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Revista Científica General José María Córdova ISSN: 1900-6586 revistacientifica@esmic.edu.co Escuela Militar de Cadetes "General José María Córdova" Colombia Forero de Moreno, Isabel Contribución de las Misiones Mili tares Extranjeras en la Escuela Militar Revista Científica General José María Córdova, vol. 4, núm. 4, 2006, pp. 23-26 Escuela Militar de Cadetes "General José María Córdova" Bogotá, Colombia Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=476259067007 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto http://www.redalyc.org/revista.oa?id=4762 http://www.redalyc.org/revista.oa?id=4762 http://www.redalyc.org/revista.oa?id=4762 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=476259067007 http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=476259067007 http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=4762&numero=59067 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=476259067007 http://www.redalyc.org/revista.oa?id=4762 http://www.redalyc.org Contribución de las Misiones Mili tares Extranjeras en la Escuela Militar E 1 Ejército colombiano, como la mayoría de los latinoame ricanos se constituyó entre fines del siglo XIX y comienzos del XX retomando los criterios e uropeos que eran los más modernos, Francia y Alemania fueron los más impor tantes exportadores de tecnología militar, eran los más prestigiosos ejércitos de entonces, y con el mayor nivel técnico para la época; se cons tituyeron en los modelos hacia los cuales miraron los países de América Latina, entre ellos Colombia. En Latinoamérica, el proceso de modernización militar ocurrió entre 1880 y 1920, lapso en el que se fun dan la mayor parte de las Escuela o Colegios militares latinoamericanos, se buscaron instructores de las dos naciones mencionadas, se adquirió armamento y se recepcionaron dis posiciones técnicas. La Academia Militar de 1891. En Colombia, el primer paso en esta dirección lo dio Carlos Hol guín en 1891, cuando abrió breve mente la Academia Militar para la formación de oficiales y para ello contrató al coronel norteamericano Henrique R. Lemly como director, y al alemán Sophus Hoeg W arming como instructor de artillería; sin embargo, la duración de esta ase soría resultó ser muy corta, pues la Escuela estuvo formando oficiales durante, tan sólo algunos meses. Profesora Isabel Forero de Moreno, Mg Para el año 1896, durante el gobierno de Miguel Antonio Caro, el ejército había aumentado considerable mente su número de miembros, los resultados de la formación impartida en 1891 fueron considerados positi vos y motivaron la reapertura de la Academia Militar. Misión Militar Francesa de 1896. El general Rafael Reyes contrató en 1896 una misión militar francesa para dirigir la Escuela, a la que se agregó el Batallón Politécnico. La organ~ación de la Escuela estuvo a cargo de los capitanes Drouhard, Sa barthez y Leveque. Sin embargo, una crisis financiera obligó a cerrar las puertas de la Academia en 1899. La Misión Militar Chilena de 1907. Varios años después, de acuerdo con el Decreto 434 del13 de abril de 1907, se reabrió la Escuela Militar de Cadetes. Rafael Uribe Uribe, como ministro plenipotenciario ante el go bierno de Chile contrató la dirección de la Escuela Chilena de Guerra, de tradición alemana. La Escuela Militar Chilena gozaba de excelente reputación por su pro fesionalismo y por el hecho de haber consolidado la hegemonía de Chile sobre sus vecinos, Bolivia y Perú, al triunfar en la Guerra del Pacífico . Chile había adoptado la Escuela Revista Científica "General José María Córdova" Alemana desde 1895, al contratar una misión de ese pa1s para profesio nalizar la Fuerza de tierra, la forma ción Prusiana entre 1886 a 1910 dio prestigio al ejecito chileno en todo el continente y dado que no todos los países estaban en capacidad de contratar misiones directamente, se dio lugar a lo que los analistas han llamado "prusificación de segunda mano", pues a través del Ejército chileno se reorganizaron los ejércitos del Ecuador, Venezuela y Colombia. Su plan de estudios tenia una dura ción de tres años y los instructores eran oficiales alemanes. De modo directo el modelo prusiano a través del Ejército chileno determinó el armamento (se impusieron los caño nes Krupp y los fusiles Máuser), el sistema de instrucción de cuadros y