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GENERALIDADES DE PSIQUIATRÍA FORENSE
FUNDAMENTOS DE PSIQUIATRÍA
HISTORIA
La historia de la Psiquiatría, siendo parte de la historia general de la Medicina,
se diferencia de las demás ramas médicas en cuanto que por su objetivo, la
conducta perturbada del hombre, participa también de la historia de las otras
ciencias humanas y contacta con la historia del pensamiento, de la cultura y
de las sociedades.
Como parte de la historia de la medicina, ha seguido las vicisitudes del arte
de curar y del conocimiento científico a través de los tiempos y las edades.
Parece que no ha habido época, ni cultura, ni lugar de la tierra enteramente
libre de enfermedad mental. Los trastornos psiquiátricos siempre han afligido
a la humanidad, tanto como las enfermedades físicas. Desde los tiempos o
los pueblos primitivos, usualmente se ha encontrado que los médicos o
quienes hacen sus veces, han utilizado su arte para tratar la enfermedad
mental igual que lo han hecho con la enfermedad física.
Por otra parte lo que sí ha variado a través de la historia es el concepto de
enfermedad mental, que por épocas y lugares se ha hecho más o menos
amplio o estrecho y por lo tanto, el campo de actuación del médico ha sufrido
iguales cambios.Este concepto de la enfermedad mental, que se agranda o
se estrecha según los tiempos y las edades, refleja por una parte el modo de
pensar prevalente en un momento y una sociedad determinados, lo mismo
que la carencia suficiente de conocimientos científicos pertinentes y
adecuados sobre muchos aspectos del comportamiento humano normal o
perturbado y se ha prestado obviamente a abusos y arbitrariedades. Tales
conceptos amplios o reducidos de la enfermedad mental según los tiempos y
las filosofías, han delimitado también una frontera difusa acerca de quién
debe ocuparse y tratar estos problemas (sacerdote, chamán, médico-brujo,
filósofo, etc.). Sólo desde el final del siglo XVIII o comienzos del XIX, en que
surgió la psiquiatría científica en su forma actual, la medicina occidental
aceptó encargarse plenamente del problema de las enfermedades mentales
y reclamar para sí el cuidado de asilos y manicomios. Esta situación llegó a
su mayor auge a mediados de este siglo en que, en la mayor parte de los
países, el movimiento de salud mental estaba en manos de médicos. La
balanza se ha desplazado otra vez y hoy vemos cómo, en base a credos,
teorizaciones y actitudes, muchos de los problemas mentales han vuelto a
ser el objetivo y el campo de la psicología, la sociología y la antropología,
cuando no en los medios subdesarrollados, de adeptos religiosos, de
místicos, parapsicólogos, gurús, telepatistas y aún de brujas, echadoras de
cartas, curanderos, etc.
Se ha hecho nacer la medicina científica a partir de Hipócrates (460-355
A.C.), él introdujo el método clínico-empírico, se alejó de las creencias
mágicas sobre la enfermedad y fundamentó las bases ético-científicas de la
medicina. Entre los numerosos aciertos del "Padre de la Medicina" hay que
contabilizar para la Psiquiatría varios logros: él hizo considerar por primera
vez las enfermedades mentales como enfermedades "naturales"
excluyéndolas de la consideración de sobrenaturales, concepción que hasta
entonces predominaba, y por lo tanto las redujo al ámbito médico, con
capacidad para ser curadas también por métodos médicos, introdujo el
concepto y conocimiento de los "temperamentos", es decir, lo que hoy
llamaríamos constitución o carácter o idiosincrasia, fue el precursor en la
necesidad de hacer historias clínicas, en la utilidad de observar al paciente,
en seguirlo y de acompañarlo críticamente a lo largo de su enfermedad, en
mantener una relación respetuosa médico-paciente, en la observación
psicosomática y en la correlación entre emociones, salud y enfermedad. Fue
el primero que consideró el cerebro como el asiento de los sentidos y de la
vida intelectual.
La Psiquiatría fue durante mucho tiempo un campo disputado por la filosofía
(incluida la psicología),la teología, el mito y la superstición y después por la
ciencia: la medicina y la biología.
GENERALIDADES
La psiquiatría forense como parte de la psiquiatría y esta a su vez de la
Ciencia Médica, estudia el comportamiento normal y anormal del individuo,
su tarea es evaluar, diagnosticar y emitir el dictamen relacionado con la
sanidad mental o con los trastornos del comportamiento o patologías
mentales, las cuales tienen diversos orígenes entre los que destacan factores
genéticos, físicos, químicos, psicológicos y socio ambientales. Implica
nociones médico-legales de orden psiquiátrico, donde lo clínico se transforma
en un lenguaje aplicable para colaborar en las diferentes áreas jurídicas:
penal, civil, laboral. Respondiendo a los cuestionamientos de las autoridades
judiciales, siendo el médico psiquiatra denominado “perito” quien debe emitir
un informe escrito en el cual se establece la capacidad mental de la persona
evaluada, lo que la autoridad competente podrá considerar como un elemento
en el proceso, para orientar su conducta jurídica.
OBJETIVO
Determinar la existencia o no, de alteraciones en el estado mental de un
imputado, acusado o sentenciado, víctimas u ofendidos, su relación con las
capacidades generales del evaluado y en caso de estar presente, las
consecuencias jurídicas de tal afección.
Lo que conlleva a la precisión de dos cuestiones fundamentales: si conoce la
trascendencia moral, social y jurídica de sus actos y si como consecuencia
de su estado mental es capaz de actuar conforme a ese discernimiento.
El psiquiatra forense también puede participar en la valoración del
delincuente enfermo mental o del delincuente que enfermó en prisión, a
solicitud del tribunal y para evaluar el funcionamiento de la mente del sujeto
inmerso en un proceso legal.
DICTÁMENES Y/O SERVICIOS
Dictamen de Capacidad de Comprensión y Autodeterminación en
Autores o Partícipes de un hecho.
El perito analiza el comportamiento de una persona al momento de realizar
los actos que se le imputan, con el fin de evaluar sus funciones mentales
superiores, particularmente de cognición y volición, estableciendo de contar
con los elementos básicos, si estaban alteradas hasta afectar su comprensión
y/o su autodeterminación, a causa de un trastorno mental grave y
permanente.
Dictamen de Estado Mental en Autores o Partícipes de un hecho.
El perito examina a los sujetos que enferman en prisión o de forma posterior
a la comisión del hecho, indicando de contar con los elementos básicos, el
diagnóstico de enfermedad mental, pronóstico y tipo de manejo psiquiátrico
requerido para orientar a la autoridad judicial correspondiente, sobre la
atención en salud que debe recibir el examinado y para que esta decida sobre
el aplazamiento, suspensión, sustitución de la ejecución de la pena, o sobre
algún ajuste necesario al procedimiento.
Dictamen del Estado Mental en Víctimas u Ofendidos.
Determina si existe enfermedad mental que afecte su capacidad para advertir
la naturaleza ilícita y trascendencia del hecho del cual fue objeto y dirigir su
conducta, indicando de contar con los elementos básicos, el diagnóstico,
pronóstico y tipo de manejo psiquiátrico requerido para orientar a la autoridad
judicial correspondiente sobre la atención en salud que debe recibir el
examinado.
Dictamen de Daño psíquico en Víctimas u Ofendidos.
Determina la presencia o ausencia de secuelas psiquiátricas relacionadas
con el evento delictivo, que deban ser tratadas de alguna forma.
Estableciendo de contar con los elementos básicos, la existencia o no de
trastornos mentales característicos de aquellas personas que fueron sufrieron
o estuvieron expuestas a hechos estresantes o traumáticos.
