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Cartilla metodológica 5 Instituciones Financieras Internacionales Cartilla metodológica 5 Instituciones Financieras Internacionales Marco conceptual “Por eso dicen las más sabedoras que la mañana no llega así nomás y aparece de pronto, sino que está ya acechando entre las sombras y, quien sabe mirar, la encuentra en las grietas de la noche. Por eso, los hom- bres y mujeres de maíz, cuando siembran, sueñan con la tortilla, el atol, el tamal. No hay todavía, pero saben que habrá y es lo que manda su trabajo. Miran su trabajadero y miran el fruto incluso antes de que la semilla toque el suelo.” (EZLN, 2020) Esas son palabras del Viejo Antonio, personaje recur- rente en los relatos de las comunidades zapatistas, de la parte del Abya Yala que conocemos generalmente como Chiapas. En esas líneas, hay un llamado a soñar el futuro que queremos construir, para ir encontrando la ruta que deberemos caminar. Ese es un proceso que requiere de lo colectivo, de encontrarnos, desde diferentes espacios, territorios, experiencias, identi- dades, sentipensares. Como podemos percibir, entonces, la tarea de responder a la pregunta sobre ¿qué modelo de socie- dad queremos? nos debería involucrar a todas y todos. En las sociedades actuales, el Estado asume la forma de representación institucional de la acción colectiva. ¿Qué quiere decir eso? Que en las acciones del Estado se pueden reflejar diferentes modelos de sociedad que van resultando de las visiones de diferentes sec- tores. Ahora bien, es importante reconocer también que el Estado prioriza determinados intereses, con independencia de quien se encuentre liderando las instituciones, a partir de sesgos estructurales que se han ido construyendo y reforzando en el tiempo, a Marco conceptual “Por eso dicen las más sabedoras que la mañana no llega así nomás y aparece de pronto, sino que está ya acechando entre las sombras y, quien sabe mirar, la encuentra en las grietas de la noche. Por eso, los hom- bres y mujeres de maíz, cuando siembran, sueñan con la tortilla, el atol, el tamal. No hay todavía, pero saben que habrá y es lo que manda su trabajo. Miran su trabajadero y miran el fruto incluso antes de que la semilla toque el suelo.” (EZLN, 2020) Esas son palabras del Viejo Antonio, personaje recur- rente en los relatos de las comunidades zapatistas, de la parte del Abya Yala que conocemos generalmente como Chiapas. En esas líneas, hay un llamado a soñar el futuro que queremos construir, para ir encontrando la ruta que deberemos caminar. Ese es un proceso que requiere de lo colectivo, de encontrarnos, desde diferentes espacios, territorios, experiencias, identi- dades, sentipensares. Como podemos percibir, entonces, la tarea de responder a la pregunta sobre ¿qué modelo de socie- dad queremos? nos debería involucrar a todas y todos. En las sociedades actuales, el Estado asume la forma de representación institucional de la acción colectiva. ¿Qué quiere decir eso? Que en las acciones del Estado se pueden reflejar diferentes modelos de sociedad que van resultando de las visiones de diferentes sec- tores. Ahora bien, es importante reconocer también que el Estado prioriza determinados intereses, con independencia de quien se encuentre liderando las instituciones, a partir de sesgos estructurales que se han ido construyendo y reforzando en el tiempo, a DICIEMBRE 2022 1 Objetivo de la sección: contiene la descripción de lo que se plantea lograr en cada una de las secciones de la cartilla. Preguntas generadoras: permiten iniciar un diálogo con las personas partici- pantes en los procesos formativos, para explorar sus experiencias previas, des- pertar el interés en la temática y co- nectar el contenido con su cotidianidad. Marco conceptual y estadístico: desarrolla los elementos necesarios para el abordaje de cada una de las temáticas de la cartilla y contex- tualizar los conceptos. Propuestas de ejercicios: metodológicos y didácticos para el abordaje de los conceptos desarrollados. Puntos fuerza de la sección: consiste en un punteo de elementos clave de la sección que, por su importancia, la persona facilitadora debe asegurarse que han sido comprendidos por las personas participantes. Presentación Esta cartilla metodológica corresponde a una serie de instrumentos elaborados por la Fundación Friedrich Ebert, y puestos a disposición para organizaciones, comu- nidades, ciudadanía, y otros actores socia- les y políticos que buscan conocer y mane- jar elementos básicos para un abordaje de la política fiscal desde los principios inclusivos, de justicia y equidad. Una pri- mera serie fue publicada en 2021, com- puesta por cuatro cartillas metodológicas que aportan insumos para el desarrollo de procesos presenciales y un curso virtual, con ejercicios interactivos, que llevan el proceso también a una plataforma digital. Las cuatro cartillas de la primera serie están distribuidas para abordar los cuatro componentes desde los cuales se propone analizar el espacio de la política fiscal: ingresos públicos, gasto público, deuda y sostenibilidad de las finanzas públicas y transparencia y participación ciudadana. Brindan elementos conceptuales, teóri- cos, estadísticos y metodológicos para llevar a cabo procesos participativos de fortalecimiento de capacidades en el tema de Justicia Fiscal. La presente cartilla corresponde a una ampliación de esta serie, en la que se incluyen dos temas más. Una, sobre Instituciones Financieras Internacionales, que permite entender cómo funcionan y explorar herramientas de incidencia política desde la sociedad civil. La otra cartilla adicional busca profundizar ele- mentos para el análisis a partir de la incursión de instrumentos de criptoactivos en las finanzas públicas. Cada una de las cartillas está dividida en secciones metodológicas, las cuales con- tienen cinco elementos que constituyen una propuesta de orden para la ejecución de proceso de formación. Estos son: ÍNDICE PARTE I ¿Qué son las Instituciones Financieras Internacionales (IFIS)? Objetivo Preguntas generadoras Marco conceptual Definiciones y características principales de las IFIS Las IFIS con mayor peso en El Salvador Banco Centroaméricano de Integración Económica (BCIE) Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Grupo Banco Mundial (GBM) Fondo Monetario Internacional Ejercicio práctico: El poder de voto Descripción / Pasos Puntos fuerza de la sección Presentación 5 1 4 5 5 5 7 9 11 12 16 6 PARTE II Ejercicio práctico: Te doy, si me das Descripción / Pasos Puntos fuerza de la sección Las IFIS más allá del financiamiento Objetivo Preguntas generadoras Marco conceptual El Banco Mundial y los Programas de Ajuste Estructural en El Salvador Los Acuerdos Stand-By con el FMI y los límites a los programas sociales 19 19 19 19 21 24 18 Marco conceptual “Por eso dicen las más sabedoras que la mañana no llega así nomás y aparece de pronto, sino que está ya acechando entre las sombras y, quien sabe mirar, la encuentra en las grietas de la noche. Por eso, los hom- bres y mujeres de maíz, cuando siembran, sueñan con la tortilla, el atol, el tamal. No hay todavía, pero saben que habrá y es lo que manda su trabajo. Miran su trabajadero y miran el fruto incluso antes de que la semilla toque el suelo.” (EZLN, 2020) Esas son palabras del Viejo Antonio, personaje recur- rente en los relatos de las comunidades zapatistas, de la parte del Abya Yala que conocemos generalmente como Chiapas. En esas líneas, hay un llamado a soñar el futuro que queremos construir, para ir encontrando la ruta que deberemos caminar. Ese es un proceso que requiere de lo colectivo, de encontrarnos, desde diferentes espacios, territorios, experiencias, identi- dades, sentipensares. Como podemos percibir, entonces, la tarea de responder a la pregunta sobre ¿qué modelo de socie- dad queremos? nos debería involucrar a todas y todos. En las sociedades actuales,el Estado asume la forma de representación institucional de la acción colectiva. ¿Qué quiere decir eso? Que en las acciones del Estado se pueden reflejar diferentes modelos de sociedad que van resultando de las visiones de diferentes sec- tores. Ahora bien, es importante reconocer también que el Estado prioriza determinados intereses, con independencia de quien se encuentre liderando las instituciones, a partir de sesgos estructurales que se han ido construyendo y reforzando en el tiempo, a PARTE III Ejercicio práctico: Identificando Partes interesadas y Normativas Descripción / Pasos Puntos fuerza de la sección La sociedad civil y las IFIS Conceptos clave Objetivo Preguntas generadoras Marco conceptual Mecanismos de salvaguardas y partes interesadas 27 26 27 27 29 39 Anexos de la sección Anexo 1. Normas Ambientales y Sociales del Banco Mundial Anexo 2. Resumen del contrato de Préstamo. Creciendo Saludables Juntos. Sección A Anexo 2. Resumen del contrato de Préstamo. Creciendo Saludables Juntos. Sección B Anexo 2. Resumen del contrato de Préstamo. Creciendo Saludables Juntos. Sección C 31 33 31 35 37 Marco conceptual “Por eso dicen las más sabedoras que la mañana no llega así nomás y aparece de pronto, sino que está ya acechando entre las sombras y, quien sabe mirar, la encuentra en las grietas de la noche. Por eso, los hom- bres y mujeres de maíz, cuando siembran, sueñan con la tortilla, el atol, el tamal. No hay todavía, pero saben que habrá y es lo que manda su trabajo. Miran su trabajadero y miran el fruto incluso antes de que la semilla toque el suelo.” (EZLN, 2020) Esas son palabras del Viejo Antonio, personaje recur- rente en los relatos de las comunidades zapatistas, de la parte del Abya Yala que conocemos generalmente como Chiapas. En esas líneas, hay un llamado a soñar el futuro que queremos construir, para ir encontrando la ruta que deberemos caminar. Ese