartida y son el mayor acuerdo ético a nivel global. Algunos de los principales caracteres que presenta esta formulación de la bioética son los siguientes: A. Es laica: se desprende de todo fundamento religioso. Los DDHH constituyen las bases jurídicas y, a la vez, el mínimo ético irrenunciable, sobre las que deben asentarse las sociedades. Aceptar este postulado permite establecer pautas de conductas obligatorias para todos, independientemente de la fundamentación de la que se parta, ya que permite trazar un vínculo de unión entre posiciones diversas. B. Es flexible: reconoce de la existenciade «morales diferentes», una por cada comunidad o grupo humano (etnia, religión, cultura, etc.), pero aspira a conseguir una ética de carácter universal que trascienda dichas morales particulares. C. Es plural: ofrece un arco de posibilidades para que los ciudadanos elijan libremente la opción que sea más acorde con sus convicciones religiosas y/o culturales. La función del Estado no seri á imponer una única vereda vital, sino permitir que las diferentes alternativas coexistan sin excluirse mutuamente. D. Es compleja y contextual: destaca la importancia de formar una actitud crítica y reflexiva con capacidad de interrogar, incluyendo enfoques alternativos que contemplen el espectro de consideraciones culturales, económicas y de género que exige un análisis contextual. E. Es política y social: marca la necesidad de incorporar en los análisis bioéticos temas sociopolíticos de actualidad y las disparidades regionales, al igual que la justicia social y la equidad como puntos de partida en los análisis (sobre todo en el enfoque latinoamericano como veremos a continuación). BIOETICA LATINOAMERICANA. Pensamiento crítico latinoamericano. El término América Latina surgió́ en el siglo XIX para diferenciar la región de países americanos colonizados por España y Portugal, de la América anglosajona representada por Estados Unidos. El adjetivo “latina” alude al origen común de las lenguas nacionales derivadas del latín, a la tradición del derecho romano y la religión católica en estos pueblos. Se apuntó con este término a marcar la identidad visible de una región en términos de lengua, derecho, religión, administración colonial, ori ǵenes culturales y fuerza inmigratoria española, portuguesa e italiana. Las particularidades socio-culturales especificas derivadas de la historia de esta parte del continente, a saber: la destrucción de las tres grandes civilizaciones originarias de aztecas, mayas e incas, y la de numerosos pueblos de menor dimensión (1492-1557); un conflictivo mestizaje étnico y socio-cultural entre blancos, aborígenes y negros (1557-1804); y la influencia europea previa junto con la influencia dominante de Estados Unidos en la región, impregnaron el pensamiento intelectual de características propias. Una de las principales notas tipificantes de este pensamiento propio, más ponderativo y contextualizado, fue cuestionar –justamente- la pretensión de universalidad de ciertas categorías y perspectivas disciplinarias utilizadas por pensadores provenientes de territorios como Europa o Estados Unidos, con realidades totalmente diferentes a la nuestra. Cátedra de BIOÉTICA - Ficha temática 3: TEORÍAS BIOÉTICAS 11 Esto dio lugar a un estilo de pensamiento reflexivo que toma plena conciencia del análisis, de la maduración de las propias categorías, de la complejidad sociocultural y de prácticas que ayudan a germinar una crítica a los variados contextos de dominación y que posibilita las plurales luchas por el reconocimiento. Crítica y construcción de Bioética con tintes propios. La misma critica formulada a las concepciones dominante en las distintas ramas de la ciencia (a esa pretensión de totalidad), tuvo lugar en la bioética regional. Puntualmente, se formuló una crítica a las concepciones usuales de la bioética, en tanto estas pudieran suponer enfoques confusos, oscuros o falsos, con serias dificultades teóricas y prácticas para quienes trabajaban la bioética en esta región. Ocurre que los problemas de bioética son inseparables de la cultura y del lugar geográfico donde surgen, por lo que resulta indispensable -para que el análisis sea integral- tomar en cuenta la historia, la cultura y las condiciones donde el problema surge. De la misma forma, es necesario considerar el territorio, entendido como unidades biológicas y culturales donde conviven múltiples especies, ya que muchos de los problemas de bioética suelen superar las fronteras nacionales. Con esos matices de fondo, a fines del siglo XX se genera una tradición bioética autónoma y que merezca ese nombre en América Latina, motivada por la amplitud de los principales problemas ambientales, aunque sin límites disciplinarios claros. Algunos ejemplos que la bioética latinoamericana debió discutir en los foros internacionales, como cuestiones de justicia global, han sido: la postulación del concepto de doble estándar, la disociación entre bioética y Derechos Humanos, la minimización del lugar de la salud pública, el medio ambiente o la pobreza, entre otras. En síntesis, la bioética que se fue delineando en América Latina tuvo una serie de pretensiones propias que la dotaron de caracteres particulares. Entre esas pretensiones podemos mencionar: a) dar cuenta de los valores en juego en los casos particulares, identificar los principios éticos universales que se imponen en la práctica en salud y promover las virtudes éticas necesarias para obrar bien; b) partir de la comprensión del trasfondo sociocultural sobre el cual opera el discurso moral, y su contexto histórico y social; c) tomar conciencia de la “moral comunitaria” existente en tanto moral que ha ido reconociendo determinados valores como universales; pero además, de la “moral localizada”, esto es, de la moral en espacios contextuales que nos permite pasar de lo que la razón encuentra como acción moralmente indicada hacia el mandato moral efectivo de nuestra conciencia que nos lleva a actuar de uno u otro modo; d) ser casuística, porque no puede concebirse la reflexión bioética en abstracto, sino surgiendo en situaciones concretas particulares; pero a la vez reconociendo los principios éticos universales consagrados en los derechos humanos. Problemas de bioética regional y Derechos Humanos. Algunos de los principales problemas de bioética en América Latina, vinculados al medio ambiente, son la deforestación, el adelgazamiento de la capa de ozono, la construcción de represas, la instalación de plantas de celulosa de papel, la consideración de la naturaleza como un medio al servicio del ser humano, la ausencia Cátedra de BIOÉTICA - Ficha temática 3: TEORÍAS BIOÉTICAS 12 de consideración a la sensibilidad de los animales, la contaminación de tierras, aire y aguas por la minería y la polución atmosférica por automóviles. Estos tienen, paralelamente, un trasfondo social en la medida en que los más pobres sufren más las consecuencias de ello y se benefician menos. Igualmente, aparecen problemas persistentes vinculados a la desigualdad y la pobreza, tales como embarazo adolescente, interrupción del embarazo insegura, mortalidad perinatal e infantil, desnutrición, violencia familiar, trata de personas, gestación por sustitución y comercialización de órganos. Con respecto al desarrollo biotecnológico aparece la distribución injusta y su inaccesibilidad; la existencia de un mercado biotecnológico y de industrias farmacéuticas en la región que saben de la vulnerabilidad de muchas poblaciones y factibilidad de explotación, y se aprovechan de ello. Por consiguiente, tal como se puede advertir, la preocupación por los problemas éticos derivados de la desigualdad global, la exclusión, la guerra, la violencia, la pobreza, aparecen como temáticas de abordaje recurrentes en los pensadores de la región.
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