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08 Psicologia Medica I Material complementario

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PSICOLOGIA MÉDICA I 
MATERIAL COMPLEMENTARIO 
TEMA NO. 2 
 
 
GRUPOS DE EDADES: JUVENTUD. 
 
Wally Paraño Montero. Profesora Titular. Facultad de Ciencias Médicas de 
Pinar del Río. 
 
 
La juventud se conoce también como edad juvenil y adultez temprana y es el 
periodo de la vida que comprende desde los 21 a los 30 años. 
Las teorías biológicas ven la juventud como una determinada etapa de la 
evolución del organismo, suponiendo que, precisamente, los procesos biológicos 
del crecimiento determinan todo lo restante. Las teorías psicológicas fijan la 
atención en las leyes de la evolución psicológicas, rasgos característicos del 
mundo interior y autoconciencia. Las teorías psicológicas ven en la juventud una 
determinada etapa del desarrollo psicosexual por teorías sociológicas de la 
juventud en estudiar, ante todo, como una etapa determinada de socialización, 
como paso de la infancia dependiente a la actividad independiente y responsable 
del adulto. 
 
Desarrollo Físico: 
 
La juventud es el periodo de conclusión del desarrollo físico del hombre. El 
crecimiento de su cuerpo en longitud, se retarda considerablemente en 
comparación con la adolescencia. 
Los jóvenes alcanzan su pleno crecimiento entre los 16 y 17 años por término 
medio y los jóvenes entre los 17 y 18 años. Aumentan de peso y los varones 
superan su retraso con respecto a las hembras. Aumentan rápidamente la fuerza 
muscular. Aproximadamente un año después de acabar de crecer, el hombre 
alcanza su fuerza muscular adulta normal dependiendo mucho esto de su régimen 
de alimentación y ejercicio físico. 
 
Caracterización de la Juventud: 
 
El joven ocupa una posición intermedia entre el niño y el adulto: 
En esta etapa la actividad rectora es la selección de la profesión. El joven se 
preocupa mucho por su futuro, por su realización personal y social, por alcanzar 
un lugar en la sociedad, por su auto afirmación. Es la etapa en que se preparan 
para dar el paso a la vida adulta y hacen una definición de sus planes de vida con 
respecto a la profesión, el amor, a la familia. 
El dominio de complejos operaciones intelectuales y el enriquecimiento del 
aparato conceptual hace que la actividad intelectual de muchachas y muchachos 
 
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sean más estables y efectivas, aproximadamente en este aspecto a la actividad 
adulta. El joven quiere saber a toda costa cuánto es lo que vale, de qué es capaz. 
Tiene dos modos de autoevaluarse: uno es medir el nivel de las propias 
pretensiones con el resultado alcanzado y el otro es la comparación social, la 
confrontación de las opiniones de los que lo rodean. 
El joven incrementa considerablemente su actitud social. Le gusta compartir 
fiestas, paseos, excursiones con sus compañeros de grupos y amigos. 
Es frecuente en esta etapa la necesidad de amistades intimas. Las muchachas 
son más exigentes con esas amigas. 
En esta etapa de la vida existen los enamoramientos entre chicos y chicas aunque 
son más duraderos que en la adolescencia. 
En ellos se da una gran maduración sexual se puede observar que las muchachas 
experimentan más una necesidad de afecto, cariño, ternura que los muchachos 
pues estos sienten mayor necesidad de aproximación física, posesión sexual. 
Los jóvenes experimentan una mayor responsabilidad en todos los sentidos 
producto de la maduración que han alcanzado. Igualmente tienen más definidos 
sus intereses políticos, ideológicos, culturales, etc. 
La situación social del joven es ahora muy parecida a la del adulto porque muchos 
de ellos trabajan, ocupan cargos políticos, se han casado y hasta tiene hijos. 
Ya se encuentran formadas las capacidades generales y utilizan el pensamiento 
abstracto. Debido a que puedan autovalorarse más adecuadamente, son más 
objetivos al establecer sus aspiraciones, sus metas. 
Poseen un conjunto de convicciones y valores consolidados que se manifiestan en 
actitudes ante el estudio, el trabajo y además tareas que deben asumir. 
La juventud se caracteriza por un cambio decisivo en el sistema de actividades 
que constituye la base para el desarrollo de la personalidad. 
En esta etapa se manifiestan las características de la naturaleza humana en su 
máximo desarrollo y potencialidad. Es la etapa de las definiciones, como ya 
dijimos anteriormente. 
Las relaciones interpersonales se basan ahora en compartir objetivos, motivos e 
intereses muy concientes y definidos. 
 
