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el problema del ser

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 1. EL PROBLEMA DEL SER COMO PROBLEMA CAPITAL DE LA FILOSOFÍA 
por Juan Manuel del Moral Desde el comienzo de la filosofía, el problema del ser 
representó el asunto capital del pensar. La pregunta por el origen de todas las cosas es la 
cuestión fundamental que se plantea el pensamiento griego presocrático: la pregunta por 
el arché, por el ser primigenio de donde todo proviene, la cuestión relativa a la 
estructura del universo entendido como un todo, las primeras cosmologías, las 
concepciones metafísicas iniciales. Puede decirse que la filosofía entendida en un 
sentido muy general como la reflexión del hombre sobre sí mismo y sobre el mundo es 
tan originaria como la humanidad pensante misma, pero es en Grecia donde el asombro 
despierta el interés racional y donde surge por lo tanto en sentido estricto el pensar 
filosófico en cuanto tal. Se trata del pensamiento teórico, que no está sometido al 
servicio del hacer y que tiene como objeto lo más general, el ser, lo que es común a 
todas las cosas. Fue, como sabemos, la escuela de Mileto la que marcó el inicio de la 
historia de la filosofía. Bajo la dirección de la pregunta por el principio generador de 
todos los entes, los filósofos jónicos trazaron el rumbo de todo el pensamiento 
presocrático. Con Platón y Aristóteles se abre una nueva ruta de reflexión y análisis. Ya 
no se trata propiamente de la pregunta por el principio de todo lo que existe en el 
sentido de la sustancia o actividad de donde todo se deriva, sino de la acuñación de los 
conceptos racionales mediante los cuales pueden ser representados los aspectos que son 
comunes a todas las cosas: el ser de los entes. Las Ideas platónicas son las formas 
universales de las que participan los entes individuales, por eso el asunto central de la 
doctrina del eidos estriba en la determinación de los distintos modos en que puede 
explicarse dicha participación. Con Platón se inaugura como tema fundamental de la 
filosofía el cultivo del planteamiento de este problema: ¿qué relación se da entre lo 
inmutable y eterno (el mundo eidético) y lo variable y finito (el mundo empírico). 
Aristóteles, por su parte, denominó filosofía primera a la ciencia de los primeros 
principios y las primeras causas. A ella pertenece necesariamente la reflexión sobre 
Dios como causa primera, la teoría del motor inmóvil. Pero también le concierne la 
elaboración de los conceptos más generales a partir de los cuales puede ser aprehendido 
el ser de los entes (las categorías). Teología y ontología constituyen, pues, las dos 
direcciones en que Aristóteles desarrolla la filosofía primera. Esta duplicidad habrá de 
resultar decisiva en el desenvolvimiento de la filosofía subsiguiente; de ella proviene la 
esencia ontoteológica de todas las metafísicas posteriores. 
 
 2. No obstante, Aristóteles nunca escribió el tratado de Metafísica que conocemos. Los 
catorce libros que componen dicho texto fueron reunidos después de su muerte, 
tomándose como criterio las conexiones y puntos de contacto entre materiales que 
habían sido redactados en tiempos y circunstancias distintas y con propósitos muy 
diversos. No es entonces que la teología y la ontología fuesen desarrolladas desde la 
perspectiva de su articulación unitaria, sino que se trata de dos momentos diferentes de 
la producción intelectual aristotélica: la teoría del motor inmóvil corresponde a los 
escritos tempranos, al período en que Aristóteles era todavía miembro de la Academia 
de Platón, la teoría de las categorías y su orden, pertenece en cambio al Aristóteles 
tardío. Con todo, la doble dirección (ontología y teología) de los estudios que fueron 
compilados bajo el nombre de Metafísica —cuya acuñación no designa más que el lugar 
en que fueron colocados en la edición de Andrónico de Rodas: los escritos que siguen a 
los tratados de física— esta doble dirección marca la pauta de la filosofía posterior. 
Pues a pesar de que el nombre de “metafísica” no se deriva del contenido temático de 
los escritos aristotélicos editados bajo dicho título, pronto aparecieron las justificaciones 
de su pertinencia: la metafísica entendida como doctrina de las cosas que están más allá 
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de la física, las cosas suprasensibles. Esta acepción domina por entero la historia de la 
filosofía occidental. Metafísica es desde entonces el conocimiento del ente en cuanto 
ente y del ente en total, lo mismo que el conocimiento del ente supremo a partir del cual 
se determina el ente en total: Dios, lo más elevado de todas las cosas. El problema de la 
falta de una suficiente aclaración de la conexión entre ontología y teología en la 
metafísica aristotélica encuentra su pretendida superación en la metafísica cristiana. La 
totalidad de los entes pasa a ser dividida en tres grandes regiones: Dios, la Naturaleza y 
el hombre. De estas tres regiones se ocupa respectivamente la teología, la cosmología y 
la psicología, juntas forman la llamada metaphysica specialis; mientras que del estudio 
del ente en cuanto ente, el ente en general, se ocupa lametaphysica generalis. Con el 
advenimiento de la modernidad surge la preocupación por fundamentar la metafísica 
como ciencia rigurosa. La búsqueda de los criterios de certidumbre del conocimiento 
representa la problemática central de la filosofía moderna, en torno a ella giran las 
principales discusiones entre los autores más representativos de la época. Se exige para 
la metafísica un rigor y una solidez semejantes a las de la física. Se piensa que la 
matemática concebida como ciencia universal del orden puede proporcionar el 
cumplimiento de esa exigencia. En los siglos XVII y XVIII el cultivo de la metafísica 
atiende principalmente al establecimiento de los criterios normativos del saber y de las 
 
 3. posibilidades de su aplicación fuera del mundo empírico. ¿De qué se puede tener 
certidumbre y cuáles son sus límites? Esta nueva orientación del quehacer metafísico, 
que antes de dirigirse a su objeto se cuestiona sobre las condiciones de posibilidad de su 
conocimiento, tiene como fundamento la nueva posición que el hombre pasa a ocupar 
en el mundo moderno. La modernidad es el movimiento de la liberación del hombre de 
la autoridad de la Iglesia y de la fe y, como consecuencia de esta liberación, el 
surgimiento de una nueva posición en la que la única autoridad que se reconoce es la de 
la razón fundada en sí misma. La figura del ego cogito cartesiano como fundamento 
único de certidumbre constituye el reemplazamiento del Ente Supremo de la metafísica 