Dictamen de Capacidad.
Determina y de contar con los elementos básicos, la presencia o ausencia de
una enfermedad por deterioro en su estado mental que afecte su capacidad
legal para ejercitar derechos y cumplir obligaciones. Estableciendo si elexaminado tiene los conocimientos acerca de los derechos y deberes
sociales y de las reglas de la vida social, un juicio suficiente para aplicarlos
en caso oportuno y la firmeza de voluntad precisa para inspirar una libre
decisión.
REQUISITOS QUE DEBEN INCLUIRSE EN EL OFICIO DE SOLICITUD
 Nombre completo del evaluado y edad.
 Ubicación exacta del evaluado.
 Condición del evaluado (sujeto activo en calidad de detenido,
imputado, acusado, sentenciado, o pasivo como víctima u ofendido).
 Tipo específico de dictamen requerido de acuerdo al catálogo de
servicios del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (C-D001) para
el área de psiquiatría o lo que se requiere clarificar (ya que solicitar
dictamen pericial, valorización psiquiátrica, dictamen psiquiátrico o
examen mental, no es suficiente).
 Oferente de la prueba pericial.
 Fecha de vencimiento del término constitucional en caso de detenidos
o flagrancia.
 Delito.
NO SE REALIZAN EXÁMENES
 En domicilios particulares
 A niños menores de 5 años.
 En personas finadas.
 En personas inconscientes.
 En personas en estado de coma.
 En personas intoxicadas o en abstinencia de sustancias.
 De expedientes o documentos.
 En personas con sordomudez.
La Psiquiatría como parte de la Medicina, es una ciencia que estudia el
comportamiento normal y anormal del individuo, su tarea es realizar el
estudio, diagnóstico, tratamiento y prevención de trastornos del
comportamiento y patologías mentales, en las que influyen factores
genéticos, físicos, químicos, psicológicos y socio ambientales. La
participación del médico psiquiatra es objetiva, ejecutando su tarea a través
del instrumento básico como es la entrevista psiquiátrica y el examen mental,
valiéndose en oportunidades de instrumentos de apoyo como las pruebas
psicológicas y otras fuentes de información. La Psiquiatría Forense implica
nociones médico-legales psiquiátricas, donde la psiquiatría clínica se
transforma en un lenguaje aplicable a un fin común, colaborar en las
diferentes áreas jurídicas: penal, civil, familia, laboral, respondiendo a los
cuestionamientos de las autoridades judiciales, siendo el médico psiquiatra
denominado "perito" y debiendo de emitir un informe escrito en el cual se
establece la capacidad mental de la persona evaluada, lo que la autoridad
competente podría considerar como un elemento en el proceso, para orientar
su conducta jurídica. El perito al emitir su evaluación podría intervenir
nuevamente en el proceso al ampliar o adicionar el documento emitido, o su
participación activa en el debate; esto a solicitud del despacho. La Psiquiatría
Forense implica posibles aplicaciones que involucran cuidados de la salud en
el trabajo hasta Justicia Criminal y Seguridad Pública.
ALGUNOS CONCEPTOS
Conducta Humana
El estudio de la conducta humana es una de las áreas más complejas del
conocimiento. Es uno de los fundamentos de la Psiquiatría. Como un ser vivo
el hombre debe ser estudiado en la estructura y función de su organismo,
particularmente en su sistema nervioso central (sistema integrador,
orientador y organizador de la conducta), en el sistema endocrino (uno de los
principales estabilizadores del medio interno del organismo) y en todas las
demás estructuras y funciones de los sistemas y órganos. Todos ellos
contribuyen a la adaptación a su entorno físico y a la persistencia de ese
equilibrio inestable pero permanente entre las variables físico-químicas
dentro de las cuales es posible la vida. Pero además el ser humano es un ser
social y un ser cultural e histórico, que interactúa con sus semejantes por
medio de procesos psicológicos y sociales, que recibe una dotación y una
herencia cultural e histórica por medio del proceso educativo, que desempeña
un rol social en su comunidad, que se desenvuelve en muy variados medios
(familia, escuela, trabajo, organizaciones sociales diversas, Estado, nación).
El aprendizaje social contribuye, en gran parte, a crear los aspectos
específicamente humanos de la conducta: las funciones simbólicas,
pensamiento, lenguaje, la inteligencia, la afectividad, la personalidad. La
conducta humana es el resultado de una compleja e intrincada interacción de
factores: biológicos, sociales, culturales e históricos, de la mutua influencia
de la dotación genética, y de las experiencias sociales y de la herencia
cultural.
Emociones, afectos y sentimientos
Son trastornos de la Afectividad, son tonalidades o matices que adquieren los
pensamientos o las conductas, por ejemplo: la alegría, la tristeza, la ansiedad
o miedo. Las emociones, afectos o sentimientos se alteran en distintas
circunstancias y llegan a ser síntomas psicopatológicos cuando no
corresponden a la situación, a la constelación de estímulos externos e
internos que debieron originarlos, o cuando no son congruentes con ellos.
Impulsos
Se definen como "la fuerza vital independiente de la voluntad, que controla la
realización de las iniciativas psíquicas, su velocidad, intensidad y duración.
Son la base de la iniciativa y de la atención y se traducen en la expresión y la
psicomotricidad. Cuando faltan o están aumentados la energía y la iniciativa,
el síntoma lo vivencia o experimenta el paciente y el Psiquiatra los puede
observar.
Personalidad
Son los patrones estables de conducta, que identifican a un individuo a lo
largo de su vida, patrones socialmente adaptados o no. El concepto mismo
de personalidad es motivo de polémica. La personalidad puede definirse
como un "sistema de conducta cuyo fin es satisfacer motivos y ajustarse a los
conflictos entre ellos, o el conjunto de sentimientos y valoraciones, las
tendencias y voliciones de un individuo, es decir como las formas de
comportamiento características y distintivas de un individuo, donde herencia
y aprendizaje social, actúan conjuntamente.
Psicopatología
Etimológicamente significa estudio de las anormalidades psíquicas, es decir
el estudio de las anormalidades de la conducta. Hay dos metodologías para
enfocar las psicopatologías, la primera de tipo descriptivo, define y delimita
las características de las distintas manifestaciones anormales de la conducta,
tales como pueden ser apreciadas en el examen psiquiátrico, no pretende
tratar de comprenderla sino solo describirla tal como se presenta al
observador. La segunda analiza los síntomas o manifestaciones de la vida
psíquica anormal, tratando de interpretarlas o comprenderlas como el
resultado de procesos psíquicos inconscientes, es decir, como consecuencia
de motivaciones comprensibles por medio del análisis psicológico, esta es la
psicología dinámica en la que los síntomas son interpretados de acuerdo con
las teorías psicoanalíticas y la praxis de las terapias psicoanalíticas.
Además existen otros abordajes que tratan de explicar la conducta humana,
tomando en cuenta diversos aspectos de tipo biológico, psicológico, familiar
y social, entre estos está el modelo biológico en el que se considera la
enfermedad psiquiátrica como cualquier otra enfermedad médica y supone
que para muchos trastornos mentales eventualmente se encontrarán causas
específicas relacionadas con el funcionamiento del Sistema Nervioso Central
y la terapéutica derivada de este modelo tiende a ser de tipo biológico
(farmacológico). En el modelo psicodinámico ciertos trastornos como las
neurosis y los desórdenes de personalidad se consideran como el resultado
de diversas vicisitudes en el desarrollo psicosexual y el tratamiento de
acuerdo con esta orientación sería la psicoterapia psicoanalítica orientada a
resolver los conflictos intrapsíquicos.
