Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Guía Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria Edición Fundación ”la Caixa” Autoría Matthew van Poortvliet, Dra. Aleisha Clarke y Jean Gross Diseño gráfico Interprint Disseny i Producció Gràfica Traducción al castellano y revisión lingüística Caplletra SI, Alícia Astorza y Genís Poch Impresión Pressing Impressió Digital, S.A. © de la edición, Fundación ”la Caixa”, 2023 Pl. de Weyler, 3 - 07001 Palma DL: B 1922-2023 EduCaixa tiene como objetivo contribuir a la calidad educativa de nuestro país a través de la educación basada en evidencias. Para lograrlo, colabora de manera estrecha con la Education Endowment Foundation (EEF) y su red internacional de socios, de la que forma parte. Entre las acciones de esta colaboración se incluye la difusión de una serie de guías para docentes elaboradas por especialistas de la EEF, que recogen recomendaciones clave, resultantes del metanálisis de estudios sobre prácticas educativas. Esta guía para docentes está basada en la guía original Improving Social and Emotional Learning in Primary Schools producida por la EEF, la Early Intervention Foundation (EIF) y la Universidad de Mánchester. El contenido original ha sido modificado para adaptarse al contexto español cuando ha sido necesario. Para descargar la guía en formato digital accede a: www.educaixa.org/es/guias-docentes http://www.educaixa.org/es/guias-docentes Índice Introducción Prólogo Resumen de las recomendaciones ¿Qué es el ASE? Referencias bibliográficas ¿Cómo se ha elaborado esta guía? Recomendación 1 Enseñar habilidades del ASE explícitamente Recomendación 2 Integrar y modelar habilidades del ASE en la docencia ordinaria Recomendación 3 Planificar minuciosamente la adopción de un programa de ASE Recomendación 4 Utilizar un plan de estudios SAFE: secuencial, activo, focalizado y explícito Recomendación 5 Reforzar las habilidades del ASE mediante el código de valores y las actividades en todo el centro Recomendación 6 Planificar, apoyar y supervisar la implementación del ASE Agradecimientos 6 5 11 24 38 56 7 14 29 34 44 57 50 5 Prólogo La enseñanza en Educación Primaria es un trabajo gratificante a la par que complejo que no solo implica el apoyo para que el alumnado aprenda y desarrolle las competencias y contenidos correspondientes. Requiere, además, de una labor sensible y empática de acompañamiento que ayude a los más pequeños a crecer y construirse como personas autónomas y plenas. Aprender a identificar y gestionar las emociones, lidiar con conflictos de manera constructiva, empatizar con las opiniones ajenas y comunicarse de manera asertiva es la base de una vida adulta feliz y respetuosa. A pesar de su importancia, el quehacer diario de las escuelas puede acabar reduciendo el tiempo del que disponemos los docentes para dedicar al trabajo de las competencias socioemocionales. A esta dificultad se le añade que son pocos los docentes que reciben un apoyo específico para el desarrollo del Aprendizaje Social y Emocional (ASE) en sus aulas. Cuando dedicamos tiempo a enseñar habilidades socioemocionales, el alumnado puede mejorar la motivación y el comportamiento, lo cual puede tener un efecto beneficioso para su bienestar emocional, su salud mental y su rendimiento académico. Esto cobra mayor sentido cuando ponemos el foco en el alumnado de entornos vulnerables, ya que pueden sufrir con mayor contundencia las consecuencias de no tener herramientas para manejar sus habilidades socioemocionales. En esta guía ofrecemos seis recomendaciones basadas en la investigación educativa para trabajar el ASE en Educación Primaria. Estas recomendaciones sirven como guía y deben contextualizarse y adaptarse a la realidad diaria de cada centro. Hemos consultado a expertos y expertas en el campo e incluido ejemplos y recursos que pueden llevarse al aula de una forma práctica. En la guía también encontrarás una introducción sobre las cinco competencias socioemocionales identificadas, así como resúmenes de los estudios disponibles sobre su importancia y efectos en la vida escolar y adulta. Esta guía forma parte de una colección que estamos publicando desde EduCaixa con la Education Endowment Foundation (EEF), organización con la que colaboramos estrechamente. Nuestro objetivo común es contribuir al cierre de la brecha educativa acercando a los docentes y a los centros aquellas evidencias disponibles sobre temáticas relevantes en nuestro contexto. Para la realización de esta guía, además, se trabajó de la mano de la Early Intervention Foundation (EIF), una organización sin ánimo de lucro dedicada a la investigación y a fomentar el uso de intervenciones tempranas eficaces. Deseo que esta guía te sea útil y sirva de continuación o punto de partida en tu desarrollo como docente sensible al ASE. Espero que las recomendaciones que encontrarás a continuación despierten tu curiosidad para ampliar y profundizar en la temática. Te invito a adaptar estas recomendaciones a tu contexto escolar: tú mejor que nadie conoces a tu alumnado y puedes utilizar la evidencia educativa de manera crítica y reflexiva para fomentar el desarrollo de sus competencias. Maria Espinet Responsable del Departamento de Educación Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria6 ¿A quién va dirigida la guía? Esta guía está pensada para escuelas de primaria. Se dirige, principalmente, a integrantes del equipo directivo que pretendan evaluar el enfoque de su escuela con respecto al ASE, así como al profesorado de infantil y primaria. También puede ser útil para otros actores de la comunidad educativa que sean responsables del desarrollo social y emocional del alumnado (por ejemplo, maestros y maestras de pedagogía terapéutica), así como para las autoridades locales, monitores y educadores de educación no formal, personal administrativo del centro, familias, desarrolladores de programas pedagógicos e investigadores educativos. Introducción ¿Qué incluye esta guía? Esta guía pretende ayudar a las escuelas de primaria a fomentar el desarrollo social y emocional del alumnado. Se basa en una reciente revisión de las evidencias sobre el aprendizaje social y emocional (ASE) realizada por la Universidad de Mánchester y financiada por la Education Endowment Foundation (EEF) y la Early Intervention Foundation (EIF). Incorpora también un conjunto más amplio de evidencias y aportaciones de expertos, además del trabajo de contextualización para España llevado a cabo por el equipo de EduCaixa, de la Fundación ”la Caixa”. Actualmente, la mayor parte de las evidencias sobre el ASE se centra en los programas de intervención y proporciona escasas orientaciones sobre los tipos de estrategias o prácticas que el profesorado puede integrar en su actividad cotidiana.* La revisión de las evidencias que hemos llevado a cabo pretende resumir los conocimientos actuales sobre los programas y hacer un nuevo análisis sobre las estrategias y prácticas, con el objetivo de que esta guía pueda aportar recomendaciones tanto sobre programas estructurados como sobre prácticas docentes ordinarias. Además del análisis de las evidencias, la EEF y la EIF encargaron una encuesta sobre qué hacen actualmente las escuelas de primaria de Inglaterra para fomentar el desarrollo social y emocional del alumnado. Esta información se ha usado para contextualizar las recomendaciones e identificar dónde hay más distancia entre la práctica actual y las evidencias. Al final de la guía se puede encontrar más información sobre el análisis y cómo se ha llevado a cabo. También se incluyen algunas referencias bibliográficas clave para los que quieran explorar esta cuestión en más profundidad. «Esta guía aporta recomendaciones tanto sobre programas estructurados como sobre prácticas docentesordinarias». * Por «programa» entendemos una intervención o un plan de estudios estructurado que está respaldado generalmente por un manual de aplicación, una formación externa, diferentes recursos y una implementación planificada. Por «práctica» entendemos una estrategia flexible que puede integrarse en la docencia ordinaria o en la actividad escolar cotidiana con pocas aportaciones externas o requisitos formales. 7 ¿Qué es el ASE ? El ASE hace referencia al proceso a través del cual el alumnado aprende a comprender y gestionar las emociones, definir y alcanzar objetivos positivos, sentir y mostrar empatía por los demás, forjar y mantener relaciones positivas y tomar decisiones responsables.1 En las escuelas se usan muchas otras expresiones que coinciden en parte con el concepto de ASE, aunque cada una tiene sus propios matices, como apoyo a la salud mental y el bienestar del alumnado, educación del carácter, desarrollo de la resiliencia del alumnado, prevención del acoso escolar, habilidades para la vida, gestión del comportamiento, desarrollo personal o desarrollo espiritual, moral, social y cultural. A lo largo de esta guía nos referimos al ASE tal como lo define la Collaborative for Academic, Social, and Emotional Learning (CASEL), porque es una definición utilizada ampliamente a nivel internacional. Según esta definición, el ASE consta de cinco competencias o habilidades fundamentales (véase la Tabla 1).2 Se trata de habilidades que se han asociado a numerosos resultados positivos,3 tal como se explica con más detalle en el siguiente apartado. ¿Por qué son importantes las habilidades sociales y emocionales ? Hay numerosas evidencias que asocian las habilidades sociales y emocionales de la infancia con unos mejores resultados en la escuela y en la vida futura en relación con la salud física y mental, la madurez escolar y el rendimiento académico, los comportamientos