medieval por la Razón como instancia única de legitimidad y de validez en toda 
empresa del conocimiento. Sólo es verdadero aquello que es transparente a la razón, 
aquello que la razón puede poner a disposición del representar humano y mantenerlo 
dentro de los límites de su certeza, cuyas reglas provienen de la razón misma. La 
consolidación de la física-matemática moderna como modelo de cientificidad pone en 
circulación la convicción de que el éxito de toda empresa cognoscitiva depende del 
proceder metódico y del rigor sistemático de su realización. La confianza en el poder de 
la razón regida estrictamente a partir de reglas que se fundan en ella misma, abre el 
camino a la idea de que ningún sector de la realidad, tampoco el de los problemas de la 
metafísica, puede resistirse a su potencia y capacidad. Pero igualmente da lugar también 
a la creencia de que la auténtica y única función de la razón es la auscultación de la 
naturaleza y su disposición al servicio del hombre. Mientras el siglo XVII se distingue 
por la aspiración a la construcción de grandes sistemas metafísicos, el XVIII se 
caracteriza por la posición contraria, por acabar por ver en el cultivo de los problemas 
metafísicos tradicionales un campo temático inútil y sin sentido. En lugar delas 
explicaciones generales sobre la esencia de las cosas o sobre la búsqueda de sus causas 
últimas, la atención del hombre debe concentrarse en la simple observación de los 
fenómenos y de sus encadenamientos empíricos. El materialismo mecanicista del siglo 
XVIII surge como una reacción contra la metafísica anterior. Todos los procesos de la 
naturaleza, todo el orden de las cosas se reduce por completo a la materia y a su 
movimiento. Los problemas relativos al mundo suprasensible son pseudoproblemas. La 
esfera de lo que se suele denominar espiritual no es más que un epifenómeno del 
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acontecer material. No hace falta reflexionar mucho para advertir que esta nueva visión 
no supone la cancelación de la metafísica en cuanto tal, sino que constituye más bien la 
 
 4. sustitución de una metafísica por otra, en la medida en que se trata de la elaboración 
de una nueva concepción de la totalidad de lo existente. Este es el estado de cosas con el 
que se encuentra Kant. Por un lado la existencia de grandes construcciones metafísicas 
inconsistentemente elaboradas debido a la ausencia de una previa crítica de los alcances 
de la razón humana: una metafísica dogmática –dirá Kant. Por el otro, la convicción de 
que la metafísica en cuanto tal, catalogada tradicionalmente como la reina de las 
ciencias, constituye de suyo un campo de problemas sin sentido o una empresa 
imposible para la razón humana. Fue Hume, dice Kant, quien lo hizo despertar de su 
sueño dogmático. Kant se apropia por su cuenta del propósito principal que Hume se 
planteó respecto de la construcción de una ciencia de la naturaleza humana: la 
determinación de los alcances y límites de la razón. La Crítica de la Razón Pura tiene 
como objetivo capital responder a la pregunta por las condiciones de posibilidad 
internas de la metafísica mediante el análisis riguroso del uso de la razón respecto de los 
problemas que trascienden la esfera del mundo empírico. Como sabemos, la conclusión 
a la que llega Kant es negativa: el uso especulativo de la razón no puede conducir a 
conocimientos firmes, la metafísica no es posible como ciencia. Este resultado, sin 
embargo es altamente provechoso: la razón humana obtiene un gran beneficio, dice 
Kant, si es capaz de establecer la línea de demarcación entre lo que se puede saber 
legítimamente y lo que no. Por otra parte, no queda excluida la metafísica en su 
totalidad. La única dimensión en la que la razón no puede tener control de su propio 
desempeño es sólo la metaphysica specialis (el conocimiento del ente suprasensible) no 
así la determinación del ente sensible: la metaphysica generalis. En la propia búsqueda 
del establecimiento de los límites y alcances del conocimiento reside el carácter 
ontológico de la investigación emprendida por Kant. Pues no se trata sólo y 
exclusivamente de la determinación de la capacidad de nuestras facultades 
cognoscitivas, sino también y en la misma medida de la determinación de la naturaleza 
y estructura del objeto del conocimiento. En ese sentido, la Crítica de la Razón Pura es 
una ontología del ser del ente empírico en su totalidad. 
 
 5. Con Kant se inicia el movimiento del denominado idealismo alemán. Fichte, 
Schelling y Hegel son sus principales exponentes. El desarrollo de la filosofía 
trascendental iniciada por Kant y la búsqueda de las condiciones de la fundamentación 
de la metafísica como ciencia siguen siendo la tarea principal. Es Hegel la figura 
predominante. El denominado sistema de la dialéctica especulativa es la elaboración 
última que la filosofía hegeliana ofrece como la fundamentación y el establecimiento 
definitivo de la metafísica como ciencia. La auténtica figura en que existe la verdad no 
puede ser más que el sistema científico de ella, pues lo absoluto es concepto y en esa 
misma medida la exposición sistemática es su única representación adecuada. Hegel 
estaba convencido de que todo el pensamiento anterior no era más que el camino que 
conducía a su sistema, presentado como la verdadera realización de la filosofía. Por eso 
el sistema hegeliano representa la figura en la que la metafísica llega a su consumación 
propiamente dicha: lo absoluto puede ser objeto legítimo de conocimiento. Pero lo 
absoluto no es lo suprasensible puro trascendente al mundo; lo absoluto es inmanente a 
lo finito y empírico y tiene en esta dimensión su única y auténtica realidad. Ahora bien, 
el pensamiento hegeliano es el último gran sistema de la historia de la filosofía. Fuera 
de los ulteriores intentos de Husserl de establecer en el método fenomenológico la 
constitución de la filosofía como ciencia, prácticamente todo el pensamiento posterior al 
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idealismo clásico alemán se caracteriza por rehuir del espíritu de sistema. En Marx, 
Nietzsche y Kierkegaard, la filosofía hegeliana encuentra sus más inmediatos 
oponentes. Los dos primeros por cuanto reniegan del carácter teológico de toda la 
metafísica, incluyendo la de Hegel; Kierkegaard, al contrario, porque coloca el valor de 
la fe por encima del saber. Al margen de sus diferencias, las posiciones marxista y 
nietzscheana comparten un propósito común: la desmitificación de la metafísica como 
conocimiento de lo suprasensible y de su necesidad. Pero se trata estrictamente de la 
metafísica tradicional, no de la cancelación de toda ontología en cuanto tal. 
