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Capftulo quinto 267 Sobre la creatividad de los alumnos de la escuela - A. Yusupov 267 Capi tulo tercero 189 C6mo nacen las novedades - A. Zlotnik................................... 189 La jugada g7-g5 en la Defensa Francesa - A. Kosikov 200 Biisquedas en la apertura - V. Vulfson...................................... 210 Capitulo cuarto 219 Problemas en el media juego - M. Dvoretsky 219 Conexion de la apertura con cl final - A. Kosikov 232 Tras las pistas de una partida - M. Dvoretsky ... !...................... 242 Capftulo segundo 109 Formacion de! repertorio de aperturas - M. Dvoretsky I 09 Ataque Indio de Rey - M. Dvorctsky 142 Prcparacion de la partida - A. Yusupov 161 «Tiene V d. razon, monsieur La Bourdonnais» - Y. Razuvaev 177 Pr6logo......................................................................................... 7 Capftulo primero 11 Principios generales de! juego en la apertura - A. Yusupov 11 La 16gica en la apertura - M. Dvoretsky 33 Las sorpresas en la apertura - A. Yusupov 50 La soluci6n creadora de los problemas irracionales en Ia apertura - S. Dolmatov 70 Ejercicios, soluciones - M. Dvoretsky 94 INDICE forma de asimilar las ideas genera- /es y de conseguir la informacion concreta necesaria; c) analizar los puntos debiles de[ ju ego de los alumnos y ayudarles a eliminarlos, Otra idea probada es la de impartir cursos temdticos. Cada una de nuestras clases esta dedica- da a Ulla determinada orientaci6n en la labor ajedrecistica. El «ala· que» masivoen este sentido --con- [erencias, ejercicios prticticos, materiales adicionales que propor- cionamos a los alumnos- da un fuerte impulso al perfeccionamien- to de la materia de estudio. Nos gustaria ayudar a cualquier ajedrecista que desee mejorar su juego y que este dispuesto a traba- jar seriamente con el fin de auto- perfeccionarse. Pero el contingente de alumnos de la escuela esui limi tado. Por eso desde el principio nos propusimos recoger las lecciones impartidas durante los cursos y los articulos mas interesantes sobre este tema; y publicarlas en libros. El primer libro, basado en las lecciones impartidas en nuestra escuela en el primer curso, apare- ci6 a finales de 1991 y contiene problemas de cardcter general en el estudio def ajedrez: manifestacion y eliminacidn de [os puntos debiles en el juego, tecnica de andlisis de las partidas propias y ajenas y extraccion de In informaci6n iitil que contienen, papel del legado creativo de/ pasado, etc. Ahora presentamos a nuestros lectores el segundo libro, dedicado a las aperturas. JQui hay de nuevo PROLOGO Al iniciar cualquier empresa ria, uno siempre trata de planear- mejor, coll la mayor precision tsible. Y si el proyecto resulta iertado, por lo general las cosas ncionan bien. Cuando decidimos montar la cue/a de jovenes ajedrecistas de lento, el gran maestro Yusupov y · analizamos minuciosamente las 'ientaciones y los principios de ibajo de la escuela. Y ahora nos -rada seiialar que nucstras ideas incipales resistieron la prueba del ·mpo. Lo testimonian /os [xitos de r alumnus de la escuela. Mucltos ellos ya han llegado a ser ajedre- itas fuertes, han obtenido triunfos oremios en campeonatos nacio- iles, europ eos y mundiales de detes. Solo en 1992 cuatro de iestros alumnos -l/aja Kadimo- ' Inna Gaponenko, Alexei Ale- ndrov y Vadim Zviaguintsev- naron el titulo mundiaL Nuestro principio fundamental z fiable, ya que habla sido com- obado anteriormente por expe- incia propia. Nosotros eramos nscientes de que no solo tenia- JS que impartir a los alumnos nocimientos concretos de ajedrez; que durante dos cursos anuales diez dias no se puede enseiiar tcho y, ademds, eso no es lo prin- ial en la enseiianza del ajedrez: mas importante es: a) enseiiar ideas, metodos y procedimientos nerales de lucha ajedrecistica do SU cartict er universal; b) mostrar las vias racionales de bajo e11 materia de ajedrez, la IA primera parte de/ libro habla de Los problemas con Los que se suele chocar en la apertura y c6mo pueden resolverse en el tablero, Esta basada; sabre todo, en las lee- clones impartidas por los candida- tos al camp eonato mundial A. Yusupov y S. Dolmatov (Serguei Dolmatov es un colaborador activo de nuestra escuela), Me parece muy interesante seguir el curso def pen- samiento de los ajedrecistas de elile que cuentan abiertamente en qui piensan durante la partida, como dan con las mejores jugadas, por que se equivocan a veces. Pero no basta solo conocer la «teoria» para aprender a tomar decision es correctas. Se necesita, ademds, un entrenamiento prdcti- co. En cada curso de la escuela, organizamos necesariamente dis- tintas comp eticiones, concursos, etc. En la primer parte del libro hemos descrito uno de estos entre- namientos. IA segunda parte contempla la formacion de un repertorio de aper- turas y la preparacion para compe- ticiones o para enfrentarse a un rival concreto. Este tema se extiende a la tercera parte, en la que se habla de/ atuili- sis individual de las posiciones en la apertura y las tecnicas de encon- trar novedades. En la cuarta parte se observa la conexion de la apertura con Los demds estadios de la partida, se demuestra la continuidad de las ideas ajedrecisticas y se acentua el leitmotiv que atraviesa todo el lihro: la clave de/ eriJo no esta en la memorizaci6n mecanica de infor- maci6n sobre la apertura, sino en 8 en este terreno que podamos ofre- cer al lector? Vale la pena tratar el tema en detalle. Seguramente la buena mitad de Los libros sobre ajedrez son las monografias que analizan una u otra variante concreta o un conjun- lo de variantes. Por su esencia; son guias a las que conviene echar un vistazo a veces, pero no seria nada fdcil aprender la teoria de las aper- turas contando tinicamente con su ayuda. Ofrecen demasiada infor- maci6n, en su mayor parte innece- saria, y apenas explican las ideas genera/es propias de las variantes analizadas. Por eso precisamente las monografias sobre aperturas se hacen obsoletas rdpidamente. Para Los aficionados al ajedrez que deseen aprender rdpido una u otra apertura, se han escrito libros especializados que analizan solo el minimo nec esario de variantes. Este tipo de libros resulta realmente muy apropiado, Pero es imposible conseguir una autentica maestria en el ju ego de la apertura solo a base de recetas hechas. Hay que estudiar los metodos de prepara- cion para la apertura en su totali- dad, reflexionar sobre los proble- mas con los que sue/en chocar /.os ajedrecistas y pasar por el analisis individual de los sistemas de aper- tura que cada uno pre.fiera. Nuestro libro ayudard a los lee- /ores a conseguirlo, Esta pensado para ajedrecistas (sobre todo j6ve- nes) que desean profundizar consi- derablemente sus conocimientos en materia de ajedrez en general y, particularmente, en la apertura, y aprender a trabajar individualmen- te sabre la apertura. 9 Mark Dvoretsky en los problemas genera/es que se plantean en el ju ego de apertura; de los que habla tambien el capltulo que abre este libro. Probablemente sea interesante, a la hora de leerio, echar un vistaza al capitulo final y estudiarlos paralelamente. · El libro es obra de un grupo de au/ores. Aparte del autor de estas lineas y de los grandes maestros Yusupov y Dolmatov, han colabo- rado tambien el gran maestro Y. Razuvaev, el maestro B. Zlotnik, A. Kosikov, V. Vulfson. Les agradezco su esfuerzo. Espero que la compa- raci6n de opiniones de diferentes especialistas sobre problemas afi- nes sea de interes para los lectores y que aporte a este libro la polifonia necesaria. Si esta obra impulsara al lector a pensar sobre problemas diflciles pero interesantes en la preparacidn para la apertura y le sugiriera nue- vas ideas en este campo, los au/ores considerarian SU mision cumplida. llegar a dominar lariqueza de ideas del ajedrez; la cu/Jura ajedrecistica en su totalidad. En realidad, aunque este no sea nuestro prop6sito principal, el lee- tor encontrard no poca informa- cion titil para sf mismo: novedades en la apertura (algunas de ellas atin no se han llevado a la prticti ca), recomendaciones sobre el desa- rrollo de distintas posiciones y des- cripciones de una serie de sistemas de aperlura (Defensa India de Rey, variante cerrada de la Espailola, Gambito de Dama, etc.). Las pdginas finales de nuestro libro ofrecen, como de costumbre, Jragmentos de partidas de alum- nos de la escuela comentados por el gran maestro Yusupov. Se trata de ejemplos de ap erturas a un nivel muy alto y ejemplos de erro- res en la apertura que pueden ser instructivos. En sus comentarios partidas de cadetes, Yusupov centra su aiencion 11 desarrollo. Asf pues, el tercer prin- cipio en Ia apertura cornbatir las intenciones el contrincante con el fin de dificultar su desarrollo e impedirle el control de! centro. Tai vez preguntara usted: lque es mas irnportante: el desarrollo de las piezas propias o impedir el desarrollo de las piezas de! rival? Por supuesto, lo ideal serfa com- binar las dos cosas. Pero si hay que elegir, hay que actuar en cada caso concreto segun las cir- cunstancias, ya que no existe una receta universal. De todos mo- dos, es mejor no olvidar el desa- rrollo de las propias piezas. i. Que es lo que preocupa, ade- mas, al ajedrecista en la apertura? Naturalmente, la fonnaci6n de Ia estructura de peones. No serfa de extrafiar que usted consiguiera debilitar ya en la apertura la posi- ci6n de Jos peones del contrincan- te, es decir, echar a perder sus peo- nes. Recuerde: depende mucho de lo favorable o desfavorable que sea su estructura de peones. Y, por ultimo, hay que sefialar que el combate por conquistar la iniciativa se inicia desde las