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MERCADOS CAMPESINOS: MODELO DE ACCESO A MERCADOS Y SEGURIDAD ALIMENTARIA EN LA REGIÓN CENTRAL DE COLOMBIA MERCADOS CAMPESINOS: MODELO DE ACCESO A MERCADOS Y SEGURIDAD ALIMENTARIA EN LA REGIÓN CENTRAL DE COLOMBIA Seguridad alimentaria, políticas y nue- vos modelos de negocios entre peque- ñas/os productores y mercados en tres contextos de América Latina. Proyecto: Acceso a mercados y seguri- dad alimentaria en la Región Central de Colombia. Entidades participantes en el proyecto de investigación: • OXFAM • CICC • Alianza Campesina y Comunal • ILSA • Universidad Nacional de Colombia Con el apoyo de • Unión Europea «La presente publicación ha sido elaborada con la asistencia de la Unión Europea. El contenido de la misma es responsabilidad exclusiva de los socios del proyecto y en ningun caso debe considerarse que releja la posición de la Unión Europea». Este proyecto es llevado a cabo por: Este proyecto está financiado Con la UNIÓN EUROPEA MERCADOS CAMPESINOS: MODELO DE ACCESO A MERCADOS Y SEGURIDAD ALIMENTARIA EN LA REGIÓN CENTRAL DE COLOMBIA Álvaro Parrado Barbosa Juan Patricio Molina Ochoa Grupo de Investigación en Gestión y Desarrollo Rural Facultad de Ciencias Agrarias Convenio OXFAM - Universidad Nacional de Colombia 2014 MERCADOS CAMPESINOS: MODELO DE ACCESO A MERCADOS Y SEGURIDAD ALIMENTARIA EN LA REGIÓN CENTRAL DE COLOMBIA © Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Agrarias - Sede Bogotá Grupo de Investigación en Gestión y Desarrollo Rural Primera edición, 2014 Álvaro Parrado Barbosa Juan Patricio Molina Profesor Asociado - Universidad Nacional de Colombia Fotografía Alvaro Parrado, Adriana Chaparro, Omar Gutiérrez, Liliana Reina, OXFAM. Diseño y diagramación Diego Sanabria Pinzón Centro de Investigación y Extensión Rural - CIER Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. ISBN 978-958-58522-1-1 Impreso y hecho en Bogotá, Colombia CONTENIDO INTRODUCCIÓN 13 1. EL ENFOQUE DEL ESTUDIO 17 1.1 Economía campesina 18 1.2 Desarrollo rural con enfoque territorial 21 1.3 Seguridad alimentaria 23 1.4 Soberanía alimentaría 25 1.5 Autonomía alimentaria 27 1.6 Enfoque de género y empoderamiento de las mujeres campesinas 29 1.7 Emprendimiento y asociatividad campesinas 32 1.8 Cambio climático y variabilidad climática 35 1.9 Modelos de acceso a mercados de los campesinos y campesinas 36 2. DISEÑO DE LAS INVESTIGACIONES 41 2.1 Circuitos de mercados campesinos 43 2.2 Línea base 45 2.3 Tesis 46 3. SEGURIDAD ALIMENTARIA, ACCESO A MERCADOS Y CAMBIO CLIMATICO. PROBLEMÁTICA PARA EL CAMPESINADO Y POLÍTICAS PÚBLICAS EN COLOMBIA 51 3.1 Abordaje del problema alimentario desde las políticas públicas 53 3.2 El cambio y la variabilidad climática 56 3.3 Acceso a mercados y políticas públicas 63 3.4 Participación de las organizaciones campesinas en la definición de políticas públicas 75 4. MERCADOS CAMPESINOS DE LA REGIÓN CENTRAL DE COLOMBIA 83 4.1 Surgimiento y desarrollo 83 4.2 Los actores de los mercados campesinos 87 4.3 Los procesos 103 5. IMPACTOS EN LAS FAMILIAS CAMPESINAS PARTICIPANTES 117 5.1 En los ingresos 117 5.2 En el acceso a los mercados 123 5.3 En la seguridad alimentaria 126 5.4 En la adaptación a la variabilidad y el cambio climáticos 127 5.5 En la participación y el empoderamiento de las mujeres 130 5.6 en el fortalecimiento organizacional 133 6. APRENDIZAJES PARA LA SOSTENIBILIDAD DEL PROCESO DE MERCADOS CAMPESINOS 143 6.1 Elementos para la sostenibilidad de mercados campesinos 146 6.2 Elementos para la incidencia política 151 7. REFLEXIONES Y RECOMENDACIONES FINALES 159 8. BIBLIOGRAFÍA 171 ANEXO 1 181 ÍNDICE DE TABLAS Tabla 1. Circuitos de Mercados Campesinos realizados. 46 Tabla 2. Líneas y temas de investigación de las tesis de maestría y doctorado. 47 Tabla 3. Distribución del total de producción por volumen (kilos) según canal de comercialización (diciembre de 2013) 124 Tabla 4. Porcentaje de productores (Mercados Campesinos y Grupo Control) que mejoraron sus prácticas de comercialización entre 2007 y 2014 125 Tabla 5. Indicadores de nivel organizativo y capacidades de incidencia de participantes en Mercados Campesinos y grupo control. 2007 y 2014 136 ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1. Trilogía alimentaria en un enfoque de derechos 29 Figura 2. El Circuito de los Mercados Campesinos 44 Figura 3. Estructura central de Mercados Campesinos 100 Figura 4. Circuito de comercialización Icononzo 112 Figura 5. Proceso de organización los foros provinciales, congresos departamentales y el Congreso Agrario de la Región Central de Colombia 2012 141 SIGLAS UTILIZADAS ALCAMPO Alianza Campesina y Comunal. CIAT Centro Internacional de Agricultura Tropical CICC Comité de Interlocución Campesina y Comunal. CONPES Consejo Nacional de Política Económica y Social. DANE Departamento Administrativo Nacional de Estadística. FAO Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. GIGDR Grupo de Investigación en Gestión y Desarrollo Rural. ICBF Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. IFPRI International Food Policy Research Institute ILSA Instituto Latinoamericano para una Sociedad y un Derecho Alternativos. ONG Organización no Gubernamental. OXFAM he Oxford Committee for Famine Relief. PMASAB Plan Maestro de Abastecimiento de Alimentos y Seguridad Alimentaria. AGRADECIMIENTOS A las campesinas y campesinos que hacen parte de los Mercados Campesinos y de los Mercados Campesinos y Populares, por su apertura, colaboración e interés en el desarrollo de las investigacio- nes en las que se basa este documento. A las organizaciones que integran el Comité de Interlocución Cam- pesino y Comunal (CICC) y la Alianza Campesina y Comunal (ALCAMPO), al igual que al Instituto Latinoamericano para una Sociedad y un Derecho Alternativos (ILSA), que facilitaron y acom- pañaron la realización de los estudios, dándoles pertinencia frente a las necesidades y expectativas de las comunidades campesinas. Al equipo de Oxfam en Colombia, en especial a Paola Castilla y a Adriana Rodríguez, por todo su apoyo y sus oportunos aportes en el transcurso de las investigaciones y la elaboración del documento. Al equipo ejecutor del proyecto en Guatemala, Honduras y Colom- bia, que gracias al intercambio de experiencias enriqueció y contex- tualizó los resultados obtenidos, dándoles una proyección latinoa- mericana, y en especial, al equipo de la Universidad Nacional de Colombia por su compromiso y dedicación. A Lucía Fuentes, Norma Villarreal y al Centro Editorial de la Facul- tad de Ciencias Agrarias por sus aportes en la corrección del texto y sugerencias para abordar de una mejor manera algunos de los temas incluidos en esta publicación. [13] INTRODUCCIÓN E l problema del acceso a mercados de la producción campe- sina y en especial de las condiciones en que éste se da, es quizá uno de los principales limitantes para asegurar la sos- tenibilidad económica de este tipo de producción. La volatilidad de los precios, la excesiva intermediación, las condiciones desventajosas de negociación a las que se ven sometidos los campesinos y campe- sinas, los altos costos del transporte y en algunos casos su reducida disponibilidad, la falta de información y conocimiento de los mer- cados, la ausencia de políticas públicas y de una institucionalidad que afronte de manera decidida esta problemática, son algunos de los factores adversos de la economía campesina. Ante esta situación, surge la pregunta de si es posible convertir el acceso a los mercados para los campesinos y campesinas en una oportunidad que les per- mita mejorar sus condiciones de vida y beneicie a los consumidores urbanos de alimentos. La experiencia que se describe eneste documento ofrece respuestas a este interrogante y da elementos para la formulación de políticas públicas que mejoren las condiciones de acceso a los mercados de la población campesina, junto con el fortalecimiento de la seguridad [14] y soberanía alimentarias de los territorios rurales y las ciudades. La riqueza del estudio consiste en el examen detallado de experiencias concretas de organizaciones campesinas en acceso a mercados en cir- cunstancias y por intermedio de canales con diferentes condiciones de funcionamiento y exigencia que se articulan con mercados loca- les y regionales. El presente documento fue elaborado a partir del proceso de inves- tigación participativo llevado a cabo en torno al proceso Mercados Campesinos1 en la Región Central de Colombia entre los años 2011 y 20142, a través del convenio realizado entre Oxfam y el Grupo de Investigación en Gestión y Desarrollo Rural de la Universidad Nacional de Colombia (GIGDR). Se desarrollaron un total de 25 investigaciones que incluyeron 15 tesis de posgrado y siete tesis de pregrado de diferentes disciplinas, así como un estudio de Línea Base que contó con una segunda medición y un piloto de adapta- ción a la variabilidad climática de sistemas de producción campesi- nos. Estas investigaciones se desarrollaron en el marco del proyecto multi-país [Guatemala, Honduras y Colombia] “Seguridad alimen- taria, políticas y nuevos modelos de negocios entre pequeñas/os produc- tores y mercados en tres contextos de América Latina” inanciado con recursos de la Unión Europea. 1 En este documento el término Mercados Campesinos hace referencia al proceso liderado por el Comité de Interlocución Campesina y Comunal (CICC) y la Alianza Campesina y Comu- nal (ALCAMPO). La Región Central de Colombia comprende los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Meta y Tolima, y el Distrito Capital de Bogotá. 