El modelo conductual es otro abordaje esencialmente psicológico pero que
postula que muchos trastornos emocionales son conductas aprendidas mal
adaptativas que se mantienen o por consecuencias positivas o porque evitan
consecuencias negativas, la psicoterapia de la conducta pretende modificar
las situaciones que preceden o que resultan de la conductamal adaptativa.
El modelo familiar parte del modelo social, la importancia está en las
relaciones familiares como cruciales en el desarrollo de la personalidad, los
conflictos suscitados en este nivel tienen decisiva influencia en la génesis y
mantenimiento de ciertas psicopatologías, el abordaje terapéutico es la
psicoterapia de familia. El modelo sociocultural enfoca primordialmente la
manera en que el individuo funciona en el sistema social y se estudian las
características de dicho sistema considerando que estas tienen importancia
en la salud mental o en la psicopatología individual y comunitaria, las técnicas
de intervención se dirigen a influir y reorganizar las redes sociales o de apoyo
del individuo o del grupo social, en este enfoque psicosocial es de gran
importancia el marco teórico género sensitivo y principios feministas con
relación a los factores socioculturales como fuente de muchas perturbaciones
emocionales, un ambiente social que enseña los usos inapropiados del poder
y limita el acceso a los recursos basándose en el género, a través del proceso
de la socialización en el cual se internalizan significados sociales y valores
como forma de evaluar la realidad, la socialización se apoya en la religión, la
familia, la educación formal, los medios masivos de comunicación social, el
lenguaje, la moral, los símbolos, los mitos, la ciencia y el engranaje que
constituye estas instituciones, los prejuicios o estereotipos y las "verdades o
valores tradicionales" (procedentes de hombres blancos heterosexuales de
clase media y sus conceptos sobre la mujer) y como éstos influyen en los
individuos dentro de las instituciones repercutiendo en sus determinaciones
con parcialidad o con prejuicios que sirven para el mantenimiento de su
sistema de valores y sus posiciones de poder, de alguna manera la
imparcialidad judicial y profesional en el caso de la Psiquiatría ha servido
como justificación para ignorar las desigualdades de poder, la profesión legal
ha sido especialmente lenta para absorber los conceptos feministas, mientras
que la Psiquiatría, por su perspectiva médica ha sido un poquito menos lenta
en la incorporación de algunos de estos conceptos, no así la Psiquiatría
Forense que se ha visto influenciada por ese letargo legal. La investigación
feminista tiende hacia un método más holístico, en un intento de cuestionar
"las verdades tradicionales" dentro del campo del conocimiento como en la
criminología aunque menos extendido en el área de la Psiquiatría Forense.
El Feminismo intenta tomar en cuenta la diferencia y provocar una visión más
realista de la posición de la gente en el mundo.
El desarrollo de la Psiquiatría moderna se dirige hacia alcanzar una mayor
integración de los modelos anteriormente mencionados en un enfoque
ecléctico y multidimensional, ya que se reconoce que un solo modelo no
ofrece una explicación completa de todos los fenómenos observados en el
comportamiento humano normal y anormal. De otro modo también es cierto
que ciertos modelos son más relevantes para entender determinadas
psicopatologías.
Psiquiatría
Es una rama de la medicina, es responsable del estudio, el diagnóstico, el
tratamiento y la prevención de los trastornos del comportamiento humano. El
comportamiento anormal puede estar determinado o modificado por factores
genéticos, fisicoquímicos, psicológicos y sociales. El Psiquiatra debe dominar
los conocimientos y las habilidades no sólo de la observación objetiva, sino
de la subjetiva, de la participativa y de la autoobservación. Su formación en
ciencias básicas lo (a) alienta hacia la observación objetiva, pero a medida
que aprende otros tipos, advierte que esta diferenciación de la función de su
papel es necesaria para la comprensión de la relación con su paciente y para
el desarrollo de su capacidad para la intimidad humana. Únicamente
entonces puede aprenderse la noción general de personalidad y sus
principios subyacentes: los factores genéticos y ontogenéticos del
crecimiento del desarrollo y de la involución, el reconocimiento de los factores
inconscientes y preconscientes como determinantes del comportamiento, la
idea de que la personalidad es íntegra e indivisible, y el reconocimiento de
que el ser humano es un animal social y que los estadios iniciales del ciclo de
la vida reflejan la coordinación entre el individuo en desarrollo y su entorno
social.
DIAGNÓSTICO Y PSIQUIATRÍA: LA ENTREVISTA PSIQUIÁTRICA Y EL
EXAMEN DEL ESTADO MENTAL.
La ENTREVISTA es el principal instrumento utilizado por el Psiquiatra para
conocer al (la) paciente y la naturaleza de su problema. La comprensión de
la salud y la enfermedad del (la) paciente procede principalmente de la
narración que éste hace de su vida anterior, sus actitudes y emociones y el
desarrollo de sus síntomas. Se pone mucho énfasis en animar al (la) paciente
a que narre su historia con sus propias palabras. El diagnóstico y pronóstico
se basan en estos datos y en la información adicional obtenida a partir de los
familiares del paciente, el examen físico, los tests psicológicos y cualesquiera
otros exámenes especiales. Con este conocimiento pueden ya formularse los
objetivos del tratamiento e instituir un plan terapéutico realista para el (la)
paciente. La historia psiquiátrica se realiza formulando preguntas para
conocer las quejas presentes y valorar la gravedad de los trastornos a ellas
asociados en los ámbitos social, biológico y psicológico, para establecer la
cronología de los cambios y la relación de estos cambios con las experiencias
potencialmente estresantes, para averiguar si el paciente ha tenido
experiencias que le hicieron estar preocupado por su bienestar psicológico
con anterioridad, para determinar si ha recibido tratamiento (y que tipo de
tratamiento) en el curso del episodio actual y si hay una historia anterior de
trastornos psiquiátricos, así como los tipos de tratamiento recibidos y la
eficacia de éstos, para obtener la historia médica del (la) paciente y la historia
de enfermedades psiquiátricas y no psiquiátricas de la familia, para conocer
la historia personal del (la) paciente y para analizar su actitud, sus reacciones
a los diversos sucesos y su forma de reaccionar frente a las tensiones. Las
fuentes de datos clínicos incluyen el contenido verbal del (la) paciente (lo que
dice), la forma de expresarse (como lo dice), la comunicación no verbal
(lenguaje corporal) y las claves somáticas asociadas, así como las propias
respuestas emocionales del (la) entrevistador(a), constituyen datos de
importancia, frecuentemente pasados por alto, la vestimenta, la postura, la
marcha, la expresión facial, la complexión, el peso y el movimiento. Estas
diferentes fuentes de datos se evalúan simultáneamente en la entrevista
psiquiátrica, proceso difícil pero que proporciona recompensas que mejoran
con la mayor experiencia y preparación del (la) médico (a). Una postura
mental de atención libre flotante a la entera configuración de las interacciones
paciente-entrevistador(a) es la forma más eficaz de obtener información a
todos los niveles. Esto significa que mientras escucha atentamente las
palabras del paciente, en entrevistador observa también las expresiones
faciales del o la paciente, sus gestos, cambios posturales, etc., y es
consciente de sus propias reacciones emocionales hacia el (la) paciente. Los
datos de un nivel a menudo aumentarán, modificarán o incluso contradecirán
datos de otro nivel. El rubor, la palidez, la respiración, el aumento de la
frecuencia respiratoria y el incremento en los tics o manierismos revelan una
elevación emocional. A menudo una clave sutil, una desviación de la mirada
o un ligero cambio de la expresión, sugieren emociones encubiertas,
fantasías o impulsos.
