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Rev. Chilena Dermatol. 2014; 30 (1)36 : 036 - 045 TRABAJO ORIGINAL Resumen Introducción: La psoriasis pustulosa generalizada (PPG) es una forma grave de psoriasis asociada a manifestaciones sistémicas. Es una enfermedad infrecuente y potencialmente letal. En las úl- timas décadas, se ha avanzado mucho en la comprensión de su fisiopatología, gracias a estudios inmunológicos y genéticos. Ob- jetivo y método: El objetivo de esta revisión es actualizar los con- ceptos respecto a la fisiopatología, diagnóstico y tratamiento de la PPG. Se realizó una revisión del tema mediante una búsqueda bi- bliográfica en Pubmed y LILACS en los últimos 10 años, y además se agregaron referencias relevantes que no se encontraran en los resultados. Resultados: La PPG podría comprenderse como una enfermedad del grupo de las enfermedades autoinflamatorias, cuya causa es una mutación en el gen IL36RN, que produciría una falla estructural o una secreción inadecuada del antagonista del receptor de IL36, lo que conduciría a un desbalance en la contra-regulación de las citoquinas pro-inflamatorias de la familia IL-1. Su gatillante más frecuente es la interrupción abrupta del uso de corticoides, aunque existen numerosos factores reporta- dos. El tratamiento de primera línea es la hospitalización, manejo con terapia tópica y sistémica con retinoides o terapia biológica, para luego continuar con un esquema de mantención. Conclu- sión: Dado los avances en su investigación, la PPG podría consi- derarse una entidad etiológicamente distinta a la psoriasis común. Palabras claves: Psoriasis, Interleucinas, Enfermedades autoin- flamatorias. Correspondencia: Cristóbal Lecaros C. Correo electrónico: clecarosc@gmail.com Summary Introduction: Generalized pustular psoriasis (GPP) is a severe form of psoriasis associated with systemic manifes- tations. It is a rare and potentially lethal disease. In recent decades, much progress has been made in understanding its pathophysiology, thanks to immunological and genetic stud- ies. Objective and Methods: The aim of this review is to up- date the concepts regarding the pathophysiology, diagnosis and treatment of GPP. A review was performed by searching in PubMed and LILACS databases in the last 10 years, also rel- evant references that were not in the results were aggregated. Results: GPP could be understood as a disease of the group of autoinflammatory diseases, caused by a mutation in the gene IL36RN that produce structural failure or an inadequate secretion of IL36 receptor antagonist, leading to an imbalance in the counter-regulation of the pro-inflammatory cytokines from the IL-1 family. Its most common trigger is the abrupt discontinuation of corticosteroids, although there are numer- ous factors reported. The first line treatment is hospitalization, management with topical and systemic retinoid therapy or bio- logical therapy, and continue with a scheme of maintenance afterwards. Conclusion: Due to the progress in its investiga- tion, GPP could be regarded as an etiologically distinct entity to psoriasis vulgaris. Key words: Chemotherapy, Cancer, cutaneous drug reaction. Psoriasis Pustulosa Generalizada. Daniel Fernández R1, Cristóbal Lecaros C2. 1Dermatólogo, Servicio de Dermatología y Venereología. Hospital Regional de Antofagasta; 2Interno de VII año de Medicina. Universidad de Antofagasta. Introducción Definición La psoriasis pustulosa generalizada (PPG) es una forma grave de psoriasis asociada a hallazgos sistémicos, cuyas complica- ciones pueden comprometer la vida del paciente. Es una en- tidad infrecuente, no se conoce su etiología y existe una con- fusión considerable en su nomenclatura, que se traduce en los distintos términos diagnósticos utilizados: psoriasis pustulosa generalizada aguda; psoriasis de von Zumbusch; impétigo her- petiforme o PPG aguda del embarazo; psoriasis pustular anu- lar; psoriasis pustular juvenil e infantil; forma generalizada de la acrodermatitis continua de Hallopeau; forma generalizada de la pustulosis palmoplantar; y psoriasis pustular1. Rev. Chilena Dermatol. 