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Entrenamiento de élite II - Mark Dvoretsky & Artur YusupovOCR

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Capftulo quinto 267 
Sobre la creatividad de los alumnos de la escuela - A. 
Yusupov 267 
Capi tulo tercero 189 
C6mo nacen las novedades - A. Zlotnik................................... 189 
La jugada g7-g5 en la Defensa Francesa - A. Kosikov 200 
Biisquedas en la apertura - V. Vulfson...................................... 210 
Capitulo cuarto 219 
Problemas en el media juego - M. Dvoretsky 219 
Conexion de la apertura con cl final - A. Kosikov 232 
Tras las pistas de una partida - M. Dvoretsky ... !...................... 242 
Capftulo segundo 109 
Formacion de! repertorio de aperturas - M. Dvoretsky I 09 
Ataque Indio de Rey - M. Dvorctsky 142 
Prcparacion de la partida - A. Yusupov 161 
«Tiene V d. razon, monsieur La Bourdonnais» - Y. Razuvaev 177 
Pr6logo......................................................................................... 7 
Capftulo primero 11 
Principios generales de! juego en la apertura - A. Yusupov 11 
La 16gica en la apertura - M. Dvoretsky 33 
Las sorpresas en la apertura - A. Yusupov 50 
La soluci6n creadora de los problemas irracionales 
en Ia apertura - S. Dolmatov 70 
Ejercicios, soluciones - M. Dvoretsky 94 
INDICE 
forma de asimilar las ideas genera- 
/es y de conseguir la informacion 
concreta necesaria; c) analizar los 
puntos debiles de[ ju ego de los 
alumnos y ayudarles a eliminarlos, 
Otra idea probada es la de 
impartir cursos temdticos. Cada 
una de nuestras clases esta dedica- 
da a Ulla determinada orientaci6n 
en la labor ajedrecistica. El «ala· 
que» masivoen este sentido --con- 
[erencias, ejercicios prticticos, 
materiales adicionales que propor- 
cionamos a los alumnos- da un 
fuerte impulso al perfeccionamien- 
to de la materia de estudio. 
Nos gustaria ayudar a cualquier 
ajedrecista que desee mejorar su 
juego y que este dispuesto a traba- 
jar seriamente con el fin de auto- 
perfeccionarse. Pero el contingente 
de alumnos de la escuela esui limi­ 
tado. Por eso desde el principio nos 
propusimos recoger las lecciones 
impartidas durante los cursos y los 
articulos mas interesantes sobre 
este tema; y publicarlas en libros. 
El primer libro, basado en las 
lecciones impartidas en nuestra 
escuela en el primer curso, apare- 
ci6 a finales de 1991 y contiene 
problemas de cardcter general en el 
estudio def ajedrez: manifestacion y 
eliminacidn de [os puntos debiles 
en el juego, tecnica de andlisis de 
las partidas propias y ajenas y 
extraccion de In informaci6n iitil 
que contienen, papel del legado 
creativo de/ pasado, etc. 
Ahora presentamos a nuestros 
lectores el segundo libro, dedicado 
a las aperturas. JQui hay de nuevo 
PROLOGO 
Al iniciar cualquier empresa 
ria, uno siempre trata de planear- 
mejor, coll la mayor precision 
tsible. Y si el proyecto resulta 
iertado, por lo general las cosas 
ncionan bien. 
Cuando decidimos montar la 
cue/a de jovenes ajedrecistas de 
lento, el gran maestro Yusupov y 
· analizamos minuciosamente las 
'ientaciones y los principios de 
ibajo de la escuela. Y ahora nos 
-rada seiialar que nucstras ideas 
incipales resistieron la prueba del 
·mpo. Lo testimonian /os [xitos de 
r alumnus de la escuela. Mucltos 
ellos ya han llegado a ser ajedre- 
itas fuertes, han obtenido triunfos 
oremios en campeonatos nacio- 
iles, europ eos y mundiales de 
detes. Solo en 1992 cuatro de 
iestros alumnos -l/aja Kadimo- 
' Inna Gaponenko, Alexei Ale- 
ndrov y Vadim Zviaguintsev- 
naron el titulo mundiaL 
Nuestro principio fundamental 
z fiable, ya que habla sido com- 
obado anteriormente por expe- 
incia propia. Nosotros eramos 
nscientes de que no solo tenia- 
JS que impartir a los alumnos 
nocimientos concretos de ajedrez; 
que durante dos cursos anuales 
diez dias no se puede enseiiar 
tcho y, ademds, eso no es lo prin- 
ial en la enseiianza del ajedrez: 
mas importante es: a) enseiiar 
ideas, metodos y procedimientos 
nerales de lucha ajedrecistica 
do SU cartict er universal; b) 
mostrar las vias racionales de 
bajo e11 materia de ajedrez, la 
IA primera parte de/ libro habla 
de Los problemas con Los que se 
suele chocar en la apertura y c6mo 
pueden resolverse en el tablero, 
Esta basada; sabre todo, en las lee- 
clones impartidas por los candida- 
tos al camp eonato mundial A. 
Yusupov y S. Dolmatov (Serguei 
Dolmatov es un colaborador activo 
de nuestra escuela), Me parece muy 
interesante seguir el curso def pen- 
samiento de los ajedrecistas de elile 
que cuentan abiertamente en qui 
piensan durante la partida, como 
dan con las mejores jugadas, por 
que se equivocan a veces. 
Pero no basta solo conocer la 
«teoria» para aprender a tomar 
decision es correctas. Se necesita, 
ademds, un entrenamiento prdcti- 
co. En cada curso de la escuela, 
organizamos necesariamente dis- 
tintas comp eticiones, concursos, 
etc. En la primer parte del libro 
hemos descrito uno de estos entre- 
namientos. 
IA segunda parte contempla la 
formacion de un repertorio de aper- 
turas y la preparacion para compe- 
ticiones o para enfrentarse a un 
rival concreto. 
Este tema se extiende a la tercera 
parte, en la que se habla de/ atuili- 
sis individual de las posiciones en 
la apertura y las tecnicas de encon- 
trar novedades. 
En la cuarta parte se observa la 
conexion de la apertura con Los 
demds estadios de la partida, se 
demuestra la continuidad de las 
ideas ajedrecisticas y se acentua el 
leitmotiv que atraviesa todo el 
lihro: la clave de/ eriJo no esta en la 
memorizaci6n mecanica de infor- 
maci6n sobre la apertura, sino en 
8 
en este terreno que podamos ofre- 
cer al lector? Vale la pena tratar el 
tema en detalle. 
Seguramente la buena mitad de 
Los libros sobre ajedrez son las 
monografias que analizan una u 
otra variante concreta o un conjun- 
lo de variantes. Por su esencia; son 
guias a las que conviene echar un 
vistazo a veces, pero no seria nada 
fdcil aprender la teoria de las aper- 
turas contando tinicamente con su 
ayuda. Ofrecen demasiada infor- 
maci6n, en su mayor parte innece- 
saria, y apenas explican las ideas 
genera/es propias de las variantes 
analizadas. Por eso precisamente 
las monografias sobre aperturas se 
hacen obsoletas rdpidamente. 
Para Los aficionados al ajedrez 
que deseen aprender rdpido una u 
otra apertura, se han escrito libros 
especializados que analizan solo el 
minimo nec esario de variantes. 
Este tipo de libros resulta realmente 
muy apropiado, Pero es imposible 
conseguir una autentica maestria 
en el ju ego de la apertura solo a 
base de recetas hechas. Hay que 
estudiar los metodos de prepara- 
cion para la apertura en su totali- 
dad, reflexionar sobre los proble- 
mas con los que sue/en chocar /.os 
ajedrecistas y pasar por el analisis 
individual de los sistemas de aper- 
tura que cada uno pre.fiera. 
Nuestro libro ayudard a los lee- 
/ores a conseguirlo, Esta pensado 
para ajedrecistas (sobre todo j6ve- 
nes) que desean profundizar consi- 
derablemente sus conocimientos en 
materia de ajedrez en general y, 
particularmente, en la apertura, y 
aprender a trabajar individualmen- 
te sabre la apertura. 
9 
Mark Dvoretsky 
en los problemas genera/es que se 
plantean en el ju ego de apertura; de 
los que habla tambien el capltulo 
que abre este libro. Probablemente 
sea interesante, a la hora de leerio, 
echar un vistaza al capitulo final y 
estudiarlos paralelamente. 
· El libro es obra de un grupo de 
au/ores. Aparte del autor de estas 
lineas y de los grandes maestros 
Yusupov y Dolmatov, han colabo- 
rado tambien el gran maestro Y. 
Razuvaev, el maestro B. Zlotnik, A. 
Kosikov, V. Vulfson. Les agradezco 
su esfuerzo. Espero que la compa- 
raci6n de opiniones de diferentes 
especialistas sobre problemas afi- 
nes sea de interes para los lectores y 
que aporte a este libro la polifonia 
necesaria. 
Si esta obra impulsara al lector a 
pensar sobre problemas diflciles 
pero interesantes en la preparacidn 
para la apertura y le sugiriera nue- 
vas ideas en este campo, los au/ores 
considerarian SU mision cumplida. 
llegar a dominar lariqueza de ideas 
del ajedrez; la cu/Jura ajedrecistica 
en su totalidad. 
En realidad, aunque este no sea 
nuestro prop6sito principal, el lee- 
tor encontrard no poca informa- 
cion titil para sf mismo: novedades 
en la apertura (algunas de ellas 
atin no se han llevado a la prticti­ 
ca), recomendaciones sobre el desa- 
rrollo de distintas posiciones y des- 
cripciones de una serie de sistemas 
de aperlura (Defensa India de Rey, 
variante cerrada de la Espailola, 
Gambito de Dama, etc.). 
Las pdginas finales de nuestro 
libro ofrecen, como de costumbre, 
Jragmentos de partidas de alum- 
nos de la escuela comentados por 
el gran maestro Yusupov. Se trata 
de ejemplos de ap erturas a un 
nivel muy alto y ejemplos de erro- 
res en la apertura que pueden ser 
instructivos. 
En sus comentarios partidas de 
cadetes, Yusupov centra su aiencion 
11 
desarrollo. Asf pues, el tercer prin- 
cipio en Ia apertura cornbatir las 
intenciones el contrincante con el 
fin de dificultar su desarrollo e 
impedirle el control de! centro. 
Tai vez preguntara usted: lque 
es mas irnportante: el desarrollo 
de las piezas propias o impedir el 
desarrollo de las piezas de! rival? 
Por supuesto, lo ideal serfa com- 
binar las dos cosas. Pero si hay 
que elegir, hay que actuar en 
cada caso concreto segun las cir- 
cunstancias, ya que no existe una 
receta universal. De todos mo- 
dos, es mejor no olvidar el desa- 
rrollo de las propias piezas. 
i. Que es lo que preocupa, ade- 
mas, al ajedrecista en la apertura? 
Naturalmente, la fonnaci6n de Ia 
estructura de peones. No serfa de 
extrafiar que usted consiguiera 
debilitar ya en la apertura la posi- 
ci6n de Jos peones del contrincan- 
te, es decir, echar a perder sus peo- 
nes. Recuerde: depende mucho de 
lo favorable o desfavorable que 
sea su estructura de peones. 
Y, por ultimo, hay que sefialar 
que el combate por conquistar la 
iniciativa se inicia desde las pri- 
meras jugadas, lo que, ta/ vez, 
sea la esencia de/ jueg o en la 
apertura. l,Acaso podemos irna- 
ginar en la actualidad una partida 
en la que durante algun tiempo 
i,En que consiste la estrategia 
:lei cornbate en la apertura? Si se 
fijara usted en las partidas de des- 
tacados maestros, se darfa cuenta 
de que los rivales aspiran, ante 
todo, a la rapida movilizaci6n de 
sus fuerzas. Y esto es explicable: 
cuantas mas piezas hay en juego, 
tantas mas posibilidades de atacar. 
El juego de la apertura se basa en 
el rdpido desarrollo. 
El segundo requisito importan- 
te es desplegar, desde las prirneras 
jugadas, el ataque al centro. El 
ccntro representa la cota mas alta 
en las batallas ajedrecfsticas: el 
que la conquiste, tendra mejores 
perspectivas mas adelante. Natu- 
ralmente, las casillas centrales e4, 
e5 d4 y d5 resultan ser. desde el 
principio, el ccntro de atenci6n 
para ambas partes. Por lo general, 
los ajedrecistas tratan de ocupar 
el centro con los peones, o se pro- 
pon e 11 ejercer presion sabre el 
con las piezas mayores. 