El lenguaje corporal puede comunicar más elocuentemente que las palabras
el dolor de una depresión profunda, el terror de la ansiedad aguda o el
erotismo de un comportamiento seductor. El comportamientodel (la) paciente
está determinado por la realidad de la situación presente, sus experiencias
pasadas y sus proyectos en la vida, sus percepciones del (la) entrevistador(a)
y las reacciones hacia éste (a) contienen tanto elementos racionales como
irracionales y su comportamiento puede parecer inconstante, confuso o
inapropiado. Con relación a la técnica de la entrevista, existen dos extremos,
una entrevista completamente dirigida por el (la) médico (a) y una entrevista
completamente abierta y dirigida por el (la) paciente. Las preguntas abiertas
permiten que los pacientes respondan con sus propias palabras y tienen la
virtud de provocar información inesperada y a menudo datos más fiables. Las
preguntas específicas, como en la revisión sistemática, aportan importantes
datos que pueden no obtenerse de otra forma. Luego de identificar el
problema, se emplea un enfoque más estructurado para seguir los hilos
conductores en la narración original y para abrir nuevas áreas a la
conversación. Nuevamente las preguntas deben ser abiertas desde el inicio
para estimular la elaboración por parte del o la paciente. En cada área
problemática se debe aclarar el momento y el modo de instauración y obtener
una descripción detallada de los síntomas o situaciones, cronología de los
acontecimientos factores agravantes o atenuantes y elementos o
manifestaciones asociados. Progresivamente se requieren preguntas
específicas más dirigidas, para obtener toda la información pertinente,
incluyendo interrogar sobre algunos síntomas para establecer que el (la)
paciente no los tiene. Seguidamente se efectúan las historias personal y
familiar, para obtener una base a la que enfrentar la enfermedad y hallar las
claves de la génesis de la enfermedad y de los posibles abordajes
terapéuticos. La historia laboral, las relaciones sociales, otros intereses y los
objetivos futuros completan esta parte de la entrevista. Se debe observar
evidencias de respuesta emocional o de conflictos en los (las) pacientes
durante esta revisión y promover una elaboración más completa en las áreas
sensibles.
Examen del estado mental
La distinción entre historia y examen es incluso menos nítida en psiquiatría
que en medicina general. La mayor parte (y frecuentemente la totalidad) del
examen del estado mental se efectúa mientras se realiza la historia. Se valora
el aspecto, comportamiento, fluidez de la conversación, contenido del
pensamiento, anomalías de percepción, el afecto y las funciones cognitivas.
Psiquatría forense
La Psiquiatría, como todas las especialidades de la medicina, posee un área
propia, un campo delimitado de estudio y tiene así mismo sus propias
técnicas de diagnóstico y tratamiento. Por ser una ciencia que estudia el
comportamiento humano, normal y anormal, causado por enfermedades, esta
ciencia debe disponer de medios idóneos para conocer, comprender y
corregir las muy variadas modalidades de las alteraciones de la conducta, del
afecto y del pensamiento e inclusive de la adaptación personal y social. Esto
significa que la Psiquiatría se relaciona con aquellas características del ser
humano que no son exclusivamente biológicas ni pueden evaluarse
únicamente por medios físicos. Pero en todas las ramas de la medicina ocurre
así, porque el hombre no es solamente un ser biológico sino un ser social y
porque muchos aspectos psicológicos hasta ahora no han sido comprendidos
por la fisiología y tal vez nunca lleguen a ser explicables solamente por ella.
Cuando una persona busca ayuda para sí misma o para algún pariente o
allegado, puede hacerlo por varios motivos: ya sea porque siente
perturbaciones emocionales, como la depresión o la ansiedad, o porque
observa disminución en su rendimiento en el trabajo, en el estudio, o en su
actividad habitual o porque sus relaciones con los demás han sufrido un
cambio apreciable, o porque su conducta se ha modificado
ostensiblemente(aunque esto no siempre es aceptado por el (la) mismo(a)
paciente, pero sí por quienes conviven con él o ella) o porque se ha hecho
adicto al alcohol, a la marihuana o a alguna de las drogas que producen
dependencia, o bien porque los distintos exámenes médicos (exploraciones
clínicas, análisis de laboratorio, radiografías o pruebas imagen lógicas) no
han demostrado ninguna alteración que explique sus síntomas, quejas o
molestias, o se sospeche que pueden ser factores emocionales que
expliquen las quejas subjetivas del (la) paciente. Pero también se recurre al
(la) Psiquiatra en demanda de ayuda psicológica en distintas circunstancias
de la vida: por desajustes conyugales, por problemas familiares o desarmonía
en el hogar, por mal rendimiento escolar, o por dificultades laborales. Por
último, se solicita la colaboración profesional del (la) Psiquiatra cuando se le
llama como perito(a) en asuntos judiciales, ya sea en juicios civiles, penales
o de nulidad matrimonial en derecho canónico; por ejemplo, para saber si una
persona es capaz de manejar sus bienes o si cuando firmó un contrato
comprendía lo que hacía, o para saber si una conducta penal típica y
antijurídica puede serle impuesta o no, o para saber si su consentimiento
matrimonial estaba o no viciado en el momento de contraer el vínculo. En
todas estas modalidades el (la) Psiquiatra actúa en el área de la Psiquiatría
Forense.
La Psiquiatría Forense es el conjunto de nociones médico-legales-
psiquiátricas que tienen importancia en el Derecho (penal, civil, laboral,
canónico) y que se relacionan con algunos aspectos de la capacidad mental
y psíquica. La Psiquiatría clínica se ocupa de las enfermedades mentales y
de las alteraciones del comportamiento que se consideran anormales,
morbosas o patológicas. Pero la Psiquiatría, como especialidad médica, tiene
características propias que la distinguen de las demás áreas de la medicina
y no ha alcanzado el grado de precisión y objetividad de otras cuyo campo lo
constituyen enfermedades mejor conocidas en cuanto a sus causas, entre
ellas las lesiones que las producen, fácilmente identificables en los órganos
y los tejidos, o que originan modificaciones bioquímicas y funcionales en el
organismo que pueden comprobarse por medio de técnicas de laboratorio o
de exámenes de imágenes radiológicas o de ultrasonido y otras pruebas
objetivas y concretas. La Psiquiatría se ocupa de los aspectos menos
tangibles, más subjetivos del ser humano enfermo, como su conducta, sus
motivaciones, las alteraciones de su pensamiento, de sus afectos, de los
problemas de desajuste o desadaptación de la personalidad a su medio
cultural y social cuando son provocadas por causas patológicas. En algunas
enfermedades mentales y precisamente las más importantes y las más
graves, como las esquizofrenias y las enfermedades afectivas maniaco-
depresivas, no han podido descubrirse ni comprobarse causas físicas, ni las
perturbaciones bioquímicas halladas han sido bien comprendidas. Tampoco
los conocimientos psicológicos y sociales pretenden explicarlas son
concluyentes. En el estado actual de los conocimientos lo más prudente y
sensato es aceptar el llamado ENFOQUE MULTIDIMENSIONAL en el que
tienen en cuenta tanto los factores orgánicos (biológicos) como los psico-
sociales. .La medicina puede ayudar al Derecho, con la aplicación de ciertos
conocimientos médicos, para contribuir el esclarecimiento e investigación de
ciertos asuntos y para ayudar al Juez o Jueza a formarse su criterio antes de
tomar su decisión. Así como el médico legista da un dictamen muy objetivo y
concreto, como la descripción de unas heridas, o de unas lesiones, o una
autopsia, el o la perito Psiquiatra legista emite su dictamen sobre aspectos
tales como la capacidad en lo civil o la responsabilidad en lo penal. Más
exactamente, no emite su concepto directamente sobre estos temas sino
sobre determinados estados morbosos psíquicos que pueden alterar la
capacidad de obrar razonablemente (en lo civil). O bien el (la) perito
Psiquiatradictamina acerca de un posible vicio de consentimiento que puede
haber existido en el momento de contraer matrimonio (en derecho canónico).
