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GENERALIDADES DE PSIQUIATRÍA FORENSE FUNDAMENTOS DE PSIQUIATRÍA HISTORIA La historia de la Psiquiatría, siendo parte de la historia general de la Medicina, se diferencia de las demás ramas médicas en cuanto que por su objetivo, la conducta perturbada del hombre, participa también de la historia de las otras ciencias humanas y contacta con la historia del pensamiento, de la cultura y de las sociedades. Como parte de la historia de la medicina, ha seguido las vicisitudes del arte de curar y del conocimiento científico a través de los tiempos y las edades. Parece que no ha habido época, ni cultura, ni lugar de la tierra enteramente libre de enfermedad mental. Los trastornos psiquiátricos siempre han afligido a la humanidad, tanto como las enfermedades físicas. Desde los tiempos o los pueblos primitivos, usualmente se ha encontrado que los médicos o quienes hacen sus veces, han utilizado su arte para tratar la enfermedad mental igual que lo han hecho con la enfermedad física. Por otra parte lo que sí ha variado a través de la historia es el concepto de enfermedad mental, que por épocas y lugares se ha hecho más o menos amplio o estrecho y por lo tanto, el campo de actuación del médico ha sufrido iguales cambios.Este concepto de la enfermedad mental, que se agranda o se estrecha según los tiempos y las edades, refleja por una parte el modo de pensar prevalente en un momento y una sociedad determinados, lo mismo que la carencia suficiente de conocimientos científicos pertinentes y adecuados sobre muchos aspectos del comportamiento humano normal o perturbado y se ha prestado obviamente a abusos y arbitrariedades. Tales conceptos amplios o reducidos de la enfermedad mental según los tiempos y las filosofías, han delimitado también una frontera difusa acerca de quién debe ocuparse y tratar estos problemas (sacerdote, chamán, médico-brujo, filósofo, etc.). Sólo desde el final del siglo XVIII o comienzos del XIX, en que surgió la psiquiatría científica en su forma actual, la medicina occidental aceptó encargarse plenamente del problema de las enfermedades mentales y reclamar para sí el cuidado de asilos y manicomios. Esta situación llegó a su mayor auge a mediados de este siglo en que, en la mayor parte de los países, el movimiento de salud mental estaba en manos de médicos. La balanza se ha desplazado otra vez y hoy vemos cómo, en base a credos, teorizaciones y actitudes, muchos de los problemas mentales han vuelto a ser el objetivo y el campo de la psicología, la sociología y la antropología, cuando no en los medios subdesarrollados, de adeptos religiosos, de místicos, parapsicólogos, gurús, telepatistas y aún de brujas, echadoras de cartas, curanderos, etc. Se ha hecho nacer la medicina científica a partir de Hipócrates (460-355 A.C.), él introdujo el método clínico-empírico, se alejó de las creencias mágicas sobre la enfermedad y fundamentó las bases ético-científicas de la medicina. Entre los numerosos aciertos del "Padre de la Medicina" hay que contabilizar para la Psiquiatría varios logros: él hizo considerar por primera vez las enfermedades mentales como enfermedades "naturales" excluyéndolas de la consideración de sobrenaturales, concepción que hasta entonces predominaba, y por lo tanto las redujo al ámbito médico, con capacidad para ser curadas también por métodos médicos, introdujo el concepto y conocimiento de los "temperamentos", es decir, lo que hoy llamaríamos constitución o carácter o idiosincrasia, fue el precursor en la necesidad de hacer historias clínicas, en la utilidad de observar al paciente, en seguirlo y de acompañarlo críticamente a lo largo de su enfermedad, en mantener una relación respetuosa médico-paciente, en la observación psicosomática y en la correlación entre emociones, salud y enfermedad. Fue el primero que consideró el cerebro como el asiento de los sentidos y de la vida intelectual. La Psiquiatría fue durante mucho tiempo un campo disputado por la filosofía (incluida la psicología),la teología, el mito y la superstición y después por la ciencia: la medicina y la biología. GENERALIDADES La psiquiatría forense como parte de la psiquiatría y esta a su vez de la Ciencia Médica, estudia el comportamiento normal y anormal del individuo, su tarea es evaluar, diagnosticar y emitir el dictamen relacionado con la sanidad mental o con los trastornos del comportamiento o patologías mentales, las cuales tienen diversos orígenes entre los que destacan factores genéticos, físicos, químicos, psicológicos y socio ambientales. Implica nociones médico-legales de orden psiquiátrico, donde lo clínico se transforma en un lenguaje aplicable para colaborar en las diferentes áreas jurídicas: penal, civil, laboral. Respondiendo a los cuestionamientos de las autoridades judiciales, siendo el médico psiquiatra denominado “perito” quien debe emitir un informe escrito en el cual se establece la capacidad mental de la persona evaluada, lo que la autoridad competente podrá considerar como un elemento en el proceso, para orientar su conducta jurídica. OBJETIVO Determinar la existencia o no, de alteraciones en el estado mental de un imputado, acusado o sentenciado, víctimas u ofendidos, su relación con las capacidades generales del evaluado y en caso de estar presente, las consecuencias jurídicas de tal afección. Lo que conlleva a la precisión de dos cuestiones fundamentales: si conoce la trascendencia moral, social y jurídica de sus actos y si como consecuencia de su estado mental es capaz de actuar conforme a ese discernimiento. El psiquiatra forense también puede participar en la valoración del delincuente enfermo mental o del delincuente que enfermó en prisión, a solicitud del tribunal y para evaluar el funcionamiento de la mente del sujeto inmerso en un proceso legal. DICTÁMENES Y/O SERVICIOS Dictamen de Capacidad de Comprensión y Autodeterminación en Autores o Partícipes de un hecho. El perito analiza el comportamiento de una persona al momento de realizar los actos que se le imputan, con el fin de evaluar sus funciones mentales superiores, particularmente de cognición y volición, estableciendo de contar con los elementos básicos, si estaban alteradas hasta afectar su comprensión y/o su autodeterminación, a causa de un trastorno mental grave y permanente. Dictamen de Estado Mental en Autores o Partícipes de un hecho. El perito examina a los sujetos que enferman en prisión o de forma posterior a la comisión del hecho, indicando de contar con los elementos básicos, el diagnóstico de enfermedad mental, pronóstico y tipo de manejo psiquiátrico requerido para orientar a la autoridad judicial correspondiente, sobre la atención en salud que debe recibir el examinado y para que esta decida sobre el aplazamiento, suspensión, sustitución de la ejecución de la pena, o sobre algún ajuste necesario al procedimiento. Dictamen del Estado Mental en Víctimas u Ofendidos. Determina si existe enfermedad mental que afecte su capacidad para advertir la naturaleza ilícita y trascendencia del hecho del cual fue objeto y dirigir su conducta, indicando de contar con los elementos básicos, el diagnóstico, pronóstico y tipo de manejo psiquiátrico requerido para orientar a la autoridad judicial correspondiente sobre la atención en salud que debe recibir el examinado. Dictamen de Daño psíquico en Víctimas u Ofendidos. Determina la presencia o ausencia de secuelas psiquiátricas relacionadas con el evento delictivo, que deban ser tratadas de alguna forma. Estableciendo de contar con los elementos básicos, la existencia o no de trastornos mentales característicos de aquellas personas que fueron sufrieron o estuvieron expuestas a hechos estresantes o