2014; 30 (1) 37: 036 - 045 Psoriasis Pustulosa Generalizada Fue descrita por primera vez en 1910 por Von Zumbusch, quien reportó el caso de un hombre que, después de pre- sentar por años psoriasis vulgar, comenzó a sufrir episodios recurrentes de eritema generalizado y edema, a los que se agregaban múltiples pústulas. Las erupciones estaban acom- pañadas usualmente por fiebre y signos de toxicidad. En un comienzo los episodios parecían relacionados con la apli- cación de ácido pirogálico, pero luego recurrieron sin causa aparente2. Método de búsqueda El objetivo de esta actualización es revisar los conocimientos actuales con respecto a la fisiopatología, la epidemiología, la clínica y el tratamiento de la psoriasis pustulosa generalizada. Se realizó una búsqueda en MEDLINE, en LILACS y además se revisaron artículos de referencia que no se encontraron en los resultados. Fisiopatología Modelo clásico de la patogénesis de la PPG La PPG tradicionalmente se ha considerado como el polo más grave del espectro de la psoriasis, sin embargo, la investiga- ción reciente en genética e inmunología indicaría que se trata de un proceso con una etiología diferente, aunque comparta expresiones clínicas y procesos fisiopatológicos en común3. El modelo tradicional se sustenta en la hipótesis de que ha- bría una señalización excesiva del tipo “reparación de herida” en ausencia de una herida real, lo que conduciría a la apari- ción de las lesiones1. La piel recibiría un estímulo, que podría ser tanto interno como externo, que produciría la activación de la cadena de eventos reparadores. En una herida de piel, se requiere un restablecimiento rápido de la función de ba- rrera, y por lo tanto, que se resuelva la solución de continui- dad mediante la hiperproliferación de keratinocitos. También se requiere la disponibilidad inmediata de un mecanismo de defensa que pueda hacer frente a una infección microbiana, caracterizado por una infiltración de neutrófilos. En ese medio, las células epidérmicas, rodeadas por los neutrófilos, intenta- rán protegerse a sí mismas de estos secretando inhibidores de proteasas, como el SKALP (Skin-derived antileukoprotei- nase; también llamado elafin). El SKALP generalmente no se detecta en la epidermis normal, pero está notablemente sobre-expresado en la psoriasis y en las heridas de piel. Se sabe que el SKALP se encuentra disminuído en la psoriasis pustular4, y esto podría causar la formación de pústulas en la PPG. Esta hipótesis se apoya además en el hecho de que la tasa de proliferación de keratinocitos en la PPG no es menor que en la psoriasis vulgar1, pero los cambios histológicos no son tan prominentes como en esta última, debido a su inicio abrupto. En la PPG, el componente inflamatorio se encuentra más acentuado que en la psoriasis vulgar. Esto se ve reflejado en el hecho de que el eritema y la sensación de ardor son mucho más prominentes que en la psoriasis vulgar, y además en la histología hay un mayor infiltrado neutrofílico en la PPG com- parado con la psoriasis vulgar. En ese sentido, Kato et al5 ha publicado que los niveles séricos de GRO-α se encuentran aumentados en los pacientes con PPG. GRO-α (Growth-Re- lated Oncogen α, también llamada CXCL1) es una quimiokina ELR-positiva que recluta y activa a los neutrófilos. Es produ- cida por distintos tipos celulares incluyendo macrófagos, neu- trófilos, células epiteliales, células endoteliales y fibroblastos. GRO-α a nivel sérico se correlaciona estadísticamente tanto con la severidad como con la actividad de la PPG, por lo que podría ser un marcador confiable de la enfermedad. Sin embargo, la inflamación no puede ser sólo explicada por la participación de neutrófilos, debido a que el cuadro responde bien al tratamiento con corticoides, retinoides o ciclosporina, los que sugieren que además hay un compromiso de los lin- focitosT y los keratinocitos. El modelo clásico1 propone que las células de Langerhans, los monocitos, y los keratinocitos secretan en un primer momento IL-1(IL-1α e IL-1β) y TNF-α. Estas citoquinas tienen un efecto pleiotrópico que causa una segunda ola de citoquinas (IL-8, especialmente, pero también MCP, CCL20, entre otras), y es esta segunda ola la que pro- voca el proceso agudo de inflamación. Histopatología Uno de los hallazgos típicos de la PPG es la presencia de pústulas espongiformes de Kogoj, las que se encuentran com- puestas por un infiltrado neutrofílico bajo el estrato córneo y keratinocitos tumefactos o incluso dañados6. Aunque este ha- llazgo ha sido considerado patognomónico, no resulta espe- cífico de la PPG, ya que las pústulas espongiformes pueden aparecer en cualquier enfermedad que tenga en alguna de sus etapas de evolución la formación de pústulas subcórneas, como es el caso de la pustulosis exantémica generalizada aguda7. Además de las pústulas de Kogoj, se pueden encon- trar hallazgos histológicos propios de las lesiones de psoriasis vulgar, como hiperqueratosis, paraqueratosis, microabscesos de Munro, elongación de las crestas epidérmicas, dilatación capilar en la dermis papilar edematosa, y una infiltración pe- Rev. Chilena Dermatol. 