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Emoção e Cirurgia

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anales de psicología, 1994, 10(2), 167-175 
TEMA MONOGRÁFICO: EMOCIÓN Y SALUD 
 
- 167 - 
 
Emoción y cirugía 
 
Jenny Moix Queraltó* 
 
Universidad Autónoma de Barcelona 
 
 
Resumen: Uno de los pilares básicos en el que se susten-
ta la Psicología de la Salud consiste en el reconocimiento 
científico de la influencia de la emoción sobre la salud. 
Cada día son más numerosos los trastornos de salud que 
se comprueba están afectados por procesos emocionales. 
En el presente artículo nos centramos en cómo los proce-
sos emocionales, principalmente la ansiedad, pueden 
afectar a la recuperación postquirúrgica. Igualmente des-
cribimos las técnicas psicológicas que se han mostrado 
efectivas para reducir dicha ansiedad y para facilitar la 
convalecencia. 
Palabras Clave: ansiedad prequirúrgica, recuperación 
postquirúrgica, Psicología de la Salud. 
Title: Emotion and Surgery. 
Abstract: Scientific admission of the emotion influence 
on health is one of the main supports on which Health 
Psychology is based. The empirical evidence which indi-
cates health trastorns afected by emotional processes is 
increasing day by day. In this paper we pay special atten-
tion on how emotional processes, specially anxiety, affect 
postsurgical recovery. We also describe some effective 
psychological techniques to reduce anxiety and to facili-
tate recovery 
Key words: presurgical anxiety, postsurgical recovery, 
Health Psychology 
 
 
 
 
Introducción 
 
Ya en los escritos de los antiguos filósofos griegos 
podemos encontrar reflexiones en torno a la in-
fluencia de los estados emocionales sobre la salud, 
aunque no ha sido hasta el presente siglo cuando 
se ha empezado a comprobar de forma experi-
mental. El reconocimiento de esta influencia ha 
constituido uno de los pilares principales en el que 
se sustenta la Psicología de la Salud. 
 En esta disciplina cada vez son más numero-
sos los trastornos que a través de técnicas psicoló-
gicas se intentan prevenir, paliar o tratar. Este in-
cremento en la utilización de técnicas psicológicas 
se debe a que las alteraciones que se comprueba 
están afectadas por procesos emocionales van en 
aumento. Mientras en un principio se creía que só-
lo era en las llamadas enfermedades psicosomáti-
cas (úlceras de estómago, migrañas, etc.) donde 
 
* Dirección para correspondencia: Jenny Moix Queraltó. Labo-
ratorio de Conducta. Facultad de Psicología. Universidad Autó-
noma de Barcelona. Apartado 29. 08193-Bellaterra. Barcelona. 
© Copyright 1994: Secretariado de Publicaciones e Intercambio 
Científico, Universidad de Murcia, Murcia (España). ISSN: 
0212-9728. Artículo recibido: 17-10-94, aceptado: 31-10-94. 
 
los componentes emocionales jugaban un papel 
importante, actualmente se reconoce que trastor-
nos tan "orgáni-cos" como el Cáncer o el SIDA 
también pueden estar afectados por los mismos. 
Ello explica por qué la Psicología de la Salud se 
está especializando en el tratamiento de más alte-
raciones. 
 Recientemente en nuestro país, la Psicología 
de la Salud ha incorporado una nueva "especiali-
za-ción". Se trata de la facilitación de la recupera-
ción postquirúrgica mediante técnicas psicológi-
cas. 
 El estudio de la facilitación de la recuperación 
postquirúrgica desde una perspectiva psicológica 
constituye un avance para la Psicología de la Sa-
lud española por varios motivos. 
 En primer lugar, debemos tener en cuenta que 
en los hospitales generales la mayoría de los pa-
cientes están ingresados para someterse a algún ti-
po de intervención quirúrgica, por tanto si preten-
demos que el psicólogo sea un miembro más en 
los equipos médicos de los hospitales españoles, 
es necesario que adquiera conocimientos sobre los 
aspectos psicológicos de los pacientes quirúrgicos, 
168 J. Moix 
anales de psicología, 1994, 10(2) 
especialmente cómo disminuir su ansiedad y faci-
litar su recuperación. 
 Otro aspecto que debemos tener en cuenta pa-
ra valorar la importancia de este campo de trabajo 
es que el tratamiento psicológico de los pacientes 
quirúrgicos en los hospitales, no sólo supone un 
beneficio humano (disminución de la ansiedad, 
dolor, etc.), sino también un beneficio económico. 
Como veremos más adelante, la aplicación de téc-
nicas psicológicas al paciente quirúrgico suele re-
ducir su estancia hospitalaria, si consideramos el 
alto coste de un día en el hospital; es fácil deducir 
que la aplicación de las mismas comporte benefi-
cios económicos. Además la disminución de la es-
tancia hospitalaria podría contribuir a solucionar 
el problema de las largas listas de espera que su-
fren los hospitales de nuestro país. 
 Asimismo, como comentan Martínez-Sánchez 
y Valiente (1994), el tratamiento del paciente qui-
rúrgico, que se basa en gran medida en proporcio-
nar información al paciente, es también necesario 
por motivos judiciales dado que el consentimiento 
informado se ha convertido en un derecho del pa-
ciente. 
 Dado que, por todas las razones expuestas, 
consideramos interesante que el psicólogo de la 
Salud esté capacitado para tratar al paciente qui-
rúrgico, el objetivo del presente estudio es realizar 
una primera aproximación a los principales cono-
cimientos que existen en esta área. Concretamente 
trataremos tres grandes puntos: 
 