es un proceso que requiere de lo colectivo, de encontrarnos, desde diferentes espacios, territorios, experiencias, identi- dades, sentipensares. Como podemos percibir, entonces, la tarea de responder a la pregunta sobre ¿qué modelo de socie- dad queremos? nos debería involucrar a todas y todos. En las sociedades actuales, el Estado asume la forma de representación institucional de la acción colectiva. ¿Qué quiere decir eso? Que en las acciones del Estado se pueden reflejar diferentes modelos de sociedad que van resultando de las visiones de diferentes sec- tores. Ahora bien, es importante reconocer también que el Estado prioriza determinados intereses, con independencia de quien se encuentre liderando las instituciones, a partir de sesgos estructurales que se han ido construyendo y reforzando en el tiempo, a Cartilla metodológica 5 instituciones financieras internacionales ¿Qué son las Instituciones Financieras Internacionales (IFIS)? PARTE I Marco conceptual “Por eso dicen las más sabedoras que la mañana no llega así nomás y aparece de pronto, sino que está ya acechando entre las sombras y, quien sabe mirar, la encuentra en las grietas de la noche. Por eso, los hom- bres y mujeres de maíz, cuando siembran, sueñan con la tortilla, el atol, el tamal. No hay todavía, pero saben que habrá y es lo que manda su trabajo. Miran su trabajadero y miran el fruto incluso antes de que la semilla toque el suelo.” (EZLN, 2020) Esas son palabras del Viejo Antonio, personaje recur- rente en los relatos de las comunidades zapatistas, de la parte del Abya Yala que conocemos generalmente como Chiapas. En esas líneas, hay un llamado a soñar el futuro que queremos construir, para ir encontrando la ruta que deberemos caminar. Ese es un proceso que requiere de lo colectivo, de encontrarnos, desde diferentes espacios, territorios, experiencias, identi- dades, sentipensares. Como podemos percibir, entonces, la tarea de responder a la pregunta sobre ¿qué modelo de socie- dad queremos? nos debería involucrar a todas y todos. En las sociedades actuales, el Estado asume la forma de representación institucional de la acción colectiva. ¿Qué quiere decir eso? Que en las acciones del Estado se pueden reflejar diferentes modelos de sociedad que van resultando de las visiones de diferentes sec- tores. Ahora bien, es importante reconocer también que el Estado prioriza determinados intereses, con independencia de quien se encuentre liderando las instituciones, a partir de sesgos estructurales que se han ido construyendo y reforzando en el tiempo, a ¿Qué son las instituciones financieras internacionales? Objetivo Brindar elementos para la discusión sobre la naturaleza y funcionamiento de las Instituciones Financieras Inter- nacionales con mayor presencia en El Salvador. Preguntas generadoras ¿Cómo hacemos para tomar decisiones sobre el dinero cuando hacemos una “cabuda”? Generalmente entendemos la demo- cracia como una forma de tomar deci- siones donde cada persona tiene un voto, ¿cómo le podemos llamar a una forma de toma de decisiones donde quien más dinero tiene puede tener más votos? Marco conceptual Definiciones y características principales de las IFIS Cuando una persona busca adquirir un producto o servicio que su costo sobrepasa los ingresos que obtiene regularmente, como cuando busca comprar una casa, recurre a una institución financiera, regularmente un banco, para adquirir un préstamo. Los gobiernos en muchas ocasiones tienen obligaciones de gastos que sobrepasan los ingresos que recaudan y recurren a diferentes mecanismos de deuda. Como lo hablamos en la cartilla 3 de esta serie, correspondiente a sostenibilidad y deuda pública, la deuda, por sí misma, no puede ser considerada como buena o mala, sino que es una herramienta financiera de los gobiernos para repartir sus costos en el tiempo. También es importante recordar que los costos de la deuda no solo son financieros, sino también en costos de oportunidad sobre el uso de recursos que pudieran destinarse a la garantía de derechos como el agua, la alimentación, la salud, la educación, una vida libre de violencia, el cierre de brechas de desigualdad. Pero que también constituyen un instrumento de consolidación de grupos de poder, económicos y políticos, que son capaces de marcar el rumbo del país durante décadas. Por eso, para evaluar la deuda, también hay que evaluar con quién se obtiene esa deuda y en qué condiciones se hace. En la cartilla tres decíamos que los gobiernos hacen uso de diferentes instrumentos de deuda, como bonos en los mercados financieros, préstamos bilaterales o préstamos con multilaterales. Aquí es donde entran a jugar las Instituciones Financieras Internacionales (IFIS), que son organis- mos conformados por varios países, que proveen 5 Esta característica hace que las IFIS además de tener un papel financiero y creditico, terminen ejerciendo un rol político en los países deudores. Debido a ello, nos encon- tramos frente a un escenario donde se constituyen IFIS como brazos económicos de procesos regionales o continentales. Tal es el caso del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) que es el brazo económico-financiero del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que juega un rol económico-financiero en el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA). Por lo anterior, varios procesos de diálogos y alianzas políticas han sido acompañadas con el desarrollo de diferentes IFIS en las que se pueden ver alcances regionales, con- tinentales o más globales. Por ejemplo, podemos encontrar IFIS enfocadas a dife- rentes niveles, sectores o regiones: Grupo Banco Mundial (GBM) Fondo Monetario Internacional (FMI) Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) Banco Europeo de Inversiones (BEI) Banco Islámico de Desarrollo (IsDB) Banco Asiático de Desarrollo (ADB) BancoAsiático Inversión e Infraestructura (AIIB) Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) Fondo Latinoamericano de Reservas Fondo Monetario Árabe Las IFIS con mayor peso en El Salvador Ante la diversidad de IFIS que podemos encontrar en diferentes procesos regio- nales, en esta cartilla nos enfocaremos en las que tradicionalmente han tenido mayor peso financiero y político en El Salvador. Para ello, podemos observar la estructura de acreedores de préstamos externos que tiene el país. De esa estructura, podemos identificar tres IFIS que representan grandes acreedores para El Salvador: el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), financiamiento a los países que lo requie- ran, bajo determinadas condiciones. En varios casos, estas IFIS, además del finan- ciamiento, también se involucran en el diseño de los programas y proyectos e incluyen en las políticas que un gobierno debería implementar. Cuando decimos que las IFIS están confor- madas por varios países, hacemos referen- cia a que los gobiernos nacionales de esos países participan como accionistas de esas instituciones y son sus aportaciones las que constituyen el capital social de la institución. Con ese capital social, las IFIS funcionan como una especie de fondo de inversión que busca incrementar sus capacidades de brindar financiamiento a los países a través de distintos mecanismos de inyección de capital. Algunas IFIS, como el Banco Centroamericano de Integración Econó- mica (BCIE), emiten sus propios bonos de deuda en los mercados financieros para obtener recursos que usarán para prestar a los países. Otra de las fuentes importantes de estas instituciones son fondos de agencias de cooperación de algunos países, que en al- gunas ocasiones se brindan en concepto de fondos no reembolsables y en otras, como préstamos a tasas bajas. Los fondos que estas instituciones obtie- nen son utilizados para otorgar préstamos a los países miembros que les permitan acceder a financiamiento para proyectos o programas o ante emergencias o crisis. Generalmente el poder de voto de los países en las IFIS depende de los apor- tes que dan a su estructura accionaria y, por lo tanto, concentran mayor poder de voto aquellos países que más dinero han aportado. Esto implica que, dentro de las IFIS, tam- bién se manifiesten intereses de unos países, o de determinados sectores, sobre otros. 6 PARTE I el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) que es parte del Grupo Banco Mundial (GBM). Llama la atención, además, el poco peso financiero que representa el Fondo Mone- tario Internacional (FMI), a pesar de ser una institución recurrentemente presente en las discusiones de la agenda pública en el país. Pero como se ampliará más adelante, 7 Instituciones financieras internacionales el FMI juega un rol clave en contextos de crisis de pagos, particularmente pagos de deuda pública, como un respaldo para la búsqueda de refinanciamiento de parte de los gobiernos. Vamos a dedicar, entonces, esta sección de la cartilla a entender la naturaleza y carac- terísticas de estas cuatro Instituciones Financieras Internacionales: BID, BCIE, Banco Mundial y FMI. Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) El BCIE nace en el contexto de los esfuerzos de la integración centroamericana a media- dos del siglo XX. En ese momento, los países de la región iniciaron esfuerzos para construir espacios políticos, comerciales y financieros integrados. Ejemplo de estos esfuerzos es el nacimiento de la Secretaría General del Sistema de Integración Cen- troamericana (SG-SICA), el Parlamento Centroamericano, el Mercado Común Cen- troamericano (MCCA) y, lo que nos ocupa ahora, el Banco Centroamericano de Inte- gración Económica. De las instituciones del Sistema de Inte- gración Centroamericana (SICA) surgidas en este contexto, el MCCA terminó por resquebrajare luego de los conflictos entre países a finales de la década de 1960 y el Parlamento Centroamericano, si bien continua en funciones, no emite resolucio nes vinculantes para los países de la región. Por lo tanto, actualmente la SG-SICA queda como el brazo de cooperación y coordi- nación política del sistema de integración y el BCIE como el brazo económico-financie- ro, buscando y brindando recursos a los países de la región para financiar proyectos enmarcados dentro de sus planificaciones nacionales. Fuente: Elaboración propia con datos de Deuda Pública, Portal de Transparencia Fiscal, Septiembre 2022. 