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http://booksmedicos.org Edición en español de la tercera edición de la obra original en inglés Gastroenterology Copyright © MMVIII, Elsevier Limited. All rights reserved. Revisión científi ca José Antonio Solís Herruzo Ph.D., M.D. Catedrático Emérito Facultad de Medicina. Departamento de Medicina Universidad Complutense de Madrid © 2011 Elsevier España, S.L. Travessera de Gràcia, 17-21 – 08021 Barcelona, España Fotocopiar es un delito (Art. 270 C.P.) Para que existan libros es necesario el trabajo de un importante colectivo (autores, traductores, dibujantes, correctores, impresores, editores...). El principal benefi ciario de ese esfuerzo es el lector que aprovecha su contenido. Quien fotocopia un libro, en las circunstancias previstas por la ley, delinque y contribuye a la «no» existencia de nuevas ediciones. Además, a corto plazo, encarece el precio de las ya existentes. Este libro está legalmente protegido por los derechos de propiedad intelectual. Cualquier uso fuera de los límites establecidos por la legislación vigente, sin el consentimiento del editor, es ilegal. Esto se aplica en particular a la reproducción, fotocopia, traducción, grabación o cualquier otro sistema de recuperación de almacenaje de información. ISBN edición original: 978-0-7234-3470-2 ISBN edición española: 978-84-8086-735-1 Traducción y producción editorial: GEA CONSULTORÍA EDITORIAL S.L . Depósito legal: M. 544 - 2011 Impreso en España por Gráfi cas Muriel Advertencia La medicina es un área en constante evolución. Aunque deben seguirse unas precauciones de seguridad estándar, a medida que aumenten nuestros conocimientos gracias a la investigación básica y clínica habrá que introducir cambios en los tratamientos y en los fármacos. En consecuencia, se recomienda a los lectores que analicen los últimos datos aportados por los fabricantes sobre cada fármaco para comprobar las dosis recomendadas, la vía y duración de la administración y las contraindicaciones. Es responsabilidad ineludible del médico determinar las dosis y el tratamiento más indicados para cada paciente, en función de su experiencia y del conocimiento de cada caso concreto. Ni los editores ni los directores asumen responsabilidad alguna por los daños que pudieran generarse a personas o propiedades como consecuencia del contenido de esta obra. El editor C0130.indd ivC0130.indd iv 12/20/10 11:56:50 AM12/20/10 11:56:50 AM v Prefacio El planteamiento de los exámenes médicos y del primer trabajo clínico puede ser una experiencia intimidatoria. Si se trata de su primer acercamiento al tema, o está buscando una herramienta de revisión exhaustiva, este libro le proporcionará lo que necesita de una forma clara, concisa y accesible. Confío en que disfrute de su lectura y que el libro le ayude a adquirir confi anza y le facilite el tránsito desde los exámenes a las salas de hospital. Paul Collins Tras habérmelas visto recientemente con los amedrentadores obstáculos de los exá- menes fi nales de medicina y del diploma CPRM, puedo apreciar con claridad el valor de un libro como este. La estructura lógica y su formato asequible ofrecen un nivel de detalle sufi ciente para su aprovechamiento por los estudiantes, a la vez que sirve como un conciso texto de revisión. Espero que, además de procurarle el éxito en los exámenes de licenciatura, le sirva también de ayuda en la transición a la condición de médico interno y en los diversos problemas digestivos con los que sin duda tendrá que enfrentarse. Hay luz al fi nal del túnel. Este libro le ayudará a no perderse en el camino. Christopher Fox A pesar de las mejores intenciones y de los avisos en el tablón de horarios, los exá- menes siempre llegan demasiado pronto para todos los estudiantes. El Curso Crash ha sido escrito por personas que han pasado por esta experiencia para aquellas que aún no han terminado de hacerlo. Esta serie clínica ha sido escrita, en gran medida, por médicos jóvenes y en formación que han superado recientemente sus exámenes y que saben lo que hay que saber para aprobar y destacar en dichos exámenes. El presente libro sobre gastroenterología está dedicado a este propósito, aunque con- fío en que sea lo sufi cientemente extenso como para ofrecer algo más: una buena base en gastroenterología. Puede, por tanto, demostrar su utilidad como una breve referencia de informaciones ya olvidadas, incluso para aquellos que no tienen que examinarse. No pretende ofrecer todos los detalles requeridos para ejercer la gas- troenterología, sino servir de estímulo a quienes inician su andadura en la carrera profesional en gastroenterología y como un curso excelente para quienes se acer- can a sus exámenes. Las ilustraciones del libro valen más que las mil palabras que podrían haberse incluido en el texto, y espero que el aprendizaje a partir de ellas resulte gratifi cante. Ha transcurrido más de una década desde que se inició el trabajo en las primeras ediciones de las series del Curso Crash , y más de cuatro años desde la publicación de las segundas ediciones. La participación de un nuevo autor en cada edición suce- C0135.indd vC0135.indd v 11/30/10 7:14:52 PM11/30/10 7:14:52 PM Prefacio vi siva ha garantizado el mantenimiento de la frescura del texto. Los hechos relativos a la práctica clínica se han mantenido al día y al corriente de los desarrollos actuales en la materia. El estilo y la compaginación se han refi nado con acierto hasta lograr una calidad muy elevada. No encontrará en ningún otro texto una información tan extensa compendiada en un espacio tan reducido y de manera tan comprensible. Si sigue el texto y los ejercicios de autoevaluación, debería sobresalir en cualquier prueba que realice sobre gastroenterología. Martin Lombard Asesor científi co La medicina nunca se estanca y el trabajo de hacer que esta serie siga siendo rele- vante para los estudiantes de hoy obliga a un esfuerzo continuo. Estas terceras ediciones se levantan sobre el éxito de los libros precedentes e incluyen una gran cantidad de material nuevo y revisado, manteniendo actualizada la serie con respec- to a la investigación médica más reciente y a los últimos avances en farmacología, así como en las mejores prácticas. Como de costumbre, hemos recibido las aportaciones de miles de estudiantes que utilizan el Curso Crash, lo cual ha conducido a mejoras adicionales en la composi- ción y la estructura de los libros. Cada capítulo comienza ahora con un conjunto de objetivos de aprendizaje, y las secciones de autoevaluación se han potenciado y actualizado con los modernos formatos de exámenes. También hemos trabajado para integrar el material sobre técnicas de comunicación y lo más valioso del saber clínico de los médicos en ejercicio. Así, no sólo se ampliará el interés del texto sino que se reforzarán los principios que se describen en él. Aun con esta completa revisión de los libros, nos hemos mantenido fi eles a los prin- cipios que desarrollamos al inicio de la serie: el Curso Crash siempre le facilitará toda la información que necesite para su revisión en volúmenes compactos y manejables que reúnen la patología y la terapéutica con la mejor práctica clínica. Los libros mantienen un equilibrio entre la claridad y la concisión, y ofrecen una profundidad sufi ciente para quienes pretendan alcanzar la excelencia. Los autores son médicos jóvenes que han vivido recientemente la experiencia de los exámenes a los que usted se enfrenta ahora, y la precisión del material ha sido verifi cada por médicos expertos y miembros docentes de todo el Reino Unido. ¡Le deseo lo mejor para su futura carrera profesional! Dr. Dan Horton-Szar Director de la colección C0135.indd viC0135.indd vi 11/30/10 7:14:52 PM11/30/10 7:14:52 PM vii Agradecimientos Expresamos nuestra gratitud a las siguientes personas delRoyal Liverpool University Hospital por sus provechosas aportaciones y comentarios a este libro: Dr. Conall Garvey, radiólogo especialista adjunto para todas las imágenes radiológicas; Dra. Fiona Campbell, patóloga especialista adjunta para todas las fotomicrografías histológicas, y Tracy Norris, por los gráfi cos de manometría esofágica y pH. También queremos dar las gracias, respectivamente, a nuestros mentores y estudiantes, por todo lo que nos han enseñado, y a Emma Lam, autora de la primera edición del Curso Crash: Gastroenterología . C0140.indd viiC0140.indd vii 11/30/10 4:30:26 PM11/30/10 4:30:26 PM viii Dedicatoria A nuestras familias C0145.indd viiiC0145.indd viii 11/30/10 4:32:16 PM11/30/10 4:32:16 PM ix Índice de contenidos Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . v Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . vii Dedicatoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . viii Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xii Parte I: El paciente presenta. . . . . . 1 1. Indigestión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 Anamnesis del paciente con indigestión . . . 3 Exploración del paciente con indigestión . . . 5 Estudio de la indigestión . . . . . . . . . . . . . . . 5 2. Problemas de deglución . . . . . . . . . . . . . . . . 9 Diagnóstico diferencial . . . . . . . . . . . . . . . . 9 Anamnesis del paciente con problemas de deglución . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 Exploración del paciente con problemas de deglución . . . . . . . . . . . 