- Influencia del estado emocional prequirúrgico en 
la recuperación postquirúrgica. 
- Mecanismos conductuales y fisiológicos respon-
sables de esta influencia. 
- Técnicas psicológicas para reducir la ansiedad 
prequirúrgica y facilitar la recuperación. 
 
Influencia del estado emocional prequi-
rúrgico en la recuperación postquirúr-
gica 
 
La recuperación del paciente una vez operado de-
pende principalmente de dos factores: el estado de 
su organismo antes de la intervención y la comple-
jidad de la misma. Cuanto peor sea el estado físico 
del paciente y más compleja la intervención a la 
que ha de someterse, más probable será que su 
convalecencia sea larga y difícil. Un tercer factor 
que también parece incidir en la recuperación del 
paciente es su estado psicológico antes de la ope-
ración. Esto es, los pacientes con un mejor estado 
psicológico prequirúrgico son los que mejor se re-
cuperan. 
 Ante esta afirmación nos podemos preguntar: 
¿Qué significa un mejor estado psicológico? 
¿Cuáles son concretamente los factores psicológi-
cos que parecen afectar a la convalecencia? Las 
variables psicológicas predictoras de la recupera-
ción son muchas. A continuación vamos a enume-
rar las más estudiadas. 
 
Optimismo. Scheier, Matthews, Owens, Mago-
vern, Lefebvre, Abbott y Carver (1989), en un es-
tudio realizado con 51 hombres que debían some-
terse a un By-pass coronario, observaron que los 
hombres más optimistas fueron los que necesita-
ron menos días para ser dados de alta y para vol-
ver a sus actividades cotidianas, asimismo fueron 
los que presentaron mayor calidad de vida tras la 
operación. 
 
Expectativas. Jamison, Parris y Maxson (1987) 
llevaron a cabo una investigación con 50 mujeres 
que debían someterse a una laparoscopia compro-
bando que las mujeres con mayores expectativas 
de dolor, malestar y debilidad fueron las que su-
frieron un mayor número de estos síntomas, así 
como mayor depresión e irritabilidad. 
 
Fe. Según un estudio llevado a cabo por un grupo 
de especialistas en salud mental de Chicago, las 
mujeres de edad avanzada que poseen una fuerte 
convicción religiosa tienen una recuperación más 
rápida y una menor tendencia a la depresión tras 
ser sometidas a cirugía por una fractura de cadera 
(Vanguardia, 18/1/91). 
 
Compañeros de habitación. Dos investigaciones 
han puesto de relieve que los sujetos que compar-
ten la habitación con una persona ya operada dis-
frutan de una más fácil recuperación que aquéllos 
que la comparten con alguien que todavía no ha 
sido intervenido (Kulik y Mahler, 1987; Kulik, 
Moore y Mahler, 1993). 
 
Tipo de habitación.Ulrich (1984) comprobó, en 
un estudio realizado con 46 pacientes que debían 
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someterse a una colecistectomía, que aquéllos que 
se encontraban en una habitación con vistas a un 
paisaje natural necesitaron menos analgésicos y 
menos días para ser dados de alta. 
 