2014; 30 (1)38 : 036 - 045 Daniel Fernández R. y col. rivascular superficial de células mononucleares en la dermis superior. Genética e Inmunología: Mutación del gen IL36RN como causa de la PPG Los hallazgos más innovadores provienen de los estudios ge- néticos. Marrakshi et al8 demostró la presencia de una muta- ción homocigota del gen IL36RN en un grupo de pacientes familiares de Tunisia con PPG. El gen IL36RN codifica para un citokina conocida como antagonista del receptor de IL-36 (IL- 36Ra). IL-36Ra es una interleukina antiinflamatoria que perte- nece a la familia Interleukina-1. La familia IL-1 es un grupo de citokinas inflamatorias, compuestas por 11 miembros (IL-1α, IL-1β, IL-1Ra, IL-18, IL-33, IL-36α, IL-36β, IL-36γ, IL-36Ra, IL-37, e IL-1F10) y 9 receptores9. IL-36Ra compite e inhibe a IL-36α, IL-36β e IL-36γ. IL-36α, IL-36β e IL-36γ son citokinas proinflamatorias, que actúan mediante señalización de la vía de las MAP kinasas y el NF-kB8, promoviendo la expresión de IL-8, particularmente en los keratinocitos3. IL-36Ra y los tres agonistas recién mencionados, al igual que el receptor específico para ellos, IL-36R (también llamado IL-1RL2), se encuentran ampliamente expresados en los tejidos epiteliales de la piel, la tráquea y el esófago10. Por otro lado, la piel es el reservorio más importante de IL-1α1. La mutación genética hallada por Marrakshi et al produce un cambio estructural en IL-36Ra (se sustituye un residuo de prolina por uno de leu- cina en la posición 27, p.Leu27Pro) que afecta tanto la con- centración disponible de IL-36Ra, como su efectividad. Así, IL-36Ra mutante es sustancialmente menos capaz de inhibir la señalización de IL-36R, por lo que su presencia permite un predominio de la expresión pro-inflamatoria sin contra- regulación. Los autores proponen que bajo la luz de estos hallazgos, la entidad reciba el nombre de DITRA (deficiency of interleukin-36–receptor antagonist), que conformaría junto con DIRA (deficiency of interleukin-1–receptor antagonist) y el retardo mental asociado al cromosoma X y la mutación de IL1RAPL1, las únicas tres enfermedades genéticas con causa en la codificación de citokinas, sus receptores, o sus inhibido- res publicadas al presente. La asociación entre IL36RN y PPG ha sido confirmada por nuevos estudios publicados por otros grupos3,11–13, y es espe- rable que se reporten nuevas investigaciones que profundicen el conocimiento al respecto. Al momento de escribir esta ac- tualización, se han publicado cuatro trabajos más que inves- tigan esta asociación genética. Onoufriadis et al3 identificó 2 mutaciones en el gen IL36RN (p.Ser113Leu y. Arg48Trp), esta vez en pacientes con PPG esporádica sin asociación familiar, lo que le entrega fuerza como hipótesis etiológica. Sugiura et al11 presentó el caso de un paciente japonés con una muta- ción homocigota novel (p.Arg10X). Farooq et al13 también encontró esta mutación en su serie, y además una no re- portada (p.Thr123Arg). Por lo tanto, existe evidencia de que al menos cierto tipo de psoriasis pustulosa generalizada, ya sea esporádica o familiar, está asociada a mutaciones del gen IL36RN en pacientes africanos, europeos y asiáticos. Sin embargo, e interesantemente, Li et al12 ha demostrado que la PPG esporádica no tendría relación con mutaciones del gen IL36RN en los pacientes chinos. Esto refuerza las conclusiones extrapoladas de los otros estudios, y es que no todos los pacientes con PPG presentan alguna muta- ción en IL36RN, es decir, la PPG presenta heterogeneidad genética3,12. Esto implica que puede haber mutaciones des- conocidas que influyan en la transcripción de IL36RN. Ade- más, ciertas citokinas pueden unirse al receptor de IL-36 y producir efectos biológicos similares a los de sus ligandos clásicos12,14. Otro hallazgo interesante es que en todos los pacientes (con o sin