Paralelamente a ello, los rivales 
procuran estorbar mutuamente sus 
intenciones. Vale la pena [renar 
con alguna jugada el desarrollo 
del rival, ponerle en apuros. La 
«perdida de un tiempo» se justifi- 
ca a la larga. No lamente tampoco 
haber perdido un tiempo para pri- 
varle de/ enroque. De este modo 
usted consolidara su ventaja en el 
Artur Yusupov 
PRINCIPIOS GENERALES DEL JUEGO EN LA APERTURA 
CAPITUlO I 
1. d4 lof6 2. c4 g6 3. lof3 
it...g7 4. g3 0-0 5. it...g2 d6 6. 0-0 
lo c6. Ve mos como con cad a 
jugada se incorporan al juego 
nuevas fuerzas. Las blancas van 
ocupando el centro con sus peo- 
nes, las ne gras se disponen a 
ejercer presi6n sobre el centre 
con sus piezas mayores. 
7. loc3 it...f5. Una jugada no 
muy frecuente, pero de! todo 
posible. Las negras desarrollan 
su alfil, ponen bajo control la 
casilla central e4 y se disponen a 
jugar 8 .... loe4. 
8. dS. Habfa tarnbien otras 
O YUSUPOV 
eGULKO 
Reykjavik, 1990 
Defensa India de Rey 
vaya a ocupar es una misi6n muy 
responsable, ya que el caracter de! 
combate depende en buena rnedi- 
da de la situaci6n de la dama; 
4) no se lance a ciegas a un 
ataque sin haberlo preparado; 
5) no se ernpefie en ganar peo- 
nes, sobre todo en posiciones 
abiertas, en las que Ia ventaja en 
el desarrollo tiene enorme irnpor- 
tancia; recuerde que el tiempo en 
la apertura es mas importante 
quc los pconcs. 
Analiccmos a continuacion mi 
partida con el gran maestro B. 
Gulko. Espero que este ejemplo 
contribuya a esclarecer el princi- 
pio de movilizaci6n de las fuer- 
zas y, en general, el juego en la 
apertura, 
12 
los rivales simplemente cambian 
piezas y luego se ponen a pensar 
que han hecho y que es lo que 
deben hacer? Claro que no. Por 
supuesto, las blancas, siendo las 
primeras en actuar, por lo general 
tratan de adelantarse a su rival en 
el desarrollo de sus piezas en la 
apertura, procuran ocupar el cen- 
tro y ser las primeras en crear 
ciertas amenazas. 
Antes de p a s ar a ejemplos 
concretos, qu i s i e r a l larnar la 
atcncion de los lcctorcs sobrc 
otro aspecto fundamental. El 
concepto moderno de la apertura 
se vincula indisolublemente al 
plan de acci6n en el media juego 
( iY a v ec e s hay que ten er en 
cuenta has ta el posible final!). 
Actualmente es diffcil establecer 
un lfrnite claro entre la apertura y 
el medio juego, tanto mas cuanto 
que todos los principios validos 
en la estrategia de la apertura 
podrfan aplicarse, aunque bajo 
una forma un tanto diferente, al 
medio juego. 
Consideramos en mas detalle 
el primer principio de la apertura 
(la rapida movilizaci6n de las 
fuerzas). Recordemos algunas 
reglas elementales: 
I) no mueva dos veces la 
rnisma pieza (estas jugadas tiene 
que ser motivadas seriamente); 
2) no pierda tiempo en realizar 
jugadas profilacticas con los peo- 
nes del flanco, pues lo que 
importa es desarrollar cuanto 
antes sus piezas; 
3) no saque la dama apresura- 
damente: la elecci6n de! sitio que 
13 
Parece mas natural y 16gica 9. 
lt:)d4! El alfil f5 esta expuesto al 
ataque y el pe6n c4 esta protegi- 
do indirectamente: despues de 9 . 
... li)xc4? sigue 10. lt:)xf5 gf 11. 
'i!f d3, y las blancas recuperan un 
pe6n consiguiendo una estructura 
de peones mejor. Despues de 9 . 
... ~d7 10. 'i!f d3 Ia posici6n de 
las blancas es de muchas pers- 
pectivas. 
9 .... c6! Al obtener cierta ven- 
taja en el desarrollo, cl rival abre 
dccididamcnte el jucgo. Ahora 
surge otro problema para mf: 
c6mo ahogar la posible iniciativa 
de las negras? Como no pude 
resolver este problema, caf en un 
aprieto. 
La consecuencia 16gicn de la 
jugada 9. li)d2 habrfa sido la 
energica I 0. b4!? La idea princi- 
pal que no pude percibir en el 
curso de! juego era: despues de 
10 .... 4J xd.5 11. cd ~xc3 jugar 
12. e4! (yo habfa analizado s6Io 
12. ~a3? ~ xd2). Tai vez las 
blancas consigan obtener dos 
piezas por la torre, pero las 
negras dispondran, a carnbio, de 
varios peones. Es sumarnente 
diffcil valorar esta situaci6n; es 
posible que se trate de una posi- 
ci6n de equilibrio dinamico. 
En la partida las blancas juga- 
ron la rutinaria 10. e4?!; el con- 
trincante respondi6 con 10 .... 
~g4! Gracias a esta jugada astu- 
ta se provoca otro debilitamiento: 
o Ia ruptura f2-f3 que ofrece a las 
negras posibilidades tacticas en 
relacion con 'ii'b6+, o la salida 
de la darna a c2 donde, despues 
Surge Ia pregunta: i,C6mo 
deben jugar ahora las blancas? 
La jugada de la partida fue 9. 
li)d2?!, pero esta jugada tiene 
ciertos defectos. EI caballo en d2 
se interpone en el camino del 
alfil cl. Yo tenfa la esperanza de 
que Ia amenaza 10. b4 obligarfa 
al adversario a cerrar la posici6n 
en el flanco de dama mediante' 
c7-c5. De ser asf, las blancas 
habrfan ganado un tiempo trasla- 
dando el pe6n a e4 y luego aca- 
barf an el desarrollo a base de 
'1Wc2, b2-b3, ~b2, etc. Pero los 
acontecimientos tornaron otro 
rumbo. 
continuaciones: ll e 1, b2-b3, 
lt:Je 1. La ju gad a de la partida es 
bastante 16gica: en un tiempo,las 
blancas aumentan sus conquistas 
de espacio en el centro. 
8 .... lt:JaS. Es Ia segunda vez 
que las negras mueven la misma 
pieza en Ia apertura, pero en este 
caso el movimiento es justifica- 
do: primero, porque se ven obli- 
gadas a hacerlo y, segundo, por- 
que con la jugada 8 .... lt:)a5 se ha 
creado la amcnaza de! pe6n c4. 
14 .... c6!? Dcspucs de! cam- 
bio de peoncs en d5, cl alfil 
obtendra la casilla f5, lo que sera 
muy desagradable para las blan- 
cas. Y al responder con 15. h3?!, 
sigue 15 .... ed 16. hg d4 y mi 
estructura de peoncs se echara a 
perder irremediablemente, es 
decir, las negras transforrnaran 
un tipo de ventaja en otro: la 
ventaja en el desarrollo, en una 
estructura de peones mejor. 
Tuve que intentar un metodo 
de defensa que puede resurnirse 
en lo siguiente: [cuando todo esta 
rnal, ya no hay nada que temer! 
15. ,a,d3. i,Que hacer? Ya me 
habfa conformado con que no 
podrfa terrninar el desarrollo por 
una via normal y trataba de com- 
p l ic a r la lucha por todos los 
medias. A veces esta t actica 
puede dar resultados nada rnalos, 
aunque tambien puede fracasar si 
el rival juega correctarnente. La 
se en la valoracion general de la 
posici6n: las negras se anticipa- 
ron en sci desarrollo al rival. por 
lo que les resulta ventajoso abrir 
el juego. 
14 
de abrirse la columna «c», resul- 
taria bajo la desagradable presi6n 
de la torre c8. 
11. 't!i'c2 cd 12. ed. Sena peor 
todavfa la caprura de! pe6n «e»: 
en ta! case. el alfil negro obten- 
drfa la excelente casilla f5. 
12 .... l:t c8. Observemos c6mo 
Gulko incorpora consecutiva- 
mente nuevas fuerzas al juego 
aumentando paulatinamente la 
presi6n. Aprovechando el juego 
rutinario de las blancas que es la 
causa de su demora en el desa- 
rrollo, las negras ya se apoderan 
de la iniciativa. Ahora tienen que 
seguir un principio sumamente 
importante, formulado ya por 
Steinitz: id que dispone de ven- 
taja tiene que aracar so pena de 
perder su ventaja! 
13. l:t el. Las blancas intentan 
ajustar de algun modo Ia interac- 
ci6n entre sus piezas. Se dispo- 
nen a continuar su desarrollo a 
tra ves de 14. ll\ fl y al mis mo 
tiempo impiden el paso del alfil 
negro de e2 a e6, desde donde 
hubiera ejercido una presi6n peli- 
grosa. 
13 .... bS. Aqui habfa tambien 
otras posibilidades: por ejemplo, 
13 .... '1Wb6. Merecfa atenci6n 
asirnismo 13 .... ~d7, liberando 
la casilla g4 para el paso del 
caballo a e5 y planeando afrontar 
14. ti) fl con la ju gad a 14 .... 
4Jc4. 
14. a3. Aquf era posible tam- 
bien 14 .... ~d7!? 15. li)fl l;Jc4 
16. 4J e3 ti) g4. Pero Gulko 
encontr6 una continuaci6n 
mucho mas interesante basando- 
15 
fin el caballo abandona la casilla 
d2!) 19 ...• tu xe4. Al tener en 
cuenta el atraso en el desarrollo, 
la recuperaci6n de un pe6n 
mediante 20. ~ xe4?! equival- 
drfa a una capitulaci6n: 20 .... de 
21. 'iW x d6 'iW h4 ! Tam bien es 
mala 20. 'iWxd5? por Ia fuerte 
respuesta 20 .... ll e5 ! 
20. Lt) x a7!? En esta partida 
las blancas actiian contra todas 
las reglas y en caso de un juego 
preciso por parte de! rival tienen 
que sufrir las consecuencias. 
Pero yo me daba cl ararnente 
cuenta: siguiendo el curso «nor- 
mal» de los acontecimientos, yo 
no podfa contar con nada. 
20 .... .ll h8. En caso de 21. 
'iWxd5?! se imponc el golpe tac­ 
tico 21. ... tu xf2!?, por ejemplo: 
22. ll xe8+ 'iWxe8 23. ~xf2 
tub3 24. tuc6 con un juego con- 
fuso. Pero la jugada 21 .... ll e5 I 
tarnbien enfrentarfa a las blancas 
a problemas solubles: sus piezas 
no estan dispuestas con arrnonia 
y sigue la arnenaza del mismo 
golpe fuerte en f2 (22. 'iW d3 
ltJ x f2 23. ~ x f2 ~h4+!). 
Naturalmente, hay que aprove- 
char la ocasi6n y poner en juego 
el pasivo alfil: 21. ~e3. Sigui6 
21. ... s: x b2 22. ll abl. Des- 
pues de 22 . .ll ad I existe la desa- 
gradable respuesta 22 .... ltJc3, 
por ejemplo: 23. ll d2 d4 24. 
ll xb2 l:t xb2 25. 'i'xd4 tue2+ 
26. ll x e2 ll x e2, y en caso de 
27. ~ h6, simplemente 27 .... 
ll 8e5 cerrando Ia diagonal peli- 
grosa y consiguiendo una gran 
superioridad material. 
tranquila 15. tufl (15 .... ed 16. 
ed) era. objetivamenre, el mal 
men or. 
15 .... ed 16. tux bS. Si la aper- 
tura aun no ha tenninado para las 
blancas. las negras. naturalrnente, 
ya se han enfrascado en el medio 
juego. Ahora podfan jugar 16 .... 
'iWb6!? garantizando al alfil Ia 
retirada a d7. La posici6n avanza- 
da del alfil a g4, tal vez sea el 
iinico punto debil (el alfil podrfa 
quedar eventua!mente apartado de 
las fuerzas principales). 
Pero, desde el punto de vista 
de) combate por la iniciativa, 
Gulko ha encontrado, ta! vez, la 
jugada mas acertada. 
16 .... .llc8!? Otrn picza de las 
negras entra en jucgo ... 
A partir de ese momento, tra- 
tando de mantener el equilibrio al 
borde del precipicio. jugada tras 
jugada, encontre recursos para 
continuar la lucha. Simplemente 
tuve la suerte de llegar a una 
posicion bastante complicada en 
la que era imposible pronosticar 
c6mo terminarfa la partida. 
17. h3. Es tentadora la replica 
17 .... ~fS! que en realidad se 
jug6 en la partida. Era posible 
tarnbien 17 .... ~e6, seguida de 
18. ed ~fS 19. 11 xe8+ 'iWxe8 
20. 'iWfl. Las blancas tienen un 
pe6n de mas. aunque las negras 
cuentan, naturalrnente, con un 
fuerte contrajuego. 