de tropa y los reglamentos. La Escuela Militar se instaló en el cuartel de la plazuela de San Agustín en Bogotá. El Capitán Arturo Ahu mada Bascúñan fue nombrado como Director de la Escuela Militar de Ca detes mediante la Resolución 38 del 28 mayo de 1907, mientras el Capitán Diego Guillén Santana fue nombra do como Subdirector de la Escuela Militar y el Teniente de Navío Alber to Asmussen (chileno) fue el Asesor del grupo modelo de artillería. Los principales objetivos d e la Misión consistían en la reorgani- 23 zación del alto mando del ejército, la elaboración de un reglamento orgánico y la reorganización de la estructura operativa del ejército en divisiones: tres regimientos de infantería y uno de artillería. Fuera de la dirección de la Escuela Militar, la Misión Chilena tendría a su cargo la reorganización del alto mando del Ejército, la elaboración de un reglamento orgánico y la dis posición operativa de sus fuerzas que se agruparon, en divisiones compuestas por tres regimientos de infantería y uno de artillería, según la organización prusiana convencio nal. La caballería y los ingenieros se consideraron tropas de Ejército. Otro propósito de la Misión Chilena era también garantizar la secuencia educativa militar formando grupos base para la organización de escuela de suboficiales y batallones modelo de infantería y caballería. Según los imperativos de la reforma, la capacitación apuntaría hacia una infantería verdaderamente técnica como base de un ejército pequeño y bien preparado, con la idea esencial de crear unidades modelo, que, en todas las armas, sirvieran de ejemplo a nuevos militares. A través del Decreto 557 bis de 1907 se reglamentó los uniformes para el Ejército, mientras que la resolución 42 del 8 de junio, emitida por el Mi nisterio de Guerra, contrató con la Casa de Salud Mari y todo el servicio necesario para la Escuela Militar. A través de la resolución 40 del 29 de mayo se fijó definitivamente en 38 el número de cadetes y en 20 el de oficiales alumnos de la escuela, que inició labores el1 de junio de 1907. De acuerdo con León Atehortúa y V élez, la Misión chilena garantizó e] diseño y la secuencia curricular de la escuela de suboficiales y batallones de infantería y de artillería. Con ello, dejaba sentadas las bases de un programa de formación militar. 24 También aconsejó al gobierno sobre los reglamentos de la reorganización e instrucción del Ejército, para lo cual creó un escalafón militar de la repú blica con el propósito de aminorar el descontento de los oficiales antiguos adscritos a los partidos, pues no es taban de acuerdo con la formación militar alejada de la política, que la Escuela estaba dando a sus alumnos. Como mecanismo para reglamen tar la carrera militar, la Ley 17 del 8 de mayo de 1907 h·ató sobre la formación del escalafón militar de la República, estableciendo que los grados militares expedidos después de 1896 tendrían que ser revisados y revalidados por decreto especial y expreso del Poder Ejecutivo. Con esta medida se intentaba limitar el descontento que frente a la reforma empezaban a mostrar los oficiales más antiguos, abriendo paso al objetivo de la Misión Chilena, cual era la formación de jóvenes oficiales sustraídos de la política . A pesar de sus avances, la Misión Chilena de Guerra fueduramente criticada por sus opositores: los antiguos miembros de las Fuerzas Armadas. El espíritu reformista, que había creado la Escuela Militar se vio posteriormente impulsado y fortalecido con la creación de la Escuela Superior de Guerra, partir del1 de mayo de 1909. Sin embargo, como los cuadros de oficiales del Ejército continuaban siendo viejos militares, debido a que la nueva escuela sólo daría al cabo de un tiempo prudencial un grupo reducido de oficiales subalternos, la Misión organizó una serie de Cursos de Aplicación e Información, a los cuales asistieron los altos oficiales, autoformados en el agitado orden interno y en las guerras civiles a finales del siglo XIX . Por su parte, la Misión renunció al enterarse que el General Reyes re- emplazaba egresados de la Escuela Militar de Cadetes por sus allegados y familiares. En 1909 cesó la orienta ción de la Misión Chilena. Después d e críticas y reconocimientos de diversa índole, la Misión celebró dos contrataciones más, que constituye ron un segundo y tercer intento por dirigir la Escuela Militar. Segunda