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Sinonimia Sudamina, salpullido. Definición Dermatosis por retención de sudor; se produce por aumento de la temperatura y la hume- dad del ambiente; se caracteriza por abundantes pá- pulas o papulovesículas perladas o eritematosas, pruriginosas, que predominan en tronco y extremi- dades. Datos epidemiológicos Ocurre a cualquier edad y en cualquier sexo; es menos frecuente en asiáti- cos; predomina en niños. La forma cristalina puede presentarse en el periodo neonatal, y la congénita es rara. En la consulta dermatológica pediátrica ocupa el decimocuarto lugar. Su frecuencia es mayor en regiones tropicales y en meses de calor, principal- mente entre militares y recién nacidos (407o). Etiopatogenia Este síndrome predomina en partes cubiertas del cuerpo, y ocure después de accesos repeti- dos de sudación intensa en un ambiente húmedo. La que- ratina alterada y macerada ocasiona obstrucción terminal del conducto sudoral ecrino, lo que determina retención sudoral y anhidrosis secundaria. Este trastorno se debe a aumento de la temperatura ambiente, protección excesi- va con ropa, curas oclusivas o uso de cubiertas de plásti- co sobre el pañal, o de pañales desechables, e hidratación excesiva. Por otra parte, el sudor actúa como irritante pri- mario, por su alta concentración de cloruro de sodio, lo que ocasiona prurito; se ha demostrado experimental- mente una relación cuantitativa paralela entre la presen- cia de flora bacteriana y la supresión del sudor; en estudios histopatológicos se ha observado un material positivo a PAS y un tapón paraqueratósico en el acro- siringio, así como S. epidermidis, que conducen a la producción de un polisacárido extracelular que se ha identi f icado como manosa. Cuadro clínico Dermatosis diseminada a cuello, tórax, pliegues, extremidades y cara, constituida por abundantes pápulas o papulovesículas perladas o eritematosas que evolucionan por brotes, produ- cen descamación fina y remiten sin dejar huella (fig. 42-l). Con frecuencia hay infección agregada. Se llama miliaria cristalina o sudamina a la for- mada por vesículas translúcidas de aspecto perlado, puntiformes, muy superficiales y frágiles, que se rompen con la sola fricción del baño y dejan una descamación fina; es más frecuente en recién naci- dos y en quemadura solar o enfermedades febriles. La miliaria rubra o burbuja es muy prurigino- sa; las vesículas son profundas e inflamatorias, o papulovesículas; empeoran con la sudación. Los cuadros de repetición en lugares tropicales dan lu- gar a miliaria profunda; hay pápulas no inflamato- rias en "carne de gallina". En condiciones extremas puede originar la astenia anhidrótica tropical, que se acompaña de fatiga, náuseas, m¿Ireos, palpita- ciones, taquicardia y malestar general. La periporitis o miliaria pustulosa es la infec- ción de este cuadro vesicular; se caracteriza por micropústulas, que se presentan sobre todo en lac- tantes y predominan en dorso delanariz, piel cabe- lluda y frente. Puede sobrevenir después de la remisión de alguna otra dermatosis, como eccema, y predomina en pliegues y áreas de flexión. La miliaria apocrina, o enfermedad de Fox- Fordyce, es casi exclusiva de mujeres. Origina ve- sículas transparentes pruriginosas en axilas y penneo; aparecen por estímulos psicoafectivos o genitales, no termodiniírrucos. Datos histopatológicos Vesícula intraepidérmica de localización subcórnea en la forma cristalina, y dentro de la granulosa enTa rubra, con hiperquera- tosis paraqueratósica, que muestra acumulación de un material positivo a PAS, y leucocitos que obtu- ran el poro glandular superficial (acrosiringio). Puede haber espongiosis periductal, y en la dermis, infiltrados infl amatorios. Diagnóstico diferencial Herpes (figs. 157-l a 158-3), varicela (fig. 164-1), otras erupciones vira- les, impétigo de Bockhart, y eritema tóxico neona- torum, enfermedad transitoria del recién nacido, de causa desconocida, que aparece durante las prime- ras 24 a 72 horas de vida y desaparece en una semana. Hay manchas eritematosas, pápulas y ve- siculopústulas, que predominan en tronco y ex- tremidades; la vesícula es subepidérmica, con eosinófilos. 166 Mil iar ia Tfatamiento Baños de inmersión y aseo enérgi- co y repetido, climatoterapia con ambiente seco y fresco. Evitación de ejercicio flsico y abrigo exage- rados, y de ropa entallada o de material sintético. Si hay infección agregada, fomentos con sulfato de cobre a razón de I a 1 000, o lociones simples o con mentol y ácido bórico al 5 a 10 por ciento. Se pueden indicar polvos secantes como talco, almidón u óxido de zinc, o lociones simples. Si hay datos de infección agregada, también es útil el clioquinol (Vioformo@) que además puede prevenir nuevos brotes al disminuir la población bacteriana. La pro- funda puede tratarse con isotretinoína. Capítulo 42 167 Bose S, Ortonne JP. Diseases affected by heat. En Parish LCH, Millikan LE, et al. Global dermatology: Diagnosis and Ma- nagement according to Geography, Climate and Culture. New York: Springer Yerlag, 1994:83-92. Erhard H, Kligman A. The pathogenesis of miliaria rubra. Br J Derm 197 8;99 : ll'7 -3'7 . Feng E, Janniger CK. Miliaria. Cutis 1995;55:213-6. Haas N, Henz BM, Weigel H. Congenital miliaria crystallina. J Am Acad Dermatol 2002;47 (5Suppl):S270-2. Kirk JF, Wilson BB, Chun W, Cooper PH. Miliaria profunda. J Am Acad Dermatol 1996;35(5 Pt 2\:854-6. Moward CM, McGinley KI, Foglia A, Leyden JL. The role of extracellular polysaccharide substance produced by Staphylococcus epidermidis in miliaria. J Am Acad Derma- tol 1995;33:729-33. Bibliografia Fig. 42-1. Miliaria.
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