18. g4. La iinica jugada posi- 
ble. Las blancas, de todos modos, 
consiguen tenninar el desarrollo, 
aunque al precio de un pe6n. 
18 .... ~ xe4 19. tu xe4 (jpor 
ver aqui el ultimo problema com- 
plicado. despues de lo cual podfan 
obtener un punto merecido. 
La respuesta acertada era 24. 
. .. 'iWd7! Pero Gulke no se perca- 
t6 de que en la variante 25. 
'iWxa5 ltJxbl 26. ll xbl se 
podfa dar el golpe inesperado 26 . 
... ~ c3 ! Las blanc as pod fan 
seguir enturbiando el agua a tra- 
ves de 26. ~c6 (tarnpoco serfa 
mejor 26. ll x e8+ W x e8 27 
~c6 'iWb8), pero no por rnucho 
tiempo: 26 .... nxel+ 27. 
'iWxel 'iWxa7 28. 't!fe8+ ci;,g7 
29. ~ e7 ll b8 y las negras 
ganan. 
Por suerte, Gulko se vio tenta- 
do por el sacrifice de dama: 24. 
... tllxbl? 25. ~xd8 ll xel+ 
26. ~fl, que condujo a una posi- 
ci6n extremadarnente confusa, en 
la que las arnenazas por arnbas 
partes, a simple vista, se com- 
pensan mutuamente. 
26 .... ltJc3 27. 'tli'd2!. Es 
importante poner bajo control la 
casilla f4; serfa rnala 27. ~a8? 
4J c2+ 28. <i;, g2 QI f4+ o 27. 
'iWxa5? 4Je2+ 28. ci;>g2 ltJf4+ 
29. <it?gl ltJxh3+ 30. ci;>g2 
ltJf4+ 31. ci;>gl ~c3. 
27 ..•. ltJe2+ 28. ci;>g2 ~c3 29. 
~h6 ltJc4 (llevaba a tablas 29. 
... ~g7 30. 'i!id2 ~c3) 30. ltJc6 
~g7 31. ltJe7+ ci;,f8? Un error. 
Serla correcto 31. ... ci;>h8! 32. 
ltJ x g6+! fg 33. ~f6! n b7 34. 
~ x e2 ll x e2 35. ~ x g7+ 
ll x g7 36. 'iWf4! con chances 
iguales. 
32. 'iWx h7 4Jf4+ 33. ci;>h2 
ci;>e8 34. 'i!ig8+! (34. 'iW xg7? 
16 
Aquf hay un interesante pro- 
blema de calculo: encontrar la 
continuaci6n que prorneta a las 
blancas las mejores chances. En 
realidad, hay tres posibilidades: 
l) 24. ~ x b3 4J x b3 25. 
n xb2 4Jc5. Me parece que en 
cste case la ventaja serfa para las 
negras (aunque es posible que el 
sacrificio de material ayude a 
salvar la situacion): 
2) 24. 4J c6. Objetivamente, 
este contragolpe podria resultar 
el mas fuerte. Pero despues de 
24 .... 4J xd5 25. 4J xd8 4J xe3 
las negras, por supuesto, dispo- 
nen de clara superioridad (por 
ejemplo, 26. ll xe3 llbxe3 27. 
fe ~ xa3); 
3) 24. ~gs. La jugada que yo 
hice en la partida y con la que con- 
taba, Las negras tenian que resol- 
22 .... ll b3. Gulko lleva fir- 
memente la partida y encuentra 
un recurso concreto para aurnen­ 
tar su ventaja. 
23 ...• 'W x dS (perdla rapido 
jugando 23. 'iWc2 Wb8 24. tllc6 
ll) x c6 25. 'iW x c6 ll c8) 23 .... 
ll)c3. ) ~ ~.I~·~ ~--,,~~ ~ ~ 
~!~~~~~~~ 
f,'W~ ~~ ""~~ ~~ ~ 
~~ ~~~ ~­ 
~ ~ ~ ~ ,,.,.,,~~,,.,,~~~G,.8~ 
~~.I~,¥ ~ ~8 ~~~­­­­:~ ~­­ .. ~Dr~ 
--~~fr:,;;/~~~~,.;£"'~~ 
~-~ ~~ ~'a'!- ~ ~ ,.....,,,::&; '7n~,'Z 
17 
(mejor 46 .... <i;e6) 47. f4 d5 48. 
~f2 ~d6 49. ~f3 ~e6 50. 
~d4 ~e7! 51.~g3 ~b4! 52. 
h4 ~el+ 53. ~h3 ~d2 54. 
<i;g3 ~el+ 55. ~f2 ~c3 56. 
<i;f3 ~g7. Sena mas fuerte 56. 
. .. ~f6!? 57. h5 gh 58. f5+ ~f7 
59. gh, pero incluso de ser asf, la 
posici6n seguramente no podria 
ser mantenida: las blancas 
jugarian ~e3, ~g4, ~g5, luego 
~ f3-e2-d3-c2-b3-a4 y el peon 
d5 sucumbiria. 
57. ~cl!? (es buena asirnisrno 
57. ~b6!?, preparando ~e3 y 
~d4) 57 .... ~f8?! 58. ~c3 
~h6?! 59. f5+! gf 60. g5. Las 
negras abandonan en vista de 60 . 
... ~f8 61. h5 ~f7 62. <i;f4. 
Me gustarf a Ilarnar una vez 
mas la atenci6n del lector sobre 
el juego extraordinariamente 
consecuente de Gulko en esta 
partida hasta el error de! enroque 
en la jugada 24. Desde el mismo 
principio empez6 a luchar por la 
iniciativa y al obtener ventaja en 
el dcsarrollo, siguio irnponiendo- 
I a firmemente introduciendo 
cada vez mas y mas piezas en el 
juego sin escatimar los sacrifi- 
cios temporales. En este sentido 
son significativas las jugadas 14 . 
... e6! y 16 .... lle8! 
En lo que ser refiere al juego 
de las blancas, al no haber respe- 
tado uno de los principios funda- 
mentales en Ia apertura (la rapids 
movilizaci6n de las fuerzas) y al 
ceder la iniciativa, tenfan que 
haber perdido. Pero esta partida 
merece atenci6n precisamente 
por demostrar la importancia de 
35. lo xg6! La distancia entre 
el triunfo y la perdida result6 
muy corta. Despues de este golpe 
Ia posici6n de las negras ya 
resulta insalvable (despues de 35 . 
... lox g6, simplemente 36. 
~xc4). 
35 .... fg 36. 'iW xc4 ll xfl 37. 
'ir'xf4!? (37. 'i!r'xb3 ~xd8 38. 
'iWc4 11 xf2+ 39. ~g3 lo xh3! 
tarnbien en favor de las blancas) 
37 .... 11 x a3 38. ~h4? (serfa 
mas preciso 38. ~f6! controlan- 
do Ia casilla al) 38 .... llaal 39. 
W'c4+. Llevaba a consecuencias 
nada claras 39. 'iWf6 llhl+ 40. 
q.>g2 llagl+ (o 40 .... .t1hgl+!?) 
41. @f3 ll xh3+ 42. ~e2 (42. 
~g3?? llhxg3+) 42 .... ~d7. 
39 .... ~f7 40. 'iWf3+ <i;g8 41. 
'ir'd5+ ~g7 42. °t!fb7+ ~g8 43. 
~g3 (con la idea de h3-h4) 43. 
... llhl+ 44. 'iWxhl 11 xhl+ 45. 
q., x h 1 ~ f7 46. ~ g2 ~ f6 
11 x fl seguido de 35. . .. 
11 xh3x) 34 .... ~f8. Tampoco 
saivaria Ia situaci6n 34 .... ~d7 
3 5 . 'iW x f7 n x f l 3 6 . lo c 6 + , 
~ xc6 37. 'iW xc4+ <i;d7 38. 
'iWxb3. 
~ ~-~~~ 
~ ~~ ~.\~ ~~~-,,,,,~:~ . ~ ~ ,.~,//, ~"~ ~~~ ~:~ ~~:'""'~; 
~~~~ ~ ~~ ~titt.~---i ~~~­­­~~ 
Analicernos la posici6n surgi- 
da. lC6mo resolverfa usted los 
problemas de las negras en la 
apertura? 
l 12 .... c5? Por que no, una 
jugada de! todo posible para 
reforzar el control en el centre. 
lQue otras propuestas hay? 
i. 12 .... lod7 preparando n-£5? 
Buena idea. 
lDesarrollar el alfil en b7? Sf, 
e sto entra en el plan de las 
negras. Pero no me gustaria ju gar 
asf inmediatamente debido a la 
5 .... ~c5!?) 6. ~b3 ~c7 7. d3 
d6 8. lo dS. (Por supuesto, es 
bastante tentador reforzar el con- 
trol sobre la irnportancia diago- 
nal y, en particular, sobre la casi- 
lla central d5. Pero la jugada 8. 
lod5 lleva a la sirnplificacion y, 
practicamente, a igualdad. 
8 .... lt:JaS 9. lo xc7 ~xc7 10. 
0-0 0-0. Aunque parezca extrafio, 
es una novedad. Lo que se suele 
jugar es 10 .... c5. 
11. ~d2 (Spassky ha hecho 
esta jugada poco activa en oca- 
siones anteriores) 11. ... lox b3 
12. ab. 
18 
1.e4 es 2. lof3 loc6 3. ~bS 
a6 4 . .i.a4 lof6 5. loc3. Spassky 
juega a menudo esta antigua 
variante que antes se consideraba 
fundamental en la Partida Espa- 
nola y que luego casi habla deja- 
do de usarse. 
Desde un punto de vista tecni- 
co, no hay nada por lo que se 
pueda censurar la jugada 5. loc3: 
las blancas Ile van una p ie za 
hacia el centre. Solo el que haya 
estudiado la Partida Espafiola 
sabe que, de todos modes, serfa 
mejor jugar 5. 0-0 para crear pos- 
teriormente un centre de peones 
mediante las jugadas c2-c3 y d2- 
d4 (lo que impide el caballo en 
c3). 
5 .... bS (seria posible tarnbien 
O SPASSKY 
e YUSUPOV 
Linares, 1990 
Partida Espanola 
continuar el combate en cual- 
quier circunstancia. Es cierto que 
las blancas resultaron en peor 
posici6n. Pero no perdieron el 
anirno, intentaron poner en mar- 
cha un contrajuego y reconquis- 
tar la iniciativa. Al fin y al cabo, 
consiguieron plantear al adversa- 
ri o prob le mas practices nada 
faciles de resolver y este se des- 
vi6 del rumbo correcto. 
El siguiente ejemplo es, tal 
vet; mas sencillo. A diferencia 
de la partida contra Gulko, me 
habfa preparado bien para 
enfrentarse con B. Spassky. 
19 
16 .... .ll xf3! Se imponfa este 
golpe. Naturalmente, no hay que 
lamentar el sacrificio de calidad 
por activar el alfil b7. La prirniti- 
va 16 .... .t x f3 llevaba a conse- 
cuencias confusas: 17. gf .ll xe5 
(seria un error 17 .... loxe5? 18. 
f4 'iWh4 19. fe l:txf2 20 . .tf4!) 
18 . .ll xe5 'i!ixe5 19. 't!fel. 
17. gf loxes 18 • .tf4 (perdfa 
rapidamente 18. f4 debido a 18 . 
... 'i!if7) 18 ...• lt)xf3+?! Aquf 
me mostre cobarde decidiendo 
pasar con un pe6n de ventaja a 
un final que pude no haber gana- 
do. Por supuesto, tenfa que 
14. d4? (seria mejor 14 . .tgs 
f6 15 . .t h4 con la idea de 16. 
lod2, y las negras conseguirfan 
una ligera ventaja) 14 .... fS! Aquf 
las blancas podrfan capturar en la 
casilla e5, pero las variantes se 
ponfan en mi favor, par ejemplo: 
15. de fe 16. ed 'i!ff7! 17. ~c3 
llae8 18. log51'/xf2+ 19. 'it>h1 
e3 20. 'i!fg4 h5 21. 'i!fg3 cd con 
ventaja. 
Despues de Jargas delibera- 
ciones, Spassky jug6 15. ef 
l:t xf5 16. de 
fuerte replica 13. loh4. Hay que 
llevar las piezas con la mayor 
exactitud posible sin perder de 
vista los recursos de! rival. 
Resumamos lo que acabarnos 
de analizar, Realrnente, aquf se 
impone socavar la posici6n de! 
peon central e4 mediante f7-f5. 
Esta jugada se deriva simplcrnen- 
te de la estructura de Ia posici6n. 
Si las negras consiguieran reali- 
zar las jugadas .tb7, lod7 y f7- 
f5, el juego estarfa en su favor. 
Pero no hay que permitir el ata- 
que de! caballo blanco en h4. Por 
eso, al preparar la partida, decidf 
empezar por el retroceso de l 
caballo. 
