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cuentos cortos para niños: El ratón y el elefante: Había una vez un ratón muy pequeño llamado Tomás que se encontró con un elefante gigante llamado Pedro. Tomás se sintió intimidado por la enorme criatura, pero Pedro resultó ser muy amigable. Juntos, se convirtieron en los mejores amigos y aprendieron que el tamaño no importa cuando se trata de la amistad. El árbol que quería volar: En un bosque encantado, había un árbol llamado Pablo que soñaba con volar como los pájaros. Un día, un hada escuchó su deseo y le otorgó unas hermosas alas. Pero Pablo pronto se dio cuenta de que ser un árbol era su verdadera felicidad, y decidió quedarse enraizado en el suelo para proporcionar sombra y refugio a todos los animales del bosque. El sol y la luna: El sol y la luna eran dos buenos amigos que vivían en el cielo. Pero el sol siempre se sentía triste porque la luna solo brillaba por la noche y él quería compartir su luz también durante el día. Entonces, la luna decidió compartir su brillo con el sol durante el amanecer y el atardecer, creando los hermosos colores del cielo que todos disfrutamos. La tortuga y la liebre: Todos conocen la historia de la tortuga y la liebre. La liebre, segura de su velocidad, retó a la tortuga a una carrera. A pesar de que la liebre tomó una gran ventaja al principio, se detuvo a descansar mientras que la tortuga continuó lentamente pero sin pausa. Al final, la tortuga ganó la carrera, demostrando que la constancia y la determinación son más importantes que la velocidad. El mago despistado: En un pequeño pueblo, vivía un mago llamado Martín que siempre estaba distraído. Un día, intentó hacer un hechizo para crear una flor, pero accidentalmente convirtió a su sombrero en un conejo. Aunque al principio se preocupó, el conejo resultó ser su fiel compañero y juntos vivieron muchas aventuras mágicas, enseñándole a Martín que a veces los errores pueden conducir a las mejores sorpresas.
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