traumáticos. Dictamen de Capacidad. Determina y de contar con los elementos básicos, la presencia o ausencia de una enfermedad por deterioro en su estado mental que afecte su capacidad legal para ejercitar derechos y cumplir obligaciones. Estableciendo si elexaminado tiene los conocimientos acerca de los derechos y deberes sociales y de las reglas de la vida social, un juicio suficiente para aplicarlos en caso oportuno y la firmeza de voluntad precisa para inspirar una libre decisión. REQUISITOS QUE DEBEN INCLUIRSE EN EL OFICIO DE SOLICITUD Nombre completo del evaluado y edad. Ubicación exacta del evaluado. Condición del evaluado (sujeto activo en calidad de detenido, imputado, acusado, sentenciado, o pasivo como víctima u ofendido). Tipo específico de dictamen requerido de acuerdo al catálogo de servicios del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (C-D001) para el área de psiquiatría o lo que se requiere clarificar (ya que solicitar dictamen pericial, valorización psiquiátrica, dictamen psiquiátrico o examen mental, no es suficiente). Oferente de la prueba pericial. Fecha de vencimiento del término constitucional en caso de detenidos o flagrancia. Delito. NO SE REALIZAN EXÁMENES En domicilios particulares A niños menores de 5 años. En personas finadas. En personas inconscientes. En personas en estado de coma. En personas intoxicadas o en abstinencia de sustancias. De expedientes o documentos. En personas con sordomudez. La Psiquiatría como parte de la Medicina, es una ciencia que estudia el comportamiento normal y anormal del individuo, su tarea es realizar el estudio, diagnóstico, tratamiento y prevención de trastornos del comportamiento y patologías mentales, en las que influyen factores genéticos, físicos, químicos, psicológicos y socio ambientales. La participación del médico psiquiatra es objetiva, ejecutando su tarea a través del instrumento básico como es la entrevista psiquiátrica y el examen mental, valiéndose en oportunidades de instrumentos de apoyo como las pruebas psicológicas y otras fuentes de información. La Psiquiatría Forense implica nociones médico-legales psiquiátricas, donde la psiquiatría clínica se transforma en un lenguaje aplicable a un fin común, colaborar en las diferentes áreas jurídicas: penal, civil, familia, laboral, respondiendo a los cuestionamientos de las autoridades judiciales, siendo el médico psiquiatra denominado "perito" y debiendo de emitir un informe escrito en el cual se establece la capacidad mental de la persona evaluada, lo que la autoridad competente podría considerar como un elemento en el proceso, para orientar su conducta jurídica. El perito al emitir su evaluación podría intervenir nuevamente en el proceso al ampliar o adicionar el documento emitido, o su participación activa en el debate; esto a solicitud del despacho. La Psiquiatría Forense implica posibles aplicaciones que involucran cuidados de la salud en el trabajo hasta Justicia Criminal y Seguridad Pública. ALGUNOS CONCEPTOS Conducta Humana El estudio de la conducta humana es una de las áreas más complejas del conocimiento. Es uno de los fundamentos de la Psiquiatría. Como un ser vivo el hombre debe ser estudiado en la estructura y función de su organismo, particularmente en su sistema nervioso central (sistema integrador, orientador y organizador de la conducta), en el sistema endocrino (uno de los principales estabilizadores del medio interno del organismo) y en todas las demás estructuras y funciones de los sistemas y órganos. Todos ellos contribuyen a la adaptación a su entorno físico y a la persistencia de ese equilibrio inestable pero permanente entre las variables físico-químicas dentro de las cuales es posible la vida. Pero además el ser humano es un ser social y un ser cultural e histórico, que interactúa con sus semejantes por medio de procesos psicológicos y sociales, que recibe una dotación y una herencia cultural e histórica por medio del proceso educativo, que desempeña un rol social en su comunidad, que se desenvuelve en muy variados medios (familia, escuela, trabajo, organizaciones sociales diversas, Estado, nación). El aprendizaje social contribuye, en gran parte, a crear los aspectos específicamente humanos de la conducta: las funciones simbólicas, pensamiento, lenguaje, la inteligencia, la afectividad, la personalidad. La conducta humana es el resultado de una compleja e intrincada interacción de factores: biológicos, sociales, culturales e históricos, de la mutua influencia de la dotación genética, y de las experiencias sociales y de la herencia cultural. Emociones, afectos y sentimientos Son trastornos de la Afectividad, son tonalidades o matices que adquieren los pensamientos o las conductas, por ejemplo: la alegría, la tristeza, la ansiedad o miedo. Las emociones, afectos o sentimientos se alteran en distintas circunstancias y llegan a ser síntomas psicopatológicos cuando no corresponden a la situación, a la constelación de estímulos externos e internos que debieron originarlos, o cuando no son congruentes con ellos. Impulsos Se definen como "la fuerza vital independiente de la voluntad, que controla la realización de las iniciativas psíquicas, su velocidad, intensidad y duración. Son la base de la iniciativa y de la atención y se traducen en la expresión y la psicomotricidad. Cuando faltan o están aumentados la energía y la iniciativa, el síntoma lo vivencia o experimenta el paciente y el Psiquiatra los puede observar. Personalidad Son los patrones estables de conducta, que identifican a un individuo a lo largo de su vida, patrones socialmente adaptados o no. El concepto mismo de personalidad es motivo de polémica. La personalidad puede definirse como un "sistema de conducta cuyo fin es satisfacer motivos y ajustarse a los conflictos entre ellos, o el conjunto de sentimientos y valoraciones, las tendencias y voliciones de un individuo, es decir como las formas de comportamiento características y distintivas de un individuo, donde herencia y aprendizaje social, actúan conjuntamente. Psicopatología Etimológicamente significa estudio de las anormalidades psíquicas, es decir el estudio de las anormalidades de la conducta. Hay dos metodologías para enfocar las psicopatologías, la primera de tipo descriptivo, define y delimita las características de las distintas manifestaciones anormales de la conducta, tales como pueden ser apreciadas en el examen psiquiátrico, no pretende tratar de comprenderla sino solo describirla tal como se presenta al observador. La segunda analiza los síntomas o manifestaciones de la vida psíquica anormal, tratando de interpretarlas o comprenderlas como el resultado de procesos psíquicos inconscientes, es decir, como consecuencia de motivaciones comprensibles por medio del análisis psicológico, esta es la psicología dinámica en la que los síntomas son interpretados de acuerdo con las teorías psicoanalíticas y la praxis de las terapias psicoanalíticas. Además existen otros abordajes que tratan de explicar la conducta humana, tomando en cuenta diversos aspectos de tipo biológico, psicológico, familiar y social, entre estos está el modelo biológico en el que se considera la enfermedad psiquiátrica como cualquier otra enfermedad médica y supone que para muchos trastornos mentales eventualmente se encontrarán causas específicas relacionadas con el funcionamiento del Sistema Nervioso Central y la terapéutica derivada de este modelo tiende a ser de tipo biológico (farmacológico). En el modelo psicodinámico ciertos trastornos como las neurosis y los desórdenes de personalidad se consideran como el resultado de diversas vicisitudes en el desarrollo psicosexual y el tratamiento de acuerdo con esta orientación sería la psicoterapia