Independientemente de las discrepancias de Marx con Hegel, el pensamiento marxista 
se mueve dentro de la órbita de la dialéctica hegeliana. Mediante la inversión de ésta, el 
marxismo elabora una nueva ontología del ser social en oposición a las interpretaciones 
metafísicas de la historia, cuyo último ejemplar es la de Hegel. Es indiscutible que se 
trata de un rompimiento con la filosofía tradicional, pero no en manera alguna de la 
negación de la validez de toda ontología. Lo mismo pasa con Nietzsche, cuya teoría de 
la voluntad de poder es la concepción ontológica que Nietzsche ofrece a cambio de la 
metafísica tradicional a la que fuertemente se opone: la negación del mundo 
suprasensible, la 
 6. reducción de la totalidad de lo existente a la esfera del mundo empírico concebido 
como el único mundo real. Por el lado del positivismo la reacción contra la metafísica 
tradicional tiene sus propias peculiaridades. El positivismo refrenda las mismas 
objeciones del materialismo del siglo XVIII: debe prohibirse a nuestra inteligencia toda 
investigación sobre las causas últimas de los fenómenos, éstos están sujetos a cierto 
número de leyes invariables que no son otra cosa más que las relaciones constantes de 
semejanza y sucesión que los hechos tiene entre sí, el objeto del conocimiento se 
circunscribe al ámbito de las relaciones empíricas. El positivismo no desecha la 
metafísica por considerarla imposible para la razón humana, sino por pensar que la 
pretensión de ir más allá de los hechos constituye un paso en falso de nuestra razón. No 
es que el conocimiento metafísico le sea inaccesible al hombre, lo que sucede es que 
más allá de la experiencia no hay nada que buscar. Todo lo que existe es físico y como 
tal pertenece al complejo de la naturaleza. Pero esta concepción fisicalista o naturalista 
es ya por sí misma una concepción ontológica del ente en su totalidad. Todas las 
posiciones que niegan la validez de la metafísica como conocimiento de lo 
suprasensible y restringen la totalidad del ente al mundo empírico no dejan de ser, por 
ello mismo, posiciones metafísicas. También el neopositivismo o positivismo lógico —
al sostener que además de las proposiciones formales (las de la lógica y la matemática 
pura) las únicas proposiciones significativas son las proposiciones fácticas, es decir, las 
que son verificables empíricamente— al sosteneresto, asume necesariamente una 
posición ontológica que consiste en recortar la totalidad de lo real en la totalidad de los 
hechos. En este recorrido histórico sobre el concepto de metafísica la figura de 
Heidegger no puede faltar. Se trata de un pensador cuya producción intelectual entera 
está dedicada a los problemas de la ontología. Desde El ser y el tiempo toda la obra de 
Heidegger se caracteriza por llevar a cabo una interpretación crítica de la historia de la 
metafísica a partir de lo que su autor denomina la experiencia fundamental del olvido 
del ser. El olvido del ser es para Heidegger el olvido de la diferencia ser y ente, y abarca 
la historia entera de la filosofía. Toda metafísica desde Aristóteles hasta Nietzsche, dice 
Heidegger, en la medida en que concibe el ser como fundamento, piensa el ser desde su 
referencia al ente. Pero el olvido del ser en cuanto tal no es una omisión de la metafísica 
en el sentido de un 
 7. defecto o error, sino un rasgo de su naturaleza propia. La metafísica, concebida 
desde Aristóteles como indagación de los primeros fundamentos y causas, es, para 
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Heidegger, una dimensión cerrada a la posibilidad de la experiencia del ser como 
develamiento. Heidegger hace hincapié en que desde su comienzo propiamente dicho, 
con Platón y Aristóteles, la metafísica se inscribe en el ámbito de la interpretación 
técnica del pensar. La filosofía es concebida como “técnica de aclaración desde las 
últimas causas... el procedimiento del meditar se pone al servicio del hacer y del 
ejecutar”. Este fenómeno también está ligado al olvido metafísico del ser: “el ser como 
elemento del pensar ha sido abandonado en la interpretación técnica del pensar” a la 
cual pertenece originariamente la metafísica. Por eso el olvido del ser no es una 
limitación de ésta que pueda corregirse dentro de ella misma. La experiencia del ser 
como develamiento representa un salto fuera de la dimensión del pensamiento 
tradicional. No es extraño, entonces, que para Heidegger la consumación de la 
metafísica sea el dominio planetario de la técnica contemporánea. Sólo a la luz de la 
interpretación de la metafísica como técnica de aclaración de fundamentos y causas 
puede entenderse cómo y por qué Heidegger declara que la consumación de la 
metafísica es la cibernética, que esta consumación es la reconcentración de sus 
posibilidades más extremas y que por ello es menester salir de la dimensión técnica del 
pensar, es decir, salir de la metafísica, en cuyo final se encuentra situado el hombre 
contemporáneo. Toda reflexión sobre lo que ahora es, dice Heidegger, sólo puede 
prosperar si se mantiene un diálogo con la historia de la filosofía, pues en la 
configuración científico-técnica del mundo contemporáneo se cumple en su máxima 
plenitud el sentido esencial de todo el pensamiento filosófico occidental en su conjunto. 
La importancia que Heidegger le atribuye a la modernidad a este respecto es decisiva. 
La modernidad abre el ámbito del dominio técnico del mundo, cuyo despliegue 
planetario se consuma en la época actual. La agudeza de Heidegger estriba en 
desentrañar el sentido ontológico de los fenómenos que caracterizan la época moderna y 
mostrar la pertenencia esencial de la configuración del mundo contemporáneo al 
proceso histórico que se inicia con ella. Según él, sólo a la luz de una reflexión sobre el 
significado de la técnica como destino histórico, cuyo origen se remonta a la antigüedad 
clásica y cuya consumación se inicia en la modernidad, puede el hombre actual hacerse 
cargo de su situación histórica fundamental. 
 8. Otra figura importante, respecto del significado y sentido del concepto de 
metafísica en el panorama de la filosofía actual, es Bergson. Seguramente se trata de un 
pensador de menor estatura que Heidegger y por lo mismo menos leído y menos 
nombrado, pero al fin y al cabo de un filósofo que asume una posición propia. Para 
Bergson la tarea principal que le corresponde a la filosofía por lo que respecta a la 
metafísica es su deslinde de la ciencia positiva. El conocimiento, dice Bergson, transita 
en dos direcciones completamente distintas: una es la de la disposición de su objeto en 
vista de la medida, a través de relaciones y comparaciones; la otra es la interiorización 
directa e inmediata en la esencia del objeto. El primer método, agrega Bergson, 
conviene al estudio de la materia y el segundo al del espíritu. Bergson denomina 
respectivamente ciencia y metafísica a estos dos conocimientos. La dirección que sigue 
el conocimiento cuando procede a establecer relaciones y comparaciones a través de las 
cuales describe y analiza su objeto, desemboca en la obtención de un saber meramente 
relativo del mismo, pues todo análisis es, dice Bergson, una traducción, un desarrollo a 
través de símbolos por cuya mediación expresamos una cosa en función de lo que ella 
no es, a diferencia del otro camino que consiste en instalarse de un salto en el interior 
del objeto y en virtud del cual se alcanza la aprehensión de su esencia absoluta. En esta 
dirección no se requiere de símbolos ni de esquemas de traducción ningunos, aquí opera 
sólo la intuición como un acto puro por medio del cual se aprehende de manera directa e 
inmediata lo que la cosa tiene de única e inexpresable. La ciencia positiva, dice 
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Bergson, trabaja ante todo sobre símbolos, la metafísica en cambio es una ciencia que 
puede prescindir de ellos. Hay por lo menos una realidad que todos aprehendemos 
desde adentro, por intuición y no por simple análisis. Se trata de nuestro propio ser en 
su fluencia a través del tiempo. Este es el auténtico objeto de la metafísica: nuestro yo 
como “yo que dura”, el tiempo como tiempo vivido, como duración pura, cuya esencia 
no puede ser captada más que por intuición. Esta intuición reside ante todo en la 
duración interior, es, dice Bergson, “la visión directa del espíritu por el espíritu”. 
Bergson hace hincapié en la necesidad de pensar la esencia del tiempo fuera del 
horizonte de la ciencia positiva. Sostiene que el pensamiento científico como 
prolongación del uso de la inteligencia al servicio de la vida proporciona un concepto de 
tiempo inerte y vacío que nada tiene que ver con el tiempo real, con la duración pura. La 
metafísica tiene su propio objeto y su propio método, es un error querer fundarla a partir 
del modelo proporcionado por la idea de la ciencia. 