delictivos, la tasa de empleo y el nivel de ingresos.4 Por ejemplo, varios estudios longitudinales realizados en el Reino Unido han demostrado que el desarrollo de unas buenas habilidades sociales y emocionales —como la autorregulación, la autoconciencia y las habilidades sociales— antes de los 10 años de edad predice varios resultados en adultos (de 42 años), como la satisfacción con la vida y el bienestar, el éxito profesional y una buena salud en general.5 También existen evidencias que indican que las habilidades del alumnado pueden mejorarse de manera dirigida mediante programas escolares de ASE y que las mejoras alcanzadas pueden persistir en el tiempo.6 Numerosas y extensas revisiones de las evidencias7 indican que, si se implementa correctamente, el ASE puede tener efectos positivos en varios aspectos: ● Mejores habilidades sociales y emocionales. ● Mejor rendimiento académico (véase la Figura 1). ● Mejores actitudes, comportamiento y relaciones con los compañeros. ● Menos malestar emocional (depresión estudiantil, ansiedad, estrés y aislamiento social). ● Menos acoso escolar. ● Menos problemas de comportamiento. ● Mejor relación con la escuela. Las iniciativas para fomentar las habilidades del ASE pueden ser especialmente importantes para el alumnado procedente de entornos desfavorecidos, que suelen tener estas habilidades menos desarrolladas en todas las edades que sus compañeros de entornos más acomodados.8 Esto reviste importancia para diversos resultados, ya que los niveles bajos de habilidades del ASE están asociados a una peor salud mental y a un rendimiento académico más bajo.9 También existen evidencias que indican que los beneficios del ASE pueden extenderse al profesorado y al entorno escolar, con un ambiente menos conflictivo y más positivo en las clases y un profesorado con menos estrés, más satisfacción laboral, mejores relaciones con el alumnado y más confianza en su actividad docente.10 Por ejemplo, en una encuesta, el 72 % del profesorado del Reino Unido indicaron que enseñar ASE había mejorado sus propias relaciones con el alumnado.11 Sin embargo, es importante tener en cuenta que hasta ahora la mayor parte de las evidencias proviene de estudios realizados en los Estados Unidos y que la manera de impartir los programas de ASE tiene una gran importancia.12 Así pues, las escuelas deberían valorar detenidamente en qué medida pueden aplicar los enfoques recomendados a sus propios contextos. Esta cuestión se analiza en las recomendaciones que figuran a continuación. Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria8 Tabla 1: Habilidades fundamentales del ASE Competencia fundamental Definición Habilidades asociadas Autoconciencia Capacidad de reconocer con precisión los propios pensamientos, emociones y valores y cómo influyen en nuestro comportamiento. Capacidad de evaluar con precisión las propias fortalezas y limitaciones, con una firme sensación de confianza y optimismo. ● Identificar las emociones ● Autopercepción precisa ● Reconocer las fortalezas ● Autoconfianza ● Autoeficacia Autogestión Capacidad de regular satisfactoriamente los propios pensamientos, emociones y comportamientos en diferentes situaciones mediante una gestión eficaz del estrés, el control de los impulsos y la automotivación. Capacidad de definir objetivos personales y académicos y trabajar para alcanzarlos. ● Control de los impulsos ● Gestión del estrés ● Autodisciplina ● Automotivación ● Definición de objetivos ● Habilidades de organización Conciencia social Capacidad de tomar perspectiva y empatizar con los demás. Capacidad de comprender las normas sociales y éticas de comportamiento y reconocer los recursos y apoyos a nivel familiar, escolar y comunitario. ● Comprender las emociones ● Empatía/compasión ● Entender la diversidad ● Respetar a los demás Habilidades de relación Capacidad de establecer y mantener relaciones sanas con diferentes personas y grupos. Capacidad de comunicarse con claridad, saber escuchar, cooperar con los demás, resistir a una presión social inapropiada, gestionar conflictos de manera constructiva, y buscar y ofrecer ayuda cuando es necesario. ● Comunicación ● Compromiso social ● Forjar relaciones ● Trabajar en equipo Toma de decisiones responsable Capacidad de tomar decisiones constructivas sobre el comportamiento personal y las interacciones sociales. Evaluación realista de las consecuencias de distintas acciones y consideración del bienestar propio y de los demás. ● Identificar problemas ● Analizar soluciones ● Resolver problemas ● Evaluar ● Reflexionar ● Responsabilidad ética Aprendizaje social, emocional y académico Autoconciencia Conciencia social Habilidades de relación Autogestión Toma de decisiones responsable Plan de estudios y docencia Ambiente escolar, políticas y prácticas Colaboración con las familias y la comunidad Diagrama adaptado de CASEL (2017) 9 ¿Qué relación existe entre el ASE y la salud mental? Las habilidades sociales y emocionales son factores protectores de la salud mental. Proporcionan al alumnado herramientas y recursos para abordar problemas de salud mental que interfieren con la vida, el aprendizaje y el bienestar (por ejemplo, la dificultad para regular las emociones, concentrarse e interactuar con los compañeros).13 De hecho, recientes investigaciones han demostrado que las habilidades del ASE a los 9 años han sido predictoras de los resultados en pruebas hechas a los 11 años (controlados según el rendimiento previo), gracias a su efecto en los problemas de salud mental que pueden surgir en estas edades.14 Sin embargo, el ASE no elimina la necesidad de contar con sistemas y servicios integrales para el alumnado con problemas de salud mental, sino que más bien proporciona una base para fomentar el desarrollo de competencias en todo el alumnado y aporta un marco de trabajo para facilitar la intervención tempranay las intervenciones intensivas en el alumnado que necesita ayuda específica adicional.15 El ASE en los centros Existen muchos enfoques para el desarrollo de las habilidades sociales y emocionales en las escuelas de primaria, que pueden ir desde sesiones sobre educación social y emocional hasta programas a nivel de todo el centro, pasando por prácticas menos intensivas que el profesorado integra en su actividad diaria. Generalmente, estos enfoques se aplican a tres niveles: ● En toda la escuela: por ejemplo, con sesiones de formación para todo el personal o actuaciones en todo el centro para reducir el acoso escolar o mejorar el código de valores de la escuela. ● En clase: por ejemplo, mediante un plan de docencia específica con clases semanales, o bien con estrategias integradas. ● A nivel específico: por ejemplo, con una docencia individual o en grupos para el alumnado con mayores necesidades. Esta guía se concentra en los enfoques relativos a los dos primeros niveles (en toda la escuela y en la clase), porque los enfoques específicos han quedado fuera del alcance de la revisión y, probablemente, requerirían aportaciones docentes más especializadas. Las cuatro primeras recomendaciones se centran en particular en la clase, mientras que las dos últimas se refieren a toda la escuela y a la adopción de cambios. ¿Qué piensa el profesorado sobre el ASE? En 2019 la Dra. Edurne Scott Loinaz llevó a cabo una investigación sobre las percepciones y prácticas de los docentes españoles, ingleses, griegos y suecos.16 A continuación se presentan los resultados de las encuestas realizadas a los españoles. ● La mayoría de los encuestados (el 98 %) afirman que las actitudes y habilidades socioemocionales pueden enseñarse. Figura 1: La revisión de las evidencias de 54 estudios demuestran que el ASE tiene un efecto positivo en el rendimiento académico que equivale a cuatro meses de clase de promedio ASE (Aprendizaje Social y Emocional) Efecto moderado con un coste moderado, según una amplia evidencia. +4 Coste Solidez Impacto Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria10 ● Además, el 94 % se sienten responsables de la socialización de las emociones de los estudiantes, especialmente el profesorado de educación primaria y las docentes que se identifican como mujeres. ● Solo el 23 % del total afirma haber recibido nociones de ASE como parte de su formación docente. Sin embargo, este dato varía considerablemente si se tiene en cuenta la edad de los encuestados: solo un 15 % de los docentes de entre 41 y 60 años recibieron formación en ASE, pero esta cifra aumenta hasta el 35 % en el caso de los más jóvenes (20-30 años). ● Según los encuestados, la enseñanza de habilidades socioemocionales en la escuela se produce de dos formas principales: o bien el ASE se considera algo transversal que se tiene en cuenta en las clases pero no se enseña de modo explícito (el 66 % del profesorado en primaria y el 44 % en ESO), o bien se enseña en asignaturas como Educación Religiosa, Salud o Educación para la Ciudadanía (el 18 % del profesorado en primaria y el 31 % en ESO). En general, el profesorado español no está satisfecho con la forma en la que se enseñan las habilidades socioemocionales, aunque hay disparidad de respuestas cuando se pregunta cómo deberían enseñarse. Estos resultados ponen de manifiesto varios ámbitos fundamentales en los que las escuelas podrían beneficiarse de un apoyo adicional, como estrategias y recursos que apoyaran la docencia del ASE (idealmente, sin necesidad de dedicarles una gran cantidad de tiempo), información sobre programas y planes de estudio basados en las evidencias, e ideas para mejorar los enfoques de aplicación en toda la escuela y planificar el ASE, incluyendo el desarrollo del personal. Las orientaciones que se ofrecen a continuación pretenden ayudar a las escuelas a integrar un ASE de alta calidad en todo el centro teniendo en cuenta las prioridades y las dificultades que hayan identificado. 