pri- meras jugadas, lo que, ta/ vez, sea la esencia de/ jueg o en la apertura. l,Acaso podemos irna- ginar en la actualidad una partida en la que durante algun tiempo i,En que consiste la estrategia :lei cornbate en la apertura? Si se fijara usted en las partidas de des- tacados maestros, se darfa cuenta de que los rivales aspiran, ante todo, a la rapida movilizaci6n de sus fuerzas. Y esto es explicable: cuantas mas piezas hay en juego, tantas mas posibilidades de atacar. El juego de la apertura se basa en el rdpido desarrollo. El segundo requisito importan- te es desplegar, desde las prirneras jugadas, el ataque al centro. El ccntro representa la cota mas alta en las batallas ajedrecfsticas: el que la conquiste, tendra mejores perspectivas mas adelante. Natu- ralmente, las casillas centrales e4, e5 d4 y d5 resultan ser. desde el principio, el ccntro de atenci6n para ambas partes. Por lo general, los ajedrecistas tratan de ocupar el centro con los peones, o se pro- pon e 11 ejercer presion sabre el con las piezas mayores. Paralelamente a ello, los rivales procuran estorbar mutuamente sus intenciones. Vale la pena [renar con alguna jugada el desarrollo del rival, ponerle en apuros. La «perdida de un tiempo» se justifi- ca a la larga. No lamente tampoco haber perdido un tiempo para pri- varle de/ enroque. De este modo usted consolidara su ventaja en el Artur Yusupov PRINCIPIOS GENERALES DEL JUEGO EN LA APERTURA CAPITUlO I 1. d4 lof6 2. c4 g6 3. lof3 it...g7 4. g3 0-0 5. it...g2 d6 6. 0-0 lo c6. Ve mos como con cad a jugada se incorporan al juego nuevas fuerzas. Las blancas van ocupando el centro con sus peo- nes, las ne gras se disponen a ejercer presi6n sobre el centre con sus piezas mayores. 7. loc3 it...f5. Una jugada no muy frecuente, pero de! todo posible. Las negras desarrollan su alfil, ponen bajo control la casilla central e4 y se disponen a jugar 8 .... loe4. 8. dS. Habfa tarnbien otras O YUSUPOV eGULKO Reykjavik, 1990 Defensa India de Rey vaya a ocupar es una misi6n muy responsable, ya que el caracter de! combate depende en buena rnedi- da de la situaci6n de la dama; 4) no se lance a ciegas a un ataque sin haberlo preparado; 5) no se ernpefie en ganar peo- nes, sobre todo en posiciones abiertas, en las que Ia ventaja en el desarrollo tiene enorme irnpor- tancia; recuerde que el tiempo en la apertura es mas importante quc los pconcs. Analiccmos a continuacion mi partida con el gran maestro B. Gulko. Espero que este ejemplo contribuya a esclarecer el princi- pio de movilizaci6n de las fuer- zas y, en general, el juego en la apertura, 12 los rivales simplemente cambian piezas y luego se ponen a pensar que han hecho y que es lo que deben hacer? Claro que no. Por supuesto, las blancas, siendo las primeras en actuar, por lo general tratan de adelantarse a su rival en el desarrollo de sus piezas en la apertura, procuran ocupar el cen- tro y ser las primeras en crear ciertas amenazas. Antes de p a s ar a ejemplos concretos, qu i s i e r a l larnar la atcncion de los lcctorcs sobrc otro aspecto fundamental. El concepto moderno de la apertura se vincula indisolublemente al plan de acci6n en el media juego ( iY a v ec e s hay que ten er en cuenta has ta el posible final!). Actualmente es diffcil establecer un lfrnite claro entre la apertura y el medio juego, tanto mas cuanto que todos los principios validos en la estrategia de la apertura podrfan aplicarse, aunque bajo una forma un tanto diferente, al medio juego. Consideramos en mas detalle el primer principio de la apertura (la rapida movilizaci6n de las fuerzas). Recordemos algunas reglas elementales: I) no mueva dos veces la rnisma pieza (estas jugadas tiene que ser motivadas seriamente); 2) no pierda tiempo en realizar jugadas profilacticas con los peo- nes del flanco, pues lo que importa es desarrollar cuanto antes sus piezas; 3) no saque la dama apresura- damente: la elecci6n de! sitio que 13 Parece mas natural y 16gica 9. lt:)d4! El alfil f5 esta expuesto al ataque y el pe6n c4 esta protegi- do indirectamente: despues de 9 . ... li)xc4? sigue 10. lt:)xf5 gf 11. 'i!f d3, y las blancas recuperan un pe6n consiguiendo una estructura de peones mejor. Despues de 9 . ... ~d7 10. 'i!f d3 Ia posici6n de las blancas es de muchas pers- pectivas. 9 .... c6! Al obtener cierta ven- taja en el desarrollo, cl rival abre dccididamcnte el jucgo. Ahora surge otro problema para mf: c6mo ahogar la posible iniciativa de las negras? Como no pude resolver este problema, caf en un aprieto. La consecuencia 16gicn de la jugada 9. li)d2 habrfa sido la energica I 0. b4!? La idea princi- pal que no pude percibir en el curso de! juego era: despues de 10 .... 4J xd.5 11. cd ~xc3 jugar 12. e4! (yo habfa analizado s6Io 12. ~a3? ~ xd2). Tai vez las blancas consigan obtener dos piezas por la torre, pero las negras dispondran, a carnbio, de varios peones. Es sumarnente diffcil valorar esta situaci6n; es posible que se trate de una posi- ci6n de equilibrio dinamico. En la partida las blancas juga- ron la rutinaria 10. e4?!; el con- trincante respondi6 con 10 .... ~g4! Gracias a esta jugada astu- ta se provoca otro debilitamiento: o Ia ruptura f2-f3 que ofrece a las negras posibilidades tacticas en relacion con 'ii'b6+, o la salida de la darna a c2 donde, despues Surge Ia pregunta: i,C6mo deben jugar ahora las blancas? La jugada de la partida fue 9. li)d2?!, pero esta jugada tiene ciertos defectos. EI caballo en d2 se interpone en el camino del alfil cl. Yo tenfa la esperanza de que Ia amenaza 10. b4 obligarfa al adversario a cerrar la posici6n en el flanco de dama mediante' c7-c5. De ser asf, las blancas habrfan ganado un tiempo trasla- dando el pe6n a e4 y luego aca- barf an el desarrollo a base de '1Wc2, b2-b3, ~b2, etc. Pero los acontecimientos tornaron otro rumbo. continuaciones: ll e 1, b2-b3, lt:Je 1. La ju gad a de la partida es bastante 16gica: en un tiempo,las blancas aumentan sus conquistas de espacio en el centro. 8 .... lt:JaS. Es Ia segunda vez que las negras mueven la misma pieza en Ia apertura, pero en este caso el movimiento es justifica- do: primero, porque se ven obli- gadas a hacerlo y, segundo, por- que con la jugada 8 .... lt:)a5 se ha creado la amcnaza de! pe6n c4. 14 .... c6!? Dcspucs de! cam- bio de peoncs en d5, cl alfil obtendra la casilla f5, lo que sera muy desagradable para las blan- cas. Y al responder con 15. h3?!, sigue 15 .... ed 16. hg d4 y mi estructura de peoncs se echara a perder irremediablemente, es decir, las negras transforrnaran un tipo de ventaja en otro: la ventaja en el desarrollo, en una estructura de peones mejor. Tuve que intentar un metodo de defensa que puede resurnirse en lo siguiente: [cuando todo esta rnal, ya no hay nada que temer! 15. ,a,d3. i,Que hacer? Ya me habfa conformado con que no podrfa terrninar el desarrollo por una via normal y trataba de com- p l ic a r la lucha por todos los medias. A veces esta t actica puede dar resultados nada rnalos, aunque tambien puede fracasar si el rival juega correctarnente. La se en la valoracion general de la posici6n: las negras se anticipa- ron en sci desarrollo al rival. por lo que les resulta ventajoso abrir el juego. 14 de abrirse la columna «c», resul- taria bajo la desagradable presi6n de la torre c8. 11. 't!i'c2 cd 12. ed. Sena peor todavfa la caprura de! pe6n «e»: en ta! case. el alfil negro obten- drfa la excelente casilla f5. 12 .... l:t c8. Observemos c6mo Gulko incorpora consecutiva- mente nuevas fuerzas al juego aumentando paulatinamente la presi6n. Aprovechando el juego rutinario de las blancas que es la causa de su demora en el desa- rrollo, las negras ya se apoderan de la iniciativa. Ahora tienen que seguir un principio sumamente importante, formulado ya por Steinitz: id que dispone de ven- taja tiene que aracar so pena de perder su ventaja! 13. l:t el. Las blancas intentan ajustar de algun modo Ia interac- ci6n entre sus piezas. Se dispo- nen a continuar su desarrollo a tra ves de 14. ll\ fl y al mis mo tiempo impiden el paso del alfil negro de e2 a e6, desde donde hubiera ejercido una presi6n peli- grosa. 13 .... bS. Aqui habfa tambien otras posibilidades: por ejemplo, 13 .... '1Wb6. Merecfa atenci6n asirnismo 13 .... ~d7, liberando la casilla g4 para el paso del caballo a e5 y planeando afrontar 14. ti) fl con la ju gad a 14 .... 4Jc4. 14. a3. Aquf era posible tam- bien 14 .... ~d7!? 15. li)fl l;Jc4 16. 4J e3 ti) g4. Pero Gulko encontr6 una continuaci6n mucho mas interesante basando- 15 fin el caballo abandona la casilla d2!) 19 ...• tu xe4. Al tener en cuenta el atraso en el desarrollo, la recuperaci6n de un pe6n mediante 20. ~ xe4?! equival- drfa a una capitulaci6n: 20 .... de 21. 'iW x d6 'iW h4 ! Tam bien es mala 20. 'iWxd5? por Ia fuerte respuesta 20 .... ll e5 ! 20. Lt) x a7!? En esta partida las blancas actiian contra todas las reglas y en caso de un juego preciso por parte de! rival tienen que sufrir las consecuencias. Pero yo me daba cl ararnente cuenta: siguiendo el curso «nor- mal» de los acontecimientos, yo no podfa contar con nada. 20 .... .ll h8. En caso de 21. 'iWxd5?! se imponc el golpe tac tico 21. ... tu xf2!?, por ejemplo: 22. ll xe8+ 'iWxe8 23. ~xf2 tub3 24. tuc6 con un juego con- fuso. Pero la jugada 21 .... ll e5 I tarnbien enfrentarfa a las blancas a problemas solubles: sus piezas no estan dispuestas con arrnonia y sigue la arnenaza del mismo golpe fuerte en f2 (22. 'iW d3 ltJ x f2 23. ~ x f2 ~h4+!). Naturalmente, hay que aprove- char la ocasi6n y poner en juego el pasivo alfil: 21. ~e3. Sigui6 21. ... s: x b2 22. ll abl. Des- pues de 22 . .ll ad I existe la desa- gradable respuesta 22 .... ltJc3, por ejemplo: 23. ll d2 d4 24. ll xb2 l:t xb2 25. 