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Bienestar social y disputas por lo público y lo común en América Latina y el Caribe Identidades y territorios Diseño de tapa: Dominique Cortondo Arias Diseño de interior y maquetado: Eleonora Silva Corrección: Mariela Gurevich Los trabajos que integran este libro fueron sometidos a una evaluación por pares. Bienestar social y disputas por lo público y lo común / Jorge Eduar- do Santiago Matías ... [et al.] ; prólogo de Patrícia Binkowski ... [et al.]. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : CLACSO, 2023. Libro digital, PDF Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-987-813-673-8 1. Agua. 2. Infraestructuras. 3. Cartografía. I. Santiago Matías, Jorge Eduardo. II. Binkowski, Patrícia, prolog. CDD 301.01 Bienestar social y disputas por lo público y lo común : tomo 2 identidades y territorios / Rolando Alonzo Gutiérrez... [et al.] ; prólogo de Patrícia Binkowski... [et al.]. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : CLACSO, 2023. Libro digital, PDF Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-987-813-675-2 1. Agua. 2. Turismo. 3. Infraestructuras. I. Gutiérrez, Rolando Alon- zo. II. Binkowski, Patrícia, prolog. CDD 306.01 Bienestar social y disputas por lo público y lo común en América Latina y el Caribe Identidades y territorios COLECCIÓN BECAS DE INVESTIGACIÓN COLECCIÓN BECAS DE INVESTIGACIÓN Director de la colección - Pablo Vommaro CLACSO Secretaría Ejecutiva Karina Batthyány - Directora Ejecutiva María Fernanda Pampín - Directora de Publicaciones Pablo Vommaro - Director de Investigación Equipo Editorial Lucas Sablich - Coordinador Editorial Solange Victory y Marcela Alemandi - Producción Editorial Equipo de Investigación Cecilia Gofman, Marta Paredes, Natalia Gianatelli, Rodolfo Gómez, Sofía Torres, Teresa Arteaga, y Ulises Rubinschik Bienestar social y disputas por lo público y lo común en América Latina y el Caribe. Identidades y territorios (Buenos Aires: CLACSO, diciembre de 2023). ISBN Obra completa: 978-987-813-673-8 ISBN 978-987-813-675-2 CC BY-NC-ND 4.0 La responsabilidad por las opiniones expresadas en los libros, artículos, estudios y otras colaboraciones incumbe exclusivamente a los autores firmantes, y su publicación no necesariamente refleja los puntos de vista de la Secretaría Ejecutiva de CLACSO. CLACSO. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales - Conselho Latino-americano de Ciências Sociais Estados Unidos 1168 | C1023AAB Ciudad de Buenos Aires | Argentina Tel [54 11] 4304 9145 | Fax [54 11] 4305 0875 | <clacso@clacsoinst.edu.ar> | <www.clacso.org> Los libros de CLACSO pueden descargarse libremente en formato digital desde cualquier lugar del mundo ingresando a libreria.clacso.org Índice Prólogo........................................................................................................................................9 Patrícia Binkowski, Fabiana Espíndola, María Inés Fernández Álvarez, Cecilia Gárgano, Amparo Marroquín, Grettel Navas y Berenice P. Ramírez López Economía comunal indígena. Elementos desde la gestión del agua como bien común (Comunidad de Quiacquix, Totonicapán, Guatemala) ..............................................................................................................................23 Rolando Alonzo Gutiérrez Bienestar por goteo y despojo por oleadas. Alianzas público privadas en el megaturismo en Guanacaste, Costa Rica ......................................................103 Daniel Fernández Vásquez, Dylanna Rodríguez Muñoz y Jimena Palma Chacón Extractivismo e infraestructura en la Amazonía. El caso de la IIRSA y los retos de una gobernanza ambiental supranacional .................................177 Roger Merino Las ollas populares en Paraguay. Entre la sobrevivencia y la lucha territorial por lo público común ................................................................................. 223 Sara Raquel López Cristaldo y Celeste María Houdín Gómez Cartografía social e quilombola em Porto Alegre / RS em Brasil .................. 293 Cláudia Luísa Zeferino Pires, Laisa Zatti Ramirez Duque e Lara Machado Bitencourt Transfronterizas. Prácticas religiosas de migrantes hondureñas/os de la disidencia sexual y de género en México. Un acercamiento a las Tiresias ..................................................................................... 351 Hilda María Cristina Mazariegos Herrera y René A. Tec-López Comunas en Ciudad Guayana. El reto de la participación popular hacia la construcción del Estado comunal en Venezuela (2010-2021) ........ 423 Elizabeth M. Lezama Hernández de Cedeño Sobre los autores y autoras ........................................................................................... 465 9 Prólogo Patrícia Binkowski, Fabiana Espíndola, María Inés Fernández Álvarez, Cecilia Gárgano, Amparo Marroquín, Grettel Navas y Berenice P. Ramírez López Los procesos de despojo que han enfrentado los pueblos de Amé- rica Latina y el Caribe a lo largo de más de cinco siglos y que le dieron contenido al capitalismo dependiente latinoamericano se agudizaron de forma particular desde que se instauró la perspecti- va neoliberal en la conducción del capitalismo. La consigna por la defensa del libre mercado se acompañó de la eliminación de bienes y servicios públicos ya sea por la vía de un sin número de priva- tizaciones de bienes públicos como por la caída en el gasto social y de inversión. A dicho proceso se les acompañó de incentivos al consumismo, a la profundización del libre mercado, la cultura del privilegio y el énfasis en la responsabilidad individual. La pobreza y la extrema pobreza presentes a lo largo del deve- nir latinoamericano crecieron de forma significativa a raíz de las reformas estructurales de los años ochenta y noventa del siglo XX que dieron paso a la perspectiva neoliberal. Posteriormente y a par- tir de las políticas asistenciales y las transferencias monetarias mo- deró su crecimiento en los países con gobiernos progresistas que recuperaron la participación del Estado en políticas distributivas. 10 Binkowski, Espíndola, Fernández Álvarez, Gárgano, Marroquín, Navas y Ramírez López Lo que ha seguido creciendo de forma alarmante es la desigualdad económica y social porque el proceso de despojo que la acumula- ción de capital genera ha sido constante y violento, lo que hace evi- dente los intereses del capitalismo globalizado. Las respuestas de resistencia de los movimientos sociales y populares ante este desfavorable contexto están enfocadas en la disputa, defensa y recuperación de los espacios públicos y comu- nitarios, los bienes y los servicios públicos con la finalidad de que formen parte de la base que se requiere para impulsar mecanismos de bienestar social. En este contexto, la convocatoria promovida por CLACSO “Bien- estar social y disputas por lo público y lo común en América Lati- na y el Caribe” tuvo por objetivo destacar las investigaciones que ubicaran como objeto de estudio, procesos y experiencias que ex- presan o propongan la defensa de lo público, del bien común, la construcción de nuevas formas estatales que incluyan procesos y lógicas comunitarias. Dichas investigaciones componen esta publicación, que ha sido dividida en dos tomos. Al presente tomo, Identidades y territorios, lo integran textos que investigan diversas luchas territoriales por re- cursos fun damentales para la vida, así como el devenir histórico de distintos grupos identitarios, para hacer valer sus prácticas y sus lugares de existencia. El otro tomo, que lo acompaña, se denomina Cosmovisiones y derechos, y sus capítulos indagan cómo grupos de la sociedad civil, con cosmovisiones y prácticas diversas, disputan por sus derechos a la obtención de bienes y servicios cruciales y, así, a un bienestar ple no en las sociedades en que viven. En el capítulo “El derecho a la comunicación Indígena y las disputas por lo común. Una perspectiva comparada entre Argen- tina y Guatemala”, JorgeSantiago Matías y Emilse Suárez, con una mirada latinoamericana que busca abarcar el centro y el sur del continente, presentan una perspectiva comparada de la comuni- cación indígena mediatizada y dan cuenta de las particularidades de sus prácticas, así como las significaciones en torno a ellas, para 11 Prólogo los pueblos indígenas de Guatemala y Argentina, tomando cuatro casos de estudio. Para ello llevaron a cabo una exhaustiva revisión bibliográfica del debate y la situación de la comunicación indígena, así como de las condiciones legales en las que se desarrollan estas experiencias. Son distintas las formas en que los Estados argentino y guatemalteco reconocen a la alteridad indígena. El artículo lleva a cabo una aproximación etnográfica a las particularidades de cua- tro medios de comunicación indígena en Argentina y Guatemala. Así, es muy enriquecedor revisar cómo desde dos países tan distan- tes, la comunicación indígena se reconoce no solo comunitaria y al servicio de sus territorios, sino que, sobre todo, enfatizan en hacer lo que los investigadores llaman una comunicación con identidad, es decir, reivindicando sus propias luchas, distintas de otros medios comunitarios y populares. A través de este estudio, es posible revisar también las distintas estrategias para sostener estos medios, en los que se han visto una y otra vez ataques desde proyectos del capitalismo extractivista que lucha por el control de estos territorios, y la persecución –a veces evidente, en otros momentos velada– de los mismos Estados. Este trabajo permite entender que no es posible construir el bienestar sin entender la lucha y el carácter político de los medios indíge- nas que atraviesan todo el continente, como nos han dicho Jorge y Emil se: “Desde aquí se construye: se resiste haciendo”. El capítulo denominado “El Estado en Honduras en los progra- mas y proyectos sociales - educativos de desarrollo humano y la incorporación de estrategia a la sostenibilidad en el pueblo origi- nario de la mujer Lenca”, de Dora Suyapa Díaz Quintero, docente e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), analiza cómo los planes de desarrollo humano y progra- mas educativos no han sido incluyentes a la hora de incorporar las necesidades, cosmovisiones e historia del pueblo indígena Lenca en el occidente hondureño. En respuesta, la investigadora analiza y pone especial énfasis en el rol de la mujer Lenca para incidir en el espacio público y educativo. 