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La Filosofía en la Ilustración

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LA FILOSOFÍA EN LA ILUSTRACIÓN
Seguramente seguimos viviendo conforme a las ideas que nacieron durante la
Ilustración. Los ideales ilustrados siguen marcando nuestra vida. Los derechos
humanos, civiles y políticos de los que hoy gozamos nacieron en esta época. El
desarrollo científico y la esperanza de que éste nos haría vivir mejor o a la creación
de sistemas políticos más justos también son aportaciones de la Ilustración. Pero,
¿qué es la Ilustración?
La Ilustración o iluminismo es un movimiento cultural y social que puede situarse
entre dos revoluciones liberales o burguesas: la Revolución Inglesa (1688) y la
Revolución Francesa (1789). No obstante, se prolongó hasta comienzos del siglo
XIX, en algunos países. Estamos hablando, por tanto, básicamente de un siglo, el
siglo XVIII, conocido como el Siglo de las Luces. Este movimiento tendrá especial
importancia en Inglaterra, Francia y Alemania.
• A nivel social y económico se caracteriza por el auge del comercio y el
crecimiento de las industrias, que traerán consigo el ascenso de la burguesía.
Esta nueva clase social se revelará contra los privilegios de la nobleza y el
clero, provocando el tránsito del régimen feudal al régimen burgués
(capitalismo).
• En el ámbito político, asistimos al proceso contra el Antiguo Régimen
(absolutista) que culminará con el nacimiento de un nuevo régimen basado en
la separación de poderes y en el reconocimiento de libertades y derechos a los
ciudadanos.
Algunos autores:
• John Locke, David Hume o Isaac Newton (Inglaterra)
• Montesquieu, Voltarie o Rousseau (Francia)
• Kant (Alemania)
Características principales de la Ilustración
A) Importancia dada a la Razón.
• La razón ilustrada es autónoma, pretende liberarnos de prejuicios y falsas
creencias; también de ataduras religiosas (es secularizada) Como ya
sostuviera Descartes, la razón no puede estar coartada por ningún agente
superior a ella (fe, autoridad o tradición).
• Es también una razón crítica que auto-analiza sus límites y posibilidades.
De este modo, la razón ilustrada se separa del dogmatismo cartesiano
(Descartes defendió el poder absoluto de una razón que no tiene límites) y
se acerca más a la razón crítica y empírica de los empiristas.
B) Confianza en las ciencias y el progreso humano.
• Se trata de una idea directamente relacionada con la anterior. Se cree
firmemente que, mediante la razón y la ciencia, la Humanidad irá
progresando inevitablemente hacia una sociedad cada vez mejor (a nivel
moral y material). No solo mejorarán las condiciones de vida gracias a los
avances científicos, sino que también serán sociedades más justas. En este
siglo culmina la revolución científica con la obra de Newton y es posible
una comprensión mucho más perfecta del mundo. 
• Dios no gobierna la Historia. El hombre es dueño de su destino. Y la
historia de los hombres progresa hacia una sociedad cada vez mejor
(optimismo)
C) Revisión racional de la religión.
Los pensadores ilustrados abogan por una religión natural, de fundamento
racional, desarrollada al margen de los dogmas y principios de fe. Como
resultado de dicho proceso, los filósofos ilustrados se inclinaron en favor de
posiciones distintas:
◦ Teístas: creen en un Dios creador e infinitamente poderoso.
◦ Deístas: creen en un ser supremo causa del universo, pero niegan cualquier
intervención divina más allá de la llevada a cabo a través de las leyes de la
naturaleza.
◦ Ateos y agnósticos: los primeros niegan explícitamente la existencia de
Dios, los segundos niegan la posibilidad de su conocimiento.
D) Preocupación por la educación.
La educación es la base del progreso social y moral. Por eso es importante que
ésta esté al alcance del pueblo. Con intenciones de divulgar conocimientos
surgen iniciativas como la de la primera Enciclopedia. Creada por Diderot y
D'Alembert, tenía un componente antirreligioso y antimonárquico, una
preocupación por la educación, por la felicidad material y por el progreso.
Montesquieu. (Francia, 1689-1755)
Es uno de los filósofos y políticos franceses más relevantes de la Ilustración.