2 Las investigaciones fueron dirigidas por el Grupo de Investigación en Gestión y Desarrollo Rural de la Universidad Nacional de Colombia con el apoyo de Oxfam, ILSA, y las organizacio- nes campesinas agrupadas en el Comité de Interlocución Campesino y Comunal (CICC) y la Alianza Campesina y Comunal (ALCAMPO). [15] Con el in de ubicar al lector en el enfoque de investigación, en el primer capítulo se presentan algunos conceptos relativos a los ejes básicos de análisis que se desarrollan en los siguientes capítulos. El enfoque metodológico se basa en la investigación participativa, combinando la revisión documental con métodos cualitativos y cuantitativos, incluyendo el desarrollo de una herramienta propia como lo fueron los Circuitos de Mercados Campesinos, como se explica en el capítulo tres. En el tercer capítulo se hace una reseña de la situación alimentaria y de acceso a mercados de los campesinos y campesinas en Colombia y las políticas públicas existentes en estos temas. En los siguientes dos capítulos se explica en qué consiste el proceso Mercados Campesinos y cuáles han sido sus impactos para las fami- lias vinculadas. A continuación, en el capítulo seis, se profundiza en el análisis de los aprendizajes obtenidos a partir de los resultados de las investigaciones y la experiencia de acompañamiento al pro- ceso, y se proponen elementos de política pública a partir de estos aprendizajes. Al inal del documento se ofrecen algunas relexiones realizadas por los autores con el in de destacar elementos centrales del proceso Mercados Campesinos y de sus desafíos hacia el futuro. [16] [17] 1. EL ENFOQUE DEL ESTUDIO E ste capítulo está destinado a realizar una discusión de los conceptos y desarrollos teóricos sobre los que se construye el enfoque utilizado en el estudio. Se realiza un análisis de planteamientos conceptuales sobre las estrategias de acceso al mer- cado, los tipos de mercado de los campesinos y productores agríco- las, los modelos de mercado, la seguridad y soberanía alimentarias, la organización y participación social para el desarrollo comunitario, el desarrollo rural con enfoque territorial, la economía campesina, la variabilidad y el cambio climáticos, los derechos del campesinado, la sostenibilidad socioeconómica, organizativa y ambiental, y el enfo- que de género. Asimismo, presenta una síntesis de los principales rasgos de los lineamientos y políticas alimentarias planteados desde los organismos internacionales, gobiernos y organismos de la socie- dad civil. De manera complementaria, se precisan las dimensiones analíticas que sirven de base para agrupar e interpretar la informa- ción empírica obtenida a partir de los estudios de caso que soportan los trabajos de investigación desarrollados en el marco del proyecto. [18] 1.1 Economía Campesina Si bien no hay consenso entre el signiicado de los conceptos de cam- pesinado y pequeña producción agropecuaria o de agricultura fami- liar, hay elementos que les son comunes. Estos tienen que ver con las características de sus actividades agropecuarias en materia pro- ductiva, comercial y asociativa, las cuales son abordadas de manera especíica en este estudio para el caso de los actores del proceso de Mercados Campesinos. Pero, a partir de la experiencia de este pro- ceso, también se reconoce que, además de sus particularidades pro- ductivas, organizativas y de integración comercial, el campesinado tiene una importante proyección social y política cuyas reivindica- ciones en este campo son fundamentales para fortalecer sus funcio- nes de producción, de acceso a mercados, de incidencia en las políti- cas públicas y de articulación con otros sectores públicos o privados. Por lo anterior, los análisis de este estudio se abordan desde la óptica del concepto de campesinado. Al respecto, vale la pena señalar que el campesino no ha sido reco- nocido como sujeto social, lo cual ha generado un daño en la cons- trucción de su propia subjetividad. (Palerm, 1997 y Salgado, 2002; citados por Parrado, 2013). Por su parte, la economía campesina se circunscribe dentro de la agricultura familiar, concepto de mayor uso internacional, que se reiere a la producción realizada principalmente por la familia, quien es además la propietaria (aunque no siempre) de los medios [19] de producción. Según Forero (2003), la gran mayoría de los campe- sinos colombianos son estrictamente productores familiares. Razeto (1993) relaciona la producción familiar con una economía popular, que se expresa en especial en los sectores de menores ingresos, y que combina recursos y capacidades laborales, tecnológicas, organizati- vas y comerciales de carácter tradicional con otras de tipo moderno, con un fuerte sentido de la solidaridad, para asegurar la subsistencia. Otras características del campesinado colombiano son: 1) la tierra y el capital son los factores limitantes, la fuerza de trabajo familiar es el factor abundante, con contratación esporádica de mano de obra; 2) otros factores limitantes son el acceso a la tecnología, al crédito y a los mercados, principalmente a los de mayor expansión y a los modernos. 3) la producción está orientada al mercado y otra parte a la subsistencia y, por ende, al autoconsumo; 4) en ocasiones las deci- siones no se basan en la maximización de beneicios sino en garanti- zar los niveles de autoconsumo de la familia y los ingresos necesarios para adquirir los bienes no agropecuarios; 5) el ingreso familiar es bajo y está altamente diversiicado (varios productos, actividades no agrícolas y salarios extraprediales); 6) están ligados al mercado a través de la venta de los productos, la fuerza de trabajo y la compra de insumos; 7) miembros de la fuerza de trabajo migran, temporal o permanentemente, a otros lugares; 8) la unidad de producción es por lo general el sitio donde se ubica la vivienda familiar. Los anteriores aspectos están más referidos a las características de la economía de los campesinosy de los pequeños productores agrope- [20] cuarios. No obstante, el campesinado también tiene, de tiempo atrás, una connotación de movimiento social y político, alrededor del cual se desenvuelven y aglutinan diversas organizaciones de tipo regional y nacional con enfoques propios, pero todos orientados hacia pro- pósitos de hacer más visible su problemática, de ganar espacios en la agenda política del Estado y de canalizar recursos hacia la atención de sus propuestas. Bailey (2011) airma que a nivel internacional existen cuatro mitos sobre los pequeños productores que surgen de la falta de familia- ridad con las vidas de los agricultores y agricultoras pobres: baja productividad, aversión a la tecnología y la innovación, aversión al riesgo y aversión a los mercados. En este sentido, airma que los bajos niveles de producción se deben a las limitantes en el acceso a recur- sos y no a ineiciencias de la agricultura campesina. Por el contrario, esta hace un uso más eiciente de los recursos naturales y humanos, produciendo a menores costos económicos, sociales y ambientales. Los bajos niveles de producción se dan entonces por la escala y el tamaño de las incas, lo cual repercute en niveles de ingreso insui- cientes para lograr superar la situación de pobreza que aqueja a la mayoría de la población campesina. Entre las múltiples causas que determinan la situación de pobreza en la que vive el campesinado, y que incluyen el limitado acceso a fac- tores de producción y a bienes públicos, el acceso a mercados es una variable de enorme importancia, pues es generalizado el problema de subordinación de la producción campesina a las condiciones [21] impuestas por mercados usualmente ineicientes en cuanto al rol de los intermediarios o en cuanto a la determinación de precios. De ahí que el acceso a mercados es relevante desde la óptica de la generación de ingresos, del mejoramiento de calidad de vida y de hacer más visi- bles a los campesinos en los diferentes eslabones del abastecimiento de productos. 1.2 Desarrollo Rural con Enfoque Territorial La construcción del discurso de desarrollo rural con enfoque territo- rial en América Latina, ha tenido como referente importante la expe- riencia europea, en especial del programa LEADER, el cual impulsó un modelo de desarrollo de abajo hacia arriba, partiendo de Grupos de Acción Local (GAL) y los Grupos de Desarrollo Rural (GDR) en los territorios (regiones y comarcas) (Sumpsi, 2000; citado por Shejtman y Berdegué, 2004). Gobiernos como los de México, Bra- sil y recientemente Colombia han asumido el enfoque territorial dentro de sus políticas de desarrollo rural, el cual ha sido también impulsado por diversas organizaciones no gubernamentales y de cooperación internacional (por ejemplo el IICA y el RIMISP). Algunos expertos latinoamericanos en desarrollo rural, preieren señalar al desarrollo territorial como un enfoque del desarrollo rural. Sepúlveda et al (2003) exponen que el enfoque territorial propuesto por el IICA está orientado por una visión integradora y holística en la que destacan como elementos fundamentales: la multidimensio- nalidad (reconoce las dimensiones económica, social, ambiental [22] y político institucional del territorio), la intertemporalidad y la intergeneracionalidad (visión de largo plazo), la multisectorialidad (contempla el conjunto de actividades económicas en los territorios rurales) y la articulación de las economías territoriales. El territorio es reconocido en este caso como el resultado de un producto histórico, reconociendo su heterogeneidad, ética, social y cultural. Por su parte, Shejtman y Berdegué (2004) utilizan el término de Desarrollo Territorial Rural (DTR), el cual deinen como un proceso de transformación productiva e institucional de un espacio rural deter- minado, cuyo in es reducir la pobreza rural, a partir de la transforma- ción productiva y el desarrollo institucional. Dentro de este modelo, un territorio