'i'xd4 tue2+ 26. ll x e2 ll x e2, y en caso de 27. ~ h6, simplemente 27 .... ll 8e5 cerrando Ia diagonal peli- grosa y consiguiendo una gran superioridad material. tranquila 15. tufl (15 .... ed 16. ed) era. objetivamenre, el mal men or. 15 .... ed 16. tux bS. Si la aper- tura aun no ha tenninado para las blancas. las negras. naturalrnente, ya se han enfrascado en el medio juego. Ahora podfan jugar 16 .... 'iWb6!? garantizando al alfil Ia retirada a d7. La posici6n avanza- da del alfil a g4, tal vez sea el iinico punto debil (el alfil podrfa quedar eventua!mente apartado de las fuerzas principales). Pero, desde el punto de vista de) combate por la iniciativa, Gulko ha encontrado, ta! vez, la jugada mas acertada. 16 .... .llc8!? Otrn picza de las negras entra en jucgo ... A partir de ese momento, tra- tando de mantener el equilibrio al borde del precipicio. jugada tras jugada, encontre recursos para continuar la lucha. Simplemente tuve la suerte de llegar a una posicion bastante complicada en la que era imposible pronosticar c6mo terminarfa la partida. 17. h3. Es tentadora la replica 17 .... ~fS! que en realidad se jug6 en la partida. Era posible tarnbien 17 .... ~e6, seguida de 18. ed ~fS 19. 11 xe8+ 'iWxe8 20. 'iWfl. Las blancas tienen un pe6n de mas. aunque las negras cuentan, naturalrnente, con un fuerte contrajuego. 18. g4. La iinica jugada posi- ble. Las blancas, de todos modos, consiguen tenninar el desarrollo, aunque al precio de un pe6n. 18 .... ~ xe4 19. tu xe4 (jpor ver aqui el ultimo problema com- plicado. despues de lo cual podfan obtener un punto merecido. La respuesta acertada era 24. . .. 'iWd7! Pero Gulke no se perca- t6 de que en la variante 25. 'iWxa5 ltJxbl 26. ll xbl se podfa dar el golpe inesperado 26 . ... ~ c3 ! Las blanc as pod fan seguir enturbiando el agua a tra- ves de 26. ~c6 (tarnpoco serfa mejor 26. ll x e8+ W x e8 27 ~c6 'iWb8), pero no por rnucho tiempo: 26 .... nxel+ 27. 'iWxel 'iWxa7 28. 't!fe8+ ci;,g7 29. ~ e7 ll b8 y las negras ganan. Por suerte, Gulko se vio tenta- do por el sacrifice de dama: 24. ... tllxbl? 25. ~xd8 ll xel+ 26. ~fl, que condujo a una posi- ci6n extremadarnente confusa, en la que las arnenazas por arnbas partes, a simple vista, se com- pensan mutuamente. 26 .... ltJc3 27. 'tli'd2!. Es importante poner bajo control la casilla f4; serfa rnala 27. ~a8? 4J c2+ 28. <i;, g2 QI f4+ o 27. 'iWxa5? 4Je2+ 28. ci;>g2 ltJf4+ 29. <it?gl ltJxh3+ 30. ci;>g2 ltJf4+ 31. ci;>gl ~c3. 27 ..•. ltJe2+ 28. ci;>g2 ~c3 29. ~h6 ltJc4 (llevaba a tablas 29. ... ~g7 30. 'i!id2 ~c3) 30. ltJc6 ~g7 31. ltJe7+ ci;,f8? Un error. Serla correcto 31. ... ci;>h8! 32. ltJ x g6+! fg 33. ~f6! n b7 34. ~ x e2 ll x e2 35. ~ x g7+ ll x g7 36. 'iWf4! con chances iguales. 32. 'iWx h7 4Jf4+ 33. ci;>h2 ci;>e8 34. 'i!ig8+! (34. 'iW xg7? 16 Aquf hay un interesante pro- blema de calculo: encontrar la continuaci6n que prorneta a las blancas las mejores chances. En realidad, hay tres posibilidades: l) 24. ~ x b3 4J x b3 25. n xb2 4Jc5. Me parece que en cste case la ventaja serfa para las negras (aunque es posible que el sacrificio de material ayude a salvar la situacion): 2) 24. 4J c6. Objetivamente, este contragolpe podria resultar el mas fuerte. Pero despues de 24 .... 4J xd5 25. 4J xd8 4J xe3 las negras, por supuesto, dispo- nen de clara superioridad (por ejemplo, 26. ll xe3 llbxe3 27. fe ~ xa3); 3) 24. ~gs. La jugada que yo hice en la partida y con la que con- taba, Las negras tenian que resol- 22 .... ll b3. Gulko lleva fir- memente la partida y encuentra un recurso concreto para aurnen tar su ventaja. 23 ...• 'W x dS (perdla rapido jugando 23. 'iWc2 Wb8 24. tllc6 ll) x c6 25. 'iW x c6 ll c8) 23 .... ll)c3. ) ~ ~.I~·~ ~--,,~~ ~ ~ ~!~~~~~~~ f,'W~ ~~ ""~~ ~~ ~ ~~ ~~~ ~ ~ ~ ~ ~ ,,.,.,,~~,,.,,~~~G,.8~ ~~.I~,¥ ~ ~8 ~~~:~ ~ .. ~Dr~ --~~fr:,;;/~~~~,.;£"'~~ ~-~ ~~ ~'a'!- ~ ~ ,.....,,,::&; '7n~,'Z 17 (mejor 46 .... <i;e6) 47. f4 d5 48. ~f2 ~d6 49. ~f3 ~e6 50. ~d4 ~e7! 51.~g3 ~b4! 52. h4 ~el+ 53. ~h3 ~d2 54. <i;g3 ~el+ 55. ~f2 ~c3 56. <i;f3 ~g7. Sena mas fuerte 56. . .. ~f6!? 57. h5 gh 58. f5+ ~f7 59. gh, pero incluso de ser asf, la posici6n seguramente no podria ser mantenida: las blancas jugarian ~e3, ~g4, ~g5, luego ~ f3-e2-d3-c2-b3-a4 y el peon d5 sucumbiria. 57. ~cl!? (es buena asirnisrno 57. ~b6!?, preparando ~e3 y ~d4) 57 .... ~f8?! 58. ~c3 ~h6?! 59. f5+! gf 60. g5. Las negras abandonan en vista de 60 . ... ~f8 61. h5 ~f7 62. <i;f4. Me gustarf a Ilarnar una vez mas la atenci6n del lector sobre el juego extraordinariamente consecuente de Gulko en esta partida hasta el error de! enroque en la jugada 24. Desde el mismo principio empez6 a luchar por la iniciativa y al obtener ventaja en el dcsarrollo, siguio irnponiendo- I a firmemente introduciendo cada vez mas y mas piezas en el juego sin escatimar los sacrifi- cios temporales. En este sentido son significativas las jugadas 14 . ... e6! y 16 .... lle8! En lo que ser refiere al juego de las blancas, al no haber respe- tado uno de los principios funda- mentales en Ia apertura (la rapids movilizaci6n de las fuerzas) y al ceder la iniciativa, tenfan que haber perdido. Pero esta partida merece atenci6n precisamente por demostrar la importancia de 35. lo xg6! La distancia entre el triunfo y la perdida result6 muy corta. Despues de este golpe Ia posici6n de las negras ya resulta insalvable (despues de 35 . ... lox g6, simplemente 36. ~xc4). 35 .... fg 36. 'iW xc4 ll xfl 37. 'ir'xf4!? (37. 'i!r'xb3 ~xd8 38. 'iWc4 11 xf2+ 39. ~g3 lo xh3! tarnbien en favor de las blancas) 37 .... 11 x a3 38. ~h4? (serfa mas preciso 38. ~f6! controlan- do Ia casilla al) 38 .... llaal 39. W'c4+. Llevaba a consecuencias nada claras 39. 'iWf6 llhl+ 40. q.>g2 llagl+ (o 40 .... .t1hgl+!?) 41. @f3 ll xh3+ 42. ~e2 (42. ~g3?? llhxg3+) 42 .... ~d7. 39 .... ~f7 40. 'iWf3+ <i;g8 41. 'ir'd5+ ~g7 42. °t!fb7+ ~g8 43. ~g3 (con la idea de h3-h4) 43. ... llhl+ 44. 'iWxhl 11 xhl+ 45. q., x h 1 ~ f7 46. ~ g2 ~ f6 11 x fl seguido de 35. . .. 11 xh3x) 34 .... ~f8. Tampoco saivaria Ia situaci6n 34 .... ~d7 3 5 . 'iW x f7 n x f l 3 6 . lo c 6 + , ~ xc6 37. 'iW xc4+ <i;d7 38. 'iWxb3. ~ ~-~~~ ~ ~~ ~.\~ ~~~-,,,,,~:~ . ~ ~ ,.~,//, ~"~ ~~~ ~:~ ~~:'""'~; ~~~~ ~ ~~ ~titt.~---i ~~~~~ Analicernos la posici6n surgi- da. lC6mo resolverfa usted los problemas de las negras en la apertura? l 12 .... c5? Por que no, una jugada de! todo posible para reforzar el control en el centre. lQue otras propuestas hay? i. 12 .... lod7 preparando n-£5? Buena idea. lDesarrollar el alfil en b7? Sf, e sto entra en el plan de las negras. Pero no me gustaria ju gar asf inmediatamente debido a la 5 .... ~c5!?) 6. ~b3 ~c7 7. d3 d6 8. lo dS. (Por supuesto, es bastante tentador reforzar el con- trol sobre la irnportancia diago- nal y, en particular, sobre la casi- lla central d5. Pero la jugada 8. lod5 lleva a la sirnplificacion y, practicamente, a igualdad. 8 .... lt:JaS 9. lo xc7 ~xc7 10. 0-0 0-0. Aunque parezca extrafio, es una novedad. Lo que se suele jugar es 10 .... c5. 11. ~d2 (Spassky ha hecho esta jugada poco activa en oca- siones anteriores) 11. ... lox b3 12. ab. 18 1.e4 es 2. lof3 loc6 3. ~bS a6 4 . .i.a4 lof6 5. loc3. Spassky juega a menudo esta antigua variante que antes se consideraba fundamental en la Partida Espa- nola y que luego casi habla deja- do de usarse. Desde un punto de vista tecni- co, no hay nada por lo que se pueda censurar la jugada 5. loc3: las blancas Ile van una p ie za hacia el centre. Solo el que haya estudiado la Partida Espafiola sabe que, de todos modes, serfa mejor jugar 5. 0-0 para crear pos- teriormente un centre de peones mediante las jugadas c2-c3 y d2- d4 (lo que impide el caballo en c3). 5 .... bS (seria posible tarnbien O SPASSKY e YUSUPOV Linares, 1990 Partida Espanola continuar el combate en cual- quier circunstancia. Es cierto que las blancas resultaron en peor posici6n. Pero no perdieron el anirno, intentaron poner en mar- cha un contrajuego y reconquis- tar la iniciativa. Al fin y al cabo, consiguieron plantear al adversa- ri o prob le mas practices nada faciles de resolver y este se des- vi6 del rumbo correcto. El siguiente ejemplo es, tal vet; mas sencillo. A diferencia de la partida contra Gulko, me habfa preparado bien para enfrentarse con B. Spassky. 19 16 .... .ll xf3! Se imponfa este golpe. Naturalmente, no hay que lamentar el sacrificio de calidad por activar el alfil b7. La prirniti- va 16 .... .t x f3 llevaba a conse- cuencias confusas: 17. gf .ll xe5 (seria un error 17 .... loxe5? 18. f4 'iWh4 19. fe l:txf2 20 . .tf4!) 18 . .ll xe5 'i!ixe5 19. 't!fel. 17. gf loxes 18 • .tf4 (perdfa rapidamente 18. f4 debido a 18 . ... 'i!if7) 18 ...• lt)xf3+?! Aquf me mostre cobarde decidiendo pasar con un pe6n de ventaja a un final que pude no haber gana- do. Por supuesto, tenfa que 14. d4? (seria mejor 14 . .tgs f6 15 . .t h4 con la idea de 16. lod2, y las negras conseguirfan una ligera ventaja) 14 .... fS! Aquf las blancas podrfan capturar en la casilla e5, pero las variantes se ponfan en mi favor, par ejemplo: 15. de fe 16. ed 'i!ff7! 17. ~c3 llae8 18. log51'/xf2+ 19. 'it>h1 e3 20. 'i!fg4 h5 21. 'i!fg3 cd con ventaja. Despues de Jargas delibera- ciones, Spassky jug6 15. ef l:t xf5 16. de fuerte replica 13. loh4. Hay que llevar las piezas con la mayor exactitud posible sin perder de vista los recursos de! rival. Resumamos lo que acabarnos de analizar, Realrnente, aquf se impone socavar la posici6n de! peon central e4 mediante f7-f5. Esta jugada se deriva simplcrnen- te de la estructura de Ia posici6n. Si las negras consiguieran reali- zar las jugadas .tb7, lod7 y f7- f5, el juego estarfa en su favor. Pero no hay que permitir el ata- que de! caballo blanco en h4. Por eso, al preparar la partida, decidf empezar por el retroceso de l caballo. 