8 PARTE I El BCIE nace a través del convenio constitu- tivo del 13 de diciembre de 1960, siendo países fundadores Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. La sede del BCIE se estableció en Tegucigalpa, Hon- duras, con oficinas en cada uno de los países fundadores. Según su convenio constitutivo, la estruc- tura del BCIE reconoce como máxima auto- ridad a la Asamblea de Gobernadores (y Gobernadoras). Cada país socio está repre- sentado por una persona gobernadora titu- lar y una suplente, y se reúne ordinaria- mente una vez al año para tomar decisiones de alta incidencia en el BCIE. Quien asume el papel de persona gobernadora titular y suplente ante el BCIE es quien tiene el cargo de Titular del Ministerio de Hacienda, Finanzas o equivalente de cada uno de los países miembros. Ya que la Asamblea de Gobernadores (y Gobernadoras) se realiza una vez al año, el convenio constitutivo del BCIE establece al Directorio, como la instancia que define políticas operativas y pasivas del Banco. El directorio se reúne de manera ordinaria al menos una vez al mes, en la sede del Banco. Las personas que asumen la repre- sentación de cada país en el directorio son elegidas por los Estados, correspondiendo Fuente: Elaboración propia con datos de Deuda Pública, Portal de Transparencia Fiscal, Septiembre 2022. una persona por cada Estado fundador y no menos de cuatro personas directoras que serán elegidas por las que ejercen gober- nación por los países socios extraregionales y socios regionales no fundadores. En cuanto a la estructura accionaria, del capital autorizado, los países fundadores suscriben, por partes iguales, el equiva- lente a no menos del 51% de acciones, dejando a disponibilidad de socios extra- regionales y socios regionales no fun- dadores el 49% de la estructura accionaria. A junio de 2022, el capital autorizado del BCIE era de $6,883.1 millones, con una cartera de préstamos por $7,704 Millones. En esa estructura, los 5 países fundadores aportan el 10.73% cada uno y tienen tam- bién participación como socios regionales no fundadores: República Dominicana (4.9%), Panamá (4.81%) y Belice (0.34%). Además, participan como socios extra- regionales Taiwán (11.42%), Corea (7.63%), México (5%), Argentina (4.24%), España (4.21%), Colombia (3.05%) y Cuba (0.64%). La estructura accionaria no solo marca las aportaciones financieras de los países miembros, sino que también define el peso de los votos en la toma de decisiones. Marco conceptual “Por eso dicen las más sabedoras que la mañana no llega así nomás y aparece de pronto, sino que está ya acechando entre las sombras y, quien sabe mirar, la encuentra en las grietas de la noche. Por eso, los hom- bres y mujeres de maíz, cuando siembran, sueñan con la tortilla, el atol, el tamal. No hay todavía, pero saben que habrá y es lo que manda su trabajo. Miran su trabajadero y miran el fruto incluso antes de que la semilla toque el suelo.” (EZLN, 2020) Esas son palabras del Viejo Antonio, personaje recur- rente en los relatos de las comunidades zapatistas, de la parte del Abya Yala que conocemos generalmente como Chiapas. En esas líneas, hay un llamado a soñar el futuro que queremos construir, para ir encontrando la ruta que deberemos caminar. Ese es un proceso que requiere de lo colectivo, de encontrarnos, desde diferentes espacios, territorios,experiencias, identi- dades, sentipensares. Como podemos percibir, entonces, la tarea de responder a la pregunta sobre ¿qué modelo de socie- dad queremos? nos debería involucrar a todas y todos. En las sociedades actuales, el Estado asume la forma de representación institucional de la acción colectiva. ¿Qué quiere decir eso? Que en las acciones del Estado se pueden reflejar diferentes modelos de sociedad que van resultando de las visiones de diferentes sec- tores. Ahora bien, es importante reconocer también que el Estado prioriza determinados intereses, con independencia de quien se encuentre liderando las instituciones, a partir de sesgos estructurales que se han ido construyendo y reforzando en el tiempo, a 9 Instituciones financieras internacionales De esta manera, podemos entender que las decisiones del BCIE no solamente obede- cen a criterios meramente financieros o crediticios, sino que también juega un papel el peso de las correlaciones políticas de la región. Banco Interamericano de Desarrollo (BID) El BID surge también como el brazo económico-financiero de un espacio políti- co regional como es la Organización de Estados Americanos (OEA). Este espacio es más amplio que el partícipe en el BCIE y el SICA, ya que abarca países de todo el conti- nente americano y la región caribe. El BID se funda oficialmente bajo el Convenio Cons- titutivo del 8 de abril de 1959 aprobado por el pleno de la OEA. Tiene su sede en Wash- ington D.C., Estados Unidos. El BID reconoce como máxima autoridad a la Asamblea de Gobernadores (y Goberna- doras) que se realiza anualmente en marzo o abril, donde cada país miembro designa a una persona que ejerza el cargo de Gober- nación, cuyo poder de voto es directamente proporcional al capital que el país suscribe a la institución. Y, al igual que el BCIE, la persona que desempeña esa represen- tación son titulares de los ministerios de Hacienda, presidencias de Bancos Centra- les o personas de altos cargos públicos de cada uno de los países miembros. El segundo espacio decisivo en la estructu- ra del BID es el Directorio Ejecutivo, que es responsable de la conducción de las opera- ciones del Banco. Se reúnen una vez por semana y es responsable de aprobar las propuestas de préstamos y garantías, así como las políticas, estrategias de país y el presupuesto administrativo, tasas de interés y tomar decisiones sobre préstamos u otros instrumentos financieros. El Directorio Ejecutivo está compuesto por 14 personas que ejercen Dirección Ejecuti- va en representación de los 48 países miembros y 14 personas suplentes. Dado que el directorio consta de 14 sillas y el Banco de 48 países miembros, algunas de las sillas tienen una representación com- partida y poseen poder diferenciado de voto. Actualmente las catorce sillas se reparten según se detalla en el gráfico a continuación: 10 PARTE I Fuente: Elaboración propia con datos de capital accionario BID. 11 Instituciones financieras internacionales Según los datos disponibles a junio 2022, el BID cuenta con un capital suscrito de $170,000 Millones y una cartera de présta- mos de $63,000 Millones. Ya desde aquí podemos ver las diferencias con insti- tuciones más regionales como el BCIE que cuenta con un capital suscrito de $7,000 Millones. Una segunda diferencia y que tiene un peso fundamental en el BID, es la participación accionaria y en capacidad de votos de los Estados Unidos de América que, a diferen- cia de los otros países, no comparte silla en el Directorio y tiene un peso en votos del 30%, muy superior que cualquiera de las otras sillas. De esta forma es posible inferir el peso político que ejerce Estados Unidos en las decisiones de financiamiento que toma el BID y, por lo tanto, en los programas, proyectos y políticas que los países de la región toman cuando aspiran a optar a financiamiento a través de esta vía. Grupo Banco Mundial (GBM) Cuando hablamos del Banco Mundial, hablamos de una de las estructuras con mayor historia en el contexto de las Insti- tuciones Financieras Internacionales, tal como las conocemos hoy en día. Al refe- rirnos al Banco Mundial, generalmente lo asociamos a una sola entidad. Sin embargo, el Grupo Banco Mundial está conformado por cinco diferentes espacios, con carac- terísticas y funciones particulares: El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), la Asociación Internacional de Fomento (AIF), la Corporación Financiera Internacional (IFC), el Organismo Multi- lateral de Garantía de Inversiones (MIGA) y el Centro Internacional de Arreglo de Dife- rencias Relativa a Inversiones (CIADI). El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) es una institución confor- mada por 189 países y proporciona présta- mos, garantías, productos de gestión de riesgos y asesorías a países de ingresos medios y a países de ingreso bajo con capa- cidad crediticia. Podemos decir que el BIRF es el origen del Grupo Banco Mundial, que nace en 1944 con la misión de brindar finan- ciamiento para la reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. La mayor parte de los fondos del BIRF se recauda en los mercados financieros mun- diales. Los gobiernos accionistas han com- prometido alrededor de $14,000 millones en capital y para 2021 tiene compromisos de financiamiento a países miembros por $30,523 millones. La Asociación Internacional de Fomento (AIF) es creada en 1960 y tiene como objeti- vo facilitar financiamiento a través de préstamos sin interés o con tasa de interés bajas, con plazos de entre 30 y 40 años, destinados a países categorizados como de ingresos bajos. Los compromisos de finan- ciamiento de la AIF para 2021 ascendieron a $36,028 millones. La Corporación Financiera Internacional (IFC). Se funda en 1956 con el propósito de financiar actividades del sector privado que tengan impacto en los países. El papel que desempeña la IFC es invertir en empresas a través de préstamos, inversiones en capital, títulos de deuda y garantías, así como movi- lizar capital