exitoso es aquel que logra crecer económicamente con inclusión social y sustentabilidad. Para el Grupo de Investigación en Gestión y Desarrollo Rural de la Universidad Nacional de Colombia (GIGDR) el desarrollo rural con enfoque territorial busca privilegiar las relaciones entre seres humanos y entre estos, el medio ambiente y las instituciones, las cua- les tienen lugar en ámbitos geográicos (Molina, 2014). Entendido como una realidad viviente en permanente construcción y transfor- mación, el territorio es el resultado de esos vínculos humanos en sus múltiples dimensiones. Por ende, para el GIGDR es de la mayor importancia que los proyectos en los que se participa con comunida- des rurales evidencien el tipo de relaciones conducentes al fortaleci- miento territorial. [23] Una visión más operativa para la ejecución de políticas de desarrollo rural con enfoque territorial, busca en el caso colombiano introducir esquemas de coordinación de la acción pública y de fortalecimiento de la institucionalidad local, de manera que los recursos se asignen con mayor coherencia entre aquellos programas y proyectos que tra- dicionalmente se ejecutan de manera aislada y desarticulada en los territorios. Aunque no es explícito en sus propósitos, los Mercados Campesinos tienen en su práctica los siguientes elementos de desarrollo rural con enfoque territorial: articulación con gobiernos municipales, con- formación de organizaciones campesinas locales, fortalecimiento de liderazgos que intervienen en diferentes espacios de gobernanza territorial, desarrollo de circuitos municipales y regionales de comer- cialización, entre otras prácticas. 1.3 Seguridad Alimentaria El derecho a la alimentación fue reconocido en la Declaración Uni- versal de los Derechos Humanos de 1948, en donde se proclamó que “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar y especial- mente la alimentación”, como derecho fundamental de toda persona a no padecer hambre y que ha sido ratiicado a lo largo de la historia en cumbres mundiales sobre alimentación y en la Declaración del Milenio. [24] Dentro de la Constitución Política de Colombia de 1991 este dere- cho es consagrado en los artículos 43, 44, 46, 65, y 66, a partir de disposiciones acerca del subsidio alimentario para población vulne- rable, protección del Estado para producción de alimentos, inver- sión en investigación y transferencia de tecnología y créditos agro- pecuarios para el mantenimiento de la producción de alimentos. El concepto de seguridad alimentaria tomó fuerza en la década de los setenta contemplándose dentro de esta la producción y dispo- nibilidad de alimentos a nivel global y nacional. Para la década de los años ochenta se tuvo en cuenta la intervención del acceso tanto económico como físico dentro del concepto y para la década de los noventa se incorporó la inocuidad y las preferencias culturales y se reairmó la seguridad alimentaria como un derecho, siendo este el concepto vigente actualmente. En la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996 en Roma, se aprobó la declaración de la Seguridad Alimentaria; “a nivel de indi- viduo, hogar, nación y global, se consigue cuando todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico y económico a suiciente ali- mento, seguro y nutritivo, para satisfacer sus necesidades alimenti- cias y sus preferencias, con el objeto de llevar una vida activa y sana” (FAO, 2012). El Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Universidad Nacional de Colombia (OBSAN) ha desarrollado el siguiente concepto: “El derecho que tienen todas las personas de [25] gozar, en forma oportuna y permanente, de acceso a los alimentos que necesita en cantidad y calidad para su adecuado, consumo y uti- lización biológica, garantizándoles un estado de nutrición, salud y bienestar,que coadyuve con un desarrollo humano que les permita realizarse y ser felices” (OBSAN – UN, 2010). La mirada dada por el OBSAN se ha enfocado en la garantía del derecho, no sólo a la alimentación, sino de todos los derechos fundamentales que inter- vienen en la calidad de vida del ser humano, integrando dimensio- nes que van más allá de lo alimentario y nutricional, contemplando variables económicas, políticas y culturales, con el in de dar cuenta a la amplitud de la problemática. El enfoque de derechos en el tema alimentario hace parte de la plataforma política de las organizaciones campesinas y fue asumido por el Plan Maestro de Abastecimiento de Alimentos de Bogotá. 1.4 Soberanía alimentaría La Conferencia Internacional de la Vía Campesina en Tlaxcala, México en abril de 1996 hace público el concepto de soberanía ali- mentaria, llevándolo al debate público en la Cumbre Mundial de la Alimentación en noviembre del mismo año, como alternativa a las políticas neoliberales que interieren en las políticas agrarias de las naciones. Desde entonces, el concepto ha sido adaptado por dife- rentes organizaciones civiles en todo el mundo, entrando a ser parte [26] de algunas leyes o constituciones de países como Ecuador, Bolivia, Nepal, Mali, Nicaragua y Venezuela (Ortega et al, 2010). La Vía Campesina (1996deine la Soberanía Alimentaria como: “el derecho de cada nación de mantener y desarrollar su propia capaci- dad de producir alimentos que son decisivos para la seguridad ali- mentaria nacional y comunitaria, respetando la diversidad cultural y la diversidad de los métodos de producción”, deinición que se cen- tra en el derecho de los pequeños productores a producir alimentos, el cual se ve amenazado en muchos países por las regulaciones de políticas de comercio agrícola nacionales e internacionales que han sido impuestas por los programas de ajuste estructural. Para el año 2002 la Soberanía Alimentaria se deinió en el Forum de ONG/OSG celebrado en Roma como: “el derecho de los pueblos, comunidades y países a deinir sus propias políticas agrícolas, labo- rales, pesqueras, alimentarias y de tierra de forma que sean ecológica, social, económica y culturalmente apropiadas a sus circunstancias únicas. Esto incluye el verdadero derecho a la alimentación y a la producción de alimentos, lo que signiica que todos los pueblos tie- nen el derecho a una alimentación inocua, nutritiva y culturalmente apropiada, y a los recursos para la producción de alimentos y a la capacidad para mantenerse a sí mismos y a sus sociedades”. Se destaca que el concepto de Soberanía Alimentaria desde su plan- teamiento se elaboró y se ha trabajado con un enfoque de derecho fundamental, apuntando hacia los factores que intervienen en el [27] momento de la obtención de alimentos tales como; acceso a recursos para la producción, derecho a la alimentación y disponibilidad de mercados justos. Este concepto busca el favorecimiento en las con- diciones de vida y de producción de la población rural, población que se encuentra afectada por altos niveles de pobreza alrededor del mundo, razón por la que el concepto y su desarrollo apuntan a hacer parte de las políticas actuales de desarrollo rural para las naciones. La defensa de la soberanía alimentaria ha sido uno de los pilares fun- damentales de Mercados Campesinos desde su creación. Fue uno de los puntos del Mandato Agrario de 2003, que les dio el marco polí- tico a Mercados Campesinos como se explica en el capítulo cuatro. También fue incluida en la política de abastecimiento de Bogotá, diferenciándola de la política nacional que se limita a la seguridad alimentaria y nutricional. 1.5 Autonomía Alimentaria Se denomina Autonomía Alimentaria a todos los mecanismos que los pueblos adoptan en busca de garantizar las formas de producción local y alimentaria, primando su decisión al respecto, sin intromi- sión del poder político, ni de organismos multilaterales o corpora- ciones, que buscan interferir en este proceso de autonomía territo- rial de las poblaciones (Rueda, 2012). En este sentido la Autonomía Alimentaria tiene un rango de acción más amplio y directo en los quehaceres en torno a asegurar el alcance [28] del bienestar alimentario y de calidad de vida, al reconocer el papel de las comunidades, organizaciones locales y redes como autores de normas, acuerdos y propuestas que legitiman su poder de actuación y de interlocución con otros, ratiicado en la costumbre y la memo- ria cultural y alimentaria. De acuerdo con el enfoque de la Autonomía Alimentaria, se debe concebir este proceso como el primer paso que se debe dar y ase- gurar para alcanzar la Soberanía Alimentaría, como un hecho de autodeterminación, resistencia y lucha por la permanencia cultural de las comunidades. La Autonomía Alimentaria es una estrategia que surge desde las experiencias locales y regionales, desde las que se potencia, aianza y avanza en la construcción de abajo hacia arriba de las estrategias de Seguridad y Soberanía Alimentaria. Más que conceptos o elementos independientes, la seguridad, sobe- ranía y autonomía alimentarias son entendidas desde el proceso de Mercados Campesinos como aspectos interrelacionados e interde- pendientes cuya conexión se establece particularmente en el posicio- namiento de la alimentación como derecho (igura 1), en torno al cual se deben desarrollar mecanismos que propendan por su garan- tía a nivel político, social, cultural y económico. Así, estos tres ele- mentos se establecen como trilogía alimentaria en torno a la cual se ha aportado en el marco del proceso de Mercados Campesinos a través de diversos mecanismos que involucran a múltiples actores sociales (Correa, 2014). En la práctica de los Mercados Campesinos, [29] los tres conceptos están articulados, aunque su concepción integral no está desarrollada en el discurso programático. Figura 1. Trilogía alimentaria en un enfoque de derechos Soberanía Política