12 .... lod7! Las ncgras rcsucl- ven acertadarnente los problemas en la apertura, sin perder tiempo en realizar c7-c5, una jugada ven- tajosa, en general, pero no impres- cindible. Aquf las blancas debfan tomar precauciones y prepararse para afrontar las maniobras de! adversar io en el centro. Pero Spassky no se percat6 a tiempo de! peligro de su posicion y, ade- mas, no es tan facil imaginarse en este momenta que la situacion podrfa cambiar sorprendentemente en unas cuantas jugadas. 13. l:t el?! (Ilevaban a igual- dad las jugadas 13 . .tas cS 14. llid2 sefialadas posteriormente por el ex campe6n rnundial) 13 . ... .tb7. Todo estri preparado para la jugada f7-f5. Las blancas tenfan que pensar oportunamente en la defensa, pero dccidicron en su propio perjuicio poner mas Jena al fuego. 1. d4 luf6 2. c4 e6 3. luf3 d5 4. loc3 ..te7 5 . ..tf4 0-0 6. e3. Una posici6n te6rica conocida. L. Ljubojevic elige una continua- c i6n menos estudiada que la usual 6 .... c5. 6 ..•. b6. Una jugada normal que propicia el desarrollo y corresponde a la idea de comba- tir por el centro. De la siguiente decisi6n de las blancas depende- ra en buena medida el caracter de Ia lucha en lo sucesivo. Veamos por orden: lcuales son las jugadas posibles? 7. cd, 7. ..te2y7. Itel. 7. Itel. No querfa atacar a d5 mientras mi rival pudiera tomar con su caballo en respuesta. Cuando domina usted la iniciati- va, es mejor evitar simplificacio- nes. Cualquier cambio debe ser motivado, o sea, tiene que traer alguna veruaja posicional o tac- tica. Despues de 7 .... ..tb7 8. cd la captura con el caballo ya es O YUSUPOV e LJUBOJEVIC Ttlburg, 1987 Gambito de Dama deseo de mejorar la posici6n pro- pia y de perjudicar la de! adver- sario. En realidad toda la partida es un conjunto de minioperacio- nes unidas por una idea estrate- g i ca comtln, concebida en la apertura que usted haya elegido. C6mo proyectar operaciones cortas de este tipo, Io vera en las siguientespartidas. 20 seguir con el ataque, pero, desa- fortunadamente, me equivoque en los calculos. Me pareci6 que despues de 18 .... ll f8 19 . ..t x e5 de 20. 'i!Yd4 surgirfa una posici6n no rnuy clara. Pero hubiera sido suficiente continuar un poco Ios calculos para convencerme de Io contrario: 20 .... 'iW g5+ 21. '1!Y g4 't!f f6 y las negras obtienen un ataque terrible. Lamentablemente, en la parti- da todo resulto rnucho mas pro- saico. 19. 'i!Yxf3 'i!Yxel+ 20. ll xel ..txf3 21. lle7 llc8. Al precio de enormcs esfuerzos, conscguf ganar, pero gracias a un error grave cornetido en el final por mi adversario. La partida dernuestra que el control del centro y la atenta observaci6n de las acciones de! rival ayudan a resolver los pro- blemas en la apertura. El segun- do aspecto fundamental es que los planes concretes de arnbas partes se determinan por la estructura de peones ya en el estadio inicial de la partida. Ade- mas, al desarrollar las piezas pro- curen ustedes pensar que van a hacer varias jugadas despues, que orientaci6n tornara el juego. Sin embargo, no hay que tornar estos consejos Iiteralmente, es decir, pensar intensarnente desde la apertur a y confeccionar un plan que Jes Ileve simple y llana- mente a ganar en algiin momenta del finai. Claro que no. Me refie- ro a operaciones bastante cortas, tres o cuatro jugadas adelante, al 21 los canones de algunos libros vie- jos, los rivales tienen que proceder a la confecci6n de planes. En tea- lidad, yo hice mi eleccion relativa- mente temprano marcando la orientaci6n de! juego a traves de la jugada 7. llcl. Esta claro que el combate consistira, sobre todo, en el ataque y la defensa de los peo- nes colgados. 11. cd ed. Merecia atenci6n I I. ... ltJ xd5!?, y las blancas ten- drian una ligera ventaja. lC6mo reforzar la presi6n sobre el centro enemigo de peones? Para ernpcznr, no estarfn rnal atncar cl pc6n d5 llevando a cabo una pequeiia operaci6n: lbe5 y ~f3. 12. lt:Je5. En este caso no trato de evitar el posible cambio de pie- zas, ya que tiene un significado determinado. En primer lugar, el caballo libera la casilla f3, desde la cual el alfil puede atacar el peon d5 y, en segundo, en caso de 12 .... lu xe5 13. ~ xe5 el otro alfil puede a pun tar al caballo f 6 que cubre el peon d5 y esto serfa tambien, en cierto modo, ganar un tiempo. El caballo de las negras se veria obligado a ceder a d7 y, tal vez, pasar a b6. la iniciativa se queda en las blancas. .: 12 .... ltJ b6. 6C6mo jugarfa usted aquf? l13. llc2 y luego lld2? Bueno, la maniobra no esta mal, pero lo que tengo en cuenta es otra cosa: 6c6mo reaccionaria usted a la ulrima jugada de! rival? Recuerde la forma rutina- ria de actuar en semejantes posi- ciones: al avanzar con el pe6n 8. de!. Por supuesto, esta juga- da no es una revelaci6n en la teo- rfa de! ajedrez aunque, segun el Infonnator, las blancas han encon trado una novedad (la continua- ci6n habitual es 8. cd). La captura en c5 predetermina la pr6xima aparici6n de peones colgantes en el campo de las negras. Si tornan con el alfil en c5, llegaran a una posici6n con pe6n aislado, a lo que las blancas no tendrian nada en contra (en este caso, la jugada b7b6 no sera la mas apropiada. 8 .... be 9. ~e2 ~b7 10. 0-0 .lbbd7. En principio, Ia apertura puede darse por terminada. Segun dudosa, debido a la perdida de! pe6n c7. La combinaci6n de las jugadas 7. llcl y 8. cd es justa- mente la primera minioperaci6n concebida por las blancas en esta partida. 7 .•.• cS. Surge la tension de peones caracteristica de las aper- turas conternporaneas. En seme- jantes situaciones es irnportante que cada uno decida por sf mismo que estructura de peones desea obtener. Piense un poco, lc6mo jugaria usted aquf? lConviene pasar inmediatamente a maniobras activas o serfa mejor aguardar hasta que se consolide la posi- ci6n y privar al contrincante de contrajuego? Este problema es uno de los mas complejos a la hora de conseguir ventaja posi- cional. En esta partida yo lo resolvf desacertadarnente, me apresure a caracter tactico. Se ha creado la desagradable amenaza 16. 4J x f7 y 17. ~c7 que, para ser rechaza- da, hay que situar la torre en una posicion bastante torpe. Al mismo tiempo, Ia jugada lbb5 no es s6lo de ataque, sino tarnbien profilacrica: las negras ya se proponfan jugar 15 .... ~d6 y presionar mis piezas en el cen- tro. 15 .... Il a6. Despues de 15 .... n c8 pudo haber seguido 16. llla7! con la idea de aprovechar la debilidad de la casilla c6, a proposito, una opcracion baslantc corriente cuando el caballo esta en e5. 22 «a», usted pone de manifiesto la inestabilidad del caballo b6. 13. a4! Ahora las negras se encuentran ante un dilema com- plejo: por un !ado, no Jes gustaria permitir la presi6n sobre el caba- llo pero, por otro, despues de a7- a5 las blancas obtendran la casi- lla b5. lQue es lo que tienen que hacer? lPropone usted la jugada 13. ... d4? Vamos a sopesar los pros y los contras: 14. ed cd 15. lllb5 4J fd5 16. ~ g3 y serf a diffcil defender el peon d4. La idea es, por si so la. original. Pero con e sta estructura de peones, las blancas tienen que tornar en con- siderac ion constantemente la posibilidad de la ruptura d5-d4 que podrfa resultar bastante desa- gradable. 13 .... a5. El primer gran logro de las blancas. Ahora seria posi- ble inmediatamente el caballo a b5 tratando de aprovechar la construccion lb b5+ lb f4 para realizar operaciones en las casi- llas d6 y c7. Pero, despues de pensar un poco, decidf no ceder de momento de! plan trazado y mante ner la presi6n sobre el peon d5. . 14. ~f3 .ll e8. Si las negras respondieran 14 .... .ll c8, ta) vez yo habrfa pensado en las manio- bras 15 . .llc2 y 16 . .lld2para aumentar la pre si o n sobre el peon d5. Pero despues de la juga- da de mi rival, no puede resistir la tentaci6n de aprovechar la casilla b5. · 15. lb b5! El juego adquiere 23 25. lZ)d6!! 'iW xd6 (si 25 .... ll xc5, entonces 26. tux b7) 26. ll xaS j;_ xdS 27. 'i!fd4! La jugada decisiva. Ahora la lucha ya se ha acabado. 27 ...• 't!fe6 (27 .... lt:Je6? 28. ll xd5) 28. j;_ xdS tucxdS 29. lldl llc8 30. llcS! ll xcS 31. 't!,'xcS hS 32. a5 'iWe4 33. h3 g6 34. 'iii c6 "iib4 35. a6 'ii aS 36. 't!kb7 't!ka4 37. llbl. Las negras se rinden. Veamos ahora por que esta partid a presenta interes para era jugar 22 .... j}_b4! situando el alfil en una casilla protegida. En respuesta podria seguir 23. d6!? o 23. e4!? (23 .... tu xe4 24. d6 con la amenaza 25. d7). En la partida Ljubojevic come- ti 6 un error de calculo que le cost6 la perdida, 22 .... j;_ cS? 23. tux aS! ll x aS 24. ll x cS. Tampoco sacarfa a las negras de apuros 24. ... '1!t'b8 25. 'i!Vd2 tua6 26. llc4. Ljubojevic tenfa la esperanza de liberarse mediante 24 .... 'iWd8, pcro no pe rc ib i o u n a simple replica. emprender acciones concretas, pero en vano. Las blancas tenfan la magnffica posibilidad de reali- zar lajugada 16. b3! que les per- mitfa estabilizar su estructura de peones y aumentar la presi6n sin ningun obstaculo. 16. lt:Jd3?! La elecci6n de las blancas se basa en el calculo de una de las variantes. Es evidente que en respuesta las negras habrian movido el peon «c», lo que precisamente pudo habcr impedido lajugada 16. b3! 16 .... c4 17. j}_c7. En caso de 17. Cuc? cd 18. tuxa6 i.xa6 19. il.c7 'i/fd7 20. s: xb6 il.b4! las blancas obtendrfan una buena compensaci6n por calidad. 17 .... ~d7! Las blancas --el caballo b5 y el alfil c7- inespe- radamente resultaron encontrarse colgadas, A 18. tuf4 seguiria el go! pe tactico 18 .... tu x a4 ! 18. tueS 't!f tu8 19. b3!? (lleva- ba a igualdad 19. il.xb6 11 xb6 20. tug4) 19 .... lt:Ja8! 20. be ft) xc7. Es dudoso 20 .... d4?! debido a 21. j;_d5 ! 11 f8 22. 'iWf3. · 21. cd il.d6! 22. tuc4! Lleva- ba a evidente ventaja negra 22. lt:lc6 't!fd7!