de prestamistas e inversionis- tas mediante participaciones en créditos, préstamos paralelos y otros medios, además de asesorar negocios y gobiernos para la inversión privada. Para 2021, la IFC tenía fondos comprometidos para el sector privado de $20,669 millones. El Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA). También juega un papel en las estructuras de las inversiones privadas. Inicia operaciones en 1988 y funciona como un mecanismo que, según su descripción en el Banco Mundial, “ofrece seguros contra riesgos políticos (garantías) a inversores” (GBM, s.f.). Eso significa que las empresas transnacionales acuden al MIGA para contratar seguros en los que el MIGA absorbería supuestas pérdidas que estas empresas teóricamente tendrían al dejar de percibir ganancias estimadas ante expropiaciones, nacionalizaciones de 12 PARTE I industrias, etc. Para 2021, el MIGA tenía un monto bruto de seguros por $5,199 Millones. El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativa a Inversiones (CIADI). Es un tribunal de servicios internacionales de conciliación y arbitraje para resolver disputas sobre inversiones, generalmente, entre Estados y grupos transnacionales. Por ejemplo, ante el cese de los permisos de exploración minera, la empresa Pacific Rim recurrió al CIADI para demandar al Estado salvadoreño por $300 millones, aduciendo que ese monto estimaba la empresa que había dejado de percibir por no haber podido seguir con el proceso de extracción minera en el departamento de Cabañas, en El Salvador. Estas cinco instituciones conforman lo que conocemos como el Grupo Banco Mundial (GBM). Esta entidad, en la que participan 189 países miembros, tiene como primera instancia de toma de decisiones, la Junta de Gobernadores (y Gobernadoras), que ge- neralmente son las personas titulares de los ministerios de Hacienda, Finanzas o de Desarrollo de los paísesmiembros y se reúnen una vez al año. Esta Junta de Gobernadores (y Gobernado- ras) delegan a un Directorio Ejecutivo con- formado por 25 sillas, que trabajan en la sede central del GBM, en Washington D.C. Los cinco principales accionistas (Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) nombran cada uno, a una persona que ejerce en el Directorio Ejecutivo. China, Rusia y Arabia Saudita también eligen su propia persona para desempeñar el rol en el Directorio Ejecutivo. Los demás países miembros son representados por las otras 17 personas del Directorio Ejecutivo. A cada país miembro se le asignan 250 votos, más un voto adicional por cada acción en el capital social de la institución. La cuota asignada por el Fondo Monetario Internacional se utiliza para determinar el número de acciones que se distribuye a los países miembros en el Banco Mundial. Fondo Monetario Internacional El Fondo Monetario Internacional surge de manera paralela al BIRF, en el contexto del fin de la segunda guerra mundial. Si el BIRF, que hoy es parte del Grupo Banco Mundial, otorga créditos para proyectos y programas de desarrollo (según su propio paradigma de desarrollo), el FMI se creó con la idea de ser un ente que permita brindar rescate o evitar crisis financieras a países miembros. Es decir, que se le asigna al FMI una función reguladora, de guardián del comportamien- to monetario internacional y una función crediticia para proporcionar recursos a países miembros para solventar problemas financieros. El FMI cuenta con tres principales fuentes de financiamiento. En primer lugar, las cuotas de los países miembros que reflejan el tamaño y la posición de los países en la economía mundial, así como su peso en las votaciones del FMI y la asignación de préstamos que los países pueden obtener a través del FMI, que es un múltiplo de su par- ticipación. El segundo mecanismo son los Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos (NAP) entre el FMI y un grupo de países miembros e instituciones para obtener recursos que el FMI deberá pagar cada cinco años, con su respectiva tasa de interés. Una tercera fuente de financia- miento son los préstamos de las autori- dades monetarias de los países miembros para programas específicos a realizarse en otras naciones. El FMI no otorga préstamos para la ejecución de programas o proyectos de la planificación ordinaria de los gobiernos de los países, solamente otorga financiamien- to a países que presenten condiciones de problemas de pagos. Cuando los países acuden al Fondo Monetario Internacional para acceder a créditos, regularmente se realizan en el marco de acuerdos entre los gobiernos nacionales de los países y el FMI. En esos acuerdos se condicionan los crédi- tos al cumplimiento de objetivos de sanea- miento financiero, estabilización económi- ca o reformas estructurales. 13 Instituciones financieras internacionales En la estructura del FMI también ejerce la mayor autoridad la Junta de Gobernadores (y Gobernadoras), que representan a los 189 países miembros y suelen ser titulares del Ministerio de Hacienda o Finanzas o del Banco Central de los países. Se reúnen una vez al año, en el marco de las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Esta Junta decide sobre cuestiones importantes de política del FMI, pero la gestión cotidiana recae sobre el Directorio Ejecutivo. El Directorio Ejecutivo está formado por 24 sillas y presidido por la Dirección Geren- te del FMI. Se reúne habitualmente tres veces por semana. Al igual que el GPM, los cinco países miembros accionistas más grandes (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia y Reino Unido) más China, Rusia y Arabia Saudita, tienen escaño propio en el Directorio y las 16 personas directoras restantes, son elegidas por grupos de países que el FMI denomina jurisdicciones. En algunas jurisdicciones, la persona direc- tora es elegida por el país con mayor número de votos, mientras que, en otros, la designación se basa en acuerdos de rotación. Marco conceptual “Por eso dicen las más sabedoras que la mañana no llega así nomás y aparece de pronto, sino que está ya acechando entre las sombras y, quien sabe mirar, la encuentra en las grietas de la noche. Por eso, los hom bres y mujeres de maíz, cuando siembran, sueñan con la tortilla, el atol, el tamal. No hay todavía, pero saben que habrá y es lo que manda su trabajo. Miran su trabajadero y miran el fruto incluso antes de que la semilla toque el suelo.” (EZLN, 2020) Esas son palabras del Viejo Antonio, personaje recur rente en los relatos de las comunidades zapatistas, de la parte del Abya Yala que conocemos generalmente como Chiapas. En esas líneas, hay un llamado a soñar el futuro que queremos construir, para ir encontrando la ruta que deberemos caminar. Ese es un proceso que requiere de lo colectivo, de encontrarnos, desde diferentes espacios, territorios, experiencias, identi dades, sentipensares. Como podemos percibir, entonces, la tarea de responder a la pregunta sobre ¿qué modelo de socie dad queremos? nos debería involucrar a todas y todos. En las sociedades actuales, el Estado asume la forma de representación institucional de la acción colectiva. ¿Qué quiere decir eso? Que en las acciones del Estado se pueden reflejar diferentes modelos de sociedad que van resultando de las visiones de diferentes sec tores. Ahora bien, es importante reconocer también que el Estado prioriza determinados intereses, con independencia de quien se encuentre liderando las instituciones, a partir de sesgos estructurales que se han ido construyendo y reforzando en el tiempo, a 14 PARTE I Fuente: FMI (2022). IMF Executive Directors and Voting Power. 15 Instituciones financieras internacionales Fuente: Elaboración propia. Podemos, entonces, resumir el papel de cada uno de los espacios de estas IFIs en el cuadro siguiente: 16 PARTE I Ejercicio práctico: El poder de voto Tiempo aproximado 45 minutos Materiales: - 30 semillas - 5 recipientes pequeños - Tarjetas de acción (tar- jetas que definen una acción que los grupos deberán ir haciendo, la persona facilitadora las deberá preparar previa- mente según los ejem- plos del punto 2 de la descripción) - Papel y plumones para señalar cada recipiente Descripción / Pasos Se divide al grupo participante en cinco subgrupos y a cada subgrupo se le dará un número limitado de semillas. Si hay quejas o preguntas sobre la distribución desigual de las semillas, se puede recordar que, al interior de las IFIS, algunos países aportan más dinero que otros. La persona facilitadora va sacando tarjetas de acción, donde se detalla una acción que uno de los grupos deberá realizar. Algunos ejemplos para las tarjetas de acción, que se pueden variar según el grupo participante: Explicar cómo nació el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Hacer un baile de tendencia en redes sociales. Recibir elogios por parte de los otros grupos. No podrá votar en la siguiente tarjeta. Deben quedarse en un pie hasta la próxima tarjeta. Solo pueden usar la mitad de sus semillas en la próxima votación. No pueden hablar hasta la próxima tarjeta. Deben improvisar una canción. Puede quitarle la mitad de las se- millas a un grupo y repartirlas entre los otros. Cada integrante del grupo deberá cantar una sección de su canción favorita. Puntos fuerza de la sección Las Instituciones Financieras Inter- nacionales pueden brindar financia- miento a los países para llevar a cabo proyectos o programas que no se pueden financiar con recursos inter- nos. Las decisiones de ese financiamien- to dependen, en buena parte, de los intereses de los países que son parte de las IFIS, pero no todos los países tienen la misma representación. En general, el poder de voto de cada uno de los países en las IFIS depende de cuánto dinero han aportado. 