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Franco Zenon - El arte del ataque, 2008-OCR, 234p

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ZENÓN FRANCO 
Asunción (Paraguay) 1956 
Gran Maestro Internacional 
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Campeón Panamericano en 1981. 
Ha participado en nueve Olimpiadas. 
Dos veces medalla de Oro al mejor primer 
tablero, Lucerna 1982 y Novi Sad 1990. 
Entrenador de Paco Vallejo del 1995 a 
1999. 
Columnista semanal en el periódico ABC 
color de Asunción (Paraguay) desde el 
año 2002. 
Colaborador de las revistas: El Rey, 
Ajedrez de Estilo, Jaque y la italiana Torre 
& Cavallo. 
Obras publicadas: 
"Usted juega" 
"Magistral Ciudad de León, 20 años de 
ajedrez" 
"Ajedrez solitario" 
"Chess self improvement" 
"Winning Chess Explained" 
"Chess Explained: The English 
Opening" 
"Chess Explained: Modern Benoni 
Defence" 
"The Art of Attacking Chess" 
"A te la Mossa (Vol 1 )" 
El arte del ataque 
Zenón Franco 
Primera edición en Andorra, noviembre 2008 
Edita Esfera Editorial 
Apartat de Correus 2052 
Principat d'Andorra 
http://www.esferaeditorial.com 
info@esferaeditorial.com 
© Zenón Franco Ocampos, 2008 
© Esfera Editorial, 2008 
ISBN: 978-99920-908-1-7 
Depósito Legal: AND.770-2008 
Impreso en Andorra por lmpremta Solber 
Portada y maquetación: Esfera Editorial 
Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones 
establecidas en las leyes, quedan rigurosamente 
prohibidas, sin autorización escrita de los titulares del 
copyright, la reproducción parcial o total de esta obra 
por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la 
reprografía y el tratamiento informático, así como la 
distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo 
públicos. 
El arte del ataque 
Índice general 
Bibliografía. 6 
Introducción. 7 
Capítulo l. El Rey en el centro. 11 
Capítulo 2. Enroque largo vs. Enroque corto. 35 
Capítulo 3. Ataques al enroque. Reyes en el mismo flanco. 63 
Capítulo 4. Aprovechamiento de las ventajas temporales. 84 
Capítulo 5. Los Alfiles de Horwitz. 117 
Capítulo 6. Miscelánea. 149 
La fuerza del Cf5. 149 
Maniobras con las piezas pesadas. 161 
El centro de peones. 172 
Soluciones de los ejercicios. 187 
Índice de jugadores. 231 
Índice de aperturas. 232 
5 
6 El arte del ataque 
Bibliografía 
El Ajedrez como yo lo juego. Paul Keres, Editorial Sopena 1963. 
Second Piatigorsky Cup. Isaac Kashdan, Dover 1968. 
The Life and Garues of Mikhail Tal. Mikhail Tal, RHM Press 1976. 
El Estilo Posicional. Vladimir Simagin, Editorial Aguilera 1983. 
Averbakh's Selected Garues. Yury Averbakh, Cadogan 1998. 
Super Nezh. Alex Pishkin, Thinkers Press 2000. 
Storming the Barricades. Larry Christiansen, Gambit 2000. 
My Best Garues of Chess. Vishy Anand, Gambit 2001. 
I play against the pieces. Svetozar Gligoric, Batsford 2002. 
Smyslov's Best Garues Volume I y II. Vassily Smyslov, Chess Agency CAISSA-90 2003. 
Mis geniales predecesores Volumen 2. Gary Kasparov, Ediciones Meran 2004. 
School of Chess Excelence. Mark Dvoretsky, Vol 1 a 4, Edition OLMS 2001 a 2004. 
Garry Kasparov's Greatest Chess Garues Volume l . Igor Stohl, Gambit 2005 
Mis geniales predecesores Volumen 3. Gary Kasparov, Ediciones Meran 2005. 
Secrets of Chess Training, Mark Dvoretsky. Edition OLMS 2006. 
Mis Geniales Predecesores Volumen 4. Gary Kasparov, Ediciones Meran 2006. 
The Revolution in the 70s. Part 1 Garry Kasparov, Everyman Chess 2007. 
San Luis 2005. Alik Gershon & Igor Nor, Quality Chess 2007. 
Chess Informant, 1 a 99. 1966 a 2007. 
New in Chess Magazine 1984 a 2007. 
Mega 2008, Chessbase, 2008. 
ChessToday años 2005 a 2007. 
Schredder 9 
Fritz 10 
Deep Junior 10 
Rybka 2.3 
Prólogo 7 
Prólogo 
Cuenta Mikhail Tal que el día antes de que comenzara el Memorial Alekhine de 1963, durante 
el cumpleaños de uno de sus amigos, no ajedrecista, alguien repentinamente expresó su deseo 
de que "El Mago de Riga" sacrificara algo en su primera partida, contra el holandés Kuijpers. 
-"¿Qué pieza y en qué casilla le gustaría?" preguntó Tal, en broma, su interlocutor dijo que 
preferiría un caballo en "e6" . 
Lógicamente Tal olvidó la conversación. Al día siguiente la partida con Kuijpers fue tranqui­
la, luego se complicó, y en medio de un apuro de tiempo febril, se llegó a la siguiente posición: 
Tal M. - Kuijpers F. 
Alekhine mem Moscú, 1963 
Las últimas jugadas fueron: 36.'llfs+ 'lt>hs 37 .Clle6 y ante el mate inevitable, las negras aban­
donaron. 
Al bajar del escenario sus amigos se arremolinaron en torno a él, " ¡Dios mío ! , ¿lo has hecho 
a propósito?", preguntó uno de ellos. Tal no entendía a qué se refería, y le aclararon, "Bueno, 
hacer que tu última jugada fuera 'lle6'', le aclaró su amigo. 
Sólo entonces Tal recordó lo del día anterior y comprendió lo sucedido, y relata: "Me di cuen­
ta de que mi prestigio sobre el ajedrez en estos círculos había aumentado drásticamente, y así, 
para mantenerlo, pregunté pomposamente: ¿Qué sacrificio te gustaría mañana y dónde?". 
Esta divertida anécdota de uno de los mayores virtuosos del ataque de la historia, muestra 
hasta qué punto el curso de la partida no depende tanto de la propia decisión, como del cariz 
propio que la partida va tomando, lo que depende de una multitud de elementos . 
Ni aun siendo Tal, uno puede ir a jugar una partida, aspirar profundamente y con mirada fiera 
hacia el infinito y aire decidido, simplemente decirse: " ¡Hoy voy a atacar !" . 
Para ello es indispensable que existan factores que lo aconsejen, y según Steinitz, hasta lo 
8 El arte del ataque 
obliguen, pues como dijo el primer Campeón del Mundo, "El que tiene ventaja está obligado a 
atacar, o perderá su ventaja". 
Esta frase es también aplicable a posiciones equilibradas, donde hay superioridad en un ala, 
que por lo general implica que el adversario la tiene en el otro flanco, por lo que si no progresa 
en el ataque propio, es claro que se cede la iniciativa al otro bando. 
Hay estructuras que claramente fuerzan a atacar, una muy familiar es cuando los reyes están 
enrocados en flancos opuestos, muchas veces quien llega antes en la carrera de ataques, resulta 
vencedor. 
Otro ejemplo claro es poseer la pareja de alfiles apuntando al enroque, con sus diagonales 
abiertas, o una columna abierta sobre el enroque adversario, etc ., claro que la primera idea, y 
posiblemente la correcta, sea atacar al rey enemigo. 
Hay jugadores de ataque por excelencia, vienen de inmediato a la memoria Adolf Anderssen, 
Mikhail Tal, o el joven Paul Keres, Garry Kasparov, y en la actualidad Veselin Topalov, por citar 
a algunos, pero en el ajedrez moderno se ven más jugadores de estilo multifacético, capaces de 
jugar con igual destreza todas las posiciones. 
Es el llamado "estilo universal" cuyo principal exponente ha sido Boris Spassky, en esa clasi­
ficación se pueden englobar Vishy Anand, Boris Gelfand, Vassily Ivanchuk, y muchos otros. 
Tal vez haya que hacer una salvedad con respecto a algunas partidas de maestros de primer 
nivel, la teoría de las aperturas llega hasta entrado el medio juego, y la moda ajedrecística hace 
que se repitan líneas complejas, por lo que algunos días los maestros de primera fila tienen más 
posibil idades de saber si la partida del día será una compleja lucha táctica, con ataques, o un 
final más sencillo. 
Pero eso es ajeno a la mayoría de los ajedrecistas, que somos simples mortales, y donde la 
lucha real en el tablero comienza mucho antes. 
El ataque en ajedrez tiene una importancia capital, y dominar sus secretos es un sueño al que 
todos anhelamos llegar, pero el arte del ataque no se limita a rematar con brillantez posiciones 
ventajosas. 
En cierta ocasión Bogoljubow se refirió al extraordinario juego de Alekhine, Bogoljubow con­
sideraba que podía rematar las partidas con igual eficacia que Alekhine, la diferencia es que él 
no podía llegar a esas posiciones con la misma facilidad que llegaba Alekhine. 
Construir esas posiciones es lo más difícil, en este libro veremos partidas no sólo con remates 
brillantes sinotambién examinaremos las distintas fases de la creación de esos remates. 
Para ello, dentro de cada partida principal, con frecuencia, veremos partidas completas que 
nos ayudarán a tener una idea más amplia, y comprenderla mejor. 
La elección de los ejemplos tuvo como guía no repetir, salvo alguna excepción, partidas de­
masiado conocidas , y ya ampliamente comentadas . 
El libro consta de seis capítulos, que describiremos brevemente: 
• El Capítulo 1 tratará de posiciones donde al menos uno de los dos bandos, queda con el rey 
en el centro y ello tiene un rol importante en la partida. 
• En el Capítulo 2 examinaremos posiciones de ataque con los reyes situados en flancos 
opuestos. 
• En el Capítulo 3 se analizarán partidas donde el ataque se centra contra el rey enrocado en 
el ala rey, y se explotan debilidades concretas del enroque. 
• El Capítulo 4 estará dedicado a posiciones donde se fuerza o se aprovecha la superioridad 
de fuerzas atacantes donde se encuentra el monarca adversario. 
El arte del ataque 9 
El Capítulo 5 lo dedicaremos a desmenuzar posiciones con los llamados "Alfiles de 
Horwitz" 
• En el Capítulo 6 analizaremos diferentes motivos estratégicos que tienen gran importan­
cia en respecto al ataque. 
Antes de cada partida se hará una breve descripción de la lucha, durante la partida, se mos­
trarán ejemplos relacionados con la partida para tratar de entender mejor lo que sucede, y al 
final se hará una revisión algo más amplia de los momentos clave y enseñanzas de la partida. 
Tras finalizar los capítulos habrá ejercicios con los temas tratados en ellos, que son una 
continuación de los temas explicados y lo que en cierta manera representa una prueba princi­
palmente para el lector, pero también para el autor, y cuanto más acertado se muestre el lector, 
más satisfecho se encontrará quien escribe. 
Tras el agradecimiento al MI David Martínez Martín por sus observaciones y sugerencias, 
nuevamente deseo expresar que todas las fases de creación de este libro han sido muy placen­
teras, partiendo desde la desorientación inicial, donde uno parece estar ante una montaña casi 
imposible de escalar, hasta que las ideas van cobrando forma y la meta de intentar transmitir 
lo que uno desea ya no parece inalcanzable, hasta sentir que el libro va "cobrando vida propia", 
con cierta armonía, provoca en este autor un inmenso placer. 
Dedicado a: 
Asunción y Tea. 
10 El arte del ataque 
Símbolos ajedrecísticos: 
t Pequeña ventaja blanca. ?? Muy mala jugada. 
::¡:: Pequeña ventaja negra. !? Jugada interesante. 
± Clara ventaja blanca. ?! Jugada dudosa. 
::¡:: Clara ventaja negra. 6. Con la idea de. 
+- Decisiva ventaja blanca. X Debilidad / Mal ubicado. 
-+ Decisiva ventaja negra. D Jugada única. 
# Mate. o Es mejor. 
00 Juego incierto. EEl Centro. 
00 Compensación. � Diagonal. 
Iniciativa. <=> Columna. 
Ataque. » Flanco de rey. 
+:::! Contra juego. Flanco de dama. 
o Ventaja de desarrollo. ..l Final. 
o Ventaja de espacio. @ Pareja de alfiles. 
0 Zugzwang. � Alfiles de color opuesto. 
Buena jugada. � Alfiles del mismo color. 
? Mala jugada. 6 Peón pasado. 
!! Excelente jugada. E9 Tiempo. 
El rey en el centro 11 
l. El rey en el centro 
En este primer capítulo veremos partidas donde el rey queda momentánea o permanente­
mente en el centro. 