11 Recomendación 1 Enseñar habilidades del ASE explícitamente Recomendación 2 Integrar y modelar habilidades del ASE en la docencia ordinaria Resumen de las recomendaciones Estrategias docentes ● Utilizar diferentes estrategias para enseñar las habilidades fundamentales, tanto en el tiempo dedicado al ASE como en la docencia ordinaria. ● Autoconciencia: ampliar el vocabulario emocional del alumnado y ayudarlos a expresar las emociones. ● Autorregulación: enseñar al alumnado a utilizar estrategias para calmarse y a mantener un diálogo interno positivo para ayudarlos a gestionar las emociones intensas. ● Conciencia social: utilizar relatos para debatir acerca de las emociones y comprender las perspectivas de los demás. ● Habilidades de relación: dramatizar las habilidades para comunicarse bien y saber escuchar. ● Toma de decisiones responsable: enseñar y practicar estrategias de resolución de problemas. ● Modelar los comportamientos sociales y emocionales que queremos que el alumnado adopte. ● Felicitar al alumnado de una manera específica y orientada cuando muestren habilidades del ASE. ● No esperar a que se produzcan momentos de crisis para enseñar habilidades. ● Integrar la docencia del ASE en diferentes materias: la lectoescritura, la historia, el teatro y la educación física ofrecen buenas oportunidades de vinculación con el ASE. ● Utilizar reglas básicas sencillas en el trabajo en grupo y en los debates en clase para reforzar las habilidades del ASE. Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria12 ● Utilizar una serie planificada de sesiones lectivas para dedicar un tiempo específico a las habilidades del ASE. ● Adoptar un programa basado en evidencias ya preparado probablemente es mejor opción que desarrollar uno propio desde cero. ● Llevar a cabo un análisis y una preparación minuciosos antes de adoptar un programa: examinar qué se necesita para impartirlo y si es adecuado según las necesidades y el contexto de la escuela. ● Utilizar resúmenes de evidencias (como los que ofrecen EduCaixa y la EEF) para evaluar de forma rápida el nivel de las evidencias de los programas. ● Una vez iniciado el programa, revisar periódicamente cómo se está implementando y adaptarlo con precaución. ● Comprobar que el plan de estudios desarrolle las habilidades de manera secuencial a lo largo de las sesiones lectivas y las diferentes edades. Es recomendable empezar pronto y pensar a largo plazo. ● Equilibrar las actividades dirigidas por el profesorado con formas de aprendizaje activas, como la dramatización, el debate en clase y el trabajo en grupos pequeños, para practicar las habilidades. ● Focalizar la planificación: la calidad de la intervención es más importante que la cantidad. Las sesiones cortas y frecuentes parecen ser más eficaces que las sesiones largas y separadas en el tiempo. ● Ser explícito: identificar claramente las habilidades que se están enseñando y por qué son importantes. Recomendación 3 Planificar minuciosamente la adopción de un programa de ASE Recomendación 4 Utilizar un plan de estudios SAFE: secuencial, activo, focalizado y explícito Plan de estudios 13 Recomendación 5 Reforzar las habilidades del ASE mediante el código de valores y las actividades en todo el centro Recomendación 6 Planificar, apoyar y supervisar la implementación del ASE A nivel de centro Implementación ● Establecer normas, expectativas y rutinas en toda la escuela que fomenten el desarrollo social y emocional del alumnado. ● Alinear los códigos de conducta y contra el acoso escolar de la escuela con el programa de ASE. ● Buscar ideas y apoyo del personal y el alumnado sobre cómo puede mejorarse el ambiente de la escuela.● Implicarse activamente con las familias para reforzar las habilidades en el entorno doméstico. ● Establecer una visión compartida sobre el ASE: asegurarse de que esté vinculado a otras prioridades escolares en vez de competir con ellas. ● Involucrar al profesorado y al personal del centro en la planificación del ASE. ● Ofrecer formación y apoyo a todo el personal de la escuela para cubrir los siguientes aspectos: predisposición al cambio, desarrollo de habilidades y conocimientos, y apoyo para integrar los cambios. ● Priorizar la calidad de la implementación: el nivel de preparación y de motivación del profesorado con respecto al ASE están asociados a mejores resultados. ● Supervisar la implementación y evaluar el efecto de los enfoques adoptados. Enseñar habilidades del ASE explícitamente Recomendación 1 15 Esta recomendación describe actividades, rutinas y estrategias sencillas que el profesorado puede emplear para desarrollar habilidades sociales y emocionales específicas. Según unas recientes investigaciones, el apoyo al profesorado para desarrollar y utilizar un repertorio de estrategias es probablemente una manera eficaz de mejorar la aplicación de un programa de ASE sin tener que dedicar una gran cantidad de tiempo específicamente al ASE en el plan de estudios.17 Las estrategias descritas en este capítulo se han identificado a partir de programas basados en evidencias y pueden utilizarse con flexibilidad: ● Como parte del tiempo que se prevé dedicar específicamente al ASE. ● Integradas en la práctica docente ordinaria. ● Como complemento de un programa más estructurado (véase Recomendación 3). Algunas estrategias, como el uso de relatos, pueden resultar familiares al profesorado, pero el factor clave es hacer que la docencia de habilidades del ASE sea más frecuente, dirigida y explícita.18 Algunas estrategias serán más fáciles de integrar en la práctica docente ordinaria, mientras que otras encajarán de forma más natural en sesiones específicas sobre el ASE. La recomendación se centra en las cinco habilidades del ASE fundamentales que se describen en la introducción de esta guía. En cada caso, explicamos a qué se refiere la habilidad y por qué es importante, y ofrecemos estrategias y ejemplos que pueden servir para desarrollarla. Aunque cada vez hay más investigaciones que proponen este tipo de estrategias y las hemos extraído de enfoques basados en evidencias, es importante tener en cuenta que no se han evaluado como estrategias independientes, por lo que cada escuela deberá valorar qué enfoques son adecuados y eficaces en su contexto particular. Recomendación 1 Enseñar habilidades del ASE explícitamente 16 Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria Recomendación 1 Enseñar habilidades del ASE explícitamente ¿Qué entendemos por autoconciencia? La autoconciencia tiene que ver con la capacidad de reconocer nuestras emociones y pensamientos y comprender cómo influyen en nuestro comportamiento. También significa ser consciente de nuestras propias fortalezas y tener confianza en nosotros mismos («autoconfianza»). Una buena autoconciencia está asociada con un menor grado de dificultad en las interacciones sociales y con menos problemas de externalización (en concreto, menos agresividad).19 Dos ámbitos que el profesorado puede fomentar entre su alumnado son el conocimiento de las emociones y la capacidad de expresar emociones. Actividades para desarrollar la autoconciencia del alumnado Conocimiento de las emociones El profesorado puede ayudar al alumnado a reconocer y poner nombre a las emociones enseñándoles de forma explícita el vocabulario correspondiente y haciendo actividades que les den la oportunidad de practicar este lenguaje en contextos reales, mediante juegos, relatos y otros ejercicios. Por ejemplo: ● Utilizar cuentos para debatir cómo se sienten los personajes y por qué se sienten así. ● Utilizar juegos para ampliar el vocabulario del alumnado, como jugar a adivinar una emoción o un sentimiento que se representa con mímica. ● Utilizar espejos, fotografías e imágenes para hablar sobre cómo cambian la cara y el cuerpo de las personas cuando sienten una determinada emoción; por ejemplo, el alumnado puede asociar fotografías de diferentes emociones con una serie de palabras que identifican emociones y situaciones. Expresión de las emociones La capacidad del alumnado para reconocer y expresar emociones puede fomentarse utilizando un póster de emociones al que se deberá hacer referencia con regularidad (véase Cuadro 1). A continuación se muestran algunos ejemplos de cómo el profesorado puede desarrollar la capacidad del alumnado de explicar a los demás cómo se siente: ● Enseñarles a usar frases en primera persona que expresen cómo se sienten y por qué: «Me siento X porque…». ● Ofrecer apoyo al alumnado que tiene dificultades para hablar sobre sus emociones, por ejemplo: «Parece que estás triste, ¿qué ha pasado?». El simple acto de mencionar una emoción puede ayudar al alumnado a comprenderla más claramente. ● Explicar al alumnado que todas las emociones y sentimientos son aceptables, pero que los comportamientos que generan puede que no lo sean. No hay ningún problema en estar enfadado, por ejemplo, pero no está bien que actuemos haciendo daño a los demás. A. Estrategias para mejorar la autoconciencia del alumnado 17 Recomendación 1 Enseñar habilidades del ASE explícitamente El monstruo de colores, Anna Llenas Hay multitud de recursos disponibles para exhibir y ejemplificar las diferentes emociones en clase. Uno muy utilizado en las aulas de educación infantil y primer ciclo de primaria en España es el libro El monstruo de colores, de Anna Llenas, (Editorial Flamboyant). En este libro, cada una de las emociones básicas se representa con un color. A través de la historia del monstruo de colores y de recursos complementarios para