12 .... lod7! Las ncgras rcsucl- 
ven acertadarnente los problemas 
en la apertura, sin perder tiempo 
en realizar c7-c5, una jugada ven- 
tajosa, en general, pero no impres- 
cindible. Aquf las blancas debfan 
tomar precauciones y prepararse 
para afrontar las maniobras de! 
adversar io en el centro. Pero 
Spassky no se percat6 a tiempo 
de! peligro de su posicion y, ade- 
mas, no es tan facil imaginarse en 
este momenta que la situacion 
podrfa cambiar sorprendentemente 
en unas cuantas jugadas. 
13. l:t el?! (Ilevaban a igual- 
dad las jugadas 13 . .tas cS 14. 
llid2 sefialadas posteriormente 
por el ex campe6n rnundial) 13 . 
... .tb7. Todo estri preparado 
para la jugada f7-f5. Las blancas 
tenfan que pensar oportunamente 
en la defensa, pero dccidicron en 
su propio perjuicio poner mas 
Jena al fuego. 
1. d4 luf6 2. c4 e6 3. luf3 d5 
4. loc3 ..te7 5 . ..tf4 0-0 6. e3. 
Una posici6n te6rica conocida. 
L. Ljubojevic elige una continua- 
c i6n menos estudiada que la 
usual 6 .... c5. 
6 ..•. b6. Una jugada normal 
que propicia el desarrollo y 
corresponde a la idea de comba- 
tir por el centro. De la siguiente 
decisi6n de las blancas depende- 
ra en buena medida el caracter de 
Ia lucha en lo sucesivo. 
Veamos por orden: lcuales son 
las jugadas posibles? 7. cd, 7. 
..te2y7. Itel. 
7. Itel. No querfa atacar a d5 
mientras mi rival pudiera tomar 
con su caballo en respuesta. 
Cuando domina usted la iniciati- 
va, es mejor evitar simplificacio- 
nes. Cualquier cambio debe ser 
motivado, o sea, tiene que traer 
alguna veruaja posicional o tac- 
tica. Despues de 7 .... ..tb7 8. cd 
la captura con el caballo ya es 
O YUSUPOV 
e LJUBOJEVIC 
Ttlburg, 1987 
Gambito de Dama 
deseo de mejorar la posici6n pro- 
pia y de perjudicar la de! adver- 
sario. En realidad toda la partida 
es un conjunto de minioperacio- 
nes unidas por una idea estrate- 
g i ca comtln, concebida en la 
apertura que usted haya elegido. 
C6mo proyectar operaciones 
cortas de este tipo, Io vera en las 
siguientespartidas. 
20 
seguir con el ataque, pero, desa- 
fortunadamente, me equivoque 
en los calculos. Me pareci6 que 
despues de 18 .... ll f8 19 . ..t x e5 
de 20. 'i!Yd4 surgirfa una posici6n 
no rnuy clara. Pero hubiera sido 
suficiente continuar un poco Ios 
calculos para convencerme de Io 
contrario: 20 .... 'iW g5+ 21. '1!Y g4 
't!f f6 y las negras obtienen un 
ataque terrible. 
Lamentablemente, en la parti- 
da todo resulto rnucho mas pro- 
saico. 
19. 'i!Yxf3 'i!Yxel+ 20. ll xel 
..txf3 21. lle7 llc8. Al precio 
de enormcs esfuerzos, conscguf 
ganar, pero gracias a un error 
grave cornetido en el final por mi 
adversario. 
La partida dernuestra que el 
control del centro y la atenta 
observaci6n de las acciones de! 
rival ayudan a resolver los pro- 
blemas en la apertura. El segun- 
do aspecto fundamental es que 
los planes concretes de arnbas 
partes se determinan por la 
estructura de peones ya en el 
estadio inicial de la partida. Ade- 
mas, al desarrollar las piezas pro- 
curen ustedes pensar que van a 
hacer varias jugadas despues, 
que orientaci6n tornara el juego. 
Sin embargo, no hay que tornar 
estos consejos Iiteralmente, es 
decir, pensar intensarnente desde 
la apertur a y confeccionar un 
plan que Jes Ileve simple y llana- 
mente a ganar en algiin momenta 
del finai. Claro que no. Me refie- 
ro a operaciones bastante cortas, 
tres o cuatro jugadas adelante, al 
21 
los canones de algunos libros vie- 
jos, los rivales tienen que proceder 
a la confecci6n de planes. En tea- 
lidad, yo hice mi eleccion relativa- 
mente temprano marcando la 
orientaci6n de! juego a traves de la 
jugada 7. llcl. Esta claro que el 
combate consistira, sobre todo, en 
el ataque y la defensa de los peo- 
nes colgados. 
11. cd ed. Merecia atenci6n 
I I. ... ltJ xd5!?, y las blancas ten- 
drian una ligera ventaja. 
lC6mo reforzar la presi6n sobre 
el centro enemigo de peones? Para 
ernpcznr, no estarfn rnal atncar cl 
pc6n d5 llevando a cabo una 
pequeiia operaci6n: lbe5 y ~f3. 
12. lt:Je5. En este caso no trato 
de evitar el posible cambio de pie- 
zas, ya que tiene un significado 
determinado. En primer lugar, el 
caballo libera la casilla f3, desde 
la cual el alfil puede atacar el 
peon d5 y, en segundo, en caso de 
12 .... lu xe5 13. ~ xe5 el otro 
alfil puede a pun tar al caballo f 6 
que cubre el peon d5 y esto serfa 
tambien, en cierto modo, ganar un 
tiempo. El caballo de las negras 
se veria obligado a ceder a d7 y, 
tal vez, pasar a b6. la iniciativa se 
queda en las blancas. .: 
12 .... ltJ b6. 6C6mo jugarfa 
usted aquf? 
l13. llc2 y luego lld2? 
Bueno, la maniobra no esta mal, 
pero lo que tengo en cuenta es 
otra cosa: 6c6mo reaccionaria 
usted a la ulrima jugada de! 
rival? Recuerde la forma rutina- 
ria de actuar en semejantes posi- 
ciones: al avanzar con el pe6n 
8. de!. Por supuesto, esta juga- 
da no es una revelaci6n en la teo- 
rfa de! ajedrez aunque, segun el 
Infonnator, las blancas han encon­ 
trado una novedad (la continua- 
ci6n habitual es 8. cd). La captura 
en c5 predetermina la pr6xima 
aparici6n de peones colgantes en 
el campo de las negras. Si tornan 
con el alfil en c5, llegaran a una 
posici6n con pe6n aislado, a lo 
que las blancas no tendrian nada 
en contra (en este caso, la jugada 
b7­b6 no sera la mas apropiada. 
8 .... be 9. ~e2 ~b7 10. 0-0 
.lbbd7. En principio, Ia apertura 
puede darse por terminada. Segun 
dudosa, debido a la perdida de! 
pe6n c7. La combinaci6n de las 
jugadas 7. llcl y 8. cd es justa- 
mente la primera minioperaci6n 
concebida por las blancas en esta 
partida. 
7 .•.• cS. Surge la tension de 
peones caracteristica de las aper- 
turas conternporaneas. En seme- 
jantes situaciones es irnportante 
que cada uno decida por sf 
mismo que estructura de peones 
desea obtener. 
Piense un poco, lc6mo jugaria 
usted aquf? lConviene pasar 
inmediatamente a maniobras 
activas o serfa mejor aguardar 
hasta que se consolide la posi- 
ci6n y privar al contrincante de 
contrajuego? Este problema es 
uno de los mas complejos a la 
hora de conseguir ventaja posi- 
cional. 
En esta partida yo lo resolvf 
desacertadarnente, me apresure a 
caracter tactico. Se ha creado la 
desagradable amenaza 16. 4J x f7 
y 17. ~c7 que, para ser rechaza- 
da, hay que situar la torre en una 
posicion bastante torpe. 
Al mismo tiempo, Ia jugada 
lbb5 no es s6lo de ataque, sino 
tarnbien profilacrica: las negras 
ya se proponfan jugar 15 .... ~d6 
y presionar mis piezas en el cen- 
tro. 
15 .... Il a6. Despues de 15 .... 
n c8 pudo haber seguido 16. 
llla7! con la idea de aprovechar 
la debilidad de la casilla c6, a 
proposito, una opcracion baslantc 
corriente cuando el caballo esta 
en e5. 
22 
«a», usted pone de manifiesto la 
inestabilidad del caballo b6. 
13. a4! Ahora las negras se 
encuentran ante un dilema com- 
plejo: por un !ado, no Jes gustaria 
permitir la presi6n sobre el caba- 
llo pero, por otro, despues de a7- 
a5 las blancas obtendran la casi- 
lla b5. lQue es lo que tienen que 
hacer? 
lPropone usted la jugada 13. 
... d4? Vamos a sopesar los pros 
y los contras: 14. ed cd 15. lllb5 
4J fd5 16. ~ g3 y serf a diffcil 
defender el peon d4. La idea es, 
por si so la. original. Pero con 
e sta estructura de peones, las 
blancas tienen que tornar en con- 
siderac ion constantemente la 
posibilidad de la ruptura d5-d4 
que podrfa resultar bastante desa- 
gradable. 
13 .... a5. El primer gran logro 
de las blancas. Ahora seria posi- 
ble inmediatamente el caballo a 
b5 tratando de aprovechar la 
construccion lb b5+ lb f4 para 
realizar operaciones en las casi- 
llas d6 y c7. Pero, despues de 
pensar un poco, decidf no ceder 
de momento de! plan trazado y 
mante ner la presi6n sobre el 
peon d5. . 
14. ~f3 .ll e8. Si las negras 
respondieran 14 .... .ll c8, ta) vez 
yo habrfa pensado en las manio- 
bras 15 . .llc2 y 16 . .lld2para 
aumentar la pre si o n sobre el 
peon d5. Pero despues de la juga- 
da de mi rival, no puede resistir 
la tentaci6n de aprovechar la 
casilla b5. · 
15. lb b5! El juego adquiere 
23 
25. lZ)d6!! 'iW xd6 (si 25 .... 
ll xc5, entonces 26. tux b7) 26. 
ll xaS j;_ xdS 27. 'i!fd4! La 
jugada decisiva. Ahora la lucha 
ya se ha acabado. 
27 ...• 't!fe6 (27 .... lt:Je6? 28. 
ll xd5) 28. j;_ xdS tucxdS 29. 
lldl llc8 30. llcS! ll xcS 31. 
't!,'xcS hS 32. a5 'iWe4 33. h3 g6 
34. 'iii c6 "iib4 35. a6 'ii aS 36. 
't!kb7 't!ka4 37. llbl. Las negras 
se rinden. 
Veamos ahora por que esta 
partid a presenta interes para 
era jugar 22 .... j}_b4! situando el 
alfil en una casilla protegida. En 
respuesta podria seguir 23. d6!? o 
23. e4!? (23 .... tu xe4 24. d6 con 
la amenaza 25. d7). 
En la partida Ljubojevic come- 
ti 6 un error de calculo que le 
cost6 la perdida, 
22 .... j;_ cS? 23. tux aS! 
ll x aS 24. ll x cS. Tampoco 
sacarfa a las negras de apuros 24. 
... '1!t'b8 25. 'i!Vd2 tua6 26. llc4. 
Ljubojevic tenfa la esperanza de 
liberarse mediante 24 .... 'iWd8, 
pcro no pe rc ib i o u n a simple 
replica. 
emprender acciones concretas, 
pero en vano. Las blancas tenfan 
la magnffica posibilidad de reali- 
zar lajugada 16. b3! que les per- 
mitfa estabilizar su estructura de 
peones y aumentar la presi6n sin 
ningun obstaculo. 
16. lt:Jd3?! La elecci6n de las 
blancas se basa en el calculo de 
una de las variantes. Es evidente 
que en respuesta las negras 
habrian movido el peon «c», lo 
que precisamente pudo habcr 
impedido lajugada 16. b3! 
16 .... c4 17. j}_c7. En caso de 
17. Cuc? cd 18. tuxa6 i.xa6 
19. il.c7 'i/fd7 20. s: xb6 il.b4! 
las blancas obtendrfan una buena 
compensaci6n por calidad. 
17 .... ~d7! Las blancas --el 
caballo b5 y el alfil c7- inespe- 
radamente resultaron encontrarse 
colgadas, A 18. tuf4 seguiria el 
go! pe tactico 18 .... tu x a4 ! 
18. tueS 't!f tu8 19. b3!? (lleva- 
ba a igualdad 19. il.xb6 11 xb6 
20. tug4) 19 .... lt:Ja8! 20. be 
ft) xc7. Es dudoso 20 .... d4?! 
debido a 21. j;_d5 ! 11 f8 22. 'iWf3. 