Al respecto es muy importante recordar que los dictámenes de los peritos no
son de forzosa aceptación por los jueces, quienes pueden aceptarlos o
rechazarlos pero no modificarlos. En cierto modo, jurista y médico (a) hablan
distintos idiomas, pero precisamente en la Medicina Legal y la Psiquiatría
Forense esos distintos idiomas deben ponerse de acuerdo, para llegar a un
fin común, que en este caso es la colaboración que la medicina psiquiátrica
presta al derecho (penal o civil) para el esclarecimiento de un punto concreto.
Así pues el (la) médico (a) Psiquiatra no es llamado para dar un diagnóstico
clínico de la persona que ha delinquido o del presunto interdicto, lo que se
pide al perito es determinar si el sujeto de la peritación se hallaba en alguno
de los estados que define la Ley, así esta denominación del código o de la
ley no tengan el mismo significado que en medicina. En cierto modo el perito
médico debe traducir, si así puede decirse, los términos médicos a términos
legales.
La Psiquiatría Forense tiene una problemática más extensa y más compleja
que el resto de la medicina. La sociedad mantiene prejuicios sobre la
enfermedad mental, de los que interesa subrayar el referente a su
peligrosidad, prejuicio que ha venido influyendo en la legislación, en realidad,
la peligrosidad se da sólo en un porcentaje reducido de los casos y se ha
preocupado de controlar la conducta del "enfermo mental peligroso", hasta
hace bien poco, con medidas análogas a las establecidas para todos los
delincuentes. Existen unas especiales relaciones entre el Derecho y
Psiquiatría. Es un error presentar como grave malentendido el concepto
médico de enfermedad y su concepto jurídico, porque la jurisprudencia no
pretende formar un concepto propio de la enfermedad. Por otra parte, algunos
conceptos psiquiátricos son tachados por los juristas como borrosos e
imprecisos, por ejemplo, el pronóstico y curso de la enfermedad mental,
reprochándose a la Psiquiatría que no puede establecer normas seguras
sobre ellos. Esa objeción es exagerada, porque en el estado actual de la
ciencia psiquiátrica, con la existencia de sutiles medios complementarios de
diagnóstico y el perfeccionamiento del tratamiento (eficaces medicamentos
psicofármacos, diversas formas de psicoterapia, etc.), respecto del pronóstico
futuro de muchas psicosis, psicopatías, déficit intelectuales, podemos
pronunciarnos actualmente con toda fiabilidad.
Las funciones del (la) Psiquiatra Legista, en cuanto al Derecho Penal, son
primordialmente, la elaboración de informe sobre el estado de salud mental
de un acusado, lo que engloba dos cuestiones fundamentales: si reconoce el
valor de sus actos y si es capaz de actuar conforme a ese conocimiento, en
ocasiones valoración del potencial delictógeno. Como consecuencia de ello
puede inferirse una anulación o una disminución de su imputabilidad,
estableciéndose por los juristas la existencia de una eximente completa,
incompleta o una atenuante de la responsabilidad criminal. En el Derecho
Civil, los (las) Psiquiatras Forenses determinan-como función más habitual-si
determinada persona está afecta de anomalía deficiencia o enfermedad
mental, lo que puede constituir alguna de las causas de restricción de la
personalidad jurídica. En cuanto al Derecho Laboral, para demostrar la
existencia de una concausa psíquica en un accidente de trabajo y para valorar
como incapacidad una secuela psíquica en un accidente. También en la
investigación de la simulación de enfermedad mental.
Para ejercer la Psiquiatría Forense se tiene que ser Psiquiatra Clínico y
poseer un conocimiento jurídico de lo que la Ley exige del (la) Psiquiatra y de
cómo puede transformar sus conocimientos médicos y psicológicos en
aplicaciones jurídicas. El (la) Psiquiatra clínico realiza una anamnesis, una
exploración minuciosa, emite un diagnóstico, elabora un pronóstico y
establece un tratamiento, mientras que el (la) Psiquiatra Forense tiene la
misión después del diagnóstico y el pronóstico, de indicar lo que es más
importante desde el punto de vista legal, es decir, cómo la alteración psíquica
influye sobre la facultad de conocimiento de la penalidad del hecho y sobre la
capacidad de actuar de acuerdo con este conocimiento. Lo cual no siempre
está en simple relación con el diagnóstico de salud o enfermedad, ya que, por
ejemplo, en casos leves de psicosis-enfermedad mental propiamente dicha-
puede ser discutible alguna vez la existencia o no de imputabilidad, mientras
que, por otro lado, en casos intensos de trastorno de personalidad-que en
estricto criterio psiquiátrico no son enfermedades mentales-pueden existir
dudas sobre la imputabilidad de la persona. La Psiquiatría se halla en la
encrucijada entre biología, psicología y sociología, de hecho la moderna
Psiquiatría está impregnada de espíritu sociológico: la curación de un
enfermo mental exige, a menudo, manejar adecuadamente los factores
ambientales.
¿Cómo se forma una opinión objetiva médico/psiquiátrica?
Un (a) experto (a) médico(a) es un(a) doctor(a) en medicina que tiene los
requisitos de experiencia clínica y atestados académicos para formar una
opinión médica objetiva con un grado razonable de certeza médica. Un (a)
Psiquiatra Forense es un (a) médico (a) que integra experiencia clínica,
conocimientos de medicina, salud mental, y neurociencias para formar una
opinión objetiva e independiente. Hechos relevantes son reunidos y
analizados como parte de un proceso de examinar hipótesis alternativas para
formular una opinión experta médico-psiquiátrica. Esta opinión experta puede
ser efectivamente comunicada a través de un reporte escrito, una declaración
o en un testimonio en la Corte. Las aplicaciones de la Psiquiatría Forense son
muy amplias van desde cuidados de la salud en el trabajo hasta Justicia
Criminal y Seguridad Pública.
¿Es un(a) Psiquiatra Forense la misma cosa que un (a) Psicólogo (a)
Forense?
No. Los o las Psiquiatras son médicos (as) con un entrenamiento especial en
el entendimiento, diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales. Esto
incluye evaluaciones y tratamientos biológicos, psicoterapia, y problemática
social y familiar. Un (a) psicólogo (a) a nivel de doctorado son profesionales
en su propia rama y pueden hacer pericias especiales en tópicos usualmente
no estudiados en detalle por los Psiquiatras (como las pruebas psicológicas).
Conclusiones
A través de la historia el concepto de enfermedad mental ha variado y por
épocas y lugares se ha hecho más o menos amplio asimismo el campo de
actuación de la Medicina ha sufrido iguales cambios.
El concepto de enfermedad mental que se agranda o se estrecha según los
tiempos o edades, refleja por una parte el modo de pensar prevalente en un
momento y una sociedad determinados.
A finales del siglo XVIII o comienzos del XIX, surge la Psiquiatría científica en
su forma actual.)