12 Binkowski, Espíndola, Fernández Álvarez, Gárgano, Marroquín, Navas y Ramírez López Basado en un estudio cualitativo con sustancioso trabajo de campo en la región de Intibucá y entrevistas a actores clave a lo largo del país, una de las conclusiones del trabajo es que El Estado de Derecho en Honduras actualmente no contiene un en- foque de Desarrollo de Humano Sostenible con líneas de acción a un contrato social, del cual el gasto social tenga incidencia en una agenda ciudadana para facilitar lo común y afrontar aspectos am- bientales, degradación de costumbres y tradiciones como patrones culturales, potenciar las prácticas de lo cotidiano desde un enfoque integral. Si bien este trabajo se enfoca en el pueblo indígena Lenca, es clave señalar que el mismo trabajo de investigación podría ser re- plicado para entender la exclusión de otros pueblos originarios en Centroamérica y en el resto de la región latinoamericana a la hora de implementar planes educativos. El capítulo “Soberanía alimentaria y soberanía popular desde cosmovisiones y prácticas comunitarias campesinas en Haití”, ela- borado por Félix Pablo Friggeri, Marina Bolfarine Caixeta y Wisly Joseph propone un diálogo entre estudios canónicos en torno a la colonialidad del saber, el pensamiento latinoamericano-caribeño, la negritud y la problemática cada día más urgente de la sobera- nía alimentaria. En esta mixtura, un elemento se revela como pieza central para pensar los actuales procesos de creación de desigual- dades: el conocimiento. Se reconstruyen las raíces históricas de las identidades rurales campesinas, pero también su vinculación con las políticas públicas, los planes de cooperación Sur-Sur y la rela- ción entre los modos de conceptualizar e intervenir. Aparecen así entrevistas a distancia a dirigentes de movimien- tos campesinos haitianos junto al accionar del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) argentino y a su programa Pro- Huerta. Les autores nos enfrentan a interrogantes sobre el rol de los Estados, de los expertos y fundamentalmente a la necesidad de 13 Prólogo avanzar en la construcción de epistemologías emancipatorias des- de el Sur global. El capítulo titulado “Activismo conservador en Uruguay contra la agenda de derechos: nuevas alianzas entre religión y partidos po- líticos”, elaborado por Constanza Moreira, Lucía Giúdice y Nicolás Iglesias, tuvo como objetivo central identificar y analizar los dispo- sitivos utilizados por actores políticos, sociales y religiosos anti-gé- nero que buscan reinstalar, desde lo estatal y desde lo societal, el modelo de familia patriarcal en Uruguay. Se analizaron proyectos de ley de la agenda regresiva en Uru- guay, presentados al parlamento entre 2020-2021. El equipo de investigación mapeó actores y alianzas entre actores religiosos conservadores y agentes de partidos políticos en el país. Los y las autoras reportan la existencia de grupos vinculados a la derecha cristiana que actúan en Uruguay desde la década de 1960 y su agen- da se proyecta en alianzas con el poder político hasta la actualidad, por lo que se deben reconocer diferentes momentos en su agenda. Los resultados del estudio demuestran que con el advenimiento de una coalición de gobierno conservador, elementos del viejo tradi- cionalismo uruguayo (ruralista, militar, confesional) avanzaron en la agenda pública. Numerosos nombramientos en el gobierno a car- go de las letras más ligadas a estos temas (educación, salud, niñez) estuvieron a cargo de connotados representantes vinculados a las iglesias o las fuerzas armadas. La investigación reveló elementos, dispositivos, actores sociales y redes transnacionales que están im- pulsando la agenda conservadora, de corte religioso y contraria a las políticas de género en Uruguay. Finalmente, se destaca la posibi- lidad de replicar este estudio en otros países de América Latina, de- bido al potencial metodológico desarrollado en esta investigación. El capítulo “El derecho a tener derechos: las disputas para el lo- gro del reconocimiento jurídico y social de las familias sexualmente diversas en Cuba”, escrito por las profesoras Tania de Armas y Thai Puentes, se adentra a una de las discusiones centrales del bienes- tar social y documenta la disputa que ha vivido la sociedad cubana 14 Binkowski, Espíndola, Fernández Álvarez, Gárgano, Marroquín, Navas y Ramírez López en relación con el reconocimiento jurídico y social de las familias sexualmente diversas en Cuba. La investigación considera sobre todo los procesos sociales que constituyen los sistemas familiares dentro de los colectivos sociales. Ambas investigadoras trabajan de manera rigurosa en la sistematización de las transformaciones jurídicas que permitieron un giro en la legalidad cubana. Esta re- visión jurídica es un primer aporte importante. El segundo aporte tiene que ver con la revisión de la narrativa que se ha instalado en las redes sociales sobre la realidad de las familias homoparentales, los procesos de despersonalización, violencia y fortalecimiento de un discurso que se vincula a la agenda conservadora global puede ser rastreado a partir de este trabajo. A partir de treinta entrevistas en profundidad, el tercer aporte permite a las autoras dar cuenta de la profunda violencia que se vive en muchos casos en el seno de las familias cubanas y la reali- dad a la que se enfrenta la población LGBTIQ+. De alguna manera, el estudio muestra la necesidad de impulsarcambios más profun- dos que la normatividad y los procesos legales y abordar como sociedad cubana la inclusión en ese ámbito central que es la vida cotidiana. El siguiente capítulo se titula “Reincorporaciones cuidadosas. Trayectorias conjuntas de excombatientes y colectivos sociales ha- cia la vida civil”. El trabajo de investigación desarrollado por Paola Moreno (del Centro de Estudios Sociales, Universidad Nacional de Colombia) afirma, por ejemplo: El caso colombiano tiene particularidades que ameritan aproxima- ciones diferentes. Comúnmente, cuando una guerra termina las partes derrotadas se acogen a las condiciones de sus adversarios. Sin embargo, en Colombia la guerrilla no ha sido militarmente de- rrotada a diferencia de lo ocurrido en Guatemala, y en términos de la dinámica de confrontación, la guerra no puede considerar- se en un punto muerto a diferencia de lo que ocurrió en el caso salvadoreño. 15 Prólogo En el caso colombiano, como parte del Acuerdo Final, los firman- tes pactaron el apoyo a proyectos productivos para campesinos y excombatientes. De allí, la enorme relevancia de esta investigación, centrada en los proyectos productivos como forma de construcción de espacios compartidos entre firmantes de la paz y el resto de la ciudadanía, apostando a la comprensión de complejidad de actores y relaciones que emergen en un proceso de largo aliento. La Casa de la Paz, inaugurada en abril de 2021 en Bogotá, resulta un caso emblemático de este proceso, donde dos líderes de la corpo- ración Trabajo Dignidad y Solidaridad (TRADSO, compuesta por 10 firmantes del acuerdo de paz) y varios colectivos sociales realizan actividades conjuntas como mercados campesinos, conversatorios, conciertos y murales. La cartografía social es clave en la aproxi- mación que propone la investigadora, donde la construcción del mapa se convierte en una herramienta de empoderamiento clave de los conflictos vividos. Los hallazgos de este trabajo permiten una aproximación profunda sobre la manera en la que se teje la rein- corporación en las prácticas cotidianas, pese a los obstáculos y di- ficultades en el tránsito hacia la vida civil de excombatientes de las FARC-EP. La autora nos ofrece un texto sumamente interesante que integra materiales contenidos en distintos formatos resultantes del trabajo realizado, además de la posibilidad de reflexionar, a partir de sus resultados, acerca de estos y otros procesos de integración y construcción de compromisos orientados a la construcción del bienestar social en nuestra región. El capítulo “Economía comunal indígena: elementos desde la gestión del agua como bien común (Comunidad de Quiacquix, To- tonicapán, Guatemala)”, realizado por Rolando Alonzo Gutiérrez aborda, como su título indica, la problemática del uso, apropiación y gestión del agua. Gutiérrez aporta un relevamiento empírico sig- nificativo centrado en la comunidad guatemalteca de Quiacquix, a la vez que realiza una reflexión analítica relevante para cualquiera de nuestras geografías subordinadas. El estudio de esta economía comunal y su cosmovisión abre, así, conversaciones con aportes 16 Binkowski, Espíndola, Fernández Álvarez, Gárgano, Marroquín, Navas y Ramírez López clásicos de la economía ecológica, la economía solidaria y la econo- mía política mientras nos adentra en la gestión del agua comunal a través del k’axk’ol como experiencia sostenible y sustentable. La actual crisis socioambiental hunde sus raíces en la exten- sión de la mercantilización sobre ámbitos otrora impensados. Dentro de estos cercamientos contemporáneos el agua ocupa un lugar fundamental en la totalidad de las dinámicas extractivistas. El abordaje del agua como bien natural común recuperado en esta investigación introduce herramientas para pensar limitaciones y potencialidades de la recuperación de lo común en un sentido am- plio, es decir, en su dimensión política y creativa. El capítulo titulado “Bienestar por