11 Estudio de los problemas de deglución . . . 11 3. Dolor abdominal agudo . . . . . . . . . . . . . . . 15 Anamnesis del paciente con dolor abdominal agudo . . . . . . . . . . . 15 Exploración del paciente con dolor abdominal agudo . . . . . . . . . . . 16 Estudio del dolor abdominal agudo . . . . . . 17 4. Dolor abdominal crónico . . . . . . . . . . . . . . . 21 Anamnesis del paciente con dolor abdominal crónico . . . . . . . . . . . 21 Exploración del paciente con dolor abdominal crónico . . . . . . . . . . . 22 Estudio del dolor abdominal crónico . . . . . 23 5. Distensión abdominal . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 Anamnesis del paciente con distensión abdominal . . . . . . . . . . . . . 27 Exploración del paciente con distensión abdominal . . . . . . . . . . . . . 28 Estudio de la distensión abdominal . . . . . . 28 6. Pérdida de peso y anorexia . . . . . . . . . . . . . 31 Anamnesis del paciente con pérdida de peso . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 Exploración del paciente con pérdida de peso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 Estudio de la pérdida de peso . . . . . . . . . . 32 7. Vómitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35 Anamnesis y diagnóstico diferencial de vómitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35 Exploración del paciente con problemas de vómitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36 Estudio de los problemas de vómitos . . . . . 37 8. Hematemesis y melena . . . . . . . . . . . . . . . . 39 Anamnesis del paciente con hematemesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 Exploración del paciente con hematemesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 Estudio de la hematemesis . . . . . . . . . . . 40 9. Diarrea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 Anamnesis del paciente con diarrea . . . . . 43 Exploración del paciente con diarrea . . . . . 44 Estudio de la diarrea . . . . . . . . . . . . . . . . . 45 10. Hemorragia rectal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47 Anamnesis del paciente con hemorragia rectal . . . . . . . . . . . . . . . 47 Exploración del paciente con hemorragia rectal . . . . . . . . . . . . . . . 47 Estudio de la hemorragia rectal . . . . . . . . . 48 11. Anemia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 Anamnesis del paciente con anemia . . . . . 49 Exploración del paciente con anemia . . . 50 Estudio de la anemia . . . . . . . . . . . . . . . . 51 12. Ictericia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53 Anamnesis del paciente con ictericia . . . . . 53 Exploración del paciente con ictericia . . . . 55 Estudio de la ictericia . . . . . . . . . . . . . . . . 55 13. Pruebas hepáticas alteradas . . . . . . . . . . . . . 57 Anamnesis del paciente con pruebas hepática alteradas . . . . . . . . . 57 C0150.indd ixC0150.indd ix 12/2/10 8:20:39 PM12/2/10 8:20:39 PM Índice de contenidos x Exploración del paciente con pruebas hepáticas alteradas . . . . . . . . . . . . . . . . . 58 Estudio de las pruebas hepáticas alteradas . . . . . . . . . . . . . . . . . 58 Parte II: Enfermedades y trastornos . . . . . . . . . . . . . . . . 61 14. Esófago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63 Anatomía, funcionamiento y función del esófago . . . . . . . . . . . . . . . . 63 Enfermedades inflamatorias . . . . . . . . . . 63 Neoplasias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67 Problemas anatómicos y funcionales . . . . 69 15. Estómago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75 Anatomía, funcionamiento y función del estómago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75 Gastritis aguda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76 Enfermedad ulcerosa péptica . . . . . . . . . . 77 Neoplasias del estómago . . . . . . . . . . . . . 81 Complicaciones tras la cirugía gástrica . . . 86 16. Intestino delgado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91 Anatomía, funcionamiento y función del intestino delgado . . . . . . . . . 91 Trastornos inmunológicos . . . . . . . . . . . . 91 Neoplasias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97 17. Colon . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107 Anatomía y funcionamiento del colon y el recto . . . . . . . . . . . . . . . . . 107 Trastornos funcionales . . . . . . . . . . . . . . 107 Enfermedad inflamatoria intestinal . . . . . 109 Trastornos neoplásicos . . . . . . . . . . . . . 115 Trastornos anorrectales . . . . . . . . . . . . . 119 Infecciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123 Miscelánea de enfermedades del colon . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126 18. Hígado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127 Estructura y función del hígado . . . . . . . 127 Hiperbilirrubinemias . . . . . . . . . . . . . . . 127 Hepatitis víricas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129 Otras infecciones que afectan al hígado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136 Enfermedades metabólicas y genéticas del hígado . . . . . . . . . . . . . . 138 Hepatopatíascrónicas . . . . . . . . . . . . . . 142 Cirrosis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149 Tumores del hígado . . . . . . . . . . . . . . . . 155 Fármacos y el hígado . . . . . . . . . . . . . . . 156 Abscesos hepáticos . . . . . . . . . . . . . . . . 159 Infecciones parasitarias del hígado . . . . . 161 Síndromes poliquísticos del hígado . . . . . 163 19. Vía biliar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165 Anatomía, funcionamiento y función del sistema hepatobiliar . . . . . . 165 Cálculos biliares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165 Tumores de la vía biliar . . . . . . . . . . . . . . 169 Problemas anatómicos benignos de la vía biliar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171 Infecciones de la vía biliar . . . . . . . . . . . . 171 20. Páncreas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173 Anatomía, funcionamiento y función del páncreas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173 Pancreatitis aguda . . . . . . . . . . . . . . . . . 173 Pancreatitis crónica . . . . . . . . . . . . . . . . 175 Seudoquistes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177 Fibrosis quística . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178 Carcinoma del páncreas . . . . . . . . . . . . 178 Tumores endocrinos . . . . . . . . . . . . . . . 180 Parte III: Anamnesis, exploración y estudios comunes . . . . . . . . . . 183 21. Realización de una anamnesis . . . . . . . . . . 185 Estructura estándar de una anamnesis . . 185 22. Exploración del paciente . . . . . . . . . . . . . . 189 Cara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189 Manos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191 Cuello, tórax y extremidades superiores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191 Extremidades inferiores . . . . . . . . . . . . . 191 Espalda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191 Exploración abdominal . . . . . . . . . . . . . 192 Exploración rectal . . . . . . . . . . . . . . . . . 193 23. Redacción de un informe médico . . . . . . . 197 Finalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197 Estructura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197 Ilustración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197 Formulación de un diagnóstico diferencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197 Estudios complementarios . . . . . . . . . . . 198 Continuidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198 Ejemplo de informe médico . . . . . . . . . . 198 C0150.indd xC0150.indd x 12/2/10 8:20:39 PM12/2/10 8:20:39 PM xi Índice de contenidos 24. Estudios comunes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201 Estudio hematológico rutinario . . . . . . . 201 Estudios bioquímicos . . . . . . . . . . . . . . . 202 Estudios endocrinos y metabólicos . . . . . 204 Enzimas hepáticas y pruebas de función hepática . . . . . . . . . . . . . . . . 205 Biopsia hepática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208 Pruebas de función pancreática y gástrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209 Pruebas del aliento . . . . . . . . . . . . . . . . . 209 Estudios de motilidad . . . . . . . . . . . . . . . 210 Pruebas serológicas . . . . . . . . . . . . . . . . 211 Marcadores genéticos . . . . . . . . . . . . . . 214 Estudios de imagen . . . . . . . . . . . . . . . . 