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PARAGUAY REPÚBLICA

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PARAGUAY REPÚBLICA
HISTORIA
Los aborígenes de Paraguay eran indígenas pertenecientes a varias tribus que compartían una cultura y una lengua común, la guaraní. Su población era muy numerosa cuando el navegante portugués Aleixo Garcia, que formaba parte de la expedición de Juan Díaz de Solís, al buscar un paso hacia los Andes descubrió el país y lo cruzó con un grupo de indígenas. A su regreso exploró la región de la actual Asunción, lugar donde los indígenas paiaguás lo mataron, alrededor de 1525. Algunos años después, el navegante italiano Sebastiano Caboto, entonces al servicio de España, exploró parcialmente los ríos del país y descubrió los cursos del Paraguay.
Asentamientos españoles
En 1537 el conquistador español Domingo Martínez de Irala ordenó la fundación de un fuerte en el río Paraguay, al que denominó Casa Fuerte de Nuestra Señora de Santa María de la Asunción. En 1541 Asunción fue elevada a la categoría de ciudad. El Paraguay colonial y el territorio de la actual Argentina fueron gobernados conjuntamente hasta 1617, cuando se convirtieron en dependencias distintas del virreinato del Perú.
A finales del siglo XVI los jesuitas comenzaron a organizar las primeras misiones jesuíticas —llamadas reducciones—, concentraciones de indígenas para facilitar la evangelización, donde se desarrollaba una vida comunitaria muy similar a la que llevaban en sus respectivas comunidades indígenas. Gozando de una casi completa autonomía respecto a las autoridades civiles y religiosas locales, los jesuitas se convirtieron, a través de las misiones, en el poder más sólido de la época colonial. Sin embargo, la competencia de las reducciones en la venta de los productos agrícolas disgustó a los colonos y los predispuso a favor del movimiento de los comuneros, quienes se enfrentaron a las fuerzas reales, protagonizando una de las primeras luchas por la independencia del Paraguay. En 1750 el rey Fernando VI de España, por medio del Tratado de Madrid, cedió el territorio paraguayo a Portugal, provocando que los jesuitas incitaran una rebelión guaraní en contra de la transferencia. En 1767, por orden de Carlos III, fueron expulsados todos los jesuitas de la América española; poco tiempo después, las reducciones, que pasaron a ser dirigidas por grupos seculares, se desintegraron.
En 1776 España creó el virreinato del Río de la Plata, formado por los actuales territorios de Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia. Paraguay se convirtió en una dependencia fronteriza poco importante para Buenos Aires, la capital del virreinato, y fue decayendo gradualmente hasta considerarse relativamente insignificante a principios del siglo XIX.
Independencia
En 1810 Argentina proclamó su independencia de España, pero Paraguay se negó a unirse y proclamó su propia independencia el 14 de mayo de 1811, que se gestó con la participación de Fulgencio Yegros, Pedro Juan Caballero, Vicente Ignacio Iturbe y el doctor José Gaspar Rodríguez de Francia. Tres años después, Rodríguez de Francia, conocido como el Dr. Francia, se hizo proclamar “dictador perpetuo de la República” y gobernó de manera absoluta hasta su muerte en 1840. Temiendo que Paraguay cayera bajo la fuerza superior de Argentina, Rodríguez de Francia ejerció una política de aislamiento nacional —el dictador sirvió como modelo al escritor Roa Bastos para protagonizar su novela Yo, el supremo.
En 1844, su sobrino Carlos Antonio López se convirtió en presidente y dictador del país. López cambió la situación de aislamiento, fomentó el comercio, instituyó numerosas reformas e inició la construcción del ferrocarril. Bajo su gobierno, la población de Paraguay se elevó a más de un millón de habitantes.