CulturalEconómica Social AutonomíaSeguridad A M B I E N T E Alimentación D e re ch o Fuente: Correa, 2014 1.6 Enfoque de género y empoderamiento de las mujeres campesinas Las relaciones que se establecen entre hombres y mujeres, al interior de un sistema de producción, no solamente hacen referencia a los objetivos de cada actor social, sino también a los patrones de com- portamiento, los compromisos sociales, valores, actitudes, roles y [30] expectativas que culturalmente se imponen de manera diferenciada y generacional a hombres y mujeres basadas en la diferencia sexual. Para empezar a relatar la situación de las mujeres en el campo es necesario reconocer la situación de subordinación y desigualdad en la que viven, producto de una construcción según la cual el recono- cimiento, control de las decisiones y el acceso a la riqueza es patri- monio del varón, lo cual origina: la falta de acceso a la tierra, baja calidad de la atención en salud, negación en la posibilidad de toma de decisiones, largas jornadas de trabajo tanto en la casa como en el campo y ser víctimas de diferentes tipos de violencia. El trabajo de cuidado de las mujeres es invisibilizado, pues estas acti- vidades se desarrollan junto a las agropecuarias y generalmente el sitio de trabajo es la misma casa, así las mujeres se encargan de los roles reproductivos, del trabajo productivo y del trabajo doméstico sin recibir reconocimiento por los trabajos a los que no se les asigna valor monetario, y cuando hacen trabajo cuyo resultado puede ser objeto de intercambio monetario, solo se reconoce como “ayuda”. La evidencia en que en general el control monetario de tal actividad lo ejerce “el hombre de la casa” como expresión del poder masculino y el del escaso empoderamiento femenino. La metodología de Empoderamiento Económico de las Mujeres (WEL por sus siglas en inglés) desarrollada por Oxfam,es un ins- trumento para construir equidad y diseñar programas para el lide- razgo económico de las mujeres que busca mejorar las relaciones de [31] género. Esta propuesta nace por la necesidad de centrar sus esfuer- zos en equilibrar las relaciones de poder entre hombres y mujeres; WEL propone integrar un análisis comercial junto con un enfoque de género para que se puedan cambiar las relaciones entre hombres y mujeres no sólo en la casa sino también en el mercado (Oxfam, 2012). Para Oxfam en una iniciativa económica y/o de acceso a mercados, hay al menos tres condiciones que deben darse en el proceso de empoderamiento económico de las mujeres para avanzar en el desa- rrollo de sus capacidades: 1) generación de ingresos por parte de las mujeres y decisión compartida o consensuada con los hombres en cuanto al manejo de los ingresos del hogar o al menos autonomía de las mujeres en el manejo de los ingresos generados por ellas; 2) redistribución de cargas en el hogar teniendo en cuenta las jornadas adicionales que dedica la mujer a la generación de ingresos; 3) nueva relación de poder al interior del hogar que elimine el sesgo en contra de la mujer y que sea aceptada por el hombre. De manera más general, y para que los cambios sean transformado- res y sostenibles, Oxfam considera importante de promover un enfo- que holístico sobre el empoderamiento de las mujeres, que interco- necta el empoderamiento social, político y económico. Para eso, los problemas sociales y políticos más importantes de las mujeres deben también ser abordados en las iniciativas y analizados a través de un análisis del contexto. [32] Oxfam considera que el empoderamiento de las mujeres es un pro- ceso en lo cual las mujeres ganan poder y control sobre sus vidas. Lo que implica una transformación de las relaciones desiguales de poder entre los hombres y las mujeres. El trabajo para el empode- ramiento debe otorgar una importancia a los conceptos de “poder interior”, “poder para” y “poder con”, que son manifestaciones posi- tivas del poder que pueden originar relaciones más equitativas3. 1.7 Emprendimiento y asociatividad campesinas Diferentes esfuerzos han intentado deinir las empresas u organi- zaciones campesinas con ines económicos. Berdegué (2000) des- cribe las Empresas Asociativas Campesinas (EAC) creadas en Chile desde 1990, como “organizaciones comerciales creadas para que la pequeña agricultura pueda participar con éxito en la economía y hacer valer su voz en la sociedad”. Para ello, deben reconvertir sus sis- temas de producción, introduciendo nuevas actividades, más renta- bles, y explorando mercados nuevos y más dinámicos, alejándose de los productos tradicionales. Los casos exitosos de acción colectiva se explican por el capital social del que parten y el proceso de aprendi- zaje que desarrollan, entre otros factores a los que se hará referencia más adelante. (Revisar la redacción) Instituciones de cooperación internacional como el Instituto Inte- ramericano de Cooperación para la Agricultura, IICA y el Fondo 3 Veneklasen, L. Miller, V. 2007. Just associates. A new wave of power, people and politics. Prac- tical Action Publishing. UK. [33] Internacional de Desarrollo Agrícola, FIDA, utilizan el término de microempresa o pequeña empresa rural, como pequeños empren- dimientos rurales, que nacen mayoritariamente como respuesta a la necesidad y urgencia de sus integrantes por resolver las situacio- nes de exclusión económica y social, más que como resultado de un proceso planiicado y una evaluación previa y fundamentada de proyectos económicos rentables, pero que son fundamentales para la generación de ingresos a los pequeños agricultores y la disminu- ción de la pobreza rural (Pérez y Jofre, 2000; FIDA, 2004; Monares y Bustamante, 2004). El Programa de Apoyo a la Microempresa Rural de América Latina y el Caribe, PROMER, deine las microempresas rurales como “aque- llos emprendimientos desarrollados por pequeños productores cam- pesinos que ofrecen productos o servicios, relacionados o no con la producción agrícola primaria, que utilizan de preferencia mate- ria prima local, que emplean mano de obra familiar y/o contratan hasta 10 trabajadores asalariados, y que actúan en forma individual o asociativa”. La Plataforma RURALTER (2007), utiliza el término de Empresa Asociativa Rural, EMAR, que deine como “una asociación legal- mente constituida, conformada mayoritariamente por pequeños productores rurales, que ha conseguido resultados económicos favo- rables y tiene una estructura de gestión profesional”. RURALTER diferencia la EMAR de la “empresa privada” por tener no solamente ines lucrativos, de rentabilidad económica y sostenibilidad en los [34] mercados, ya que la EMAR incorpora objetivos de rentabilidad social e impacto en las familias de sus socios. Se destaca también que la empresa privada cuenta con una gestión profesional altamente caliicada, lo cual es deiciente en la EMAR. El Grupo de Investigación en Gestión y Desarrollo Rural de la Uni- versidad Nacional de Colombia (GIGDR), analiza a las organiza- ciones campesinas con ines empresariales, tanto formales como informales, en un marco territorial, las cuales deine como Núcleos de Emprendedores Rurales, NER: “grupos de personas ubicadas en un territorio que desarrollan procesos innovadores en algún aspecto pertinente a su contexto o problemática productiva. Tienen un proyecto económico a nivel de idea o en ejecución, es decir están vinculados a una actividad productiva o de servicios y tienen una disposición a mejorarla. Pueden estar conformados por diferentes actores de los territorios rurales y pueden ser de tipo mixto o una combinación de este tipo de actores sociales y sin discriminación de género. Han alcanzado cierto nivel de organización sin tener que estar formalmente constituidos; su propósito responde a iniciativas propias de sus miembros para adelantarlas conjuntamente” (Parrado et al, 2009). Las organizaciones campesinas adscritas al proceso Mercados Cam- pesinos en Colombia tienen tanto objetivos económicos de mejo- ramiento de la comercialización y de los ingresos como objetivos sociales y políticos de reivindicación de los derechos del campesi- nado y su importancia para la sociedad, en especial en términos de [35] seguridad y soberanía alimentaria. En la práctica, las organizaciones nacionales y regionales de segundo grado (CICC y ALCAMPO) priorizan las funciones de reivindicación, mientras que las locales están más centradas en la dinámica económica y comercial. Hay complementariedad entre estos dos niveles que contribuye a una mayor solidez y sostenibilidad de las organizaciones. 1.8 Cambio climático y variabilidad climática La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMCC), en su Artículo 1, deine el cambio climático como: “un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mun- dial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”. La CMCC distingue entre el cambio climático atribuido a actividades humanas que alte- ran la composición atmosférica y la variabilidad climática atribuida a causas naturales (Tobón, 2014). La variabilidad climática hace referencia a la variaciones en el estado medio y otros datos estadísticos (como las desviaciones típicas, la ocurrencia de fenómenos extremos, etc.) del clima en todas las esca- las temporales y espaciales, más allá de fenómenos meteorológicos determinados. La variabilidad se puede deber a procesos internos naturales dentro del sistema climático (variabilidad interna), o a variaciones en los forzamientos externos antropogénicos (variabili- dad externa) (Tobón, 2014). [36] Según se expone en estudios realizados por Boshell y León (2011)la variabilidad climática corresponde a luctuaciones del clima en diversos periodos de tiempo. El grado de variabilidad climática se puede describir por las diferencias entre los resultados estadísticos a largo plazo del análisis de elementos meteorológicos calculados para diferentes períodos. Se utiliza a menudo el término para indicar des- viaciones de las estadísticas climáticas a lo largo de un período de tiempo dado (por ejemplo, un mes, estación o año determinados) respecto a estadísticas climáticas a largo plazo relacionadas con el mismo período del calendario. En este sentido, la variabilidad cli- mática se mide por esas desviaciones, denominadas habitualmente anomalías. El cambio y la variabilidad climática no son abordados de forma explícita por Mercados Campesinos, pero está en la agenda de preocupaciones por su impacto en la producción y en la calidad de vida de los campesinos. En la sección 5.4 se mencionan algunas acciones que se han venido desarrollando en este sentido. 