Control. A partir de un trabajo realizado por 
Mahler y Kulik (1990), con 75 hombres que debí-
an intervenirse quirúrgicamente (by-pass corona-
rio), se pudo observar que los pacientes que antes 
de la operación percibieron tener más control so-
bre su posterior recuperación necesitaron menos 
días para restablecerse. 
 
Apoyo social. El apoyo social, evaluado a partir 
del número de visitas por parte de la pareja del 
paciente, reduce el dolor y la estancia hospitalaria 
(Kulik y Mahler, 1989). 
 
 Si nos fijamos detenidamente en la lista de va-
riables expuesta, podemos extraer dos tipos de 
conclusiones: 
 
1ª. Si, como hemos visto, las variables enumera-
das afectan a la recuperación, y el objetivo del 
Psicólogo de la Salud es intentar facilitarla, enton-
ces el psicólogo deberá conocerlas a fondo para 
realizar eficazmente su labor hospitalaria. En 
nuestra opinión, algunas de las tareas que debe 
realizar el psicólogo dentro del hospital en las que 
ha de tener en cuenta estas variables son: 
 
Diseño de técnicas psicológicas para mejorar la 
convalecencia. Basándonos en los resultados de 
los estudios anteriores, estas técnicas deberían ir 
dirigidas, por ejemplo, a aumentar el optimismo, 
mejorar las expectativas, etc. 
 
Modificación de la rutina hospitalaria. Otra mi-
sión del psicólogo debería consistir en intentar 
mejorar aquellos aspectos de la rutina hospitalaria 
que perjudiquen el bienestar del enfermo. Para es-
ta tarea, algunas de las variables citadas también 
deberían tenerse en cuenta. Así por ejemplo, el 
psicólogo debería asesorar sobre cómo asignar las 
habitaciones a los pacientes o sobre cómo debería 
ser el régimen de visitas. 
 
Participación en el diseño arquitectónico del 
hospital. Aunque cada vez nos estamos poniendo 
en un plano más utópico, si el objetivo del psicó-
logo es facilitar la recuperación, una de sus tareas 
debería ser la participación en el diseño arquitec-
tónico del hospital. Por ejemplo, a raíz de algunas 
de las variables que hemos comentado, el psicólo-
go podría proponer que en los hospitales hubiera 
un espacio para prácticas religiosas dado que rezar 
es una técnica de afrontamiento que consigue 
buenos resultados en personas muy creyentes. O 
también podría aconsejar sobre la decoración de 
la habitación para facilitar la distracción o relaja-
ción de los pacientes. 
 
2ª. Un segundo tipo de conclusión que podemos 
extraer si nos fijamos en la lista de variables ex-
puesta, es que todas ellas son factores estrecha-
mente ligados a la ansiedad. Esto es, si los pacien-
tes más optimistas son los que mejor se recuperan 
probablemente será porque son los que sufren 
menor ansiedad, o si por ejemplo los pacientes 
que comparten su habitación con enfermos ya 
operados son los que disfrutan una mejor conva-
lecencia es posiblemente porque les tranquiliza 
poder observar otras personas que han superado 
con éxito una intervención quirúrgica. Este tipo de 
razonamiento lo podríamos extender a todas las 
variables citadas, por consiguiente podríamos 
pensar que la ansiedad es la variable clave. De he-
cho es la variable que ha sido más estudiada como 
predictora de la recuperación. 
 Partiendo de esta segunda conclusión, no po-
demos acabar este apartado sin añadir a la lista 
expuesta la ansiedad prequirúrgica como prin-
cipal predictora de la recuperación. En general, se 
ha mostrado que la ansiedad prequirúrgica puede 
afectar a diferentes indicadores de recuperación 
como: el dolor, la toma de analgésicos y sedantes, 
la adaptación psicológica, la duración de la estan-
cia hospitalaria, las náuseas, las complicaciones, la 
frecuencia cardíaca, la temperatura corporal o la 
presión sanguínea. 
 