Destaca, especialmente, por la articulación de la teoría de la separación o
división de poderes difundida en su obra El espíritu de las leyes (1748).
Recuerda que ya Locke había establecido una división de poderes. Pero la de
Montesquieu es la que se sigue empleando en todos los países democráticos
actuales.
Voltaire (Francia, 1694-1778)
Autor clave de la Ilustración francesa
con obras como Cándido o Tratado
sobre la tolerancia. Fue un claro
defensor de los derechos del hombre,
se opuso al dogmatismo y defendió la
tolerancia religiosa.
Jean-Jacques Rousseau (Suiza, 1712 – Francia, 1778)
Es uno de los tres grandes filósofos del contrato social. Al igual que
Hobbes y Locke, sostiene que la sociedad y el Estado tienen su origen en
un contrato racional entres los hombres. Veamos las diferencias.
Los tres autores parten de un hipotético estado de naturaleza, en el que
los seres humanos viven sin leyes y sin poder político. Se diferencian a
la hora de definir cómo es el ser humano por naturaleza. ¿Es agresivo,
egoísta y vive en un estado de guerra continuo? ¿O es bondadoso y vive
feliz y en paz? En cualquier caso y por distintos motivos, para los tres es
necesario salir de ese estado natural, fundar la sociedad y constituir un
Estado. Este paso se realiza mediante un contrato o pacto social. El
contrato es distinto para cada uno y también lo es el Estado o poder
político que resulta del pacto. En el cuadro de arriba tienes las
diferencias.
Immanuel Kant (Alemania, 1724-1804)
Este filósofo de Könisberg es el mayor representante de la ilustración en Alemania.
Es uno de los grandes de la historia del pensamiento. En un principio tiene una fuerte
influencia del racionalismo, hasta que la lectura de la obra de David Hume le hace,
según palabras del propio Kant, despertar de su sueño dogmático. Comienza en ese
momento el análisis crítico de la razón, estableciendo los límites de la misma.
Ideas sobre el conocimiento (epistemología) 
Kant pretende dar solución al problema del conocimiento conciliando las dos
posturas opuestas de la filosofía moderna: racionalismo y empirismo.
Partiendo de las filosofías racionalistas y empiristas pretende realizar una síntesis
superadora de ambas. Compartirá con el racionalismo que no todo conocimiento
proviene de la experiencia, pero frente a él y de acuerdo con el empirismo, que todo
conocimiento ha de partir necesariamente de la experiencia sensible.
Términos importantes: 
• A posteriori: son los datos o elementos que provienen de la experiencia
sensible y dependen de ella.
• A priori: son los elementos anteriores a la experiencia sensible e
independientes de ella. Cuando Kant habla de estructuras a priori se refiere a
estructuras innatas que están presentes en el sujeto, en nosotros y no dependen
de la experiencia sensible. Son esas estructuras las que nos permiten organizar
o estructurar la información que proviene de los sentidos.
La información que obtenemos de los sentidos, el dato empírico o elemento a
posteriori es la materia del conocimiento. Es el contenido. Pero el sujeto del
conocimiento no es pasivo, sino que es él el que conforma o le da forma al objeto (a
los datos sensibles) según su propia forma de conocer. La forma de conocer de los
seres humanos no es la misma que la de un perro o una mosca. ¿Cómo organiza la
realidad una mosca cuyos ojos están compuestos por múltiples ojos pequeños? En
opinión de Kant, la forma en la que conocemos y organizamos la información está
determinada por unos elementos a priori (no dependen de la experiencia). Estos
elementos a priori presentes en el sujeto constituyen la forma del conocimiento.Materia del conocimiento Forma del conocimiento
Datos empíricos o sensibles Estructuras cognitivas del sujeto
Elemento a posteriori Elemento a priori
Lo que asume del empirismo Lo que asume de racionalismo
El conocimiento se realiza mediante una síntesis entre materia y forma: a nivel de la
sensibilidad, del entendimiento y de la razón.
Materia 
(a posteriori)
Forma 
Estructuras
cognoscitivas a priori
presentes en el sujeto
Resultado de la
síntesis
Sensibilidad
(facultad de percibir 
sensaciones)
Sensaciones o información
amorfa y caótica
procedente de los sentidos
Formas puras de
espacio y tiempo. 