Misión Chilena 1909. Du rante la segunda Misión Chilena (1909 -1911) apoyada por los repu blicanos, ideológicamente estaba imbuida de un espíritu civilista que propendía por la subordinación de las Fuerzas Armadas a la dirección civil del gobierno. Su labor educativa estaba orientada y empeñada en la formación de militares profesionales con conocimientos suficientes para sustraerse de las pugnas partidistas. En cuanto a la formación de la ciudadanía, la Misión Chilena jun to con el Mayor Francisco J. Díaz Valderrama, Director de la Escuela Militar de Cadetes y el Capitán Pedro Charpin Rival, Instructor de la Escuela Superior de Guerra, programaron ocho conferencias sobre la importancia de organizar el Ejército Nacional con un interés más allá de las fronteras de los partidos. El Ejército estaba llamado a cumplir funciones sociales como la alfabe tización de la población, es decir, acercar y esh·echar las relaciones entre los militares y la sociedad,. La instrucción y la educación acercaron el ejército a la comunidad. Para la Misión Chilena el recluta miento militar obligatorio tenia un claro propósito en la construcción de la nación, pues este sistema llevaría al cuartel la diversidad poblacional colombiana y desde allí irradiaría a todo el territorio el carácter de nación. Durante esta Misión se amplió la formación de cuadros de oficiales del ejército a jóvenes militares, mediante Revista Científica 11 General fosé María Córdova 11 la organización de varios Cursos de Aplicación e Información, que actualizaron la formación que en la práctica habían recibido los oficiales durante las constantes guerras civi les de finales de siglo XIX. De acuerdo con este propósito, el Ejército se dividió en varios departa mentos: uno encargado de la organi zación y la reglamentación; oho de dicado al personal de Oficiales, que se ocupa de la clasificación, ascenso y empleo según las aptitudes y necesi dades del servicio; otro departamen to se encargó del pago, los uniformes y la alimentación de la tropa, todo el avituallamiento que se requiere en caso de guerra; otro se ocupó de los Códigos Militares y de las leyes en virtud de las cuales el Estado debía recompensar el servicio prestado. Finalmente, el Ejército contó con dos secciones, una dedicada al servicio sanitario de las tropas y otra dedicada a la provisión del ganado para movi lizar las armas, bagajes y columnas. La dirección del Ejército estaba regida por el Estado Mayor com puesto también por varios depar tamentos como el de información, comunicación y capacitación . Los miembros de este Estado Mayor fueron capacitados en el Primer Curso del Estado Mayor en 1910. La Guía para la enseñanza de organi zación militar, un manual redactado por Pedro Charpin y Francisco Díaz, muesh·a la orientación alemana que subyacía en la instrucción militar; en ella se distinguen dos criterios bási cos: (1) la constitución de un Ejército activo que sirva, en tiempos de paz, de escuela para la población y, en tiempos de guerra, de cuadros para la tropa instruida; y (2) la entrega incondicional, alegre y dispuesta a sacrificar la salud y hasta la vida por el honor y la integridad de la patria Estos dos principios orientaron la misión educativa para convertir al soldado en un profesional de la pa tria, alejado de sentimientos y actitu des partidistas. Los Oficiales debían permanecer indiferentes a la opinión política y a los intereses partidistas, y esperar del estadista una orientación y guía en este sentido. En esta misma cartilla Charpin y Díaz mostraron la necesidad del Fuero Militar, en razón a la parti cularidad del Ejército, tan diferente a cualquier otra institución. Sus argumentos sustentaban que las faltas, crímenes y delitos cometidos por miembros del ejército debían tener una rápida sanción, difícil de obtener en los tribunales ordi narios. Por otra parte, se aigüía que para juzgar a un militar era necesario pertenecer a la profesión para conocer a cabalidad las exigen cias de las Instituciones Armadas. La Misión Chilena trató de moder nizar el Ejército inculcando una con cepción liberal del Estado mediante la profesionalización del aparato militar subordinado al poder políti co, para ello se valió de la filosofía y disciplina alemana. Como parte de su legado y ense ñanzas la Misión Chilena propuso la conformación de seis escuelas: la Escuela Superior