 9. El recorrido que hemos hecho muestra claramente la importancia del quehacer de la 
metafísica a lo largo de toda la historia de la filosofía. Indudablemente falta la 
incorporación de muchos nombres, como hacen falta también muchos pormenores, 
matices y precisiones, pero es un hecho que los autores aquí mencionados representan 
las figuras más relevantes de la filosofía occidental. PROBLEMAS ONTOLÓGICOS 
(PROBLEMA DEL SER) La ontología suele identificarse con la metafísica, la cual es 
aquella parte de la filosofía que se ocupa en determinar el por qué de las cosas. Para 
Aristóteles la metafísica se ocupará de los primeros principios y las primeras causas de 
las cosas. Esta filosofía primera, metafísica, es la que deberá explicar los fundamentos 
últimos de todas las cosas. De este modo, podríamos decir que la metafísica de 
Aristóteles es una teoría del ser o una ontología. Pues bien: “preguntarse sobre el 
sentido del ser equivale a tratar de explicar la sustancia del universo, siempre que 
entendamos por sustancia el sustrato último, la base o punto de apoyo de la realidad. 
Así, Aristóteles no se preocupa de aquellos elementos del ser que pueden ser variables y 
contingentes, sino de aquellos que son constantes y comunes a todos los individuos.” 
Aristóteles no busca definir el ser de las cosas por sus accidentes,sino por lo que él 
denomina sustancia, es decir, por aquello que no cambia o bien, que permanece 
invariable. Por ejemplo, lo sustancial en el hombre es que sea racional y viva en 
sociedad, y accidental será que sea alto, delgado, blanco, moreno, etc. Los primeros 
filósofos de la antigüedad griega (Tales de Mileto, Anaxímenes, Anaximandro) tienen 
como problema fundamental un problema metafísico. El mundo sensible es un mundo 
cambiante, en un eterno nacer y morir (ser y no ser). En otras palabras, el mundo a los 
ojos del hombre aparecen como lleno de contrariedades. Ante esta visión cambiante del 
mundo natural, los filósofos griegos se preguntan ¿cuál es el verdadero ser de las cosas? 
¿existe un principio al que en medio del cambio infinito (generación y corrupción) se le 
puede considerar como permanente y estable? Llegar a conocer este principio 
explicativo de las cosas es sólo posible por la vía del logos o de la razón y no por vía de 
los sentidos que sólo registran un mundo de contradicciones y de meras apariencias. El 
problema del ser, visto antológicamente, es sólo una parte o enfoque sobre la pregunta 
del ser en general; incluso, para algunos no habría diferencia entre Ontología y 
Metafísica. 
 10. Pero, preferimos diferenciar ambas disciplinas, así que hablaremos del problema 
del ser desde el punto de vista de las formalidades de los objetos materiales o concretos. 
Lo primero que se debe explicar es que todo lo que existe en la realidad como seres 
concretos, son seres orgánicos e inorgánicos, y dentro de esta realidad no existen más 
seres; pero en una realidad abstracta hay seres que existen, pero no son concretos. Lo 
segundo es el nombre de cada ser, que no es lo mismo qua cada ser; por ejemplo, tú no 
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te agotas en el nombre Pedro, eres más que eso. En tercer lugar, la forma como se utiliza 
el concepto ser es, a veces, a manera de afirmaciones: “yo soy un ser humano, racional, 
etc.”, y, otras, como un atributo: “ser bueno, honesto, malo, etc”. Asimismo, el concepto 
ser es una relación al actuar como verbo. bueno, honesto, ser malo, etcétera”. 
Asimismo, el concepto ser es una relación al actuar como verbo. En cuarto lugar se 
explica que lo que soy, en parte son mis características, que en conjunto conforman mi 
ser. 
 11. ONTOLOGIAINTRODUCCIÓN La metafísica se centra en la naturaleza de la 
realidad última, este estudio se divide en Ontología, que es el estudio de los principios 
que componen el universo, y de la metafísica propiamente hablando, que estudia los 
rasgos generales de la realidad. La metafísica permite realizar un análisis acerca del ser 
y su trascendencia, a través de la realidad, al principio estas cuestiones se dieron 
respecto al cosmos y el principio del arjé, pero luego fue evolucionando hacia el hombre 
y su papel como ser en el entorno que le rodea. La metafísica como ciencia siempre ha 
sido un punto fuerte de discusión para los filósofos, ya que es difícil establecer un 
principio que explique porque el hombre es ser, vivo, pensante y mucho más tratar de 
otorgar un método que asista en la carrera continua del hombre para ser mejor, es decir 
que permita que las capacidades especiales que reconocen al hombre como algo especial 
se desarrollen completamente y permitan llegar al ser. La metafísica es importante en 
las “ciencias” de la filosofía, pues define al hombre como hombre y lo reconoce como 
un ser superior que trasciende.  OBJETIVOS  OBJETIVO GENERAL Identificar las 
características de la metafísica en la filosofía a través de la historia  OBJETIVOS 
ESPECIFICOS -Reconocer la importancia de la metafísica como ciencia del ser -
Comprender las características de la metafísica en cada una de las épocas de la filosofía 
- Explicar cuales fueron los principales filósofos de cada época y en que consistían sus 
puntos de vista  VOCABULARIO APEIRÓN: El principio de todas las cosas según 
Anaximandro, es una sustancia intangible, invisible e infinita. DEMIURGO: Es el 
responsable último de la creación del universo material, que atrapa la esencia divina de 
la humanidad. DEVENIR: Realidad entendida como proceso de cambio, proceso 
mediante el cual algo se hace o llega a ser. 