mutación), se observa una sobreex- presión de citokinas IL-36α, IL-36β e IL-36γ, lo que podría sugerir que hay otro defecto genético en juego13. Además, la variabilidad tanto en la edad de inicio como intrafamiliar sugiere una interacción compleja entre la determinación genética, los gatillantes ambientales, y algunos fenómenos epigenéticos. Esto implica, en su reverso, que incluso cuan- do la instalación de la enfermedad sea tardía, no se puede descartar la posibilidad de un defecto genético subyacen- te3,8,11,13. Otro hallazgo interesante es que en ningún caso de los publicados hasta el momento, la mutación al gen IL36RN ha estado asociada a psoriasis vulgar o pustulosis palmo- plantar11. En resumen, estos hallazgos permiten: i) incluir a la PPG en el espectro de enfermedades auto-inflamatorias, espe- cíficamente, en la categoría “deficiencia de antagonista de receptor” (las otras dos categorías son las inflamasomopa- tías, y los síndromes de discapacidad del proteosoma);15 ii) distinguir una PPG familiar y una esporádica; iii) proponer que la causa de la psoriasis pustulosa generalizada es una mutación en el gen IL36RN, que produciría una falla estruc- tural de IL36Ra o su secreción sería inadecuada, lo que conduciría a un desbalance en la contra-regulación de las citoquinas pro-inflamatorias de la familia IL-1; y iv) demos- trar que la PPG es una entidad distinta etiológicamente a la psoriasis vulgar. La figura 1 resume gráficamente el modelo fisiopatológico recién discutido. Epidemiología La prevalencia de la psoriasis (considerando todos los sub- tipos) varía en términos globales. Afecta a casi un 2% de las Rev. Chilena Dermatol. 2014; 30 (1) 39: 036 - 045 Psoriasis Pustulosa Generalizada personas de raza blanca, con una menor incidencia en Japón o en las personas de raza negra16,17. Un 20% de los pacientes con psoriasis presenta lesiones pustulares durante el curso de su enfermedad18. Sin embargo, un compromiso del tipo PPG es mucho menos frecuente. Un estudio reciente realizado que recoge la información nacional de Japón16 del año 2002 al 2008 acerca de los casos de psoriasis, señala que de 11631 casos, 146 (el 1.3%) correspondieron a PPG. En Francia19, durante el año 2004 el número estimado de casos totales de PPG fue de 109, con 40 pacientes que iniciaron la enfermedad ese mismo año. La incidencia por tanto es de 0.6 por millón de habitan- tes, con su mayor distribución entre los 40 y los 59 años. En Inglaterra2, un estudio retrospectivo realizado entre 1958 y 1968 dio como resultado 104 casos de PPG, que presen- taron una distribución etaria similar al estudio francés. No existe información epidemiológica para América latina. En la región, mediante una búsqueda en LILACS, constatamos que existen 5 casos reportados, provenientes de Brasil20–23. Los pacientescon PPG clásicamente se separan en dos grupos: aquellos con placas de psoriasis preexistentes (PPG pso+), y aquellos que no las presentan o pueden de- sarrollarlas después de las lesiones pustulares (PPG pso-). Los grupos se diferencian principalmente en que los pacien- tes PPG pso+ presentan como factor precipitante más co- mún la interrupción abrupta del uso de corticoides, mientras que en los pacientes PPG pso- son las infecciones1,18,22. En cuanto a la población anciana24, el debut de la psoriasis sobre los 60 años es infrecuente, correspondiente sólo al 3.2% de una muestra de 4049 pacientes. De estos pacien- tes con debut de psoriasis, no existe ninguno que corres- ponda al subtipo PPG. En la población pediátrica también es infrecuente la PPG. Una revisión de 1262 casos de psoriasis infantil señala una tasa de variantes pustulares (incluyendo PPG, psoriasis anular, psoriasis pustulosa exantémica y psoriasis pustulo- sa localizada) del 0.6%25. El rango de edad varía desde 1 mes a 11 años, con una media de 6.6 años. La distribución por género es aproximadamente equivalente. Clínica La psoriasis pustulosa generalizada puede ser clasificada clínicamente en 3 tipos, según el modo de instalación: agu- da, subaguda y crónica. Todas estas formas comparten la aparición de pústulas sobre una lesión eritematosa como característica central26. La forma más común es la forma aguda, también llamada psoriasis de von Zumbusch18,25. En un comienzo, puede haber una sensación urente que precede a la erupción de las lesiones. La piel se vuelve