214 Parte IV: Autoevaluación (disponible en www.studentconsult.es) Preguntas de elección múltiple Preguntas cortas Preguntas para relacionar Problemas de tratamiento del paciente Índice alfabético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223 C0150.indd xiC0150.indd xi 12/2/10 8:20:40 PM12/2/10 8:20:40 PM xii Glosario Acalasia Trastorno de la motilidad del esófago caracterizado por la incapacidad del esfínter esofágico inferior de relajarse tras la deglución. Acedía acuosa Un síntoma que puede acompañar a la pirosis y en el que la boca se llena de un líquido salado y transparente. AHID Ácido hidroxiiminodiacético. AID Ácido iminoyodoacético. ALT Alanina aminotransferasa. AMA Anticuerpo s antimitocondrial es . AMS Arteria mesentérica superior. ANA Anticuerpo s antinuclear es . ANCA Anticuerpo citoplásmico antineutrófi los. ANCAp Anticuerpo citoplásmico antineutrófi los perinuclear. Anorexia Síntoma de reducción del apetito. Anticuerpo anti-LKM Anticuerpo antimicrosómico de hígado y riñón. Anticuerpo anti-ML Anticuerpo antimúsculo liso. Antiemético Fármaco usado para prevenir el vómito. Antiespasmódico Fármaco utilizado para reducir la contracción muscular. Se emplea en el síndrome del intestino irritable para reducir la motilidad gastrointestinal. Ascitis Exceso de líquido en la cavidad peritoneal. AST Aspartato aminotransferasa. Atresia biliar Ausencia congénita de la vía biliar. Barrett, esófago Trastorno premaligno caracterizado por un cambio en el recubrimiento mucoso del esófago distal de escamoso a columnar. Se asocia al refl ujo gastroesofágico. BSP Brom o sulftaleína. CBC Conducto biliar común. CBP Cirrosis biliar primaria. CCHSP Cáncer colorrectal hereditario sin poliposis. CCR Cáncer colorrectal. CEP Colangitis esclerosante primaria. CHC Carcinoma hepatocelular. CID Coagulación intravascular diseminada. CMV Citomegalovirus. Colestasis Incapacidad de la bilis para fl uir. Colitis Infl amación del colon. CPRE Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica. CPRM Colangiopancreatografía por resonancia magnética. CTUH Capacidad total de fi jación de hierro. CU Colitis ulcerosa. DEXA Absorciometría de rayos X de doble energía. Disfagia Difi cultad en la deglución. Dispepsia Término genérico utilizado para describir síntomas de indigestión. Comprende síntomas de pirosis, saciedad precoz, molestias abdominales superiores, fl atulencia, hipo y eructos . Displasia Maduración celular anormal en un tejido. Es una lesión premaligna. Diverticulitis Infl amación subserosa asociada con diverticulosis. Diverticulosis Presencia de evaginación de la mucosa y la submucosa a través de puntos débiles de la capa muscular de la pared del colon. DPIT Derivación portosistémica intrahepática transyugular. EC Enfermedad de Crohn. EE Ecografía endoscópica. EEI Esfínter esofágico inferior. EGD Esofagogastroduodenoscopia. EHA Enfermedad hepática alcohólica. EII Enfermedad infl amatoria intestinal. ELISA Ensayo ( análisis ) inmunoabsorbente ligado a enzimas. Encefalopatía hepática Alteraciones neurológicas y de la conducta que tiene n lugar en las C0155.indd xiiC0155.indd xii 11/30/10 7:18:10 PM11/30/10 7:18:10 PM xiii Glosario enfermedades avanzadas del hígado como consecuencia de metabolitos tóxicos que atraviesan la barrera hematoencefálica. Endoscopia Exploración de una cavidadcorporal mediante el empleo de un instrumento óptico fl exible. EPOC Enfermedad pulmonar obstructiva crónica. ERGE Enfermedad por refl ujo gastroesofágico. Fundoplicatura Intervención quirúrgica utilizada para tratar ERGE. El fondo (parte superior) del estómago se somete a una plicatura (pliegue) alrededor del esófago inferior. GEP Gastrostomía endoscópica percutánea. GGT Gamma-glutamil transferasa. Hematemesis Vómitos de sangre. Hematoquecia Salida de sangre por el recto. Hepatitis Infl amación del hígado. HLA Antígeno leucocitario humano. IBP Inhibidor de la bomba de protones. INR Relación normalizada internacional. Laparoscopia Intervención quirúrgica en la que se introduce un instrumento óptico fl exible en el abdomen a través de una incisión. LCR Líquido cefalorraquídeo. LDH Lactato deshidrogenasa. LES Lupus eritematoso sistémico. LIE Linfocitos intraepiteliales. LTAE Linfoma T asociado con enteropatía. MALT Tejido linfoide asociado a mucosa. Melena Paso de sangre digerida por el recto indicando pérdida de sangre en el tubo digestivo superior. MIBG Metayodobencilguanidina. MNT Metástasis de nódulos tumorales. NPT Nutrición parenteral total. NE Nutrición enteral. NEM Neoplasia endocrina múltiple. PABA Ácido paraaminobenzoico. PAF Poliposis adenomatosa familiar. PBE Peritonitis bacteriana espontánea. PCA Poliposis cólica adenomatosa, un gen supresor tumoral. PCR Reacción en cadena de la polimerasa. Piloroplastia Reconstrucción de la salida distal del estómago. Habitualmente se realiza un ensanchamiento del píloro en casos de estenosis péptica. RM Resonancia magnética. RSC Recuento sanguíneo completo. SDRA Síndrome de difi cultad respiratoria del adulto. SFO Sangre fecal oculta. SII Síndrome del intestino irritable. SUH Síndrome urémico hemolítico. TC Tomografía computarizada. TEP Tomografía por emisión de positrones. UD Úlcera duodenal. UG Úlcera gástrica. VCM Volumen celular medio. VEB Virus de Epstein-Barr. VHA Virus de la hepatitis A. VHB Virus de la hepatitis B. VHC Virus de la hepatitis C. VIP Péptido intestinal vasoactivo. C0155.indd xiiiC0155.indd xiii 11/30/10 7:18:10 PM11/30/10 7:18:10 PM C0155.indd xivC0155.indd xiv 11/30/10 7:18:10 PM11/30/10 7:18:10 PM El paciEntE prEsEnta… 1. Indigestión 3 2. Problemas de deglución 9 3. Dolor abdominal agudo 15 4. Dolor abdominal crónico 21 5. Distensión abdominal 27 6. Pérdida de peso y anorexia 31 7. Vómitos 35 8. Hematemesis y melena 39 9. Diarrea 43 10. Hemorragia rectal 47 11. Anemia 49 12. Ictericia 53 13. Alteración de las pruebas hepáticas 57 3© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos indigestión 1 Objetivos Usted debe ser capaz de: • Realizar una anamnesis de un paciente con dispepsia. • Describir las características de la anamnesis que puedan ayudar a discriminar entre diferentes causas de dispepsia. • Describir las indicaciones para remisión urgente y estudio de la indigestión. El término «indigestión» comprende un extenso número de síntomas que representan problemas del aparato digestivo superior con los que puede presentarse un paciente. Entre ellos se encuentran los siguientes: • Pirosis. • Plenitud. • Saciedad precoz. • Dolor abdominal superior. • Flatulencia. • Hipo. • Eructación. El término genérico que es útil para describir esta cons telación de síntomas es «dispepsia». Dispepsia: • Es muy común y tiene lugar en hasta el 10% de la población adulta. Al menos la mitad de este 10% busca el consejo de su médico de familia. • Supone el 40% de las remisiones a clínicas de gastroenterología. La disfagia, o dificultad en la deglución, se expone independientemente (v. capítulo 2). anaMnEsis DEl paciEntE cOn inDiGEstiÓn Cuando se realiza la anamnesis de un paciente con dispepsia resulta útil clasificar el problema según el grupo de síntomas presentes. Esta técnica puede ser de ayuda en la planificación del tratamiento. La dispepsia se caracteriza como: • De «tipo reflujo», si predomina la pirosis o el dolor torácico. • De «tipo úlcera», si las características transmiten la impresión de enfermedad de úlcera péptica. La «dispepsia sin úlcera» o «dispepsia funcional» des cribe síntomas similares que tienen lugar en ausencia de enfermedad orgánica fácilmente identificable. anamnesis de pirosis La pirosis es la clave para diferenciar la dispepsia de tipo reflujo de otras formas. Se describe como una sensación de quemazón que el paciente sitúa retro esternalmente (detrás del esternón). Se trata de una sensación difusa y mal localizada que normalmente empeora al tumbarse y al inclinarse hacia delante. Exceso de saliva La «acedía acuosa» es un fenómeno específico que el paciente describirá como la inundación de la boca con saliva. El exceso de saliva se produce en la boca y la faringe como una respuesta refleja al ácido del esófago inferior. Dolor torácico Es una característica común de reflujo gastroesofágico o espasmo esofágico. El dolor debido a pirosis irradia a menudo entre los omóplatos. El espasmo esofágico (que puede desencadenarse él mismo por reflujo ácido) provoca, más comúnmente, dolor torácico, que tiene lugar Una larga historia de pirosis seguida por dificultad en la deglución (disfagia), pero mejoría en la pirosis, puede anunciar una estenosis fibrótica en el esófago inferior. Indigestión 4 después de comer pero que puede surgir espontánea- mente. El dolor: • Se siente normalmente detrás del esternón. • A menudo es intenso. • A veces se describe como «algo que me oprime por dentro». Puede ser difícil distinguir el dolor esofágico del dolor torácico cardíaco. Las siguientes características de la anamnesis pueden ayudar a diferenciarlos: • El dolor esofágico no suele estar provocado por el ejercicio. • El malestar por reflujo esofágico puede ser posicional, es decir, empeora al tumbarse o al inclinarse hacia delante. Algunas características pueden aparecer tanto en el dolor esofágico como en el cardíaco: • Alivio del dolor con nitratos. • Irradiación del dolor hacia el maxilar o el brazo izquierdo. Las náuseas y los vómitos pueden acompañar al infarto de miocardio y al reflujo esofágico grave. tos/asma nocturnos Algunos pacientes con reflujo ácido grave no se quejan de pirosis o dolor torácico, sino que desarrollan tos o sibilancias durante la noche, cuando están tumbados. A menudo no sufren síntomas durante el día. De forma característica, mostrarán una «depresión matu- tina» en sus registros de flujo máximo (fig. 1.1). Se cree que el broncoespasmo se debe a microaspiración de ácido, si bien también puede intervenir un reflejo vagal ya que, experimentalmente, el broncoespasmo inducido por ácido esofágico se trata mediante una vagotomía. Los asmáticos presentan una prevalencia de pirosis superior a la media. El aumento de la presión intraab- dominal puede desempeñar un cierto papel, aunque algunos fármacos como la teofilina reducen el tono del esfínter esofágico inferior. agravantes