Todo lo que percibimos 
está organizado en un 
espacio y en un tiempo. 
Pero éstos no están en la 
realidad, sino que es la 
forma en la que nosotros la
percibimos y organizamos.
Representaciones
o intuiciones sensibles
ordenadas en un
espacio-tiempo. El 
fenómeno
Ciencia: Matemáticas
La aritmética relacionada 
con el tiempo y la 
geometría con el espacio
Entendimiento
(capacidad de emitir 
afirmaciones o juicios 
y organizar en 
categorías)
Intuiciones sensibles o
representaciones aportadas
por la sensibilidad. Los 
fenómenos percibidos en 
el espacio y el tiempo
Conceptos puros o
categorías
Son conceptos a priori 
presentes en el sujeto, no 
en la realidad. Nos 
permiten ordenar la 
realidad y hacer 
afirmaciones como “el 
calor causa el 
calentamiento del agua”. 
El concepto de causa no es
una intuición sensible 
(algo que percibamos), 
sino una categoría a priori 
presente en todos nosotros 
y que aplicamos a los 
fenómenos para 
relacionarlos, ordenarlos y 
conocerlos.
El conocimiento del 
mundo en forma de juicios
o afirmaciones sobre los 
fenómenos organizados en 
categorías.
Ciencia: Física
Razón
(capacidad suprema de 
pensar y de unificar o 
sintetizar)
Conocimientos que aporta 
el entendimiento. Juicios y
afirmaciones sobre la 
realidad (fenómenos)
Ideas puras de la 
metafísica: Dios, Alma y 
Mundo
Unificación de todos los 
fenómenos de la 
experiencia interna en el 
Alma, de todos los 
fenómenos de la 
experiencia externa en el 
Mundo y la unificación 
final como causa última en
Dios.
Metafísica: ¿Es una 
ciencia?
Importante: según Kant hay que distinguir entre el fenómeno y el noúmeno. El
fenómeno es la realidad tal y como la percibimos y conocemos. El noúmeno son las
cosas en sí mismas, la realidad tal y como es, con independencia de cómo la
conocemos. Para Kant, la Naturaleza es el conjunto de los fenómenos, no de las cosas
consideradas en sí mismas. El ser humano solo puede conocer los fenómenos, el
noúmeno es incognoscible. Imagina que cuando nacemos traemos incorporadas unas
gafas amarillas (elemento a priori o innato). Estas gafas son las que nos permiten ver,
sin ellas no veríamos nada. Si nos preguntasen de qué color es la realidad,
responderíamos que la realidad es amarilla. Pero ¿cómo es realmente,
independientemente de como la conocemos nosotros? No lo sabemos. No podemos
quitarnos las gafas amarillas para verla directamente, porque sin las gafas no vemos
nada. Conocemos los fenómenos, la realidad como la percibimos, pero no el
noúmeno, la realidad tal y como es en sí misma.
El conocimiento consiste en aplicar las categorías a priori del sujeto sobre
aquello que intuimos o percibimos en el espacio y el tiempo . Pero, ¿qué ocurre
cuando aplicamos esas mismas categorías sobre realidades que están más allá de la
experiencias o intuiciones sensibles?
La razón humana tiende a realizar síntesis (unificaciones) cada vez más amplias y
esto le lleva a concebir las tres ideas metafísicas: Dios, Alma y Mundo. La idea de
Alma unifica todos los fenómenos de la experiencia interna. La idea de Mundo
unifica los fenómenos de la experiencia externa y la idea de Dios es la condición de
posibilidad (causa última) del Alma y el Mundo. Estas son las ideas de la metafísica,
pero esta disciplina no nos ofrece conocimiento, ya que aplica las categorías sobre
objetos que están más allá de la intuición o experiencia sensible. Solo puede haber
conocimiento o ciencia de lo percibido en el espacio y el tiempo. Y éste no es el caso
de las tres realidades metafísicas.
Dios, Alma y Mundo son las máximas unificaciones a las que aspira la razón, son las
ideas que persigue y, aunque sean inalcanzables, dirigen nuestro pensamiento y
nuestra investigación. Son la utopía del pensamiento humano.