En el 460-355 A.C Hipócrates introdujo la Medicina Científica con el método
clínico-empírico.
La Psiquiatría es una rama de la Medicina, es responsable del estudio, el
diagnóstico, el tratamiento y la prevención de los trastornos del
comportamiento humano. El Psiquiatra debe dominar los conocimientos y las
habilidades no sólo de la observación objetiva, sino de la subjetiva, de la
participativa y de la autoobservación.
La Psiquiatría se relaciona con aquellas características del ser humano que
no son exclusivamente biológicas ni pueden evaluarse únicamente por
medios físicos. Se ocupa de los aspectos menos tangibles, más subjetivos
del ser humano como su conducta, sus motivaciones, las alteraciones de su
pensamiento, de sus afectos, de los problemas de desajuste o desadaptación
de la personalidad en su medio cultural y social
La Psiquiatría Forense como el conjunto de nociones médico-legales-
psiquiátricasque tienen importancia en el Derecho (penal, civil, laboral,
familia) y que se relacionan con algunos aspectos de la capacidad mental y
psíquica debe ser ejercida por un Psiquiatra Clínico que posea un
conocimiento jurídico de lo que la Ley exige de él y de cómo puede
transformar sus conocimientos médicos y psicológicos en aplicaciones
jurídicas.
El o la Psiquiatra Clínica (o) debe realizar una anamnesis, una exploración
minuciosa, emite un diagnóstico, elaborar un pronóstico, y establece un
tratamiento, mientras que el o la Psiquiatra Forense tiene la misión después
del diagnóstico y pronóstico, de indicar lo que es más importante desde el
punto de vista legal, es decir, cómo la alteración psíquica influye sobre la
facultad de conocimiento de la penalidad del hecho y sobre la capacidad de
actuar de acuerdo a este conocimiento, lo cual no siempre está en simple
relación con el diagnóstico de salud o enfermedad.
La Psiquiatría moderna se halla impregnada de espíritu sociológico.
El instrumento principal utilizado por la Psiquiatría es la ENTREVISTA
PSIQUIATRICA
El estudio de la conducta humana es una de las áreas complejas del
conocimiento, es uno de los fundamentos de la Psiquiatría, es la manera
como las personas gobiernan su vida y dirigen sus acciones
Como seres vivos los humanos han sido estudiados en la estructura y función
de su organismo, pero además son seres sociales, culturales e históricos,
que interactúan con sus semejantes por medio de procesos psicológicos y
sociales, que reciben una dotación y una herencia cultural e histórica por
medio del proceso educativo, el aprendizaje social contribuye en gran parte
a crear los aspectos específicamente humanos de la conducta: las funciones
simbólicas, pensamiento, inteligencia, lenguaje, afectividad, personalidad.
La personalidad son los patrones estables de conducta que identifican a un
individuo a lo largo de su vida, ya sea, patrones socialmente adaptados o no,
en otras palabras es el conjunto de sentimientos y valoraciones, las
tendencias y voliciones de un individuo donde la herencia y aprendizaje social
actúan conjuntamente.
La psicopatología es el estudio de las alteraciones psíquicas, de la conducta
A través de las épocas han existido varias maneras de explicar estas
alteraciones, entre ellas el enfoque psicoanalítico, biológico, social,
conductual, familiar, ciertos modelos son más relevantes para entender
determinadas psicopatologías, la tendencia es hacia un enfoque ecléctico y
multidimensional con mayor integración de los modelos anteriormente
mencionados.
LA PSIQUIATRIA FORENSE Y SU RELACIÓN CON EL DERECHO
La relación entre el padecimiento de un trastorno mental, la comisión de
hechos delictivos y su tratamiento por parte de la justicia es un tema que lleva
suscitando interés durante numerosas décadas, aspecto éste que nos lleva a
la estrecha relación existente entre dos disciplinas como son el derecho y la
psiquiatría y sus dos grandes núcleos definitorios por excelencia: el delito y
el trastorno mental. Por delito entendemos la transgresión de la Ley, esto es,
de la norma socialmente establecida o, en palabras del Código Penal “las
acciones u omisiones dolosas o imprudentes penadas por la Ley”. La
respuesta institucional frente a él, se rige por los principios del derecho penal
y la ética de la justicia: persecución del delito y castigo al delincuente pero
desde un punto de vista humanitario y comprensivo, esto es, se busca la
retribución del daño al tiempo que se pretende la rehabilitación del
delincuente, ajustando la pena a las circunstancias de cada penado. Por su
parte, por trastorno mental entendemos “la presencia de un comportamiento
o grupo de síntomas, identificables en la práctica clínica que, en algunos
casos se acompañan de malestar o interfieren con la vida del individuo”.
Dicha noción siempre ha estado ligada, por medio de la estigmatización, a la
peligrosidad, un término relacionado con el riesgo de comisión de delitos
violentos. A este respecto, han sido muchos los estudios que han intentado
discernir si la presencia de un trastorno mental aumentaba el riesgo de
comportamiento violento. Hay autores que opinan que los delitos,
especialmente los violentos, son más frecuentes en enfermos mentales que
en la población general, en especial cuando la enfermedad se conjuga con el
abuso de sustancias (Teplin, Karen y McClelland, 1993), mientras que otros
autores defienden la postura contraria (Monahan, 1992).A pesar de que los
resultados con respecto a esta temática son contradictorios, es necesario
destacar que todos coinciden en señalar los siguientes aspectos: que la
inmensa mayoría de los delitos cometidos en nuestro país son obra de sujetos
que están en pleno uso de sus facultades mentales y solo un pequeño
porcentaje son atribuidos a individuos con enfermedad mental diagnosticada
o cuya aparición es abrupta instantes antes de cometer el hecho delictivo,
que la relación entre enfermedad mental y comisión delictiva es escasa, que
las acciones delictivas y sus consecuencias – encarcelamiento –, pueden
contribuir al desarrollo de trastornos mentales (victimización del penado) y
que la mayor morbilidad de conductas violentas ocurre en aquellos pacientes
que presentan abuso de sustancias, seguidos de los trastornos afectivos y de
los pacientes con esquizofrenia (Agudo, Parejo y Perrino, 2017). De hecho,
no está todavía del todo claro si es exclusivamente el padecimiento de la
enfermedad mental lo que causa el comportamiento violento. Por el contrario,
lo que se suele aducir es que entre la presencia de trastorno mental y la
conducta violenta existen toda una serie de variables mediadoras que se
erigen en factores de protección (medicalización, instituciones competentes)
y de riesgo (estigma, exclusión social) que son las que determinan en buena
medida que se produzca finalmente ese comportamiento delictivo (Al- Fawal,
2013), lo que descarta que nos encontremos ante una relación simple entre
ambas temáticas. Lo que está claro es que la vivencia del trastorno mental y
del comportamiento delictivo puede afectar a cualquiera de nosotros en
cualquier momento de nuestra vida, siendo conscientes de la amplia gama
de enfermedades mentales y conductas antisociales documentadas en
nuestra sociedad. Hablamos aquí de dos aspectos – enfermedad y delito- que
son de distinta naturaleza, pero que se encuentran inextricablemente ligados
en la realidad social puesto que hay enfermos que cometen delitos (aspecto
existente, pero sobredimensionado por los medios de comunicación) y
delincuentes que presentan problemas de salud mental. Esta unión
conceptual plantea importantes dilemas y controversias (Agudo, Vallejo y
Perrino, 2017) que atañen a aspectos teóricos y conceptuales como es la
responsabilidad jurídica del enfermo mental ante el delito y a aspectos más
prácticos, como la respuesta institucional por parte del derecho a todos
aquellos enfermos que cometen un delito, una problemática que se suele
ejemplificar ante la dicotomía de imponer una pena o una medida de
seguridad acorde al tratamiento. Para valorar la imposición de una u otra
consecuencia, se debe de atender a la implicación del trastorno mental en la
conducta objeto de valoración, con el objetivo de ver si existe una relación
causal entre dicha enfermedad mental y la conducta realizada.