y factores de riesgo del reflujo El factor de riesgo más importante es el aumento de la presión intraabdominal (fig. 1.2), que puede «com- primir» el contenido del estómago hacia arriba y, finalmente, el propio estómago a través del hiato en el diafragma (hernia de hiato). Indague sobre hábitos de estilo de vida y medica- ción; por ejemplo: • Inclinarsey flexionar el cuerpo (por trabajo o deporte) agrava el problema. • Las comidas picantes, o las de alto contenido en grasa, a menudo agravan el problema. • La ingesta de alcohol puede producir un aumento en la secreción de ácido, retraso en el vaciado gástrico y gastritis. • Los cigarrillos empeoran a menudo los síntomas del reflujo: la nicotina provoca relajación del músculo liso en el esfínter esofágico inferior. Figura 1.1 A. Medida de flujo máximo en un asmático que revela «depresión matutina» debida a reflujo ácido. B. Se eliminó cuando el paciente tomó medicación antisecretora antes de irse a dormir. Aumento de las presiones intraabdominales • deporte como, por ejemplo, levantar pesas • ocupación como, por ejemplo, tener que inclinarse • asma • obesidad • embarazo Drogas y fármacos • alcohol • tabaco • cafeína • anticolinérgicos Figura 1.2 Factores de riesgo para reflujo gastroesofágico 5 Estudio de la indigestión 1 © E L S E V IE R . F ot oc op ia r si n au to ri za ci ón e s un d el it o. • La cafeína y la teofilina provocan relajación del esfínter esofágico inferior. • Los fármacos con una acción anticolinérgica también pueden reducir el tono esofágico (p. ej., neurolépticos). Los antiácidos proporcionarán alguna forma de alivio a la mayoría de los pacientes, siendo de fácil acceso como medicación sin receta. Todos estos síntomas dispépticos constituyen la «enfermedad por reflujo gastroesofágico» (ERGE). Dispepsia de tipo úlcera El dolor epigástrico no es un rasgo propio de ERGE, sino que caracteriza a la dispepsia como de «tipo úlcera». Es un síntoma muy común. En pacientes con dispepsia de tipo úlcera: • La anamnesis es, a menudo, vaga. • A veces, los pacientes tienen dificultad para asignar el término «dolor» a lo que sienten. El dolor se describe a menudo como «punzante» o como una molestia sorda y persistente. El dolor debido a: • La enfermedad de úlcera péptica es, en ocasiones, más fácil de localizar. El paciente puede señalar un punto con el dedo, aunque este rasgo no constituye un signo fiable. • A menudo, una úlcera gástrica empeora inmediatamente después de comer. El dolor de una úlcera duodenal: • Se alivia frecuentemente con antiácidos. • Empeora por la noche, o en estado de ayuno, de manera que el paciente a menudo comerá y beberá antes de irse a dormir. Las características de la anamnesis asociadas con la enfermedad de úlcera péptica comprenden: • Antecedentes familiares positivos de enfermedad de úlcera péptica. • Consumo de tabaco y alcohol. • Uso de fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). La ingestión puede interferir con una citoprotección gástrica mediada por prostaglandina. Dispepsia sin úlcera Los términos «dispepsia sin úlcera» o «dispepsia fun cional» se usan indistintamente para referirse a sín tomas de dispepsia que se producen en ausencia de reflujo ácido demostrable o enfermedad relacionada con Helicobacter (úlcera duodenal y gástrica; duodenitis y gastritis). El dolor de la dispepsia sin úlcera y la úlcera péptica pueden resultar difíciles de diferenciar de otras causas del dolor abdominal crónico y agudo (v. capítu los 3 y 4). EXplOraciÓn DEl paciEntE cOn inDiGEstiÓn En el paciente con reflujo o espasmo esofágico, la exploración física no suele ser concluyente. Verifique: • Obesidad o embarazo: puede sustentar un diagnóstico de ERGE. • Pérdida crónica de sangre gastrointestinal (GI) y signos de deficiencia de hierro: pueden deberse a ulceración de la mucosa esofágica e indicar reflujo ácido grave crónico, o una patología GI alternativa. • Erosión dental por ácido: puede ser un signo de reflujo muy grave. El dolor cardíaco a veces puede ser muy difícil de diferenciar del dolor de ERGE y el espasmo asociado. Deben buscarse características que puedan predisponer a cardiopatía isquémica, como: • Tinción en los dedos de la mano. • Obesidad. • Estigmas de hipercolesterolemia, como xantomas. La hipersensibilidad en la palpación profunda puede indicar que el paciente tiene dispepsia de «tipo úlcera» debido a gastritis o enfermedad ulcerosa. Es impor tante realizar una exploración minuciosa para excluir otras causas del dolor abdominal. EstUDiO DE la inDiGEstiÓn En la figura 1.3 se muestra un algoritmo para el estudio del paciente con indigestión. En la mayoría de los casos de reflujo, los síntomas son leves y, a menudo, el diagnóstico puede realizar se clínicamente y comenzar, así, un tratamiento apro piado. Los casos más sintomáticos pueden requerir un estudio para excluir o confirmar la esofagitis subyacente. Las úlceras pépticas asociadas con el uso de AINE son a menudo indoloras y pueden presentarse con hemorragia oculta. Indigestión 6 En pacientes con indigestión, la remisión urgente para un estudio para excluir malignidad GI superior se activa a través de los síntomas «ALARMS». Los pacientes con más de 45 años de edad y sínto mas dispépticos persistentes de inicio reciente deben someterse habitualmente y con prontitud a endoscopia (el cáncer GI superior es excepcionalmente raro con menos de 45 años, salvo en síndromes cancerosos familiares). A continuación, se exponen los estudios que han de tenerse en cuenta. recuento sanguíneo completo Es posible realizar un recuento sanguíneo completo para excluir una anemia subyacente. Puede darse una anemia microcítica de deficiencia de hierro debido a pérdida de sangre oculta por esofagitis, úlcera péptica o cáncer GI superior (v. capítulo 11). Un recuento plaque tario elevado puede indicar hemorragia GI crónica. El síndrome de Plummer-Vinson comprende ane mia por deficiencia de hierro asociada a una red esofágica y disfagia. Electrocardiografía La electrocardiografía es especialmente útil en pacien tes con dolor con sonido atípico, que puede deberse a espasmo esofágico o angina de pecho. Sin embargo, pueden darse cambios inespecíficos de ondas T con el reflujo. Tal vez sea necesaria una prueba de tolerancia al ejercicio para diferenciar entre dolor esofágico y cardíaco. Ocasionalmente, son necesarios otros estudios, como una exploración con talio y una angiografía coronaria, para discriminar entre síntomas cardíacos y esofágicos. radiografía de tórax Una radiografía de tórax puede revelar una hernia de hiato detrás de la sombra cardíaca (fig. 1.4). Esofagografía La esofagografía o escintigrafía puede mostrar reflujo gastroesofágico. En un espasmo esofágico, puede dar Síntomas ALARMS en dispepsia: • Anemia • Pérdida de peso (Loss of weight, en inglés) • Anorexia o vómitos • Refractario a medicación de antisecreción • Melena • Problemas de deglución (Swallowing problems, en inglés) Figura 1.3 Algoritmo para el estudio de pacientes con dispepsia. (ECG, electrocardiografía; HP, Helicobacter pylori; PTE, prueba de tolerancia al ejercicio; RXT, radiografía de tórax.) 7 Estudio de la indigestión 1 © E L S E V IE R . F ot oc op ia r si n au to ri za ci ón e s un d el it o. lugar a un aspecto de «sacacorchos», que habitualmen te tiene valor diagnóstico (fig. 1.5). Manometría esofágica Puede requerirse para mostrar la contracción difusa y la reducción de la peristalsis durante un ataque provo cado de espasmo esofágico. Las presiones en el esófago pueden ser enormemente elevadas y, para estos casos, se ha acuñado el término «esófago cascanueces». seguimiento del pH El seguimiento del pH se reserva habitualmente para pacientes con síntomas de reflujo gastroesofágico cuyos síntomas son más acusados de lo esperado según los hallazgos endoscópicos y que no responden a la supresión de ácidos convencional. prueba de Helicobacter pylori La infección por Helicobacter pylori del epitelio gás trico se asocia con gastritis, úlcera gástrica y úlceraduodenal. Las pruebas de la presencia de H. pylori en pacientes con dispepsia identifica a aquellos que pueden beneficiarse de un tratamiento empírico de erradicación. Las pruebas no invasivas son: • Serología (prueba de anticuerpos IgG): identifica una infección anterior, pero no es útil como prueba para una erradicación con éxito después del tratamiento. • Prueba de aliento de urea: puede usarse para confirmar la erradicación después del tratamiento. • Prueba de antígenos en heces: puede usarse para confirmar la erradicación un mínimo de 12 semanas después del tratamiento de erradicación. Entre las pruebas invasivas que pueden confirmar de manera fiable la erradicación de H. pylori después del tratamiento se encuentran: • Biopsia de las mucosas y exploración histológica (regla de oro). • Biopsia de las mucosas y prueba rápida de ureasa. Figura 1.4 Radiografía de tórax que muestra una hernia de hiato detrás de la sombra cardíaca. (En esta radiografía se muestran incidentalmente grapas quirúrgicas alrededor del cuello después de una disección operatoria.) Figura 1.5 Demostración de esofagografía de esófago en «sacacorchos» causado por un espasmo esofágico. Indigestión 8 Endoscopia La endoscopia puede ser útil para identificar: • Esofagitis (ocurre en el 30-40% de pacientes con ERGE). • Hernia de hiato: puede observarse en endoscopia pero, en sí, no sirve de diagnóstico del reflujo ácido, ya que a menudo es un hallazgo incidental, especialmente en personas de edad avanzada. • Enfermedad de úlcera péptica y gastritis: pueden realizarse biopsias para excluir malignidad en úlceras gástricas e identificar la infección por H. pylori. papilla de bario Es una alternativa para aquellos pacientes para los que la endoscopia puede ser difícil. Puede demostrar enfermedad por úlcera o malignidad. 9© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos Problemas de deglución 2 Objetivos Usted debe ser capaz de: • Realizar una anamnesis de un paciente con problemas de deglución. • Describir el diagnóstico diferencial de disfagia. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Normalmente, el paciente se quejará de dificultad en la deglución o de una sensación de apelmazamiento con- forme desciende el alimento (disfagia). La dificultad en el paso del alimento comienza habitualmente con sólidos como el pan o la carne, seguido de líquidos si el trastorno es progresivo. El trastorno suele ser indo- loro y se debe a un estrechamiento de la luz esofágica. Los diagnósticos diferenciales son los siguientes: • Carcinoma esofágico. • Acalasia. • Estenosis esofágica benigna. • Esofagitis. • Espasmo esofágico. • Incapacidad de peristalsis debida a otros motivos (p. ej., esclerodermia). • Bolsa o divertículo esofágico. • Red esofágica. • Hernia de hiato incarcerada. • Obstrucción por cuerpo extraño. ANAMNESIS DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE DEGLUCIÓN La realización de una anamnesis minuciosa de los síntomas es la clave para resolver el diagnóstico dife- rencial. A continuación, se exponen las características importantes sobre las que hay que preguntar. Duración de los síntomas Unos antecedentes largos o intermitentes, habitual- mente acompañados de maniobras para aliviar los síntomas, indican a menudo obstrucción anatómica o mecánica a causa de: • Bolsa. • Divertículo. • Redes. • Hernia incarcerada. Los tres primeros casos son más comunes en adultos jóvenes; el último, en personas de edad avanzada. Nivel al que se produce la disfagia Intente determinar el nivel en el que se sufre la disfa- gia, ya que: • La disfagia en un nivel alto puede deberse a espasmo cricofaríngeo, una contracción de los músculos cricofaríngeo y constrictores inferiores, que se asocia estrechamente con la bolsa faríngea. • La disfagia en un nivel bajo es más común con estenosis pépticas. • El carcinoma aparece en todos los niveles (fig. 2.1). La percepción por el paciente del nivel en el que tiene lugar la disfagia no es una indicación fiable del nivel de la obstrucción. Pérdida de peso Es común una leve pérdida de peso, ya que los pacien- tes pueden haber modificado su dieta para hacer frente a la disfagia. Una pérdida de peso importante es un signo preocupante y casi siempre indica carcinoma. Antecedentes de pirosis Unos antecedentes de pirosis antes de la disfagia sugie- ren con fuerza que se produce una estenosis esofágica Problemas de deglución 10 benigna como consecuencia de esofagitis crónica con fibrosis subsiguiente. Adicionalmente, la estenosis benigna puede reducir el reflujo ácido que conduce a una reducción de la sensación de pirosis. Es importante preguntar a los pacientes con disfagia sobre los tipos de alimentos que producen los peores síntomas. Normalmente, las estenosis (incluidos los tumores) producen disfagia, primero, a sólidos, y después, si progresan, a líquidos. Una combinación de disfagia a sólidos y a líquidos que se desarrolle en pocos años puede sugerir acalasia (incapacidad de relajarse del esfínter esofágico inferior). El dolor torácico aparece aproximadamente en la tercera parte de los pacientes con acalasia y puede mejorar con el tiempo. Regurgitación de alimento • Acalasia: la regurgitación puede aliviar los síntomas del malestar retroesternal que ocurre, ocasionalmente, después de comer en pacientes con disfagia. • Bolsa faríngea: la relajación incompleta del esfínter esofágico superior puede conducir a una hernia de la mucosa a través de la pared faríngea (divertículo de Zenker). Los pacientes de edad avanzada se quejan de regurgitación y disfagia y también pueden tener una halitosis intensa debida a retención de residuos de alimentos. La regurgitación no es una característica de carcinoma esofágico o estenosis benignas. Infecciones pulmonares recurrentes La disfagia, con o sin regurgitación, puede conducir a aspiración e infección pulmonar subsiguiente. Progresión de la disfagia La disfagia progresiva se manifiesta por el hallazgo del paciente de que la dificultad aumenta con comidas blandas o líquidos, después de la dificultad con sólidos. Puede ocurrir en un plazo relativamente breve (semanas o meses) y supone un desarrollo preocupan- te, ya que es, muy a menudo, un signo de carcinoma esofágico. Dolor con disfagia El dolor en la deglución se denomina odinofagia y puede estar acompañado o no de disfagia. La odinofa- gia puede deberse a: • Infección por Candida: es la causa más común. • Infección por herpes y citomegalovirus (CMV) (debe provocar un estudio de infección por VIH). Figura 2.1 Sitios en los que las lesiones esofágicas causan disfagia. El paciente describirá a menudo el nivel de obstrucción como en tórax alto, medio o bajo, pero no guarda una correlación fiable con el sitio o la naturaleza de la patología. 11 Estudio de los problemas de deglución 2 © E L S E V IE R . F ot oc op ia r si n au to ri za ci ón e s un d el it o. • Impactación de un cuerpo extraño: puede causar disfagia y tendrá, habitualmente, unos antecedentes evidentes (p. ej., las espinas de pescado constituyen la causa más común). El dolor entre los omóplatos asociado con pirosis significa habitualmente esofagitis. La candidiasis esofágica siempre debe inducir al clínico a buscar una inmunodepresión subyacente, por ejemplo corticoesteroides u otros tratamientos inmunosupresores, diabetes, malignidad y enfermedad por VIH avanzada. Antecedentes médicos importantes Indague en los antecedentes médicos del paciente, en particular: • Factores de riesgo de carcinoma: comprenden esofagitis de Barrett, tilosis (engrosamiento de las palmas de las manos y las plantas de los pies) y tabaquismo. • Enfermedades sistémicas crónicas: los trastornos neuromusculares como la enfermedad de la neurona motora, la miastenia grave y la miotonía distrófica se asocian con el trastorno de la peristalsis. • Enfermedad vascular del colágenocomo, por ejemplo, la esclerodermia, que puede interferir con la elasticidad del esófago y deteriorar la peristalsis. EXPLORACIÓN DEL PACIENTE CON PROBLEMAS DE DEGLUCIÓN Busque: • Pérdida de peso: si es acusada, debe suscitar preocupación. Los pacientes con carcinoma están a menudo caquécticos. Un paciente sano y bien nutrido con una anamnesis de disfagia apunta habitualmente a una etiología benigna, pero no es así exclusivamente. • Anemia: a veces evidente clínicamente, puede ocurrir con esofagitis y ha sido una característica asociada clásicamente con red esofágica (síndrome de Plummer-Vinson o Paterson-Kelly). Es más común con enfermedad maligna. • Características sistémicas: el hipocratismo digital, la tilosis, los nódulos linfáticos supraclaviculares y la hepatomegalia sugieren enfermedad maligna en el contexto de la disfagia. • Una masa epigástrica: puede ser palpable si el tumor se extiende al cardias e indica, sin duda, enfermedad extensa. Sin embargo, no hay signos clínicos específicos para un carcinoma esofágico. ESTUDIO DE LOS PROBLEMAS DE DEGLUCIÓN Es fundamental investigar a cualquier paciente que se presente con disfagia. En la figura 2.2 se muestra un algoritmo de resumen. Figura 2.2 Algoritmo para el estudio de un paciente con dificultad en la deglución. Problemas de deglución 12 Una «masa» en la garganta puede deberse a faringitis, pero también es una presentación de globo histérico. El globo es un trastorno funcional que afecta habitualmente a mujeres jóvenes. Falta una verdadera disfagia de sólidos seguida de dificultad con los líquidos. A menudo, puede descubrirse una anamnesis que sugiera depresión y/o ansiedad. Es importante establecer la raíz de la preocupación del paciente para aliviar los miedos infundados (p. ej., «Mi padre murió de cáncer de garganta», etc.). Puede realizarse un diagnóstico de globo histérico después de haber excluido una patología subyacente negativa. Recuento sanguíneo completo y características bioquímicas Debe procederse a un recuento sanguíneo completo y al estudio de las características bioquímicas para valorar la anemia y, en casos graves, la deshidratación. Los análisis de sangre como la prueba de la glucosa en suero y la función tiroidea excluirán otras causas de pérdida de peso como la diabetes y la tirotoxicosis. En ocasiones, un bocio retroesternal puede causar disfagia. Las características bioquímicas hepáticas y los niveles de calcio pueden estar alterados en caso de malignidad avanzada. Endoscopia La endoscopia es el estudio elegido para la mayoría de los pacientes con una anamnesis de disfagia debido a que, además de visualizar directamente la mucosa esofágica, pueden realizarse biopsias para permitir la diferenciación histológica de lesiones benignas y malignas. Laringoscopia Esta intervención puede ser necesaria para investigar causas altas de disfagia. Esofagografía