goteo y despojo por oleadas: alianzas público-privadas en el megaturismo en Guanacaste, Costa Rica”, escrito por Daniel Fernández, Dylanna Rodríguez y Jimena Palma, investigadorxs del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad de Costa Rica analiza cómo el sector del turismo se ha convertido en otra forma de extractivismo y despojo de los bienes comunes en la región latinoamericana. Utilizando como caso de estudio la provincia de Guanacaste (Pa- cífico Norte de Costa Rica) las autoras y el autor señalan cómo el turismo de sol y playa ha generado transformaciones territoriales, sociales, espaciales y ha establecido una lógica de crecimiento eco- nómico bajo una lógica de desterritorialización, comercialización/ privatización de bienes comunes y otras formas de violencia, direc- tas y simbólicas. La investigación pone especial énfasis en el rol del Estado cos- tarricense y el de las alianzas público-privadas para facilitar y consolidar el modelo de desarrollo turístico en cuestión. Además de entrevistas con diferentes actores clave en la región, a nivel me- todológico la investigación también se alimenta de una revisión de expedientes legales de proyectos hoteleros de la zona en Gua- nacaste, estudios de impacto ambiental y otros documentos que dan cuenta y relevan las dinámicas y entramajes institucionales que operan para sostener la industria turística en detrimento de 17 Prólogo las poblaciones locales. En este sentido una gran contribución de este trabajo es identificar y describir cómo el accionar estatal o “lo público” está respondiendo, en este caso, a intereses privados. El capítulo realizado por Roger Merino, “Extractivismo e in- fraestructura en la Amazonía: El caso de IIRSA y los retos de una gobernanza ambiental supranacional” discute sobre dos aspectos: la integración regional y el interés común que para el mundo de- bería representar la Amazonia y cómo el interés del capital se ha sobrepuesto a su importancia para la sostenibilidad de la vida en el planeta. Parte de la consideración de que la Amazonia es un reservorio global de carbono, un regulador del clima y una fuente global de alimentos, agua y energía, no sólo beneficia a los ocho estados de la cuenca: Brasil, Perú, Colombia, Bolivia, Venezuela, Guyana, Su- rinam y Ecuador, y a la región de ultramar de Francia, la Guayana Francesa; también favorece a la comunidad internacional en su conjunto. En su pregunta de investigación destaca ¿Por qué los países amazónicos han logrado cierto grado de integración física a través de infraestructuras, pero no son capaces de llegar a acuerdos para establecer normas ambientales regionales? Aparecen las conside- raciones políticas y sus contradicciones internas cuando señala ¿Por qué temen perder su soberanía frente a las preocupaciones ambientales y no en relación con las inversiones transnacionales? Sus consideraciones se apoyan en un análisis sistemático de docu- mentos de política y legislación y de entrevistas semiestructura- das con actores clave de la Iniciativa para la Integración Regional de América del Sur (IIRSA) y de la gobernanza internacional de la Amazonia. El capítulo “Las ollas populares en Paraguay: entre la sobrevi- vencia y la lucha territorial por lo público común”, de Sara Raquel López Cristaldo y Celeste María Houdín Gómez, aborda la centrali- dad que cobraron las ollas populares en Paraguay en el contexto de la pandemia de COVID-19. Entendido como un momento de crisis 18 Binkowski, Espíndola, Fernández Álvarez, Gárgano, Marroquín, Navas y Ramírez López del sistema capitalista que la llegada del virus profundizó, este pro- ceso de organización cobró una fuerte dimensión alcanzando más de 1700 ollas en el país. El estudio explora el modo en que estas acciones desarrolladas como estrategias para hacer frente a las ne- cesidades de supervivencia, dieron lugar a acciones de resistencia y organización colectiva más amplias que se plasmaron en la san- ción de una Ley de apoyo yasistencia a las ollas populares y poste- riormente en la creación de un Programa de comedores y Centros comunitarios. Con base en un enriquecedor trabajo de campo que abarcó una diversidad de experiencias en diferentes regiones del país e inclu- yó entrevistas a referentes estatales, legisladores y dirigentes de las ollas populares seleccionadas según su ubicación en el territorio, el estudio destaca la fuerte presencia de las mujeres en las diná- micas de lucha, organización y demanda hacia el Estado. Organi- zadas alrededor de garantizar la alimentación de sus hijos e hijas y de la comunidad fueron ellas las protagonistas de la experiencia más significativa de organización popular para demandar políticas públicas en un contexto de emergencia que puso en el centro una disputa por el derecho a la alimentación. Articulando aportes de la economía feminista, las reflexiones sobre lo común y los estudios sobre movimientos sociales, las au- toras interrogan aportando nuevos elementos para volver a pensar cuestiones nodales sobre las formas de organización popular en América Latina. El capítulo “Cartografía Social e Quilombola em Porto Alegre/ RS”, presenta la investigación elaborada por las autoras Clau- dia Luisa Zeferino Pires, Lara Machado Bitencourt y Laisa Zatti Ramirez que tuvo como principal objetivo la elaboración de una cartografía social de los quilombos Kédi y Santa Luzia, ubicados respectivamente en las zonas norte y sur de Porto Alegre, Rio Gran- de do Sul, Brasil. Al realizar este tipo de estudio, las autoras destacan la ciencia en su capacidad política para producir conocimiento que sirva a 19 Prólogo los sujetos en disputa por el bien público y común. El estudio tuvo una relevancia sociocultural muy alta, dado el desmantelamiento de las políticas públicas dirigidas a las comunidades tradicionales en Brasil. A partir del registro de las memorias de los pobladores expresa- das en la elaboración de mapas, memoriales y videos documentales, la investigación arrojó datos sobre los procesos de territorializa- ción de las comunidades quilombolas, ejercicios metodológicos orientados a la cartografía social, y resultados y análisis sobre el derecho a la ciudad y el reconocimiento, preservación y promoción del patrimonio cultural de las comunidades quilombolas. La elaboración de la cartografía de los quilombos de Porto Ale- gre captó, a través de las narrativas comunitarias, los matices de las territorialidades borradas o blanqueadas por la historia, así como las disputas discursivas que caracterizan la producción del espacio urbano y la reproducción de sus asimetrías económicas, culturales y sociales. El capítulo “Transfronterizas: prácticas religiosas de migrantes hondureñas/os de la disidencia sexual y de género en México, un acercamiento a las Tiresias”, interroga, de manera potente y “en- carnada”, para usar el término con el que Hilda María Cristina Mazariegos Herrera y René Abel Tec López definen la perspectiva metodológica con base en la que construyeron su investigación, el cruce entre religión, migración y disidencias sexogenéricas des- de una mirada que focaliza en la experiencia y vivencias de las personas. El texto propone una reflexión a la vez sólida y creativa en torno a las prácticas religiosas de migrantes trans hondureños/as en Mé- xico acogidos/as en la Casa Hogar Paola Buenrostro, una agrupa- ción enfocada a la atención y defensa de los derechos humanos de la población trans en el país. A través de los relatos de vida de cinco migrantes trans hondureñas/os les autores nos invitan a explorar sus vivencias en el entrecruzamiento entre género, sexualidad y religión. 20 Binkowski, Espíndola, Fernández Álvarez, Gárgano, Marroquín, Navas y Ramírez López La exploración del fenómeno migratorio desde una perspectiva interseccional invita finalmente a interrogar nociones de bienes- tar más allá de las definiciones institucionales para atender a las múltiples experiencias y formas de proyectar una vida digna, y deja así un camino para avanzar en un diálogo crítico sobre nociones hegemónicas que tensionan concepciones y experiencias del bien- estar situadas que permitan contribuir a políticas destinadas a las personas trans migrantes El capítulo “Comunas en Ciudad Guayana. El reto de la Par- ticipación Popular hacia la Construcción del Estado Comunal en Venezuela (2010-2021)” presentado por Elizabeth María Lezama Hernández, María Isabel Blanco, Miriam Márquez, Obdulia Monas- terio y María Viloria aborda el análisis y la trayectoria de la puesta en marcha del Estado Comunal señalado en la Constitución Política de la República Bolivariana de Venezuela. El objeto de análisis fue intentar constatar la expresión del sujeto/pueblo en la construc- ción del llamado Poder Popular a partir de documentar, mediante información oficial y ciudadana y entrevistas semi estructuradas, el proceso de participación popular en cuatro comunas de Ciudad Guayana, Municipio Caroní del Estado Bolívar (2010-2022), dos urbanas y dos suburbanas mixtas. Las unidades de análisis que se destacaron para documentar el proceso de participación fueron las siguientes: grado de autonomía, autogobierno y el modo de relacio- namiento con los entes gubernamentales y con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Entre los principales resultados encontrados para instrumentar una nueva institucionalidad que permitiera el empoderamiento de los sectores populares están las trabas coyunturales y estructura- les que se han expresado a lo largo de 23 años, tales como: el blo- queo económico, la guerra mediática internacional y nacional, las variaciones del precio del petróleo, el sabotaje a las instalaciones de la industria energética, la migración, el desabastecimiento, las devaluaciones, la oposición de sectores de clase media y alta, entre otros. 