Está claro que el rey en el centro es generalmente más vulnerable que en un flanco, pues 
tiene poca protección, y es peligroso no ponerlo en seguridad una vez que las piezas estén desa­
rrolladas, s i bien pocas veces queda voluntariamente en el centro sin recibir nada a cambio. 
Puede haber varias razones para dejar al monarca más tiempo del recomendable en el cen­
tro. La más común es que sea a cambio de lograr ventaja material, y se confía en solucionar los 
problemas momentáneos del rey en el centro. También puede haber ventajas a largo plazo, 
como mejor estructura, pareja de alfiles, etc. , y también que el rey esté más seguro en el centro 
que en un flanco donde todas las piezas del adversario están esperando a que se enroque para 
iniciar un peligroso ataque. 
Si está claro cuál es el límite entre un riesgo asumible y una decisión temeraria, es fácil to­
mar una decisión, pero no siempre lo es. 
Partida Nº 1 
Tenemos claro que perder tiempos con las 
piezas negras, aún con aparentemente fun­
dadas razones, puede tener consecuencias 
fatales, en cambio si ello es realizado por las 
blancas generalmente no es tan grave, ya que 
la ventaja de salida minimiza los defectos de 
perder un tiempo. 
También es importante el tipo de posición, 
si el centro está cerrado, esa pérdida tiene 
menos importancia, y hay más probabilidades 
de que la "falta" quede sin castigo, y se justi­
ficaría consumirlo para lograr alguna ventaja 
permanente. 
En nuestra primera partida se da un caso 
atípico, las blancas no quieren simplificar, y 
para no cambiar piezas, no dudan en perder 
algún tiempo, confiando en recuperar los 
tiempos acosando a las piezas del adversario. 
Veremos que también en este tema hay 
límites, aunque para demostrarlo las negras 
tengan que hacer gala de una gran imagina­
ción. 
Kupreichik V. - Skembris S. 
EU-chT Debrecen, 1992 
Defensa Petroff [ D42] 
1.e4 es z.tt:Jf3 tt:'if6 3.tt:'ixes d6 4.tt:'if3 tt:lxe4 
5.c4 :Ji.e7 6.d4 o-o 7.:Ji.d3 tt:lgs (D) 
Las capturas 8.lllxgs y 8.Íi.xgs son las ju­
gadas más usuales, pero el conductor de las 
piezas blancas, de marcado estilo agresivo, no 
quiere un curso tranquilo, desea conservar la 
mayor cantidad de piezas posible, por lo que 
12 El arte del ataque 
realiza una jugada ambiciosa y atípica 
s . .!l:\fdz?! 
Las blancas contradicen las reglas del de­
sarrollo e intentan demostrar que el é/Jgs está 
mal situado, la idea es ganar tiempos con f4 y 
luego volver con el caballo a f3 . 
Este tipo de maniobra, que busca algún 
tipo de ventaja, como la espacial, pero que va 
en contra del desarrollo natural, sería muy 
arriesgada con las negras, pero con las blan­
cas, el tiempo de ventaja puede hacer de para­
guas y es una idea a tener en cuenta, si final­
mente se demuestra que no fue ventajoso, el 
castigo por lo general no es grave. 
Aquí hay una sola columna abierta, y las 
negras no están muy desarrolladas, por lo que 
parece una idea interesante, aunque también, 
que aparentemente sólo haya riesgos mínimos 
puede hacer disminuir el sentido del peligro. 
Posteriormente el imaginativo jugador de 
las piezas blancas empleó 8.é/Jgl , con la misma 
idea que 8.é/Jfdz, porque en dz, aunque no sea 
evidente ahora, el caballo está colocado muy 
torpemente. 
8 ... .!l:\c6 
Las negras responden del modo más natu­
ral, con desarrollo, golpeando el centro. 
También era posible evitar f4-f5 con la más 
radical 8 .. .fs . 
9 . .!l:\b3 
Otra movida con una pieza ya desarrolla­
da, pero el centro debe sostenerse, no vale 
9.ds?! por 9 ... é/Jb4, y el id3 no puede retirarse 
debido a 10 ... ifs . 
Tampoco se puede realizar la idea de 
8.é/Jfdz, pues a 9 .f4? sigue 9 . . . é/J e6 10 .ds é/Jxf4 ! , 
destrozando el centro blanco, con ventaja. 
Si ahora las blancas pudieran completar 
tranquilamente su desarrollo con é/J c3 , 0-0, 
etc., conservando su ventaja de espacio "gra­
tis", su estrategia de apertura estaría justifica­
da, y lograrían ventaja, pero las negras tienen 
más piezas en juego, y tratarán de evitarlo. 
9 ... .!l:\b4 (D) 
A la caza del alfil más peligroso, que no 
tiene buena retirada, a 10.iez sigue 10 . . . ifs, 
y las negras siguen desarrollando piezas con 
ganancia de tiempo. 
10.f4? 
Esto ya es jugar con fuego. Era preferible 
la precavida 10 .0-0, pero entonces no se jus­
tificaría su jugada 8; las negras podrían jugar 
tranquilamente 10 . . . é/Jxd3 1 1 .iWxd3 y ahora, 
entre otras, 1 1 . . .dS, con buena posición, o la 
más aguda 10 ... as !? , cuya idea principal se ve 
tras 1 1 .f4 é/Jh3+! 12 .gxh3 a4, etc. recuperando 
la pieza tras haber debilitado seriamente el 
enroque blanco. La iniciativa negra vale más 
que la ventajamaterial blanca tras 13 .ie4 
axb3 14 .iWxb3 ds 15.exds id6 16.idz :1'le8, etc. , 
el rey blanco está débil, y la estructura blanca 
está destruida. 
10 ... .ig4! 
Mientras en las últimas 3 jugadas las blan­
cas han movido una pieza ya desarrollada, y 
avanzado el peón de f, las negras han puesto 
en juego dos piezas inactivas, por lo que es ló­
gico que la mayoría de los duelos tácticos les 
sean favorables. 
11.\Wdz (D) 
El rey blanco tampoco tendría buen refu-
El rey en el centro 13 
gio tras 1 1 .'W'xg4 '2lxd3+ 12 .ii>e2 f5 (también es 
posible 12 . . . '2le4), 13 .'W'g3 CLixcl + 14 .l'l:xcl '2le4, 
con ventaja, la jugada f4 ha dejado un terrible 
agujero en e4 
A 1 1 .ie2 seguiría l l . . .if5 ! , y tras 12 .0-0 
(no 12 .fxg5? '2lc2+ 13 .ii>f2 CLixal 14 .CLixal ixbl , 
ganando) , 1 2 . . . '2l e6, las negras amenazan 13 . . . 
'2lc2 y están listas para acosar al centro blanco 
con ... if6 y/o ... d5 . 
11...tllf3+!! 
Lo más elegante, y lo más fuerte, no era 
posible seguir con la política de agregar más 
piezas a la lucha con l l . . .l'l:e8?, pues las blan­
cas podrían poner finalmente su rey en lugar 
seguro con 12 .0-0, hasta ganarían material 
tras 12 ... '2lxd3 13 .'W'xd3 '2l e6 14.h3, seguido de 
g4 y f5 . 
Tampoco era convincente l l . . .'2lxd3+ ? ! 
12 .'W'xd3 '2l e6 13 .h3, nuevamente con idea de 
g4 y f5 . 
12.gxf3 ih4• 13.Wfl 
Lo más resistente, pierde 13 .ii>e2?, pues 
permite introducir otra pieza negra a la lu­
cha. Seguiría 13 .. . l'l:e8+ 14 .ii>dl ixf3+, ganan­
do, y no es satisfactorio 13 .ii>dl ixf3+ 14 .ie2 
ixhl 15 .'W'xb4, donde es fuerte la indicación 
de Skembris 15 . . . a5 ! Esta jugada es clave en 
varias ocasiones, el '2lb3 otorga motivos tác­
ticos pues tiene muy poca movilidad, 16 .'W'c3 
(pierde 16 .'2lxa5? por 16 ... c5), 16 ... l'l:e8, y no es 
posible desarrollar el ala dama con 17 .élJ1d2, 
debido a 17 . . . a4, mientras que si por ejemplo 
17 .a4 las negras tienen muchas maneras de 
continuar, posiblemente hubieran elegido 
17 ... l'l:xe2 ! 18 .ii>xe2 'W'd7, y el rey blanco está 
muy expuesto, no podrá defenderse de las 4 
piezas negras. 
13 ... ih3+ 
Enclaustrando al rey blanco, esta es una 
decisión lógica para un humano, y es buena, 
no obstante las máquinas muestran que era 
incluso mejor 13 ... ixf3 ! 14 .'W'xb4 l'l:e8 ! , y cuan­
do la dama negra entre en juego, el rey no po­
drá defenderse, por ejemplo 15 .id2 'W'd7 16 .f5 
ie2+! 17 .ixe2 'W'xf5+, etc. 
Que la máquina encuentre algo más fuerte 
basado en su brutal capacidad de cálculo no 
debería ser motivo de pesar, sí lo es lo con-
trario, que uno intente jugar como la máquina 
y luego ella nos muestre que era más fuerte 
jugar con la lógica y el l imitado cálculo huma­
no. 
¿Qué otras enseñanzas podemos tener de 
este ejemplo?, la más importante es que el 
cálculo tiene una importancia prioritaria en 
posiciones de este tipo, y las reglas generales 
son una guía, pero no un imperativo. 
Notemos también la importancia capital 
no sólo de la ausencia de la dama blanca de la 
defensa, sino también de las grandes dificulta­
des que tienen las blancas para poder "desen­
roscar" su ala dama y ayudar al rey. 
14.WeZ (D) 
Es peor 14 .ii>gl? '2lxd3 15 .'W'xd3 'W'e8 ! , ame­
nazando 16 ... 'W'el +, 16 .id2 f5, y rápido mate. 
¿Y ahora?, ¿cómo continuar el ataque? 
Nuevamente hay varias opciones tentadoras, 
tenemos 14 . . . l'l:e8+ incorporando la torre al 
juego, aunque tras 15 .ii>dl no hay una ganan­
cia inmediata. 
Aunque sea mover otra vez una pieza de­
sarrollada, es a considerar 14 . . . ig2, para que 
tras 15 .l'l:gl l'l:e8+ las blancas ya no puedan re­
tirar su rey a dl . Lamentablemente luego de 
16 .ie4 ! , las negras tienen 2 piezas atacadas, 
y aunque recuperen la pieza con un posterior 
f5, las blancas serían las beneficiarias de la 
simplificación. 
Podemos replantear la pregunta introduc­
toria por ¿qué otras piezas pueden entrar en 
juego? 
14 ... aS!! 
Jugada de doble propósito, no solo defien-
14 El arte del ataque 
de al tlJb4, postergando la captura tLixd3 para 
cuando sea más favorable, sino también deja 
la amenaza a4 como "Espada de Damocles" so­
bre la posición blanca. 
La desdichada colocación del tlJb3 hace es­
pecialmente tentadora esta jugada. 
Otra ventaja es que la '&d8 puede entrar en 
juego, y no hace falta recalcar la importancia 
que tiene que la pieza más poderosa se una a 
la ofensiva. También la Éla8 puede verse favo­
recida con las complicaciones. 
15.@dl 
Las blancas no pueden desarrollar el ala de 
dama. A 1S.tlJc3? sigue 1S . . . a4, mientras que si 
1S.a3 seguiría 1S . . . Éle8+ 16.@dl tLixd3 17 .'&xd3 
if2, seguido de ig2, y '&h4, Skembris señala 
las debilidades de la !'lhl, de h2, y naturalmen­
te del @dl. 
Era a considerar 15 .d5 !? , buscando una 
casilla buena para el tlJb3, puede seguir lS . . . 
es, las blancas pueden insistir en habilitarse 
la casilla d4 con 16 .dxc6, aquí podría seguir 
16 ... bxc6 17 .tlJc3, entonces con 17 . . '&b6, las 
negras también sacarían provecho de la aper­
tura de líneas, amenazando 18 ... '&f2+, lo mejor 
sería 18 . md1 y la posición sería igualmente 
incómoda para las blancas, los problemas de 
movilidad persistirían, pero claro que no hay 
definición inmediata. 
Más fuerte es 16 ... tLixc6 ! , y al salir del ata­
que de la '&d2 se insiste en la amenaza 17 . . . a4, 
si 17 .ic2? para habilitar d4 al tlJb3, sigue 17 . . . 
a4 18 .tlJd4 '&b6 ! , aprovechando que la inva­
sión en f2 es mortal, 19 .!'ldl !'lae8+, ganando. 