Ideas éticas.
Antes de Kant, muchos filósofos habían hecho sus propuestas morales o éticas. Pero
todas ellas pueden ser catalogados de éticas materiales (con contenido) o éticas de la
felicidad. Todas ofrecían recetas o normas concretas de conducta. Busca los placeres,
huye de los dolores, practica la imperturbabilidad o la epojé, abstente de la política y
refugiate en los amigos. Todas proponían un contenido, es decir, un conjunto de
reglas que te encaminan a la felicidad. Pero ¿pueden ser estas éticas universales,
válidas para todos los seres humanos? ¿Todos entendemos lo mismo por felicidad?
¿A nadie le hace feliz la política? ¿A nadie le gusta el dolor?
La ética tiene que ser formal, no material. Kant, en el siglo XVIII, fue el primer
filósofo en defender la necesidad de una ética formal (sin contenido). Considera que
la moral no debe ofrecer normas concretas de conducta, sino limitarse a establecer
cuál es la "forma" que debe tener toda norma moral. Sólo una ética de estas
características podría ser universal y garantizar la autonomía moral propia de un ser
libre y racional como el ser humano. Para ello, Kant formula su famoso imperativo
categórico. Veamos dos de sus formulaciones:
1. “Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que
se torne ley universal”. 
En esta primera formulación, Kant nos exige que cuando nos impongamos una norma
moral (por ejemplo, es bueno y se deben tener esclavos para vivir mejor) tenemos que
querer que sea universal, es decir, válida en cualquier situación (también si es a mí al
que le toca ser esclavo)
2. “Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la
persona de cualquier otro, siempre como un fin y nunca solamente como
un medio”.
Esta segunda formulación es complementaria de la anterior. Nos exige que tratemos a
los demás con respeto, queriéndolos por lo que son (como fines), no para
beneficiarnos de ellos (no como medios). Los seres humanos tienen dignidad, son
valiosos en sí mismos, no valiosos (medios) para conseguir algo (piensa en cuantas
veces has ido a casa de tu abuela solo para que te de dinero). ¿Es bueno aprovecharse
de los demás? Volviendo a la primera formulación, ¿Te gustaría que se aprovechasen
de ti?
Kant no nos dice qué normas tenemos que seguir, sino cómo deben ser esas normas
que nosotros nos imponemos, qué forma deben tener para que sean valiosas
moralmente.
La ética tiene que girar entorno al deber, no a la felicidad. Según Kant, el ser
humano puede actuar de tres maneras, es decir, hay tres tipos de acciones: 
• Contra el deber. Un comerciante cobra precios abusivos. Veo como una
persona se está ahogando y miro para otro lado.
• Conforme al deber. Un comerciante no cobra precios abusivos porque es
ilegal y podría ir a la cárcel. Veo que una persona se está ahogando y me tiro a
salvarla porque esa persona me debe mucho dinero y quiero que me lo
devuelva.
• Por deber. Un comerciante no cobra precios abusivos porque no quiere
aprovecharse de los demás, porque sería inmoral y no se debe hacer. Veo como
una persona se está ahogando y me tiro a salvarla, aunque me deba dinero,
porque es mi deber y es lo que creo que debería hacer cualquier ser humano.
La ley moral nos obliga a actuar por deber, nos obliga categóricamente, es decir, sin
condiciones, sin finalidad, sin ofrecer nada a cambio. Nuestras acciones tienen que
realizarse por deber, no por la promesa de conseguir un fin o de ser más felices. Lafelicidad no debe condicionar nuestras acciones, sino que debemos realizarlas porque
creemos que es nuestro deber. Esto es lo que expresa el imperativo (mandato)
categórico (no condicionado). Lo importante en las acciones morales no son los
resultados o consecuencias de las mismas, sino la intención que tenemos al
realizarlas, que actuemos con buena voluntad, es decir, con la intención de cumplir
con nuestro deber.
Si has visto Juego de Tronos, la escena en la que Tyrion pide a John Nieve que mate a
Daenerys es un claro ejemplo de la ética kantiana. Nieve debe matarla, debe actuar
rectamente, aunque esté enamorado de ella y su muerte lo haga infeliz. Ver la escena
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