psicoanalítica orientada a resolver los conflictos intrapsíquicos. El modelo conductual es otro abordaje esencialmente psicológico pero que postula que muchos trastornos emocionales son conductas aprendidas mal adaptativas que se mantienen o por consecuencias positivas o porque evitan consecuencias negativas, la psicoterapia de la conducta pretende modificar las situaciones que preceden o que resultan de la conductamal adaptativa. El modelo familiar parte del modelo social, la importancia está en las relaciones familiares como cruciales en el desarrollo de la personalidad, los conflictos suscitados en este nivel tienen decisiva influencia en la génesis y mantenimiento de ciertas psicopatologías, el abordaje terapéutico es la psicoterapia de familia. El modelo sociocultural enfoca primordialmente la manera en que el individuo funciona en el sistema social y se estudian las características de dicho sistema considerando que estas tienen importancia en la salud mental o en la psicopatología individual y comunitaria, las técnicas de intervención se dirigen a influir y reorganizar las redes sociales o de apoyo del individuo o del grupo social, en este enfoque psicosocial es de gran importancia el marco teórico género sensitivo y principios feministas con relación a los factores socioculturales como fuente de muchas perturbaciones emocionales, un ambiente social que enseña los usos inapropiados del poder y limita el acceso a los recursos basándose en el género, a través del proceso de la socialización en el cual se internalizan significados sociales y valores como forma de evaluar la realidad, la socialización se apoya en la religión, la familia, la educación formal, los medios masivos de comunicación social, el lenguaje, la moral, los símbolos, los mitos, la ciencia y el engranaje que constituye estas instituciones, los prejuicios o estereotipos y las "verdades o valores tradicionales" (procedentes de hombres blancos heterosexuales de clase media y sus conceptos sobre la mujer) y como éstos influyen en los individuos dentro de las instituciones repercutiendo en sus determinaciones con parcialidad o con prejuicios que sirven para el mantenimiento de su sistema de valores y sus posiciones de poder, de alguna manera la imparcialidad judicial y profesional en el caso de la Psiquiatría ha servido como justificación para ignorar las desigualdades de poder, la profesión legal ha sido especialmente lenta para absorber los conceptos feministas, mientras que la Psiquiatría, por su perspectiva médica ha sido un poquito menos lenta en la incorporación de algunos de estos conceptos, no así la Psiquiatría Forense que se ha visto influenciada por ese letargo legal. La investigación feminista tiende hacia un método más holístico, en un intento de cuestionar "las verdades tradicionales" dentro del campo del conocimiento como en la criminología aunque menos extendido en el área de la Psiquiatría Forense. El Feminismo intenta tomar en cuenta la diferencia y provocar una visión más realista de la posición de la gente en el mundo. El desarrollo de la Psiquiatría moderna se dirige hacia alcanzar una mayor integración de los modelos anteriormente mencionados en un enfoque ecléctico y multidimensional, ya que se reconoce que un solo modelo no ofrece una explicación completa de todos los fenómenos observados en el comportamiento humano normal y anormal. De otro modo también es cierto que ciertos modelos son más relevantes para entender determinadas psicopatologías. Psiquiatría Es una rama de la medicina, es responsable del estudio, el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de los trastornos del comportamiento humano. El comportamiento anormal puede estar determinado o modificado por factores genéticos, fisicoquímicos, psicológicos y sociales. El Psiquiatra debe dominar los conocimientos y las habilidades no sólo de la observación objetiva, sino de la subjetiva, de la participativa y de la autoobservación. Su formación en ciencias básicas lo (a) alienta hacia la observación objetiva, pero a medida que aprende otros tipos, advierte que esta diferenciación de la función de su papel es necesaria para la comprensión de la relación con su paciente y para el desarrollo de su capacidad para la intimidad humana. Únicamente entonces puede aprenderse la noción general de personalidad y sus principios subyacentes: los factores genéticos y ontogenéticos del crecimiento del desarrollo y de la involución, el reconocimiento de los factores inconscientes y preconscientes como determinantes del comportamiento, la idea de que la personalidad es íntegra e indivisible, y el reconocimiento de que el ser humano es un animal social y que los estadios iniciales del ciclo de la vida reflejan la coordinación entre el individuo en desarrollo y su entorno social. DIAGNÓSTICO Y PSIQUIATRÍA: LA ENTREVISTA PSIQUIÁTRICA Y EL EXAMEN DEL ESTADO MENTAL. La ENTREVISTA es el principal instrumento utilizado por el Psiquiatra para conocer al (la) paciente y la naturaleza de su problema. La comprensión de la salud y la enfermedad del (la) paciente procede principalmente de la narración que éste hace de su vida anterior, sus actitudes y emociones y el desarrollo de sus síntomas. Se pone mucho énfasis en animar al (la) paciente a que narre su historia con sus propias palabras. El diagnóstico y pronóstico se basan en estos datos y en la información adicional obtenida a partir de los familiares del paciente, el examen físico, los tests psicológicos y cualesquiera otros exámenes especiales. Con este conocimiento pueden ya formularse los objetivos del tratamiento e instituir un plan terapéutico realista para el (la) paciente. La historia psiquiátrica se realiza formulando preguntas para conocer las quejas presentes y valorar la gravedad de los trastornos a ellas asociados en los ámbitos social, biológico y psicológico, para establecer la cronología de los cambios y la relación de estos cambios con las experiencias potencialmente estresantes, para averiguar si el paciente ha tenido experiencias que le hicieron estar preocupado por su bienestar psicológico con anterioridad, para determinar si ha recibido tratamiento (y que tipo de tratamiento) en el curso del episodio actual y si hay una historia anterior de trastornos psiquiátricos, así como los tipos de tratamiento recibidos y la eficacia de éstos, para obtener la historia médica del (la) paciente y la historia de enfermedades psiquiátricas y no psiquiátricas de la familia, para conocer la historia personal del (la) paciente y para analizar su actitud, sus reacciones a los diversos sucesos y su forma de reaccionar frente a las tensiones. Las fuentes de datos clínicos incluyen el contenido verbal del (la) paciente (lo que dice), la forma de expresarse (como lo dice), la comunicación no verbal (lenguaje corporal) y las claves somáticas asociadas, así como las propias respuestas emocionales del (la) entrevistador(a), constituyen datos de importancia, frecuentemente pasados por alto, la vestimenta, la postura, la marcha, la expresión facial, la complexión, el peso y el movimiento. Estas diferentes fuentes de datos se evalúan simultáneamente en la entrevista psiquiátrica, proceso difícil pero que proporciona recompensas que mejoran con la mayor experiencia y preparación del (la) médico (a). Una postura mental de atención libre flotante a la entera configuración de las interacciones paciente-entrevistador(a) es la forma más eficaz de obtener información a todos los niveles. Esto significa que mientras escucha atentamente las palabras del paciente, en entrevistador observa también las expresiones faciales del o la paciente, sus gestos, cambios posturales, etc., y es consciente de sus propias