el trabajo social y emocional, el alumnado más joven aprende a identificar y diferenciar emociones. Cuadro 1: Póster de emociones La rueda de las emociones: para apoyar la docencia explícita y practicar nuevo vocabulario En clase se puede utilizar un póster de emociones; por ejemplo, un árbol de emociones y sentimientos cuyas hojas sean palabras que describen diferentes estados de ánimo, o bien un panel de emoticonos, una rueda de las emociones o un diccionario. El profesorado puede explicar el vocabulario que aparece en el póster y, después, utilizarlo de distintas maneras y con frecuencia. Por ejemplo: ● «¿Te sientes feliz? ¿Hay alguna otra palabra en el árbol de emociones que podrías utilizar para describir cómo te sientes?». ● «Hoy hemos aprendido una nueva palabra sobre las emociones: ¿qué significa estar “frustrado”? ¿Podéis pensar en una situación en la que os sentisteis así?». Asimismo, el profesorado puede utilizar el póster para facilitar la expresión de las emociones. Por ejemplo, pueden pedir a cada estudiante que ponga su nombre o su foto en una emoción relevante del póster para indicar cómo se siente al entrar en clase por la mañana o a primera hora de la tarde.20 El profesorado también puede hacer referencia al póster para describir sus propias emociones: «Esto empieza a frustrarme, porque estás hablando mientras yo trato de explicarte algo importante». Exaltación Nerviosismo Euforia Ánimo Entusiasmo Disgusto Furia Irritación Frustración Enfado Sa tis fa cc ió n A le gr ía G oz o En ca nt o Fe lic id ad Afecto C om prensión C ariño Am abilidad Ternura Pena D esánim o A patía D epresión Tristeza Te ns ió n In qu ie tu d An gu st ia Te rr or M ie do 18 Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria Recomendación 1 Enseñar habilidades del ASE explícitamente B. Estrategias para mejorar la autogestión del alumnado¿Qué entendemos por autogestión y autorregulación emocional? Los términos «autogestión» y «autorregulación» se refieren a la capacidad de comprender y regular nuestras emociones, pensamientos y comportamientos en diferentes situaciones. Esta capacidad comprende los aspectos siguientes: ● Regular o gestionar las reacciones a emociones como la frustración, la ansiedad o el entusiasmo. ● Saber calmarse después de una experiencia excitante o perturbadora. ● Centrarse en una tarea. ● Controlar los impulsos. El desarrollo de las habilidades de autorregulación permite al alumnado comportarse de un modo socialmente aceptable, por ejemplo, al aprender a establecer turnos y a compartir y expresar las emociones (como el enfado o la frustración) de una manera adecuada.21 La autorregulación de las emociones complementa el aprendizaje autorregulado, del que se ocupa la guía dedicada a la metacognición y a la autorregulación del aprendizaje. Actividades para desarrollar las habilidades de autorregulación del alumnado ● Hacer una lluvia de ideas sobre cómo gestionar las emociones intensas; por ejemplo, contar hasta diez, marcharse, explicar a la otra persona cómo nos sentimos y por qué nos sentimos así, o pedir ayuda a alguien. ● Enseñar al alumnado estrategias para calmarse. Por ejemplo, explicarles cómo usar la respiración profunda para tranquilizarse (véase un ejemplo en el Cuadro 2). ● Enseñar al alumnado a mantener un diálogo interno positivo. Cuando el alumnado siente una emoción intensa, como el enfado, suele haber un pensamiento subyacente (diálogo interno) que acompaña a esa emoción y la intensifica («Me han dejado de lado…, nadie me quiere»). Cuando el diálogo interno es negativo, es más fácil que el alumnado se enfade, se sienta frustrado o se ponga nervioso. Hay que enseñar al alumnado a tener un diálogo interno positivo (pensamientos útiles) para calmar sus emociones. ● Reconocer las señales corporales. Es importante ayudar al alumnado a ser conscientes de las primeras señales fisiológicas de las emociones intensas e invitarlos a hablar sobre cómo se sienten. Estos son algunos ejemplos de señales fisiológicas: aumento de los latidos del corazón, sensación de calor en la cara, sudor en las palmas de las manos, temblor de manos o rodillas, tono de voz alterado, cambios en la expresión facial y respiración rápida. ● Utilizar imágenes y metáforas para facilitar la comprensión del alumnado (véase Cuadro 2). Por ejemplo, el alumnado puede ver cómo se infla un globo hasta que explota, o estudiar el mecanismo de las erupciones volcánicas, y después analizar cómo pueden notar que en su interior se va acumulando el enfado y elaborar un póster con los pasos que pueden tomar para evitar una «explosión de ira». 19 Recomendación 1 Enseñar habilidades del ASE explícitamente ¿Qué entendemos por conciencia social? La conciencia social se refiere a la capacidad de comprender la perspectiva de los demás y empatizar. En las primeras etapas de la vida, los niños y las niñas son por naturaleza más egocéntricos y tienden más a pensar en sí mismos y en sus propias necesidades. Comprender las perspectivas de los demás y desarrollar la capacidad de empatizar se consideran componentes fundamentales para el desarrollo positivo y la salud mental del alumnado.23 Según varios estudios longitudinales, el desarrollo de buenas habilidades sociales (incluyendo un alto nivel de empatía) antes de los 10 años de edad predice varios resultados en adultos (de 42 años), como la satisfacción con la vida y el bienestar, el éxito profesional y una buena salud en general.24 Estrategias para desarrollar la conciencia social del alumnado Identificar las emociones y la perspectiva de los demás ● Utilizar el método de la «silla caliente», en el que un estudiante interpreta un personaje y el resto de la clase le hace preguntas sobre sus sentimientos y cómo influyen en sus decisiones. ● Ronda emocional. Se pueden utilizar situaciones cotidianas de clase durante la ronda emocional para analizar cómo la conciencia de los sentimientos de los demás puede ayudar a desarrollar las habilidades de empatía del alumnado. Por ejemplo, «Pablo hoy se ha olvidado del almuerzo, ¿cómo le hace sentir esto?», «Esta mañana yo [el docente] he llegado un poco tarde a la escuela, ¿cómo creéis que me ha hecho sentir? ¿Cómo podríais adivinar que estaba inquieto?». ● Usar la literatura, la poesía, el cine y relatos de la vida real para ayudar al alumnado a comprender los sentimientos de las personas que se sienten acosadas, diferentes o solas, o qué se experimenta al vivir situaciones difíciles. Se puede preguntar al alumnado si alguna vez se han sentido así.25 (Véase un ejemplo en el Cuadro 3). ● Fomentar el cuestionamiento autorreflexivo. Por ejemplo: «¿Qué hubiera hecho yo en esa situación?». Se trata de una técnica metacognitiva que permite al alumnado evaluar acciones, fomenta la autorreflexión y desarrolla el uso de su diálogo interno. Se enseña habitualmente en los programas de ASE basados en evidencias.26 C. Estrategias para mejorar la conciencia social del alumnado Cuadro 2: Estrategia para calmarse La «técnica de la tortuga» es una estrategia que se enseña formalmente en programas de prevención basados en evidencias como Incredible Years y Promoting Alternative Thinking Strategies (PATHS). Su objetivo es ayudar al alumnado a calmarse cuando están enfadados, y parte de observaciones empíricas sobre la relación entre las mediciones fisiológicas, el comportamiento y los estados emocionales del alumnado.22 Consiste en explicarles que una tortuga puede meterse dentro del caparazón y sugerirles que pueden hacer lo mismo cuando se enfadan (tal vez agachando la cabeza o agarrándose a sí mismos). Una vez dentro del caparazón, pueden hacer tres respiraciones profundas y pensar en ideas tranquilizadoras, como «Soy capaz de calmarme». Cuando se hayan tranquilizado y estén preparados para pensar en soluciones al problema, podrán salir del caparazón. Hay una adaptación para cursos superiores denominada Fingers Linked, Time to Think. 20 Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria Recomendación 1 Enseñar habilidades del ASE explícitamente ● El alumnado puede hacer una lluvia de ideas y modelar buenas técnicas de comunicación, como establecer un contacto visual adecuado, no distraerse, utilizar expresiones faciales o asentir con la cabeza para indicar que se está escuchando, no interrumpir a la persona interlocutora cuando esté hablando, pedir aclaraciones, hacer una pregunta o dar una opinión cuando la otra persona termina de hablar, y resumir lo que ha dicho la otra persona para comprobar que la hemos entendido. ● Por parejas, pueden dramatizar situaciones e identificar maneras de mejorar sus habilidades de comunicación. Estos son algunos ejemplos de situaciones que pueden representar: intentar participar en un juego en el patio de la escuela, tratar de llamar la atención del maestro en clase o hablar con su padre o madre mientras juegan con el móvil. ● El alumnado puede identificar y practicar las habilidades necesarias para trabajar en grupos y equipos; por ejemplo, desarrollando las aportaciones de los demás, asegurándose de que todos participan, haciendo preguntas para comprobar que algo se ha entendido e intentando llegar a un acuerdo. Pueden utilizar fórmulas iniciales como «Estoy de acuerdo porque…», «No estoy de acuerdo porque…» para alimentar el debate. ¿Qué entendemos por habilidades de relación? Las habilidades de relación tienen que ver con nuestra capacidad para interactuar positivamente con compañeros y adultos y gestionar situaciones sociales de manera eficaz.28 Es importante que el alumnado aprenda a reconocer, expresar y regular sus emociones antesde que pueda esperarse que interactúen con los demás de modo satisfactorio. Estrategias para