1.9. Modelos de acceso a mercados de los campesinos y campesinas La distribución de los productos de la economía campesina se rea- liza a través de la combinación de diferentes canales de comercializa- ción. Forero (2003) identiica cuatro canales o circuitos principales: el autoconsumo familiar y local, el abastecimiento directo de mer- [37] cados locales (municipales), el abastecimiento masivo a los centros urbanos y la articulación a cadenas agroindustriales. La exportación y el canal institucional (venta a grandes empresas) son también alter- nativas en las que participa la producción campesina. En el canal de venta a los grandes centros urbanos, las diicultades que afronta el pequeño productor campesino para vender sus pro- ductos directamente al consumidor inal, deinen una estructura de intercambio caracterizada por la alta intermediación y la inequidad en los márgenes de ganancia. Esta intermediación se incrementa si los productos son perecederos y comercializados en fresco, como es el caso de buena parte de la producción campesina. Si bien la articulación a canales de comercialización sostenibles y a la demanda especíica del mercado, son considerados requisitos indispensables para el éxito de las empresas asociativas campesinas (FIDA, 2004. RURALTER, 2007.), diversas restricciones internas y factores externos diicultan una relación efectiva y justa entre las empresas asociativas y los mercados. Entre las principales limitan- tes se encuentran la informalidad con la que operan muchas expe- riencias asociativas campesinas, desconocimiento del mercado, poca articulación con la demanda, debilidades en las capacidades geren- ciales y de negociación, falta de permanencia y cumplimiento con los clientes, inequidades en los mercados y en la ijación de precios, entre otras (Razeto, 1993; RURALTER, 2007; Montoya y Modra- gón, 2010). [38] Diversas iniciativas se han enfocado en lograr un intercambio justo que beneicie tanto a los pequeños productores como a los consumidores de menores ingresos. Ejemplo de ello, son los canales de “mercado justo” o “fairtrade”, los mercados y redes “solidarias” y los “mercados campesinos”. Oxfam ha identiicado cinco principios para vincular a peque- ños productores a mercados formales: colaboración entre los actores de la cadena e innovación, vínculos de mercados, gobernabilidad justa y transparente, distribución de los ingre- sos y compartir riesgos equitativamente, acceso equitativo a servicios (Oxfam, 2012). Para el caso Colombiano se cuenta con el modelo de mercado deno- minado Mercados Campesinos, que son una experiencia de carácter social, económico y político, donde desde las bases de la economía campesina se busca la reivindicación política, económica y social de quienes ejercen este tipo de actividad en los territorios rurales, especíicamente en la Región Central de Colombia4. El proceso está cimentado sobre dos pilares fundamentales: por un lado la inciden- cia directa, no sólo a nivel consultivo, del campesinado en el diseño y ejecución de la política pública de seguridad alimentaria y de dis- tribución de alimentos para la ciudad de Bogotá y los departamen- tos de la Región Central; por otra parte la capacidad de lograr una participación económica más justa de los campesinos en el mercado, 4 Los Departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Meta y Tolima. [39] al poder comercializar directamente sus productos con los habitan- tes de la ciudad capital. El proceso surgió en el año 2004 como una iniciativa de organiza- ciones campesinas y comunales5 apoyadas por el Instituto para una Sociedad y un Derecho Alternativos (ILSA), he Oxford Commit- tee for Famine Releaf (OXFAM) y la Alcaldía Mayor de Bogotá a través de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico (SDDE). Los Mercados Campesinos brindan una posibilidad única a los campesinos y campesinas de acceder a mercados de forma directa y diversiicada, es decir se hace más corta la cadena de intermediación, logrando una mayor equidad entre los actores del proceso de comer- cialización, donde los márgenes de ganancia para el productor son más altos y los precios para el consumidor son menores, y se puede acceder a productos de mejor calidad nutricional y en mayor can- tidad, con el in garantizar la seguridad alimentaria de las familias urbanas y rurales (Montoya y Mondragón, 2010; Corredor, 2011; Parrado, Gutiérrez y Molina, 2012). 5 Acción Campesina Colombia (ACC), Asociación Departamental de Usuarios Campe- sinos de Cundinamarca (ADUC), Asociación Nacional de Ayuda Solidaria (ANDAS), Asociación Nacional de Mujeres Campesinas, Negras e Indígenas de Colombia (ANMU- CIC), Confederación Nacional de Juntas de Acción Comunal (CONFECOMUNAL), Federación Nacional de Cooperativas Agropecuarias (FENACOA), Federación Sindical Unitaria Agropecuaria (FENSUARO) y Fundación San Isidro (FSI). Estas organizaciones constituyen el Comité de Interlocución Campesina y Comunal (CICC). [40] [41] 2. DISEÑO DE LAS INVESTIGACIONES L as investigaciones a las que hace referencia este documento, fueron realizadas de manera participativa entre el primer semestre de 2011 y el primer semestre de 2014 en torno al proceso Mercados Campesinos en la Región Central de Colombia, y las temáticas estudiadas fueron las siguientes: acceso de los campe- sinos y campesinas a diferentes canales de comercialización, organi- zación y asociatividad, políticas públicas, multifuncionalidad de la economía campesina y participación de las mujeres. Se combinaron instrumentos de investigación cuantitativa y cuali- tativa, tales como encuestas o entrevistas estructuradas, entrevistas semi-estructuradas, talleres con grupos focales, observación partici- pante, diarios de campo y estudios de caso. Para interpretar el con- texto colombiano frente a los ejes de análisis, se revisaron documen- tos referidos a la situación de la economía campesina colombiana frente a los ejes de análisis, así como la legislación nacional y algu- nos casos locales. También se revisaron bases de datos y documentos generados por los actores vinculados a Mercados Campesinos com- plementando la información obtenida en la investigación de campo. [42] Los temas de investigación fueron deinidos en conjunto con los actores participantes en Mercados Campesinos. Se constituyó un comité directivo del proyecto donde participaban representantes de las organizaciones campesinas, las organizaciones no gubernamen- tales (ONG) acompañantes y la Universidad Nacional. En el comité se acordaron los temas de investigación a partir de las necesidades identiicadas por los líderes de Mercados Campesinos. En este ejercicio de concertación, se deinieron cinco líneas de inves- tigación, que buscaron atender desafíos estratégicos de Mercados Campesinos, comprendiendo mejor sus dinámicas y procesos, a las vez que aportaronherramientas para mejorar el desempeño del pro- ceso y la incidencia política de las organizaciones campesinas. Como apoyo a las tesis de maestría y doctorado, se desarrollaron tesis o trabajos de grado de las carreras de Agronomía, Economía y Zoo- tecnia. En principio se realizaron cinco tesis con el objeto de aportar elementos para construir un estado del arte del proceso Mercados Campesinos; en el marco de estas tesis, se llevaron a cabo ocho estu- dios de caso, apoyados en la herramienta metodológica participativa de los Circuitos de Mercados Campesinos con familias de los cuatro departamentos, y un estudio de mapa de actores y análisis de redes. A estas investigaciones se sumó una caracterización de la situación alimentaria y nutricional de las familias campesinas de la Región Central de Colombia participantes en Mercados Campesinos a tra- vés de cuatro estudios de caso, y una investigación dirigida a la arti- [43] culación de Mercados Campesinos con los comedores comunitarios de la Comunidad de Bosa. Los resultados obtenidos en estas inves- tigaciones preliminares, además de brindar elementos orientadores y de contextualización a las investigaciones de maestría y doctorado, permitieron a los actores de Mercados Campesinos relexionar sobre las fortalezas y retos que tiene el proceso. 