seca, muy roja y sensible. Estos síntomas prodrómicos no siempre están presentes. El cuadro se continúa con un ini- cio abrupto de fiebre alta y compromiso del estado general severo. Dentro de algunas horas, una ola de pústulas del tamaño de una cabeza de alfiler aparece sobre el fondo eri- tematoso. Las placas de eritema y pustulosis se expanden y comprometen zonas de la piel sana, siendo las regiones flexoras y genital las más afectadas. Las pústulas pueden adquirir distintas configuraciones: confluir y formar lagunas Modelo fisiopatológico de la Psoriasis Pustulosa Gene- ralizada. Las mutaciones del gen IL36RN, junto con un insulto inicial, son la primera etapa de la enfermedad. Las células de Langerhans (L) y los keratinocitos (K) producen citokinas inflamatorias (IL-1 y Factor de necro- sis tumoral α [TNF-α]), que permiten, en una segunda etapa, la expresión de los distintos tipos de IL-36. Estas activan al receptor de IL-36 (IL-36R, también IL-1RL2), que no presenta contra-regulación por parte del antago- nista del receptor de IL-36 (IL-36Ra) mutante, por lo que se amplifica una señal inflamatoria mediante el factor nuclear potenciador de las cadenas ligeras kappa de las células B activadas (NF-kB) y las MAP kinasas (MAPk), que permite en una tercera etapa la sobreexpresión de IL-8 y otras citokinas inflamatorias por parte de los ke- ratinocitos y el aumento plasmático de GRO-α, lo que resulta en el reclutamiento y activación de los macrófa- gos (M) y linfocitos T (LT), y la consecuente instalación de signos de inflamación sistémica y lesiones cutáneas. Figura 1 Rev. Chilena Dermatol. 2014; 30 (1)40 : 036 - 045 Daniel Fernández R. y col. de pus, presentarse de forma aislada, circinada, en collaretes o eritrodermia generalizada. Posteriormente, las pústulas se secan, la piel se exfolia, dejando una superficie eritematosa lisa y brillante en las que nuevas olas de pústulas pueden apa- recer. Pueden presentarse lesiones orales pustulosas o lengua con patrón geográfico. El compromiso ungueal se caracteriza por un engrosamiento de las uñas o una separación de éstas por una colección subungueal de pus. Si el paciente no sufre alguna complicación (como muerte, infección, eritrodermia), puede ocurrir una remisión del cuadro dentro de algunas se- manas, volviendo al estado anterior de psoriasis del paciente. La reincidencia es común. Criterios diagnósticos Los criterios utilizados por la mayoría de las investigaciones científicas son los propuestos por Umezawa et al.6 y que se presentan en la Tabla 1. Este grupo además señala las si- guientes recomendaciones: i) no debería diagnosticarse PPG en pacientes donde se pueda asociar el exantema a un fenómeno de reacción adversa a fármacos o en los que se presente un efecto de rebote (por ejemplo, con la supresión abrupta de corticoides); ii) las formas circinadas o anulares deben excluirse del diagnóstico de PPG a menos que presen- ten síntomas sistémicos de inflamación; iii) se debe realizar un diagnóstico diferencial acucioso con otras dermatosis pustula- res subcórneas; iv) el impétigo herpetiforme, la generalización de la acrodermatitis de Hallopeau, la psoriasis infantil y la pso- riasis juvenil pueden considerarse formas de PPG. Tabla 1. Criterios Diagnósticos para Psoriasis Pustulosa Generalizada 1. Síntomas sistémicos como fiebre y compromiso del estado general 2. Pústulas asépticas múltiples y/o aisladas sobre piel eritema- tosa en gran parte de la superficie corporal 3. Confirmación histopatológica de pústulas espongiformes de Kogoj 4. Alguno de los siguientes hallazgos de laboratorio: 4.1. Leucocitosis con desviación izquierda 4.2. VHS alterada, PCR alterada, o títulos elevados de anticuerpos ASO 4.3. IgG o IgA aumentadas 4.4. Hipoproteinemia, hipocalcemia, etc. 5. Recurrencia de alguno de los hallazgos clínicos Factores Precipitantes Se han descrito numerosos factores precipitantes. Entre ellos, el alquitrán de hulla y el ditranol son factores clásicos en pacientes que resultan intolerantes a estos tratamientos, aunque el factor más importante y en el que existe la mejor evidencia disponible es la deprivación abrupta del uso de corticoides, tanto tópicos como sistémicos26. Otro factor clá- sico, reportado en general en los pacientes PPG pso, son las infecciones, aunque hay series que no encuentran esta asociación27. Además, en la