PSICOSIS EZQUIZOFRENICAS
La relación entre las disciplinas del derecho y la psiquiatría se ha erigido como
fundamental si pretendemos cumplir con los preceptos de los presupuestos
constitucionales, que atribuyen a las penas y a las medidas de seguridad una
finalidad rehabilitadora y resocializadora. Esto es así porque el sistema
judicial puede tener que abordar, en un momento determinado, un hecho
delictivo cometido por una persona que padezca una psicosis esquizofrénica.
Las psicosis esquizofrénicas son trastornos caracterizados por una pérdida
de contacto con la realidady su evolución y presencia de síntomas, entre los
que destacan los positivos (delirios y alucinaciones) y los negativos, difiere
de una persona a otra. Los sujetos afectados por dicha patología, a la hora
de ser enjuiciado su caso, pueden obtener un veredicto de culpabilidad
especial, puesto que pueden ser declarados exentos de responsabilidad
criminal, semi-imputables o aplicárseles alguna atenuante analógica de
acuerdo con el Código Penal. Este veredicto resulta finalmente acompañado
de una imposición de penas y de medidas de seguridad igualmente especial
y adecuada a cada caso concreto. La valoración de dicha culpabilidad debe
de hacerse valorando la afectación del sujeto en el momento de cometer los
hechos delictivos tras la consulta en el juicio de la opinión de un perito
psiquiatra experto. Con el fin de poner en relación las revisiones de la materia
con el aspecto práctico se han analizado cuarenta sentencias de los
tribunales españoles concluyendo que los delitos cometidos en su mayoría
de manera solitaria por pacientes que presentan esquizofrenia paranoide son
delitos contra las personas y que el juicio de culpabilidad lleva, en la mayoría
de los casos a ser declarados semi-imputables.
PSICOSIS
El término psicosis se emplea para referirse a aquellos trastornos de la mente
caracterizados por una cierta pérdida de contacto con la realidad. Cuando
una persona sufre este tipo de trastorno se dice que ha tenido un «episodio
psicótico». La psicosis afecta principalmente a los jóvenes adultos y es
bastante común. Cerca de 3 de cada 100 jóvenes sufrirán un episodio
psicótico, lo cual significa que entre este sector de la población la psicosis es
más común que la diabetes. La mayor parte de los afectados consigue una
plena recuperación del trastorno. La psicosis puede afectar a cualquiera, y
como toda enfermedad, es susceptible de tratamiento.
¿Cuáles son los síntomas?
La psicosis suele provocar cambios en el estado de ánimo y en la forma de
pensar, dando lugar a ideas anormales, por lo que resulta difícil entender lo
que está sintiendo la persona afectada. Con objeto de comprender en qué
consiste la experiencia psicótica, es útil clasificar por grupos algunos de los
síntomas más característicos.
Pensamientos confusos
Los pensamientos más comunes se vuelven confusos o dejan de guardar una
relación adecuada entre sí. La expresión oral se vuelve difícil de entender o
no tiene sentido. En algunos casos le cuesta a la persona concentrarse,
seguir el hilo de la conversación o recordar las cosas. Sus pensamientos
parecen acelerarse o volverse más lentos.
Creencias falsas
Con frecuencia la persona afectada de un episodio psicótico tiene creencias
falsas, conocidas como delirios. A tal grado está convencida de la verdad del
delirio que ningún razonamiento, por más lógico que sea, es capaz de
desengañarla. Por ejemplo, basándose en la manera en que los coches se
encuentran estacionados fuera de su casa, llega a creer que la policía la está
vigilando.
Alucinaciones
Por efecto de la psicosis, la persona ve, oye, siente, huele o percibe con el
gusto cosas que en realidad no están presentes. Por ejemplo, oye voces que
nadie más alcanza a oír, ve objetos inexistentes, o percibe el olor o el sabor
de las cosas de tal manera que le parece que están echadas a perder o
incluso envenenadas.
Cambios afectivos y de percepción
A veces la forma de sentir de la persona cambia de repente, sin causa
aparente, provocando que se sienta rara y aislada del mundo y le parezca
que las cosas se mueven con una gran lentitud. Son frecuentes los cambios
bruscos en el estado de ánimo, y la persona se siente extrañamente excitada
o deprimida. O bien, parece que sus emociones pierden intensidad, siente
menos que antes, o manifiesta menos sus emociones a quienes le rodean.
Cambios de conducta
Las personas afectadas de psicosis presentan conductas distintas a las que
acostumbran tener. En algunos casos, se vuelven extremadamente activas,
o bien les sobreviene un gran letargo que les hace estar sin hacer nada
durante todo el día. Se echan a reír en momentos inoportunos, o se enojan o
se sienten contrariadas sin motivo aparente. Muchas veces, estos cambios
de conducta se relacionan con los síntomas arriba señalados. Por ejemplo, si
la persona cree que se encuentra en peligro, llama a la policía, o si se cree
Jesucristo, se pasa el día predicando por las calles. En otros casos, deja de
comer por temor a que la comida esté envenenada o le cuesta conciliar el
sueño porque tiene miedo de algo. Los síntomas varían de una persona a
otra y en algunos casos cambian con el tiempo.
El primer episodio de psicosis
Cuando una persona sufre por primera vez síntomas psicóticos o un episodio
de psicosis, es posible que no entienda lo que le sucede. Los síntomas
pueden resultarle completamente desconocidos, provocándole una gran
perturbación y dejándola en un estado de confusión y angustia. Por otra parte,
esta angustia se ve aumentada por los mitos y estereotipos de signo negativo
relativos a la enfermedad mental que todavía son comunes en la sociedad.
El episodio psicótico se desarrolla en tres fases cuya duración respectiva
varía según la persona.
1ª fase: el pródromo
Los primeros síntomas son vagos y apenas perceptibles. En algunos casos
cambia la manera en que la persona describe sus sentimientos,
pensamientos y emociones.
2ª fase: aguda
Se presentan síntomas claros de psicosis, tales como alucinaciones, delirios
o ideas confusas.
3ª fase:
La recuperación La psicosis tiene tratamiento y en la mayoría de los casos el
paciente se recupera. Las características específicas de la recuperación
varían según el caso. Las personas se recuperan de un primer episodio de
psicosis, y en muchos casos nunca vuelven a sufrir otro.
¿Cuáles son los diferentes tipos de psicosis?
La psicosis afecta a cada persona de diferente manera y durante las etapas
iniciales no siempre es útil poner un nombre o una etiqueta a la enfermedad.
No obstante, cuando una persona padece psicosis, se le suele diagnosticar
una enfermedad psicótica específica. Diagnosticar significa determinar la
naturaleza de una enfermedad sobre la base de los síntomas que presenta el
paciente, y el diagnóstico dependerá tanto de los factores que hayan
provocado la enfermedad como del tiempo que duren los síntomas. En el
caso de un primer episodio de psicosis, resulta particularmente difícil
determinar con exactitud el tipo de psicosis de que se trata, porque aún se
desconoce en gran medida cuáles han sido los factores que la provocaron.
No obstante, conviene estar familiarizado con algunos de los términos que se
suelen emplear al diagnosticar diferentes tipos de psicosis.