2.1 Circuitos de mercados campesinos En el primer semestre de 2011 se realizaron ocho estudios de carac- terización y diagnóstico de los procesos que desarrollan las familias para participar en los Mercados Campesinos, para lo cual se diseñó una metodología de investigación participativa denominada “Cir- cuitos de Mercados Campesinos”, basada en la interacción de los investigadores con las familias campesinas durante la cosecha, trans- porte, distribución y venta en Bogotá, y regreso a los municipios, como se ilustra en la igura 2. Las investigaciones constituyeron además los trabajos de grado de cuatro estudiantes de las carretas de ingeniería agronómica y econo- mía. En la tabla 1 se presentan las características de los sistemas de producción que hicieron parte de los Circuitos de Mercados. [44] Figura 2. El Circuito de los Mercados Campesinos Sistemas de producción campesinos MERCADO CAMPESINO Área urbana de Bogotá Mercados en las localidades de Bogotá Área urbana de los municipios Fuente: Parrado, Gutiérrez y Molina, 2012. Tabla 1. Circuitos de Mercados Campesinos realizados. Características del sistema de producción Municipios Investigador y programa académico Especialización en productos procesados. Vereda el Verjón (Bogotá), Belén (Boyacá). Ángela Robayo. Ingeniería Agronómica. Productores que emplean otros canales de comercialización, además de los mercados presenciales en parques de Bogotá. Fuente de Oro (Meta). El Colegio (Cundinamarca). Juan Carlos López. Ingeniería Agronómica. Productores con menos de un año participando en Mercados Campesinos, venden menos de la mitad de la producción de la finca en este canal. Fómeque y Viotá (Cundinamarca). Hans Nicolás Chaparro. Ingeniería Agronómica. Productores que participan hace más de un año en Mercados Campesinos y comercializan más de la mitad de su producción en este canal. Icononzo (Tolima) y Tuta (Boyacá). María Fernanda Romero, Economía. Fuente: Parrado, Gutiérrez y Molina, 2012. [45] 2.2. Línea base Se realizó un estudio de Línea de Base para el cual en el segundo semestre de 2012 se aplicaron encuestas o entrevistas estructuradas a cuatro grupos poblacionales: familias campesinas, grupos locales de productores (Comités Campesinos Municipales), consumidores en parques de Bogotá y compradores de plazas de mercado y fruver. De forma complementaria, el equipo de encuestadores elaboró diarios de campo, en los que se recogieron observaciones de tipo cualitativo. Las encuestas a familias campesinas se estructuraron en torno a cua- tro ejes de análisis: medios de vida, acceso a mercados, seguridad alimentaria y adaptación a la variabilidad y al cambio climático. Se incorporó de manera transversal el análisis con enfoque de género. Se encuestaron en total 403 hogares campesinos6, 400 consumido- res en 10 parques de Bogotá, 53 comercializadores de plazas de mer- cado y fruver, 35 grupos locales en igual número de municipios y cinco grupos en localidades de Bogotá. Las personas encuestadas se encontraban vinculadas a Mercados Campesinos en los roles de pro- ducción, comercialización y consumo, por lo que esta información es aplicable a esta población, sin pretender ser una muestra represen- tativa para la Región Central de Colombia. 6 Se asume la deinición de hogar del Departamento Nacional de Estadística –DANE: Es la per- sona o grupo de personas, parientes o no, que ocupan la totalidad o parte de una vivienda; atienden necesidades básicas, con cargo a un presupuesto común y generalmente comparten las comidas. [46] En el primer semestre de 2014 se realizó una segunda medición o Evaluación de Efectividad a 391 hogares vinculados a Mercados Campesinos, que incluyó además 330 hogares localizados en los mismos municipios pero que no participan en el proceso, los cuales fueron seleccionados con ines comparativos (grupo control). 2.3 Tesis Se desarrollaron 15 tesis de posgrado (13 de maestría y dos de doc- torado) y siete tesis de pregrado o licenciatura a través de procesos de investigación participativa. Los temas de investigación fueron deinidos en conjunto con los actores participantes en Mercados Campesinos en el marco del Comité mencionado previamente y a partir de necesidades identiicadas por los actores de Mercados Campesinos. En este ejercicio de concertación, se deinieron cinco líneas de inves- tigación, que buscaron atender desafíos estratégicos de Mercados Campesinos, comprendiendo mejor sus dinámicas y procesos, a las vez que aportaron herramientas para mejorar el desempeño del pro- ceso y la incidencia política de las organizaciones campesinas. Las líneas deinidas fueron: acceso de los campesinos y campesinas a diferentes canales de comercialización, organización y asociatividad, políticas públicas, multifuncionalidad de la economía campesina y participación de las mujeres, las cuales se presentan de forma deta- llada en la tabla 2. [47] Los resultados de las investigaciones fueron compartidos con los líderes campesinos, los representantes de las ONG que apoyan el proceso Mercados Campesinos y las familias campesinas que par- ticipan en el proceso, con lo cual se generó un conocimiento más profundo de cada temática y se recibió una retroalimentación que permitió mejorar los documentos inales de investigación. Tabla 2. Líneas y temas de investigación de las tesis de maestría y doctorado. Líneas de investigación Temas de tesis Investigador y programa académico Acceso de campesinos y campesinas a diferentes canales de comercialización Fijación de precios en Mercados Campesinos de Bogotá. Caso hortalizas frescas de Fómeque y Chipaque (Cundinamarca). Daniel Acosta. Ingeniero agrónomo. Maestría en Ciencias Agrarias. Universidad Nacional de Colombia. Análisis de mercado de productos alimenticios frescos en la localidad de Engativá - Programa Mercados Campesinos en Bogotá. Mónica Pedraza. Ingeniera agrónoma. Maestría en Ciencias Agrarias. Universidad Nacional de Colombia. Logística de distribución de productos perecederos de economía campesina. Casos Fuente de Oro, Meta y Viotá, Cundinamarca. Liliana Reina. Administradora de empresas. Maestría en Ciencias Agrarias. Universidad Nacional de Colombia. Evaluación de sistemas de información para el programa Mercados Campesinos. Claudia Luengas. Ingeniera agroindustrial. Maestría en Ciencias Agrarias. Universidad Nacional de Colombia. Organización y asociatividad Estrategia de Desarrollo Humano y Sustentable para la Empresa Asociativa Campesina en la Región Central de Colombia. ÁlvaroParrado. Maestría en Desarrollo Humano y Sustentable. Universidad Bolivariana de Chile. El estudio incluyó una tesis de maestría y una de doctorado. Estrategia de Desarrollo Humano y Sustentable para las Organizaciones Campesinas Locales de la Región Central de Colombia vinculadas al proceso Mercados Campesinos. Álvaro Parrado. Doctorado en Desarrollo Humano y Sustentable. Universidad Bolivariana de Chile. El estudio incluyó una tesis de maestría y una de doctorado. [48] Multifuncionalidad de la economía campesina Sostenibilidad de la economía campesina en el proceso Mercados Campesinos (Colombia). Adriana Chaparro, Médica veterinaria. Doctorado en Recursos Naturales y Sostenibilidad. Universidad de Córdoba. España. Evaluación de los impactos potenciales de la Variabilidad Climática y El Cambio Climático en algunos indicadores de seguridad alimentaria en zonas productoras para Mercados Campesinos. Catherine Tobón. Licenciada en Física. Maestría en Meteorología. Universidad Nacional De Colombia. Impactos y medidas adaptativas a la variabilidad climática en pequeños productores ecológicos y convencionales del Altiplano Cundiboyacense (Guasca y Duitama). Gonzalo Pradilla. Biólogo. Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo. Universidad Nacional de Colombia. Análisis de sostenibilidad del proceso de Mercados Campesinos de la Región Central de Colombia. William Melo. Ingeniero Agrónomo. Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo. Universidad Nacional de Colombia. Influencia de Mercados Campesinos sobre la seguridad alimentaria de las familias participantes del proceso. Martha Correa. Bióloga, M.Sc. en Antropología. Universidad Nacional de Colombia. Perspectivas locales sobre la generación de ingresos en familias campesinas vinculadas a Mercados Campesinos. Milena Bayona. Ingeniera Agrónoma, M.Sc. en Antropología. Universidad Nacional de Colombia. Políticas públicas El abastecimiento de alimentos en las políticas públicas de la Gobernación de Cundinamarca y la representación de las organizaciones campesinas. Adriana Pérez. Nutricionista-Dietista. Maestría en Políticas Públicas. Universidad Nacional de Colombia. Análisis de las políticas públicas de comercialización de alimentos y construcción de elementos facilitadores para el ingreso de pequeños productores a canales de comercialización. Omar Alejandro Gutiérrez. Ingeniero agrónomo. Maestría en Ciencias Agrarias. Universidad Nacional de Colombia. Participación de las mujeres Participación económica y política de las mujeres en el proceso de Mercados Campesinos. Dos estudios de caso (2004-2012). Valentina Zarama. Socióloga. Maestría en Estudios de Mujer y Género. Universidad Nacional de Colombia. Fuente: Autores. [50] [51] 3. SEGURIDAD ALIMENTARIA, ACCESO A MERCADOS Y CAMBIO CLIMATICO. PROBLEMÁTICA PARA EL CAMPESINADO Y POLÍTICAS PÚBLICAS EN COLOMBIA L a importancia de la producción campesina para la seguridad alimentaria nacional ha venido siendo reivindicada tanto por organizaciones de la sociedad civil, como por la acade- mia y algunas entidades estatales. Sin embargo, la legislación y las políticas nacionales han desconocido el rol estratégico que tiene la economía campesina dentro de una política alimentaria sostenible e incluyente; a pesar de su importancia, temas como la comerciali- zación de alimentos de producción campesina no se abordan o se abordan muy tangencialmente, con algunas excepciones en ciertas instancias públicas del orden territorial. Se desconoce también el rol especíico de las mujeres rurales en el proceso productivo para la seguridad alimentaria familiar y nacional. En las leyes colombianas no existen normas especíicas sobre aspectos como la seguridad alimentaria, la obligación del Estado de garantizar el derecho a la alimentación, la comercialización de los alimentos o la protección de la producción de alimentos ante amenazas como el Cambio Climático, a pesar de que en la Constitución Política con- templa la alimentación como un derecho para los niños y mujeres