La esofagografía puede realizarse en pacientes que no toleren la endoscopia, si bien los aspectos entre estenosis benignas y malignas pueden ser difíciles de interpretar. En general: • Las estenosis benignas son suaves y ahusadas. • Las estenosis malignas son irregulares y «con hombros» (fig. 2.3). La esofagografía resulta muy útil para mostrar anoma- lías anatómicas como: • Bolsas: habitualmente en posición alta en la línea media, causadas por un defecto en las capas musculares suprayacentes. • Divertículos: habitualmente pequeños y asociados con trastorno de la peristalsis. • Redes: pueden estar arriba en el cricofaríngeo o descender al esófago. • Un anillo de Schatzki: un anexo fibromuscular que se origina en el diafragma y se asocia habitualmente con una pequeña hernia de hiato. La esofagografía puede ser diagnóstico de acalasia con el aspecto típico de: • Un esófago dilatado sin peristalsis. • Un esófago inferior estrechado (aspecto de pico de ave) debido a la incapacidad de relajarse del esfínter esofágico inferior (v. fig. 14.6). Con frecuencia, la acalasia es pasada por alto en la endoscopia. Cuando la endoscopia no revela anomalías y la disfagia persiste o se encuentra en un nivel alto, también debe realizarse siempre una esofagografía. Estudios de motilidad esofágica Son útiles para confirmar espasmo o acalasia. Resulta de utilidad un seguimiento de pH de 24 h para confir- mar el reflujo ácido (v. fig. 24.9 y 24.10). Radiografía de tórax Una radiografía de tórax, que a menudo se omite, apor- ta información útil sobre pacientes con problemas de deglución, especialmente aquellos que se presentan con neumonía. En la acalasia avanzada, por ejemplo, un esófago dilatado puede verse como una doble sombra cardíaca con un nivel de líquido detrás del corazón. Otros estudios A veces, la causa de la disfagia puede ser difícil de en - contrar. Tal vez se requiera una broncoscopia o una tomo- grafía computarizada (TC) si se sospecha de un carci- noma traqueobronquial. Los pacientes en los que se descubra una estenosis maligna deberán ser valorados para resección quirúrgica. Es posible identificar una extensión metastásica evidente mediante ecografía del hígado o exploración de TC del tórax. Para la difusión locorregional, la ecografía endos- cópica es la mejor prueba individual de estadificación. 13 Estudio de los problemas de deglución 2 © E L S E V IE R . F ot oc op ia r si n au to ri za ci ón e s un d el it o. Figura 2.3 Esofagografía que muestra una estenosis ahusada suave de estenosis de tipo esofágico benigno (flechas) (A) y el aspecto «con hombros» de una estenosis maligna (flecha) debida a infiltración del esófago por adenocarcinoma del cardias del estómago (B). 15© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos Dolor abdominal agudo 3 Objetivos Usted debe ser capaz de: • Realizar una anamnesis de un paciente con dolor abdominal agudo. • Comprender cómo seleccionar los estudios apropiados para un paciente con dolor abdominal agudo. El dolor abdominal agudo es un cuadro común en medicina clínica y, a menudo, el más difícil de tratar. Se trata, habitualmente, de un dolor de inicio súbito y con una duración de menos de 48 h. Los diagnósticos diferenciales de dolor abdominal agudo son los siguientes: • Úlcera péptica aguda. • Cólico biliar. • Colecistitis aguda. • Pancreatitis aguda. • Apendicitis aguda. • Diverticulitis aguda. • Perforación de víscera abdominal. • Obstrucción intestinal. • Cólico renal agudo, pielonefritis o retención urinaria aguda. • Infarto agudo del intestino, el bazo o el riñón. • Infarto de miocardio: en ocasiones se presenta con dolor abdominal superior agudo (sobre todo en personas de edad avanzada). • Trombosis aguda de la vena hepática (síndrome de Budd-Chiari). • Neumonía del lóbulo inferior: puede presentarse con dolor abdominal referido. • Rotura de un aneurisma aórtico abdominal. • Causas metabólicas: cetoacidosis diabética, enfermedad de Addison, porfiria intermitente aguda. • Causas ginecológicas: embarazo ectópico, salpingitis aguda, ruptura de quiste ovárico. Es importante organizar el tratamiento (p. ej., acceso intravenoso, analgesia, etc.) al mismo tiempo que se intenta realizar un diagnóstico. ANAMNESIS DEl PACIENTE CON DOlOR ABDOMINAl AGUDO Para ayudar a discernir la causa de un dolor abdominal agudo es vital una anamnesis realizada minuciosamen te. Deben considerarse los siguientes puntos. Sitio del dolor El sitio del dolor proporciona la clave más importante a la hora de definir la causa (v. fig. 21.1). El dolor epigástrico agudo sugiere: • Enfermedad de úlcera péptica. • Pancreatitis aguda. • Cólico biliar. En cambio, el dolor abdominal inferior agudo sugiere: • Problemas ginecológicos (p. ej., salpingitis aguda). • Apendicitis aguda. • Diverticulitis aguda. • Retención urinaria aguda. Los sitios concretos del dolor suelen asociarse con tras tornos específicoscomo, por ejemplo: • Dolor en la fosa ilíaca derecha debido a apendicitis. • Dolor en el cuadrante superior derecho debido a colecistitis aguda. • Dolor en la fosa ilíaca izquierda debido a diverticulitis aguda. • Dolor en la región lumbar debido a cólico renal. Es más probable que el dolor generalizado se deba a una causa metabólica o a peritonitis por perforación o infarto. Dolor abdominal agudo 16 Irradiación del dolor El dolor debido a ciertos trastornos irradia de forma característica hacia sitios concretos. Por ejemplo: • El dolor pancreático irradia «transversalmente» a la parte media de la espalda. • El dolor de vesícula biliar irradia comúnmente alrededor del lado derecho hacia la espalda. • El dolor miocárdico, cuando se debe a isquemia en la superficie diafragmática, irradia al epigastrio. • El dolor renal se inicia en la región lumbar pero irradia a la inguinal. Carácter del dolor El carácter puede ser difícil de elucidar y no siempre es fiable, aunque puede resultar útil lo siguiente: • «Colicoso» describe un dolor que llega a un crescendo y remite. Es característico del dolor en los órganos huecos (p. ej., distensión del intestino, el conducto biliar o la pared del uréter en una obstrucción). Implica espasmo de la pared de músculos lisos de la víscera, a menudo debido a obstrucción (p. ej., cálculo ureteral). • Un dolor punzante y agudo que empeora con el movimiento o la respiración sugiere irritación pleural o peritoneal (p. ej., peritonitis por apendicitis aguda o colecistitis). La peritonitis generalizada tiene una característica similar, aunque está peor localizada y se observa con perforación o ruptura de aneurisma aórtico. Factores de alivio y agravamiento Normalmente no sirven de ayuda en la situación aguda. En cualquier trastorno doloroso, el paciente adoptará habitualmente la postura más cómoda: • La enfermedad de úlcera péptica puede revelar unos antecedentes de dolor que se agravan o se alivian al comer. • La pancreatitis aguda se alivia clásicamente al sentarse hacia delante mientras se sujeta el abdomen. • Los vómitos pueden aliviar el dolor de una obstrucción intestinal. Antecedentes médicos Los antecedentes y los factores de riesgo son importan tes, como por ejemplo: • En un paciente de edad avanzada con aneurisma aórtico abdominal conocido, un inicio súbito de dolor abdominal puede deberse a su ruptura. • Un paciente con antecedentes de estreñimiento puede presentarse con obstrucción aguda. Entre los factores de riesgo para pancreatitis aguda se encuentran: • Cálculos biliares. • Alcohol. • Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) reciente. Antecedentes familiares Pueden ser relevantes (p. ej., la porfiria es un trastorno hereditario que se presenta comúnmente con dolor abdominal agudo). Una anamnesis menstrual acompañada de una prueba de gonadotropina coriónica humana urinaria es esencial para excluir la posibilidad de una ruptura de embarazo ectópico. EXPlORACIÓN DEl PACIENTE CON DOlOR ABDOMINAl AGUDO Una inspección general puede revelar muchas cosas sobre su paciente mientras realiza la anamnesis y deci de el tratamiento. Decida si el paciente tiene aspecto de «enfermo». Es un buen indicador de una patología subyacente grave. Otros indicadores son: • ¿El paciente está tumbado con respiración superficial (peritonitis generalizada)? • ¿El paciente está agitado e inquieto (dolor colicoso) o se sujeta una parte determinada del abdomen (peritonitis localizada)? • ¿El paciente tiene taquicardia, siente frío periféricamente y/o está hipotenso, lo cual sugiere un shock hipovolémico (ruptura de aneurisma abdominal, embarazo ectópico)? • ¿Existe algún hematoma externo (pancreatitis aguda)? • ¿Sufre el paciente taquipnea (un signo de acidosis metabólica importante)? • ¿Existe una fiebre indicativa de un proceso infeccioso o inflamatorio? Hipersensibilidad de protección y rebote Si el paciente tiende a mantener rígido el músculo abdominal (protección), esto tal vez indique la 17 Estudio del dolor abdominal agudo 3 © E L S E V IE R . F ot oc op ia r si n au to ri za ci ón e s un d el it o. presencia de una peritonitis. El abdomen estará hipersensible, pero el paciente permitirá una presión suave gradual. La retirada súbita de la mano de palpación produce una hipersensibilidad de rebote: es un signo importante de peritonitis que también puede desencadenarse porque el paciente se muestra reacio a «hinchar» el abdomen para tocar la mano colocada unos 5 cm por