literatura18,26,28–30 se encuen- tran reportadas las quemaduras, uso de litio, calcipotriol, antimaláricos, hipocalcemia asociada a hipoparatiroidismo, salicilatos, yodo, fenilbutazona y oxifenbutazona, progeste- rona, bupropión, la deprivación de ciclosporina, infecciones por citomegalovirus31. El embarazo es un factor gatillante especial, cuyo sustrato sería los cambios endocrinológicos fisiológicos32. Diagnósticos diferenciales Los diagnósticos diferenciales de la PPG son las enferme- dades que presenten pustulosis asépticas subcórneas. En- tre ellas, son dos entidades las más importantes: la pustulo- sis exantémica generalizada aguda (PEGA), y la pustulosis aguda generalizada (PAG). La PAG es una enfermedad con características clínicas similares a la PPG, quizá con la dis- tinción de que ocurre en piel sana, a diferencia de la piel exfoliada o psóriatica de la PPG, y cuya etiología sería una reacción cruzada posterior a una infección estreptocócica33. La PEGA es, clínicamente, más similar aún a la PPG que la PAG, pero su diferencia puede encontrarse a nivel histo- patológico, en la presencia de una infiltración eosinofílica y vasculitis leucocitoclástica. Su etiología sería una reacción adversa a fármacos7. Complicaciones Las complicaciones de la PPG varían desde distintas mani- festaciones extracutáneas hasta la muerte. El compromiso más frecuente, luego de la piel, es el hepático, que pue- de conllevar cambios en las enzimas hepáticas, ictericia y colangitis neutrofílica27,34,35. Este hallazgo se debería tener en consideración al momento de evaluar los exámenes, ya que podría evitar el retiro innecesario de fármacos hepato- tóxicos (como el metotrexato y la acitretina) que son útiles para tratar al paciente. Además, la PPG se ha asociado a síndrome de distrés respiratorio agudo, debido a una neu- Rev. Chilena Dermatol. 2014; 30 (1) 41: 036 - 045 Psoriasis Pustulosa Generalizada monitis intersticial aguda20,36, o a una neumonía organizativa criptogénica37.En el compromiso pulmonar jugarían un rol los linfocitos T helper 1 (Th1), que se encontrarían activados, y el TNF-α36. La hipoalbuminemia puede ser severa, debido a la pérdida súbita de proteínas plasmáticas hacia el intersticio. La hipocalcemia puede ser una consecuencia de la hipoalbumi- nemia. Esta pérdida de proteínas puede llevar a un síndrome de fuga capilar, con la consiguiente falla renal aguda26. La po- liatritis es un compromiso común, afectando a un tercio de los pacientes2. Además, se ha reportado compromiso del metabo- lismo del músculo38, sobreinfección estafilocócica de las lesio- nes6, malabsorción intestinal, amiloidosis y efluvio telogénico agudo26. La tasa de mortalidad va desde un 2% a un 16%27. Tratamiento El tratamiento de la psoriasis pustulosa generalizada aguda implica la hospitalización del paciente, la interrupción de los posibles factores gatillantes, las medidas generales de cui- dado, y el tratamiento tópico y sistémico específico26. Como no existe cura, el objetivo es impedir las complicaciones gra- ves, y luego intentar mejorar la calidad de vida del paciente. El tratamiento depende de la extensión y la severidad de la enfermedad. Existen sólo dos guías clínicas publicadas hasta el momento6,39. La primera es del año 20036, y se basa en una clasificación de gravedad de la enfermedad. La limitación prin- cipal de ésta es que fue redactada antes del uso extendido de fármacos biológicos, y que usa etretinato como primera alter- nativa. En el 2012, la Academia Americana de Dermatología publicó sus recomendaciones39 como resultado de un consen- so de un grupo de expertos pertenecientes a la Fundación Na- cional de la Psoriasis, con un enfoque basado en la evidencia. Su revisión concluye que la calidad de las recomendaciones es débil, ya que la información es limitada porque existen muy pocos ensayos clínicos randomizados y la mayoría del co- nocimiento proviene de series o reportes de casos. De he- cho, salvo los retinoides, que cuentan con nivel de evidencia IIa según la escala de Shekelle et al.40 (esto es, estudios controlados sin randomización), todas las recomendaciones respecto al tratamiento son nivel III (estudios descriptivos no experimentales, como estudios comparativos, estudios de correlación, o estudios de casos-controles). Las recomen- daciones expresadas a continuación están basadas en las guías clínicas