01 02 Los grupos pueden hablarentre sí (y hacer alianzas) para las votaciones, pero la persona facilitadora no lo señala, sino hasta después de 4 o 5 tarjetas si las personas participantes aún no lo han hecho. Cuando se hayan ejecutado todas las acciones elegidas, se abre el espacio de reflexión, donde la persona facilitadora invita a cada uno de los grupos, a compartir aspectos como: ¿Cómo se sintieron? ¿Qué diferencia hacía el poder tener más o menos capacidad de voto? ¿Qué cambió en el ejercicio cuando los grupos comenzaron a ponerse de acuerdo para hacer votaciones en conjunto? ¿Qué grupo tuvo que hacer más acciones que no querían y qué grupo hizo más acciones que eran favo- rables? ¿A qué se debió? ¿Cómo relacionan este ejercicio con lo aprendido sobre la capacidad de voto de los países en las IFIS, según la cantidad de dinero que aportan? Puede tomar una semilla de cada uno de los otros grupos. Puede sentarse en su lugar preferido. Sacará la siguiente tarjeta. Deben tomarse las manos y hacer la siguiente votación sin soltarlas. Para definir qué grupo ejecutará cada acción se llevará a cabo una votación por medio de las semillas, para ello, se colocan al frente cinco recipientes. Cada uno debe estar rotulado con el nombre de uno de los grupos. En este recipiente, el resto de los grupos colocarán semillas para señalar que les gustaría que ese grupo sea el que realice la acción. Cada grupo puede usar las semillas para distribuirlas como decida en los cinco recipientes. El grupo correspondiente al recipiente con más semillas deberá realizar la ac- ción señalada en la tarjeta. Por ejemplo, cuando la persona facilitadora saca la tarjeta que dice “deben improvisar una canción”, el grupo 5 (que solo tiene 2 semillas), tiene que decidir si colocará sus dos semillas en el recipiente de un mismo grupo o, las repartirá entre dos de ellos (el resto de grupos hará el mismo procedimiento utilizando la cantidad de semillas con las que cuentan y según quieran colocarlas) pero, si luego de que todos los grupos votaron, el recipiente que tiene más semillas es el del grupo 5, será este al que le tocará realizar la acción. 17 Instituciones financieras internacionales Marco conceptual “Por eso dicen las más sabedoras que la mañana no llega así nomás y aparece de pronto, sino que está ya acechando entre las sombras y, quien sabe mirar, la encuentra en las grietas de la noche. Por eso, los hom- bres y mujeres de maíz, cuando siembran, sueñan con la tortilla, el atol, el tamal. No hay todavía, pero saben que habrá y es lo que manda su trabajo. Miran su trabajadero y miran el fruto incluso antes de que la semilla toque el suelo.” (EZLN, 2020) Esas son palabras del Viejo Antonio, personaje recur- rente en los relatos de las comunidades zapatistas, de la parte del Abya Yala que conocemos generalmente como Chiapas. En esas líneas, hay un llamado a soñar el futuro que queremos construir, para ir encontrando la ruta que deberemos caminar. Ese es un proceso que requiere de lo colectivo, de encontrarnos, desde diferentes espacios, territorios, experiencias, identi- dades, sentipensares. Como podemos percibir, entonces, la tarea de responder a la pregunta sobre ¿qué modelo de socie- dad queremos? nos debería involucrar a todas y todos. En las sociedades actuales, el Estado asume la forma de representación institucional de la acción colectiva. ¿Qué quiere decir eso? Que en las acciones del Estado se pueden reflejar diferentes modelos de sociedad que van resultando de las visiones de diferentes sec- tores. Ahora bien, es importante reconocer también que el Estado prioriza determinados intereses, con independencia de quien se encuentre liderando las instituciones, a partir de sesgos estructurales que se han ido construyendo y reforzando en el tiempo, a 03 04 05 Cartilla metodológica 5 instituciones financieras internacionales Las IFIS más allá del financiamiento PARTE II 19 Las IFIS más allá del financiamiento Objetivo Identificar experiencias donde las Instituciones Financieras Internacio- nales han ejercido un papel de presión para la implementación de políticas públicas. Preguntas generadoras ¿Qué relaciones tenemos con quienes tenemos alguna deuda? ¿Qué tanto estaríamos con disposición a perder, con tal de conseguir dinero para algo que queremos o que necesi- tamos? Marco conceptual Como ya vamos viendo en la configuración de los espacios de toma de decisiones de las IFIS, estas instituciones juegan un papel no solamente crediticio para los países, sino que la capacidad de otorgar financiamiento a los gobiernos puede llevar a influencias en las políticas públicas que adoptan esos gobiernos, e incluso en la configura- ción de instituciones y estructuras de largo plazo que pueden llegar a marcar las dinámicas económi- cas, políticas y sociales. En esta sección de la cartilla vamos a analizar tres ejemplos de cómo los préstamos de Instituciones Financieras Internacionales han incidido en políti- cas para el caso salvadoreño. Desde los préstamos otorgados para la consolidación del neoliberalismo con los programas de ajuste estructural en la década de 1990, hasta los acuerdos de austeridad que limitaron recursos a programas sociales en la década que dio inicio en el año 2010. El Banco Mundial y los Programas de Ajuste Estruc- tural en El Salvador Desde la década de 1970, la economía mundial estaba pasando por un periodo de profundas trans- formaciones, con el ascenso de la globalización de mercados, sistemas productivos, sistemas finan- cieros, debilitamiento de sindicatos, la reconfigu- ración de las grandes empresas multinacionales en los países del Sur Global para una nueva ola extractivista. Durante esas décadas, El Salvador estaba atravesando por un periodo de fuerte con- flictividad social que llevó al estallido de la Guerra Civil entre los años 1980 y 1992. Luego de la firma de los Acuerdos de Paz en enero de 1992, el período de reacomodos sociopolíticos y de las grandes variables económicas fueron aprovechados por las élites económicas locales para desarrollar esquemas precipitados de reajuste económico, en los que las Instituciones 20 PARTE II Fuente: Banco Mundial (1993). Proposed Estructural Adjustment Loan to the Republic of El Salvador, Informe P-5447-ES. Marco conceptual Como ya vamos viendo en la configuración de los espacios de toma de decisiones de las IFIS, estas instituciones juegan un papel no solamente crediticio para los países, sino que la capacidad de otorgar financiamiento a los gobiernos puede llevar a influencias en las políticas públicas que adoptan esos gobiernos, e incluso en la configura- ción de instituciones y estructuras de largo plazo que pueden llegar a marcar las dinámicas económi- cas, políticas y sociales. En esta sección de la cartilla vamos a analizar tres ejemplos de cómo los préstamos de Instituciones Financieras Internacionales han incidido en políti- cas para el caso salvadoreño. Desde los préstamos otorgados para la consolidación del neoliberalismo con los programas de ajuste estructural en la década de 1990, hasta los acuerdos de austeridad que limitaron recursos a programas sociales en la década que dio inicio en el año 2010. El Banco Mundial y los Programas de Ajuste Estruc- tural en El Salvador Desde la década de 1970, la economía mundial estaba pasando por un periodo de profundas trans- formaciones, con el ascenso de la globalización de mercados, sistemas productivos, sistemas finan- cieros, debilitamiento de sindicatos, la reconfigu- ración de las grandes empresas multinacionales en los países del Sur Global para una nueva ola extractivista. Durante esas décadas, El Salvador estaba atravesando por un periodo de fuerte con- flictividad social que llevó al estallido de la Guerra Civil entre los años 1980 y 1992. Luego de la firma de los Acuerdos de Paz en enero de 1992, el período de reacomodos sociopolíticosy de las grandes variables económicas fueron aprovechados por las élites económicas locales para desarrollar esquemas precipitados de reajuste económico, en los que las Instituciones Financieras Internacionales (IFI) jugaron un papel cómplice. Para el caso particular de El Salvador, la intervención de las IFI en el proceso de instauración del nuevo modelo económico fue determinante, pues dictaminó, a través de su apoyo condicionado a la reconstruc- ción y estabilización de posguerra, el rumbo de la política económica implementada durante esta época. A través de los présta- mos del Banco Mundial BIRF-3293-ES en 1991 por un monto de $75 Millones y BIRF-3646-ES de 1993 por $50 millones se crearon las condiciones para las reformas de los Programas de Ajuste Estructural (PAE) y el Programa de Estabilización Económica (PEE). En total, fueron $125 millones (equivalentes a $241.7 millones a precios de 2022) que el Banco Mundial puso a disposición del go- bierno para llevar a cabo las políticas pacta- das en los Programas de Ajuste Estructural. El desembolso de esos fondos estaba condicionado a que el gobierno llevara a cabo una serie de políticas comerciales, fiscales, financieras, monetarias, agrícolas y sociales. 