Parece mejor 17 .ie4, pero la falta de de­
sarrollo, y la descoordinación de las b lancas 
permiten avivar e l ataque con otra entrega, 
podría seguir 17 ... Éle8 18 .ffidl !'lxe4 ! 19 .fxe4 
ig4+ 20.mc2 if3 , y aún con torre de menos 
las negras logran concentrar sus fuerzas so­
bre el monarca tras 2 1 .fül tlJb4+ 22 .ffic3 ixe4, 
con ventaja ganadora, Fritz 10 no ve defensa 
ante la entrada en juego del ih4 vía f6, o la 
dama tras d5 o vía b6, por ejemplo tras 23 .tlJd4 
tLJds+! 24.cxds '&c7+ 25 .ffib3 '&es ! , con mate a 
la vista, más rápido es 24 .ffib3 '&b6+. 
15 ... '&d7 
Tanto para poder eventualmente tomar en 
d3, y poder jugar ifs, como para poder entrar 
en juego vía c6, la alternativa principal era 
1S ... Éle8 ! , que es una jugada útil casi siempre, 
y tiene la virtud de dejar a la dama aún con la 
posibilidad de entrar en juego vía b6 tras un 
oportuno ... es, como vimos anteriormente. 
16.a3?! 
Aquí era preferible 16.ds ! , y ahora 16 . . . cs 
17 .dxc6 bxc6 18 .tlJc3, sería algo mejor para las 
blancas que en la posición anterior, al no exis­
tir '&b6. 
16 ... tLixd3 17.'&xd3 if5! 
Las blancas han logrado cambiar una pie­
za, pero no es un gran alivio, las negras siguen 
con superioridad de efectivos en juego, y aho­
ra se unirá el dominio de las casillas blancas, 
en especial la diagonal bl-h7, lo que corta esa 
vía de escape al rey. 
18.'&c3 
Forzado, l8 .'&d2? deja al tlJb3 sin retirada, 
y seguiría 18 . . . a4, mientras que 18 .'&fl '&a4 
19.tlJ 1d2 füe8 dejaría paralizadas a las blancas, 
se amenazaría 20 ... Éle3. 
18 ... a4 19.tlJ3d2 (D) 
El ala dama blanco embotellado da algunos 
tiempos para buscar una vía de infiltración. 
19 ... l'!fes! 
Con idea de 20 . . . '& e7 amenazando 2 1 . . .'& el+, 
y mate, además de evitar 20.tlJe4 debido a 
20 . . . ixe4 2 1 .fxe4, y la dama entra en juego ga­
nando con 2 1 . . .'&g4+ 22 .mc2 '&g2+, etc. 
20.tllfl 
El recurso de obturar la columna con un 
oportuno tlJe4, tras por ejemplo 20.fül , es in­
suficiente por 20 .. . '&e6 2 1 .tlJe4 c6, con la ame-
El rey en el centro 15 
naza mortal . . . ds. 
20 ... gel+ 
Gana la dama, materialmente las blancas 
tienen piezas suficientes que la compensan, 
pero esa compensación durará poco tiempo, 
porque las fuerzas blancas siguen descoordi­
nadas, ahora la tarea negra es aumentar sus 
amenazas antes de que las blancas desarrollen 
sus piezas y mejoren su coordinación 
21.'!Wxel 
Claro que si 2i.md2 sigue2 1 . . .Élae8. 
21.. . .ixel 22.©xel (D) 
Ahora las negras deben apresurarse, pues 
las blancas amenazan poner rápidamente sus 
piezas en juego con tt'lc3 , .ie3 , etc ., y hasta tal 
vez "ganar un tiempo" con tt'lg3, "amenazan­
do" tt'lxfs, pues las simplificaciones por lo ge­
neral favorecen al bando con problemas . 
¿Cómo intentar infiltrarse?, ¿hay que in­
troducir la inactiva Éla8 en el juego? 
22 ... .ixbl! 
Cambia una pieza, sí, pero hay razones 
poderosas, es la manera más rápida de que la 
dama entre en juego, en cambio sería equivo­
cado jugar por reglas generales y traer la Éla8 
al juego con 22 .. . Éle8+?! debido a 23 .ie3. 
23.gxbl '\Wfs 
Activando dama con ganancia de tiempo, 
en cambio, con 22 . . . Éle8+ 23 .ie3 jugado, la to­
rre no estaría obligada a encerrarse en al . 
24.gal ges+ 25.tlle3 
Era algo mejor, pero también triste 2s .mf2 
'\Wc2+ 26.tlld2 '!Wd3, etc. 
25 ... '!Wxf4 26.©f2 '\Wxd4 27.gdl '\Wh4+ 
28.©gl ge6 
Por fin las blancas habían logrado sacar 
del centro a su rey, pero la incorporación de 
la torre al ataque muestra que tampoco está 
seguro en el ala rey. 
29.tllg2 gg6 30 . .ie3 '!Wh3 3l.gd2 '!Wxf3 
Las negras ya tienen material de ventaja, e 
iniciativa, mientras que las b lancas no tienen 
forma de lograr contrajuego. 
32.gel (D) 
32 ... hs! 
El mejor aire, este peón se utilizará como 
ariete sobre el monarca blanco, los otros peo­
nes del ala rey, especialmente el de f, también 
pueden ayudar más tarde. 
33 . .id4 
Con 33 .h4 el peón queda expuesto, es fuer­
te por ejemplo 33 . . . '!We4. 
33 ... h4 34.ges+ ©h7 35.h3 
Si 35 .Éle3 gana, entre otras, 35 . . . Élxg2+ 
36 .Élxg2 '!Wdl + 37 .mf2 '\Wxd4, etc., lo que tam­
bién puede seguir a la textual, pero las negras 
prefieren capturar otro peón, el resultado no 
ofrece dudas en todo caso. 
35 ... '!Wxh3 36.ge3 '\Wfs 
Se amenaza 37 . . . h3. 
37.©h2 gg3! 38.gxg3?! 
En caso de 38 .Élee2 puede seguir 38 . . . '!Wh3+ 
39 .mgi '\Wg4 40.mh2 es ! 4Lic3 h3, etc. 
38 ... hxg3+ 39.©hl 
Pierden de inmediato 39 .mgl '!Wbl + y 
39.mxg3 '!Wgs+. 
39 ... cs 40 . .ie3 '!Wfl+ 41..igl fs! 
Con la ayuda de este nuevo soldado la lu­
cha llega a su fin. 
42.gxd6 '\Wxc4 43.gb6 '\Wg4 0-1 
16 El arte del ataque 
Con la amenaza 43 . . . �hs+, seguido de 
�dl+. 
Las blancas fueron contundentemente cas­
tigadas por quedar retrasadas en el desarrollo, 
pero hizo falta una energía extraordinaria, 
con jugadas muy elegantes como 10 ... �g4 ! y 
1 1 . . .llif3+! 
La importancia de la coordinación de las 
piezas quedó clara, "Si una pieza está mal, 
toda la posición está mal" puede ser válido 
aún con ventaja de material, la mala coloca­
ción del rey blanco fue tal vez el elemento más 
importante, pero la extrema torpeza del llib3 
también tuvo una gran influencia en el desa­
rrollo de la partida, lo que motivó 14 ... as ! ! , con 
una persistente iniciativa. 
Cuando hay ventaja dinámica, y los ca­
minos naturales no son suficientes para pro­
gresar, hay que buscar soluciones poco con­
vencionales, como el cambio de una pieza 
desarrollada por una sin mover 22 . . . �xbl ! , 
con l o que el simple dominio de casillas claras 
se convirtió en una rápida invasión. 
Partida Nº 2 
En la partida anterior las b lancas altera­
ron el carácter semi-cerrado de la posición 
avanzando un defensor vital , su peón de f2, lo 
que desató un vendaval sobre la posición de 
su rey. 
En la partida actual las negras no hicieron 
nada parecido, retrasaron su desarrollo para 
ganar espacio en el ala dama, la posición es­
taba aún más cerrada que en la partida prece­
dente, por lo que el consumo de esos tiempos 
no parecía entrañar un gran riesgo. 
Las blancas no podían sacar provecho de 
esa imprudencia con jugadas de desarrollo 
normal, pero sí pudieron castigar el exceso de 
audacia tomando medidas extraordinarias . 
Geller E. - Dreev A. 
New York open, 1990 
Defensa Francesa [ COB J 
1.e4 e6 2.d4 ds 3.llid2 
La Variante Tarrasch en principio no es la 
forma más violenta de enfrentarse a la Defen­
sa Francesa. No hay gran contacto entre am­
bos bandos, y por lo general la tensión pasa al 
medio juego. 
3 ... a6 
Esta jugada de apariencia modesta, es en 
realidad ambiciosa, antes de jugar . . . es las ne­
gras evitan �bs+, con un cómodo desarrollo 
de las blancas y aspiran a un medio juego más 
complicado, claro que a cambio de realizar 
una jugada generalmente poco útil . 
4.lligf3 es s.exds exds 6.�e2 c4 
Otro movimiento de peón, las negras se 
amparan en que la posición está cerrada para 
evitar quedarse con el peón de ds aislado, y 
ganar espacio en el ala dama. 
7.0-0 �d6 (D) 
Si las negras pudieran completar su de­
sarrollo sin molestias, su posición sería muy 
buena, pero las blancas intentarán mostrar 
que los avances de peones no son jugadas de 
desarrollo, y tienen defectos, para ello hay 
que abrir el juego. 
8.b3! 
Jugar ahora 8 . . . cxb3 9.axb3 llie7 sería una 
especie de concesión, pues el orgulloso peón 
avanzado de c4 se cambió por el de a2, sin em­
bargo esa posición es jugable para las negras , 
que quieren mostrar que el centro blanco 
tiene puntos débiles, como lo ha demostrado 
Mikhail Gurevich en varias ocasiones, claro 
que Geller no opinaba lo mismo. 
s ... bs 
El rey en el centro 17 
Con cierto riesgo, pero consecuente con 
todo lo anterior, notemos que las negras han 
realizado ya 3 jugadas de peón en el ala dama, 
y su rey sigue en el centro. 
9.a4! 
Dispuesto a entregar una pieza en caso de 
9 . . . c3 10.axb5 (claro que no 10.tt:lb1? a causa 
de 10 ... b4), 10 . . . cxdz 1 1 .ixd2 tt:le7 12 .c4, que el 
propio Geller empleó con éxito, el fuerte cen­
tro da a las blancas compensación suficiente 
por la pieza. 
9 ... ib7 (D) 
¿Cómo abrir el juego?, las negras no han 
"colaborado'', y mantienen la posición cerra­
da. No basta tener una idea buena, es nece­
sario descubrir la mejor manera de llevarla a 
cabo, con un cálculo preciso, pues ya no valen 
sólo las reglas generales. 
En una ocasión anterior las blancas inten­
taron abrir la posición con la entrega 10.Eí:el 
llle7 1 1 .bxc4 bxc4 12 .ixc4 dxc4 13 .lllxc4, que 
tiene buena apariencia, pero las negras en­
contraron un buen antídoto, 13 ... ib4 ! 14 .c3 
id5 ! 15 .cxb4 ixc4, y no hay compensación 
suficiente. Las negras lograrán enrocar y no 
hay un centro fuerte de las blancas como ocu­
rría tras 9 . . . c3 . 
10.bxc4! 
Este es el orden correcto. 
10 ... bxc4 11.ixc4!! (D) 
La diferencia con la posición del párrafo 
anterior es que incluir una jugada aparente­
mente útil como 10.Eí:el , que seguramente se 
realizará más tarde, es menos útil que 10 .. . tt:le7, 
pues las negras pudieron enrocar pronto, sin 
que la Eí:el ayudara gran cosa, y además estu­
viera a merced del ataque 13 . . . ib4 ! 
Notemos que tras la entrega de pieza, ade­
más de capturar dos peones, las blancas tienen 
acceso a dos columnas, se abrió la columna b, 
y se despejó la columna e, con lo que la Eí:el 
tendrá más fuerza. 
11. .. dxc4 12 . .!Lixc4 ie7 
Lo prioritario para las negras es acelerar 
el enroque, pero en caso de 12 . . . llle7? seguiría 
13 .tt:lxd6+ �xd6 14 .ia3 �c7, donde tras la na­
tural 15 .Elel ! ? tt:lbc6 16 .d5, para no perder de 
inmediato, las negras deberían jugar 16 . . . 0-0-0, 
y entre otras, puede seguir 17 .c4, para luego 
seguir preparando el avance de los peones. 
Pero incluso más fuerte es 15 .d5 ! , amena­
zando 16 .d6 y 16 .Eí:el con más fuerza, al no 
existir . . . tt:lc6 de las negras. Las negras inten­
tan ahora jugar 13 . . . tt:lf6 y enrocar. 
13.:B:el! 