de la Academia Americana de Dermatología y en la revisión realizada en la literatura. Manejo inicial El tratamiento de primera línea en PPG de adultos es la acitretina, la ciclosporina, el metotrexato y el infliximab. La acitretina es el agente de primera línea preferido. Existe evi- dencia que demuestra que el metotrexato es ligeramente más efectivo que la ciclosporina. Basados en los reportes de casos y series, muchos expertos consideran infliximab como la primera alternativa terapéutica, especialmente en pacientes con compromiso severo. En ese sentido, la aso- ciación infliximab y ciclosporina es la primera alternativa para algunos médicos debido a su rápido comienzo de ac- ción. La tabla 2 resume algunos de los aspectos esenciales de estas drogas. La segunda línea en adultos es adalimumab, etanercept, y terapia combinada (agentes de la primera línea más un agente biológico). Existen algunos casos que reportan el uso de tacrolimus y corticoides tópicos. Psoralen más radia- ción ultravioleta A (PUVA) ha demostrado ser más efectivo cuando se combina con acitretina o ciclosporina. Droga Efectividad41 Dosis Reacciones adversas Retinoides (acitretina) 84% Dosis de ataque: 0,75-1 mg/Kg/d por 7-10 días. Dosis de mantención: 0,125-0,25 mg/Kg/d. Teratogenicidad. Sin- drome de fuga capilar42. Fibrosis pulmonar Ciclosporina 71% 2,5-5 mg/Kg/d por 2 se- manas, ↓0,5mg cada 2 sem. Si hay buena res- puesta. Hepatotóxico Infliximab 5 mg/Kg en 3 horas. Migraña. Riesgo de in- fección. Empeoramien- to del cuadro. Tabla 2. Fármacos de primera línea para el tratamiento de la PPG Rev. Chilena Dermatol. 2014; 30 (1)42 : 036 - 045 Daniel Fernández R. y col. En los pacientes pediátricos, las recomendaciones como pri- mera línea son similares a las del adulto. Se agrega acitretina en combinación con prednisona oral, y se sustituye infliximab por etanercept debido a su perfil de seguridad. Aunque en general el uso de retinoides en población pediátrica parece ser seguro43,44, se debe tener especial cuidado con el riesgo teratogénico de los retinoides en adolescentes en edad fértil, además de la toxicidad esquelética. Por eso se debe ajustar el tratamiento a dosis pediátrica, que corresponde a 1 mg/ Kg/día. Acitretina es más efectivo que isotretinoína, pero esta última tiene una vida media menor, por lo que es más segu- ra45. Algunos autores sugieren la ciclosporina como primera opción, debido a su perfil farmacológico con menos efectos adversos asociados46. La dosis pediátrica corresponde a 1-3 mg/Kg/día, usualmente por 2 a 4 semanas. El tratamiento de segunda línea consiste en adalimumab, infliximab y fototerapia UVB. El grupo de expertos señala que es probable que, a me- dida que aumente la evidencia disponible, los biológicos pasen a ocupar un lugar más importante en el tratamiento de la PPG. En las pacientes embarazadas, la primera línea está com- puesta por agentes tópicos, ciclosporina, corticoides orales e infliximab. Los agentes tópicos, como corticoides o calcipotriol, deberían ser usados como primera alternativa si el compro- miso no es grave. La ciclosporina es un fármaco categoría C, pero hasta la fecha no se han reportado reacciones adversas durante el embarazo a dosis de 2-3 mg/Kg39,47. Como segunda línea se encuentra la fototerapia, tanto PUVA como UVB. Terapia por períodos prolongados Una vez estabilizado el paciente, usualmente se requiere una terapia de mantención. Existe poca información con respecto a cuál es el tratamiento más efectivo y seguro para evitar los nuevos brotes de PPG, o cuáles son las consecuencias de un tratamiento a largo plazo. Umezawa et al48 ha reportado el caso de un paciente que, al momento de escribir esta ac- tualización, tiene 19 años, y lleva 16 años tomando retinoides orales. Su dosis media ha sido 0,22 mg/Kg por día. Hasta el momento no ha presentado efectos adversos al uso crónico de etretinato, tales como calcificación ligamentosa, hiperosto- sis o problemas del crecimiento. La aplicación de calcipotriol tópico desde los 12 años ha permitido el uso de una dosis menor de retinoides. Zangrilli et al49 ha reportado el caso de una paciente con PPG severa de larga data refractaria a múl- tiples tratamientos, tanto convencionales como biológicos, que ha respondido bien a adalimumab. La paciente mantuvo su estado de remisión durante 18 meses con inyecciones subcu- táneas