encima del abdomen en reposo. Sitio de la hipersensibilidad Si la hipersensibilidad es más localizada, piense en la estructura subyacente, como por ejemplo: • Apéndice en la fosa ilíaca derecha. • Colon descendente en la fosa ilíaca izquierda. • Ovarios en el abdomen inferior. • Estómago o páncreas en el abdomen superior. Pulsación Una masa pulsátil o extensible puede sugerir un aneurisma aórtico pero, en algunos casos de ruptura, la pulsación puede estar ausente. Deben palparse los pulsos periféricos. Tenga cuidado con la ruptura de un aneurisma aórtico abdominal enmascarada como una anamnesis de cólico renal, sobre todo en pacientes de edad avanzada con enfermedad arterial. Distensión La obstrucción aguda del intestino delgado o grueso puede causar distensión abdominal dolorosa con una nota de percusión resonante. Ante una enfermedad hepática crónica, puede darse ascitis susceptible de infectarse (peritonitis bacteriana espontánea, PBE). A veces se observa un inicio agudo de ascitis dolorosa en trombosis de la vena hepática (síndrome de Budd- Chiari). Orificios herniarios y genitales masculinos La exploración de los orificios herniarios (inguinales y femorales) es importante para excluir la posibilidad de una hernia incarcerada que da origen a una obs trucción del intestino delgado. La torsión testicular también puede manifestarse como un dolor abdomi nal inferior. Exploración interna La exploración rectal es esencial para excluir la melena de una úlcera digestiva superior aguda. El estreñimien to puede ofrecer una pista sobre una obstrucción, o una exploración rectal hipersensible puede deberse a un apéndice retrocecal inflamado localmente. En ciertas circunstancias puede estar indicada una exploración vaginal (p. ej., un fondo de saco hipersen sible sugeriría torsión o ruptura de un quiste ovárico). ESTUDIO DEl DOlOR ABDOMINAl AGUDO Normalmente, los estudios son importantes para con firmar su diagnóstico o para determinar la gravedad de la enfermedad. Recuento sanguíneo completo Un recuento sanguíneo completo puede ayudar en el diagnóstico: • Un recuento leucocitario elevado puede sustentar un diagnóstico de sepsis o peritonitis subyacente, pero es relativamente inespecífico. Tal vez exista hemoconcentración debida a deshidratación, que se manifiesta por una hemoglobina alta/normal y se sustenta por una urea elevada. • Las plaquetas serán altas en la enfermedad inflamatoria o la pérdida crónica de sangre del aparato digestivo. • Una hemoglobina baja debería despertar sospechas de hemorragia en asociación con el dolor abdominal agudo. Características bioquímicas Las pruebas bioquímicas específicas y su correcta inter pretación en el contexto del dolor abdominal agudo pueden ser muy útiles: • Una amilasa elevada es importante para sustentar un diagnóstico de pancreatitis aguda, si bien puede ser ligeramente elevada en caso de colecistitis, cólico biliar, embarazo ectópico, úlcera péptica perforada y otros problemas intraabdominales. • La urea y los electrólitos pueden verse alterados si el paciente está enfermo o deshidratado. La combinación de hiperpotasemia con hiponatremia Dolor abdominal agudo 18 debesugerir la posibilidad de enfermedad de Addison. • Un valor de azúcar elevado con acidosis en un paciente con dolor abdominal agudo puede deberse a cetoacidosis diabética. • Unas enzimas hepáticas anómalas pueden ayudar a realizar el diagnóstico de dolor debido, por ejemplo, a enfermedad por cálculos biliares con ictericia obstructiva o síndrome de Budd-Chiari. • La hipercalcemia puede causar estreñimiento y dolor abdominal. • El análisis de orina puede revelar hematuria, que sugiere cólico renal, o nitritos y leucocitos indicativos de una infección del tracto urinario. • La estimación de porfirina urinaria se ha sustituido por la medida de la actividad enzimática específica en la sangre. • En mujeres en edad fértil es obligatoria una prueba de embarazo. • La proteína C reactiva es una proteína de fase aguda sensible, indicativa de infección o inflamación persistentes, y sería inusual que fuera normal en cualquier causa importante de dolor abdominal agudo. Un análisis de sangre arterial o bicarbonato venoso bajo, coherente con acidosis metabólica, sugiere patología intraabdominal aguda (p. ej., infarto intestinal, pancreatitis o peritonitis). Radiología Una radiografía de tórax recta es esencial para excluir el aire bajo el diafragma, indicativo de perforación de una víscera intraabdominal (fig. 3.1). Una radiografía abdominal simple puede revelar: • Asas intestinales dilatadas indicativas de obstrucción (fig. 3.2). • Carga fecal asociada con estreñimiento u obstrucción. • Calcificación en cálculos biliares, cálculos ureterales (comúnmente radioopacos) o aneurisma aórtico. Figura 3.1 Radiografías de tórax. A. Un paciente con dolor abdominal agudo debido a perforación visceral. El aire bajo el diafragma es más evidente en el lado derecho, encima del hígado (flechas). B. Un paciente con perforación retroperitoneal: las flechas muestran el movimiento del aire alrededor del hígado (H), en el mediastino (M) y subcutáneamente (S) (se percibe como una crepitación bajo la piel). 19 Estudio del dolor abdominal agudo 3 © E L S E V IE R . F ot oc op ia r si n au to ri za ci ón e s un d el it o. No se realiza ecografía sistemáticamente como urgen cia, aunque puede servir para confirmar: • Conductos biliares dilatados debidos a cálculos. • Cálculos en la vesícula biliar. • Hígado congestionado (Budd-Chiari). • Quistes ováricos. Análogamente, en una situación de urgencia rara vez se necesita una exploración de tomografía computarizada (TC), aunque puede ser útil cuando el diagnóstico no es evidente (p. ej., ruptura de quistes hepáticos o renales), o si se sospecha de una ruptura de un aneuris ma aórtico. Electrocardiografía Todos los pacientes que se presentan con dolor torácico o abdominal deben someterse a un electrocardiograma para excluir el infarto de miocardio (fig. 3.3). Algunos cambios en las ondas T son inespecíficos y pueden observarse en numerosas causas de dolor abdominal agudo, aunque, en último término, puede ser necesa rio medir los niveles de enzimas cardíacas para excluir una lesión miocárdica.Figura 3.2 Radiografía abdominal de un paciente con obstrucción intestinal, que muestra niveles de líquidos en el intestino (flechas), un ciego ampliamente distendido (C) y un colon colapsado. Figura 3.3 Electrocardiograma de un paciente que se presenta con dolor abdominal agudo. La elevación del segmento ST en tomas II, III y AVF (flechas) sustenta un diagnóstico de infarto de miocardio inferior. Dolor abdominal agudo 20 Endoscopia La gastroscopia puede estar indicada cuando se sospe cha de una enfermedad de úlcera péptica, pero estaría contraindicada en numerosas causas de dolor abdomi nal agudo (p. ej., perforación). Puede estar indicada una CPRE urgente en caso de sos pecha de cálculos biliares, pancreatitis o colangitis aguda. Habitualmente, la seguirá una exploración ecográfica. En ambos trastornos se ha demostrado la eficacia de una esfinterotomía de urgencia. Cirugía Un paciente estable con dolor abdominal agudo en el que los estudios no invasivos (p. ej., TC) no han conseguido revelar el diagnóstico puede requerir lapa roscopia o laparotomía para investigar el dolor. Resumen En la figura 3.4 se muestra un algoritmo que resume el estudio del dolor abdominal agudo. Figura 3.4 Algoritmo para el estudio del dolor abdominal agudo. (CSD, cuadrante superior derecho; EG, ecografía; FID, fosa ilíaca derecha; FII, fosa ilíaca izquierda; GCH, gonadotropina coriónica humana [prueba de embarazo]; GR, glóbulos rojos; OFM, orina de flujo medio; PCR, proteína C reactiva; PFH, pruebas de función hepática; RL, recuento leucocitario; RXA, radiografía abdominal; RXT, radiografía de tórax; TC, tomografía computarizada.) 21© 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos Dolor abdominal crónico 4 Objetivos Usted debe ser capaz de: • Realizar una anamnesis de un paciente con dolor abdominal crónico. • Comprender cómo elegir los estudios apropiados para un paciente con dolor abdominal crónico. El dolor abdominal crónico es un síntoma común que explica aproximadamente el 40% de las remi- siones clínicas ambulatorias de gastroenterología. A menudo, los síntomas son de naturaleza intermiten- te, con períodos intermedios sin dolor. La lista de diagnósticos diferenciales es amplia, y aquí se expo- nen sólo los observados comúnmente en la práctica clínica. Existe una superposición considerable entre algunos de estos síntomas y la «indigestión» abordada en el capítulo 1, pero, en realidad, el dolor no es un síntoma destacado en la dispepsia y se trata aquí con más profundidad. Los diagnósticos diferenciales comunes para el dolor abdominal crónico son los siguientes: • Enfermedad de úlcera péptica. • Pancreatitis crónica. • Colecistitis crónica. • Apendicitis crónica. • Síndrome del intestino irritable. • Estreñimiento. • Obstrucción intestinal subaguda. • Enfermedad de Crohn. • Malignidad intestinal. • Isquemia mesentérica. • Causas ginecológicas (p. ej., endometriosis, enfermedad inflamatoria pélvica). ANAMNESIS DEL PACIENTE CON DOLOR ABDOMINAL CRÓNICO Como en el caso del dolor abdominal agudo, es esen- cial una anamnesis detallada para enfocar el diagnósti- co diferencial. Deben descubrirse varias características