21 Instituciones financieras internacionales Marco conceptual Como ya vamos viendo en la configuración de los espacios de toma de decisiones de las IFIS, estas instituciones juegan un papel no solamente crediticio para los países, sino que la capacidad de otorgar financiamiento a los gobiernos puede llevar a influencias en las políticas públicas que adoptan esos gobiernos, e incluso en la configura- ción de instituciones y estructuras de largo plazo que pueden llegar a marcar las dinámicas económi- cas, políticas y sociales. En esta sección de la cartilla vamos a analizar tres ejemplos de cómo los préstamos de Instituciones Financieras Internacionales han incidido en políti- cas para el caso salvadoreño. Desde los préstamos otorgados para la consolidación del neoliberalismo con los programas de ajuste estructural en la década de 1990, hasta los acuerdos de austeridad que limitaron recursos a programas sociales en la década que dio inicio en el año 2010. El Banco Mundial y los Programas de Ajuste Estruc- tural en El Salvador Desde la década de 1970, la economía mundial estaba pasando por un periodo de profundas trans- formaciones, con el ascenso de la globalización de mercados, sistemas productivos, sistemas finan- cieros, debilitamiento de sindicatos, la reconfigu- ración de las grandes empresas multinacionales en los países del Sur Global para una nueva ola extractivista. Durante esas décadas, El Salvador estaba atravesando por un periodo de fuerte con- flictividad social que llevó al estallido de la Guerra Civil entre los años 1980 y 1992. Luego de la firma de los Acuerdos de Paz en enero de 1992, el período de reacomodos sociopolíticos y de las grandes variables económicas fueron aprovechados por las élites económicas locales para desarrollar esquemas precipitados de reajuste económico, en los que las Instituciones Estas políticas acordadas por el gobierno y el Banco Mundial en los acuerdos de préstamos fueron justamente las que dieron la base para todas las políticas de desregulación, liberalización y privatiza- ciones que se dieron en las décadas de 1990 y 2000. Bajo la lógica de esta estrategia se crearon reformas para promover las exportaciones de producto de la maquila, con una serie de medidas de exenciones fiscales y beneficios para las inversiones extranjeras en estos rubros. El proceso de saneamiento de la banca pública dio inicio el 26 de diciembre de 1990 y finalizó en noviembre de 1993. El monto de recursos usados fue de ¢2,650.3 millones de colones (US$302.9 millones) financiados con bonos de deuda (FOSAFFI, 2016). En cumplimiento a la Ley de Privatización de los Bancos Comerciales y de las Asocia- ciones de Ahorro y Préstamo, se autorizó la venta a inversionistas privados de la totalidad de las acciones pertenecientes al Estado. Según datos del Banco Central de Reserva (BCR) los nuevos accionistas de la banca privatizada pagaron 324.8 millones de colones (USD 37.12 millones) para adquirir instituciones financieras valoradas por 1,113.3 millones de colones (USD 129.5 millones), esto es un 29.2% del valor contable. El resto se canceló mediante los dividendos de las mismas acciones adquiridas para el pago de los créditos. Se privatizaron también las telecomunica- ciones, la administración del sistema de pensiones, la distribución de energía eléctrica. El Salvador ha firmado tratados de libre comercio con Centroamérica, México, República Dominicana, Chile, Panamá, Colombia, Taiwán y Canadá. Regionalmente, ha negociado el CAFTA-DR con Estados Unidos y el Acuerdo de Asocia- ción con la Unión Europea. Todas estas políticas, bajo la supervisión y apoyo del Banco Mundial. Los Acuerdos Stand-By con el FMI y los límites a los programas sociales Los acuerdos Stand-By son un tipo de instrumento otorgado por el FMI a los países miembros ante condiciones de posibles problemas de pagos. En el caso de El Salvador, cuando el gobierno elegido para el periodo 2009-2014 se preparaba para asumir su administración, una de las medidas que se tomó fue la emisión de $800 millones deuda de largo plazo, a través de Eurobonos, para sanear el saldo de la deuda de corto plazo. Para que los fondos de inversión internacio- nales le tuvieran confianza al gobierno para darle financiamiento, se negoció un acuer- do Stand-By con el FMI, que consistía en que el Fondo pusiera a disposición del gobierno salvadoreño $800 millones por 36 meses, en acceso precautorio. Eso quiere 22 PARTE II Marco conceptual Como ya vamos viendo en la configuración de los espacios de toma de decisiones de las IFIS, estas instituciones juegan un papel no solamente crediticio para los países, sino que la capacidad de otorgar financiamiento a los gobiernos puede llevar a influencias en las políticas públicas que adoptan esos gobiernos, e incluso en la configura- ción de instituciones y estructuras de largo plazo que pueden llegar a marcar las dinámicas económi- cas, políticas y sociales. En esta sección de la cartilla vamos a analizar tres ejemplos de cómo los préstamos de Instituciones Financieras Internacionales han incidido en políti- cas para el caso salvadoreño. Desde los préstamos otorgados para la consolidación del neoliberalismo con los programas de ajuste estructural en la década de 1990, hasta los acuerdos de austeridad que limitaron recursos a programas sociales en la década que dio inicio en el año 2010. El Banco Mundial y los Programas de Ajuste Estruc- tural en El Salvador Desde la década de 1970, la economía mundial estaba pasando por un periodo de profundas trans- formaciones, con el ascenso de la globalización de mercados, sistemas productivos, sistemas finan- cieros, debilitamiento de sindicatos, la reconfigu- ración de las grandes empresas multinacionales en los países del Sur Global para una nueva ola extractivista. Durante esas décadas, El Salvador estaba atravesando por un periodo de fuerte con- flictividad social que llevó al estallido de la Guerra Civil entre los años 1980 y 1992. Luego de la firma de los Acuerdos de Paz en enero de 1992, el período de reacomodos sociopolíticos y de las grandes variables económicas fueron aprovechados por las élites económicas locales para desarrollar esquemas precipitados de reajuste económico, en los que las Instituciones decir que esos fondos no se desembolsaban al gobierno, sino que se mantenían en poder del FMI, pero el gobierno tenía la opción de usarlos si llegara a necesitarlos para lograr equilibrio financiero. Este acuerdo sirvió como respaldo para la emisión de Eurobonos en noviembre de 2009 y la obtención de varios préstamos que financiaban el Plan Anticrisis que anunció el gobierno en ese momento,frente a los impactos de la Crisis Financiera Internacional. Para 2012, el FMI hacía una tercera revisión de cumplimiento del Acuerdo y el gobierno buscaba una renovación frente a una opción putt de los Eurobonos emitidos en 2002 por $800 millones, que significaba que, quienes tenían esos bonos podrían pedir su pago anticipado en 2012, en lugar del vencimien- to en 2023. Es decir que, en 2012, el gobier- no necesitaba tener disponibles $800 millones por si acaso algunos de los fondos de inversión buscaban cobrar esa deuda. En esa nueva negociación, la parte del FMI fue más dura en las condiciones que exigió al gobierno. Desde la última negociación de 2009, el déficit fiscal había estado aumentando. O sea que la diferencia entre ingresos y gastos del gobierno se había hecho más grande. Y la deuda de corto plazo también había crecido. Entonces, el FMI puso sobre la mesa para la negociación medidas de austeridad como reducción de gastos salariales, la focali- zación de subsidios y programas sociales. En particular, el FMI puso especial atención en recortes a los subsidios a la energía eléctrica, al gas y a programas sociales. Además, impulsaba la aprobación del pro- yecto de ley de los Asocio Público-Privados que estaba en discusión en la Asamblea Legislativa y el Asocio para el Crecimiento, promovido desde los Estados Unidos. Según FUDECEN (2022), por cada 1% de reducción en el gasto social del gobierno 4,309 mujeres ingresan en estado de sub- alimentación. Y por cada 1% de reducción en subsidios, 12,078 personas entran en situación de pobreza extrema, de las cuales 6,432 son mujeres. Además, que por cada 1% de aumento del IVA y 33,340 personas entrarían en situación de pobreza, de las que 17,670 serían mujeres. El gobierno adoptó las medidas y, nueva- mente, sin hacer uso directo de los $800 millones del acuerdo Stand-By, sirvieron de respaldo de confianza para los fondos de inversión ante una nueva emisión de Euro- bonos en 2012, con vencimiento en 2025, para hacer un nuevo saneamiento de la deuda de corto plazo. En términos sociales, la aplicación de las medidas se ve reflejada en la reducción de los presupuestos a subsidios y transferen- cias al sector privado, donde se contemplan los programas sociales, que pasaron de representar el 12.64% del gasto total del gobierno en 2011, a 11.55% en 2012 y siguió reduciéndose hasta el 6.9% en 2016. Es decir que, aunque el dinero no se tocó, las medidas de austeridad sí se llevaron a cabo, así como la aprobación de la ley de los Asocio Público-Privados. Para 2014, el acuerdo con el FMI ya no fue renovado e inició un proceso de negociaciones políti- cas internas en torno a la aprobación de nueva deuda condicionada a metas de cum- plimiento fiscal, hasta que en 2016 se aprobó la Ley de Responsabilidad Fiscal que, aunque todavía bastante marcada por el paradigma de la austeridad, le dio al gobierno cierta flexibilidad financiera y política para obtener financiamiento. 