desarrollar habilidades de relación del alumnado Habilidades de comunicación ● El docente puede comenzar haciendo una demostración práctica de malas técnicas de comunicación y el alumnado puede debatir acerca de algunos de los problemas de comunicación que se han evidenciado, como cruzarse de brazos, no mirar a la persona con la que se habla, distraerse durante una conversación, gritar a la otra persona o interrumpirla, poner los ojos en blanco, murmurar, encogerse de hombros, etc. D. Estrategias para mejorar las habilidades de relación del alumnado Cuadro 3: Debate sobre lo que significa ser un aliado En esta actividad hay que pedir a cada alumno que escriba un pequeño texto sobre una situación en la que haya experimentado una emoción intensa. Entonces se les pide que intercambien los textos y escriban un breve resumen sobre la emoción que ha sentido el otro alumno. A continuación, trabajando juntos, tienen que anotar tres cosas que podría hacer un aliado para ayudar a alguien en esa situación. Para establecer relaciones con otras materias, como si se tratara de una clase complementaria de historia, pueden analizar qué significa ser aliado de un país y qué diferencias o parecidos hay entre ser aliado de un país y ser aliado de un compañero de clase. Este ejemplo está tomado del programa Second Step.27 21 Recomendación 1 Enseñar habilidades del ASE explícitamente Forjar relaciones ● Puede utilizarse la dramatización para demostrar distintas formas de interactuar con los amigos en diferentes circunstancias; por ejemplo, presentándose a uno mismo, hablando por turnos, preguntando si alguien quiere compartir algo o abordando un conflicto. También pueden usarse situaciones como incorporarse en una nueva clase o club y dar la bienvenida a los alumnos que acaban de llegar. ● La ronda emocional puede ser útil para debatir con el alumnado cómo se forjan relaciones y la importancia de aceptar las diferencias. Por ejemplo, la clase puede debatir acerca de a) maneras de hacer nuevas amistades, b) qué características definen a un buen amigo y cómo podemos demostrar que somos un buen amigo de otra persona, c) cómo podemos hacernos amigos de alguien que sufre exclusión, aislamiento o acoso y d) qué comportamientos nuestros pueden dañar una amistad. ● El trabajo en grupo puede utilizarse para practicar las habilidades en un nuevo contexto. Por ejemplo, se puede pedir al alumnado que formen grupos y trabajen juntos en proyectos, asignarles una tarea y recordarles las habilidades para comunicarse bien y saber escuchar. Actualmente en nuestro país existen un gran número de instituciones que diseñan y desarrollan recursos para trabajar el aprendizaje cooperativo. Este es el caso de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), en cuyo sitio web (www.fecyt.es) se pueden encontrar técnicas y metodologías para trabajar de manera cooperativa. ● Debatir las reglas de clase puede ser una manera útil de desarrollar habilidades de comunicación y relación, así como habilidades del ASE más amplias (véase Cuadro 4). Cuadro 4: Normas de clase Está demostrado que cuando el alumnado participa activamente en el desarrollo de las reglas y normas de clase es más probable que asuman una mayor responsabilidad para cumplirlas.29 El profesorado puede elaborar las normas de clase junto con el alumnado, y estos pueden establecer qué comportamientos y expectativas son importantes para toda la clase, como escuchar a los demás cuando hablan, intervenir por turnos, estar dispuestos a trabajar en grupo y respetar las diferentes opiniones. En esta actividad, el alumnado puede aportar ideas y debatir los pros y los contras de las diferentes normas y por qué son importantes. Es una actividad adecuada para el inicio de curso con una nueva clase, pero también puede hacerse a lo largo del año, sobre todo para abordar los problemas que vayan surgiendo. Esta actividad se utiliza en el programa Incredible Years – Teacher Classroom Management. http://www.fecyt.es 22 Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria Recomendación 1 Enseñar habilidades del ASE explícitamente ¿Qué entendemos por toma de decisiones responsable? La toma de decisiones responsable tiene que ver con la capacidad del alumnado para resolver problemas y elegir opciones constructivas. Para ello, el alumnado debe aprender a evaluar una situación, pensar en posibles soluciones y considerar las consecuencias potenciales de las distintas opciones para ellos y para los demás. El alumnado que emplea estrategias adecuadas de resolución de problemas juega de manera más constructiva, tiene mejores relaciones con sus compañeros y es más colaborativo tanto en casa como en la escuela.30 Es posible enseñar al alumnado a recurrir a estrategias adecuadas de resolución de problemas que mejoren sus procesos de toma de decisiones.31 Estrategia de resolución de problemas La resolución de problemas implica utilizar las estrategias de identificación y comunicación de emociones que hemos analizado anteriormente. A continuación se indican algunos pasos para la resolución de problemas que pueden enseñarse al alumnado extraídos de diferentes programas de ASE basados en evidencias:32 1. Identificar el problema. Hay que ayudar al alumnado a expresar el problema en voz alta y con claridad. Por ejemplo: «¿No tienes con quién jugar?». Es importante ayudarlos a pensar cómo les hace sentir esta situación y a comprender los sentimientos de las demás personas involucradas. 2. Proponer soluciones mediante una lluvia de ideas. El profesorado puede ayudar al alumnado a proponer soluciones a la situación problemática. Es posible que el alumnado más joven no encuentre sus propias soluciones, pero el profesorado puede estimular su pensamiento con preguntas como: «¿Qué podemos hacer para mejorar la situación? ¿Qué podrías hacer que te ayude a ti y a las demás personas involucradas a sentiros mejor?». Con la práctica, el alumnado gradualmente sabrá encontrar sus propias soluciones. 3. Identificar los pros y los contras de cada solución. Hay que ayudar al alumnado a identificar las consecuencias positivas y negativas de cada posible solución que hayan propuesto. 4. Elegir una solución. Es importante animar al alumnado a escoger una solución. Al valorar si una solución es buena, se pueden hacer preguntas como: «¿Es una solución segura? ¿Es justa? ¿Genera buenos sentimientos?». Puede ser útil crear «fichas de soluciones» para debatirlas con el alumnado, como, por ejemplo, «Pide ayuda a alguien», «Grita», «Pide perdón», «Márchate», «Dile a la otra persona cómo te sientes y por qué te sientes así», «Pregunta con amabilidad», etc. 5. Probar la solución. El profesorado puede invitar al alumnado a probar la solución que ha propuesto y ver qué sucede. Si no funciona, se puede probar otra solución de la lista confeccionada. Es especialmente importante apoyar al alumnado si la solución no funciona. El mejor momento para solucionar un problema es cuando el alumnado está tranquilo y relajado. Por ejemplo, si una alumna está muy nerviosa o enfadada, primero hay que ayudarla a calmarse (pasar un rato en silencio, respirar profundamente) o dejar la resolución de problemas para otro día, cuando la alumna esté lista para participar. Cuando se produzcan problemas de comportamiento en clase, hay que intentar resolverlos junto con el alumnado utilizando un método de resolución de problemas. Si un alumno se ha comportado de manera inadecuada, se puede reproducir la situación a solas con él más tarde para ayudarlo a descubrir cómo podría haber actuado alternativamente. El Cuadro 5 contiene un ejemplo relacionado con la resolución de problemas y ladefinición de objetivos. E. Estrategias para mejorar la toma de decisiones responsable del alumnado 23 Recomendación 1 Enseñar habilidades del ASE explícitamente Cuadro 5: Identificar los obstáculos para alcanzar objetivos y analizar cómo superarlos En esta actividad, el docente reparte al alumnado una ficha con un texto breve que describe un objetivo y un problema que impide alcanzarlo. A continuación, los alumnos trabajan juntos para identificar el objetivo y el obstáculo, y determinar cómo se siente el personaje.33 También pueden proponer soluciones mediante una lluvia de ideas. Posteriormente, puede ampliarse el enfoque del problema para aplicarlo al propio alumnado y a un objetivo que tengan en la escuela: 1. En primer lugar, identifican un objetivo viable que deseen alcanzar en las próximas semanas. 2. Después, reflexionan sobre cómo conseguir el resultado. 3. A continuación, identifican un posible obstáculo que impida alcanzarlo. 