reacciones emocionales hacia el (la) paciente. Los datos de un nivel a menudo aumentarán, modificarán o incluso contradecirán datos de otro nivel. El rubor, la palidez, la respiración, el aumento de la frecuencia respiratoria y el incremento en los tics o manierismos revelan una elevación emocional. A menudo una clave sutil, una desviación de la mirada o un ligero cambio de la expresión, sugieren emociones encubiertas, fantasías o impulsos. El lenguaje corporal puede comunicar más elocuentemente que las palabras el dolor de una depresión profunda, el terror de la ansiedad aguda o el erotismo de un comportamiento seductor. El comportamientodel (la) paciente está determinado por la realidad de la situación presente, sus experiencias pasadas y sus proyectos en la vida, sus percepciones del (la) entrevistador(a) y las reacciones hacia éste (a) contienen tanto elementos racionales como irracionales y su comportamiento puede parecer inconstante, confuso o inapropiado. Con relación a la técnica de la entrevista, existen dos extremos, una entrevista completamente dirigida por el (la) médico (a) y una entrevista completamente abierta y dirigida por el (la) paciente. Las preguntas abiertas permiten que los pacientes respondan con sus propias palabras y tienen la virtud de provocar información inesperada y a menudo datos más fiables. Las preguntas específicas, como en la revisión sistemática, aportan importantes datos que pueden no obtenerse de otra forma. Luego de identificar el problema, se emplea un enfoque más estructurado para seguir los hilos conductores en la narración original y para abrir nuevas áreas a la conversación. Nuevamente las preguntas deben ser abiertas desde el inicio para estimular la elaboración por parte del o la paciente. En cada área problemática se debe aclarar el momento y el modo de instauración y obtener una descripción detallada de los síntomas o situaciones, cronología de los acontecimientos factores agravantes o atenuantes y elementos o manifestaciones asociados. Progresivamente se requieren preguntas específicas más dirigidas, para obtener toda la información pertinente, incluyendo interrogar sobre algunos síntomas para establecer que el (la) paciente no los tiene. Seguidamente se efectúan las historias personal y familiar, para obtener una base a la que enfrentar la enfermedad y hallar las claves de la génesis de la enfermedad y de los posibles abordajes terapéuticos. La historia laboral, las relaciones sociales, otros intereses y los objetivos futuros completan esta parte de la entrevista. Se debe observar evidencias de respuesta emocional o de conflictos en los (las) pacientes durante esta revisión y promover una elaboración más completa en las áreas sensibles. Examen del estado mental La distinción entre historia y examen es incluso menos nítida en psiquiatría que en medicina general. La mayor parte (y frecuentemente la totalidad) del examen del estado mental se efectúa mientras se realiza la historia. Se valora el aspecto, comportamiento, fluidez de la conversación, contenido del pensamiento, anomalías de percepción, el afecto y las funciones cognitivas. Psiquatría forense La Psiquiatría, como todas las especialidades de la medicina, posee un área propia, un campo delimitado de estudio y tiene así mismo sus propias técnicas de diagnóstico y tratamiento. Por ser una ciencia que estudia el comportamiento humano, normal y anormal, causado por enfermedades, esta ciencia debe disponer de medios idóneos para conocer, comprender y corregir las muy variadas modalidades de las alteraciones de la conducta, del afecto y del pensamiento e inclusive de la adaptación personal y social. Esto significa que la Psiquiatría se relaciona con aquellas características del ser humano que no son exclusivamente biológicas ni pueden evaluarse únicamente por medios físicos. Pero en todas las ramas de la medicina ocurre así, porque el hombre no es solamente un ser biológico sino un ser social y porque muchos aspectos psicológicos hasta ahora no han sido comprendidos por la fisiología y tal vez nunca lleguen a ser explicables solamente por ella. Cuando una persona busca ayuda para sí misma o para algún pariente o allegado, puede hacerlo por varios motivos: ya sea porque siente perturbaciones emocionales, como la depresión o la ansiedad, o porque observa disminución en su rendimiento en el trabajo, en el estudio, o en su actividad habitual o porque sus relaciones con los demás han sufrido un cambio apreciable, o porque su conducta se ha modificado ostensiblemente(aunque esto no siempre es aceptado por el (la) mismo(a) paciente, pero sí por quienes conviven con él o ella) o porque se ha hecho adicto al alcohol, a la marihuana o a alguna de las drogas que producen dependencia, o bien porque los distintos exámenes médicos (exploraciones clínicas, análisis de laboratorio, radiografías o pruebas imagen lógicas) no han demostrado ninguna alteración que explique sus síntomas, quejas o molestias, o se sospeche que pueden ser factores emocionales que expliquen las quejas subjetivas del (la) paciente. Pero también se recurre al (la) Psiquiatra en demanda de ayuda psicológica en distintas circunstancias de la vida: por desajustes conyugales, por problemas familiares o desarmonía en el hogar, por mal rendimiento escolar, o por dificultades laborales. Por último, se solicita la colaboración profesional del (la) Psiquiatra cuando se le llama como perito(a) en asuntos judiciales, ya sea en juicios civiles, penales o de nulidad matrimonial en derecho canónico; por ejemplo, para saber si una persona es capaz de manejar sus bienes o si cuando firmó un contrato comprendía lo que hacía, o para saber si una conducta penal típica y antijurídica puede serle impuesta o no, o para saber si su consentimiento matrimonial estaba o no viciado en el momento de contraer el vínculo. En todas estas modalidades el (la) Psiquiatra actúa en el área de la Psiquiatría Forense. La Psiquiatría Forense es el conjunto de nociones médico-legales- psiquiátricas que tienen importancia en el Derecho (penal, civil, laboral, canónico) y que se relacionan con algunos aspectos de la capacidad mental y psíquica. La Psiquiatría clínica se ocupa de las enfermedades mentales y de las alteraciones del comportamiento que se consideran anormales, morbosas o patológicas. Pero la Psiquiatría, como especialidad médica, tiene características propias que la distinguen de las demás áreas de la medicina y no ha alcanzado el grado de precisión y objetividad de otras cuyo campo lo constituyen enfermedades mejor conocidas en cuanto a sus causas, entre ellas las lesiones que las producen, fácilmente identificables en los órganos y los tejidos, o que originan modificaciones bioquímicas y funcionales en el organismo que pueden comprobarse por medio de técnicas de laboratorio o de exámenes de imágenes radiológicas o de ultrasonido y otras pruebas objetivas y concretas. La Psiquiatría se ocupa de los aspectos menos tangibles, más subjetivos del ser humano enfermo, como su conducta, sus motivaciones, las alteraciones de su pensamiento, de sus afectos, de los problemas de desajuste o desadaptación de la personalidad a su medio cultural y social cuando son provocadas por causas patológicas. En algunas enfermedades mentales y precisamente las más importantes y las más graves, como las esquizofrenias y las enfermedades afectivas maniaco- depresivas, no han podido descubrirse ni comprobarse causas físicas, ni las perturbaciones bioquímicas halladas han sido bien comprendidas. Tampoco los conocimientos psicológicos y sociales pretenden explicarlas son concluyentes. En el estado actual de los conocimientos lo más prudente y sensato es aceptar el llamado ENFOQUE