lactantes, así como el apoyo a la producción nacional de alimentos. [52] Para las organizaciones campesinas colombianas la seguridad ali- mentaria es asumida con implicaciones de derecho a la alimentación y soberanía en el marco territorial, buscando el reconocimiento jurí- dico y normativo de estas reivindicaciones. Dos importantes instru- mentos que recogen esta visión son el Mandato Agrario de 2003 y la Propuesta Alternativa de Ley General de Tierras, Reforma Agraria y Desarrollo Rural Integral de 2011, los cuales representan y orientan la posición de las organizaciones campesinas y sociales sobre estos temas. En el nivel territorial se han desarrollado algunos planes de abas- tecimiento de alimentos que reconocen la importancia de articu- lar la producción campesina, como en el caso de Bogotá, donde la incidencia realizada desde las organizaciones campesinas a través del Comité de Interlocución Campesina y Comunal –CICC, fue fundamental. Como resultado, el Plan Maestro de Abastecimiento de Alimentos y Seguridad Alimentaria de Bogotá –PMASAB, reco- noce la importancia de la producción campesina y contempla espa- cios de participación para esta población en la toma de decisiones y en la ejecución de la política. Con respecto a la mitigación y adaptación al cambio climático, los desarrollos normativos se centran en la adopción de los acuerdos y compromisos internacionales frente al tema, este desarrollo se ha enfocado a la reducción de emisiones de carbono y la gestión del riesgo, sin contemplar de manera especíica la protección de la pro- ducción de alimentos ante los fenómenos climáticos. [53] En este capítulo se ofrece una aproximación a las tres problemáti- cas mencionadas (la seguridad alimentaria, el acceso a mercados por parte de los campesinos y campesinas, y el cambio y variabilidad cli- mática) y su abordaje en las políticas públicas. 3.1 Abordaje Del Problema Alimentario Desde Las Políticas Públicas La Constitución Política de 1991 contempla el tema de la alimen- tación desde dos dimensiones: como derecho en el artículo 43 y 44 en el que se reiere a la alimentación equilibrada de los niños y mujeres lactantes como un derecho fundamental, y como apoyo a la producción agropecuaria en los artículos 64, 65 y 66, asignando funciones al Estado para incrementar su productividad y el desarro- llo tecnológico. La Constitución además reconoce en el artículo 93 el carácter vinculante de los tratados internacionales en materia de derechos humanos ratiicados por Colombia, entre los que se encuentran la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), la Decla- ración Universal sobre la Erradicación del Hambre y la Malnutri- ción (1974), la Declaración de Roma sobre Seguridad Alimentaria Mundial (1996), el Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (1996) y la Declaración de los objetivos del Milenio (2000), entre otros. [54] Las políticas públicas alimentarias en el nivel nacional han sido formuladas desde el Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES), entidad que hace parte del poder ejecutivo en calidad de órgano asesor, pero que en la práctica ha venido produ- ciendo documentos de políticas públicas que orientan la labor del Gobierno en materia económica y social7. Es así como en el año 1996 se expide documento CONPES 2847 de 1996, Plan Nacional de Alimentación y Nutrición (PNAN) 1996-2005, el cual contem- plaba una serie de metas en las áreas de salud, nutrición, alimenta- ción, agricultura, educación, comunicación y medio ambiente, pero que se focalizó en los temas de salud pública, y especialmente en la desnutrición infantil. El PNAN creó organismos de coordinación nacional conformados por los representantes de entidades guberna- mentales, sin participación de la sociedad civil. Susimpactos fueron limitados, aunque se redujeron las cifras de desnutrición infantil. En el año 2008 se publica el documento CONPES 113, Polí- tica Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PSAN). 7 El Consejo Nacional de Política Económica y Social — Conpes — fue creado por la Ley 19 de 1958. Ésta es la máxima autoridad nacional de planeación y se desempeña como organismo asesor del Gobierno en todos los aspectos relacionados con el desarrollo económico y social del país. Para lograrlo, coordina y orienta a los organismos encargados de la dirección económica y social en el Gobierno, a través del estudio y aprobación de documentos sobre el desarrollo de políticas generales que son presentados en sesión. Los miembros del Conpes están establecidos mediante el Decreto 2148 de 2009 (permanentes, no permanentes, invitados y otros asistentes). El Conpes y el Conpes Social actúan bajo la dirección del Presidente de la Republica y lo com- ponen como miembros permanentes con derecho a vos y voto, el Vicepresidente de la República, todos los Ministros, el Director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la Repú- blica, el Director del Departamento Nacional de Planeación, y el Director del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación – Colciencias. El Departamento Nacional de Planeación desempeña las funciones de Secretaría Ejecutiva. https://www.dnp.gov.co/CON- PES.aspx. [55] Tomando como base la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (1996), el CONPES 113 deine la seguridad alimentaria como la disponibilidad suiciente y estable de alimentos, el acceso y el consumo oportuno y permanente de los mismos en cantidad, calidad e inocuidad por parte de todas las personas, bajo condiciones que permitan su ade- cuada utilización biológica, para llevar una vida saludable y activa. El PSAN contempla una estrategia más integral que su antecesor, incluyendo aspectos económicos sociales y culturales. Busca garan- tizar a la población una calidad de vida integral, pero con un crite- rio de corresponsabilidad y un enfoque de manejo social del riesgo: La deinición adoptada en este documento Conpes Social va más allá del hecho de que toda la población tenga una alimentación adecuada, ésta realza el derecho de la misma a no padecer hambre y a tener una alimentación adecuada, el deber que tiene la persona y la familia de procurarse una alimentación apropiada y la necesidad de contar con estrategias sociales para arontar los riesgos8. El CONPES 113 creó una institucionalidad más amplia que su antecesor, que además del nivel nacional incluyó también a los departamentos. Creó además la Comisión Intersectorial de Seguri- dad Alimentaria y Nutricional (CISAN), el Observatorio de Seguri- dad Alimentaria y Nutricional (OSAN) y ordenó la formulación del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PNSAN), que efectivamente fue promulgado en marzo del 2013 para el 8 Departamento Nacional de Planeación. 2008. Documento CONPES 113. Política de Seguri- dad Alimentaria y Nutricional (PSAN). Bogotá. [56] período 2012-2019. Sin embargo, su impacto ha sido reducido, y ha carecido de la participación activa de la sociedad civil. A pesar de que los logros obtenidos por estas políticas distan de solucionar la problemática del derecho a la alimentación en Colom- bia, se han logrado algunos avances en términos nutricionales. Sal- gado (2014) airma que los logros de esta secuencia de planes son par- ciales, pues si bien han logrado algunos avances en términos de mejorar o estabilizar los indicadores relacionados con la nutrición de la pobla- ción, en particular, la más pobre –estando estos indicadores por debajo de los promedios de América Latina-, no han tenido una incidencia fundamental en consolidar una estrategia nacional de producción de alimentos. De hecho Salgado resalta que existe una ruptura entre las políticas de seguridad alimentaria y las políticas orientadas a apoyar producción de alimentos. 3.2 El cambio y la variabilidad climática La problemática El sector agrícola se presenta como uno de los más sensibles a las variaciones climáticas, debido a los cambios que se producen en tem- peraturas y precipitaciones; variables que afectan directamente los cultivos, ocasionando déicit de producción y/o pérdida de cultivos, lo cual incide en la disponibilidad de algunos alimentos, en el acceso de los mismos debido a costos, o en la inocuidad del alimento. [57] Instituciones a nivel internacional como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el International Food Policy Research Institute (IFPRI) y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) han estudiado el impacto que estos hechos presentan, además de estudiar posibles procesos tanto de mitigación y adaptación. Dentro de estas investigaciones se encuentra “Variabilidad Climá- tica y Seguridad Alimentaria y Nutricional” FAO (2011), la cual concluye que los fenómenos climáticos extremos intensos más recuen- tes y más irregulares y las sequías, niveles más altos de los mares y las irregularidades crecientes en los regímenes de la estación de lluvias ya tienen repercusiones directas sobre la producción de alimentos, la inraestructura de la distribución alimentaria, la incidencia de las cri- sis alimentarias. El informe destaca cambios previsibles en la distri- bución de agua para los cultivos, el ganado, pérdida de tierras arables debido a la creciente aridez y a la salinidad asociada, y disminución del agua subterránea. A pesar de que se reconoce que eventos climáticos como el fenó- meno ENOS (El Niño y La Niña) afectan de forma directa e inme- diata aspectos como la estabilidad, calidad, producción continua o costos de un producto en una región especíica, en Colombia no se tienen medidas reales de lo que sucede a nivel nacional ni regional (Tobón, 2014). [58] Un conocimiento especíico de los posibles impactos que podrían traer este tipo de eventos tanto a largo como a corto plazo es de gran utilidad