(con la idea de 23 .... lt:lcxd5) 23. e4 tu xe4 ll xe4 25. tub8 'iWe7 26. lb x a6 tux a6. Aquf las negras disponfan de varias posibilidades. Una de ellas era el intento de simplificar Ia posici6n, mediante el sacrificio de una pieza: 22 .... j;_ xh2+?! 23. w x h2 tuc x dS. Pero despues de 24. ~g}. con la idea de 25. tucd6 o 25. '1Wd4, obtendrfan superiori- dad las blancas. Tai vez lo mcjor 1. d4 rs 2. c4 luf6 3. g3 e6 4. O BELIAVSKY e YUSUPOV Campeonato de la URSS, Liga Superior, Minsk, 1987 Defensa Holandesa protecci6n de los peones, casillas adecuadas para las piezas pro- pias. En el caso de que, como en la partida que acabamos de estu- di ar, el centro no cumpla con estos requisites. puede llegar a ser facilrnente vulnerable y con- vertirse en blanco de! ataque ene- migo. Por supuesto, con todo eso los problemas de! centro de peones de ningun modo se agotan. Por ejemplo, es muy importante el problema nada simple de la ten- si6n de peones (entre los peones c4 y d.5, d4 y c5, etc.) Aquf surge una serie de preguntas: cuando hay que mantener la tensi6n y cuando no hay que mantcncrla: c6mo mantcner estas tensioncs d i n ami ca s: en que momento transformarlas en estructuras mas estaticas. Hasta cierto punto, la partida ofrece respuestas tarnbien a algunos de estos problemas. El siguiente ejemplo segura- mente sera de interes para los afi- cionados a la Defensa Holande- sa. Se trata de mi partida con el gran maestro A Beliavsky, en la que la compleja estructura de peones caracterfstica de la Defensa Holandesa determin6 los planes de ambas partes. 24 nosotros. Ante todo, hemos visto que el combate en el centro ha llevado a la formaci6n de una estructura de peones especffica (peones colgantes) que ha influi- do considerablemente en los pla- nes de jucgo de ambas partes. Sernejantes estructuras de peones son un tema aparte que cabe estudiar detenidamente. Aquf hay ciertas reglas y excepciones, hay caracteristicas comunes de todas las estructuras de un determinado tipo y hay tarnbien propias s6lo de algunas posiciones; se cono- cen asimismo algunos planes rutinarios de lucha, uno de los cuales intentaban seguir las blan- cas, En segundo lugar, me parece importante Hamar la atenci6n en cl siguiente hecho: tras el carnbio de peones centrales las blancas cedieron voluntariamente el cen- tro ya en la apertura. Pero a cam- bio de ello, organizaron una fuer- te presion de sus piezas sobre los peones centrales de! rival convir- tiendolos en autenticos puntos debiles. Asf que la partida nos hace pensar en el problema de la modificaci6n del centro de peo- nes: este podria ser sustituido por un centro de piezas mayores e incluso a veces es mejor renun- ciar a el. En general, el centro de peones es bueno no en sf, sino para servir a fines concretos. Digamos, para ·presionar las pie- zas del enemigo (recuerde: hernos seguido atentamente Ia jugada d5-d4), para frenar su desarrollo, para obtener, bajo la 25 columna «e». Conviene tener en cuenta esta rnaniobra. 7. b3. Una alusi6n transparen- te a la posibilidad de carnbio de alfiles de casillas negras de la casilla a3. La operaci6n es bas- tante ventajosa para las blancas. 7 .•.• 'i!t'c7. Acepto el cambio, pero con la condici6n de incluir la jugada a2-a4. i,Por que? Por- q ue en tal caso se pondra de manifiesto la desigualdad de las ultimas jugadas de los contrin- cantes: es mas util la jugada de desarrollo de la dama que.el tras- lado de! pe6n del flanco. Durante el' tiempo que las blancas perde- ran en llevar el caballo de la casi- lla a3 a una posicion mas activa, las ncgras conseguiran preparar e6-e5. 8 . .1l b2 0-0 9. lt:Jc3. Una ju ga- d a natural de desarrollo. Pero a rnf no me gustaba. Es mucho mejor el esquema implantado por T. Petrosian en su tiempo: desa- rrollar el caballo en d2 y, en lo sucesi vo, tratar de controlar la casilla e5 con ambos caballos (lt:Jf3-e5-d3 y lt:Jd2-f3). Por cierto, en la Defensa Holandesa hay que tener rnucho cuidado a la hora de ocupar la casilla e5. Si despues de! cambio de piezas en esta casilla llegara a parar allf un peon, e5 dejaria de ser punto debil para las negras y, por lo general, se salvarfan de las dificultades en la apertura, Ahora me toca resolver el pro- blema del desarrollo en mi flanco de dama y, ante todo, el proble- ma de la colocaci6n de! alfil de i.g2 d5. Las negras se proponen construir un «rnuro de piedra». Su prop6sito esta claro: estable- cer un control de maxima densi- dad sobre la casilla e4. Probable- mente sea diffcil imaginar uno mas denso que esre. Pero cso podrfa conseguirse al precio del considerable debilitamiento de las casillas negras en su conjun- to. La casilla e5 ya esta privada de la defensa de peones y el desenlace de la partida depende en buena rnedida de la habilidad de las negras de estorbar al adversario en sus intcntos de ocupar este punto. 5. lt:Jf3 c6 6. 0-0 sld6. Hace tiempo el «muro de p icdras» solfa jugarse con el alfil en e7. A mi me parece mas 16gica la situa- ci6n de! alfil en d6. Como las casillas negras estan debilitadas, es deseable que las piezas mayo- res las defiendan si es posible. · lPor que temian jugar 6 .... i.d6? Crefan que despues de 7. i.f4 las blancas, tras el cambio de alfiles, reforzarian el control sobre la casilla e5 y obtendrfan una ventaja sensible. Pero resulto que tarnbien en esta ocasi6n las negras eran absolutamente capa- ces de combatir. En respuesta a 7. ~f4 yo recomiendo el cambio inmediato de alfiles 7 .... .1l x f4, debilitando un tanto el flanco de rcy enemigo. De lo contrario, se jugarfa e2-e3, despues de lo cual el cambio en f4 serfa extrernada- mente peligroso para las negras: las blancas responderfan con e3 x f4 y ejercerfan presi6n por la la situacion en el centre, es mejor abstenerse de semejantcs rnanio- bras. Porque su apetito podrfare- su ltar desmesurado y corre el riesgo de recibir un golpe en el centro. Pero en este caso no exis- te tal amenaza, ya que las negras controlan s61idamente todo el conjunto de casillas centrales. Y el que hayan vuelto la mirada precisamente hacia el flanco de rey, es del todo explicable: es donde apuntan casi todas sus pie- zas. EI plan de las negras, por consiguiente, se deriva organics- mente tanto de la estructura de peones como de la disposici6n de sus piezas mayores. Creo que mi posici6n ya es rnucho mejor. Al parecer, Beliavsky valoraba Ia situaci6n de modo parecido; de no ser asf no habrfa intentado simplificar el juego. 13. a4. Las blancas vuelven a la idea de! cambio de alfiles de casillas negras contando con poder frenar de alguna manera Ia iniciativa del rival. 13 •.•. .st.g6. Mcrccfa atcncion asirnismo. 13 .... .st.h5 14. 'Wei li:Je4 con chances un poco mejo- 26 l Que puede decirse de est a posici6n? Las negras estan dis- puestas s6lidamente en el centro, su estructura de peones es pro- metedora. Por eso tienen dcrecho a pcnsar en opcraciones activas, 12 .... gS! Si usted no controla (DIAGRAMA 10) casillas blancas, que parece ser Ia causa principal de los dolores de cabeza en Ia Defensa Holandesa. Es posible llevar a cabo dos pla- nes diferentes. El primero es pro- ceder al fianchetto con el alfil en b7 esperando poder realizar pos- teriormente c6-c5. Pero, con el caballo c3, las blancas estan bien preparadas para ello. Por eso opte por el otro plan relacionado con el de! alfil a h5 desde donde puede participar en el combate. 9 ...• sld7!? 10. li:JeS 1'.e8 11. li:Jd3. Al no tener mucha expe- riencia en la Defensa Holandesa, Beliavsky no da con un plan efi- ciente. Seguramente pudo haber aprovechado mejor el tiempo que perdi6 en llevar el caballo de f3 a d3. En vez de la jugada de Ia par- tida, las blancas tenfan que haber reforzado su posici6n en el cen- tro a traves de 11. e3 y, posterior- mente, ta! vez incluso realizarf2 f 4. 11 .... li:Jbd7 12. e3. No es una soluci6n tan acertada. Parece que las blancas no siguen un plan predetenninado. Tertian que con- formarse con no tener ventaja y jugar 12. f4!?, asegurandose la igualdad. 27 ventaja considerable. lEn que consiste? Sobre todo, en la estructura de la posici6n. Ame- naza el plan desagradable de ata- que de la cadena de peones h2-g3 con la ayuda del pe6n «h», des- pues de Jo cual en el campo de las blancas surgiran considera- bles puntos debiles. Para neutralizar e ste plan, Beliavsky realiza la siguiente operacion de cambio: 20. ~a3 ~ x a3 21. ll x a3 luf6 22. 'i!ffl h5! 23. it'f4 ,.. x f4 24. gf. Inde- pendientemente de Ia simplifica- ci6n, el final surgido es diffcil para las blancas. Yo conquiste prirnero la columna «g» y, ade- mas, el alfil blanco rcsult6 mas debil que mi caballo. Una situa- cion bastante tfpica del «rnuro de piedra»: el alfil choca con la roca de peones negros y el agil caba- llo crea amenazas sin ningiin obstaculo. En lo sucesivo las negras con- siguieron ganar ejemplarmente pasando a un final de torres. Al mismo tiempo, ha form6 una posicion con ventajas estructura- les: despues de! cambio de piezas menores en la casilla e4, pas6 a ocuparla un pe6n negro que ejer- cfa considerablemente presi6n sobre el adversario. · · Entre los momentos instructi-' vos de esta partida yo menciona- rfa la actitud de las negras hacia el centro: estas no apartaron Ia atenci6n de! centro y trataron de controlar con sus pi ez as la importante casilla e5. Y una vez habiendo conseguido una posi- 16 .... lt::lxc3! 16. 'l!Vxc3 ~e2. El caballo f4 puede convertirse realmente en baluarte de la defensa. por lo que entrego con gusto el alfil por el. 18. lHel s: x d3 19. 'iW x d3 'i' x g5. Las negras obtienen una res. El significado de la jugada de la partida es estorbar el obvio plan de las blancas: 't!t'c I y ~a3. Ahora, a 14. 