4. Finalmente, planifican qué harán si surge dicho obstáculo: «Si surge el obstáculo X, entonces haré Y». Este marco de trabajo se denomina WOOP (wish, outcome, obstacle, plan, es decir, «deseo, resultado, obstáculo, plan»). Según varios pequeños estudios, existen evidencias de que ayudar al alumnado a definir objetivos, identificar posibles obstáculos y anticipar soluciones del tipo «Si…, entonces…» puede producir mejores resultados con respecto a un grupo de alumnado de control, al que simplemente se le animó a pensar positivamente acerca de cómo alcanzar objetivos.34 Integrar y modelar habilidades del ASE en la docencia ordinaria Recomendación 2 25 Recomendación 2 Modelar los comportamientos que se desea que adopte el alumnado Además de la docencia explícita, el alumnado aprende observando a otras personas, obteniendo ideas sobre cómo se generan nuevos comportamientos y aplicando estas ideas para orientar sus acciones.36 El profesorado se enfrenta a situaciones estresantes casi a diario, y el alumnado observa y aprende a partir de la manera en que los docentes gestionan la frustración, mantienen el control de sí mismos y de la clase y permanecen concentrados a pesar de las distracciones.37 Modelar o demostrar comportamientos adecuados permite enseñar y mejorar las habilidades sociales y emocionales del alumnado.38 La forma en que el profesorado y los otros adultos de la escuela hablan entre sí, con las familias y con el alumnado (escuchando atentamente, por ejemplo, o con especial tacto si alguien está enfadado) puede servir de modelo para una relación respetuosa. La guía para docentes sobre metacognición y autorregulación para el aprendizaje ofrece ejemplos de cómo el profesorado puede utilizar el modelado para revelar los procesos de pensamiento de un alumno avanzado. De un modo similar, el profesorado puede modelar explícitamente sus propios pensamientos y sentimientos al enfocar una tarea o responder a una situación para poner de manifiesto los procesos que favorecen una toma de decisiones y una interacción eficaces. Ante un problema concreto (por ejemplo, cuando la conexión de red necesaria para una actividad no funciona bien), puede modelarse en voz alta una respuesta inmediata de frustración y, después, hacer una demostración del método de resolución de problemas, es decir, mantener la calma, respirar profundamente, pensar en voz alta sobre las posibles opciones y proponer una solución (en este caso, por ejemplo, hacer otra actividad). Mientras que la primera recomendación proporciona ejemplos de estrategias que las escuelas pueden utilizar para desarrollar las habilidades sociales y emocionales mediante una docencia explícita que enseña las estrategias en sí, esta recomendación aporta ideas sobre cómo incorporar dichas habilidades en la práctica docente ordinaria. El objetivo final del ASE es que el alumnado utilice los conocimientos y las habilidades que se les enseña en sus interacciones diarias con los compañeros y con adultos. Por tanto, es probable que la enseñanza de habilidades tenga efectos más importantes y duraderos cuando se integra en las interacciones cotidianas en clase y en diferentes materias que cuando se lleva a cabo de forma aislada.35 El profesorado y los demás profesionales escolares pueden fomentar el desarrollo de las habilidades del alumnado buscando de forma expresa oportunidades para modelar, reconocer y practicar las habilidades del ASE. Integrar y modelar habilidades del ASE en la docencia ordinaria 26 Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria Utilizar los momentos apropiados para el aprendizaje para integrar las habilidades Las habilidades sociales y emocionales, más incluso que las académicas, se desarrollan en el contexto de la vida cotidiana a medida que surgen dificultades sociales u otras oportunidades pedagógicas.39 El personal de la escuela puede utilizar situaciones reales de clase o del recreo para aplicar las estrategias y habilidades del ASE en tiempo real, de modo que generen oportunidades para usar las estrategias indicadas a modo de ejemplo en la Recomendación 1. Entre otras acciones, el profesorado u otras personas adultas pueden: ● Ayudar al alumnado a pensar desde la perspectiva de los demás y utilizar habilidades específicas de resolución de problemas durante un conflicto en el patio. ● Animar a la clase a debatir e intentar resolver los problemas que afectan a todo el grupo, como que algún alumno sienta que lo excluyen o ignoran. ● Felicitar de manera específica y orientada a algún alumno cuando aplique habilidades del ASE, por ejemplo, usando frases como: «He visto que has conseguido calmarte en esa situación tan difícil… ¡Muy bien!». El uso de un lenguaje que fomenta la autoeficacia del alumnado dirigirá su atención hacia las estrategias que han empleado para ayudarse a sí mismos. Prestar atención a los comportamientos positivos es una estrategia eficaz para reforzar las habilidades40 y es relativamente fácil de incorporar en el entorno cotidiano de clase. Esto puede complementarse mediante reconocimientos y recompensas vinculados a un comportamiento social y emocional positivo.41 No esperar a que se produzcan momentos de crisis para enseñar habilidades En el ajetreo del día a día de las escuelas, casi nunca pensamos explícitamente en las habilidades sociales y emocionales del alumnado hasta que surge algún problema, como un caso de acoso escolar. Aunque estas situaciones pueden ofrecer un contexto muy útil para la enseñanza y el refuerzo de las habilidades, si únicamente se debaten en estas ocasiones puede que el alumnado perciba que las habilidades solo tienen relación con evitar comportamientos inadecuados. Asimismo, estos incidentes concretos pueden ser delicados y difíciles de encajar en clases de temática más general. Adoptar un enfoque preventivo (debatir problemas como el acoso escolar antes de que se produzcan y dar al alumnado estrategias a las que puedan recurrir en tales situaciones) probablemente facilitará la gestión de los momentos de crisis cuando ocurran y dará lugar a soluciones más eficaces, aunque puede ser difícil dedicarle el tiempo necesario. Integrar la docencia del ASE en todas las materias Enseñar habilidades del ASE en el contexto del plan de estudios general resulta estimulante y ayuda al alumnado a aplicar lo que han aprendido. No estamos sugiriendo que se sustituya la docencia fundamental del plan de estudios sobre conocimientos y habilidades, sino que se identifiquen oportunidades para vincular e integrar las habilidades del ASE de forma complementaria a la docencia ordinaria. Muchas áreas del plan de estudios ofrecen oportunidades para incorporar el ASE, como las que se detallan a continuación: Recomendación 2 Integrar y modelar habilidades del ASE en la docencia ordinaria 27 ● En las clases deLengua, el alumnado puede utilizar relatos como base para el debate sobre los sentimientos y las motivaciones de los personajes, ampliando así la actividad habitual de inferencia (véase Cuadro 6). ● En Ciencias Sociales, el alumnado puede comprender las perspectivas y los sentimientos de los demás a partir de hechos históricos reales. Por ejemplo, al estudiar las migraciones de la población, el alumnado puede debatir o escribir sobre cómo debe de ser la experiencia de abandonar el hogar y dejar a la familia atrás. ● En Educación Física, el alumnado puede explorar las características de un trabajo en equipo eficaz o debatir sobre qué se siente al perder un partido y cómo responder de manera constructiva. ● En clase de Teatro, un ensayo puede dar oportunidades para dramatizar y practicar la expresión de las emociones (cómo las transmitimos o las reconocemos). Según el profesorado, la integración del ASE en los contenidos académicos está asociada a un mejor aprendizaje y, además, su integración en varias materias es más factible cuando ellos mismos participan en la introducción del ASE en el centro escolar en vez de establecerlo como una política de la escuela, en cuyo caso se impartirá probablemente mediante sesiones específicas.42 Fomentar un trabajo en grupo y un debate en clase eficaces Los efectos del ASE pueden potenciarse mediante clases que ayuden al alumnado a practicar sus habilidades en las interacciones cotidianas.43 Por ejemplo, los enfoques pedagógicos colaborativos (o cooperativos) pueden ser especialmente beneficiosos para fomentar las interacciones del alumnado con sus compañeros.44 En estos enfoques, el trabajo conjunto del alumnado en actividades o tareas educativas suele hacerse en grupos pequeños de modo que todos puedan participar en una tarea colectiva que se ha asignado claramente. El efecto de los enfoques colaborativos en el aprendizaje es siempre positivo, y los enfoques que fomentan el debate y la interacción entre el alumnado están asociados a resultados aún mejores.45 El debate estructurado con toda la clase ofrece, asimismo, oportunidades para que el alumnado practique las habilidades sociales y emocionales, como aceptar múltiples perspectivas, comunicarse de manera eficaz y saber discrepar respetuosamente. Para apoyar el debate, el profesorado puede establecer reglas básicas de conversación, además de actuar como guías y facilitadores planteando preguntas diseñadas especialmente para «hacer hablar» al pensamiento del alumnado, modelando una comunicación eficaz y ayudando al alumnado a desarrollar las aportaciones de los demás. Por ejemplo, una regla básica durante el debate podría ser la siguiente: «En la respuesta debes mencionar el nombre y la aportación de un compañero de clase…», con lo que se fomentaría la escucha activa y un diálogo constructivo. Existen evidencias de que estos enfoques para mejorar la calidad del debate en clase pueden mejorar los resultados académicos y también los no académicos (véase un ejemplo en el Cuadro 7).46 Recomendación 2 Integrar y modelar habilidades del ASE en la docencia ordinaria 28 Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria Recomendación 2 Integrar y modelar habilidades del ASE en la docencia ordinaria Cuadro 6: Identificar las emociones y las perspectivas de los demás: vincular el ASE con la comprensión lectora Para relacionar los personajes y las situaciones de un libro con las experiencias del alumnado, un docente de tercero de primaria tiene pensado leerles un pasaje del libro al menos dos veces. Durante la segunda lectura, les hace preguntas que amplían su vocabulario sobre las emociones, los invita a plantearse preguntas a sí mismos de un modo reflexivo y les pide que vinculen la historia que les ha leído con sus propias circunstancias: ● «¿Qué crees que sienten los personajes?». ● «¿Cómo puedes saber que se sienten así?». ● «¿Cómo solucionarías el problema?». ● «¿Puedes utilizar palabras del