MULTIDIMENSIONAL en el que tienen en cuenta tanto los factores orgánicos (biológicos) como los psico- sociales. .La medicina puede ayudar al Derecho, con la aplicación de ciertos conocimientos médicos, para contribuir el esclarecimiento e investigación de ciertos asuntos y para ayudar al Juez o Jueza a formarse su criterio antes de tomar su decisión. Así como el médico legista da un dictamen muy objetivo y concreto, como la descripción de unas heridas, o de unas lesiones, o una autopsia, el o la perito Psiquiatra legista emite su dictamen sobre aspectos tales como la capacidad en lo civil o la responsabilidad en lo penal. Más exactamente, no emite su concepto directamente sobre estos temas sino sobre determinados estados morbosos psíquicos que pueden alterar la capacidad de obrar razonablemente (en lo civil). O bien el (la) perito Psiquiatradictamina acerca de un posible vicio de consentimiento que puede haber existido en el momento de contraer matrimonio (en derecho canónico). Al respecto es muy importante recordar que los dictámenes de los peritos no son de forzosa aceptación por los jueces, quienes pueden aceptarlos o rechazarlos pero no modificarlos. En cierto modo, jurista y médico (a) hablan distintos idiomas, pero precisamente en la Medicina Legal y la Psiquiatría Forense esos distintos idiomas deben ponerse de acuerdo, para llegar a un fin común, que en este caso es la colaboración que la medicina psiquiátrica presta al derecho (penal o civil) para el esclarecimiento de un punto concreto. Así pues el (la) médico (a) Psiquiatra no es llamado para dar un diagnóstico clínico de la persona que ha delinquido o del presunto interdicto, lo que se pide al perito es determinar si el sujeto de la peritación se hallaba en alguno de los estados que define la Ley, así esta denominación del código o de la ley no tengan el mismo significado que en medicina. En cierto modo el perito médico debe traducir, si así puede decirse, los términos médicos a términos legales. La Psiquiatría Forense tiene una problemática más extensa y más compleja que el resto de la medicina. La sociedad mantiene prejuicios sobre la enfermedad mental, de los que interesa subrayar el referente a su peligrosidad, prejuicio que ha venido influyendo en la legislación, en realidad, la peligrosidad se da sólo en un porcentaje reducido de los casos y se ha preocupado de controlar la conducta del "enfermo mental peligroso", hasta hace bien poco, con medidas análogas a las establecidas para todos los delincuentes. Existen unas especiales relaciones entre el Derecho y Psiquiatría. Es un error presentar como grave malentendido el concepto médico de enfermedad y su concepto jurídico, porque la jurisprudencia no pretende formar un concepto propio de la enfermedad. Por otra parte, algunos conceptos psiquiátricos son tachados por los juristas como borrosos e imprecisos, por ejemplo, el pronóstico y curso de la enfermedad mental, reprochándose a la Psiquiatría que no puede establecer normas seguras sobre ellos. Esa objeción es exagerada, porque en el estado actual de la ciencia psiquiátrica, con la existencia de sutiles medios complementarios de diagnóstico y el perfeccionamiento del tratamiento (eficaces medicamentos psicofármacos, diversas formas de psicoterapia, etc.), respecto del pronóstico futuro de muchas psicosis, psicopatías, déficit intelectuales, podemos pronunciarnos actualmente con toda fiabilidad. Las funciones del (la) Psiquiatra Legista, en cuanto al Derecho Penal, son primordialmente, la elaboración de informe sobre el estado de salud mental de un acusado, lo que engloba dos cuestiones fundamentales: si reconoce el valor de sus actos y si es capaz de actuar conforme a ese conocimiento, en ocasiones valoración del potencial delictógeno. Como consecuencia de ello puede inferirse una anulación o una disminución de su imputabilidad, estableciéndose por los juristas la existencia de una eximente completa, incompleta o una atenuante de la responsabilidad criminal. En el Derecho Civil, los (las) Psiquiatras Forenses determinan-como función más habitual-si determinada persona está afecta de anomalía deficiencia o enfermedad mental, lo que puede constituir alguna de las causas de restricción de la personalidad jurídica. En cuanto al Derecho Laboral, para demostrar la existencia de una concausa psíquica en un accidente de trabajo y para valorar como incapacidad una secuela psíquica en un accidente. También en la investigación de la simulación de enfermedad mental. Para ejercer la Psiquiatría Forense se tiene que ser Psiquiatra Clínico y poseer un conocimiento jurídico de lo que la Ley exige del (la) Psiquiatra y de cómo puede transformar sus conocimientos médicos y psicológicos en aplicaciones jurídicas. El (la) Psiquiatra clínico realiza una anamnesis, una exploración minuciosa, emite un diagnóstico, elabora un pronóstico y establece un tratamiento, mientras que el (la) Psiquiatra Forense tiene la misión después del diagnóstico y el pronóstico, de indicar lo que es más importante desde el punto de vista legal, es decir, cómo la alteración psíquica influye sobre la facultad de conocimiento de la penalidad del hecho y sobre la capacidad de actuar de acuerdo con este conocimiento. Lo cual no siempre está en simple relación con el diagnóstico de salud o enfermedad, ya que, por ejemplo, en casos leves de psicosis-enfermedad mental propiamente dicha- puede ser discutible alguna vez la existencia o no de imputabilidad, mientras que, por otro lado, en casos intensos de trastorno de personalidad-que en estricto criterio psiquiátrico no son enfermedades mentales-pueden existir dudas sobre la imputabilidad de la persona. La Psiquiatría se halla en la encrucijada entre biología, psicología y sociología, de hecho la moderna Psiquiatría está impregnada de espíritu sociológico: la curación de un enfermo mental exige, a menudo, manejar adecuadamente los factores ambientales. ¿Cómo se forma una opinión objetiva médico/psiquiátrica? Un (a) experto (a) médico(a) es un(a) doctor(a) en medicina que tiene los requisitos de experiencia clínica y atestados académicos para formar una opinión médica objetiva con un grado razonable de certeza médica. Un (a) Psiquiatra Forense es un (a) médico (a) que integra experiencia clínica, conocimientos de medicina, salud mental, y neurociencias para formar una opinión objetiva e independiente. Hechos relevantes son reunidos y analizados como parte de un proceso de examinar hipótesis alternativas para formular una opinión experta médico-psiquiátrica. Esta opinión experta puede ser efectivamente comunicada a través de un reporte escrito, una declaración o en un testimonio en la Corte. Las aplicaciones de la Psiquiatría Forense son muy amplias van desde cuidados de la salud en el trabajo hasta Justicia Criminal y Seguridad Pública. ¿Es un(a) Psiquiatra Forense la misma cosa que un (a) Psicólogo (a) Forense? No. Los o las Psiquiatras son médicos (as) con un entrenamiento especial en el entendimiento, diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales. Esto incluye evaluaciones y tratamientos biológicos, psicoterapia, y problemática social y familiar. Un (a) psicólogo (a) a nivel de doctorado son profesionales en su propia rama y pueden hacer pericias especiales en tópicos usualmente no estudiados en detalle por los Psiquiatras (como las pruebas psicológicas). Conclusiones A través de la historia el concepto de enfermedad mental ha variado y por épocas y lugares se ha hecho más o menos amplio asimismo el campo de actuación de la Medicina ha sufrido iguales cambios. El concepto de enfermedad mental que se agranda o se estrecha según los tiempos o edades, refleja por una parte el modo de pensar prevalente