Juventud y Educación Sexual: 
 
En esta etapa se consolida la sexualidad, los jóvenes mantienen relaciones más 
estables y sienten deseos de hacer algo grandioso (romántico) no obstante estos 
siguen expuestos a adquirir enfermedades de transmisión sexual. Deben 
protegerse mediante el uso de preservativos y tener una pareja estable de manera 
tal que el joven practique el sexo de manera placentera y responsable. Es 
necesario, en los primeros años (ante de los 20) evitar los hijos pues ocurren 
dificultades para los jóvenes (físicos, fisiológicos, sociales) y se ven obligados 
muchas veces a abandonar sus estudios. 
 
Problemas de Salud en la Juventud: 
 
Entre los problemas de salud, además de las ETS, pueden mencionarse la 
adquisición de hábitos tóxicos nocivos para la salud como el tabaquismo y el 
 
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alcoholismo y que muchos jóvenes se inician en ellos para reafirmarse como 
hombres. 
Igualmente los accidentes traen pérdidas de vidas por no respetar, con frecuencia, 
las reglas del tránsito. 
 
Medidas: 
 
- Se debe brindar una buena orientación profesional para que el joven haga 
una adecuada selección de la profesión. 
- Se le debe suministrar una buena educación sexual desde su infancia. 
- Se les debe enseñar a desarrollar una sexualidad plena, placentera y 
responsable. Deben conocer los medios anticonceptivos que les permiten 
poder planificar los hijos adecuadamente. 
- Los jóvenes deben evitar los hábitos tóxicos. 
 
 
GRUPOS DE EDADES: ADULTEZ 
 
Wally Paraño Montero. Profesora Titular. Facultad de Ciencias Médicas de 
Pinar del Río. 
Ada Casal Sosa. Prof. Auxiliar, PP Psicología ISCM-H, Facultad de Ciencias 
Médicas Gral. Calixto García. 
 
La adultez propiamente dicha, es la etapa que se inicia después de la juventud y 
llega hasta el comienzo de la involución, es decir, transcurre entre los 30 y 60 
años. Ya a esta edad hombres y mujeres están plenamente capacitados para 
hacerle frente a la realidad. Han logrado el pleno desarrollo de sus capacidades 
físicas y mentales y están en óptimas condiciones para poder asumir las tareas, 
actividades y responsabilidades que se le asignen. Durante ésta se manifiesta el 
clímax de las potencialidades biopsicosociales, y al mismo tiempo, el máximo de 
exigencia social en lo relativo al nivel de esfuerzos requeridos para asegurar el 
ajuste familiar, laboral, profesional y social en las restantes fases de la vida. 
 
 Si bien esto es así, alrededor de los 40 años deben preparase para poder 
enfrentar los cambios físicos, emocionales y sociales que se dan en la mediana 
edad. Cuando el hombre o la mujer no saben enfrentarlos adecuadamente se 
produce las “crisis” pues se experimentan frustraciones que pueden acarrear 
trastorno para su salud y, muchas veces, llevarlos a asumir estilos de vida 
inadecuados, incrementando los hábitos tóxicos. La “crisis de la edad mediana” se 
presenta por la toma de conciencia de la incompatibilidad entre los sueños y 
objetivos vitales y la realidad de la existencia, con la no realización de los planes 
de vida establecidos en etapas anteriores. La frustración que origina la crisis se 
acompaña de sufrimiento y depresión, que pueden llevar a la enfermedad. 
 
La etapa de la adultez asegura al individuo su ajuste familiar, laboral, profesional y 
social. La actividad rectora de esta etapa es el trabajo, que es la actividad 
 
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fundamental que realiza el hombre y en la que puede evidenciar toda su actividad 
creadora. 
 
Durante la etapa se logra la estabilización de la vida sexual, emocional y de 
pareja. Es en la etapa adulta donde se forma la familia,se crea un hogar, se 
educan los hijos. 
El hombre adulto se siente plenamente motivado por hacer el máximo esfuerzo 
por el desarrollo individual y colectivo, ya que se desarrolla el espíritu de 
superación, la escala de valores, las capacidades intelectuales, el control 
emocional, la voluntad y las posibilidades críticas y autocríticas. 
 