texto para explicar cómo te sientes cuando…?». ● «¿Qué podríamos hacer de un modo diferente si sucediera lo mismo en nuestra clase?». Estas preguntas abiertas permiten al alumnado relacionar textos de ficción con sus propias experiencias, aprender nuevo vocabulario y practicar la aplicación de las habilidades sociales y emocionales. Cualquier respuesta negativa (por ejemplo, «pelearse» como una respuesta apropiada a la tercera pregunta) debe debatirse y contrarrestarse con respuestas positivas alternativas. El alumnado puede reflexionar sobre experiencias similares y compartirlas. Como ampliación de la actividad, el alumnado puede volver a escribir el texto para mostrar cómo habrían reaccionado al problema. Este ejemplo se ha elaborado a partir de varios programas basados en evidencias que utilizan textos y situaciones para estimular la reflexión y el debate. Cuadro 7: Filosofía para Niños En el marco de la iniciativa Filosofía para Niños (FpN), a partir de un estímulo (por ejemplo, un texto o un vídeo) se suscitan diálogos estructurados en grupo que giran en torno a conceptos como la verdad, la justicia o el acoso escolar. El objetivo de la FpN es ayudar al alumnado a estar más dispuesto y preparado a formular preguntas, construir argumentos y participar en discusiones razonadas. Aunque la FpN no suele concebirse como un programa de ASE, muchos de sus temas de debate son muy relevantes en este aspecto, y tanto el profesorado como el alumnado de esta asignatura han indicado efectos positivos en la confianza del alumnado a la hora de hablar en clase, la paciencia al escuchar a los demás, la autoestima, la comunicación y el trabajo en equipo.47 Asimismo, existen evidencias de que la FpN repercute positivamente en los resultados académicos, como la lectura y las matemáticas.48 En España contamos con el Centro de Filosofía para Niños (www.filosofiaparaninos.org), una asociación que organiza talleres, seminarios y formaciones para profesorado que quiera llevar a sus aulas esta propuesta filosófica y pedagógica. https://filosofiaparaninos.org/ 29 Planificar minuciosamente la adopción de un programa de ASE Recomendación 3 30 Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria Las dos primeras recomendaciones se centran en estrategias docentes flexibles que pueden adaptarse a las necesidades de cada escuela, mientras que esta recomendación se ocupa de los programas estructurados como medio para implementar un plan de estudios ASE. Este tipo de programas pueden ser un «vehículo» para introducir una amplia variedad de prácticas y estrategias, como las citadas en las dos primeras recomendaciones, de una manera planificada y prescriptiva. Existe una amplia evidencia internacional que demuestra que la docencia del ASE mediante programas planificados puede tener un efecto positivo en la actitud del alumnado con respecto al aprendizaje, así como en las relaciones dentro de la escuela y en el rendimiento académico, entre muchos otros aspectos. Sin embargo, no todos los programas son eficaces, y las escuelas deben tener cuidado a la hora de elegir e implementar un enfoque que sea adecuado a sus necesidades y su contexto, ya que también se requiere una buena planificación para garantizar que se implementa satisfactoriamente. Recomendación 3 Planificar minuciosamente la adopción de un programa de ASE Utilizar una serie planificada de unidades didácticas para enseñar habilidades en sesiones específicas Los programas de ASE suelen impartirlos los docentes habituales a toda una clase, y consisten en una serie de unidades didácticas sobre temas como la identificación y la denominación de las emociones y los sentimientos, el control de los impulsos y la comprensión de la perspectiva de los demás. A menudo se introducen en el contexto de temas específicos, como el acoso escolar, la amistad,la educación en salud y la seguridad (puede verse un ejemplo en el Cuadro 8).49 Las características comunes de los programas de ASE son las siguientes: ● Un plan de estudios explícito con sesiones lectivas programadas. ● Un libro o manual del profesor, que puede contener desde principios generales hasta aspectos muy elaborados. ● Recursos (como fichas de trabajo) para utilizar con toda la clase. ● Una estructura basada en unidades didácticas, con una progresión secuencial y periódica. 31 Recomendación 3 Planificar minuciosamente la adopción de un programa de ASE La mayoría de las escuelas se enfrentan al dilema de adquirir un programa de ASE estructurado (en cuyo caso el autor del programa proporciona formación y materiales) o bien desarrollar su propio enfoque. La ventaja de adquirir un programa, al menos en teoría, es disponer de un plan de estudios coherente, listo para utilizar y basado en evidencias y en los principios científicos.50 El problema es que generalmente este tipo de programas son más prescriptivos, de modo que puede ser más difícil ajustarlos al tiempo disponible, o puede que no se adapten al contexto y las necesidades en concreto de cada escuela. En general, existe una amplia evidencia de que los programas de ASE estructurados tienen un efecto positivo en los resultados del alumnado.51 De acuerdo con siete extensas revisiones de evidencias, en general estos programas tienen un efecto positivo en los resultados, incluyendo las habilidades sociales y emocionales, las actitudes, el comportamiento, el malestar emocional y el rendimiento académico. Este tipo de programas de ASE representan un enfoque basado en evidencias que las escuelas deberían considerar con cuidado, ya que probablemente serán una mejor opción que adoptar un programa que no esté basado en evidencias, crear un nuevo enfoque para la escuela desde cero o simplemente no hacer nada. Algunas escuelas, sin embargo, preferirán elaborar su propio plan de estudios, que esté basado en prácticas propias que hayan tenido resultados eficaces y se adapte a su contexto particular. En este caso, será importante garantizar que se cubren todas las habilidades fundamentales del ASE (autoconciencia, autogestión, conciencia social, habilidades de relación y toma de decisiones responsable), con una progresión perfectamente secuenciada que siga los principios SAFE, que se indican en la Recomendación 4. Asimismo, las escuelas deberían buscar un equilibrio entre los posibles obstáculos (el tiempo empleado en confeccionar el programa y una cantidad limitada de evidencias) y las ventajas de una mayor adaptación y flexibilidad. Planificar minuciosamente antes de adoptar un programa A pesar de la amplia evidencia de que los programas de ASE en general son muy prometedores, el efecto de cada uno de los programas individuales varía sustancialmente, por lo que la mera adopción de un programa de ASE, aunque sea muy reconocido, no es ninguna garantía de éxito. Algunas evaluaciones recientes que se han llevado a cabo en Inglaterra con programas de ASE, como PATHS y FRIENDS for Life, no han logrado reproducir los resultados positivos que se habían constatado anteriormente (véase un ejemplo en el Cuadro 8).52 Por tanto, es especialmente importante identificar un enfoque que se adapte a las necesidades y al contexto del centro, valorar si puede implementarse y de qué forma, y elaborar una detallada planificación para garantizar que se implementa con éxito. La Tabla 2 contiene consejos para elegir un programa de ASE eficaz y algunas preguntas que las escuelas deberían plantearse antes de hacer su elección. Para una implementación satisfactoria se requiere también una revisión y una respuesta continuas que permitan adaptarla o modificarla de manera inteligente para adecuarla a cada contexto, sin llegar a desvirtuar los «ingredientes esenciales» del programa. Esta cuestión se analiza con más detalle en la Recomendación 6. Para obtener más información, se puede consultar la guía titulada Innovar con rigor. 32 Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria Recomendación 3 Planificar minuciosamente la adopción de un programa de ASE Cuadro 8: La promesa y el desafío de los programas de ASE: el caso de PATHS El programa PATHS tiene como objetivo desarrollar el autocontrol, la comprensión de las emociones, la autoestima positiva, las relaciones y la resolución de problemas interpersonales entre el alumnado de 4 a 11 años de edad. Este programa se implementa fundamentalmente a través de un plan de estudios impartido por el mismo profesorado (aproximadamente, dos veces por semana durante todo el año) y consta de unidades didácticas sobre temas como la identificación y la denominación de las emociones y los sentimientos, el control de los impulsos y la comprensión de la perspectiva de los demás. El profesorado recibe una formación de un día y medio, además de un apoyo continuo. El plan de estudios se complementa con actividades que ayudan al alumnado a aplicar los aprendizajes a lo largo del día y, además, incluye vínculos con el entorno doméstico. PATHS está respaldado por evidencias sólidas, como más de diez estudios controlados aleatorizados.53 Sin embargo, no todas las evaluaciones de este programa han sido positivas, y la calidad de la implementación parece ser importante para obtener los resultados previstos. Tres estudios realizados en el Reino Unido han obtenido resultados poco importantes e irregulares con este programa. El más reciente, llevado a cabo en 45 escuelas de primaria, encontró «posibles evidencias» de que PATHS mejora algunos resultados (habilidades sociales, percepción de apoyo social y de los compañeros, bienestar y reducción del nivel de exclusión) y determinó que su relación calidad-precio es buena.54 Sin embargo, la evaluación no fue concluyente en cuanto al alcance y la duración de estos efectos. La implementación fue difícil, ya que el profesorado tuvo que esforzarse para incluir todas las unidades didácticas de PATHS en sus horarios y acabaron impartiéndolas con una frecuencia reducida a la mitad de la recomendada. El estudio también demostró que una buena implementación del programa está asociada a mejores resultados en las pruebas de primaria (aunque esto también podría deberse a una docencia de más calidad, en general, y no al programa PATHS).55 En resumen, aunque la base de evidencias internacionales de PATHS es sólida, en las escuelas de primaria del Reino Unido no fue concluyente, ya que la calidad de la implementación es importante para los resultados, pero es difícil de alcanzar debido a la falta de tiempo. Se recomienda consultar la Tabla 2 y la Recomendación 6 para encontrar posibles respuestas a este problema. 