 12. DOGMA: Punto capital de un sistema, filosofía o religión que es proclamado 
cierto e innegable METAFÍSICA: Disciplina filosófica que trata de la esencia de la 
realidad total y entraña una concepción total de la vida y del universo. SER: esencia o 
naturaleza, ente SUSTANCIA: Lo que hay de permanente en un ser, a lo cual son 
inherentes las cualidades estados y actividades perceptibles RACIONALISMO: 
Doctrina epistemológica, opuesta al empirismo que considera a la razón como fuente 
principal y única del conocimiento humano en general. REALISMO: Afirma la 
existencia de objetos reales independientes de la conciencia y asequibles a nuestras 
capacidades cognoscitivas.  ONTOLOGÍA Y METAFÍSICA La metafísica es la 
filosofía primera según Aristóteles, fue llamada así por el filósofo peripatético griego 
Andrónico de Rodas en el siglo I a. C. (año 70 a. C.), cuando recopilo los 14 libros de 
Aristóteles que estaban “más allá de la física”. Esta palabra a adquirido un carácter que 
la hace referirse a cosas que trascienden la realidad humana, que no pueden ser 
explicadas por leyes o causas. Al contrario, para la filosofía la palabra se refiere a todo 
lo que es la realidad. El nombre más reciente que se le ha dado es el de ontología 
(óntos- lógos, ciencia o tratado del ente, o idea del ser), fue utilizado por primera vez 
por Johannes Clauberg (1974), se popularizo en el siglo XVII y en el siglo XVIII con 
Christian Wolf. Tanto así los dos nombre pasaron a se sinónimos, aunque en la filosofía 
contemporánea tienen significados ligeramente distintos aunque ambos sean derivados 
de la ciencia Metafísica. La diferencia entre la metafísica y la ontología esta en que la 
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primera investiga los principios de la realidad, y como esta realidad es en todos los 
universos, esta adquiere un carácter más general y abstracto. La ontología en cambio, 
estudia las divisiones ultimas de este universo, porque lo que se centra más en la parte 
física de la modo humano. La ontología o metafísica tuvo origen es las preguntas acerca 
del hombre por parte de los griegos y al igual que la metafísica fue adquiriendo matices 
distintos en las diversas épocas históricas.  ONTOLOGÍA GRIEGA Los primeros 
paradigmas fueron la pregunta por el cosmos, es decir comprender el principio del arjé ( 
de donde nacen las cosas y a adonde revierten cuando mueren), y el de esta totalidad 
que nace y muere a la cual denominaron Physis (naturaleza). Estas preguntas fueron 
planteadas por los presocráticos a quien Aristóteles denomino “fisiólogos”. La pregunta 
sobre ¿Que es lo que es?, brota del principio del Physis, las sustancias que tienen un 
ciclo y que son el modo primerísimo del ser y conforman esta naturaleza. A su vez el 
Arjé es el principio generador de la Physis de donde vienen y a donde llegan esas 
sustancias, donde las cosas se reducen a él aunque él no se reduzca a ninguna. Respecto 
al arjé se dieron distintas propuestas, de las cuales se distinguen dos 
 13. clases; los principios físicos, como principio que son elementos materiales, de la 
naturaleza , y los principios lógicos, cuando el arjé era indeterminado, un producto del 
pensamiento, es decir, no era natural ni material. Tales y Anaxímides, destacaron cada 
uno con el agua y el aire como el arjé. Después surgió el Apeirón, planteado por 
Anaximandro, que contenía toda causa de nacimiento y destrucción del mundo, pero el 
mismo era inmutable. También esta el ser como principio, que fue planteadopor 
Parmenides de Elea quien lo explico como el ente que constituía todas las cosas y les 
daba su existencia, pero es perceptible nada más que por la razón. Este ser es lo 
permanente e inmóvil que puede ser captado por nuestra razón, a diferencia de la 
realidad o el devenir que es captada por los sentidos y es la apariencia mudable y 
cambiante de este. Platón en cambio dividió la realidad en dos esferas; la esfera o 
mundo inteligible, de las ideas o formas perfectas, eternas o indivisibles y el mundo 
sensible, es decir el devenir, lo material y lo conocido a través de los sentidos. Para 
platón la verdadera y necesaria realidad se encontraba en el mundo de las ideas, pues no 
esta sujeto a cambios ni a corrupción, sino que están descritas siempre sin 
contradicciones, el mundo real era en cambio sombrío y cambiante a los sentidos, son la 
sombra de las ideas. Para ejemplificar esto Platón expuso el mito de la caverna, en el 
cual muestra a la humanidad prisionera de una caverna que confunde las sombras 
proyectadas en una sombra con la realidad y considera al filosofo como una persona que 
penetra el universo fuera de la caverna de la ignorancia y alcanza una visión de la 
verdadera realidad, el mundo de las ideas. Sin embargo existe aún un problema pues era 
difícil separar las cosas de las ideas ya que estas eran las causantes de las otras, esta 
cuestión fue tratada de resolver con la postulación del Demiurgo, un ser creador que 
relacionaba los dos mundos, sin embargo esta respuesta no fue totalmente satisfactoria 
por lo que Aristóteles presento otra en el que el ser es Sustancia. Esta sustancia es una 
combinación entre potencia y acto, entre aquello que puede ser (pero todavía no es) y 
aquello que ya es (también conocido como materia y forma). Las cosas eran un 
compuesto de materia y forma, y lo que distinguía una cosa de otra eran los accidentes 
que caracterizaban su forma. Estos eran percibidos por los sentidos pero no eran estos la 
sustancia sino solo la diferencia.  ONTOLIGÍA MEDIEVAL La época medieval se 
caracterizo por el surgimiento de filósofos cristianos, quienes intentaron acomodar la 
idea de la Physis a la de Dios. Es decir que para ellos la physis es la creación. La 
doctrina cristiana se constituyo por dos dogmas principales, el dogma trinitario, en el 
cual en Dios hay una sola sustancia en tres personas distintas y el dogma cristológico, 
que distingue una sola persona, Cristo, como hombre y Dios perfecto, unión de las dos 
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naturalezas divina y humana. En esta época se tomaron las mismas categorías metafísica 
griegas y se adecuaron al cristianismo, por lo que es criticada por ser una época oscura 
para la filosofía sin embargo, respecto a esto Zubiri escribe “El cristianismo tiene una 
idea del mundo distinta ala de los griegos. La idea de mundo fue uno de los más 
importantes puntos de encuentro del cristianismo con la filosofía, y lo que 
 14. forzó a los pensadores cristianos a elaborar un pensamiento filosófico propio, Puede 
decirse que originariamente toda la radical innovación que el cristianismo introduce en 
la filosofía es una nueva idea del mundo. Mientras los metafísicos cristianos, salvo en 
puntos concretos, absorben, depuran y elevan la metafísica griega, en cambio rompen 
con esta por su idea del mundo. Y ante todo por la raíz de este: el mundo esta “creado”. 
Este es su carácter último y para muchos pensadores un carácter formal e intrínseco del 
mundo en ciato tal. Mundo es entonces la totalidad del ente creado qua creado. Con ello, 
la metafísica se convierte en teoría de la creación”. Para los escolásticos medievales el 
objeto propio de la metafísica fue un motivo de gran preocupación y se ocuparon en 
gran medida de las relaciones entre la metafísica y la teología. Agustín de Hipona 
reconcilia el pensamiento platónico con el dogma cristiano, esta obra se resume en la 
sentencia de “cree para entender”, pues la verdad buscada por la filosofía era Dios, y su 
acción intelectual quien es Cristo. En ontología San Agustín identifico a Dios con Ser, 
por ser el la identidad, la esencia. Dios es para el la inteligencia que contiene las ideas 
de las cosas del mundo sensible, esto significa que todas las cosas son obra e inspiración 
del El. En esta época se manifestó el problema de los universales, que es la pregunta 
sobre el tipo y el conjunto de todo aquello que se asume como existente, es el nombre 
que se le da a un conjunto de cosas que comparten alguna característica, por ejemplo 
Hombre (cuando no referimos a todos los hombres), caballos, libros, etc. El problema 
surge cuando no se sabe real la existencia de estos términos. Boecio expreso especto a 
esto que lo universal no podía ser sustancia, pues esta es singular (las cosas son 
singulares), y que lo universal era inmaterial y existía unido y confuso a los accidentes 
de las cosas (las cosas son universales , sin embargo esta proposición resultaba 
problemática para los filósofos a la hora de explicar la Trinidad la unidad de tres 
sustancias en una sola. En la época medieval cabe destacar dos corrientes contrarias, el 
realismo y el normalismo, que intentaban dar respuesta a la pregunta sobre los 
universales. Los realistas pensaban que lo universal existe como una sola cosa, y que la 
existencia de las cosas estaba premeditada por la existencia de los universales. El más 
importante realista fue Santo Tomás de Aquino. El describió la metafísica como “la 
ciencia de la verdad, no de cualquier verdad, sino de aquella verdad que es el origen de 
toda la verdad, esto es, que pertenece al primer principio por el cual las cosas son. La 
verdad que pertenece a tal principio es, evidentemente, la fuente de toda la verdad” 
(Contra Gent., I, 1,2). Esto da como resultado que Dios sea el objeto de la metafísica y a 
la vez sea el estudio de el ser o el ente, lo que da a pensar en una subordinación ante la 
teología por parte de la física, que es justificada por Santo Tomás por un acuerdo 
fundamental entre estos dos que dan como resultado la metafísica. Para Santo Tomás el 
propósito de la metafísica era el conocimiento de Dios a través de los seres finitos 
sensibles. Los nominalistas, al contrario, consideraban los universales como irreales y 
abstracciones del pensamiento, pues para ellos pensar en la realidad de los universales 
era limitar la inteligencia y el poder de Dios. 