en un momento y una sociedad determinados. A finales del siglo XVIII o comienzos del XIX, surge la Psiquiatría científica en su forma actual.) En el 460-355 A.C Hipócrates introdujo la Medicina Científica con el método clínico-empírico. La Psiquiatría es una rama de la Medicina, es responsable del estudio, el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de los trastornos del comportamiento humano. El Psiquiatra debe dominar los conocimientos y las habilidades no sólo de la observación objetiva, sino de la subjetiva, de la participativa y de la autoobservación. La Psiquiatría se relaciona con aquellas características del ser humano que no son exclusivamente biológicas ni pueden evaluarse únicamente por medios físicos. Se ocupa de los aspectos menos tangibles, más subjetivos del ser humano como su conducta, sus motivaciones, las alteraciones de su pensamiento, de sus afectos, de los problemas de desajuste o desadaptación de la personalidad en su medio cultural y social La Psiquiatría Forense como el conjunto de nociones médico-legales- psiquiátricasque tienen importancia en el Derecho (penal, civil, laboral, familia) y que se relacionan con algunos aspectos de la capacidad mental y psíquica debe ser ejercida por un Psiquiatra Clínico que posea un conocimiento jurídico de lo que la Ley exige de él y de cómo puede transformar sus conocimientos médicos y psicológicos en aplicaciones jurídicas. El o la Psiquiatra Clínica (o) debe realizar una anamnesis, una exploración minuciosa, emite un diagnóstico, elaborar un pronóstico, y establece un tratamiento, mientras que el o la Psiquiatra Forense tiene la misión después del diagnóstico y pronóstico, de indicar lo que es más importante desde el punto de vista legal, es decir, cómo la alteración psíquica influye sobre la facultad de conocimiento de la penalidad del hecho y sobre la capacidad de actuar de acuerdo a este conocimiento, lo cual no siempre está en simple relación con el diagnóstico de salud o enfermedad. La Psiquiatría moderna se halla impregnada de espíritu sociológico. El instrumento principal utilizado por la Psiquiatría es la ENTREVISTA PSIQUIATRICA El estudio de la conducta humana es una de las áreas complejas del conocimiento, es uno de los fundamentos de la Psiquiatría, es la manera como las personas gobiernan su vida y dirigen sus acciones Como seres vivos los humanos han sido estudiados en la estructura y función de su organismo, pero además son seres sociales, culturales e históricos, que interactúan con sus semejantes por medio de procesos psicológicos y sociales, que reciben una dotación y una herencia cultural e histórica por medio del proceso educativo, el aprendizaje social contribuye en gran parte a crear los aspectos específicamente humanos de la conducta: las funciones simbólicas, pensamiento, inteligencia, lenguaje, afectividad, personalidad. La personalidad son los patrones estables de conducta que identifican a un individuo a lo largo de su vida, ya sea, patrones socialmente adaptados o no, en otras palabras es el conjunto de sentimientos y valoraciones, las tendencias y voliciones de un individuo donde la herencia y aprendizaje social actúan conjuntamente. La psicopatología es el estudio de las alteraciones psíquicas, de la conducta A través de las épocas han existido varias maneras de explicar estas alteraciones, entre ellas el enfoque psicoanalítico, biológico, social, conductual, familiar, ciertos modelos son más relevantes para entender determinadas psicopatologías, la tendencia es hacia un enfoque ecléctico y multidimensional con mayor integración de los modelos anteriormente mencionados. LA PSIQUIATRIA FORENSE Y SU RELACIÓN CON EL DERECHO La relación entre el padecimiento de un trastorno mental, la comisión de hechos delictivos y su tratamiento por parte de la justicia es un tema que lleva suscitando interés durante numerosas décadas, aspecto éste que nos lleva a la estrecha relación existente entre dos disciplinas como son el derecho y la psiquiatría y sus dos grandes núcleos definitorios por excelencia: el delito y el trastorno mental. Por delito entendemos la transgresión de la Ley, esto es, de la norma socialmente establecida o, en palabras del Código Penal “las acciones u omisiones dolosas o imprudentes penadas por la Ley”. La respuesta institucional frente a él, se rige por los principios del derecho penal y la ética de la justicia: persecución del delito y castigo al delincuente pero desde un punto de vista humanitario y comprensivo, esto es, se busca la retribución del daño al tiempo que se pretende la rehabilitación del delincuente, ajustando la pena a las circunstancias de cada penado. Por su parte, por trastorno mental entendemos “la presencia de un comportamiento o grupo de síntomas, identificables en la práctica clínica que, en algunos casos se acompañan de malestar o interfieren con la vida del individuo”. Dicha noción siempre ha estado ligada, por medio de la estigmatización, a la peligrosidad, un término relacionado con el riesgo de comisión de delitos violentos. A este respecto, han sido muchos los estudios que han intentado discernir si la presencia de un trastorno mental aumentaba el riesgo de comportamiento violento. Hay autores que opinan que los delitos, especialmente los violentos, son más frecuentes en enfermos mentales que en la población general, en especial cuando la enfermedad se conjuga con el abuso de sustancias (Teplin, Karen y McClelland, 1993), mientras que otros autores defienden la postura contraria (Monahan, 1992).A pesar de que los resultados con respecto a esta temática son contradictorios, es necesario destacar que todos coinciden en señalar los siguientes aspectos: que la inmensa mayoría de los delitos cometidos en nuestro país son obra de sujetos que están en pleno uso de sus facultades mentales y solo un pequeño porcentaje son atribuidos a individuos con enfermedad mental diagnosticada o cuya aparición es abrupta instantes antes de cometer el hecho delictivo, que la relación entre enfermedad mental y comisión delictiva es escasa, que las acciones delictivas y sus consecuencias – encarcelamiento –, pueden contribuir al desarrollo de trastornos mentales (victimización del penado) y que la mayor morbilidad de conductas violentas ocurre en aquellos pacientes que presentan abuso de sustancias, seguidos de los trastornos afectivos y de los pacientes con esquizofrenia (Agudo, Parejo y Perrino, 2017). De hecho, no está todavía del todo claro si es exclusivamente el padecimiento de la enfermedad mental lo que causa el comportamiento violento. Por el contrario, lo que se suele aducir es que entre la presencia de trastorno mental y la conducta violenta existen toda una serie de variables mediadoras que se erigen en factores de protección (medicalización, instituciones competentes) y de riesgo (estigma, exclusión social) que son las que determinan en buena medida que se produzca finalmente ese comportamiento delictivo (Al- Fawal, 2013), lo que descarta que nos encontremos ante una relación simple entre ambas temáticas. Lo que está claro es que la vivencia del trastorno mental y del comportamiento delictivo puede afectar a cualquiera de nosotros en cualquier momento de nuestra vida, siendo conscientes de la amplia gama de enfermedades mentales y conductas antisociales documentadas en nuestra sociedad. Hablamos aquí de dos aspectos – enfermedad y delito- que son de distinta naturaleza, pero que se encuentran inextricablemente ligados en la realidad social puesto que hay enfermos que cometen delitos (aspecto existente, pero sobredimensionado por los medios de comunicación) y delincuentes que presentan problemas de salud mental. Esta unión conceptual plantea importantes