de Guerra, la Escuela de Aplicación (encargada de proporcionar un sólido y profundo conocimiento de reglamentos, gim nasia y tiro), la Escuela de Aplicación Específica, la escuela de Caballería, la Escuela de Tiro de Artillería y la Escuela de Suboficiales. La Escuela Militar, que era el primer paso de formación de todo oficial, comprendía dos cursos: uno gene ral dedicado a la enseñanza de las humanidades, literatura y milicia con duración de un año, y otro sobre táctica, topografía, conocimiento de armas, dibujo de planos, fortifica ción, organización, conocimiento del servicio y redacción militar. Revista Científica 11 General fosé María Córdova" La Segunda Misión Chilena terminó de prestar sus servicios en 1911, tras ver en la práctica, que los civi les utilizaron la fuerza del Ejército para reprimir manifestaciones de descontento hacia su paitido. Los ideales, códigos y discursos pasaron desapercibidos por las prácticas sociales y partidistas. Las reformas no fueron tenidas en cuenta y resul taron vanos los esfuerzos por ganar el respeto de los criterios propuestos en la organización y fundamentación del Ejército colombiano. Otro aspecto que lesionó los pro pósitos de la Misión Chilena fue la promulgación de la Ley 1146 de 1911, que estipulaba el pago de compensaciones económicas para evitar la obligatoriedad de presta ción del servicio militar obligatorio, lo cual llevó a que en la práctica éste siguiera recayendo sobre artesanos y campesinos de las zonas rurales, en ocasiones, fuertemente politizados en torno a uno de los dos partidos políticos, lo que obstaculizaba la neutralidad de la institución armada. Sin embargo, la búsqueda un la conformación de un ejército ver daderamente nacional y apolítico no cesó, sino que por el contrario, gracias a las nuevas misiones mili tares extranjeras que se contratarán posteriormente, se logró avanzar por el camino de la profesionalización del ejército de Colombia. Tercera y Cuarta Misión Chilena (1912 - 1915). Estas misiones mili tares posteriores fueron: la Tercera Misión Militar Chilena, entre los años 1912 y 1913, encabezada por el Mayor Washington Montero, quien se desempeñó como Director de la Escuela Militar y Naval; con la colaboración de los instructores Capitán Pedro Vignola, y Capitán Manuel Aguirre. A esta Tercera Misión Chilena le su cedió la Cuarta MisiónChilena en he 25 26 1914 y 1915, bajo la dirección del Capitán Carlos Saénz M., como director de la Escuela Militar de Cadetes. Segunda Misión Militar Francesa (1919 - 1921). Entre J 919 y 1921 tuvo lugar la Segunda Misión Francesa, con el apoyo de Adol phe Dominique Guichard en la Creación de la Escuela Militar de Aviación. Misión Militar Suiza (1924 - 1933). Posteriormente, entre 1924 y 1933, fue contratada la Misión Suiza; entre sus componentes estaba el General Hans George Juchler, quien se des empeñó como Director de la Escuela Superior de Guerra; el Coronel Paul Gautier, quien compartió con Juchler la Dirección de la Escuela Superior de Guerra; el Teniente Coronel Hans von Werdt, quien se desempeñó como Instructor de Infantería; el mayor Henri Pillichody, quien fue el Director de la Escuela de Aviación; y el Capitán Plinio Pessina, como instructor. Misión Militar Alemana {1929 - 1934) Finalmente, entre 1929 y 1934, sucede la Misión Militar Alemana. Partici paron en ella, el mayor Hans von Scheller, como instructor de la Escuela Militar, y el Capitán Hans R. Berwig, como Instructor de Ingenieros . Esta breve panorámica de las Misiones Militares extranjeras para la confor mación y profesionalización del ejército nos permite entrever y valorar la importancia de dichas asesorías, integrando los más destacados desarrollos de las Ciencias Militares extranjeras en el Ejército Nacional de Colombia. Igualmente, se debe resaltar y valorar el legado de la Escuela Mili tar Chilena relativo a la no intervención en política por parte de los militares, es decir, su no participación en los intereses partidistas, ya que ésta constituye la mejor guía para la neutralidad del cuerpo mili tar, y de esta manera constituirse en la institución del Estado que de manera efectiva propicia la integración de los intereses nacionales, sin ningún tipo de discriminación regional, partidista o ideológica. Revista Científica ''General ]osé María Córdova" ••
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