Mecanismos conductuales y fisiológicos 
responsables de la influencia de la an-
siedad prequirúrgica en la recupera-
ción postquirúrgica 
 
En el apartado anterior hemos afirmado que la an-
siedad prequirúrgica influye en la recuperación. 
Llegados a este punto nos podemos preguntar: 
¿Por qué los sujetos más ansiosos son los que peor 
170 J. Moix 
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se recuperan?. En otras palabras, ¿Cuáles son los 
mecanismos responsables de la influencia de la 
ansiedad en la convalecencia? 
 Algunas hipótesis y datos a este respecto 
apuntan hacia la existencia de dos tipos de meca-
nismo para explicar esta influencia: los conductua-
les y los fisiológicos. 
 
Mecanismos conductuales. Muchos de los indi-
cadores de recuperación que hemos ido mencio-
nando pueden depender, en gran medida, del 
comportamiento del enfermo, por ejemplo, la to-
ma de analgésicos y sedantes. Normalmente, 
cuando la administración de analgésicos y sedan-
tes no está pautada, las enfermeras los suministran 
cuando los pacientes se quejan. Quizás los pacien-
tes ansiosos son los que más se quejan y por ello 
reciben más analgésicos. 
 Otro indicador que podríamos pensar depen-
de, en cierta medida, del comportamiento del pa-
ciente es la duración de la estancia hospitalaria. Es 
posible que los pacientes con más ansiedad sean 
los que manifiesten de forma más acusada sus 
preocupaciones sobre su estado, retrasando, de es-
ta forma, la decisión de los médicos respecto al al-
ta. 
 Hay otros comportamientos que también pue-
den determinar, en parte, cómo será la convale-
cencia. Por ejemplo, podemos pensar que la for-
ma en que los enfermos siguen los consejos médi-
cos puede influenciar en cómo se recuperan. A es-
te respecto, podemos hipotetizar que los pacientes 
más nerviosos son los que peor siguen las instruc-
ciones de los médicos y por ello son los que tar-
dan más en recuperarse. 
 
Mecanismos fisiológicos. Partiendo de que la an-
siedad corre paralela a una activación fisiológica 
de los sistemas autonómico, neuroendocrino e in-
munitario (Valdés y De Flores, 1985), una segun-
da hipótesis es que la ansiedad afecta a la recupe-
ración a través de esta activación. Aunque todavía 
son pocas la investigaciones que han intentado 
comprobar esta hipótesis, los resultados hallados 
parecen corroborarla. 
 Por ejemplo, Holden-Lund (1988) llevó a ca-
bo un estudio en el que la mitad de los pacientes, 
con el fin de reducir su ansiedad, practicaron la re-
lajación y ejercicios de imaginación sobre la cura-
ción de la herida. Estos pacientes comparados con 
un grupo control, no sólo presentaron menos an-
siedad sino que también presentaron niveles infe-
riores de cortisol y tuvieron menos eritemas en la 
herida. Podemos hipotetizar que la curación de la 
herida fue más fácil en el grupo experimental por-
que presentó menos niveles de cortisol debido, a 
su vez, a su menor ansiedad. 
 Los trabajos de Linn, Linn y Klimas (1988 a y 
b), entre otros, corroboran igualmente la hipótesis 
de mediación fisiológica. En estos dos trabajos se 
pudo comprobar que los pacientes con más estrés 
prequirúrgico fueron los que tuvieron una respues-
ta inmunitaria inferior y los que presentaron más 
complicaciones. 
 
Técnicas psicológicas para reducir la 
ansiedad prequirúrgica y facilitar la re-
cuperación postquirúrgica 
 
Dado que, como hemos visto en los apartados an-
teriores, la ansiedad, ya sea a través de mecanis-
mos conductuales o fisiológicos, afecta a la recu-
peración postquirúrgica, se han realizado numero-
sas investigaciones con el fin de diseñar técnicas 
psicológicas dirigidas a disminuir esta emoción y 
así facilitar la recuperación postquirúrgica. 
 Uno de los primeros trabajos, ya clásico, en el 
que se observó la importancia del "tratamiento 
psicológico" para facilitar la recuperaciónfue el 
realizado por Egbert, Battit, Welch y Bartlett en 
1964. En este estudio se comprobó que un grupo 
de pacientes que había recibido la visita del anes-
tesista el día antes de la operación, comparado con 
un grupo al que sólo se le había administrado bar-
bitúricos, necisitó menos días para recuperarse, 
menos analgésicos y sufrió menos ansiedad. 
 Desde el estudio de Egbert y colaboradores, 
las investigaciones que se han realizado con el fin 
de comprobar la eficacia de las técnicas psicológi-
cas para reducir la ansiedad y facilitar la convale-
cencia han sido numerosas (véase, López-Roig, 
Pastor y Rodríguez-Marín, 1993). 
 Las técnicas psicológicas empleadas son muy 
variadas. En este apartado intentaremos describir-
las agrupándolas en cinco grandes grupos (esta 
agrupación la debemos considerar meramente di-
dáctica). 
Emoción y Cirugía 171 
anales de psicología, 1994, 10(2) 
 