dilemas y controversias (Agudo, Vallejo y Perrino, 2017) que atañen a aspectos teóricos y conceptuales como es la responsabilidad jurídica del enfermo mental ante el delito y a aspectos más prácticos, como la respuesta institucional por parte del derecho a todos aquellos enfermos que cometen un delito, una problemática que se suele ejemplificar ante la dicotomía de imponer una pena o una medida de seguridad acorde al tratamiento. Para valorar la imposición de una u otra consecuencia, se debe de atender a la implicación del trastorno mental en la conducta objeto de valoración, con el objetivo de ver si existe una relación causal entre dicha enfermedad mental y la conducta realizada. PSICOSIS EZQUIZOFRENICAS La relación entre las disciplinas del derecho y la psiquiatría se ha erigido como fundamental si pretendemos cumplir con los preceptos de los presupuestos constitucionales, que atribuyen a las penas y a las medidas de seguridad una finalidad rehabilitadora y resocializadora. Esto es así porque el sistema judicial puede tener que abordar, en un momento determinado, un hecho delictivo cometido por una persona que padezca una psicosis esquizofrénica. Las psicosis esquizofrénicas son trastornos caracterizados por una pérdida de contacto con la realidady su evolución y presencia de síntomas, entre los que destacan los positivos (delirios y alucinaciones) y los negativos, difiere de una persona a otra. Los sujetos afectados por dicha patología, a la hora de ser enjuiciado su caso, pueden obtener un veredicto de culpabilidad especial, puesto que pueden ser declarados exentos de responsabilidad criminal, semi-imputables o aplicárseles alguna atenuante analógica de acuerdo con el Código Penal. Este veredicto resulta finalmente acompañado de una imposición de penas y de medidas de seguridad igualmente especial y adecuada a cada caso concreto. La valoración de dicha culpabilidad debe de hacerse valorando la afectación del sujeto en el momento de cometer los hechos delictivos tras la consulta en el juicio de la opinión de un perito psiquiatra experto. Con el fin de poner en relación las revisiones de la materia con el aspecto práctico se han analizado cuarenta sentencias de los tribunales españoles concluyendo que los delitos cometidos en su mayoría de manera solitaria por pacientes que presentan esquizofrenia paranoide son delitos contra las personas y que el juicio de culpabilidad lleva, en la mayoría de los casos a ser declarados semi-imputables. PSICOSIS El término psicosis se emplea para referirse a aquellos trastornos de la mente caracterizados por una cierta pérdida de contacto con la realidad. Cuando una persona sufre este tipo de trastorno se dice que ha tenido un «episodio psicótico». La psicosis afecta principalmente a los jóvenes adultos y es bastante común. Cerca de 3 de cada 100 jóvenes sufrirán un episodio psicótico, lo cual significa que entre este sector de la población la psicosis es más común que la diabetes. La mayor parte de los afectados consigue una plena recuperación del trastorno. La psicosis puede afectar a cualquiera, y como toda enfermedad, es susceptible de tratamiento. ¿Cuáles son los síntomas? La psicosis suele provocar cambios en el estado de ánimo y en la forma de pensar, dando lugar a ideas anormales, por lo que resulta difícil entender lo que está sintiendo la persona afectada. Con objeto de comprender en qué consiste la experiencia psicótica, es útil clasificar por grupos algunos de los síntomas más característicos. Pensamientos confusos Los pensamientos más comunes se vuelven confusos o dejan de guardar una relación adecuada entre sí. La expresión oral se vuelve difícil de entender o no tiene sentido. En algunos casos le cuesta a la persona concentrarse, seguir el hilo de la conversación o recordar las cosas. Sus pensamientos parecen acelerarse o volverse más lentos. Creencias falsas Con frecuencia la persona afectada de un episodio psicótico tiene creencias falsas, conocidas como delirios. A tal grado está convencida de la verdad del delirio que ningún razonamiento, por más lógico que sea, es capaz de desengañarla. Por ejemplo, basándose en la manera en que los coches se encuentran estacionados fuera de su casa, llega a creer que la policía la está vigilando. Alucinaciones Por efecto de la psicosis, la persona ve, oye, siente, huele o percibe con el gusto cosas que en realidad no están presentes. Por ejemplo, oye voces que nadie más alcanza a oír, ve objetos inexistentes, o percibe el olor o el sabor de las cosas de tal manera que le parece que están echadas a perder o incluso envenenadas. Cambios afectivos y de percepción A veces la forma de sentir de la persona cambia de repente, sin causa aparente, provocando que se sienta rara y aislada del mundo y le parezca que las cosas se mueven con una gran lentitud. Son frecuentes los cambios bruscos en el estado de ánimo, y la persona se siente extrañamente excitada o deprimida. O bien, parece que sus emociones pierden intensidad, siente menos que antes, o manifiesta menos sus emociones a quienes le rodean. Cambios de conducta Las personas afectadas de psicosis presentan conductas distintas a las que acostumbran tener. En algunos casos, se vuelven extremadamente activas, o bien les sobreviene un gran letargo que les hace estar sin hacer nada durante todo el día. Se echan a reír en momentos inoportunos, o se enojan o se sienten contrariadas sin motivo aparente. Muchas veces, estos cambios de conducta se relacionan con los síntomas arriba señalados. Por ejemplo, si la persona cree que se encuentra en peligro, llama a la policía, o si se cree Jesucristo, se pasa el día predicando por las calles. En otros casos, deja de comer por temor a que la comida esté envenenada o le cuesta conciliar el sueño porque tiene miedo de algo. Los síntomas varían de una persona a otra y en algunos casos cambian con el tiempo. El primer episodio de psicosis Cuando una persona sufre por primera vez síntomas psicóticos o un episodio de psicosis, es posible que no entienda lo que le sucede. Los síntomas pueden resultarle completamente desconocidos, provocándole una gran perturbación y dejándola en un estado de confusión y angustia. Por otra parte, esta angustia se ve aumentada por los mitos y estereotipos de signo negativo relativos a la enfermedad mental que todavía son comunes en la sociedad. El episodio psicótico se desarrolla en tres fases cuya duración respectiva varía según la persona. 1ª fase: el pródromo Los primeros síntomas son vagos y apenas perceptibles. En algunos casos cambia la manera en que la persona describe sus sentimientos, pensamientos y emociones. 2ª fase: aguda Se presentan síntomas claros de psicosis, tales como alucinaciones, delirios o ideas confusas. 