Guerra de la Triple Alianza
A su muerte en 1862, López fue sucedido por su hijo Francisco Solano López. En 1865 Solano provocó la guerra de la Triple Alianza (1865-1870) contra Argentina, Brasil y Uruguay. La guerra concluyó el 1 de marzo de 1870, al producirse la muerte del presidente Solano durante la batalla de Cerro Corá. Los resultados fueron devastadores para Paraguay: la población del país fue reducida a su tercera parte, la economía quedó en ruinas y la actividad agrícola se paralizó; además, el territorio perdido superaba los 142.500 kilómetros cuadrados. Sin embargo, su presidente llegó a ser considerado héroe nacional al defender a su país de sus vecinos más poderosos.
Paraguay estuvo ocupado por tropas brasileñas hasta 1876 y los tratados de paz impusieron fuertes indemnizaciones al país. En 1878 el presidente de Estados Unidos, Rutherford Birchard Hayes, sirvió como árbitro de la delimitación de la frontera entre Argentina y Paraguay.
Reconstrucción
La historia de Paraguay después de la guerra se caracterizó por el enorme esfuerzo para llevar a cabo la reconstrucción del país. El gobierno fomentó la inmigración y estableció programas para subvencionar las colonias agrícolas. Sin embargo, los efectos desestabilizadores de la guerra permanecieron durante varias décadas, siendo más agudos entre 1870 y 1912, ya que durante esos años ningún presidente fue capaz de completar su mandato. Posteriormente, las etapas de estabilidad política se alternaron con periodos de crisis y rebelión social. Los hechos más sobresalientes de finales del siglo XIX fueron la presidencia del general Bernardino Caballero (1880-1886) y la creación de los dos grandes partidos políticos: el Republicano o Colorado (1880) y el Democrático (1887), base del Partido Liberal.
El gobierno de Eduardo Schaerer fue relativamente beneficioso para el país, que permaneció neutral durante la I Guerra Mundial (1914-1918), lo que aumentó su prosperidad; a partir de 1920, los gobiernos de Manuel Gondra, Eusebio Ayala y Eligio Ayala se caracterizaron, en general, por el mantenimiento del orden social y del progreso económico.
Entre 1929 y 1932, la frontera con Bolivia en el Gran Chaco, que nunca había sido formalmente trazada, fue el escenario de numerosos incidentes hasta que la invasión de ese país provocó el estallido formal de la guerra del Chaco en 1932. Tres años después se alcanzó un armisticio y en 1938 fue firmado el tratado final, realizado por una comisión de arbitraje, mediante el cual le fueron concedidas a Paraguay casi tres cuartas partes del área en disputa.
Después de la guerra, el gobierno se reorganizó para llevar a cabo una serie de reformas económicas y sociales. Por medio de la nueva Constitución adoptada en 1940 por el presidente José Félix Estigarribia, se otorgó al Estado el poder para regular las actividades económicas y se procedió a establecer un férreo centralismo. Paraguay declaró la guerra a Alemania y Japón el 7 de febrero de 1945 bajo la presidencia de Higinio Morínigo. Posteriormente el país se convirtió en uno de los miembros fundadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Morínigo y Chávez
El general Morínigo se autoproclamó presidente y gobernó como dictador durante los siguientes ocho años. Un golpe de Estado lo derrocó en 1948. En septiembre de 1949, Federico Chávez, dirigente de una facción del dominante Partido Colorado, fue elegido presidente sin ninguna oposición y con el respaldo del Ejército. En marzo de 1951 el régimen de Chávez devaluó la moneda con el fin de intentar controlar la inflación y la pérdida de las reservas de oro. La crisis económica se agravó en 1952, cuando Argentina (también en una profunda crisis económica) revocó un acuerdo comercial con Paraguay. Ese año se establecieron varias leyes de carácter social que beneficiaron a los trabajadores. En las elecciones generales de 1953 el presidente Chávez fue reelegido, de nuevo sin oposición; en junio de ese año estableció el control salarial y de precios para evitar el aumento de la inflación. Sin embargo, el 5 de mayo de 1954 su gobierno fue derrocado por una junta militar.