 
Técnicas Cognitivas 
 
En este apartado incluiremos aquellas técnicas cu-
yo principal objetivo ha consistido en alejar los 
pensamientos negativos respecto a la operación y 
cuyo procedimiento para alcanzar dicho objetivo 
no se ha basado en técnicas conductuales sino más 
bien en métodos cognitivos. 
 
Apoyo psicológico. Llamamos técnica de apoyo 
psicológico a aquélla que se basa principalmente 
en crear un clima de confianza para poder hablar 
con el paciente de forma distendida sobre sus pre-
ocupaciones acerca de la operación. Aunque de 
todas la técnicas que describiremos en este apar-
tado, esta técnica es la menos estructurada, tam-
bién se consigue mediante su aplicación una facili-
tación de la recuperación (Moix, Casas, López, 
Quintana, Ribera y Gil, 1993; Shindler, Shook y 
Schwartz, 1989; Viney, Clarke, Bunn y Benjamin, 
1985). 
 
Distracción cognitiva. Esta técnica fue usada en 
el estudio de Pickett y Clum (1982). Según la des-
cripción de estos autores, la técnica consistió en la 
asociación de 10 imágenes de la operación segui-
das de 10 imágenes que dirigían la atención del 
paciente a una situación relajante. Los efectos 
conseguidos fueron: la reducción de la ansiedad y 
del dolor. 
 
Recordar. Esta técnica se utilizó en la investiga-
ción de Rybarczyk y Auerbach (1990) con gente 
mayor de 65 años y consistió: o en recordar acon-
tecimientos pasados positivos; o bien, en recordar 
ocasiones en las que gracias a la habilidad del su-
jeto se había superado con éxito algún obstáculo. 
Ambos procedimientos se mostraron efectivos. 
Los beneficios consistieron en la disminución de 
la presión sanguínea y la disminución de la ansie-
dad. 
 
Imaginación guiada. Durante la imaginación 
guiada, el paciente ha de realizar un viaje mental 
por todo el cuerpo hasta la herida y una vez allí 
imaginarse el proceso normal de curación. Esta 
técnica junto con la relajación, como ya hemos 
mencionado en otro apartado, se utilizó en el es-
tudio de Holden-Lund (1988). Los resultados in-
dicaron que los pacientes a los que se les aplicó 
esta terapia sufrieron menos ansiedad, liberaron 
menos cortisol y presentaron menos eritemas en la 
herida. 
 
Hipnosis. La hipnosis es otra de las técnicas que 
se ha utilizado en el ámbito de la cirugía. En este 
campo se utiliza sobre todo con el fin de tranquili-
zar al paciente antes de la operación y también pa-
ra sugestionarlo de que la misma va a ser un éxito 
y que la recuperación será fácil y rápida. Esta téc-
nica incluso se ha utilizado con el fin de disminuir 
la cantidad de anestesia necesaria para la interven-
ción (Rauscher, 1985). Los beneficios consegui-
dos mediante la hipnosis son muchos, como la 
disminución de: la ansiedad, los analgésicos, los 
días de estancia hospitalaria, las complicaciones, 
etc. (Véase la revisión de Blankfield, 1991). 
 
Técnicas Conductuales 
 
El objetivo de las técnicas conductuales es la co-
laboración activa del paciente en su recuperación. 
Para ello se dan al paciente instrucciones compor-
tamentales específicas. 
 
Relajación. Habitualmente, se entrena al paciente 
en relajación antes de la intervención quirúrgica y 
se le anima a que la practique diariamente durante 
su convalecencia. Los beneficios conseguidos 
mediante esta técnica son muchos (Leserman, 
Stuart, Mamish y Benson, 1989; Manyande, Cha-
yen, Priyakumar, Smith, Hayes, Higgins, Kee, 
Phillips y Salmon, 1992; Markland y Hardy, 
1993): disminución de la ansiedad, reducción de 
la toma de analgésicos, disminución de la presión 
sanguínea y la frecuencia cardíaca, etc. 
 