3ª fase: La recuperación La psicosis tiene tratamiento y en la mayoría de los casos el paciente se recupera. Las características específicas de la recuperación varían según el caso. Las personas se recuperan de un primer episodio de psicosis, y en muchos casos nunca vuelven a sufrir otro. ¿Cuáles son los diferentes tipos de psicosis? La psicosis afecta a cada persona de diferente manera y durante las etapas iniciales no siempre es útil poner un nombre o una etiqueta a la enfermedad. No obstante, cuando una persona padece psicosis, se le suele diagnosticar una enfermedad psicótica específica. Diagnosticar significa determinar la naturaleza de una enfermedad sobre la base de los síntomas que presenta el paciente, y el diagnóstico dependerá tanto de los factores que hayan provocado la enfermedad como del tiempo que duren los síntomas. En el caso de un primer episodio de psicosis, resulta particularmente difícil determinar con exactitud el tipo de psicosis de que se trata, porque aún se desconoce en gran medida cuáles han sido los factores que la provocaron. No obstante, conviene estar familiarizado con algunos de los términos que se suelen emplear al diagnosticar diferentes tipos de psicosis. Psicosis inducida por las drogas El consumo de drogas o de alcohol, así como la abstinencia tras un consumo prolongado, pueden provocar síntomas psicóticos. En algunos casos los síntomas se resuelven rápidamente al irse pasando los efectos de la sustancia, en tanto que en otros la enfermedad, aunque comenzó como una psicosis inducida por drogas, se hace más prolongada. Psicosis orgánica A veces los síntomas psicóticos aparecen a consecuencia de lesiones de la cabeza o enfermedades orgánicas que afecten el funcionamiento del cerebro, tales como la encefalitis, el SIDA, o un tumor. En estos casos, suelen presentarse junto con la psicosis otros síntomas, tales como amnesia o confusión. Psicosis reactiva breve En ocasiones los síntomas psicóticos surgen de repente como respuesta a una situación de mucha tensión en la vida de la persona, tales como un cambio importante en sus circunstancias personales, o la muerte de un familiar. Aunque los síntomas pueden ser agudos, la persona se recupera en pocos días. Trastorno delirante El síntoma principal es la firme creencia en cosas que no son ciertas. Esquizofrenia El término esquizofrenia se emplea para referirse a aquellas enfermedades psicóticas en que los cambiosde conducta o los síntomas persisten durante un período no inferior a los seis meses. Tanto los síntomas como la duración de la enfermedad varían según el caso, y al contrario de lo que se suele creer, muchas personas afectadas de esquizofrenia llevan una vida plena y feliz, logrando muchas de ellas una total recuperación. Trastorno esquizofreniforme No se distingue de la esquizofrenia, salvo en que los síntomas han persistido durante menos de seis meses. Trastorno bipolar (maníaco depresivo) En el trastorno bipolar, la psicosis se presenta como parte de una alteración afectiva más generalizada, caracterizada por alternancias violentas entre la gran excitación (manía) y la melancolía (depresión). En caso de presentarse síntomas psicóticos, suelen corresponder al estado anímico de la persona: por ejemplo, si está deprimida oye voces que le dicen que debe suicidarse, en tanto que si experimenta una excitación o euforia anormales, se cree un ser excepcional capaz de realizar grandes hazañas. Trastorno esquizoafectivo Este diagnóstico corresponde a la presencia simultánea o consecutiva tanto de síntomas de trastorno afectivo (tales como la depresión o la manía) como de psicosis. Es decir, el cuadro clínico no es típico ni del trastorno afectivo ni de la esquizofrenia. Depresión psicótica Consiste en una depresión aguda combinada con síntomas psicóticos, sin que en ningún momento de la enfermedad se lleguen a producir períodos de manía o excitación, por lo que se distingue del trastorno bipolar. ¿Cuáles son las causas de la psicosis? Existen diversas teorías sobre las causas de la psicosis, pero aún queda mucha investigación por hacer. Hay ciertos indicios de que se debe a una combinación, aún no bien comprendida, de factores biológicos que durante la adolescencia o los primeros años de la vida adulta crean susceptibilidad a los síntomas psicóticos, los cuales suelen desencadenarse en la persona susceptible como respuesta al estrés, al abuso de drogas o a los cambios sociales. La importancia de algunos factores será mayor o menor según el caso. En el caso del primer episodio de psicosis, las causas resultan especialmente difíciles de determinar, por lo que la persona debe someterse a un minucioso examen médico con objeto de detectar posibles causas orgánicas y realizar un diagnóstico que sea lo más preciso posible. Por lo general, este examen supone la realización de diversos análisis así como una entrevista pormenorizada con un especialista en el área de la salud mental, ya que existen muchos tipos de psicosis. La evolución y el pronóstico de la enfermedad varían según la persona. PERSONALIDADES PSICOPÁTICAS Dependiendo del tipo de psicopatía, Ronald Blackburn propuso 4 tipos de psicópatas: el psicópata primario puede ser muy extrovertido, impulsivo, hostil y agresivo; introvertido con los mismos rasgos anteriores, el cual se denomina como psicópata secundario. Por otra parte está aquel que tiene una gran necesidad de control, siempre está a la defensiva, tiene alta autoestima y mantiene su ansiedad en niveles bajos por lo que es llamado psicópata controlado. Aquel que es retraído, tímido, ansioso y con un nivel de autoestima bajo es denominado psicópata inhibido. Por el otro lado, dentro de la clasificación de personalidades, hay algunas que por sus características guardan una relación alta con las conductas psicopáticas. A continuación se describe cada una: PERSONALIDAD PARANOIDE Tienden a ser desconfiados, suspicaces, recelosos y resentidos. Pueden interpretar señales externas como hostiles o amenazantes incluso si éstas no tienen esa intención. Si alguien les hace daño, buscan vengarse. Cuando se sienten amenazados optan por agredir antes de que sean agredidos; emplean violencia reactiva. Esta personalidad está altamente relacionada con crímenes pasionales. PERSONALIDAD ESQUIZOIDE Normalmente son personas aisladas, pueden ser consideradas por otros como “raras”. Evitan relacionarse con otros y si tienen que establecer contacto, esto representa un malestar para ellas. Tienden a ser apáticas e insensibles. Esta personalidad está relacionada con crímenes altamente violentos, ya que emplean violencia instrumental, por lo que tienen tiempo de planear el crimen con la “cabeza fría” y se está 100% enfocado a hacer daño. PERSONALIDAD ANTISOCIAL Esta personalidad puede ser observable desde la infancia, ya que niños con ella tienden a atemorizar a otros y a maltratar animales. Fácilmente quebrantan reglas, buscan satisfacción inmediata en sus acciones; utilizan violencia reactiva. Tienden a culpar a sus víctimas, como si éstas los hubieran provocado y a forzar relaciones sexuales. DOS VARIANTES DE PSICOPATIA CRIMINAL Dentro de la psicopatía criminal se puede hacer una clasificación de: CRIMINAL ORGANIZADO Es el que planea su conducta, piensa en todo; en cómo atrapar, cómo cometer el crimen, en dónde, qué hacer con la víctima. Utiliza violencia instrumental, le causa placer tanto la ejecución como el daño causado, se emociona por el crimen a cometer. Elige cuidadosamente a sus víctimas, ya que éstas significan algo dentro de la fantasía del crimen, deben de cumplir ciertas características. Es posible identificar un modus operandi, la escena del crimen puede ser modificada para representar algo. Neurobiológicamente, hay un alto grado de activación en la amígdala y en la corteza orbitofrontal, lo que permite que haya una planeación de sus acciones. CRIMINAL DESORGANIZADO Aquel que no regula su conducta, es impulsivo ante el estímulo que le causa malestar o rabia. Emplea violencia reactiva, lo que significa que “actúa en caliente”. Tiene una gran necesidad de actuar por lo que no elige a su víctima, puede ser cualquier persona, por lo tanto suelen llamarse “crímenes de oportunidad”. Sólo busca un medio para descargarse. Es difícil encontrar un patrón a diferencia del criminal organizado. En el aspecto neurobiológico, a diferencia del anterior, hay poca o nula actividad en la corteza orbitofrontal por lo que no hay control inhibitorio. Es hipersensible ante cuestiones sociales y emocionales, hay una distorsión en su cognición social. Y, al igual que el organizado, hay una alta activación en la amígdala.
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