21 Prólogo Las autoras recomiendan incentivar dinámicas de correspon- sabilidad, trabajo colectivo y cooperativo, aptitudes y actitudes para la interacción social comprometida. Continuar promoviendo y acompañando la participación popular mediante la activación y cumplimiento de los mandatos constitucionales, las Leyes del Po- der Popular (2010), la Ley Orgánica de las Comunas, lo que evitaría enfrentamientos entre las leyes y su aplicación en los espacios co- munales y así contribuir a impulsar la construcción de una socie- dad de intereses compartidos. Todos los textos incluidos en este libro se insertan en el tema clave de las disputas por lo público y lo común, siempre presente en los territorios y las comunidades de nuestra región. Las y los inte- grantes de los trece proyectos han realizado un importante trabajo investigativo, cuyos frutos, los capítulos antes presentados, enri- quecen de gran manera el debate de las ciencias sociales y humani- dades en estas temáticas. Felicitamos a les autores y agradecemos a CLACSO que, median- te su Directora Ejecutiva, Karina Batthyány, la Dirección de Inves- tigación y la Dirección de Publicaciones, coordinadas por Pablo Vommaro y Fernanda Pampín, respectivamente, y el trabajo de Te- resa Arteaga y Ulises Rubinschik, hizo este libro posible. Sin más, les dejamos, para que puedan sumergirse en la lectura. 23 Economía comunal indígena Elementos desde la gestión del agua como bien común (Comunidad de Quiacquix, Totonicapán, Guatemala)1 Rolando Alonzo Gutiérrez Introducción Los territorios de América Latina están siendo afectados por los em- bates del extractivismo que, en el marco del modelo de desarrollo 1 Se agradece especialmente a las autoridades comunitarias de la Parcialidad de Quiacquix: Carlos Bernardo Álvarez, Presidente; Jacobo Tumax, Secretario; César Benito Aguilar, Tesorero; Pedro Ricardo Yax, Vocal I; Marvin José Menchú, Vocal II; Jesús Benedicto Ajucum, Vocal III; Edgar Cristóbal Ordóñez, Vocal IV. A Marta Elena García por todo su apoyo en la sistematización, transcripción y logística; a Claudio Amílcar Lópezpor su trabajo en la elaboración del estado del arte, apoyo al trabajo de campo y revisión, siempre muy agudo con sus preguntas. A Julio César Mazariegos por el apoyo brindado en la elaboración del contexto, corrección de estilo y edición, su diligencia es muy apreciada. A Marco Chávez por sus observaciones pertinentes al informe final, y a Gabriela Soto por su acompañamiento en el trabajo de campo, ambos de la Asociación Utz Che’. Finalmente, se agradece a la Carrera de Trabajo Social (Centro Universitario de Occidente-Universidad de San Carlos de Guatemala) a través de su Departamento de Investigación y a la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Guatemala por el respaldo institucional en la presentación y ges- tión de esta iniciativa de investigación, y a CLACSO por el apoyo brindado dentro de la convocatoria. Los conocimientos y experiencias aquí expuestas son sabidurías de los sujetos (hom- bres y mujeres mayas k’iche’) forjadores de las estructuras comunales de Quiacquix- Totonicapán, nosotros solo tratamos de intermediar en su escritura, comprensión e interpretación para compartirlas con un público mayor. 24 Rolando Alonzo Gutiérrez neoliberal, ha sido impulsado por sectores privados, organismos financieros internacionales e incluso por el mismo Estado. Esta irrupción ha recaído principalmente en los territorios de los pueblos indígenas, ricos en bienes comunes naturales. Estos actores no sola- mente extraen, se apropian y se llevan la riqueza, sino que también destruyen el tejido social comunitario y por ello, emergen conflic- tividades sociales que tiene efectos a corto, mediano y largo plazo. El modo de acumulación por desposesión (Harvey, 2004) acompaña este proceso de extractivismo. Aunque se promulga que el neolibera- lismo como modelo ha fracasado, aún se ve fuerte resistencia por las oligarquías para mantenerlo y profundizarlo. Por otra parte, las luchas del presente siglo se centran a nivel de los pensamientos y epistemologías, el positivismo y funcionalismo como base de la ciencia normal ha contribuido al deterioro ambien- tal actual, mismo que está aparejado con un tipo de civilización: la occidental. Este desgaste es parte de la crisis multidimensional en curso, del pensamiento instrumental fomentado por el economicis- mo de la corriente neoclásica y, a pesar de ello, sigue invadiendo con su lógica todos los rincones de la vida humana. Uno de ellos es la gestión del agua comunitaria y que ahora en pleno siglo XXI es parte de los recursos que cotiza en la bolsa de valores. Ante este marco contemporáneo de procesos y crisis en América Latina han tomado fuerza los movimientos sociales por la defensa del territorio y de los bienes comunes naturales,2 así como corrientes de pensamientos alternos como la ecología política, la economía eco- lógica, la economía solidaria, el diálogo de saberes, la reivindicación de las cosmovisiones de pueblos indígenas, las epistemologías del sur y los entramados comunitarios. Todas estas corrientes vienen sien- do fundamentadas desde paradigmas emergentes que cuestionan el 2 En el caso de Guatemala se impulsaron movimientos como: La Marcha por el Agua en 2016 y los diálogos por el agua realizados por la Universidad de San Carlos de Guatemala en el mismo año. 25 Economía comunal indígena positivismo y la noción de desarrollo como finalidad última de las sociedades. En contribución a estos movimientos sociales y de pensamientos, la recuperación de otros contenidos y formas de economía como la comunal indígena se hace indispensable para dar pasos hacia otras formas de vida. De ahí la importancia de analizar y caracterizar ex- periencias de gestión de bienes comunales como el agua y su contri- bución a la economía comunal indígena que fue el propósito central de esta investigación. Sin embargo, el contexto guatemalteco pre- senta la paradoja de crecimiento económico con desigualdad social creciente, a la par de un manejo deficiente del agua a nivel nacional caracterizado por su contaminación, escasez en época seca, vacíos y traslapes en la legislación actual, los desvíos de ríos, y los usos mayo- ritarios para la agroindustria y en menor medida para el consumo humano. Además, en las políticas y agendas del agua está presente el fomento de la gestión mediante la lógica mercantil y de grandes proyectos, aunque a nivel local, se ha impulsado el modelo básico institucional con esta misma lógica. Ante ello, el abordaje de la experiencia de la comunidad de Quia- cquix, Totonicapán es fundamental para contrastar el tipo y lógica de gestión con esos modelos que impulsan gobiernos, cooperación internacional y algunas ONG, principalmente, en el marco del de- bate de la ley de aguas. La gestión del agua como bien común se abordó mediante un trabajo etnográfico concretado con entrevistas con grupos focales, entrevistas individuales y revisión bibliográfica, además, de un recorrido de campo en el mes de diciembre de 2021. Con esto se conoció la forma de gestión del agua y cómo contribuye a comprender y caracterizar la economía comunal indígena. Entre los principales resultados se encuentra que desde el aná- lisis de la gestión del agua como bien común se sistematizaron y comprendieron los elementos que conforman la economía comu- nal indígena, sobre la cual se ofrece una definición y se dialoga con elementos de otros enfoques económicos (economía ecológica, eco- nomía solidaria y economía política). Se distingue entre economía 26 Rolando Alonzo Gutiérrez comunitaria de la economía comunal y, con base en revisiones de estudios y las propias entrevistas, se da cuenta del proceso de rees- tructuración o reconfiguración económica, social y política por la cual está atravesando la primera con incidencia en la segunda. En este documento se presenta en el primer apartado, el contex- to, planteamiento y metodología de la investigación. Asimismo, en forma sintetizada se formulan las preguntas, objetivos y metodo- logía de la investigación. Como segundo apartado, se plantean los antecedentes y el marco teórico-conceptual donde se revisan estu- dios de Guatemala, México y Bolivia sobre la economía comunal y se plantean conceptos y categorías de los enfoques económicos que entran en diálogo con esta investigación, entre ellos: el pensamiento clásico, neoclásico, la economía política, ecológica y la economía so- lidaria. Finalmente, en el tercer apartado se presentan los resultados de investigación donde se abordan los puntos siguientes: la estruc- tura social y organizativa de la comunidad de Quiacquix, la dinámi- ca de gestión del agua, la economía comunal indígena y su relación con lo ecológico y solidario. Por último, aparece el apartado de las conclusiones. Contexto, planteamiento y metodología de la investigación Contexto nacional en torno a la dinámica económica y la gestión del agua Guatemala es uno de los países más grandes de Centroamérica (después de Nicaragua y Honduras), el que tiene el mayor número de población y el que cuenta con la economía más grande de la re- gión (SIECA - estadísticas, 2022). Durante las últimas dos décadas, el país ha experimentado una dinámica económica estable con un crecimiento promedio en el PIB de 3.0%. Para el año 2019 este creci- miento fue de 4.0%, mientras que para el siguiente año mostró una baja de -1.5% derivado de la contracción económica mundial por la 27 Economía comunal indígena pandemia del COVID-19. Finalmente, para el año 2021 el PBI real evi- denció una recuperación de la actividad económica con un índice de crecimiento de 7.5% (Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia –SEGEPAN–, 2021). Este último dato ha sido utilizado por la clase política para transmitir un mensaje de positivismo hacia la población. Sin embargo, el discurso del crecimiento económico es un men- saje poco realista cuando se profundiza en su historicidad y contex- to, pues relucen elementos explicativos que discuten lacerteza de sus