Ocupando la columna central en el mo­
mento preciso, la presión en la columna e es 
muy fuerte, e impide 13 . . . tt:lf6? tanto a cau­
sa de 14 .ia3 como de la más espectacular 
14 .Eí:xe7+ ! , seguido de 15 .ia3 y 16 .llld6, con 
ataque ganador, el rey negro debe "salir a pa­
sear", y será acosado por el tt:lf3 y la dama, y 
no podrá defenderse, la s ituación expuesta del 
ib7 tras llld6 también influye. 
13 ... '!Wc7 
Amenazaal tt:lc4 y pretende buscar refugio 
en el ala dama con 14 . . . tt:ld7 y enrocar largo. 
14.:B:bl! 
Otra pieza entra en juego aprovechando la 
apertura de la columna b, se amenaza 15 .Eí:xb7, 
18 El arte del ataque 
además de cosas menos inmediatas, pero igual 
de fuertes a largo plazo, como 15 .éllb6 seguido 
de c4. 
14 ... �xc4 15.gxb7 
La torre en séptima es siempre fuerte . Im­
pide ahora 15 . . . llld7? debido a 16 .gxd7 ! ; ex­
pulsar a la torre con 15 . . . �c6 no es un gran 
alivio tras 16 .l"lb3, y nuevamente se impide 
16 ... llld7? a causa de 17 .dS �d6 18 .ia3 éllcs 
19.l"lc3, etc. , las varias clavadas que sufren las 
negras son mortales. 
15 ... tt:\c6 (D) 
¿Cómo continuar ahora? La natural 
16.ia3? permite el recurso 16 . . . 0-0-0 ! , y las 
negras pasan al frente tras 17 .ixe7 éllgxe7 
18.l"lbxe7? (mejor, aunque tampoco ventajoso, 
es 18 .�bl) , 18 . . . éllxe7 19.l"lxe7 l"lhe8, etc. 
16.tt:ld2!? 
Las blancas no dudan en entregar el peón 
central para que el icl entre en juego. 
otra idea interesante era 16 .l"lc7 ! , amena­
zando 17 .dS, y 17 .élles, dando más fuerza a 
17 .ia3 y evitando el enroque negro. 
16 ... �xd4 
A 16 . . . �ds puede seguir 17 .c4, mientras 
que a 16 ... �xa4 el avance 17 .dS es muy fuerte . 
17 . .ibz �xa4 
A 17 . . . �f4 presionando al élld2 puede se­
guir un útil aire con 18 .g3 ! (no 18 .ixg7? ! 
O-O-O! ) , si la dama defiende g7 con 18 . . . �h6 las 
blancas dominan todo el tablero con 19.lllc4 
l"ld8 20.�f3, y no hay buena defensa contra 
21 .l"lb6, mientras que si 18 . . . �d6, entre otras 
continuaciones, es posible introducir la dama 
en el ataque insistiendo en la amenaza l"lb6 
con 19.�f3 . 
18.ge4? (D) 
Otra ganancia de tiempo sobre la dama, 
pero como antes, la parte táctica es la que 
manda en la posición, y esta indica que era 
el momento de jugar más prosaicamente 
18 .ixg7 ! Tras 18 ... 0-0-0 19.l"lb6 ics 20.l"lxc6+ 
�xc6 2Lixh8, el rey negro quedaría muy ex­
puesto, y la ventaja blanca sería clara. 
18 ... �az? 
Deja pasar su gran oportunidad, era pre­
ferible 18 ... �as ! , tocando d2, la idea es que a 
19.ixg7 ahora seguiría con fuerza 19 . . . 0-0-0! 
19 . .ixg7 o-o-o zo.gb3 
Ahora las blancas recuperan el material 
entregado, y la mala situación del rey negro 
es decisiva. 
20 ... .if6 21.�g4+ 
Dando plena justificación al retroceso 
l6 .élld2. 
21...©c7 22.�f4+ ©es 
Si 22 . . . l"ld6 decide otra clavada luego de 
23 .l"ld3 . 
23 . .ixf6 tt:lxf6 24.�xf6 �xc2 25.�f5+! 
Ganando la dama negra. 
1-0 
Las blancas entregaron una pieza por sólo 
dos peones, pero un rey en el centro puede 
justificar esa inversión de material. 
Claro que luego es vital que las piezas ata­
cantes se activen al máximo, para evitar que 
el rey se ponga a resguardo. Ello fue logrado 
ocupando las columnas abiertas con 13 .l"lel 
y 14 .l"lbl ! , que entraba dentro de lo previsto, 
El rey en el centro 19 
aunque también utilizaron recursos menos 
obvios, 16.Clld2 !? , que es un retroceso, pero 
que permite a otras piezas entrar en juego, 
como la l"lel , la dama, y tras la captura del 
peón de d4, al icl . 
Notemos una vez más que l a parte táctica 
es imprescindible para culminar una buena 
labor, lo fue para encontrar el orden correcto 
10.bxc4 ! y l l .ixc4 ! ! , y también pudo echar por 
tierra la excelente labor con una jugada tan 
tentadora como 18 .l"le4? en vez de 18 .ixg7. 
Partida Nº 3 
En la Defensa Siciliana el rey de las negras 
es un objetivo principal de ataque. A veces las 
negras demoran el enroque amparadas por su 
mayoría central, buscando el momento ade­
cuado para ponerse a buen resguardo, claro 
que si ello persiste, el medio juego puede en­
trañar riesgos. 
Es notable que a veces las blancas utilicen 
como inicio de la batalla el ala dama, donde las 
negras han progresado, y tienen superioridad, 
pero esa apertura de líneas les favorece poste­
riormente en el duelo deseado por el primer 
jugador, que es en el centro y flanco rey. 
La partida principal, y el fragmento ilus­
trativo que veremos, son un ejemplo modélico 
de lo expresado. 
Rivera D. - Ghaem Maghami E. 
Calviá open 2006 
Defensa Siciliana [B43] 
1.e4 c5 2.lllf3 e6 3.d4 cxd4 4.lllxd4 a6 
5.lllc3 bs 6 . .td3 .tb7 7.0-0 Wffc7 s.Wffez (D) 
Kortchnoi, por experiencia propia, con­
sidera como dudoso el orden de jugadas em­
pleado por las negras, que tienen sin desa­
rrollar su ala rey y el monarca estará aún por 
varias jugadas en el centro . 
La dama blanca se coloca en la columna e 
para que el salto 'llds tenga que ser conside­
rado. 
Con una idea similar era posible 8.l"lel . 
8 ... .te7 
Cerrando la columna e, con lo que frena 
los temas tácticos, típicos de la siciliana, basa­
dos en el salto 'llds. 
Krogius - Kortchnoi, Riga 1958 siguió 
8 . . . Cllc6 9 .Cllxc6 dxc6 10 .a4 b4 1 1 .Clldl es 12 .Clle3 
Clle7, aquí Kortchnoi, en el libro de sus mejores 
partidas , sugiere 13 .Cllc4 Cllc6 14 .c3 ie7 15 .eS, 
o 15 .g3, seguido de if 4, con ventaja blanca; el 
Cllc6 está controlado. 
Tomar con pieza en c6, daría plena razón 
a 8 .Wie2, pues podría seguir la maniobra temá­
tica 10 .a4 b4 1 1 .'llds ! , etc. En este caso el salto 
no es un sacrificio de pieza, sino una forma de 
abrir el juego donde la mala colocación del rey 
negro puede ser un factor decisivo. 
La intercalación de a4 debilita la estruc­
tura negra, y permite oportunamente abrir 
la columna "e" con c3, con lo que el rey ne­
gro tampoco tendrá un buen refugio en el ala 
dama. 
Una partida más reciente, muy instructi­
va, siguió con 8 . . . Clle7? una jugada que exami­
naremos más adelante en la Partida Comple­
mentaria Nº 3.1. 
Lo más usual es 8 . . . Cllf6. 
9.a4!? 
Era posible la tranquila 9.id2, dando más 
fuerza a a4, pero es más enérgico golpear de 
inmediato en el flanco dama aprovechando 
que todavía las negras deben preocuparse por 
terminar su desarrollo. 
9 ... b4 
Jugar 9 . . . bxa4 deja muy débil al peón de a6 
tras 10.l"lxa4, y daría vida a la torre blanca. 
10.lllaz (D) 
20 El arte del ataque 
10 ... lllf6?! 
Esta jugada tan natural es cuestionable, se 
podría intentar 10 . . . tll c6, donde, a diferencia 
de la partida, las negras no están obligadas a 
abrir líneas con su rey en el centro, puede se­
guir 1 1 .tllxc6 dxc6 12 .td2 pero ahora pueden 
sostener su peón de b4 con 12 ... cs; sin embar­
go tras 13 .es ! , los problemas de movilidad de 
las negras persisten, y las blancas pueden con­
tinuar luego con c3. 
1i.td2 
Ahora sí las blancas pueden aprovechar 
el avance b4 para abrir la columna c y ganar 
tiempos sobre la Vfic7, o bien para intentar ex­
plotar la situación del rey negro en el centro. 
11 ... ds 
"Si estamos en el baile, hay que bailar", si 
se pudiera, sería mejor sostener b4, pero aquí 
no es conveniente, defender con 1 1 . . .aS? ! no 
es solución, pues vendrá c3 de todas maneras, 
y el hueco en bs para un caballo blanco puede 
ser importante. 
12.eS llle4 13.i.xb4 i.xb4 14.lllxb4 VfixeS 
Cambiar un peón central por uno de flan­
co generalmente es bienvenido, y si las negras 
estuvieran enrocadas, sería un excelente ne­
gocio, pero en este caso el rey negro todavía 
sigue en el centro. 
Ya conocemos de las partidas anteriores 
que una columna abierta puede producir gra­
ves quebraderos de cabeza, una columna se­
miabierta también es importante, y como en 
los otros ejemplos, la falta de coordinación de 
las piezas negras, donde toda el ala dama está 
sin juego tiene una importancia capital. 
15.c3 (D) 
La amenaza 16.f3 obliga a defender o mo­
ver a la dama de es. 
15 ... 1Mi'd6 
Contra 15 . . . Vfif 4 hay varias continuaciones 
atractivas 16.aS, fijando la debilidad de a6 es 
la sugerencia del vencedor, aunque también 
es tentadora 16 .i.bs+ por ejemplo: 16 .. . mfs 
(pierde un peón sin compensación 16 . . . axbs 
17 .Vfixbs+), 17 .id3 , y las blancas han impedido 
el enroque negro. 
Contra 15 ... Vfic7 Rivera había previsto el si­
guiente golpe: 16 .lllxds ! exds 1 7 .f3 0-018 .f:xe4 
l"í:e8 19.tll fs dxe4 20.ic4, y hay muchas fuerzas 
sobre el enroque negro, mientras el ala dama 
negro sigue sin desarrollarse. 
16.E:fdl 
Desarrolla otra pieza, con "Rayos X" sobre 
la Vfid6. 
16 ... Vfie7? (D) 
Parece que la dama negra escapa de la in­
fluencia de la l"í:dl, y que sólo falta hacer el en­
roque, pero la siguiente jugada de las blancas 
demuestra que un tiempo es una eternidad en 
El rey en el centro 2 1 
esta posición. 
Era imprescindible poner el rey a resguar­
do con 16 ... 0-0 ! , y tras, por ejemplo 17 .ixe4 
dxe4 18 .Clibs 't/fffes 19.Clid6 ids 20.Clic4 ixc4 
2 1 .Vf1xc4, las negras aún deben desarrollar su 
ala dama, pero su desventaja no sería decisi­
va. 
17.lllxds!! 
La aparentemente sólida estructura cen­
tral negra vuela por los aires. 
17 ... exds 
En caso de 17 . . . ixd5 18.ixe4 ixe4 19.'t/fffxe4 
l"ía7 20.Cllc6, las blancas tendrían peón de ven­
taja y ataque sobre el rey negro aún en el cen­
tro. 
18.lllfs Vf1c7 (D) 
Defiende al ib7 de Clid6+, pues tras 18 . . . 't/fff es 
seguiría 19.ixe4 dxe4 (19 . . . 0-0 20.Vf1g4 es 
penoso, por ejemplo: 20 .. . g6 (o 20 .. . dxe4? 
2 1 .CLJh6+ <i>hs 22 .Clixf7+, ganando), 2 1 .ixds 
ixds 22 .:1:\xds, etc .), 20.Clid6+ <i>e7 2 1 .Clixb7, 
etc. 
La retirada 18 ... Vf1f6 deja a las negras 
con dos peones de menos tras 19.ixe4 o-o 
20 .ixds, etc. 
19.ixe4! 
Mejor que 19.f3 que habría recuperado la 
pieza con ventaja, pero las blancas no quieren 
permitir el enroque negro. 
19 ... dxe4 
A 19 . . . 0-0 sigue 20.Clle7+ y el caballo es in-
mune, 20 .. . Vf1xe7? 2 1 .ixh7+. 