· 21. cd il.d6! 22. tuc4! Lleva- 
ba a evidente ventaja negra 22. 
lt:lc6 't!fd7!(con la idea de 23 .... 
lt:lcxd5) 23. e4 tu xe4 ll xe4 
25. tub8 'iWe7 26. lb x a6 tux a6. 
Aquf las negras disponfan de 
varias posibilidades. Una de ellas 
era el intento de simplificar Ia 
posici6n, mediante el sacrificio de 
una pieza: 22 .... j;_ xh2+?! 23. w x h2 tuc x dS. Pero despues de 
24. ~g}. con la idea de 25. tucd6 
o 25. '1Wd4, obtendrfan superiori- 
dad las blancas. Tai vez lo mcjor 
1. d4 rs 2. c4 luf6 3. g3 e6 4. 
O BELIAVSKY 
e YUSUPOV 
Campeonato de la URSS, 
Liga Superior, Minsk, 1987 
Defensa Holandesa 
protecci6n de los peones, casillas 
adecuadas para las piezas pro- 
pias. En el caso de que, como en 
la partida que acabamos de estu- 
di ar, el centro no cumpla con 
estos requisites. puede llegar a 
ser facilrnente vulnerable y con- 
vertirse en blanco de! ataque ene- 
migo. 
Por supuesto, con todo eso los 
problemas de! centro de peones 
de ningun modo se agotan. Por 
ejemplo, es muy importante el 
problema nada simple de la ten- 
si6n de peones (entre los peones 
c4 y d.5, d4 y c5, etc.) Aquf surge 
una serie de preguntas: cuando 
hay que mantener la tensi6n y 
cuando no hay que mantcncrla: 
c6mo mantcner estas tensioncs 
d i n ami ca s: en que momento 
transformarlas en estructuras mas 
estaticas. Hasta cierto punto, la 
partida ofrece respuestas tarnbien 
a algunos de estos problemas. 
El siguiente ejemplo segura- 
mente sera de interes para los afi- 
cionados a la Defensa Holande- 
sa. Se trata de mi partida con el 
gran maestro A Beliavsky, en la 
que la compleja estructura de 
peones caracterfstica de la 
Defensa Holandesa determin6 
los planes de ambas partes. 
24 
nosotros. Ante todo, hemos visto 
que el combate en el centro ha 
llevado a la formaci6n de una 
estructura de peones especffica 
(peones colgantes) que ha influi- 
do considerablemente en los pla- 
nes de jucgo de ambas partes. 
Sernejantes estructuras de peones 
son un tema aparte que cabe 
estudiar detenidamente. Aquf hay 
ciertas reglas y excepciones, hay 
caracteristicas comunes de todas 
las estructuras de un determinado 
tipo y hay tarnbien propias s6lo 
de algunas posiciones; se cono- 
cen asimismo algunos planes 
rutinarios de lucha, uno de los 
cuales intentaban seguir las blan- 
cas, 
En segundo lugar, me parece 
importante Hamar la atenci6n en 
cl siguiente hecho: tras el carnbio 
de peones centrales las blancas 
cedieron voluntariamente el cen- 
tro ya en la apertura. Pero a cam- 
bio de ello, organizaron una fuer- 
te presion de sus piezas sobre los 
peones centrales de! rival convir- 
tiendolos en autenticos puntos 
debiles. Asf que la partida nos 
hace pensar en el problema de la 
modificaci6n del centro de peo- 
nes: este podria ser sustituido por 
un centro de piezas mayores e 
incluso a veces es mejor renun- 
ciar a el. En general, el centro de 
peones es bueno no en sf, sino 
para servir a fines concretos. 
Digamos, para ·presionar las pie- 
zas del enemigo (recuerde: 
hernos seguido atentamente Ia 
jugada d5-d4), para frenar su 
desarrollo, para obtener, bajo la 
25 
columna «e». Conviene tener en 
cuenta esta rnaniobra. 
7. b3. Una alusi6n transparen- 
te a la posibilidad de carnbio de 
alfiles de casillas negras de la 
casilla a3. La operaci6n es bas- 
tante ventajosa para las blancas. 
7 .•.• 'i!t'c7. Acepto el cambio, 
pero con la condici6n de incluir 
la jugada a2-a4. i,Por que? Por- 
q ue en tal caso se pondra de 
manifiesto la desigualdad de las 
ultimas jugadas de los contrin- 
cantes: es mas util la jugada de 
desarrollo de la dama que.el tras- 
lado de! pe6n del flanco. Durante 
el' tiempo que las blancas perde- 
ran en llevar el caballo de la casi- 
lla a3 a una posicion mas activa, 
las ncgras conseguiran preparar 
e6-e5. 
8 . .1l b2 0-0 9. lt:Jc3. Una ju ga- 
d a natural de desarrollo. Pero a 
rnf no me gustaba. Es mucho 
mejor el esquema implantado por 
T. Petrosian en su tiempo: desa- 
rrollar el caballo en d2 y, en lo 
sucesi vo, tratar de controlar la 
casilla e5 con ambos caballos 
(lt:Jf3-e5-d3 y lt:Jd2-f3). 
Por cierto, en la Defensa 
Holandesa hay que tener rnucho 
cuidado a la hora de ocupar la 
casilla e5. Si despues de! cambio 
de piezas en esta casilla llegara a 
parar allf un peon, e5 dejaria de 
ser punto debil para las negras y, 
por lo general, se salvarfan de las 
dificultades en la apertura, 
Ahora me toca resolver el pro- 
blema del desarrollo en mi flanco 
de dama y, ante todo, el proble- 
ma de la colocaci6n de! alfil de 
i.g2 d5. Las negras se proponen 
construir un «rnuro de piedra». 
Su prop6sito esta claro: estable- 
cer un control de maxima densi- 
dad sobre la casilla e4. Probable- 
mente sea diffcil imaginar uno 
mas denso que esre. Pero cso 
podrfa conseguirse al precio del 
considerable debilitamiento de 
las casillas negras en su conjun- 
to. La casilla e5 ya esta privada 
de la defensa de peones y el 
desenlace de la partida depende 
en buena rnedida de la habilidad 
de las negras de estorbar al 
adversario en sus intcntos de 
ocupar este punto. 
5. lt:Jf3 c6 6. 0-0 sld6. Hace 
tiempo el «muro de p icdras» 
solfa jugarse con el alfil en e7. A 
mi me parece mas 16gica la situa- 
ci6n de! alfil en d6. Como las 
casillas negras estan debilitadas, 
es deseable que las piezas mayo- 
res las defiendan si es posible. 
· lPor que temian jugar 6 .... 
i.d6? Crefan que despues de 7. 
i.f4 las blancas, tras el cambio 
de alfiles, reforzarian el control 
sobre la casilla e5 y obtendrfan 
una ventaja sensible. Pero resulto 
que tarnbien en esta ocasi6n las 
negras eran absolutamente capa- 
ces de combatir. En respuesta a 
7. ~f4 yo recomiendo el cambio 
inmediato de alfiles 7 .... .1l x f4, 
debilitando un tanto el flanco de 
rcy enemigo. De lo contrario, se 
jugarfa e2-e3, despues de lo cual 
el cambio en f4 serfa extrernada- 
mente peligroso para las negras: 
las blancas responderfan con 
e3 x f4 y ejercerfan presi6n por la 
la situacion en el centre, es mejor 
abstenerse de semejantcs rnanio- 
bras. Porque su apetito podrfare- 
su ltar desmesurado y corre el 
riesgo de recibir un golpe en el 
centro. Pero en este caso no exis- 
te tal amenaza, ya que las negras 
controlan s61idamente todo el 
conjunto de casillas centrales. Y 
el que hayan vuelto la mirada 
precisamente hacia el flanco de 
rey, es del todo explicable: es 
donde apuntan casi todas sus pie- 
zas. EI plan de las negras, por 
consiguiente, se deriva organics- 
mente tanto de la estructura de 
peones como de la disposici6n de 
sus piezas mayores. Creo que mi 
posici6n ya es rnucho mejor. 
Al parecer, Beliavsky valoraba 
Ia situaci6n de modo parecido; 
de no ser asf no habrfa intentado 
simplificar el juego. 
13. a4. Las blancas vuelven a 
la idea de! cambio de alfiles de 
casillas negras contando con 
poder frenar de alguna manera Ia 
iniciativa del rival. 
13 •.•. .st.g6. Mcrccfa atcncion 
asirnismo. 13 .... .st.h5 14. 'Wei 
li:Je4 con chances un poco mejo- 
26 
l Que puede decirse de est a 
posici6n? Las negras estan dis- 
puestas s6lidamente en el centro, 
su estructura de peones es pro- 
metedora. Por eso tienen dcrecho 
a pcnsar en opcraciones activas, 
12 .... gS! Si usted no controla 
(DIAGRAMA 10) 
casillas blancas, que parece ser Ia 
causa principal de los dolores de 
cabeza en Ia Defensa Holandesa. 
Es posible llevar a cabo dos pla- 
nes diferentes. El primero es pro- 
ceder al fianchetto con el alfil en 
b7 esperando poder realizar pos- 
teriormente c6-c5. Pero, con el 
caballo c3, las blancas estan bien 
preparadas para ello. Por eso 
opte por el otro plan relacionado 
con el de! alfil a h5 desde donde 
puede participar en el combate. 
9 ...• sld7!? 10. li:JeS 1'.e8 11. 
li:Jd3. Al no tener mucha expe- 
riencia en la Defensa Holandesa, 
Beliavsky no da con un plan efi- 
ciente. Seguramente pudo haber 
aprovechado mejor el tiempo que 
perdi6 en llevar el caballo de f3 a 
d3. En vez de la jugada de Ia par- 
tida, las blancas tenfan que haber 
reforzado su posici6n en el cen- 
tro a traves de 11. e3 y, posterior- 
mente, ta! vez incluso realizarf2­ 
f 4. 
11 .... li:Jbd7 12. e3. No es una 
soluci6n tan acertada. Parece que 
las blancas no siguen un plan 
predetenninado. Tertian que con- 
formarse con no tener ventaja y 
jugar 12. f4!?, asegurandose la 
igualdad. 
27 
ventaja considerable. lEn que 
consiste? Sobre todo, en la 
estructura de la posici6n. Ame- 
naza el plan desagradable de ata- 
que de la cadena de peones h2-g3 
con la ayuda del pe6n «h», des- 
pues de Jo cual en el campo de 
las blancas surgiran considera- 
bles puntos debiles. 
Para neutralizar e ste plan, 
Beliavsky realiza la siguiente 
operacion de cambio: 20. ~a3 
~ x a3 21. ll x a3 luf6 22. 'i!ffl 
h5! 23. it'f4 ,.. x f4 24. gf. Inde- 
pendientemente de Ia simplifica- 
ci6n, el final surgido es diffcil 
para las blancas. Yo conquiste 
prirnero la columna «g» y, ade- 
mas, el alfil blanco rcsult6 mas 
debil que mi caballo. Una situa- 
cion bastante tfpica del «rnuro de 
piedra»: el alfil choca con la roca 
de peones negros y el agil caba- 
llo crea amenazas sin ningiin 
obstaculo. 
En lo sucesivo las negras con- 
siguieron ganar ejemplarmente 
pasando a un final de torres. Al 
mismo tiempo, ha form6 una 
posicion con ventajas estructura- 
les: despues de! cambio de piezas 
menores en la casilla e4, pas6 a 
ocuparla un pe6n negro que ejer- 
cfa considerablemente presi6n 
sobre el adversario. · 
· Entre los momentos instructi-' 
vos de esta partida yo menciona- 
rfa la actitud de las negras hacia 
el centro: estas no apartaron Ia 
atenci6n de! centro y trataron de 
controlar con sus pi ez as la 
importante casilla e5. Y una vez 
habiendo conseguido una posi- 
16 .... lt::lxc3! 16. 'l!Vxc3 ~e2. 
El caballo f4 puede convertirse 
realmente en baluarte de la 
defensa. por lo que entrego con 
gusto el alfil por el. 
18. lHel s: x d3 19. 'iW x d3 
'i' x g5. Las negras obtienen una 
res. El significado de la jugada 
de la partida es estorbar el obvio 
plan de las blancas: 't!t'c I y ~a3. 
Ahora, a 14. 'i!f cl sigue, natural- 
mente, 14 .... f4. 
14. f4 (insistiendo en llevar a 
cabo su plan) 14 .... slh5. Des- 
pues de g6 el alfil ya no puede 
hacer nada mas. 
15. ~cl. Por lo visto, valdria 
la pena decidirse a 15. slf3!? 
Parece un tanto extrafia pero, por 
otro lado, las blancas ya tienen 
que pensar en la defensa. Ade- 
mas, es del todo posible e! alfil 
g2 pronto se viera en peor situa- 
cion que su horn6logo en h5, ya 
que este ultimo se apoya en el 
pe6n bien protcgido dS. 