'i!f cl sigue, natural- mente, 14 .... f4. 14. f4 (insistiendo en llevar a cabo su plan) 14 .... slh5. Des- pues de g6 el alfil ya no puede hacer nada mas. 15. ~cl. Por lo visto, valdria la pena decidirse a 15. slf3!? Parece un tanto extrafia pero, por otro lado, las blancas ya tienen que pensar en la defensa. Ade- mas, es del todo posible e! alfil g2 pronto se viera en peor situa- cion que su horn6logo en h5, ya que este ultimo se apoya en el pe6n bien protcgido dS. 15 .... ltJ e4 16. fg. Con la esperanza de afirmarse con el caballo en f4 ( despues de la juga- da natural 16 .... 'ti' x g5), pero ... suele aplicarse en estos casos: IO .... ltJ a5 (la continuaci6n habitual es I 0 .... .slg4 ). Al reti- rar el ataque del pe6n central d4, ta! vez me deje mas espacio para mis maniobras. 11. s: d3 h6 12 . .tt cl 'iW c7. Merecfa atenci6n la inmediata captura en d4, ya que uno de los problemas de semejante posici6n es la ruptura d4-d5. En muchos casos a las blancas Jes conviene mover el pe6n «d)), aunque en respuesta las negras suelen obte- ner un contrajuego en relaci6n con la jugada c5-c4 y el la ruptu- ra e7-e6. Decidf de momento simple- mente reforzar mi posici6n. 13. 'i!f d2 .slb7. Hablando en rigor, Ia apertura ha terminado: ambas partes han desarrollado sus piezas. Pero para comprender mejor este tipo de posici6n, serfa util observar c6mo las blancas aprovechan su superioridad en el centro para desplegar la iniciati- va. 14 . .it.h6. Una de las ventajas del dominio de! centro estd en la mayor facilidad de trasladar el juego al flanco. Las blancas con- sideran que bajo el encubrimiento de! fuerte centro, ya estan en su derecho de emprender acciones activas contra el rey enemigo. El cambio de alfiles de casillas negras entra en su plan estrategi- co, ya que el alfil g7 es muy acti- vo y adernas, resulta ser realmen- te el unico defensor de! rey. 14 .... 11 ad8 15. h4!? Nove- dad te6rica. Merecia atenci6n 28 1. d4 lof6 2. c4 g6 3. loc3 dS 4. cd lo xd5 5. e4 lo xc3 6. be. Una vari ante moderna de la Defensa de Gninfeld. Las blan- cas tienen un centro de peones y las negras intentan socavarlo y atacarlo con sus piezas mayores. 6 •... .it._g7 7 . .:ic4 0-0 8. loe2 c5 9. 0-0 ll)c6 10. sle3. Aquf mi adversario no escogi6 el plan que OYUSUPOV e TSESHKOVKY Campeonato de la URSS, Liga Superior, Minsk 1987 Def ensa de Grunfeld cion prometedora en el centro, las negras se arriesgaron a ini- ciar operaciones activas en el flanco de rey. Citare dos partidas mas del 54° Campeonato Nacional celebrado en Minsk. La primera, con el gran maestro V. Tseshkovsky, es interesante por la forma en que las blancas aprovecharon su cen tro de peones. En principio, este problema es mas caracterfstico de! medio juego, pero conviene no estudiar la apertura y el medio juego por separado. La estructura de peones tfpica que se va for- mando en la apertura, determina en buena medida el juego poste- rior. El enfoque contemporaneo de la apertura consiste precisa- mente en estudiar estas estructu- ras tfpicas, en penetrar profunda- mente en el caracter de las leyes y los metodos estandar de condu- cir la lucha. 29 sustituido por un centro de peo- nes y piezas mayores, bajo cuyo encubrirniento las blancas ernprenderan un ataque eficaz contra el rey. Tseshkovsky es un ajedrecista con experiencia y, por supuesto, valor6 plenarnente la arnenaza de captura del pe6n d5 y contaba con socavar el centro con la juga- da 19 .... rs. En realidad, aquf los puntos debiles de la posici6n de las negras aparecen, coma se suele decir, a simple vista: el rey esta descubier- to, el caballo a5 esta excluido de la lucha, las blancas tienen mas peo- nes en el centro. Todos estos facto- res son muy importantes. No es de extrafiar que se encontrarse una soluci6n concreta. 20. lt::id4! (el caballo ayudara a los peones a moverse mas ade- lante) 20 .... fe 21. de (por supue sto , no valdrfa 21. ltJ xe6+?? debido a 21. 'if xe6). Al realizar una ruptura en el cen- tro, las blancas obtuvieron el potente pe6n e6 que podra ser promocionado y causara al adversario numerosas rnolestias. 19. f4! La idea es comprensi- ble: despues de 19 .... ed 20. e5 ! las blancas ocupar an con su caballo la excelente casilla cen- tral d4, luego seguira f4-f5, etc., o sea, el centro de peones sera (DIAGRAMA 12) tambien 15. d5. Despues de 15 . ... c4 16 . .2.c2 e6 17. ~ xg7 <i; x g7 las blancas jugarfan 18. f4 !, y despues de 18 .... ed, 19. e5 con ataque. Conseguf llevar a cabo esta idea en la partida, ade- mas de forma aun mas ventajosa. 15 .... 'i!f d6?! Una jugada un tanto abstracta. Sena mas activo el ataque al centro mediante I 5 . ... lt:Jc6, y si 16. d5, entonces 16 . ... lt:Je5 tratando de aprovechar las casillas centrales para estor- bar la interacci6n entre las piezas blancas. 16. dS. El cornienzo de una operaci6n muy instructiva, con cuya ayuda las blancas refuerza atin mas SU posici6n en el Centro. Las negras se ven obligadas a responder, ya que serfa mala 16. ... e6?, debido a 17. c4. 16 .•.. c4. 17 . .2.c2. Si las negras hubieran podido prever el curso de los acontecimientos, habrfan preferido la jugada e7- c5. Pero Tseshkovksy, al valorar incorrectamente esta posici6n, movi6 el pe6n s61o una casilla adelante? · 17 .... c6?! 18 . .2.xg7 Wxg7. Y aquf las blancas, finalmente, realizaron su plan vinculado al sacrificio posicional de un pe6n. i:t x f5 !, y el peon e6 de nuevo se abre camino hacia la dama. Asf que las negras no tienen gran eleccion. 24 .... ll xfS 25. ll xfS gf 26. ~f4! Ahora el peon e6 esta pro- tegid o indirectamente (26 .... ~xe6 27. ~c7+). y esta en cier- nes 27. ll x c4 con la terrible amenaza llc7. 26 .... ~dS. Tampoco salva- r Ia la s itu aci o n 26. ll f8 en vista de 27. ll xc4 'i!Yxe6 28. Jlc7+ l:t f7 29. slb3 sld5 30. .1l x d5 'tW x d5 3 I. 't!¥ g5+ y las blancas triunfarfan con un ata- que directo.27. ~es+ <;tig6 (27 .... @g8 28. llc3; 27 .... ~f6 28. e7) 28. n c3 f4 29. hS+. Las negras se rinden. El desenlace de la partida es logico. El juego result6 ser des- fa vorab le para las negras. Al principio dejaron escapar el momento en el que tenfan que iniciar la lucha en el centro, luego se demoraron un poco y las blancas las adelantaron con sus operaciones acti vas de ata- que. L Que mas se puede decir al respecto? Preste usted atencion c6mo las blancas combinaron la amenaza de la ruptura en el cen tro con las amenazas al rey. En eso consiste tarnbien una de las ventajas del centro fuerte: i bajo su encubrimiento se puede emprender en cualquier mornen to un ataque al rey ! En la siguiente partida se jugo una popular variante de la Defen- sa Benoni. 30 [Triunfo de la estrategia cen- tral de las blancas! De hecho, tienen en el centro tres peones pasados ligados. El peon e6 es particularmente peligroso. i. C6mo pueden oponerse las negras? En caso de 24 .... gf las blancas simplemente pasa- rfan al final mediante 25. 'iW g5+, despue s de lo cu al el peon «e» serfa incontenible. Y en caso de 24 .... n d5, llevarfa a la meta 25. fg hg 26. i:t x f8 'iWxf8 27. l:tfl llf5 28. 21. ... ltJ c6 22. f5! Serf a mucho menos fuerte 22 . .2.xe4?! en vista de 22 .... ltJ x d4 23. 'i!Vxd4 ~xd4+ 24. cd .t.xe4 25. e7 i:t xd4 26. erfi+ @xf8, y las negras obtendrfan una cornpensa cion suficiente por la calidad. 22 .... ltJ x d4 23. ed. Hay que mantener la dama. Perderia for- zadamente 23 .... 'tW x d4+? 24. 'iWxd4 I:txd425.e7 I:te826. fe+ @f7 27. sl.a4. La captura en f5, como es facil comprobarlo, tampoco es prometedora (23 .... .1l xf5? 24. ll xf5 gf 25. 'iWgS+). 23 .... '1We7 24. St.a4! 31 centro. Pero las negras. mientras tanto, tampoco han realizado jugadas iitiles: perdieron un tiern- po en desviarse con el caballo de! centro (lt::ih5); ciertamente desa- rrollaron el alfil, pero la casilla e7 esta lejos de scr la mas apro- piada para el, y a mf se me pre- sent6 la ocasi6n de impedir el enroque que las negras tanto necesitaban. 11 .... .2.f8 (la mejor prueba de que las jugadas slg5 y .2.h6 no fueron una perdida de tiempo) 12. 'ii'e3 .2.xh6 13. 'ti'xh6. Ahorn las ncgrus tcnlan que aprovechar el respiro para desa- rrol lar sus piezas. La continua- ci6n te6rica cs 13 .... lt::i<l7. Pero S. Dolmatov aplic6 una nueva jugada. 13 .... b4?! Al parecer, esta decisi6n es fundada: el caballo abandona el centro para ocupar una posicion menos activa. Pero en estas circunstancias las negras obtienen una estructura de peo- nes en el flanco de darna que no es muy buena, la casilla c4 se convierte en un objetivo codicia- do por el caballo blanco. Desde esta posici6n, no s61o puede pre- sionar el pe6n d6, sino tarnbien apoyar la ruptura e4-e5. 14. lodl ~f6. Las ne gr as demuestran inequfvocarnente que tampoco han dejado de luchar acti vamente. Hay que tener en cuenta la eventual irrupci6n de piezas en f4 (despues de 15. sle2 seguira 15 .... .2.f4). · lC6mo jugar con las blancas? No se ve la manera de terminar 1. d4 lt::if6 2. c4 e6 3. lt::if3 c5 4. dS ed 5. cd d6 6. lt::ic3 g6 7. ~f4 a6 8. e4 bS. Desde el punto de vista formal semejante ataque de flanco de las negras tendrfa que ser refutado por el juego de las blancas en el centro y, en general, semejantes jugadas con peones son incorrectas, apresura- dus, etc. Pero en la Defcnsn Benoni el avarice del peon a b5 tiene un significado especial: la cuesti6n es no tanto el jucgo en el propio flanco <le dama, como la lucha contra el centro enerni- go. Posteriorrnente las negras, por regla general, presionan el fuerte caballo c3 y, en rnuchos casos, si llegan a realizar c5-c4, el caballo salta a la casilla c5 y amenaza el pe6n e4. Se puede decir que la idea principal de la Dcfensa Benoni es el intento de cercar el centro enemigo por el flanco y organizar una presi6n sobre el. Las blancas, por supuesto, tie- nen que jugar segtin las reglas, o sea, preparar Ia penetracion en el centre. La jugada realizada les sirve P.ara alcanzar este prop6sito. 9. '1We2 lt::ihS (las negras ya se Ven obligadas a defenderse de e4-e5) 10 . .2.g5 .2.e7 11. .2.h6. La tercera jugada de la apertura con la misma pieza! Parece una gtave infracci6n de las leyes del O YUSUPOV e DOLMATOV Campeonato de la URSS, Liga Superior, Minsk 1987 Defensa Benoni i,Que debo emprender ahora? Por supuesto, podrra seguir el plan marcado: 16. g3, pero entonces las negras responderian con 16 .... .2_b5, despues de lo cual el as de las blancas -la casilla c4- sufrirfa un golpe: en caso de carnbio de alfiles, en bS estara un pe6n negro. Pero hay tarnbien otro camino: comprender las intenciones del adversario y tratar de impedirlas. Bueno, existe tal posibilidad. 