20.llld6+ rile7 
A 20 . . . @fs sigue 2 1 .CLJxb7 Clid7 (21 . . .Vf1xb7? 
22 .:il:dS+ etc.) , 22 .Vf1xe4, con ventaja material y 
el rey negro en mala situación. 
2i.'t/fffhs 
La doble amenaza 22 .Vf1xf7+ y 22 .'t/fff es+ es 
decisiva. 
21. .. llld7 22.Vf1xf7+ <i>d8 23.'t/fffxg7 :il:e8 
24.'t/fffgs+! 1-0 
Fritz 10 da la ventaja poco común de 
+26.40. A 24 . . . l"íe7 sigue 25 .'t/fff g8+. 
Sacaremos conclusiones tras el siguiente 
ejemplo. 
Partida Complementaria Nº 3.1 
Carlsen M. - Kamsky G. 
Khanty Mansiysk 2005 
Defensa Siciliana [B43] 
1.e4 c5 2.ll:Jf3 e6 3.d4 cxd4 4.lllxd4 a6 
5.lllc3 Vf1c7 6.id3 bs 7.0-0 ib7 8.Vf1e2 llle7? 
(D) 
9.:1:\el?! 
Con idea de responder a 9 . . . Clig6 con 
10.Cli ds ! Existe una continuación mejor para 
las blancas, ¿puede indicar cuál es? 
La incómoda posición del rey negro per­
mite la entrega 9.ixbs ! , luego de 9 . . . axbs 
10.Clicxbs ! , evitando ... 't/fff c6, 10 . . . 't/fffb6 1 1 .ie3 
ia6 12 .Cli xe6 ! , lleva al mate tras 12 . . . ixbs 
13 .ixb6 ixe2 14 .Clic7+ <i>ds 15 .Clibs+ <i>cs 
16 .CLJd6#. 
Carlsen indica que no es mejor la interme­
dia 9 . . . es, debido a 10.Clif3 ! , golpeando es, y 
luego de 10 . . . axbs 1 1 .Clixbs Vf1c6 12 .Clixes 't/fff cs 
(pierde 12 . . . 't/ffff6 13 .Cllc7+ <i>ds 14.Clig4, etc.), 
22 El arte del ataque 
13 .if4 ia6 14 .c4 ixb5 15 .cxb5, con la evalua­
ción de que "las blancas tienen una muy fuer­
te iniciativa, sin inferioridad material", lo que 
es confirmado por los módulos de análisis, 
que dan una ventaja abrumadora al primer ju­
gador, las negras no tienen desarrollo y su rey 
sigue en el centro. 
9 ... llibc6 10.llixc6 llixc6 (D) 
Ahora tlld5 sería un sacrificio real. 
11.llids! exds 12.exdS+ llie7 13.c4 
Sólo hay un peón por la pieza, pero las ne­
gras tienen serios problemas de desarrollo y 
de movilidad. 
13 ... b4 
Deja "muerto" al ib7, para poder poner el 
rey en lugar seguro, sin columnas abiertas . 
Tras 13 . . . bxc4 14 .ixc4, seguido del desa­
rrollo del icl a bz, g5 o f4, dependiendo de 
lo que jueguen las negras, y Eí:acl , o Eí:adl , 
requiere una respuesta negra que no se ve 
con claridad, mientras que si 13 . . . 0-0-0 sigue 
14 .ig5, amenazando 15 .cxb5 y !"\el 
14.igs f6 (D) 
Necesario. A 14 . . . d6 sigue por ejemplo 
15 .icz (o también 15 .\Wh5), 15 .. . h6 16 .ia4+ 
iids 17 .\Wh5 iics 18 .idz, capturando otro 
peón, y con las piezas negras descoordinadas . 
1s.\Whs+ g6 
Si 15 . . . iids? ! , tras cualquier retirada de 
alfil, todas las piezas negras siguen mal s itua­
das, y con el problema del rey en el centro, 
que entorpece las comunicaciones. 
16.'1Wf3! fxgs 
Si 16 . . . ig7 sigue 17 .if4 (no 17 .ixf6?! O-O! 
18 .füe7 füf6 19.'1Wh3 Eí:afs 20 .Eí:xd7 \Wf4, etc .) , 
1 7 . . . d6 18.Eí:e6 0-0-0 19.Eí:ael , y cualquier hu­
mano, como también Deep Junior 10, es muy 
optimista con la posición blanca. 
17.'1Wf6 0-0-0 
No 17 . . . !"í:gs? 18.d6! \Wds (1s . . . \Wc6?! 
19.Eí:xe7+ ) , 19.Eí:xe7+! ixe7 20.Eí:el , y mate . 
18.\Wxhs (D) 
Y las negras quedaron con una ligera ven­
taja material, pero con el flanco rey débil, y el 
ib7 sin perspectivas . Las blancas tienen ven­
taja que impusieron tras una larga lucha. 
Las negras quedaron rezagadas en el desa­
rrollo, tanto en la partida principal como en el 
ejemplo de Carlsen, donde vimos el sacrificio 
siciliano temático tlld5, en una posición semi­
cerrada, pero ya sabemos que eso no es garan­
tía de seguridad para un rey si el adversario 
está más desarrollado y las piezas propias es­
tán descoordinadas, como es el caso. 
Atención también al castigo que pudo 
sufrir 8 ... tll e7? con otra entrega siciliana, 
9.ixb5 ! , en este caso por la situación de semi-
El rey en el centro 23 
ahogo del rey negro. 
En la partida principal postergar el en­
roque un tiempo fue suficiente para que la 
aparentemente sólida barrera central fuera 
demolida con el golpe 17 .li:lxd5 ! ! , mostrando 
una vez más que la falta de coordinación, y la 
falta de desarrollo son un muy mal compañe­
ro para un rey sin enrocar. 
Partida Nº 4 
En las tres partidas anteriores las penurias 
del rey en el centro fueron agravadas porque 
la columna e estaba abierta, o semiabierta, 
en la partida que veremos ahora esa columna 
está cerrada. 
Sin embargo ese es un factor que pasó a 
segundo plano, las blancas quedaron algo re­
trasadas en el desarrollo y con un li:lb5 que de 
fuerza amenazante se va convirtiendo en de­
bilidad, que obligó a consumir más tiempos. 
Las blancas disponían de los 2 alfiles, pero 
eso tuvo poco valor una vez que las negras, 
brillantemente, pudieron abrir la posición 
del rey blanco, y sacar provecho de su mejor 
desarrollo y de la falta de coordinación de las 
fuerzas blancas. 
Topalov V. - Ivanchuk V. 
Linares, 1999 
Apertura Inglesa [A35] 
1.tllf3 es Z.c4 tllc6 3.d4 cxd4 4.tllxd4 e6 
s.g3 ib4+ 6.tllc3 �as 
Las negras deciden salir de lo más habitual 
a lo que se llegaría tras 6 ... li:lf6. 
' 
7 .tlldbs ds! (D) 
Las negras aprovechan el orden de jugadas 
atípico para jugar de modo más ambicioso, se 
evita tlld6+ y se amenaza tanto 8 .. . d4 como 8 . . . 
a6 . 
Las blancas han movido varias veces su 
li:lgl, y no tienen más piezas en juego que las 
negras, lo que puede alentar que las negras 
creen amenazas y provoquen complicaciones, 
retrasando, sólo por el momento, su desarro­
llo. 
8.a3 ixc3+ 9.bxc3?! 
Topalov pensó mucho antes de decidirse 
por esta captura que deteriora su estructu­
ra. No le convenció 9.li:lxc3 d4, donde es casi 
forzado entregar material con 10.b4 li:lxb4 
1 1 .axb4 '\Wxal 12 .li:lb5, aquí 12 . . . li:lf6 13 .li:lc7+ 
We7 14 .li:lxa8 id7 15 .ig2 l"í:xa8 16 .0-0, que ya 
se había jugado, y parece favorable a las blan­
cas. 
No obstante los programas prefieren 
12 . . . WfS!?, que posiblemente fuera lo temido 
por Topalov, conservando la ventaja material, 
y no es sencillo encontrar compensación. 
9 ... tllf6 10.igz 
El li:lb5 está algo comprometido, pero no 
sería una idea aconsejable cambiar la única 
pieza desarrollada con 10.li:l d6+ We7 1 1 .cxd5 
(peor es 1 1 .li:lxc8+ l"í:axc8 12 .cxd5 li:lxd5 
l3 .id2? li:lxc3 14 .'\Wcl li:l d4, etc.) , y aquí por 
ejemplo 1 1 . . .l"í:ds, acelerando el desarrollo 
tras 1 2 .dxc6 füd6 13 .1Wc2 l"í:xc6 14 .id2 1Wd5 ! : 
seguido de 15 . . . e5, y las blancas siguen con 
problemas para poner en juego su ala de rey. 
10 ... 0-011.�b3 (D) 
24 El arte del ataque 
Es necesario defender c3 de la amenaza 
1 1 . . . a6 y 12 ... �xc3+, pero ahora se realiza una 
jugada de desarrollo "parcial", es verdad que 
la dama se activa, y cumple con su rol de de­
fender c3 y también al 'llbs, lo que permite 
tomar en ds y tener el caballo defendido, pero 
la dama es susceptible de recibir ataques con 
ganancia de tiempo. 
Ivanchuk indica que en caso de 1 1 .cxds 
'llxds 12 .�b3 (o bien 12 .i.xds exds 13 .�d3 
ih3 ! , y el rey blanco queda muy mal situa­
do), es fuerte 12 . . . a6! , y para no perder gratis 
el peón de c3 las blancas deben desprender­
se nuevamente de su ig2 con lo que muchas 
casillas blancas, especialmente de su enroque, 
quedarán débiles, por ejemplo 13 .ixds exds 
14.Clld6 d4 15 .Cllxc8 gaxc8, y vemos que la 
diferencia de desarrollo de ambos bandos es 
enorme. 
11. .. dxc4! 
El 'llbs pierde su mejor protección, y se 
abren las columnas d y c, poniendo a la dama 
blanca algo más expuesta. 
12.�xc4 (D) 
Las blancas planean enrocar en su siguien­
te jugada, ¿es posible impedirlo? 
12 ... es! 
El alfil está listo para ganar tiempos sobre 
la dama blanca, y se evita la retirada del 'llbs 
a d4. 
Ya había otra jugada tentadora, indicada 
por Ivanchuk, que insiste en la posición ex­
puesta del ttJ bs, y es 12 . . . gds, que evita 'lld6, y 
amenaza jugar 13 . . . es con más fuerza, además 
de que 13 ... a6 pueda ser fuerte en algunas lí-
neas, y no olvidemos que también pone otra 
pieza en juego. 
Veamos alguna línea que muestra lo mo­
lesto que es 12 ... gds (D): 
Es fácil imaginar que entrar en complica­
ciones para ganar material cambiando las po­
cas piezas desarrolladas no puede ser bueno, 
como 13 .ixc6 bxc6 14 .Clld4, debido a 14 .. . es! 
15 .'llxc6 �c7, y la clavada es decisiva. 
En caso de 13 .0-0 es 14 .a4 seguiría 14 .. . ie6 
y luego 15 .. . a6, con lo que caería el peón de c3, 
esto indica que el camino para la igualdad no 
es fácil para las blancas. 
¿Qué jugada es mejor?, ¿12 .. . gds o 12 .. . es?, 
muchas veces ocurren situaciones como esta, 
donde tras un cálculo sencillo no es posible 
saberlo, sería necesario un análisis exhausti­
vo, y la diferencia, de existir, sólo sería clara 
tras muchas jugadas de análisis, sin embar­
go desde el punto de vista práctico no es tan 
importante, las dos jugadas son fuertes, y la 
elección no puede basarse en motivos "mate­
máticos". 
Ivanchuk tampoco lo tenía claro, pero se 
decidió por 12 ... es! porque "es más aguda", 
12 . . . es ! permite que el alfil gane tiempos sobre 
la dama, para luego desarrollar las torres del 
modo más efectivo. 
13.tlld6 
Mover el caballo, regalando otro tiempo, 
no era lo que las blancas hubieran deseado 
hacer, hubieran preferido adelantar su desa­
rrollo, pero las negras amenazaban ganar el 
caballo con 13 .. . ie6 y 14 .. . a6. 
Tras 13 .a4 ie6 14 .�h4 a6, o bien 14 .. . �d3 
El rey en el centro 25 
füd8 15 .®'c2 é2ld4, las negras ganan material 
decisivo. 
13 ... .ie6 14.®'d3 (D) 
¿Cómo continuar?, no es posible explotar 
la clavada de inmediato con 14 ... Eíad8? debi­
do a 19 .t2lxb7 ! y las blancas pueden capturar 
material sin mayores riesgos, pues no vale 
19 ... ®'a4? 20.é2lxd8 Eíxd8 2 1 .ixc6, etc. 