15 .... ltJ e4 16. fg. Con la 
esperanza de afirmarse con el 
caballo en f4 ( despues de la juga- 
da natural 16 .... 'ti' x g5), pero ... 
suele aplicarse en estos casos: 
IO .... ltJ a5 (la continuaci6n 
habitual es I 0 .... .slg4 ). Al reti- 
rar el ataque del pe6n central d4, 
ta! vez me deje mas espacio para 
mis maniobras. 
11. s: d3 h6 12 . .tt cl 'iW c7. 
Merecfa atenci6n la inmediata 
captura en d4, ya que uno de los 
problemas de semejante posici6n 
es la ruptura d4-d5. En muchos 
casos a las blancas Jes conviene 
mover el pe6n «d)), aunque en 
respuesta las negras suelen obte- 
ner un contrajuego en relaci6n 
con la jugada c5-c4 y el la ruptu- 
ra e7-e6. 
Decidf de momento simple- 
mente reforzar mi posici6n. 
13. 'i!f d2 .slb7. Hablando en 
rigor, Ia apertura ha terminado: 
ambas partes han desarrollado 
sus piezas. Pero para comprender 
mejor este tipo de posici6n, serfa 
util observar c6mo las blancas 
aprovechan su superioridad en el 
centro para desplegar la iniciati- 
va. 
14 . .it.h6. Una de las ventajas 
del dominio de! centro estd en la 
mayor facilidad de trasladar el 
juego al flanco. Las blancas con- 
sideran que bajo el encubrimiento 
de! fuerte centro, ya estan en su 
derecho de emprender acciones 
activas contra el rey enemigo. El 
cambio de alfiles de casillas 
negras entra en su plan estrategi- 
co, ya que el alfil g7 es muy acti- 
vo y adernas, resulta ser realmen- 
te el unico defensor de! rey. 
14 .... 11 ad8 15. h4!? Nove- 
dad te6rica. Merecia atenci6n 
28 
1. d4 lof6 2. c4 g6 3. loc3 dS 
4. cd lo xd5 5. e4 lo xc3 6. be. 
Una vari ante moderna de la 
Defensa de Gninfeld. Las blan- 
cas tienen un centro de peones y 
las negras intentan socavarlo y 
atacarlo con sus piezas mayores. 
6 •... .it._g7 7 . .:ic4 0-0 8. loe2 
c5 9. 0-0 ll)c6 10. sle3. Aquf mi 
adversario no escogi6 el plan que 
OYUSUPOV 
e TSESHKOVKY 
Campeonato de la URSS, 
Liga Superior, Minsk 1987 
Def ensa de Grunfeld 
cion prometedora en el centro, 
las negras se arriesgaron a ini- 
ciar operaciones activas en el 
flanco de rey. 
Citare dos partidas mas del 54° 
Campeonato Nacional celebrado 
en Minsk. La primera, con el 
gran maestro V. Tseshkovsky, es 
interesante por la forma en que 
las blancas aprovecharon su cen­ 
tro de peones. En principio, este 
problema es mas caracterfstico 
de! medio juego, pero conviene 
no estudiar la apertura y el medio 
juego por separado. La estructura 
de peones tfpica que se va for- 
mando en la apertura, determina 
en buena medida el juego poste- 
rior. El enfoque contemporaneo 
de la apertura consiste precisa- 
mente en estudiar estas estructu- 
ras tfpicas, en penetrar profunda- 
mente en el caracter de las leyes 
y los metodos estandar de condu- 
cir la lucha. 
29 
sustituido por un centro de peo- 
nes y piezas mayores, bajo cuyo 
encubrirniento las blancas 
ernprenderan un ataque eficaz 
contra el rey. 
Tseshkovsky es un ajedrecista 
con experiencia y, por supuesto, 
valor6 plenarnente la arnenaza de 
captura del pe6n d5 y contaba 
con socavar el centro con la juga- 
da 19 .... rs. 
En realidad, aquf los puntos 
debiles de la posici6n de las negras 
aparecen, coma se suele decir, a 
simple vista: el rey esta descubier- 
to, el caballo a5 esta excluido de la 
lucha, las blancas tienen mas peo- 
nes en el centro. Todos estos facto- 
res son muy importantes. No es de 
extrafiar que se encontrarse una 
soluci6n concreta. 
20. lt::id4! (el caballo ayudara a 
los peones a moverse mas ade- 
lante) 20 .... fe 21. de (por 
supue sto , no valdrfa 21. 
ltJ xe6+?? debido a 21. 'if xe6). 
Al realizar una ruptura en el cen- 
tro, las blancas obtuvieron el 
potente pe6n e6 que podra ser 
promocionado y causara al 
adversario numerosas rnolestias. 
19. f4! La idea es comprensi- 
ble: despues de 19 .... ed 20. e5 ! 
las blancas ocupar an con su 
caballo la excelente casilla cen- 
tral d4, luego seguira f4-f5, etc., 
o sea, el centro de peones sera 
(DIAGRAMA 12) 
tambien 15. d5. Despues de 15 . 
... c4 16 . .2.c2 e6 17. ~ xg7 
<i; x g7 las blancas jugarfan 18. 
f4 !, y despues de 18 .... ed, 19. e5 
con ataque. Conseguf llevar a 
cabo esta idea en la partida, ade- 
mas de forma aun mas ventajosa. 
15 .... 'i!f d6?! Una jugada un 
tanto abstracta. Sena mas activo 
el ataque al centro mediante I 5 . 
... lt:Jc6, y si 16. d5, entonces 16 . 
... lt:Je5 tratando de aprovechar 
las casillas centrales para estor- 
bar la interacci6n entre las piezas 
blancas. 
16. dS. El cornienzo de una 
operaci6n muy instructiva, con 
cuya ayuda las blancas refuerza 
atin mas SU posici6n en el Centro. 
Las negras se ven obligadas a 
responder, ya que serfa mala 16. 
... e6?, debido a 17. c4. 
16 .•.. c4. 17 . .2.c2. Si las 
negras hubieran podido prever el 
curso de los acontecimientos, 
habrfan preferido la jugada e7- 
c5. Pero Tseshkovksy, al valorar 
incorrectamente esta posici6n, 
movi6 el pe6n s61o una casilla 
adelante? 
· 17 .... c6?! 18 . .2.xg7 Wxg7. 
Y aquf las blancas, finalmente, 
realizaron su plan vinculado al 
sacrificio posicional de un pe6n. 
i:t x f5 !, y el peon e6 de nuevo 
se abre camino hacia la dama. 
Asf que las negras no tienen 
gran eleccion. 
24 .... ll xfS 25. ll xfS gf 26. 
~f4! Ahora el peon e6 esta pro- 
tegid o indirectamente (26 .... 
~xe6 27. ~c7+). y esta en cier- 
nes 27. ll x c4 con la terrible 
amenaza llc7. 
26 .... ~dS. Tampoco salva- 
r Ia la s itu aci o n 26. ll f8 en 
vista de 27. ll xc4 'i!Yxe6 28. 
Jlc7+ l:t f7 29. slb3 sld5 30. 
.1l x d5 'tW x d5 3 I. 't!¥ g5+ y las 
blancas triunfarfan con un ata- 
que directo.27. ~es+ <;tig6 (27 .... @g8 
28. llc3; 27 .... ~f6 28. e7) 28. 
n c3 f4 29. hS+. Las negras se 
rinden. 
El desenlace de la partida es 
logico. El juego result6 ser des- 
fa vorab le para las negras. Al 
principio dejaron escapar el 
momento en el que tenfan que 
iniciar la lucha en el centro, 
luego se demoraron un poco y 
las blancas las adelantaron con 
sus operaciones acti vas de ata- 
que. L Que mas se puede decir al 
respecto? Preste usted atencion 
c6mo las blancas combinaron la 
amenaza de la ruptura en el cen­ 
tro con las amenazas al rey. En 
eso consiste tarnbien una de las 
ventajas del centro fuerte: i bajo 
su encubrimiento se puede 
emprender en cualquier mornen­ 
to un ataque al rey ! 
En la siguiente partida se jugo 
una popular variante de la Defen- 
sa Benoni. 
30 
[Triunfo de la estrategia cen- 
tral de las blancas! De hecho, 
tienen en el centro tres peones 
pasados ligados. El peon e6 es 
particularmente peligroso. 
i. C6mo pueden oponerse las 
negras? En caso de 24 .... gf 
las blancas simplemente pasa- 
rfan al final mediante 25. 
'iW g5+, despue s de lo cu al el 
peon «e» serfa incontenible. Y 
en caso de 24 .... n d5, llevarfa 
a la meta 25. fg hg 26. i:t x f8 
'iWxf8 27. l:tfl llf5 28. 
21. ... ltJ c6 22. f5! Serf a 
mucho menos fuerte 22 . .2.xe4?! 
en vista de 22 .... ltJ x d4 23. 
'i!Vxd4 ~xd4+ 24. cd .t.xe4 25. 
e7 i:t xd4 26. erfi+ @xf8, y las 
negras obtendrfan una cornpensa­ 
cion suficiente por la calidad. 
22 .... ltJ x d4 23. ed. Hay que 
mantener la dama. Perderia for- 
zadamente 23 .... 'tW x d4+? 24. 
'iWxd4 I:txd425.e7 I:te826. 
fe+ @f7 27. sl.a4. La captura en 
f5, como es facil comprobarlo, 
tampoco es prometedora (23 .... 
.1l xf5? 24. ll xf5 gf 25. 'iWgS+). 
23 .... '1We7 24. St.a4! 
31 
centro. Pero las negras. mientras 
tanto, tampoco han realizado 
jugadas iitiles: perdieron un tiern- 
po en desviarse con el caballo de! 
centro (lt::ih5); ciertamente desa- 
rrollaron el alfil, pero la casilla 
e7 esta lejos de scr la mas apro- 
piada para el, y a mf se me pre- 
sent6 la ocasi6n de impedir el 
enroque que las negras tanto 
necesitaban. 
11 .... .2.f8 (la mejor prueba de 
que las jugadas slg5 y .2.h6 no 
fueron una perdida de tiempo) 
12. 'ii'e3 .2.xh6 13. 'ti'xh6. 
Ahorn las ncgrus tcnlan que 
aprovechar el respiro para desa- 
rrol lar sus piezas. La continua- 
ci6n te6rica cs 13 .... lt::i<l7. Pero 
S. Dolmatov aplic6 una nueva 
jugada. 
13 .... b4?! Al parecer, esta 
decisi6n es fundada: el caballo 
abandona el centro para ocupar 
una posicion menos activa. Pero 
en estas circunstancias las negras 
obtienen una estructura de peo- 
nes en el flanco de darna que no 
es muy buena, la casilla c4 se 
convierte en un objetivo codicia- 
do por el caballo blanco. Desde 
esta posici6n, no s61o puede pre- 
sionar el pe6n d6, sino tarnbien 
apoyar la ruptura e4-e5. 
14. lodl ~f6. Las ne gr as 
demuestran inequfvocarnente que 
tampoco han dejado de luchar 
acti vamente. Hay que tener en 
cuenta la eventual irrupci6n de 
piezas en f4 (despues de 15. sle2 
seguira 15 .... .2.f4). · 
lC6mo jugar con las blancas? 
No se ve la manera de terminar 
1. d4 lt::if6 2. c4 e6 3. lt::if3 c5 
4. dS ed 5. cd d6 6. lt::ic3 g6 7. 
~f4 a6 8. e4 bS. Desde el punto 
de vista formal semejante ataque 
de flanco de las negras tendrfa 
que ser refutado por el juego de 
las blancas en el centro y, en 
general, semejantes jugadas con 
peones son incorrectas, apresura- 
dus, etc. Pero en la Defcnsn 
Benoni el avarice del peon a b5 
tiene un significado especial: la 
cuesti6n es no tanto el jucgo en 
el propio flanco <le dama, como 
la lucha contra el centro enerni- 
go. Posteriorrnente las negras, 
por regla general, presionan el 
fuerte caballo c3 y, en rnuchos 
casos, si llegan a realizar c5-c4, 
el caballo salta a la casilla c5 y 
amenaza el pe6n e4. Se puede 
decir que la idea principal de la 
Dcfensa Benoni es el intento de 
cercar el centro enemigo por el 
flanco y organizar una presi6n 
sobre el. 
Las blancas, por supuesto, tie- 
nen que jugar segtin las reglas, o 
sea, preparar Ia penetracion en el 
centre. La jugada realizada les 
sirve P.ara alcanzar este prop6sito. 
9. '1We2 lt::ihS (las negras ya se 
Ven obligadas a defenderse de 
e4-e5) 10 . .2.g5 .2.e7 11. .2.h6. 
La tercera jugada de la apertura 
con la misma pieza! Parece una 
gtave infracci6n de las leyes del 
O YUSUPOV 
e DOLMATOV 
Campeonato de la URSS, 
Liga Superior, Minsk 1987 
Defensa Benoni 
i,Que debo emprender ahora? 