Modelamiento. Esta técnica se utiliza principal-
mente en niños. Consiste, normalmente, en la vi-
sualización de un vídeo donde se muestra a un ni-
ño afrontando correctamente las diferentes etapas 
de la hospitalización. Este método ha resultado 
efectivo para reducir la ansiedad y las conductas 
problemáticas que suelen mostrar los niños (Me-
lamed y Siegel, 1975; Pinto y Hollansworth, 
1989). Dado que el comportamiento y ansiedad 
de los niños dependen estrechamente de la ansie-
dad que muestran sus padres, el modelamiento 
172 J. Moix 
anales de psicología, 1994, 10(2) 
también se ha utilizado con estos últimos. Esto es, 
lo padres visualizan una película donde se puede 
observar no sólo a un niño sino también a sus pa-
dres afrontando correctamente la situación quirúr-
gica. Utilizando esta técnica se ha podido com-
probar que los niños presentan menos conductas 
maladaptativas y los padres menos estrés durante 
la hospitalización (Zastowny, Kirschembaum y 
Meng, 1986). 
 
Suministro de intrucciones conductuales espe-
cíficas para facilitar la recuperación. Las instruc-
ciones conductuales que se facilitan a los pacien-
tes dependen mucho del tipo de operación a la que 
han de someterse. Sin embargo, en general po-
dríamos decir que éstas suelen hacer referencia a 
cómo el paciente debe: moverse después de la in-
tervención, toser, y respirar profundamente. Aun-
que muchos de estos consejos ya suelen darse por 
parte de las enfermeras o médicos, éstos no las 
suelen facilitar de forma tan sistemática y prestan-
do tanta atención al factor motivación para llevar-
las a cabo como cuando estas instrucciones for-
man parte de técnicas psicológicas. Los beneficios 
que se obtienen al suminstrar estas instrucciones 
son difíciles de evaluar puesto que normalmente 
dichas instrucciones forman parte de técnicas pa-
quete donde se combinan diferentes métodos para 
facilitar la recuperación. 
 
Técnicas Informativas 
 
La técnica más utilizada con pacientes quirúrgicos 
se basa en informar a los pacientes acerca de la 
operación y la hospitalización. Esta técnica posee 
diferentes modalidades que vienen determinadas 
por cómo y qué tipo de información se facilita. 
 Respecto a la forma de suministrar informa-
ción, ésta se puede facilitar a través de folletos, 
cassettes, vídeos o mediante la simple conversa-
ción. 
 En cuanto al contenido, existen dos clases de 
información. Una es la que hace referencia al pro-
cedimiento. Es decir, se informa al paciente sobre 
la naturaleza de las diferentes fases: pre, intra y 
postquirúrgica. El segundo tipo de información se 
centra en las sensaciones que probablemente el 
paciente sentirá como: el dolor, la somnolencia, 
rigideces, etc. Evidentemente, en muchos casos la 
información hace tanto referencia al procedimien-
to como a las sensaciones. 
 La eficacia de las técnicas informativas de-
pende en gran medida del estilo de afrontamiento 
de los pacientes. Diversas investigaciones (Auer-
bach, Martinelli y Mercuri, 1983; Greene, Zeich-
ner, Roberts, Callahan y Granados, 1989; Lud-
wick-Rosental y Neufeld, 1993; Miller y Mangan, 
1983; Shipley, Butt, Horwith y Fabry, 1978; Shi-
pley, Butt y Horwitz, 1979) demuestran que la in-
formación produce efectos beneficiosos a los pa-
cientes "vigilantes" (sujetos que normalmente in-
tentan superar las situaciones estresantes obte-
niendo la máxima informaciónsobre las mismas) 
mientras que incluso puede provocar efectos con-
traproducentes en personas "evitadoras" (sujetos 
que no suelen querer ningún tipo de información 
intentando superar la ansiedad sin pensar en el 
problema). 
 