Las negras tienen gran ventaja de desarro­
llo pero si las blancas logran enrocar, o retirar 
su é2ld6 y luego enrocar, su inferioridad no se­
ría grave. 
14 ... e4!! 
Por medio de esta entrega de peón las ne­
gras agudizan la lucha, su captura lleva a la 
apertura de la vital columna e, y al cambio de 
las piezas desarrolladas de las blancas. 
15.é2lxe4 
Dejar al peón de e4 "vivo" hace que el ig2 
ya no juegue, y por ejemplo no valdría 15 .®'e3 
é2lg4 16 .®'d2 Eíad8 ! 17 .é2lxb7 ®'a4 18 .é2lxd8 
Eíxd8, y ahora, a diferencia de la línea men­
cionada anteriormente, no existe el recurso 
blanco ixc6. 
La retirada 15 .®'c2 otorga otro tiempo, 
15 .. . é2ld4 ! , y tras 16 .®'b2 la sobrecarga de la 
dama blanca y el rey en el centro ya permiten 
16 . . . é2lxe2 ! 
Peor es permanecer en la columna d con 
1s .Wd2, pues sigue 15 .. . Eíad8, con idea de 
16 . . . ®'es . 
Capturar de caballo en e4, y conservar el 
alfil tiene mejor apariencia que tomar de al­
fil, tras 15 .ixe4 é2lxe4 16.t2lxe4 Eíad8, seguido 
de 17 ... t2ld4, o 17 ... ih3, la posición blanca está 
llena de debilidades, y con su rey en el centro, 
sólo falta que las negras jueguen füe8 para 
que todas sus piezas estén en juego. 
15 ... tllxe4 16 . .ixe4 E:ad8 17.�cz 
Si 17 .®'e3 sigue 17 . . . füe8 ! , y la clavada 
del ie4 es decisiva, no defendería entonces 
18 .ixc6 por 18 . . . ib3 ! , mientras que 18 .0-0 
ih3, amenaza 19 .. .fs , con lo que las blancas 
no sólo pierden la calidad, tras 20 .®'f3 ixfl 
2 1 .<i>xfl , también debe soportar la invasión 
de la primera línea con 2 1 . . .l"ídl +, o mejor aún 
es 2 1 . . .ttJes 22 .®'e3 é2lg4, y la dama no puede 
defender simultáneamente al ie4 y al peón 
de c3 . 
17 ... tlld4! 18.�bz (D) 
¿Y ahora? seguir el mismo criterio que an­
tes, simplemente "poniendo la última pieza en 
juego" no es suficiente, si 18 . . . füe8 Ivanchuk 
señala que las blancas pueden salir del paso 
y ser optimistas entregando la calidad con 
19 .0-0 ! ih3 20.cxd4 ixfl 2 1 .if3, con compen­
sación adecuada, tienen un buen centro, y un 
peón por la calidad. 
Tampoco es decisivo 18 . . . ic4, que gana un 
peón, pero tras 19 .®'b4 (19.ie3 !?) , 19 ... ®'es 
(no 19 . . . ®'xb4 20.axb4 é2lxe2 2 1 ..ie3, y tener el 
rey en el centro les da ventaja a las blancas), 
20.cxd4 Wxe4 2 1 .0-0 E:xd4, con ventaja negra, 
pero no decisiva (Ivanchuk), podría seguir 
22 .®'c3 !? , pero no 22 .ie3? ids ! , ganando. 
Es evidente que este es un momento crí­
tico, es necesario "echar el resto" y calcular 
con profundidad, no es el caso anterior donde 
simplemente había que elegir entre dos conti­
nuaciones atractivas . 
26 El arte del ataque 
18 ... lüxe2!! 
"Una espléndida combinación basada en la 
situación del rey blanco sin enrocar" comentó 
Ivanchuk, ahora la columna semiabierta e se 
convierte en abierta. 
19.©xe2 (D) 
No valía ahora 19 .�b4 por 20 . . . lllxc3 ! ! 
Era tentador seguir "sacando a paseo" al 
rey blanco con 19 . . . ic4+ 20.@f3 , y aquí 20 . . .fs , 
pero sorprendentemente no hay victoria tras 
21 .ixb7 ids+ 22 .©e2 ixb7 23 .�xb7, donde 
las negras deben jugar 23 . . . �xc3 24 .ie3 �c4+ 
25.©el �c3+, con jaque perpetuo.
Hay otras posibilidades, como 20 ... fües, 
pero lo más preciso es el orden que eligen las 
negras, aquí sí el cálculo acertado era impres­
cindible. 
19 .. J�fes!! 
Ahora sí entra la última pieza en juego, 
una vez que el rey blanco no puede salir del 
fuego cruzado de todas las piezas negras . 
"Una jugada silenciosa, en el espíritu de 
la posición, preparando la ejecución del rey 
blanco", comentó Ivanchuk. 
20.Wfb4 
Tras 20.f3 sigue 20 .. .fs ! y si 2 1 .ixb7 sigue 
la elegante 21 . . .ic4+ 22 .©f2 �b6+! 23 .�xb6 
(23 .©g2 ge2+ pierde la dama) , 23 . . . ge2+ 
24.©fl gdl#. No es mejor 2 1 .�b4, pues las ne­
gras quedan con peón de más y ataque sobre 
el indefenso rey blanco tras 2 1 . .. �a6+ 22 .©f2 
fxe4 23 .ie3 exf3 , etc. 
No es mejor 20.ie3, a lo que puede seguir 
por ejemplo 20 ... ic4+ 2 1 .©f3 gxe4 22 .©xe4 
�ds+ 23.©f4 hs ! , con varias amenazas de 
mate. 
Por último, contra 20.gel , buscando es­
conderse con el rey en fl , Ivanchuk indica 
20 ... �hS+! 2 1 .©fl ih3+ 22 .©gl gxe4 ! , y la de­
bilidad de las casillas blancas sale a la luz, con 
mate rápido. 
20 ••. �hs+! 
La dama pasa al flanco rey para impedir 
que el rey blanco pueda refugiarse . 
2i.f3 fs! 22.g4 
Contra la clavada 22 .�cs , gana, entre otras, 
22 . . . ids ! 23 .ie3 ixe4, y no hay defensa. 
22 ..• Wfh3! 
"Precisión hasta el final . 
Era peor 22 .. .fxg4 23 .ie3 ! , con juego poco 
claro", indica Ivanchuk. 
23.gxfs 
La apertura de líneas lleva a una rápida 
victoria tras 23 .©f2 fxe4! 24 .�xe4 ids 25 .�d3 
füs, etc. 
23 ... .ixfs! 
Seguircon el ataque al rey es más rápido 
aún que ganar material con 23 . . . �g2+ 24.©e3 
�xhl 25.fxe6 gd1, donde 26.e7 alarga la lu­
cha. 
24.Wi'c4+ ©hs 25.l'l:el (D)
25 •.. :1l:xe4+! 
Es mate forzado tras 26 .fxe4 ig4+ 27.©f2 
�xh2+ 28 .©e3 (o 28.©fl ih3#) , 28 . . . �g3#. 
0-1 
Desde la jugada 10 a la 19 las blancas sólo 
necesitaban un tiempo para poder enrocar, 
pero con la columna e cerrada su rey no pa­
recía estar en peligro serio. Sin embargo la 
El rey en el centro 27 
mala colocación del t:/:i bs obligó a conceder 
ventaja de desarrollo a las negras. El brillante 
sacrificio de peón 14 . . . e4 ! ! , convirtiendo a la 
columna e en semiabierta, fue el preludio de 
una entrega mayor, 18 . . . éi:ixe2 ! ! , convirtiendo 
a la columna e ya en abierta, con las 2 torres y 
la dama negra en juego acosando al rey blanco 
tras 19 ... füe8 ! ! , mientras que las torres blan­
cas permanecían en sus casillas de origen, el 
resultado parecía previsible. 
Notemos aún la fuerza de la maniobra 
20 ... '\Whs+! y 22 ... '1Wh3 ! , sin dar respiro al mo­
narca adversario. 
A esta partida le fue otorgado con toda jus­
ticia el Premio de Belléza del torneo. 
Por otro lado, es notable que casi todas las 
líneas comentadas hayan sido indicadas por 
Ivanchuk en el Informador 7S, y en New in 
Chess en 1999/3 . Más de 8 años después, los 
programas no encuentran mejoras claras so­
bre los complicados análisis de Ivanchuk. 
Partida Nº 5 
En la última partida del capítulo veremos 
un ejemplo donde ningún rey está estricta­
mente forzado a mantenerse en el centro, 
pero permanecen allí por mucho tiempo pues 
ninguno de los monarcas necesita imperio­
samente enrocar, ni es claro cuál es su mejor 
destino. 
Es notable cómo las negras hacen inhóspi­
to el enroque blanco obligando a debilitar el 
ala rey para que ya no sea un destino seguro. 
Hillarp Persson T. - Sutovsky E. 
Turín (o!), 2006 
Defensa Gruenfeld [DBO] 
1.d4 .!Lif6 z.c4 g6 3 . .!Llc3 ds 4 . .igs .!Lle4 
s . .ih4 
La Variante Taimanov, con la que su crea­
dor tuvo un considerable éxito en sus comien­
zos. 
s ... .!Lixc3 6.bxc3 dxc4 7 .e3 .ie6 8.�bl 
La alternativa en esta línea, nuevamente 
de moda, es 8.1.Wbl . 
8 ... .!Lld7 
Fischer utilizó 8 . . . b6 en los albores de la 
línea frente a Taimanov, en la s• partida del 
match de Vancouver 1971 . 
9 . .!Llf3 
La captura 9 .l"1xb7 deja situada peligro­
samente a la torre tras 9 . . . éi:ib6, amenazan­
do 10 . . . .ids o 10 . . . 1.Wcs, tras 10.ig3 es 1 1 .8'.c7 
(no 1 1 .dxcs?? '\Wxdl + 12 .<i>xdl 0-0-0+! , ni 
1 1 .ies? f6 12 .ig3 ids 13 .l"1c7 es, etc.) , 11 . . . 
cxd4 12 .'1Wxd4 '\Wxd4 13 .cxd4 .ig7 14 .éi:if3 0-0, 
con idea de füc8, el peón libre de c4 sería muy 
peligroso. 
9 ... .!Ll b6 10.a4 as (D) 
Sutovsky señala que las blancas no tie­
nen compensación suficiente por el peón tras 
l l ..ie2 ig7 12 .0-0 0-0, por lo que las blancas 
buscan agudizar la lucha. 
11..!Llgs .ids 12.e4 h6 
Este contraataque es típico de la Gruen­
feld. 
13.exds hxgs 14 . .ixgs (D) 
28 El arte del ataque 
No da nada especial la entrega de calidad 
14 .E1xb6 cxb6 1S.ixc4. Es verdad que tras 
15 . . . ih6 16.ig3 las blancas tienen compen­
sación gracias a su fuerte centro, y en cuanto 
logren enrocar su torre se unirá a la lucha. 
Pero es mejor 15 .. . �c7! , y aunque el rey 
negro quede en el centro, tras 16 .ibs+ @d8, 
no hay piezas blancas que puedan incomodar­
lo luego de 17 .ixgs �xc3+ 18 .id2 (cambiar 
damas con 18.�d2 lleva a un final penoso), 
18 . . . �xd4 y aquí, una vez desaparecido el peón 
de d4, paradój icamente los programas opinan 
que lo mejor es 19 .ie3 , tratando de explotar 
la incómoda posición del rey negro, aunque 
las negras están mejor. 
En cambio sería erróneo 19 .0-0? ! , debi­
do a la bonita secuencia 19 ... ih6! 20 .ixas 
if4 ! 2 1 .g3 (si �xd4 sigue 2 1 . . .ixh2+ seguido 
de 22 ... ies+), 2 1 . . .�xdl 22 .ixb6+ ic7, el if8 
logró acudir a la defensa del @d8, 23 .ixc7+ 
ciixc7 24 .füdl ciid6, y la calidad de ventaja 
debe imponerse . 
Las negras tienen varias opciones, y por 
los comentarios de Sutovsky en el Informador 
97, él ya no se conformaba con la igualdad. 
Una continuación que merecía interés era 
14 . . . �xds (D) 
15 .E1bs. Sutovsky indica que a la pasiva 
15 ... �d6 sigue 16 .�f3 ! , con compensación, 
y recomienda la línea: 15 .. . �e6+ 16 .ie2 tllds 
17.id2 ih6 18 .l':1xb7 �e4 ! 19 .f3 �e6, con bue­
na posición, llegando a un final igualado tras 
20.ixh6 tllxc3 (no 20 . . . füh6? 2 1 .�d2 ! ) , 2 1 .�d2 
tllxe2 22 .�xe2 �xe2+ 23 .@xe2 0-0-0 24 .E1bs 
füh6 2S.@e3, etc. 