Psicosis inducida por las drogas
El consumo de drogas o de alcohol, así como la abstinencia tras un consumo
prolongado, pueden provocar síntomas psicóticos. En algunos casos los
síntomas se resuelven rápidamente al irse pasando los efectos de la
sustancia, en tanto que en otros la enfermedad, aunque comenzó como una
psicosis inducida por drogas, se hace más prolongada.
Psicosis orgánica
A veces los síntomas psicóticos aparecen a consecuencia de lesiones de la
cabeza o enfermedades orgánicas que afecten el funcionamiento del cerebro,
tales como la encefalitis, el SIDA, o un tumor. En estos casos, suelen
presentarse junto con la psicosis otros síntomas, tales como amnesia o
confusión.
Psicosis reactiva breve
En ocasiones los síntomas psicóticos surgen de repente como respuesta a
una situación de mucha tensión en la vida de la persona, tales como un
cambio importante en sus circunstancias personales, o la muerte de un
familiar. Aunque los síntomas pueden ser agudos, la persona se recupera en
pocos días.
Trastorno delirante
El síntoma principal es la firme creencia en cosas que no son ciertas.
Esquizofrenia
El término esquizofrenia se emplea para referirse a aquellas enfermedades
psicóticas en que los cambiosde conducta o los síntomas persisten durante
un período no inferior a los seis meses. Tanto los síntomas como la duración
de la enfermedad varían según el caso, y al contrario de lo que se suele creer,
muchas personas afectadas de esquizofrenia llevan una vida plena y feliz,
logrando muchas de ellas una total recuperación.
Trastorno esquizofreniforme
No se distingue de la esquizofrenia, salvo en que los síntomas han persistido
durante menos de seis meses.
Trastorno bipolar (maníaco depresivo)
En el trastorno bipolar, la psicosis se presenta como parte de una alteración
afectiva más generalizada, caracterizada por alternancias violentas entre la
gran excitación (manía) y la melancolía (depresión). En caso de presentarse
síntomas psicóticos, suelen corresponder al estado anímico de la persona:
por ejemplo, si está deprimida oye voces que le dicen que debe suicidarse,
en tanto que si experimenta una excitación o euforia anormales, se cree un
ser excepcional capaz de realizar grandes hazañas.
Trastorno esquizoafectivo
Este diagnóstico corresponde a la presencia simultánea o consecutiva tanto
de síntomas de trastorno afectivo (tales como la depresión o la manía) como
de psicosis. Es decir, el cuadro clínico no es típico ni del trastorno afectivo ni
de la esquizofrenia.
Depresión psicótica
Consiste en una depresión aguda combinada con síntomas psicóticos, sin
que en ningún momento de la enfermedad se lleguen a producir períodos de
manía o excitación, por lo que se distingue del trastorno bipolar.
¿Cuáles son las causas de la psicosis?
Existen diversas teorías sobre las causas de la psicosis, pero aún queda
mucha investigación por hacer. Hay ciertos indicios de que se debe a una
combinación, aún no bien comprendida, de factores biológicos que durante la
adolescencia o los primeros años de la vida adulta crean susceptibilidad a los
síntomas psicóticos, los cuales suelen desencadenarse en la persona
susceptible como respuesta al estrés, al abuso de drogas o a los cambios
sociales. La importancia de algunos factores será mayor o menor según el
caso. En el caso del primer episodio de psicosis, las causas resultan
especialmente difíciles de determinar, por lo que la persona debe someterse
a un minucioso examen médico con objeto de detectar posibles causas
orgánicas y realizar un diagnóstico que sea lo más preciso posible. Por lo
general, este examen supone la realización de diversos análisis así como una
entrevista pormenorizada con un especialista en el área de la salud mental,
ya que existen muchos tipos de psicosis. La evolución y el pronóstico de la
enfermedad varían según la persona.
PERSONALIDADES PSICOPÁTICAS
Dependiendo del tipo de psicopatía, Ronald Blackburn propuso 4 tipos de
psicópatas: el psicópata primario puede ser muy extrovertido, impulsivo, hostil
y agresivo; introvertido con los mismos rasgos anteriores, el cual se denomina
como psicópata secundario. Por otra parte está aquel que tiene una gran
necesidad de control, siempre está a la defensiva, tiene alta autoestima y
mantiene su ansiedad en niveles bajos por lo que es llamado psicópata
controlado. Aquel que es retraído, tímido, ansioso y con un nivel de
autoestima bajo es denominado psicópata inhibido.
Por el otro lado, dentro de la clasificación de personalidades, hay algunas que
por sus características guardan una relación alta con las conductas
psicopáticas. A continuación se describe cada una:
PERSONALIDAD PARANOIDE
Tienden a ser desconfiados, suspicaces, recelosos y resentidos. Pueden
interpretar señales externas como hostiles o amenazantes incluso si éstas no
tienen esa intención. Si alguien les hace daño, buscan vengarse. Cuando se
sienten amenazados optan por agredir antes de que sean
agredidos; emplean violencia reactiva. Esta personalidad está altamente
relacionada con crímenes pasionales.
PERSONALIDAD ESQUIZOIDE
Normalmente son personas aisladas, pueden ser consideradas por otros
como “raras”. Evitan relacionarse con otros y si tienen que establecer
contacto, esto representa un malestar para ellas. Tienden a ser apáticas e
insensibles. Esta personalidad está relacionada con crímenes altamente
violentos, ya que emplean violencia instrumental, por lo que tienen tiempo de
planear el crimen con la “cabeza fría” y se está 100% enfocado a hacer daño.
PERSONALIDAD ANTISOCIAL
Esta personalidad puede ser observable desde la infancia, ya que niños con
ella tienden a atemorizar a otros y a maltratar animales. Fácilmente
quebrantan reglas, buscan satisfacción inmediata en sus acciones; utilizan
violencia reactiva. Tienden a culpar a sus víctimas, como si éstas los hubieran
provocado y a forzar relaciones sexuales.
DOS VARIANTES DE PSICOPATIA CRIMINAL
Dentro de la psicopatía criminal se puede hacer una clasificación de:
CRIMINAL ORGANIZADO
Es el que planea su conducta, piensa en todo; en cómo atrapar, cómo
cometer el crimen, en dónde, qué hacer con la víctima. Utiliza violencia
instrumental, le causa placer tanto la ejecución como el daño causado, se
emociona por el crimen a cometer.
Elige cuidadosamente a sus víctimas, ya que éstas significan algo dentro de
la fantasía del crimen, deben de cumplir ciertas características. Es posible
identificar un modus operandi, la escena del crimen puede ser modificada
para representar algo. Neurobiológicamente, hay un alto grado de activación
en la amígdala y en la corteza orbitofrontal, lo que permite que haya una
planeación de sus acciones.
CRIMINAL DESORGANIZADO
Aquel que no regula su conducta, es impulsivo ante el estímulo que le causa
malestar o rabia. Emplea violencia reactiva, lo que significa que “actúa en
caliente”. Tiene una gran necesidad de actuar por lo que no elige a su víctima,
puede ser cualquier persona, por lo tanto suelen llamarse “crímenes de
oportunidad”. Sólo busca un medio para descargarse. Es difícil encontrar un
patrón a diferencia del criminal organizado.
En el aspecto neurobiológico, a diferencia del anterior, hay poca o nula
actividad en la corteza orbitofrontal por lo que no hay control inhibitorio. Es
hipersensible ante cuestiones sociales y emocionales, hay una distorsión en
su cognición social. Y, al igual que el organizado, hay una alta activación en
la amígdala.

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