Técnicas Combinadas 
 
En los apartados anteriores hemos comentado 
técnicas de un sólo componente, pero en muchos 
casos estos componentes se combinan. Así pode-
mos utilizar por ejemplo la relajación junto con 
técnicas informativas, apoyo psicológico más in-
trucciones conductuales, etc. Una técnica que po-
demos considerar combinada ya que incluye tanto 
elementos cognitivos como conductuales es la 
"Inoculación al estrés" que igual que en otros 
ámbitos también se aplica en cirugía, mostrándose 
efectiva (Amir, Zlotogorski y Isac, 1990; Wells, 
Howard, Nowlin y Vargas, 1986). 
 
Técnicas Intraoperatorias 
 
 Dentro de esta categoría encontramos técnicas 
muy distintas a las descritas hasta el momento, 
puesto que éstas se aplican durante el periodo in-
traoperatorio mientras el paciente se encuentra to-
talmente anestesiado. 
 Esta técnicas se basan en la idea de que es po-
sible el procesamiento de la información durante 
la anestesia general. De hecho varios estudios con-
firman esta hipótesis (véase la recopilación de 
Bonke, Fitch y Millar, 1990). 
 Uno de los estudios realizados a este respecto 
Emoción y Cirugía 173 
anales de psicología, 1994, 10(2) 
es el de Jelicic, Wolters, Bonke y Phaf (1992). Es-
ta investigación se llevó a cabo con 81 pacientes 
que debían ser sometidos a una intervención bajo 
anestesia general. Estos pacientes fueron asigna-
dos al azar a dos grupos: al experimental, durante 
la anestesia, se le presentó a través de auriculares 
dos nombres de frutas (pera y banana) y dos nom-
bres de colores (amarillo y verde) repetidamente; 
al grupo control sólo se le presentaron sonidos del 
mar. Una vez despertados de la anestesia, se les 
preguntó si recordaban algo de lo sucedido duran-
te la intervención. Como podemos suponer, nin-
gún paciente recordaba nada de lo ocurrido. 
Cuando se les pidió que dijeran los primeros 
nombres de frutas y colores que "les vinieran a la 
cabeza", el grupo experimental señaló, de forma 
significativa, un mayor número de veces los nom-
bres presentados durante la anestesia que el grupo 
control. 
 Si, como el estudio anterior parece indicar, 
existe algún tipo de procesamiento de la informa-
ción durante la ansestesia, es lógico que se hayan 
diseñado técnicas terapéuticas basadas en este 
descubrimiento. Estas técnicas consisten en facili-
tar sugestiones de una fácil y rápida recuperación, 
normalmente mediante auriculares, mientras el 
paciente está anestesiado. 
 Uno de los trabajos en el que se comprueba 
que este tipo de técnicas es eficaz es el de Evans y 
Richardson (1988). Estos autores utilizaron el mé-
todo de las sugestiones intraoperatorias con 39 
mujeres que debían someterse a una histerecto-
mía. Estas mujeres fueron repartidas al azar en dos 
grupos: al grupo experimental se le facilitó suges-
tiones terapéuticas a través de auriculares; al gru-
po control también se le colocaron auriculares pe-
ro el cassette no contenía ningún mensaje. Los re-
sultados indicaron que las mujeres del grupo ex-
perimental estuvieron menos días en el hospital, 
presentaron menos fiebre, sufrieron menos tras-
tornos intestinales y fueron evaluadas como más 
recuperadas por parte de las enfermeras. 
 Todavía son pocas las investigaciones realiza-
das en esta línea y, en algunos casos, los resulta-
dos son contradictorios. Por ello, aunque aun es 
pronto para sugerir que se incorporen estas técni-
cas en la rutina hospitalaria, los resultados son su-
ficientemente alen-tadores para proseguir los es-
tudios en este campo. 
 
Conclusiones 
 
Del presente artículo se pueden extraer tres con-
clusiones generales: 
 
1) Los factores psicológicos, especialmente la an-
siedad, afectan a la recuperación postquirúrgica. 
Los pacientes más ansiosos son los que sufren 
una recuperación más larga y difícil. 
 
2) Los mecanismos por los cuales la ansiedad 
afecta a la recuperación son de dos tipos: con-
ductuales y fisiológicos. 
 
3) Las técnicas psicológicas empleadas con pa-
cientes quirúrgicos parecen ser efectivas para 
reducir la ansiedad prequirúrgica y facilitar la 
recuperación (Véase el meta-análisis de Johns-
ton y Vögele, 1993). 
 
 
 
Referencias bibliográficas 
 
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