Por supuesto, podrra seguir el 
plan marcado: 16. g3, pero 
entonces las negras responderian 
con 16 .... .2_b5, despues de lo 
cual el as de las blancas -la 
casilla c4- sufrirfa un golpe: en 
caso de carnbio de alfiles, en bS 
estara un pe6n negro. 
Pero hay tarnbien otro camino: 
comprender las intenciones del 
adversario y tratar de impedirlas. 
Bueno, existe tal posibilidad. 
16. a4! El alfil ya no llcgara a 
b5. Esta claro que con 15 .... 
.2_d7 las negras s6lo privaron al 
caballo b8 su casilla legftima y 
ahora no se sabe corno van a ter- 
minar el desarrollo. 
El rival no encuentra nada 
mejor que 16 ..•• 'it;d8 pero, natu­ 
ralrnente, eso no llev6 a nada 
bueno. 
17. g3 .2_g4 18. lt:le3 .2_f3. 
Aquf era posiblcjugar simple- 
mente 19. loxf3 'i!f xf3 20. ~g2 
'ti'f6 21. loc4 con clara superio- 
ridad. Pero esto ya es poco para 
las blancas. Elias acui an mas 
energicarnente sabiendo que al 
tener ventaja en el desarrol!o 
(aunque de momento no es tan 
evidente), hay que atacar. 
19. e5! (abriendo el juego 
decisivamente) 19 .... de 20. 
lox f3 'ii x f3 21. .2_g2 it'f6 22. 
de6 ll a7. Las negras atin pueden 
oponer resistencia. A 23. lod5 
responderian con 23 .... '\We6! y 
Juego 24 .... n d7 atacando el 
peon d6. Por eso las blancas no 
tienen prisa. 
23. 0-0 log7. Llevaba a una 
32 
rapidamente el desarrollo de las 
piezas. Se necesita un poco de 
astucia. 
15. lo d2! Otra jugada que 
contradice las normas pero, de 
hecho , se realiza en favor del 
desarrollo: se prepara g2-g3. De 
este modo las blancas resolveran 
de un golpe varios problemas: 
excluir el caballo enemigo h5 de! 
juego, consolidar el centro con el 
alfil g2 y, posteriormente el caba- 
llo puede pasar de d2 a c4. 
Las negras tienen una posici6n 
considerablemente peor. Teman 
que haber seguido el desarrollo 
jugando 15 .... lod7. Es cierto 
que tarnbien en este caso despues 
de 16. g3 loe5 17 . .2_e2! (je s 
importante controlar la casilla 
d3 l) yo habrfa conseguido una 
ventaja sensible. Si 17 .... log4, 
las blancas simplemente carnbian 
en g4, despues de lo cual podrian 
jugar tanto f2-f3 como loe3? 
Dolmatov intent6 resolver de 
un golpe el problerna del flanco 
de dama y de la casilla c4, pero ... 
la jugada realizada por el fue 
probablernente su error decisivo. 
15 .... .2_d7?! 
33 
das en la apertura aparece otro 
componente mas que juega un 
papel significativo: la 16gica. 
Me gustarfa ofrecer a la aten- 
ci6n del lcctor algunos ejemplos 
de soluci6n 16gica de problemas 
en Ia apertura 
Obviarnente, la 16gica no fun- 
ciona en terminos abstractos. Se 
basa en los conocimientos con- 
cretos sobre la apertura, asf corno 
lC6mo se aplica Ia teorfa de la 
apertura? i,Que es lo que ayuda al 
ajedrecista en el tablero o en el 
analisis casero a encontrar la solu- 
ci6n adecuada a los problcmas de 
apertura que se plantean ante el? 
Indiscutiblemente, nadie podrfa 
tener la capacidad de irnprovisar, 
sin la vision combinativa y el cal- 
culo preciso de las variantes. Pero 
casi siempre en nuestras busque- 
Mark Dvoretsky 
LA LOGICA EN LA APERTVRA 
Al final no consigue acabar el 
desarrollo y unir las torres. 
27 .... e4 28. 5lxe4 'tWeS 29. 
n es 'iWe6 (29 .... ifxb2 30. 
.ll d x c5) 30 . .ll d x c5 lox c5 31. 
'tW x cS. Las negras se rinden. 
Las dos partidas, con Tsesh- 
kovsky y Dolmatov, pueden lla- 
marse de apertura, ya que en 
ambos casos los contrincantes de 
hecho no pudieron salir de la aper- 
tura. Por eso ha sido util examinar- 
las en su totalidad. Aunque lasnegras no cometieron evidentes 
errores, estos ejernplos nos han 
convencido de que ta! vcz sea sufi- 
ciente tomar una o dos veces una 
decision imprecisa, digamos, valo- 
rar incorrectamente la situacion, no 
comprender la estructura de peo- 
nes, no conseguir iniciar a tiempo 
la lucha en el centro o cometer cier- 
ta imprecision en la defensa, para 
sufrir rapidamcnte una dcrrota. 
rapida perdida 23 .... lod7 24. 
lod5!? °iWg7 25. ife3 seguida de 
26. loe7 y resulta que la torre en 
a7 tiene una posici6n muy desfa- 
vorable y las negras no pueden 
evitar las perdidas materiales. 
Ahora lo que me hace falta es 
poner en juego las piezas mayo- 
res, porque no hay otra manera 
de forzar las fortificaciones ene- 
migas. lC6mo situar la torre? 
Siernpre ha sido una tarea diffcil. 
Creo que aquf las blancas la 
resolvicron con exito. 
24. Il acl! lod7 25. Il rat 
lbrs. Si 25 .... loc6, despucs de 
26. lbd5 '1Wg5 27. 'i!fxg5 loxg5 
el caballo blanco se lanza otra 
vez a e7. 
26. lox rs 'ii' x rs 21. ~e3! 
[Es peor eso que la torre se ha 
colocado en cl! El rival carece 
de una defensa satisfactoria con- 
tra el sacrificio de calidad en c5. 
L C6mo ju gar con las blancas? 
Evidentemente, estas se propo- 
nen terminar el desarrollo y jugar 
O DOLMATOV 
e LERNER 
Campeonato de la URS~, 
Liga Superior, Minsk 1979 
jugaron 13 .... d5! y obtuvieron 
una posici6n excelente. 
Preste usted atenci6n a Ia situa- 
ci6n anterior a esta jugada. Colo- 
quemos el pe6n en e6. Si aquf 
jugaramos d6-d5. las blancas res- 
ponderfan con e4-c5 y cl fuerte 
punto d4 para su caballo. Por eso 
al principio las negras juegan con 
frecuencia e6-e5,frenan el peon 
e4 y ya despues asestan el golpe 
d6 d5. Cualquier ajedrecista que 
juegue la variante «Schevenin- 
gen» o el sistema de Najdorf debe 
conocer muy bien el procedi- 
miento c6-e5 ! seguido de d6-d5 ! 
En las siguientes ejemplos 
vamos a ver c6mo influye este 
procedimicnto en la toma de 
dccisiones, tanto para las blancas 
como para las negras. 
34 
Esta claro que la iiltima jugada 
de las blancas es 13. g4. i. C6mo 
jugar con las negras? Segiin el 
principio general de la estrategia, 
es recomendable responder al 
ataque de flanco con un contra- 
gol pe en el centro. Las negras 
ODOLMATOV 
e RASHKOVSKY 
Campeonato de la URSS, 
Liga Superior, Minsk 1979 
en los rnetodos y valoraciones 
tfpicos que hemos aprendido, y 
contribuye a vincular todos estos 
conocimientos a una posici6n 
determinada y, como resultado, a 
dar con la soluci6n correcta. 
Cuantas mas ideas conozcarnos. 
tanto mas amplio sera el horizon- 
tes de la 16gica y tanto mas pro- 
fundos y precisos nuestras razo- 
namientos. 
Recordare a nuestros lectores 
uno de los procedimientos tfpicos 
que se aplican en Ia Defensa 
Siciliana en las posiciones de 
tipo «scheveningen», 
35 
lQue piensa usted, cual es el 
plan general de las blancas para las 
pr6ximas jugadas? Tal vez g2-g4- 
g5 (no valdrfa 13. 'ir',$3 lbcS 14. e5 
de 15. fe ltJfe4! 16. lt"Jxe4 ltJxe4). 
lQue har an las negras para 
responder a 13. g4? Es discutible 
13 .... d5 14. e5 loe4, y 13 .... e5 
simplemente no esta bien debido 
a 14. lb [5 (con un tiempo) y 
luego 15. g5: no habria suficiente 
tiempo para el contragolpe d6- 
d5. Pero es posible atacar al prin- 
cipio el pe6n e4 a traves de la 
jugada 13 .... loc5! y ya entonces 
jugar 14 . .i.f2 d5 15. e5 lofe4, o 
bien 14 .... e5 15. lbf5 d5. 
Vasili Vasilievich es un ajedre- 
cista cauteloso, con experiencia y 
no pennite semejantes cosas. 
13. ~f2! Ahora el pe6n e4 (y 
la casilla e4) esta bajo una pro- 
tecci6n fiable, ya amenaza g2-g4. 
lC6mo pueden luchar las negras 
contra esta amenaza? 
OSMYSLOV 
eHORT 
Torneo lnterzonal, 
Petropolis 1973, 
Defensa Siciliana 
~d2, nae!, c;t>hl obteniendo 
una posici6n activa. Pero esto no 
es suficiente para elegir la mejor 
jugada: hay que aplicar tarnbien 
la idea de «pensamiento profilac- 
tico», con la que hcmos topado 
mas de una vez. 
Nos debemos preguntar: «lQuc 
se proponen las negras, que posi- 
bilidades tienen de ju gar a ganar?» 
Ahora Ia respuesta esta clara: 13 . 
... e6-e5 seguido de d6-d5. lEs 
esta la unica posibilidad? Es poco 
probable, pero por si acaso hay 
que tornar en consideracion tarn- 
bicn 13 .... d5 14. c5 loe4. 
Si Dolrnatov hubiese pensado 
de este modo, scguramcntc habrfa 
realizado la jugada quc cl mismo 
recomienda en los comentarios: 
13. lt)g3! Entonces, despues de 
13 .... d5 14. c5 el caballo negro 
ya no hubiese po<li<lo saltar a c4. 
Yen caso de 13 .... e5 existe la 
respuesta perfecta: 14. lof5. 
· Lamentablemente, Dolmatov se 
descuid6 en la partida. No pens6 
en la amenaza enemiga y jug6 
simplemente 13. W h I? La jugada, 
por sf sola, no es mala en semejan- 
tes posiciones, es util, pero en este 
caso no es oportuna porque deja a 
las negras libertad de acci6n. 
13 .... e5! 14. log3 d5! Las 
negras consiguen atacar el centro 
y tomar la iniciativa. 
esencia de la posici6n e incluso 
dar con ciertas ideas nuevas 
(naturalmente, estas requieren 
comprobaciones complementa- 
rias). 
V. Hort jug6 superficialmente 
y no tard6 en exponerse a un 
fuerte ataque. 
13 .... .ll ac8? 14. g4! Ahora el 
caballo negro abandona la casilla 
f6. Hort desaloja la casilla d7 
para situarlo allf, pero pierde 
tiempo en vano para realizar esta 
jugada. Tenfa que conformarse 
con el retroceso a e8. 
14 .... lbc5? is, gs lofd7 16. 
.lldl. Amenaza 17. b4 lob3 (17 . 
... lbd3 18 . .ll x d3) 18. lode2. 
16 .... lob8. Hace un rnornento 
habfa caballos sicilianos nonna- 
les, pero i,que resulta ahora? 
Aprovechando la estabilidad de 
su centro, Srnyslov refuerza poco 
a poco la posici6n y prepara sus 
piezas para el ataque. 
17. ~e3 lbc6 18. 'ifg3 .llfe8 
19. ~g2 ~f8 20 . .ll f2. Otra 
jugada siciliana tfpica: reforzar el 
punto c2. 
20 .... 'ifd7 
36 
La jugada 13 .... loc5 frena 
temporalmente la idea g2-g4. 
Pero hay que tener en cuenta 14. 
b4 lb cd7 15. g4. Las blancas 
consiguen lo suyo, ciertamente, 
al precio del debilitamiento del 
flanco de dama. 
l,Que otros recurses poseen las 
negras? en 1979 analice esta 
posicion junto con el gran maes- 
tro I. Platonov. El propuso una 
jugada tipica siciliana.: 13 .... 
.ll fe8 que ahora se recomienda 
en los libros dedicados a la aper- 
tura. Si 14. g4, sigue con gran 
fuerza 14 e5 I, y en caso de 15. 
lof5, o 15 d5! (el alfil e7 esta 
cubierto), o 15 .... ef 16. g5 loe5! 