 15. El principal nominalista fue Guillermo de Ockham, quien considero a los 
universales como meros instrumentos del lenguaje que tomaban el lugar de las cosa 
cuando se hablaba de ellas. Lo universal eran simples términos para designar las cosas. 
 ONTOLOGÍA MODERNA Los filósofos modernos fueron muy influidos por los 
avances de la ciencia experimental y la matemática, por lo que intentaron desarrollar 
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https://es.slideshare.net/grabelaliaga/el-problema-del-ser#15
ideas que concordaran con esos conocimientos. Esta búsqueda planteo la postulación 
del sujeto cognoscente, como el fundamento de la realidad. El conocimiento de la 
metafísica en la época moderna se caracterizo por ser a priori es decir, que deriva solo 
de la razón, para que se diferenciara del conocimiento a posteriori, que lo hace solo de 
la experiencia. Con Descartes se inicia este periodo y se inaugura la subjetividad, que 
planteaba la necesidad de postular un principio de verdad para postular una verdad. El 
yo-pienso, se convierte en el primer principio indudable de la nueva filosofía. La 
metafísica dará en teórica critica del conocimiento, y la ontología no tratará el ser, sino 
de la idea del ser. El racionalismo será la primera corriente filosófica que se desarrollara 
en este siglo, y a su vez esta desencadenara otras corrientes que serán muy importantes 
en el pensamiento moderno y que culminaran con el pensamiento deKant, Hegel y 
Comte. Este trata acerca del conocimientoa priori, principios derivados del 
conocimiento de la razón. Se subdividirá en el monismo y en el dualismo. El monismo 
será una corriente que creía que solo existía una sustancia básica, el “monismo 
idealista” sostenido por el irlandés George Berkeley decía que la sustancia es mental; el 
“monismo materialista” aseguraba que solo es física, y era seguido por el inglés Tomas 
Hobbes, y el “monismo neutro” afirmaba que la materia no es ni solo mental ni solo 
física, y era seguido por el holandés Baruch Spinoza. Este último filósofo expuso una 
visión panteísta de la realidad en la que el universo es similar a Dios y cada cosa lo 
contiene a Él. El dualismo será la corriente liderada por Descartes, según el cual el 
cuerpo y el alma son unidades diferentes (substancialmente unidas en el hombre) y 
constituyen las únicas sustancias del universo. Para Descartes, la metafísica es una 
prima philosophia, que trata de cuestiones de ka existencia de Dios y la distinción real 
entre el alma y el cuerpo del hombre. Todas las corrientes racionalistas creían que la 
realidad es de carácter racional y que el criterio para llegar a la verdad estaba en la 
conciencia. La corriente contraria al racionalismo se llamo empirismo, esta consideraba 
los sentidos como el criterio más adecuado para llegar a la verdad. Según esta, son las 
sensaciones las que componen las ideas y por lo tanto la realidad solo e perceptible 
mediante los sentidos. Estas doctrinas se derivan del conocimiento a posteriori, para la 
cual este no es una representación de la realidad sino solo un reflejo de las percepciones 
humanas. Para los empiristas, toda especulación que no derivara de la experiencia era 
un sinsentido u por lo tanto la metafísica tradicional no aportaba ningún contenido real. 
De esta corriente se destacan David Hume, John Locke y George Berkeley. 
 16. De esta época al principio de la modernidad, muchos autores rechazaron a la 
metafísica como ciencia por ser una realidad trascendente, y que contrariaba los 
principios de realidad objetiva que caracterizaban la época. Se destaca el caso de Hume, 
quien dijo que todo conocimiento en conocimiento de hechos o de relaciones de ideas 
deja sin base el conocimiento de cualquier objeto metafísico y que por lo tanto la 
metafísica no existe. Augusto Comte. También escribió: “La metafísica, como la 
teología, trata sobre todo de explicar la naturaleza íntima de los seres, del origen destino 
de las cosa..., pero en lugar de operar con los agentes sobrenaturales propiamente 
dichos, los reemplaza cada vez más por esas entidades o abstracciones personificadas, 
cuyo cuso verdaderamente característico a permitido designarla con el nombre de 
ontología” Estas corrientes derivaron en Kant, quien creo una filosofía crítica distinta 
llamada “trascendentalismo”. Su obra es agnóstica pues niega la posibilidad de un 
conocimiento estricto de la realidad última, es empírica pues afirma que el 
conocimiento deriva de los sentidos y es racionalista pues mantiene el carácter a priori 
en estos principios empiristas. El sin embargo distingue otro propósito distinto al de 
estas vías filosóficas; definir los límites del conocimiento humano o encontrar las 
condiciones de la posibilidad de conocimiento en general. Inmanuel Kant trata de negar 
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la metafísica para “fundarla” ante la crítica, y demuestra que no hay posibilidad de 
juicios sintéticos antes de la experiencia en metafísica. Por este punto la metafísica se 
convierte de una ciencia teórica, a una razón practica, en la cual es más una realidad 
moral que una ciencia. Para Kant los conocimientos de la razón son necesarios para 
aplicarlos a la experiencia, ya que solo en esta se manifiestan, así ya sean anteriores. 