beneficios. Según Enríquez “el crecimiento económico remite a relaciones sociales y, especialmente, a las relaciones de producción que –en su conjunto– se encuentran imbricadas en estructuras y re- laciones de poder y en entramados institucionales que las modelan y encauzan en el contexto del proceso de acumulación de capital” (2016). Contextualizar el crecimiento económico del país conduce a discutir tres elementos clave: a) la estructura productiva del que se deriva y responde; b) la dinámica del poder que lo configura y deter- mina; y c) lo concreto del crecimiento económico en las condiciones de vida de la población guatemalteca. Por razones de espacio solo se mencionarán aspectos claves de estos elementos. La estructura de la economía nacional durante las últimas dos décadas se ha caracterizado por su acelerada tercerización y un ma- yor balance negativo en el comercio exterior. Aparte de la estructura cimentada sobre los servicios y el consumo, también se observa una dinámica de concentración territorial de la actividad económica en la ciudad capital y en las ciudades de Escuintla y Quetzaltenango. En estas ciudades también se ubican las grandes empresas. Deriva- do de la concentración de la actividad económica y del empleo, y de una estructura basada en la micro y la pequeña empresa, se ge- nera una dinámica de desigualdad en la apropiación del exceden- te de producción. Se estima que solamente el 4 % del excedente es para la microempresa, el 15 % para la pequeña empresa y en igual 28 Rolando Alonzo Gutiérrez proporción para la mediana, mientras que el 65 % es apropiado por la gran empresa. La dinámica del crecimiento económico en Guatemala y de sus re- sultados ha dependido principalmente de la intervención del Estado y el actuar de las elites económicas. Según Waxenecker, la estructura económica de desigualdad “incide directamente en las desigualda- des de poder” (2020). A ello se debe la tesis del mismo autor cuan- do plantea la economía de captura, la cual analiza la capacidad de los agentes económicos para alterar las políticas públicas (económicas y sociales) y el sistema de normas jurídicas, incluyendo la aplicación de justicia. No obstante, la economía de captura se inscribe en un problema más profundo, el de la captura del Estado y este último en la configuración histórica de un Estado colonial y patrimonialista (Reyes, citado en VRIP-URL, 2016). Aunque el discurso de la elite económica guatemalteca pregona la necesidad de un mayor crecimiento económico, de estímulos a la inversión y la generación de oportunidades de empleo, la evidencia de las últimas dos décadas sugiere todo lo contrario. “El crecimiento acumulado para ese mismo período [2006-2014] fue del 32% y, dada la tasa de crecimiento de la población, es equivalente a un incremen- to per cápita del 8,4% acumulado. Sin embargo, el consumo prome- dio de los habitantes se redujo en un 21% (excluyendo a los estratos de altos niveles de ingreso), y, como consecuencia de ello, la pobreza aumentó del 52,2 al 59,3%” (Romero, Alvarado y Ramírez, 2018). Como se colige de los párrafos anteriores, la economía guatemal- teca se caracteriza por tener un modelo y sistema económico capita- lista en su fase neoliberal que, si bien presenta tasas importantes de crecimiento económico, ha sido concentrado por la elite económica y política vinculado a sectores económicos extractivistas y abona- do por los mecanismos de la economía de cooptación. De hecho, “En la sociedad moderna, el aumento de la renta es el objetivo mismo de la vida, en el que se depositan todas las esperanzas y proyectos de hombres y mujeres” (Hamilton, 2006). Es parte de la nueva razón del mundo que consiste en edificar la vida y la vida social como una 29 Economía comunal indígena empresa, racionalidad que deviene de la filosofía del neoliberalismo (Laval y Dardot, 2015). De ahí que la economía convencional promueve una visión mer- cantilizada de los bienes comunes naturales de las comunidades in- dígenas, con todo su instrumental analítico fundado en la economía neoclásica que sustenta también el modelo neoliberal. Este enfoque mercantil se expresa y operativiza en la gestión de agua a nivel na- cional y a nivel comunitario. En Guatemala, el agua es un recurso relativamente abundante. Para el año 2010 se estimó una disponibilidad total de 93 mil millo- nes de m3, mientras que la demanda se ubicó en 20 mil millones de m3 según mediciones del Instituto de Agricultura, Recursos Natura- les y Ambiente de la Universidad Rafael Landívar (IARNA-URL, 2012). El 37,5% del consumo fue utilizado por la agroindustria, el 31,9% en actividades agropecuarias y silviculturales, el 24,8% para la genera- ción de energía eléctrica, el 2,3% para uso en los hogares y el 3,5% para otras actividades. Los datos confirman que la demanda de agua en el país en menor proporción, proviene de los hogares, lo cual contrasta con el 23 % que aún se provee de fuentes no seguras (pozo propio, agua de lluvia, río o lago, manantial o nacimiento y compra por camión o tonel). Este porcentaje se eleva al tomar en cuenta solo a los hogares del área rural, pues se estima un nivel de cobertura de 58,1% para el año 2011. La problemática del acceso a agua de fuentes seguras se ve agu- dizada por el desvío de ríos a grandes propiedades dedicadas a la producción de caña de azúcar, palma aceitera, plantaciones de hule, entre otras. Este hecho también ha ocasionado daños a los ecosiste- mas, cultivos y en el abastecimiento de las poblaciones que habitan río abajo (COPAE, 2021). Andrés Cabanas, citado por Gutiérrez (2018), comenta que derivado de una inspección realizada por autoridades y comunidades de Champerico, Retalhuleu, se constataron 11 des- víos durante el trayecto del Río Bolas, así como el desarrollo de otras prácticas de extracción (construcción de diques, perforación de po- zos, dragado de ríos y lagunas, uso de motobombas, entre otras). Ante 30 Rolando Alonzo Gutiérrez esta situación, es urgente la aprobación de la ley de agua, respetando las formas comunales de gestión por parte de los pueblos indígenas. Junto con el problema del acceso está el de la contaminación. Se estima que el 95% de las fuentes de agua del país están contaminadas, mientras que los programas de control y tratamiento solo se aplican en el 50% de los sistemas de distribución a nivel nacional y pese a ello, cerca de una cuarta parte de dichos sistemas presentó conta- minación bacteriológica para el año 2011 (IARNA-URL, 2012). Según Gobitz (2020) citado por Padilla “Casi cuatro millones de personas no cuentan con un servicio de saneamiento seguro” (Padilla, 2020). Se ha documentado que la contaminación del agua proviene de las aguas residuales de los centros urbanos que son devueltas a las fuentes sin ningún tratamiento y van cargadas con nutrientes, bacte- rias y patógenos que repercute en la calidad del recurso. Otro vector de contaminación proviene de las prácticas utilizadas en la agricul- tura, principalmente la agricultura extensiva en la planicie costera del pacífico y el valle del Río Motagua (Gutiérrez, 2018). El traslado de estas prácticas productivas hacia unidades más pequeñas está cau- sando una contaminación generalizada del agua a lo largo del país. El modelo económico ha sido en gran medida, el principal causan- te de la contaminación de las fuentes de agua en el país. Según el Co- lectivo Madre Selva, citado en Gutiérrez (2018), la contaminación de los manantiales subterráneos y espejos naturales de agua también se debe a las actividades de la minería metálica. “La mina Marlin, para producir una onza de oro, requirió pulverizar una tonelada de roca, y para disolver metales como el oro empleó seis toneladas de cianuro de sodio por día, siendo una de las principales fuentes de contami- nación por el drenaje ácido de dicho proceso industrial” (Gutiérrez, 2018). De igual manera, han existido diversos casosreportados por el periodismo de investigación sobre la desaparición de los caudales, cambios en la coloración de ríos y lagos, mortandad inexplicada de peces, invasión por algas, entre otros problemas, esto causado tam- bién por monocultivos como la palma africana principalmente, el 31 Economía comunal indígena caso emblemático de la contaminación del Río de la Pasión, Petén, en el año 2015. Ante la situación de crisis de la gestión de la gestión del agua y la competencia en sus usos por los hogares y la agroindustria, la gestión de este bien común se vuelve conflictiva entre comunidades, movi- mientos en defensa del territorio y las grandes empresas nacionales y trasnacionales y el propio Estado. Y más cuando en los territorios altos de las comunidades rurales indígenas de la región del Altiplano Occidental de Guatemala, se ubican las cabeceras de las principales cuencas de los ríos de Guatemala, es el caso de la parte alta de San Marcos y municipios alrededor, y la parte de las montañas de Totoni- capán, Santa Catarina Ixtahuacán y Nahualá. Precisamente la relación entre estos dos últimos municipios ha sido conflictiva por límites territoriales y la respuesta del gobierno central fue imponer un estado de sitio, afectando las relaciones de las comunidades de Totonicapán, por su cercanía limítrofe y por la tensión histórica entre estas comunidades y el Estado. En entrevis- ta, Marco Chávez de la Asociación Utz Che’ resalta elementos de este acontecimiento y que afectó negativamente, la aceptación del traba- jo de campo de esta investigación, por parte de las comunidades de Totonicapán: El conflicto entre Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán tiene varias aristas, las que causan mayor impacto con la cercanía a Totonicapán y algunas autoridades, el Estado de Guatemala lo identifica como un problema generalizado y esquematiza a los pueblos indígenas como violentos, una situación normalizada por parte del Estado (…) el 7 de enero de este año 2022, hubo altercados donde