También es interesante 15 .. . �e4+. Lo que 
está claro es que las negras ya tienen una bue­
na posición, y buscan más. 
14 ... ih6! 
Con el cambio de este alfil veremos que 
las negras salen favorecidas, pues hay varias 
casillas negras claves que quedan sin su pro­
tección. 
15 . .ixh6 :il:xh6 16.�f3 (D) 
Las negras pueden jugar sin riesgo 
16 ... �xds, pero también sin aspiraciones, el 
final tras 17 .�xds tllxds 18 .füb7. El alfil blan­
co es lo suficientemente fuerte como para sos­
tener la posición. 
Otro plan es postergar la captura del peón 
de ds, reforzando antes la posición, sin em­
bargo a una jugada "normal" como 16 .. . �d6 
seguido de 0-0-0, las blancas logran una posi­
ción con buenas perspectivas tras 17 .g3 segui­
do de ig2 y o-o, con una fuerte presión en la 
gran diagonal; tras un oportuno E1bs seguido 
de la entrada en acción de la otra torre, la po­
sición blanca estaría llena de vida. 
¿Podría idear otro plan?, es una gran ayu­
da el preguntarse ¿qué quiere hacer mi rival? 
16 ... :il:hs!! 
Ya no es posible 17 .g3? pues la dama 
está atada a la defensa del peón de c3, y tras 
17 ... füs ! 18 .�e4 tllxa4, las negras consiguen 
ventaja material decisiva. 
Tampoco es prometedor 17 .d6 �xd6, en 
el futuro habrá que calcular la entrada �a3 , 
18.�xb7 l':1d8, con la amenaza citada �a3 , ade­
más de tocar el peón de h2, y con el sencillo 
plan de enrocar artificialmente con ... ciif8-g7. 
El rey en el centro 29 
Sería posible 17 .ie2, pero el alfil ya no se­
ría molesto en la gran diagonal, y las negras 
volverían a su plan original con 17 . . . '\Mid6! 
17.g4
Expulsa a la torre, pero no es gratuito, la 
seguridad del eventual enroque blanco queda 
afectada. 
17 ... gh7! 
Complemento de lo anterior, tras haber 
debi litado la posición blanca, la torre se man­
tiene en la columna h, y defiende f7 con lo que 
más tarde será posible enrocar largo. 
En cambio 17 . . . l"íxds no logra ventaja debi­
do a 18 .l"íxb6! cxb6 19 .ixc4, con un final donde 
las blancas no están peor tras 19 . . . e6 20.ixds 
'\Mixds 2 1 .iMixds exds 22 .md2, etc. 
18.igz '\Mid6 (D)
19.Wi'g3 
Cambiar damas no es algo que las negras 
teman ni las blancas hubieran deseado, pero 
no era fácil sugerir algo mejor. 
No es conveniente avanzar los peones del 
ala rey con 19 .h4 o-o-o 20.hs, tras 20 ... l"ldhs, 
vemos que las negras tienen colocadas todas 
sus piezas armónicamente, mientras que el 
rey en el centro de las blancas impide comu­
nicar las torres, y no tiene buen refugio en 
ningún sitio. 
Jugar más modestamente 19 .h3 hace que 
el peón de h no sea peligroso, y las negras 
pueden cambiar de plan, jugando 20 . . . lllxa4 
20.l"íxb7 lllb6 2 1 .0-0 a4, etc.
En esta situación los roles de los reyes han 
cambiado, el rey blanco está seguro, y el rey 
negro está en el centro, pero además de que 
existe un peón l ibre en a4, la diferencia con 
el comentario anterior, es que el rey negro no 
tiene problemas, y hasta puede ir a atacar a la 
l"íb7, ganando calidad. 
19 ... 0-0-0! 
Se abandona la posibilidad de tener la to­
rre detrás del peón l ibre en un final, pero aho­
ra la torre también entra en juego en caso de 
cambiarse damas en la columna d. 
zo.gbs 
En caso de 20.'\Mixd6 l"íxd6 transpondríamos 
al próximo comentario. 
zo ... tllxa4 21.gxas (D) 
Tras 2 1 .iMixd6 l"íxd6 22 .l"íxas lllxc3 23.md2 
b6 ! 24 .l"ía8+ mb7 25 .l"íes(no es de temer 25 .l"lhal 
por 25 ... lllxds, habilitando la casilla de escape 
c6 para el rey, y con momentáneamente dos 
peones de ventaja) , 25 . . . lllxds 26 .l"íxe7 y ahora 
Sutovsky recomienda 26 . . . bs, con dos peones 
libres unidos en el flanco dama, Fritz 10 está 
de acuerdo con toda la línea, pero prefiere 
26 . . . 'itic6, con idea de jugar 27 . . . fü6 y 28 . . . md6, 
las dos jugadas son fuertes. 
¿Y ahora? El cambio de los peones de a4 
y as no ayuda a las negras en el final tras 
2 1 . . .'\Mixg3 22 .fxg3 , claro que no es posible 
22 ... lllxc3? pues pierde la pieza tras 23 .md2 . 
A 22 . . . lllb6 sigue 23 .h4, con una excelen­
te posición. El rey en el centro está muy bien 
ubicado, hay un peón libre en la columna h, y 
las negras están pasivas . 
No es mejor directamente 2 1 . .. lllb6, pues 
seguiría 22 .h4. 
21...Wi'b6!! 
Y finalmente la colocación del rey blanco 
30 El arte del ataque 
en el centro es el factor decisivo, a 22 .l'l:xa4 
sigue 22 ... ®'bl + 23 .lt>d2 ®'b2+ 24.lt>e3 (el mo­
narca debe eludir los jaques en blanca como 
tras 24 .lt>dl ®'b3+, etc . , pero claro que ir con 
el rey hacia delante no puede tener un buen 
final), 24 ... ®'xc3+ 25 .lt>f4 ®'xd4+ 26 .ie4 (tras 
26.lt>f3 ®'xd5+ 27 .lt>e2 ®'d2+, es mate rápido), 
26 . . . ®'f6+ 27.lt>e3, y aquí la artística 27 . . . l'l:h3 ! , 
ganando l a dama. 
22.E!:aS+ @d7 23.E!:xds+ 
Ahora 23 .l'l:xa4 pierde por 23 . . . ®'bl + 24 .lt>d2 
®'b2+ 25 .lt>e3 ®'xc3+ 26.lt>f4 ®'xd4+ 27 .ie4 f5 , 
etc. 
23 ... @xds 24.o-o 
El rey blanco por fin está seguro, pero el 
precio será muy alto, la creación de otro peón 
libre. 
24 ... �b2 25.E!:el �xc3! (D) 
Ganando un tiempo sobre la dama blan­
ca, en cambio 25 . . . é/Jxc3? dejaría a la dama 
negra atada, y como señala Sutovsky, corro­
borado por Fritz 10, la iniciativa blanca sería 
fuerte tras 26 .®'e3 ! ®'b4 27 .d6 ! , y las blan­
cas ganan material. Veamos: 27 . . . e6 (no da 
nada 27 . . . ®'xd6 28 .®'xc3 ®'xh2+ 29 .lt>fl , etc.) , 
28.®'g5+ \tics 29.l'l:al é/J a4 (a 29 . . . é/J a2 también 
sigue 30.®'e7), 30.®'e7 cxd6 3 1 .®'e8+, ganando 
el é/Ja4. 
Vemos nuevamente que la seguridad de 
un rey en el centro requiere un máximo de 
cuidado, más aún cuando la l'l:h7 no ayuda en 
esos menesteres . 
26.�es �b4 27.d6 
"Ahora o nunca"· las negras amenazaban 
27 . . . ®'d6. 
27 ... �xd6 28.i.xb7 é/Jb6 
Reagrupación útil, el caballo ya cumplió 
con su labor, y puede ir a d7. 
29.\t>g2 (D) 
29 ... lt>d7! 
A Fritz 10 le gusta 29 . . . é/Jd7, forzando el 
cambio de damas, pero la textual, que normal­
mente sería arriesgada, es fruto de un buen 
cálculo de los riesgos. Se amenaza 30 ... c6. 
30.®'bs+? 
Era mejor retirar el alfil, con ventaja negra 
tras por ejemplo 30.ie4 e6 3 1 .f4 é/Jd5, etc. 
30 ... c6! 
No es el centralizado rey negro el que reci­
be mate, sino el enrocado rey blanco. 
31.®'xb6? �xh2+ 32.lt>fl 
También llevaba al mate, pero en más ju­
gadas, 32 .lt>f3 ®'h3+ 33 .lt>e4 (si 33 .lt>f4 sigue 
33 ... g5+ ! 34 .lt>xg5 l'l:g7+, y mate en 2 jugadas) , 
33 . . . ®'xg4+ 34 .lt>e3 l'l:h3+ 35 .lt>d2 ®'f4+ 36 .lt>dl 
l'l:d3+ 37 .lt>c2 ®'d2+, etc. 
32 ... �h3+ 0-1 
En las partidas Nº 1 a 4, en determinado 
momento la colocación del rey en el centro 
ha sido casi forzada, sin embargo, como en la 
partida Nº 5, generalmente no lo es, y la de­
cisión de elegir el mejor destino del rey no 
siempre es obvia. 
En el libro "Winning Chess Explained" de 
e.ste autor, aún no traducido al castellano, hay 
un capítulo (2.5) dedicado a esta cuestión, que 
sugiero al lector que mire, s i desea profundi­
zar en el tema. 
Para cerrar el capítulo veamos brevemen-
El rey en el centro 3 1 
t e un ejemplo extra donde l a posición d e rey 
en el centro es una ventaja. 
Partida Complementaria N2 5.1 
Seirawan Y. - Beliavsky A. 
World Cup Bruselas, 1988 
Defensa Eslava [D14] 
1.d4 ds 2.c4 c6 3 . .!Llc3 .!Llf6 4.cxds cxds 
s . .if4 .!Llc6 6.e3 .ifs 7 . .!Llf3 e6 s . .ibs .!Lld7 
9.0-0 .ie7 10 . .ixc6 bxc6 11.E:cl E:c8 
Las blancas han creado una debil idad en c6, 
que dejará de serlo si las negras logran jugar 
es, lo que explica el siguiente movimiento. 
12 . .!Lla4? (D) 
El caballo se aleja del centro, lo que en una 
posición "normal" no sería equivocado, pues 
lo prioritario, si se quiere lograr ventaja, es 
evitar que las negras se desembaracen de su 
debilidad. Mikhalchishin indicó que era pre­
ferible 12 .lll es lllxes 13 .�xes f6 14 .�g3 es, con 
igualdad, aunque claro que esa no era la inten­
ción cuando las blancas jugaron 10.�xc6. 
Se puede decir que las blancas han jugado 
como si la posición fuera "normal" es decir 
como si las negras ya estuvieran enrocadas . 
Un optimista podría pensar que eso es aún 
peor para las negras, porque si bien al rey ne­
gro no le acechan los peligros que vimos en las 
partidas precedentes, les falta un tiempo más 
para completar su desarrollo, sin embargo, 
ese "defecto" se convierte en virtud. 
12 ... gs!! 
Iniciando una violenta ofensiva sobre el 
enroque blanco, que las columnas g y h estén 
accesibles al no estar enrocado es lo que per­
mite que este avance sea tan fuerte. 
13 . .ig3 hs 14.h3? 
Era mejor 14 .lll cs, una vez logrado este 
punto de contacto, el ataque se desarrolla con 
rapidez, las blancas no se defendieron de la 
mejor manera, pero su posición ya era delica­
da. 
14 ... g4 15.hxg4 hxg4 16 . .!Lles .!Llxes 
17 . .ixeS f6 (D) 
El rey irá a f7, donde no molesta el movi­
miento de las piezas pesadas . 
18 . .ig3 @f7 19.E:el E:hs 20.�d2 .ie4! 
2i.@f1 .if3!! 0-1 
32 El arte del ataque 
Problemas del Capítulo N2 1 
l . juegan las Negras 
Considere las jugadas 9 . . . e6, y 9 . . . es, y elija 
una respuesta: 
a) Es mejor 9 . . . e6 
b) Es mejor 9 . . es 
c) Las 2 jugadas llevan a diferente tipo de 
estructura, pero son equivalentes. 
2. juegan las Blancas 
Describa brevemente el plan de las blancas y 
sus jugadas principales. 