importantes, que se exponen a continuación. Sitio e irradiación del dolor La clave más evidente de la etiología es el lugar del dolor y su irradiación. Un dolor crónico en el abdomen superior sugiere: • Enfermedad de úlcera péptica. • Colecistitis crónica. • Pancreatitis crónica. El dolor en sitios concretos puede ser todavía más específico: • El dolor en el cuadrante superior derecho es comúnmente de origen hepático o biliar. • El dolor en la fosa ilíaca derecha puede sugerir enfermedad de Crohn (enfermedad ileal terminal). • El dolor en la región lumbar puede deberse a pielonefritis crónica. • El dolor en el abdomen inferior se debe habitualmente a problemas de colon o ginecológicos. Carácter El carácter del dolor crónico a menudo es vago, si bien existen algunas características de interés: • La mayoría de los dolores abdominales crónicos se describen como un dolor sordo, lo que sugiere afectación peritoneal visceral (p. ej., pancreatitis crónica, malignidad intestinal, causas ginecológicas). • Un dolor agudo, punzante o colicoso puede asociarse con la distensión de una víscera (p. ej., cólico biliar, estreñimiento o síndrome del intestino irritable). Dolor abdominal crónico 22 Realice una anamnesis de cada episodio de dolor. ¿Ha sido necesario un ingreso hospitalario? La evaluación de las antiguas notas médicas puede ser muy reveladora. Factores de agravamiento y alivio Ambos factores son, a veces, son de utilidad. El paciente puede haber sentido el dolor durante algún tiempo y haber experimentado con formas de aliviarlo o agravarlo,como comer o consumir alcohol. El alimento puede tener los efectos siguientes: • Puede agravar las causas biliares, que suceden de modo característico de 20 a 30 min después de una comida, y tal vez exista una intolerancia a las grasas, si bien no es específica de un diagnóstico en particular. • Con isquemia mesentérica («angina abdominal»), los pacientes pueden notar que el dolor tiene lugar 1-2 h después de la comida, lo cual puede inducir una reluctancia a comer, por miedo al dolor. • Puede aliviar el dolor de una úlcera duodenal, en particular si el paciente bebe leche antes de irse a dormir. Alcohol: • Empeora la pancreatitis crónica y la gastritis, pero el paciente no siempre modifica su conducta. Defecación o paso de flato: • Alivia el dolor abdominal inferior debido a estreñimiento o intestino irritable. • Puede agravar el dolor debido a trastornos inflamatorios locales del ano o el recto, o en caso de obstrucción. Menstruación: • Los períodos dolorosos deben ser evidentes, aunque áreas ectópicas de endometriosis también pueden inducir dolor en el momento de la menstruación. • Puede darse dolor en la mitad del ciclo con la ovulación («mittelschmerz»), u ocasionalmente con quistes ováricos. Características asociadas Los pacientes pueden apreciar otros síntomas o com- prender su significado en relación con el dolor. Por tanto, es importante preguntar específicamente sobre: • Distensión o hinchazón: si es intermitente, sugiere síndrome del intestino irritable u obstrucción subaguda; cuando es progresiva, puede indicar desarrollo de una masa o ascitis. • Pérdida de peso: piense en una posible malignidad subyacente (ya sea pancreática o intestinal), sobre todo en pacientes de edad avanzada. En pacientes más jóvenes, sospeche enfermedad de Crohn o linfoma. La pérdida de peso también puede provenir de la abstención de comer. • Cambio en el hábito intestinal: la alternancia de estreñimiento o diarrea puede deberse a un cambio en la dieta, pero en pacientes de más de 45 años debe excluirse una malignidad intestinal. • Hemorragia rectal: puede significar un proceso maligno o inflamatorio subyacente (v. capítulo 10). • Secreción vaginal: en caso de enfermedad inflamatoria pélvica la paciente puede sentirse incómoda a la hora de ofrecer información. Muchos pacientes serán reacios a revelar su nivel de consumo de alcohol. A menudo se requiere una serie de preguntas muy cuidadosa. Intente descubrir este hábito desde varios ángulos. EXPLORACIÓN DEL PACIENTE CON DOLOR ABDOMINAL CRÓNICO En la inspección general, algunas características impor- tantes que deben observarse son: • Signos evidentes de pérdida de peso. • Pigmentación, palidez o ictericia. • Signos de deshidratación. En el cuello, busque: • Linfadenopatía, sobre todo en las regiones supraclaviculares. • Bocio. La inspección y palpación abdominal puede revelar: • Cicatrices de cirugía anterior: los pacientes en ocasiones omiten información sobre operaciones previas. • Distensión: ¿es uniforme debido a una ascitis o asimétrica por causa de una masa? • La peristalsis puede ser evidente en personas delgadas con obstrucción intestinal. 23 Estudio del dolor abdominal crónico 4 © E L S E V IE R . F ot oc op ia r si n au to ri za ci ón e s un d el it o. • Puede existir una masa, su posición anatómica indica habitualmente la etiología (p. ej., epigástrica en malignidad gástrica, fosa ilíaca derecha en enfermedad de Crohn o una masa en el apéndice). • Puede haber estigmas de consumo abusivo y crónico de alcohol (nevos en araña, varices umbilicales y otros signos de enfermedad hepática crónica). Otras características que deben observarse son: • Signos de enfermedad vascular periférica que pueden acompañar a una isquemia mesentérica. • Hipersensibilidad en el fondo del saco o secreción vaginal, lo que sugiere enfermedad inflamatoria pélvica. • Siempre debe realizarse una exploración rectal para pacientes con dolor abdominal inferior. ESTUDIO DEL DOLOR ABDOMINAL CRÓNICO Recuento sanguíneo completo La anemia puede deberse a pérdida de sangre que da origen a un cuadro hipocrómico microcítico de defi- ciencia de hierro. En enfermedad maligna o inflamato- ria, también puede tener lugar una anemia normocítica. Un recuento leucocitario elevado es indicativo de infección o inflamación subyacente. Las plaquetas pue- den estar elevadas en enfermedad inflamatoria crónica o pérdida crónica de sangre gastrointestinal. La anemia por deficiencia de hierro en el contexto de dolor abdominal crónico debe siempre instar a una exploración endoscópica del tubo digestivo superior o inferior (o ambos, en el contexto de los hallazgos clínicos). Características bioquímicas A menudo se acomete una serie de pruebas de carac- terísticas bioquímicas de forma sistemática, pero es esencial interpretarlas en el contexto clínico. Puede ser de utilidad lo siguiente: • Los electrólitos pueden verse modificados si se han producido vómitos o diarrea (p. ej., niveles bajos de potasio). • El calcio puede estar elevado en caso de enfermedad maligna, pero una hipercalcemia por otros motivos (p. ej., hiperparatiroidismo) también puede causar dolor abdominal crónico. • La amilasa puede estar elevada ligeramente y de forma no específica, con numerosas causas de dolor abdominal. Habitualmente es normal en pancreatitis crónica, pero no en pancreatitis aguda. • Las anomalías enzimáticas del hígado son comunes con colangitis o problemas con cálculos biliares. • La urea puede estar elevada si existe deshidratación, o baja si el paciente ha sufrido anorexia, presenta malabsorción o tiene enfermedad hepática. • El hipotiroidismo es una causa ocasional de dolor abdominal, por lo que debe realizarse una prueba de función tiroidea. Radiología Aunque a menudo no es reveladora, una radiografía abdominal simple puede mostrar: • Calcificación indicativa de pancreatitis crónica (fig. 4.1). El 10% de los cálculos biliares son radioopacos. • Carga fecal que sugiere estreñimiento crónico. • Intestino dilatado indicativo de obstrucción subaguda. La ecografía abdominal es útil para identificar: • Cálculos biliares que provocan colecistitis crónica u obstrucción del conducto biliar. • Metástasis hepáticas que proceden comúnmente del colon o la mama (fig. 4.2). • Pancreatitis crónica o carcinoma del cuerpo del páncreas. • Linfadenopatía intraabdominal que sugiere linfoma o enfermedad metastásica. Figura 4.1 En una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica de preinyección se observa calcificación abdominal en la zona pancreática. Dolor abdominal crónico 24 Los estudios de contraste pueden ser de utilidad: • Puede usarse un enema de bario del intestino delgado para identificar estenosis en el íleon terminal debido a enfermedad de Crohn. • Se usa un enema de bario del intestino grueso para confirmar enfermedad diverticular o excluir carcinoma de colon. Puede requerirse tomografía computarizada del abdomen para visualizar una pancreatitis crónica o un carcinoma pancreático y para buscar o estadificar un linfoma. Endoscopia La gastroscopia es útil para investigar dispepsia (v. capítulo 1) y para excluir carcinoma gástrico. Puede requerirse una colonoscopia para confirmar enferme- dad diverticular o para excluir carcinoma de colon. Figura 4.3 Algoritmo para el estudio del dolor abdominal crónico. (CPRE, colangiopancreatografía retrógrada endoscópica; EG, ecografía; RXA, radiografía abdominal; TC, tomografía computarizada.) Figura 4.2 Ecografía que muestra múltiples áreas de diferente ecogenicidad y tamaño en el hígado, lo que sugiere metástasis. 25 Estudio del dolor abdominal crónico 4 © E L S E V IE R . F ot oc op ia r si n au to ri za ci ón e s un d el it o. Cirugía A pesar de un extenso (¡y a veces costoso!) estudio, tal vez
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