algunos miembros de la policía aprehenden a tres guardabosques de la parcialidad Vás- quez, los aprehenden y los tratan como cualquier delincuente y los llevan detenidos; se les indica en Sololá el motivo de su detención y posteriormente son trasladados al preventivo de las zona 18 de la ciudad de Guatemala, los trasladaron a pesar de que estaban debi- damente identificados con la vara que representa la autoridad para los pueblos (…). Se hermetizan (las comunidades) por la situación que 32 Rolando Alonzo Gutiérrez se vive y es una amenaza que se visualiza porque ahora ya no solo es Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán y también el mismo Esta- do que los jala en estos procesos al involucrarlos. Físicamente el te- rritorio se ve afectado directamente por los límites territoriales que existen entre Nahualá, Santa Catarina Ixtahuacán y algunas parcia- lidades de Totonicapán (Comunicación personal, junio de 2022). Lo anterior es solo una muestra de la forma de criminalización que se está dando a defensores del territorio en todo el país y que, tal como se describe en el contexto, el modelo económico extractivista requiere del brazo policial del gobierno para avanzar en su lógica de depredación de recursos naturales.3 Como se observa, el agua es un elemento fundamental como re- curso estratégico para la economía convencional, pero también para la reproducción de la vida desde la perspectiva de las comunidades rurales y que, en el caso de Totonicapán, su gestión se vincula estre- chamente con otras formas de organización económica, tema-objeto de estudio de la presente investigación. Planteamiento del problema de investigación En el enfoque de la economía convencional (fundada en la corrien- te económica neoclásica) el agua es considerada como recurso y, a la vez, como mercancía. Como tal está sujeta a las leyes de la acu- mulación capitalista y a los mecanismos de la oferta y demanda, competencia económica, eficiencia y eficacia productiva, maximi- zación de ganancias, reducción de costos, etc.. En la práctica de la gestión del agua y mediante proyectos de mejoramiento, amplia- ción o disponibilidad de agua, se operativizan leyes, mecanismos y principios mediante modelos de gestión con lógica mercantil.4 Estos 3 Ver https://www.prensalibre.com/ciudades/solola/que-se-sabe-de-la-captura-de- cuatro-guardabosques-y-que-origino-una-manifestacion-en-la-ruta-interamerica- na-breaking/ 4 En Alonzo Gutiérrez (2022), se argumenta que tanto el modelo básico institucional y la gestión integrada del recurso hídrico (GIRH) presentan contenidos y características 33 Economía comunal indígena abarcan las fases y/o etapas de planificación, ejecución, operación y sostenibilidad de los sistemas de agua y saneamiento que son im- pulsados por municipalidades, ONG y programas gubernamentales, y que, a nivel local, estos sistemas se convierten en servicios de agua prestados por asociaciones, comités, consejos de desarrollos comu- nitarios y las propias municipalidades. Con esta lógica subyacente en el modelo de gestión del agua se permean las relaciones sociales, económicas, políticas y culturales desde la lógica económica neoli- beral y se trata de justificar el agua como mercancía para su privati- zación por empresas nacionales y trasnacionales con la venia de los gobiernos de turno y el propio Estado. Lo anterior contrasta con una lógica de gestión comunitaria que, mediante la labor y el trabajo comunal de comités de agua insertadas en estructuras y normativas de autoridades comunales, mantienen un sistema de agua sustentable para el bienestar colectivo de miem- bros de las comunidades y que gestionan tanto el agua, así como el bosque y la tierra en forma común. En estas estructuras y normati- vas se manifiestan otras formas de relaciones económicas, cultura- les, ecológicas y sociales que han evolucionado conjuntamente entre sociedad y naturaleza. En comunidades indígenas del occidente de Guatemala se observan estas estructuras y normativas, aunque con mayor fuerza en las comunidades del municipio de Totonicapán, en los llamados 48 cantones. Desde la experiencia, lógica, práctica, estructuras y normativas de las autoridades comunales, la presente investigación tratará de sistematizar los principios, mecanismos y flujos de valor que se pro- ducen en la gestión del agua como bien común, enfocado a constituir y obtener elementos para la economía comunal indígena que co- rresponda a ese sistema de gobierno comunal. Es decir, plantearse la de mercantilización en las relaciones sociales comunitarias que promueven los pro- yectos de agua, patrocinados estos por cooperación internacional y ONG, respaldados por las entidades públicas rectoras del sector Instituto de Fomento Municipal-Unidad de Acueductos Rurales (INFOM-UNEPAR) y Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS). 34 Rolando Alonzo Gutiérrez existencia específica de una forma comunal indígena de la economía desde el contexto específico de las comunidades de los 48 cantones de Totonicapán. Preguntas y objetivos de investigación Con relación a lo anterior, las interrogantes que se plantearon en la presente investigación son: ¿Qué principios y mecanismos económi- cos y/o extraeconómicos operan en la experiencia de gestión de bie- nes comunes como el agua y que podrían fundamentar la economía comunal indígena? ¿Qué elementos comunes y divergentes se pue- den encontrar con principios y conceptos fundamentales de la eco- nomía política, la economía ecológica y la economía solidaria? ¿Qué categorías o conceptos centrales pueden caracterizar y fundamentar lo que puede denominarse como economía comunal indígena? Por su parte, los objetivos que orientaron el proceso de investiga- ción fueron cinco, uno general y cuatro específicos. Como objetivo general se pretendía caracterizar y configurar los elementos centra- les (categorías, conceptos, principios y mecanismos) que integran la economía comunal indígenadesde la experiencia de gestión comu- nal del agua como bien común de las comunidades de los 48 can- tones del municipio de Totonicapán y desde los nuevos enfoques económicos alternativos (ecológico, solidario y crítico). Los objetivos específicos fueron los siguientes: 1. Sistematizar y teorizar los aspectos de principios, valores, consignas, trabajo, servicio, aportes económicos, etc., que se llevan a cabo en la gestión de agua como bien común y su integración a la economía comunal. 2. Contrastar la visión sobre el concepto de sustentabilidad que manejan las comunidades con la de las entidades públicas y gobierno actual. 35 Economía comunal indígena 3. Establecer las relaciones entre las unidades económicas do- mésticas y las formas organizativas de la gestión común del agua. 4. Identificar las relaciones entre aspectos sociales y culturales y lo económico desde la perspectiva comunal indígena. 5. Analizar elementos teóricos de la economía ecológica, políti- ca y solidaria que den sustento teórico a la economía comu- nal indígena. Aspectos metodológicos El proceso de investigación se abordó desde un marco metodológico etnográfico de carácter trasversal y focal (Morse, 2003) con aplica- ción de procedimientos de tipo cualitativo en combinación con as- pectos cuantitativos. Dentro de los procedimientos cualitativos se tenía contemplado realizar entrevistas individuales, observación participativa focalizada de eventos y actividades de la comunidad y grupos focales, sin embargo, por la incidencia de la pandemia del CO- VID-19 y, principalmente, por las tensiones sociales causadas por el estado de sitio en dos municipios fronterizos de Totonicapán no fue posible aplicar las técnicas previstas; las comunidades se cerraron y no autorizaron realizar estas actividades. De cuatro comunidades previstas para investigar, solamente en una se obtuvo la autorización por intermedio de la Asociación Utz Che’,5 después de realizar audiencia con la Junta de Recursos Natu- rales del municipio y de solicitar audiencia con la Junta Directiva de los 48 Cantones, y que al final fueron audiencias infructuosas. A través de Utz Che’ se obtuvo la autorización de poder trabajar con la Parcialidad de la comunidad de Quiacquix que, durante tres jorna- das de trabajo grupal, de tres horas cada una se obtuvo información tanto cualitativa como cuantitativa. En dicho proceso participaron 5 Palabras en idioma k’iche’ que significa “buen árbol”. 36 Rolando Alonzo Gutiérrez siete miembros de la junta directiva de la Parcialidad en las tres jor- nadas y tres miembros del comité de agua en una jornada. Tanto los miembros de la Parcialidad como los del comité de agua brindaron información valiosa y confiable a partir de la experiencia de trabajo comunitario al pertenecer a diferentes estructuras comunitarias. En este grupo focal extendido (por las jornadas llevadas a cabo) se abordaron temas vinculados a los principios, valores, mecanismos, re- laciones, formas organizacionales, etc., de la gestión del agua; es decir, aspectos de la dimensión sociocultural (parte cualitativa). Para esto se diseñaron y aplicaron preguntas abiertas al grupo focal de autorida- des comunales de la Parcialidad y directivos del comité de agua. Esta información fue sistematizada mediante esquemas sobre los significa- dos y relaciones comprendidas en las respuestas de los entrevistados, en la parte de resultados de este informe se presentan estos esquemas. Por otra parte, los aspectos de tipo cuantitativo propiamente económicos tales como: trabajo colectivo, aportes económicos, gas- tos para fiestas, pago de tarifas especiales, etc., es decir, los flujos de valor que consisten en montos monetarios y/o económicos se tra- bajaron usando carteles tipo matrices y que participativamente se fueron llenando con información del grupo de autoridades de la par- cialidad. No fue solamente una matriz sobre la economía comunal, sino también sobre la economía comunitaria, con claras diferencias entre una y otra y que en la parte de resultados se expone. Posterior- mente a este llenado de matrices se vació y sistematizó mediante ma- trices con Excel calculando valores monetarios (montos) del trabajo comunal expresado en días de servicio. Tanto en los esquemas elaborados y las matrices cuantitativas que muestran flujos de valor se distinguen las unidades domésticas que realizan actividades económicas (economía comunitaria) vin- culadas a la economía convencional o capitalista y las estructuras organizativas comunitarias que llevan a cabo el trabajo comunitario llamado en k’iche’ k’axk’ol y que pertenece a la llamada economía comunal indígena. Se hicieron análisis cualitativos y cuantitativos que muestran sus relaciones y tensiones entre ambas. 