Se dice que la esencia de la adultez es la consolidación programática y 
ejecucional de la vida y la delimitación más acabada de las características 
biopsicosociales del sujeto. 
Las relaciones personales del adulto se caracterizan por compartir objetivos y 
motivaciones, en gran medida concientemente definidas. 
El adulto goza de autonomía lo que le confiere a la personalidad el cambio de 
posición en el sistema de relaciones, influyendo en las cualidades psíquicas, en 
los rasgos de carácter, con respecto a: 
- El trabajo, el colectivo. 
- A la familia. 
- A la independencia de sus decisiones. 
- Al autocontrol. 
- La autovaloración conciente de sus acciones en correspondencia con sus 
convicciones. 
Ahora bien, en la medida que los hijos crecen el adulto debe ir aprendiendo a 
aceptar la independencia de sus propios hijos y la dependencia de sus padres ya 
ancianos. 
Su salud mental dependería de su aporte familiar, laboral, social y de su 
satisfacción personal. Le preocupa al adulto tener siempre definido su futuro. 
 
Según G. Allport, los criterios de madurez, o características de la “personalidad 
madura” que se alcanzan en la adultez, son: 
1- Amplia extensión del sentido de sí mismo, logrando autonomía funcional y ser 
partícipe en la construcción y ejecución de su propia vida social. 
2- Establecimiento de una relación emocional con los otros caracterizada por la 
simpatía, intimidad, tolerancia, y el logro de una estructura democrática del 
carácter. 
3- Seguridad emocional, dada por la aceptación de sí mismo y la tolerancia a la 
frustración. 
4- Percepción realística del mundo que le rodea, de sus aptitudes y tareas, que 
se expresa en : 
 - Eficacia y exactitud en los conocimientos 
- Memoria, capacidad verbal y capacidad de solución de problemas 
- Capacidad de “perderse” a sí mismo en la realización del trabajo 
- Estrecho contacto con el mundo real 
5- Conocimiento de sí mismo y sentido del humor (AUTOVALORACIÓN) 
 
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6- Filosofía unificadora de la vida, con una direccionalidad en sus acciones y 
orientación a valores teóricos, estéticos, sociales, políticos, etc., así como 
creatividad. 
 
 
 
Sexualidad: 
 
En esta etapa hay mayor experiencia y responsabilidad en el desarrollo de la 
sexualidad. 
Como dijimos, en esta etapa ya se consolida el matrimonio, la unión de pareja y la 
familia y esto hace que se desarrolle las relaciones sexuales con plena 
responsabilidad. 
Debe haber una preparación para enfrentar los cambios que se producen debido 
el envejecimiento, al final de la etapa y producto del climaterio y menopausia. 
 
Problemas de Salud: 
 
Los adultos deben prepararse para enfrentar las enfermedades crónicas que casi 
siempre hacen su aparición en la adultez. 
Aquí aparecen también la adicción a las bebidas alcohólicas, el tabaquismo, el 
sedentarismo y la obesidad, hábitos nocivos que comienzan en etapas anteriores.. 
Como la mayor parte del tiempo lo pasa el adulto en el centro de trabajo con 
frecuencia los riesgos laborales ponen en peligro su vida y su integridad física y 
psíquica. 
Aquellos adultos que no se encuentran emocionalmente preparados para enfrentar 
las crisis de la mediana edad pueden sufrir frustaciones y trastornos de conductas. 
La salud mental depende fundamentalmente del ajuste familiar, laboral y social 
alcanzado, así como la consecuente satisfacción personal ante éxitos que reflejan 
la superación del conflicto entre capacidades, exigencia y aspiraciones. La 
psicopatología se deriva en esencia de la frustración en estos aspectos, así como 
de contingencias significativas en el microgrupo familiar, laboral y social. 
 
Medidas para eliminar los factores de riesgo: 
 
Se orientan las siguientes medidas para preservar su salud: 
- Preparase psicológicamente para enfrentar la mediana edad y evitar las 
frustraciones que dan lugar, frecuentemente, a conductas que atentan 
contra su salud, entre ellas, el tabaquismo y el alcoholismo. 
- Tener un control de factores de riesgo. 
- Utilizar sus capacidades para lograr una realización personal y social. 
- Mantener hábitos alimentarios adecuados. Una dieta balanceada le 
garantiza su salud y evita la obesidad. 
- Realizar ejercicios físicos y evitar el sedentarismo. 
- Prepararse para el ejercicio de los roles de esposos, padres y 
posteriormente de abuelos. 
 
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- Aprender a aceptar la independencia de los hijos y la dependencia de sus 
padres. 
- Tener una autoevaluación adecuada y establecer metas acordes a la 
misma. 
 
Bibliografía: 
- Nuñez de Villavicencio – Psicología Médica, Tomo 1, Editorial Pueblo y 
Educación, 1991. Cap. 19, Adultez, involución y senectud. 
- G.W.Allport – La personalidad. Su configuración y desarrollo. Ediciones 
Revolución, La Habana, 1971 
 
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