semanales de 40 mg de adalimumab como monotera- pia, sin presentar efectos adversos. Por último, la fototerapia con UVB en asociación con retinoides ha demostrado ser un tratamiento coadyuvante efectivo para la mantención de los pacientes con PPG39. Agentes biológicos y otros tratamientos TNF-α es una quimiokina proinflamatoria que tiene un rol importante en la patogénesis de la PPG y de la psoriasis vulgar. En ese sentido, ha resultado un blanco terapéutico prometedor. Los fármacos antagonistas del TNF-α actual- mente aprobados son tres: infliximab, adalimumab y etaner- cept50. Infliximab es un anticuerpo quimérico anti TNF-α formado por la unión de la región constante de la inmunoglobulina humana (75% de la molécula) y la región variable de origen murino (25% de la molécula) específica para TNF-α51. No existe ningún ensayo clínico que evalúe su efectividad en la PPG, pero existen algunos reportes52–58. En todos estos casos, resalta el hecho de tener un inicio de acción rápido, de lograr establecer una mejoría clínica significativa en con- textos severos, y de presentar un perfil seguro de acción, sin reacciones adversas, incluso en casos especialescomo el embarazo. Etanercept es una proteína receptor de fusión del TNF-α, que actúa como un inhibidor competitivo, uniéndose a éste e impidiendo que TNF-α pueda unirse a los receptores de superficie celulares. Esposito et al59 ha publicado una serie de 6 casos que demuestran su alta eficacia en dosis de 50 mg dos veces por semana por 24 semanas, en casos simi- lares a los reportados por infliximab. Adalimumab es un anticuerpo monoclonal completamente humano, que se ha sugerido como una alternativa válida frente al fracaso de infliximab, ya sea como monoterapia o asociado a acitretina49,60,61. Es importante señalar que en el último tiempo, se han re- portado inducciones paradójicas de la psoriasis con el tra- tamiento anti TNF-α50,62,63. Los pacientes generalmente han presentado condiciones reumatológicas asociadas, como artritis reumatoide, enfermedad de Crohn, artritis psoriáti- ca y artritis seronegativa. La reacción adversa ha ocurrido con los 3 tipos de fármacos anti TNF-α disponibles. La pa- togénesis de esta reacción tendría relación con la pérdida de equilibrio entre las citokinas luego de la inhibición del TNF-α, lo que produciría un alza de las células dendríti- cas plasmacitoides y la subsecuente sobreproducción de interferón-α62. Rev. Chilena Dermatol. 2014; 30 (1) 43: 036 - 045 Psoriasis Pustulosa Generalizada En la experiencia de la clínica Mayo50, algunos pacientes pudieron controlar los síntomas y lograr la remisión de la en- fermedad continuando con la terapia biológica, sin embargo, otros casos que discontinuaron el tratamiento lograron mejor resolución, por lo que se requiere más investigación al res- pecto. Además de los antagonistas del TNF-α, existen reportes del uso de otros fármacos biológicos para el tratamiento de la PPG. Viguier et al64 ha publicado dos casos exitosos tratados con anakinra, un antagonista del receptor de IL-1. Daudén et al65 ha publicado un caso de tratamiento exitoso con usteki- numab, un anticuerpo monoclonal humano que se une a la subunidad p40 de la interleukina 12/23. En ambos casos, los biológicos mencionados fueron eficaces como segunda línea en psoriasis refractarias a tratamiento con antagonistas del TNF-α. Por último, cabe señalar que se han publicado otras modalida- des terapéuticas exitosas. La PPG ha sido tratada con acetato de zinc66, micofenolato mofetilo67 y con adsorción extracorpó- rea de granulocitos y monocitos (AEGM)68–71. La AEGM es una estrategia terapéutica de inmunomodulación extracorpórea que remueve de forma selectiva los granulocitos y monocitos activados de la sangre periférica y corrige los desbalances en los mecanismos regulatorios. Su uso original fue el tratamiento de la colitis ulcerosa, aunque en la actualidad se reconoce su utilidad en las dermatosis neutrofílicas como el pioderma gan- grenoso o la enfermedad de Behçet69. AEGM podría ser una alternativa eficaz cuando el paciente presenta insuficiencia hepática por lo que el uso de fármacos hepatotóxicos se en- cuentre contraindicado71, o cuando es resistente a infliximab68. 1. Iizuka H, Takahashi H, Ishida-Yamamoto A. Pathophysiology of generalized pustular psoriasis. 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