37 Economía comunal indígena El cruce (triangulación) de la información recogida y sistematiza- da se dio a partir de la entrevista realizada con un informante clave de la Asociación Utz Che’, la cual versó sobre las tensiones existentes entre el Estado y las comunidades, la réplica de la experiencia de ges- tión del agua y economía comunal de Quiacquix y las otras comu- nidades, valoración de la situación de la economía comunitaria y el enfoque de sustentabilidad que Utz Che’ aplica en sus procesos de intervención; y en forma complementaria se entrevistó al Presidente de la Parcialidad de Quiacquix. Y, finalmente, a partir de los resul- tados empíricos se aplicaron elementos de la teoría fundamentada (Mayan, 2001) que permitió integrar aspectos de nuevos conceptos y comprender la complejidad de la economía comunal al contrastar los principios, conceptos y mecanismos con los enfoques económi- cos de lo solidario, lo ecológico y de la economía política. Caracterización del municipio de Totonicapán y de la comunidad de Quiacquix6 El departamento y municipio de Totonicapán ha sido históricamente parte del territorio del pueblo K’iche. “El nombre original del munici- pio de Totonicapán es Chuimekena´, voz K’iche’ que significa “sobre el agua caliente”, por las aguas termales y sulfurosas que existen en parte baja de la ciudad” (Municipalidad, 2018, p.8). En el cuadro 1 se observan los principales indicadores demográficos, económicos y sociales del municipio. El territorio del municipio de Totonicapán es rico en bosques, ríos y montañas. El principal remanente boscoso está ubicado en la zona alta del mu- nicipio en el área de la reserva de la biosfera Sierra Parraxquim, se 6 Esta caracterización sintetizada de la información más relevante del municipio y de la comunidad se hace a partir de información secundaria contenida en los docu- mentos de planes de desarrollo municipal (2010 y 2018) que SEGEPLAN ha realizado para la totalidad de municipios del país. 38 Rolando Alonzo Gutiérrez caracteriza por una diversidad de recursos naturales, ya que predo- mina el recurso forestal con una alta biodiversidad natural, con eco- sistemas forestales altamente productores de agua y que albergan en su interior numerosas especies de fauna típica de la zona de monta- ña o de bosque nuboso (Municipalidad de Totonicapán, 2018, p. 12). Cuadro 1. Principales indicadores sociodemográficos y económicos del municipio de Totonicapán Indicadores Descripción Población 103.952 personas, 46% hombres y 54% mujeres. 98% población indígena de descendencia maya K’iche’ (INE, 2018). Pobreza y pobreza extrema 22,6% y 69,6% respectivamente (SEGEPLAN, 2011). Índice de Desarrollo Humano 0,623 considerado en un nivel medio (INE, 2002). Índice de GINI 29,6%, lo cual es considerado moderado (SEGEPLAN, 2011). Clima Es frío, con mayor intensidad en los últimos y primeros meses de cada año, promedia una temperatura mínima de 12ºC. Zonas de vida (de acuerdo a Holdridge) Bosque húmedo Montano Bajo subtropical (bh-MB) en la parte noroeste del municipio, bosque muy húmedo Montano Bajo subtropical (bmh-MB) en la parte norte y sur, y bosque muy húmedo Montano subtropical(bmh-M) en la parte central y sureste. Población Económicamente Activa (PEA) PEA del 55% de la población en edad de trabajar (Población de 15 años y más: 75.144 personas), de esta un 98% está ocupada y el 2% desocupada; y el 45% es población económicamente inactiva (USAC, 2014). Principales actividades económicas Servicios 33,27 %, comercio 16,08%, la actividad artesanal 13,86 % y 12,88% la actividad agrícola” (USAC, 2014). Fuente: elaboración propia. Al año 2004, el municipio cuenta con 98,65% (17.685 hectáreas) de bosques naturales y el 1,35% (243 hectáreas) de bosques artificiales, el bosque comunal cuenta con el 81% de la extensión total. La ma- yoría de los bosques son coníferas (9.280 hectáreas), le sigue en im- portancia de los bosques mixtos (3.560) y bosques con cultivos (194 hectáreas) (ver mapa 1). En 1997 quedó formalmente constituida la Asociación Ulew Che Ja, cuyo objetivo primordial es la preservación de los recursos naturales. Totonicapán es conocido por las prácticas tradicionales mayas de conservación de sus bosques y por ende de su 39 Economía comunal indígena bien hídrico, esto se debe a las estructuras organizacionales basadas en lo comunal y el parentesco. En cuanto a ríos, el municipio de Totonicapán es un territorio estratégico ya que es considerado cabecera de cuencas, en sus mon- tañas y bosques nacen y se alimentan diferentes ríos: El río Chixoy (nace en riachuelos de Tzanix nam, Mactzul, Chimente, Pacoxom, Pa- puerta, luego de un corto recorrido se dirige hacia Quiché), Motagua (Paimut que le da origen) que culminan en el Océano Atlántico, el río Samalá (zformado por Chuanoj, Panimá, Xantún, Chimoral, Ju- chanep, Paquí, Pequelá, Pasajoc y Parracana,), el río Nahualate (nace en el bosque de Rancho de Teja, alimentándose del río Arco Iris) que desembocan en la vertiente del Pacífico y el río Usumacinta (lo for- man el Sacmequená, el Xolpachec, el Boloba que se dirige a Santa María Chiquimula). Para resumir: El territorio tiene un alto valor hidrológico, ya que ahí se ubica la ca- becera de cuatro cuencas hidrográficas que marcan la línea divisoria de aguas hacia el Golfo de México, el Mar Caribe, el Océano Pacífico y también las principales fuentes que abastecen al Lago de Atitlán (uno de los principales atractivos turísticos del país) (Junta de Recur- sos Naturales et al, 2021, pp.7-8). El municipio de Totonicapán también cuenta con fuentes de agua captadas principalmente en la parte alta del mismo, ubicadas entre Chuipachec y la cumbre María Tecún; riachuelos: Esperanza y Pasetesic; quebradas: Barreneche; caída de Agua: Pequelá. Los ríos y riachuelos en algunos casos son usados como aguas servidas que deterioran el ambiente por la contaminación, siendo un problema aún no resuelto. El Municipio posee un sistema de montañas que se desprenden de la cordillera principal, salvo pequeñas extensiones que conforman va- lles y planicies. La mayor parte del territorio es de relieve ondulado y en ciertos lugares es fuertemente inclinado, debido a la topografía el suelo, es en alto grado erosionable, pero presenta un buen drenaje interno y una profundidad mediana. Entre los principales cerros se 40 Rolando Alonzo Gutiérrez encuentran Campanabaj, Cerro de Oro, Tunabaj, Caxtún, Chuitaman- go, Itzelaguaj, Coxom, Tierra Blanca, además la Cumbre de María Te- cún y la región de la cumbre de Alaska. Cuenta con un volcán, llamado Cuxlikel, que la mayoría de la población llama Cerro Cuxlikel. Mapa 1. Ubicación de bosques de Totonicapán y la comunidad Quiacquix, Guatemala Fuente: Junta Directiva de Bienes y Recursos Naturales 48 Cantones, Silvel Elias, Felipe Gómez, y German García, abril de 2021. 41 Economía comunal indígena En cuanto a la dimensión económica, se observa un bajo porcentaje de PEA y la actividad económica se concentra en el sector de servi- cios y comercio (cuadro 1), por ello, se observa una concentración de actividades y servicios en la cabecera municipal donde destacan las tiendas y almacenes donde se distribuye todo de productos, lo que significa el crecimiento del comercio formal pero también informal, en calles aledañas al parque central y mercados se concentra una gran cantidad de puestos de vendedores informales ofertando una gran diversidad de productos como ropa, zapatos, frutas, verdaderas, utensilios de ferretería, etc. Y los días sábados, días de plaza, bajan al centro urbano personas de las comunidades a ofrecer gran cantidad de productos agrícolas principalmente. Por otra parte, se observa la disponibilidad de servicios financie- ros por la presencia de sucursales de los principales bancos, coope- rativas de ahorro y crédito, así como supermercados y la despensa familiar y ahora se construye un edificio del Instituto Técnico de Ca- pacitación (INTECAP) que implementa programas de capacitación técnica a empresas, cursos de capacitación para mejorar el empleo y asesoría y asistencia técnica empresarial mediante consultores profesionales. Se observa también un crecimiento importante de la economía del transporte con flotillas de buses, microbuses, taxis y mototaxis, que dan el servicio de transporte entre las comunidades y el centro urbano, y de la cabecera municipal a otros municipios, principalmente a la ciudad de Quetzaltenango. Del municipio de To- tonicapán se dan flujos de movilidad de personas dentro del casco urbano de personas de la localidad y de los municipios vecinos, así mismo, existe migración a ciudad capital, especialmente personas con nivel de preparación académica. Otros viajan a Quetzaltenango, Huehuetenango, San Francisco El Alto, Sal- cajá donde se involucran como dependientes en los comercios, edu- cación y otros (Municipalidad de Totonicapán, 2010, p. 57). En las comunidades la economía se basa en la producción fami- liar y se caracteriza por la producción de granos básicos como el 42 Rolando Alonzo Gutiérrez maíz desarrollado en el sistema milpa, además, existe una produc- ción importante de artesanías en la que