16. a4! El alfil ya no llcgara a b5. Esta claro que con 15 .... .2_d7 las negras s6lo privaron al caballo b8 su casilla legftima y ahora no se sabe corno van a ter- minar el desarrollo. El rival no encuentra nada mejor que 16 ..•• 'it;d8 pero, natu ralrnente, eso no llev6 a nada bueno. 17. g3 .2_g4 18. lt:le3 .2_f3. Aquf era posiblcjugar simple- mente 19. loxf3 'i!f xf3 20. ~g2 'ti'f6 21. loc4 con clara superio- ridad. Pero esto ya es poco para las blancas. Elias acui an mas energicarnente sabiendo que al tener ventaja en el desarrol!o (aunque de momento no es tan evidente), hay que atacar. 19. e5! (abriendo el juego decisivamente) 19 .... de 20. lox f3 'ii x f3 21. .2_g2 it'f6 22. de6 ll a7. Las negras atin pueden oponer resistencia. A 23. lod5 responderian con 23 .... '\We6! y Juego 24 .... n d7 atacando el peon d6. Por eso las blancas no tienen prisa. 23. 0-0 log7. Llevaba a una 32 rapidamente el desarrollo de las piezas. Se necesita un poco de astucia. 15. lo d2! Otra jugada que contradice las normas pero, de hecho , se realiza en favor del desarrollo: se prepara g2-g3. De este modo las blancas resolveran de un golpe varios problemas: excluir el caballo enemigo h5 de! juego, consolidar el centro con el alfil g2 y, posteriormente el caba- llo puede pasar de d2 a c4. Las negras tienen una posici6n considerablemente peor. Teman que haber seguido el desarrollo jugando 15 .... lod7. Es cierto que tarnbien en este caso despues de 16. g3 loe5 17 . .2_e2! (je s importante controlar la casilla d3 l) yo habrfa conseguido una ventaja sensible. Si 17 .... log4, las blancas simplemente carnbian en g4, despues de lo cual podrian jugar tanto f2-f3 como loe3? Dolmatov intent6 resolver de un golpe el problerna del flanco de dama y de la casilla c4, pero ... la jugada realizada por el fue probablernente su error decisivo. 15 .... .2_d7?! 33 das en la apertura aparece otro componente mas que juega un papel significativo: la 16gica. Me gustarfa ofrecer a la aten- ci6n del lcctor algunos ejemplos de soluci6n 16gica de problemas en Ia apertura Obviarnente, la 16gica no fun- ciona en terminos abstractos. Se basa en los conocimientos con- cretos sobre la apertura, asf corno lC6mo se aplica Ia teorfa de la apertura? i,Que es lo que ayuda al ajedrecista en el tablero o en el analisis casero a encontrar la solu- ci6n adecuada a los problcmas de apertura que se plantean ante el? Indiscutiblemente, nadie podrfa tener la capacidad de irnprovisar, sin la vision combinativa y el cal- culo preciso de las variantes. Pero casi siempre en nuestras busque- Mark Dvoretsky LA LOGICA EN LA APERTVRA Al final no consigue acabar el desarrollo y unir las torres. 27 .... e4 28. 5lxe4 'tWeS 29. n es 'iWe6 (29 .... ifxb2 30. .ll d x c5) 30 . .ll d x c5 lox c5 31. 'tW x cS. Las negras se rinden. Las dos partidas, con Tsesh- kovsky y Dolmatov, pueden lla- marse de apertura, ya que en ambos casos los contrincantes de hecho no pudieron salir de la aper- tura. Por eso ha sido util examinar- las en su totalidad. Aunque lasnegras no cometieron evidentes errores, estos ejernplos nos han convencido de que ta! vcz sea sufi- ciente tomar una o dos veces una decision imprecisa, digamos, valo- rar incorrectamente la situacion, no comprender la estructura de peo- nes, no conseguir iniciar a tiempo la lucha en el centro o cometer cier- ta imprecision en la defensa, para sufrir rapidamcnte una dcrrota. rapida perdida 23 .... lod7 24. lod5!? °iWg7 25. ife3 seguida de 26. loe7 y resulta que la torre en a7 tiene una posici6n muy desfa- vorable y las negras no pueden evitar las perdidas materiales. Ahora lo que me hace falta es poner en juego las piezas mayo- res, porque no hay otra manera de forzar las fortificaciones ene- migas. lC6mo situar la torre? Siernpre ha sido una tarea diffcil. Creo que aquf las blancas la resolvicron con exito. 24. Il acl! lod7 25. Il rat lbrs. Si 25 .... loc6, despucs de 26. lbd5 '1Wg5 27. 'i!fxg5 loxg5 el caballo blanco se lanza otra vez a e7. 26. lox rs 'ii' x rs 21. ~e3! [Es peor eso que la torre se ha colocado en cl! El rival carece de una defensa satisfactoria con- tra el sacrificio de calidad en c5. L C6mo ju gar con las blancas? Evidentemente, estas se propo- nen terminar el desarrollo y jugar O DOLMATOV e LERNER Campeonato de la URS~, Liga Superior, Minsk 1979 jugaron 13 .... d5! y obtuvieron una posici6n excelente. Preste usted atenci6n a Ia situa- ci6n anterior a esta jugada. Colo- quemos el pe6n en e6. Si aquf jugaramos d6-d5. las blancas res- ponderfan con e4-c5 y cl fuerte punto d4 para su caballo. Por eso al principio las negras juegan con frecuencia e6-e5,frenan el peon e4 y ya despues asestan el golpe d6 d5. Cualquier ajedrecista que juegue la variante «Schevenin- gen» o el sistema de Najdorf debe conocer muy bien el procedi- miento c6-e5 ! seguido de d6-d5 ! En las siguientes ejemplos vamos a ver c6mo influye este procedimicnto en la toma de dccisiones, tanto para las blancas como para las negras. 34 Esta claro que la iiltima jugada de las blancas es 13. g4. i. C6mo jugar con las negras? Segiin el principio general de la estrategia, es recomendable responder al ataque de flanco con un contra- gol pe en el centro. Las negras ODOLMATOV e RASHKOVSKY Campeonato de la URSS, Liga Superior, Minsk 1979 en los rnetodos y valoraciones tfpicos que hemos aprendido, y contribuye a vincular todos estos conocimientos a una posici6n determinada y, como resultado, a dar con la soluci6n correcta. Cuantas mas ideas conozcarnos. tanto mas amplio sera el horizon- tes de la 16gica y tanto mas pro- fundos y precisos nuestras razo- namientos. Recordare a nuestros lectores uno de los procedimientos tfpicos que se aplican en Ia Defensa Siciliana en las posiciones de tipo «scheveningen», 35 lQue piensa usted, cual es el plan general de las blancas para las pr6ximas jugadas? Tal vez g2-g4- g5 (no valdrfa 13. 'ir',$3 lbcS 14. e5 de 15. fe ltJfe4! 16. lt"Jxe4 ltJxe4). lQue har an las negras para responder a 13. g4? Es discutible 13 .... d5 14. e5 loe4, y 13 .... e5 simplemente no esta bien debido a 14. lb [5 (con un tiempo) y luego 15. g5: no habria suficiente tiempo para el contragolpe d6- d5. Pero es posible atacar al prin- cipio el pe6n e4 a traves de la jugada 13 .... loc5! y ya entonces jugar 14 . .i.f2 d5 15. e5 lofe4, o bien 14 .... e5 15. lbf5 d5. Vasili Vasilievich es un ajedre- cista cauteloso, con experiencia y no pennite semejantes cosas. 13. ~f2! Ahora el pe6n e4 (y la casilla e4) esta bajo una pro- tecci6n fiable, ya amenaza g2-g4. lC6mo pueden luchar las negras contra esta amenaza? OSMYSLOV eHORT Torneo lnterzonal, Petropolis 1973, Defensa Siciliana ~d2, nae!, c;t>hl obteniendo una posici6n activa. Pero esto no es suficiente para elegir la mejor jugada: hay que aplicar tarnbien la idea de «pensamiento profilac- tico», con la que hcmos topado mas de una vez. Nos debemos preguntar: «lQuc se proponen las negras, que posi- bilidades tienen de ju gar a ganar?» Ahora Ia respuesta esta clara: 13 . ... e6-e5 seguido de d6-d5. lEs esta la unica posibilidad? Es poco probable, pero por si acaso hay que tornar en consideracion tarn- bicn 13 .... d5 14. c5 loe4. Si Dolrnatov hubiese pensado de este modo, scguramcntc habrfa realizado la jugada quc cl mismo recomienda en los comentarios: 13. lt)g3! Entonces, despues de 13 .... d5 14. c5 el caballo negro ya no hubiese po<li<lo saltar a c4. Yen caso de 13 .... e5 existe la respuesta perfecta: 14. lof5. · Lamentablemente, Dolmatov se descuid6 en la partida. No pens6 en la amenaza enemiga y jug6 simplemente 13. W h I? La jugada, por sf sola, no es mala en semejan- tes posiciones, es util, pero en este caso no es oportuna porque deja a las negras libertad de acci6n. 13 .... e5! 14. log3 d5! Las negras consiguen atacar el centro y tomar la iniciativa. esencia de la posici6n e incluso dar con ciertas ideas nuevas (naturalmente, estas requieren comprobaciones complementa- rias). V. Hort jug6 superficialmente y no tard6 en exponerse a un fuerte ataque. 13 .... .ll ac8? 14. g4! Ahora el caballo negro abandona la casilla f6. Hort desaloja la casilla d7 para situarlo allf, pero pierde tiempo en vano para realizar esta jugada. Tenfa que conformarse con el retroceso a e8. 14 .... lbc5? is, gs lofd7 16. .lldl. Amenaza 17. b4 lob3 (17 . ... lbd3 18 . .ll x d3) 18. lode2. 16 .... lob8. Hace un rnornento habfa caballos sicilianos nonna- les, pero i,que resulta ahora? Aprovechando la estabilidad de su centro, Srnyslov refuerza poco a poco la posici6n y prepara sus piezas para el ataque. 17. ~e3 lbc6 18. 'ifg3 .llfe8 19. ~g2 ~f8 20 . .ll f2. Otra jugada siciliana tfpica: reforzar el punto c2. 20 .... 