para la reducción de pérdidas en producción, debido a que pueden anticiparse medidas adaptativas especíicas basadas en cono- cimientos cientíicos en conjunto con el propio conocimiento de los principales afectados en este caso los campesinos. De igual forma es importante tener en cuenta que la seguridad alimentaria estudiada bajo los impactos generados por el cambio climático y la variabili- dad climática es un tema de discusión nuevo a nivel mundial, por tanto aún se siguen concertando formas para su correcta evaluación, que realmente sirvan para la generación de políticas públicas en este sentido. En 2011 el PNUD en la publicación Impacto de la variabili- dad climática en Colombia destacaron los impactos en la dispo- nibilidad, calidad y acceso de alimentos y destaca las siguientes recomendaciones: – Considerar en la formulación de la política de adaptación estrate- gias diferenciadas para pequeños y grandes productores. – Generar modelos regionales más adecuados a las características geográicas, ambientales y climáticas y procesar la información para generar sistemas de alertas agroclimáticas – Establecer seguros climáticos para los productores rurales. [59] El Programa Conjunto de Adaptación al Cambio Climático en el Macizo Colombiano del PNUD (2010), por su parte desataca las siguientes lecciones: – Los sistemas de pequeños productores resultan importantes no sólo para la seguridad alimentaria, sino también para la reduc- ción de la pobreza. – La intensiicación sostenible de la producción puede, especial- mente en los países en desarrollo, garantizar la seguridad ali- mentaria y contribuir a mitigar el cambio climático, reduciendo la deforestación y la invasión de la agricultura en los ecosistemas naturales. – Sistemas productivos tradicionales diversiicados son menos vul- nerables, que losmixtos o los de monocultivos. – La conservación, propagación y distribución de las semillas y especies propias o nativas son estrategias que ayudan a enrentar la variabilidad climática y fortalecen la Soberanía y seguridad alimentaria. – La necesidad de contar con un sistema de alertas tempranas agro- climáticas construido en un diálogo de saber y operado de manera participativa. Se sabe por medio de los estudios realizados de cambio climático por el PNUD en conjunto con el IDEAM que en sectores de Boyacá y Cundinamarca se tendrá un aumento ligero de los valores medios de la temperatura, además estarán al menos más secos en comparación [60] con lo actual, lo cual podría afectar la producción en cierta medida de productos como las hortalizas (Tobón, 2014). El abordaje desde las políticas públicas En Colombia los desarrollos de políticas públicas para afron- tar el cambio climático se vienen dando desde la década de los 90. Mediante la expedición de la Ley 164 de 1994 se aprueba la Con- vención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático CMNUCC. La ratiicación de este instrumento implica el cumpli- miento por parte de Colombia de los compromisos adquiridos, de acuerdo al principio de responsabilidades comunes pero diferen- ciadas y en consideración al carácter especíico de sus prioridades nacionales de desarrollo. Así mismo, en el año 2000 se aprueba el protocolo de Kioto mediante Ley 629. En 2001 el país presentó su Primera Comunicación Nacional de Cambio Climático ante la CMNUCC, publicación coordinada por el IDEAM que analizó y expuso el Inventario Nacional de GEI para los años 1990 y 1994. En este documento se identiicaron los ecosis- temas más susceptibles al cambio climático y se plantearon las pri- meras medidas de adaptación para el país. Posteriormente en el año 2002, el Ministerio del Medio Ambiente y el Departamento Nacional de Planeación, elaboraron los Linea- mientos de Política de Cambio Climático a nivel global. En este mismo año es creada la Oicina Colombiana para la Mitigación del [61] Cambio Climático designada para ser el ente promotor e impulsor de todos los proyectos MDL (Mecanismos de Desarrollo Limpio) que surgieran en Colombia, favoreciendo la consolidación de pro- yectos competitivos y eicientemente económicos que pudieran ser transados en el mercado mundial de la reducción de emisiones CO 2 . Adicionalmente en el año 2003 se lanza el CONPES 3242 Estra- tegia Nacional para la venta de servicios ambientales de mitigación de cambio climático, el cual complementó el trabajo adelantado y generó los lineamientos esenciales para la introducción de los pro- yectos MDL dentro de las medidas de mitigación en el contexto nacional. En el 2004 el Ministerio de Ambiente expide las resoluciones No. 0453 y No. 0454. La primera tiene por objetivo adoptar principios, requisitos y criterios y establecer el procedimiento para la aproba- ción nacional de proyectos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que optan al MDL. La segunda, tiene por obje- tivo regular el funcionamiento del Comité Técnico Intersectorial de Mitigación del Cambio Climático del Consejo Nacional Ambiental. Mediante la Resolución No. 0454 del 27 de abril de 2004, se regula el funcionamiento del Comité Técnico Intersectorial de Mitigación del Cambio Climático del Consejo Nacional Ambiental. Entre las funciones asignadas al Consejo Nacional Ambiental, se encuentra [62] la de designar comités técnicos intersectoriales en los que participen funcionarios de nivel técnico de las entidades que correspondan, para adelantar tareas de coordinación y seguimiento9. El Plan Nacional de Desarrollo 2010- 2014, Prosperidad para todos, incluyó la formulación de un Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, que fue puesto en marcha en agosto de 2012, y de las siguientes estrategias o programas: Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono –ECDBC, Estrategia Nacional para la Reducción de las Emisiones debidas a la Deforestación – ENREDD+ y una Estrategia de Protección Financiera ante Desas- tres, las cuales se encuentran en proceso de implementación. Finalmente en el 2011 se expide el Documento CONPES 3700, Estrategia institucional para la articulación de políticas y acciones en materia de cambio climático en Colombia, que establece una estra- tegia institucional que contempla la conformación del Sistema Nacional de Cambio Climático –SNCC, presidido por una Comi- sión Ejecutiva de Cambio Climático – COMECC, conformada por representantes de entidades gubernamentales vinculadas al tema. Actualmente se encuentra en proyecto un decreto del Minis- terio de Ambiente y Desarrollo Sostenible que reglamente esta institucionalidad10. 9 RICCLISA. 2011. Normatividad sobre Cambio Climático en Colombia. 10 Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. DECRETO No.____ Por el cual se crea el Sistema Nacional de Cambio Climático, y se dictan otras disposiciones. En la propuesta se con- templa la creación del Sistema Nacional de Cambio Climático – SISCLIMA y la Comisión Intersectorial de Cambio Climático – COMICC. [63] Con respecto a la normatividad relativa a la gestión del riesgo de desastres y el cambio climático, en el 2012 se expide la Ley 1523, Por la cual se adopta la política nacional de gestión del riesgo de desastres y se establece el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, en la cual se crea un Comité Nacional para el Conocimiento del Riesgo, que tiene entre sus funciones: Propender por la armoniza- ción y la articulación de las acciones de gestión ambiental, adaptación al cambio climático y gestión del riesgo, así como un Comité Nacional para la reducción del riesgo que tiene también la función de orientar y articular las políticas y acciones de gestión ambiental, ordenamiento territorial, planiicación del desarrollo y adaptación al cambio climá- tico que contribuyan a la reducción del riesgo de desastres. La implementación de estas políticas se ha dado de forma muy limi- tada. Salgado (2014) comenta que esto se da por dos razones prin- cipales: falta de recursos y falta de capacidad estatal, que en buena medida son relejo de la falta de voluntad política para avanzar en la concreción de las políticas11. 3.3 Acceso a mercados y políticas públicas La problemática Los campesinos y campesinas son base fundamental de los sistemas de abastecimiento y distribución de alimentos y forman parte inte- 11 Con base en la síntesis de la relatoría del Conversatorio Cambio Climático y Desarrollo Agrí- cola, realizado por el Foro Nacional Ambiental y Fescol el 25 de noviembre de 2014. [64] gral del mismo; sin embargo, a pesar de su importancia, son el esla- bón más vulnerable de la cadena de abastecimiento. Son también los proveedores principales de largas y complejas cadenas de valor que comercializan productos frescos y procesados a los consumidores, pero para lograrlo, enfrentan una serie de diicultades cuya solución deinitiva no está a su alcance y dependen excesivamente de terce- ros actores de la cadena, como son los proveedores de insumos, los transportadores y los intermediarios. De esta manera, el acceso a los mercados es demasiado complejo para muchos pequeños producto- res, que generalmente permanecen en la periferia de los cambios del sector y quedan en desventaja frente a los productores más grandes. En Colombia, la producción de alimentos y el abastecimiento a los centros urbanos y grandes ciudades proviene en su mayoría de la oferta de pequeños productores. Se estima que en Bogotá alrededor del 65% de los alimentos consumidos provienen de economías cam- pesinas (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2006); este porcentaje aumenta en la medida que asentamientos humanos menos poblados como son los municipios, son capaces de absorber toda la producción local y de las inmediaciones. Existe una alta
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