destaca la producción de textiles típicos como cortes, blusas, listones, fajas, frazadas, mante- les, etc.. Otra característica observada en las comunidades es la gran cantidad de pequeños negocios y talleres familiares como panade- rías, tiendas de abarrotes, sastrerías, ventas de ropa, etc., sobresalen las comunidades de Chuculjuyup, Coxom y Paxtocá en la producción de manzana y durazno que se exportan a El Salvador; producción de huevos y crianza de pollos de engorde en las comunidades de Xantún, Chuisuc y Chonimabaj; y, fabricación de muebles en Xes- acmaljá. Finalmente, en las comunidades de Chipachec y Poxlajuj se ubican actividades de agroindustria como producción de shampoo, crema, defoliante y desodorante, la producción de mermelada y la de agua pura. En las comunidades y en el centro urbano, se destacan en el pai- saje casas modernas construidas de concreto, fruto de las remesas familiares que envían personas que han migrado a los Estados Uni- dos de Norteamérica. Caracterización de la comunidad Quiacquix La comunidad del Cantón Quiacquix está ubicada al sur de la cabe- cera del municipio de Totonicapán (ver mapa 2), se divide en cuatro parajes: Paquiacquix, Chuipachaj, Pojer K’ayib’al y Chaquiral del municipio y departamento de Totonicapán. Las colindancias de la comunidad son: Norte: Aldea Nimasac y Xesacmaljá, Sur: Santa Ca- tarina Ixtahuacán Sololá, Este: Chipuac, y Oeste: Aldea Vásquez. La población estimada del Cantón es de 3.000 habitantes, un 40% son hombres y un 60% son mujeres, esta diferencia se debe a que las personas que migran hacia Estados Unidos son, en su mayoría, hombres. La comunidad de Quiacquix está organizada de acuerdo a las estructuras ancestrales como la alcaldía comunal con un alcalde titular y un suplente, con sus organizaciones tales como un consejo 43 Economía comunal indígena educativo, escolares, secretaria, comité de instituto, custodio de ce- menterio, delegadosde baños, alguaciles, comité promejoramiento de cementerio y comité de agua (Comunicación personal, mayo de 2022). Parte fundamental de estas estructuras organizativas es la Par- cialidad de Quiacquix cuya base de parentesco lo constituye las fa- milias Menchú. En la parte de resultados se profundizará sobre esta estructura, su función y relaciones comunitarias. Mapa 2. Ubicación del Cantón Quiacquix, Totonicapán, Guatemala Fuente: Elaboración propia con base en Google Earth, 2022. Antecedentes y marco teórico-conceptual La economía convencional (fundada en la corriente económica neo- clásica) está arraigada en los modelos de crecimiento y desarrollo de las sociedades latinoamericanas y es parte constitutiva de los siste- mas económicos nacionales. Estos sistemas abarcan y se concretan en regiones y localidades diversas, tanto municipales, como comuni- tarias. De ahí que los impactos de políticas públicas (principalmente 44 Rolando Alonzo Gutiérrez la política económica) con base en esta economía convencional tie- nen repercusiones no deseadas en ámbitos locales. Las empresas na- cionales o trasnacionales, así como las entidades del propio Estado mediante programas, políticas y proyectos, son portadoras de rela- ciones sociales que institucionalizan las relaciones económicas de los sistemas y modelos de desarrollo. La riqueza de recursos natura- les disponible en regiones y/o comunidades y su aprovechamiento mediante la economía extractivista es un ejemplo de la instauración de estas relaciones que trastocan la dinámica, relaciones y la propia forma de vida comunitarias. Las relaciones propias de vida comunitaria expresan formas de organización del fenómeno económico y político, que contrasta con el carácter universalista de las formas del Estado liberal y de la economía neoclásica. En el caso particular de las comunidades de Totonicapán se tienen experiencias construidas históricamente que conducen a otras formas de economía, de política y de visión de pro- ducir o reproducir la vida. De esta cuenta, se plantea la economía comunal como parte constitutiva de los sistemas de gobierno comu- nal indígena. En este capítulo, se parte de trabajos que han sistema- tizado las estructuras y normativas de estas autoridades y se hace una revisión de estudios o trabajos relacionados para indagar hasta dónde han tenido alcance en términos teóricos, epistemológicos y metodológicos y cuáles han sido sus conclusiones. Por otra parte, se retoman categorías y conceptos centrales de los enfoques de economía ecológica, economía solidaria y de la econo- mía política, esto con el propósito de comprender y contrastar las ca- tegorías con conceptos que emergen de la experiencia en la gestión del agua y economía comunal. La intención es aportar elementos en la configuración de un marco teórico basada en principios, meca- nismos y relaciones sociales que sustentan esta economía comunal. Para esto, se parte de trabajos sobre comunalidad realizados en Boli- via y México para interpretar teóricamente la experiencia particular de las comunidades indígenas de Totonicapán. 45 Economía comunal indígena Antecedentes de los estudios sobre la economía comunal en Guatemala En Guatemala son pocos los estudios encontrados que se vinculan a la economía comunal indígena. Se identificaron algunos artículos, informes y publicaciones que, aunque abordan la temática desde perspectivas distintas, también reflejan los alcances que han tenido y el estado del tema investigado. Se hará una breve referencia a cada una de estas publicaciones y se comentará la relación con la presen- te investigación sobre la economía comunal indígena desde la expe- riencia de la gestión de agua como bien común. Asimismo, se revisan y comentan algunos estudios de América Latina, principalmente de los países de México y Bolivia. Un primer trabajo es de Racancoj sobre la racionalidad econó- mica indígena de herencia maya, el cual tiene por objeto analizar los conceptos de la economía y su vinculación con la cultura Maya. Dentro de los hallazgos se encuentran que la racionalidad económi- ca maya tiene como fin último privilegiar la vida de los seres huma- nos y del entorno en su conjunto, una visión que se contrapone al modelo capitalista que privilegia el lucro y la acumulación. El au- tor evidencia la coexistencia de “dos lógicas económicas en el país, comunitaria y capitalista” (Racancoj, 2010, p. 1), y ve a la economía comunitaria como una alternativa de resistencia al capitalismo. El autor hace un esfuerzo a priori, como él lo asume, de definición de economía indígena: son todas las actividades ocupacionales, generadoras de bienes y ser- vicios en donde está involucrada la población indígena y que con- servan y aplican la racionalidad económica Maya, racionalidad que privilegia la reproducción de la vida humana y la naturaleza como fin, procesos donde no está inmersa en la ley del valor capitalista, la maximización de la ganancia ni la utilización irracional y desmedi- da de la naturaleza (Racancoj, 2010, p.7). Un segundo trabajo también de Racancoj es sobre el diagnós- tico de la economía indígena en Guatemala. A través del método 46 Rolando Alonzo Gutiérrez cualitativo exploratorio se identificaron aquellos sectores de produc- ción de bienes y servicios en las poblaciones indígenas que permi- ten establecer la racionalidad económica aplicada en los procesos de producción. Se asume como economía indígena aquella que: “se caracteriza por el predominio de la agricultura, donde prevalece la racionalidad de la herencia maya, sin embargo, existe una reconfigu- ración estructural de la economía indígena por la importancia que adquiere el comercio, servicios y remesas” (Racancoj, 2008, p. 137). En la racionalidad económica maya no prevalece la acumulación del capital como fin último, por ejemplo, se puede señalar que en todo el proceso de producción agrícola no se recupera la inversión realiza- da, esto significa que no se busca el lucro o acumulación de bienes como en la lógica económica occidental. En ambos estudios se pueden visualizar las dinámicas económi- cas internas de las comunidades indígenas, las cuales se caracteri- zan por la producción agrícola para el auto consumo y la producción textil, que se vienen realizando desde la época precolombina, y que se contraponen al modelo económico capitalista. Sin embargo, no se abordan las relaciones entre trabajo comunitario y su redistribución para el bien común como elementos indispensables en la investiga- ción que se realizará alrededor de la gestión comunitaria del agua en Totonicapán. Por otro lado, no se analizan conceptos teóricos como “trabajo comunitario” o “economía solidaria”. Por otro lado, Enrique y Norato en “Propuesta de mejoramien- to de la economía indígena en el desarrollo local” efectúan aportes para la promoción y fortalecimiento de la economía de los pueblos Maya, Garífuna y Xinca, desde la gestión municipal. Dicho estudio hace referencia a la economía comunitaria, tomando como base las prácticas agrícolas para la subsistencia y las potencialidades econó- micas de las comunidades (bosques, ríos, montañas). El propósito es el aprovechamiento de los recursos naturales para el lucro con un enfoque social, para mejorar las condiciones de vida de las poblacio- nes indígenas. Se propone, como idea central, crear sinergias entre las comunidades rurales y los gobiernos municipales para articular 47 Economía comunal indígena acciones que permitan promover nuevos modelos de desarrollo des- de las comunidades, estos “modelos de desarrollo deben contemplar la sostenibilidad de los recursos naturales de las comunidades, a fin de no explotarlos desmedidamente” (Enrique y Norato, 2008, p. 170). Uno de los problemas hallados en la investigación es la inevitable reconfiguración de la estructura social y política de los pueblos ori- ginarios, porque existen actividades económicas que funcionan con una racionalidad
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