(Abramov-Akopov, por corres- 
pondencia, 1981 ). 
Pero esta jugada tiene un 
inconveniente significativo: el 
caballo puede necesitar la casilla 
e8. El golpe 14. e5 ! garantiza a 
las blancas mejores chances. 
En este orden de ideas, llegue 
a una soluci6n original: 13 .... 
g6!? Al desalojar el caballo de la 
casilla f5, las negras preparan el 
contragolpe 14 .... e5. Si las blan- 
cas jugaran 14. e5, las negras 
retrocederfan inmediatamente o 
despues del cambio de peones, a 
e8. En lo sucesivo el caballo 
pasaria de e8 a g7. Es poco pro- 
bable que a las blancas les con- 
venga semejante apertura del 
centro. Me parece que las negras 
tienen mejor posici6n. 
Como ven ustedes, el analisis 
I6gico basado en el conocimiento 
de las ideas tfpicas, permite 
penetrar profundamente en la 
37 
sus propios argumentos al ince- 
sante debate sobre la apertura y 
serfa diffcil pasar sin estudiarlos. 
La siguiente variante tranquila 
de la Apertura Inglesa fue muy 
popular hace algun tiempo. · 
1. c4 e5 2. loc3 lZJf6 3. lt)f3 
lZJc6 4. g3 .ib4 5. ~g2 0-0 6. 
0-0 e4 7. ltJel. Hasta no hace 
mucho se consideraba que la 
jugada mas aguda 7. lt)g5 no 
prometfa nada a las blancas. Pero 
esta opini6n cambi6 despues de 
que el campe6n de! mundo G. 
Kasparov, en su match contra A. 
Karpov (Sevilla, 1987) y, poste- 
riormente, contra V. Ivanchuk en 
el campeonato de Ia URSS en 
1988, saltara su caballo precisa- 
mente a g5. 
7 ••.. ~ xc3 8. de h6. Las 
ncgras suelen impedir el carnbio 
del alfil cl por el caballo, favora- 
ble al adversario. 
9. lt)c2 11 e8 10. lt)e3 d6 11. 
'iWc2 a5.La iiltirna jugada de las negras 
no es necesaria (la teorfa reco- 
mienda 11. ... b6), pero goza de 
bastante popularidad. Precisa- 
mente esta fue la jugada que eli- 
gi6 V. Korchnoi contra Karpov 
en la 6" partida del match del 
Campeonato Mundial (Baguio, 
1978). Karpov no obtuvo nada en 
Ia apertura: 12. a4 'ife7 13. lZJd5 
lZ) xd5 14. cd ltJb8 15. ~e3 
~f5 16. h3 lud7 17. c4 b6 18. 
'iWc3 lZJc5 19. b3 'iWd7 20. c;t>h2 
lle7 21. ~d4 f6 22. llacl "itit'e8 
23. 'it'e3. Tablas. 
Las partidas de! Campeonato 
Mundial, incluso algunas tan 
21. lt)f3! Las negras estan en 
apuro, por lo que Smyslov evita 
el cambio. A pesar de ello, tiene 
una idea concreta: h2-h4, y llevar 
posteriormente el caballo a g4 a 
traves de h2. [Un juego con 
rnucha clase ! 
21. ... lZ) b4. Despues de esta 
jugada el caballo p asara en 
scguida a g4. 
22 .... lZ) e5 'if c7 23. lZ) g4 
itJd7 (amenaza 25. lZJh6+) 24 .... 
es 25. fe lZJ x es. Si 25 ... de, 
cntonces 26. ~e3 con clara ven­ 
taja. 
26 . .ll dft 1l e7? Habl a que 
cambiar necesariamente el terri- 
ble caballo g4. Ahora sigue la 
combinaci6n final. 
27. i.xeS de 28. lZJf6+ <it>h8 
29. ltJ xh7! lle6. Despues de 29 . 
... <J;, x h7, la soluci6n serfa 30. 
g6+. 
30. 11 x f7 ~cs+ 31. c;t, hl 
ll e7 32. 11 f8+. Las negras se 
rinden. 
Un triunfo excelente de Vasili 
Vasilievich. Su idea estaba pre- 
sente ya en Ia apertura cuando las 
negras no consiguieron afrontar 
el ataque de flanco de las blancas 
g2-g4 a traves del contragolpe- 
tipo en el centro. 
En los ejemplos expuestos 
accrca de la toma de decisiones 
correctas, lo que se necesitaba 
era sirnplemente aplicar bien los 
metodos conocidos de apertura. 
Pero a menudo hay que tener en 
cuenta tarnbien detalles mas suti- 
les y rnenos evidentes de la posi- 
ci6n. Las nuevas partidas dispu- 
tadas segtin este sistema afiaden 
Ahora el alfil presiona fuerte- 
men te por la diagonal hl-a8. 
Tarde o temprano, el caballo se 
dirigira a d5 y despues de! cam- 
bio en d5 se pondra el juego el 
segundo alfil. En lo sucesivo se 
pondran en marcha los peones 
blancos en el flanco de rey. En 
tales circunstancias, el adversario 
no dispone de ningun contrajue- 
go; 3. los caballos negros estan 
privados de casillas de apoyo en 
el centre. 
16 .... II ab8 17. 't;'d3 tbe7 
18. h3. A. Nimzovich solfa decir 
en semejantes casos que las blan- 
flanco de rey. Uhlmann aplica la 
siguiente variante: 13 .... ~d7 
14. ti)d5 tbxd5 15. cd tbb8, y 
ahora, cuando el caballo queda 
alejado de la casilla e5: 16. f5! A 
16 .... f6 serfa fuerte 17. ~e3 
seguido de II f4, y si las negras 
jugaran 16 .... e3, 17. ~cl y 
luego II f3, seguramente se per- 
derfa el peon. La ventaja esta cla- 
ramente en favor de las blancas. 
14. ef ~d7 15. II ael °1!ff8 16. 
f4. He aquf la posici6n a la que 
aspiraba Uhlmann. 
38 
12. ~d2 '1We7 13. f4! ef. En 
sernejantes posiciones es peligro- 
so no atacar a f3: las blancas 
jugarian f4-f5, presionarfan al 
alfil de casillas blancas y prepa- 
rarfan la invasi6n de peones en el 
O UHLMANN 
eoSMANOVIC 
Decin, 1979 
insignificantes como la que aca- 
barnos de estudiar, siempre han 
servido de impulso para el desa- 
rrollo de Ia teoria de aperturas. EI 
gran maestro W. Uhlmann elabo- 
r6 un plan de juego prometedor 
para las blancas y lo aplic6 exito- 
s amen te. Intentemos estimar 
nosotros mismos que es lo que 
nos tenemos que proponer en 
este caso. 
Las blancas tienen dos alfiles. 
Pero por el momcnto aun no 
poseen Ia «ventaja de los dos 
alfiles», ya que estan reducidos 
en su movilidad. El objetivo 
principal de las blancas es abrir 
el juego y dar libertad de acci6n 
a sus alfiles. En caso de produ- 
cirse un cambio de caballos en 
d5, seria posible trasladar el peon 
a c4 y ocupar la gran diagonal 
con el alfil de casillas negras. 
lPero que hacer con el alfil de 
casillas blancas? Hay que captu- 
rar el peon e4 en el que el alfil se 
apoya. 
Karpov ni siquiera intent6 
resolver el problema de! alfil de 
casilla blanca. Uhlmann actu6 
mas energicamente. 
39 
haberse movido adelante el peon 
«h». Como respuesta a 40. h4 
serfa inexacta 40 .... tug6 41. 
ll x d7 Lt) x h4+ 42. ~g3 Lt) x f3 
43. rJ;; x f3 <J;;f8 debido a 44. g6 ! 
Probablemente las negras hubic- 
ran buscado contrachances a base 
de 40 .... c6 6 40 .... c5. 
Uhlmann encontro una cornbi- 
naci6n perfecta que le permiti6 
realizar su ventaja Jo mas pronto 
posible. 
40. g6! l2l x g6!? ( 40 .... f6 41. 
h4) 4t. n x a1 lt:ih4+ 42. <J;;g3 
tu x f3 43. rJ;; x f3 <J;;f8. lNo se 
equivocan las blancas? Su torre 
esta capturada. 
44. h4! ! No, no se equivocan. 
La idea de la combinaci6n radica 
en esta simple jugada: la promo- 
ci6n del peon «h» en dama. 
44. -· <J;;e8 45. ~ x g7 <ti x d7 
46. hS It a8, y sin esperar la res- 
puesta del rival, las negras aban- 
donan. 
Y ahora supongamos que 
usted tu v ier a que j ugar esta 
variante con negras. Ya conoce la 
partida de Uhlmann, sabe que le 
amenazan los dos alfiles blancos. 
Por supuesto, usted no se dejara Ahora simplemente pudo 
cas tenfan una «superioridad cua- 
litativa de peones» en el flanco 
de rey. Esta consiste en el hecho 
de que los peones blancos pue­ 
den moverse hacia adelante y los 
negros no. 
18 .... ~c6 19. tudS. Por 
supuesto, las blancas no estan de 
acuerdo en cambiar el alfil de 
casilla blanca. 
19 .... tuexdS 20. cd n xel 
21. l:t xel ~e8 22. b4! Cierta 
desviaci6n del plan que acaba- 
mos de analizar. De paso, las 
blancas crean tarnbien molestias 
el flanco de dama con el fin de 
preparar el terreno para operacio- 
nes activas: despues del cambio 
en b4, obtener un pe6n para pro- 
moci6n y presionar el pe6n atra- 
sado c7. 
22 .... ab 23. cb bS. Ahora no 
podran conseguir la ruptura pero, 
a cambio han surgido debilidades 
cr6nicas en la columna «c». 
24. ~cJ ~d7 25. ~d4 'i'd8 
26. ir'c3 n a8 27. a3 n c8 28. 
¢> h2. Las negras no tienen a 
d6nde ir; mientras tanto, Uhl- 
mann va reforzando su posici6n. 
28 .... l:ta8 29. lle3 ncs 30. 
.tn li:ic8 31. <.t>g2 n a8 32. 
Wel. La baterfa en la columna 
«e» esta situada racionalmentc: 
Ja torre delante, la dama detras. 
32 .... tu f6 33. g4 ti:) h7 34. 
.lb2 tl c8 35. ~ c3 '@' f6 36. 
•xr6 tux f6 37. gs hg 38. fg 
~b7 39. Ite7 tuf8 
(DIAGRAMA 20) 
No se si Popov encontr6 esta 
idea en el tablero o la habfa pre- 
parado en casa. En cualquier 
caso, su maniobra original 
resuelve el problema de la defen- 
sa: la posici6n activa de Ia dama 
garantiza a las negras contrajue- 
go. Ganan tiempo ya que las 
blancas, para preparar lud5, ten- 
dr an que llevar el rey a h l y 
jugar b2-b3. Pero lo que es mas 
importante, la dama controla la 
casilla d5 y ya no es tan facil Ile- 
var allf el caballo blanco. Si las 
blancas se dirigieran a f4, se 
podrfa cambiar eventualmente el 
caballo mediante lug4. No val- 
drfa lud5 debido a luf2+. 
16. c;t,ht ~d7 17. h3 llc7 18. 
~ d3 ll ac8. Para preparar lud5, 
convenfa situar la dama en d3 
donde resulta bajo la amenaza 
lue5. Las ncgras consiguen unir 
sus torres. Despues de 19. f4 
podrfa seguir tanto 19 .... lug4 
como 19 .... lue4. 
19. lud5 lox dS 20. cd lueS 
21. 'i!id4! La unica j_ugada posi- 
ble. Serfa rnala 21. 'ilfc2? ~xd5 
22. f4 'i!f d3. 
21. ... 't!f xd4 22. cd lud3 23. 
ll x e7 ll x e7. Aquf las blancas 
ya deberfan tener cuidado: arne- 
n az a el ataque a e2. A 24. 
~xa5? sigue 24 .... b6 25. ~d2 
ll e2 y las negras tienen un juego 
muy active. i,C6mo no pennitir a 
las negras que activen su torre? 
Despues de ll e2 pasar a rl dl 
pero, en estc caso, cuidado con el 
jaque en f2. 
24. c;t> g1 ! Si ahora 24 .... 
ll e2?, entonces 25. ll d 1, y la 
40 
OUHLMANN 
e POPOV 
Berlin, 1979 
12 . .i..d2 'j//e7 13. f4 ef 14. ef. 
Parece que nada puede impedir a 
las blancas que realicen su plan, 
que se desarrolla con toda nor- 
malidad: ll ae l, f4, en cualquier 
memento lud5. 
14 •••• 'i!fe5! 15. rlael 'i!fc5. 
21 I~.t~J:~·~ ~'~ .,~ ~~~. ~ ~~­,,,,~~·,, ... :~ . ..,:,; 
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