Para el de las cosas solo podemos conocer sus impresiones en cada uno de nosotros, a 
esto es lo que llamó fenómeno. Esto es lo que nuestra cabeza descubre a partir de la 
experiencia que no son sino datos o intuiciones del ser. La lógica de estos 
racionamientos es la que hace a la experiencia trascendental, tanto a la real como a la 
posible. Lo que Kant quería demostrar es que el conocimiento solo era alcanzable en los 
terrenos de la experiencia, y que por lo tanto la razón estaba delimitada por esta; el error 
estaba en que la razón fuera tomada como las ideas constitutivas de las cosas, cuando no 
eran más que ideas regulativas. La metafísica debía tener un “uso”, servir para la vida 
practica, para la moral. Las ideas no debían dar razón de la existencia; si más bien 
regular el conocimiento humano. La filosofía a partir de esto empezó a conocerse como 
epistemología. Kant también intento reconciliar ciencia y religión, realizando una critica 
desde la lógica, para llegar a un mundo de dos niveles; este mundo incluye los 
moumena, objetos concebidos por la razón pero no percibidos por los sentidos, y los 
phenomena, las cosas tal y como aparecen en los sentidos y que son accesibles al 
estudio material. En este orden, Dios, la libertad y la inmortalidad humana son para 
Kant son realidades moumenales que se asimilan a través de la fe moral y no del 
conocimiento científico. En el siglo XIX los críticos del kantismo tomaron dos vías 
opuestas respecto a la metafísica, que revivieron el problema del ser; el idealismo y el 
positivismo. El idealismo negó la crítica de Kant en sus explicaciones a la metafísica 
trascendental y rechazaron el concepto de las cosas en-sí-mismas, este movimiento fue 
liderado por Wilhelm Friedrich Hegel, quien consideraba incorrecta la teoría de que la 
realidad última no puede ser entendida. También creía que los mayores logros del 
espíritu humano 
 17. (ciencia, cultura, religión y estado) no son resultados de procesos mentales que se 
dan naturalmente sino que son concebidos y mantenidos por la dialéctica. Hegel 
consideraba al ser como devenir, un movimiento continuo del cual la razón pretendía 
explicar las estructuras lógicas. La realidad esta constituida por relaciones de negación. 
Para continuar en movimiento y cambiar de una cosa a otras, se debe renunciar a lo que 
se es anteriormente para conseguir ser algo distinto. La realidad, es el cambio de las 
cosas en la negación de unas con otras. El pensamiento es el único capas de reducir este 
problema para poder comprender las relaciones entre contrarios, por esto supera el 
devenir y se convierte en el ser mismo de la realidad, por lo que esta comienza a ser 
solo en el pensamiento. Hegel intenta construir una filosofía capaz de explicar la 
naturaleza y el hombre, el pasado y el futuro, toda la realidad de forma absolutamente 
completa. De el idealismo derivan otras teorías metafísicas, como el la época 
prekantiniana. Entre estas últimas teorías metafísicas sobresalen el empirismo radical o 
pragmatismo (modalidad metafísica expuesta en Estados Unidos por Charles Sanders 
Peirce, desarrollada por William James y adaptada como instrumentalismo por John 
Dewey), el voluntarismo (cuyos máximos representantes fueron el filósofo alemán 
Arthur Schopenhauer y el estadounidense Josiah Royce), el fenomenalismo (patente en 
los escritos del pensador francés Auguste Comte y del filósofo británico Herbert 
Spencer), la evolución emergente o evolución creativa (definida por el francés Henri 
Bergson) y la filosofía del organismo (elaborada por el matemático y filósofo británico 
Alfred North Whitehead. La otra corriente filosófica importante derivada de las ideas de 
Kant es el positivismo. Las ideas de Comte son contrarias a las de Hegel y expresan que 
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lo único real y existente es lo que puede ser experimentado, medido y catalogado a 
través del método científico. Esto quiere decir que las preposiciones de la metafísica son 
verdaderas, pues no derivan de la experiencia.Según Comte, la metafísica es un modo 
de conocer propio de una época de la humanidad, donde las ilusiones de la razón que no 
tienen base en la realidad positiva, son rechazadas y olvidadas. La metafísica es un 
modo de conocer propio de una época de la humanidad, destinado a se superada por la 
época positivista. Durante la época moderan, la metafísica sufrió muchas 
diversificaciones de filosofías que la exaltaron y la humillaron, que la relevaron o que la 
tomaron como centro de su filosofía. Sin embargo, podemos llegar a la conclusión de 
que a pesar de esto la metafísica es y será uno de los temas más importantes de la 
filosofía, bien porque se considere el más importante, o bien porque se resista y se 
pretenda dejar de lado.  ONTOLOGIA CONTEMPORANEA La negación de la 
metafísica en el siglo XIX representaba a veces la negación del saber filosófico, lo que 
resultaba una contrariedad y desemboco en que en el siglo XX surgieran corrientes que 
refutaran esto. Los principales contradictores fueron la filosofía analítica (principio de la 
verificación del significado), el existencialismo, el marxismo y el materialismo 
dialéctico. De la Ontología contemporánea se destacan tres autores; Nietzshe, Heidegger 
y Zubiri. 
 18. Para Friedrich Nietzshe era necesario derrumbar una serie de supuestos que 
caracterizaban la filosofía occidental. El principal supuesto era la fábula del otro mundo, 
que concebía la metafísica como una explicación del ser como parte de otro mundo, 
explicación que venía desde Platón con su tesis acerca de un mundo de ideas inventada 
por la razón humana. Para Nietzshe los valores tradicionales (representados por el 
cristianismo) habían perdido su poder en las personas, a lo cual llamaba nihilismo 
pasivo. Expreso su idea en la cortante expresión de “Dios a muerto”. Para el Dios estaba 
justificado en la fábula del otro mundo, desde cuando Platón insto la idea del bien 
supremo, y esta idea había perdurado en la metafísica a través de la historia. Esta idea 
estaba representada en los valores tradicionales que enseñaban una “moralidad esclava”, 
una moralidad de personas débiles y resentidas que fomentaban comportamientos como 
la sumisión y el conformismo porque los valores incluidos en tales conductas servían a 
sus intereses. El representante principal de estos valores fue para él el cristianismo, 
llamado por Nietzshe un platonismo para el pueblo, y era necesario desaparecer esta 
fábula, para poder iniciar de nuevo con la cuestión primera que se habían planteado los 
griegos acerca de la Physis y retomar el camino que Platón abandono. Por esta razón, 
Nietzshe considero su filosofía como un platonismo al revés, pues frente a lo verdadero 
e inmutable el privilegiaba lo real, lo temporal, mudable e instintivo. La postulación del 
mundo físico o sensible como el mundo de lo que verdaderamente es. De esta 
derogación de los valores hacia un principio opuesto, nace la necesidad de crear nuevos 
valores que reemplazan los tradicionales y conforman a un superhombre. Este 
superhombre es distinto a las masas, que son como rebaño; en cambio el es 
independiente e individualista. Siente con intensidad, pero sus pasiones son refrenadas 
por la razón, vive la realidad, sin centrarse en las recompensas que promete la religión 
el afirma la vida. El superhombre es un modelo de la “eticidad maestra” que rechaza lo 
envilecido de la humanidad por la religión, excepto solo lo que es totalmente vital. Para 
Nietzshe todo acto o proyecto humano esta limitado por la voluntad de poder, no solo 
sobre otros, sino sobre uno mismo, algo que es necesario para la creatividad y que se 
manifiesta enteramente en su modelo de superhombre. A este concepto de superhombre 
se le critica su concepción de una sociedad de amos y esclavos y a menudo se le 
identifica con las filosofías autoritarias. Nietzshe quería responder la cuestión del inicio 
y composición de las cosas, dejando de lado el platonismo pero no alcanzo su propósito, 
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ya que la locura lo sorprendió en el momento de empezar a elaborar la solución, sin 
embargo dejo planteado para la posteridad la cuestión de la vigencia de la metafísica. 