23 Instituciones financieras internacionales Fuente: Elaboración propia con datos de Ejecución presupuestaria, MH. Varios años. Marco conceptual Como ya vamos viendo en la configuración de los espacios de toma de decisiones de las IFIS, estas instituciones juegan un papel no solamente crediticio para los países, sino que la capacidad de otorgar financiamiento a los gobiernos puede llevar a influencias en las políticas públicas que adoptan esos gobiernos, e incluso en la configura- ción de instituciones y estructuras de largo plazo que pueden llegar a marcar las dinámicas económi- cas, políticas y sociales. En esta sección de la cartilla vamos a analizar tres ejemplos de cómo los préstamos de Instituciones Financieras Internacionales han incidido en políti- cas para el caso salvadoreño. Desde los préstamos otorgados para la consolidación del neoliberalismo con los programas de ajuste estructural en la década de 1990, hasta los acuerdos de austeridad que limitaron recursos a programas sociales en la década que dio inicio en el año 2010. El Banco Mundial y los Programas de Ajuste Estruc- tural en El Salvador Desde la década de 1970, la economía mundial estaba pasando por un periodo de profundas trans- formaciones, con el ascenso de la globalización de mercados, sistemas productivos, sistemas finan- cieros, debilitamiento de sindicatos, la reconfigu- ración de las grandes empresas multinacionales en los países del Sur Global para una nueva ola extractivista. Durante esas décadas, El Salvador estaba atravesando por un periodo de fuerte con- flictividad social que llevó al estallido de la Guerra Civil entre los años 1980 y 1992. Luego de la firma de los Acuerdos de Paz en enero de 1992, el período de reacomodos sociopolíticos y de las grandes variables económicas fueron aprovechados por las élites económicas locales para desarrollar esquemas precipitados de reajuste económico, en los que las Instituciones Posteriormente, el FMI en sus revisiones periódicas al país, ha seguido recomendan- do medidas de ajuste fiscal. Para 2019 planteaba medidas como la factura elec- trónica, un monotributo para el sector informal, incrementar el IVA al 14.5%, recortes en salarios y subsidios, para un ajuste de 1.9% entre 2019 y 2020. En la revisión de 2020 recomendaba nueva- mente la factura electrónica, un monotribu- to y recortes en salarios, agrega también recomendaciones con respecto a un impuesto a la propiedad e impuestos espe- ciales, para un ajuste del 2.5% entre 2021 y 2023. En 2021, se estuvo hablando mucho de un nuevo proceso de negociación de otro acuerdo con el FMI. Para ese momento, estaban sobre la mesa un acuerdo de $1,300 o $1,400 millones para que el gobierno pu- diera sanear sus finanzas públicas luego de los impactos del COVID-19. Particulamente, del aumento del saldo de la deuda de corto plazo que ha llegado a superar los $2,500 millones y ha dejado al gobierno con un margen extremadamente reducido para hacerle frente al vencimiento de Eurobonos en enero de 2023. De parte del FMI, se han planteado un ajuste de mayor magnitud, de 4% entre 2021 y 2024, de los cuales 1.6% serían a través de medidas de ingresos y 2.4% por el lado de recortes de gastos. Las medidas específicas a discutir no han sido comunicadas públicamente. Sin embargo, luego de la aprobación de la Ley Bitcoin y las tensiones entre el go- bierno y el FMI, ese acuerdo no ha camina- do. Por lo menos no públicamente. Sin embargo, el gobierno ya ha comenzado a hacer muchos de los ajustes en recortes de gastos, particularmente en las transferen- cias a municipalidades, programas de siste- ma de protección social y disolución de instituciones públicas. 24 PARTE II Ejercicio práctico: Te doy, si me das Tiempo aproximado 45 minutos Materiales: - 30 semillas - 5 juegos de tarjetas de ele- mentos (tarjetas previamen- te preparadas por la persona facilitadora, donde se señala un elemento por tarjeta, para ser repartidas entre los gru- pos) - 5 juegos de tarjetas de pro- ductos (tarjetas previamente preparadas por la persona facilitadora, donde se señala un producto del punto 4 de la descripción, por tarjeta) Descripción / Pasos Se divide al grupo participante en cinco subgrupos y a cada grupo se le dará un número limitado de semillas y cinco tarjetas de elementos: La persona facilitadora repartirá a cada grupo 3 tarjetas de productos de manera aleatoria. Las personas participantes no podrán ver esas tarjetas hasta que se dé la indicación. La persona facilitadora da la indicación que cada grupo debe juntar las tarjetas de elementos que se necesitan para cada uno de los productos que les han tocado y colocarlas debajo de la tarjeta de producto correspondiente. Se da la indicación de voltear las tarjetas de productos. Puntos fuerza de la sección El financiamiento que dan las IFIS a los países generalmente está condi- cionado al cumplimiento de deter- minadas políticas públicas,general- mente favorables a intereses de los países con mayor poder de voto en las IFIS. Los costos del financiamiento no solo son financieros, también hay costos sociales y ambientales cuan- do las políticas impulsadas por las IFIS ponen en riesgo la capacidad de los Estados de garantizar derechos de la población. 01 02 03 25 04 05 06 07 08 La persona facilitadora pondrá en un espacio visible para todos los grupos un papelógrafo en el que se detallan los elementos necesarios que se necesitan para cada producto, según el cuadro siguiente: Los grupos deberán revisar si con las tarjetas de elementos que tienen pueden completar las tarjetas de productos. Si no tienen las suficientes, pueden intentar inter- cambiar las tarjetas de elementos que necesitan con otro grupo que las tenga disponibles. Si ningún grupo quiere intercambiar las tarjetas directamente, los grupos pueden acercarse a la persona facilitadora, que tendrá el papel de “IFI”, por lo que podrá prestarles semillas a los grupos, a cambio de tarjetas de elementos, para que puedan volver a negociar con los otros grupos. La dinámica se repite hasta que todos los grupos, menos uno, hayan perdido todas sus tarjetas de elementos. La persona facilitadora dirige la reflexión sobre cómo se intercambia- ron elementos a cambio del finan- ciamiento que daba la IFI, o para lograr que otros grupos les dieran parte de sus elementos. Se hace la comparación con las condiciones que las IFIS dan a cambio del financia- miento a los países y los modelos extractivos que intercambian bienes naturales comunes a cambio de inversiones. Instituciones financieras internacionales Cartilla metodológica 5 instituciones financieras internacionales La sociedad civil y las IFIS PARTE III Marco conceptual “Por eso dicen las más sabedoras que la mañana no llega así nomás y aparece de pronto, sino que está ya acechando entre las sombras y, quien sabe mirar, la encuentra en las grietas de la noche. Por eso, los hom- bres y mujeres de maíz, cuando siembran, sueñan con la tortilla, el atol, el tamal. No hay todavía, pero saben que habrá y es lo que manda su trabajo. Miran su trabajadero y miran el fruto incluso antes de que la semilla toque el suelo.” (EZLN, 2020) Esas son palabras del Viejo Antonio, personaje recur- rente en los relatos de las comunidades zapatistas, de la parte del Abya Yala que conocemos generalmente como Chiapas. En esas líneas, hay un llamado a soñar el futuro que queremos construir, para ir encontrando la ruta que deberemos caminar. Ese es un proceso que requiere de lo colectivo, de encontrarnos, desde diferentes espacios, territorios, experiencias, identi- dades, sentipensares. Como podemos percibir, entonces, la tarea de responder a la pregunta sobre ¿qué modelo de socie- dad queremos? nos debería involucrar a todas y todos. En las sociedades actuales, el Estado asume la forma de representación institucional de la acción colectiva. ¿Qué quiere decir eso? Que en las acciones del Estado se pueden reflejar diferentes modelos de sociedad que van resultando de las visiones de diferentes sec- tores. Ahora bien, es importante reconocer también que el Estado prioriza determinados intereses, con independencia de quien se encuentre liderando las instituciones, a partir de sesgos estructurales que se han ido construyendo y reforzando en el tiempo, a Marco conceptual “Por eso dicen las más sabedoras que la mañana no llega así nomás y aparece de pronto, sino que está ya acechando entre las sombras y, quien sabe mirar, la encuentra en las grietas de la noche. Por eso, los hom- bres y mujeres de maíz, cuando siembran, sueñan con la tortilla, el atol, el tamal. No hay todavía, pero saben que habrá y es lo que manda su trabajo. Miran su trabajadero y miran el fruto incluso antes de que la semilla toque el suelo.” (EZLN, 2020) Esas son palabras del Viejo Antonio, personaje recur- rente en los relatos de las comunidades zapatistas, de la parte del Abya Yala que conocemos generalmente como Chiapas. En esas líneas, hay un llamado a soñar el futuro que queremos construir, para ir encontrando la ruta que deberemos caminar. Ese es un proceso que requiere de lo colectivo, de encontrarnos, desde diferentes espacios, territorios, experiencias, identi- dades, sentipensares. Como podemos percibir, entonces, la tarea de responder a la pregunta sobre ¿qué modelo de socie- dad queremos? nos debería involucrar a todas y todos. En las sociedades actuales, el Estado asume la forma de representación institucional de la acción colectiva. ¿Qué quiere decir eso? Que en las acciones del Estado se pueden reflejar diferentes modelos de sociedad que van resultando de las visiones de diferentes sec- tores. Ahora bien, es importante reconocer también que el Estado prioriza determinados intereses, con independencia de quien se encuentre liderando las instituciones, a partir de sesgos estructurales que se han ido construyendo y reforzando en el tiempo, a 27 La sociedad civil y las IFIS Objetivo Conocer ventanas de oportunidad en los mecanismos formales e informales para hacer incidencia en las IFIS desde la sociedad civil. Preguntas generadoras ¿Qué papel deberían tener las organi- zaciones sociales, comunidades y po- blaciones en la definición de los pro- yectos y programas a financiarse a través de IFIS? ¿Qué tanto alcance creemos que pue- den tener los procesos de incidencia desde la sociedad civil? Marco conceptual Mecanismos de salvaguardas y partes interesadas Como hemos visto, las Instituciones Financieras Internacionales pueden tener un papel de mucho peso en la implementación de políticas públicas y los proyectos que financian también tienen impac- tos sociales y ambientales. Frente a esto, diferentes grupos de sociedad civil han presionado por muchos años, para que estas Instituciones generen mecanismos de interlo- cución con la sociedad civil y no solo con los go- biernos de los países. Las IFIS, en los últimos años, han ido adoptando ciertos lineamientos en