El régimen de Stroessner
El 11 de julio de 1954 el electorado reconoció como presidente al general Alfredo Stroessner, comandante en jefe del Ejército y máximo dirigente del Partido Colorado. Durante 1956 y 1957 fueron sofocados variosintentos de grupos de izquierda para tomar el poder. Un plebiscito celebrado en 1958 confirmó a Stroessner como presidente por otro periodo de cinco años.
En las elecciones legislativas de 1960, los seguidores del presidente del Partido Colorado ganaron la totalidad de los escaños del Congreso. En el mes de diciembre, Paraguay rompió las relaciones diplomáticas con Cuba y fue uno de los países que estuvo a favor de una acción colectiva contra el régimen cubano a través de la Organización de Estados Americanos (OEA), pero tales medidas no fueron aprobadas por la mayoría requerida, las dos terceras partes de los países miembros. En las elecciones de 1963, Stroessner fue reelegido presidente, compitiendo contra el primer candidato presentado por la oposición después de 30 años. Stroessner gozó de cierta popularidad a mediados de la década de 1960, gracias a los éxitos económicos que auguraban el progreso del país, aunque muchos paraguayos tuvieron que exiliarse a causa de su dictadura. En 1968 continuó en el poder después de haber promulgado un año antes una nueva Constitución para prolongar su mandato; en 1973, 1978 y 1983 fue nuevamente reelegido.
A finales de la década de 1960 el régimen de Stroessner viró significativamente al suspender las relaciones económicas con los países vecinos. En mayo de 1968 los ministros de Relaciones Exteriores de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay firmaron el Pacto del Río de la Plata. El objetivo de este acuerdo, que hacía una llamada al desarrollo conjunto de la cuenca del Río de la Plata, era estimular la economía de toda la región, aspecto que interesaba principalmente a Paraguay, ya que era la nación menos desarrollada de la zona.
A consecuencia del gobierno autoritario de Stroessner, durante la década de 1970 y principios de la de 1980 Paraguay consiguió una cierta estabilidad económica y social. La presa de Itaipú, el proyecto hidroeléctrico más grande del mundo, fue inaugurada el 15 de diciembre de 1983. Durante esos años se controló la inflación, pero la reducción de los mercados para las exportaciones paraguayas provocó la elevación del desempleo y el empeoramiento del comercio interno. A mediados de la década de 1980 Paraguay consiguió una cierta liberalización política y en 1987 se levantó el estado de sitio en Asunción.
La apertura democrática
Reelegido en 1988 para ejercer su octavo periodo, Stroessner fue derrocado por un golpe militar en febrero de 1989. El líder del golpe, el general Andrés Rodríguez, que contendió como candidato del Partido Colorado, ganó las elecciones presidenciales celebradas en mayo de ese año. Bajo su mandato se acometió la democratización del país, con medidas como la legalización de los partidos políticos y la aprobación de una Constitución democrática que entró en vigor en junio de 1992. Rodríguez inició un programa de privatización de las empresas del Estado, pero la economía permaneció relativamente estancada y su partido perdió el apoyo popular.
El candidato del Partido Colorado para las elecciones presidenciales de mayo de 1993, Juan Carlos Wasmosy, obtuvo el poder con tan sólo la mayoría relativa de los votos. Desde su gobierno intentó reducir la injerencia de los militares en la vida política y económica del país, así como mejorar la imagen de Paraguay en el ámbito internacional. En abril de 1996 sufrió un frustrado golpe de Estado dirigido por el general Lino César Oviedo, comandante en jefe del Ejército paraguayo, partidario del retorno de los militares al poder. Posteriormente, la crisis financiera y las huelgas, además de los conflictos de carácter comercial con sus vecinos del Mercosur, alteraron las buenas perspectivas económicas del país.

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