Martín Heidegger reformula al igual que Nietzshe la historia del la metafísica, pero 
atacando la subjetividad, la actitud elemental y manipuladora que privaba de sentido al 
ser y se convertía en un estado de nihilismo, que permitía a los filósofos modernos 
sobre valorar los alcances y probabilidades de la razón e intentar responder la pregunta 
de la realidad cuestionándose a sí mismos. Heidegger comenzó por preguntarse que es 
el ser y que clase de ser es, esto le llevo a establecer una relación entre el modo de ser 
de los objetos y de la humanidad, de la estructura del tiempo. Debe hacerse la pregunta 
acerca del sentido del ser , pues este es algo existente, que no esta fuera del mundo sino 
que se encuentra en el , como en la existencia humana se encuentra el hombre. Esto no 
quiere decir que la investigación sea 
 19. subjetiva, sino que debe partir del hombre porque es el único ente abierto al ser. El 
individuo, sin embargo, esta en peligro de caer en la rutina, la cotidianidad, desde la 
cual el hombre es un ser arrojado al mundo y abierto a las cosas como a las demás 
existencias. En este espacio el hombre se da cuentas de que todas sus esperanzas y 
proyectos están limitados por la muerte, lo que lo lleva a pensar que su existencia esta 
destinada a ella y lo hace sentir un sentimiento de angustia, La angustia de reconocer 
que es un ser arrojado al mundo para morir en el. El hombre es un ser para la muerte, su 
vid esta fundada en la nada y la existir es solo sostenerse dentro de la nada. Para 
Heidegger, la filosofía debe reconocer que el hombre es un ente sin ninguna razón para 
existir. Por lo tanto, el ser que se ha concebido no es posible, pues se fundamenta en 
cosas que a su vez se fundamentan en la nada, como Dios o el sujeto cognoscente; 
concepciones de la subjetividad que no tienen sentido pues no reconocen que el hombre 
y su subjetividad son entes-para-la-muerte. Esto es lo que critica Heidegger a la 
metafísica, la estructura fundamental del ser que se descubre es el ser-en-el-mundo, el 
estar-en-el-mundo. Esto es una realidad total, en donde no solo esta el sujeto en el 
mundo, ni el mundo en el sujeto, ni el mundo como conjuntote cosas. El ser es una 
totalidad, un misterio, no porque este fuera de toda comprensión, sino porque no es 
comprensible a través de un solo fundamento o concepto. El seres solo presencia, es la 
existencia misma. Una existencia para la muerte que hay que afrontar para poder 
adquirir un autentico sentido del ser y de la libertad. La época que vivimos es una época 
sin metafísica, las ideas positivistas a moldeado nuestra cultura al punto de hacer 
desaparecer la ontología. La realidad no es asunto ya de la filosofía sino de las ciencias 
empíricas. Esto sin embargo fue promovido por la misma filosofía, que vio la metafísica 
muy complicada y se dedico a desentrañar los contenidos del lenguaje con la excusa de 
no caer en los errores de esta misma. Sin embargo, para algunos filósofos 
contemporáneos, el objetivo del positivismo acerca de vivir sin metafísica a sido 
catastrófico en el desarrollo de los sucesos de nuestra época, con el desatar de las 
guerras y los demás problemas actuales. Además de Heidegger, filósofos como Nicolai 
Hartmann, Edmund Husserl y Jean Paul Sastre, representan distintas visiones de la 
ontología, que coinciden en el rechazo de la filosofía centrada en las esencias, lo 
universal, y la preocupación por lo concreto y singular; y la utilización del análisis 
fenomenológico como base de la filosofía. Para Xavier Zubiri, el hombre es un “animal 
de realidades” que posee una “inteligencia sentiente”, su función consiste en acerca a la 
realidad de las cosas sintiéndolas,el hombre es un ser metafísico, abierto al mundo de lo 
real. El mundo real es lo primero inteligible y se da como ”realidad sentida” es decir 
que la expresión de la realidad es lo que sentimos; esta realidad es tratada desde el 
hombre desde distintos ángulos: El entorno, que es todas las cosas que lo rodean y lo 
que descubre por sus sentidos, este entorno es social, ecológico y técnico, y todos juntos 
https://es.slideshare.net/grabelaliaga/el-problema-del-ser#19
son los que determinan el entorno vital del hombre; El medio, que son los elementos del 
entorno que el hombre utiliza para sus fines y objetivos, estos elementos son los medios 
de vida para el hombre. El mundo, que es la totalidad de lo real. El horizonte, el 
estímulo y el reto para el hombre, es el marco dentro del cual realizará su propia 
experiencia terrenal y elaborará su propio mundo. La situación, que se establece por la 
manera como el hombre esta en el mundo, 
 20. su experiencia, su circunstancia, su situación general; y la Habitad, la manera como 
el hombre desafía su realidad, la forma como se enfrenta a las cosas. Es la inteligencia 
del hombre la que permite al hombre aprehender todas las cosas como reales, aprensión 
que el denomina logos y que le permiten sentirlas, pero no saber de que se tratan. Es la 
capacidad de razonamiento la que le permite pasar del entendimiento racional al 
conocimiento, mediante la razón se conoce de verdad lo que es la realidad y se alcanza 
el sentido de la existencia humana como ligada y abierta a la trascendencia. Esta 
metafísica planteada por Zubiri es una metafísica del hombre en relación con lo otro, 
con el otro, es una metafísica de la alteridad en la cual el hombre es un ser personal 
social moral cultural que crea su mundo dentro del conocimiento de su realidad. 5. 
CONCLUSIONES La ontología (o metafísica) a sufrido diversas metamorfosis en su 
manera de ser vista a través de la historia y de cada una de las épocas podemos sacar 
una conclusión que resume su pensamiento, de los cuales podemos decir:  La ontología 
griega juzgaba al ser como una composición de cuerpo y alma, y de cada una de estas 
partes los distintos filósofos griegos plantearon distintas hipótesis, se destacaron la 
definición de Platón, que decía que las ideas eran verdadero ser y que lo material era 
solo la cárcel de estas, y Aristóteles, que decía que el ser era una sustancia compuesta 
por alma y cuerpo.  La ontología medieval consideraba al ser como Dios, que era el ser 
supremo de toda la creación y a quien el hombre debe fidelidad y obediencia, en esta 
época se destacaron San Agustín con el realismo y Santo Tomás con el normalismo.  
La ontología moderna se destaca por la influencia que tuvo en ella las ciencias y los 
conocimientos empíricos, la metafísica será tratada después de la razón y no será tan 
importante el que es el ser sino más bien cual es la idea del ser. De esta época se 
destacan muchos filósofos pero el más importante en la metafísica será Inmanuel Kant 
con sus ideas acerca del ser libre.  La ontología contemporánea abra casi desaparecido 
pues se considera que la metafísica por tratar asuntos que son trascendentes y subjetivos 
no se puede estudiar y saber cual es su esencia en verdad, sin embargo se destacan 
autores como Hediegger, Nietszhe y Zubiri, cada cual tratando de ver al ser como parte 
del racionamiento humano y como ser existente que posee una razón para existir, así sea 
solo ser arrojado al mundo para morir. 
 
https://es.slideshare.net/grabelaliaga/el-problema-del-ser#20

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