'ifd7 36 La jugada 13 .... loc5 frena temporalmente la idea g2-g4. Pero hay que tener en cuenta 14. b4 lb cd7 15. g4. Las blancas consiguen lo suyo, ciertamente, al precio del debilitamiento del flanco de dama. l,Que otros recurses poseen las negras? en 1979 analice esta posicion junto con el gran maes- tro I. Platonov. El propuso una jugada tipica siciliana.: 13 .... .ll fe8 que ahora se recomienda en los libros dedicados a la aper- tura. Si 14. g4, sigue con gran fuerza 14 e5 I, y en caso de 15. lof5, o 15 d5! (el alfil e7 esta cubierto), o 15 .... ef 16. g5 loe5! (Abramov-Akopov, por corres- pondencia, 1981 ). Pero esta jugada tiene un inconveniente significativo: el caballo puede necesitar la casilla e8. El golpe 14. e5 ! garantiza a las blancas mejores chances. En este orden de ideas, llegue a una soluci6n original: 13 .... g6!? Al desalojar el caballo de la casilla f5, las negras preparan el contragolpe 14 .... e5. Si las blan- cas jugaran 14. e5, las negras retrocederfan inmediatamente o despues del cambio de peones, a e8. En lo sucesivo el caballo pasaria de e8 a g7. Es poco pro- bable que a las blancas les con- venga semejante apertura del centro. Me parece que las negras tienen mejor posici6n. Como ven ustedes, el analisis I6gico basado en el conocimiento de las ideas tfpicas, permite penetrar profundamente en la 37 sus propios argumentos al ince- sante debate sobre la apertura y serfa diffcil pasar sin estudiarlos. La siguiente variante tranquila de la Apertura Inglesa fue muy popular hace algun tiempo. · 1. c4 e5 2. loc3 lZJf6 3. lt)f3 lZJc6 4. g3 .ib4 5. ~g2 0-0 6. 0-0 e4 7. ltJel. Hasta no hace mucho se consideraba que la jugada mas aguda 7. lt)g5 no prometfa nada a las blancas. Pero esta opini6n cambi6 despues de que el campe6n de! mundo G. Kasparov, en su match contra A. Karpov (Sevilla, 1987) y, poste- riormente, contra V. Ivanchuk en el campeonato de Ia URSS en 1988, saltara su caballo precisa- mente a g5. 7 ••.. ~ xc3 8. de h6. Las ncgras suelen impedir el carnbio del alfil cl por el caballo, favora- ble al adversario. 9. lt)c2 11 e8 10. lt)e3 d6 11. 'iWc2 a5.La iiltirna jugada de las negras no es necesaria (la teorfa reco- mienda 11. ... b6), pero goza de bastante popularidad. Precisa- mente esta fue la jugada que eli- gi6 V. Korchnoi contra Karpov en la 6" partida del match del Campeonato Mundial (Baguio, 1978). Karpov no obtuvo nada en Ia apertura: 12. a4 'ife7 13. lZJd5 lZ) xd5 14. cd ltJb8 15. ~e3 ~f5 16. h3 lud7 17. c4 b6 18. 'iWc3 lZJc5 19. b3 'iWd7 20. c;t>h2 lle7 21. ~d4 f6 22. llacl "itit'e8 23. 'it'e3. Tablas. Las partidas de! Campeonato Mundial, incluso algunas tan 21. lt)f3! Las negras estan en apuro, por lo que Smyslov evita el cambio. A pesar de ello, tiene una idea concreta: h2-h4, y llevar posteriormente el caballo a g4 a traves de h2. [Un juego con rnucha clase ! 21. ... lZ) b4. Despues de esta jugada el caballo p asara en scguida a g4. 22 .... lZ) e5 'if c7 23. lZ) g4 itJd7 (amenaza 25. lZJh6+) 24 .... es 25. fe lZJ x es. Si 25 ... de, cntonces 26. ~e3 con clara ven taja. 26 . .ll dft 1l e7? Habl a que cambiar necesariamente el terri- ble caballo g4. Ahora sigue la combinaci6n final. 27. i.xeS de 28. lZJf6+ <it>h8 29. ltJ xh7! lle6. Despues de 29 . ... <J;, x h7, la soluci6n serfa 30. g6+. 30. 11 x f7 ~cs+ 31. c;t, hl ll e7 32. 11 f8+. Las negras se rinden. Un triunfo excelente de Vasili Vasilievich. Su idea estaba pre- sente ya en Ia apertura cuando las negras no consiguieron afrontar el ataque de flanco de las blancas g2-g4 a traves del contragolpe- tipo en el centro. En los ejemplos expuestos accrca de la toma de decisiones correctas, lo que se necesitaba era sirnplemente aplicar bien los metodos conocidos de apertura. Pero a menudo hay que tener en cuenta tarnbien detalles mas suti- les y rnenos evidentes de la posi- ci6n. Las nuevas partidas dispu- tadas segtin este sistema afiaden Ahora el alfil presiona fuerte- men te por la diagonal hl-a8. Tarde o temprano, el caballo se dirigira a d5 y despues de! cam- bio en d5 se pondra el juego el segundo alfil. En lo sucesivo se pondran en marcha los peones blancos en el flanco de rey. En tales circunstancias, el adversario no dispone de ningun contrajue- go; 3. los caballos negros estan privados de casillas de apoyo en el centre. 16 .... II ab8 17. 't;'d3 tbe7 18. h3. A. Nimzovich solfa decir en semejantes casos que las blan- flanco de rey. Uhlmann aplica la siguiente variante: 13 .... ~d7 14. ti)d5 tbxd5 15. cd tbb8, y ahora, cuando el caballo queda alejado de la casilla e5: 16. f5! A 16 .... f6 serfa fuerte 17. ~e3 seguido de II f4, y si las negras jugaran 16 .... e3, 17. ~cl y luego II f3, seguramente se per- derfa el peon. La ventaja esta cla- ramente en favor de las blancas. 14. ef ~d7 15. II ael °1!ff8 16. f4. He aquf la posici6n a la que aspiraba Uhlmann. 38 12. ~d2 '1We7 13. f4! ef. En sernejantes posiciones es peligro- so no atacar a f3: las blancas jugarian f4-f5, presionarfan al alfil de casillas blancas y prepa- rarfan la invasi6n de peones en el O UHLMANN eoSMANOVIC Decin, 1979 insignificantes como la que aca- barnos de estudiar, siempre han servido de impulso para el desa- rrollo de Ia teoria de aperturas. EI gran maestro W. Uhlmann elabo- r6 un plan de juego prometedor para las blancas y lo aplic6 exito- s amen te. Intentemos estimar nosotros mismos que es lo que nos tenemos que proponer en este caso. Las blancas tienen dos alfiles. Pero por el momcnto aun no poseen Ia «ventaja de los dos alfiles», ya que estan reducidos en su movilidad. El objetivo principal de las blancas es abrir el juego y dar libertad de acci6n a sus alfiles. En caso de produ- cirse un cambio de caballos en d5, seria posible trasladar el peon a c4 y ocupar la gran diagonal con el alfil de casillas negras. lPero que hacer con el alfil de casillas blancas? Hay que captu- rar el peon e4 en el que el alfil se apoya. Karpov ni siquiera intent6 resolver el problema de! alfil de casilla blanca. Uhlmann actu6 mas energicamente. 39 haberse movido adelante el peon «h». Como respuesta a 40. h4 serfa inexacta 40 .... tug6 41. ll x d7 Lt) x h4+ 42. ~g3 Lt) x f3 43. rJ;; x f3 <J;;f8 debido a 44. g6 ! Probablemente las negras hubic- ran buscado contrachances a base de 40 .... c6 6 40 .... c5. Uhlmann encontro una cornbi- naci6n perfecta que le permiti6 realizar su ventaja Jo mas pronto posible. 40. g6! l2l x g6!? ( 40 .... f6 41. h4) 4t. n x a1 lt:ih4+ 42. <J;;g3 tu x f3 43. rJ;; x f3 <J;;f8. lNo se equivocan las blancas? Su torre esta capturada. 44. h4! ! No, no se equivocan. La idea de la combinaci6n radica en esta simple jugada: la promo- ci6n del peon «h» en dama. 44. -· <J;;e8 45. ~ x g7 <ti x d7 46. hS It a8, y sin esperar la res- puesta del rival, las negras aban- donan. Y ahora supongamos que usted tu v ier a que j ugar esta variante con negras. Ya conoce la partida de Uhlmann, sabe que le amenazan los dos alfiles blancos. Por supuesto, usted no se dejara Ahora simplemente pudo cas tenfan una «superioridad cua- litativa de peones» en el flanco de rey. Esta consiste en el hecho de que los peones blancos pue den moverse hacia adelante y los negros no. 18 .... ~c6 19. tudS. Por supuesto, las blancas no estan de acuerdo en cambiar el alfil de casilla blanca. 19 .... tuexdS 20. cd n xel 21. l:t xel ~e8 22. b4! Cierta desviaci6n del plan que acaba- mos de analizar. De paso, las blancas crean tarnbien molestias el flanco de dama con el fin de preparar el terreno para operacio- nes activas: despues del cambio en b4, obtener un pe6n para pro- moci6n y presionar el pe6n atra- sado c7. 22 .... ab 23. cb bS. Ahora no podran conseguir la ruptura pero, a cambio han surgido debilidades cr6nicas en la columna «c». 24. ~cJ ~d7 25. ~d4 'i'd8 26. ir'c3 n a8 27. a3 n c8 28. ¢> h2. Las negras no tienen a d6nde ir; mientras tanto, Uhl- mann va reforzando su posici6n. 28 .... l:ta8 29. lle3 ncs 30. .tn li:ic8 31. <.t>g2 n a8 32. Wel. La baterfa en la columna «e» esta situada racionalmentc: Ja torre delante, la dama detras. 32 .... tu f6 33. g4 ti:) h7 34. .lb2 tl c8 35. ~ c3 '@' f6 36. •xr6 tux f6 37. gs hg 38. fg ~b7 39. Ite7 tuf8 (DIAGRAMA 20) No se si Popov encontr6 esta idea en el tablero o la habfa pre- parado en casa. En cualquier caso, su maniobra original resuelve el problema de la defen- sa: la posici6n activa de Ia dama garantiza a las negras contrajue- go. Ganan tiempo ya que las blancas, para preparar lud5, ten- dr an que llevar el rey a h l y jugar b2-b3. Pero lo que es mas importante, la dama controla la casilla d5 y ya no es tan facil Ile- var allf el caballo blanco. Si las blancas se dirigieran a f4, se podrfa cambiar eventualmente el caballo mediante lug4. No val- drfa lud5 debido a luf2+. 16. c;t,ht ~d7 17. h3 llc7 18. ~ d3 ll ac8. Para preparar lud5, convenfa situar la dama en d3 donde resulta bajo la amenaza lue5. Las ncgras consiguen unir sus torres. Despues de 19. f4 podrfa seguir tanto 19 .... lug4 como 19 .... lue4. 19. lud5 lox dS 20. cd lueS 21. 'i!id4! La unica j_ugada posi- ble. Serfa rnala 21. 'ilfc2? ~xd5 22. f4 'i!f d3. 21. ... 't!f xd4 22. cd lud3 23. ll x e7 ll x e7. Aquf las blancas ya deberfan tener cuidado: arne- n az a el ataque a e2. A 24. ~xa5? sigue 24 .... b6 25. ~d2 ll e2 y las negras tienen un juego muy active. i,C6mo no pennitir a las negras que activen su torre? Despues de ll e2 pasar a rl dl pero, en estc caso, cuidado con el jaque en f2. 24. c;t> g1 ! Si ahora 24 .... ll e2?, entonces 25. ll d 1, y la 40 OUHLMANN e POPOV Berlin, 1979 12 . .i..d2 'j//e7 13. f4 ef 14. ef. Parece que nada puede impedir a las blancas que realicen su plan, que se desarrolla con toda nor- malidad: ll ae l, f4, en cualquier memento lud5. 14 •••• 'i!fe5! 15. rlael 'i!fc5. 21 I~.t~J:~·~ ~'~ .,~ ~~~. ~ ~~,,,,~~·,, ... :~ . ..,:,; ,,,.,:,;·~/'£{8 ~~ ~~ ~ ~~~fffj~~r fd~~ .. .3Dt~ wj,l'. :,;~ ..... ,f.,~
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