33 Tabla 2: Consejos para elegir un programa eficaz: análisis y preparación Qué hacer Preguntas que plantearse ● Identificar las necesidades y los objetivos propios de la escuela. ● Evaluar las necesidades de ASE del alumnado. ● Revisar las actividades actuales e identificar las prioridades. ● ¿Qué habilidades sociales y emocionales queremos priorizar como escuela? ● ¿Qué necesidades tiene nuestro alumnado? ● ¿Qué funciona bien actualmente y qué no? ● Examinar la solidez de las evidencias de los posibles programas o enfoques que se estén sopesando. ● ¿Se ha evaluado previamente este enfoque? ● En tal caso, ¿cómo, dónde, en qué grupos de edad y con qué resultados? ● ¿Qué similitud presenta ese contexto con el de nuestra escuela? ● Revisar el contenido del programa antes de adoptar el enfoque para garantizar que se ajuste a vuestras necesidades y áreas de desarrollo prioritarias. ● Consultar las actividades y unidades didácticas de muestra (hay que tener en cuenta la opinión del profesorado en esta evaluación). ● Considerar la posibilidad dellevar a cabo una prueba piloto en una o dos clases antes de adoptar el programa. ● ¿En qué se centra el programa? ● ¿En qué consisten las actividades? ● ¿Se adaptan bien a las prioridades y necesidades de nuestro centro? ● ¿Sigue el programa los principios SAFE (véase Recomendación 4)? ● ¿Es factible implementarlo en nuestro contexto? ● ¿El profesorado está implicado y motivado? ● Ser transparente con el tiempo necesario para la formación y el desarrollo del personal. ● Pedir al personal su opinión sobre la viabilidad de implementar el programa. ● ¿Qué formación necesita recibir el personal? ● ¿Quién debe asistir? ● ¿Cuándo se hará y durante cuánto tiempo? ● Asegurarse de que se puede dedicar el tiempo necesario previsto para implementar el programa. ● Desarrollar un plan de acción para apoyar la implementación. ● Asegurarse de que se contará con la participación de todo el personal relevante. ● ¿Cómo encontraremos tiempo para el programa? ● ¿Quién impartirá el programa y con qué frecuencia? ● ¿Qué apoyo adicional o continuo se requiere para garantizar que se implementa de forma eficaz? ¿Podemos facilitar este apoyo? Recomendación 3 Planificar minuciosamente la adopción de un programa de ASE Utilizar un plan de estudios SAFE: secuencial, activo, focalizado y explícito Recomendación 4 35 Tal como se indica en la Recomendación 3, las evidencias sobre el ASE obtenidas hasta la fecha respaldan el uso de unidades didácticas específicas que ofrecen instrucciones paso a paso para enseñar competencias sociales y emocionales. Estas unidades puede proporcionarlas de un modo eficaz un programa ya creado que se comercialice. Un enfoque alternativo consiste en desarrollar un plan de estudios propio centrado en las habilidades del ASE fundamentales y basado en las prácticas respaldadas por evidencias que se describen en las dos primeras recomendaciones. Sea cual sea el enfoque de ASE que se adopte, probablemente se obtendrán mejores resultados si nos aseguramos de que sea secuencial, activo, focalizado y explícito (SAFE). Estos principios se resumen en el Cuadro 9 y se analizan más adelante. Recomendación 4 Utilizar un plan de estudios SAFE: secuencial, activo, focalizado y explícito Cuadro 9: Principios SAFE Según un análisis de 213 programas de ASE aplicados en escuelas,56 los que siguieron los cuatro principios fundamentales tuvieron más impacto en los resultados escolares del alumnado en comparación con los que no los siguieron. 1. Actividades secuenciales que conducen de manera coordinada y relacionada al desarrollo de habilidades. Normalmente, los nuevos comportamientos y las habilidades más complejas deben dividirse en etapas más pequeñas y aprenderse de forma secuencial. 2. Formas activas de aprendizaje que permitan al alumnado practicar y dominar las nuevas habilidades. Pueden incluir la dramatización o el ensayo conductual. 3. Planificación focalizada del desarrollo de una o más habilidades sociales y emocionales. Debe asignarse suficiente tiempo y atención para que el alumnado practique la aplicación de conocimientos y habilidades. 4. Definir y trabajar explícitamente habilidades específicas. Los programas deben identificar las habilidades específicas que se desea que el alumnado desarrolle y enseñarlas de manera dirigida, en vez de hacerlo con un enfoque más general. Véase la Recomendación 1 para obtener más información sobre habilidades específicas. 36 Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria Tabla 3: Estrategia fundamental del ASE: reconocer, denominar y comprender las emociones y los sentimientos Recomendación 4 Utilizar un plan de estudios SAFE: secuencial, activo, focalizado y explícito Secuenciar las sesiones lectivas para desarrollar las habilidades de manera progresiva Al igual que con cualquier aprendizaje, los nuevos conocimientos y las habilidades más complejas deben dividirse en etapas más pequeñas y aprenderse secuencialmente. Así pues, la docencia del ASE en las escuelas debe tener como objetivo desarrollar de una manera coordinada y relacional las habilidades evolutivamente apropiadas a cada grupo de edad. La «secuenciación» se refiere al desarrollo de contenidos dentro de cada año y también en grupos de edad. Una característica común de los programas de ASE basados en evidencias es que tienen un «plan de estudios en espiral». Esto implica volver a tratar los conceptos fundamentales de un modo progresivo en contextos adecuados a la edad a medida que el alumnado crece para favorecer el recuerdo y la integración. La Tabla 3 muestra que un aspecto concreto del ASE (la capacidad de reconocer y comprender las emociones y los sentimientos) puede ir evolucionando y volverse cada vez más sofisticado a lo largo de las diferentes edades. Las estrategias utilizadas para enseñar y practicar las habilidades también varían según la edad. Pueden identificar y expresar emociones básicas: felicidad, tristeza, enfado, preocupación o miedo. Pueden identificar y expresar una gama más amplia de emociones y sentimientos (como ansiedad, orgullo o celos). Pueden entender y utilizar palabras que representen diferentes intensidades de las emociones (por ejemplo, de irritado a furioso). Pueden identificar, expresar y predecir una gama de emociones y sentimientos cada vez más compleja (por ejemplo, frustración, esperanza, desesperación, decepción o culpa). Pueden identificar, expresar y predecir una amplia gama de emociones y sentimientos (como bochorno, vergüenza, euforia, agitación, exasperación, desconfianza o nerviosismo). Pueden comprender y expresar sentimientos encontrados. Infantil Primero y segundo Tercero y cuarto Quinto y sexto 37 Utilizar formas activas de aprendizaje Una serie de sesiones lectivas de ASE puede incluir varias estrategias pedagógicas, como la enseñanza dirigida por el profesorado, fichas de trabajo por escrito y un debate a partir de un estímulo (por ejemplo, un texto o un vídeo). Las evidencias sobre el ASE indican que, en combinación con estos enfoques, las formas activas de aprendizaje están especialmente asociadas con mejores resultados, incluyendo métodos interactivos como juegos, simulaciones y el trabajo en grupos pequeños, que ayudan al alumnado a practicar estas habilidades en contextos reales.57 En nuestro país existen programas para el desarrollo de las competencias sociales y emocionales basados en metodologías activas. Este es el caso de En Sus Zapatos, un método de intervención pedagógica que se basa en el Teatro de Conciencia y tiene como objetivo prevenir la violencia escolar y fomentar la convivencia a través de la alfabetización emocional del alumnado de 10 a 14 años, el profesorado y las familias. Desde 2017 se está implementando en España con apoyo del Ministerio de Educación y Formación Profesional y ya ha llegado a más de 25.000 personas. Además, ha sido reconocido como una de las 13 iniciativas más innovadoras y de mayor impacto social en ASE por HundrED Spotlights en 2021. Focalizar la planificación Actualmente, menos de un tercio del profesorado de primaria afirma dedicar un tiempo específico a la docencia de ASE.58 Aumentar este tiempo sería probablemente beneficioso, aunque hay que tener en cuenta varias consideraciones para armonizar lo que es eficaz con lo que es viable en la práctica: ● Frecuencia y duración de las sesiones: se debería intentar dedicar de 30 a 60 minutos por semana. Los programas de ASE con evidencias más sólidas suelen requerir alrededor de una hora semanal de teoría y práctica. La distribución del tiempo varía según el programa: algunos establecen de 10 a 15 minutos diarios y otros recomiendan dos sesiones semanales de 30 minutos. Existen evidencias de que una docencia frecuente es más eficaz que sesiones largas poco frecuentes.59 ● Duración del
Compartir