3. juegan las Blancas 
4. juegan las Negras 
5. juegan las Blancas 
El rey en el centro 33 
6. Juegan las Negras 9. Juegan las Blancas 
7. Juegan las Negras 10. Juegan las Negras 
8. juegan las Negras 11 . Juegan las Blancas 
34 El arte del ataque 
12. juegan las Blancas 13. Juegan las Blancas 
Enroque largo vs. Enroque corto 35 
2 . Enroque largo vs . Enroque corto 
Cuando los reyes están situados en diferente flanco, los impedimentos para enviar los peo­
nes al ataque, y desplazar todas las piezas hacia el flanco opuesto donde está nuestro rey, na­
turalmente decrecen, o desaparecen y no sólo es recomendable sino también a veces es hasta 
imperativo. 
Nos es familiar el escenario donde ambos bandos atacan con todas sus fuerzas, y, como en 
una carrera, el primero que llega a la meta, gana. Esa meta es superar las defensas del monarca 
adversario, y terminar con mate o ventaja decisiva, el resultado es incierto hasta casi el final de 
la lucha. 
Más claro es el resultado cuando la carrera no es tal, y uno de los bandos ataca y el otro sólo 
defiende, como es posible que el bando defensor no tenga todas sus fuerzas en la defensa, el 
resultado suele ser nefasto. 
Hay un tercer escenario, y es el de combinar el ataque propio con medidas preventivas en el 
flanco donde está nuestro rey para dificultar, retrasar, o hasta neutralizar el progreso adversa­
rio; éste es un tipo de lucha que se ve más en el ajedrez actual . 
Partida Nº 6 
En la siguiente partida los reyes están en­
rocados en distinto flanco, el ataque blanco 
no tiene una oposición seria, y es l levado de 
modo rectilíneo y eficaz, culminando con una 
ejecución en toda regla. 
Adorjan A. - Ribli Z. 
Budapest (m/4), 1979 
Defensa Siciliana [B90] 
1.e4 c5 2.c!iJf3 d6 3.d4 cxd4 4.cliJxd4 c!iJf6 
s.c!iJc3 a6 6 • .ie3 
El llamado "Ataque Inglés" era un hués­
ped desconocido en los años 70, su populari­
dad empezó a crecer en la siguiente década, 
y actualmente es la línea principal contra la 
Variante Najdorf y la Variante Scheveningen 
de laDefensa Siciliana. 
6 .•• e5 7.c!iJb3 .ie6 8.\Wd2 c!iJbd7 9.f3 (D) 
Las blancas han mostrado sus cartas, su 
plan principal es enrocar largo seguido del 
avance g4. Actualmente hay mucha teoría so­
bre esta posición, las negras juegan frecuente­
mente con su rey en el centro para no dar un 
objetivo claro. 
9 .. Jks 
Las negras deciden seguir haciendo juga­
das "normales" en el flanco dama, sin decidir 
aún qué hacer en el ala rey. 
Con el mismo espíritu era posible 9 . . . bs, 
que veremos en la Partida Complementaria 
36 El arte del ataque 
Nº 6.1 y la Partida Complementaria Nº 6.2, 
en dos ejemplos más modernos . 
10.g4 i.e7 
Sigue con el desarrollo, otra idea es jugar 
ahora 10 . . . h6 (también más adelante) , que es 
el tratamiento moderno de la línea, citado en 
la introducción, dificulta el ataque blanco al 
dejar momentáneamente al tt'lf6 en su casilla 
natural, aunque claro que da un punto de con­
tacto en g5 para el futuro. 
11 .0-0-0 tllb6 12 .h4 
En esta y muchas posiciones similares, 
es posible, pero no es claro que sea siempre 
mejor, expulsar al tt'lf6 con 12 .g5, pues tras 
12 ... tllh5 si bien el caballo se aleja del centro, 
también impide la apertura de líneas sobre el 
ala rey, las blancas intentan evitar esa posibi­
lidad llevando un peón a h5 para luego sí ju­
gar g5 . Ese plan es lento, y normalmente las 
negras puede usar esos dos tiempos de modo 
útil , pero no será este el caso. 
12 ... 0-0?! 
Muy arriesgado, da un objetivo definido 
a las blancas sin tener claro dónde estará el 
contrajuego negro, no parece posible contra­
atacar contra el rey blanco, por lo que hay que 
buscar algo especial. 
Jugado con la idea de la partida, era posible 
12 . . . tt'lc4, manteniendo aún el rey en el centro, 
y tras 13 .ixc4 :1'1xc4 14 .h5, existe el recurso 
"moderno", 14 . . . h6. 
13.hS tllc4? (D) 
Este es el error decisivo. Era a conside­
rar 13 ... d5, aunque las blancas están algo 
mejor tras 14 .g5 ! ; lo mejor parece 14 ... tt'lxe4 
15 .fxe4 d4 16 .tt'lxd4 exd4 17 .1Wxd4 (no 17 .1Wg2 
:1'1xc3 ! 18 .bxc3? ia3+ 19.lt>bl tt'la4, ganando), 
17 .. . ixg5 18 .ixg5 1Wxg5+ 19.'it>bl , etc . , aunque 
claro que la posición es complicada. 
En cambio 14 .ixb6?! 1Wxb6 15 .g5 es bue­
no sólo en apariencia, tras 15 ... d4 16 .tt'la4 1Wc6 
17 .gxf6, las negras no juegan 17 .. . gxf6? pues 
reciben mate con 18 .tt'lac5! ixc5 19 .:1'1gl + 'it>h8 
20.1Wh6, etc. 
Es posible 17 .. . ixf6 ! , y las modestas ame­
nazas de las negras en la columna c no son tan 
inofensivas tras 18 .tt'lac5 ixb3! 19 .tt'lxb3 ig5 , 
son las negras las que ganan. 
Otra idea es 13 . . . tt'lfd7! para a 14 .g5, no es­
perar pasivamente la ejecución, sino buscar 
complicaciones con el recurso defensivo 14 . . . 
f5 ! , como en Iordachescu - Neverov, Dubai 
open 2005. 
14.i.xc4 gxc4 15.gS tlld7 (D) 
¿Qué hacer ahora? 
Si la posición fuera "normal", es decir si 
cada tiempo fuera de un valor altísimo, pues 
el primero que abre líneas sobre el rey ne­
gro logra ventaja. Sería a considerar, en pri­
mer lugar, el sacrificio temático 16 .g6, que es 
bueno, pero aquí las blancas no tienen prisa 
y pueden atacar con el máximo de fuerza sin 
entregar nada aún. 
16.gdgl! 
La ruptura g6, abriendo líneas, es inevita­
ble, y no es una pérdida de tiempo, pues la to­
rre será muy útil en la columna g. 
16 . . . 'ªc7 17.g6 ges 
El enroque negro queda desmantelado tras 
17 ... tt'lf6 18 .ih6! tt'l e8 19 .ixg7! lt>xg7 (o bien 
Enroque largo vs. Enroque corto 37 
19 . . . ti:lxg7 20.'Wh6, etc.) , 20.h6+ @gs 2 1 .g7, con 
ventaja material y ataque. 17 .. . i.f6 transpone 
a la partida. 
18.i.h6! ! i.f6 19.gxh7+ @xh7 (D)
20.i.xg7!
Abrir el enroque negro vale más que la 
pieza. Esta entrega está basada en un cálculo 
concreto, la posición lo permite. 
20 ... ixg7 21 .h6! 
Esta es la forma. No vale "entusiasmarse" 
en exceso con 2 1 .:B:xg7+?, pues como indica 
Adorjan, tras 2 L..@xg7 22 .'Wgs+ @fs 23 .h6 
las negras no juegan 23 . . . :B:xc3? 24.h7 :B:xc2+ 
2s.@b1 :B:xb2+ 26 .@xb2 'Wc3+ 27 .@a3, donde 
reciben mate, sino que se defienden y quedan 
con ventaja material decisiva con 23 . . . 'Wds! 
21 . . . i.f6 
Las otras retiradas también llevan al mate . 
A 2 1 . . .i.hs gana 22 .'Wgs, mientras que a 21 . . .i.fs 
las blancas ganan con 22 .'Wgs f6 23 .'Wg6+ @hs 
24.h7, etc.
22.'l!!lfg2 ! 1-0 
Con la amenaza inevitable 23 .'Wg7+ ! , segui­
do de mate. 
El éxito de la ofensiva blanca es indudable, 
aunque pocas veces veremos una defensa tan 
"cooperativa" en una partida de dos aspiran­
tes al Campeonato del Mundo, como lo eran 
los dos maestros húngaros cuando se jugó esta 
partida, en el siglo XXI. 
Las negras no pudieron frenar el ataque a 
su rey ni crear amenazas serias sobre el mo­
narca contrario, naturalmente aún no se co­
nocían las ideas defensivas citadas a base de 
hs de las negras, evitando o postergando el g4 
blanco, ni luego, tras g4, la jugada h6, frenan­
do la expulsión del ti:Jf6, ni el recurso fs citado 
en la jugada 13 . 
Veamos los ejemplos más modernos cita­
dos : 
Partida Complementaria NQ 6.1 
Anand V. - Gelfand B. 
Wijk aan Zee 2006 
Defensa Siciliana [B90] 
1 .e4 es 2 .lüf3 d6 3.d4 cxd4 4.lüxd4 lüf6 
s.lüc3 a6 6.f3 es 7.lüb3 ie6 s.ie3 lübd7
9.'l!!lf d2 bs 10.0-0-0 lüb6 11 .'l!!lffz (D) 
1 1 . . . lüc4 
Si ahora 1 1 . . .ti:Jfd7 las blancas pueden cam­
biar de plan y jugar 12 .f 4, aprovechando la au­
sencia del ti:Jf6. Por lo que la textual está más 
de moda. 
12.ixc4 bxc4 13 .lüas 
Este salto espectacular ha desplazado a 
13 .ti:Jcs .
13 . . . 'l!!lfd7 
El caballo es inmune pues a 13 ... 'Wxas? si­
gue 14 .i.b6 'Wb4 15 .a3, ganando la dama. 
14.l;dz ie7 1s .l;hd1 l:füs?
Las negras quisieron seguir postergando 
su enroque con una jugada útil en el flanco 
dama, pero sorprendentemente la torre se 
convierte en una debilidad táctica. 
16.ics! 'l!!lfc7 (D)
No es mejor 16 ... 0-0 por 17 .i.xd6 i.xd6 
18 .:B:xd6 'Wc7 19 .ti:Jc6, ganando. 
38 El arte del ataque 
17.gxd6! 
El rey negro en el centro sufrió un duro 
golpe con esta entrega. 
17 . . . tyxas 
Si 17 . . . 0-0 las blancas disponen de 18 .gc6! , 
que gana aún más material . 
18.gxe6 fxe6 19 . .ixe7 gb7 
No es posible 19 ... ©xe7? por 20.�a7+ ! , ga­
nando de inmediato, aquí se nota uno de los 
inconvenientes inesperados de 15 .. . gbs?, y 
tampoco defiende 19 . . . ©f7 pues las blancas las 
que ganan material con 20.ixf6 gxf6 2 1 .gd7+ 
l!tes 22 .�a7 �b4 23 .a3 ! �xb2+ 24 .©d2 �xa3 
25 .�xbS+ ©xd7 26.�xhs, etc. 
20 . .td6 
Las blancas tienen más que adecuada com­
pensación por la calidad; hay un peón, la es­
tructura negra está débil y lo que es peor, el 
rey negro no tiene un lugar seguro donde re­
fugiarse. A 20 ... ©f7?! seguiría 2 1 .f4 ! exf4 22 .e5, 
abriendo más líneas, con ataque ganador; para 
evitar lo peor, las negras optaron por entrar 
en un final ventajoso para las blancas, donde 
la debilidad de los peones negros fue un factor 
decisivo, fueron cayendo uno tras otro. 
Una idea completamente diferente de las 
negras es jugar ... h5 antes de que las blancas 
jueguen g4, dificultando sensiblemente ese 
avance, el defecto es claro, la seguridad del 
enroque negro, si se produce, nunca será la 
misma que con el peón en h7, aunque el rey 
puede segur por más tiempo en el centro, lo 
que como sabemos, tiene sus riesgos. 
La maniobra . . . h5 por parte negra ha sido 
empleada con resultados satisfactorios por 
varios de los más fuertes defensores de la Va­
riante Najdorf. Veamos un ejemplo de dos sú­
per estrellas actuales. 
Partida Complementaria N11 6.2 
Kramnik V. - Topalov V. 
Linares 2004 
Defensa Siciliana [B90] 
1 .e4 es 2.c!Llf3 d6 3.d4 cxd4 4.c!Llxd4 tllf6 
s.c!Llc3 a6 6 . .ie3 es 7.c!Llb3 .ie6 8.f3 c!Llbd7 
9.tyd2 bs 10.0-0-0 hs 11 .c!Lld5!? (D) 
Este salto es uno de los planes importantes 
que disponen las blancas. El tt'ld5 difícilmente 
es soportable, por la posibilidad tt'lxe7 cuan­
do se juegue ... ie7, que a veces gana el

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