sus políticas para adoptar estas prácticas. Aunque, dada su naturaleza y trayectoria, no están acostumbradas a trabajar directamente con sociedad civil, con comunidades, con poblaciones tradicionalmente excluidas. Por lo tanto, esos lineamientos han sufrido de una apli- cación limitada desde su diseño, divulgación, iden- tificación de actores, metodologías o incluso de capacidad vinculante en los proyectos. Por eso, es importante que, desde las organi- zaciones sociales, colectivos, comunidades, pobla- ciones, conozcamos los lineamientos de estas prácticas, que son herramientas para hacer inci- dencia en proyectos financiados por las IFIS. Que los conozcamos para que los usemos, para exigir su cumplimiento y presionar porque las limitaciones que han tenido puedan irse mejorando. Cada una de las IFIS define sus propias políticas y lineamientos. El BCIE, por ejemplo, cuenta con una política ambiental y social que en su artículo 2 plantea que “debe fomentar la transparencia, divulgación y comunicación efectiva, en lo relativo a esta Política. Esto debe realizarse a través del sitio oficial de internet del BCIE u otros medios” (BCIE, 2016). Pero también en el artículo 10, esta- blece que “el BCIE debe promover y facilitar la participación de grupos de interés con el fin de evitar o minimizar los riesgos e impactos adversos a las personas y al medio ambiente” (BCIE, 2016). El BID, por su parte, cuenta con sus políticas de salvaguardas ambientales y sociales que exige que sus prestatarios elaboren y apli- quen un plan de participación de las partes interesadas, proporcional a la naturaleza y escala del proyecto y sus riesgos e impac- tos potenciales. Como partes interesadas se refiere a personas o grupos que están afectados directamente, o que tienen un interés en un proyecto financiado por el BID. El BID plantea que en la definición de los proyectosdeberían respetarse los derechos de acceso a la información, participación y justicia en relación con los temas ambien- tales, siguiendo las líneas del Acuerdo de Escazú. Además, exige a sus prestatarios que identifiquen a las partes interesadas que puedan verse afectadas por los proyec- tos que financia o tener interés en ellos, ”a fin de interactuar con ellas en consultas significativas sin temor a represalias, valiéndose de formatos accesibles que tengan en cuenta necesidades físicas, sen- soriales o cognitivas, y que elaboren y apli- quen un mecanismo de reclamación accesible que permita a esas partes formu- lar comentarios, manifestar preocupa- ciones y efectuar averiguaciones” (BID, 2021). Los criterios que utiliza el BID para la defi- nición de las normas ambientales y sociales son las mismas utilizadas por el Banco Mun- dial, que también plantea en su política de salvaguardas que requerirá que el Presta- tario se comprometa con las partes intere- sadas, incluidas las comunidades, grupos o individuos afectados por los proyectos pro- puestos, y con otras partes interesadas, a través de la divulgación de información, consulta y participación informada de una manera proporcional a los riesgos e impac- tos en las comunidades afectadas. Además, el Banco Mundial, establece que, cuando proceda y según lo establecido en las políticas, exigirá al Prestatario que invo- lucre a las partes interesadas y a terceros, como personas expertas independientes, comunidades locales u organizaciones no gubernamentales (ONG), para complemen- tar o verificar la información de seguimien- to del proyecto.1 1 Ver criterios utilizados por el BID y el Banco Mundial para la definición de riesgos ambientales y sociales en Anexo 1 de esta cartilla. Marco conceptual “Por eso dicen las más sabedoras que la mañana no llega así nomás y aparece de pronto, sino que está ya acechando entre las sombras y, quien sabe mirar, la encuentra en las grietas de la noche. Por eso, los hom- bres y mujeres de maíz, cuando siembran, sueñan con la tortilla, el atol, el tamal. No hay todavía, pero saben que habrá y es lo que manda su trabajo. Miran su trabajadero y miran el fruto incluso antes de que la semilla toque el suelo.” (EZLN, 2020) Esas son palabras del Viejo Antonio, personaje recur- rente en los relatos de las comunidades zapatistas, de la parte del Abya Yala que conocemos generalmente como Chiapas. En esas líneas, hay un llamado a soñar el futuro que queremos construir, para ir encontrando la ruta que deberemos caminar. Ese es un proceso que requiere de lo colectivo, de encontrarnos, desde diferentes espacios, territorios, experiencias, identi- dades, sentipensares. Como podemos percibir, entonces, la tarea de responder a la pregunta sobre ¿qué modelo de socie- dad queremos? nos debería involucrar a todas y todos. En las sociedades actuales, el Estado asume la forma de representación institucional de la acción colectiva. ¿Qué quiere decir eso? Que en las acciones del Estado se pueden reflejar diferentes modelos de sociedad que van resultando de las visiones de diferentes sec- tores. Ahora bien, es importante reconocer también que el Estado prioriza determinados intereses, con independencia de quien se encuentre liderando las instituciones, a partir de sesgos estructurales que se han ido construyendo y reforzando en el tiempo, a 28 PARTE III Marco conceptual Mecanismos de salvaguardas y partes interesadas Como hemos visto, las Instituciones Financieras Internacionales pueden tener un papel de mucho peso en la implementación de políticas públicas y los proyectos que financian también tienen impac- tos sociales y ambientales. Frente a esto, diferentes grupos de sociedad civil han presionado por muchos años, para que estas Instituciones generen mecanismos de interlo- cución con la sociedad civil y no solo con los go- biernos de los países. Las IFIS, en los últimos años, han ido adoptando ciertos lineamientos en sus políticas para adoptar estas prácticas. Aunque, dada su naturaleza y trayectoria, no están acostumbradas a trabajar directamente con sociedad civil, con comunidades, con poblaciones tradicionalmente excluidas. Por lo tanto, esos lineamientos han sufrido de una apli- cación limitada desde su diseño, divulgación, iden- tificación de actores, metodologías o incluso de capacidad vinculante en los proyectos. Por eso, es importante que, desde las organi- zaciones sociales, colectivos, comunidades, pobla- ciones, conozcamos los lineamientos de estas prácticas, que son herramientas para hacer inci- dencia en proyectos financiados por las IFIS. Que los conozcamos para que los usemos, para exigir su cumplimiento y presionar porque las limitaciones que han tenido puedan irse mejorando. Cada una de las IFIS define sus propias políticas y lineamientos. El BCIE, por ejemplo, cuenta con una política ambiental y social que en su artículo 2 plantea que “debe fomentar la transparencia, divulgación y comunicación efectiva, en lo relativo a esta Política. Esto debe realizarse a través del sitio oficial de internet del BCIE u otros medios” (BCIE, 2016). Pero también en el artículo 10, esta- blece que “el BCIE debe promover y facilitar la participación de grupos de interés con el fin de evitar o minimizar los riesgos e impactos adversos a las personas y al medio ambiente” (BCIE, 2016). El BID, por su parte, cuenta con sus políticas de salvaguardas ambientales y sociales que exige que sus prestatarios elaboren y apli- quen un plan de participación de las partes interesadas, proporcional a la naturaleza y escala del proyecto y sus riesgos e impac- tos potenciales. Como partes interesadas se refiere a personas o grupos que están afectados directamente, o que tienen un interés en un proyecto financiado por el BID. El BID plantea que en la definición de los proyectos deberían respetarse los derechos de acceso a la información, participación y justicia en relación con los temas ambien- tales, siguiendo las líneas del Acuerdo de Escazú. Además, exige a sus prestatarios que identifiquen a las partes interesadas que puedan verse afectadas por los proyec- tos que financia o tener interés en ellos, ”a fin de interactuar con ellas en consultas significativas sin temor a represalias, valiéndose de formatos accesibles que tengan en cuenta necesidades físicas, sen- soriales o cognitivas, y que elaboren y apli- quen un mecanismo de reclamación accesible que permita a esas partes formu- lar comentarios, manifestar preocupa- ciones y efectuar averiguaciones” (BID, 2021). Los criterios que utiliza el BID para la defi- nición de las normas ambientales y sociales son las mismas utilizadas por el Banco Mun- dial, que también plantea en su política de salvaguardas que requerirá que el Presta- tario se comprometa con las partes intere- sadas, incluidas las comunidades, grupos o individuos afectados por los proyectos pro- puestos, y con otras partes interesadas, a través de la divulgación de información, consulta y participación informada de una manera proporcional a los riesgos e impac- tos en las comunidades afectadas. Además, el Banco Mundial, establece que, cuando proceda y según lo establecido en las políticas, exigirá al Prestatario que invo- lucre a las partes interesadas y a terceros, como personas expertas independientes, comunidades locales u organizaciones no gubernamentales (ONG), para complemen- tar o verificar la información de seguimien- to del proyecto.1 1 Ver criterios utilizados por el BID y el Banco Mundial para la definición de riesgos ambientales y sociales en Anexo 1 de esta cartilla. Ejercicio práctico: Identificando Partes interesadas y Normativas Tiempo aproximado 45 minutos Materiales - 3 copias de las normas ambientales y sociales del Banco Mundial (Anexo 1) - 1 copia del resumen de con- trato de préstamo Cre- ciendo Saludables Juntos (Anexo 2) - Papelógrafos - Tarjetas adhesivas - Tarjetas
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